En todos los ámbitos es necesario tener disciplina con el fin de desarrollar
habilidades para seguir un código de conducta, estableciendo límites mediante normas, es así como se logra respetarlas a través de sanciones a aquellos que se atrevan a infringirlas. La legislación disciplinaria es tan importante como cualquier otra, porque mediante esta se trazan pautas para el buen comportamiento, sus consecuencias en caso de no seguirlas y las excepciones en dados casos, encaminando al orden, la disciplina, el respeto por la autoridad, la equidad, la justicia, etc. Creando un ambiente más tranquilo, organizado, con cumplimiento y acatamiento de normas.
Es así como en nuestra institución mediante la ley 1015 se reglamenta y se
crea el código disciplinario, estableciendo y clasificando el tipo de faltas entre leves, graves y gravísimas, las conductas que pertenecen a cada una de ellas y las respectivas sanciones de acuerdo a sus actos y agravantes. El derecho disciplinario no solo abarca la ley 1015 también nos muestra nuestros derechos y deberes, garantizado el respeto de los derechos humanos tanto en nuestro trato con la comunidad en la realización de nuestros procedimientos, como el trato de la comunidad hacia nosotros y entre compañeros.
Tener el conocimiento de las posibles faltas y tener presente que se puede
hacer y que no, nos lleva a realizar cada vez una mejor labor en el desarrollo de nuestras actividades, poniendo en alto el nombre de nuestra institución, y generando confianza en la comunidad, haciendo de nosotros mismos y nuestros compañeros mejores profesionales.