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Magistrada Ponente Doctora ELSA JANETH GÓMEZ MORENO.

En fecha 21 de febrero de 2017, el Tribunal Primero de Primera Instancia en función de


Juicio del Circuito Judicial Penal del estado Cojedes, dictó sentencia en la cual ABSOLVIÓ al
ciudadano FRANKLIN JOSÉ PÉREZ DÍAZ, de nacionalidad venezolana, titular de la cédula de
identidad número 17.329.022, por la presunta comisión de los delitos de HOMICIDIO
CALIFICADO EN LA EJECUCIÓN DE UN ROBO, previsto y sancionado en el artículo 406,
numeral 1, del Código Penal, en perjuicio de un niño (identidad omitida de conformidad con lo
establecido en el artículo 65, parágrafo primero, de la Ley Orgánica para la Protección de Niños,
Niñas y Adolescentes) y HOMICIDIO CALIFICADO EN EJECUCIÓN DE UN ROBO EN GRADO
DE FRUSTRACIÓN, previsto y sancionado en el artículo 406, numeral 1, en concordancia con el
artículo 80, ambos del Código Penal, en perjuicio de los ciudadanos (identidad omitida por
disposición de ley), José Aparicio y María Ríos Ramos.

Los hechos que dieron origen a la presente causa, que fueron expuestos en la
acusación interpuesta por el Ministerio Público, y por los cuales el Tribunal de Juicio absolvió al
referido imputado, son los siguientes:

“…El día 28/09/2014, aproximadamente a las 7:00 horas de la noche los


ciudadanos (identidad omitida de conformidad con lo establecido en el
artículo 65, parágrafo primero, de la Ley Orgánica para la Protección de
Niños, Niñas y Adolescentes), JOSÉ APARICIO y MARÍA RÍOS RAMOS, se
trasladaban a bordo de un vehículo tipo moto, color rojo, por la avenida
principal del sector La Fortuna, Municipio Rómulo Gallegos, estado Cojedes,
al momento que iban en la vía observaron tirados en el suelo unos lentes, por
lo que el conductor de la moto José Aparicio, buscó detenerse para
recogerlos, al momento que estaba realizando esta acción salió de la zona
boscosa un sujeto con una escopeta en la mano, diciendo que era un atraco
y que les entregara la moto, pero la víctima lo que hizo fue acelerar la moto y
los sujetos les realizaron un disparo con la escopeta, logrando alcanzar los
proyectiles a las víctimas, hiriendo mortalmente al niño (IDENTIDAD
OMITIDA DE CONFORMIDAD CON LO ESTABLECIDO EN EL ARTÍCULO
65, PARÁGRAFO PRIMERO DE LA LEY ORGÁNICA PARA LA
PROTECCIÓN DEL NIÑO, NIÑA Y ADOLESCENTE (sic)) y el resto quedó
lesionado, luego recibieron ayuda y fueron trasladados hasta el centro de
salud para recibir atención médica, luego mediante las investigaciones los
autores del hecho fueron identificados por testigos y pesquisas realizadas…”.

En fecha 7 de marzo de 2017, la abogada Maritza Linney Zambrano Zambrano, Fiscal


Auxiliar Octava del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del estado Cojedes, interpuso
Recurso de Apelación con efecto suspensivo contra la decisión de fecha 21 de febrero de 2017,
dictada por el Tribunal Primero de Primera Instancia en función de Juicio del Circuito Judicial
Penal del estado Cojedes. Dicho recurso no fue contestado por la defensa judicial del imputado.

En fecha 23 de mayo de 2017, la Sala Única de la Corte de Apelaciones del Circuito


Judicial Penal del estado Cojedes ADMITIÓ el Recurso de Apelación ejercido.

En fecha 12 de junio de 2017, la aludida Corte de Apelaciones declaró SIN LUGAR el


Recurso de Apelación ejercido por la Fiscal Auxiliar Octava del Ministerio Público de la
Circunscripción Judicial del estado Cojedes y, en consecuencia, confirmó en todas y cada una de
sus partes la decisión recurrida, ordenándose la inmediata libertad del ciudadano FRANKLIN
JOSÉ PÉREZ DÍAZ.

En esa misma fecha fueron notificados de la sentencia la abogada Maritza Linney


Zambrano Zambrano, Fiscal Auxiliar Octava del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial
del estado Cojedes, los abogados defensores del imputado y las víctimas María Ríos y José
Aparicio.

En fecha 14 de junio de 2017, el acusado FRANKLIN JOSÉ PÉREZ DÍAZ fue


impuesto de la mencionada decisión, dictada por la Sala Única de la Corte de Apelaciones del
Circuito Judicial Penal del estado Cojedes.

En fecha 10 de julio de 2017, la ciudadana Maritza Linney Zambrano Zambrano, Fiscal


Auxiliar Octava del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del estado Cojedes, interpuso
Recurso de Casación contra la sentencia emitida por la Sala Única de la Corte de Apelaciones
del Circuito Judicial Penal del estado Cojedes, antes descrita, el cual no fue contestado por los
abogados defensores del imputado de marras.

En fecha 26 de julio de 2017, la Sala Única de la Corte de Apelaciones del Circuito


Judicial Penal del estado Cojedes remitió las actuaciones a la Sala de Casación Penal del
Tribunal Supremo de Justicia.
En fecha 9 de agosto de 2017, fue recibido ante la Secretaría de la Sala de Casación
Penal el presente expediente, dándosele entrada en esa misma fecha.

En fecha 10 de agosto de 2017, se dio cuenta del recurso de casación a los


Magistrados y Magistradas que integran la Sala de Casación Penal y, previa distribución,
correspondió el conocimiento del mismo a la Magistrada Doctora ELSA JANETH GOMÉZ
MORENO, quien con tal carácter suscribe el presente fallo.

En fecha 19 de febrero de 2018, revisada la fundamentación del Recurso de Casación,


la Sala de Casación Penal, mediante decisión N° 026, ADMITIÓ la única denuncia del Recurso
de Casación interpuesto por la Representación del Ministerio Público y se CONVOCÓ a la
correspondiente audiencia oral, conforme con lo establecido en el artículo 458 del Código
Orgánico Procesal Penal.

En fecha 03 de abril de 2018, se celebró la audiencia oral ante la Sala, con la


asistencia de la partes, presentando cada uno sus alegatos.

Cumplidos como han sido los trámites procedimentales del caso y de acuerdo con el
artículo 459 del Código Orgánico Procesal Penal, la Sala pasa a dictar sentencia en los términos
siguientes:

DEL RECURSO DE CASACIÓN

A tal efecto, observa la Sala que la recurrente plantea una única denuncia, cuyo
contenido es del tenor siguiente:

“…ÚNICA DENUNCIA: VIOLACIÓN DE LA LEY POR FALTA DE


APLICACIÓN DE LOS ARTÍCULOS 157 Y 346, NUMERAL 4, DEL CÓDIGO
ORGÁNICO PROCESAL PENAL.
En cuanto a la denuncia delatada, considera esta representación fiscal con el
debido respeto, que la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del
estado Cojedes con los fundamentos de la decisión recurrida violó la ley por
falta de aplicación de los artículos 157 y 436, numeral 4, del Código Orgánico
Procesal Penal.

Al analizar el fallo impugnado, se observa que el mismo infringe la
disposición adjetiva contenida en el artículo 157 del Código Orgánico
Procesal Penal, en relación con el artículo 346, numeral 4 ejusdem, y
consecuencialmente las disposiciones previstas en los artículos 26 y 49,
numeral 1, de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que
prevén los derechos a la tutela judicial efectiva y el debido proceso, toda vez
que en el mismo no se expresó de una manera lógica y coherente los
fundamentos de hecho y de derecho, que el Tribunal de Alzada tomó para
arribar a tal decisión.

se (sic) puede establecer que las razones que dieron origen a esta
representación fiscal a ejercer el recurso de apelación de sentencia en contra
de la decisión dictada por el Juzgado Primero de Primera Instancia en
funciones de Juicio del Circuito Judicial Penal del estado Cojedes… fue a
juicio del Ministerio Público, [que] la decisión recurrida se encontraba viciada
de inmotivación; falta de motivación que se materializaba en el hecho de que
la Juzgadora de juicio se limitó a indicar que no existían elementos
probatorios que acreditaran la culpabilidad del acusado, sin embargo, al
emitir dichas apreciaciones no señaló el motivo por el cual arribó a tal
decisión, es decir, simplemente señaló que de dichas pruebas no emergen
elementos que le hicieran presumir la responsabilidad de este, pero no
explicó de forma argumentativa la razón lógica y coherente, en virtud de la
cual realizó tal afirmación. Dichos fundamentos y valoraciones quedaron
contenidos en la mente del referido Juzgador, ya que los mismos no fueron
plasmados en la aludida sentencia.
En tal sentido, la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del estado
Cojedes, a los fines de dar respuesta al planteamiento del recurso se
circunscribió en primer término a dar una clase magistral sobre el vicio de
inmotivación, citando doctrina nacional y foránea, así como distintos criterios
fijados por esta (sic) digna Sala Penal. Posteriormente, el Tribunal Colegiado
procedió a transcribir de manera íntegra el contenido de la sentencia
absolutoria dictada por el tribunal de juicio y finalmente señaló sin realizar
ningún tipo de análisis que la recurrida si (sic) apreció y valoró cada una de
las pruebas evacuadas dentro del debate, adminiculándolas entre sí.
Concluyendo que la decisión de la cual se recurre, que (sic) la Corte de
Apelaciones del Circuito Judicial Penal del estado Cojedes, no indicó cuál fue
la forma en que la Jueza de Juicio valoró el acervo probatorio, ni de qué
manera aplicó el método de la sana crítica.
Razón por la cual, esta representación fiscal desconoce hasta la actualidad
cual (sic) fue el análisis realizado por la Corte de Apelaciones del Circuito
Judicial Penal del estado Cojedes, para llegar a la conclusión de que el
Tribunal de Instancia había fundamentado de manera lógica y coherente la
decisión emanada por este, pues, la sentencia recurrida carece de
justificación.
….Siendo así, de haber realizado el Tribunal recurrido una revisión de la
estructura racional de los argumentos utilizados por la Jueza de Instancia
para dictar la sentencia absolutoria a favor del ciudadano FRANKLIN JOSÉ
PÉREZ DÍAZ, no le queda la menor duda a esta representación fiscal que
hubiese decretado con lugar el recurso de apelación impetrado por el
Ministerio Público en contra de dicha resolución judicial, lo que hubiese traído
como consecuencia la celebración de un nuevo juicio oral y público (sic), sin
embargo, al no realizar el Tribunal de Alzada la mencionada revisión,
convalidó los vicios del Tribunal de Instancia, incurriendo así en inmotivación
de la sentencia, lo cual lamentablemente coadyuva a que se genere la
impunidad que tanto rechaza el Estado Venezolano. …”.

La impugnante en la única denuncia del Recurso de Casación alegó que el Tribunal


de Alzada incurrió en violación de la ley por falta de aplicación de los artículos 157 y 346,
numeral, 4 ambos del Código Orgánico Procesal Penal, al considerar que la sentencia recurrida
carece de motivación, en virtud de que la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del
estado Cojedes no verificó los vicios y errores denunciados en el recurso de apelación, al señalar
que “…a los fines de dar respuesta al planteamiento del recurso se circunscribió en primer
término a dar una clase magistral sobre el vicio de inmotivación, citando doctrina nacional y
foránea, así como distintos criterios fijados por esta (sic) digna Sala Penal. …”, lo que le impidió
a la recurrente obtener alguna solución clara y precisa sobre las denuncias planteadas en dicho
escrito recursivo.

A los fines de corroborar lo denunciado por la peticionante, la Sala considera necesario


revisar lo alegado en el Recurso de Apelación, en el cual se planteó lo siguiente:

“…ÚNICA DENUNCIA: DE LA FALTA MANIFIESTA EN LA MOTIVACIÓN DE


LA SENTENCIA. (NUMERAL 2 del artículo 444 del Código Orgánico Procesal
Penal).
Al analizar el fallo impugnado, se observa que el mismo infringe la
disposición contenida en el numeral 4 del artículo 346 del Código Orgánico
Procesal Penal, en relación con el artículo 157 ejusdem, y
consecuencialmente las disposiciones previstas en los artículos 26 y 49
(numeral 1) de la Constitución Nacional (sic) de la República Bolivariana de
Venezuela, que prevén los derechos a la tutela judicial efectiva y el debido
proceso, toda vez que en el mismo no se expresaron los fundamentos de
hecho y de derecho, que el juzgador de instancia tomo (sic) en cuenta para
arriba a su sentencia absolutoria.
Como bien es sabido, toda decisión proferida por un órgano jurisdiccional, ya
sea una sentencia o auto, deber ser motivado, es decir, debe expresar de
forma clara y precisa los fundamentos de hecho y de derecho por los cuales
se adoptó la resolución.
Es así como, la motivación de una decisión debe entenderse como ‘…la
exposición que el juzgador debe ofrecer a las partes como solución a la
controversia, eso sí, una solución racional, clara y entendible que no deje
lugar a dudas en la mente de los justiciables del porqué se arribó a la
solución del caso planteado…’. (Sentencia N° 069, 12-02-08, Exp. 07-0462,
Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia, ponencia de la
Magistrada Deyanira Nieves).
De esta circunstancia se colige que el requisitos (sic) de la motivación de las
decisiones judiciales constituye una garantía para las partes del proceso,
toda vez que permite a las mismas conocer los fundamentos en los cuales
fueron resueltas sus peticiones, a los fines de erradicar o evitar la
arbitrariedad en la resolución jurisdiccional a la cual se halla arribado,
mediante la interposición de los diferentes recursos que prevé la ley, por lo
cual la motivación del fallo se erige como una manifestación del derecho a la
tutela judicial efectiva, el cual tiene carácter constitucional, y por ende
atañe (sic) el orden público.

Es así, como a lo largo del contenido de la sentencia recurrida, se verifica
que el juez arguye que no existen suficientes elementos probatorios que
acreditaran la culpabilidad del acusado de autos, sin embargo, al emitir estas
apreciaciones en ningún caso señaló el por qué arribó a tal conclusión, es
decir, simplemente señaló que de dichas pruebas no emergían elementos
que le hicieran presumir la responsabilidad de este, pero no explicó de forma
argumentativa, la razón lógica, jurídica y coherente, en virtud de la cual
realizó tal afirmación.
En el presente caso, dichos fundamentos y valoraciones, quedaron
contenidos en la mente del referido juzgador, ya que los mismos no fueron
plasmados en la aludida sentencia, circunstancia que violenta el derecho a la
tutela judicial efectiva y el debido proceso, siendo así, esta Representación
Fiscal, hasta este momento, desconoce los motivos por los cuales considero
(sic) que en el juicio oral y público correspondiente, no surgieron elementos
que acreditaran la responsabilidad penal del acusado FRANKLIN JOSÉ
PÉREZ DÍAZ, titular de la cédula de identidad N° 17.329.022, en el delito que
le fue endilgado, circunstancia que causa indefensión a la vindicta pública.
En este orden de ideas, se observa que al valorar cada una de las
declaraciones evacuadas, el Tribunal de Instancia asignó valor probatorio a
los mismos. Sin embargo, el sentenciador no indicó en ninguno de los
capítulos que conforman su fallo, porque de dichas probanzas no emergió
elemento de culpabilidad alguno, en contra del ciudadano FRANKLIN JOSÉ
PÉREZ DÍAZ, titular de la cédula de identidad N° 17.329.022, lo cual
constituye una interrogante para las partes en el proceso, a los fines de
determinar su participación en el hecho debatido.
Es decir, en el caso del indicado FRANKLIN JOSÉ PÉREZ DÍAZ, el Tribunal
ad quo no explicó porque en su criterio el acervo probatorio evacuado por las
partes no fue suficiente para acreditar la culpabilidad del sindicado en el
reprochable que le fue endilgado, circunstancia a la cual estaba obligado bajo
el mandato expreso de la ley, por lo cual existe una incertidumbre en las
partes en cuanto a esta situación, circunstancia que vicia el fallo. …”.

Por su parte, la Sala Única de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del
estado Cojedes, al resolver la denuncia antes transcrita, consideró lo siguiente:

“…Esta Corte de Apelaciones, en cuanto a la FALTA DE MOTIVACIÓN en la


sentencia, pasa a explicar previamente el concepto y la importancia de la
motivación de la sentencia, la cual consiste prácticamente en la
exteriorización por parte del juzgador y su correspondiente justificación de la
conclusión a la cual ha arribado en determinado juicio; en pocas palabras, el
fallo se identifica con la exposición del razonamiento lógico y explícito del
sentenciador. En caso contrario, existiría inmotivación de una resolución
judicial, cuando faltare la justificación racional de la decisión.
Es por ello, que toda sentencia debe ser el producto de un razonamiento
lógico de todo lo probado y alegado en la causa que se ventila, ya que sólo a
través de este raciocinio se podrán instituir los verdaderos elementos que le
sirvieron de fundamento al fallo, así como el derecho aplicable al caso en
concreto, verificándose de esta manera la legalidad de lo decidido.
La motivación de los fallos consiste en la exteriorización por parte del
juzgador de los decidido (sic) y su correspondiente justificación a la
conclusión a la cual se ha arribado en determinado juicio; en pocas palabras,
el fallo se identifica con la exposición del razonamiento lógico y explícito del
sentenciador, es decir, el fallo se debe identificar con la exposición del
razonamiento. Bajo el entendido, que todo Juzgador al momento de motivar
su sentencia debe argumentar y fundamentar sus alegatos tomando como
bases las siguientes premisas metodológicas, a saber:
a) La motivación deber ser EXPRESA, de manera que el deber de
motivar exige que el sentenciador explane las razones de hecho y de
derecho, conjuntamente con sus propios argumentos que le permitieron
llegar a una conclusión, la cual determina el fallo como condenatorio o
absolutorio.
b) La motivación debe ser CLARA, de modo que el objeto del debate
jurídico, debe expresarse con claro lenguaje que permita entender aquel de
una manera clara e inteligente. En virtud de lo cual la falta de claridad en la
motivación, se hará presente cuando los términos utilizados sean tan oscuros
o ambiguos que imposibiliten entender lo que quiso decir el sentenciador.
Refiriéndose cuando hablamos de términos aquellos en los cuales se
pretendió fijar los hechos o las conclusiones, lo cual en caso de dudas
imposibilitará saber si la decisión se basó en una entera convicción del Juez
o en una mera sospecha o suposición.
c) La motivación debe ser COMPLETA, de forma que abarque todos
puntos fundamentales objetos de la litis y cuestiones esenciales de la causa
que lo lleven al fallo definitivo. Para lo cual cualquier asunto que origine una
valoración, deberá ser tratado de una manera particular, para no incurrir en
una falta de motivación por la omisión de su pronunciamiento como punto en
que basó la decisión. Lo que no lleva consigo la exclusión de los hechos
secundarios, pues si estos llevan al juez a un hecho principal, también la
obligación de motivar será extensible hasta ellos. Lo que origina que la
motivación deba ser completa refiriéndose a los hechos, al derecho,
debiendo valorar que las pruebas y de igual manera proporcionando las
conclusiones a que llegó el tribunal sobre el estudio.
d) La motivación debe ser LEGÍTIMA, en el sentido de que la motivación
debe estar fundamentada en pruebas legítimas y válidas. Lo que origina que
la motivación sea ilegítima cuando se base en pruebas inexistentes o cuando
se omitiere alguna prueba fundamental que se hubiere incorporado.
e) La motivación debe ser LÓGICA, para lo cual el sentenciador deberá
adherirse a las reglas que establece la lógica jurídica. Por lo tanto y para
cumplir con esta obligación, resulta necesario que la motivación sea:
e.1) Coherente, la motivación deberá elaborarse con una reunión armoniosa
de razonamientos, sin violar los principios básicos y fundamentales del
pensamiento lógico (es decir, los principios de identidad, de no contradicción
y de tercero excluido). En consecuencia la motivación deberá ser congruente,
no contradictoria e inequívoca.
e.2) Derivada, el razonamiento de la motivación deber ser integrado por
inferencias razonables, deducidas de las pruebas. La motivación en el
derecho debe tener conclusiones fácticas establecidas que son las bases de
la inferencias jurídicas, es decir, la motivación deber ser concordante,
verdadera y suficiente.

La razonabilidad de las resoluciones judiciales, impone que las decisiones
judiciales sean manifiestamente razonables y adecuadas al ordenamiento
jurídico vigente, pues sí estas contienen contradicciones internas o errores,
no pueden considerarse fundada (sic) en derecho, y por ello, lesionaría el
derecho a la tutela judicial efectiva por ser resoluciones judiciales ilógicas o
incoherentes, y por ende, carente de motivación. En tales condiciones, la
sentencia deber ser declarada nula por carecer de motivación legal.
Bajo el entendido, de que la motivación de los fallos, consiste en la
exteriorización por parte del juez o tribunal sobre la justificación racional de
determinado desenlace jurídico. Se identifica, pues, con la exposición del
razonamiento. Esta necesidad de exteriorización de los motivos de la
decisión, retroactúa sobre la propia dinámica de formación de la motivación,
obligando a quien la adopta a operar jurídicamente, ya desde el principio, con
unos parámetros de racionalidad expresa, determinada y de conciencia
autocrítica exigente propia de todo sentenciador. Pues no es lo mismo
resolver conforme a una corazonada que hacerlo con criterios idóneos para
ser comunicados a la sociedad general. Sobre el ámbito y alcance del control
de la motivación, podemos asentar que la motivación, es un ‘juicio sobre el
juicio’, a diferencia del juicio de mérito, que es un ‘juicio sobre el hecho’.
Dicho juicio, es fundamentar para apreciar que llevan la observancia de las
reglas de la sana crítica racional en la valoración de las pruebas que llevan a
la determinación del hecho, pero también lo es para apreciar la observancia
de las reglas de la razón en la interpretación de la ley sustantiva y en la
subsunción del hecho ya determinado en dicha norma.
En síntesis, la exigencia de motivación fáctica responde a la necesidad de
controlar el discurso probatorio del juez, con la finalidad de garantizar hasta
el límite de lo posible la racionalidad de su decisión, en el marco de la
racionalidad legal. Y es esto, precisamente lo que constatará esta Alzada, en
relación al supuesto vicio de falta de motivación del fallo planteado por el
recurrente de autos.

Por lo que se evidencia claramente que el Tribunal a-quo, si apreció y sí
valoró cada una de las pruebas evacuadas dentro del debate, adminiculadas
entre sí y el presente caso, las testimoniales de María (DATOS EN
RESERVA), José (DATOS EN RESERVA), (IDENTIDAD OMITIDA), Sarami
del Carmen Meza, Norvelos Montilla, Yesdrubal Torrealba, José López, José
Cabaña, Dayana Torres, Maikol Hidalgo, José Montilla, Inojoza Ramírez. Por
lo que considera esta Alzada, que el Tribunal de Juicio sí explicó, relacionó,
adminiculó y comparó todas las pruebas recepcionadas durante el desarrollo
del juicio oral y público, e indicó las razones lógicas y jurídicas que la llevaron
a dictar tal decisión, con la aplicación de sus máximas de experiencias,
conocimiento científicos y observando las reglas de la lógica; d tal manera
que la decisión fue debidamente fundamentada, pues la recurrida a lo largo
de su sentencia estableció en forma clara, expresa y precisa cuales actos el
tribunal consideró probados y cuáles no, para arribar su decisión en una
sentencia absolutoria, por lo que debe declararse sin lugar el presente
recurso por ese motivo. Así se decide.
De tal manera, que habiendo realizado esta alzada un análisis de la
sentencia recurrida desde la óptica legal y jurisprudencia vigente, ha
constatado la Sala, que no se evidencia el vicio de falta de motivación,
denunciado por la recurrente, por lo que, se procede a declarar sin lugar la
denuncia alegada por la recurrente. Así se decide.
Así las cosas, esta Alzada, observa que la sentencia en estudio no predica
de un error en la motivación, pues como diría el jurista italiano Guido
Calogero, (La lógica del juicio es su control en casación), la sentencia aquí
analizada, suministra el material suficiente para comprender la génesis del
convencimiento del mecanismo lógico. (p.227).
Toda vez, que el juzgador tiene la obligación de expresar y puntualizar en la
argumentación jurídica de su fallo, describiendo cuáles fueron los actos
humanos o circunstancias naturales que le permitieron llegar a su convicción
de culpabilidad o ex culpabilidad, estableciendo en forma clara, expresa y
precisa cuales actos el tribunal consideró probados y cuáles no, puesto que
la sola mención de las probanzas no basta, pues es menester valorarlas
debidamente y adminicularlas entre sí.
Bajo estos parámetros, la valoración de las probanzas jamás será arbitraria y
como derivación el fallo será congruente entre las premisas que establece y
las conclusiones a que arriba el sentenciador; y esto es precisamente lo que
determina esta Alzada en el fallo recurrido, ya que la recurrida expresó que lo
condujeron a su decisión absolutoria. En tal sentido, consideramos como
acertada la sentencia reexaminada por esta Instancia Judicial Superior, pues
la recurrida cumplió cabalmente con su deber de motivar su decisión y
posibilitando el control de la actividad jurisdiccional. Siendo a claras luces, un
fallo razonado en derecho, evidenciándose de las mismas consideraciones
armónicas entre sí, las cuales fueron formuladas por el Tribunal A quo, sin
valorar los principios de identidad, coherencia y las conclusiones a que se
arribaron en la presente causa penal guardan adecuada correlación y
concordancia entre ellas.
En total comprensión con lo aquí expresado, el jurista panameño Boris
Barrios González, en su libro: Ideología de la Prueba Penal, P. 217,
(2004), nos señala que: ‘...La motivación es la parte de las resoluciones
judiciales integrada por el conjunto de razonamientos tácticos y jurídicos,
expuestos en orden cronológico, en que el juez o tribunal fundamenta su
decisión...’. Constituyendo el proceso penal en la ejecución del derecho
penal, lo que es menester que las garantías procesales tengan especial
relevancia como la que tienen los principios legitimantes del derecho penal
material. Es por ello, que ni las unas o las otras podrán eludirse en la
aplicación de la ley penal; de tal modo, que el reconocimiento o no de
derechos fundamentales procesales permitirá medir el carácter autoritario o
liberal de un Estado democrático.
En tal sentido, siendo la argumentación y la fundamentación de la sentencia
una operación fundada en la certeza judicial, como lo indicáramos
anteriormente, el juez debe observar los Principios Lógicos que gobiernan la
elaboración de los juicios dando base para determinar cuáles son los hechos
valederos y cuáles no lo son, demostrando que la misma, es suficientemente
coherente; como lo ha demostrado ser el fallo recurrido. Pues, dicha
resolución judicial está constituida por un conjunto de consideraciones
armónicas entre sí, formuladas sin violar los principios de identidad,
coherencia y las conclusiones a que se arribaron guardar adecuada
correlación y concordancia entre sí y determinaron una Sentencia Absolutoria
a favor del ciudadano FRANKLIN JOSÉ PÉREZ DÍAZ, por la presunta
comisión de los delitos HOMICIDIO CALIFICADO EN LA EJECUCIÓN DE
UN ROBO Y HOMICIDIO CALIFICADO EN LA EJECUCIÓN DE UN ROBO
EN GRADO DE FRUSTRACIÓN; una vez analizado el fallo adversado, se
observa que el A quo cumplió con todos y cada uno de los elementos
indicados ut supra, siendo que cumplió con cada uno de los requerimientos
establecidos, en el artículo 346 del Código Orgánico Procesal Penal,
detallando de una manera clara, precisa y circunstanciada los hechos que
estimo acreditados con base en las pruebas evacuadas en el debate,
realizando una exposición fundada en hechos y derechos en los cuales
fundamentó su decisión.
En razón de los argumentos de hecho y de derecho anteriormente expuestos,
esta Corte de Apelaciones, estima que la razón no le asiste a la recurrente de
autos, por cuanto no ha incurrido el fallo en el vicio denunciado, por lo que lo
ajustado a derecho es declarar SIN LUGAR el Recurso de Apelación de
Sentencia con Efecto Suspensivo interpuesto por la Abogada Maritza
Linney Zambrano Zambrano Fiscal Auxiliar Octava del Ministerio
Publico (sic), en contra de la Sentencia Absolutoria dictada por el Juzgado
Primero de Primera Instancia en Funciones de Juicio de este Circuito Judicial
Penal en fecha 08 de Febrero de 2017 y publicado el texto integro en fecha
21 de febrero de 2017, en la causa seguida en contra del
acusado FRANKLIN JOSÉ PÉREZ DÍAZ, por la presunta comisión de los
delitos HOMICIDIO CALIFICADO EN LA EJECUCIÓN DE UN ROBO Y
HOMICIDIO CALIFICADO EN LA EJECUCIÓN DE UN ROBO EN GRADO
DE FRUSTRACIÓN, SE CONFIRMA la decisión recurrida en cada una de
sus partes, y en, consecuencia se ORDENA la inmediata libertad del
ciudadano Franklin José Pérez Díaz. Así se declara…”.

La Sala de Casación Penal, para decidir, observa:

Corresponde a la Sala verificar, de las transcripciones anteriores, si la Sala Única de


la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del estado Cojedesincurrió en la falta de
aplicación de los artículos 157 y 346, numeral 4, ambos del Código Orgánico Procesal Penal,
por inmotivación de la sentencia.

Siendo así, constató la Sala que la abogada Maritza Linney Zambrano


Zambrano, Fiscal Auxiliar Octava del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del estado
Cojedes, respecto a su única denuncia, expuso lo siguiente: “…a lo largo del contenido de la
sentencia recurrida, se verifica que el juez arguye que no existen suficientes elementos
probatorios que acreditaran la culpabilidad del acusado de autos, sin embargo, al emitir estas
apreciaciones en ningún caso señaló el por qué arribó a tal conclusión, es decir, simplemente
señaló que de dichas pruebas no emergían elementos que le hicieran presumir la
responsabilidad de este, pero no explicó de forma argumentativa, la razón lógica, jurídica y
coherente, en virtud de la cual realizó tal afirmación…”, para luego continuar fundamentando su
alegato.

Así mismo, la Sala corroboró que el Tribunal colegiado resolvió el recurso interpuesto
haciendo un análisis doctrinal sobre la motivación de la sentencia y sobre las pruebas
concatenadas en el juicio, que sirvieron de fundamento para ABSOLVER al
ciudadano FRANKLIN JOSÉ PÉREZ DÍAZ, de la (presunta) comisión de los delitos
de HOMICIDIO CALIFICADO EN LA EJECUCIÓN DE UN ROBO, previsto y sancionado en el
artículo 406, numeral 1, del Código Penal, en perjuicio de un niño (identidad omitida de
conformidad con lo establecido en el artículo 65, parágrafo primero, de la Ley Orgánica para la
Protección de Niños, Niñas y Adolescentes) y HOMICIDIO CALIFICADO EN EJECUCIÓN DE
UN ROBO EN GRADO DE FRUSTRACIÓN, previsto y sancionado en el artículo 406, numeral 1,
en concordancia con el artículo 80, ambos del Código Penal, en perjuicio de los ciudadanos
(identidad omitida de conformidad con lo establecido en el artículo 65, parágrafo primero, de la
Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes), José Aparicio y María Ríos
Ramos.

En el presente caso, resulta evidente que la Sala Única de la Corte de Apelaciones del
Circuito Judicial Penal del estado Cojedes se limitó a realizar una transcripción de la sentencia
dictada por el Tribunal Primero de Primera Instancia en función de Juicio del Circuito Judicial
Penal del estado Cojedes, para concluir que:

“… En razón de los argumentos de hecho y de derecho anteriormente


expuestos, esta Corte de Apelaciones, estima que la razón no le asiste a la
recurrente de autos, por cuanto no ha incurrido el fallo en el vicio denunciado,
por lo que lo ajustado a derecho es declarar SIN LUGAR el Recurso de
Apelación de Sentencia con Efecto Suspensivo interpuesto por la Abogada
Maritza Linney Zambrano Zambrano Fiscal Auxiliar Octava del
Ministerio Publico (sic), en contra de la Sentencia Absolutoria dictada por
el Juzgado Primero de Primera Instancia en Funciones de Juicio de este
Circuito Judicial Penal en fecha 08 de Febrero de 2017 y publicado el texto
integro en fecha 21 de febrero de 2017, en la causa seguida en contra del
acusado FRANKLIN JOSÉ PÉREZ DÍAZ, por la presunta comisión de los
delitos HOMICIDIO CALIFICADO EN LA EJECUCIÓN DE UN ROBO Y
HOMICIDIO CALIFICADO EN LA EJECUCIÓN DE UN ROBO EN GRADO
DE FRUSTRACIÓN, SE CONFIRMA la decisión recurrida en cada una de
sus partes, y en, consecuencia se ORDENA la inmediata libertad del
ciudadano Franklin José Pérez Díaz. Así se declara. …”.

De igual manera, expresó: “… que habiendo realizado esta alzada un análisis de la


sentencia recurrida desde la óptica legal y jurisprudencial vigente, ha constatado la sala, que no
se evidencia el vicio de falta de motivación, denunciado por la recurrente, por lo que, se procede
a declarar sin lugar la denuncia alegada por la recurrente. Así se decide…”.

De ahí, la ausencia de respuesta judicial sobre los planteamientos de la denunciante,


que se traducen en una evidente falta de motivación de la sentencia. Instituyendo este proceder
del Tribunal de Alzada un vicio que afecta el derecho a la tutela judicial efectiva, consagrado en
los artículos 26 y 49 ambos de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

Resulta oportuno reiterar que existirá inmotivación en los fallos pronunciados por las
Cortes de Apelaciones cuando, recibidas las alegaciones que aporten los recurrentes, no se
cumpla con la obligación de revisar el fallo y conceder la respectiva respuesta a cada una de las
denuncias formuladas, así parezcan obvias o irrelevantes, pues la motivación constituye una
labor edificante, orientadora, propia de un tribunal que conoce y aplica el derecho.
Este proceso no es automático para las Cortes de Apelaciones, por el contrario, es de
carácter metódico, profundo, compenetrado con los esquemas comparativos de la
argumentación jurídica, en correspondencia con la motivación judicial efectuada por el juez o
jueza de primera instancia, labor que ha de ser plasmada bajo un sentido riguroso y sobre la
base de las actas procesales.

Tan importante es la motivación de los fallos, que su inexistencia acarrea una grave
pérdida para el sistema de administración de justicia, originando un daño incalculable, por cuanto
en la actividad jurisdiccional las partes tienen el derecho de conocer las razones sustanciales por
las cuales la representación judicial expide una opinión jurídica, para así poder recurrir contra
ella.

Es por ello que la Sala, en sentencia N° 164, de fecha 27 de junio de 2006, estableció
que las Cortes de Apelaciones incurren en vicio de inmotivación:

“ … Fundamentalmente por dos razones: la primera, cuando omitan cualquiera


de las circunstancias denunciadas por el apelante; y la segunda: cuando no
expresen de forma clara y precisa los fundamentos de hecho y de derecho por
los cuales se adopta el fallo, tales violaciones constituyen infracciones a los
artículos 26 y 49 numeral 1 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela. …”.

Así como también en sentencia N° 288, de fecha 16 de junio de 2009, la cual hace
énfasis en el deber que tienen las Cortes de Apelaciones de motivar la sentencia:

“…los jueces al motivar su fallo, tienen la obligación de expresar el


pronunciamiento mediante un razonamiento jurídico de forma explícita y
directa de los fundamentos de hecho y de derecho en que apoyó su decisión,
todo esto, de conformidad con los principios constitucionales de la tutela
judicial efectiva, el debido proceso y el derecho a la defensa, y con lo
establecido en los artículos 173 y 364 (numeral 4) del Código Orgánico
Procesal Penal. …”.

Esta línea de pensamiento jurisprudencial ha sido establecida por la Sala


Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en sentencia N° 1316, de fecha 8 de octubre de
2013, en los términos siguientes:

“…En efecto, esta Sala, en varias sentencias, ha reiterado el deber de


los jueces de que motiven adecuadamente sus decisiones, ya que lo
contrario -la inmotivación y la incongruencia- atenta contra el orden
público, hace nulo el acto jurisdiccional que adolece del vicio y,
además, se aparta de los criterios que ha establecido la Sala sobre el
particular. …”. (Resaltado de la Sala)
En consonancia con lo anteriormente expuesto, la Sala de Casación Penal, de manera
reiterada ha señalado que la motivación de una resolución judicial o sentencia consiste en
explicar el mérito por el cual un operador de justicia llegó a una determinada decisión, de forma
clara y sencilla y con aplicación de los parámetros preceptuados en el artículo 22 del Código
Orgánico Procesal Penal: las reglas de la lógica, los conocimientos científicos y las máximas de
experiencia. Sin embargo, debe advertirse que el solo hecho de nombrar esos parámetros no
resulta suficiente, tal como ocurrió en el caso bajo estudio. Por el contrario, es necesario que el
sentenciador exprese el porqué de sus consideraciones, el aporte científico de la prueba
valorada, con un raciocinio adecuado, así como las máximas de experiencias por las que arribó a
una determinada conclusión; premisas que, al ser contrastadas con la exposición de la jueza de
juicio, permiten verificar la evidente falta de motivación de su decisión.

Siendo así, concluye la Sala que la Sala Única de la Corte de Apelaciones del Circuito
Judicial Penal del estado Cojedes sí incurrió en el vicio de falta de motivación, al omitir un
pronunciamiento respecto a la denuncia oportunamente planteada en el recurso de apelación,
propuesto por el Ministerio Público, ya que su labor solo se limitó a una motivación genérica y
doctrinal, obviando un razonamiento lógico de todo lo probado y alegado en autos.

Con base en las consideraciones expuestas, lo procedente es declarar CON LUGAR el


Recurso de Casación interpuesto por la abogada Maritza Linney Zambrano Zambrano, Fiscal
Auxiliar Octava del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del estado Cojedes. En
consecuencia, se anula la sentencia dictada en fecha 12 de junio de 2017, por la Sala Única de
la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del estado Cojedes y se ordena remitir el
expediente al Juez Presidente del referido Circuito Judicial, para que se constituya una Sala
Accidental, a fin de que se dicte una nueva sentencia, prescindiendo de los vicios que originaron
la presente nulidad. Así se declara.

DECISIÓN

Por lo antes expuesto, la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia,
administrando justicia en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la
Ley, emite los siguientes pronunciamientos:

PRIMERO: DECLARA CON LUGAR el Recurso de Casación interpuesto


por la abogada Maritza Linney Zambrano Zambrano, Fiscal Auxiliar Octava del Ministerio Público
de la Circunscripción Judicial del estado Cojedes, contra la sentencia dictada, en fecha 12 de
junio de 2017, por la Sala Única de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del estado
Cojedes.

SEGUNDO: ANULA la sentencia dictada en fecha 12 de junio de 2017, por la Sala


Única de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del estado Cojedes.
TERCERO: ORDENA remitir las actuaciones al Juez Presidente del Circuito Judicial
Penal del estado Cojedes, para que se constituya una Sala Accidental de la Corte de
Apelaciones que conozca el recurso de apelación interpuesto y dicte una nueva decisión
conforme a lo aquí sentenciado.

Dada, firmada y sellada en el Salón de Audiencias del Tribunal Supremo de Justicia, en


Sala de Casación Penal, en Caracas, a los trece (13) días del mes de abril de dos mil dieciocho
(2018). Años: 207° de la Independencia y 159° de la Federación.

El Magistrado Presidente,

MAIKEL JOSÉ MORENO PÉREZ

La Magistrada Vicepresidenta, La
Magistrada,

ELSA JANETH GÓMEZ MORENO FRANCIA COELLO


GONZÁLEZ
(Ponente)

El Magistrado, La
Magistrada,

JUAN LUIS IBARRA VERENZUELA YANINA BEATRIZ KARABIN DE


DÍAZ

La Secretaria,

ANA YAKELINE CONCEPCIÓN DE GARCÍA

EJMG
Exp. AA30-P-2017-000252.

El Magistrado Doctor MAIKEL JOSÉ MORENO PÉREZ, no firmó por motivo


justificado.

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