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Integrantes:
GUIBERT CHIPOCO, Fernando Enrique
TORRES TALAVERANO, José Miguel
VILCHEZ CHÁVEZ, Manuel Gonzalo
TEMA: ¿Cuáles son los criterios para seleccionar los componentes de la base de los
supositorios?
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GENERALIDADES
Una base de supositorio es el componente mayoritario o diluyente en la elaboración de los
mismos. (Córdoba & Aracil, 2012).
La base debe ser capaz de fundirse, ablandarse o disolverse liberando el fármaco para su
absorción. Si la base interactúa con el fármaco para inhibir su liberación, la absorción del fármaco
se verá afectada o incluso impedida. Además, si la base irrita las membranas mucosas del recto,
puede iniciar una respuesta colónica y provocar un movimiento intestinal, eliminando la
perspectiva de liberación completa del fármaco y absorción (Allen, Popovich, & Ansel, 2011).
Los excipientes de base de supositorios se emplean generalmente en la fabricación de
supositorios (para administración rectal) y pesarios (para administración vaginal). Pueden ser
hidrófobos o hidrófilos. Los supositorios deben fundirse justo por debajo de la temperatura
corporal (37°C), lo que permite la erosión de la forma de dosificación y la liberación del principio
activo. Las bases de supositorio lipofílicas se funden aproximadamente a la temperatura del
cuerpo. Las bases de supositorio hidrófilo también se disuelven a temperatura corporal, y
típicamente también se disuelven o dispersan en medios acuosos (fluidos corporales). Esto
permite que la liberación tenga lugar mediante una combinación de erosión y disolución
(Remington, 2006).
Dependiendo del carácter del vehículo, un supositorio se disolverá en el líquido rectal (si es de
carácter hidrófilo) o se derretirá en la capa mucosa (si es de carácter lipófilo). (Tukker, 2004).
Si un fármaco se disuelve en la base del supositorio, la liberación y absorción intestinal son
mucho más lentas y más continuas que en presencia de una suspensión. (Loyd, 2008).
Se ha de tener en que si el coeficiente de reparto base – agua del fármaco es muy favorable a
la base, el fármaco no se liberará desde la base para absorberse o lo hará lentamente. Esto es
típico en los supositorios a base de macrogoles. Así, un fármaco hidrosoluble debería ir
formulado en una base lipófila (Córdoba & Aracil, 2012).
Como regla general, se recomienda formular bases de supositorios de polaridad contraria a la
del fármaco que se administra. (Córdoba & Aracil, 2012).
(Tukker, 2004)
Tabla 1. Aproximación general entre la tasa de liberación de un fármaco y las
características propias de la droga y la base.
(Loyd, 2008)
Las bases solubles en agua liberan siempre el fármaco menos rápidamente que las bases
grasas, independientemente del estado de fusión. (Loyd, 2008).
Cuando se requiere un efecto rápido, se debe usar una base grasa en la que el fármaco es
insoluble y además este debe incorporarse en forma de suspensión, sin embargo, si se desea
retrasar el efecto, debe elegirse una base en la que el fármaco sea soluble. (Loyd, 2008).
REQUISITOS
Uno de los primeros requisitos para una base de supositorio es que debe permanecer sólido a
temperatura ambiente, pero debe ablandarse fácilmente, fundirse o disolverse a temperatura
corporal para que el fármaco que contiene pueda estar completamente disponible lo más pronto
después de la inserción. (Loyd, 2008).
Algunas bases son más eficientes en la liberación de fármacos que otras. Por ejemplo, la
manteca de cacao (el aceite de teobroma) se funde rápidamente a la temperatura corporal, pero
debido a que es inmiscible con los fluidos corporales, los fármacos liposolubles tienden a
permanecer en el aceite y tienen poca tendencia a entrar en los fluidos fisiológicos acuosos. Para
los fármacos solubles en agua en manteca de cacao, lo contrario es generalmente cierto y
buenos resultados de liberación. Los fármacos liposolubles parecen liberarse más fácilmente a
partir de bases de gelatina glicerinada o polietilenglicol, que se disuelven lentamente en los
fluidos corporales (Allen, Popovich, & Ansel, 2011).
Una base de supositorio debe ser físicamente y químicamente estable, no irritante, no tóxica, no
sensibilizante, químicamente y fisiológicamente inerte, compatible con la variedad de fármacos,
estable durante el almacenamiento, y estéticamente aceptable (libre de olor desagradable y de
un aspecto homogeneo) (Loyd, 2008).
Otro aspecto a considerar es la viscosidad de la base una vez fundida, ya que si es demasiado
alta, puede ralentizar considerablemente la liberación del fármaco, haciendo necesaria la
incorporación de tensoactivos para reducirla (Córdoba & Aracil, 2012).
También, debe proporcionar a la forma farmacéutica final una adecuada consistencia, capacidad
de desmolde desde el acondicionamiento primario y estabilidad física y química durante el
almacenamiento (Córdoba & Aracil, 2012).
CLASIFICACIÓN DE LAS BASES
Principalmente se usan dos clases de bases: bases lipófilas y bases hidrófilas (Córdoba & Aracil,
2012).
A) BASE LIPÓFILA
Poseen una mezcla de mono y diacilgliceroles que se mide por el índice de hidroxilo. Una cifra
alta de hidroxilo supone que la capacidad de absorber agua también es alta. Por lo general,
interesa que la base sea capaz de captar agua para facilitar la disolución del fármaco hidrosoluble
en el interior del recto, ahora bien, si esta higroscopicidad excesiva, el fármaco se puede
descomponer durante la fabricación o el almacenamiento, se puede formar emulsiones W/O que
ralentiza considerablemente la liberación del fármaco (Córdoba & Aracil, 2012).
Una base lipofílica debe tener un punto de fusión claro que no exceda los 36.5 °C, un intervalo
de fusión lo más pequeño posible y así también un número reducido de hidroxilos. (Loyd, 2008).
No hay duda que un supositorio debe derretirse o disolverse en el volumen disponible de líquido
rectal después de su introducción en el cuerpo. Para las bases grasas esto significa que tengan
un rango de fusión inferior de aproximadamente 37°C. El rango de fusión debe ser lo bastante
pequeño como para permitir la solidificación rápida después de la preparación del supositorio,
evitando la separación y aglomeración de las partículas en suspensión, especialmente aquellas
de alta densidad. Cuando la velocidad de solidificación es alta pueden aparecer fisuras,
especialmente cuando se aplica un enfriamiento rápido. Por otro lado, el rango de fusión debe
ser suficientemente grande como para permitir una preparación fácil (Tukker, 2004).
Las fattibases son bases de supositorio estables, con bajo perfil de irritación, no necesita
condiciones de almacenamiento especial, es uniforme en su composición, exhibe excelentes
características de liberación del molde y no requiere lubricación alguna (Loyd, 2008).
Sustancias tales como fenol e hidrato de cloral tienden a reducir el punto de fusión de las bases
lipófilas cuando se incorpora con él, si el punto de fusión se reduce de tal manera que no es
factible preparar un supositorio solido se utilizan agentes solidificantes tales como esteres
cetílicos (aproximadamente 20%) o cera de abejas (aproximadamente 4%) se pueden fundir con
la base lipófila para compensar la reducción del punto de fusión (Loyd, 2008).
En 1942, la adición de 10% de Lanette Wax SX (una mezcla de alcoholes cetílicos y estearílico
como esteres parciales de ácido fosfórico) permitió la adición de grandes volúmenes de agua a
la base de manteca de cacao (Loyd, 2008).
B) BASE HIDROFÍLA
Antes de ser usadas se ha de verificar su compatibilidad con el fármaco, ya que este excipiente
posee grupos funcionales libres capaces de reaccionar con numerosos fármacos formando
complejos estables que hacen que el fármaco no se absorba (Córdoba & Aracil, 2012).
Bases solubles en agua, por ejemplo, polietilenglicoles se disuelven en la liberación de fluidos
anorrectales para la absorción de fármacos solubles en agua y solubles en aceite. Aquellos
polietilenglicoles que tienen pesos moleculares medios superiores a 1.000 son sólidos blancos
similares a cera cuya dureza aumenta con un aumento en el peso molecular (Allen, Popovich, &
Ansel, 2011).
Los supositorios de polietilenglicol no se funden a la temperatura corporal, sino que se disuelven
lentamente en los fluidos del cuerpo. Por lo tanto, la base no necesita ser formulada para fundir
a temperatura corporal. De este modo, es posible, de hecho rutinario, preparar supositorios a
partir de mezclas de polietilenglicol que tienen puntos de fusión considerablemente más altos
que la temperatura corporal. Esta propiedad permite una liberación más lenta de la medicación
desde la base una vez que se ha insertado el supositorio y permite el almacenamiento
conveniente de estos supositorios sin necesidad de refrigeración y sin peligro de su
reblandecimiento excesivo en tiempo cálido. Además, su naturaleza sólida permite una inserción
lenta sin temor a que se derritan en la punta de los dedos (Allen, Popovich, & Ansel, 2011).
Las bases de supositorio de PEG son las más populares del tipo soluble en agua. Su ventaja
radica en el hecho de que existen diferentes tipos de PEG de distintos pesos moleculares y
pueden ser alterados para preparar una base con un punto de fusión específico (Loyd, 2008).
PEG T° Fusión
300 –15°C –18°C
400 4°C –8°C
600 20°C –25°C
1000 37°C –40°C
1450 43°C –46°C
3350 54°C –58°C
4600 57°C –61°C
6000 56°C –63°C
8000 60°C –63°C
Los principales miembros de este grupo son las bases de PEG, gelatina con glicerina y
poloxámeros. Cuando se utiliza una base soluble en agua, el fármaco puede ser disuelto o
suspendido y mezclarse con los fluidos corporales acuosos. Las bases solubles en agua pueden
causar cierta irritación, por que producen una ligera deshidratación de la mucosa rectal al tomar
agua para disolverse. Sin embargo, continúan siendo una base ampliamente utilizada para la
formulación de supositorios (Loyd, 2008).
Hay varios grados diferentes de bases de supositorios sintéticos / semisintéticos que están
disponibles comercialmente y se usan actualmente en la formulación de supositorios. Estas
bases difieren en una serie de propiedades fisicoquímicas, que incluyen las siguientes (Jones,
2008).
Número de hidroxilo
Esto se refiere a la presencia de grupos hidroxilo, que a su vez es una medida de la presencia
de mono y diglicéridos en la base del supositorio. Las bases de supositorios disponibles varían
en los números de hidroxilo de alrededor de 5 a 15, p. Witespol H15, H175, H185, E75, E85 a
55, p. Witespol S51 (55-70), S58 (60-70). El uso de bases que muestran altos niveles de hidroxilo
debe reservarse para agentes terapéuticos que exhiban baja reactividad hacia este grupo
químico. También debe observarse que a medida que aumenta el número de hidroxilos de la
base también lo hace la hidrofilicidad relativa. Esto puede afectar la liberación del medicamento
y su posterior absorción (Jones, 2008).
Propiedades de fusión
Existe un amplio rango en los puntos de fusión de las bases de supositorios sintéticos /
semisintéticos disponibles comercialmente. Por ejemplo, Suppocire AIP y Witespol H32
presentan puntos de fusión bajos (30-33 ° C y 31-33 ° C, respectivamente). Por el contrario, los
puntos de fusión de otras bases en estos rangos de producto pueden superar los 40ºC, p.
Suppocire D, ND y DM (42-45 C) y Witespol E85 (42-44 ° C). Las bases de bajo punto de fusión
(<37ºC) se usan generalmente para la formulación de supositorios en los que se desea la
absorción sistémica del agente terapéutico, mientras que las bases de puntos de fusión más
altos se usan frecuentemente en formulaciones en las que se desea un efecto local (Jones, 2008).
Las propiedades de fusión de estas bases y, además, las propiedades reológicas de las bases
fundidas son consideraciones importantes para la formulación exitosa de supositorios. La
importancia de cada uno de estos temas se presenta a continuación (Jones, 2008).
Punto de fusión
Las propiedades de fusión de la base se deben considerar junto con la solubilidad del agente
terapéutico elegido. Si el agente activo es soluble en la base, esto conducirá a una reducción en
el punto de fusión de la base. Bajo estas circunstancias, se puede usar una base de supositorio
que ofrezca un punto de fusión más alto, p. Witespol E75 o E85 (Jones, 2008).
(Remington, 2006)
CASOS
(Oladimeji, 2017)
(Oladimeji, 2017)
Allen, L., Popovich, N., & Ansel, H. (2011). Ansel's Pharmaceutical Dosage Forms and Drug
Delivery Systems. Philadelphia: The Point.
Córdoba, D., & Aracil, M. (2012). Formas de administración rectal. En M. d. Lozano, D. Córdoba,
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Kenji, M., & Seiichi, H. (2017). Liberación in vitro de indometacina de supositorios: efectos en las
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677.
Matsumoto, K., Kimura, S., Takahashi, K., Yokoyama, Y., Miyazawa, M., Kushibiki, S. Junko, K.
(2016). Pharmaceutical studies on and clinical application of olanzapine suppositories
prepared as a hospital preparation. Journal of pharmaceutical health care and
sciences. doi:10.1186/s40780-016-0055-6
Oladimeji, F. (2017). Effects of some Interacting Variables on the Physical and Release
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Remington. (2006). The Science and Practice of Pharmacy. Madrid: Ed. Médica Panamericana.
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Tukker, J. (2004). Administración de fármacos por vía rectal y vaginal. En M. Aulton, Farmacia.
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