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Marco teórico:

El institucionalismo da un orden a las actitudes del Estado mediante una elaboración normativa
fundamentada a elementos contextuales. Para estudiar las particularidades sociales no se debe
partir desde el individuo como ser único, sino como un conjunto estructural determinando en
los acontecimientos políticos. Esto teniendo en cuenta factores conductivos existentes en la
toma de decisiones de los individuos, teniendo en cuenta la multiplicidad interpretativa de
las normas jurídicas y morales que inician desde la autonomía para tratar a la conjunción
como actores políticos que actúan bajo una serie de incentivos contextuales (Reyes, 2016)..

Esto implica un juego de roles donde cada grupo se adaptan a determinados contextos para
adentrarse dentro de la interacción social y el intercambio económico, político o humano. En
este sentido, North (1990), pone en manifiesto la importancia de la incertidumbre para
direccionar la conducta individual, dando orden a la estructura social por medio del temor de
ser y hacer. Por esta razón es pertinente determinar las diferencias entre institución y
organización, ya que las primeras se fundamentan en la reunión de individuos guiados por
una serie de leyes políticas o morales que dan paso a un orden estructural de un conjunto en
un nivel macro; mientras que las segundas, son meras agrupaciones que se basan en
distinciones. Es decir que de un grupo surge una institución en el momento en que evoluciona
su campo estructural (citado en Reyes, 2016).

En este sentido, el neoinstitucionalismo se fundamenta también en prácticas operativas en


pro de generar una aceptación que comprende unas redes organizativas formales desde un
sentido político que parte de unos elementos históricos, donde se resaltan las asimetrías de
poder y confrontaciones ideológicas perfilando una institución mediante la causalidad.
Igualmente, el neoinstitucinalismo se conforma mediante “la elección racional”, donde el
comportamiento postura una serie de formas que arman una “acción colectiva” y estratégica
para obtener un protagonismo político. La perspectiva sociológica, comprende los elementos
simbólicos y morales para fomentar la comunicación interinstitucional e individual y así
generar elementos de unión para la integración legal de un grupo (Reyes, 2016).

El neoinstitucionalismo entonces, se caracteriza por ser un “conjunto de aportes


heterogéneos” que parte de una serie de generalidades como el estructuralismo, el legalismo,
el historicismo y la normatividad que parte de un orden estatal, el cual es entendido como
una serie de estructuras sistémicas que inician desde la conducta de los individuos que lo
componen por medio de una autonomía para representar determinada fuerza, conducta o ley,
como elementos base de acciones simbólicas. Estos también se entrelazan con razones
culturales que generan grandes influencias en los aspectos políticos de la sociedad, dentro de
las variantes internacionales y así contextualizar el comportamiento estatal e institucional de
los actores del sistema internacional (Felizzola, 2010).

Así, el neoinstitucionalismo se prioriza en el “razonamiento deductivo” que parte de un


proceso cognitivo en pro de mantener unas fuerzas estabilizadoras – comportamentales de
los actores que integran determinado contexto mediante un individualismo colectivo. Este
individualismo incentivan a la institución “en función de sus acciones”, estructurando la
prosperidad económica para el desarrollo territorial. La diversidad de estos elementos,
requieren un estudio fenomenológico para dar cabida a las interacciones institucionales. Esto
significa que los elementos institucionales son dinámicos aun cuando se presentan unas
limitaciones en los estándares generales de las fuerzas morales (Hernández, 2008).

Kalmanovitz (2003), afirma a diferencia de lo anterior, que las instituciones son las que dan
forma al comportamiento social donde siguen unos lineamientos relativos a los juegos
globales del mercado, fundamentados en la racionalidad contextual en pro de mejores
beneficios colectivos. Esto produce un desarrollo pseudo-anárquico que se ve empujado por
ciertas actuaciones estatales dando paso a una serie de “hechos característicos”, generando
así un serial de choques fenomenológicos respaldadas en modelos racionalistas. Los neo-
institucionalistas han enfatizado el costo de cada movimiento realizado, siendo este el factor
principal de su dinamismo ante la búsqueda de una generación de valor permanente en el
proceso de cambio permanente que existe en este entorno.

El neoisnstitucionalismo es tomado como una teoría narcisista debido a los intereses


individualizados por medio de colectividades que se presentan, por los que se crean sistemas
de evaluación simbólicas para la gestión de resultados. En este sentido, la cultura, el
conocimiento y todas aquellas índoles de la conducta humana se convierten en un producto
para la generación de valor y así fundamentar la gestión participativa en contextos
generalizados. Así, esta teoría las instituciones son empujadas por una serie de motivaciones
basados en una competencia que busca la disminución de los desequilibrios sociales por
medio de las experiencias, la tecnificación y la atracción de mano de obra (Fajardo, 2002).

Marco conceptual
La migración es un fenómeno que se fundamenta en lo político, lo económico, lo social y de
seguridad en un ámbito global. Esto deja un significado situacional que abarca el contexto
general de cualquier país en el mundo. La migración en la actualidad repercute con la
situación geopolítica de los países en el ámbito empresarial y humano, influyendo
directamente a las condiciones de vida de las personas sin importar su condición, siendo esta
la descripción por la cual en los últimos años los conflictos violentos, segmentación, deterioro
medioambiental y debilidad institucional han sido los principales causantes para que este sea
hecho por vías ilegales, dejando más que consecuencias gubernamentales, una serie de
variables en la vulneración de la seguridad humana de tal magnitud, que se ha convertido en
uno de los principales temas en las agendas de los países (OIM, 2018).

Teniendo en cuenta el contexto colombiano donde ha habido un sistematizado e histórico


desplazamiento interno y un creciente internacional, las Naciones Unidas (UN) ha hecho una
caracterización de cada uno para delimitar así una de las dinámicas de la migración. Para la
UN (1998) el desplazamiento interno es la forma como un indiviuo o grupo de individuos
deben y/o se ven obligados a escapar o huír de sus hogares, acrecentando situaciones de
violencia generalizada en la que se ven vulnerados los Derechos Humanos (DDHH). Debido
a sus condiciones en las que estras personas por lo general quedan en situaciones de
desprotección y precariedad, los desplazados forzados internos carecen de condiciones de
asilo, sumado además por falta de cooperación intstitucional entre los gobiernos frente a las
necesidades globales del sistema (OIM, 2018).

Colombia, para el año 2018, tenía más de 7.000.000 de desplazados internos, siendo el
primero en el mundo, y dejando como caracteristias la diversidad existente en cuestiones
étnicas, raciales, de genero y discapacidad, además de las clasificaciones políticas existentes
que se da principalmente de la desconcentración de zonas marginales para llegar a los centros
urbanos nacionales para buscar nuevos asentamientos. Además, se presentan ciertos
problemas como lo son la distribución de tierras respaldados por contextos “histórico-
culturales”. Esto ha producido que el país se encuentre territorialmente fragmentado derivado
de la existencia de actores armados que buscan hacerse con ciertos territorios estimulando
las disputas armadas, el narcotráfico y la vulneración a la vida y el bienestar humano (Pino
& Reyes, 2010; Unidad de Víctimas, 2019).

Entretanto, la migración internacional ha sido un termino que recién lo acogijó la comunidad


internacional con “las Recomendaciones sobre estadísticas de las migraciones
internacionales de 1998”, definiendolo como persona o comunidad que decide irse de forma
voluntaria a residir de un país a otro, haciendo la salvedad que cuando es a corto plazo, se
considera traslado, mientras que si es a largo plazo, es desplazamiento. En este punto, se
desglozan también una serie de terminos que deben acompañar la migración internacional,
ya que la generalidad del concepto, permite subdimensionar los tipos de migración
internacional existentes, como lo son, la migración cultural, laboral, académica, y la que
mayor dificultad ha causado para su dimensión, la irregular, entre otros tipos de migración
exisentes (OIM, 2018).

La migración irregular, es entendida como el traslado o desplazamiento, tanto de forma


transitoria como receptoria que se da por fuera de las vías normativas, generando un estado
triangular entre emisión, tránsito y recepción de migrantes. Esto implica fallas
administrativas a nivel institucional de parte de todos los actores que involucran este flujo,
por las implicaciones que represenan, basandose, en la cantidad de pobladores o “stocks”y
sus flujos, además de las unidades geográficas que quieren abarcar. En otros términos, se
basa en la descripción poblacional, teniendo en cuenta que los migrantes irregulares no tienen
un asilacionsimo cultural, para luego determinar el número de migrantes que salen de
determinado país en un año y así estimar los lugares de llegada de estos migrantes (OIM,
2018).

Esta situación ha producido el surgimiento de negocios marginales que se presentan en la


ilegalidad como el transporte de personas con fines lucrativos, el cual se entiende como el
paso o residencia ilegal de carácter interfronterizo, el cual es perpetado por organizaciones
delincuenciales. La utilización de rutas ocultas ha hecho que tanto organizaciones ilegales
como grande empresas incursionen en este modelo de negocio, generando asociaciones que
se finiquitan en la creación de redes globales de tráfico de pesonas (UNODC, s.f.), tanto así
que Castles (2010), ya lo ha denominado como parte de una industria que involucra desde
abogados y grandes empresarios, hasta fuerza laboral que por sus condiciones ejercen labores
en la precariedad.

De igual manera, la migración irregular presentan alteraciones en el orden del sistema


internacional si se tienen en cuenta las clasificaciones existentes de los centros y las
periferias. Es decir, la migración europea o norteamericana, por ejemplo, es menos común
porque sus documentos de identificación son mundialmente conocidos y teoriamente
permitidos, mientras que aquellos provenientes de África subsahariana o el golfo persico
deben incurrir a cuestiones ilegales debido a las normatividades globales que impiden su
transporte con libertad (Castles, 2010).

En este punto debe hacerse una clasificación sobre los modelos de transporte que diferencian
también los tipos de migración irregular existentes, ya que no es lo mismo hablar de
migrantes como objeto de contrabando, a migrantes como objeto de tráfico. Los primeros,
son aquellos que utilizan unas organizaciones y rutas ya establecidas dedicadas al
contrabando de personas de formas inter e intra continentales. Los contrabandistas se
caracterizan además de su ayuda económica, en estar interesadas en la seguridad de los
migrantes con el fin de generar confianza para afianzar su modelo de negocio y así generar
mayores ganancias aun cuando secorre el riesgo de existir transporte de sustancias ilegales.
Los segundos, en cambio, no tienen ningún interés en moldear un modelo de negocio fiable
para la seguridad humana, ya que muchas ocasiones cambian las rutas en contra de su
voluntad para explotarlos y forzarlos a realizar ciertos tipos de trabajo que vulneran su
seguridad y bienestar humana (Castles, 2010).

El contrabando y la trata de migrantes presentan también otra serie de diferencias que dan
orden a su estructura comportamental. El contrabando de personas comete delitos contra el
Estado, su base es el transporte de personas de países en desarrollo en situaciones vulnerables
por su condición contextual e inicialmente estos no presentan sintomas de abusos o
explotaciones, además este inicia y termina con el transporte de migrantes. En cambio, la
trata de personas atenta contra la dignidad humana y la legalidad estatal, sus víctimas son
mayoritariamene personas jóvenes y mujeres que son expuestas en su mayoría a la
prostitución, matrimonios ilegales o trafico ilegal de organos (Ayuda en Acción, 2018).
Parte de esta situación deriva de la constitución fronteriza y su respectiva categorización, ya
que más de tener unas delimitaciones humanas, se fundamenta en cuestiones administrativas
para controlar una serie de intereses específicos de los Estados. Esto juega con unos
fenómenos y “sujetos sociales involucrados” en los mismos, los cuales se identifican con una
serie de elementos regulatorios dando paso así a la frontera. En este sentido, la frontera parte
de una deficinión netamente física y como un elemento espacial que parte de una
construcción social iniciando desde un sistema internacional por el que los estados
promueven sus estrategías como elementos de seguridad natural en el cubrimiento de sus
intereses (Rodríguez, 2012).

Esto ha hecho que las fronteras tengan ciertos posicionamientos que derivan en
condicionamiento geopolíticos que se configuran como unos tipos de expresiones
comportamentales donde sus intereses se gestan más allá de sus territorios. La frontera no
presenta un valor más allá de su visibilidad territorial y social, Sin embargo, la delimitación
espacial y territorial cumple un papel fundamental en la organización humana, puesto que
aun cuando crea una serie de necesidades generales, cumple con la protección sistemática
del individuo, generando, en últimas, una configuración política el cual conlleva otro
significado de Estado, no en su sentido gubernamental, sino en el de un orden institucional-
social (Díez, 2016).

Esta situación genera vulneraciones a la naturaleza asociativa humana, ya que se busca


limitar la comunicación en un mundo donde las sociedades han convivido de forma histórica
entre culturas, aun cuando se han presentado una serie de conflictos, pero que, como se ha
evidenciado, estos han traido prosperidad en la solución controversial. Actualmente, el
conflicto real radica en que las fronteras no están consolidadas por barreras humanas, sino
herramientas netamente administrartivas que producen un cambio actiudinal de quienes
hacen parte de ellas. Su resultado se resume en la tranformación de los comportamiento
etnicos ya que su tradicionalismo se transforma en incentivos nacionalistas que generan
interacciones incluyentes/excluyentes debido a los nuevos comportamientos identitarios
adquiridos por estas barreras administrativas (Cabrera, 2012).

El problema radica en este punto en la falta interpretativa de las dimensiones etnico-culturales


existentes en la frntera por parte de los Estados. Por esta razón muchos países presentan
conflictos entre sí para su delimitación fronteriza, además de que esta falta interpretativa deja
un escaso reconocimiento zonal de actores territoriales como parroquias, empresas y entes
gubernamentales como veredas u otras agrupaciones municipales, permitiendo un abandono
por parte de los bandos de disputa a nivel de bienestar, afectando así a las comunidades ya
establecidas y aquellas que pasan de forma transitoria, estimulando también a conflictos
socioespaciales entre los mismos grupos sociales para hacerse de la autoridad territorial
(Ayala, 2015).
Marco legal:
Marco internacional parala migración:

La migración internacional empieza a tener una regulación y protección con la creación de


la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) EN 1951. Cinco años después
Colombia ingresa a esta organización con la obtención de apoyo técnico para la protección
social de migrantes internacionales y nacionales que, con motivo del conficto armado, se
fueron a buscar una mejor vida en el extranjero. Para el año 2015, la OIM, con un trabajo
cooperativo con el Gobierno Nacional, lanzaron el Plan Indicativo 2015-2019, en un marco
respaldado por el Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2014-2018, la cual trataba de organizar,
de forma estratégica puntos para la atención de personas que buscaban asilo y refugio en el
país (OIM, s.f.).

Para esto, el Plan se dividió en tres partes ls cuales consistieron en trabajar para una migración
ordenada para fomentar el desarrollo, por medio de la tecnificación para el reconocimiento
de la importancia humana para evitar la trata de personas en un marco de estrategía regional
y global con el fin de fomentar la creación de comunidades inclusivas e incluyentes en zonas
rurales y urbanas. De igual manera, con una migración ordenada se busca abarcar cuestiones
multidimensionales como lo son los aspectos físicos y mentales de los migrantes y la salud
general de las comunidades que habitan en zonas fronterizas, y así trabajar en concordancia
con países cooperantes en la creación de redes para combatir la explotación humana (OIM,
2015).

De igual manera, el Plan también pretende “dar respuestas a emergencia y gestión de riesgo”,
siendo este además el segundo objetivo, el cual se llevará a cabo apoyando, en ayuda de
organismos nacionales e internacionales, gubernamentales e independientes, la atención
primaria de los migrantes irregulares y desplazados internos que además se encuentren
inmersos en crisis relacionadas a las dificultades medioambientales regionales y el conflito
armado interno; para luego culminar con el tercer objetivo que es el trabajo en pro de la
construcción de paz, en las que se busca ejercer labores para la recuperación psicosocial
teniendo en cuenta que las zonas de conflicto tienden a ser las mismas por las que pasan los
migrantes irregulares (OIM, 2015).
Ante el creciente fenómeno de la migración irregular, en el año 2016, se realizó en Nueva
York Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Migrantes, donde más
de 190 países, incluyendo Colombia, se comprometieron a velar los Derechos Humanos de
los migrantes independientemente de su condición, asegurar la educación de los niños y niñas
migrantes, condenar las actitudes xenofóbicas, mejorar la asistencia humanitaria para los
migrantes irregulares, dar viviendas que cubran el bienestar humano de estas comunidades
para fortalecer la gobernanza global y el trabajo cooperativo para su protección (ONU, 2016).

Esto está respaldado con los principios básicos del bienestar humano del Derecho
Internacional Humanitario respaldados por la ONU mediante la Carta de San Francisco de
1945 en la que se reconoce a las personas como sujetos de dereho, para luego seguir con la
Convensión de Viena sobre el Derecho de los Tratados de 1969, para establecer “las
disposiciones” para la protección humanitaria a nivel nacional y regional. Los Derechos
Humanos se vieron posteriormente mejor escudados en la Conferencia Mundial de Derechos
Humanos, celebrada en Viena en 1993, y así seguir con las fuentes del Derecho Internacional
como lo sn los Estatutos de la Corte Penal Internacional (CPI), para dar formalidad al
cumplimiento de estas normativas, comolo son la Carta Internacional de los DDHH, el Pacto
Internacional de los Derechos Civiles y Políticos al igual que los direfentes protocolos
existentes (Cepal, 2005).

Legislación nacional para la migración y la migración irregular:

Colombia como reconocimiento de su importancia geográfica dentro del Sistema


Internacional, ha venido incrementando el trabajo en pro de proteger a los migrantes de toda
indoles que llegan al país sea de forma permanente o transitoria. Por esta razón, Bogotá creó
la Política Integral Migratoria, la cual se basa fundamentalmente en la protección integral de
los colombianos dentro y fuera del país y extranjeros dentro del territorio nacional. Por ende,
mediante el documento Conpes 3603, el Estado se compromete en velar por el cumplimient
de las normas internacionales en materia migratoria, así como proteger de forma integral y
cooperativa la población migrante ubicada en las zonas fronterizas (Cancilleria de Colombia,
s.f.).
Igualmente, este documento cuenta con cinco principios para la confrontación de las
dinámicas actuales de la migración que son la reciprocidad entre países, coherencia,
integridad, y coordinación para la confrontación de los dinamismos existentes por este
fenómeno, en la que se tiene como principal misión la concordancia con la política exterior
nacional con el fin de trabajar para que la persona migrante sea un sujeto de Derechos,
abarcando una serie de dimensiones que son la educacional, cultual, social, económica,
participativa, comunitaria, de seguridad, institucional y formativa. Esto, con el trabajo
coordinado con los diferentes Ministerios como el del Interior, de Justicia o de Educación
(Ciurlo, 2015).

Asimismo, el Régimen Migratorio de Colombia (RMC), cuenta con herramientas para la


consolidación documental de extranjeros que ingresan al país, con el fin de dar garantías
básicas para la protcción de los Derechos Humanos de los migrntes. Sin embargo, no presenta
protección para aquellos migrantes que ingresan de forma irregular, salvaguardando del
Permiso Temporal de Permanencia (PTP) o Tránsito (PTG) que estos pueden solicitar aun,
cuandose presenta la dificultad en la solicitud de ingreso, requiriendo así, cierta legalidad
para el proceso de solicitud de paso por el país (Ciurlo, 2015; Procolombia, 2016).

Esto significa, que el país desproteje en su sentido amplio a los migrantes irregulares,
llegando a tal punto donde estos son segmentados para su protección estatal. El Decreto 542
del 2018, por ejemplo, adopta una serie de medidas para la protección de migrantes
irregulares de origen venezolano, usando herramientas para el registro, control y así mismo
protección de esta comunidad (Ministerio de Relaciones Exteriores , 2018). El Decrto 0834
del 2013 igualmente da una serie de disposiciones con las que cuentan los migrantes
irregulares a nivel general. Sin embargo, su protección no tiene una garantía directa, sino un
respaldo subjetivo de las normas internacionales que son dictaminadas por las autoridades
competentes (Ministerio de Relaciones Exteriores, 2013).

A nivel general, la política migratoria nacional tiene su fundamento en la Ley 48 de 1920,


para luego dar cabida a los Decretos 2268/1995, el Decreto 4000/2004 y el Decreto
2622/2009, los cuales fijaban la expedición de visas, para luego ofrecer apoyos consulares
para aquellos extranjeros que por necesidad debían pasar por Colombia, otorgando permisos
de estdía no superiores a 90 dìas, haciendo especificaciones en principio, para aquellos que
buscaban hacer negocios en el país. De ahí parten salvedades especiales entre los que se
estudian los migrantes irregulares generales (Organización de los Estados Americanos, 2014)

Política fronteriza en la frontera colombo-ecuatoriana

Para la protección fronteriza a nivel territorial y humano, los Gobiernos de Ecuador y


Colombia han pactado una serie de acuerdos entre los que están, primero, la creación de una
Unidad Administrativa. Además de esto, el país cuenta con una serie de reglamentaciones
que dan orden desde la creación de la Ley 10 de 1983, la cual estipuló una serie de premisas
para dar orden a las disposiciones fronerizas dando un orden técnico y administrativo.
Posteriormente, la Ley 191 de 1995 se encarga de proteger la calidad de vida de aquellas
personas que se encuentren en zonas fronterizas, aun cuando esta ley presenta grandes vacíos
interpretativos específicamente en cuanto a su cobertura poblacional, económica y
medioambiental (Defensoría del Pueblo , 2017).

La importancia de esta Ley se presenta en la delimitación de los territorios fronterizosen


cuatro segmentos. El primero, corresponde a las Zonas de Frontera, que son los “municipios
y corregimientos especiales” que se encuentran entre la frontera. La característica especial
de estas zonas es que son altamente dependientes de las decisiones y convenios que se tomen
a nivel interfronterizo para la atención y prestación de servicios básicos. El segundo, son las
Unidades Especiales para el Desarrollo Fronterizo, las cuales se fundamentan como
subgrupos de las Zonas de Frontera, con el fin de tener una mejor intervención al desarrollo
económico y social de las comunidades (Congreso de Colombia, 1995).

Como tercer segmento están las Zonas de Integración Fronteriza, que son áreas compartidas
entre países que buscan una atención integral a la población, también consideradas como
Zonas Binacionales; para finalizar luego con los Puertos Terrestres, que son zonas
comerciales creadas por el Gobierno Nacional para el intercambio comercial en las zonas de
frontera. Esta normativa se hizo con respaldo de la Comunidad Andina de Naciones (CAN)
para el desarrollo de las Zonas de Integración Fronteriza, junto con el ahora extinto Mercosur
por lo que actualmente, el trabajo cooperativo se encuentra en estado de estancamiento, aun
cuando se encuentran en permanente funcionamiento los puntos estratégicos como los
Centros Nacionales (CENAF) y Binacionales (CEBAF) de Atención en Frontera (Defensoría
del Pueblo , 2017).

La unión institucional entre los Gobiernos de Colombia y Ecuador se ha dado por medio de
intermediarios internacionales como la ACNUR, que ha intentado coordinar la cooperación
entre ambos países ante las vulneraciones existentes en materia humanitaria, más aún cuando
existe una negación para la atención de ciudadanos provenientes de países africanos y
asiáticos, ante los vacíos existentes para la atención estructural de migrantes irregulares. Esto
produce una situación de fragilidad para la interpretación normativa tanto a nivel nacional,
como global, debido a que las mismas normatividades internacionales no precisa las formas
de atención de población migrante a un nivel específico (Riaño, Villa & María Jaramillo,
2008).

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