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DE LA NOVELA
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LETRAS LIBRES
SEPTIEMBRE 2015
La resurrección
mental. (No recuerdo la línea exacta, pero parafraseo: piana en el siglo xvi? Lo que ahora llamamos “autoficción”
DE LA NOVELA
“si en un relato aparece una arma esta siempre debe dis- se puede rastrear en Dante, en Petrarca, en Montaigne, en
pararse al final”.) Yo no había reparado hasta qué punto Cervantes: en todos aquellos grandes autores que busca-
teníamos metida esta fórmula en la cabeza hasta que vi ron, que no se conformaron (con una forma), que inves-
la película rumana Cuatro meses, tres semanas, dos días, de tigaron con la plástica de los textos. La literatura que me
Cristian Mungiu. Narro la escena: en la habitación de un interesa sigue siendo eso: investigación. Por eso me fasci-
hotel se citan una chica embarazada, su amiga y el abor- nan Verano, de J. M. Coetzee, o 2666, de Roberto Bolaño,
tero, quienes discuten el precio del procedimiento y en porque cuando lees esas novelas sientes que hay algo muy
medio de una tensa negociación aparece una pistola. La nuevo que, al mismo tiempo, es muy viejo, que la vanguar-
tensión está construida alrededor de la posibilidad de un dia es absolutamente clásica.
20 disparo que nunca ocurre y acaso eso sea lo más efecti- Supongo que ya no existen los objetos culturales cen-
vo: que no sucede. Este sería el modelo “cabo suelto”. Se trales. Que ya no hay un discurso como la literatura que
me ocurren otros: el “agujero-de-la-rosca”, que describió ocupe un centro, porque de hecho no existen los centros.
hace algunos años Álvaro Enrigue, y donde “se cuenta lo El videojuego, el cómic, las series de televisión, los proyec-
que no está en lo contado”, donde se exhiben, un poco a tos transmedia, no obstante, han utilizado para alcanzar su
lo Hemingway, “solo los daños colaterales”. Y el modelo madurez como lenguajes narrativos o poéticos los meca-
LETRAS LIBRES “de la acumulación”: el Je me souviens, de Georges Perec, que nismos de la novela. Son novelas gráficas. Telenovelas. Por
SEPTIEMBRE 2015
copia el I Remember, de Joe Brainard, y que a su vez antece- eso me ha funcionado usar las herramientas de la literatura
de a las novelas de Valérie Mréjen: relatos que se organi- para leer otras manifestaciones culturales. El título de uno
zan a partir de una sucesión de entradas de tres o cuatro de mis ensayos es, precisamente, Teleshakespeare, y el pro-
líneas que no responden a un orden cronológico y que no yecto cervantino y borgiano de mi trilogía parte tal vez de
se construyen en la estructura de comienzo-clímax-desen- la voluntad de traducir en novela una serie de televisión.
lace sino en el modelo de una suma de escenas que quizás Eso quizá fuera “nuevo” a finales de la década pasada, pero
al final nos cuenten algo por más que ese no sea necesa- se inscribe en dos largas tradiciones, claro: por un lado, la
riamente su deseo. de la écfrasis –traducir las imágenes a lenguaje literario–
Todo esto tan largo para decirte, Jordi, que veo la nove- y, por el otro, la metaliteratura –los manuscritos encontra-
la yendo en varias direcciones radicales: hacia la com- dos, etcétera.
binatoria de formas y registros, por un lado, y hacia la
exploración contra las convenciones en las que nos hemos FECHA: 20 de junio de 2015
educado como lectores. En esta línea, y animada por los DESDE: Nueva York (empezado a las 14:00, interrumpido
deseos clasificatorios de Perec (Pensar/Clasificar, qué libro), por una llamada de larga distancia,
me interesaría saber qué has observado tú (si es que esto enviado a eso de las 16:30)
que te planteo te resuena) en tus lecturas recientes o en la DE: Lina Meruane
escritura de tu trilogía de novelas. Sin ser los géneros mi tema de investigación, aunque sí
de interés literario, me atrevo a sugerir que la novela, la
FECHA: 18 de junio de 2015 prosa, la escritura en general, siempre ha estado en una
DESDE: Barcelona, por la tarde (Nueva York, relación dinámica con los demás objetos de la cultura y
por la mañana) con los temas y problemas de la sociedad donde surge.
DE: Jorge Carrión Estoy de acuerdo con lo que me comentas, y me alegra
No solo creo que la novela no ha muerto, sino que me que lo hayas mencionado porque yo también desconfío
parece un tanto ridículo que sean novelistas –que siguen del discurso apocalíptico. Desconfío no solo porque su
escribiendo novelas– los principales defensores de ese recurrencia lo anula, como dices tú, sino porque se tras-
fallecimiento que nunca se produjo. Supongo que, a luce en el anuncio funerario de la novela una ansiedad
grandes rasgos, hay dos formas de ver nuestra época: cultural de índole conservadora. Esos discursos crepuscu-
como un crepúsculo o como un amanecer. Prefiero la lares son manifestaciones de un modo de pensamiento que
segunda. No soporto la retórica del agotamiento. Cuanto se niega a considerar que algo de la producción cultural
mejor conoces la tradición literaria, más consciente eres del presente tenga sentido o validez. Se niega a interpre-
de que en todas las épocas hubo algún sentimiento de tar la estrecha relación entre la producción presente y su
crisis y de finitud; también cobras mayor conciencia de cambiante contexto. Se niega a asignarle valor a lo actual
pertenecer a una genealogía de autores que ya hicie- (desconfía, ve en cada gesto una pérdida de los estánda-
ron algo muy parecido a lo que, después, han segui- res de “virtuosismo” o “seriedad” o “calidad” o como se
do haciendo los “vanguardistas”; es decir, los que están quiera llamar ese valor supremo que nuestra generación
por delante, un poco a la intemperie, buscando cami- habría desperdiciado). Esto se refleja claramente en un
nos, carne fácil de cañón. ensayo reciente de Mario Vargas Llosa, La civilización del
El otro día, leyendo un librito maravilloso, Montaigne, de espectáculo, que reivindica el pasado como utopía, los sabe-
Stefan Zweig, me encontré con estas palabras del autor de res y las lenguas del pasado como los únicos propios de
Los ensayos: “Con tantas cosas que tomar prestadas, me sien- una civilización que se precie de tal. Yo suelo identificar
to feliz si puedo robar algo, modificarlo y disfrazarlo para los discursos apocalípticos de la cultura con los discursos
apocalípticos enarbolados por la derecha en relación a Antoine Volodine o Pascal Quignard), de que en ellas
la democracia participativa y a la manifestación polí- prima lo leído y pensado por encima de lo vivido, que
tica. No es raro que el presente se vea desde esa posi- desaparece. Es decir, la autobiografía se puede rastrear
ción como en constante crisis (política, social, cultural) en tanto que lectores o pensadores, pero difícilmente
o en procesos de barbarización por lo demás irreversi- como experiencias corporales. Tal vez ahí habría una
bles. También habría que ponerle un ojo más crítico a distinción posible: aquellos que narran y ensayan a par-
la novela distópica, preguntarse si esos textos que anun- tir de lo que viven sobre todo como cuerpos, a menudo a
cian el fin de lo social no hacen, además de denunciar partir de experiencias de desplazamiento, entremezcla-
ciertos procesos de destrucción del planeta, sino con- das con otras de lectura; y aquellos que narran y ensa-
firmar, de paso, una idea tan arraigada y conservadora, yan a partir casi exclusivamente de lo que leen y piensan.
negándose a proponer más imaginativamente un des- Seguramente sea una clasificación absurda, como casi
pués posible, habitable... todas. El email invita a la divagación. Pero leer es, de un
modo u otro, establecer semejanzas, crear familias, cla- 21
FECHA: 23 de junio de 2015 sificar (somos hijos de Georges Perec).
DESDE: la fría Bogotá
DE: Jorge Carrión FECHA: 3 de julio de 2015
Te escribo desde Bogotá, donde he venido a presentar DESDE: Santiago de Chile
justamente una novela apocalíptica. O posapocalíptica, DE: Lina Meruane LETRAS LIBRES
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Los huérfanos. En mi lectura, al final de la novela, hay La vida (un vuelo apurado a Santiago) se cruzó entre
espacio para la esperanza y la utopía, un espacio que nuestros correos y no pude contestar antes, pero me
copié –sin darme cuenta– de los poemas de Poeta en quedé pensando. Lo experimental: no creo que toda
Nueva York de Lorca que más me gustan, los más exten- escritura sea experimental, creo que la pequeña trampa
sos, que acaban con figuras mesiánicas. Pero entiendo y es que estamos pensando en los libros que nos gustan
respeto tu argumento, que expresó de un modo parecido y si somos, como tú sugieres, hijos de Perec, tendemos
Marcelo Cohen en un largo ensayo publicado en la revis- a elegir escrituras que de algún modo atraviesan de un
ta Otra Parte. Me interesa esa conexión que haces entre campo a otro y ensayan un nuevo lugar ya sea desde lo
conservadurismo político y conservadurismo literario. vivido o lo leído (me gusta esto que dices y me recuer-
La novela que me es más cercana es, en efecto, progresis- da a Sylvia Molloy, que acostumbra decir que la lectura
ta: la experimentación en las formas tendría su paralelis- es parte de nueva vida vivida, que se hace parte funda-
mo en el laboratorio social. En ese sentido, no obstante, mental de nuestra experiencia). Fuera de este campo
podría ser contradictorio que defendamos redes abier- de lecturas que estamos dibujando no todo es experi-
tas, copyleft o participación ciudadana mientras seguimos mental. Experimental no puede incluirlo todo, si fuera
poniendo nuestro nombre de Autor (en el sentido deci- así no permitiría definir nada; en otras palabras, si una
monónico) en las portadas de nuestros libros. definición es demasiado amplia deja de demarcar un
Me pregunto qué ocurre, por otro lado, en esa diso- territorio, un procedimiento, un objeto. Hay muchí-
lución general de las fronteras, con lo que hemos lla- sima escritura acomodada en la convención, fórmu-
mado tradicionalmente “la novela experimental”, es las que se repiten hasta el aburrimiento... Este verano,
decir, “la narrativa de vanguardia”. ¿Somos todos expe- sin ir muy lejos, tuve el mal ojo de llevarme novelas de
rimentales? ¿Lo son Knausgård, Carrère, Coetzee en el autores contemporáneos (de cuyos nombres prefiero
mismo sentido que otros autores que están más cerca del no acordarme) que tenía la impresión de haber leído
museo de arte contemporáneo o del underground? Pienso antes. Y me pasó algo sorprendente: tomé El proceso,
en libros como El sentido interrogativo, de Padgett Powell, de Kafka, que no había leído (uno de los clásicos que
que podría haber sido editado como una pieza de una no pasó por mis manos adolescentes), y tuve la misma
exposición de arte conceptual; o en los de Dora García, impresión: de haberlo leído ya. Cómo podía ser que me
que no circulan como literatura, sino como arte. En pareciera ya leído, pensé. Comprendí que se han escrito
Estados Unidos, me parece, la línea fuera del mainstream muchos textos kafkianos después de Kafka, que quizás
de culto es fuerte y está siempre muy cerca de la poe- Harold Pinter, por ejemplo (y es un ejemplo notable),
sía y del ensayo (pienso en libros fascinantes que ha había gastado a Kafka. En otras palabras, todo experi-
publicado en español La Bestia Equilátera, como los mento se puede convencionalizar. El tiempo pasa sobre
de David Markson o Los colores primarios, de Alexander lo literario también, fecha ciertos experimentos y exige
Theroux). En español podríamos pensar en las nouvelles otros nuevos a partir de lo anterior. Entonces, todo texto
de Mario Bellatin, minimalistas, libérrimas, a menu- puede ser experimental en un momento pero dejar de
do sumamente imaginativas, pero otras con una fuerte serlo después, cuando ese experimento entra al canon,
carga reflexiva, en una especie de rueda del karma o de y su procedimiento se vuelve formulaico. Ahí hay un
la reencarnación (primeras ediciones, ediciones autoedi- peligro del que no se puede escapar. Y entonces, Jordi,
tadas, auténticos remakes propios, como en el caso recien- volvemos al inicio de nuestra correspondencia: hay una
te de Jacobo reloaded, que acaba de publicar Sexto Piso). forma de novela que siempre estará muriendo, pero la
Tengo la impresión, en su obra y en la de César Aira o novela, en su reformulación constante, se mantiene en
la de Agustín Fernández Mallo (o, en Francia, las de una resurrección eterna. ~