MEDIDAS DE MITIGACIÓN DEL IMPACTO AMBIENTAL GENERADO POR OBRAS

DE INFRAESTRUCTURA

Actualmente el crecimiento demográfico y las actividades de desarrollo humano han

llevado a la construcción masiva y acelerada de obras de infraestructura, que tienen
como propósito mejorar la calidad de vida de las personas y adecuar espacios donde
dichas actividades como vivienda, educación, salud, entre otras, se puedan llevar a
cabo. Si bien, estas obras se realizan para que los humanos tengan una mayor
comodidad, esta realidad tiene un efecto secundario que genera un impacto negativo
sobre el medio ambiente debido a diversos factores, entre esos la utilización de
materiales no amigables con el medio ambiente y la alteración paisajística del área
donde se construye; por ende, existen diferentes alternativas para mitigar el impacto
ambiental generado por los factores anteriormente mencionados.

Inicialmente se puede enfatizar en el primer aspecto, que corresponde al uso de

materiales que generan alteraciones en el medio ambiente. La mayoría de estos
materiales están compuestos por elementos químicos como el plomo, hierro, aluminio,
acero, cobre, o de químicos volátiles derivados del petróleo, los cuales casi nunca
llegan a descomponerse y ocupan grandes volúmenes de superficie, sin dejar a un lado
el gran problema ambiental que abarca al entrar en contacto directo con el suelo, aire o
fuentes hídricas, recursos ecosistémicos que surten la vida de la fauna, flora y la
humanidad, quienes posteriormente sufren alteraciones en sus índices de natalidad y
mortalidad, y salud, respectivamente.
Sin embargo, la ciencia, tecnología e innovación se han encargado de buscar
materiales alternativos que puedan reemplazar los convencionales, pero con los cuales
se obtengan los mismos resultados. Un ejemplo de estos materiales, es el bambú, una
planta increíblemente fuerte y versátil, es un recurso natural ecológico; se implementa
especialmente en el diseño, implementación de cubiertas arquitectónicas, pérgolas,
sillas y bases para mesas. Otro material importante que a través de su reciclaje se
puede usar en el recubrimiento de muebles y paredes, es el vidrio. Añadido a lo
anterior, quizá uno de los materiales reutilizables sobre el que más conciencia se
debería tener, es el plástico, ya que es uno de los principales materiales contaminantes
del planeta Tierra y el cual llega a los mares diariamente en grandes toneladas,
afectando la vida acuática; el reciclaje de las botellas plásticas (PET), ha servido como
alternativa en el uso de ladrillos, generando una estructura muy resistente, de bajo
peso y asegura condiciones térmicas adecuadas.
 Figura 1: Botellas PET usadas en construcción

Por otra parte, en cuanto al tema de la alteración paisajística se puede mitigar este
problema proporcionando en cada obra un porcentaje para zonas verdes, lugares que
servirían para la recreación del personal que haga uso de las instalaciones construidas,
que contribuirán a la formación de microclimas a través de la regulación de la
temperatura y purificación del aire.

Figura 2: Porcentaje de áreas verdes en construcciones

Además de lo anteriormente mencionado es importante que el ingeniero civil tenga

conciencia sobre aquellos ecosistemas reinantes en la zona que son impactados por la
construcción que se ejecuta. Por ejemplo, áreas donde habitan especies nativas de la
zona y tienen que ser removidas hacia nuevos predios que contengan las mismas
características ambientales creando lugares exclusivos que estén exentos de
materiales contaminantes (tanto visuales como físicos) y de construcción
reemplazándolas con siembra de árboles de tal manera que las especies trasladadas
sufran el menor impacto posible.