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3. - Prevención . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
5. - Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34
© Beatriz Montero Errasquín y Alfonso Cruz Jentoft
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Versión 1.0.193 - 201602091321
Módulo 5
Polifarmacia. Iatrogenia
1.1. EPIDEMIOLOGÍA
Con el aumento de la esperanza de vida, la proporción de personas mayo-
res de 65 años aumenta globalmente. Esta población mayor vive más años,
sufre más patologías crónicas y, por tanto, consume un mayor número
de fármacos, por lo que la polifarmacia se ha convertido en un problema
muy prevalente y de importancia creciente en los países más desarrollados
debido a su impacto negativo sobre la salud y el uso de recursos sanitarios.
5
En Estados Unidos, en los últimos 20 años se ha duplicado el número
medio de fármacos pautados en mayores de 65 años, pasando de 2 a 4
medicamentos, y se ha triplicado la proporción de pacientes que consume
más de 5 fármacos, pasando de un 12% a un 39%1.
En Reino Unido, el 45% de los fármacos prescritos son para pacientes
mayores de 65 años y el 36% de las personas de 75 o más años consume 4
o más medicamentos diariamente2.
España aparece como gran consumidor dentro de Europa de medica-
mentos como antibióticos, ansiolíticos, inhibidores de la bomba de proto-
nes y vasodilatadores periféricos. En nuestro país, los mayores de 64 años
consumen el 33% de los fármacos prescritos3, siendo responsables del 70%
del gasto farmacéutico total, y se estima que más de un tercio de nuestros
ancianos cumple criterios de polifarmacia4.
El consumo de fármacos también varía según el nivel asistencial,
siendo mayor en el ámbito hospitalario y residencial.
Fase
farmacocinética Cambios con la edad
Absorción ⊕ pH gástrico
⊖ vaciado gástrico, motilidad intestinal, flujo sanguíneo intesti-
nal y de células absorbentes
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1.2.1. Cambios en la farmacocinética
Absorción
Como consecuencia del envejecimiento se producen numerosos cam-
bios en el tracto gastrointestinal que incluyen un incremento del pH gás-
trico por la existencia de gastritis atrófica, un enlentecimiento del vaciado
gástrico y una disminución del flujo sanguíneo intestinal, de la motilidad
intestinal y del número de células absorbentes.
La mayoría de los fármacos que se administran por vía oral se absor-
ben por difusión pasiva, y este proceso apenas se ve alterado por la edad. El
problema aparece cuando la absorción gastrointestinal se realiza por difu-
sión activa que sí está afectada por los cambios previamente descritos aso-
ciados al envejecimiento, lo que conlleva una menor absorción y por tanto
una biodisponibilidad reducida.
Distribución
La edad provoca un aumento de la grasa corporal y una disminución de
la masa grasa, del volumen plasmático y de líquido extracelular y del agua
corporal total. También se observa una reducción en el gasto cardiaco y en
los índices de flujo sanguíneo en los vasos cerebrales y cardiacos.
Además, como consecuencia de la existencia de enfermedades conco-
mitantes, las concentraciones séricas de las dos principales proteínas plas-
máticas de unión a los fármacos pueden alterarse. Así, la albúmina, que
une los fármacos acídicos (naproxeno, fenitoína), disminuye mientras que
la glucoproteína ácida alfa-1, que une los fármacos básicos (betabloquean-
tes, antidepresivos tricíclicos, lidocaína), aumenta.
Como consecuencia de todos los cambios anteriores, el volumen de
distribución de los fármacos hidrofílicos o solubles en agua disminuye y el
de los fármacos lipofílicos o solubles en grasa aumenta. La fracción libre de
los fármacos también varía según estén unidos a albúmina (aumentaría su
fracción libre) o a la glucoproteína ácida alfa-1 (disminuiría la fracción libre).
Metabolismo
El metabolismo hepático de los fármacos se realiza mediante dos tipos
de reacciones: fase I o reacciones oxidativas, mediadas en su mayoría por
las enzimas monooxigenasa del citocromo P450 y fase II o reacciones con-
jugadas donde un grupo acético o un azúcar se conjugan con el fármaco
para mejorar su polaridad, hidrosolubilidad y excreción renal.
7
Los cambios fisiológicos secundarios al envejecimiento producen una
reducción del flujo sanguíneo y de la masa hepática.
Se ha constatado un descenso en la oxidación de los fármacos, más
relacionado con la reducción del volumen hepático que con la disminución
de la actividad enzimática del citocromo P450.
Este descenso en la reacción fase I del metabolismo hepático y en el
flujo sanguíneo hepático se traduce en una reducción en la depuración
corporal de determinados fármacos con una consiguiente mayor semivida
(diazepam, teofilina, opioides, antidepresivos tricíclicos, propanolol).
Eliminación
En referencia a los riñones, con el envejecimiento se observa una
reducción de la masa renal, del número y tamaño de las nefronas y del flujo
sanguíneo renal. También se ha asociado a una disminución en el filtrado
glomerular y de la secreción tubular.
8
2. FACTORES DE RIESGO
9
Figura 1. Relación entre polifarmacia y aparición de efectos adversos a medicamen-
tos
10
2.2. PRESCRIPCIÓN POTENCIALMENTE INAPROPIADA
Una prescripción inadecuada es aquella en la que el fármaco prescrito pre-
senta unos riesgos asociados que superan los potenciales beneficios que
dicho medicamento puede aportar al paciente.
Una prescripción puede definirse como potencialmente inapropiada
(PPI) cuando:
• No hay una clara indicación según la evidencia científica existente o la
indicación es incorrecta.
• Las dosis o el tiempo de tratamiento son inadecuados.
• En combinación con otro tratamiento, hay riesgo excesivo de reaccio-
nes adversas a medicamentos tipo interacciones fármaco-fármaco o
fármaco-enfermedad.
• Se prescribe en poblaciones susceptibles a desarrollar determinadas
reacciones adversas (uso de benzodiacepinas, neurolépticos o antihi-
pertensivos en pacientes con caídas frecuentes).
• Se usa un fármaco que es más caro habiendo otro más económico de
igual o mayor efectividad terapéutica.
• Se realiza una omisión de un tratamiento indicado para el tratamiento
o prevención de una enfermedad determinada. Esta falta de prescrip-
ción de un fármaco indicado puede deberse a falta de conocimiento
del médico prescriptor, miedo de los posibles efectos secundarios,
cuestiones económicas o a simple ageísmo.
11
• Comorbilidad y polifarmacia: los pacientes mayores sufren más pato-
logías crónicas para las que toman más fármacos que la población
más joven. Estas dos condiciones han sido descritas como factores de
riesgo fundamentales para la aparición de reacciones adversas a fár-
macos^(9,)^.
• Síndromes geriátricos: que pueden ser provocados o agravados por
fármacos, por lo que en su valoración es primordial la revisión de todos
los medicamentos que esté tomando el paciente.
• Factores relacionados con el médico prescriptor: presión asistencial,
dificultad de aplicar las guías clínicas en pacientes mayores “reales”
que son frágiles, presentan gran comorbilidad y consumen un elevado
número de fármacos y miedo a la hora de iniciar o modificar un tra-
tamiento cunado el médico tiene escasa formación en farmacología
geriátrica.
• Factores relacionados con nuestro sistema sanitario que hace que un
paciente anciano con distintas patologías acuda a distintos especia-
listas que prescriben distintos tratamientos. Además, tampoco dispo-
nemos de un sistema informático que nos permita tener acceso a la
información clínica del paciente desde los distintos niveles asistencia-
les.
• Falta de evidencia científica: los ancianos participan poco en los ensa-
yos clínicos y este hecho hace que la información clínica sobre el com-
portamiento real de los fármacos en este grupo de edad sea escasa.
12
y cognitivo, la fragilidad o la polifarmacia, no es ética y raramente puede
estar justificada en algún caso e impide que los nuevos tratamientos se
prueben en los pacientes “reales” a los que nos enfrentamos en nuestra
práctica clínica diaria. Además, el límite de edad suelo ser arbitrario, cam-
biante y no está explicado en los protocolos de dichos ensayos y se debe
únicamente al ageísmo, que es la discriminación por la edad y representa
uno de los principales problemas a los que nos enfrentamos diariamente
los profesionales sanitarios que trabajamos con pacientes mayores. La eli-
minación de estos límites de edad y la reducción de los otros criterios de
exclusión supondría una mejor y real representación de los mayores en
la investigación clínica y proporcionaría la evidencia científica y los datos
clínicos necesarios para una correcta y adecuada prescripción11. Con este
objetivo, desde hace años vienen apareciendo, tanto desde el ámbito de
los profesionales sanitarios como en la administración, peticiones y planes
estratégicos para potenciar y promocionar el cuidado y la atención global
del los mayores incluyendo participación en ensayos clínicos de nuevos fár-
macos para que los facultativos dispongamos de información verídica y
real de sus efectos beneficiosos y adversos en la población mayor. Como
muestra de ello, en Estados Unidos, la Food and Drug Administration (FDA)
publicó las Guidelines for the Study of Drugs Likely to be Used in the Elderly12 y
en Europa el European Silver Paper13.
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Figura 2. Relación entre polifarmacia y aparición de efectos adversos a medicamen-
tos
14
explicándoselo de forma que lo entienda y dejándolo por escrito con letra
legible, individualizando las formas farmacéuticas en cada paciente y
usando dispositivos facilitadores (pastilleros, lupas, recordatorios…).
15
3. PREVENCIÓN
Lipton Beers
Hamdy Hanlon
16
ción de personal bien formado, de tiempo suficiente puesto que requieren
de una entrevista con el paciente y son poco fiables, reproducibles y gene-
ralizables. Principalmente se emplean en el ámbito de la investigación ya
que su uso en la práctica clínica habitual es limitado porque su aplicación
necesita de una cantidad de tiempo considerable de la que no disponemos
los clínicos en nuestro día a día.
El método implícito más utilizado es el Medication Appropriateness
Index (MAI)16. Fue publicado en 1992 y ha sido validado y traducido a varios
idiomas y aplicado en diferentes niveles asistenciales. Para hacerlo más
fiable y reproducible, sus autores redactaron un manual de instrucciones
con definiciones, instrucciones explícitas y ejemplos sobre cómo evaluar al
paciente y así disminuir la variabilidad interobservador. Es un índice que
valora la adecuación de la prescripción evaluando 10 elementos: indicación,
eficacia, dosis, instrucciones de uso, pauta de administración, interacciones
fármaco-fármaco, interacciones fármaco-enfermedad, duplicidad, duración
y coste.
En diversos estudios, el MAI ha demostrado ser fiable, válido y con
buena concordancia intra e interobservador. Además, sus elementos de
evaluación de la prescripción predicen la aparición de resultados clínicos
adversos por problemas relacionados con medicamentos que provocan
visitas a los servicios de urgencias e ingresos hospitalarios.
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3.2.1. Assesing Care Of Vulnerable Elderly (ACOVE)
Los criterios ACOVE17 fueron desarrollados en Estados Unidos en 1998 y
actualizados posteriormente a partir de revisiones sistemáticas, opinión de
expertos y guías clínicas para conseguir unos indicadores de calidad en el
cuidado del paciente mayor, y uno de estos indicadores está dedicado a
la medicación. Las principales ventajas de estos criterios es que incluyen
síndromes geriátricos tales como deterioro cognitivo, depresión, desnutri-
ción, úlceras por presión, caídas, déficits sensoriales, incontinencia urinaria
y, por tanto, se contempla su aplicación en pacientes con deterioro cogni-
tivo o en situación de cuidados al final de la vida. La puntuación en los crite-
rios ACOVE se han relacionado con la mortalidad y la capacidad funcional.
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asa para el tratamiento de edemas sin presencia de insuficiencia cardiaca o
el empleo de tiazidas en pacientes con gota) ni la omisión en la prescripción
de fármacos potencialmente indicados.
Su aplicación tampoco ha demostrado asociación con resultados de
salud en relación con prevención de efectos adversos de medicamentos ni
reducción de costes sanitarios.
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Entre sus ventajas destacan que son fáciles y rápidos de aplicar (90 ± 35
segundos), están ordenados por sistemas fisiológicos y relacionan medica-
mentos con diagnósticos activos, por lo que pueden emplearse en la prác-
tica clínica diaria.
La primera versión de 2008 contaba con 65 criterios STOPP y 22 crite-
rios START. Posteriormente han sido revisados y actualizados según la evi-
dencia científica disponible, publicándose la segunda edición en 2014, con
80 criterios STOPP y 34 criterios START.
Han sido validados y traducidos a varios idiomas, incluido el español20
(tabla III).
Desde la creación de estos criterios, se han realizado múltiples estu-
dios que han ido demostrando que los criterios STOPP/START tienen buena
concordancia interobservador entre médicos y farmacéuticos y buena con-
cordancia interobservador aplicados en diferentes niveles asistenciales y
en distintos países europeos. Son más sensibles a la hora de detectar pres-
cripciones potencialmente inapropiadas en comparación con otros crite-
rios. Mejoran la adecuación de fármacos durante el ingreso hospitalario y
este efecto se mantiene a los 6 meses del alta hospitalaria, y los fármacos
incluidos en la lista STOPP se relacionan con la aparición de eventos adver-
sos relacionados con la medicación.
Por todo lo anteriormente expuesto, los criterios STOPP/START se
están posicionando como la primera opción para la valoración de la ade-
cuación de la prescripción farmacológica en la población mayor, están
usándose ampliamente en Europa y son los que recomienda la Sociedad
Europea de Medicina Geriátrica.
20
Se inició en 2012 y finalizará en 2017, y actualmente se encuentra en
fase de estudio piloto.
El objetivo es diseñar un software potente y eficiente que sea capaz
de hacer, de forma automática, una valoración individualizada del paciente
mayor con multimorbilidad evaluando su situación clínica y su tratamiento
previo farmacológico y no farmacológico y recomendar cuál es el trata-
miento farmacológico más adecuado (lista de medicamentos genéricos y
lista de marcas comerciales más económicas), reseñar los posibles efec-
tos adversos (criterios STOPP/START, escala de riesgo de efectos adversos,
interacciones fármaco-fármaco y fármaco-enfermedad) y asesorar sobre
terapias no farmacológicas recomendadas.
21
Tabla III. Criterios STOPP/START
CRITERIOS STOPP
STOPP A1 Cualquier medicamento prescrito sin una indicación basada en evidencia clínica.
STOPP B7 Diuréticos de asa para los edemas maleolares sin evidencia clínica, bioquímica o
radiológica de insuficiencia cardiaca, insuficiencia hepática, síndrome nefrótico o
insuficiencia renal (la elevación de los miembros inferiores o las medias de
compresión son generalmente más apropiadas).
STOPP B8 Diuréticos tiazídicos cuando existe hipopotasemia (potasio sérico < 3,0 mmol/l),
hiponatremia (sodio sérico < 130 mmol/l) o hipercalcemia (calcio sérico
corregido > 2,65 mmol/l) significativas o con antecedentes de gota (las tiazidas
pueden producir hipocalemia, hiponatremia, hipercalcemia y gota).
22
CRITERIOS STOPP
Sección C. Antiagregantes/anticoagulantes
STOPP C1 AAS en tratamiento crónico a dosis superiores a 160 mg/día (aumento del riesgo
de sangrado sin evidencia de mayor eficacia).
STOPP C2 AAS con antecedentes de enfermedad ulcerosa péptica sin uso concomitante de
IBP (riesgo de recurrencia de la úlcera péptica).
STOPP C4 AAS más clopidogrel para la prevención secundaria del ictus, salvo que el
paciente tenga un stent coronario implantado en los 12 meses previos, un
síndrome coronario agudo o una estenosis carotídea grave y sintomática (no
hay evidencia de beneficios respecto al clopidogrel en monoterapia).
STOPP C10 AINE en combinación con antagonista de la vitamina K, inhibidor del factor Xa
(riesgo de hemorragia digestiva grave).
STOPP C11 AINE con otro antiagregante sin tratamiento profiláctico con IBP (aumenta el
riesgo de enfermedad ulcerosa péptica).
23
CRITERIOS STOPP
STOPP D5 Benzodiazepinas durante ≥ 4 semanas (no hay indicación para tratamientos más
prolongados, riesgo de sedación prolongada, confusión, pérdida de equilibrio,
caídas, accidentes de tráfico; todas las benzodiazepinas deberían suspenderse
de forma gradual si el tratamiento ha superado las 4 semanas, ya que al
suspenderse de forma brusca existe riesgo de síndrome de abstinencia).
STOPP D10 Neurolépticos como hipnóticos, salvo que el trastorno del sueño se deba a
psicosis o demencia (riesgo de confusión, hipotensión, efectos secundarios
extrapiramidales, caídas).
STOPP D12 Fenotiazinas como tratamiento de primera línea, ya que existen alternativas más
seguras y eficaces (las fenotiazinas son sedantes y producen toxicidad
antimuscarínica relevante en los mayores, con la excepción de la
proclorperazina para el tratamiento de náuseas/vómitos/vértigo, clorpromazina
para el hipo persistente y levomepromazina como antiemético en cuidados
paliativos).
24
CRITERIOS STOPP
STOPP D13 Levodopa o agonistas dopaminérgicos para el temblor esencial (no hay
evidencia de eficacia).
STOPP E1 Digoxina en tratamiento crónico a dosis superiores a 125 μg/día con TFGe < 30
ml/min/1,73 m2 (riesgo de intoxicación digitálica si no se monitorizan los niveles
plasmáticos).
STOPP E3 Inhibidores del factor Xa (rivaroxabán) con TFGe < 15 ml/min/1,73 m2 (riesgo de
sangrado).
STOPP E4 AINE con TFGe < 50 ml/min/1,73 m2 (riesgo de deterioro de la función renal).
STOPP E5 Colchicina con TFGe < 10 ml/min/1,73 m2 (riesgo de toxicidad por colchicina).
STOPP F4 Hierro oral a dosis elementales superiores a 200 mg/día (hierro fumarato > 600
mg/día, hierro sulfato > 600 mg/día, hierro gluconato 1.800 mg/día; no hay
evidencia de mayor absorción por encima de estas dosis).
STOPP G1 Teofilina como monoterapia para la EPOC (existen alternativas más seguras y
efectivas; riesgo de efectos adversos por el estrecho margen terapéutico).
25
CRITERIOS STOPP
STOPP G5 Benzodiazepinas con insuficiencia respiratoria aguda o crónica (pO2 < KPa ±
pCO2 > 6,5 KPa; riesgo de exacerbación de la insuficiencia respiratoria).
STOPP H3 AINE a largo plazo (> 3 meses) para el tratamiento sintomático de la artrosis
cuando se ha probado el paracetamol (los analgésicos simples son preferibles y
normalmente igual de efectivos para el tratamiento del dolor).
STOPP H6 AINE o colchicina a largo plazo (< 3 meses) para el tratamiento crónico de la gota
cuando no existe contraindicación para los inhibidores de la xantina-oxidasa
(alopurinol, febuxostat) (los inhibidores de la xantina-oxidasa son los fármacos
profilácticos de primera elección en la gota).
STOPP H8 AINE con corticosteroides sin IBP a dosis profiláctica (aumenta el riesgo de
enfermedad ulcerosa péptica).
26
CRITERIOS STOPP
STOPP J5 Estrógenos orales sin progestágenos en mujeres con útero intacto (riesgo de
cáncer de endometrio).
Sección L. Analgésicos
STOPP L2 Uso de opioides pautados (no a demanda) sin asociar laxantes (riesgo de
estreñimiento grave).
STOPP L3 Opioides de acción prolongada sin opioides de acción rápida para el dolor
irruptivo (riesgo de persistencia del dolor grave).
27
Tabla III (cont.). Criterios STOPP/START
CRITERIOS START
START A2 AAS (75 mg - 160 mg al día) en presencia de fibrilación auricular crónica cuando
los antagonistas de la vitamina K, inhibidores directos de la trombina o
inhibidores del factor Xa están contraindicados.
START A4 Antihipertensivos cuando la presión arterial sistólica sea habitualmente > 160
mmHg o la presión arterial diastólica sea habitualmente > 90 mmHg (> 140
mmHg y > 90 mmHg, respectivamente, si el paciente es diabético).
28
CRITERIOS START
START C5 ISRS (ISRN o pregabalina si los ISRS están contraindicados) para la ansiedad
grave persistente que interfiere con la independencia funcional.
29
CRITERIOS START
START G3 Estrógenos tópicos vaginales o pesario con estrógenos para la vaginitis atrófica
sintomática.
Sección H. Analgésicos
Sección I. Vacunas
START I2 Vacuna antineumocócica al menos una vez después de los 65 años siguiendo las
guías nacionales.
30
4. MANEJO DE LA SITUACIÓN
ESTABLECIDA
31
Un término distinto al simple hecho de limitar el número de fármacos
y que está de actualidad es la “deprescripción”22. Consiste en un proceso
sistemático para identificar y retirar aquellos fármacos cuyos efectos adver-
sos potenciales exceden los potenciales beneficios que pueden aportar al
paciente, siempre teniendo en cuenta y valorando sus preferencias, estado
funcional, esperanza de vida y objetivos de cuidados a conseguir en ese
enfermo de forma individualizada. Como ejemplos de fármacos que debe-
ríamos retirar o usar con precaución en el paciente mayor, siempre tras
una valoración individualizada, por mayor riesgo que beneficio y apari-
ción de efectos adversos e interacciones estarían la digoxina, antiinfla-
matorios no esteroideos, derivados opiáceos tipo meperidina o petidina,
fármacos con efectos anticolinérgicos, antidepresivos tricíclicos, benzodia-
cepinas, neurolépticos, antihistamínicos…
Para una correcta prescripción en el paciente mayor, se deben esta-
blecer modelos de valoración que sean exhaustivos, comprensivos, indivi-
dualizados y centrados en el paciente, que tengan en cuenta los riesgos/
beneficios del tratamiento, la esperanza de vida (en pacientes de edad
avanzada con comorbilidad y polifarmacia, la prevención secundaria no
debería plantearse como una prioridad fundamental), las expectativas del
paciente y los objetivos que pretendemos conseguir con el tratamiento
prescrito.
A la hora de evaluar el tratamiento de un paciente mayor se aconseja
la conciliación terapéutica, que se basa en revisar la lista de su tratamiento
previo, elaborar una nueva lista de fármacos que deben ser prescritos,
comparar ambos listados, prescribir los medicamentos más adecuados
y retirar aquellos no beneficiosos, siempre de forma individualizada de
acuerdo con el enfermo, según el juicio clínico y la evidencia científica dis-
ponible, y comunicar el nuevo tratamiento al paciente o cuidadores de la
forma más clara posible.
Revisar la medicación que está tomando nuestro paciente debería ser
una parte esencial cada vez que valoremos al mayor. Está revisión puede
llevarnos a retirar fármacos que ya no son beneficiosos o a sustituirlos
por otros más seguros, a modificar dosis o incluso a añadir algún medica-
mento que no estaba prescrito y que nuestro paciente necesite, sin olvi-
darnos el considerar la opción de terapias no farmacológicas. Los cambios
en la medicación, especialmente frecuentes durante la transición entre dis-
tintos medios asistenciales (hospitales a residencia o a domicilio), son una
fuente común de errores y confusiones. Esta conciliación pretende evitar
estos errores de medicación tales como duplicidades u omisiones de fár-
macos, errores de dosis o interacciones.
32
En este proceso de conciliación terapéutica, el farmacéutico hospita-
lario y los instrumentos de adecuación de prescripción como los criterios
STOPP/START o, en un futuro no muy lejano, el software Senator juegan un
papel fundamental para ayudar al médico prescriptor en su tarea diaria.
En resumen, el proceso de mejorar y conseguir una prescripción ade-
cuada y de calidad en el paciente mayor significa encontrar el equilibrio
entre la retirada de fármacos inapropiados, el inicio de medicamentos
beneficiosos cuando están indicados y siempre a la mínima dosis que sea
efectiva.
33
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