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¿Qué es?

El Ciberbullying es el uso de los medios telemáticos (Internet, telefonía móvil y videojuegos


online principalmente) para ejercer el acoso psicológico entre iguales.

Es realizado por los denominados acosadores, debido principalmente a problemas de autoestima que no
saben controlar y por eso se expresan haciéndole daño a los demás para sentirse fuertes, poderosos y
superiores, demostrando falta de respeto y falta de conocimiento de los límites éticos básicos para llevar a
cabo la convivencia en sociedad (sus derechos terminan cuando comienzan los de la otra persona).

La diferencia entre el ciberbullying y el acoso escolar es que, el primero, ocurre a través de una pantalla
(y no en el ámbito escolar) todo el tiempo que el acosador quiera, siempre y cuando la víctima se encuentre
conectada. Además, el acoso deja de ser local y pasa a ser planetario, por lo que la víctima se siente
perseguida a cualquier lugar al que vaya, lo que también lo lleva a la exclusión social.

El ciberbullying puede afectar a las víctimas en diferentes ámbitos de su vida:

 En su personalidad: se muestra inquieto o nervioso cuando recibe un mensaje o email.


 En las relaciones con familiares y terceros: se comporta temeroso y tímido, no quiere ir al colegio,
quedar con sus amigos o simplemente salir a la calle.
 En el uso de las TIC: se siente enfadado o frustrado después de usar el ordenador, la tablet o el
celular. Puede dejar de usar las TIC de forma brusca.

¿Cómo se manifiesta? Lo hace de manera que siempre se hará sentir humillado y avergonzado al
victimario, a través de comentarios ofensivos/denigrantes, insultos, hostigamiento, manipulación y chantaje.

Medidas de prevención:

 Proteger la privacidad, por ejemplo, usando un nombre ficticio y una fotografía animada para los
perfiles de redes sociales al tratarse de un niño/a. No compartir información personal y utilizar
contraseñas seguras.
 Educación en medidas de autoprotección en el uso de las TIC, aumentando el conocimiento de las
herramientas y de sus posibles riesgos. La primera medida de autoprotección es ignorar las amenazas
para que el agresor desista al comprobar que su agresión no tiene efecto en la víctima, pero, si las
amenazas persisten, en el caso de ser un menor, debe buscar ayuda con un mayor (padres o
profesores).
 No devolver la agresión con otra agresión.
 Guardar las pruebas del acoso para luego presentar una denuncia.
 Por último, en el caso de los mayores, deben escuchar a la víctima con atención e indagar sobre la
veracidad de los hechos.

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