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La gestión por competencias es una metodología que abarca muchos procesos organizacionales.
Uno de ellos es diseñar cargos y perfiles, un tema que para su desarrollo tiene en cuenta aspectos
operativos y que se puede adelantar de manera estratégica, de cara a las necesidades plasmadas
en el direccionamiento del negocio.
Noé Beltrán, especialista en gestión por competencias, habló sobre este proceso durante su
conferencia Avances y técnicas en el diseño de cargos y perfiles por competencia, presentada en el
II Congreso Internacional de Gestión por Competencias*.
Análisis organizacional
Constantemente, las empresas se esfuerzan por alinear su desempeño a los indicadores del
negocio. Así le entregan a su trabajo diario un carácter estratégico con un norte claro.
El diseño de cargos juega un papel fundamental en esta alineación, pues de este proceso depende
que los colaboradores sean ubicados y direccionados de acuerdo con los estándares planteados.
Según el especialista, las características de la estructura son una guía fundamental para el diseño
de los cargos. Es decir, antes de definir las propiedades de los puestos de trabajo, debemos tener
claridad en que el modelo de la organización no presenta falencias.
De acuerdo con su direccionamiento, las compañías desarrollan estructuras de organización
(funcional simple, multidimensional, por equipos, por procesos, por unidades de negocio, etc.).
Independientemente de cuál sea su estilo propio, es necesario revisar la estructura y analizarla,
para que no limite en ningún sentido el desarrollo del modelo de competencias.
Entonces, las organizaciones deben hacer un análisis de la correlación de cargos. En otras palabras,
las compañías tienen que evidenciar cómo cada puesto está conjugado con la estrategia del
negocio, la misión de la compañía, los propósitos de calidad y la red de procesos.
Lo anterior se logra haciendo un balance de cada cargo con las directrices de la empresa. La
siguiente gráfica muestra un ejemplo expuesto por Beltrán.
El proceso se repite con la alineación de los procesos y los estándares de calidad definidos.
Verificar despliegue.
Modelo humanístico
Fue creado a mediados del siglo XX en Estados Unidos, como reacción al modelo clásico
tradicional. Buscaba eliminar la presión de la eficiencia proponiendo una recompensa mucho más
social.
Su origen se dio en las escuelas de relaciones humanas, donde hablaba de un sociograma (en lugar
de organigrama) con una base jerárquica fundamentada en el liderazgo en lugar de la jefatura.
Promovía la organización informal. Su carácter idílico (para la época) le vaticinó un deceso
prematuro.
“Dentro del diseño de cargo se deben dar los elementos que permitan la evolución del mismo. Los
cargos deben ser medibles y altamente participativos”, dijo el conferencista.
Por esto, el diseño es una herramienta que permite optimizar la eficiencia de la administración del
personal.
Al momento de diseñar los cargos de una organización, se deben seguir los siguientes pasos:
1. Planificación.
3. Análisis y diseño.
Para desarrollar este proceso, la empresa necesita contar con conocimientos, experiencia,
metodologías específicas y herramientas de soporte. En caso contrario, es recomendable contratar
especialistas por outsourcing, según Beltrán.
El equipo de trabajo encargado de seguir este proceso deberá estar conformado por aquellos
funcionarios objeto del análisis, como el líder de gestión humana, el director responsable del
proyecto, un analista de métodos y, opcionalmente, un asesor experimentado.
La tercera fase del proceso (análisis y diseño de cargos) consta de la sumatoria del levantamiento
de la información pertinente y el análisis de la misma. En algunas ocasiones es necesario rediseñar
algunos cargos, para lo cual es necesario tener en cuenta las tareas de optimización y
mejoramiento pertinentes para cada puesto.
Según Beltrán, el proceso de análisis y diseño también cuenta con seis puntos clave:
1. Identificación
Es la primera parte de la fragmentación del análisis, en la cual se contemplan los datos para situar
al cargo dentro de la organización.
2. Objetivo misional
Indica la razón de ser del cargo, considerado globalmente en la organización. Este punto analiza
aspectos relacionados con la actividad específica (¿qué hace?), sus funciones y procesos
(¿dónde?), las guías y directrices que debe seguir (¿de acuerdo con qué?) y el resultado global que
se espera obtener de su gestión (¿para qué?).
3. Ubicación
Determina el lugar del cargo en el organigrama. Identifica el superior inmediato (a quien rinde
cuentas), los cargos comunes dependientes directamente del mismo superior (coequiperos) y los
cargos dependientes directamente del cargo descrito (subordinados).
4. Dimensiones
Consta del número de subordinados directos e indirectos que dependen jerárquicamente del
cargo y las variables económicas sobre las que tiene incidencia (presupuestos, ventas)
5. Funciones y responsabilidades
Es una descripción de las responsabilidades básicas del cargo en términos de los resultados
parciales más significativos. Son clasificadas de acuerdo con su acción (¿qué hace?), el resultado
esperado (¿para qué?) y los procesos, procedimientos y directrices involucradas (¿cómo lo hace?).
6. Atribuciones
Describe las facultades que son asignadas al cargo para tomar decisiones autónomas, como la
contratación de personal, la autorización de compras y descuentos, el aumento de salarios o la
firma de contratos.
Todas las empresas deben tener una descripción de cargos que evidencie su razón de ser y que,
comúnmente, está relacionada con aspectos operativos y de rutina diaria. Es posible vincular este
aspecto organizacional con la metodología de gestión por competencias.
“Las competencias tienen una definición, unos indicadores conductuales y unos niveles de
requerimientos”: Noé Beltrán.
Esta construcción se hace a partir del diseño del cargo a determinar, al tener en cuenta aspectos
como los conocimientos, la formación, la experiencia, las personalidades, las aptitudes y las
habilidades de los individuos, para encontrar así un desempeño eficaz, efectivo, seguro y exitoso,
según Noé Beltrán.
Este proceso sugiere la vinculación de la descripción de cargos con la gestión por competencias y
se determina por medio de un proceso que consta de las siguientes partes:
2. Fijación de indicadores conductuales: Se hace un listado de las conductas que debe evidenciar
una persona que cuenta con esa competencia.
3. Ubicación en los niveles de requerimiento: Según la gestión e impacto del cargo, la persona
debe tener dicha competencia en un nivel alto, medio o bajo.
Una vez se tengan claras las competencias involucradas se siguen los siguientes pasos para la
construcciones de perfiles por competencia:
4. Diseño de cargos.
5. Identificación de competencias.
7. Elaboración de perfiles.
“El diseño de competencias hace énfasis en los resultados que se esperan y no en el contenido del
cargo y en la identificación de conductas relacionadas con el desempeño exitoso”, concluyó el
conferencista.