Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
miserable1
After the euphoria and ecstasy that was experienced during the drunken hour of Renaissance, Baroque appeared as
the invoice that was willing to charge all of the wildness of the fifteenth and sixteenth centuries. Baroque man was a
wrecthed unable to express himself entirely and very often feigned in the making of his art what he didn’t really feel
inside.
Sinuoso y efímero. Son estos los calificativos más precisos que se le pueden otorgar al Barroco;
etapa de derroche, fugacidad y pomposidad vana. Muchos historiadores y críticos del arte
distinguen los términos: “lo barroco” y “el Barroco”. El primero lo usan para identificar la última
fase de cualquier estilo artístico en la cual todas las obras lucen sinuosas, las proporciones no son
respetadas y son poseedoras de un gran carácter decadente. Ya Nietzsche aseveró que “el estilo
barroco surge cada vez que muere un gran arte”. Los señores críticos hacen la aclaración de
designación surgió después de analizar los aspectos más importantes de esta era.
De esta manera, puede inferirse que el siglo XVII, especialmente, fue un período de tensiones
y contrastes. Uno de los principales distintivos de esta etapa fue la resignación del hombre
1
Traducción al español de los versos con los que abre la canción “Heaven Knows I’m Miserable Now” de la
agrupación británica de rock alternativo The Smiths.
ante el carácter fugaz de la vida. Ya nada perduraba, el “carpe diem” fue cambiado por el
“memento mori”. Campos del conocimiento humano como la ciencia y la filosofía transformaron
sus bases estructurales y principios, alterando de esta forma, también, la manera en como el hombre
concebía la vida y la naturaleza. El hombre español se vio impositibilitado de practicar con eficacia
los ideales humanistas, por lo que los desecha y, desengañado, toma la vía de las ilusiones, la
dos últimas, a su vez, pretendieron matizar (si no es encubrir) la hostil situación por la que pasaba
la región utilizando como recurso a los artistas y exponiendo sus obras como una imagen
exuberancia, pero que, el que ve más allá de las luces y sombras, de la distorción de formas, entre
otras cosas, puede darse cuenta de que muchas son una fachada, una simple representación
engañosa que se tambalea y se agita, no perdiendo su donaire vano y gallardía superficial, para no
liberar el verdadero espíritu de desdicha que la carcome por dentro. Es por ello que el objeto del
presente ensayo es demostrar que el Barroco fue una ilusión que simulaba vigor y empuje pero
que, en realidad, era, para la mayoría, una elegía a la esperanza y a la certidumbre que se asemejaba
René Descartes quería encontrar verdades evidentes que fundamentasen el armazón del
situó a la “duda” como principal componente de su proyecto filosófico y dio paso a la que se
conocería más adelante como la reflexión más importante de la vida moderna: “cogito ergo sum”.
Con este planteamiento, el filósofo francés quería dar a entender que para hallar certezas
universales había que borrar primero todas las antiguas concepciones del mundo, situar a la razón
como punto de partida para lograr este cometido y reconocer que indudablemente debe haber un
“El primero precepto consistía en no admitir cosa alguna como verdadera si no se la había
conocido evidentemente como tal. Es decir, con todo cuidado debía evitar la precipitación y la
prevención, admitiendo exclusivamente en mis juicios aquello que se presentara tan clara y
distintamente a mi espíritu que no tuviera motivo alguno para ponerlo en duda.
El segundo exigía que dividiese cada una de las dificultades a examinar en tantas parcelas como
fuera posible y necesario para resolverlas más fácilmente.
El tercero requería conducir por orden mis reflexiones comenzando por los objetos más simples
y más fácilmente cognoscibles, para ascender poco a poco, gradualmente, hasta el conocimiento
de los más complejos, suponiendo un orden entre aquellos que no preceden naturalmente los unos
a los otros.
Según el último de estos preceptos debería realizar recuentos tan completos y revisiones tan
amplias que pudiese estar seguro de no omitir nada”.
Discurso del método. Segunda parte. Trad. G. Quintás. 1981. Madrid. Alfaguara.
Sin duda la exposición cartesiana tuvo una abrumadora influencia en los países que padecían
desgracias existenciales y probó que no todo estaba bien como la Iglesia y el Estado querían
suponer que estaba. No todo consistía en mostrar una cara benevolente llena de esplendor y brío
pero ciertamente en su interior hecha migajas y empapada de desespero hasta el hueso, sino que
era preciso volver a los inicios y poner en cuestión los problemas ontológicos que acechaban al
hombre barroco.
Por otra parte, resulta adecuado tocar los aspectos más relevantes de la Religión ya que fue este
ámbito el que desencadenó la pesadumbre reprimida de las clases desfavorecidas y de los artistas.
XVI que pretendía transformar la unidad de la Iglesia Católica Romana. Estuvo a cargo del teólogo
Martin Lutero, que propuganaba el rechazo a la autoridad del papa y a la devoción de los santos.
Lutero pensaba que la iglesia como institución no tenía ningún tipo de criterio para ejercer
influencia, ni para instruir al pueblo ya que el hombre mismo tenía la capacidad de interpretar a su
manera (individualmente) las Sagradas Escrituras sin intermediarios. “Doy gracias a Dios por mis
opositores, pues ellos me han inclinado a buscar más ardientemente a Cristo en las Escrituras”,
decía Lutero. Esta ideología naciente fue una clase de catalizador, especialmente en Europa
Occidental durante el Renacimiento, para que el ideario humanista se propagara aún más por todo
Sin embargo, llega la etapa del Barroco. Los años dorados en donde todo era renancentista se
esfumaron al instante debido a la elevada preocupación de la Iglesia que se vio altamente reducida
y debilitada en poderío por obvias razones. Esta institución estableció rígidas medidas como el
fortalecimiento de la figura del Papa, y el control de las pasiones humanas. Pero hay más: hubo
guerras de religión, se creó la Inquisición Romana que tuvo como objeto perseguir a
Todas las anteriores modificaciones hechas por la Iglesia estabilizaron el poderío que esta poseyó
durante el Medioevo; y fueron estas mismas las que atenuaron el espíritu vehemente del artista
barroco y lo relegaron a los confines para que expresase de manera pomposa una triste realidad.
religioso de la época, se puede deducir que en materia artística barroca hubo dos objetivos claros
que se trazaron principalmente y estos fueron: por un lado estuvieron los artistas que quisieron
burlarse disimuladamente de el Estado y la Iglesia por todos los males que habían causado,
utilizando como herramientas la sátira y el ingenio, y por la otra ala, aquellos que tomaron una
postura más radical, dándole a la vida un carácter ficticio y pasajero. Estos últimos quisieron
definitivamente huir del cruel mundo en el que estaban inmersos y lo hicieron mediante la escritura
de tragedias ontológicas y la ejecución de vanitas, evocando, así, otra realidad menos dolorosa.
el Barroco podría ser: “…y pues él rompe recatos y ablanda al juez más severo, poderoso cabellero
es Don Dinero” (Quevedo)., y también: “¿Qué es la vida? Un frenesí, ¿Qué es la vida? Una
ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los
herramientas para que cumpliese la degradante función de sólo servir a la Iglesia, cohibiendo su
yo interior y ayudando al Estado en su misión absolutista. Los que no tuvieron esa suerte, se
embriagaron tanto de dolor que ya no tuvieron conciencia del mundo en el que vivían y
simplemente huyeron de la realidad. El barroco fue un jarrón vacío. Una laguna de llanto tras un
gesto vehemente. Infortunadamente no hubo muchos poetas, en ese entonces, que expresaran con
tanto fervor, como hoy en día, versos como: “Hearts are burning, we’ll all flee this town; it won’t
drag us down again”2; “Down to earth and down to things like time, ‘cause we are all, we are all
just lovers, born of earth and light like all the others”3; “He drinks and smokes his cares away,
his heart is in the lonely way living in the ruins of a castle built on sand”4 para aquellos que habían
sido felices en la bruma de la ebriedad, pero que ahora el cielo sabía que estaban sintiéndose
miserables.
2
Canción “Bright Young Things” de la agrupación británica de rock independiente The Crookes.
3
Canción “The Sun” de la agrupación norteamericana de rock psicodélico Portugal. The Man.
4
Canción “Tell the King” de la agrupación británica de rock independiente The Libertines.