ÁCIDOS GRASOS POLIINSATURADOS OMEGA-3: EL CAMINO A SEGUIR EN

TIEMPOS DE EVIDENCIA MIXTA

El artículo hace una revisión acerca del debate en torno al uso de los ácidos grasos como
instrumento en la prevención y tratamiento de diferentes enfermedades, tanto cardiovasculares
como metabólicas e incluso algunos tipos de cáncer, donde las opiniones están ampliamente
divididas y no hay un acuerdo entre la comunidad científica sobre si realmente son beneficiosos
o si por el contrario no tienen aportes significativos y antes bien podrían causar daños
colaterales.

Ante todo, vale la pena apuntar que los ácidos grasos esenciales, eje central de la discusión,
son aquellos que el organismo no puede sintetizar y por ello es necesario obtenerlos a partir de
la dieta, la cual, en la actualidad, tiene niveles insuficientes de estos componentes por el cambio
radical de la alimentación humana como fruto de la revolución agrícola, lo que derivó en las
denominadas, por el artículo, “enfermedades de la civilización”.

En primer lugar, se hace referencia a la investigación en el campo de la medicina

cardiovascular, donde por primera vez se habló del Omega 3 como tratamiento para las
enfermedades. Posteriormente, se describe un posible efecto antinflamatorio que podrían tener
y finalmente, la relación con algunos tipos de cáncer como el colorrectal y el de próstata. En
todos los casos, los resultados fueron los mismos o muy similares. Hubo estudios que
mostraron que los ácidos grasos actuaban con eficacia en el tratamiento de las patologías o
potencializaban efectos deseados, pero asimismo, en muchos, otros no se encontró evidencia
suficiente y convincente para probar sus beneficios.

Por último, a manera de conclusión, plantea, a partir de la revisión de diferentes estudios y

fuentes, que son notables los efectos beneficioso de los ácidos grasos sobre la salud humana, y
atribuye las causas de la controversia a imprecisiones en las investigaciones por la forma como
se abordan, el uso de metodologías sujetas a errores y la dificultad en la medición de los niveles
por tratarse de variables altamente susceptibles al cambio según el contexto; y a manera de
sugerencia, propone que en los estudios venideros se incluya un medición de fosfatasa alcalina
en la sangre de los participantes, como punta de partida de una investigación donde se puedan
determinar cambios reales. (La función principal de esta enzima es eliminar grupos de fosfatos
que se encuentran en ciertos tipos de moléculas, como los nucleótidos o las proteínas. También
resulta indispensable para la síntesis de proteínas en las células y la calcificación de los
huesos y el cartílago, y niveles más elevados de lo normal pueden indicar enfermedades del
hígado o de los huesos.)1

1 https://www.webconsultas.com/curiosidades/fosfatasa-alcalina-elevada-causas-y-soluciones
Bibliografía:

Weylandt, K. H., Serini, S., Chen, Y. Q., Su, H.M., Lim, K., Cittadini, A., Calviello, G. (2015)
Omega-3 Polyunsaturated Fatty Acids: The Way Forward in Times of Mixed Evidence.
BioMed Research International, 2015 (Article ID 143109), 1-24.