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Recuerdos del futuro en las

ASOMBROSAS PROFECÍAS DEL


APOCALIPSIS
Apocalipsis 12

INTRODUCCIÓN
El tema central de Apocalipsis 12 es la guerra del
dragón. Una guerra de dimensiones cósmicas
que transciende los acontecimientos humanos.
En los capítulos anteriores se describieron he-
chos de la historia terrena, ahora la geografía de
la acción y la esfera de sus participantes se ex-
tiende al cielo de Dios y al universo entero. Este
capítulo deja bien claro que la guerra del dragón
lo abarca todo. No exime a nadie, es invasora,
penetrante y activa. Nadie puede ser espectador.

Apocalipsis 12

1 Apareció en el cielo una gran señal: una


mujer vestida del sol, con la luna debajo de
sus pies, y sobre su cabeza una corona de
doce estrellas.
2 Y estando encinta, clamaba con dolores
de parto, en la angustia del alumbramiento.

La “mujer vestida de sol” representa la iglesia


verdadera de Dios. El “sol” es símbolo de la gloria
y el carácter de Dios. Isaías 54:5-6; Jeremías 6:2

La mujer aparece con “la luna debajo de sus


pies”, así como luna refleja la luz del sol, hubo una
luz menor en el pasado que reflejó la gloria y el
carácter de Dios. La ley ceremonial, los símbolos
del santuario, la grandeza del culto de Israel, todo
era un modo de anunciar a Cristo y su victoria en
la guerra contra el dragón.

En cuanto a la “corona de doce estrellas” es un


símbolo que sugiere a los 12 patriarcas, a los 12
apóstoles o ambos. Pero, por el contexto del capí-
tulo, el énfasis está puesto sobre el NT, por lo tan-
to se refiere a los 12 apóstoles.

La mujer “encinta”, está por dar a luz un hijo. Por


fin se está por hacer realidad la esperanza del na-
cimiento del Mesías. Isaías 7:14; Mateo 1:23; Gá-
latas 4:4

3 También apareció otra señal en el cielo: he


aquí un gran dragón escarlata, que tenía
siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabe-
zas siete diademas;
4 y su cola arrastraba la tercera parte de las
estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra.
Y el dragón se paró frente a la mujer que
estaba para dar a luz, a fin de devorar a su
hijo tan pronto como naciese.

El “gran dragón escarlata” que aparece aquí y en


Apocalipsis 12:9 se lo identifica como al diablo y
Satanás.

Las “siete cabezas” del dragón también aparecen


en la bestia de Apocalipsis 13:1 que surge del mar
y sobre la bestia escarlata de Apocalipsis 17:3. En
Apocalipsis 17:9-10 se identifican como “siete
montes” y “siete reyes”. Es, pues, razonable con-
cluir que las siete cabezas del dragón representan
poderes políticos que han fomentado la causa del
dragón, y por medio de los cuales este ha ejercido
su poder perseguidor.

Con respecto a los “diez cuernos” es importante


destacar que las bestias de Apocalipsis 13 y 17 ca-
da una tiene diez cuernos. Algunos sostienen que
los diez cuernos del dragón son idénticos a los de
las dos bestias, y que los de la segunda bestia de
Apocalipsis 17:7 son idénticos a los diez cuernos
de la cuarta bestia de Daniel 7:7,20,24. Otros ven
en los diez cuernos del dragón una designación
más general de los poderes políticos menos im-
portantes, por medio de los cuales ha obrado Sa-
tanás, en contraste con las siete cabezas, que
pueden considerarse como una representación de
los principales poderes políticos. Las “diademas”
sobre las cabezas, insignias de realeza, pueden to-
marse como una evidencia adicional de que re-
presentan reinos políticos

La descripción con la que se inicia el versículo 4 se


amplía con mayores detalles en el versículo 7. En
la segunda parte del versículo, “la mujer” (la igle-
sia), se alista para dar a luz, en su esperanza, a su
propio Mesías pero está en angustia porque el
dragón intenta devorarle el hijo cuando nazca. Por
medio de la Roma pagana, en tiempos del naci-
miento del Mesías, quería devorarlo, consumirlo
completamente, hacerlo desaparecer de la exis-
tencia. Mateo 2:13-23

5 Y ella dio a luz un hijo varón, que regirá


con vara de hierro a todas las naciones; y su
hijo fue arrebatado para Dios y para su
trono.

Juan recuerda Salmo 2: 8-9, claramente aplicable


al Mesías, y más adelante lo describe magistral-
mente en Apocalipsis 19:13-16. También pasa por
alto completamente el relato de la vida, obra, su-
frimiento, muerte y resurrección de Jesús y dirige
la atención de los lectores hacia la ascensión de
Jesucristo. Hebreos 1:3; 10:12

6 Y la mujer huyó al desierto, donde tiene


lugar preparado por Dios, para que allí la
sustenten por mil doscientos sesenta días.

Este período de “1.260 días” se menciona siete


veces y en tres diferentes maneras en los libros
de Daniel y Apocalipsis: 1.260 días (Apocalipsis
11: 3; 12: 6), 42 meses (Apocalipsis 11: 2; 13: 5) y
3 1/2 tiempos (Daniel 7: 25; 12:7; Apocalipsis 12:
14). Como se describió en el capítulo anterior es-
te período transcurrió desde 538 d. C. hasta 1798.
Durante este tiempo la mano de Dios cuidó de la
iglesia, protegiéndola para que no fuera extermi-
nada. La idea que encierra este pasaje es que la
protección y el asilo del desierto que halló la mu-
jer fueron divinamente escogidos y preparados.
Dios cuida de los suyos. Aun cuando la iglesia es
perseguida y condenada al exilio, el Señor la sos-
tiene.

Nota.
Por centenares de años fue prohibida la circula-
ción de la Biblia. No se permitía a la gente que la
leyese ni que la tuviese en sus casas. Pretender
ser fiel a la Palabra de Dios era motivo de los
más atroces castigos. En el siglo VI el papado lle-
gó a establecerse firmemente en la ciudad impe-
rial y fue proclamado cabeza de toda la iglesia.
Entonces comenzaron los 1260 años de opre-
sión. Los cristianos fueron obligado a elegir en-
tre sacrificar su integridad y aceptar el culto y
ceremonias papales, o pasar el resto de la vida
encerrados en los calabozos o morir en el tor-
mento, la hoguera o bajo el hacha del verdugo.
Así se llegó al siglo XIII cuando se utilizó la más
terrible de todas las maquinarias de guerra del
papado: la Inquisición. Se estableció la aplica-
ción de la tortura para arrancar confesiones de
los herejes y numerosas bulas papales se dedica-
ron a especificar las clases de torturas que los in-
quisidores debían utilizar, hasta se crearon nu-
merosos manuales que indicaban el procedi-
miento a seguir. El sistema funcionaba de una
manera muy simple, cuando el hereje era conde-
nado por la iglesia, se entregaba al juez secular
para que ser castigado. El diario digital Noticia-
Cristiana.com del 22 de junio de 2015 registra la
visita del Papa Francisco al templo Valdense en
la ciudad de Turín. En su discurso, según registra
el periódico, pidió perdón a los evangélicos por-
que la iglesia católica los persiguió. “Por parte
de la Iglesia Católica, les pido perdón, le pido
por las actitudes no cristianas e incluso inhuma-
nas y el comportamiento que les mostramos”,
dijo Francisco desde el altar. “En el nombre del
Señor Jesucristo, ¡perdónennos!

“Desierto”, significa lugar vacío, deshabitado. Re-


presenta el lugar donde la iglesia estaría oculta. La
idea que encierra el pasaje es que la protección y
el asilo en el desierto que halló la mujer fueron di-
vinamente escogidos y preparados.

Nota.
Los Padres Peregrinos era un grupo religio-
so inglés formado a finales del Siglo XVI que, es-
tando descontento con el ambiente político-
religioso en su país, decidieron emigrar, primero
a Leiden (Holanda) en 1609 y luego al Nuevo
Mundo en 1620. Los Padres Peregrinos partie-
ron del puerto de Plymouth (Inglaterra) en el
barco Mayflower el 15 de agosto de 1620 y, sur-
cando el océano Atlántico, pretendían llegar a la
colonia de Jamestown —fundada en 1607— pe-
ro fuertes tormentas se lo impidieron empuján-
doles unos 800 km más al norte, hasta el cabo
Cod, donde llegaron el 9 de noviembre del mis-
mo año. Poco después fundaron Plymouth que
sería la capital de la colonia homónima, la cual
existió hasta 1691, año en que se unió con
la Colonia de la bahia de Massachetts formando
la Provincia de la bahía de Massachusetts. Los
Padres Peregrinos se encontraban reunidos por
la iglesia puritana de cuño calvinista y se refu-
giaban de las persecuciones religiosas —por
ejemplo los de la oficial anglicana— y de la ines-
tabilidad política que se vivía en Europa... La his-
toriografía tradicional estadounidense ha pre-
sentado a los peregrinos como el embrión de los
Estados Unidos aunque los orígenes del país re-
sultan mucho más complejos. (Wikipedia, Pa-
dres peregrinos)

Mayflower II, una réplica del Mayflower, en


Plymouth, Massachusetts, EE.UU

7 Después hubo una gran batalla en el cielo:


Miguel y sus ángeles luchaban contra el dra-
gón; y luchaban el dragón y sus ángeles;
8 pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar
para ellos en el cielo.
9 Y fue lanzado fuera el gran dragón, la
serpiente antigua, que se llama diablo y Sa-
tanás, el cual engaña al mundo entero; fue
arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron
arrojados con él.

La frase "batalla en el cielo" puede tener una do-


ble aplicación. (1) Describe el conflicto inicial en
el cielo entre Lucifer y Dios. “Miguel” que signifi-
ca ¿quién semejante a Dios?, no es otro que
nuestro bendito Señor y Salvador Jesucristo
(Daniel 10:13; 12:1, Judas 9) y “sus ángeles” se
refiere a los que se mantuvieron leales (Hebreos
1:14). (2) el que comenzó en la tierra entre Sata-
nás y el Cristo encarnado, las palabras "no preva-
lecieron" pueden aplicarse apropiadamente a am-
bas etapas del conflicto, pues Satanás no tuvo éxi-
to en ninguna de las dos.

Nota.
Aunque Juan enfoca principalmente su atención
sobre el punto culminante del conflicto, que tu-
vo lugar en la cruz, la frase "hubo una gran bata-
lla en el cielo" también puede entenderse como
que se refiere al tiempo anterior a la creación de
la tierra, cuando la hostilidad del dragón comen-
zó porque Lucifer aspiraba a ser semejante a
Dios (Isaías 14: 13-14; Ezequiel 28: 12-16). En
ese tiempo Satanás fue expulsado del cielo jun-
to con los ángeles que simpatizaban con él (2
Ped. 2:4; Jud. 6).

Satanás y sus ángeles fueron “lanzados” fuera del


cielo en las edades pasadas (2 Pedro 2: 4), antes
de la creación de este mundo. Sin embargo, pare-
ce que hasta el momento del drama de la cruz po-
día llegar hasta los seres celestiales, y en un grado
limitado, posiblemente como "príncipe de este
mundo" (Juan 12:31; Lucas 4:6), pero no como
habitante del cielo, podía entrar en los recintos
celestiales. Esta puede ser, sin embargo, la expul-
sión definitiva que ocurrió en la cruz, como lo de-
claró nuestro Señor (Juan 12:31-32). Es evidente
por el contexto (vers. 10-13) que Juan se está refi-
riendo más específicamente a los sucesos relacio-
nados con el triunfo de Cristo en la cruz.

10 Entonces oí una gran voz en el cielo, que


decía: Ahora ha venido la salvación, el po-
der, y el reino de nuestro Dios, y la autori-
dad de su Cristo; porque ha sido lanzado
fuera el acusador de nuestros hermanos, el
que los acusaba delante de nuestro Dios día
y noche.
11 Y ellos le han vencido por medio de la
sangre del Cordero y de la palabra del testi-
monio de ellos, y menospreciaron sus vidas
hasta la muerte.
12 Por lo cual alegraos, cielos, y los que mo-
ráis en ellos. ¡Ay de los moradores de la tie-
rra y del mar! porque el diablo ha descendi-
do a vosotros con gran ira, sabiendo que tie-
ne poco tiempo.

Juan oye “una gran voz en el cielo”, por parte de


lo seres celestial porque Satanás y su hueste fue-
ron expulsados y hay felicidad porque está asegu-
rada la destrucción de Satanás y la salvación de
aquellos que aceptan la salvación ofrecida por el
Señor. Comprobaron por ellos mismos, en el Cal-
vario, toda la malignidad de Satanás contra Cristo.
La expresión “sabiendo que tiene poco tiempo”,
debe entenderse dentro del contexto de todo el
contenido del libro de Apocalipsis, que presenta
la segunda venida de Cristo como cercana
(Apocalipsis 1: 1; 22: 20). Si Jesús viene "pronto",
entonces el tiempo que Satanás tiene para obrar
es "poco".

13 Y cuando vio el dragón que había sido


arrojado a la tierra, persiguió a la mujer
que había dado a luz al hijo varón.
14 Y se le dieron a la mujer las dos alas de la
gran águila, para que volase de delante de
la serpiente al desierto, a su lugar, donde es
sustentada por un tiempo, y tiempos, y la
mitad de un tiempo.
15 Y la serpiente arrojó de su boca, tras la
mujer, agua como un río, para que fuese
arrastrada por el río.
16 Pero la tierra ayudó a la mujer, pues la
tierra abrió su boca y tragó el río que el
dragón había echado de su boca.

Como el dragón no pudo vencer al Hijo de Dios en


el cielo y tampoco en la tierra, ahora procura he-
rirlo persiguiendo y dañando a la iglesia. Satanás
procuró destruir la iglesia 1260 años (1 1/2 tiempo,
ver 12:6) con falsas doctrinas y persecución, se-
guidamente se presenta que Dios interviene en
forma providencial. Si "tierra" representa regiones
donde había pocos habitantes, en contraste con
"aguas" que a veces representa muchedumbre
(Apocalipsis 17:15). Destacan que en el tiempo
de la Reforma había millones de personas en Eu-
ropa y el Lejano Oriente, pero que el continente
norteamericano estaba muy escasamente pobla-
do, e indican que esta región es la "tierra" que
proporcionó alivio a la iglesia perseguida en el
Viejo Mundo. Puede incluirse también a los países
protestantes de Europa occidental que dieron re-
fugio a los perseguidos.

17 Entonces el dragón se llenó de ira contra


la mujer; y se fue a hacer guerra contra el
resto de la descendencia de ella, los que
guardan los mandamientos de Dios y tienen
el testimonio de Jesucristo.

El fracaso del “dragón” en destruir la iglesia inten-


sifica su “ira” contra “la mujer”, la iglesia de Dios.
El hecho de que “el resto de la descendencia de
ella” sea identificada como “los que guardan los
mandamientos de Dios” es especialmente llama-
tivo y destaca que forman parte de la pugna entre
el dragón y la iglesia.

Si se compara el “testimonio de Jesucristo” de


Apocalipsis 12:17 con 19:10 claramente se define
que el "testimonio de Jesucristo" es "el espíritu de
la profecía", lo que significa que Jesús da testi-
monio o seguridad a la iglesia por medio de las
profecías. La estrecha relación entre el
"testimonio de Jesús" y la profecía se demuestra,
además, al hacer una comparación entre 19:10 y
22:9. En 19:10 el ángel se identifica como un
"siervo contigo, y con tus hermanos que tienen
el testimonio de Jesús", y en el 22:9 como "siervo
contigo, y con tus hermanos los profetas". Por lo
tanto es razonable concluir que estas dos expre-
siones del ángel son paralelas, entonces los que
tienen el testimonio de Jesús pueden ser identifi-
cados con los profetas.

CONCLUSIÓN

Al finalizar los 1260 años proféticos surge “el res-


to” designado para pregonar la última exhorta-
ción al mundo para que acepte el don gratuito
de la salvación (Apocalipsis 14:6-12). Los adven-
tistas del séptimo día han proclamado desde el
comienzo y sin temor los tres mensajes de Apo-
calipsis 14:6-12. Ningún otro grupo religioso está
proclamando este mensaje múltiple, ni ningún
otro cumple con las especificaciones presenta-
das en Apocalipsis 12:17. Por eso, ningún otro
grupo tiene una base fundada en las Escrituras
para sostener que es “el resto” mencionado en
el versículo 17. Sin embargo, los adventistas re-
chazan enfática y claramente toda idea de que
sólo ellos son hijos de Dios y tienen derecho al
cielo. Creen que todos los que adoran a Dios con
completa sinceridad, es decir, en armonía con to-
da la voluntad revelada de Dios que ellos entien-
den, son miembros en potencia de este grupo fi-
nal, "el resto", mencionado en Apocalipsis 12:17.
Los adventistas creen que su solemne tarea y go-
zoso privilegio es presentar en forma clara y per-
suasiva las últimas, cruciales y decisivas verda-
des divinas para atraer a todos los hijos de Dios
a ese grupo, que, según la profecía, se está pre-
parando para el gran día del Señor.

REFLEXIÓN PERSONAL

Señor quiero estar preparado para tu gran día y


ser parte del remanente que anuncie la verdad
de tu palabra para este tiempo tan solemne.

Roberto Pinto
Biblia: Reina Valera 60

PRÓXIMA LECCIÓN
“APOCALIPSIS 13 - Parte 1”

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