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Tema:
Alumno:
Profesor:
Luis vives
Ciénaga, Magdalena
2019
La importancia de la tabla periódica
A primera vista, la tabla periódica parece una cuadrícula de diversos colores, con
cada cuadro teniendo una serie de letras en tamaño grande. No obstante, esta
distribución tiene un sentido. A cada columna se la suele llamar grupo o familia,
mientras que al as filas horizontales se las llama períodos. Por otro lado, veremos
que a los distintos elementos se los agrupa con distintos colores. Cada una de
estas características tiene una razón de ser, una razón fundamentada en las
características que presentan los elementos. Para un lego en la materia, quizá sea
innecesario tener una clara idea de todas estas características, pero lo cierto es
que es bueno ir tomando contacto con estas regularidades a medida en que se
avanza con los conocimientos químicos.
Para llegar a la tabla periódica de elementos actual se tuvo que pasar por una
serie de acontecimientos para conocer cada elemento y además para encontrarles
un lugar determinado con un orden específico dentro de esta.
El primero que intento darle un orden a la tabla fue el químico alemán Döbereiner,
el observo que las propiedades del elemento Bromo estaban a entre las del cloro y
las del yodo. También encontró similitud entre las propiedades del calcio, estroncio
y bario, por un lado y por el otro el azufre, selenio y teluro. Los clasifico como
triadas y continuó buscando elementos con semejanza de tres en tres pero no lo
consiguió. Esto ocasionó que los científicos de la época consideraran las triadas
de Döbereiner una coincidencia.
Otros intentos por ordenar a los elementos fue el de Newland con su “ley de las
octavas”. Para 1850 y 1865 se descubrieron nuevos elementos y se hicieron
grandes avances en la determinación del peso atómico, dando valores más
acertados los elementos ya descubiertos y sus valores correctos a los nuevos.
Esta ley mostraba un orden en el cual se agrupaba por familias o grupos, que
compartían similitudes, y eran clasificados por periodos de ocho elementos, en los
cuales iban cambiando las propiedades de manera progresiva. A pesar de su
intento esto carecía de validez. Otro intento fue el grafico cilíndrico de
Chancourtois.
Además, consideró dejar huecos para elementos que aún no habían sido
descubiertos.