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propios fertilizantes orgánicos. Esto es muy importante, no solo por el beneficio económico si no
por que nos ayuda a conocer más como funciona un suelo. Un suelo no es un simple soporte físico,
sino la parte más importante de la agricultura donde habitan infinidad de microorganismos que
ayudan a la planta a desarrollarse. Un abuso de fertilizantes sintéticos puede limitar la fertilidad
del mismo, por lo que es imprescindible usar abonos orgánicos o incluso, biológicos…
El uso de los abonos orgánicos no es una práctica tecnológica nueva. Por el contrario, éstos tienen su
origen desde que nació la agricultura, nuestros antepasados los usaban, pues era lo único que existía.
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Resumen
Introducción
Al terminar la Segunda Guerra Mundial una buena parte del mundo queda
devastado y el hambre se cierne sobre millones de personas, en los campos
abandonados no hay fuerza de trabajo para cultivar la tierra. La necesidad de
producir alimentos en corto tiempo y en grandes cantidades conduce a la
introducción paulatina de nuevas concepciones en la agricultura que en su
conjunto constituyen un nuevo modelo agrícola conocido como Revolución Verde.
El modelo de la Revolución Verde surge para resolver una situación muy concreta
y, sin dudas jugó un papel muy importante en aquellos momentos. Sus altas
producciones resultaban muy atractivas por lo que surgen grandes transnacionales
interesadas en el mismo y comienza a generalizarse en los países cuyas economías
lo permitían, ya que los altos insumos que implica no están al alcance de los más
pobres. Al principio de la aplicación de esta forma no tradicional de explotación de
la tierra constituía el modelo ideal que permitía tener grandes producciones con un
mínimo de esfuerzo.
Situación en Cuba
Desarrollo
El deterioro de las propiedades físicas, químicas y biológicas de los suelos del valle
de San Andrés repercute desfavorablemente sobre este ecosistema, afectándose
de una manera u otra todos los componentes del mismo.
Este deterioro de las propiedades físicas y químicas del suelo, conjuntamente con
la disminución de la riqueza de la microflora han posibilitado la disminución de la
diversidad biológica tanto de plantas cultivadas como las no cultivadas de la zona.
Muchos cultivos que antes eran tradicionales de la zona ahora son solo recuerdo
de los más viejos. Algunas especies tradicionales, e incluso endémicas están casi
desaparecidas como el ébano carbonero y algunas especies de orquídeas por tan
solo citar dos ejemplos.
Los suelos del valle de San Andrés, al haber sido sometidos a un uso tan irracional
se encuentran degradados sobre manera con un contenido mínimo de nutrientes,
ph ácido, salinizados y con una actividad biológica mínima que dificulta el reciclaje
de los pocos elementos que llegan a los mismos.
Estos niveles tan mínimos de nutrientes son insuficientes para un óptimo desarrollo
de los cultivos. En estas condiciones es necesario que estos escasos nutrientes
sean apropiados lo máximo posible. Los hongos de micorrizas arbusculares se
asocian simbióticamente con las raíces de la mayoría de las plantas cultivables.
Esta asociación simbiótica es sumamente beneficiosa, sobre todo en estas
condiciones tan extremas. En primer lugar estos hongos actúan como
prolongaciones del sistema radical de las plantas, aumentando considerablemente
la capacidad de absorción de nutrientes de los mismos, aún en condiciones de
escasa humedad.
Aplicación de compost
El compost puede ser elaborado utilizando los residuos de cosecha, los desechos
domésticos, estiércol del ganado o las aves. Esta forma de fertilizante no requiere
de gran infraestructura para su realización ni tampoco de grandes recursos, por lo
que es una alternativa adecuada para los agricultores de bajos ingresos que
habitan en el valle de San Andrés.
Conclusiones
1. El valle de San Andrés es una zona de suelos degradados producto a los malos
manejos agrícolas.