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COMBUSTION DEL METANO

En la combustión del metano hay involucrados una serie de pasos:


Se cree que el metano reacciona en primer lugar con el oxígeno para formar
formaldehído (HCHO o H2CO). Acto seguido el formaldehído se descompone en
el radical formil, que a continuación da dióxido de carbono e hidrógeno. Este
proceso es conocido en su conjunto como pirólisis oxidativa.

Reacciones del metano

REACCIONES
Las principales reacciones del metano son: combustión, reformación con vapor
(steam reforming) para dar gas de síntesis (syngas), y halogenación. En general,
las reacciones del metano son difíciles de controlar. Por ejemplo, la oxidación
parcial para llegar a metanol es difícil de conseguir; la reacción normalmente
prosigue hasta dar dióxido de carbono y agua.
GAS NATURAL COMO FUENTE
El metano se produce de forma natural por la descomposición de sustancias
orgánicas en ambientes pobres en oxígeno. También se produce en el sistema
digestivo de rumiantes y otros animales, en la explotación de combustibles
fósiles, y en la quema de biomasa.
Aproximadamente la mitad de la producción de metano proviene de los
sembradíos de arroz, de la actividad animal, y de la acción de los termitas. Una
cuarta parte proviene de tierras pantanosas y húmedas. Un 15% de
la producción industrial de gas natural y carbón mineral. Los rellenos de basura y
otras sustancias orgánicas en descomposición contribuyen con un 5% de las
emisiones de metano.
A largo plazo, el metano es mucho más preocupante como agente responsable
del calentamiento global, que el dióxido de carbono ya que tiene un potencial
de calentamiento global 62 veces mayor que este último.
El metano contribuye actualmente con el 15% del Calentamiento Global, excluido
el efecto del vapor de agua. Se calcula que hacia fines del siglo XXI el efecto del
metano habrá superado al producido por el dióxido de carbono.
Aparentemente la humanidad tiene una capacidad muy reducida para modificar
estas cifras ya que medidas drásticas tales como la reducción de la cantidad de
habitantes del planeta o de sus raciones alimentarías son imposibles, luego
tendremos que concluir que es muy poco lo que la humanidad puede hacer para
controlar el flujo de metano a la troposfera, salvo reducir pérdidas en gasoductos,
que prácticamente no tienen incidencia a nivel atmosférico.
El gas natural es una mezcla de metano, etano y una pequeña cantidad de
propano.
Compuesto de carbono e hidrógeno, de fórmula CH4, es un hidrocarburo, el
primer miembro de la serie de los alcanos. Es más ligero que el aire, incoloro,
inodoro e inflamable. Se encuentra en el gas natural (entre un 75% y un 90%),
como en el gas grisú de las minas de carbón, en los procesos de las refinerías
de petróleo, y como producto de la descomposición de la materia en los
pantanos. Es uno de los principales componentes de la atmósfera de
los planetas Saturno, Urano y Neptuno. El metano puede obtenerse mediante la
hidrogenación de carbono o dióxido de carbono, por la acción del agua con
carburo de aluminio o también al calentar etanoato de sodio con álcali. El metano
es apreciado como combustible y para producir cloruro de hidrógeno, amoníaco,
etino y formaldehído.
El metano es el hidrocarburo alcano más sencillo, es un gas.
Cada uno de los átomos de hidrógeno está unido al carbono por medio de un
enlace covalente. Es una sustancia no polar que se presenta en forma de gas a
temperaturas y presiones ordinarias. Apenas es soluble en agua en su fase
líquida.
En la naturaleza se produce como producto final de la putrefacción anaeróbica
de las plantas, este proceso natural se puede aprovechar para producir biogás.
Puede constituir hasta el 97% del gas natural. En las minas de carbón se le
denomina grisú y es muy peligroso por su facilidad para inflamarse.
El metano es el punto de partida de de la producción comercial de
diverso productos químicos, como el hidrógeno, el monóxido de carbono y el
cianido de hidrógeno. El metano constituye gran parte de la atmósfera de los
grandes planetas Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.
FUENTES
Los orígenes principales de metano son:
 Descomposición de los residuos orgánicos por bacterias.
 Fuentes naturales (pantanos): 23%.
 Extracción de combustibles fósiles: 20% (el metano tradicionalmente se
quemaba y emitía directamente. Hoy día se intenta almacenar en lo posible
para reaprovecharlo formando el llamado gas natural).
 Los procesos en la digestión y defecación de animales. 17%. (Especialmente
del ganado).
 Las bacterias en plantaciones de arroz: 12%.
 Digestión anaeróbica de la biomasa.
 Materia viva vegetal: (Se ha descubierto que plantas y árboles emiten grandes
cantidades de gas metano).
El 60% de las emisiones en todo el mundo es de origen antropogénico. Proceden
principalmente de actividades agrícolas y otras actividades humanas. La
concentración de este gas en la atmósfera se ha incrementado de 0,8 a 1,7 ppm,
pero se teme que lo haga mucho más a medida que se libere, al aumentar
la temperatura de los océanos, el que se encuentra almacenado en el fondo del
Ártico.
Son de la familia homóloga -CH2 metileno.
Datos sobre el metano
El metano (CH4), compuesto por carbono e hidrógeno, es un hidrocarburo
incoloro, inodoro e inflamable y más ligero que el aire. Se forma de manera
natural en los procesos de digestión del ganado, así como de las termitas; en las
reacciones de putrefacción y descomposición de residuos o de arrozales y
pantanos; y se encuentra en el gas natural y en el gas grisú de las minas de
carbón, así como en los procesos de las refinerías de petróleo.
Además de su contribución al efecto invernadero, el metano reduce
el volumen de iones hidroxilo, alterando así la capacidad de la atmósfera para
autodepurarse de contaminantes. No obstante, se trata también de un gas
apreciado como combustible y para producir diversos gases y sustancias de uso
industrial, como el cloruro de hidrógeno, amoníaco, acetileno y formaldehído.
Asimismo, es uno de los principales componentes de la atmósfera de algunos
planetas del Sistema Solar, como Saturno, Urano y Neptuno.
CARACTERISTIAS DEL GAS DE CAMISEA
Los yacimientos de Gas de Camisea están conformados por campos: San
Martin y Cashiriari. Estos campos están ubicados aproximadamente a 500
kilómetros al este de la ciudad de Lima, en la selva amazónica.
El campo San Martin fue descubierto en 1984 con la perforación del pozo
San Martin I. El pozo Cashiriari I descubrió el campo Cashiriari en el año
1986.
Regionalmente estos campos se encuentran en una faja subandina
plagada con sobreescurrimiento de la cuenca Ucayali. Los reservorios de
la cuenca son consecuencia clásticas de edad Permiana son la formación
Ene, los miembros inferiores y superior es Noi de la formación Ene, y la
formación Nia Kaatsrinkai (Nia inferior). Por sobre una discordancia regional,
yacen la formación Nia Superior de edad Cretácica, y las formaciones del
Cretácico superior: Chonta y Vivian. Esta ultima es probablemente el
reservorio mas importante de las cuencas subandinas del Perú.
Los campos Cashiriari y San Martin son anticlinales con rumbo este-oeste.
La estructura Cashiriari tiene dimensiones de 30 x 5 kilómetros. El anticlinal
es delimitado en el norte por la falla de sobre escurrimiento Cashiriari. Una
combinación de relieve estructural y fallas sellantes producen el cierre. El
anticlinal San Martin tiene dimensiones de 10 x 4 kilómetros. El cierre en los
flancos este, oeste y sur esta basado en el relieve estructural, mientras que
el cierre en el flanco norte esta provisto por una falla de sobre escurrimiento.
Los reservorios del área de Camisea son del tipo de Gas Condensado
Retrógrado, soportados por impulsión de agua de cuyo acuífero no se
conoce la extensión. Adicionalmente los reservorios presentan
comportamiento de doble porosidad y permeabilidad debido a la presencia de
fracturas naturales.
Durante la explotación de los campos será conveniente mantener la presión
del reservorio a través de operaciones de reciclaje de gas seco para
minimizar la condensación retrograda de los líquidos dentro del reservorio y
así maximizar la recuperación final de los líquidos del gas.
EXPLOSION APLICADO A LA MINERIA
Una explosión al consistir en una liberación brusca de energía produce un
aumento de la energía cinética local de las moléculas cercanas al centro de la
explosión, eso comporta una diferencia de temperatura y por tanto una dilatación
expansiva. Esa dilatación expansiva es la causa de las ondas de presión u onda
expansiva en los alrededores donde se produce la explosión. Las explosiones
se pueden categorizar como deflagración según si las ondas son subsónicas
y detonaciones si son supersónicas (ondas de choque). Estas velocidades
deben considerarse respecto del medio de propagación (el explosivo).
El efecto destructivo de una explosión es precisamente por la potencia de la
detonación que produce ondas de choque o diferencias de presión subyacentes
de duración muy corta, extremadamente bruscas
explosivo a todo compuesto o mezcla de sustancias químicas con capacidades
para transformarse por medio de reacciones de oxidorreducción, en productos
gaseosos y condensados. El volumen inicial ocupado por el explosivo se
convierte en una masa gaseosa que alcanza altas temperaturas y como
consecuencia muy altas presiones.
EXPLOSIONES FÍSICAS

En determinados casos el gas alta presión se genera por medios mecánicos o


por fenómenos sin presencia de un cambio fundamental en la sustancia química.
Es decir, alcanza presión mecánicamente, por aporte de calor a gases, líquidos
o sólidos o bien el sobrecalentamiento de un líquido puede originar una explosión
por medios mecánicos debido a la evaporación repentina del mismo. Ninguno de
estos fenómenos significa cambio en la sustancia química de las sustancias
involucradas. Todo el proceso de generación de alta presión, descarga y efectos
de la explosión puede entenderse de acuerdo a las leyes fundamentales de la
física.

La mayor parte de la explosiones físicas involucran a un contenedor tal como


calderas, cilindros de gas, compresores, etc. En el contenedor se genera alta
presión por compresión mecánica de gas, calentamiento del contenido o
introducción de otro gas a elevada presión desde otro contenedor. Cuando la
presión alcanza el límite de resistencia de la parte más débil del contenedor se
produce el fallo. Los daños generados dependen básicamente del modo de fallo.
Si fallan pequeños elementos pero el contenedor permanece prácticamente
intacto, la metralla proyectada resulta peligrosa como balas, pero la descarga de
gas es direccional y controlada. En estas condiciones los daños causados se
limitan a penetración de metrallas, quemaduras y otros efectos dañinos por
gases calientes.

Cuando el fallo ocurre en las paredes del contenedor se producen proyecciones


de metrallas de mayor tamaño provocando un violento empuje de la estructura
del contenedor en la dirección opuesta a la descarga del gas. En este caso la
liberación del gas es extremadamente rápida y genera una violenta onda de
choque.

En el caso de que el contendor almacene un líquido sobrecalentado (líquido a


temperatura superior a su punto de ebullición o un gas licuado como amoníaco
o dióxido de carbono) cuando el contenedor se rompa se producirá súbita
evaporación del líquido. El volumen evaporado es suficiente como para enfriar el
producto liberado hasta su punto de ebullición y aumentar los efectos de la
presión. Este fenómeno se conoce como BLEVE (explosión de vapor en
expansión de un líquido en ebullición).

Otro fenómeno es la evaporación de un líquido puesto en contacto con otra


sustancia a una temperatura muy por encima del punto de ebullición del líquido.
Este es el caso de la introducción de agua de tubos de calderas, cómo
intercambiadores de calor o tanques de fluidos de transferencia de calor, a alta
temperatura pueden provocar violentas explosiones.
EXPLOSIONES QUIMICAS

En otros casos la generación del gas a alta presión resulta de la reacción química
de un producto donde la naturaleza del mismo difiere de la inicial (reactivo), La
reacción química más común presente en las explosiones es la combustión,
dónde un combustible (por ejemplo metano) se mezcla con el aire, se inflama y
arde generando dióxido de carbono, vapor de agua y otros subproductos. Hay
otras reacciones químicas que generan gases a alta presión.

Las explosiones resultan de la descomposición de sustancias puras. Cualquier


reacción química puede provocar una explosión si se emiten productos
gaseosos, si se evaporizan sustancias ajenas por el calor liberado en la reacción
o si se eleva la temperatura de gases presentes, por la energía liberada.

La reacción química más conocida que produce gases a alta presión por medio
de otros gases o vapores, en la combustión de gases en el aire. Sin embargo,
otros gases oxidantes cómo el oxígeno, cloro, fluor, etc., pueden ser sustituidos
por algo, produciendo con frecuencia procesos de combustión muchos más
intensos.

Los polvos y nebulizadores ( líquidos en estado pulverizado) pueden generar, al


quemarse en el aire o en otro medio gaseoso reactivo, gases a elevada presión.
La combustión puede producirse con cualquier partícula, pero en la práctica de
mayores riesgos se encuentran en las de 840 micras o menos. A medida que
disminuye el tamaño más fácil se produce la dispersión y más estable y duradera
resulta. Las partículas más finamente definida implica mayor riesgo al facilitar la
formación de dispersiones, mantenerlas durante más tiempo y quemarse más
rápidamente las partículas de mayor tamaño.

Las reacciones químicas pueden clasificarse en uniformes que son


transformaciones químicas que involucran toda la masa reactiva y reacciones de
propagación, en la que existe un frente de reacción, claramente definido que
separa el material sin reacción de los productos de la reacción, avanzando a
través de toda la masa reactiva.

REACCIONES UNIFORMES: En este tipo de reacciones la velocidad sólo


depende de la temperatura y la concentración de los agentes de la reacción
manteniéndose constante en toda la masa reactiva. A medida que aumenta la
temperatura de la masa, la reacción se acelera alcanzando el punto de
calentamiento en el que el calor generado supera al disipado por al ambiente.
Puesto que se genera calor en toda la masa reactiva, pero disipa más lentamente
desde el centro que desde la superficie exterior, el centro se calienta más y
aumenta su velocidad de reacción.

REACCIONES DE PROPAGACIONES: Una mezcla de hidrógeno y oxígeno se


puede almacenar a temperatura ambiente durante extensos períodos de tiempo
sin indicios de reacciones químicas. No obstante, la mayoría de estas mezclas
reaccionan violentamente si se aplica una fuente de ignición. La reacción
comienza en dicha fuente y se propaga por la mezcla. Pueden diferenciarse tres
zonas distintas :
 la zona de reacción;
 la zona de producto (detrás de la llama); y,
 la zona sin reacción (frente a la llama).

Una reacción de propagación siempre es exotérmica. La reacción se inicia con


una zona relativamente pequeña de alta temperatura, generada por un
encendedor externo o por acumulación de calor en el núcleo de un sistema de
reacción uniforme. Para que la reacción se propague, el núcleo, activado por el
inflamador, debe elevar suficientemente la temperatura del material circundante
de forma que entre en reacción. Cuanto más elevada sea la temperatura inicial
del sistema, más fácilmente se inflama y más probable resulta la reacción de
propagación, puesto que se requiere menos transmisión de energía para que
entre en reacción el material circundante. Puesto que una reacción de
propagación se inicia en un punto específico y se propaga a través de la masa
reactiva, la velocidad de disipación depende de la propagación del frente de
reacción. Las velocidades de propagación varían desde cero a varias veces la
velocidad del sonido, dependiendo de la composición, temperatura, presión,
grado de confinamiento y otros factores.

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