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Introducción

Dios nos ha creado con libertad para permanecer en comunión con Él, pero a raíz
del pecado original, entró el mal en el mundo alejando al ser humano de su
creador, es por esto, que el pecado es una realidad que nos afecta a todos los
seres humanos, es algo evidente y ante lo cual no podemos ser indiferentes.

A lo largo de la historia Dios se ha manifestado a la humanidad y en esa


manifestación de su amor, también nos ha mostrado las diversas connotaciones
que tiene el pecado:
Falta personal contra Dios (Salmo 50, 6)
Perderse a sí mismo (Ex 9,27)
Rechazo del amor de Dios y perdición (Isaías 1, 4)
Rebeldía y violación de las normas divinas (Isaías 1, 2)
Iniquidad e hipocresía (Mateo 23, 28)
Servidumbre y muerte (Lucas 15, 11 -32)
Ausencia del Espíritu Santo (Romanos 7, 8)
Reflexiona y responde:
¿Por qué crees que en la Biblia se habla del pecado como servidumbre y muerte?
¿Cuáles son las consecuencias de la rebeldía y la violación de las normas
divinas?

Naturaleza del pecado


Cita bíblica:

“Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo


justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo
Jesús” (Romanos 3:23-24)
El pecado se dirige contra la naturaleza del ser humano y contra el mismo
designio salvífico.
El pecado altera los planes de Dios para con el se humano. Es una falta contra:

 La razón.
 La verdad.
 La conciencia recta.
 Falta de amor de Dios y para con el prójimo.
 Hiere la naturaleza del hombre.
 Atenta contra la solidaridad.

El Papa Francisco, anima a los jóvenes cristianos a ser valientes y a confiar en


Dios, porque “Dios nos libra de la pusilanimidad, ese pecado que nos
paraliza, que nos quita la esperanza, la valentía, la paciencia”.

Ese pecado, advirtió, “nos hace tener miedo de todo" y "nos quita la memoria
del paso de Dios por nuestras vidas”.

Por lo tanto el pecado se manifiesta como un desafío del ser humano, puede creer
a la persona que puede estar por encima de su creador.
“Nos preguntamos: ¿de qué forma el Señor me ha salvado de estos problemas?

Y se viene a la memoria recordar que Dios da la posibilidad de volver a Él. Como


lo ha afirmado el papa Francisco “Señor, que no me olvide de tu paso por mi vida,
que no me olvide de los buenos momentos, tampoco de los malos, de la gracia de
la cruz”.
El cristiano es un hombre de memoria.
Reflexión personal

 ¿Por qué crees que el pecado es una ofensa a Dios?


 ¿Cómo te has sentido cuando te das cuenta de que has pecado?
 ¿Qué has hecho para evitar tú el pecado?
La tentación al pecado

La tentación debe entenderse como una provocación o incitación al pecado, no es


pecado en sí, sin embargo, si accedemos a ella, se comete el pecado.
En un principio, la tentación solo era producida por el demonio, pero a raíz del
pecado original el mundo empezó a corromperse, a esto llamamos banalización o
secularización. En la biblia podemos descubrir como el demonio es llamado
tentador (Mateo 4, 3; 1Tesalonicenses 3, 5).

Ahora bien, la tentación no solo es producto del demonio como ya se ha


mencionado, sino que también la intervención humana es considerada como
tentación por medio de escándalos, malos consejos, espectáculos, pornografía,
ideologías que destruyen e invitaciones directas al pecado, todo esto es
consecuencia del mundo banalizado.
Ejemplo práctico: “El dilema”

Para efectos prácticos, la tentación se puede entender con el siguiente ejemplo: Si


ya has cenado y vas por la calle, te antojas de una hamburguesa, pero eres
consciente de que ya cenaste, entonces tienes dos opciones: La primera sería
aprovechar el dinero que tienes y darte ese gusto, aunque esa decisión después
te produzca malestar estomacal; y la segunda opción sería guardar el dinero para
comprar la hamburguesa otro día que no hayas cenado.

Nos encontramos frente a un dilema que debe ser resuelto superando la tentación,
o bien, cayendo en ella, sin embargo, es más favorable superarla porque si las
tentaciones si son vencidas, fortalecen la voluntad y la decisión de llevar una vida
en orden y en comunión con Dios.

Existen muchas situaciones que con facilidad pueden llevar al pecado, desde
situaciones internas personales o alguna causa exterior. La mejor forma de resistir
a la tentación es acudir a la oración y a la vigilancia para no caer en el pecado, así
nos lo enseña Jesús en Lucas 22, 40.

Permanecer en relación con Dios, requiere perseverar en una lucha constante


contra de las tentaciones, cabe recordar que en esta lucha no estamos solos, sino
que está Dios mismo ofreciéndonos su gracia para obrar bien en el momento de la
prueba y por medio de nuestra consciencia recordándonos aquello que es pecado,
por eso la invitación en este momento es a que no bajes la guardia.
Actividad

Escribe dos ejemplos de dilemas a partir de dos tentaciones con sus posibles
respuestas, procurando hacer énfasis en los beneficios de superar cada una de
las tentaciones.
La diversidad de pecados
El pecado se manifiesta de dos formas: en pecados espiritual y pecado carnal.

Cabe recordar que todos los pecados tienen en común el hecho de que se oponen
al orden y van en contra del creador.

El Santo Padre señaló que “la vida es un suspiro, ¿verdad? Pasa. Cuando uno
es joven piensa que tiene mucho tiempo por delante, pero luego la vida nos
enseña aquella expresión que decimos todos: ‘¡cómo pasa el tiempo! ¡Esta
persona, que hace poco era un niño, y ahora se casa! ¡Como pasa el tempo!’”

No dejes que el pecado te haga esclavo al odio, la idolatría, la blasfemia, en el


homicidio, la calumnia, el robo; los pecados que representan desorden llamados
pecados sexuales el adulterio, la fornicación y los pecados causan grandes males
al bien común: el peculado y el terrorismo.

Se habla ya propiamente de la llegada de la tentación, en la que enfrenta el ser


humano diariamente, la tentación se puede convertir en pecado cuando lo
dejamos seducir, se hace presente en nuestra vida cotidiana.
Encontramos una variedad de pecados en contra de la ley propuesta por Dios. Y
estos son:

 Pecado mortal: Es toda decisión libre contra el plan de Dios, manifestado


en los mandamientos. Y aleja propiamente al pecador de Dios, creando en
si un muro o división.
 Pecado venial: por su parte no supone su aversión a Dios ni ruptura con
Él. No crea una tendencia hacia el creador como fin último, y no extingue la
caridad de la gracia santificante.
 Pecados capitales: según la enseñanza de la fe católica, siete
inclinaciones naturales del ser humano que pueden llevarle a caer en
otros pecados. y se componen de siete por: el orgullo, la envidia, la
avaricia, la ira, la lujuria, la gula y la pereza.
 Pecados de omisión: consiste en la no realización de un bien que obliga
por razón de un deber. Lo son cuando se omite la realización de un deber
por un acto libre de la voluntad.
 Pecados internos: se realizan con las solas potencias y facultades
interiores y son llamados malos pensamientos, malos deseos, malas
intenciones, malas imaginaciones, malos propósitos.
 Pecados que claman al cielo: ciertos males que entrañan una especial
malicia contra el orden social. Homicidio voluntario, pecado de inversión
sexual, la opresión de los pobres, los huérfanos y las viudas, la
defraudación del salario del trabajador.
 Pecados contra el espíritu: cometidos con refinada malicia y desprecio
formal de los dones sobrenaturales.

REFERENCIAS DOCTRINALES - CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA

1849 El pecado es una falta contra la razón, la verdad, la conciencia recta; es faltar
al amor verdadero para con Dios y para con el prójimo, a causa de un apego
perverso a ciertos bienes. Hiere la naturaleza del hombre y atenta contra la
solidaridad humana. Ha sido definido como “una palabra, un acto o un deseo
contrarios a la ley eterna”

1869 Así el pecado convierte a los hombres en cómplices unos de otros, hace reinar
entre ellos la concupiscencia, la violencia y la injusticia. Los pecados provocan
situaciones sociales e instituciones contrarias a la bondad divina. Las “estructuras
de pecado” son expresión y efecto de los pecados personales. Inducen a sus
víctimas a cometer a su vez el mal. En un sentido analógico constituyen un “pecado
social”.

Los pecados capitales


Del latín capitalis ‘perteneciente a la cabeza’, ‘principal’, derivado de caput, capitis
‘cabeza’. Como su etimología lo indica se puede definir como la cabeza, lo
principal, o las fuentes principales de donde surgen los demás pecados.
Esta lista fue elaborada por Evagrio Póntico, un monje de los primeros siglos
conocido por sus cualidades de pensador, escritor y orador; posteriormente, el
Papa San Gregorio Magno tomo la lista y la hizo popular, hasta nuestros tiempos
sigue vigente este reconocimiento.

A continuación, se enunciará brevemente cada uno de estos pecados, al igual que


el antídoto que nos permitirá cortar de raíz estos pecados que llevan a la
perdición.

Soberbia o Vanagloria: Es el afecto de Cristo que se hace pobre. (Mateo


desordenado de la alabanza propia, 6,19-21).
es decir, cuando nos creemos
Lujuria: Es el apetito desordenado
superiores a lo demás o pensamos
por los placeres sexuales, sucede
que tenemos privilegios sobre otros
cuando se busca el placer como
reclamando dignidad con el propósito
satisfacción personal y a partir de ahí
de la gloria personal.
se desprenden otros pecados más
La solución a este pecado es graves como la falta de respeto por el
considerar la gloria de Dios, la orden de la vida y el amor verdadero.
humildad de Cristo y reconocer las
El remedio para la lujuria es la
deficiencias y limitaciones humanas.
mortificación, dando prioridad a los
Avaricia: Es la codicia desmedida valores espirituales y dando una sana
por bienes exteriores o riquezas valoración y comprensión de la
materiales, en extremos se convierte sexualidad en el plan de Dios y el
en idolatría y dureza con el prójimo desarrollo de la vida humana.
llevando a la injusticia y corrupción.
Envidia: Es sentir tristeza, amargura
Para superar este pecado, es o incomodidad por los bienes o logros
necesario considerar lo pasajero de ajenos, ser envidioso es ver al
los bienes terrenales, la grandeza de prójimo como una competencia ya
los bienes espirituales, y el ejemplo que obstruye la gloria personal. Esto
puede llevar al odio, murmuración,
difamación, críticas destructivas y deseo de venganza, causar daño a
regocijo por el mal ajeno. otros, aniquilarlos. etc.

La mejor forma de combatir contra El remedio para la ira es la


este pecado es reconocer todos los consideración de la necesidad del
dones recibidos por Dios, saber que dominio de sí, la paciencia de Cristo y
para cada uno de nosotros Dios tiene el ejercicio de la caridad.
diferentes planes, también ejerciendo
Pereza: Es la falta de ánimo por las
la caridad.
cosas espirituales y por cumplir con
Gula: Es el apetito desordenado por diligencia los deberes por el trabajo o
la comida, es una preocupación y una complejidad que puede exigir ejecutar
exageración por el comer o el beber, determinadas acciones. De la pereza
esto no sólo trae como consecuencia surge la procrastinación, el ocio, la
problemas para la salud, sino que se divagación, el desaliento, la
convierte en una idolatría al gusto. mediocridad.

La solución a este pecado es el La pereza se puede superar a partir


ejercicio constante de la sobriedad, la del esfuerzo, entusiasmo y empeño
mortificación y la penitencia. por las cosas de Dios y el bien de los
demás, siendo consciente de la
Ira: Es el impulso por rechazar o
responsabilidad que conlleva
mostrar de una manera agresiva
participar del proyecto de salvación.
desacuerdo por alguna situación o
persona, se puede manifestar con el
.
La proliferación del pecado

El pecado es como una plaga, el pecado crea una facilidad para el pecado,
engendra el vicio por la repetición de actos. Oscurecen la conciencia y corrompen
la valoración concreta del bien de mal.

Recordando jóvenes que el pecado


es un acto personal, pero quien lo
comete tiene una responsabilidad
respecto de los pecados cometidos
por otros ya que, de alguna manera,
coopera con ellos de manera directa
y voluntariamente, estimulando a
otros a que los cometan.
El pecado destruye a las personas,
desintegra a las comunidades, lleva a
cometer delitos que dañan a los otros
y da lugar a que los seres humanos Los santos, como bien sabemos, no
se olviden de los mandatos de Dios. eran perfectos. Cometieron errores
durante su vida y, a menudo, llevaron
vidas públicas de depravación antes
de que sus corazones se convirtieran.

Podemos ahora, considerar algunas frases de santos o personas del común que
nos han dejado estos pensamientos acerca del pecado.

 Desconfía de los pecados pequeños. Juan Bunyan


 «Dios está mirando siempre al hombre, aunque el hombre, para pecar,
cierre los ojos para no ver a Dios» C. Fernández
 “Dios lo que más odia después del pecado es la tristeza, porque nos
predispone al pecado”. San Agustín
 El hombre, cuando peca, esquiva la mirada del Creador y la centra sobre sí
mismo. Dios mira incesantemente con amor al pecador, y para no forzar su
libertad, espera un gesto mínimo de voluntad de retorno. Rev. D. Pedro
Iglesias Martínez
 El infierno es la revelación más clara de lo que es el pecado. Autor
desconocido
 "El pecado de este siglo es la pérdida del sentido del pecado". SS Pío XII.

Actividad grupal.
Responde:

¿Qué es en realidad pecado?


¿Por qué surge el pecado en el mundo?
¿Por medio de tu experiencia personal, has experimentado el perdón de Dios?,
¿Cómo? ¿Qué has sentido al estar en paz junto al señor, es decir cuando te
acabas de confesar?
¿Cómo joven universitario a que te propones para cambiar, evitar el pecado en tu
vida? ¿tú con estudiante como daría ejemplo a otro joven que está en pecado?
Actividad

Materiales

 Piedras tamaño mediano con 4 pecados capitales escritos: (Lujuria, Gula,


Pereza e Ira).
 Temperas.
 Tijeras.
 Marcadores.
 2 pliegos de Papel periódico para cartel.
 Sobres tamaño carta.
 Hojas en blanco tamaño carta.
 Fotocopias de: ¿Qué es en realidad pecado? y Referencias doctrinales
 Lapiceros.
 Pegante.

Para el Animador ¿Cómo organizar los grupos de trabajo?

Jugar al “tingo - tingo – tango” con cada una de las piedras marcadas con un
pecado capital: el líder pronuncia seguidamente la palabra tingo y entre los
jóvenes ruedan una piedra marcada con un pecado capital, cuando el líder
diga tango se detiene el movimiento de la piedra y el joven quien tenga en sus
manos la piedra con el pecado capital, irá a conformar el primer grupo y así
sucesivamente con los otros pecados capitales hasta conformar los 4 grupos.

Dinámica para los 4 grupos de trabajo

Una vez conformados los grupos, se les hace entrega de la fotocopia con el texto
de “¿Qué es en realidad pecado? YOUCAT 315 y Referencias doctrinales”
para que sean leídos y analizados.

Redactar una carta que cumpla los siguientes requisitos:

Grupo n° 1 Redactar una carta de perdón para mamá.

Grupo n° 2 Redactar una carta de perdón para papá.

Grupo n° 3 Redactar una carta de perdón para un hermano o un familiar.

Grupo n° 4 Redactar una carta de perdón para un amigo, igual que el anterior.
Después de haber redactado cada joven su carta, compartirán sus experiencias en
grupo.

Conversión y penitencia

Llamamiento y respuesta

Iniciamos diciendo que la conversión es un llamado de Dios y una respuesta del


hombre, y es una obligación que cada uno de nosotros como jóvenes
respondamos a su llamado de la conversión. En cada de nuestras diversas
circunstancias se invita que hagamos un cambio de vida permanentemente.

Nuestro Señor Jesucristo nos llama a la conversión, y es una llamada significativa


en el anuncio del Reino “El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca;
conviértanse y crean en la Buena Nueva.” (Mc 1, 15 es así que esta llamada se
dirige a aquellos que no conocen a Cristo y su Evangelio es decir que Dios no nos
excluye en su llamada diaria de conversión y poder hacer una conversión como Él
nos pide diariamente según las exigencias del Evangelio que el mismo nos
presenta, es así que el sacramento del Bautismo es un lugar primordial es una
conversión primera y fundamental.

La llamada de Cristo de la conversión sigue llamando y resonando en cada uno de


la vida de cristianos y en cada uno de nosotros como jóvenes, la tarea de la
conversión no es solamente obra de cada uno de nosotros, es el movimiento de
un corazón contrito (sal 51, 19).

La llamada de Jesús a la conversión y a la penitencia no mira, en primer lugar,


cada uno de nuestros actos exteriores, mira más la conversión sincera del corazón
que sabe reconocer su pecado y es necesitado de Dios en medio de su fragilidad.,
una conversión a Dios con todo el corazón es ruptura del pecado y querer
convertirse significa rechazo del estado de pecado en el que cada uno de nosotros
nos encontramos. y querer convertirse no solo renunciar a una cierta acción
pecaminosa o de una mala costumbre, si no es más bien una actitud profunda de
cada uno de nosotros de poder decirle a Dios un Si contundente en esta llamada
que día a día nos hace.

El arrepentimiento solamente es posible si el pecador está dispuesto a mirarse tal


y como es, con sus faltas y flaquezas, y en una actitud humilde y reconociendo
que ha fallado.
Una conversión sincera lleva a uno encuentro con Dios, consigo mismo y con los
hermanos, en el que todos estamos llamados y poder tener una relación estrecha
con Dios para que así día a día cada uno de nosotros nos convirtamos a Dios de
todo corazón.

Podemos decir que la conversión es una obra de Dios. Y que debemos


arrepentirnos de nuestros pecados y retronar a Dios, pero esto se logra a través
de una completa y sincera renovación del corazón. La conversión es el rechazo
de toda mentira y falsedad y por ende impone un cambio en la manera de pensar
y exige un espíritu completamente nuevo hacia Dios. La conversión es una acción
personal en la cual se reviven las relaciones con Dios y se recuperan los derechos
filiales con Él.

El llamado de la conversión no es solamente general, dirigido a todos a través del


Evangelio, sino que es también un llamado particular, y ese llamado se nos hace a
cada uno por nuestro propio nombre.
Convertirse es mucho más que renunciar al pecado, mucho más que obtener el
perdón de los pecados, el convertido es una creatura nueva que ha nacido de
Dios, el convertido recibe la libertad de hijo de Dios, y finalmente podemos decir
que el Señor no solamente proclamó la necesidad de la penitencia, si no que el
mismo la vivió y la sigue viviendo es su Iglesia hasta las últimas consecuencias;
padeció por la salvación de la humanidad, y derramó su sangre para la redención
de los pecados.

La obra de la santificación
Continuamos con la segunda parte del tema conversión y penitencia donde
trataremos la obra de la santificación que es una exigencia y una respuesta al
llamamiento dirigido a todos.

Donde el apóstol pablo afirma que la voluntad de Dios es que nos santifiquemos
(1Ts 4,3). También podemos ver en lumen Gentium en el numeral 40 donde nos
dice que Jesucristo Nuestro Señor Envió a todos el Espíritu Santo para que los
mueva interiormente a amar a Dios con todo el corazón, con toda el alma, con toda
la mente y con todas las fuerzas (cf. Mt 12,30) y a amarse mutuamente como Cristo
les amó (cf. Jn 13,34; 15,12).
La Santidad Cristiana es el termino hacia el cual se dirige toda la vida moral.

La revelación de cristiana nos recuerda que Dios es Santo y también que estamos
llamados nosotros a la santidad con Él para estar en intimidad de vida con Él. Cristo
es Santo porque es Dios (cf. Lc 1, 35) y porque posee en plenitud el Espíritu Santo.
Cristo ha unido la naturaleza divina con la naturaleza humana para que así nosotros
tengamos parte de la Santidad con Cristo.
Como lo ha afirmado San Pablo: Él fue hecho para nosotros sabiduría de Dios,
justicia, santificación y redención (1Co 1, 30) y también otra cita bíblica de San Pablo
nos dice: en virtud de Cristo o en su nombre, que actúa en el bautismo y por la
efusión del Espíritu Santo, el cristiano es santificado (cf. 1Co 6,11).

En el bautismo la Santísima Trinidad viene a vivir en la persona y hacer morada en


ella. Y al mismo tiempo la Iglesia de Cristo le infunde una nueva participación creada
que es la verdadera vida divina. La acción del espíritu santo lleva a la persona
bautizada hacer una persona nueva, por tanto, debe ser una persona recta en su
actuar y en todo su ser ya como lo hemos dicho por que el Espíritu Santo vive en
él.

Ya que todo esto le sirve al ser humano en su vida de creyente ya que es una
realización completa en su vida para cuando llegue el culmen en este mundo para
que pueda llegar a la plena acción con Dios en la vida eterna.

También el ser humano debe buscar la santidad para tener un encuentro con Dios
frente a frente para tener un dialogo con su creador. Pero Dios ya hizo el
llamamiento a todos nosotros por medio de su Hijo, pero Dios se sigue valiendo de
su Iglesia para ser este llamamiento a los seres humanos.

Por eso es importante ser bautizados vivir en comunión con la Iglesia en unión con
Cristo para hacernos santos.

Pero también estamos llamados todos los bautizados a ser conscientes que no solo
por bautizarnos encontramos la santidad, porque debemos trabajar en la búsqueda
total de esta santidad y por lo tanto lo que debemos hacer es buscar las obras
buenas que podemos hacer por los demás y tratando de evitar el mal y por tanto las
mejores herramientas que nos puede ayudar es la oración y en la vida Sacramental
ya que nosotros somos tentados por el demonio, las seducciones del mundo, por lo
tanto debemos alejarnos de ellas para poder conseguir nuestra santidad que tanto
ansiamos para encontrarnos con nuestro creador.

Todo lo anterior nos sirve para mejorar nuestra relación con nuestros hermanos,
pero especialmente con Dios y todo esto lo podemos llevar al culmen de nuestras
vidas solo por medio de la oración.

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