CAMBIANDO LAS REGLAS DE LA CONSTRUCCIÓN CON EL USO DE LOS HONGOS

Como ya se sabe para la construcción de viviendas se emplea una gran cantidad de energía
debido a que los materiales tienen que pasar por un proceso de transformación, esto significa
que las empresas ladrilleras o de cemento registran altos índices de consumo energético y
generación de residuos, tanto es su impacto que estudios consideran que las industrias de
construcción son responsables del 40% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Es por
ello que en el 2016 se implementó en Perú el Programa de Eficiencia Energética de Ladrilleras
en América Latina, logrando reducir el uso de combustible en los hornos en un 40%, sin
embargo, hasta hoy en día, la huella ecológica sigue aumentando en todos los departamentos.

A raíz del calentamiento global, se está invirtiendo en investigaciones sobre materiales de

rápida renovación, las cuales en lugar de seguir el proceso lineal de las industrias, proponen un
proceso cíclico donde pueden ser recuperados, reciclados y reutilizados. Por consiguiente, se
han ido formando empresas que buscan materiales de construcción sostenibles como
ECOVATIVE, a quien le pertenece la patente del uso de tecnología del micelio y BIOMASON,
ladrillos de biocemento a base de bacterias. Uno de estos materiales es el micelio, con el cual
puedes construir macroestructuras ya que se puede crear varios objetos, desde sillas hasta
torres de ladrillo. En el 2014, se construyó la estructura más grande a base del hongo fue
realizado mediante el programa Young Architects del Museo de Arte Moderno de Nueva York,
estuvo a cargo de The Living quienes aprovecharon sus condiciones de aislamiento térmicas
para crear un microclima en el interior de las tres torres. Por otro lado, en Alemania se estaba
haciendo experimentos para lograr poder realizar fabricaciones digitales con un material vivo,
en otras palabras, el micelio seguiría creciendo una vez terminado el objeto; Eric Klarenbeek
agregó paja y agua al micelio para poder introducirlo en la impresora 3D y así fabricar cualquier
objeto, tal es el caso que Klarenbeek imprimió una silla de micelio y el hongo seguía
reproduciéndose hasta que lo impermeabilizaran.

El proceso para la fabricación de los ladrillos empieza con el crecimiento del micelio durante 5
días para que sus raíces puedan ir compactándose entre otras y fortaleciendo las uniones, luego
los ladrillo son colocados en un horno con temperatura altas para así impedir el crecimiento de
los micelios. Al ser estos materiales hechos a base de desechos ecológicos, su periodo de
descomposición es más breve y la cantidad de emisiones de dióxido de carbono es menor que
los bloques de concreto o el cemento.

La cuestión sería qué esperamos para que esta nueva tecnología se implemente en el Perú, si
bien es cierto en la sierra se emplean materiales bioclimáticos como adobe y piedra para
contrarrestar las bajas temperaturas, el ladrillo de micelio cumple una mejor función como
aislador térmico y acústico, sin embargo, la escasez de presupuesto para investigaciones en el
sector de la construcción se ve limitados a solo seguir trabajando con los mismos materiales.
Asimismo, la falta de difusión de los trabajos en América Latina, impide su rápida
implementación en el Perú.
BIBLIOGRAFÍA:

De Mena, Javier “Materiales de Rápida Renovación para la construcción”. En Mimbrea.

Consulta en 09 de abril del 2019
2015
http://www.mimbrea.com/materiales-de-rapida-renovacion-para-la-
construccion/