Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
Y un día despertó.
Y sintió pánico.
estar desnudo, no tenía frio. Era una sensación muy agradable. Lo peor de todo era la
pasado.
Intentó recordar, acceder a lo más profundo de su memoria, pero lo único que consiguió
fugaces en una pantalla difuminada. Poco a poco las imágenes se fueron desvaneciendo
Llevaría despierto días enteros pero en ningún momento tuvo la necesidad de comer.
“¿Estoy muerto?”…
1
“Si así es la muerte, entonces es muy cómoda”, “O quizá en mi vida fui una buena
el saco y volvió a sentir pánico. Esta vez intentó salir. Empezó a dar patadas y
Ahora escuchó algo en el exterior. No logró discernir el tipo de sonido, pero aquello lo
Despertó sobresaltado por algún movimiento brusco. Prestó atención pero el único
sonido que escuchaba era el de su propio corazón. Los latidos eran extraños. Como si
Escuchó hablar a alguien en el exterior algo que no entendía. El sonido era cada vez
más nítido. Parecía que sus oídos empezaban a despertarse del largo letargo. Escuchó
“¿Quién será?”, se dijo a sí mismo, “Quizá es la persona que me encerró aquí dentro”,
concluyó. Y se relajó pues no parecía importarle. El hecho de saber que no podía salir
La cada vez más intensa mezcla de ruidos, el esporádico resplandor que se filtraba a
través de las paredes, los suaves movimientos, la sensación de estar flotando, la vida sin
necesidades; no le hacía falta nada más. Si la muerte era eso, no le importaría morir cien
veces.
Pero algo en lo más profundo de su ser le decía que debía estar preparado. “¿Para qué?”,
no dejaba de preguntarse.
2
Pasó el tiempo y, de repente, descubrió que no podía respirar. Se aterrorizó durante un
instante al comprobar que estaba sumergido en algún líquido que le impedía respirar.
“¿Qué clase de tortura es esta?”. La diapositiva de una bolsa con agua y un gran pez
El terror de sentir como se ahogaba hizo que volviera a pelear por salir. Tuvo que darle
ahora se sentía más estrecho en su prisión. “¿Me cambiaron de sitio mientras dormía?”,
Empezó a sentir curiosidad por todo. Se palpó el cuerpo, explorando el contorno como
si no conociera sus formas. Mientras se tocaba, notó algo extraño. Localizó un brazo
pero… ¡No era el suyo! Sintió miedo. No estaba solo. Su mente bullía con preguntas.
“¿Cómo es posible que no me diera cuenta hasta ahora?”, “Alguien lo metió mientras yo
cuerpo. La sensación del espacio robado, el bienestar atacado. El miedo pasó a la ira, la
Intentó deshacerse del otro. Le dio patadas y golpes con los puños, pero aquel
respondió. Se inicio una pelea dentro de la, hasta ese momento, dulce prisión. El
objetivo estaba claro, tenía que expulsar al intruso que, a todas luces seguro, quería
exterior. Una luz iluminó tenuemente la escena, pero le faltaba definición en la vista.
Con los ojos bien abiertos sólo vislumbraba sombras. Con todo ese tiempo a oscuras
3
consideró normal el mal funcionamiento de su visión. Aún así, acertó a ver que estaba
acabaré volviendo loco”. Esa certeza le provocó indecisión. El otro ser quizá pensó lo
Tuvo un sueño extraño. El primer sueño que tenía desde que despertó, cosa más extraña
aún. Estaba sentado, junto a más gente, dentro de una habitación alargada. Todos
estaban sentados en la misma dirección. Algunos dormían, otros hablaban entre ellos y
alguno caminaba por el pasillo estrecho que cruzaba la habitación a lo largo. Miró por
una de las muchas pequeñas ventanas alineadas en las paredes y vio el cielo azul
surcado por nubes moviéndose con rapidez. Sintió una punzada extraña en la cabeza y
reparó en un punto del horizonte donde un minúsculo objeto se hacía cada vez más
cegadora.
Despertó bruscamente.
Algo o alguien ejercía presión sobre el saco y una fuerte convulsión lo impulsó hacia
arriba o hacia abajo, era difícil de precisar. Sintió miedo y palpó alrededor sin encontrar
nada ni nadie. Estaba solo y se extrañó. “¿Dónde está el otro?”, “¿Y si lo maté en la
Notó una punzada de dolor. O salía pronto de allí o podría morir. Buscó una salida y
descubrió una pequeña abertura de donde emanaba una luz radiante. Supo que era la
salida. No había tiempo que perder. Se lanzó de cabeza hacia la luz. Entonces, de
4
repente, algo frío y duro le agarró por la cabeza y tiró de ella con fuerza, arrastrándolo
hacia el exterior. Una vez fuera la intensa luz inundó sus sentidos. Súbitamente sintió
mucho frío. Estaba indefenso en un vasto lugar sin límites aparentes. En ese momento
su intuición le dijo que volviera adentro, a su cálida y cómoda prisión. Pero era incapaz.
Un gigante le agarraba por los pies y lo zarandeaba sin compasión. Era su fin.
si de eso se tratara, el llanto consiguió cesar el castigo de aquel ser cruel. Memorizó la
utilidad del llanto para conseguir un fin, mientras escuchaba una voz familiar y alegre
que lo tranquilizó.
Lo que en realidad desconocía era, que no había hecho nada más que empezar…
5