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INICIO POLÍTICA “Por esta sí nos dan un 20 ¡Cámara, llévatela!”, escuchó la joven que ya se encontraba paralizada del miedo; éste es el modus
operandi para secuestrar a mujeres en el Metro
POLÍTICA
a d
(26 de enero, 2019. Revolución TRESPUNTOCERO).- Eran aproximadamente las 22:30
de la noche cuando la joven salió de la estación del metro Coyoacán. Después de
caminar unos pasos, un hombre de aproximadamente 40 años, se le acercó y le dijo:
“¿Señorita con todo respeto quiero hacerle dos preguntas?”, esto mientras intentaba
tocarla.
Mientras la chica intentaba zafarse del hombre, ahora éste también le pedía la mochila
por lo que ella comenzó a pedir ayuda a gritos. En el lugar no había nadie. A lo lejos vio
a un muchacho, “pero tenía audífonos” recuerda la víctima durante su relato. Sin
embargo el forcejeo llamó la atención del chico que se acercó. La joven le dijo que le
querían robar sus pertenencias.
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“A los dos días que me asaltó mató a un chavo cerca de las vías del tren y aunque el C5
lo grabó y después lo detuvieron ese mismo día lo soltaron. Yo estaba comenzando a
retomar esta parte de salir sola y pues de nuevo me pasó algo”.
“Por esta sí nos dan un 20 ¡Cámara, llévatela!”, escuchó la joven que ya se encontraba
paralizada del miedo. Uno hombre se colocó delante de ella y le dijo que no se
asustara. “Lo aventé para hacerme espacio y bajar las escaleras”, lo que le permitió
dirigirse hacia un vagón de la línea dorada. La escena fue observada por los usuarios
aquella tarde pero nadie la auxilió.
“La gente pues omisa. Quienes se dieron cuenta de lo que estaba pasando solo
quedaban mirando pero no hicieron nada. Ahí en esa estación no vi policías”, comentó.
Al llegar a otra estación buscó a los elementos y les relató los hechos. Pero
indiferentes a la situación le respondieron: “No señorita, no vamos a poder
encontrarlos”, comentó a Revolución TRESPUNTOCERO.
A la joven la buscó la o cina del Metro para pedirle asista a revisar las cámaras y poder
identi car a sus agresores. Aunque no ha podido por su trabajo, asegura que lo hará,
“aunque no va a servir de nada, eso es un hecho. Pero al menos haré lo que me toca a
mí como ciudadana”.
La chica logró zafarse y corrió. El hombre escapó al ver que ella recurrió a los policías
que estaban en la estación. Les informó lo ocurrido pero la respuesta fue: “Pues si ya
no te hizo nada ya mejor vete”.
Mondragón aseguró que, si algún usuario es víctima de algún delito dentro de las
instalaciones del Metro se debe buscar la ayuda y asesoría del personal de vigilancia,
“tenemos personal uniformado así como vigilantes y un jefe de estación que de
manera inmediata atenderá a nuestros usuarios”.
Con respecto al caso de la estación Chabacano, dijo que “ella comentó que fue en esa
estación pero ahí es donde más vigilancia tenemos. Luego se subió al tren y cambio de
estación y buscó a los policías y les dijo que había tenido ‘ese incidente’, obviamente
cambiando de estación las personas que la agredieron ya no estaban.
A su vez, dijo que el Metro está reforzando la seguridad en todas las líneas. “Estamos
teniendo presencia de vigilantes y policías en las 195 estaciones. Solamente debe
haber acercamiento al personal y denunciar. Muchos por temor o porque no quieren ir
al MP pre eren marcharse sin seguir un procedimiento”, dijo.
Un caso más tuvo como escenario la estación Mixcoac. “Eran aproximadamente las
8:30 de la mañana cuando me dirigía como todas las mañanas a la o cina. Llegando a
la calle que da al Metro Mixcoac, antes de periférico, justo de lado de una gasolinera
me encontré con dos hombres de mediana estatura, recargados en un auto blanco
con las puertas abiertas.
La joven comentó que no había podido denunciar porque tenía que asistir al trabajo,
sin embargo, tras publicar el hecho en redes sociales, fueron contactadas por el
Consejo Ciudadano que les ofreció asesoría y acompañamiento en la denuncia.
De acuerdo con la víctima, en las zonas aledañas al Metro Mixcoac no hay seguridad,
“hemos sufrido asaltos a mano armada ya frecuentes, a negocios y transeúntes”.
Por lo cual, asegura, se le debe de dar mayor visibilidad al tema de trata “que muy
probablemente se relaciona con el tema de los intentos de secuestros a mujeres”.
Agregó que el Consejo desde hace seis semanas ha mantenido una relación directa
con la Procuraduría General de Justicia, con la Secretaría de Seguridad Ciudadana y
con el gabinete de Seguridad, “porque el tema de trata, de secuestro y hostigamiento
sexual merece una especial atención. Nosotros estimamos que ha tenido un
incremento el delito de hostigamiento sexual, entre 2017-2018 de 110%. La delegación
Cuauhtémoc, es donde se concentra el mayor número de carpetas abiertas por
hostigamiento, que puede incluir el intento de secuestro, la trata o cualquier otro
delito en el que se pueda desembocar”.
Las colonias donde se han registrado mayor número de incidentes, señala Guerrero
Chiprés, son Centro, Juárez, Polanco, Buenavista y Narvarte. El año pasado hubo 20
reportes de acoso sexual que pudieron haberse convertido en otra cosa. En la mitad
de los casos sí se pudo acompañar a las víctimas, explicó.
“Hay un tema de distracción, por querer y creer que tenemos una ciudad donde hay
respeto por la individualidad perdemos la atención de que hay riesgos a nuestro
alrededor. Por eso no hay que caminar sola por ningún tipo de calle oscura o
estaciones solitarias y si se hace se debe ir en contra de la dirección de los vehículos.
Además siempre se debe tener comunicación con la familia”, puntualizó Chiprés.
Hablamos de más de 30 mil seguidores que bajan y utilizan datos. Algunos de esos
usuarios podrían ser delincuentes y con una base de datos abierta cualquiera puede
sufrir vulnerabilidad ante grupos o individuos que incurren en acciones delictivas”.
Un caso más es el de Celia -nombre cticio- quien salía de su casa todos los días a las
4:30 horas para llegar a su trabajo en Metro Mixcoac a las 5 de la mañana. “Como
siempre me bajé del camión y caminé hacia la entrada del Metro de la linea dorada. Al
cruzar la calle había un carro rojo ( justo debajo de la cámara de seguridad).
Para atacar a Celia apareció un tercer hombre. Ella no podía soltarse y en ese
momento vio al hijo de su jefe, a quien le gritó. “No sé de dónde saqué fuerzas pero le
grité. Después de eso entré en shock, yo no podía hablar, temblaba y no podía explicar
nada”.
A Celia la ayudó su jefe y sus hijos, aunque intentaron detener a los agresores éstos
lograron subir al vehículo e irse. “La situación es terrible y deberían prestar atención a
eso porque hay muchas chicas que van para el Metro a esa hora y van solas y pueden
ser víctimas”, comentó la joven de 24 años de edad a Revolución TRESPUNTOCERO.
Agregó que en medio del trauma que vivió le causa impotencia saber que aun cuando
la gente de los pequeños negocios se daba cuenta de lo que a ella le sucedía, nadie se
acercó a ayudarla. “Cuando yo grité nadie se metió a defenderme, sino fuera por mi
jefe y sus hijos no me hubiera salvado”.
a d
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