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ESCUELA DE AGRONOMÍA
2013
ii
_______________________________ SUSTENTANTE
Joaquín Adolfo Torres Acuña
2013
iii
DEDICATORIA
A todas las personas que me han apoyado durante el desarrollo de este trabajo,
especialmente a mis padres y hermanos, de quienes he aprendido a valorar la dedicación y
el esfuerzo en el trabajo como herramienta para buscar honradamente lo justo. A todos mis
maestros quienes de una u otra manera me han deseado el bien y han representado un gran
aporte en mi desarrollo como persona y profesional.
iv
AGRADECIMIENTOS
Al director de esta tesis, Dr. Marco V. Gutiérrez, por su empeño y entusiasmo al transmitir
su amplio conocimiento durante cada una de las fases del desarrollo del proyecto.
A los colegas: Ricardo Escobar, Francisco Peralta, Álvaro Carmona, Carlos Chinchilla,
Amancio Alvarado, Rafael Mata, Guillermo Brenes, Jeremy Henry, Emanuel Araya y Jesús
Rodríguez, quienes de una manera muy profesional han brindado valiosas recomendaciones
técnicas que han contribuido al desarrollo de este trabajo.
Al Ing. José Miguel Araya de la Universidad de Costa Rica, por su apoyo desinteresado en
la capacitación para el uso del especializado equipo fisiológico utilizado en el desarrollo de
este proyecto de tesis.
ÍNDICE GENERAL
INTRODUCCIÓN .............................................................................................................. 14
ANTECEDENTES .............................................................................................................. 17
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES................................................................ 62
ÍNDICE DE FIGURAS
varianza se realizó entre las cuatro categorías de palmas, en estación seca (enero de
2012, 73 mm) y lluviosa (junio de 2011, 427 mm), de acuerdo a las clases diamétricas
propias de la palma aceitera. La comparación múltiple de todos los pares de medias fue
realizada utilizando la prueba de DGC. Los resultados son las medias de 60 muestras
por cada estación y 15 muestras para las categorías de palmas. Letras iguales denotan
diferencias no significativas con un nivel de significancia del P < 0,05. ...................... 46
Figura 11. Número total de hojas y PxS de la hoja No. 9 a través del tiempo en las cuatro
categorías de palmas evaluadas (variedad guineensis: sanas, con síntomas y
recuperadas de PC y el híbrido interespecífico Amazon). Estas variables deben ser
interpretadas en función de la tendencia del crecimiento y no comparar las categorías
de palmas, ya que son de diferente edad. ...................................................................... 48
Figura 12. Tendencia del PxS en las hojas No. 1 y 17 entre el periodo de abril de 2011 y
agosto de 2012 en las cuatro categorías de palmas evaluadas (variedad guineensis:
sanas, con síntomas y recuperadas de PC y el híbrido interespecífico Amazon). Estos
datos deben ser interpretados considerando la tendencia del crecimiento y sin comparar
las categorías de palmas, ya que eran de diferente edad. .............................................. 49
Figura 13. Número de inflorescencias masculinas y femeninas contadas a través del tiempo
en las cuatro categorías de palmas evaluadas (variedad guineensis: sanas, con síntomas
y recuperadas de PC y el híbrido interespecífico Amazon). ......................................... 51
Figura 14. Potencial hídrico de las hojas No. 1 y 17 en las cuatro categorías de palmas
evaluadas (variedad guineensis: sanas, con síntomas y recuperadas de PC y el híbrido
interespecífico Amazon), en la mañana (5:00-6-00 am) y la tarde (11:00-1:00 pm) de
las estaciones lluviosa (mayo-junio 2011) seca (marzo-mayo 2012) en el Pacífico sur
de Costa Rica. La comparación múltiple de todos los pares de medias en al análisis de
la varianza, fue realizada utilizando la prueba de DGC. Los resultados son las medias
de 360 muestras por cada estación, donde letras iguales denotan diferencias no
significativas con un nivel de significancia de P < 0,05................................................ 53
Figura 15. Contenido relativo de agua y peso foliar específico en hojas No. 1 y 17 de las
cuatro categorías de palmas evaluadas (variedad guineensis: sanas, con síntomas y
x
por cada estación, donde letras iguales denotan diferencias no significativas con un
nivel de significancia de P < 0,05.................................................................................. 58
Figura 19. Factores desencadenantes y desarrollo de la sintomatología de la PC de la palma
aceitera en el campo. La variabilidad en la cantidad y la distribución de la precipitación
anual fue la regla durante el periodo que precedió e incluyó el presente estudio. Las
fuertes estaciones lluviosas de los años 2010 y 2011, cuando se iniciaron las
observaciones de campo, fueron seguidas por una marcada estación seca y la
disminución de las lluvias por casi 3-4 meses. Este patrón de precipitación se reflejó
claramente en el contenido de humedad del suelo, que varió significativamente entre
las estaciones. Los suelos se tornaron hipóxicos y anaeróbicos por periodos
prolongados, y luego se secaron considerablemente. Prevaleció una alta demanda
evaporativa en la atmósfera. Los síntomas morfo-fisiológicos de la PC aparecen y se
intensifican conforme avanza la siguiente estación lluviosa del 2011, desencadenados
por la muerte de las raíces finas absorbentes. A mediados del año 2012, las plantas
originalmente sanas manifiestan los primeros síntomas de PC, y las alteraciones
fisiológicas observadas en las palmas enfermas el primer año se repiten. Se inician las
terapias de recuperación de la PC en el campo. ............................................................ 63
xii
ÍNDICE DE CUADROS
RESUMEN
INTRODUCCIÓN
Los mejores desempeños de este cultivo se han observado en zonas con una
precipitación entre 2500 y 3500 mm, bien distribuida a lo largo del año, en donde no se
presenta una época de baja precipitación muy extensa. La temperatura media óptima se
encuentra entre 25 y 27 °C, con una máxima entre 29 y 33 °C y una mínima de 22-24 °C
(Durán et al. 1999). Condiciones hídricas con menos de 100 mm de lluvia/mes reducen
significativamente la producción de racimos de fruta fresca y sin embargo, precipitaciones
mayores a 400 mm/mes también pueden ser perjudiciales (Goh et al. 2011).
El trastorno conocido como pudrición del cogollo (PC o flecha seca) que sufre la
palma aceitera ha generado grandes pérdidas económicas en plantaciones alrededor de todo
el mundo (Franqueville, 2001; Corley y Tinker, 2003). La PC es un trastorno de etiología
desconocida y probablemente compleja que afecta el desarrollo y la fisiología de la palma
aceitera, y en algunas ocasiones puede causar la muerte de las palmas. El problema ha sido
particularmente importante en América tropical, donde algunas plantaciones han sido
severamente afectadas, lo cual ha ocasionado pérdidas económicas y alteraciones sociales
al perderse miles de empleos directos e indirectos (Corley y Tinker, 2003; Chinchilla,
2010).
ANTECEDENTES
En Costa Rica, este desorden es conocido también como "flecha seca", que se
caracteriza porque no se manifiestan pudriciones acuosas, sino que las hojas flechas y las
hojas jóvenes se secan, a veces en ausencia del amarillamiento inicial. Estos secamientos de
las hojas son más evidentes en las épocas secas o de menor precipitación. Con la
implementación de prácticas de cirugía, mejoras de la aireación del suelo, fertilización
balanceada y control oportuno de plagas y enfermedades, las palmas pueden recuperarse,
por lo que no ha ocurrido el abandono de las plantaciones (Chinchilla 2010). Esto contrasta
con lo sucedido en otras regiones productoras como Tumaco, al sur de Colombia, donde en
el año 2010 se perdieron 30 000 hectáreas de palmas ante la supuesta amenaza de un
patógeno sumamente agresivo, motivando al Instituto Colombiano de Agricultura (ICA) a
declarar a la PC emergencia fitosanitaria (FEDEPALMA, Federación Nacional de
Cultivadores de Palma Aceite). Esta misma medida también se tomó en Costa Rica a
inicios del año 2013.
Los síntomas observados en las hojas jóvenes y los tejidos cercanos al meristemo
apical podrían estar relacionados con una alteración inicial del sistema radical,
principalmente de las raíces terciarias y cuaternarias, que ocurre antes de que se presenten
los síntomas en la copa. Estas condiciones, asociadas a suplementos nutricionales pobres y
19
Se ha observado además que la densidad de raíces finas se reduce en las palmas con
síntomas, comportamiento que puede anteceder a la aparición de los síntomas del trastorno
de la PC en la copa desde entre dos a cinco meses (Albertazzi et al, 2005). Esto coincide
con observaciones realizadas en otros cultivos tropicales como el banano (Stover 1986), en
el cual la pérdida del sistema radical es la principal limitante de la productividad y con los
resultados de Durán y Ortiz (1995) en el Pacífico Sur de Costa Rica, quienes señalan que la
deficiencia de oxígeno es el factor más limitante de la productividad de la palma aceitera en
áreas planas pobremente drenadas.
la palma aceitera, las cuaternarias presentan diámetros menores a 0,5 mm, las terciarias
entre 0,5 y 1,5 mm, las secundarias entre 1,5 y 4 mm y las primarias presentan diámetros
mayores de 4 mm (Corley y Tinker, 2003, Gutiérrez et al. 2014). A partir de las raíces
secundarias emergen y se extienden las terciarias y cuaternarias, que son las más
importantes para la absorción de agua y nutrientes (Jourdan y Rey 1997; Fairhurst et al.
2003), y para el establecimiento de diversas relaciones bióticas con los microbios del suelo,
tanto simbióticas con hongos micorrízicos (Janos 1977), como de patogenicidad. A pesar
de su abundante aerénquima y la presencia de neumatodos (Yampolski 1924), su suculencia
y distribución las hace especialmente susceptibles a las deficiencias de oxígeno causadas
por el exceso de agua en el suelo (Jourdan y Rey, 1997; Jourdan et al, 2000). Es sabido
además que relativamente pocas horas de anegamiento (72 horas) pueden causar serios
trastornos fisiológicos en cultivos como el tomate (Bradford 1981) y la papaya
(Campostrini y Glenn 2007).
Esto parece indicar que el estrés de varios tipos es una causa probable del desarrollo
de la sintomatología de la PC, al susceptibilizar a las plantas y predisponerlas a las
enfermedades de origen biótico (Henson et al. 2005). Efectivamente, Ayres (1974) y
21
Yarwood (1976) señalan que la baja disponibilidad de luz y los factores asociados, como el
exceso de agua, bajas temperaturas relativas y deficiencias de carbohidratos no
estructurales, de ocurrencia frecuente en muchas zonas productoras de palma aceitera, es la
principal causa abiótica de la predisposición a las enfermedades
predisposición de las plantas a otros trastornos de origen biótico. Las fuertes estaciones de
alta precipitación, típicas de muchas zonas productoras de palma aceitera, se asocian con
reducciones sustanciales de la radiación solar, la fotosíntesis y el contenido de
carbohidratos no estructurales de las palmas, así como con aumentos importantes del
contenido de agua del suelo y reducciones subsecuentes del contenido de oxígeno y del
desempeño de los sistemas radicales. En conjunto, esto puede constituir un síndrome
morfo-fisiológico que se refleja en el estado nutricional, mineral, energético y finalmente
en la pérdida de la salud de las palmas. Debido a la naturaleza heliófila de la palma
aceitera, la existencia de un solo meristemo de crecimiento apical en el tallo y la
susceptibilidad de sus raíces a la hipoxia, es razonable suponer que el desarrollo de la PC
involucra alteraciones fisiológicas a varias escalas (suelo, planta y atmósfera), que
culminan en la aparición de los síntomas en el sistema radical y posteriormente en la copa
de las plantas afectadas por PC. Se desconoce la importancia relativa de estos factores
ambientales y fisiológicos, así como la secuencia de los eventos que conducen al desarrollo
y la expresión de los síntomas de la PC (Boyer, 1995; Albertazzi et al. 2005; Henson et al.
2005; Legros et al. 2009; Nadichao et al. 2010; Pérez y Cayón, 2010)
OBJETIVO GENERAL
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
MATERIALES Y MÉTODOS
Se utilizaron palmas de 5-6 años de edad de tres categorías: sanas, con síntomas de
PC y recuperadas del trastorno, de la variedad comercial Deli x Nigeria (Elaeis guineensis).
Estas tres categorías de palmas se identificaron en lotes separados al inicio de las
evaluaciones y los resultados se compararon con los obtenidos en palmas del híbrido
interespecífico Amazon (E. oleifera x E. guineensis), el cual tenía dos años de edad al
inicio del estudio, pues no se contaba con palmas de la misma edad que la variedad Deli x
Nigeria. Las características de las categorías de plantas examinadas en este estudio son
descritas en el Cuadro 1.
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Ambiente aéreo
Se realizaron mediciones físicas y químicas del perfil del suelo en las unidades
edáficas correspondientes a cada categoría de palmas evaluadas. Dentro de las evaluaciones
físicas se cuantificó la conductividad hidráulica, la densidad aparente y la humedad
volumétrica y gravimétrica en cada horizonte del perfil del suelo en el mes de agosto del
2011, en plena estación lluviosa. Además se realizaron mediciones del porcentaje de
humedad del suelo a tres profundidades, 0 a 5 cm, 40 a 45 cm y 80 a 85 cm, a través del
tiempo, en un punto alrededor de las 30 plantas seleccionadas dentro de cada categoría.
Para este efecto, se utilizó un TDR (time domain reflectometer), modelo MP406-ICT
(Eijkelkamp, Holanda). También se evaluó el contenido de elementos minerales en los
horizontes presentes entre 0 y 70 cm de la superficie del suelo, determinándose el pH, la
acidez intercambiable, el porcentaje de saturación de acidez, la concentración de Ca, Mg,
K, P, B, Zn, S, Cu, Mn, Fe, C y N y las relaciones C/N, Ca/K, Ca/Mg, Mg/K y (Ca+Mg)/K.
Severidad de la PC
Se realizaron evaluaciones de la severidad a través del tiempo en todas las palmas
afectadas utilizando una escala del 0 al 5. Esta escala cuantifica el grado de desarrollo de la
PC, donde 0 es una palma sana y 5 es una palma muerta.
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Número de hojas
Se cuantificó el total de hojas verdes fotosintéticamente activas, no senescentes, a
partir de la hoja No. 1. Se tomaron en cuenta hojas con foliolos cloróticos o sectores con
necrosis, siempre y cuando estos fueran menores al 30 % del total de la hoja.
Abundancia de raíces
Determinada mediante muestreos realizados con un barreno de barril de volumen
conocido (750 cm3, marca Eijkelkamp) diseñado especialmente para el muestreo de raíces
(“increment coring”), durante épocas de menor precipitación y de mayor precipitación. Se
realizaron muestreos a dos profundidades (0-15 cm y 15-30 cm), a una distancia de 0,5 m, 1
y 2 m del tronco (Figura 2). Las raíces extraídas se lavaron con agua y se determinó el peso
fresco y la longitud total de las raíces extraídas y lavadas de cada muestra, luego de lo cual
se cuantificó el peso seco de las mismas. Se utilizó el paquete informático “WinRhizo” el
cual permite cuantificar la longitud de las raíces y clasificarlas de acuerdo a su diámetro.
Este equipo fue configurado previamente de acuerdo a las categorías diamétricas propias de
la palma aceitera (Gutiérrez et al, 2014).
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Variables fisiológicas
Conductancia estomática (mmol m-2 s-1), temperatura (°C) y transpiración (μmol m-2
s-1)
Se midieron utilizando un autoporómetro (modelo Li-Cor 1600); el cual está
equipado con un sensor de radiación fotosintéticamente activa (µmol fotones m-2 s-1) que
permite caracterizar el microambiente lumínico de las mediciones realizadas a lo largo de
las hojas. Las mediciones se efectuaron de 8:00 am a 10:00 am y de 11:00 a 1:00 pm.
Fluorescencia (Fv/Fm)
Se utilizó un fluorómetro (modelo OS-30p, Opti-Sciences) de 8:00 am a 10:00 am,
bajo condiciones de luz real, sin exponer la hoja a la oscuridad antes de la medición. El
índice Fv/Fm es un indicador de estrés cuando este se desvía significativamente por debajo
de valores cercanos a 0,7-0,8.
Contenido relativo de agua, CRA (%) y peso foliar específico (g/cm2) de las hojas
Estas mediciones se realizaron a finales de la estación lluviosa, noviembre de 2011,
en 30 discos de 7 mm de diámetro de foliolos basales, mediales y distales de hojas No. 1 y
17, muestreados entre las 10:00 y 11:00 am en las cuatro categorías de plantas. El peso
foliar específico es un indicador de la calidad de las hojas, representa la inversión de
materia seca por unidad de superficie y permite diagnosticar la aclimatación a la luz o al
régimen hídrico. Se calcula como el cociente entre el área y el peso seco de los discos
foliares utilizados en las mediciones del contenido relativo de agua (Gutiérrez y Villalobos,
1996). Los cálculos se realizaron según la fórmula:
donde CRA es el contenido relativo de agua, PF es el peso fresco, PSAT es el peso fresco a
saturación, y PS es el peso seco de la muestra.
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Análisis estadístico
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Figura 3. Unidad geomorfológica conocida como llanura de sedimentación aluvial del río
Coto Colorado, zona donde se encuentran las cuatro categorías de palmas evaluadas
(variedad guineensis: sanas, con síntomas y recuperadas de PC y el híbrido interespecífico
Amazon) ( Figura adaptada de Google Earth).
32
La precipitación anual durante el año 2011 fue de 5937 mm, la cual superó el
promedio histórico, constituyendo un año muy lluvioso influenciado por el fenómeno de La
Niña. En el año 2012 hubo una disminución sustancial en la cantidad de lluvia con respecto
al año anterior, ya que se registraron 3343 mm, y hubo influencia del fenómeno de El Niño.
Se presentó una estación de menor precipitación claramente definida, entre la segunda
semana de diciembre del 2011 y la mitad del mes de marzo del 2012, la cual es considerada
como estación seca para propósitos de esta disertación. La radiación solar y la
evapotranspiración variaron estacionalmente, de tal forma que en el periodo entre enero y
abril de 2012 se observaron los valores más altos, comportamiento opuesto al de la
humedad relativa. En la estación seca, la temperatura máxima alcanzó 37 °C y la mínima
17,9 °C. En la estación lluviosa la temperatura máxima alcanzó 35,3 °C y la mínima 20,2
°C (Figura 4).
Caracterización edáfica
Dentro de las dos unidades edáficas presentes, la de mayor tamaño, 60%, mostró
suelos clasificados como ‘Fine, Typic Epiaquept’, que son considerados marginales para el
cultivo de palma (Fairhurst y Härdter, 2003), debido a la predominancia de texturas finas y
serios problemas de drenaje, evidente en todos los horizontes evaluados. El perfil mostró
70% de color gris-pardo, 25% pardo amarillo y 5 % pardo (Figura 5). La densidad aparente
era alta (1,3 g/cm3) y la conductividad hidráulica baja (0,34 cm/h), lo que unido a la alta
capacidad de retención de humedad de este suelo, ha provocado condiciones de saturación
durante un largo periodo del año. En la otra unidad, de menor tamaño, aproximadamente
40% del lote, los suelos se clasificaron como ‘Medial, Aeric Endoaquept’, moderadamente
aptos para el cultivo de la palma aceitera (Fairhurst y Härdter, 2003), siempre y cuando se
provea una adecuada infraestructura de drenaje. El perfil de estos suelos mostró un 60 % de
colores pardo-grisáceos, 30% gris-pardos y un 10% pardo amarillentos. La densidad
aparente era alta (1,19 g/cm3) y la conductividad hidráulica moderadamente lenta (0,34
cm/h), lo que ha permitido buenas condiciones para el desarrollo de las raíces en épocas de
baja precipitación.
Cuadro 2. Propiedades físicas de las unidades edáficas correspondientes a los lotes de las
cuatro categorías de palmas evaluadas (variedad guineensis: sanas, con síntomas y
recuperadas de PC y el híbrido interespecífico Amazon). Los valores son promedios
ponderados tomando en cuenta la profundidad de los horizontes en cada uno de los perfiles.
Los suelos presentaron más de 15 cmol (+)/L de Ca y 2,5 cmol (+)/L de Mg, que
son los nutrimentos mayoritarios en el complejo de intercambio catiónico, por lo que se
clasificaron como éutricos. La capacidad de intercambio catiónica efectiva (CICE), era alta,
mayor de 25 cmol (+)/L. Las cantidades de K y P tendieron a disminuir con la profundidad
del suelo y variaron en el horizonte Ap de las diferentes unidades de suelo, principalmente
en respuesta a los aportes provenientes de la fertilización química. Todas las unidades
presentaron cantidades óptimas de K en la capa superficial, hasta 30 cm de profundidad,
con excepción del Medial, Aeric Endoaquept, que presentó cantidades intermedias. De
igual forma, se presentaron cantidades óptimas de P, excepto en el Fine, Typic Epiaquept,
en el lote de palmas enfermas, que presentó cantidades de P medias, menores a 15 cmol
38
(+)/L (Cuadro 3). Aunque de manera general las cantidades de K y Mg fueron óptimas, las
relaciones catiónicas sugieren un desbalance del K con respecto al Ca en las cuatro
unidades edáficas. También, los suelos Fine Typic Epiaquept y Medial, Aquic Eutrudept
presentaron un leve desbalance causado por la baja cantidad de Mg con respecto al Ca.
Estos desbalances son la norma en el Pacífico Sur de Costa Rica (Durán et al, 1999)
(Cuadro 3).
A pesar de que estos suelos son altos en Ca y Mg, se presentó una alta acidez
intercambiable, producto de las aplicaciones intensivas de fertilizantes químicos altos en
nitrógeno, tal y como lo describe Fairhurst y Härdter (2003) desde la época bananera. La
única excepción fue el Medial, Aquic Eutrudept del lote de palmas recuperadas, en donde
las aplicaciones de fertilizante han sido menores en los últimos años, debido a que el
productor de esta finca aplica bajas cantidades de fertilizante (Cuadro 3).
Cuadro 3. Macro nutrimentos (Ca, Mg, K, P y N), CICE, pH, acidez, saturación de acidez y
la relación C/N en los horizontes del suelo de las cuatro unidades edáficas correspondientes a
los lotes de las categorías de palmas evaluadas (variedad guineensis: sanas, con síntomas y
recuperadas de PC y el híbrido interespecífico Amazon). Los parámetros considerados
deseables para la palma aceitera están sombreados con gris. En el proceso de análisis se
utilizó la solución extractora Melich 3.
Profundidad
Unidad Horizonte 5,5-6,5 <0,3 4-15 1,1-2,5 0,4-0,9 5-25 15-25 <10 10
(cm)
Ap 0-20 5,4 0,82 25,23 4,77 0,52 31,34 1 3 1,09 0,13 8,4
Fine, Typic
A2 20-32 5,4 0,82 25,23 4,77 0,52 31,34 1 3 1,09 0,13 8,4
Epiaquept
Bg1 32-73 5,8 0,47 31,49 5,63 0,19 37,78 8 1 0,64 0,10 6,4
Ap,Bw1 0-34 4,9 5,8 10,95 3,18 0,93 20,86 22 28 1,79 0,23 7,8
Fine,
Aeric
Endoaquept
Bw1 34-60 5,4 8,78 19,8 6,28 0,28 35,14 2 25 0,92 0,10 9,2
Cuadro 4. Micro nutrimentos (Fe, Mn, Zn, Cu y S), y relaciones catiónicas (Ca/Mg, Ca/K,
Mg/K y (Ca+Mg)/K, en los horizontes del suelo de las cuatro unidades edáficas
correspondientes a los lotes de las categorías de palmas evaluadas (variedad guineensis:
sanas, con síntomas y recuperadas de PC y el híbrido interespecífico, Amazon). Los
parámetros considerados deseables para la palma aceitera están sombreados con gris. En el
proceso de análisis se utilizó la solución extractora Melich 3.
Profundidad
Unidad Horizonte 2-5 5-25 2,5-15 10-40 30-100 30-100 3-10 5-20 20-50
(cm)
Fine, Ap,Bw1 0-34 3,4 11,8 3,4 15,2 144 56 4,3 110 29
Aeric
Endoaquept
Bw1 34-60 3,2 70,7 22,4 93,1 187 24 1,3 4 27
Las dos unidades edáficas presentes en el lote de las palmas enfermas mostraron
diferencias importantes en sus propiedades físicas (Figura 4). El Fine, Typic Epiaquept
presentó horizontes con texturas finas, alto potencial de retención de humedad y baja
conductividad hidráulica, tanto en la parte superficial del suelo como en los horizontes más
profundos, mientras que en la unidad clasificada como Medial, Aeric Endoaquept, el primer
metro del perfil del suelo presentó texturas de medias a gruesas, el potencial de retención de
humedad fue menor y la conductividad hidráulica fue la mejor del lote. Esto generó
41
El año 2012 fue muy favorable para el crecimiento de la palma aceitera debido a la
disminución de las lluvias con respecto a los años anteriores. En enero de 2012, cuando la
precipitación fue muy baja, se observó una mejoría sustancial en la población de plantas
evaluadas, el alivio de algunos síntomas y la recuperación de las palmas. En julio de ese
año, un mes que en años normales presenta una alta precipitación pluvial, la humedad
volumétrica del suelo estuvo en un rango entre 48% y 38% y se notó una leve recuperación
de las palmas afectadas por la PC en las áreas con menor humedad (Figura 7). En enero de
2013, un mes en el que llovió muy poco (31 mm), las áreas con mayor y menor humedad
alcanzaron 38% y 30% respectivamente, notándose una mejoría importante de las palmas,
ya que para estos suelos, son porcentajes de humedad apropiados para el cultivo de la
palma aceitera.
43
Densidad de raíces
2012, precipitación de 427 mm), cuando tanto las palmas enfermas como el híbrido
Amazon (tolerante), mostraron la menor densidad de raíces y presentaron diferencias
significativas con respecto a las palmas sanas y las recuperadas (Figura 8). De esta forma,
existió una relación entre precipitaciones superiores a 400 mm/mes y la muerte de las raíces
finas, debido probablemente a la saturación de humedad que experimentaron los suelos de
este lote, ya que poseen una alta retención de humedad, baja porosidad, baja percolación, y
estructura incipiente, consistente con las observaciones de Albertazzi et al. (2005), Peralta
et al. (1985).
Figura 9. Imágenes de las raíces de las cuatro categorías de palmas evaluadas (variedad
guineensis: sanas, con síntomas y recuperadas de PC y el híbrido interespecífico Amazon)
en la estación seca (enero de 2012, 73 mm). Estas corresponden a raíces muestreadas en la
rodaja de las palmas, a 1 m de distancia del tronco, para lo que se utilizó un barreno para
muestrear raíces (Eijkelkamp) que posee un volumen de 750 cm3. Las raíces extraídas se
lavaron con agua y después fueron escaneadas en una bandeja de “plexiglass”
transparente.
con respecto a las sanas y las recuperadas (Figura 8). La principal contribución a la
densidad de raíces la hicieron las finas terciarias y cuaternarias y las palmas enfermas
mostraron la menor cantidad de estas categorías de raíz (Figura 10). La reducción en la
densidad radical pareció anteceder a la aparición de los síntomas morfo-fisiológicos en la
parte aérea, descritos en los párrafos siguientes.
Figura 10. Densidad de raíces (cm/cm3) terciarias y cuaternarias en las cuatro categorías de
palmas evaluadas (variedad guineensis: sanas, con síntomas y recuperadas de PC y el
híbrido interespecífico Amazon). Las muestras fueron tomadas de 0 a 30 cm de
profundidad y a 0.5, 1 y 2 m en la rodaja (círculo) de las palmas. El análisis de la varianza
se realizó entre las cuatro categorías de palmas, en estación seca (enero de 2012, 73 mm) y
lluviosa (junio de 2011, 427 mm), de acuerdo a las clases diamétricas propias de la palma
aceitera. La comparación múltiple de todos los pares de medias fue realizada utilizando la
prueba de DGC. Los resultados son las medias de 60 muestras por cada estación y 15
muestras para las categorías de palmas. Letras iguales denotan diferencias no significativas
con un nivel de significancia del P < 0,05.
47
Crecimiento y fenología
Todas las categorías de plantas evaluadas, excepto las sanas, produjeron al menos
cuatro hojas entre el mes de diciembre y febrero de 2012, cuando se había establecido el
periodo de menor precipitación en la zona y la aeración del suelo mejoró
consecuentemente. El híbrido Amazon (tolerante a la PC), el cual era de menor edad que
las palmas guineensis Deli x Nigeria, presentó el mayor incremento en producción de hojas.
Una reducción en el número de hojas en el grupo de las plantas sanas ocurrió de forma
paralela a la manifestación de los primeros casos de PC en este lote.
Figura 11. Número total de hojas y PxS de la hoja No. 9 a través del tiempo en las cuatro
categorías de palmas evaluadas (variedad guineensis: sanas, con síntomas y recuperadas de
PC y el híbrido interespecífico Amazon). Estas variables deben ser interpretadas en
función de la tendencia del crecimiento y no comparar las categorías de palmas, ya que son
de diferente edad.
fue mayor que el de la hoja No. 1, fenómeno que se presentó 6 meses después de un evento
de baja precipitación ocurrido entre finales de diciembre de 2011 y febrero de 2012, cuando
estas palmas mostraron los primeros síntomas de PC (Figura 12). Esto indicó una
disminución del crecimiento general de las plantas, y verificó la utilidad del PxS como un
indicador temprano de la ocurrencia inminente de la PC.
Figura 12. Tendencia del PxS en las hojas No. 1 y 17 entre el periodo de abril de 2011 y
agosto de 2012 en las cuatro categorías de palmas evaluadas (variedad guineensis: sanas,
con síntomas y recuperadas de PC y el híbrido interespecífico Amazon). Estos datos deben
ser interpretados considerando la tendencia del crecimiento y sin comparar las categorías de
palmas, ya que eran de diferente edad.
50
Variables fisiológicas
Potencial hídrico
Durante la estación lluviosa, las hojas No. 1 de las palmas enfermas presentaron un
potencial hídrico más alto que las palmas de las otras tres categorías evaluadas, mientras
que en las hojas No. 17 no se presentaron diferencias significativas entre palmas sanas,
enfermas y recuperadas; el híbrido Amazon presentó potenciales hídricos en las hojas
significativamente menores. En la estación seca, bajo una alta demanda evaporativa de la
atmósfera, las hojas No. 1 de las plantas enfermas presentaron potenciales hídricos
significativamente menores que las otras categorías de palmas. Las hojas No. 17, tanto de
las plantas enfermas como de las sanas, presentaron potenciales hídricos significativamente
menores con respecto a las palmas recuperadas y el híbrido Amazon. Estos resultados
indican una menor capacidad de regulación del potencial hídrico de las hojas en las plantas
con PC y pérdida de la capacidad para responder a la alta demanda evaporativa de la
atmosfera a través del cierre estomático (Figura 14). El posible papel de las raíces en la
pérdida de esta capacidad de respuestas se discute posteriormente.
53
Figura 14. Potencial hídrico de las hojas No. 1 y 17 en las cuatro categorías de palmas
evaluadas (variedad guineensis: sanas, con síntomas y recuperadas de PC y el híbrido
interespecífico Amazon), en la mañana (5:00-6-00 am) y la tarde (11:00-1:00 pm) de las
estaciones lluviosa (mayo-junio 2011) seca (marzo-mayo 2012) en el Pacífico sur de Costa
Rica. La comparación múltiple de todos los pares de medias en al análisis de la varianza, fue
realizada utilizando la prueba de DGC. Los resultados son las medias de 360 muestras por
cada estación, donde letras iguales denotan diferencias no significativas con un nivel de
significancia de P < 0,05.
contenido relativo de agua en las hojas No. 1 y 17 de las palmas enfermas fue
significativamente mayor que el de las otras categorías de palmas, indicando cierto tipo de
"hiper-hidricidad" de las palmas con PC, que ha sido observada en plantas atacadas por
patógenos bacterianos (Beattie 2011). El bajo contenido de agua de la hoja No. 17 del
híbrido Amazon pareció coincidir con su aparente susceptibilidad al exceso de agua en el
suelo, debido probablemente a la baja densidad de raíces que estas plantas mostraron con
respecto a las categorías de palmas sanas y recuperadas .
El peso foliar específico de las hojas 1 fue significativamente mayor en las palmas
enfermas y en el híbrido Amazon con respecto a las otras categorías de palmas. En las hojas
17, también fue significativamente mayor en el híbrido Amazon, intermedio en las plantas
enfermas y menor en las palmas sanas y recuperadas, de forma significativa (Figura 15).
Estos resultados sugieren que el híbrido Amazon de alto vigor y las palmas con PC y alta
conducancia estomática, produjeron hojas "más pesadas", probablemente resultado de
mayores tasas fotosintéticas que permitieron la acumulación de mayor cantidad de
productos fotosintéticos y biomasa por unidad de área foliar.
Figura 15. Contenido relativo de agua y peso foliar específico en hojas No. 1 y 17 de las
cuatro categorías de palmas evaluadas (variedad guineensis: sanas, con síntomas y
recuperadas de PC y el híbrido interespecífico Amazon), en la estación lluviosa (diciembre,
2011) en el Pacífico sur de Costa Rica. La comparación múltiple de todos los pares de
medias en al análisis de la varianza, fue realizada utilizando la prueba de DGC. Los
resultados son las medias de 360 muestras por cada estación, donde letras iguales denotan
diferencias no significativas con un nivel de significancia de P < 0,05.
Índice de clorofila
La medición de un índice cuantitativo del color de las hojas, como el índice de
clorofila medido por un SPAD, reveló que durante la estación lluviosa la hoja No. 1 de
plantas con PC era "menos verde" (i.e. clorótica) que todas las demás, mientras que las
hojas No. 17 presentaron el mayor verdor. En la estación seca, las hojas jóvenes
respondieron a la mayor disponibilidad de luz y aumentó el contenido de clorofila en todas
las categorías de palmas, a pesar de que el potencial hídrico mostrara valores menores
(Figura 16). En conjunto, estos resultados muestran la utilidad de la medición cuantitativa
del color como una indicación de la incidencia de trastornos como la PC, que reducen el
contenido de clorofila y causan clorosis, y muestran que la clorosis típica de las hojas
flecha se manifiesta especialmente durante la estación lluviosa, con una recuperación
56
evidente durante los meses secos de mayor radiación solar, cuando la aeración del suelo
mejora y se da un mejor balance entre la humedad del suelo y el oxígeno a nivel radical.
Figura 16. Índice de clorofila en las hojas No. 1 y 17 de las cuatro categorías de palmas
evaluadas (variedad guineensis: sanas, con síntomas y recuperadas de PC y el híbrido
interespecífico Amazon), en las estaciones lluviosa (junio-julio 2011) y seca (marzo-mayo
2012) en el Pacífico sur de Costa Rica. La comparación múltiple de todos los pares de
medias en el análisis de la varianza, fue realizada utilizando la prueba de DGC. Los
resultados son las medias de 195 muestras por cada estación, donde letras iguales denotan
diferencias no significativas con un nivel de significancia del P < 0,05.
Fluorescencia (Fv/Fm)
El valor óptimo del índice Fv/Fm oscila entre 0,7 y 0,8 en la mayoría de las
especies, y cambia a lo largo del día en función de las condiciones ambientales (luz,
temperatura) y en respuesta a diferentes estreses bióticos y abióticos durante los cuales el
índice Fv/Fm decrece. Así, durante la estación seca, Fv/Fm fue mayor en la hoja No. 1 de
las plantas enfermas, lo que aparentemente indica que las palmas con PC sufrían menos
estrés hídrico que las plantas pertenecientes a las otras categorías; sin embargo, esto no
sucedió en las hojas 17, en las cuales la ocurrencia de los síntomas se dió solo en estados
avanzados del trastorno (Figura 17).
57
Los valores de Fv/Fm favorables coinciden con la idea de que las hojas
fisiológicamente más activas de las palmas con PC pierden su capacidad de responder a los
estímulos ambientales que pueden generar estrés durante la estación seca, como la alta
radiación y la sequía atmosférica, lo cual es respaldado por los datos de color y relaciones
hídricas obtenidos en estas mismas hojas, que estaban más verdes y mostraban valores de
potencial hídrico menores, funcionando como hojas fisiológicamente superiores
Figura 17. Índice de fluorescencia variable/fluorescencia máxima (Fv/Fm) en las hojas No.
1 y 17 de las cuatro categorías de palmas evaluadas (variedad guineensis: sanas, con
síntomas y recuperadas de PC y el híbrido interespecífico Amazon), en las estaciones
lluviosa (junio-julio 2011) y seca (marzo-abril 2012) en el Pacífico sur de Costa Rica. La
comparación múltiple de todos los pares de medias, en al análisis de la varianza, fue
realizada utilizando la prueba de DGC. Los resultados son las medias de 360 muestras por
cada estación, donde letras iguales denotan diferencias no significativas con un nivel de
significancia de P < 0,05.
adultas de todas las categorías de plantas y los de Fe, fueron más bajos en las plantas
enfermas. El contenido de Mn en las plantas enfermas y sanas fue menor en la estación seca
y mostró los mayores niveles en las plantas recuperadas y en el híbrido Amazon.
Las palmas enfermas mostraron niveles altos de K tanto en la época lluviosa como
en la seca, probablemente debido a las aplicaciones extra de KCl que se incluyeron dentro
del programa de fertilización de este lote durante el año 2011, con el objetivo de disminuir
la severidad de la PC.
La relación Fe/Mn fue baja consistentemente, menor a 2:1, lo que indica que los
contenidos de Fe son deficientes si se comparan con los de Mn y coincide con el desarrollo
de corchosis en las raíces observadas en este estudio sobre la palma aceitera y reportado
para otras especies también (Vargas 1996, 1999; Fassbender y Bornemisza, 1987). La
relación N/K se encontró entre niveles bajos y medios, y el menor valor lo presentaron las
plantas enfermas durante la estación seca, lo que indica las limitaciones que presentaron
estas plantas para aprovechar el N (Cuadro 4). En general, se puede decir que el deterioro
del sistema radical de las palmas aceiteras afectadas por PC y sus efectos en las copas,
producen un cuadro de absorción y translocación anormal de nutrientes. Esto resulta en el
desarrollo de los síntomas de clorosis progresiva en las hojas más jóvenes, síntomas
típicamente asociados a la deficiencia de elementos no móviles como el hierro y el calcio;
en necrosis de las hojas flechas y de las hojas en expansión, que reciben cantidades sub-
óptimas de elementos nutritivos esenciales, como el B y el Fe y en los desbalances
nutricionales indicados anteriormente, como la relación Fe:Mn invertida en las hojas de las
palmas enfermas y las deficiencias de hierro, calcio y boro.
61
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
En el caso particular del Pacífico Sur de Costa Rica, este estrés parece ser el exceso
de agua en el suelo y la anaerobiosis, ya que la alta humedad volumétrica se asocia a la
saturación de los suelos, la poca disponibilidad de oxígeno para las raíces y desbalances
nutricionales, especialmente de la relación Fe:Mn y la disponibilidad de nitrógeno, potasio,
magnesio y boro. Esto es consecuencia de la alta densidad aparente de los suelos, la alta
saturación de humedad, y la lixiviación de los nutrientes que ocurre durante los meses de
mayor precipitación (Durán y Ortiz 1995, Peralta et al, 1985) (Figura 19).
63
Las hojas de las palmas afectadas por PC mostraron pérdida del control estomático
de la transpiración y reducciones del potencial hídrico de las hojas, debido probablemente a
la ausencia de señales químicas o hídricas que, en palmas sanas, provienen de los sistemas
radicales funcionales (Davies y Zhang 1991). Así, los síntomas fisiológicos que
caracterizan a las palmas afectadas por PC se manifiestan especialmente durante la estación
seca (Rajagopal et al, 1986). Esta pérdida del control estomático de la transpiración causa la
baja respuesta de las plantas a las condiciones ambientales típicas de la estación seca, las
cuales inducen a las plantas a transpirar excesivamente, en proporción a la demanda
evaporativa de la atmósfera y la alta radiación solar, reduciéndose su potencial hídrico.
Por otra parte, y considerando los agentes bióticos posiblemente asociados con la
PC, se ha reportado que microbios como Pseudomonas sp., capaces de habitar como
endófitos de las raíces de las plantas y de promover el crecimiento y la salud de las mismas
(Zamioudis et al. 2013), pueden tornarse patogénicos bajo condiciones de estrés, y liberar
toxinas en la corriente de transpiración que inhiben el cierre estomático en las hojas
(Beattie 2011). Similarmente, diversos patógenos bacterianos del follaje liberan efectores
en las superficies de las hojas, que interfieren con el funcionamiento estomático e impiden
su cierre en respuesta a la infección (Melotto et al. 2008).
las palmas, las cuales pierden el brillo de las hojas y su estabilidad física y mecánica, y
terminan por quebrarse súbitamente.
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