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Violencia intrafamiliar

Se entiende a la violencia como el “uso de una fuerza abierta u oculta, con el fin de obtener
de un individuo, o de un grupo, algo que no quiere consentir libremente” (Domenach,
1981, p.36).
La violencia intrafamiliar hace referencia al abuso de poder sobre los miembros más
débiles que están a su cuidado, por eso afecta principalmente a niños, niñas, a mujeres,
ancianos y ancianas y a quienes tengan alguna forma de discapacidad. Así la violencia
intrafamiliar se entiende como toda acción u omisión protagonizada por uno o varios
miembros de la familia, a otros parientes infringiendo daño físico, psicoemocional,
sexual, económico o social.
Tipos de violencia
Violencia física: conductas que atentan contra la integridad física del otro miembro de la
pareja. Se reconoce, una amplia gama de situaciones tales como, castigos corporales
(golpes, azotes, pellizcos, palmadas, hasta lesiones penales o la muerte); permanencia
forzada en lugares, encerramientos, inmovilizaciones o “amarramientos”, entre otros.
Violencia psicológica o emocional: subvaloración o descalificación del otro, el
autoritarismo, la imposición de ideas o deseos. Puede acompañar o preceder la violencia
física como una forma de control a través del miedo y la degradación. Intimidación en los
tratos, incluyendo la coacción utilizando terceros. Se detecta con mayor dificultad. A
diferencia de la violencia física, no deja huellas visibles y el agredido tiene que luchar
contra la palabra del agresor.
Violencia económica: la agresión se ejerce cuando se controla el acceso de la pareja al
uso del dinero, el manejo y gasto del mismo.
Violencia sexual: todas las conductas que atentan contra los derechos sexuales y
reproductivos de una persona. Incluye acoso sexual, violación, actos sexuales realizados
contra el otro miembro de la pareja o contra la persona con la que se haya convivido o
procreado.
Indicadores de violencia
Indicadores de violencia física
Indicadores físicos
 Lesiones cutáneas: magulladuras o moretones en diversas zonas del cuerpo,
quemaduras, heridas o raspaduras, señales de chupetones o mordeduras, cortes o
pinchazos, así como cicatrices en distintos estadios de recuperación.
 Lesiones óseas: fracturas atendidas o no de distintos huesos, en caso de niños y
niñas menores de dos años, cualquier torcedura o dislocación.
 Intoxicaciones no accidentales (por ingestión de sustancias químicas,
medicamentos, etcétera).
 Malformaciones o amputaciones visibles, o disminución de facultades o de
órganos (reportadas en expediente) que pueden ocasionar incapacidad temporal o
muerte.
 Heridas infectadas en cualquier parte del cuerpo.
 Quemaduras inexplicables en palmas de las manos, pies, brazos y espalda (huellas
de quemaduras de cigarros u otros objetos como plancha).
Indicadores conductuales
 Miedo o recelo de contacto físico con otras personas.
 Se siente rechazada o rechazado, muestra conductas de baja autoestima.
 Uso de violencia para resolver conflictos.
 Ideas suicidas o intentos de suicidio.
 En niños, muestra miedo de regresar a casa, conductas autoestimulantes
(balanceo, jugueteo con cabello, etc.), usa violencia con otros niños.
Indicadores de violencia psicológica
Indicadores físicos
 Enfermedades de origen psicosomático.
 Trastornos del sueño.
 Trastornos de alimentación.
 En niños: trastornos de alimentación, trastornos de alimentación, trastornos de
motricidad, temblor corporal, sudoración, taquicardia, sensación de opresión en
el pecho, desmayos.
Indicadores conductuales
 Desconfianza, inseguridad, miedo, ira.
 Cansancio, apatía, irritabilidad.
 Cambios bruscos del estado de ánimo.
 Poca capacidad para identificar sentimientos o negación de los mismos.
 Autoestima baja
 Dificultades de atención y concentración.
 Depresión y ansiedad.
 En niños: fobias, se muestras asustados ante lo que les rodea, problemas de
lenguaje, autoestima baja, pesimismo, ausencia de comunicación.
Indicadores de violencia sexual
Indicadores físicos
 El médico determinará mediante una valoración.
 En niños: dificultad para caminar o sentarse, irritación picor, dolor o lesión en la
zona genital o anal, laceración o cicatrices en el himen.
Indicadores conductuales
 En adultos: retraimiento, baja autoestima, depresión, ansiedad, miedo al contacto
con otras personas.
 En niños: dibujos sexualmente explícitos, actividad sexual con animales o
juguetes, masturbación que produce daño físico, relato de actos sexuales,
mutismo, temores, ansiedad, inhibición, trastornos somáticos como enuresis y
encopresis, retraimientos, descontrol, agresividad, autodesprecio, cambios
repentinos de comportamiento.
Ciclo de la violencia
Se considera ciclo ya que existen etapas, una seguida de la otra; al llegar a la fase final el
ciclo volverá a empezar convirtiéndose así en una constante en la vida de la víctima y de
la persona agresora. Puede haber años de violencia psicológica antes de que se produzca
la primera agresión física.
Núñez & Carvajal (2004), proponen tres fases dentro del ciclo de la violencia, las cuales
se constituyen:
Fase de acumulación de tensión
Inicio de una sucesión de roces entre los miembros de la pareja que genera un incremento
constante de ansiedad y hostilidad. La falta de resolución de conflictos, hace que se entre
en una etapa de falta de comunicación, generalmente como consecuencia de la frustración
ante las soluciones propuestas por parte de la pareja. La situación de frustración, hace que
uno de ellos generalmente el que maneja el equilibrio de poder en la pareja busque
soluciones pero no encuentre, al no encontrar culpa a la pareja lo que produce
comportamientos de descalificación de la pareja y agresiones psicológicas.
Existe negación de la irritabilidad, ya que eso implica la aceptación de un conflicto, y por
evitar que uno de los dos cambie no se lo resuelve. No se acepta hablar del tema, se
minimizan los problemas y se empeñan en buscar culpables. Se le repite a la mujer el
mensaje de que su percepción de la realidad es incorrecta y que de sus sentimientos son
malos, ella genera sentimientos de culpa con respecto a la relación que lleva con su pareja
y la forma de comunicación.
El abuso verbal es un problema de control, de lucha por adquirir y mantener el poder. Los
primeros efectos del abuso verbal son confusión, angustia y culpabilidad.
Esta fase puede durar meses o incluso años.
Fase de explosión violenta
Descarga incontrolada de la tensión acumulada en la primera fase, desembocando en
episodios de violencia física. Las formas de descontrol son diversas, dependen mucho de
las experiencias anteriores en las formas de resolución del estrés o del aprendizaje en los
progenitores.
Se presenta violencia verbal como: insultos, palabras hirientes y magnifica los defectos;
se da violencia contra objetos y rompe cosas; violencia psicológica contra la pareja,
amenaza con dejarle y quitarle los hijos; abusa sexualmente de su pareja; violencia física:
golpes, patadas en el rostro, mordeduras, rasguños, etc.
Esta violencia empieza a ser cotidiana, la víctima empieza a vivir en una indefensión
aprendida en la cual acepta su situación, sintiendo debilidad y resignación.
Esta fase tiene una duración de minutos u horas.
Fase de luna de miel
El agresor se siente apenado después de cometer el abuso, pide perdón, llora, promete
cambiar, ser amable, buen marido y buen padre. Admite que lo ocurrido estuvo mal,
actitud que convence porque en ese momento realmente se siente apenado por lo ocurrido.
Si ella lo ha abandonado él hará lo que sea para que le acepte de nuevo, se muestra amable
y bondadoso, ayuda en las tareas del hogar, simula un resurgimiento de sus creencias
religiosas, abandona sus dependencias de drogas o alcohol, aparecen promesas de “nunca
más”. Durante un tiempo él dice y hace todo lo que su pareja quiere y presenta un buen
comportamiento.
Esta fase puede durar semanas o meses.

Nuñez, J. & Carvajal, H. (2004). Violencia Intrafamiliar. Abordaje Integral a Víctimas.


Recuperado de http://www.funvic.org/Violencia%20intrafamiliar.pdf
Domenach, J. (1981). La violencia y sus causas: Unesco. Recuperado de
http://unesdoc.unesco.org/images/0004/000430/043086so.pdf
Sierra, R. (s/a). Impacto Social de la Violencia Intrafamiliar. Recuperado de
http://www.medicinalegal.gov.co/documents/20143/49496/Violencia+Intrafamiliar.pdf
Recuperado de http://www.poderjudicialcdmx.gob.mx/anales/wp-
content/uploads/Manual-d-apoyo_ABC.pdf

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