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Comunicación y su relación con la

educación en el contexto
universitario

Georgina Amayuela Mora 1

Centro de Estudio de Ciencias de la Educación “Enrique José


Varona”,
Universidad de Camagüey "Ignacio Agramonte Loynaz" Camagüey,
Cuba

Resumen

La comunicación en el contexto educativo es un proceso que ha sido estudiado por


diferentes ciencias y desde diversos ángulos, sin embargo, aún son insuficientes las
propuestas y reflexiones sobre su importancia en la calidad del proceso educativo de
todos los niveles de enseñanza. El objetivo del presente artículo es valorar la
significación de la relación entre comunicación y educación en función del éxito del
proceso formativo de los educandos en el contexto universitario. Se emplearon
métodos del nivel teórico y empírico para realizar el análisis de las concepciones sobre
el objeto de estudio. Se concluye con un sistema de recomendaciones que, a
consideración de la autora, son imprescindibles para perfeccionar el proceso formativo
desde el vínculo entre comunicación y educación.

Palabras clave: educación, comunicación, comunicación educativa

Abstract

The communication in the educational context is a process that has been studied by
different sciences and from various points of view, however, the proposals and
reflections on the importance of this process in the quality of educational process at all
levels are still insufficient. The purpose of this paper is assessing the significance of the
relation between communication and education according to the success of the
learning process of the students in the university context. To perform the analysis of the
conceptions on the processes subjects of study were used theoretical and empiric
methods. The work provides a system of recommendations, which the author considers
indispensable to improve the bond between communication and education.

Key words: Education, Communication, Educational Communication

Introducción

Las tendencias de la unesco y los acelerados cambios tecnológicos han


transformado los métodos y procedimientos de la educación en todos los
niveles de enseñanza. Actualmente se precisa de desarrollar estrategias que
sean sostenibles en el tiempo, como el desarrollo de habilidades, el aprender a
aprender, la educación continua y el desarrollo y formación de competencias.

Para dar respuesta a estas exigencias en el contexto universitario, se precisa del


dominio de las potencialidades de la comunicación como proceso que
posibilite el desarrollo del proceso docente-educativo y particularmente el
desarrollo y la formación de la personalidad de los educandos.

El objetivo del presente artículo es valorar la significación de la relación entre


comunicación y educación en función del éxito del proceso formativo de los
educandos en el contexto universitario.

Desarrollo

Las concepciones educativas actuales conciben el proceso docente-


educativo como un proceso comunicativo dialógico, donde deben prevalecer
las relaciones horizontales entre docentes y discentes, y donde el alumno
asume un papel activo y protagónico ante su propio desarrollo. En este proceso
de intercambio se implica la personalidad de los sujetos en su integridad, es
decir, se manifiesta la unidad de lo cognitivo y lo afectivo, lo inductor y lo
ejecutor Amayuela (2005).

La comunicación es posible en tanto existe un conocimiento común entre los


miembros de una comunidad que se precien de ser actores sociales
competentes, es decir, capaces de comprender las acciones de otros y las
propias (…) la comunicación puede ser entendida como puesta en común,
como un proceso que requiere un conocimiento mutuo, el cual es
simultáneamente causa y consecuencia del sentido Bustos, J.C. (2011).

Según la perspectiva de este autor, la información sólo resulta significativa sobre


la base de un sentido común. La comunicación además, supone una
intencionalidad, implica mediación de códigos y está vinculada a la vida de
manera general.

Estos dos aspectos esenciales distinguen la comunicación y deben ser


considerados por los educadores para ejercer la labor formativa.

Es muy significativo el valor que posee la comunicación en la influencia


educativa que debe ejercer el profesor sobre el estudiante y en la asimilación
del aprendizaje al igual que en su proceso formativo en general. De manera
que la comunicación y la educación son dos procesos que, si bien se distinguen
por su esencia, ambos están muy relacionados y se complementan.

La relación entre comunicación y educación constituye un área de exploración


teórica y práctica aún no suficientemente tratada. Fueron los comunicadores,
investigadores de la educación popular, los primeros que llamaron la atención
sobre la importancia de esta interrelación.

La educación implica un proceso orientado al desarrollo personal, donde el


educando simultáneamente construye conocimientos y se desarrolla en planos
diversos como persona (González ,1995). El proceso de educación requiere de
la interrelación entre la asimilación del conocimiento y el desarrollo de la
personalidad. En este mismo sentido, González afirma que el crecimiento de la
persona en el proceso educativo se caracteriza por el desarrollo de la
autoestima, de la seguridad personal y los intereses; así como de la capacidad
para comunicarse con otros, criterio que es compartido por esta autora.

Sobre la relación entre comunicación y educación son varios los autores que
han investigado esta problemática: Alonso, A. C. (1988), Ojalvo, V. (1995),
Fernández, A. M. (1996), Márquez, J. L. (1996), Ortiz, E. (1997), Kaplún, M. (2000),
Soto, M. (2004).

Educación y comunicación son procesos inseparables, ya que cualquier hecho


educativo requiere mediaciones comunicativas y no hay situación
comunicativa que no tenga una influencia educativa, en algún sentido. Pero el
análisis de los vínculos entre educación y comunicación tiene múltiples
dimensiones, que se han ido esclareciendo con el desarrollo de las
concepciones teóricas y metodológicas de ambos procesos.

Al decir de Ojalvo (1997), se requiere establecer la distinción de dos niveles


básicos en que se da la relación entre ambos procesos: el primer nivel, que
pudiéramos llamar "no propositivo", es inherente a toda relación humana,
siendo cualquier acto educativo una relación de individuos que entran en
interacción; está implícita, de hecho, una dimensión comunicacional, donde
se intercambian mensajes, aunque este objetivo no sea consciente para
algunos de los implicados.

El segundo nivel, según esta autora, se caracteriza por la existencia de un


propósito, una intención, un objetivo expreso de llevar a cabo determinados
procesos comunicacionales, como transmitir, informar, compartir, debatir, etc.

Se coincide con esta autora al aseverar que en el proceso de socialización del


ser humano se entremezclan estos dos niveles de relación entre comunicación
y educación, entre interacción y formación de la personalidad.

Aportes de L. S. Vygotsky sobre la relación


Comunicación/Educación

Es significativo señalar también los aportes que sobre esta relación hace el
psicólogo L.S. Vygotsky principal representante del paradigma socio-histórico
cultural.

Dentro de los principales aportes de Vygotsky a la comprensión del vínculo


entre educación y comunicación se relacionan a continuación los siguientes:

o El comprender el aprendizaje como una actividad social y no sólo como


un proceso de realización individual. Es el proceso de la formación de
la personalidad del educando, de la adquisición de conocimientos y
apropiación de la cultura que tiene lugar a partir de las interacciones
que se producen en la escuela y en la clase, de los tipos de actividad
que en ellas se desarrollan, en el seno de determinado contexto social,
histórico, institucional, que condicionan los valores e ideales de la
educación.

o El papel del lenguaje en el desarrollo de la actividad cognoscitiva.

Vygotsky destacó el estrecho vínculo entre pensamiento y lenguaje, entre el


desarrollo intelectual y la palabra. Dado que el lenguaje no se desarrolla fuera
de la sociedad, sino que es un producto de la actividad humana. Una práctica
social no puede pensarse en el desarrollo de la consciencia, y, en general, de
la personalidad humana fuera de los nexos sociales, de las relaciones entre los
seres humanos. La función principal de los signos es la comunicación, ellos
permiten la mediación interpersonal y el establecimiento de vínculos sociales
entre los seres humanos, en este caso se habla del carácter objetivo del signo.
Vygotsky, citado por Ojalvo, asevera que: "El desarrollo de la comunicación y el
de la generalización van de la mano (...) el modo generalizado del reflejo de la
realidad en la consciencia —que es introducida por la palabra en la actividad
del cerebro— es otro aspecto de aquel hecho de que la consciencia del
hombre es una consciencia social, una consciencia que se forma en la
comunicación" (Vygotsky, pág.196).

La comprensión del papel de la interacción social de la comunicación en el


desarrollo de la consciencia humana tiene una importancia trascendental para
la instrumentación del proceso docente como proceso social, dialógico, de
interacción entre docente y discente, tal como lo comprende la Comunicación
Educativa.

La educación, en sus concepciones actuales, supone la elaboración conjunta


de significados y sentidos. En este sentido, Vygotsky enfatiza que lograr que los
contenidos del proceso docente sean no solo "significados" para los alumnos,
sino que adquieran "sentido personal" en su actividad cotidiana que los motive
a actuar en correspondencia con ellos es uno de los altos fines de la educación,
que solo podrá alcanzarse cuando se rescate su esencia social, humana,
interactiva, comunicativa.

La comunicación educativa es aquella que se visualiza en la actualidad donde


se redimensiona la función orientadora del profesor universitario y del tutor en el
proceso de enseñanza-aprendizaje a tono con las exigencias sociales y que es
comprendida a partir de la dialéctica entre la directividad y la no directividad
del proceso, en tanto ser tutor significa guiar el proceso de aprendizaje del
estudiante hacia la construcción autónoma de conocimientos, habilidades y
valores Rodríguez L. y et. al. (2011).

Concepciones contemporáneas sobre la relación comunicación-


educación

Al analizar algunas de las concepciones pedagógicas del vínculo


comunicación-educación se evidencia que las concepciones más modernas
de la enseñanza muestran como el proceso docente se desarrolla a partir de la
interacción entre profesor y alumnos y en el grupo de estudiantes. Además,
se ha esclarecido que los procesos de enseñanza y aprendizaje no se reducen
a situaciones diádicas docente-discente, (aunque estas están presentes y son
muy importantes), sino que es necesario tener en cuenta, además, la red de
relaciones con los iguales, ya que son estos vínculos los que forman el contexto
en que tiene lugar el aprendizaje, cuanto mayor sea la comunicación en un
grupo, más se reforzará su vida interna, sus posibilidades de acción y de lograr
los fines que se propongan.

Desde la mirada de esta autora, la red de relaciones con los iguales y su papel
en el desarrollo personal y del grupo es un aspecto que merece un mayor
tratamiento en las investigaciones psicopedagógicas.

J.C. Filloux ha investigado la naturaleza comunicativa del grupo escolar


concluyendo que no hay duda de que una clase es por excelencia un lugar de
comunicación. El campo pedagógico se define por la relación del maestro y
del alumno con un saber que es comunicado de diversas formas. La clase, que
específica este campo en su dimensión de grupo, tiene pues, como función
esencial, ser el sustrato de una correlación del saber bajo la forma de
transmisión, de aportación de información, de investigación activa, es decir, de
procesos de comunicaciones (Filloux, p.69).

Es evidente que este autor considera que el estimular la interacción entre los
miembros del grupo escolar arrojará influencias positivas sobre el aprendizaje,
de manera que cuanto mayor sea la comunicación en un grupo más se
reforzará su vida interna y los propósitos que en él se tracen.

En este mismo sentido R. Santoyo también aborda el tema, coincidiendo con


los criterios antes vistos: "La educación ha sido y sigue siendo,
fundamentalmente un proceso de interacción. Desde el jardín de infantes hasta
los niveles de postgrado se reconoce la importancia de las interacciones en el
proceso de socialización del individuo, y de los conocimientos que conforman
la cultura nacional y universal" (Santoyo,1985: 57).

Desde la perspectiva de Freinet la comunicación es esencialmente


dinamizadora de los procesos educativos y señala además que los niños
aprenden por medio de la comunicación.

Al decir de Gutiérrez, la educación y la comunicación son un mismo y único


proceso de co-participación, de co-producción, de co-entendimiento y
comunión, lo que equivale a decir que la calidad de la educación, desde este
enfoque, no viene dada por el cambio de programas, por el control más exacto
de los procesos ni por los objetivos. Éstos se valorizan y significan por el tipo de
interrelaciones que se logran establecer entre los componentes personales del
proceso docente-educativo, es decir, por las interrelaciones entre profesor y
estudiantes y de estudiantes entre sí.
Por su parte, Herrera A. (2010)considera que “hay diferencia entre comunicar y
educar porque educar es educir, hacer que el otro saque lo mejor de sí, que lo
desentrañe; y para esto se exige que quien se educa no se limita a procesar lo
que le enseñan o comunican, sino que educarse consiste en hacer suyo algo,
de manera que esté siendo mejor, cosa que va más allá de que modifique una
conducta, que es lo que tradicionalmente los modelos de comunicación
alcanzan a ver".

Los autores relacionados anteriormente coinciden en las consideraciones


siguientes:

o La educación es un proceso de interacción.

o La comunicación dinamiza el proceso educativo.

o La calidad de la educación depende en primer lugar del carácter de las


interrelaciones que se establezcan entre el profesor y los estudiantes.

o La base de la educación es precisamente la comunicación.

o Existe una relación recíproca entre comunicar y educar, al mismo tiempo


que se evidencia diferencia entre ambos procesos.

La consideración de la educación como proceso comunicativo conduce al


análisis de la práctica educativa desde una perspectiva histórica expresada en
los modelos educativos imperantes en las principales tendencias pedagógicas
contemporáneas.

Modelos de educación y su correspondiente forma de


comunicación

Al analizar algunos estudios al respecto en el contexto universitario se observa


que diferentes autores (González Rey, F.; Ojalvo, V.; Fernández, Amayuela, G.)
destacan la estrecha relación entre la educación y la comunicación y afirman
que dicha relación presupone que a cada tipo de educación le corresponde
una determinada concepción y práctica de la comunicación. Al respecto J.
Díaz Bordenave, citado por Kaplun (p.18), distingue 3 modelos fundamentales
de educación con su correspondiente forma de comunicación. Estas formas de
comunicación son las siguientes:

1. Educación que hace énfasis en los contenidos.


2. Educación que se centra en los efectos.

3. Educación que enfatiza en el proceso.

Los modelos de comunicación 1 y 2 evidencian, a consideración de la autora,


limitaciones generales:

o Representan al mensaje en un solo sentido, es decir, predomina un flujo


de información desde el emisor hasta el perceptor en forma
unidireccional.

o Al introducir la retroalimentación como elemento del proceso de


comunicación, no se establecen sus niveles de manifestación y se les
atribuye a los medios un excesivo protagonismo.

o Generalmente se absolutiza la importancia de alguno de sus elementos.

Las dos primeras variantes, además, consideran al alumno como el objeto de


la acción del educador. Sin embargo, en la tercera variante, la educación se
concibe y organiza a partir del alumno, con el propósito de lograr su desarrollo
integral.

Teniendo en cuenta la intención de destacar el proceso docente-educativo


como proceso de interacciones múltiples, se explicitará a continuación sólo la
tercera posición. En educación existen diferentes variantes de este modelo de
educación.

Por ejemplo la propuesta de Paulo Freire de “Educación Liberadora” es una


clara manifestación de este modelo. Su objetivo principal es no sólo la
trasformación de educandos y educadores, sino de la sociedad misma donde
ellos conviven. El modelo de comunicación que corresponde a este tipo de
educación es un modelo democrático y centrado en la práctica dialógica.

Por su parte Liadis (p.5), a partir de los trabajos de Vygotsky y Leontiev sobre el
papel de las relaciones interpersonales y de la actividad social en la
determinación de la personalidad humana, elaboró y fundamentó una teoría
del desarrollo de la personalidad de los estudiantes a través de su propia
actividad en el proceso docente-educativo y de las interacciones que
establece con sus profesores y compañeros. Además, parte de concebir la
enseñanza como interacción entre profesor y alumnos, aspecto que se
diferencia de lo planteado en la enseñanza tradicional.
En este modelo de actividad conjunta, la posición del profesor es más
democrática y los estudiantes asumen una posición activa y creativa; poseen
autocontrol, autoconciencia y son capaces de modificar sus motivos, además
se propicia el diálogo problematizador, la actividad es conjunta y cada uno
desarrolla sus potencialidades mediante la ayuda de otros. En este modelo, el
alumno es sujeto activo de la educación y el profesor propicia las relaciones e
interacciones con los alumnos de forma tal que pueda manifestar todo su
mundo cognitivo y afectivo, además de desarrollar todas sus habilidades.

Según Calvino(2007) Una buena comunicación supone (exige) la adecuación


del estilo comunicativo a las peculiaridades del alumno.

Relación entre comunicación y educación teniendo en cuenta el


papel del alumno

A continuación se relacionan ambas categorías atendiendo al papel que le


asignan al alumno.

Al analizar los modelos expuestos se observa que constituyen referentes


importantes para el presente estudio, sin embargo, en la comunicación
educativa, en particular la que tiene lugar en el marco del proceso docente-
educativo, cuando se analiza la relación entre comunicación y educación se
recomienda introducir una nueva relación, como variante de la educación que
hace énfasis en el proceso.

Dicha relación potencia la necesidad de aprovechar la dinámica de las


relaciones entre las funciones de la comunicación.

En este caso la atención de la educación se centra en las relaciones entre


profesor y alumnos. Además, al papel activo del alumno es fundamental al ser
responsable de su propio proceso formativo, sin restarle importancia ni
responsabilidad al profesor.

El alumno es más consciente de su lugar en el proceso docente-educativo y


de las expectativas que tiene la sociedad con respecto a su desarrollo como
profesional y como persona. En este mismo sentido vale decir, que la
responsabilidad ante su propio proceso de formación y comunicación,
posibilita que cada día asuma mayores retos como sujeto activo en el proceso
de autotransformación y transformación de la realidad en general.
Conclusiones

Las relaciones entre educación y comunicación se manifiestan cada vez más


como resultado de una creciente tendencia democratizadora en todos los
sistemas educativos y de una teorización y práctica educativa cada vez más
científica. La educación y la comunicación son dos procesos que se integran
en el proceso docente-educativo, los cuales permiten el desarrollo de la
personalidad de los educandos, es decir, su proceso formativo.

Se precisa que los docentes interioricen que solo a partir de un proceso de


comunicación asertivo y afectivo, será posible incidir en las dimensiones
(instructiva, educativa y desarrolladora) del proceso formativo en el contexto
universitario, a tono con las actuales exigencias del mundo contemporáneo.

El análisis de los modelos fundamentales de educación, con su correspondiente


forma de comunicación, evidencia que las relaciones entre las funciones
(informativa, afectiva y reguladora) de la comunicación deben considerarse
en el modelo que hace énfasis en el proceso. En este caso, la atención de la
educación se centra en las relaciones entre profesor y alumnos donde se
destaca al papel activo del alumno como responsable de su propio proceso
formativo, sin restarle importancia ni responsabilidad al profesor.

Referencias

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México). 41, 2-5.

Amayuela, G. (2005). Docencia universitaria y comunicacióneducativa en Revista


Digital de Educación y Nuevas Tecnologías. Contexto Educativo. Número 36.
Año V. 2005

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Calviño, M. (2007). Para un Didáctica comunicativa. Encuadre operativo. Revista
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Herrera, J. (2010).Relación entre comunicación y educaciónen El Mexicano / lunes


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Kaplun, M. (s/a). El comunicador popular. Colección Intiyan. Ediciones CIESPAL,


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Liadis V. Ya. (1985). Formación de la actividad de estudio de los estudiantes. Moscú,


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Ojalvo, V. (1997). CAPITULO III- La educación como proceso de interacción y


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Rodríguez, L. y otros. (2011). La comunicación educativa entre estudiantes,


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profesionales. Su historicidad. EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires -
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Santoyo, R. (1985). En Torno al Concepto de Interacción en Perfiles Educativos,


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Sánchez, P. R. (2008). La formación de la competencia profesional pedagógica


comunicativa en el transcurso de la formación inicial del personal docente en
las condiciones de la universalización. Tesis presentada en opción al grado
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Vygotsky, S.L. (1987). Historia del Desarrollo de las Funciones Psíquicas Superiores.
Editorial Científico-Técnica. Ciudad de La Habana, 1987

Notas

1. Lic en Educación, Especialista en Psicología/Pedagogía, Profesora Titular. Doctora en


Ciencias Pedagógicas, profesora e investigadora del Centro de Estudio de Ciencias
de la Educación “Enrique José Varona”, Universidad de Camagüey "Ignacio
Agramonte Loynaz" Camagüey, Cuba
Adjuntos:

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o Anterior

TEXTO COMPLETO
1Este tema ganó importancia en la última década. Antes de ella, la preocupación por los
fracasos de la educación formal llevó a muchos educadores a culpabilizar a los medios
masivos de comunicación de los problemas de aprendizaje de los niños, inclusive de su
desorientación moral, perspectiva que aún supervive. Paralelamente, algunos
comunicadores cuestionadores de los medios, concordaron con esta posición pero
desde su propio campo y elaboraron la primera relación posible entre educación y
comunicación a través de la lectura o recepción crítica de tales medios, propuesta que
se extendió en muchos países de América Latina. Al poner el acento en cuestionarlos
se abonó en marcar distancias de incomprensión entre ambos campos sin vislumbrar
su interacción posible pues la relación se explicaba sólo desde la impugnación que los
enemista. El propio sentido de la comunicación popular y alternativa acentuó aún más
esas barreras al colocarse como ofertas contrapuestas a la comunicación masiva o
comercial.

 1 Jesús Martín-Barbero, De los medios a las mediaciones, Santafé de Bogotá, Convenio Andrés
Bello, 1 (...)

2Este ingreso bastante simplista en sus inicios empezó a sufrir transformaciones desde
fines de los años ochenta. Del lado de la comunicación, nuevas reflexiones y
experiencias matizaron y revolucionaron esos enfoques a partir de una visión
comprensiva sobre los medios y de su relación con los cambios culturales y políticos
existentes en el mundo.1 Posteriormente, dejando la visión precedente
instrumentalizadora de los medios se inició un largo proceso tanto de reflexión como
de realización de investigaciones y experiencias empíricas que nos pusieron en mejor
situación para abordar el tema. Es mi interés abordar los problemas aún no resueltos
por la propia sociedad y avanzar en algunas delimitaciones específicas que diseñarían
mejores encuentros pedagógicos y estratégicos de la comunicación con la educación
en el campo concreto de la escuela y otros espacios. No es posible pensar la
comunicación y la educación, como sus mutuas implicaciones, sin una orientación que
busque transformar sujetos y realidades sociales de conjunto desde cada territorio
particular.

UNA SOCIEDAD QUE NO SE


COMPRENDE A SÍ MISMA: TENSIONES
ENTRE COMUNICACIÓN Y EDUCACIÓN
 2 Renato Ortiz, Otro territorio. Ensayos sobre el mundo contemporáneo, Buenos Aires,
Universidad Nac (...)

3Es evidente que los medios son hoy muy importantes en los procesos de aprendizaje.
No sólo porque desde ellos se conoce la realidad y el mundo sino porque al interactuar
con diversos medios y géneros, los sujetos activan su capacidad de entender y redefinen
los modos de comunicarse, de configurar sus estéticas y de organizar los sentidos más
valóricos. Se producen encuentros y desencuentros con la propia identidad y la de otros.
Igualmente se modifican para bien o para mal los procesos de socialización. Y
especialmente, se exponen las imágenes del poder político propio y ajeno movilizando
el imaginario de los consumidores. La propia visión de localidad o país se
desterritorializa,2 rompiendo la idea de fronteras o límites, como proceso cultural
dialogante con la globalización en la economía. Sin embargo, ello no significa que sea
una relación determinante de causa a efecto, es decir de culpabilidad. Los cambios en
el mundo tienen que ver con los medios pero también con la sociedad, produciéndose
así una complicidad inseparable entre ambos factores, aunque también se generen
asimetrías. Lamentablemente, esta perspectiva ha sido aún intelectual y abstracta y por
lo tanto no ha logrado dialogar con muchos sectores de la sociedad. Lo que más bien
cunde es la intransigencia o la evasión del conflicto existente entre comunicación y
educación y entre comunicación y sociedad.

Satanizar a los medios versus “deben educar”:


múltiples sentidos sin discusión pública de
calidad
4Frente a este reconocimiento de la importancia de los medios se dan varias posiciones.
La de quienes los acusan de todas las culpas educativas, culturales y morales que
actualmente vivimos; incluso serían los grandes destructores de las identidades
nacionales y el fracaso de la institucionalidad política (visión apocalíptica que hemos
notado hasta en algunos proyectos de ley de control presentados en el seno del
Congreso de la República de Perú).

5Pero, a la vez, llama la atención cómo muchos medios, dueños, gerentes, profesionales
y productores se niegan a aceptar que la influencia existe sobre sus públicos, aunque
evidentemente ellos no estén enseñando, ni esa sea su función. Así, entre quienes
aseguran que los medios son absolutamente negativos están los otros que rechazan su
propia capacidad de orientar y ayudar a construir sociedad y moral pública. Ello genera
un espacio de silencio, de no palabra, colocando a nuestro tema en el casillero de lo no
tratable o lo intrascendente. Se afianza, de esa manera, la falta de responsabilidad de
la comunicación para con la educación.

6Entre los educadores, la satanización de los medios sigue siendo una mirada bastante
común debido al daño que creen que éstos producen en los educandos, porque al
fascinarlos los enemista con la enseñanza y la escuela; así el desencuentro entre
conocimiento y entretenimiento como entre escuela y medios se consolida. La televisión
y otros medios serían como Penélopes que destejen en la noche lo que la escuela avanzó
en el día. Algunos de ellos, especialmente los docentes de las universidades y algunas
escuelas más modernas, han establecido un pacto aparente con las nuevas tecnologías,
usándolas como reemplazo aparente del discurso informativo vertical, sin cuestionarlo,
y creyendo que de esa manera contribuyen a disolver la confrontación cuando sólo la
evitan. Estaríamos ante una propuesta modernizante sin modernidad.

 3 Carlos Eduardo Cortés, “Educación, lenguaje y pensamiento visual”, en: Comunicación


educación y cu (...)

7Hay quienes, sin embargo, están ya aplicando cambios en la educación con aportes de
la comunicación, no sólo como materiales, sino como incorporación de cursos y
actividades de comunicación, uso de los medios para extraer información, entre otras
actividades. Estas adolecen de una comprensión y uso de medios alejándose de aquella
comunicación entendida como relaciones dialogantes de aprendizaje. “Muchos
educadores al asumir que la educación es comunicación han intentado modelizar la
relación educativa a partir de una noción transmitiva de información, donde el esquema
emisor-mensaje-receptor-retroalimentación sólo sirve para renombrar los elementos
saberalumno-evaluación. Pero con ese procedimiento, la utilidad de la comunicación
resulta mínima pues apenas restituye —con otros nombres— el verticalismo y la
linealidad de la educación tradicional”.3
8Otros sectores piensan que los medios sí deben educar. Casi siempre este enfoque va
acompañado de una sobrevaloración de los mismos. Se comprende poco la diferencia
entre educación y comunicación, no se logra precisar sus competencias diversificadas
para poder establecer interacciones válidas. Menos aún se ve lo que ocurre en los
sujetos partícipes de ambos campos y cómo entonces se reubican en la sociedad. De
allí que muchas experiencias de comunicación popular hayan caído en algunos
desacatos; o medios más bien públicos que pierden su audiencia gracias a que el
modelo de la escuela sigue perfilando las formas de educar desde los medios, sin mirar
el confuso y ambiguo entorno social o pensándolo de manera simplista. De igual
manera, la educación a distancia ha descuidado aspectos comunicativos importantes
por colocar lo educativo como conformador de lo comunicativo. Peor aún, la mayoría
de estas experiencias han olvidado que esta interacción debiera apuntar a
transformaciones urgentes en la formación de ciudadanos emancipados, articulados y
solidarios. La meta no está clara y por lo tanto los recursos del análisis se desenfocan.

 4 Esto es especialmente notorio en los proyectos estatales y privados de comunicacióneducación


para(...)

9Desde otra orilla, la joven comunicación para el desarrollo interviene educativamente


usando los medios como instrumentos de marketing social, ubicados allí mismo, sin
abonar al mejoramiento de su función y de su calidad;4 especialmente se trabaja
alrededor de la noción de campaña. Asumen que los medios convencen y, por lo tanto,
se usan apelando a su efectividad, tejiendo una peligrosa complicidad con las
instituciones masmediáticas. Paralelamente se realizan actividades didácticas como
otro componente de relación comunicativa directa en la comunidad sin mayores
sustentos formativos y pedagógicos. La información sería así el conjunto de mensajes
a dar para que entre todos los aspectos se produzca la acción educativa integral. Como
se podrá intuir, se evade una discusión crítica sobre comunicación y educación y de
manera simplista se hace una conexión de carácter pragmático, apostando solamente
a una modernización instrumental de la intervención promocional.

10Es significativo también cómo el periodismo, especialmente el escrito, ha tomado


como tema la perniciosidad de algunos géneros o formatos de la televisión o la prensa
amarilla: los dibujos animados japoneses y otros; la manipulación política de los
periódicos chicha o amarilla, la afrenta contra la mujer usando su cuerpo desnudo, etc.,
temas a los que constantemente se vuelve por el daño que producen al consumidor, en
especial a los niños, sin ningún matiz posible a destacar y con una comprensión
efectista de los medios que desorienta y diluye el debate alrededor de la
responsabilidad social que estos tienen con respecto a la formación de los sujetos. Se
reconoce el perjuicio “educativo” pero no se toma en cuenta la relación que se establece
en esos casos. El tema de la educación no se ha abordado; tiene peor suerte la escuela
que ha sido reducida al tema del acceso y permanencia en ella y a los indicadores macro
de cambio en el nivel cuantitativo que la sociedad más tecnocrática ha imaginado.

 5 Alfaro y Macassi, Seducidos por la tele, Lima, CEAAL-Calandria, 1997.

11Los propios padres de familia, grandes críticos de los medios, los usan como premio
y castigo, incentivando la fascinación por ellos en sus hijos, dentro de un espíritu de
escaso seguimiento a la escuela y lo que les sucede a los niños en ella. El temor a la
violencia o el peligro de la calle los lleva a motivar el consumo de medios. Inclusive los
utilizan como estrategia de libertad personal sacándoselos de encima al encender la
televisión. Los niños comparten la televisión con sus padres, mientras que los padres
no consumen oferta infantil con ellos, reduciendo así su rol orientador en el mundo
cotidiano de la recepción de medios, dentro de su propio hogar.5 Y frente a la educación
formal la ciudadanía reduce su papel a brindar mano de obra y apoyo monetario escolar
sin saber o buscar una mejor comprensión de lo que allí se está aprendiendo y
consolidando.

 6 El sondeo actualmente en edición: Calandria.

12Todo esto va conformando un panorama totalmente parcelado de confusión


intransigente que impide que otras reflexiones y aventuras nuevas se consoliden,
evadiendo la reflexión teórica. Se trata de una responsabilidad que se diluye entre
diferentes culpabilizaciones. No se quiere comprender la telaraña de compromisos que
explican esa tensión entre comunicación y educación, ni las dificultades que existen
para formular nuevos entramados. No se quiere ver más allá. Estaríamos ante una esfera
pública no precisamente a favor; nos encontramos ante una sociedad que ha creado un
poder que no sólo no maneja sino que no comprende. Por ello se vuelve tan importante
trabajar ambos temas. Es significativo cómo en Perú el programa que más rating obtuvo
en los últimos años fue una serie cultural educativa de alta calidad, que trató de
defender nuestra ecología, realizada por un productor independiente; sin embargo no
se realzó su alta significancia en cuestionar los estereotipos que se manejan en la
comunicación masiva, la que sustenta su mediocridad en “darle a la gente lo que a la
gente le gusta”.6 Algunas escuelas están comprando el video como material educativo.
Así la idea de transformación social, educativa y comunicativa se nos pierde,
continuamente escapa.

La escuela como prisión del aprendizaje


13Los sistemas de aprendizaje que espontáneamente van creando los sujetos
educandos en la escuela se encuentran en un despeñadero, donde la única salida es
recurrir a la televisión, internet, los videojuegos, para animarse y saber. Una gran
incomunicación en el aula especialmente entre profesores y alumnos va acompañada
de una gran desmotivación por la propia educación básica y las que vienen a
continuación. La enseñanza se convirtió en la razón de ser de la escuela. Las políticas
y reformas que se vienen dando tienen como objetivo renovar los métodos, los
sistemas, las prioridades de quienes deciden sobre lo que debe ser la vida de escuelas
y universidades. De allí la gran preocupación por las reformas curriculares y las
corrientes metodológicas nuevas. Lo que niños, adolescentes, jóvenes y adultos son
como sujetos educativos y culturales, es decir comunicativos, no está organizando
ofertas ni preocupaciones educativas en el continente.

14La escuela cerrada sobre sí misma y los sistemas públicos que desarrollan políticas
educativas que la mantienen así, convergen en crear una fragmentación del quehacer
social, donde las posibles articulaciones son sólo iniciativas esporádicas, casi turísticas,
hacia la vida de la comunidad y del país. Hasta las mismas reformas implementadas
han colocado a los planes curriculares y los cambios internos como eje de sus cambios,
los que por supuesto han logrado poco aún en nuestro continente. Así se pierde el
capital existente en la realidad como factor de aprendizaje. La comunicación con los
otros espacios, instituciones, organizaciones sociales, líderes, se reduce cada vez más
ante las grandes exigencias que hoy plantea aquel trabajo educativo moderno donde
hay que aprender todo y se termina aprendiendo en realidad un poco de nada. La
comunicación desde ese aislamiento no es posible.

 7 Ver la ponencia escrita de Rosa María Torres “Comunidad de aprendizaje: una comunidad
organizada p (...)

15Memorización, leer y no descifrar, texto sin contexto, razón sin pasión, conceptos
abstractos sin casos, información sin relatos, lenguajes sin imágenes, deduciendo
siempre sin usar la intuición, escuchar sin dialogar, realidades sin futuro,
comprensiones evolutivas y procesales, clasificaciones y resúmenes sin creatividad,
obedecer y ser tranquilo sin movimiento, sumisión práctica, forman parte de los
mandatos educativos de la vida cotidiana escolar que se va encerrando sobre sí misma
como su lógica de vida o de muerte. El educando no aprende a pensar ni tampoco a
comunicarse. Pero, principalmente, se comete el gran error de colocar los procesos de
aprendizaje de sus estudiantes por fuera de su interés; menos aún organizan la oferta
pedagógica; no los conoce, no puede comunicarse con ellos. Sólo constata que hay
otras fascinaciones que no pasan por la escuela, que transcurren entre los grupos de
amigos, en las discotecas, en su fina capacidad de navegar por el ciberespacio y jugar
hasta consigo mismos. Es interesante el paralelo que establece Rosa María Torres entre
educación y aprendizaje, recentrando cambios y reformas a partir del segundo aspecto
pero poniendo el acento en la llamada Comunidad de Aprendizaje, educación para
todos y aprendizaje permanente como nuevo paradigma que a nuestro entender sí
permitiría una relación fluída con la comunicación y los cambios culturales que vive el
alumno.7

 8 Rosa María Torres, Los achaques de la educación, Quito, LIBRESA e Instituto Fronesis, 1995,
p.148.

16La educación básica está hecha de desencuentros no sólo entre la escuela y la


comunidad sino dentro de la propia comunidad educativa que no es tal:
“Incomunicación es lo que prima entre maestros y alumnos, a partir de sus roles pre-
establecidos: el uno debe enseñar y el otro aprender, el uno tiene la sabiduría y el otro
la ignorancia, el uno tiene la autoridad y el otro el deber de acatarla”.8 Lo mismo sucede
entre los propios maestros, como entre éstos y las autoridades, igualmente hay
ausencia de diálogo con los padres de familia y con el propio Estado. Podríamos hablar
de una escuela desde y para la incomunicación.

Dos comprensiones y expresividades culturales


en conflicto
17Frente a esa pálida escuela sin color, están los medios y las nuevas tecnologías
atrayéndolos. Y, efectivamente en contacto con el mundo del placer y de la aventura,
están ya formándose como otros sujetos educativos, cuyos saberes tienen poco que ver
con la educación formal. Lenguajes audiovisuales integrales; multimedias que
interactúan; presentismo dinámico que juega y domina los tiempos; fragmentos de
información que son recibidos y se acomodan sin construir verdades ni valores;
pensamientos asociativos y analógicos donde la sorpresa es riesgo, implicante desde
la emoción; dominio de aparatos y sistemas de lenguaje siempre cambiantes; ejercicio
permanente del reconocimiento del sí mismo y de los pares; suma claridad frente a las
diferencias. Sin embargo, al lado de tales fascinaciones, el lenguaje visual tiene sus
límites al centrarse en la búsqueda de una impresión dinámica que ejercita la mirada y
la emoción y no siempre toca la construcción de una racionalidad pensante. Más bien
se trata de ver sus posibles articulaciones con otros lenguajes y que hoy conviven en la
gente de manera superpuesta e irreconciliable.

 9 Jesús Martín-Barbero, “Retos culturales de la comunicación a la educación”, en libro citado de


la (...)

18Es decir, entre la educación formal y la mediática hay abismos no sólo de lenguajes,
estilos o estéticas y contenidos. Supone también caminos diferentes en la construcción
del conocimiento y de la integración social. Mirar a la escuela desde los medios es poner
en evidencia su desactualización no sólo con respecto a la vida presente sino a saberes
de los propios educandos que están cambiando de manera vertiginosa. Se trata tanto
de diferentes sistemas de aprendizaje como del peso que tiene la práctica en ellos.
Confrontarlos es una manera de comprender la conflictiva complejidad cultural que
vivimos y que Jesús Martín-Barbero llama “esquizofrenia cultural del sistema y la
práctica escolar” pues están “entre aquel saber que les otorga un diploma oficial y que
les va a servir para insertarse en los modos habituales del ascenso social y de la
consecución de un estatus, y aquel otro que les va a servir para insertarse en las nuevas
modalidades del sistema productivo e innovador de la sociedad”.9

19Problema que al enfrentar dos modos diferentes de aprender, establece dinámicas de


comportamiento y moralidad también discrepantes y conflictivas entre sí, no sólo en
ambos espacios sino en la forma de generar su inclusión en la sociedad. Ello, además,
desorienta a los sujetos frente a sí mismos y el mínimo de valores de los que debe
surtirse. Más aún en una sociedad desigual que funge homogeneidades y las recicla
desde la política de segmentación de públicos, la que también impacta el mundo
subjetivo fragmentándolo y afectando la coherencia individual.

Carencia de una demanda educativa y


comunicacional de calidad
20Lamentablemente los ciudadanos comunes y corrientes no han construido una
demanda clara sobre educación y comunicación, menos sobre su interrelación. La
búsqueda del acceso a la escuela como derecho, ha cubierto las expectativas
ciudadanas, todavía más cuando el peligro de la privatización está siempre puesto en
cuestión. Otros piden disciplina y aprendizajes básicos como leer y escribir, saber las
operaciones matemáticas elementales y que asegure efectos en el futuro para las
postulaciones a la universidad. Las brechas educativas entre generaciones siguen
siendo un factor de empobrecimiento de una exigencia precisa de calidad. Lo que es y
debe ser la educación no ha sido un tema público continuamente trabajado por los
medios. Igualmente, en el campo de la comunicación la lógica del acomodo al
consumidor no ha ampliado el mundo de los gustos. A nadie se le ocurre pedir que
haya una oferta comunicativa mejor, salvo excepciones. La ausencia de una educación
para la comunicación suficientemente entendida y profundizada es otra explicación al
fenómeno. Los más pobres que no tienen acceso al cable o la antena parabólica ni
siquiera pueden comparar y ampliar la mirada. La libertad de expresión es el único
principio a exigir aunque tampoco se entienda.

 10 Nos merecemos una televisión de calidad. Desajustes entre oferta y demanda, Lima,
Veeduría Ciudada (...)

21Hace poco aplicamos una encuesta en la ciudad de Lima, motivando un juicio


colectivo sobre la televisión abierta. Encontramos que un 92.8% de los encuestados no
está de acuerdo con que la publicidad elija modelos de mujeres y varones blancos. Y
43.6% opina que sus imágenes son racistas, que no presentan a un Perú de múltiples
razas (37.4%), que hay desprecio por los cholos (11.9%).10 Sin embargo, este tema no
ha sido tratado como debate público. Es más, la ciudadanía no tiene canales para
expresar sus descontentos o no se le ocurre que puede ejercer presión social sobre ello
porque hay acuerdo conjunto en que está mal.

22Estamos ante una ciudadanía que no recibe motivaciones para avanzar con respecto
a sus opiniones sobre temas públicos. Esa simplicidad con que se tratan y exigen ambos
temas es incentivada por los propios gobernantes y por los medios masivos de
comunicación.

HACIA UNA INTERACCIÓN ENTRE


EDUCACIÓN Y COMUNICACIÓN:
SUJETOS E INSTITUCIONES EN
TRANSFORMACIÓN
23Si bien la propuesta de interacción entre ambos campos no es suficiente para
garantizar procesos significativos de transformación, señalaremos algunos aspectos
estratégicos de mayor involucramiento de ambas dimensiones para construir sujetos
ciudadanos emancipados, capaces de conducirse inclusive en sus procesos de
aprendizaje.

La comunicación como un cuestionamiento


estratégico a la educación y viceversa
24Un primer campo de trabajo es usar a los medios de comunicación y sus empatías
culturales con ciudadanos y niños de hoy para cuestionar los problemas de la educación
formal y de la formación de los sujetos del presente, demostrando que el éxito de los
medios tiene que ver con el fracaso de la escuela y de las instituciones; que unos son
cómplices de los otros de manera peligrosamente fluida. Igualmente, habría que
observar a los medios desde una reflexión educativa y la construcción de sentidos,
haciendo un giro hacia la comprensión de los procesos de recepción y su ambigüedad
en la construcción de sujetos responsables y sólidamente éticos. Creo que esta doble
entrada al tema nos permitirá mirar los cambios culturales pero juzgados desde la
sociedad y el país que todos queremos tener.

25Pero ese diálogo provocador debe hacer ver lo que está mal en el conjunto de la
sociedad, especialmente referido a los aspectos formativos de los sujetos, es decir a
los procesos de construcción de las identidades, de la socialidad, de los sentidos éticos,
de la inclusión social que todo país debe propugnar. Es decir, hacer luego una vuelta
hacia los medios y la organización política y social de nuestras realidades, centrándonos
más especialmente en el mundo simbólico y cultural de nuestros pueblos, sembrados
hoy de tanto pragmatismo y desesperanza.

Educación para los medios y educación desde la


comunicación: convergencias posibles
 11 Son importantes autores como Valerio Fuenzalida y María Elena Hermosilla en Chile;
Mercedes Charle (...)

26En Latinoamérica se están dando grandes avances en estas dos líneas, más en la
primera que en la segunda. Los estudios de recepción en México y Chile, mucho menos
en Perú, como las propuestas para introducir la comunicación en la escuela son
pioneras en Latinoamérica.11 No se limitaron a percibir a los medios como instrumentos
de aprendizaje, ni como materiales educativos modernos, sino aludieron más bien a
procesos educativos que integraran realmente la comunicación en la educación, y a que
saber consumir medios exigía una tarea educativa, una pedagogía específica que
llegara a maestros, padres y estudiantes. Tampoco se limitaron al ámbito escolar pues
se trabajó con organizaciones de bases y comunidades en diferentes países. Tanto la
propuesta como la investigación se han venido asumiendo de manera paralela. Son
especialmente notables aquellas sugerencias que ya están formulando políticas
públicas al respecto.

27La educación desde los medios tuvo que romper con diversos mitos iniciales. No se
trataba de enseñar por los medios ni de asumir una didáctica comunicativa para la
teleeducación. De la propuesta de Paulo Freire sobre la toma de conciencia de la
realidad a partir de un reconocimiento de la capacidad del sujeto para autoeducarse, se
está comprendiendo que la mejor manera de educar desde los medios es haciendo una
buena comunicación, de gran calidad. Se entiende que efectivamente ésta interpele al
sujeto como pensante y capaz de decidir su camino, tomando en cuenta el contexto
social en que vive y que lo atraviesa. Se trata de generar diálogos e interinfluencias para
construir sociedades más decididas por los propios ciudadanos, para que desde ellas
se genere debate, acuerdos y alianzas de transformación. Sin embargo, la experiencia
acumulada es poca, más aún si tomamos en cuenta la actitud negativa de los medios
masivos para comprometerse con esta posición. En esa línea, nuevas alternativas como
el periodismo cívico basado en la participación para influir sobre cambios concretos en
la realidad puede ser una línea significativa.

Educación comunicativa: una finalidad


educativa y una construcción pedagógica
28Aprender a comunicarse en una sociedad moderna pero a la vez desigual es una
finalidad social que la educación deber recuperar como su gran reto modernizador y
democrático. El peso instrumental de los medios vinculados a la tecnología, el manejo
de aparatos, la producción y su función de “materiales”, son concepciones que
obnubilan a los educadores, distrayéndolos de lo importante que es construir una
sociedad informada, tolerante y participativa. Para la educación, estar bien comunicado
y vinculado a otros sería, por lo tanto, un eje prioritario y estratégico con respecto a su
misión frente a los educandos y el país.

29Ello supone una revolución pedagógica. En primer lugar, se trata de cambiar las
aspiraciones, la motivación de subjetividades, los aprestamientos y el nivel de reflexión,
pues tiene que trabajarse para ser dicho o comunicado a otros y no sólo a su profesor:
se trata de dialogar en la familia, la propia escuela, la comunidad, con las autoridades,
los medios locales y masivos. En este diálogo el niño o el joven y hasta el adulto, podrán
definir lo que los caracteriza y diferencia de otros, saber obtenido dentro de múltiples
procesos de comunicación, desde los orales hasta los más audiovisuales. Su
sensibilidad surge del encuentro o la confrontación, no del aislamiento o la exclusión.
Aprender a hablar entre pares y entre diferentes, usando la relación directa del rostro
y la palabra, el cuerpo, hasta con los más grandes avances tecnológicos. Aprender sobre
derechos y responsabilidades, no dictadas sino ejercidas en la actividad comunicativa
cotidiana será una fuente educativa realmente significativa. Permitirá que haya más
interrelación, cadenas de solidaridad, de conciliaciones y juicios colectivos de redes
humanas de conversación integral.

30De esa manera, pensamos en otros perfiles de educandos a estimular, capacitar y


evaluar, incorporándolos a los nuevos sentidos de una pedagogía comunicativa. Es decir
extraemos de la profesionalidad comunicativa aquellos aspectos que desarrollan los
medios y frente a los que suelen generarse hoy muchas traiciones. Sin embargo, son
competencias que comparten también quienes consumen medios, pero de manera más
pasiva. Será también educativo en la medida en que lo que es hoy espectáculo pueda
configurarse como saberes comunicativos desde los que se puede juzgar a los medios
y ser exigentes frente a la calidad de la oferta. Los exponemos de manera breve a
continuación, entendiéndolos como esas competencias productivas y críticas a la vez,
para integrarlas dentro de finalidades educativas y sistemas pedagógicos.

 El narrador. Sea de manera oral, escrita, audiovisual, virtual, trata de potenciar el saber
contar construyendo sus propias maneras de hacerlo. No sólo en los diferentes cursos
o en relación con el profesor, sino también en el diálogo cara a cara sobre
problemáticas más cotidianas. Se trata de contar lo vivido por unos u otros, de narrar
la historia para entender-nos, de exigir coherencias e innovaciones para mejorar. Y de
saber mezclar realidad con ficción, construyendo una capacidad para compartir la vida
misma, realidad objetiva y subjetiva, el mundo de los deseos y de sus realidades. Esto
es posible ejercerlo como un gran capital narrativo desarrollado dentro de la escuela y
la comunicación.
 El periodista que recupera información y arma reportajes, rastrea información y
construye su propio conocimiento e interpretación. A la vez, sabe preguntar, a quién,
sobre qué y para qué. Aquel que busca la verdad y define su propia valentía para hacer
visible una situación y encontrarle sus sentidos. Significa darle espacio a la rebeldía y
la crítica, pero también incentiva otro tipo de investigación y construcción del
conocimiento que le es más cercano y puede revertirse a entender y mejorar la
convivencia interna y con la comunidad.
 El publicista creador es capaz de sintetizar un mensaje, una opinión, un enfoque; de
colocar en grabación, en impresión, en edición algo para ser comunicado. Las buenas
nuevas de sus encuentros como también las dificultades de comprensión que lo
acongojan pueden manifestarse en esa combinación de publicidad y arte con que
algunos plásticos y músicos ya exploraron. Se trata de la publicidad de su propia vida
y expresividad, de crear una multiplicidad de mensajes en la propia escuela y en la
comunidad.
 El organizador y participante de debates. Partimos de la constatación de que somos
ciudadanos que no sabemos debatir. Los propios medios, en ese sentido, nunca
consiguieron crear redes de conversación. Especialmente en los países andinos nos
cubrimos con el silencio. Los monólogos se suceden unos a otros en la escuela y la
vida, como también en la televisión. La intransigencia está inserta entre nosotros y se
relaciona con la violencia. Aprender a escuchar y asimilar lo que el otro dice para
discrepar, sentir, completar, es el sentido del diálogo. Se trata de saber argumentar,
de expresar lo que se siente organizado en posiciones, pensamientos o ideas que se
discuten para ayudar a procesar la opinión. No sólo debatir entre estudiantes sino con
profesores, autoridades, la comunidad.
 Establecer redes de interacción. Para construir una sociedad civil requerimos de
sujetos en constante comunicación. El sentido del relacionista público ha quedado en
desuso; más bien hablamos de la promoción de redes de articulación, de gestores de
institucionalidades sólidas aunque flexibles.
 El crítico constructivo y ético. Aunque ya no esté en boga en el mundo de los medios
masivos, ésta es una competencia fundamental por aprender y que aún se observa
tanto en investigadores como en críticos de cine. Si bien la preocupación ética está
comprometida con todos los procesos educativos posibles, es interesante asociarlos a
la crítica, pues se sustenta en ella. Recuperamos la idea del balance que hoy
requerimos en una sociedad pragmática obsesionada por el avance calculado del
negocio. Y de esa ligadura entre crítica y ética se promueve la perspectiva alternativa
que piensa en soluciones más de conjunto. En particular es muy significativa la
asociación a establecer entre ética y estética.

31En esa misma línea se trata de introducir la comunicación en las dinámicas del
aprendizaje en los diferentes recursos y sentidos pedagógicos bien del conjunto
curricular como de los métodos en enseñanza-aprendizaje. Se trata de introducir lo
lúdico en la pasión por adquirir conocimiento: jugar para saber. Y de abrir la escuela
para moverse en el barrio, el distrito, otros lugares, para ser motor de renovación de
los colindantes. La promoción de la idea de comunidades varias, donde cada individuo
se encuentra con sus pares, por aficiones, ideas, modos de ver y hacer, es decir se
juntan para aprender mejor. Se trata también de una lucha constante contra los
estereotipos con los que se encasilla a las personas y a los comportamientos,
relativizando el propio saber. Buscar una escuela para comprender y hacer, donde el
“deber ser” es un espíritu ético y no un conjunto de normas que nadie cumple. La
escuela tiene que ser una aventura permanente, una pasión sin límite por conocer y
conocerse. Las innovaciones en materiales y recursos tienen sentido cuando están
pensados en la creatividad y sensibilidad de la gente, cuando sirven para gestar
vocaciones y renovaciones de vida.

32Son importantes los climas o atmósferas comunicativas y los rituales del compartir.
Aprender o comprender debe ser un reto para quien conduce y orienta desde la
educación o desde la comunicación.

EDUCACIÓN Y COMUNICACIÓN, UN
AMPLIO PACTO SOCIAL: EL CASO DE
LA VEEDURÍA CIUDADANA DE LA
COMUNICACIÓN SOCIAL
33No sólo podemos aspirar a que se debatan y se perfilen las demandas de calidad en
ambos campos y sus intersecciones, sino a convertir este conjunto de quehaceres
culturales en una demanda ciudadana, en una presión social amplia que comprometa a
maestros, estudiantes, población en general, sindicatos y colegios profesionales,
medios de comunicación. No es problema sólo de expertos sino de la sociedad en su
conjunto. El camino es difícil pero tiene sentido utópico. Además requiere ser
comunicativo, estar dentro de las instituciones y emigrar de ellas hacia el sentido
común de las gentes, ser visible y estar siempre en discusión. La comunicación debe
incidir en hacer viva la educación en constante revisión por todos.

 12 Se trata de la ANDA, la Asociación Nacional de Anunciantes de los medios, que nos apoya en
este pr (...)

 13 De hecho, está en la Veeduría Foro Educativo que es un movimiento de personas e


instituciones dedi (...)
34En Perú, estamos comprometidas diversas agrupaciones en la formación y
funcionamiento de la VEEDURÍA CIUDADANA DE LA COMUNICACIÓN SOCIAL, que es una
confluencia de instituciones comunicativas, legales y educativas del país para asumir la
comunicación social de nuestro país, convocando y trabajando con la ciudadanía
consumidora de medios. Se trata de hacerle un seguimiento crítico a los medios y de
establecer una relación propositiva con ellos, buscando su transformación o
mejoramiento, con el apoyo de algunos sectores empresariales interesados en hacer
ética la comunicación masiva existente.12 Queremos que el bache existente entre
educación y comunicación se supere trabajándolo poco a poco. Al mismo tiempo se
busca un mejoramiento de la demanda ciudadana hacia los medios llevando a cabo
acciones pedagógicas en la línea de educación para los medios pero con la perspectiva
de construir una ciudadanía activa, capaz de protestar individualmente, asociarse en
momentos necesarios, crear redes de presión y cambio acerca de los medios de
comunicación social existentes en el país. Para ello existe la Veeduría como un espacio
de confluencia y potenciamiento de las fuerzas vivas de nuestra sociedad. La
investigación es una herramienta básica de su trabajo pues se trata de conocer lo que
se piensa sobre los medios y lograr que la propia ciudadanía los juzgue y esa opinión
se visibilice y haga pública. Es decir, apostamos a que existan pactos sociales entre
comunicación y educación desde los medios mismos, pero recurriendo al compromiso
de las escuelas, los maestros, los jóvenes.13 Esta y otras formas de alianzas
institucionales y ciudadanas pueden generarse, a propósito de construir este campo
nuevo de interacción.

Los aportes de la comunicación alternativa a la


educación
 14 Ver el texto publicado en la revista de comunicación y estudios culturales, PeriferiaNo. 2
titula (...)

35Si bien este tema ha sido desarrollado en otro texto,14 valdría la pena ponerlo en
cotejo. Hablamos de una comunicación que fue fundamentalmente educativa, que unió
los pilares básicos de la educación popular de Paulo Freire y Freinet llevándolos al
campo de la comunicación, quizá de manera demasiado mecánica. Unos la llamaron
alternativa, otros popular, hoy se la denomina también comunitaria.

36Tuvo de positivo que afirmó la comunicación vinculada a la educación, lo que nos


lleva necesariamente a los sujetos y sus relaciones. De ninguna manera obedece al
modelo difusionista, por el cual los mensajes se transmiten a sujetos pasivos. La
participación fue un eje organizador de la propuesta de aprendizaje, además de
promover la actitud crítica frente a la realidad, la que pasó de ser sólo un contexto a
ser el campo básico de su realización. Destacó la esencia social comunitaria de los
sujetos, especialmente los que se encuentran en el campo popular, entendiéndola como
identidad pero también como actuación colectiva. Posteriormente supo articularse a las
propuestas sobre desarrollo humano, entendido como un camino nuevo que equilibra
la economía de mercado y la importancia de los sujetos en el proceso de redefinición y
avance de su propia sociedad. Igualmente, en los últimos tiempos trató de conectarse
con el aporte que la comunicación con sentido educativo le debe a la construcción de
la cultura y los sistemas democráticos en nuestros países, visión que tuvo como
principal aporte el asumir un compromiso ético con los sectores excluidos de la
sociedad y la fe en la transformación.

37Evidentemente, algunos lastres pesaron sobre ella, cuestionándola; situación que


tiende hoy a revertirse con nuevas perspectivas en el campo de la comunicación y la
educación ciudadana. De lo vivido podemos aprender que no se trata de hacer de la
relación comunicación-educación un círculo cerrado donde nos situamos los que nos
especializamos en el tema, convenciéndonos mutuamente. Se trata mas bien de un
diálogo permanente con la escuela y los medios de comunicación en una faceta de
constante apertura teórica y práctica. Es un tema para ser comprendido por muchos,
para ser comunicado y trabajado con otros, sustentado en una visión altamente
comprensiva tomando en cuenta los cambios que se están viviendo o los que van a
venir. Se trata de convertir el tema en un debate público, generando múltiples
apropiaciones tanto desde el campo de la comunicación como de la educación,
excediendo las áreas profesionales y académicas. Debe comprometerse con la
producción de nuevas alternativas de cambio tomando en cuenta nuestras realidades
generales y específicas. Por ejemplo, necesitamos trabajar conjuntamente sobre las
nuevas utopías, la construcción de los sujetos individuales y colectivos a la vez, la
soberanía de los pueblos en una economía global, los derechos con las pertenencias
inclusivas, la convivencia entre democracia y desarrollo, la imbricación entre libertad
de expresión y ética, lo local y lo macro, etc. En la medida que se sitúe en los grandes
temas se resitúa a sí misma como campo rico y pionero del cambio.

Una investigación que integra al sujeto


38Para quienes trabajamos en las aulas universitarias, la investigación constituyó un
conjunto de datos y reflexiones sobre la relación escuela y medios. Diversas
investigaciones realizadas abonaron a enriquecer este campo. En muchos casos ello
provocó el compromiso de la academia con proyectos privados y públicos por
incorporar el tema a la sociedad. Poco, sin embargo, ha regresado al mundo académico
desde la evaluación reflexiva de tales intervenciones. Es como si se mantuviera una
linealidad determinista: investigar y actuar sin construir con la propia ejecución
evaluativa lo que podríamos llamar el retorno a la investigación con el objeto de
ampliar, revisar y transformar tales influencias. Quizá éste sea uno de los problemas
centrales de una concepción del saber por el cual desde la universidad se dicta la norma
no estando necesariamente preparados para asumir e investigar la propia acción como
recurso de construcción de conocimiento.

 15 Ver Deficiencia informativa y debilidad democrática. Medios de comunicación y proceso


electoral, L (...)

39Poco se avanzó en entender cómo la comunicación influye e instaura nuevas formas


de aprendizaje no sólo en estudiantes sino en los ciudadanos en general, las que a su
vez vienen de la sociedad misma, confluyendo en establecer relaciones e identidades
culturales y éticas en constante movilidad. En encuestas realizadas en Perú, podemos
constatar cómo en la opinión de los consumidores de los medios pueden convivir la
crítica con el acomodo, la demanda de cambios con la complicidad de la
audiencia.15 Poco hemos relacionado la vinculación entre consumo de medios,
ciudadanía y educación. Es decir, hemos perdido de vista al sujeto integral que aprende
de un lado y otro pero también de la propia lógica de la vida creando sentidos comunes
que configuran la forma de ver el mundo y la comunicación. Este es un campo de
estudio realmente significativo, que busca las relaciones establecidas entre
comunicación y educación.

40La articulación entre escuela y medios pasa necesariamente por una intromisión de
la universidad, como también de instituciones privadas de la sociedad civil y del Estado.
Relación que aunque conflictiva determina roles y compromisos específicos. No sólo es
un problema y una alternativa a trabajar para otros. Es que también la institución
universitaria requiere verse en este campo de interacción de saberes y miradas
tensionantes sobre un campo y otro, y también de su articulación. Se trata de ser parte
del propio objeto de estudio y de acción. El sentido mismo de la intervención en el nexo
comunicación-educación es igualmente renovar la universidad y la caducidad en la que
se encuentra.

BIBLIOGRAFÍA

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1 Jesús Martín-Barbero, De los medios a las mediaciones, Santafé de Bogotá, Convenio Andrés
Bello, 1998.

2 Renato Ortiz, Otro territorio. Ensayos sobre el mundo contemporáneo, Buenos Aires,
Universidad Nacional de Quilmes, 1996.

3 Carlos Eduardo Cortés, “Educación, lenguaje y pensamiento visual”, en: Comunicación


educación y cultura: relaciones, aproximaciones y nuevos retos, Santafé de Bogotá, Cátedra
UNESCO de Comunicación Social 1997-1999, p.73.

4 Esto es especialmente notorio en los proyectos estatales y privados de


comunicacióneducación para la salud, que se extienden en todo el continente bajo la fórmula
del IEC que vincula lo informativo a lo educativo y lo comunicacional.

5 Alfaro y Macassi, Seducidos por la tele, Lima, CEAAL-Calandria, 1997.

6 El sondeo actualmente en edición: Calandria.

7 Ver la ponencia escrita de Rosa María Torres “Comunidad de aprendizaje: una comunidad
organizada para aprender”, presentado en el Seminario de Educación Integral. Articulación de
proyectos y espacios de aprendizaje, Sao Paulo, CENPEC, diciembre de 1999.

8 Rosa María Torres, Los achaques de la educación, Quito, LIBRESA e Instituto Fronesis, 1995,
p.148.

9 Jesús Martín-Barbero, “Retos culturales de la comunicación a la educación”, en libro citado de


la Cátedra UNESCO, p.19.

10 Nos merecemos una televisión de calidad. Desajustes entre oferta y demanda , Lima,
Veeduría Ciudadana de la Comunicación Social y Calandria, marzo 2000 (en impresión).

11 Son importantes autores como Valerio Fuenzalida y María Elena Hermosilla en Chile;
Mercedes Charles y Guillermo Orozco en México.

12 Se trata de la ANDA, la Asociación Nacional de Anunciantes de los medios, que nos apoya
en este proyecto de manera realmente sorprendente.

13 De hecho, está en la Veeduría Foro Educativo que es un movimiento de personas e


instituciones dedicadas a la educación.
14 Ver el texto publicado en la revista de comunicación y estudios culturales, Periferia No. 2
titulado: “Culturas populares y comunicación participativa: en la ruta de las redefiniciones”,
Neiva, Universidad Surcolombiana, Postgrado en Comunicación yCreatividad para los docentes,
1999.

15 Ver Deficiencia informativa y debilidad democrática. Medios de comunicación y proceso


electoral, Lima, Veeduría Ciudadana de la Comunicación Social - Calandria, marzo 2000.

AUTOR
Rosa María Alfaro Moreno
Licenciada en educación con estudios de doctorado en la Pontificia Universidad Católica del
Perú. Comunicadora con estudios complementarios. Fundadora y directora (1983-1992) de
la Asociación de Comunicadores Sociales, Calandria. Actualmente investigadora y miembro
del Consejo Directivo de Calandria. Docente desde 1979 de la Facultad de Comunicación de
la Universidad de Lima en el área de Comunicación y Desarrollo. Fundadora y miembro
directivo de la Veeduría Ciudadana de la Comunicación Social en el Perú. Miembro del
comité directivo del Colectivo Radial Femenista y de Milenia Radio (CRF). Coordinadora de
la Red de Comunicación del Consejo de Educación de Adultos para America Latina (CEAAL).
Consultora para organismos nacionales e internacionales en el tema de educación y
comunicación. Ha realizado numerosas investigaciones y sondeos de opinión pública,
publicado artículos en revistas académicas del Perú y de otros países y editado los
siguientes libros: De la conquista de la ciudad a la apropiacion de la palabra(Tarea-
Calandria, 1987), Una comunicación para otro desarrollo (Calandria, 1993), Seducidos por
la Tele. Huellas educativas de la televisión en padres y niños (coautora con Sandro Macassi,
Calandria 1996), Mujeres en los medios. ¿Presencia o protagonismo?(coautora con Helena
Pinilla, Calandria, 1997)
© Siglo del Hombre Editores, 2000
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Metacomunicación y semántica de los espacios educativos

Nuevas generaciones, medios y educación: una agenda investigativa

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