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GUÍA del

PROMOTOR
de CULTURA del AGUA
© Autoridad Nacional del Agua (ANA)
Calle Diecisiete 355, Urb. El Palomar, San Isidro, Lima, Perú
www.ana.gob.pe

Guía del Promotor de Cultura del Agua. Lima, 2018.


48 pág.
1ra edición electrónica
ISBN 978-612-4273-20-9
1.Cultura del Agua 2. Desarrollo de competencias 3. Promotores 4. Capacitación 5. Sensibilización

Gustavo Mostajo Ocola


Ministro de Agricultura y Riego

Walter Obando Licera


Jefe de la Autoridad Nacional del Agua

Jorge Ganoza Roncal


Gerente General

Oscar Darío Vargas Cerón


Director(e)
Dirección de Planificación y Desarrollo de los Recursos Hídricos

Colaboradores
Magdalena Güimac Huamán
Jorge Luis Almendras Merello
Janet Quevedo Soldevilla
Sonia Mariella Puerta Flores

Edición y cuidado de la edición


José Luis Carrillo Mendoza

Diseño y diagramación
Tarea Gráfica Asociación Educativa

Dibujos
www.digitalworldperu.com

Formato de edición: Primera edición electrónica, junio 2018


Publicación electrónica disponible en: http://repositorio.ana.gob.pe/handle/ANA/

El contenido de esta publicación solo podrá ser reproducido con autorización de la Autoridad
Nacional del Agua, incluyendo autoría y fuente de información.

Prohibida su venta.

978-612-4273-20-9
GUÍA del

PROMOTOR
de CULTURA del AGUA
Índice
I
Cultura del agua
II
Matriz para el desarrollo
III
Bibliografía
de las competencias
Pág. 8 Pág. 14 Pág. 46

Diagnóstico
Pág. 14

Capacitación
Pág. 26

Sensibilización
Pág. 34

Orientación
a iniciativas
Pág. 40
Presentación

El Perú posee una valiosa historia con respecto a


sus recursos hídricos. Esta se remonta a la época
del Imperio de los Incas, cuando las prácticas sobre
el cuidado y la buena gestión de este recurso vital
para la vida se extendían a lo largo de todo su
territorio.

El Ministerio de Agricultura y Riego (MINAGRI), a


través de la Autoridad Nacional del Agua (ANA),
ente rector de la gestión de los recursos hídricos
en el Perú, promueve una cultura del agua basada
en la valoración del recurso hídrico como elemento
fundamental de la vida, derecho humano y eje
principal del desarrollo social; desarrollando nuevas
prácticas y hábitos para un manejo sostenible
del agua, asegurando su cantidad, calidad y
oportunidad.

Siendo el rol de la ANA, en materia de cultura del


agua, generar procesos de cambio, un componente
principal para este proceso es la formación de del Promotor de Cultura del Agua”, que permitirá
“promotores de cultura del agua”, con el propósito certificar la labor del promotor de cultura del agua
de capacitar promotores en su actuación práctica y su profesionalización.
en la promoción de una cultura del agua basada
en valores, principios y prácticas sustentables, en En este marco, se ha visto necesario brindar
el marco de una gestión integrada de los recursos instrumentos y herramientas a los “promotores
hídricos. Los promotores deberán alcanzar un perfil de cultura del agua”, que faciliten los procesos de
multidisciplinario, que les permita apoyar la gestión aprendizaje que desarrollan en su labor cotidiana
integrada de los recursos hídricos de su cuenca. de promoción de la cultura del agua en sus ámbitos,
por lo cual la ANA pone a disposición la Guía del
Esta iniciativa de formación de “promotores de promotor de cultura del agua, contribuyendo
cultura del agua”, iniciada el año 2014 con el a un trabajo interinstitucional sinérgico y
Proyecto de Modernización de la Gestión de los complementario para incentivar la cultura del
Recursos Hídricos (PMGRH) de la ANA en seis agua, a favor del desarrollo sostenible regional y
cuencas piloto, actualmente se desarrolla a nivel nacional.
nacional; asimismo, con el Sistema Nacional de
Evaluación, Acreditación y Certificación de la
Calidad Educativa (SINEACE), organismo técnico Autoridad Nacional del Agua
especializado del Ministerio de Educación, la ANA ha
obtenido el año 2017 las “Normas de Competencia
I.
Cultura del agua

8
9

«La cultura del agua es […] un aspecto específico de


la cultura de un colectivo que comparte, entre otras
cosas, una serie de creencias, de valores y de prácticas
respecto de ella».

La Organización de las Naciones Unidas para la


Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) define
la cultura del agua como «El conjunto de modos y
medios utilizados para la satisfacción de necesidades
fundamentales relacionadas con el agua y con todo
lo que dependa de ella. Incluye lo que se hace con el
agua, en el agua y por el agua para ayudar a resolver
la satisfacción de algunas de estas necesidades
fundamentales. Se manifiesta en la lengua, en las
creencias (cosmovisión, conocimientos), en los
valores; en las normas y formas organizativas; en las
prácticas tecnológicas y en la elaboración de objetos
materiales; en las creaciones simbólicas (artísticas y no
artísticas); en las relaciones de los hombres entre sí y
de éstos con la naturaleza y en la forma de resolver los
conflictos generados por el agua. La cultura del agua
es, por lo tanto, un aspecto específico de la cultura
de un colectivo que comparte, entre otras cosas, una
serie de creencias, de valores y de prácticas respecto
de ella» (La cultura del agua. Lecciones de la América
indígena, por Ramón Vargas. Serie Agua y Cultura del
PHI-LAC, n.° 1, 2006).
En concordancia con esta definición, la Autoridad Nacional del Agua (ANA), ente rector y máxima
autoridad técnico-normativa del Sistema Nacional de Gestión de los Recursos Hídricos, propone:

«Definir la cultura del agua como los valores, conocimientos, prácticas y


representaciones ligadas a la gestión del recurso hídrico y su entorno natural,
y que abarca los diversos modos de uso y manejo de nuestros recursos
hídricos reconociendo tanto la diversidad cultural y los conocimientos
ancestrales, como el saber científico.

«Promover cultura del agua basada en la valoración del recurso como


elemento fundamental de la vida, como un derecho humano y como eje
principal del desarrollo social; desplegando nuevas prácticas y hábitos
para un manejo sostenible del agua, asegurando su cantidad, calidad y
oportunidad» (Construyendo la cultura del agua en el Perú: experiencia de la
Autoridad Nacional del Agua. Lima: ANA, 2017, p. 21).

En un país pluricultural como el Perú, la cultura del agua debe ser intercultural. Reconocer las buenas
prácticas ciudadanas y, al mismo tiempo, promover cambios socioculturales con base en nuevos
conocimientos, es una tarea de mediano y largo plazo que implica diálogo, articulación y participación.
Solo de esta manera se podrá lograr una cultura del agua acorde con las necesidades de las generaciones
del hoy y del mañana.

El promotor de la cultura del agua


El Sistema Nacional de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad Educativa (SINEACE) ha
trabajado con la ANA, a través de su Dirección de Planificación y Desarrollo de los Recursos Hídricos
– Unidad de la Cultura del Agua, la certificación de promotores de la cultura del agua, cuya función
principal consistirá en promover, incentivar y orientar a la población y usuarios del agua, a partir del
conocimiento cabal de la cultura del agua, para garantizar la sostenibilidad del recurso hídrico en el
marco de la normatividad vigente.

El cuadro que sigue resume sus funciones claves, básicas, subfunciones, unidades de competencia y
elementos de competencia.

10
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Mapa funcional del promotor en cultura del agua

OCUPACIÓN PROMOTOR DE CULTURA DEL AGUA

Propósito Promover, incentivar y orientar a la población y usuarios del agua, en base a la cultura del agua,
principal que reconozca su valor social, económico y ambiental para contribuir a la gestión integrada de los
recursos hídricos.

Funciones básicas/ Unidades de Subfunciones/Realizaciones


competencia Elemento de Competencia (EC)

EC 1: Elaborar un diagnóstico sobre la cultura


UC 1: Identificar del agua en grupos poblacionales identificados,
y evaluar en la teniendo en cuenta el contexto y con un enfoque
población el nivel participativo.
UC 1: Identificar el de conocimientos,
estado situacional prácticas, saberes
de la cultura del ancestrales y
EC 2: Realizar eventos participativos para la
agua. actitudes sobre
presentación y socialización del diagnóstico sobre
la cultura del
FUNCIONES la cultura del agua con autoridades, instituciones
agua con enfoque
CLAVES públicas, privadas, sociedad civil y población en
participativo.
general.

UC 2: Fortalecer EC 1: Elaborar un plan de capacitación sobre la


el desarrollo de cultura del agua, dirigido a los grupos poblacionales
capacidades en la identificados con base en el diagnóstico.
UC 2: Fortalecer
población sobre la
capacidades hacia
cultura del agua,
una cultura del
haciendo uso de
agua. EC 2: Desarrollar sesiones de aprendizaje, de
metodologías
acuerdo a la temática priorizada sobre la cultura
y dinámicas
de agua, utilizando casuísticas y herramientas
participativas.
metodológicas.
Funciones básicas/ Unidades de Subfunciones/Realizaciones
competencia Elemento de Competencia (EC)

EC 1: Elaborar un plan de sensibilización sobre la


cultura del agua en función al contexto sociocultural
y a los actores según la zona.
UC 3: Sensibilizar a
UC 3: Promover el
la población para
involucramiento
su involucramiento
en la gestión de los
en la gestión de los
recursos hídricos.
recursos hídricos. EC 2: Realizar actividades de sensibilización sobre
FUNCIONES la cultura del agua utilizando herramientas y
CLAVES estrategias comunicacionales.

EC 1: Identificar a los grupos poblacionales con


propuestas de iniciativas.
UC 4: Orientar
y acompañar
UC 4: Orientar
iniciativas de la
iniciativas en la
población para
gestión integrada de EC 2: Orientar y realizar acciones de seguimiento
contribuir a la
los recursos hídricos. a los grupos poblacionales en la gestión de sus
gestión integrada de
los recursos hídricos. iniciativas de cambio sobre la cultura del agua,
articulándolos con actores institucionales públicos
y privados.

Fuente: ANA

12
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Taller de promotores. Cuenca Chancay-Lambayeque.


II.
Matriz para el desarrollo
de las competencias

14
15

«Se entiende por competencia la capacidad del ser


humano para desempeñarse en cierto contexto
haciendo uso de saberes de distinta naturaleza:
conceptuales, procedimentales y actitudinales».

El modelo educativo por el que opta la Autoridad


Nacional del Agua es el de la formación por
competencias. Se entiende por competencia la
capacidad del ser humano para desempeñarse en
cierto contexto haciendo uso de saberes de distinta
naturaleza –conceptuales, procedimentales y
actitudinales–. El saber conceptual alude al saber
qué: temas, conceptos, categorías, entre otros, que
se espera que el promotor aprenda. A su vez, el
saber procedimental se refiere al saber cómo hacer,
esto es, a lo que el promotor logra hacer con los
conocimientos conceptuales aprendidos (aplicación).
Finalmente, el saber actitudinal concierne al saber
ser, es decir, a los valores y actitudes que deberían
guiar a los promotores cuando apliquen los otros dos
tipos de conocimiento aprendidos.

Un promotor de la cultura del agua competente será,


así, un profesional capaz de integrar en su trabajo los
saberes adquiridos durante su formación, de manera
solvente, creativa y sólidamente argumentada.
Taller Nacional de Cultura del Agua y GIRH. Lima, 2017.

Se trata, entonces, de desarrollar propuestas


educativas que privilegien la formación integral de
las personas, de modo que estas desarrollen sus
capacidades técnicas, adopten un compromiso
ético y aporten a la construcción de un tejido
social eficiente y sano.

Este enfoque, que está siendo crecientemente


asumido en el mundo, en todo tipo de disciplinas,
presenta las siguientes características:

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17

El que aprende es el actor principal del proceso.

El aprendizaje tiene una naturaleza personal, subjetiva.

El aprendizaje es una construcción que opera en la mente del sujeto: parte


de sus saberes previos, que dan sentido a la nueva información (Silva, 2002).
El ser humano construye su aprendizaje desde la experiencia singular y única
de relación con uno mismo y con el mundo social.

El desarrollo de las estructuras cognoscitivas del ser humano es estimulado


por el contacto con los elementos de la cultura y de la historia.

El ser humano aprende a lo largo de toda la vida: afronta la nueva información


con la red de conocimientos que hasta ese momento ha construido, producto
de su experiencia (PUCP, 2017, 1, p. 15).

Con base en este modelo, a continuación se desarrollan las competencias de los promotores de la
cultura del agua.
Diagnóstico 1

1
Elaborado con base en el informe de la consultoría «Diagnóstico, diseño de la estrategia y planes de sensibilización para la formación y
desarrollo de una nueva cultura del agua en el ámbito de 10 cuencas de la vertiente del Pacífico». Lima: ANA, 2013.

18
19

«El diagnóstico debe incluir un breve reporte de las


características socioeconómicas de los ámbitos de
intervención, de las actividades desarrolladas en cada
cuenca y la caracterización del estado de la cultura del
agua a nivel general y por cuenca».

Diagnóstico
La primera tarea clave del promotor en cultura del agua es llevar a cabo un diagnóstico específico
del lugar en el que se desenvuelve, lo que consiste en identificar y evaluar el nivel de conocimientos,
prácticas, saberes ancestrales y actitudes de la población sobre la cultura del agua con un enfoque
participativo. Con ese fin, debe:

Elaborar un diagnóstico sobre la cultura del agua en grupos poblacionales


identificados, teniendo en cuenta el contexto y con un enfoque participativo.

Realizar eventos participativos para la presentación y socialización del


diagnóstico sobre cultura del agua con autoridades, instituciones públicas,
privadas, sociedad civil y población en general.

Se trata de identificar las principales creencias, valores, actitudes y prácticas –positivas y negativas–
relacionadas con los recursos hídricos, de forma que expliquen su incidencia, personal e institucional, en
la disponibilidad y calidad del agua, en los riesgos a los que están expuestas las fuentes naturales, sus usos
y la administración y costo del recurso para el usuario. El promotor de cultura del agua, además, debe
ser capaz de identificar a los aliados institucionales que, por su labor, especialización y sensibilización,
aportan al trabajo por la cultura del agua.
El diagnóstico debe incluir un breve reporte de las características socioeconómicas de los ámbitos
de intervención, de las actividades desarrolladas en cada cuenca y la caracterización del estado de la
cultura del agua a nivel general y por cuenca. Asimismo, en él se perfilarán las acciones necesarias para
la sensibilización y mejora de las prácticas de uso y conservación del agua, y se incorporará información
de los medios de comunicación locales.

Por otro lado, este diagnóstico debe ser participativo, esto es, propiciar el encuentro entre los diferentes
actores en un espacio de diálogo y concertación en el que los involucrados puedan expresar libremente
sus puntos de vista respecto a los temas planteados de acuerdo con su realidad, sus necesidades y su
percepción del problema. Se busca, así, que las acciones que se van a diseñar respondan a una situación
deseada y propongan un cambio de actitud y prácticas adecuadas al contexto sociocultural de cada zona.

El diagnóstico identificará, asimismo, mecanismos de coordinación y lineamientos para la


institucionalización de la promoción del desarrollo de la cultura del agua entre las diferentes instituciones
vinculadas a la gestión del recurso en las distintas cuencas. Estos elementos serán incorporados en el
plan de sensibilización.

Otro elemento importante del diagnóstico es el papel que están cumpliendo las mujeres con respecto
al uso del agua (hábitos; actitudes; niveles de decisión en sus familias, en la producción y en las
instituciones).

Participación activa de la mujer en torno al agua. Arequipa, 2016.

20
21

Taller de capacitación a docentes. Lima, 2017.

Metodología

Diagnóstico
Se propone un diagnóstico participativo, de manera que la construcción del conocimiento sobre el objeto
de estudio sea útil socialmente. Esta idea se sustenta en que la participación de la población genera el
interés y los compromisos necesarios para la identificación de los problemas y sus posibles soluciones.

Será necesario, en esa línea, caracterizar los ámbitos de intervención, diseñar los mapas de actores de
las cuencas, identificar los espacios y medios de comunicación, trabajando con base en la definición
de aspectos relacionados con los conocimientos, actitudes y prácticas de la población con respecto
a la cultura del agua, y teniendo en cuenta el tipo de uso del recurso (poblacional, agrario, industrial,
energético, minero, recreacional, entre otros) y las relaciones entre hombres y mujeres, y la toma de
decisiones.

Toda esta información debe ser recogida en un taller de diagnóstico participativo, así como en entrevistas
grupales e individuales con los diversos actores de la cuenca. Para la elección de los participantes del
taller es imprescindible conformar una muestra representativa, teniendo en cuenta los criterios de
distribución en los diferentes niveles, los usos actuales y las relaciones de equidad de hombres y mujeres
que inciden en el uso y manejo del agua. Deben emplearse metodologías activas y participativas para la
construcción de conocimientos, el desarrollo de habilidades y actitudes, y el interaprendizaje.

El cuadro que sigue resume los rasgos más saltantes relacionados con la cultura del agua que deben ser
abordados en el taller.
Cuadro-resumen por temas y subtemas

Unidad de
Tema Objetivo Subtema Instrumento
análisis

Recoger información
sobre los Demanda
Taller participativo
conocimientos,
actitudes y prácticas Oferta o disponibilidad
Entrevistas
Aprovechamiento que se presentan en
Usos individuales
el aprovechamiento
de los recursos Infraestructura Entrevistas grupales
hídricos de la cuenca.

Características
naturales

Cambios por
Recoger información acción del hombre: Taller participativo
sobre las condiciones contaminación,
Entrevistas
Calidad en que se encuentran vertimientos
individuales
los recursos hídricos (población, industrias)
de las cuencas. y botaderos Cuenca
Entrevistas grupales
Enfermedades por
consumo de aguas no
seguras

Inundaciones

Sequías
Taller participativo
Identificar los riesgos Heladas
que, por acción Entrevistas
Riesgos natural y del hombre, Deslizamientos individuales
afectan a los recursos
hídricos. Sismos Entrevistas grupales

Heladas

Desglaciación

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23
Unidad de
Tema Objetivo Subtema Instrumento
análisis

Autoridad
Recoger información
sobre el marco Taller participativo
Normatividad
institucional y
Organización e Entrevistas
normativo que facilita Coordinación
institucionalidad individuales
o dificulta la gestión intersectorial
de los recursos Entrevistas grupales
hídricos. Toma de decisiones y
participación Cuenca

Recoger Costos y tarifario Taller participativo


información sobre Entrevistas
Rol/Función para el
Financiamiento el financiamiento individuales
financiamiento
en la gestión de los
recursos hídricos. Financiación Entrevistas grupales

Diagnóstico
Finalmente, el cuadro que viene a continuación contiene una propuesta del mapeo de actores en
la cuenca, a partir del cual los promotores deben seleccionar a aquellos que estén presentes en sus
respectivas zonas.

Mapeo de actores

Tipo de instituciones Muestra Técnica / instrumento

Públicas

Gobierno Regional: Gerencia de Recursos Naturales Un (1)


representante
Gobierno Local – Municipalidad(es) del ámbito por cada Entrevista individual
institución
Ministerio de Agricultura y Riego
Tipo de instituciones Muestra Técnica / instrumento

ANA (Autoridad Administrativa del Agua / Autoridad Local del Agua)

Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento

PRODUCE – Ministerio de la Producción

Universidades públicas
Un (1)
Instituto Nacional de Innovación Agraria representante
por cada Entrevista individual
EPS
institución
Mancomunidades

Ministerio del Ambiente

Dirección Regional de Salud

Otras

Empresas

Empresas pesqueras
Un (1)
Empresas extractivas (hidrocarburos, mineras) representante
por cada Entrevista individual
Industrias hidroenergéticas institución
Otras

Espacios mixtos

Un (1)
Consejo de Recursos Hídricos de Cuenca – CRHC Entrevista individual
representante

24
25

Tipo de instituciones Muestra Técnica / instrumento

Privadas

Uno (1) por institución


ONG
Uno (1) por empresa/
Empresas agroindustriales – Cooperativas cooperativa

Universidades privadas Un (1) representante


Entrevista grupal
Colegios profesionales (ingenierías, ciencias sociales, Un (1) representante
comunicaciones)
Uno (1) por universidad
Otras
Uno (1) por especialidad

Organizaciones sociales

Comunidades campesinas
3 por comunidad
Comité de Gestión – Cuenca – Subcuenca
3 por Comité
Junta de Usuarios del Agua
3 por Junta
Comisión de Regantes
31 por Comité
JAAS Taller de diagnóstico
3 por nivel
participativo
Federaciones regionales (p. ej., FADA)
3 por federación
Asociación de productores
3 por asociación
Asociación de mujeres, jóvenes
3 por asociación
Juntas vecinales, asociaciones de barrio
3 por asociación
Otras
Capacitación 2

2
Elaborado con base en los informes de las consultorías «Diagnóstico, diseño de la estrategia y planes de sensibilización para la formación
y desarrollo de una nueva cultura del agua en el ámbito de 10 cuencas de la vertiente del Pacífico». Lima: ANA, 2013; y «Elaboración de
diagnóstico y plan de formación de cultura del agua para tomadores de decisión política», producto número 3: «Plan de Formación en
cultura del agua para los tomadores de decisión política». Consultor: Walter Aguilar Maldonado. Lima: ANA, noviembre de 2003.

26
27
«La capacitación es la acción educativa organizada
que se realiza mediante un conjunto de actividades
específicas dirigido a un grupo de personas, para que
desarrollen o fortalezcan determinada capacidad en
un tiempo determinado».

Capacitación
Como segunda tarea, el proceso de capacitación trata de fortalecer capacidades hacia una cultura del
agua sobre la base de metodologías y dinámicas participativas. Ello demanda:

Elaborar un plan de capacitación sobre la cultura del agua, dirigido a los


grupos poblacionales identificados con base en el diagnóstico.

Desarrollar sesiones de aprendizaje de acuerdo a la temática priorizada sobre


la cultura de agua, utilizando casuísticas y herramientas metodológicas.

La capacitación, que promoverá y, en algunos casos, realizará el promotor en cultura del agua, debe
hacer frente a dos retos particulares: primero, que se trata de formar a una población mayoritariamente
adulta; y, segundo, que aborda temas sensibles, como la necesidad de cambiar una muy antigua y
tradicional valoración sobre el uso y manejo del recurso hídrico, lo que demanda revisar y modificar
prácticas y comportamientos.
Por ello, se propone emplear una metodología enmarcada en la utilización de tres enfoques: el de
educación de adultos, el de competencias y el de aprendizaje participativo, cuya relevancia radica en
movilizar a los sujetos para la construcción colectiva de saberes significativos que se incorporan como
valor agregado a su repertorio de conocimientos, habilidades y actitudes.

El enfoque de educación de adultos parte de una concepción del ser humano como sujeto de su propia
historia, cargada de experiencias vividas en uno o más contextos socioculturales. Como ya se indicó,
se busca utilizar estas experiencias como recursos de aprendizaje y como referentes para explorar y
descubrir otros nuevos, o incluso para desaprender otros, es decir, prescindir de aquellos conocimientos
que han devenido errados u obsoletos.

El enfoque de competencias incide en el protagonismo del sujeto individual pero siempre como parte
de un colectivo que está aprendiendo el saber qué (temas, conceptos, categorías, entre otros), el saber
cómo hacer (la aplicación de lo aprendido) y el saber ser (los valores y actitudes que deberían guiarlos).

El enfoque de aprendizaje participativo concibe el cambio como la expresión máxima del aprendizaje,
y se traduce y se exterioriza en las actitudes, entre las cuales destaca la participación como un acto
esencialmente educativo: como responsabilidad ante la vida, la de cada persona y la de toda la
comunidad.

La aplicación de este enfoque en los temas relativos a la cultura del agua posibilita el entendimiento
de las diversas maneras de relacionarse con este recurso vital para la vida en el contexto de la cuenca
hidrográfica, el diálogo y la participación en procesos de gestión concertada que conduzcan a acuerdos
que hagan viable la vida en armonía, el aprender de ellas para generar los cambios individuales y
colectivos requeridos para una gestión sostenible del recurso hídrico.

Se propone, por tanto, usar técnicas relevantes, vivenciales, altamente participativas e interactivas, y que
se ajusten a las condiciones de los participantes y su entorno y a la especificidad de cada tema contenido
en la malla curricular propuesta. Una de estas técnicas es el taller, que se describe a continuación.

El taller
El taller es una estrategia metodológica que se sustenta básicamente en la participación activa de
los asistentes, en el «aprender haciendo», que se puede concretar en trabajos grupales, plenarias e
intervenciones directas, y que tiene por finalidad obtener nuevos aprendizajes. En el taller los participantes

28
29
«Se propone emplear una metodología enmarcada en la
utilización de tres enfoques: el de educación de adultos, el de
competencias y el de aprendizaje participativo, cuya relevancia
radica en movilizar a los sujetos para la construcción colectiva de
saberes significativos que se incorporan como valor agregado a
su repertorio de conocimientos, habilidades y actitudes».

no aprenden pasivamente, solo escuchando al que «sabe», sino realizan diversas actividades que les
permiten analizar nuevos conceptos e ideas, opinar e intercambiar puntos de vista tanto con quien lo
dirige como con los otros participantes.

Para un desarrollo más fluido del taller, se recomienda que el número de participantes no sea mayor de

Capacitación
treinta, pues una cifra más alta dificulta la participación de todos, elemento esencial de esta metodología.
Otra característica básica del taller es el tiempo de duración, que se definirá en función de la temática
que se propone tratar.

Para el mejor desarrollo del taller, se sugiere:

Repartir entre los participantes tarjetas de identificación en las que escribirán


su primer nombre en letra grande y se colocarán en el pecho, a la altura del
corazón.

Romper las «argollas» y formar grupos variados por género, procedencia,


entre otras características.

Participar en las dinámicas cada vez que se pueda, para integrarse al grupo.

Generar un ambiente de confianza y respeto, y motivar constantemente la


participación de todos.
Experiencia de aprendizaje al aire libre. Ica, 2017.

Recomendamos con especial énfasis establecer un flujo para el proceso de capacitación, de modo
que pueda desarrollarse siguiendo un orden lógico y en el tiempo previamente establecido. Para ello,
proponemos el siguiente esquema básico:

Diseño y planificación

Ejecución

Seguimiento y evaluación

Diseño y planificación. Partimos de una premisa básica: realizamos un taller u otra modalidad
de capacitación porque queremos emprender una nueva tarea o llevar a cabo de otra manera
una que no estaba dando los resultados esperados de acuerdo con un objetivo previsto
anteladamente. Además del proceso en sí, se trata de cambiar la actitud de las personas de modo
que se comprometan realmente con la meta que queremos lograr.

30
31

Al diseñar una capacitación debemos considerar:

Capacitación
 Problema: lo que motiva que se realice la capacitación.

 Objetivo: la meta que se espera alcanzar.

 Diseño de la actividad: cómo se hará: los pasos que se seguirán, qué


deben saber (conceptos), qué habilidades deben tener para participar, qué
aptitudes se espera que adquieran los participantes.

 Generar compromisos: es tarea del representante (líder) del grupo –pero no


solo de él– lograr que todos sus miembros asuman un sincero compromiso
con la consecución de la meta propuesta.

 Tiempo: establecer de antemano cuánto durará toda la actividad y cuánto se


dedicará a cada bloque.

 Recursos: humanos, económicos y logísticos.


«La premisa básica de toda actividad de capacitación es que
queremos emprender una nueva tarea o llevar a cabo de otra
manera una que no estaba dando los resultados esperados de
acuerdo con un objetivo previsto anteladamente».

Ejecución. Se sigue la secuencia establecida en el paso anterior («diseño de la actividad»), de


modo que se facilite el aprendizaje.

 Convocatoria y preparación: elaborar y enviar las invitaciones; hacerles un


seguimiento permanente, con el fin de garantizar la concurrencia de todos
los participantes. Además, se asignan las tareas que debe ejecutar el equipo
organizador antes, durante y después del evento de capacitación.

 Conducción de la capacitación: determinar qué persona o personas dirigirán


la capacitación, tomando en cuenta las características y habilidades del grupo,
para garantizar que los participantes puedan interactuar cómodamente con
los capacitadores.

Seguimiento y evaluación. Cada actividad comprendida en la capacitación debe ser monitoreada


por el o los conductores. Si el grupo participante es muy grande, recomendamos que en el paso
correspondiente a la previsión de los recursos humanos se prevea esta situación para asignar
asistentes.

Se trata de hacer el seguimiento no solo para garantizar que todos los participantes entendieron
bien lo propuesto, sino también para cerciorarse de que todos están trabajando y se están
tomando en cuenta las ideas de todos, sin exclusión alguna.

Al final de la capacitación –o al final de cada actividad, según el tiempo del que se disponga o de
las dificultades encontradas al llevarla a cabo– se debe evaluar en qué medida la capacitación
contribuyó al logro del objetivo planteado.

32
33

Taller de promotores. Pucallpa.


Sensibilización 3

3
Elaborado con base en los informe de las consultorías «Diagnóstico, diseño de la estrategia y planes de sensibilización para la formación y
desarrollo de una nueva cultura del agua en el ámbito de 10 cuencas de la vertiente del Pacífico». Lima: ANA, 2013.

34
35

La tercera tarea clave del promotor de la cultura del agua consiste en sensibilizar a la población para las
buenas prácticas y actitudes en cultura del agua. Para ello, se plantea:

Elaborar un plan de sensibilización sobre la cultura del agua en función al

Sensibilización
contexto sociocultural y a los actores según la zona.

Realizar actividades de sensibilización sobre la cultura del agua utilizando


herramientas y estrategias comunicacionales.

Corresponde a la estrategia de sensibilización diseñar y desarrollar los lineamientos comunicativos


estratégicos, de modo que ella se convierta en el documento base para la planificación y gestión de
las acciones comunicativas. Incluye la identificación de cambios de comportamiento necesarios para
modificar mitos, prejuicios y prácticas no saludables respecto del agua.

Se considera la sensibilización como una función comunicativa que actúa como pilar para el logro de
cambios en materia de conocimientos y actitudes en relación con la gestión del recurso. Solo sobre esta
base se conseguirá, luego, alcanzar cambios de comportamiento relativos a prácticas concernientes al
manejo y gestión de los recursos hídricos.

La sensibilización exige una intervención sostenida de involucramiento, a partir de las lógicas y necesidades
de cada población objetivo. Para ello, recupera el mapeo de actores, percepciones y valoraciones de la
población de cada zona específica, es decir, su cosmovisión en torno a los recursos hídricos, así como el
consumo de medios de comunicación.
Se sugiere el siguiente esquema para la elaboración de la estrategia de sensibilización:

1 Introducción

2
La cultura del agua desde el enfoque comunicativo
(conceptos operativos y modelo propuesto).

3 Principales hallazgos en el diagnóstico (desde las cuencas).

4 Objetivo, resultados e indicadores.

5 Públicos de la estrategia general.

6 Mensaje central.

7 Acciones centrales por resultado.

8
Matriz de herramientas comunicacionales, según público
objetivo y contextos.

9 Modelo de gestión para la implementación de la estrategia.

10 Presupuesto.

36
37

Ritual de pago al agua.


Cuenca Quilca-Chili

A su vez, el plan de sensibilización para la formación de una cultura de agua, orientada a la implementación
de la gestión integrada de recursos hídricos, se ha de apoyar en los siguientes criterios y recomendaciones
del diagnóstico del estado de la cultura del agua:

Sensibilización
Conocimiento del uso y manejo de los recursos hídricos en la región,
diferenciando tipos de públicos.

Prácticas cotidianas en el uso del agua: primaria, poblacional y productiva.

Actitudes conscientes e inconscientes del uso del agua, sobre la base de las
percepciones y valoraciones que proceden del aprendizaje social y cultural.

Lo anterior permite concluir que mientras la estrategia de sensibilización propone las grandes líneas de
aplicación nacional que dialogan con los cambios de comportamiento propuestos, el plan de sensibilización
recupera la dinámica de la cuenca y sus particularidades para incluir acciones comunicativas de alcance
local según las características de cada una.

Así, el plan de sensibilización es un instrumento de planificación operativa que considera la estrategia


de sensibilización y la relación con medios de manera específica como parte de cada línea de acción,
de modo que se ha de concretar en el contexto sociogeográfico de cada una de las cuencas donde se
aplicará. El plan de sensibilización debe comprender las siguientes secciones:
1 Objetivo general y objetivos específicos.

2 Priorización de públicos

3
Resultados esperados, indicadores y medios de
verificación.

4
Estrategia de sensibilización de la cuenca, metas y
resultados.

5 Mensaje central y argumentaciones principales.

6 Líneas de acción y actividades centrales.

7
Matriz de herramientas comunicacionales, según público
objetivo y contextos.

8 Presupuesto.

9 Cronograma.

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39

Taller de promotores. Cuenca Tumbes.


Orientación a iniciativas en
cultura del agua para la gestión
integrada de los recursos
hídricos

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41
En el marco de la promoción de la cultura del agua, la cuarta tarea del promotor es orientar iniciativas
en gestión integrada de los recursos hídricos.

Identificar a los grupos poblacionales con propuestas de iniciativas.

Orientar y realizar acciones de seguimiento a los grupos poblacionales


en la gestión de sus iniciativas de cambio sobre cultura de agua,
articulándolos con actores institucionales públicos y privados.

Experiencias

Orientación a iniciativas
1. Programa Juvenil de Voluntariado
Ambiental por el Agua
«Red Agua Joven Arequipa»
Una de estas iniciativas es el Programa Juvenil de
Voluntariado Ambiental por el Agua «Red Agua
Joven Arequipa», una organización integrada por
estudiantes de educación superior de la región
Arequipa, que participan activamente en estrategias
de capacitación, sensibilización e investigación.

Cuenta con un equipo de mentores, un coordinador


general, un secretario y tres subcoordinadores, y
es impulsada por la Autoridad Nacional del Agua,
a través de la Autoridad Administrativa del Agua I
Caplina-Ocoña. Tiene como objetivo general formar
jóvenes frente a los retos de la gestión integrada
de los recursos hídricos en la referida Autoridad
Administrativa, con énfasis en las cuencas ubicadas 52 jóvenes participan de primera pasantía en la
en Arequipa. cuenca Quilca-Chili.
52 jóvenes participan de primera pasantía en la cuenca Quilca-Chili.

Sus objetivos específicos son:

Desarrollar líneas de acción referidas a capacitación, sensibilización e


investigación establecidas en el Programa Juvenil de Voluntariado Ambiental
por el Agua.

Generar agendas de información promovidas por los voluntarios, relacionadas


con los recursos hídricos, en medios de comunicación tradicionales y
alternativos.

Promover la formación de una nueva cultura del agua en todos los estratos
de la sociedad, priorizando niños y jóvenes, para que sean la base formativa
de las futuras generaciones que cuiden y aprovechen eficientemente el
agua.

Mantener activo el banco de proyectos relacionados con recursos hídricos,


promovido por jóvenes en alianza con universidades, colegios profesionales
y empresas, para que sean viables y ejecutables.

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2. La Casa del Agua de Cajamarca

La segunda iniciativa es la Casa del Agua de Cajamarca. Desde septiembre de 2013, la Dirección
de Gestión del Conocimiento y Coordinación Interinstitucional (DGCCI) de la ANA impulsa
el posicionamiento de la Asociación Casa del Agua de Cajamarca, que busca desarrollar
participativamente y a mediano plazo un centro cultural y de documentación especializado en
cultura para el agua y la promoción de la gestión integrada de los recursos hídricos.

Para su constitución, la ANA convocó a diversos actores del ámbito público, académico, empresarial
y de desarrollo de la citada región con el fin de establecer estrategias de acción dirigidas a la
creación de una cultura del agua y la difusión de los contenidos ligados a la gestión integrada de los
recursos hídricos. Como resultado de estas actividades, las instituciones participantes, entre ellas
la Autoridad Nacional del Agua, decidieron crear el Grupo Gestor de la Casa del Agua.

La propuesta fue elaborada con métodos participativos y detallados a corto, mediano y largo plazo
(hasta el año 2021), y contiene la conceptualización, líneas de trabajo y un cronograma.

Consejo Directivo:
Fundación: 16 de julio del 2014
 Universidad Nacional de Cajamarca
Lugar: Anfiteatro del Complejo Qapac
 Municipalidad Provincial de Cajamarca Ñan (Alameda de los Incas), local
cedido en uso por cuatro años por la
 Cámara de Comercio de Cajamarca
Municipalidad de Cajamarca.
 Obispado

 ASPADERUC

 Asociación de los Andes de Cajamarca

 Instituto Cuencas

 ANA, entre otros


Se eligió este lugar por su calidad
arquitectónica y urbanística.
La sede de la Casa, cedida en uso por cuatro años por la Municipalidad Provincial de Cajamarca, es
el anfiteatro ubicado en el complejo Qapaq Ñan, sito al final de la Alameda de Los Incas. Se eligió
este lugar por su alta calidad arquitectónica y urbanística.

El concepto en el que descansa este complejo plantea un espacio urbano planificado y delineado,
rodeado de paseos arborizados, alamedas, ciclovías y jardines, para albergar múltiples servicios
públicos como la nueva municipalidad y el Centro de Servicios y Atención al Ciudadano, el coliseo
multiusos, el complejo deportivo, el campus de la Universidad Nacional de Cajamarca, entre otros.

El objetivo general de la Casa del Agua de Cajamarca es ser un centro cultural y un espacio de
diálogo acerca de temas relacionados con el agua para la región, fundado en el respeto de los
valores comunes para contribuir al desarrollo sostenible, el diálogo intercultural y la consolidación
de la paz mediante la educación, las ciencias, la cultura, la comunicación,3 la información y la
recreación. Y sus objetivos específicos son:

1 Fomentar la documentación e información respecto al tema del agua.

2
Promover espacios de diálogo sobre el tema del agua en sus aspectos
ambientales, sociales, culturales y económicos.

3
Desarrollar y promover programas de comunicación, difusión,
sensibilización, educación y recreación vinculados al tema del agua.

3
Esta definición recoge las conclusiones que el Grupo Gestor convocado estableció en la etapa preliminar, con base en el proyecto presentado el 25 de
noviembre de 2013 por Elvira Broeks, así como los acuerdos consensuados y plasmados en el estatuto redactado con el Grupo Gestor de la Casa del Agua de
Cajamarca, el equipo de trabajo de la ex DGCCI-ANA y el equipo de trabajo de la AAA-Marañón.

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Encuentro de usuarios. Cuenca Quilca-Chili.

Maqueta de la cuenca Chancay-Huaral.


III.
Bibliografía

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47

Aguilar, Walter (2013). Diagnóstico sobre la situación actual de las capacidades


en cultura del agua de los tomadores de decisión política. Lima: ANA-PMGRH.

AUTORIDAD NACIONAL DEL AGUA. (2013a). Consultoría “Diagnóstico, diseño


de la estrategia y planes de sensibilización para la formación y desarrollo de
una nueva cultura del agua en el ámbito de 10 cuencas de la vertiente del
Pacífico”. Lima: ANA.

AUTORIDAD NACIONAL DEL AGUA. (2013b). Consultoría “Elaboración de


diagnóstico y plan de formación de cultura del agua para tomadores de decisión
política”, producto número 3: Plan de Formación en cultura del agua para los
tomadores de decisión política”. Consultor: Walter Aguilar Maldonado. Lima:
ANA.

AUTORIDAD NACIONAL DEL AGUA. (2017). Construyendo la cultura del agua


en el Perú: experiencia de la Autoridad Nacional del Agua. Lima: ANA.

Arrojo, Pedro (2006). El reto ético de la nueva cultura del agua. Zaragoza:
Universidad de Zaragoza.

Pact Perú (2013). Estrategia de sensibilización. Producto N.° 3. Lima:


ANAPMGRH.

Pontificia Universidad Católica del Perú. (2017). Métodos de formación


jurídica, 1: Formación por competencias. Lima: PUCP – Facultad de Derecho.

Tobón, Sergio (2007). El enfoque complejo de las competencias y el diseño


curricular por ciclos propedéuticos. Acción Pedagógica, 16, enero-diciembre,
pp. 14-28.

UNESCO. (2006). La cultura del agua. Lecciones de la América indígena, por


Ramón Vargas. Serie Agua y Cultura del PHI-LAC, n.° 1.

Vargas, Ramón (2006). La cultura del agua: lecciones de la América indígena.


Programa Hidrológico Internacional – LAC. Serie Agua y Cultura N.° 1. UNESCO.
48
49
AUTORIDAD NACIONAL DEL AGUA
Calle Diecisiete 355, Urb. El Palomar,
San Isidro. Lima, Perú
Telf. 511-2243298
www.ana.gob.pe
www.minagri.gob.pe

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