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Disciplina: MANEJO DE SUELOS Y AGUA

Asignatura: Ciencias del Suelo

Tercer Año, Primer Semestre de la Carrera de Agronomia

ENCUENTRO 1.

ACTIVIDAD DOCENTE 1

Tipo de clase Horas Lugar

CONFERENCIA 4 Aula

Tema I. Generalidades más importantes de las Ciencias del Suelo

Objetivo instructivo.

Orientar los fundamentos científico-técnicos más actualizados mediante el uso


adecuado de los métodos científicos que permitan la integración y generalización
de los conocimientos y habilidades.

Objetivo educativo

Formar en el estudiante los conocimientos generales acerca del estudio del suelo,
su génesis, definición del perfil de suelo, su composición y la diferenciación entre
suelos minerales y suelos orgánicos.

Bibliografía

Edafología I. Autores: Cairo, P y O. Fundora. Editorial “Félix Varela” La Habana


2007.

Características edafológicas de Cuba. Mesa, A. y col Ed. Científico técnica. 1992

Gardiner, Duane T. "Lecture 1 Chapter 1 Why Study Soils?". ENV320: Soil Science
Lecture Notes. Texas A&M University-Kingsville. http://jan.ucc.nau.edu/~doetqp-
p/courses/env320/lec1/Lec1.html. Retrieved 2008-01-12

Research Branch (1976). Glossary of Terms in Soil Science. Publication 1459.


Canada Department of Agriculture, Ottawa. http://sis.agr.gc.ca/cansis/glossary/.
Retrieved 2008-01-07.

Tseits, M. A.; B. A. Devin (2005). "Soil Science Web Resources: A Practical Guide
to Search Procedures and Search Engines". Eurasian Soil Science (Translated
from Pochvovedenie, No. 2. 2005, pp. 247-253) 38 (2): page 223.
http://soil.msu.ru/downloads/sswebresources_eng.pdf. Retrieved 2008-01-07.

Contenido

1.1. Introducción
I.2. Evolución histórica de las Ciencias del Suelo.
I.3. Breve bosquejo histórico del estudio de los suelos

I.4. Génesis del suelo. Concepción genética del estudio de los suelos

I.5. Definición de suelo y perfil del suelo. Sus horizontes

1.6. Composición del suelo

Sistema de conocimientos: Concepto y definiciones. El estudio del suelo desde


el punto de vista de la Edafología, relacionando las plantas superiores, la
producción agrícola y la determinación de las causas de la variación de la
productividad. Dominar las características y propiedades de los suelos derivadas
de los procesos y factores de formación, la participación del hombre en el proceso
de desarrollo del suelo y su degradación. Breve bosquejo histórico del estudio de
los suelos.
Objetivos de la conferencia

 Definir los conceptos básicos relacionados con los conocimientos generales


acerca del estudio del suelo, enfatizando en la diferenciación de los conceptos
de Pedología y Edafología.
 Conocer los objetivos y aplicaciones prácticas del estudio de los suelos.
 Dar a conocer la génesis del suelo y la definición de perfil del suelo.
Desarrollo

I.1. Introducción

Indicaciones Metodológicas: los estudiantes de conjunto con el profesor


elaboran a partir de la siguiente interrogante: ¿Qué entienden por Ciencias del
Suelo? y el profesor también expondrá un breve bosquejo histórico del estudio de
los suelos e indicará la fuente bibliográfica donde el estudiante podrá afianzar y
ampliar los conocimientos.

Explicación del contenido

Al considerar un sistema de producción agrícola o agroecosistema, es


fundamental recordar que el suelo es un componente fundamental del mismo, es
decir, que en dependencia del volumen de suelo contenido en una superficie
agrícola, así será el ambiente de explotación disponible para las plantas, de lo cual
se deriva la necesidad de su estudio.

El conjunto de disciplinas que se abocan al estudio del suelo se engloban en el


conjunto denominado Ciencias del Suelo, la cual se divide en dos ramas
fundamentales la Edafología y la Pedología; entre ellas predomina la edafología e
incluso se usa el adjetivo edáfico para todo lo relativo al suelo.

1.2.Ramas fundamentales de las Ciencias del Suelo

Edafología (del griego, edafos, "suelo", - logía, "estudio", "tratado") es la rama que
estudia la composición y naturaleza del suelo en su relación con las plantas y el
entorno que le rodea.

La misma desde la perspectiva del agrónomo para la producción agrícola;


comprende el estudio del suelo desde el punto de vista de las plantas superiores,
las diferentes propiedades del mismo que se relacionan con la producción agrícola
y que determinan las causas de la variación de la productividad.
Pedología. Ciencia que estudia el suelo como cuerpo natural, medio de
producción y objeto de trabajo del hombre. También estudia la génesis, estructura,
consistencia y conformidad con la extensión geográfica, así como la formación y
utilización correcta de la fertilidad como medio principal de producción. (Mela
Mela, 1966)

Tanto la Edafología como la Pedología significan Ciencia del Suelo, en general y


en particular, de tal modo, que el estudio del suelo implica el análisis de su
mineralogía, su física, su química y su biología, ya que este no es una entidad
estrictamente geológica, lo que hace que la Edafología, por ejemplo, se vincule
con otras ciencias como: la Geología, la Biología y sirva de base al estudio de la
Agronomía .Además el suelo al ser considerado un recurso natural, las ciencias
que lo estudian muestran estrecha vinculación con las Ciencias Económicas
(figura 1.1)
I.3. Evolución histórica de las Ciencias del Suelo
La Edafología surge a finales del S XIX impulsada por la escuela geográfica rusa
que considera al suelo como un sistema abierto, dinámico, constituido por tres
fases: sólida, líquida y gaseosa.

El estudio científico del suelo según esta escuela, tiene como precedente al
llamado padre de la ciencia rusa; M. Lomonosov (1711- 1765), quien escribió y
enseñó sobre el suelo, entendido como un cuerpo en evolución más que como un
cuerpo estático, pero sin diferenciarlo de un estrato geológico. Sin embargo se
considera fundador de la Pedología al geógrafo ruso Vasily Dokuchaev (1846 –
1903), quien instituyó los fundamentos de la Geografía del Suelo.

Su primer trabajo sobre el tema data de 1883, cuando publicó un informe sobre un
estudio de campo llevado a cabo en un suelo del tipo Chernozem, en el cual aplicó
los principios de la morfología a los suelos, describió los principales grupos,
esbozó la primera clasificación científica y desarrolló métodos de cartografía sobre
la base del trabajo de campo y de laboratorio. En 1886 propuso que la palabra
suelo se emplease como término científico para referirse a aquellos horizontes de
tierra que casi diariamente cambian su relación bajo la influencia conjunta del
agua, aire y organismos vivientes y muertos, introduciendo el concepto geográfico
de suelo.

Más tarde definió al suelo como un cuerpo natural e independiente, formado bajo
la influencia de varios factores, de los cuales consideró a la vegetación como el
más importante. Se trata para él de un producto complejo, resultado de las
interacciones entre los distintos factores geográficos como el clima, la
geomorfología, la edad del paisaje (paleogeografía), sin olvidar las plantas, los
animales y la roca madre.

Sus discípulos Glinka (1867- 1929) y Neustrayev (1874 – 1828) volvieron a


recalcar el concepto de suelo como una entidad en sí misma pero con
características que corresponden a la geografía donde se desarrollan.
Sibirtev elaboró una clasificación de los suelos diferenciándolos en tres grandes
grupos, el primero de los cuales corresponde a los Zonales, dentro de este grupo
se encuentran los lateríticos, eólicos, desérticos, chernozems, forestales, grises,
podzoles y de tundra. La siguiente categoría corresponde a los suelos
Intrazonales, en el cual se encuentran los suelos salinos, pantanosos,
carbonatados y húmicos. El último grupo corresponde a los Azonales, en el cual se
hallan los esqueléticos, los bastos y los aluviales.

Otro pilar de la Pedología es Marbut (1863 – 1935), geógrafo estadounidense


discípulo de William Morris Davis y director de la investigación de suelos en su
país, el cual al tener conocimiento del trabajo de Glinka (por una traducción al
alemán del texto ruso), decidió llevar a cabo una traducción al inglés del mismo
texto, divulgando así los conceptos de la escuela rusa entre los geógrafos de su
país.

Marbut sostiene la teoría de procesos múltiples e independientes en la génesis de


los suelos. También propuso una clasificación de los suelos consistente en seis
categorías, denominadas: órdenes, subórdenes, grupos, familias, series y tipos.
Los dos órdenes principales se establecían en relación a la lixiviación de
carbonatos, denominando Pedocal a los suelos carbonatados y Pedalfer a los
ricos en Aluminio e hierro a causa del lavado de carbonatos.

Kellogg (1902 – 1980) sucedió a Marbut como director de la investigación de


suelos y continuó con sus colegas el desarrollo de la clasificación del suelo
sobre la base de los criterios establecidos por Dokuchaev y Glinka.
De lo planteado en relación a las ramas de las Ciencias del Suelo se deriva que
para iniciar el estudio de los suelos, es de gran importancia dominar las
características y propiedades de las rocas, porque las mismas constituyen el
sustrato primario de la formación del suelo, y las propiedades físico- químicas de
los diferentes tipos de estas, influyen determinantemente en el carácter del
desarrollo y en la evolución del suelo.
Al investigar las propiedades, regularidades del desarrollo y peculiaridades del
proceso de formación del suelo, así como, la participación del hombre, el cual
mediante un sistema de actividades conscientes, controla el proceso de desarrollo
del suelo y su fertilidad, se reconoce por diferentes investigadores que el suelo no
sólo es un objeto de trabajo, sino también es en cierta medida, un producto del
trabajo del hombre.

1.4. Breve bosquejo histórico del estudio de los suelos

El interés por el suelo surgió desde el momento mismo que comenzó su labranza,
y de acuerdo con el desarrollo de los cultivos, se conocieron los mejores y los
peores. Entre las civilizaciones antiguas con mayores conocimientos sobre los
suelos se destacan: los egipcios, asirios, chinos, griegos y romanos.
Los primeros ensayos tendentes a generalizar el conocimiento sobre los suelos se
encontraron en Grecia donde en la filosofía de Aristóteles y su discípulo Teofrasto
(siglo IV a.n.e.) aparecen declaraciones referidas a las propiedades de los suelos
como: espléndidos, buenos, fértiles, aceptables, agotados, pobres infecundos y
estériles. También en las obras de científicos romanos de la antigüedad (Cantón,
Varrón, Columela y otros) pudieron encontrarse información sobre el suelo.
Luego con la decadencia de las principales culturas antiguas ocurrió un
detenimiento de los estudios de suelos y resurgen en el siglo XVI en los países
económicamente más desarrollados.
En Europa comienzan a aparecer teorías sobre la nutrición de las plantas sólo por
el agua, cuyo predominio se extendió hasta el año 1656, en el que el científico
Glauber dio a conocer su hipótesis de que el nitro era el principio de la
vegetación, más tarde en 1741, otro científico nombrado Kubel lanzó su teoría de
que el principio de la vegetación lo constituía un material obtenido del
humus.
En 1809, el científico alemán Von Thaer, planteó que la fertilidad del suelo
depende del humus, el cual aparte del agua, también suministra alimento
para las plantas y es un producto de la vida y una condición de esta.
En 1840, el científico Liebig Justus expresó una crítica a la teoría del humus y
ofreció la teoría de la nutrición mineral, estas ideas fueron demostradas por los
científicos Virghan y Pelstrof.
A mediados del siglo XIX surgió en Alemania una nueva ciencia: la Agrogeología,
representada por los científicos, Fallu, Ort y Rijtgofen, los cuales estudian el suelo
como la formación geológica surgida mediante la meteorización. Esto implica
que para la clasificación de los suelos en esa época se basaban en las diferencias
químicas de las rocas, por lo cual fueron divididos en: graníticos, gnéisicos,
calcáreos, loes, arenosos, areno-arcillosos y arcillosos.
Por su parte los científicos rusos iniciaron la Pedología científica y contribuyeron
grandemente a su desarrollo. En 1711- 1765, el científico ruso Lomonosov, expuso
que el desarrollo de los suelos ocurre en el tiempo como resultado de la acción de
las plantas sobre las rocas.
Luego surge la Pedología como ciencia en la década del 80 del siglo pasado en la
Universidad de San Petesburgo, su fundador fue el científico ruso Vladimir V.
Dokuchaev, que además de estudiar los suelos como un cuerpo natural que se
encuentra en continuo desarrollo y demostró que este representa el cuarto reino
de la naturaleza y que su formación resulta de la interacción de las rocas
originales y numerosas factores como el clima, los organismos vegetales y
animales, las aguas superficiales y subterráneas, el relieve, la edad de la región y
la actividad humana, también, consideró el proceso de formación del suelo de
forma dialéctica, como funciones eternamente variables de las zonas de los
terrenos y de las formaciones típicas del suelo y planteó la base científica de su
clasificación genética, estableciendo el vínculo que se crea y que actúa entre los
diferentes suelos y las asociaciones vegetales y animales.
Finalmente, este científico formuló la relación dialéctica entre el suelo y el paisaje
considerándolo no sólo parte esencial de este, sino también como un espejo.
Sentó las bases de una selección diferenciada por zonas, de los diferentes
métodos agronómicos (rotación, mejoramiento, laboreo e irrigación). Exigió un
estudio de las condiciones de cultivo de la tierra en todos sus aspectos, y
obligatoriamente, en su acción recíproca.
En el período 1845-1895, surgió la Pedología agronómica (Edafología),
reconociéndose como su fundador al científico ruso Kostichov, el cual estudió los
suelos en su relación con las plantas y determinó que su formación resulta del
proceso biológico que representa en sí la capa superficial de la tierra y que en su
profundidad se desarrolla la masa principal de las raíces de las plantas. Señaló
que la fertilidad representa una propiedad muy compleja, que depende no sólo de
los procesos químicos, sino también de las propiedades físicas y biológicas.
Determinó el grado de descomposición de los residuos vegetales dependientes de
la temperatura, la humedad, las propiedades físicas del suelos, así como de la
existencia de cal. Fundó la Microbiología del suelo.
En 1838 se inició en Rusia los estudios de evaluación de tierras y en 1851, el
científico Vesielevsky confirmó y publicó el mapa de los suelos de la Rusia
europea.
En época más reciente, otros científicos rusos como Guerasimov (1906)
introdujeron nuevas nociones pedogeográficas, entre ellas la fracción pedológica,
además este científico es considerado el creador de la clasificación genética de
los suelos, siendo autor y redactor de mapas genéticos de su país y de otros. Fue
presidente de la Asociación Pedológica de la antigua URSS. Otros científicos
como Zoon han estudiado la Pedología tropical, dedicando algunas de sus obras a
las particularidades genéticas de los suelos de Cuba. Las ideas de la Pedología
soviética han influido en el desarrollo de diferentes escuelas como en Alemania.La
Ciencia del suelo ha evolucionado y en la actualidad cuenta con innumerables
científicos que en diferentes partes del mundo se dedican al estudio de los suelos.
En Cuba, los primeros intentos comienzan con los trabajos de clasificación de
suelos de Crawley (1916), los doctores norteamericanos Bennett y Allison (1928)
que establecieron las características morfológicas y algunas propiedades físico-
químicas y publican su obra “Los suelos de Cuba” y el mapa básico a escala
1: 800 000.
Después del triunfo de la Revolución, se han llevado a cabo diferentes intentos de
clasificación genética de los suelos, estableciéndose diferentes criterios de
clasificación y se desarrollaron tres versiones: la de 1971, la de 1975 y la de 1980.
Aunque en el país se han logrado avances en el conocimiento y la clasificación de
los suelos, se necesita profundizar más en los procesos de formación y en la
caracterización más detallada de los mismos, de modo tal, que estos estudios
sirvan para un mejor uso del recurso suelos.
1.5. Génesis del suelo. Concepción genética del estudio de los suelos

Indicaciones Metodológicas: el profesor dará a conocer la definición de génesis


del suelo orientando la fuente bibliográfica, para lo cual podrá apoyarse en
diferentes medios como la pizarra, computadora, video, etc, y mostrará a los
estudiantes la conformación del perfil de suelo.

Explicación del contenido

1.5.1. Génesis del suelo

La génesis del suelo o edafogénesis se define como el área de las Ciencias del
suelo que estudia los factores y procesos formadores del mismo y cuando esta
actividad se combina con la clasificación de suelos, se le denomina Pedología.
Para Barret y Shaetz (1989) consiste en un conjunto de procesos progresivos por
los cuales un material originario, posiblemente isotrópico 1, se transforma en un
suelo con uno o más horizontes.

Concepción genética del estudio de los suelos

Se fundamenta en la concepción de Dokuchaiev (El padre de las Ciencias del


Suelo) que ha sido completada por pedólogos soviéticos y que establece que:

FA C TOR ES PR O CE SO S Propiedade s
de formación de formac ión del suelo

El origen del suelo está determinado por el conjunto de fenómenos físicos,


químicos, físico – químicos, biológicos y sociales que transcurren y determinan
una u otra composición y características.

1
Concepto de isotrópico
Durante la formación de suelo ocurren fenómenos muy diferentes y opuestos que
determinan su existencia.

 Descomposición de minerales primarios, formación de minerales secundarios.

 Acumulación de residuos orgánicos y su descomposición con la formación de


humus y otros compuestos.

Para el estudio de los suelos siempre se parte de sus propiedades y a partir de


éstas se establecen factores y procesos:

Factores de formación: Procesos de formación:


Material de origen Sialitización
Vegetación y organismos del suelo Ferralitización
Clima
Salinización
Relieve
Tiempo Gleyzación
Actividad productiva del hombre. Slitogénesis y otros.

Propiedades:
Físicas: Textura, estructura, compacidad
Químicas: Tipo de coloides minerales y orgánicos. Materia Orgánica
Físico – Químicas: pH, CCB, CCC, % SB(V).
Hidrofísicas: Permeabilidad, infiltración y otros
Biológicas: Macro y Meso fauna, microorganismos, bacterias, actinomicetos, hongos

El proceso de formación del suelo es un complejo o secuencia de procesos que


incluyen tanto complicadas reacciones como comparativamente simples
reordenamientos de materia, que afectan íntimamente al material edáfico en el
que operan. Numerosos procesos pueden actuar ya sea en secuencia o
simultáneamente, reforzándose o neutralizándose entre sí. A pesar de esta
complejidad, pueden señalarse cuatro etapas en la génesis del suelo:
 La formación de la regolita por meteorización y lixiviación de la roca madre.
 La descomposición de los residuos vegetales.
 La incorporación de los productos de la descomposición en el material mineral de
partida.
 La diferenciación del perfil del suelo en horizontes.
En alguna medida las tres primeras etapas ya han sido consideradas. Veamos
ahora la diferenciación del perfil cuyo desarrollo y diferenciación de los horizontes
del perfil del suelo depende de la acción de los cuatro procesos primarios
siguientes:
a) Adiciones
b) Sustracciones o remociones
c) Transferencias o redistribuciones
d) Transformaciones
Estos procesos afectan a los diversos productos de la meteorización de las rocas,
tanto solubles como insolubles, incluyendo sales, minerales de arcillas y óxidos
coloidales, así como a los diversos productos orgánicos resultantes de la
descomposición de los residuos vegetales. A continuación se describen de forma
detallada cada uno de estos procesos:
a) Adiciones. Corresponde a los procesos de incorporación al suelo de materiales
minerales y orgánicos sólidos, líquidos y gaseosos, donde se incluyen:
• Residuos vegetales (hojarascas, flores, frutos, ramas, raíces), y sus productos de
descomposición, incluyendo el humus.
• Ácidos carbónico y nítrico (este último producido por las tormentas eléctricas).
• Polvos finos o aerosoles y precipitación radioactiva.
• Productos de la erosión y llevados ladera abajo por el agua o en forma
combinada con la gravedad.
• Materiales aluviales depositados.
• Materiales eólicos (loess).
• Materiales morénicos.
• Materiales piroclásticos.
De estos materiales, sólo los tres primeros se consideran adiciones normales al
suelo. Los restantes, salvo que se agreguen en cantidades pequeñas que puedan
ser inmediatamente incorporadas y asimiladas al suelo en formación, son
considerados materiales anormales que en grandes cantidades sepultan al suelo
en formación, constituyéndose en roca madre para un nuevo suelo.
Dentro del proceso de adición pueden diferenciarse distintos tipos de
enriquecimiento como son:
Cumulización: adiciones de materiales fluviales, coluviales, y/o eólicos a la
superficie del suelo que engrosan el espesor del horizonte A.
Melanización: oscurecimiento del material mineral inicial por la adición e
incorporación de materia orgánica.
Acumulación orgánica: enriquecimiento de materia orgánica y humus en la
superficie del suelo mineral hasta una cierta profundidad.
Estas formas de adición dan lugar a la formación de los horizontes O, A y a los
epipedones.
b) Sustracciones o remociones. Comprenden los procesos que llevan a la
pérdida o a la completa eliminación de materias del perfil del suelo. Los procesos
afectan principalmente a las sales simples y otras sustancias solubles en agua o
que pasan rápidamente al estado de dispersión coloidal o suspensión fina. El
agente de remoción es el agua de drenaje y el proceso se denomina lixiviación o
lavado. La remoción completa sólo ocurre cuando la precipitación es mayor que la
evapotranspiración potencial y cuando la cantidad de agua que penetra en el perfil
es mayor de la que se necesita para saturar por completo la porosidad de
retención del suelo.
Desde este punto de vista el régimen hídrico de los suelos se clasifica en:
Percolativo o endopercolativo: las precipitaciones superan marcadamente a la
evapotranspiración bajo condiciones de drenaje interno libre.
Subpercolatilativo: las precipitaciones pueden superar en algunas estaciones del
año a la Etp, pero el balance anual es negativo o equilibrado.
Epipercolativo: las precipitaciones son menores que la Etp. Los ascensos de
sustancias son mayores que los descensos.
Anfipercolativo: régimen hídrico fluctuante con períodos temporarios de
saturación con agua.
No percolativo: de saturación permanente con agua.
Las sales solubles que se remueven por lixiviación incluyen carbonatos,
bicarbonatos, cloruros, sulfatos, nitratos y nitritos principalmente de los metales
alcalinos y alcalinos térreos. La remoción progresiva de ellos sigue el orden
indicado en la serie de Polinov, que presenta las siguientes fases:
FASE I: cloruros y sulfatos.
FASE II: incluye los elementos básicos, Ca, Na, Mg y K, que son removidos
mientras la sílice aún queda.
FASE III: de la sílice, en la que la SiO2 móvil es eliminada lentamente.
FASE IV: fase residual, que consiste de materiales inertes especialmente óxidos,
oxihidratos de hierro y aluminio. La remoción de la sílice marca la fase final de la
lixiviación e indica que se ha alcanzado la senectud en la evolución del suelo. La
erosión se considera también un proceso de remoción.
c) Transferencias o redistribuciones. Por transferencias o redistribuciones se
entiende la traslocación de materiales de un punto a otro del perfil. Nuevamente
aquí el agua natural es el agente principal y el proceso puede ser considerado
como un proceso de lixiviación restringido o lento. La restricción puede ser
atribuida a precipitaciones insuficientes (regímenes sub o epipercolativo) y el
retardo a la presencia de impedimentos que reducen la velocidad de percolación y
la eliminación del agua de drenaje (regímenes anfi o no percolativo).
Las transferencias dentro del perfil del suelo son la causa principal de su
diferenciación en horizontes. Estos procesos involucran a varias sustancias, entre
las materias que son redistribuidas se encuentran: las sales solubles, proceso que
incluye la desalinización y la salinización, lo que da lugar a la individualización del
horizonte sálico; los carbonatos de Ca y de Mg y el sulfato de Ca, mediante el
proceso de decalcificación y calcificación, que da lugar a la formación de los
horizontes cálcico, gípsico, petrocálcico y petrogípsico; la eluviación y la iluviación,
involucra a los procesos de transferencia mecánica de la arcilla coloidal mediante
un mecanismo que específicamente se denomina lessivage y de Fe, Al y humus
por queluviación (formación y migración de quelatos de los ácidos orgánicos con
cationes metálicos polivalentes), en el proceso de podzolización. La eluviación y la
iluviación da origen a los horizontes iluviales Bt, Btn, Bh, Bhs, Bs, y al horizonte
eluvial E.
Igualmente los fenómenos de pedoturbación o haploidización (mezcla de
horizontes), ya sean de naturaleza biológica (lombrices, termitas, raices, etc) como
física (expansiones y contracciones por humedecimiento y secado, etc.), pueden
considerarse dentro del proceso de transferencia.
El reciclaje de elementos nutritivos por las raíces de las plantas, que los toman en
profundidad para luego liberarlos en la superficie cuando son mineralizados sus
restos orgánicos, es un proceso de transferencia que se opone a la lixiviación.
d) Transformaciones
Corresponden a alteraciones físicas, químicas o biológicas que afectan
principalmente a las fracciones mineral y orgánica del suelo y que como en los
casos anteriores, el agua es el principal agente. Las alteraciones físicas pueden
consistir en la destrucción de la estructura original de la roca y la generación de
una estructura pedológica (diferenciación del horizonte Bw, que estructura
horizontes cámbicos).
Las transformaciones o alteraciones químicas pueden resultar de la hidrólisis de
algunos minerales primarios para formar minerales de arcillas provocando el
enriquecimiento in situ, no iluvial, de esta fracción, para diferenciar el horizonte Bw
(consistencia). La alteración de los minerales primarios puede también llevar a la
liberación "in situ" de sesquióxidos que ya sea que impregnen el material edáfico
para diferenciar el horizonte Bw (color), o que enriquezcan residualmente el
horizonte por migración selectiva de otros compuestos (SiO2), para constituir el
horizonte Box (horizonte óxico). Una vez que los minerales secundarios han sido
generados vía transformación química, quedan sujetos a otros procesos
(transferencias, remociones), para diferenciar otros horizontes. Las alteraciones
resultantes de los procesos de oxi-reducción llevan a la diferenciación de
horizontes gley y pseudogley (horizontes con subíndice g).
Entre las transformaciones biológicas se destacan la humificación (procesos
bioquímicos que llevan a la formación del humus) y la paludización (acumulación
de masas espesas de materiales orgánicos en sitios pobremente drenados) que
lleva a la individualización del epipedon hístico.
I.5. Definición de suelo y perfil del suelo. Sus horizontes
Indicaciones Metodológicas. Para dar inicio a este aspecto primero se dará a
conocer ¿Qué es el suelo desde diferentes puntos de vista y conceptos?
Explicación del contenido

Definición de suelo: debe llamarse suelo a los horizontes externos de las rocas,
transformadas naturalmente mediante la acción conjuntamente del aire, agua y
distintas clases de organismos vivos y muertos. Es un cuerpo natural que posee
profundidad, espesor y longitud (tridimensional), es un producto de la naturaleza
resultado tanto de fuerzas constructivas como destructivas y que crea un habitad
propicia para el desarrollo de las plantas económicas, existiendo una gran
interrelación de sus diversos componentes.

Es un sistema integrado por tres fases y un grupo variable de constituyentes, que


se encuentran en las capas superiores de la corteza terrestre y está afectado por
todas las esferas que componen el planeta tierra.

Atmósfera: es la esfera más externa y extensa del planeta Tierra. Sus elementos
componentes determinan el clima.

Biosfera: integrado por macro y microorganismos de origen animal o vegetal.


Influyen en la formación de los suelos tanto vivos como muertos, constituyen lo
que se llama factor biológico. Se encuentra en la atmósfera, hidrosfera como en
la litosfera.

Hidrosfera: todos los estados en que se encuentra el agua son determinantes en


la formación de los suelos.

Litosfera o corteza terrestre: es la parte sólida del planeta, es la parte central e


inferior, está constituida por el magma que es un fluido viscoso de la cual se
originan las rocas ígneas y a partir de estas las sedimentarias y de estas dos, las
metamórficas: Las rocas son la base sustentadora a partir de las cuales se forman
los suelos que ocupan la parte más externa de la corteza. La corteza terrestre se
caracteriza por tener elevaciones y/o hendiduras lo que determina el relieve
característico de una zona determinada y es otro de los factores que influyen en
su formación y distribución. A la hora de analizar los suelos se hace obligatorio el
estadio de los asentamientos humanos (ciudades, pueblos, aldeas, etc.) ya que la
actividad productiva del hombre sobre el suelo es un factor de vital importancia en
sus transformaciones.

Los suelos cambian mucho de un lugar a otro. La composición química y la


estructura física del suelo en un lugar dado, están determinadas por el tipo de
material geológico del que se origina, por la cubierta vegetal, por la cantidad de
tiempo en que ha actuado la meteorización, por la topografía y por los cambios
artificiales resultantes de las actividades humanas. Las variaciones del suelo en la
naturaleza son graduales, excepto las derivadas de desastres naturales. Sin
embargo, el cultivo de la tierra priva al suelo de su cubierta vegetal y de mucha de
su protección contra la erosión del agua y del viento, por lo que estos cambios
pueden ser más rápidos.
Desde el punto de vista geológico: se define al suelo como la fina capa de
material fértil que recubre la superficie de la Tierra, situada en el límite entre la
atmósfera y la zona continental de la corteza terrestre para proporcionar a los
seres vivos los recursos que necesitan , por tanto, constituye el soporte de la vida
(Figura 1-1).
Figura 1-1. Sección transversal de la Tierra a través de un continente

Desde el punto de vista científico, el suelo constituye el objeto de estudio de la


Edafología, la cual lo define como "ente natural organizado e independiente, con
unos constituyentes, propiedades y génesis que son el resultado de la actuación
de una serie de factores activos (clima, organismos, relieve y tiempo) sobre un
material pasivo (la roca madre)". El suelo forma un sistema abierto a la atmósfera
y la corteza que almacena de forma temporal los recursos necesarios para los
seres vivos (Figura 1-2). La disponibilidad de estos recursos (agua, energía,
nutrientes minerales, etc.) depende de la intensidad y velocidad de los procesos
de intercambio entre el suelo y el resto de compartimentos de los sistemas
ecológicos.
Desde el punto de vista de las Ciencias de la Tierra y de la vida, se denomina
suelo a la parte superficial de la corteza terrestre, biológicamente activo, que
tiende a desarrollarse en la superficie de las tierras emergidas por la influencia de
la intemperie y de los seres vivos.

Otros conceptos de suelo

El concepto de suelo ha ido modificándose conforme ha ido avanzando el


conocimiento de sus componentes y la relación entre ellos.
- Frank Albert Fallou (1862), científico alemán, plantea que el suelo puede
considerarse como “el producto de la alteración, que como dientes, va royendo la
superficie de la tierra”.
-Emil Ramann (1928), también alemán, dio a conocer que el suelo es “la capa
superior de alteración de la corteza”.
-Lavy, pensaba que el suelo no era más que una clase de roca.
Todos estos científicos en sentido general, plantean conceptos de suelo
meramente geológicos.
-Eugene Woldemar Hilgard (1906), científico norteamericano con una formación
más amplia como geólogo, edafólogo y agrónomo, conceptualiza el suelo como”el
material más o menos suelto, en el que las plantas encuentran soporte y
nutrición”.
-Robinson (1930) afirmaba que el suelo es la alteración físico-química de la roca,
los residuos orgánicos y los excrementos.
-Walter L. Kubiena, investigador radicado en España, “el suelo es la capa viviente
de transformación de la corteza sólida terrestre surgida bajo el influjo de la vida y
de las especiales condiciones del hábitat biológico, sometida a un constante
cambio estacional y desarrollo peculiar”.
-José María Albareda (1940) definió al suelo como “una formación limítrofe, zona
en que se compenetran la parte sólida, líquida y gaseosa de la tierra, lo mineral
inorgánico, los seres vivos y los restos de la vida, crecimientos y destrucciones,
lavados y evaporaciones, una complejidad natural sometida a una complejidad
dinámica”.
-Philippe Duchaufour (1956) edafólogo francés, definió el suelo como una
“colección de cuerpos naturales de la superficie terrestre que soporta plantas, que
llega desde los materiales no consolidados e inorgánicos que yacen en la zona de
las raíces de plantas nativas perennes a donde se han desarrollado horizontes
impermeables a las raíces o los dos metros más superficiales de propiedades
distintas al material rocoso subyacente, como resultado de la acción de
organismos vivos, clima, roca madre y relieve”.
-Simonson (1959), consideran al suelo como una caja negra susceptible de
formalizarse mediante el análisis de sus factores formadores.
-Vladimir V. Dokuchaev, científico ruso considerado el Padre de la Pedología, en la
década de los 80 del siglo pasado definió al suelo como “cuerpo natural que se
encuentra en continuo desarrollo cuya formación resulta de la interacción de
las rocas originales y numerosas factores como el clima, los organismos
vegetales y animales, las aguas superficiales y subterráneas, el relieve, la
edad de la región y la actividad humana.
En el gráfico 1 se muestra esta interacción del proceso de formación del suelo.
Gráfico 1. Formación del suelo
- Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, 1998), el suelo es un
cuerpo natural formado por una fase sólida (minerales y materia orgánica), una
fase líquida y una fase gaseosa que ocupa la superficie de la tierra, organizada en
horizontes o capas de materiales distintos a la roca madre, como resultado de
adiciones, pérdidas, transferencias y transformaciones de materia y energía, que
tiene capacidad para servir de soporte a las plantas con raíces en un medio
natural. Los límites superiores del suelo son la atmósfera, las aguas superficiales
poco profundas (es decir, que pueden soportar el crecimiento de raíces), las
plantas vivas o el material orgánico que no ha comenzado a descomponerse. Los
límites horizontales los constituyen áreas donde el suelo es invadido por aguas
profundas (más de 2.5 m), materiales estériles, rocas o hielo. El límite inferior está
constituido por la roca dura y continua. De manera arbitraria, la profundidad
máxima del suelo se establece en 2 m. De este modo, la visión del suelo como
una intersección de atmósfera, litosfera, hidrosfera y biosfera ha dejado paso a un
concepto de suelo como un subsistema de los ecosistemas terrestres.
Este concepto sistémico del suelo implica tres características fundamentales:
 Complejidad: el suelo está caracterizado por una atmósfera interna, una
economía particular del agua, una flora y fauna determinada, unas partículas
minerales y unas partículas orgánicas, estando todos estos componentes
fuertemente relacionados.
 Dinamismo: el suelo adquiere progresivamente sus propiedades por la acción
combinada del medio. La roca madre se altera por influencia del clima y la
vegetación; los residuos vegetales y animales son atacados por los
microorganismos del suelo, forman complejos orgánicos coloidales que se
denominan humus y que después se mineralizan progresivamente; se establecen
uniones más o menos íntimas entre los minerales procedentes de la alteración de
la roca y el humus; las sustancias solubilizadas y las partículas coloidales sufren
migraciones. Así, al fin de su proceso evolutivo, el suelo da lugar a un medio
estable y equilibrado con el clima, la vegetación y la roca madre. Sin embargo,
este equilibrio puede romperse mediante una modificación apreciable del clima o
la vegetación, comenzando un nuevo proceso de evolución.
 Permeabilidad: el suelo es un sistema abierto. Esta permeabilidad repercute en
la mayor o menor facilidad de degradación.
Desde el punto de vista científico más actualizado, la Edafología define al suelo
como “un ente natural organizado e independiente, con unos constituyentes,
propiedades y génesis que son el sobre un material pasivo (la roca madre)".
1.3.3. El perfil y los horizontes del suelo

Como la edafización (proceso de formación de suelos) actúa desde la superficie y


va perdiendo su intensidad conforme profundizamos hacia la roca madre, el
material se altera de un modo diferencial y como resultado de la actuación de
estos procesos de meteorización y traslocación se pasa de un material
homogéneo o uniforme, como es la roca, a un material heterogéneo, estratificado
en capas con diferentes propiedades como es el suelo; es decir, se produce la
horizonación del material. Y es precisamente esta característica, representada por
la variación regular de las propiedades y constituyentes del suelo en función de la
profundidad, la característica más representativa de los suelos, rasgo que los
diferencia claramente de las rocas. A cada capa en que se organiza el material del
suelo se le denomina horizonte, y su superposición constituye el perfil del suelo.
Los horizontes constituyen las unidades para el estudio y para la clasificación de
los suelos. Estos horizontes edáficos son capas aproximadamente paralelas a la
superficie del terreno y se establecen en función de cambios de las propiedades y
constituyentes (que son el resultado de la actuación de los procesos de formación
del suelo) con respecto a las capas inmediatas. En la foto1 se aprecia un perfil de
suelo, donde se realiza la descripción de los horizontes en una cala o calicata.

Foto 1. Descripción de un perfil de suelo

Los horizontes se ponen, normalmente, de manifiesto en el campo, en el perfil del


suelo, pero los datos de laboratorio sirven para confirmar y caracterizar a estos
horizontes. Generalmente bastan sólo tres propiedades para establecer la
horizonación de un suelo: color, textura y estructura. Aunque propiedades como la
consistencia, la reacción ácida y otras, son a veces de gran ayuda, el más mínimo
cambio detectado (en una sola o en varias de estas propiedades) es suficiente
para diferenciar un nuevo horizonte.

Debido a la naturaleza misma del suelo el contraste entre los horizontes puede ser
marcado y evidente en algunos casos y en otros no observarse cambios notables
en cuanto a su color, su secuencia también varía así como su profundidad. La
mayoría de los horizontes son continuos, pero puede existir discontinuidad. En
distancias mayores los horizontes pueden variar en sentido lateral e incluso con
propiedades distintas.

La disimilitud de las tasas de cambio en los horizontes es otra característica


importante del suelo, ya que no sólo varían en sentido vertical sino también lateral,
lo que es debido a movimientos en la superficie (dependen del relieve).

Como el suelo es un cuerpo tridimensional que cambia no sólo en espacio, sino


también en el tiempo, por ello, que los horizontes varían en espesor, profundidad y
lateralmente. En la Figura 2.5 se muestra que el suelo es tridimensional.

Figura 2.5. Perfil tridimensional. Tomado de COMARNA (1994).

Materia orgánica o
humus
Mantillo

Horizonte
edafológico Capa intermedia
Roca madre
Lecho rocoso

Los suelos pueden alcanzar determinada profundidad en función de los factores


que le dan origen y para su estudio es necesario hacer una cala o calicata donde
se puedan valorar los diferentes horizontes que presente el perfil que se valora.
Los suelos varían lateralmente y en superficie puede encontrarse variabilidad en
sus propiedades y estos pueden modificarse en el tiempo en función de la
actividad de los agentes del intemperismo.

Designación de los horizontes del suelo

Un suelo se caracteriza cuando se describen y definen las propiedades de sus


horizontes. Para determinar las relaciones entre los horizontes de un perfil y
comparar estos, entre suelos diferentes se utilizan descripciones morfológicas de
los perfiles, que tienen una determinada constitución genética.
Las designaciones de los horizontes constituyen un elemento en la definición de
las unidades de suelo y en la descripción de perfiles representativos. Los símbolos
que se utilizan son:

Designación de los horizontes del suelo.

Las designaciones de los horizontes constituyen un elemento en la definición de


las unidades de suelo y en la descripción de perfiles representativos. Los símbolos
que se utilizan son:

Letras mayúsculas: H, O, A, B C y R. Indican los horizontes maestros o tipos


dominantes de disociación del material materno. Estrictamente a C y R no se le
debía llamar horizontes, sino capas, puesto que sus características no son
producidas por factores formadores de suelos. Para los horizontes transicionales
se emplean combinaciones de letras mayúsculas.

Letras minúsculas: se les usa como sufijos para calificar a los horizontes
maestros en término del tipo de desviación del material materno supuesto. Siguen
de inmediato a las mayúsculas, se pueden usar para indicar características que
ocurren en forma simultánea.

Números arábicos sufijos: es para indicar subdivisiones verticales de un


horizonte de suelo. Para los horizontes A y B la cifra sufijo va precedida por una
letra minúscula sufijo.

Números arábicos prefijos: indican discontinuidades litológicas.

Horizontes Maestros: tienen carácter cualitativo.

H: es un horizonte orgánico que está formado o se está formando por


acumulaciones de materia orgánica depositadas en la superficie, que está
saturado de agua durante períodos prolongados.

Contiene:

- 30% o más de M.O. si arcilla >60%.

- 20% o más de M.O. si no contiene arcilla.

- 20 - 30% de M.O. Si arcilla < 60%.


O: un horizonte formado o en formación por acumulaciones de M.O. depositada en
la superficie que está saturado de agua durante unos cuantos días al año y
contiene 35% o más de M.O. Los horizontes O son los que se desarrollan encima
de algunos suelos minerales, ej: la capa de humus bruto que cubre a ciertos
suelos ácidos. Por lo general en esos horizontes el material orgánico está poco
descompuesto y se presentan en condiciones de drenaje natural bueno. Esa
designación se incluye a los horizontes formados por la descomposición de las
raíces que se encuentran debajo de la superficie de los suelos minerales que
caracteriza el horizonte A. Es posible encontrar horizontes O enterrado debajo de
la superficie.

A: es un horizonte mineral que está formado o en formación, adyacente a la


superficie, el cual puede tener las siguientes caracterìsticas:

a) Muestra una acumulación de M.O. humificada, íntimamente asociada a su


fracción mineral.

b) Tiene una morfología tìpica adquirida por la formación del suelo, pero carece de
las propiedades de los horizontes B y C.

La materia orgánica de los horizontes A está bien descompuesta y distribuida.


Tiene colores más oscuros que los horizontes subyacentes, exceptuando en los
climas cálidos y áridos los que pueden ser más claros que los inferiores.

B: Horizonte mineral en el cual se ha desvanecido la estructura de la roca o está


evidente de forma débil y presenta una o más de las siguientes características:

a) Una concentración iluvial de arcilla silicatada, Fe, AL, o humus, solos o en


combinaciones.

b) Una concentración residual de sesquióxidos con relación a materiales


originales.

c) Una alteración de la condición primitiva del material original, al grado que se


forman arcillas silicatadas, se liberan óxidos, ocurren ambos fenómenos o bien
se forma una estructura granular de bloques o prismática.
Los horizontes B pueden ser muy diferentes, por lo general antes de identificarlos
es necesario establecer las relaciones con los horizontes superiores e inferiores y
estimar cómo se ha formado el horizonte B. En consecuencia para que la
descripción de un perfil tenga suficiente connotación se necesita calificar a los
horizontes B con un subfijo.

Ej. Un horizonte B húmico se designa Bh

Un horizonte B con Fe se designa Bs

Un horizonte B por textura se designa Bt

Un horizonte B por color se designa Bw

Pueden mostrar también acumulaciones de CaCO 3, CaSO42H2O, pero estos no


son los que distinguen al horizonte B.

C: Horizonte o capa mineral de material no consolidado del cual se presume que


se ha formado el solum y que no muestra propiedades de otros horizontes.
Pueden contener CaCO3, CaSO4.2H2O.

Puede estar formado por rocas sedimentarias como margas, piedras de limo y
areniscas o por esquistos que permiten escarbarlos con la pala se les califica con
el sufijo Cm para decir que están compactados.

R. La roca endurecida.

Horizontes transicionales: se combinan las propiedades de dos horizontes


maestros están indicadas por combinaciones de dos letras mayúsculas: AB, BC,
CB, BA, AC y CA. La primera letra indica a qué horizonte se asemeja más.

Sufijos de letras minúsculas y su significado . Para calificar la designación del


horizonte maestro se puede añadir a la letra mayúscula una minúscula. Las letras
sufijos se pueden combinar para indicar propiedades que se presentan en forma
concurrente en el mismo horizonte maestro. No se debe usar en combinación más
de dos sufijos. En horizontes transicionales no se usan sufijos, pero se puede
emplear un sufijo que se aplique al horizonte transicional en conjunto.

Las letras de los sufijos son:


b. Horizonte de suelo enterrado o bisecuencial: Btb.

c. Acumulación en forma de concreciones. Este sufijo recesa generalmente con


otro sufijo para indicar la naturaleza del material concrecionario: Bck, Bcs.

g. Moteado que refleja variaciones en oxidación y reducción ej; Bg, Btg.

h.: Acumulación de M.O. en los horizontes minerales. Ej; Ah Bh. En los horizontes
A el sufijo h se aplica solo cuando no hay disturbio o mezcla por labranza,
pastoreo y otros (h y p son mutuamente exclusivos)

k. Acumulación de CaCO3.

m. Fuertemente cementado consolidado o endurecido. Se usa en combinación con


otro sufijo que indique el material CEMENTANTE ej. Cmk señalan un horizonte
petrocálcico con un horizonte C; Bms indicando la existencia de una capa de Fe
de un horizonte B.

n: Acumulación de sodio (Na) ej: Btn

P: disturbio por aradura u otras prácticas de cultivo ej Ap.

q. Acumulación de Sílice ej. Cmq.

r. Reducción intensa, resultante de la influencia del agua freática ej. Cr.

s. Acumulación de sequióxidos (Al2O3, Fe2O3) ej. Bs

t. Acumulación iluvial de arcilla ej. Bt.

u. No especificado. Se usa en relación con los horizontes A y B que no se han calificado


con otro sufijo, pero que tiene que ser subdividido por sufijos de números ej. Au1, Au2,
Bu1, Bu2. La adición de la letra u a la mayúscula se establece para evitar confusiones
con las notaciones anteriores A1,, A2, A3, B1, B2, B3, en los cuales los números tenían
una connotacion genética. Si no es necesario subdivisiones con sufijos numéricos se
pueden usar los símbolos A y B sin la u.

w. Alteración insitu según se refleja por el contenido de arcilla, color, estructura. Ej. Bau.

x . Presencia de un fragipan ej Btx, Cx.

y. Acumulación de yeso ej. Cy.

z. acumulación de sales más solubles que el yeso. ej. Az, Ahz.


Para calificar los horizontes H se utilizan:

I = formados por materiales fíbricos.

E = formado por materiales hémicos

A = formado por materiales sápricos.

Los sufijos de letras se pueden usar para designar horizontes diagnósticos y


características de un perfil.

Horizonte B argílico Bt

Horizonte B nátrico Btn

Horizonte B cámbico Bw

Horizonte B spódico Bhs, Bh y Bs

Horizonte B oxico bws

Horizonte B cálcico K

Horizonte B petrocálcico mK

Horizonte B gypsico y

Horizonte B petrogypsico my

Horizonte B petroférrico ms

Plintita sq

Fragipan x

Horizonte de gley reducido r

Capas moteados g.

Sufijos de Números: Los horizontes designados por una sola combinación de símbolos
de letras se pueden dividir verticalmente numerados en forma consecutiva cada
subdivisión comenzando en la parte superior del horizonte Ej: Bt1 – Bt2 – Bt3 – Bt4. Los
sufijos numéricos siempre van después de los símbolos de litros. El número de secuencia
se aplica sólo a un símbolo de tal manera que encaso de un cambio de símbolo se
reanuda la secuencia ej. Bt1 – Bt2 – Btx1 – Btx2.

Sin embargo una secuencia no se interrumpe por una discontinuidad litológica Ej. Bt1 – Bt2
– Bt3.
Las subdivisiones numéricas también se pueden aplicar a los horizontes transicionales ej.
AB1 – AB2 en cuyo caso no se entiende que el sufijo se aplica a todo el horizonte y no sólo
a la última letra mayúscula. Para evitar conflictos con el sistema antiguo de rotación, no se
usan números como sufijos en A y B. Si se necesita dividir se pone u.

Prefijos Numéricos: Cuando se hace necesario distinguir discontinuidades litológicas se


emplean números arábicos como prefijos en las designaciones de los horizontes
respectivos. Ej. Cuando el horizonte C es diferente del material en que se presume que se
formó el suelo, se pude dar la secuencia siguiente: A, B, 2 C las capas que dentro del
horizonte C muestra gran contraste pueden indicarse en una secuencia como: A, B, 2C,
3C

 Horizontes principales. La designación de horizontes constituye uno de los


pasos fundamentales en la clasificación de los suelos, para designar a los mismos
se usan un conjunto de letras y de números. Los horizontes se designan mediante
letras mayúsculas que nos indican las características fundamentales del material
de que está constituido. De manera simple, los horizontes principales se designan
mediante las siguientes letras:
“H”. Acumulaciones de materia orgánica sin descomponer (>20-30%), saturados
en agua por largos períodos. Es el horizonte de las turbas.
“O”. Capa de hojarasca sobre la superficie del suelo (sin saturar agua; >35%),
frecuente en los bosques.
“A”. Formado en la superficie, con mayor porcentaje de materia orgánica
(transformada) que los horizontes situados debajo. Típicamente de color gris
oscuro, más o menos negro, pero cuando contiene poca materia orgánica (suelos
cultivados) puede ser claro. Estructura migajosa y granular.
“E”. Horizonte de fuerte lavado. Típicamente situado entre un A y un B. Con menos
arcilla y óxidos de Fe y Al que el horizonte A y B. Con menos materia orgánica que
el A. Muy arenosos y de colores muy claros (altos values). Estructura de muy bajo
grado de desarrollo (la laminar es típica de este horizonte).
“B”. Horizonte de enriquecimiento en: arcilla (iluvial o in situ), óxidos de Fe y Al
(iluviales o in situ) o de materia orgánica (sólo si es de origen iluvial; no in situ), o
también por enriquecimiento residual por lavado de los carbonatos (si estaban
presentes en la roca). De colores pardos y rojos, de cromas (cantidad de color)
más intensos o hue (tonalidad del color) más rojo que el material original = hor. C).
Con desarrollo de estructura edáfica (típicamente en bloques angulares,
subangulares, prismática).
“C”. Material original. Sin desarrollo de estructura edáfica, ni rasgos edáficos.
Blando, suelto, se puede cavar con una azada. Puede estar meteorizado pero
nunca edafizado.
“R”. Material original. Roca dura, coherente y no se puede cavar.

Horizontes de transición. Se presentan cuando el límite entre los horizontes


inmediatos es muy difuso, existiendo una capa ancha de transición con
características intermedias entre los dos horizontes. Se representan por la
combinación de dos letras mayúsculas (por ejemplo: AE, EB, BE, BC, CB, AB, BA,
AC y CA). La primera letra indica el horizonte principal al cual se parece más el
horizonte de transición.
Horizontes mezcla. En algunas ocasiones aparecen horizontes mezclados que
constan de partes entremezcladas. Están constituidos por distintas zonas en cada
una de las cuales se puede identificar a un horizonte principal (en la misma capa
existen trozos individuales de un horizonte completamente rodeados de zonas de
otro horizonte). Se designan con dos letras mayúsculas separadas por una raya
diagonal (p.ej. E/B, B/C); la primera letra indica el horizonte principal que
predomina.
Letras sufijo más usuales. Las letras minúsculas se usan como sufijos, para
calificar a los horizontes principales especificando el carácter dominante de este
horizonte. Las letras minúsculas van inmediatamente después de las letras
mayúsculas. La Tabla 1-1 muestra las letras utilizadas como sufijo en la
nomenclatura de los perfiles de suelo.
Tabla 1-1. Letras sufijo
Letra Descripción
p Horizonte arado, (del inglés plow = arar). Prácticamente siempre referida
al horizonte A, (Ap).
Acumulación de materia orgánica (h de humus). Normalmente por mezcla,
h
en el horizonte A de suelos vírgenes (Ap y Ah son excluyentes) y sólo en
los podzoles, por iluviación, en el horizonte B (Ah Bh).
Horizonte B de alteración, (del inglés weathering = meteorización)
reflejada, con respecto al horizonte inferior, por: la arcilla (alto contenido,
w formada in situ), y/o el color (más rojo o más pardo), y/o la estructura
(edáfica, no la de las rocas originales). Si en el material original había
carbonatos el B se puede formar simplemente por lavado de estos
carbonatos (horizonte de enriquecimiento residual). Bw.
t Acumulación de arcilla iluvial, (de textura, o sea granulometría). Bt.
Acumulación de carbonatos secundarios (k de kalcium). Llamado "ca" en
k
otras terminologías). En B (frecuente), en C (muy frecuentemente) y a
veces en A (Ak, Bk Ck).
y Acumulación de yeso. Ay By Cy
Acumulación de sales más solubles que el yeso (y + z = sa, en otras
z terminologías). Az, Bz Cz.
s Acumulación de sesquióxidos, típico de los podzoles. Bs, también en los
ferralsoles.
g Moteado (abigarrado) por reducción del Fe. Manchas de colores
pardos/rojos y gris/ verde. Hidromorfía parcial. Bg Cg y más raramente Ag.
r Reducción fuerte, como resultado de la influencia de la capa freática,
colores gris verdoso / azulados (hidromorfía permanente, o casi). Cr Br.
Fuertemente cementado. Frecuentemente por carbonatos (Bmk), pero en
m
otras condiciones puede ser por materia orgánica (Bmh), por sesquióxidos
de Fe (Bms) o por sílice (Bmq)
b Horizonte de suelo enterrado (paleosuelo) o bicíclico (p.e. Btb), (del inglés
buried = enterrado).
Fuente: Manual de Edafología (2005)
Cifras
Se usan las cifras sufijo para indicar una subdivisión vertical de un horizonte del
suelo. El número sufijo siempre va después de todas las letras símbolo y la
secuencia numérica se aplica sólo a un conjunto de letras determinado, de tal
forma que la secuencia se empieza de nuevo en el caso de que el símbolo cambie
(por ejemplo: Bt1 - Bt2 - Btg1 - Btg2). Sin embargo, una secuencia no se
interrumpe por una discontinuidad litológica (por ejemplo; Bt1 - Bt2 - 2Bt3 - 2Bt4 -
3Bt5).
Se usan las cifras prefijo, en numeración romana, para indicar discontinuidades
litológicas y que el material que formó el suelo no era homogéneo, (por ejemplo,
suelo formado a partir de distintos estratos sedimentarios superpuestos). La Figura
1-6 muestra dos ejemplos de designación de horizontes.

Figura 1-6. Designación de horizontes mediante el sistema ABC.


Descripción de horizontes
Para el estudio de los horizontes ha de hacerse una completa descripción de sus
características morfológicas, en el campo, junto a un completo análisis de sus
propiedades físicas y químicas, en el laboratorio.
En líneas generales los datos se refieren a:
 Medio ambiente en el que se encuentra el suelo: localización geográfica, roca,
relieve, vegetación y uso, clima, drenaje, etc.)
 A los horizontes en sí mismos. Con datos de campo (espesor, textura,
estructura, color, consistencia y límite) y datos del análisis del suelo en el
laboratorio: análisis físicos (granulometría, retenciones de agua, densidades, etc.),
químicos (materia orgánica, N, CaCO3, etc.), fisicoquímicos (pH, capacidad de
cambio iónico, conductividad eléctrica, etc.) y micromorfológicos.
Con todos estos datos podrán establecerse interesantes conclusiones acerca del
la clase de suelo, de sus propiedades, de su formación, de su fertilidad y de su
uso más racional.

1.6. Composición del suelo

Indicaciones Metodológicas: el profesor auxiliándose de gráficos dará a conocer


la composición volumétrica aproximada de un suelo en las mejores condiciones
para el cultivo y expondrá las fases del suelo. El profesor a partir de la explicación
dada anteriormente realizará la interrogante siguiente: ¿Qué entienden ustedes
por solución del suelo? Para afianzar los conocimientos indicará las fuentes
bibliográficas.

Explicación del contenido


Componentes principales del suelo y sus constituyentes

Los componentes primarios del suelo son:


1) compuestos inorgánicos, no disueltos, producidos por la meteorización y la
descomposición de las rocas superficiales;

2) los nutrientes solubles utilizados por las plantas;

3) distintos tipos de materia orgánica, viva o muerta y


4) gases y agua requeridos por las plantas y por los organismos subterráneos.

El suelo puede ser considerado como un sistema disperso en el que pueden


diferenciarse tres fases Sus fases son sólidas líquidas y gaseosa. Todos se
encuentran interrelacionados entre sí, lo que determina que el sistema formado
tenga características cuantitativas y cualitativas muy diferentes a cada uno de
estos componentes por separado.

Materia Orgánica y Materia


SÓLIDA:
SISTEMA Mineral
FASES
SUELO LIQUIDA: Agua, solución del suelo.

GASEOSA: Aire edáfico

Fase Sólida: es la fase fundamental que regula y determina las otras dos fases.
Está integrada por materia mineral y materia orgánica.

Materia mineral, masa mineral o parte mineral: constituida por diferentes


fragmentos de rocas de variados tamaños y un número variable de minerales de
variadas clases, orígenes y grado de descomposición.

Los fragmentos de mayor tamaño que pueden aparecer en los suelos son
gravillas, gravas, piedras y fragmentos gruesos de rocas que afloran a la
superficie. La textura gruesa está constituida por las arenas y una parte del limo y
los finos están representados por las arcillas.

Los minerales secundarios más importantes del suelo son los que constituyen a
las arcillas, destacándose: los alumo-silicatados alcalinos hidratados (caolinita,
montmorillonita, illita, vermiculita, halloysita, micas hidratadas, clorita y alófana)
óxidos e hidróxidos de Fe y Al, otros minerales como son: cloruros, sulfatos,
nitratos, fosfatos, carbonatos y otros que también forman parte de la mineralogía
secundaria.

Materia orgánica, masa orgánica o parte orgánica: comprende todas las


unidades orgánicas que se encuentran en los límites de la capa arable, es decir:
residuos orgánicos en diversos grados de descomposición y por el HUMUS.
Influyen y determinan muchas de las propiedades de los suelos, sirviendo de
fuente de energía a los microorganismos del suelo. El humus está constituido por
huminas, ácidos húmicos y fùlvicos. Los ácidos húmicos forman con los coloides
arcillosos complejos órgano-minerales (complejos arcillas – humus) que
determinan la capacidad reactiva de los suelos.

Fase Gaseosa: integrado por varios gases que se encuentran en los suelos,
siendo los más importantes el vapor de agua y los otros gases (oxígeno) que
están en el aire edáfico se encuentra y se mueve en la macroporosidad del suelo,
no es continuo y su cantidad total depende de varios factores edáficos, siendo los
más importantes: el drenaje interno, el grado de compactación, textura del suelo y
otros. En cuanto a su composición difiere del atmosférico en que posee mayor
cantidad de vapor de agua y de CO2 menor de O2 e igual cantidad de N2.

Composición del aire


Edáfico Atmosférico
(%)
Oxígeno (O2) 10,0 - 20,0 21,0

Nitrógeno (N2) 78,5 - 80 78,0


Dióxido de Carbono 0,2 - 3,5 0,03
(CO2)
Vapor de agua H2O En saturación Variable
Fase Líquida: constituida por el agua del suelo y se encuentra en diversos
estados, los más importantes son: la que esta retenida en los microporos del suelo
y la que constituye la disolución o solución del suelo que tiene sales disueltas
permitiendo así la nutrición mineral de las plantas. Es de suma importancia pues al
interactuar con las otras fases permite la formación de la estructura, la
consistencia, la densidad y determinan las propiedades hidrofísicas como son:
permeabilidad, infiltración, evaporación y otros.

Tanto la fase líquida como la gaseosa se encuentran en la porosidad del suelo y


son entre sí inversamente proporcionales. En la fig. 2.1 se aprecia el esquema de
las fases del suelo.
Relaciones volumétricas de los componentes.

En un suelo ideal, en el primer horizonte mineral superficial las relaciones óptimas


se presentan en la Figura 2.2.

Fase
Gaseosa
AIRE *Macroporos
M.M *Porosidad de
25
Fase % aeración
45
Sólida %
AGUA o gravitacional Porosidad
M.O 25
5% *Porosidad Capilar
% Total
Fase
Líquida

Donde: Paer = Porosidad de aeración


PT  Paer  Pcap
PT= Porosidad Total

Pcap= Porosidad Capilar

Figura 2.2. Relación volumétrica óptima en el suelo. Tomado de Buckman y


Brady (1967).
En volumen, la fase sólida ocupa aproximadamente el 50% del total, mientras
que las fases gaseosa y líquida se reparten el resto del espacio disponible
Figura 2-3.

 La fase sólida
Los minerales constituyen la base del armazón sólido que soporta al suelo.
Cuantitativamente en un suelo normal la fracción mineral representa de un 45-49%
del volumen del suelo. Pero dentro de la fase sólida constituyen, para un suelo
representativo, del orden del 90-99% (el 10-1% restante corresponde a la materia
orgánica). La fase sólida representa la fase más estable del suelo y por tanto es la
más representativa y la más ampliamente estudiada. Es una fase muy
heterogénea, formada por constituyentes inorgánico y orgánico.

Figura 2-3. Composición del suelo.

La fase sólida constituye el esqueleto o matriz del suelo. La disposición de las


partículas del esqueleto permite la existencia de una cantidad variable de poros.
Como promedio, un suelo cultivado contiene, aproximadamente un 45% de
materia mineral, un 5% de materia orgánica, un 15-35% de agua y el resto, de
aire.
La fase sólida del suelo proviene de la descomposición de las rocas y de los
residuos vegetales, y es relativamente estable en cuanto a su composición y
organización. Dicha estabilidad suele servir para la caracterización de un suelo.
Esta fase es la fuente de la mayoría de los nutrientes vegetales; constituye el
almacén de agua requerida por las plantas y determina la eficiencia con que el
suelo desempeña las funciones que permiten el desarrollo de las plantas.
La disposición y acomodación de las partículas de la fase sólida del suelo
determina una serie de características físicas del suelo, como: estructura,
porosidad, permeabilidad y la densidad.
 Las fases gaseosa y líquida (solución del suelo) son más variables, de ahí
que la última está sometida a cambios debidos a procesos de evaporación,
absorción por las raíces, lluvia, riego, etc. Por otra parte se reconoce que la fase
gaseosa sufre fluctuaciones en función de los procesos de difusión de gases y
desplazamiento de aire por el suelo.
El componente líquido de los suelos, denominado por los científicos solución del
suelo, es sobre todo agua con varias sustancias minerales en disolución,
cantidades grandes de oxígeno y dióxido de carbono disueltos.

La solución del suelo es muy compleja y tiene importancia primordial al ser el


medio por el que los nutrientes son absorbidos por las raíces de las plantas,
cuando la solución del suelo carece de los elementos requeridos para el
crecimiento de las plantas, el suelo es estéril.

La fase gaseosa se localiza en los poros del suelo, junto a la fase líquida. La
proporción de volumen ocupado por las fases gaseosa y líquida en un suelo
determinado varía en función de las condiciones ambientales, de modo que el
contenido de los poros varía según la época del año o el momento del día. Como
promedio, la fase gaseosa ocupa aproximadamente un 25 % del volumen del
suelo. Una proporción inferior al 10 % se considera perjudicial.
Los principales gases contenidos en el suelo son el oxígeno, el nitrógeno y el
dióxido de carbono. El primero de estos gases es importante para el metabolismo
de las plantas porque su presencia es necesaria para el crecimiento de varias
bacterias y de otros organismos responsables de la descomposición de la materia
orgánica. La presencia de oxígeno también es vital para el crecimiento de las
plantas ya que su absorción por las raíces es necesaria para sus procesos
metabólicos
La atmósfera del suelo permite la respiración de los organismos del suelo y de las
raíces de las plantas. También ejerce un papel de primer orden en los procesos de
oxido-reducción que tienen lugar en el suelo.
La composición de la fase gaseosa del suelo es similar a la de la atmósfera, pero
es mucho más variable (Tabla 9-1). En los períodos de mayor actividad biológica
(primavera y otoño), la actividad respiratoria de los seres vivos incrementa la
proporción de CO2 y disminuye la proporción de O2.
Esto ocasiona la principal diferencia cuantitativa entre la composición de la
atmósfera terrestre y la del suelo. El oxígeno es esencial para los procesos
aerobios que tienen lugar en el suelo. Por esta razón es importante mantener los
suelos cultivados con un buen nivel de aireación. El nitrógeno se encuentra en una
elevada proporción en la fase gaseosa del suelo. Sin embargo, no puede ser
asimilado directamente por las plantas.

La concentración de oxígeno y dióxido de carbono varía dependiendo de la época


del año, el clima, el tipo de cultivo, la actividad de los microorganismos y el manejo
de los residuos de la cosecha, entre otros factores. Asimismo, la concentración de
oxígeno en el suelo influye sobre la absorción de nutrientes y agua en las plantas.

Importancia práctica de las relaciones volumétricas.

Por la cantidad de Materia mineral y Materia orgánica (M.O.) se conoce si el


suelo es mineral u orgánico.

- Suelo mineral: se clasifican así si poseen menos del 20% de M.O. La gran
mayoría de los suelos en Cuba poseen de 3 a 5 % de M.O.

- Suelo orgánico: son los que poseen más del 20% de M.O.

- Por las relaciones de porosidad de aeración y la porosidad capilar en relación a


la porosidad total se reconoce la eficiencia del drenaje interno del suelo.

El aire y el agua en el suelo dependen uno de otro. Un suelo posee óptimas


condiciones de aeración si la porosidad de aeración (P.A.) se encuentra entre 1/3 y
½ de la porosidad total (P.T.). Si la P. A. es menor a 1/3 de la P.T. tiene excesiva
cantidad de agua y si P.A. es mayor de ½ el suelo tiene deficiente cantidad de
agua y se produce déficit hídrico. Figura 2.4.
Porosidad Total (P.T.)

P. Aeración
Deficiente P.aer. Excesiva P.aer.
1/3 1/2
Excesiva P.cap. Deficiente P.cap.
Rango Óptimo
Deficiente drenaje interno Excesivo drenaje interno
Figura 2.4. Relación de la porosidad total, capilar y de aeración

I.7. Objetivos y aplicaciones prácticas del estudio de los suelos.

Indicaciones Metodológicas: el profesor realizará la siguiente interrogante:


¿Qué objetivos y aplicaciones prácticas pueden atribuírseles al estudio de
los suelos? Y para facilitar el desarrollo de la actividad indicará la fuente
bibliográfica donde el estudiante podrá afianzar y ampliar los conocimientos.
Explicación del contenido

Objeto e importancia práctica. El suelo es un objeto de trabajo y a su vez es un


producto del trabajo del hombre, pues dependiendo de la forma en que se haya
utilizado y conservado así tendrá o mantendrá sus principales propiedades.
Constituye un medio de producción y es un medio muy poderoso, pues se unen
las dos fuentes de toda riqueza: la tierra y el hombre. Además es la base de la
producción agrícola, pecuaria y forestal, sin el primero no pueden existir los
últimos, de sus propiedades dependerá el tipo de cultivo a implantar, el uso
de las maquinas, riegos, fertilización y otros.

Para el estudio de los suelos se requiere de la realización de investigaciones de


campo y de análisis de laboratorio, los cuales representan la vía para el
conocimiento de la esencia de los procesos y fenómenos que tienen lugar en los
mismos, igualmente contribuyen a la proposición de medidas adecuadas para
incrementar su fertilidad, de modo que se puedan obtener mejores resultados
agrícolas.

En los estudios de los especialistas cubanos Cabrer y García (1968) se destaca la


obra “Suelos agrícolas cubanos”, donde se explica cómo la morfología del suelo
puede revelar los hechos que contribuyen a descubrir los complicados problemas
del origen del suelo.
La morfología del suelo comprende y estudia la constitución de este, incluyendo el
color, la composición mecánica (textura), estructura, consistencia, porosidad, y
otras propiedades físicas, químicas y biológicas que en su conjunto reflejan los
procesos que han intervenido en su formación. Estos estudios facilitan la toma de
decisiones en cuanto al uso y manejo de los suelos ya sea agrícola u otros fines
económicos.
Los estudios de clasificación de suelos y su correlación con otras clasificaciones
del mundo realizados por investigadores cubanos como Hernández y col (1983)
constituyen importantes aportes de la ciencia cubana al desarrollo de los
programas agropecuarios del país y de la ayuda solidaria que lleva a cabo Cuba
en muchos países del mundo, fundamentalmente de Latinoamérica.
Los estudios de Cartografía de suelos permiten su referenciación en el espacio, es
decir, su ubicación sitio- específico, lo cual tiene amplias aplicaciones en la
agricultura moderna con el uso de las tecnologías de la Agricultura de Precisión.
Entre los objetivos de los estudios de suelos se encuentran:
- Facilitar el conocimiento necesario para el uso y manejo del suelo, con énfasis en
la práctica agrícola.
- Contribuir a elevar el nivel de conocimiento científico – técnico en materia de
suelos, tanto de profesionales y técnicos, como de la sociedad en general.
- Facilitar el intercambio de experiencias entre especialistas, productores,
decisores, profesores y estudiantes de diferentes regiones tanto nacionales como
internacionales.
- Dotar a los decisores y técnicos de herramientas que permitan una adecuada
toma de decisiones para el uso y manejo de este recurso natural.
RESUMEN DE LA CLASE

En esta clase estudiamos los conceptos fundamentales relacionados con los


conocimientos generales acerca del estudio del suelo, la concepción científica y
dialéctica de su formación, también se dio a conocer qué es la génesis del suelo y
la definición de perfil del suelo desde varios puntos de vista, sus horizontes y la
composición del suelo.

Con lo cual se dio cumplimiento a los objetivos previstos, por lo que ustedes
están en condiciones de definir los conceptos básicos relacionados con el estudio
del suelo y de este modo, aplicar estos conocimientos en su actuar como
Ingenieros agrónomos.

ORIENTACIÓN DEL ESTUDIO INDIVIDUAL

Redactar un trabajo investigativo con una extensión de al menos10


cuartillas que permita dar respuesta a la interrogante siguiente:

¿Qué objetivos y aplicaciones prácticas pueden atribuírseles al estudio de los


suelos, tanto para las condiciones de Cuba como para otras naciones? Cite
ejemplos. Así como profundizar en lo relativo a la diferenciación entre suelos
orgánicos y suelos minerales

ORIENTACIONES PARA LA PRÓXIMA CLASE

Tema 2. Fundamentos sobre los factores de formación de los suelos.

Revisar el tema en el texto básico de la asignatura Edafología Parte 1.

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