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a. GRUPO I ......................................................................................................................... 9
b. GRUPO II ...................................................................................................................... 10
d. GRUPO IV..................................................................................................................... 10
a. CANDIDIASIS ................................................................................................................ 14
V. Anexos ................................................................................................................................ 21
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I. INTRODUCCION
Hasta hace pocos años, la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) era
invariablemente una enfermedad progresiva y mortal, en la que el médico se convertía en un
espectador de su historia natural, interviniendo, en la mayoría de las ocasiones sin éxito, para
tratar las infecciones oportunistas resultado de las fallas del sistema inmunológico.
A partir de 1996 se han logrado avances significativos que han conducido a un profundo cambio
en las perspectivas de muchos pacientes que se encuentran recibiendo tratamiento; se ha
desarrollado un mejor conocimiento del virus y su comportamiento; existen nuevos y mejores
medicamentos que han aumentado el arsenal terapéutico; los niveles de carga viral pueden ser
monitorizados, permitiendo a los médicos adoptar con rapidez una terapia determinada. Estos
avances han hecho posible tratar agresivamente la infección por el VIH y mejorar la salud y la
supervivencia de pacientes que hace pocos años estaban condenados a morir tempranamente.
En la última década el número de personas infectados por el VIH a nivel mundial ha aumentado,
debido al incremento de la frecuencia de la infección en mujeres en edad reproductiva.
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II. INFECCION VIH – SIDA
1. EL VIRUS DE LA INMUNO DEFICIENCIA HUMANA
Los virus son agentes infecciosos, constituidos por una pequeña cantidad
de material genética, proteínas, lípidos e hidratos de carbono. Son parásitos
intracelulares, no poseen la capacidad de multiplicarse por sí mismos y necesitan
la maquinaria metabólica celular para la síntesis de sus componentes.
El genoma del VIH está constituido por una molécula de ARN de 9 kilo
bases de longitud (9 mil pares de bases nucleótidas) que contienen los genes
estructurales ENV (codifica las glicoproteínas de la envoltura gp120 y gp41), gag
(codifica las proteínas de la nucleocápsula) y POL (codifica la transcriptasa
reversa y otras importantes enzimas virales como la proteasa y la integrasa.
Además, el genoma viral contiene por lo menos otros 6 genes que cumplen
distintas funciones en la regulación de la replicación del virus.
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3. CICLO DE REPLICACIÓN DEL VIH
Los VIH, como todos los virus son incapaces de multiplicarse por sí
mismos porque no pueden realizar la síntesis de sus componentes
macromoleculares (ácidos nucleico y proteínas), debido a que carecen de los
elementos fundamentales para realizar estos procesos tales como organelos,
fuente de energía, y otros. En cambio, la célula viva constituye un sistema capaz
de realizar por sí mismo la síntesis de macromoléculas de importancia biológica;
de aquí que los virus pueden replicarse en ella, utilizando los elementos celulares
para sintetizar los componentes virales, dando así origen a la progenie viral y
permitiendo la mantención del virus. Esta capacidad de multiplicarse en las
células vivas explica el carácter de parásito intracelular estricto de los virus.
Una vez que el VIH infecta un individuo, se absorbe a las células que
contienen en su membrana la molécula llamada CD4, que actúa como receptor.
Esta molécula es una glicoproteína que se encuentra principalmente en los
linfocitos T Helper, aunque también está presente, en menor cantidad en otras
células (macrófagos, linfocitos B, células dendríticas foliculares, microglías,
células de Langerhans de la piel y mucosas, células placentarias, etc.) lo que de
termina un amplio rango de diseminación del VIH en el organismo del individuo
infectado. Recientes estudios han señalado la existencia de otras moléculas, los
receptores de quimio quinas, en la membrana celular los que actúan como
correceptores de la molécula CD4.
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incorpora al genoma celular. El material genético del VIH integrado de esta
manera al material genético de la célula se denomina provirus.
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Este sistema está dividido en dos categorías:
1) Inmunidad innata.
2) Inmunidad adaptativa.
b) Proteínas sanguíneas
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anatómicamente bien definidos (ganglios linfáticos, bazo, etc.) y en forma
aislada, en los tejidos, excepto en el sistema nervioso central.
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cuadro clínico y pronóstico. Los linfocitos T CD4+ tienen un rol central en las
respuestas inmunes, por lo que su déficit repercute severamente sobre otras
células del sistema como son otros linfocitos T, linfocitos B, etc.
a. GRUPO I
Infección aguda. Comprende pacientes con síntomas y signos
transitorios que aparecen en el momento, o poco después de la infección inicial.
La mayoría de las veces la infección aguda es asintomática. El síndrome mono
nucleósido, con compromiso del estado general, fiebre, lifoadenopatía,
ocasionalmente con exantema maculopapular. Se han descrito exantemas tipo
roséola, pustulosos, faringitis febril, meningitis aséptica, mielopatía aguda y
neuritis aguda. Para clasificar un paciente en este grupo es requisito que se
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demuestra seroconversión. Una vez resuelto el cuadro agudo, los pacientes
deben clasificarse en alguno de los otros grupos.
b. GRUPO II
Infección asintomática. Se define por infección por el VIH con ausencia de
síntomas o signos atribuibles a la infección por el VIH. Estas personas pueden o
no presentar alteraciones de laboratorio atribuibles a la infección, como
linfopenia (recuento inferior a 1500 células por mm3), disminución de linfocitos
TCD4 (recuento inferior a 400 células por mm3) o trombocitopenia. No se deben
clasificar en este grupo los pacientes previamente clasificados en los grupos III
o IV cuyos síntomas se hayan resuelto.
c. GRUPO III
Lifoadenopatía persistente generalizada (LPG). Se define por la presencia
de linfoadenopatías palpables de más de 1 cm en dos o más sitios extra
inguinales, persistentes por más de tres meses en ausencia de otra enfermedad
o condición concomitante que la explique. También estas personas pueden
presentar alteraciones de laboratorio. En algunos pacientes, la LPG presenta un
curso clínico crónico e indolente, mientras que en otros presenta un curso
rápidamente progresivo con aparición de síntomas que llevan a ser
reclasificados en el grupo IV. La biopsia ganglionar no está indicada y se reserva
para aquellos casos que se sospecha la existencia de una infección tratable o de
un tumor, especialmente en el contexto de un cuadro clínico constitucional y
ganglios linfáticos muy grandes, duros o de crecimiento asimétrico.
d. GRUPO IV
Otras enfermedades. Las manifestaciones clínicas de los pacientes de este
grupo pueden subclasificarse en uno o más grupos identificados de la A a la E.
La clasificación en este grupo es independiente de la presencia o no de
adenopatías.
i. SUBGRUPO A.
Enfermedad constitucional. Se define por la presencia de una o más de
las siguientes alteraciones: fiebre diaria o intermitente por más de un mes,
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baja de peso involuntaria mayor de 10% del basal o diarrea persistente por
más de un mes en ausencia de otra enfermedad o condiciones concurrentes
que pudieran explicarlas.
ii. SUBGRUPO B.
Enfermedad neurológica. Se define por una o más de las siguientes
manifestaciones: demencia, mielopatía o neuropatía periférica en ausencia
de otra enfermedad o condiciones concurrentes que pudieran explicarlas.
iii. SUBGRUPO C.
Enfermedades infecciosas secundarias. Se define por el diagnóstico de una
enfermedad indicadora, al menos moderadamente, de inmunodeficiencia
celular. Los pacientes en este subgrupo pueden ser clasificados en dos
categorías denominadas C-1 y C-2.
iv. SUBGRUPO D.
Cánceres secundarios. Se define por el diagnóstico de uno o más tipos
de cánceres asociados con la infección por el VIH, al menos moderadamente
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indicadores de inmunodeficiencia celular: sarcoma de Kaposi, linfomas no
Hodgkin de células B o de fenotipo indiferenciado, linfoma cerebral primario.
v. SUBGRUPO E.
Otras condiciones asociadas al VIH. Se define por la presencia de otros
hallazgos clínicos o enfermedades infecciosas no clasificables en los otros
grupos anteriores que pueden atribuirse a la infección por VIH o que son
indicadores de inmunodeficiencia celular, tales como: neumonía intersticial
linfoide, trombocitopenia, síntomas constitucionales que no están
considerados en IV-A, pacientes con enfermedades infecciosas no listadas en
IV-C y pacientes con neoplasias no incluidas en IV-D.
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III. REPERCUSIONES ORALES
1. LESIONES ORALES EN ENFERMOS DEL VIH- SIDA
Hasta aproximadamente 1985 se consideraban como lesiones patognomónicas de
SIDA la candidiasis oral, el sarcoma de Kaposi y la leucoplasia pilosa. Posteriormente,
surgió una gran cantidad de información de nuevas manifestaciones orales en la
literatura pertinente.
La piel y las mucosas son las áreas anatómicas con mayor frecuencia de
presentación de infecciones y neoplasias que caracterizan al SIDA.
Se ha estimado que un 90% de las personas con SIDA presentarán al menos una
manifestación oral en algún momento durante el transcurso de la infección. La habilidad
para diferenciar una manifestación de otra, así como manejar alguna de las
manifestaciones más comunes, es fundamental para el cuidado de la salud en general
de esta población de pacientes. Como partícipes clave en el cuidado primario de la salud
de nuestros pacientes, los odontólogos e higienistas dentales tienen la habilidad de
influir de manera positiva en el bienestar de nuestros pacientes. La siguiente es una
revisión de las manifestaciones orales más comunes asociadas con el SIDA y el manejo
de dichas condiciones.
Las patologías descritas a continuación, son las que se relacionan más fuertemente
con personas infectadas por el VIH.
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a. CANDIDIASIS
Se observan tres formas clínicas predominantes de candidiasis en personas VIH+:
i. CANDIDIASIS ERITEMATOSA
Esta es una lesión roja "plana" que puede aparecer en cualquier
lugar de la cavidad oral, pero la mayoría de las veces se presenta en la
superficie dorsal de la lengua y/o en el paladar. Esta lesión es
probablemente la menos diagnosticada entre aquellas vistas en
personas infectadas con VIH-, tiende a ser sintomática y su principal
manifestación es una sensación de ardor o quemazón, usualmente
asociada con la ingestión de alimentos salados o condimentados. La
lesión se parece a una quemadura causada por comer pizza y a lesiones
traumáticas del paladar posterior y anterior. La Candidiasis Eritematosa
es usualmente una manifestación temprana de disfunción
inmunológica. Este tipo de Candidiasis es tratado con antimicóticos
tópicos. (Ver Anexo 1) (Ver Anexo 2)
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iv. TRATAMIENTO DE LA CANDIDIASIS ORAL
Las manifestaciones iniciales o infecciones leves deben ser tratadas con
preparaciones tópicas antimicóticas (Nistatina) por un período de al menos dos
semanas. La Nistatina necesita mantenerse en la boca durante 5 minutos por
cada aplicación y debido a que tiene un muy alto contenido de azúcar que puede
producir caries dentales, deberá ser acompañada por un fluoruro recetado.
Es muy importante para las personas que usa dentaduras completas o
parciales tratar las mismas cuando se tiene Candidiasis. El protocolo utilizado
determina la limpieza minuciosa de la dentadura completa o parcial una vez por
día, y dejarla durante la noche sumergida en una solución de clorhexidina en
proporción 1:1. A los pacientes también se les indica que coloquen 1 ml de
Nistatina en la parte acrílica de su dentadura parcial o total, dos a cuatro veces
por día antes de colocarse la prótesis.
b. PROBLEMAS PERIODONTALES
La gingivitis o periodontitis puede presentarse sin importar el estado de
inmunodeficiencia del paciente, sin embargo, existen algunos problemas
periodontales que son propios de la infección por VIH/SIDA.
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de las siguientes semanas, el Periogard MR reducirá los síntomas hasta que el
paciente pueda asistir a la cita dental. (Ver Anexo 6)
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En cuanto al aspecto clínico de la lesión, es importante mencionar que esta
si bien se inicia con forma de una placa plana, con el tiempo va cambiando y
adquiere un aspecto con prolongaciones filiformes que asemejan vellos de ahí el
nombre. En general, no hay grandes síntomas relacionados con esta lesión.
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Su aspecto varía desde formas más bien planas como placas a formas más
llamativas de tipo nodular-exofítico.
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Las patologías recién descritas son en definitiva las más fuertemente
asociadas al paciente infectado con VIH. A pesar de esto existen otras patologías
que también se asocian a la infección por VIH, pero no con tanta predominancia.
Estas patologías son las siguientes:
Estomatitis necrotizante.
Hiperpigmentaciones.
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IV. CONCLUSIONES
Se logró conceptualizar la definición de VIH como: agentes infecciosos, constituidos por
una pequeña cantidad de material genética, proteínas, lípidos e hidratos de carbono.
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V. Anexos
Anexo 1 Anexo 5
Anexo 2 Anexo 6
Anexo 3
Anexo 7
Anexo 4 Anexo 8
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Anexo 9
Anexo 10
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VI. BIBLIOGRAFÍA
1. Prevention, U.S. Centers for Disease Control and. The Body. [Online].; 2006. Available from:
http://www.thebody.com/content/art41065.html#4.
2. Fuentes MR. Manifestaciones orales asociadas con la infección por VIH-SIDA. Revista Cubana
de Estomatología. 2005;: p. 30-37.
3. Garrido Pertierra A, Olmo R, Castel Aznar R, Teijón López C. Bioquímica metabólica Madrid:
Editorial Tebar; 2001.
9. Dávila ME, Gil M. Nivel de conocimiento y actitud de los odontólogos hacia portadores de
VIH/SIDA. Acta odontológica venezolana. 2007;: p. 234-239.
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