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EL RESULTADO DE LA PRUEBA Y SU APRECIACIÓN – EUGENIO FLORIAN

En un proceso de demostración de la verdad de un hecho, se derivará siempre un resultado

probatorio, es este resultado el que tiene que someterse a un ejercicio de valoración cuya esencia
radica en una apreciación propiamente judicial. Aquí, la ley entra a cumplir las funciones de limitar
al juez en su tarea de apreciación y también puede llegar a reemplazar al juez en tal función de
apreciación, por esta razón se hablan de dos métodos fundamentales en la apreciación.

Método de la prueba legal: Su objetivo radica en la eficaz defensa del acusado, pero también en
auxiliar al juez con una experiencia codificada, amplia y colectiva. Este método se desarrolló en dos
formas fundamentales. Positivamente: La ley declara a un hecho como cierto si ha cumplido
previamente sus requisitos sin importar el aporte del juez. Negativamente: Sucede en la prohibición
al juez, de declarar a un hecho como cierto si no hay antes un mínimo de prueba. Este método
encuentra sus deficiencias y por consiguiente su desuetud, porque le quita al juez su esencia de
investigar los hechos y de comprobar la verdad.

Método de libre convencimiento: Donde el juez por su propio convencimiento valora la prueba y por
consiguiente los límites no se encuentran en la ley, sino en los derechos de las partes y en el debate
del proceso. Este método está además, obligado a dirigirse a cumplir con los fines del proceso y
serle útil al proceso. Con todo esto, no quiere decir que la ley no tenga participación alguna, sino al
contrario, puede exigir unos elementos probatorios y una eficacia probatoria en el resultado de la
prueba.

A pesar de que la aplicación del método de libre convencimiento es un gran avance para el derecho
procesal, éste método no puede ejercerse de idéntica forma en todos los medios de prueba, es así
como se encuentra una crítica en la aplicación del método sobre el dictamen pericial, pues es claro
que todo juez soberano tiene que definir una sentencia según sus conocimientos jurídicos sin
intervenir en un criterio técnico ajeno a él, pues no es posible que valga más el criterio natural del
juez y en segundo plano se deje la contribución que hayan dado los técnicos basados en la realidad
y cientificidad.

Por último, el método del libre convencimiento en el proceso penal no se encuentra expreso en la
ley, sino que tal facultad del juez se le atribuye gracias a la tradición del proceso penal, lo que
conlleva a que la apreciación judicial no sea objeto de control y censura, pero sí que es necesario
que el juez legitime, sostenga y anime su decisión. Unido a esto, al igual que en el proceso civil, el
método es aplicable a todos los medios de prueba penales sin excepción alguna.