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¿POR QUÉ DECIMOS: “NUESTRO ELOHIM, EL ELOHIM DE NUESTROS

PADRES”?

Existen dos tipos de personas que creen en YHWH, el Creador de todas las cosas y que le
obedecen. Uno cree porque ha aceptado la emunáh (fe) de sus padres, y su emunáh es
fuerte. El otro ha adquirido su emunáh a través del estudio, el pensamiento y ha
experimentado la manifestación de la presencia de YHWH en su vida personal. La
diferencia entre ambos es la siguiente:

La ventaja del primero es que no importa cuántos argumentos le sean presentados en


contra, su emunáh no puede ser sacudida; es firme porque la recibió de sus padres. Sin
embargo, tiene una pequeña falla: tiene emunáh sólo en respuesta al mandato del hombre,
y la ha adquirido sin estudiar, sin pensar por sí mismo y sin tener una real experiencia con
YHWH.

La ventaja del segundo es que gracias a que encontró a YHWH a través de pensamiento y
experiencia personal, llegó a una emunáh propia. Pero en este caso también existe una
pequeña falla: es algo fácil de dañar su emunáh refutándola con “evidencias” aparentes de
manifestaciones imitadoras. Pero aquel que une los dos tipos de emunáh es invencible. Y
por eso decimos “Nuestro Elohim” en referencia a nuestros estudios y experiencia, y
“Elohim de nuestros padres” en miras a nuestra tradición o herencia como pueblo hebreo.

La misma interpretación nos fue dado a nuestro dicho “Elohim de Abraham, Elohim de
Isaac, Elohim de Jacobo y Elohim y Padre de Yeshúa HaMashiaj” y no “Elohim de Abraham,
Isaac, Jacobo y de Yeshua Hamashiaj” puesto que esto indica que Isaac, Jacobo y Yeshua el
Mashiaj no sólo recibieron la tradición de Abraham, ellos también buscaron y encontraron,
por sí mismos, la presencia de YHWH.

Idea original tomada de: Ten Rungs: Collected Hasidic Sayings. Con adaptación de Yoshúa Muñoz.

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