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Con este ensayo se permite determinar la granulometría de la fracción fina considerando que
la velocidad de sedimentación de una partícula en un fluido es proporcional a su tamaño. La
granulometría de finos es importante para entender la distribución de tamaños de las
partículas finas de una muestra de suelos. La fracción fina de esta muestra es importante ya
que es la que puede determinar su comportamiento debido a diferentes cargas.
El procedimiento empleado se explica en los siguientes pasos, el cual se especifica en la
norma ASTM D 422 – 63. Durante la realización se encontraron restos de suelo orgánico que
aparecieron en la espuma superficial del licuado, lo cual se puede ver en las fotos del final.
Con la producción de más tecnologías de fotoanálisis, las compañías mineras han mostrado
un mayor interés en este tipo de sistemas debido a su capacidad para mantener la eficiencia
en todo el proceso minero. Las compañías están ahorrando millones de dólares anualmente
debido a esta nueva tecnología, y están reduciendo los costos de mantenimiento de los
equipos.
Para que la granulometría óptica sea completamente exitosa, se debe tomar una foto precisa,
con suficiente iluminación y utilizando la tecnología adecuada, para obtener resultados
cuantificados. Si se cumplen estos requisitos, se puede implementar un sistema de análisis
de imágenes.
4. Granulometría de áridos para hormigón:
La distribución de los distintos tamaños de los granos que componen un árido tiene una
importancia decisiva en las características del hormigón. El estudio de dicha distribución
suele efectuarse mediante la curva granulométrica, que se determina cribando el árido a
través de una serie normalizada de cribas y tamices.
Las cribas y tamices normalmente empleados corresponden a las series ISO-565, UNE-7050
o serie americana Tyler, cuyas aberturas están en progresión geométrica de razón dos.
Una vez efectuado el cribado del árido, puede dibujarse su curva granulométrica tomando
en abscisas las aberturas de los tamices y, en ordenadas, los porcentajes que pasan por cada
tamiz, en volumen absoluto. Generalmente se emplea papel semilogarítmico
Los áridos empleados en la preparación del hormigón se obtienen, normalmente, mezclando
arenas y gravas en proporciones adecuadas, o mejor aún, tres o más grupos de distintos
tamaños. No es posible establecer, de una manera general, una curva granulométrica óptima
única, debido a que en cada caso hay que tener en cuenta diversos factores: las resistencias
y propiedades exigidas al hormigón; los medios de transporte, puesta en obra y
compactación del hormigón; las propiedades y forma de los granos; el tipo y dimensiones del
elemento estructural, etc.
Los parámetros que determinan las características granulométricas de un árido son,
fundamentalmente, tres: el tamaño máximo del árido, la compacidad y el contenido en
granos finos.
El método de determinación granulométrico más sencillo es hacer pasar las partículas por
una serie de mallas de distintos anchos de entramado (a modo de coladores) que actúen
como filtros de los granos que se llama comúnmente columna de tamices. Pero para una
medición más exacta se utiliza un granulómetro láser, cuyo rayo difracta en las partículas
para poder determinar su tamaño. O también se pueden utilizar los rayos gamma.