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12 de febrero 2019

Seres humanos en peligro de extinción


Claudia Pérez Dawn

Captura de pantalla del diario “El País”

En noviembre del 2018 una nota periodística publicada por el diario el país captó mi atención
por su titular el cual expresaba el deseo de la sociedad canadiense de Síndrome de Down de
ser considerada una especie en peligro de extinción, lo primero que pasó por mi cabeza fue:
en una sociedad en la que el ser humano se posiciona por arriba de las demás especies ¿a
quién le conviene autoproclamarse como otra especie y en peligro de extinción? Tuve la
sospecha de que quizás el título de la nota era sensacionalista, sin embargo, en ella se
encontraban los principales motivos por los cuales se solicitaba este tipo de reconocimiento.

“La comunidad de personas con Síndrome de Down se está reduciendo y con ello se produce
igualmente una disminución en su acceso a servicios como la educación, la vivienda y el
empleo, así como de su calidad de vida en general”, aparece en el documento que la Sociedad
Canadiense del Síndrome de Down envió a la IUCN, solicitando que se otorgue financiamiento,
protección, intervención gubernamental y nivel de conciencia pública similares a los que
cuentan los integrantes de la lista. Antes de realizar la petición formal, el organismo canadiense
publicó en un comunicado: “Cada vez que una nueva especie se encuentra en peligro, los
conservacionistas y los científicos activan las alarmas y toman medidas inmediatas para
garantizar la protección y los recursos que asegurarán su supervivencia. Sin embargo, ¿qué
sucede cuando la población en riesgo es un grupo de humanos con características particulares,
como las personas con Síndrome de Down?” (Porras Ferreyra, Jaime: El país 16 de noviembre
del 2018)

Al pensar en un ejemplo de un grupo que sufra de violencia estructural pensé de manera


automática en esta nota periodística. ¿Por qué un grupo de personas decide llamarse “especie
en peligro de extinción”? precisamente las condiciones de vulnerabilidad en las que se
encuentran estas personas conllevan a la búsqueda del cumplimiento de sus derechos.
12 de febrero 2019

Posteriormente decidí rastrear cuál era la situación de las personas con Síndrome de
Down en México, en primer lugar encontré que no existen datos estadísticos de cuál es la
población de personas con este trastorno genético en el país, si bien el INEGI registra a las
personas con discapacidad, no hay datos estadísticos específicos de este grupo, por lo tanto,
¿qué tanto se puede esperar que el estado satisfaga sus necesidades?. Por otra parte, encontré
una serie de notas periodísticas en las que el acceso de este grupo a ciertos servicios es
festejado como un logro, tal como la inauguración de la primera clínica de Síndrome de
Down en México y la primera cafetería atendida por personas con Síndrome de Down. La
violencia estructural se manifiesta en diferentes medidas a partir de estas distintas
expresiones que he decidido presentar, es evidente cómo una sociedad capacitista no brinda
igualdad de oportunidades para todo tipo de personas.

Referencias consultadas
Porras Ferreyra, Jaime (2018) “La sociedad canadiense de Down pide su inclusión entre las
especies en extinción” en: El País (16 de noviembre) consultado en:
https://elpais.com/elpais/2018/11/14/mamas_papas/1542185363_178572.html

https://www.huffingtonpost.com.mx/2018/03/06/inauguran-primera-clinica-de-sindrome-
de-down-en-mexico-y-america-latina_a_23378880/
https://actualidad.rt.com/actualidad/282077-mexico-primera-cafeteria-atendida-sindrome-
down-cordica

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