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ASPECTOS PSICOLÓGICOS
DE BIODANZA
ÍNDICE
1. Introducción.
22. Bibliografía.
Biodanza tiene perfecta continuidad con las ciencias humanas: biología, antropología,
etología y psicología, por lo tanto, no es una técnica ‘alternativa’, sino una extensión de las
ciencias humanas tradicionales.
He incorporado los importantes aportes de Sigmund Freud, C.G. Jung, Wilhem, Reich,
Hillman, Eibl-Eibesfeldt. Al mismo tiempo, he integrado las nuevas concepciones de Edgar
Morin, Ilya Prigogine, Henry Atlan, David Bohm, Frijof Capra, Francisco Varela,
Humberto Maturana, René Thom y otros.
Biodanza, no tiene compromisos ideológicos, religiosos y/o mágicos. Sus bases usan
procedimientos científicos. Estoy de acuerdo con Carl Sagan en que la ciencia es una
disciplina que posee, en sí misma, la capacidad de corregir errores.
La imagen del ser humano actual no es obra de un sólo pensador, sino de una verdadera
constelación de científicos, filósofos, antropólogos y artistas geniales, que han fecundado
recíprocamente sus ideas. Biodanza, a partir del principio biocéntrico, encuentra inspiración
y confirmaciones teóricas en infinidad de pensadores.
El concepto de continente estructurado, de Bion, se relaciona con las ideas de René Spitz
sobre las enfermedades psicotóxicas por carencia afectiva. Fornari con la concepción del
código materno, Rof Carballo describiendo la regulación córtico-hipotalámica y Spitz con
su aporte sobre hospitalismo, descubren la importancia de la afectividad en el
comportamiento celular. Estos autores, junto con López Ibor, que realza la importancia del
humor endógeno en el psiquismo global y en las neurosis, inspiran mi concepción sobre
inconsciente vital o psiquismo de las células.
Jung y Hillman se orientan hacia el estudio profundo del psiquismo arquetípico y los
referenciales eternos del alma humana. Por su parte, Lacan, Piaget y Arnold Gesell se
complementan con sus ideas sobre el desarrollo de la identidad, a pesar de sus diferencias.
Lacan, a través de sus ideas de evolución de la identidad, en relación al lenguaje de la
autoimagen y la autoestima, se vincula con psicólogos como Adler, Fischer y Gessel.
Todos los autores nombrados, se integran en las poderosas concepciones sobre expansión
de conciencia de Albert Hofmann, Aldous Huxley, Grof y Claudio Naranjo.
Esta reflexión sobre la fecundidad del pensamiento contemporáneo y la red de sus creadores
es muy incompleta. Sólo deseo que se comprenda que la imagen del ser humano, tal como
se diseña hoy en día, es un holograma de ideas geniales relacionadas unas con otras y que el
modelo teórico de Biodanza, la teoría del inconsciente vital y el principio biocéntrico,
constituyen un desarrollo natural de este holograma. Biodanza, por lo tanto, no es una
disciplina alternativa, sino una extensión de las ciencias humanas.
El modelo teórico de Freud -de las tres instancias psíquicas- permitió la investigación de las
neurosis y la comprensión de los mecanismos de defensa. El impulso instintivo se
manifiesta como el deseo primordial. Este impulso fue denominado ‘ello’, el que es
reprimido por las normas sociales introyectadas desde la infancia, creándose así un
conflicto psíquico entre el instinto y la fuerza represora, llamada por Freud ‘súper ego’.
Frente a esta disyuntiva entre ‘ello’ y ‘súper ego’, se va estructurando lentamente el ‘yo’,
cuya función es la de modular y adaptar estas dos fuerzas al ‘principio de realidad’. De esta
manera el instinto puede llegar a encontrar caminos para expresarse.
Principio de realidad
Yo
Fracaso del Yo
Neurosis
Wilhem Reich
Wilhem Reich dio al ‘ello’ una localización corporal. El concepto de ‘súper ego’ lo
extendió al campo de la represión político-social. El efecto de la represión fue considerada,
por Reich, como la causa de las enfermedades psicosomáticas y de las tensiones
musculares. El inconsciente, para Reich, es el cuerpo y los órganos. La importancia de
Reich es haber dado dimensión corporal al inconsciente y localizado la represión de los
instintos y de las emociones en las tensiones musculares (coraza muscular). Reich
denunció, en su libro “La Función del Orgasmo”, la represión que ejercen los sistemas
totalitarios sobre la sexualidad como forma de dominio sobre las personas. El mismo
esquema puede aplicarse en Biodanza para comprender el conflicto entre instinto y
represión.
La represión no son sólo las normas morales introyectadas o de las estructuras político-
sociales, sino también toda una cultura disociativa que se perpetúa a través de la historia.
Disociación cuerpo-alma, disociación sagrado-profano, materia-energía, ser humano-
naturaleza, etc.
Las emociones y los sentimientos son el resultado de una elaboración neurológica cada vez
más compleja de los impulsos instintivos.
1. Los instintos son impulsos innatos que, al ponerse en contacto con los estímulos
exteriores, generan las protovivencias del neonato.
1.- Instintos
2.- Protovivencias
3.- Vivencias
4.- Emociones
5.- Sentimientos.
“El instinto nunca actúa como una fuente impulsiva momentánea, sino siempre
como una fuerza constante. No proviene del mundo exterior, sino del interior
del cuerpo, es inútil huir de él”.
Sigmund Freud.
Definición
Según Darwin, una conducta es instintiva desde el momento en que se realiza, sin
experiencia previa y es repetida por un gran número de individuos de la misma especie.
De acuerdo con Mac Dougall, el instinto es una disposición psicofísica heredada innata, que
determina que el individuo perciba ciertos objetos específicos que le impulsan a actuar de
una forma precisa ante ellos. Mac Dougall propone que toda conducta, inclusive la
conducta social humana, es explicada en términos de impulsos innatos. Algunas
investigaciones han demostrado, sin embargo, que la conducta puede ser seriamente
influenciada por los patrones culturales.
Skinner llegó a negar a importancia del instinto. Los psicólogos culturalistas fueron
especialmente influidos por la investigación antropológica de Margaret Mead, quien
observó enormes diferencias de comportamiento en tribus originarias, de acuerdo con el
contexto cultural de cada pueblo, minimizando las bases instintivas universales del
comportamiento humano.
Existe un miedo generalizado respecto a la liberación de los instintos y, aún más, una
actitud de violencia frente a cualquier manifestación de lo institntivo. Mi abordaje es la de
salvar esta selva interior y realizar, no sólo una ecología de la mente, sino también una
ecología de los instintos. Es necesario mirar las manifestaciones instintivas bajo la
perspectiva biológica de exaltación de la vida y de la gracia natural.
Esta concepción sistémica de los instintos considera no sólo la interrelación entre ellos sino
también sus formas orgánicas de autorregulación.
Los instintos presentan, frecuentemente, aspectos complementarios entre sí, lo que torna
posible su autorregulación. Así, por ejemplo, la acción de succionar el pecho materno
estimula el flujo de leche en la madre, en un verdadero sistema complementario de reflejos
neuroendocrinos. En el hombre el impulso de penetración genital es complementario con el
deseo de la mujer de ser penetrada. Es como si existiera un pacto previo en los organismos
para conectarse, aun sin experiencia previa.
Muchos instintos tienen sus opuestos complementarios. La bipolaridad de los instintos es,
en realidad, una expresión de la lógica de la vida que permite resolver problemas de
adaptación en una escala muy amplia. Así, frente a un peligro, el animal tiene varias
opciones: lucha, fuga o reflejo de inmovilidad.
Migratorio. Regresivo.
Territorial, guarida, caverna, nido. Exploratorio.
Curiosidad, búsqueda de estímulos nuevos. Necesidad de regularidades.
Seducción, exhibición. Ocultamiento, mimetismo.
Hambre. Saciedad.
Lucha. Fuga.
Gregario. Aislamiento.
Reposo. Actividad.
1. Innatos
Las conductas instintivas se realizan sin aprendizaje, pero se refuerzan con la
experiencia. Los instintos están programados genéticamente para la sobrevivencia.
2. Invariables
Poseen pautas fijas y se ejecutan siempre de las mismas formas y secuencias.
3. Específicos
Son compartidos por todos los miembros de la especie y, a veces, por especies afines.
4. Involuntarios
Son desencadenados ante ciertos estímulos externos o interno, como respuestas
adaptativas.
5. Secuenciales
Continúan hasta su consumación, aún en ausencia del estímulo que lo provocó.
7. Función de sobrevivencia
Tienen un sentido de sobrevivencia para el individuo y para la especie. Todos los
instintos se organizan en torno al instinto de conservación de la vida.
8. Autorregulados
La fuerza del impulso instintivo disminuye a medida que se satisface. La
autorregulación de los instintos tiene base orgánica. Por esta razón no existe peligro en
la liberación de los instintos.
La parte instintiva del ser humano ha sido fuertemente reprimida, a través de la historia, por
las religiones y las ideologías. No obstante, los instintos tienen la función de conservar la
vida y permitir su desenvolvimiento.
La represión de los instintos ha traído como consecuencia el deterioro de los estilos de vida
y ha puesto a la humanidad en peligro de extinción. La decadencia se observa en todas los
ámbitos. El instinto de conservación naufraga en medio de las incitaciones a la guerra y los
simbolismos territoriales. El instinto alimentario ha sido destruido por las campañas de
propaganda de alimentos envasados. La perversión del instinto alimentario se manifiesta en
el aumento de la obesidad y la anorexia. El instinto sexual está condicionado por el
puritanismo y el miedo. La relación entre hombres y mujeres es cada vez más dramática. El
instinto de nido, de caverna, de hogar, se ha perdido por la intromisión de la televisión en
los hogares y la falta de motivación hogareña. El instinto de lucha ha degenerado en
masacres totalitarias, terrorismos y violencia urbana. El instinto de solidaridad intraespecie
desaparece con las políticas del individualismo anglosajón y las economías neoliberales. El
resentimiento social y la soledad son las expresiones de un capitalismo salvaje.
La idea de que los instintos son peligrosos, proviene de la tendencia humana -manifiesta en
las religiones orientales y occidentales- de regular el comportamiento espontáneo y
amortiguar la vitalidad, para dar acceso al crecimiento ‘espiritual’. No obstante, no hay la
menor posibilidad de evolución hacia lo divino sin la base instintiva de la vida.
El rescate de los instintos es la tarea esencial para crear una civilización para la vida.
Fueron los trabajos de Lorenz, Tinbergen, Eilb-Eibesfeldt y Droscher que tornaron posible
la fundamentación de una ecología humana, acabando con la disputa entre ‘instintivistas’ y
‘culturalistas’. Muchas acciones instintivas son reforzadas por estados internos como
hambre, sed, necesidad sexual. En estos casos los estímulos del ambiente son seleccionados
por el animal en relación con la necesidad. Como el ambiente se modifica constantemente,
las solicitaciones cambian y los animales deben modificar adaptativamente su
comportamiento a través de la experiencia para sobrevivir.
Reparentalizar, volver al origen, recuperar el niño libre, conectarse con la energía cósmica,
recuperar el orgasmo, son algunas de las propuestas de la moderna intuición en
psicoterapia. Superando los eufemismos creo que debemos reencontrar el significado del
concepto de instinto y restablecer su valor para la terapia, la antropología y la educación.
Resulta grotesco que en un hospital psiquiátrico estén más preocupados con el proceso de
socialización de los enfermos, a través de grupos operativos, que en cuidarles la dentadura y
mejorar su alimentación (instinto de hambre); facilitarles las relaciones sexuales y amorosas
(instinto sexual); brindarles una privacidad mínima (instinto de guarida); etc. También es
sorprendente la insensibilidad de los sistemas de educación que, en lugar de restaurar los
instintos, están preocupados solamente de reforzar las aptitudes cognitivas y la percepción
simbólica y abstracta.
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1 - ALIMENTARIO.
2 - MATERNAL, ALTRUISTA.
3 - SEXUAL.
5 - GUARIDA.
6 - MIGRATORIO.
7 - LUCHA – FUGA.
11 - AUTOCENTRISMO.
12 - FUSIÓN.
Si bien es cierto que existen patrones básicos de respuesta emocional, tales como alegría,
tristeza, amor, odio, miedo, etc., las emociones en el ser humano se dan casi siempre
combinadas y alcanzan una gran complejidad. Toda respuesta emocional es una gestalt que
tiene estructura, intensidad, matices, coloridos y significaciones propias.
Las emociones poseen siempre varias dimensiones. El odio, por ejemplo, puede ir unido a
la desesperación. El abatimiento, unido al dolor. La sorpresa puede ir combinada con
pánico. El deseo, con timidez, etc. Un mismo sentimiento de alegría puede tener calidades
muy diferentes. La alegría eufórica que estalla en una fiesta es una forma completamente
diferente a la alegría íntima que arranca lágrimas de felicidad. La alegría extática que
suscita escuchar “La Pasión según San Juan” de Bach, es diferente a la que provoca la
visión del océano en el amanecer.
Los grandes genios literarios, poetas y novelistas, son quienes mejor han descrito las
emociones.
El miedo, con sus letales matices y sus escalofriantes máscaras, ha sido descrito por Edgar
Allan Poe, Bradbury y Lovecraft. La angustia sin salida frente a la malignidad humana ha
sido expresada por Kafka. Las emociones sutiles frente a los hechos cotidianos, la alegría
ingenua, los temores simples, el pudor, están en los cuentos de Katharine Mansfield. La
pasión lesbiana, con sus abismos y sus placeres, está genialmente descrita en “La Bastarda”,
de Violette Leduc. El amor homosexual en su manifestación puramente sublime, no genital,
en “Demian”, de Herman Hesse y en “Muerte en Venecia”, de Thomas Mann. El amor
homosexual de un hombre hacia un niño está descrito por Oscar Wilde en “El sacerdote y el
Acólito”. Los tormentos de la culpabilidad están genialmente tratados por Dostoievsky. Las
más complejas emociones en el trato de las personas y la comprensión profunda de los
sentimientos reprimidos están en “Las Olas”, de Virginia Woolf. El inquietante amor de un
hombre maduro por una adolescente, en Navokov. El sentimiento de fatalidad y de
impotencia frente al destino, en Esquilo. La alegría dionisíaca, en “Las Bacantes”, de
Eurípides. Shakespeare fue uno de los más geniales visionarios de las pasiones humanas. La
malignidad, la ambición, la venganza, en “Macbeth”. La revelación contra los designios del
universo después de haber perdido el poder y la gloria, en “El Rey Lear”. Las dudas
metafísicas, en “Hamlet”. El amor puro de adolescente, en “Romeo y Julieta”. El amor no
Las emociones de alegría, afecto, rabia, miedo, tristeza, son moduladas por la corteza
cerebral. La conducta flexible es modulada por el lóbulo límbico (hipocampo, amígdala) y
por el hipotálamo.
La estructuración neurológica de la identidad depende del amor que el niño recibe en sus
primeros años de vida. La identidad débil genera estructuras emocionales caóticas que son
fuentes de inseguridad permanente. La conciencia de la identidad permite el
desenvolvimiento de emociones y sentimientos fuertes y coherentes de vínculo afectivo.
Los centros reguladores de las emociones están en el interior del cerebro. Rof Carvallo ha
llamado a este conjunto de estructuras neurológicas ‘cerebro interior’, el que abarca,
principalmente, la región límbico-hipotalámica y la amígdala. Las funciones del hambre y
la saciedad, sexualidad y, en general, las funciones de los instintos y emociones están
reguladas por los centros de esta región. Por su parte, la corteza cerebral tiene una acción
inhibidora de los instintos y de la emoción. Existe, sin embargo, una perfecta articulación
entre el córtex cerebral y la región límbico-hipotalámica a través de circuitos neurológicos.
Las reacciones frente a situaciones de placer o desagrado son diferentes en cada individuo.
Dependen de factores genéticos y ambientales. El cerebro combina emociones, recuerdos y
pensamientos para generar una respuesta personal. Los estímulos del mundo exterior se
dirigen hacia distintas áreas cerebrales elaborando sensaciones y percepciones agradables o
desagradables y un tono afectivo particular. El sistema vivo busca el placer y huye del
displacer.
Otra estructura nerviosa fundamental del sistema límbico es la amígdala, la que aumenta su
actividad frente a situaciones desagradables. La actividad de la amígdala desencadena
reacciones de lucha y fuga; genera ansiedad; hace latir el corazón con más fuerza y más
velozmente, para llevar sangre y oxígeno a los músculos; detiene la actividad del estómago
y del intestino para ahorrar energía; dilata los bronquios y pulmones para incorporar mayor
cantidad de oxígeno; así el individuo aumenta su capacidad para enfrentar peligros.
En el ser humano, los mecanismos neurológicos de los centros de placer y displacer son
modulados por la corteza cerebral, de manera que éste está capacitado para encontrar
soluciones refinadas y adaptativas frente a las dificultades.
Uno de los fenómenos más interesantes respecto a la relación entre patrones (patern) de
respuesta fisiológica (expresión) y la experiencia subjetiva de las emociones, es la
posibilidad de desencadenar la emoción sin motivo real, activando voluntariamente el
patrón expresivo. Así, evocando la rabia, por ejemplo, y realizando los gestos y una forma
de respiración inherentes a esta emoción es posible llegar a sentir rabia. Ésta es una tarea
para actores de teatro o cine. Esto significa que el circuito entre expresión fisiológica y
expresión subjetiva está perfectamente integrado y el proceso puede iniciarse a partir de
ambos extremos. (En Biodanza se inducen emociones en forma natural, a partir de la
música y las situaciones de encuentro real).
Hace un siglo atrás, Charles Darwin en su obra “La Expresión de las Emociones en el
Hombre y en los Animales”, sostenía que la expresión facial de las emociones es universal.
Sus adversarios sostenían, en cambio, que las experiencias del rostro son moduladas por la
cultura. Recientes investigaciones experimentales han permitido comprobar que en las
sociedades occidentales y en la sociedad de Nueva-Guinea, los seres humanos expresan y
perciben las emociones de la misma manera. Estos estudios tienden a demostrar que las
expresiones faciales de las emociones son innatas.
La Dra. Susana Bloch ha definido las emociones como un estado funcional del organismo
que implica una activación fisiológica (reacciones neuromusculares, posturales y faciales) y
una experiencia subjetiva (la emoción). Las llamadas emociones fundamentales se
encuentran presentes en los animales superiores y en el ser humano desde la etapa post-
natal.
1. Alegría (risa).
2. Tristeza (llanto, depresión).
3. Miedo (angustia, terror, pánico).
4. Erotismo (sensualidad, sexualidad).
5. Ternura (amor maternal / paternal, amor fraternal).
Bloch y Guido (1950) registraron las variaciones fisiológicas que se producen durante
diversas emociones, tales como: ritmo cardiaco, ritmo respiratorio, presión arterial y
electromiograma. Concluyeron que existe, para cada emoción, un componente expresivo
directamente comunicable de órganos efectores, visibles para el observador; y un
componente subjetivo (emocional) que solamente puede comunicarse mediante el lenguaje.
Las emociones se han estudiado desde un punto de vista psicológico, mediante tests y listas
de palabras que describen estados internos. Estas pruebas dan una descripción subjetiva de
las emociones. Así, es posible establecer una correlación entre emociones, comportamiento
y expresión funcional.
Desde el punto de vista psicológico hay que diferenciar entre ‘emociones básicas’ y otros
estados emocionales. La teoría de las emociones básicas fue propuesta por J. P. Scott en
1958. Las emociones básicas serían respuestas adaptativas que se encuentran en todos los
niveles filogenéticos, ya sea en la mosca o en el elefante. Ejemplos de estas respuestas son:
función de ingestión, lucha y fuga, función de alimentación e investigación - exploración.
En una investigación de Paul Ekuran realizada con estudiantes de cinco países, éstos debían
interpretar la emoción expresada por los rostros fotografiados. La experiencia se realizó a
6-Aspectos Psicológicos de Biodanza 25
partir de treinta fotografías, de las que únicamente reproducimos seis como ejemplo. Los
resultados globales que acompañan a las fotos demostraron que los porcentajes de acuerdo
eran muy elevados.
Estudiantes de distintas culturas, identifican de la misma manera una mímica facial que
refleja una emoción determinada. Sin embargo, este resultado no permite, por sí sólo,
afirmar que la expresión facial de las emociones es universal, ya que los individuos
consultados pertenecen todos a culturas en las cuales, por medio de los mass media, han
podido aprender a dar un significado común a la expresión facial de las distintas emociones.
Entre las emociones positivas que Biodanza refuerza, podemos nombrar las siguientes:
Alegría.
Deseo sexual.
Afecto fraternal.
Bondad.
Seguridad en sí mismo.
Plenitud.
Serenidad feliz.
Sin duda, el individuo sano expresa con espontaneidad sus emociones frente a
circunstancias concretas, mientras la persona enferma las frena, las disimula u oculta o bien
las descarga sobre víctimas inocentes. Lo saludable sería que los individuos tuvieran la
espontaneidad y sinceridad necesaria para reaccionar con las emociones adecuadas a cada
situación.
La tristeza puede surgir durante los ejercicios, cuando disminuyen las defensas al relajarse
las zonas tensas del cuerpo. Los ejercicios de sensibilización facilitan a veces la aparición
del llanto. En Biodanza no se reprime el llanto, pero tampoco se estimula. Cuando surge
espontáneamente en algún alumno, se le abraza, se le da continente en silencio. Después de
fluir la emoción a través del llanto, el alumno se siente aliviado. Lo importante es que, en el
momento de la tristeza, su identidad desolada encuentre regazo.
Cada sección del cono de emociones representa una emoción básica o primaria diferente. La
dimensión vertical representa la intensidad de la emoción. El círculo refleja los grados de
semejanza que guardan entre sí.
a) Llanto producido por reminiscencia triste (recuerdo de una separación amorosa, etc.).
b) Llanto de beatitud: la emoción de amor y de belleza puede ser tan fuerte que las
lágrimas comienzan a fluir dulcemente por el rostro.
d) Llanto primal: es un llanto que surge de una zona profunda, antigua y desconocida y
que se da con sollozos muy sinceros. Este llanto no tiene una causa consciente ni se
basa en un recuerdo triste. Eventualmente este llanto puede llevar a una especie de
insight existencial:
“He vivido demasiado solo. De ahora en adelante me daré más a la gente”.
“Nunca tuve confianza en mí mismo, pero ahora ya sé que dentro de mí hay amor”.
“Nunca había sentido que la gente fuera tan hermosa”.
En todos los casos, los compañeros de grupo deben dar continente a la persona, mediante el
abrazo fraternal, sin reprimir, por ningún motivo, el curso de su llanto. Por el contrario, se
le da a entender que puede llorar, que esto le hará bien y se sentirá aliviada. En el caso del
llanto que se prolonga indefinidamente, con altibajos sucesivos, compañeros le dan abrazos
cortos, de pie y se refuerza su identidad con músicas activadoras.
Roger Perry y colaboradores han reconocido que las lesiones del sistema límbico debilitan
el procesamiento de las emociones primarias, mientras que las lesiones de las capas
corticales prefrontales comprometen la elaboración de la expresión motora de las
emociones. El control motor de un movimiento emocional no está localizado en la misma
región que el control del acto voluntario.
Guillaume Benjamin Duchenne observó esta diferencia -entre la sonrisa real y la falsa- (con
un control voluntario de la musculatura facial) y determinó que la sonrisa real requería de la
contracción involuntaria y combinada de los músculos, el zygomático mayor y el orbicular
palpebral inferior.
Las emociones están íntimamente vinculadas con el funcionamiento de los órganos. He aquí
tres ejemplos que ilustran la relación entre el ritmo cardiaco y las emociones.
Mac Lean y Papez, han establecido que el sistema límbico es el más alto centro regulador
del funcionamiento víscero-emocional. Existen ligaciones anatómicas entre el tálamo y
hipotálamo que forman un verdadero ‘cerebro interno’ de emociones.
Una serie de investigadores han demostrado que las emociones pueden tener efectos sobre
la salud y producir enfermedades orgánicas.
Estas investigaciones dieron como resultado las mediciones psicosomáticas, que tratan de
las enfermedades de origen emocional, tales como la hipertensión arterial, el asma u otras
como la artritis.
Hayer, Dumbar, Alexander y otros han observado una alta correlación entre ciertas
emociones y algunas enfermedades psicosomáticas. En estas enfermedades influyen
también factores ambientales.
Depresión. Alegría.
Pérdida afectiva. Fuertes estímulos para vivir.
Carencia o frustración sexual. Relaciones de amor o amistad.
Fracaso profesional. Éxito profesional.
Separación amorosa. Plenitud sexual.
Sufrimiento.
Decepción.
Miedo. Serenidad.
Angustia. Paz interior.
Ansiedad. Seguridad.
Pánico. Confianza en sí mismo.
Inseguridad.
Rabia. Afecto.
Hostilidad reprimida Amor.
Resentimiento. Simpatía.
Celos. Confianza en la persona amada.
Odio. Ternura.
Opresión Liberación.
Represión de emociones. Expresión de las emociones.
Auto represión. Creatividad.
Humillación. Autoestima.
Sentimiento de impotencia.
Agresividad y violencia
Antecedentes paleoantropológicos
Erick Fromm y Julian Huxley afirman que la dieta vegetal o de carne no está relacionada
con la agresividad.
Los estudios antropológicos sostienen que la motivación del cazador primitivo no era el
placer del acto de cazar, sino la realización, en un nivel adecuado, de sus ‘pericias’, esto es,
el propio desenvolvimiento.
Antecedentes etológicos
Michael Chance, uno de los etólogos más relevantes de nuestra época, ha observado las
sociedades de macacos. Entre otros, a los macacos japonés, rhesus y gabanes y, por otra
parte, a los grupos de grandes simios, como el chimpancé y el gorila. Los grandes simios,
constituyen jerarquías cerradas, mientras los macacos viven en campo abierto.
- Sociedad agonística.
Agonismo es un término utilizado para describir una tensión que interviene entre fuga y
evitación o entre fuga y agresión, en una sociedad cuyos miembros deben permanecer todos
juntos para beneficiarse con la protección del macho dominante, cuando este mismo es
fuente de amenaza. Tal estado de cosas genera, en estos animales, una tensión que comanda
los movimientos de avance y retroceso frente al macho, lo que ejerce un efecto de
activación sobre los simios.
- Sociedad hedónica.
Chance ha denominado modo hedónico (y no hedonista) al de los grandes chimpancés, que
se caracteriza por un comportamiento extremadamente sensible al contacto: besar, tocar la
mano, apretar la mano, abrazar, lo que no acontece en la sociedad agonística.
La mayoría de los animales que viven de manera agonística son separados unos de otro,
siendo la agresión hecha a través de amenaza y todas las reacciones a la amenaza se hacen a
distancia. En el modo agonístico, la activación está bajo el control del cortex (vigilancia).
En el modo hedónico, las relaciones están controladas por el contacto. El contacto constante
tranquiliza e impide el aumento de la excitación. Las relaciones sociales están ligadas a una
recíproca atención y cuidado. Con sus movimientos parecen decir que ellos están de
acuerdo.
Aspectos fisiológicos
Se estableció una doble conexión entre esas áreas específicas. Se logró desencadenar
comportamiento intensamente agresivo por estimulación de los centros inhibidores.
Funkenstein observó una correlación entre adrenalina, miedo, pasividad y depresión por un
lado, y noradrenalina, rabia y actividad, por otro y que esta correlación se extiende a través
de las especies. Mostró que la médula suprarrenal de especies agresivas, como el león,
contiene concentraciones relativamente altas de noradrenalina, mientras que especies menos
agresivas, como el conejo o el babuino, tienden a tener más adrenalina en la corriente
sanguínea.
Existe un paralelo entre estas reacciones y las observadas en el resto del cuerpo. La
depresión y el miedo son, a primera vista, emociones cualitativamente bien diferentes.
Tienen en común el patrón de respuesta pasiva, que contrasta con el patrón de respuesta
más intensa de la rabia.
Rishter realizó un extenso estudio sobre el antagonismo miedo / sexo. Al comparar ratas
domesticadas con ratas salvajes, se demostró que la rata domesticada es menos agresiva con
el ser humano y con su propia especie. Más, la diferencia también se vio en una profunda
alteración en el sistema neuroendocrino de la rata domesticada. La importancia y la
eficiencia de las glándulas suprarrenales decayeron considerablemente en las ratas
domesticadas y muchas de sus funciones fueron asumidas por las glándulas sexuales. Había
una diferencia de una octava del peso de las glándulas suprarrenales respecto a las de las
ratas salvajes.
En Biodanza se trabaja en feed back. Si se recibe amor, se responde con amor. Si se recibe
violencia, se devuelve agresión. Si la fuerza que está en contra es muy fuerte, es necesario
escapar (como los animales, que reaccionan con los instintos de lucha y fuga). El
comportamiento de ‘poner la otra mejilla’ ha resultado ineficaz. He aquí, como referencia,
el poema de Eduardo Alvez Costa:
En la primera noche,
ellos se aproximan
y cogen una flor
y no decimos nada.
En la segunda noche
ya no se esconden:
pisan las flores,
matan nuestro perro
y no decimos nada.
Si no hay reacción ante el agresor, éste insiste en sus agresiones. Se requiere coraje
existencial para actuar en forma adecuada.
Cuando Gregory Bateson formuló, por primera vez, el concepto de ecología de la mente,
estaba inaugurando, tal vez sin saberlo, una nueva forma de pensamiento para las ciencias
humanas. El valor heurístico de este abordaje tiene incalculable importancia en el desarrollo
de los modelos biológicos, psicológicos y terapéuticos. Decidí desarrollar, con el mayor
rigor posible, esta apertura teórica y, hace diez años, inicié la investigación sobre la ‘familia
ecológica’. Mi propuesta es que las relaciones humanas que tienen un carácter de
continuidad y frecuencia íntima crean una red neuroendocrina debido a la interacción
entre los miembros de la pareja. Esta red representa verdaderas funciones nuevas dentro del
sistema viviente de cada uno. Podríamos decir que las personas que nosotros frecuentamos
se instalan en nuestras células. Esta es la razón por la cual la separación de los amantes es
Investigaciones sobre la psicología del cáncer revelan que un alto porcentaje de personas,
descubren la aparición de sus síntomas en el transcurso de dos o tres meses después de una
grave pérdida afectiva. Hipotéticamente, podemos sugerir que la depresión es causada por
la pérdida, cuyas variables bioquímicas, en especial sobre el metabolismo cerebral y el
sistema inmunológico, favorecen la aparición de los focos cancerígenos. Es evidente que la
pérdida influye, de múltiples maneras, en los procesos de autorregulación del organismo,
aumentando temporalmente la entropía del sistema. Pienso que el estrés emocional fuerte
produce turbulencias en los circuitos de integración, creando las posibilidades de cambio y
provocando una cierta inestabilidad en los mecanismos reguladores.
En este punto de nuestra meditación, deseo aventurar una hipótesis: el estrés emocional se
refleja en distintos niveles de profundidad en el organismo:
Nivel 1: psicológico.
Nivel 2: motriz (alteración del tono).
Nivel 3: inmunológico (alteraciones del inconsciente vital).
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