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Resumen.

La siguiente investigación se desarrolló en la ciudad de Medellín Colombia, con el caso


de una niña con para parálisis cerebral, en edad de cuatro años. Con diagnóstico de
encefalopatía crónica no evolutiva.

El propósito de esta investigación ha sido observar cuales son los aportes de la práctica
de la Eutonía en este caso. La observación se delimitó hacia la observación de posibles
cambios o modificaciones tónicas, desarrollo de la consciencia corporal,
transformaciones en las capacidades motrices y desarrollo del contacto consciente.

Se trata de un tipo de diseño exploratorio descriptivo, de carácter cualitativo.

Ya que la parálisis cerebral tiene sus causas en el sistema nervioso central, esta
investigación exigió una búsqueda exhaustiva de un marco teórico que permitiera
comprender la parálisis cerebral desde sus base neurofisiológica. Por esta razón el
marco teórico es extenso en lo que tiene que ver con el funcionamiento del sistema
nervioso central y su relación con el movimiento, la postura y el tono muscular, aspectos
afectados en la parálisis cerebral.

Una vez son expuestas algunas cuestiones inherentes a la relación del movimiento, el
tono muscular y los centros motores del sistema nervioso central, se toma el marco
teórico de la eutonía explicando algunos de los principios que la sustentan.
Simultáneamente se intenta mostrar su relación con el sistema nervioso. Una vez
expuestas las relaciones entre los principios de la eutonia y el sistema nerviosos central
se sugieren posibles aportes de la Eutonia a la parálisis cerebral, sustentados por esta
relación.

Las observaciones y resultados se obtuvieron a partir de la realización de 12 clases


prácticas, en las cuales la niña experimento principalmente el toque eutónico, ya que por
su edad y características cognitivas no fue posible realizar clases con consignas
verbales.

1
Se observaron modificación en el tono muscular, sobre todo hacia el descenso de este;
mayor tranquilidad las 2 y 3 primera horas después de los toques; cambios en su niveles
de atención y mayor tolerancia por parte de ella en las otras terapias que recibe.

Se concluye que por la complejidad de la parálisis cerebral, es necesario, para estos


casos, plantear la eurtonia como un proceso que requiere de constancia y tiempo de
práctica por parte de quien padece la parálisis.

Palabras clave.

 Sistema nervioso
 Parálisis cerebral.
 Tono muscular.
 Eutonia.
 Toque eutonico.
 Consciencia

2
1. PRIMERA PARTE

1.1 Tema.

Eutonía y parálisis cerebral

1.2 Sub-tema.

Aportes de la Eutonia a la parálisis cerebral. Estudio de un caso.

3
1.3 Introducción

La decisión de emprender una investigación que buscara analizar los posibles aportes
de la práctica de la Eutonia a la experiencia corporal de personas con parálisis cerebral
nace por dos razones: La primera tiene que ver con una curiosidad de carácter cognitivo.
Dado que la Eutonia tiene la virtud de regular el tono muscular, me interesaba observar
cómo se daría esta regulación tónica en un cuerpo afectado por fijaciones tónicas
extremas o cambios bruscos e incontrolables de tonicidad como sucede en los casos de
parálisis cerebral.

La segunda razón tiene que ver con mi cercanía a dos personas que nacieron con esta
situación motora. Vivir tan de cerca esta situación se convirtió en un disparador de mis
interrogantes.

Mi experiencia personal como estudiante de Eutonía me había revelado la variada gama


de beneficios psicofísicos que la práctica de la Eutonia puede brindar. Durante mis cuatro
años de formación fui observando cambios en mi sensibilidad táctil, en mi sensibilidad
propioceptiva, en la amplitud de mis percepciones, en la integración consciente del
hemicuerpo izquierdo a mi esquema corporal, en la adquisición de un mejor equilibrio
postural, en la capacidad de fluctuar conscientemente mi tono muscular de acuerdo a
mis necesidades y en mi capacidad de atención.

A partir de estas experiencias personales comencé a intuir que la Eutonía podría


proponerse como una herramienta de primera mano en los casos de parálisis cerebral.

Al principio la investigación tenía como objetivo determinar qué repercusiones generaba


la práctica de la Eutonia en el tono muscular de la niña; sin embargo centrarse
únicamente en esta observación resultaba un poco frívolo y reduccionista, ya que la niña
y en general cualquier persona no es “un tono muscular”.

Desde su esencia más profunda la Eutonia aborda a cada persona cómo totalidad;
entonces, no se trataba de observar solamente si el tono muscular subía, disminuía o de
qué manera se flexibilizaba, si no, ampliar la observación y ver las repercusiones en la
totalidad.

4
Berta Vishnivetz plantea la Eutonía cómo una educación del cuerpo hacia el ser. Por lo
tanto no se trata solamente de una disciplina con capacidad de regular el tono muscular,
sino de una educación que parte del cuerpo y repercute en la totalidad de la persona,
incluyendo los aspectos emocionales, psíquicos y además en el tono muscular.

Con estas reflexiones, la pregunta para esta investigación fue ampliándose para
interrogarse por los aportes de la práctica de la Eutonía en el caso de una niña que
experimenta en su cuerpo una parálisis cerebral.

En cada práctica se tenía el propósito de observar modificaciones tónicas, cambios en


sus estados emocionales, evolución en su nivel y capacidad de atención, tolerancia al
silencio y adquisición de nuevas posturas corporales.

Entender la parálisis cerebral desde su base neuro fisiológica también aporta un


conocimiento que da base a posibles abordajes eutónicos.

Los movimientos incontrolados y limitados de la persona con parálisis cerebral son su


forma de expresión, pero la raíz de su causa se encuentra en el encéfalo, conformado
por otras estructuras, entre ellas los centros motores, encargados de la coordinación del
movimiento, la postura y el tono el muscular.

Esto es muy interesante, porque uno de los principios de la Eutonia es la conciencia del
espacio interno, siendo el interior del cráneo unos de esos espacios internos que habitan
nuestro cuerpo. Pretender influir a través de la Eutonía sobre este espacio interno y
algunos de sus órganos lesionados era relevante para determinar los alcances de la
Eutonía a nivel práctico.

Conociendo este marco teórico, era acertado preguntarse de qué manera se podría
entrar en contacto con el encéfalo a través de la Eutonia. Surge el toque neutral en el
occipital cómo alternativa; Sin embargo, se tenía plena certeza de que sería muy difícil
comprobar modificaciones, por ejemplo a nivel del mapa somato sensorial, ya que no era
posible, durante la investigación, acceder a equipos que permitieran la extracción de
neuro imágenes cerebrales.

5
1.4. El Problema.

Primer problema: Tono muscular / regulación tónica / Eutonía / parálisis cerebral.

La experiencia corporal de las persona con parálisis cerebral es muy compleja. Muchas
de ellas conservan en buen estado sus funciones cognitivas aunque esto siempre
dependerá del grado de la lesión, las áreas cerebrales afectadas y el entorno. Sin
embargo hay que tener en cuenta que cuando la capacidad motriz impide la libre
interacción con el entorno los aspectos cognitivos no se desarrollan completamente o lo
hacen a un ritmo y tiempo que no concuerda con la edad. Necesitan más tiempo para
madurar.

En el libro de neuropsicología humana, Bryan Kolb define la parálisis cerebral cómo “un
trastorno de la función motora debido a un traumatismo encefálico durante el desarrollo
fetal o el parto”1

La realidad es que los síntomas motores adoptan formas muy diversas y la evolución de
la parálisis cerebral es diferente en cada persona. Es por esto que podemos cruzarnos
por la calle con una persona que camina extrañamente, o ver en un parque a un chico o
chica adolescentes en silla de ruedas y con el cuerpo un poco contorsionado, o visitar
una casa y encontrar que uno de sus habitantes pasa la mayor parte de su tiempo en
una cama. Si interrogamos a sus familiares acerca de las causas de esos estados, nos
responderán que el diagnóstico es parálisis cerebral y todos estarán lo cierto.

A simple vista lo que observamos en las personas que experimentan la parálisis cerebral
son situaciones corporales donde predominan los movimientos rápidos e involuntarios,
dificultad para mantenerse sentado, en pie o con la cabeza en alto, movimientos reflejos
o estados hipotónicos que impiden el sostenimiento postural.

La vivencia de un movimiento ordenado, así como la adquisición de una postura


cambiante y equilibrada se debe a la capacidad de fluctuación y cambio del tono
muscular en la totalidad del cuerpo como respuesta a las necesidades del medio.

1
Bryan Kolb, Neuropsicología Humana, pág. 655.

6
Esta posibilidad de cambio y fluctuación tónica tiene sus raíces en el trabajo conjunto de
las diferentes áreas del sistema nervioso central. Es por esto que una lesión en alguna
de las áreas implicadas traerá trastornos en la capacidad de fluctuación tónica.

Dice karel Bobath “…la evolución de la capacidad del hombre para resistir la gravedad
exigió la solución de dos problemas contradictorios. Por un lado el tono muscula de toda
la musculatura del cuerpo tenía que desarrollar suficiente tensión para dar la necesaria
resistencia al incremento de la atracción de la gravedad, pero no podía ser demasiado
intensa, ya que tenía que permitir la realización de un movimiento intencionado de un
modo controlado” 2

Como vemos, no es precisamente esto lo que acontece en las personas con parálisis
cerebral; dicha fluctuación tónica no puede producirse a cabalidad.

Casualmente, la Eutonía es una experiencia de tipo corporal consciente que enseña al


alumno la manera de fluctuar y regular por sí mismo su tono muscular de acuerdo a la
necesidad del momento.

Es importante resaltar que la experiencia de fluctuación tónica ha sido reiteradamente


comprobada en personas que no presentan lesiones en el sistema nervioso central, sin
embargo, las experiencias eutónicas en casos de parálisis cerebral son escasas.

Cabría preguntarse entonces.

¿Cuáles son los efectos en el tono muscular total y localizado de una persona con
parálisis cerebral al practicar Eutonía?

Segundo problema: Dependencia o apertura a nuevas posibilidades de autonomía.

Los abordajes terapéuticos a los cuales tiene acceso la persona con parálisis cerebral
suelen venir generalmente desde el exterior. El cuerpo de la persona con parálisis
cerebral, sobre todo aquella que tiene serias dificultades en el movimiento, se convierte
en un cuerpo que hay que mover, flexionar, estirar, flexibilizar, fortalecer, descargar. Por
supuesto que estas intervenciones son válidas, necesarias y dan resultados muy

2
Base neuro fisiológica para el tratamiento de la parálisis cerebral, pág. 18.

7
positivos. Pero el interrogante aquí es: Cuándo el terapeuta no está ¿qué puede hacer
consigo misma la persona que padece parálisis cerebral?,¿es pensable ofrecerle una
disciplina corporal que pueda hacer suya con el tiempo y la práctica; una disciplina que
le permita viajar por su cuerpo, descubrirlo y que además le proporcione herramientas
para auto modificar su tonicidad, aumentar su sensibilidad propioceptiva y aumentar la
consciencia de la totalidad de su cuerpo para aprovechar al máximo su potencial?

¿Bajo qué parámetros puede plantearse a la Eutonia cómo una posible herramienta de
uso cotidiano, para que la persona con parálisis cerebral sea cada vez más dueña de su
cuerpo?

Tercer problema. Espacio interno del cerebro / Órganos motores encefálicos / vías
aferentes y eferentes / comunicación espacio interno / periferia, plasticidad neuronal.

La parálisis cerebral es observable por el tipo de motricidad que presenta la persona.


Cómo se expresó anteriormente esta motricidad puede expresarse de formas variadas.
Ya sea como descargas reflejas, rigideces extremas, espasticidad, hipotonía; puede
comprometer todo el cuerpo, predominar en un solo lado, o más en las extremidades
inferiores que en la superiores, ser mixta.

Si bien es en los músculos donde se expresan estas tonicidades variadas, la causa se


encuentra en los órganos encefálicos ubicados en el espacio interno del cráneo.

Esta es quizá la cuestión más difícil con que se enfrenta esta investigación. Los estudios
anatómicos y neuro fisiológicas nos dicen que la parálisis cerebral surge en un estadio
inmaduro del encéfalo. Es decir, que es muy posible, que en muchos casos la lesión se
haya originado en algunas estructuras que no habían terminado su proceso de
formación.

Existen numerosos casos de personas que lograron recuperar las funciones de áreas
encefálicas que habían quedado muy deterioradas después de un traumatismo. Por
supuesto que la recuperación de estas estructuras y sus respectivas lesiones requirieron
de meses y a veces años de constantes terapias. Sin embargo estas recuperaciones se

8
dieron en cerebros y estructuras que una vez estuvieron sanas. No es el caso de la
mayoría de parálisis cerebrales.

Hay investigaciones que se ocupan cada vez más de estudiar las capacidades plásticas
del cerebro, incluso su capacidad de neurogénesis. Aunque las pruebas sobre
neurogénesis son muy escasa y hasta el momento muy discutidas. En neuro ciencia se
habla cada vez más del cerebro, como una estructura que todo el tiempo está cambiando
en cuanto a sus mapas corticales. Estos cambios en los mapas corticales suceden
cuando el individuo se enfrenta a nuevos retos de aprendizaje. También se suceden
compensaciones de un área neuronal a otra. Por supuesto que todo esto corresponde a
investigaciones muy recientes, pero aun así, comienza a vislumbrarse un abanico de
posibilidades, donde solo es cuestión de tiempo, para que la ciencia pueda hacer aportes
cada vez más fundamentados.

La extracción de neuro imágenes ha sido un avance importantísimo para la neuro ciencia.


A través de ellas se ha observado que el mapa somato-sensorial de una persona se
modifica cuando algún miembro de su cuerpo ha estado paralizado por muchos meses
a causa de un accidente. Al mismo tiempo se ha observado que ese mismo mapa cortical
se modifica nuevamente cuando el miembro paralizado recupera el movimiento.

La pregunta compleja que surge con la parálisis cerebral, sabiendo que es una lesión
que se da en el cerebro inmaduro es.

¿Cómo influenciar a través de la Eutonía en estructuras que antes de terminar su


formación sufrieron muerte neuronal? ¿Es posible contactar con el espacio interno del
cráneo a través del toque eutonico? Si es así ¿podría este toque favorecer conexiones
sinápticas entre las aéreas motoras del encéfalo, favoreciendo un mejor funcionamiento
de las áreas motoras lesionadas?

9
10
1.5 Antecedentes y justificación

Fue encontrado poco material sobre investigaciones que aborden la parálisis cerebral
desde la Eutonia.

Se encontró el resumen de una investigación realizada en Madrid por David Cadierno


Martínez, graduado en Magisterio, con especialidad en Educación Física y Máster en
Actividad físico-deportiva y Personas con discapacidad e Integración social.

Estos antecedentes fueron encontrados en la inter net, en el siguiente sitio:


http://www.efdeportes.com/ , Revista Digital, N° 154 | Buenos Aires, Marzo de 2011.

El objetivo fundamental de la investigación fue analizar si la aplicación de la técnica de


la Eutonía en una persona con discapacidad, concretamente parálisis cerebral, mostraba
algún beneficio o mejora en el grado de tonicidad muscular, en el nivel de tranquilidad,
en la calidad del descanso o en otros posibles factores.

Los resultados arrojaron cambios en la tonicidad; la persona que recibió Eutonia se


mostró más relajada y tranquila, al dormir no se observaba rigidez, se observó una
mejora en la capacidad de descanso y hubo disminución de las crisis de ansiedad.

Lastimosamente y quizás por tratarse de un sitio de la web, la información encontrada


hace parte de un resumen y no especifica cómo se desarrollaron las clases o de qué
manera se usaron los principios de la Eutonía.

“En cuanto a la prospectiva de este trabajo es importante decir que se inició con la
intención de ver si la técnica de la Eutonía tenía algún tipo de repercusión o impacto en
una persona con parálisis cerebral. Después de reflexionar dicho asunto durante varios
meses, se sostiene que efectivamente la Eutonía puede llegar a producir beneficios en
una persona afectada con una parálisis cerebral. Por ello, podemos considerar adecuada

11
la promoción y la práctica de esta técnica bastante desconocida en España y de un gran
potencial terapéutico”3

1.7. Relevancia y propósitos.

Práctica.

El primer factor que da a esta investigación un carácter relevante a nivel práctico es el


número reducido de investigaciones en este campo. Las experiencias eutónicas en casos
de parálisis cerebral son casi inexistentes, quizá por la complejidad que representan
estos casos.

Los profesionales en Eutonia tenemos experiencias prácticas con personas que no


padecen lesiones que comprometen tan seriamente los sistemas motores y los patrones
normales de movimiento. Desarrollar la Eutonia en experiencias corporales como la
parálisis cerebral nos permitiría determinar su alcance fuera de los parámetros de una
función tónica “normal”.

Cognitiva.

Esta investigación se ha enfocado en buscar relaciones entre los principios de la Eutonia


y las estructuras y función del sistema nervioso central. Algunas investigaciones
encontradas desde la neuro ciencia y desde la neuro fisiología aportan explicaciones a
fenómenos que se experimentan en las vivencias eutónicas. El estudio de las relaciones
entre los principios eutonicos y la neuro fisiología dará base y sustento a los eutonistas
para explorar con mayor confianza los posibles aportes que la Eutonia puede hacer a la
parálisis cerebral.

3
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital, Buenos Aires, Año 15 · N° 154.

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13
1.7. MARCO TEÓRICO.

1.7.1 – Sistema nervioso y parálisis cerebral.

El sistema nervioso es el regulador por excelencia de nuestros sistemas orgánicos. Día


y noche se suceden procesos internos que hacen posible nuestra existencia. De la
mayoría de estos procesos no somos conscientes y si las condiciones son saludables,
estos procesos simplemente se dan de manera afinada y coordinada.

Cada parte que conforma nuestro cuerpo es habitada por grupos de receptores que
envían información por medio de señales químicas y eléctricas a ese gran centro
regulador e integrador ubicado en el espacio interno de la cavidad craneana. Este centro
regulador e integrador, junto con la médula espinal es lo que comúnmente conocemos
cómo sistema nervioso central. Además de recibir señales con información sobre el
estado de todos nuestros sistemas orgánicos, emite las respuestas necesarias para que
cada sistema realice su función adecuadamente.

Para que esta información vaya y venga fluidamente y sin interrupciones nos servimos
de células nerviosas, llamadas neuronas, con sus respectivas dendritas y axones los
cuales contactan con cada uno de los receptores distribuidos a lo largo, ancho, periférico
y profundo del cuerpo.

También hay centros específico con roles muy importantes en la transducción y


circulación de cada señal y su respectiva información. Cuando alguno de estos centros
ha sido lesionado o lastimado, el flujo de información se interrumpe y dicho centro deja
de cumplir su función, afectando así mismo el funcionamiento de las estructuras y
sistemas corporales que dependen de él.

En la parálisis cerebral nos encontramos con una situación en la cual algunos de los
órganos ubicados en ese espacio interno del cráneo han sido lesionados. Algunos textos
sugieren que la parálisis cerebral puede presentarse por traumatismos en el momento
del nacimiento o antes de este, debido a una falta de oxígeno; sin embargo también se
ha comprobado que este tipo de traumatismo no siempre produce una parálisis cerebral.
Karel Bobath, expone que “la lesión se presenta cuando el cerebro aún se encuentra en

14
un estado inmaduro”4; es decir, algunas estructuras que aún están en su etapa de
desarrollo se lesionan antes de completar su conformación.

Cómo se expuso anteriormente, nuestro cuerpo funciona gracias a la sincrónica


comunicación de todas las estructuras que lo conforman. Por otro lado cada sistema y
sus órganos cumplen un rol indispensable para que cada función se realice en el
momento indicado.

Uno de los sistemas afectados en la parálisis cerebral es el sistema motor ; también se


presentarse problemas en el sistema sensorial. Sin embargo la mayor dificultad que se
observa es a nivel del movimiento, cuyo responsable final para su ejecución es le sistema
motor. Es importante recalcar que aunque para tratar de entender el funcionamiento de
un sistema, a veces se tiende a estudiar sus partes por separado, más adelante,
obligatoriamente debemos integrarlos ya que todo lo que sucede en nuestro organismo
es un proceso de inter relaciones. Para el caso que nos ocupa, esto quiere decir que no
es posible realizar un movimiento si los centros encargados de ejecutarlo no reciben
antes una señal proveniente de los centros sensoriales y sus respectivos receptores
informando la necesidad de ejecución del movimiento.

Karel Bobath define la parálisis cerebral como un “trastorno del movimiento y la postura,
debido a un defecto o lesión del cerebro inmaduro. La lesión cerebral no es progresiva y
causa un deterioro variable de la coordinación de la acción muscular, con la resultante
incapacidad del niño para mantener posturas normales y realizar movimientos normales.
Este impedimento motor central se asocia con frecuencia con afectación de lenguaje, de
la visión y de la audición, con diferentes tipos de alteraciones de la percepción, cierto
grado de retardo mental y / o epilepsia”5

En esta definición aparecen palabras clave cómo movimiento, postura, motricidad,


coordinación y podríamos anexar tono muscular. Si analizamos, nos damos cuenta de
que cada una de ellas remite al sistema motor y a las áreas que de forma automática y
voluntaria actúan en conjunto para permitir un movimiento coordinado y organizado.

4
Karel Bobath, Bases neurofisiológicas para el tratamiento de la parálisis cerebral, pág. 18.
5
Karel Bobath, Base neurofisiológica para el tratamiento de la parálisis cerebral pág. 12.

15
Gracias a esta sincronía de sistemas podemos caminar, levantar un brazo y tomar agua,
girar la cabeza para mirar atrás, dar un abrazo o un beso. Será pertinente entonces
estudiar con mayor detenimiento estos sistemas motores.

En el ser humano los centros motores se fueron organizando filogenéticamente o por


capas, según su formación evolutiva, siendo la médula espinal la parte más antigua y la
corteza cerebral la más nueva. A medida que se asciende en las estructuras desde la
médula hacia el cerebro las funciones son cada vez más especializadas, pero no por ello
más importantes.

En su organización jerárquica, comenzando en sentido caudal-cefálico, el S.N.C está


conformado por la medula espinal y el encéfalo.

La médula espinal: contenida y protegida por las vértebras desciende desde la parte
inferior del cráneo hasta culminar a la altura de la primera vértebra lumbar. Desde la
médula hacia la periferia del cuerpo salen nervios que conducen información sensitiva y
motora a todos los órganos del cuerpo. Este flujo de información a través de vías
sensitivas (aferentes) y motoras (eferentes) hacen posible la dinámica del movimiento.
Cuando la información llega sólo hasta la médula, se forma lo que conocemos por
reflejos.

El encéfalo constituye la parte superior del S.N.C y está contenido en el espacio interno
de la cavidad craneana y protegido por los huesos del cráneo

En el encéfalo encontramos los centros motores más importantes, en los cuales se dan
conexiones y se elabora información que asciende y desciende desde la corteza motora
hacia la médula espinal y desde esta hacia los órganos y viceversa. A continuación se
explicaran algunas características y funciones de los principales centros encefálicos que
intervienen en la motricidad. El recorrido se realizará en forma descendente o
céfalocaudal.

Corteza Motora: Antes de exponer como se relaciona la corteza motora con el


movimiento es importante aclara que esta es tan sólo una parte de la totalidad de la
corteza cerebral.

16
La corteza cerebral determina el salto evolutivo de la especie humana. Topográficamente
se divide en lóbulo frontal, temporal, parietal y occipital. Cada uno de ellos participa en
diferentes funciones que tiene que ver con el pensamiento, la abstracción, la
planificación, el movimiento voluntario, el leguaje, la percepción, la recepción de
estímulos y la emisión de respuestas, la organización de imágenes, entre otros.

La corteza motora se ubica en el lóbulo frontal de cada hemisferio, justo en la frontera


con el lóbulo parietal y temporal. Cómo si se tratara de una especie de mapa corporal,
los músculos del cuerpo se encuentran representados en la corteza motora y también en
la corteza. Son conocidas estas representaciones cómo homúnculo motor y homúnculo
sensitivo. En las áreas corticales del homúnculo motor tienen origen las intenciones, la
programación y la inicialización de los comportamientos motores voluntarios.

Existe un área motriz primaria, un área pre motriz, un área motriz secundaria, área motriz
complementaria, área óculo motriz y verbo motriz.

“El área motriz primaria constituye la salida de los comandos motrices. El área motriz
secundaria tiene la función de coordinación de los gestos. El área pre motriz tiene
relación con los ganglios basales, el tálamo y el cerebelo por lo tanto interviene en la
coordinación de los movimientos por medio de los ajustes posturales. El área motriz
complementaria interviene en la coordinación bimanual y en la planificación de los
movimientos. El área óculo motriz contribuye a la orientación de los ojos. Las áreas
motrices de Broca controlan la emisión de los sonidos y la palabra”6

Otra área implicada en los procesos de movimiento es la corteza asociativa del lóbulo
parietal pues desempeña un papel importante en la orientación espacial proporcionando
un marco de referencia a los movimientos oculares y los gestos guiados visualmente en
el entorno exterior. Además también interviene en la planificación del movimiento y en la
memorización de los programas motores.

6
El hombre Biológico, Margarite Cocude, pág. 409.

17
Ganglios basales: Son masas de sustancia gris, ubicadas en planos profundos de la
sustancia blanca del encéfalo. El más importante de los núcleos basales es el cuerpo
estriado, que a su vez está conformado por otros núcleos que son el núcleo caudado, el
putamen y el globo pálido. Las áreas motoras de la corteza cerebral envían axones al
putamen, que a su vez se comunica con el globo pálido, que a su vez envía axones al
tálamo. El tálamo envía axones hacia la corteza motora, completándose así un circuito
motor que permite que ocurran los movimientos voluntarios y que se inhiban los
movimientos involuntarios. Una lesión en los ganglios basales puede producir cambios
en la postura, aumento o disminución del tono muscular, movimientos involuntarios cómo
sacudidas y temblores, rigidez en los gestos.

Mesencéfalo: Es un lugar de integración de numerosos reflejos, como la contracción de


la pupila y la orientación de la cabeza hacia los estímulos sonoros y los reflejos
posturales.

Cerebelo: “Contiene alrededor de 50 mil millones de neuronas, es la segunda estructura


de mayor tamaño del encéfalo. Al igual que el cerebro, contiene sustancia gris externa y
sustancia blanca interna. Las fibras del cerebelo pasan a través del núcleo rojo hacia el
tálamo y después hacia las áreas motoras de la corteza cerebral. El cerebelo recibe
aferencias provenientes de propioceptores (receptores articulares, tendinosos y
musculares”7

El cerebelo proyecta señales a través del tálamo hacia la corteza motora y hacia los
centros motores del tronco cerebral. Está compuesto por tres partes que se formaron
filogenéticamente. La parte más antigua, conocida como arqueocerebelo tiene una
importante función en la posición erguida por su relación con el aparato vestibular. Luego
encontramos el paleocerebelo, responsable de la regulación del tono muscular necesario
para la posición erguida, debido a su relación con el polígono de sustentación por la
sensibilidad propioceptiva. Finalmente tenemos el neo cerebelo, ultima estructura en
formarse, relacionada e interconectada con el cortex cerebral, con una función esencial
en la coordinación motriz voluntaria, asegurando la armonía de los gestos. Cuando el

7
Fisiología Humana, Stuart Ira Fox, pág. 226.

18
cerebelo se lesiona las diferentes partes de un movimiento no se realizan
simultáneamente, sino una tras otra, el andar se hace con las piernas separadas y los
pasos son inseguros, hipotonía, es decir, un tono muscular demasiado bajo.

Tractos de la Médula Espinal.

Los tractos son grupos de axones que se proyectan desde o hacia otras estructuras para
transmitir información. Entre el encéfalo y la medula espinal la información se transmite
por medio de tractos ascendentes y descendentes.

Los tractos ascendentes transportan información sensorial desde receptores cutáneos,


propioceptores y viscerales. La información que se origina en el lado derecho del cuerpo
se entrecruza para finalmente llegar a la región en lado izquierdo del encéfalo que analiza
esta información. Lo mismo sucede con la información del lado izquierdo del cuerpo que
llega al lado derecho del encéfalo para ser analizada.

Los tractos descendentes se originan en el encéfalo y se dividen en dos grupos: Tractos


piramidales y tractos extrapiramidales. De los tractos piramidales, una parte de estos
desciende de manera directa, sin interrupción sináptica desde la corteza cerebral
(específicamente desde la corteza motora primaria) hasta la médula espinal, para hacer
sinapsis con interneuronas espinales y neuronas motoras inferiores. De otro lado, el 80
a 90 % de las fibras de este tracto se cruzan en las pirámides del bulbo raquídeo para
descender por el lado contralateral de la médula espinal. Los tractos piramidales tienen
una función importante en los movimientos finos.

El otro grupo corresponde a los tractos motores extrapiramidales, los cuales se originan
en el tronco encefálico y están en su mayor parte controlados por estructuras del circuito
motor del cuerpo estriado (núcleo caudado, putamen y globo pálido y el tálamo). Estas
estructuras hacen posible el circuito motor que permite los movimientos voluntarios e
inhibe los movimientos involuntarios. El sistema extrapiramidal es necesario para el inicio
de los movimientos corporales, el mantenimiento de la postura, el control de los músculos
de la región facial.

19
Bulbo Raquídeo. Los tractos que se expusieron anteriormente, fibras ascendentes y
descendentes (tractos piramidales y extrapirámidales), encargados de comunicar la
médula espinal con el encéfalo, deben pasar siempre por el bulbo raquídeo. Es en esta
estructura donde los tractos ascendentes y descendentes cruzan desde un hemisferio
cerebral o el lado contralateral de cuerpo.

Por otro lado el bulbo raquídeo contiene agrupaciones de neuronas necesarias para la
regulación de la respiración y respuestas cardiovasculares

Médula Espinal.

El siguiente centro al que llegan los tractos ascendentes y descendentes, antes o


después de pasar por el bulbo raquídeo es la médula espinal.

En su raíz ventral se ubican neuronas motoras, las cuales, antes, han recibido
información de neuronas superiores ubicadas en los centros encefálicos. Esta
información es dirigida hacia los músculos esqueléticos o hacia los músculos lisos, por
medio de prolongaciones axonicas que salen de dichas neuronas motoras. Así mismo, a
la raíz dorsal de la medula llegan nervios con información sensorial, la cual puede
quedarse en los centros medulares o continuar hacia los centros encefálicos.

Cuando realizamos un movimiento reflejo, significa que la información proveniente de los


órganos sensoriales ha llegado solo hasta la raíz dorsal de la médula, a través de una
fibra nerviosa sensitiva, la cual contacta con una neurona de asociación que a su vez
contacta con una neurona motora, cuyo axón está en contacto directo con las fibras
musculares que se contraen para producir el movimiento reflejo necesario.

Cómo se puede observar, para este tipo de movimientos no es necesario que la


información llegue hasta los centros encefálicos superiores. Cuando la información
continúa hacia los centros encefálicos y hace sinapsis con sus centros motores y áreas
corticales motoras, se produce los movimientos voluntarios en los músculos
esqueléticos.

20
El tipo de centros motores encefálicos afectados determina el tipo de parálisis cerebral y
como se puede observar cada uno de estos centros motores está ubicado en el espacio
interno del cráneo.

1.7.2. Eutonía y Espacio Interno.

La Eutonía se desarrolla y sustenta a partir de cuatro principios teóricos que son


vivenciados a través de la práctica. Uno de estos principios es la consciencia del espacio
interno.

“El desarrollo de la consciencia del espacio interno del cuerpo a través de la Eutonía es
un trabajo cuidadoso, integrador y profundo sobre toda la piel, las articulaciones, los
huesos y los órganos internos”8

El cuerpo es un espacio con contenidos internos y externos, contenidos dentro de otros


contenidos, con fronteras, límites, profundidades y longitudes.

En Eutonia el espacio interno es todo aquello que encontramos por debajo de la piel,
desde la cual podemos ir tan profundo como podamos. Atravesando la piel, nos
encontramos con tejidos blandos cómo los músculos esqueléticos y el tejido conectivo
que los envuelve y une a los huesos. En los espacios de unión de un hueso con otro,
encontramos otros espacios contenidos y protegido por la cápsula articular.

A partir de la unión de varios huesos aparecen las cavidades óseas, como la pelvis, la
caja torácica y el cráneo. Estas cavidades protegen los órganos internos, que son tejidos
blandos más delicados.

Ya se realizó un recorrido por las principales estructuras y los respectivos tractos


nerviosos del encéfalo y la médula espinal que intervienen en el movimiento, la postura
y el tono muscular. También se explicó que la parálisis cerebral se produce en un estadío
inmaduro de por lo menos una de estas estructuras.

8
Berta Vishnivetz. Eutonía, educación del cuerpo hacia el ser, pág. 42.

21
Desde la Eutonía podría decirse que la parálisis cerebral se produce en el espacio interno
de la cavidad craneana, afectando al sistema musculo esquelético y su posibilidad de
regulación tónica, para desarrollar posturas y movimientos óptimos.

Gerda Alexander descubrió que el solo hecho de direccionar la atención hacia algún lugar
del cuerpo es suficiente para generar modificaciones en la temperatura de esa respectiva
área corporal, lo cual significa mayor irrigación sanguínea y aumento de la sensibilidad.
También en la practicas eutónicas se observa que, el solo hecho de tener la intención de
realizar un movimiento, cuya orden se realiza gracias a funciones superiores cognitivas,
es suficiente para generar una modificación tónica. Neurológicamente esto se entiende
por la de existencia de esta conexión axonal entre la corteza motora, la médula y los
órganos periféricos (por ejemplo musculatura).

Desde la práctica de la Eutonia el alumno puede percibir y contactar con su espacio


interno de manera directa dirigiendo su atención hacia el espacio interno a través de
pautas y consignas que el eutonista va dando durante la clase. Cuando el alumno
adquiere mayor experiencia puede contactar con estos espacios sin ninguna guía
externa.

El uso de las cualidades de la consciencia, en este caso la atención dirigida y la intención


/ planificación, crea la posibilidad de activar conscientemente funciones que recreen el
vínculo entre espacios internos lejanos.

En los casos de parálisis cerebral, habría que tener en cuenta las posibilidades cognitivas
que tiene la persona para realizar un abordaje corporal con estas características, así
como también contemplar que limitaciones plantea la edad de la persona.

1.7.3. Toque Eutónico y Espacio Interno.

El toque eutónico es una experiencia de contacto que vivencian alumno y eutonista. El


profesional tiene por herramienta más directa a sus manos y su experiencia en el
contacto consciente.

El toque eutónico tiene la particularidad de producir efectos en el espacio trabajado y al


mismo tiempo en la totalidad. Para que este efecto se produzca, se requiere experiencia

22
por parte del eutonista en el contacto consciente. Para el eutonista significa haber
desarrollado la capacidad de vivenciar el contacto personal con él mismo, con el otro,
con el entorno.

Si bien el principal objetivo del toque eutónico es que el alumno descubra, aprenda,
perciba y tome consciencia de sí mismo, también sucede que el toque puede generar
efectos fisiológicos a nivel local y al mismo tiempo en la totalidad. Promueve cambios en
la temperatura, aumento de la sensibilidad, modificaciones tónicas y vivencias
emocionales.

La intensión de esta investigación es explorar el toque eutonico como una herramienta


que permita al eutonista contactar con las estructuras del sistema nervioso central y
observar los efectos a nivel local y en la totalidad.

El toque neutral nos remite a la palabra neutralidad, que en la Eutonia es una actitud que
atraviesa toda su pedagogía. Implica que el eutonista al mismo tiempo que está en una
actitud abierta y receptiva, cuida de no fusionarse con el tono y los asuntos del alumno y
aunque está generando todo el tiempo un contacto consciente no deposita sus
expectativas en el alumno.

El eutonista solo coloca sus manos en la zona donde realiza el toque y se dispone a estar
en contacto consciente; Desde este estado en contacto consciente y neutral con el
alumno, comienzan a sucederse las regulaciones tónicas, los cambios fisiológicos y a
desarrollarse la consciencia de las estructuras tocadas.

Existen diversos tipos de toque eutónico. En principio, para los casos de parálisis
cerebral, desde esta investigación se proponen los toques neutrales en el occipital, en
los omoplatos, en el sacro y vertebras entre ambos omoplatos, algunas permeaciones y
deslizamiento de la piel.

El toque neutral en el occipital nos permite explorar el alcance que tiene este toque en el
tono general y en el espacio interno de cráneo (repercusiones en los órganos encefálicos
lesionados, cambios en el mapa somato sensorial).

23
Se toma el toque en el occipital porque es el único toque además del deslizamiento de
la piel del cráneo, que nos acerca a los órganos encefálicos, aunque en el medio, ente
el encéfalo y las manos del eutonista se encuentren el hueso occipital. Por otro lado, a
la altura del occipital nos encontramos cerca del cerebelo y bulbo raquídeo, estructuras
ya mencionadas anteriormente como partes del circuito motor.

El contacto consciente tiene la particularidad de repercutir en espacios alejados de la


zona tocada. Teniendo en cuenta esta capacidad expansiva del toque podríamos
suponer que muy probablemente, podemos contactar con los órganos más profundos
del encéfalo, como los ganglios basales, el tálamo y los tractos extra piramidales en su
paso por el bulbo raquídeo, Zona más cercana a las manos del eutonista al realizar un
toque neutral en la zona occipital.

Lastimosamente no se cuenta con el equipo especializado para extraer neuro imágenes


que nos permitan corroborar si se dan o no modificaciones a este nivel profundo, con el
sólo toque eutónico. Esto solo podrá observarse por los cambios perceptibles a nivel
externo, movimiento, postura, cambios tónicos.

El toque neutral en el occipital, integrado con los toques neutrales en el sacro y vertebras
entre ambos omoplatos nos permite ejercer un contacto consciente que integra la
totalidad del sistema nervioso central, creando un circuito que contacte al encéfalo a
través del toque en el occipital y la médula espinal a través del toque en el sacro y
vertebras entre ambos omoplatos.

El toque se haría primero en la zona occipital y luego en el sacro y vertebras entre ambos
omoplatos.

Si a este abordaje se le integra el deslizamiento de la piel en las vértebras, se estaría


haciendo contacto con los espacios medulares a donde llegan y desde donde salen
axones con información aferente y eferente, desde y hacia la periferia del cuerpo,
periferia en la cual se ubican los músculos esqueléticos últimos en la cadena de
expresión de la parálisis cerebral.

24
Continuando con esta propuesta de toque eutonico en el espacio interno del cráneo, con
intensión de generar contactos entre el sistema nervioso central y el periférico, se
proponen las permeaciones.

Con la permeación se tiene la intensión de atravesar el interior del espacio corporal. Se


hace permeación en los espacios articulares o en las cavidades óseas, excepto en el
cráneo.

Generalmente las personas con parálisis cerebral tienen poca movilidad en las
articulaciones debido a la hipertonía de los músculos flexores y extensores. En
cualquiera de los dos caso, ya sea por híper flexión o híper extensión los espacios
articulares se comprimen. Las permeaciones podrían favorecer la recuperación de estos
espacios y al mismo tiempo modificar el tono muscular de los músculos más cercanos a
la articulación que se estén permeando.

Para completar este abordaje de toque eutonico para la parálisis cerebral y continuando
con el principio de espacio interno, se propone la experiencia de la pasividad.

La pasividad consiste en la movilización de cada una de las articulaciones del miembro


elegido, levantándolo del piso, ofreciéndole otros apoyos y modos de sostén; se le pide
a la persona que inhiba la inervación motriz voluntaria, a partir de lo cual, el eutonista
mueve lentamente el miembro, alternado el sentido del movimiento y siempre en una
forma ordenada.

En la parálisis cerebral es difícil pedirle a la persona que inhiba la inervación motriz, por
lo cual no podremos mover el miembro desde la pasividad total, ya que nos
encontraremos con resistencias todo el tiempo, aun así la intensión del eutonista debe
ser contactar con el espacio articular del miembro que se está movilizando.

Este tipo de toque es muy importante porque en las articulaciones se encuentran


receptores articulares (capsulares de ruffini, terminaciones articulares de Golgi y órganos
modificados de Váter-Pacini) que informan al S.N.C de la posición en la se encuentran
los diferentes segmentos del cuerpo, así como sus constantes cambios. Según sea esta
información las estructuras encefálicas encargadas de la regulación tónica y las acciones

25
motores, realizan las adaptaciones necesarias para llevar a cabo los cambios requeridos
en la postura corporal y el movimiento.

Ya que en la parálisis cerebral la posibilidad de sostener la postura y cambiarla depende


del encéfalo, podría pensarse que es inútil y de nada serviría para los fines de una mejor
postura, estimular los receptores articulares de una persona con paralasis cerebral. Sin
embargo lo que se propone desde esta investigación es recrear la comunicación
consciente entre las estructuras del sistema nervioso central y los órganos periféricos
junto con sus vías aferentes y eferentes.

El abordaje eutónico a través del toque, para la parálisis cerebral, crea un circuito que
integra el sistema nervioso central y el periférico. Los toques se inician con la intención
de contactar con el espacio interno del cráneo, continúa uniendo el circuito desde la
búsqueda de contacto con la medula espinal y sus raíces dorsales y ventrales, desde
donde salen y llegan los axones aferentes y eferentes, a través del toque en el sacro y
vertebras entre ambos omoplatos. Finalmente contacta con los receptores articulares,
desde el movimiento pasivo, los cuales a su vez se comunican con el encéfalo. De esta
manera a través del toque eutónico, se genera un circuito de información desde la
periferia al encéfalo y viceversa.

En los casos de parálisis cerebral, sobre todo en aquellos en los cuales se trata de un
niño o niña con serias limitaciones motoras y sobre todo con las funciones cognitivas
mermadas, el toque eutónico puede ser una alternativa de abordaje.

1.7.4. La consciencia.

Uno de los aportes más innovadores de la Eutonia es el abordaje del espacio corporal
desde una actitud consciente. Por esta razón, consciencia y estar consciente son
conceptos utilizados siempre en pedagogía de la Eutonia.

En el diccionario de la real academia española se encuentran varias acepciones de la


palabra consciencia.

 “Propiedad del espíritu humano de reconocerse en sus atributos esenciales y en


todas las modificaciones que en sí mismo experimenta”

26
 “ Conocimiento reflexivo de las cosas”
 “Actividad mental a la que sólo puede tener acceso el propio sujeto”
 “Acto psíquico por el que un sujeto se percibe así mismo en el mundo]”

En cada uno de estos significados se presenta un aspecto en común. Todos expresan la


idea de ir sobre uno mismo, (reconocerse, percibirse, auto observarse).

El cerebelo es una estructura capacitada para almacenar todo los que se aprende hasta
automatizarlo. Por esta razón hay tantas actividades que de tanto practicarlas, luego las
podemos realizar sin pensar. Las comenzamos a ejecutar inconsciente y
automáticamente, como conducir un auto, tocar el piano, o andar en bicicleta.

La Eutonía propone que estas y otras actividades tan comunes y cotidianas se tornen
conscientes. Mediante la auto observación y la atención dirigida se vuelve sobre lo ya
aprendido. Es en este proceso donde aparece el “darse cuenta” o “awareness”. Darse
cuenta de una situación que ya estaba pero que no se había reconocido. El valor que
este proceso tiene para la vida cotidiana es que se concientizan los hábitos de toda
índole, posturales, relacionales, tónicos, emocionales, permitiendo un replanteamiento,
reflexión y búsqueda de nuevas formas, maneras, actitudes, posturas, movimientos.

Algunas de las cualidades inherentes a la consciencia son la atención, la auto


observación, la intención, la precisión, la planificación. La Eutonia hace uso de cada una
de ellas para generar ese “awarenes o darse cuenta” de los aspectos la corporalidad en
relación consigo mismo, con los demás y con el espacio circundante.

De esta manera, la Eutonía se desarrolla y sustenta a partir de cuatro principios.

Primer Principio:

Desarrollo de la consciencia de la piel.

27
A partir de esta experiencia la persona se hace consciente del órgano que le envuelve,
le protege y le comunica a través de su sentido, el tacto, consigo misma, con los otros
seres vivos y con el entorno que le rodea. El tacto cómo sentido que corresponde a la
piel y que nos permite conocer el mundo, aumenta su sensibilidad, abriendo la posibilidad
de desarrollar el contacto consiente a partir de lo cual, se modifican y enriquecen las
relaciones interpersonales.

El trabajo consciente con la piel también tiene repercusiones fisiológicas ya que


promueve un aumento en la circulación sanguínea.

A nivel psicológico genera sensaciones de paz y amor propio.

Segundo Principio:

Desarrollo de la consciencia ósea.

Gerda descubrió que moverse dirigiendo la atención a la propia estructura ósea permitía
la realización de movimientos más ágiles, livianos. La estrecha relación y cercanía entre
los huesos, tendones, músculos posturales y espacios articulares ejerce una influencia
muy positiva en los receptores propioceptivos, otorgando a la persona un mejor uso de
su postura, mayor equilibrio y ampliación en la percepción y vivencia de su propio
esquema corporal.

La estructura ósea se propone cómo aquella que le brinda sostén al cuerpo.

Tercer principio.

Desarrollo de la consciencia del espacio interno.

El espacio interno representa lo contenido dentro de las cavidades que conforman las
diferentes estructuras óseas. Órganos del espacio interno del cráneo, caja torácica,
pelvis, y espacios articulares. El desarrollo de la consciencia lleva a la experiencia al
reconocimiento del interior del cuerpo, dejando que emerja la percepción de este en sus
tres dimensiones; esto quiere decir que aparece la consciencia del volumen del cuerpo
en sus tres dimisiones modificando la manera de movernos y estar con relación a los
objetos contenidos en el espacio que nos rodea. Los efectos en cada espacio articular

28
son sorprendentes ya que la integración de este principio con el consciencia ósea
produce una recuperación de los espacios articulares, tanto de la extremidades cómo de
la le columna vertebral, devolviendo a la persona su verdadera estatura a partir de una
nueva alineación de los segmentos óseos y una mejor distribución del peso corporal
sobre la estructura ósea.

Cuarto principio.

Contacto consciente.

La palabra contacto significa “estar relacionado con”, “unión de dos cosas”.

El contacto consciente es quizá uno de los aportes más importantes de la Eutonia. La


conjunción entre contacto consciente y, valga la redundancia, consciencia hace de la
Eutonia una técnica corporal singular.

En Eutonía se hace una clara diferencia entre tacto y contacto. El tacto se refiere al hecho
de tocar, de sentir, nos proporciona información del mundo que nos rodea mediante los
mecano receptores ubicados en la piel, procesándola y emitiendo respuestas a nivel del
S.N.C, sin embargo este proceso sólo ocurre dentro los límites del cuerpo. En cambio el
contacto consciente no implica que relación sea solamente mediante el tacto, ya que
podemos estar en contacto también a través de los otros sentidos; vista, olfato, gusto,
oído. Esta amplitud perceptiva nos permite estar en contacto con algo o alguien,
trascendiendo los límites visibles del propio cuerpo. De esta manera, “por medio del
contacto consciente incluimos en nuestra consciencia el campo magnético perceptible y
eléctricamente mensurable que existe en el espacio que nos rodea”9

Tanto las clases grupales como las clases individuales se planifican con la intención de
que el alumno desarrolle la consciencia de cada parte de su cuerpo. Si se observa, cada
principio eutonico, se corresponde con los diferentes sistemas orgánicos.

Se trata entonces de que el alumno recree un lazo, un contacto a través de las funciones
corticales que se encargan de la atención, la auto observación, la intención, la

9
La Eutonía, Gerda Alexander. Pág 30.

29
percepción, la intención, la planificación con los sistemas orgánicos y con sigo mismo.

1.7.5. Eutonia, Areas Corticales y Atención.

Desde los estudios neuro-científicos se ha descubierto que las aéreas corticales


cambian, se amplían o reducen. Se ha observado que el mapa somato sensorial se
modifica disminuyendo su superficie cuando una parte del cuerpo queda inactiva por
mucho tiempo, recuperando de nuevo su superficie cuando el miembro adquiere
nuevamente actividad. Este efecto se presenta al dar nuevamente movimiento al
miembro inmovilizado.

Cuando se practica Eutonía es muy común percatarse de una mayor consciencia del
hemicuerpo no dominante. Gerda Alexander descubrió que el solo hecho de direccionar
la atención hacia un área específica del cuerpo, generaba cambios en su temperatura,
sensibilidad, tonicidad. Si estos cambios ocurren en el cuerpo, puede suponerse que
también son percibidos y vividos en la corteza cerebral. Es muy probable que la actividad
continua de direccionar la atención hacia las diferentes partes del cuerpo, amplíe el mapa
somato sensorial, y esta quizá sea la razón por lo cual se percibe una mayor consciencia
de esas partes.

Las modificaciones de la corteza somato sensorial descubiertas con las neuro imágenes,
son logrados a partir de darle nuevamente movimiento al miembro inmovilizado, sin
embargo hay zona a las que es difícil acceder mediante el movimiento y más aún si la
persona tiene dificultades en moverse voluntariamente como es el caso de la parálisis
cerebral. En estos casos y siempre y cuando las funciones cognitivas de la persona con
parálisis cerebral no hayan sido lesionadas, la direccionalidad de la atención puede ser
muy útil para acceder a áreas y tejidos más profundos, así como para abrir una nueva
posibilidad de comunicación entre la persona, sus zonas corticales, sensitivas,
asociativas y la periferia de su cuerpo.

El desarrollo de la consciencia de los huesos, la piel, las articulaciones y el desarrollo del


contacto consciente, dará a la persona con parálisis cerebral, mayores posibilidades de

30
conocerse y actuar sobre su propio cuerpo una vez adquiera experiencia en las prácticas
eutónicas.

Consciencia / funciones cognitivas y parálisis cerebral.

En la eutonia el alumno ejerce un rol activo, ya que está constantemente dirigiendo la


atención hacia su propio cuerpo. La eutonia requiere de un estado de atención activo,
receptivo y dispuesto a llevar a cabo las consignas propuestas.

La comprensión de consignas a nivel cognitivo y su posterior ejecución en el campo


senso-motriz, a la vez que ser observador del proceso que se está desarrollando,
requiere de funciones cognitivas muy especializadas y avanzadas.

El pensamiento, la capacidad de abstracción y asociación son habilidades que el niño


desarrolla a través de su interacción con el entorno y también por el desarrollo de
lenguaje. Experiencias que para este caso han estado muy limitadas por la imposibilidad
de realizar acciones como la marcha, el agarre con las manos, y la articulación del
lenguaje verbal.

Los niños generalmente tienden a dirigir su atención hacia los estímulos externos, que
actúan como disparadores que les motivan a conocer el mundo. A menos que el niño o
la niña estén dormidos o enfermos, siempre se les verá con los ojos abiertos en actitud
exploratoria. En un principio la Eutonia requiere de una actitud introspectiva, dirigida
hacia el propio cuerpo.

Desde la Eutonia se estima que, un óptimo funcionamiento cognitivo permite que las
actividades de direccionar la atención y realizar auto observaciones puedan llevarse a
cabo. Podría decirse que es un paso importante para desarrollar la consciencia corporal.

El nivel cognitivo es de vital importancia para la práctica de la Eutonía y determinará el


abordaje a realizar con cada persona.

1.7.6. Tono muscular y parálisis cerebral.

En principio, lo que a simple vista se observa en los casos de parálisis cerebral es una
dificultad relacionada con el movimiento y con la postura. El movimiento es incontrolado,

31
involuntario, desmedido o insuficiente. En los casos más severos no se da una dinámica
postural adaptable a las necesidades, impidiendo que la persona logre el sostenimiento
de la cabeza, la posición bípeda y la marcha. Desde esta perspectiva no se parece a una
parálisis del tipo medular en la cual la persona no siente sus miembros y no puede
moverlos. En la parálisis cerebral la persona de hecho si se mueve, pero no puede
hacerlo dentro de los parámetros normales; cómo se mencionó anteriormente, el
movimiento es incontrolado, desmedido o insuficiente.

“Cada movimiento y cada cambio postural producen una variación de la relación del
centro de gravedad del cuerpo con respecto a la base de sustentación. Po eso para no
caernos debe producirse un cambio y fluctuación del tono en toda la musculatura corporal
con el objeto de mantener nuestro equilibrio al movernos o realizar una destreza. Durante
estos cambios adaptativos para preservar el equilibrio al mismo tiempo que nos
movemos, el sistema nervioso central activa en forma constante formaciones de
músculos en patrones de coordinación en donde los músculos individuales pierden su
identidad”10

La fluctuación tónica permite que en un mismo movimiento ciertos músculos se


contraigan y otros se relajen al mismo tiempo. Por ejemplo para realizar una flexión del
antebrazo hacia el brazo, es necesaria una contracción del musculo bíceps y al mismo
tiempo la relajación del tríceps. Si ambos se contraen o relajan al mismo tiempo, la flexión
no es posible. En la parálisis cerebral esta sincronía entre la relajación y la contracción
no se da de manera ajustada y precisa; el tono muscular es tan alto o tan bajo que impide,
paraliza o no favorece al movimiento.

Una de las diferencias entre una persona que padece parálisis cerebral y otra que no la
padece, es que la primera puede realizar acciones complejas con cambios posturales
equilibrados, la segunda no.

1.7.7 Tipos de parálisis cerebral de acuerdo al tono muscular predomínate.

Parálisis cerebral espástica.

10
Karel Bobath, Bases neurofisiológicas para el tratamiento de la parálisis cerebral, pág. 18.

32
Se trata de una desarmonía en los movimientos musculares producida por hipertonía, es
decir, por un aumento exagerado del tono muscular. El juego entre excitación de unos
músculos e inhibición de los antagonistas no se manifiesta, observándose una exagerada
contracción cuando los músculos están en extensión. La espasticidad intervine con la
realización del movimiento voluntario, caracterizándose por la existencia de espasmos
musculares cuando el sujeto desea realizar una acción. Por lo general la persona
espástica presento un movimiento lento y explosivo pero organizado. En exploración, se
observa la creciente resistencia al movimiento rápido, es decir, si a la persona se le
mueven las piernas y brazos con rapidez, la espasticidad aumenta, mientras que apenas
opone resistencia si el movimiento es lento. Esta resistencia es mayor en la musculatura
anti gravitatoria, es decir el los músculos que ayudan a mantener la posición erecta. En
las personas espásticas se da una persistencia de los reflejos primitivos que se
encuentran presentes en todo recién nacido, pero que se inhiben en los primeros años
de vida.

Atetosis:

Se caracteriza por extraños movimientos involuntarios, sobre todo en las extremidades


distales (dedos y muñecas), aunque dependiendo de la gravedad pueden estar afectados
el control de la cabeza y el tronco. Estos movimientos dificultan la realización de actos
voluntarios. Pueden surgir incluso cuando la persona está relativamente quieto, solo
cesan en estado de reposo o sueño y se incrementan cuando aumenta la tensión
emocional. Cómo en la espasticidad, la atetosis se caracteriza por resistencia al
movimiento pasivo pero en este caso, la mayor resistencia se produce cuando el
movimiento pasivo es lento y el tono se afloja cuando se incrementa la velocidad de
manipulación. Otra diferencia con la espasticidad es que si en esta se dan los rasgos de
hipertonía ya comentados, en la atetosis, por el contrario, se observan fluctuaciones
tónicas que van de la hipertonía a la hipotonía.. En la atetosis además las extremidades
inferiores suelen estar menos afectadas que las extremidades superiores (pero esto
siempre dependerá de la gravedad o levedad de la lesión). En algunos casos pueden
estar implicados los músculos de la boca, lengua, faringe y laringe, lo cual puede interferir
en factores cómo la deglución, la masticación y el habla.

33
Ataxia:

Se trata de una incoordinación de los movimientos voluntarios debido a una alteración


del balance. Se caracteriza por inestabilidad en la marcha con descoordinación motora
tanto fina cómo gruesa. Cuando la persona atáxica camina lo hace con los brazos
abiertos, de forma inestable. Su habla es descoordinada y sin ritmo

Topográficamente se puede hablar de:

Cuadriplejía.

La totalidad del cuerpo se encuentra comprometida, aunque por lo general está más
afectada la parte superior del cuerpo, razón por la cual el control de la cabeza es
deficiente, así como también la coordinación ocular. Presentan dificultades para la
alimentación, el lenguaje y la articulación de la palabra. Dentro de la cuadriplejia se
incluyen muchos casos espásticos, casi todos los casos atetoides, los tipos mixtos de
espasticidad con atetosis o ataxia y los casos de ataxia cerebelosa.

Diplejía.

En este caso también se compromete la mitad del cuerpo pero con predominancia de la
parte inferior más que de la superior. Hay mejor control de la cabeza, de los brazos, de
las manos y el habla puede ser normal. Este grupo lo constituyen principalmente las
personas espásticas.

Hemiplejía.

Se compromete un solo lado del cuerpo

1.7.8. Tono muscular.

“Cuando se considera un musculo vivo, es decir, correctamente inervado y


vascularizado, se nota que aun estando en el reposo más completo, se haya en un ligero
grado de contracción, que constituye un estado de semitensión particular, que no es ni
la flaccidez de un músculo separado de sus conexiones, ni la tensión fuerte y dura de

34
un músculo en contracción activa (durante un movimiento por ejemplo). Los fisiólogos
llaman a este estado particular del músculo en reposo, tono muscular” 11

1.7.9. Regulación Tónica.

La práctica sobre el desarrollo de la consciencia del cuerpo y la experiencia del contacto


consciente presentaban efectos fisiológico por los cuales esta técnica corporal se
denominó Eutonia.

Eu/ Bueno, armonioso.

Tonus / Tensión.

Sin embargo al principio, cuando la Eutonia se dio a conocer, algunos la relacionaron


con una técnica que buscaba promover estados de relajación en sus practicantes, lo cual
estaba muy alejado de la realidad. Lo que Gerda Alexander estaba proponiendo era
conseguir la regularización de las tensiones, conociendo y recreando las diferentes
posibilidades de fluctuación de las mismas.

Esta es la razón de su nombre que etimológicamente deriva de las raíces Eu / bueno,


armonioso y Tonus / tensión; expresando la idea de una tonicidad armoniosamente
equilibrada en adaptación constante y ajustada a la actividad del momento.

Es importante aclarar que cuando en Eutonía se habla de tono o tensión, no se refiere


solamente al grado de tensión muscular y aunque sí tiene un efecto directo sobre la
misma, este es sólo un aspecto, ya que una persona puede presentar una tensión tan
fuerte como una contractura localizada, pero al mismo tiempo manifestar un tono bajo en
su totalidad que involucre aspectos cómo su estado de ánimo y vitalidad.

Todos tenemos un tono base, incluso las personas con parálisis cerebral. Cómo se
expuso en el apartado sobre los tipos de parálisis cerebral, el tono de las personas con
parálisis cerebral será diferente, de acuerdo al tipo de parálisis. Por ejemplo en la atetosis
el tono base será hipertónico en alguna áreas del cuerpo e hipotónico en otras.

11
Semiología del sistema Nervioso, Rodolfo Dassen y Osvaldo Fustinoni, pág. 184

35
EL tono base en la parálisis cerebral fluctúa entre la hipertonía y la hipotonía, pero
ambos son tonos tan extremos que impiden la realización de movimientos capaces de
responder a las necesidades de la persona con respecto a las demandas del entorno.

Uno de los objetivos de esta investigación es observar las repercusiones en ese tono de
base de la parálisis cerebral fluctuante entre la hipertonía e hipotonía.

Sin embargo, es difícil hablar de regulación tónica en un caso de parálisis cerebral.


Tendría primero que replantearse que se puede llamar regulación tónica en un caso de
parálisis cerebral. Posiblemente las técnicas de contacto, toque y direccionalidad de la
atención promuevan cambios en el tono muscular, pero no puede asegurarse que el tono
se transformará en un tono adaptable a las necesidades de la vida diaria.

36
1.8 Hipótesis.

El objetivo principal de la Eutonia es que la persona aprenda a ir al encuentro de su


propio cuerpo; La labor del eutonista consiste en guiar este proceso. La Eutonía es una
práctica corporal en la cual la persona es su propio objeto de estudio o mejor sería decir
su propio sujeto de estudio; por eso en Eutonia los practicantes son alumnos y no
pacientes.

Con el tiempo de práctica el alumno aprende a usar las cualidades de la consciencia


para contactar con sus huesos, con su piel, y con sus espacios internos. Una vez que
estas estructuras emergen en el sujeto de manera consciente entonces comienzan a
suceder los cambios, las regulaciones tónicas, las posibilidades de nuevas posturas y
movimientos.

Desde esta perspectiva y abocándonos a responder la segunda pregunta, la Eutonía se


propone como una valiosa herramienta de uso corporal que las personas con parálisis
cerebral, pueden incorporar a su vida diaria, dándole la posibilidad de ir a su cuerpo
desde sus propios medios y recursos; Desde este aprendizaje de abordar la propia
corporalidad, la persona con parálisis cerebral podrá recorrer y explorar su espacio
corporal tanto en su interior como en su periferia, sentirlo, conocerlo en sus posibilidades
y reconocerlo en sus limitaciones al mismo tiempo que trabaja sobre ellas.

Una de los aspectos que puede determinar si efectivamente la Eutonía puede convertirse
en una herramienta de uso propio de las personas con parálisis cerebral, es el
funcionamiento de sus sistemas cognitivos, dado que la Eutonia requiere del uso de las
cualidades de la consciencia. Si las áreas encefálicas corticales que permiten las
funciones cognitivas como la direccionalidad de la atención y la auto observación, fueron
afectadas por la lesión, no será posible que la persona con parálisis cerebral practique
la Eutonia de forma autónoma.

En dicho caso habría que recurrir al toque eutónico cómo única posibilidad, ya no con la
intensión de despertar la consciencia de las estructuras que son tocadas, sino con la
intensión de generar regulaciones psicofísicas a partir de los diferentes toques.

37
Cada caso de parálisis cerebral es muy diferente y a menos que la lesión haya afectado
también los centros cognitivos, por lo general quienes la padece pueden hacer un uso
consiente de su voluntad, aun cuando sus músculos no respondan de la manera
esperada o simplemente no respondan. En este caso la no respuesta adecuada de la
musculatura no se debe a que no se pueda dar una orden consciente, sino a que los
sistemas motores encargados de la ejecución del movimiento están lesionados y no
responden óptimamente.

Garantizando que, existe por lo menos cierto funcionamiento de los sistemas cognitivos,
en los casos de parálisis cerebral, se considera posible que la persona con parálisis
cerebral adopte a la Eutonia como una herramienta de uso cotidiano.

En cuanto a la primera pregunta que se interroga por los aportes de la Eutonia al tono
muscular, se estima que no se puede considerar al tono muscular cómo una estructura
aislada. Es importante aclarar que la regulación tónica es tan sólo el efecto de toda una
experiencia Eutónica, en la cual se contacta con el espacio corporal, a través del
desarrollo de la consciencia de las estructuras que le conforman.

Para responder a la tercera pregunta, el panorama es un poco más complicado. ¿Existe


la posibilidad de que a través de la Eutonia se pueda contactar con el espacio interno
del cráneo y favorecer procesos de plasticidad y modificaciones en los mapas
corticales?, si esto es posible, ¿cómo se haría desde un abordaje eutonico?

Desde un abordaje eutónico se propone el entrenamiento en la direccionalidad de la


atención hacia las estructuras físicas que conforman el cuerpo, la práctica de las
actividades que conciernen a cada principio eutónico y la vivencia del toque eutónico.

Por otro lado, la Eutonia tiene amplia experiencia en el trabajo sobre los espacios internos
articulares a través del Toque Eutónico. Para esto usa la técnica de permeación.

Desde la teoría del toque eutónico no se hace permeación en el cráneo pero si se realiza
un tipo de toque neutral en la zona occipital, sacro y espacio entre ambos omoplatos.

38
Casualmente el tronco encefálico, el cerebelo y parte del mesencéfalo, todos órganos
con estructuras motoras encargadas de la regulación tónica, el equilibrio, la postura, se
encuentran ubicados a la misma altura de la zona occipital.

Quizás sea posible, a través del toque eutónico y usando el contacto consciente,
contactar con estas estructuras y favores sus funciones, aunque estas estén lesionadas

1.9 Objetivos.

 Determinar cuáles son los principales aportes que la eutonia puede hacer la
vivencia corporal de las personas parálisis cerebral.
 Observar las repercusiones en el tono muscular en dos casos de parálisis
cerebral, al practicar eutonia.
 Determinar si se presentan diferencias en el tono, cuando se realiza una clase a
través de consigas y cuando se realiza a través de toque eutónico.
 Determinar en qué tipos de parálisis cerebral la Eutonia pude ser aplicada, en su
esencia más pura.
 Analizar si es pertinente, necesario o no, enseñar a la madre o acompañante,
elementos de toque eutónico para que los aplique a la persona con parálisis
cerebral de manera regular.

39
2. SEGUNDA PARTE: MATERIALES Y MÉTODOS

2.1-TIPO DE DISEÑO

Esta investigación se desarrolla a partir de un diseño que pretende explorar las


posibilidades de abordar la parálisis cerebral desde una perspectiva eutónica y describir
los efectos observables en la corporalidad de las personas con parálisis cerebral después
de practicar Eutonía.

Se estima que es de tipo diacrónico porque se requiere de varios encuentros para poder
observar algunas de las cuestiones por las cuales se interroga y que solo pueden ser
observables a través de la vivencia de la experiencia eutónica cómo un proceso.

Es un diseño de tipo cualitativo porque observa respuestas, lenguajes corporales y


emocionales, no medibles numéricamente. Los efectos son cambiantes y susceptibles
de evolucionar hacia otras vivencias a medida que transcurren las clases.

2.2- DISEÑO DEL OBJETO: SISTEMA DE MATRICES DE DATOS.

Para realizar esta investigación y observar los efectos y posibles aportes de la práctica
de la Eutonía en la parálisis cerebral, se tomó como unidad de análisis el caso de una
niña de 4 años, diagnosticada con encefalopatía crónica no evolutiva. Con capacidad
comunicativa a través de la expresión facial, sociable y rodeada de un ambiente familiar
amoroso y cuidadoso.

En su sistema neuromuscular presenta hipotonía de cuello y tronco; hipertonía de brazos


y piernas.

Si bien puede levantar la cabeza para observar algún estimulo que se le presente, no
puede sostenerla en esa posición por más de unos cuantos segundos.

La columna esta en completa actitud cifótica. En posición sentada debe estar siempre
sostenida por los arneses de la silla ortopédica.

40
Tiene preferencia por los estímulos visuales y auditivos. La mayor parte de su tiempo
está observando en la computadora videos didácticos infantiles y en las terapias debe
estar siempre entretenida por la madre o la persona que la cuida

Le cuesta estar en silencio, durante cualquier terapia; la cuidadora debe cantarle o


hablarle.

Para esta investigación se irá descomponiendo este caso específico en sus diferentes
variables

Variable 1.

Tipo de parálisis cerebral.

El tipo de parálisis cerebral determina cómo se desarrollara esta. La atetosis por ejemplo,
es el tipo de parálisis que corresponde al caso de esta investigación.

Los indicadores son imposibilidad en el sostenimiento de la cabeza; hipotonía en el


tronco e hipertonía en las extremidades inferiores y superiores; imposibilidad en la
marcha.

Desde la Eutonía se exploran los alcances que esta tiene para generar una regulación
tónica en este caso, además de observar cambios en los sistemas de atención, aspectos
emocionales.

Se toma como sub variable el tono muscular, cómo factor determinante en la expresión
de la parálisis cerebral.

Sub variable 1.

Tono muscular.

Para observar y determinar las regulaciones tónicas generadas a partir de las clases se
tomarán los siguientes indicadores:

41
Capacidad en el sostenimiento de la cabeza después de las clases; grado de apertura o
cierre de los ojos al recibir el toque; flexibilidad articular; variación en las superficies de
apoyo.

Variable 2.

Capacidad de Atención.

Si bien, la niña, caso de esta investigación puede comprender lo que escucha y observa,
aún es muy pequeña para ejercer una acción enfocada de su atención. Por esta razón
se estima conveniente atravesar esta situación por medio del toque eutónico, en el cual
no es obligado que la persona, durante la clase, enfoque su atención hacia algún área
del cuerpo.

Las sub variables que pueden surgir para esta capacidad cognitiva son:

Como indicadores tomaremos: recepción y seguimiento de consignas; evolución en la


capacidad de auto observación, dirección de la mirada al recibir las clases.

Variable 3

Tipo de abordaje Eutónico.

Permitirá determinar qué tipo de principios eutónicos son más óptimos para ser
vivenciados por la niña; observar las modificaciones tónicas según el principio propuesto
en cada clase.

Sub variables.

 Principios de la Eutonia que se proponen.


 Respuestas al toque eutonico.
 Contacto consciente

Indicadores: Tolerancia emocional de la niña a los diferentes principios eutónicos


propuestos.

Variable 4.

42
La Eutonia cómo proceso.

Si se quieren ver los efectos de la Eutonia en la parálisis cerebral y sus posibles aportes
a nivel de modificaciones tónicas y desarrollo de la consciencia corporal con sus
consiguientes aportes a la propiocepción, esquema corporal, en vista de poder
convertirse en una herramienta de uso cotidiano para las personas con parálisis cerebral,
es necesario plantearla cómo un proceso y no como una experiencia de un solo día. En
este sentido el tiempo de práctica es determinante para los resultados que se obtendrán.

Indicadores: modificaciones en la capacidad de atención, en la tonicidad y emoción,


observables en otros ámbitos fuera de las clases de Eutonía.

2.3 - FUENTES E INSTRUMENTOS DE RECOLECCIÓN DE DATOS

El caso con el cual se desarrolló esta investigación pertenece a una niña que no pueden
expresarse verbalmente. Los datos que se obtendrán de ella serán extraído de su
lenguaje corporal.

 Entrevista.

Será necesario interrogar a la cuidadora y a la madre, para obtener datos que ellas
observaran después de las clases y en la cotidianidad.

 Manos.

Se utilizaran las manos cómo instrumentos para el toque, con el fin de reconocer los tipos
de tono muscular predominante.

 Nivel de atención.

La dependencia a los estímulos externos convierte a la capacidad de atención de la niña


en un dato indicador.

 Observación.

La observación directa por parte del autonista antes y después de realizar las prácticas
permitirá determinar cambios o modificaciones en la tonicidad, respiración y estado

43
anímico de la niña. Igualmente la observación de la madre o acompañante será
necesaria para determinar si quedan o no remanentes de las prácticas aún después de
un día de haber realizado la clase.

 Movimiento Eutónico

La exploración de la pasividad permitirá reconocer la posibilidad o limitación de la en


fluctuación tónica. También permitirá construir un puente hacia el contacto consciente.

2.4- POBLACIÓN Y MUESTRA

Genéricamente la investigación se realizará con un tipo de población que padece de


parálisis cerebral.

Específicamente 1 caso.

Corresponde a una niña con diagnóstico de encefalopatía crónica no evolutiva.

Edad 4 años.

2.5- PLAN DE ACTIVIDADES DE CONTEXTO.

El contexto desde el cual han sido tomados los datos corresponde a la casa de la niña.
Las clases se hacen en su habitación. Su cuidadora y madre no estuvieron presentes en
las primeras clases.

Las primeras clases se realizaron en el pisó, sobre un tapete. Las clases de toque se
realizaron en la cama de la niña porque generalmente expresaba desagrado en el tapete.

Durante las primeras clases la niña recibía las clases sin la compañía de la cuidadora o
la madre. Cuando se decidió enfocar las clases únicamente desde del Toque Eutónico
tuve que pedirle a la cuidadora (niñera) que nos acompañe.

El tiempo de clase ha tenido que reducirse de 15 a 20 minutos máximo.

Siempre que fuera posible las clases se realizaron una vez por semana, en las horas de
la mañana, cuando la niña estaba más descansada.

44
Planificación de Clases.

Clase I, II y III.

Objetivos:

Desarrollo de la consciencia ósea de tibias, calcáneos, metatarsos u falanges de ambos


pies.

Posición corporal de la niña para recibir la clase:

Cúbito dorsal

Actividades:

Deslizamiento de la piel sobre dichos huesos.

Percusión sobre las tibias.

Toque neutral en talones.

Alineamiento del eje óseo que conforma el fémur, la tibia, el peroné sobre las estructuras
ósea de ambos pies apoyados en el piso.

Clase IV.

Objetivos.

Exploración del toque en pasividad de extremidades inferiores y superiores.

Posición corporal de la niña para recibir la clase:

Cúbito dorsal o sentada en la silla ortopédica.

Actividades:

Movimientos pasivos de la pierna a partir del fémur, primero la izquierda y luego la


derecha. (Posición cubito dorsal)

Exploración de las posibilidades de extensión de las rodillas. (Posición cubito dorsal).

45
Exploración de movimientos pasivos en brazos y antebrazos. (Posición cubito dorsal)

Exploración de movimientos pasivos en las manos y muñecas (posición sentada sobre


silla ortopédica)

Clase V y VI.

Objetivos.

Explorar diferencias entre en toque en pasividad y los movimientos pasivos y activos.

Posición corporal de la niña para recibir la clase:

Cubito dorsal.

Actividades.

Movimientos pasivos y activos con extremidades inferiores.

Movimientos pasivos y activos con hombros.

Movimientos pasivos y activos con manos.

Clase VII y VIII

Objetivos.

Desarrollar la consciencia de omoplatos, con la intensión de liberar la tensión de los


pectorales y disminuir la rotación interna de hombros influenciando así en la totalidad del
brazo y ante brazo.

Posición corporal de la niña para recibir la clase:

Cúbito dorsal.

Actividades:

Toque neutral en omoplatos.

Permeación de hombros.

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Exploración de movimientos pasivos en brazos, antebrazos y muñecas.

Clase IX, X, XI XII

Objetivos.

Desarrollar la consciencia ósea del cráneo

Explorar la posibilidad de generar algún tipo de modificación neuro fisiológica en los


órganos encefálicos.

Desarrollar la consciencia del espacio interno.

Posición corporal de la niña para recibir la clase:

Cúbito dorsal.

Actividades:

Deslizamiento de la piel sobre la estructura ósea del cráneo.

Toque neutral en occipital.

Toque neutral de sacro y omoplatos.

Permeación en articulaciones de hombros, codos, muñecas y rodillas.

47
3. TERCERA PARTE: ANÁLISIS Y CONCLUSIONES.

3.1- EXPOSICIÓN Y ANÁLISIS DE DATOS

Clase primera, segunda y tercera.

El objetivo inicial de las primeras clases fue enfocar las prácticas hacia el desarrollo del
principio de la consciencia ósea como una manera de despertar en el cuerpo de la niña
la percepción de un tipo de sostén diferente a su musculatura. Al mismo tiempo que se
influenciaba en el tono muscular y se iniciaba el proceso de desarrollar la consciencia
ósea.

La realidad es que cuando me encontré cara a cara con la niña y ya transcurridos los
primeros minutos de la clase, me di cuenta de que tenía que modificar todo lo que había
planeado.

Es normal que una clase no se realice al pie de la letra según se ha planeado;


generalmente surgen imprevistos o situaciones que obligan a ir modificando algunos
detalles a medida que se desarrolla la clase. La eutonista debe saber que es así y por
eso es tan importante que se encuentre en contacto; de esta manera podrá modificarse
a ella misma y saber detectar dónde y en qué momento debe dar un giro a la clase en
caso de que sea necesario.

En este caso en particular, las características de la niña con respecto a su relación con
los estímulos externos cómo la música y la imagen, eran determinantes. Desde muy
pequeña la niña se había acostumbrado a recibir los cuidados de otras personas y a
entretenerse por medio de sonidos externos, música, cantos, juegos de palabras y
mezcla de sonidos electrónicos.

La situación con la que me encontré fue: La niña no soportaba recibir la clase de Eutonía
en silencio. En ese momento comprendí que el objetivo debía cambiar. Si bien trabajaría
en el principio de consciencia ósea, también me enfocaría en lograr la atención de la niña
hacia sus huesos sin el estímulo musical.

48
Realmente el primer paso antes de proponer cualquier clase de Eutonía era promover
una forma de atención sin estímulos externos cómo los cantos y juegos de la cuidadora
o la música.

Tome la decisión de trabajar sin música aun cuando me daba cuanta del vínculo de la
niña con este estímulo. Pero no fue posible. La niña expresaba descontento y enojo si
no escuchaba música. Intenté nombrarle los huesos en forma de canto al mismo tiempo
que colocaba mis manos en los huesos nombrados, pero fue en vano.

Cuando comprendí y acepte esta situación inherente a la personalidad y carácter de niña,


decidí realizar las próximas clases acompañadas del estímulo musical.

La segunda y tercera clase se desarrollaron con música infantil. Esto generaba


tranquilidad en la niña, pero la mezcla entre el toque de mis manos, mi vos que nombraba
sus huesos y la música, parecía desagradarle y finalmente comenzaba a llorar y a gritar.

Cambio de objetivos / transición hacia la cuarta clase.

Nota aclaratoria: (A la edad de 4 años la niña había incorporado a su cotidianidad otro


estimulo externo diferente al auditivo. El estímulo visual. Cotidianamente la niña observa
videos didácticos con imágenes infantiles que enseñan los números, las vocales, los
colores etc).

El tercer día después de terminar la clase, que por ese entonces se extendía entre media
hora y cuarenta minutos, la cuidadora sentó a la niña en frente de la computadora para
ver sus videos preferidos. En mi intento por encontrar una manera de capturar su
atención, decidí sentarme a su lado y realizar movimientos muy suaves en su mano
derecha y luego en la izquierda.

Los movimientos eran lentos, en flexión, extensión y con pausas cuando sus músculos
se ponían espásticos. Ella observaba la computadora y yo estaba en una actitud de
receptividad y escucha para generar un estado de contacto desde mí hacia sus manos,
las estructuras ósea de sus manos, sus espacios internos y los cambios tónicos que me
permitían o no mover sus manos. Esta fue la única ocasión en la cual ella permitió que

49
yo pudiera realizar una exploración de movimiento pasivo durante casi 10 minutos sin
llorar o enojarse.

Por la noche la madre me llamó para informarme que la niña tenía las manos
sorprendentemente más relajadas.

Esto había sido un avance a nivel tónico. A partir de este tipo de movimientos la tonicidad
de las manos de la niña se había modificado.

Mi pregunta era. ¿Podía considerarse esto un abordaje eutónico? ¿En que se


diferenciaba de algún tipo de juego motriz que alguno de sus familiares pudiera
proponerle en algún momento del día?

Quizás lo único diferente era que la persona (en este caso yo) que estaba proponiendo
el movimiento a su mano izquierda y luego a su mano derecha, se encontraba en una
actitud de contacto consciente con esas estructuras en movimiento.

Pero la niña ¿me había percibido?, ¿se había dado cuenta de lo que hacían sus manos?
¿o simplemente permitió esos movimientos porque estaba entretenida con las imágenes
proyectadas en la pantalla?

Voy a evitar cualquier tipo de romanticismo y a suponer que lo permitió porque estaba
completamente entretenida viendo sus imágenes preferidas.

Ese día la única diferencia existente entre los movimientos que yo le propuse y los
movimiento que algún familiar le hubiera propuesto, radicó en la velocidad del
movimiento (en este caso, lento) y en mi actitud de contacto consciente.

La soltura y la relajación que la madre observó después del trabajo de pasividad al mismo
tiempo que la niña se entretenía con las imágenes, se puede considerar como un dato
que responde a la primera pregunta de esta investigación, pero aun así quedan muchas
dudas en cuanto a si se puede considerar o no un abordaje eutónico.

Para ir despejando la primera pregunta

50
¿Cuáles son los efectos en el tono muscular total y localizado de una niña de 4 años,
diagnosticada con encefalopatía crónica no evolutiva, al practicar Eutonía?

Se puede decir, que a nivel del tono localizado, en este caso el tono de las manos y
muñecas, claramente se observó un descenso en la hipertonía y una amplitud en el
movimiento articular de ambas mano. Estado tónico que se mantuvo por más de 4 horas.

No se presentaron cambios o modificaciones tónicas a nivel global y general.

Cuarta, quinta y sexta Clase.

Llegado el momento de la cuarta clase, realmente no tenía muy claro que iba a hacer,
sólo sabía que continuaría con la exploración la pasividad a partir del toque; algo parecido
con la clase anterior. Si bien los resultados habían sido muy positivos en el tercer día de
clase, yo me seguía resistiendo a realizar la clase con el televisor, la grabadora o la
computadora encendida. Aunque ciertamente esta era la única manera de que la niña
estuviera tranquila y no llorara. Lo cual era muy importante pues, si la niña lloraba su
hipertonía y movimientos espásticos aumentaban, impidiendo así llevar a cabo la clase.

Cuando llegue a la casa de la niña para realizar la cuarta clase, la niña estaba en su
habitación, sentada en su silla, viendo la televisión. Decidí realizar la clase con el televisor
encendido. La saque de la su silla y la coloque sobre le cama. Comencé a realizar
movimientos pasivos con su pierna izquierda. Sabía que el hecho de colocarme yo en
contacto consciente con su pierna, con sus espacios articulares y cabios tónicos era
determinante, sobre todo si la niña tenía su atención en las imágenes de la pantalla.

Después de uno o dos minutos de comenzar el toque en pasividad sobre su pierna, ella
retiró su atención del televisor y comenzó a dirigirla hacia su pierna en movimiento.
Seguía con su mirada el movimiento de su pierna y la tonicidad corporal general empezó
a descender. De esta menara pudimos estar durante varios minutos, igualmente con su
otra pierna. Por primera vez la niña había dirigido su atención hacia el propio cuerpo y
podría atreverme a decir que en algunos momentos ella experimento el contacto consigo
misma. No sé hasta qué nivel pudo darse cuenta de lo que estaba sucediendo, pero su
mirada atenta hacia su pierna en movimiento revelaba un estado de atención hacia sí

51
misma completamente nuevo. Ella se mostraba complaciente y a veces sonreía al ver y
sentir su pierna en movimiento.

Esta vez no tuve comentarios de la madre con respecto a cambios tónicos o algún hecho
en particular que hubiera podido observar. Sin embargo durante el toque en pasividad
pude observar que el tono global descendió.

Los siguientes fueron los indicadores del descenso tónico

Parpados pesados e intención de dormirse sin llegar a hacerlo, cambios en la respiración


con suspiros profundos.

Indicadores de contacto consciente consigo misma.

Mirada dirigida hacia sus piernas en movimiento.

Indicadores de contacto consciente con la eutonista

Al realizar este toque pasivo siempre tuve la mirada dirigida hacia la niña, hacia sus ojos.
En un momento del toque, la niña dejo de mirar sus piernas en movimiento, me miro y
nuevamente volvió a dirigir la mirada hacia sus piernas. Es posible que se trate de una
coincidencia, y que yo me equivoque en mi interpretación, pero es muy posible que la
niña haya percibido un estado de contacto consciente entre ella y yo a partir del
movimiento de pasivo que yo hacía en su pierna.

Para la quinta clase decidí continuar con la exploración de la pasividad desde el toque
pero además exploraría intercalando entre pasividad y actividad en los miembros
superiores, principalmente manos y hombros.

Por otro lado, cómo ya se había logrado que la niña se observara así misma en el
movimiento, pensé que era un momento oportuno para continuar las clases pero
generando un ambiente sin música o imágenes.

No fue posible. La niña lloraba y se enojaba, así que tuve que volver a retomar la música.
Le propuse algunos movimientos en sus extremidades inferiores. El juego entre

52
pasividad y actividad le divertía, pero la acción de soltar su pierna después del momento
de pasividad producía más hipertonía en el área posterior del fémur.

En la sexta clase continúe con los movimientos pasivos y activos en manos, ante brazos
y hombros

Hasta ese día casi todas las clases se habían desarrollado con la niña acostada sobre
su espalda y con la cabeza sobre una almohada. Para esa clase decidí experimentar sin
almohada, pero observé que la tendencia cifótica de su columna hacía que sin almohada,
su cabeza quedara como colgando con relación al tronco. Volví a colocar la almohada
debajo de su cabeza y realice movimientos pasivos a su antebrazo y brazo. Este trabajo
le generaba un agarrotamiento en el hombro y la niña comenzaba a mostrar desagrado.

Clases Séptima y octava.

A partir de las observaciones en la sexta clase, opté por explorar el toque neutral en
omóplatos para favorecen un apoyo más completo de la espalda sobre el suelo y
disminuir la sensación de cabeza colgada sin almohada, además de producir soltura en
el omoplato y por ende en el brazo y ante brazo.

La niña expresaba poca tolerancia a este toque neutral y aunque permitía que mis manos
estuvieran debajo de sus omoplatos, a los pocos segundos comenzaba a llorar aún
cundo hubiera música.

Clases Octava, décima, onceava y doceava.

Las últimas clases tuvieron cómo objetivos desarrollar la consciencia ósea del cráneo;
explorar la posibilidad de generar algún tipo de modificación neuro fisiológica en los
órganos encefálicos; desarrollar la consciencia del espacio interno; Ampliar la movilidad
articular, disminuyendo rigideces tónicas.

Para esta experiencia se realizó el toque neutral en el occipital y el deslizamiento de la


piel del cráneo; también el toque neutral de sacro y vertebras entre ambos omoplatos;
permeación en articulaciones de hombros, codos, muñecas, caderas, rodillas y tobillos.

53
Estas cuatro clases se perfilaban como las últimas, así que decidí no usar música.
Suponía que los efectos del toque harían tranquilizar a la niña y no necesitaría la música
o el entretenimiento externo, pero no fue así. Finalmente tuve que solicitar el apoyo de
la cuidadora para que le hable durante el toque neutral en el occipital.

Desde el principio de los encuentros a la niña siempre se le decía que recibiría una clase
de Eutonia. Para este toque en particular se le prometió que éste, sólo duraría 10
minutos (tiempo mínimo que requiere el toque), programándose la alarma de un reloj y
asegurando a la niña que una vez sonara la alarma la clase terminaría.

La cuidadora le cantaba y le mostraba los dedos de las manos en señal de que estaba
contando el tiempo y la niña la observa mientras yo realizo el toque.

Le pedí a la cuidadora que le cantara con un volumen muy bajo en su vos, casi
susurrando. De esta manera, usando un tono de vos muy bajo, se logró que la niña
estuviera tranquila mientras transcurría el toque.

Algunas veces le proponía a la niña que jugáramos a que ella, la cuidadora y yo


hacíamos silencio, pero una vez ella se percataba de que su cuidadora no le cantaba,
comenzaba a gritar o a llorar.

Pasados tres minutos de transcurrido el toque los ojos de la niña comenzaban a


parpadear como si tuviera sueño, su respiración se profundizaba y su tonicidad global
descendía, pero no se observaba que sus brazos o piernas descargaran su peso hacia
las superficies de apoyo, lo cual indicaría una modificación tónica en la musculatura
flexora posterior de las piernas y anterior brazos.

Una vez terminados los 10 minutos, si la niña continuaba en un estado de tranquilidad,


yo aprovechaba para realizar el deslizamiento de la piel en el cráneo y explorar algunas
permeaciones en los hombros, codos, coxofemorales, rodillas y tobillos, con el fin de
favorecer la descarga del peso de dichos miembros hacia las superficies de apoyo. El
tiempo de cada permeación era mínimo, entre 30 y 40 segundos por articulación.

54
Como sucedía con el toque en el occipital, aunque la tonicidad global descendía, no
sucedía igual con la hipertonía de los músculos flexores y extensores de las
extremidades.

Con la experiencia del toque neutral en el occipital y debido a la necesidad de generar


más experiencias eutónicas entre clase y clase tuve la idea de enseñar a realizar el toque
a la madre.

La Eutonía se comprende a través de la experiencia personal. Era necesario entonces


que la madre transitara dicha experiencia. En presencia de la niña la madre realizo un
inventario de apoyos, un hemicuerpo por vez y seguidamente recibió el toque.

Esta experiencia fue muy movilizante para la madre. Percatarse de sus propias tensiones
y de la dificultad que experimentó al intentar descargarlas voluntariamente hacia el suelo,
modificó la idea corporal que tenía de su propia hija. Percibió la transformación que
podría experimentar el vínculo con su propia hija a partir de su participación activa en los
toques.

Le explique algunos principios básicos sobre la bidireccionalidad del toque, la forma de


colocar las manos en la zona occipital de la niña, la importancia de su propia regulación
tónica, y le sugerí que por lo menos 3 noches por semana, antes de que la niña se
durmiera, le realizará el toque neutral de occipital, hasta que la niña se quedara dormida.

A la semana siguiente, expreso que por sus múltiples obligaciones, no había podido
realizar los toques a la niña.

En la clase número XI exploré el toque neutral en el occipital. Seguidamente cómo una


manera de involucrar la columna como espacio que conecta la pelvis y el cráneo, realice
el toque neutral del sacro y vertebras entre ambos omoplatos. La niña estaba sentada
en las piernas de la cuidadora que la sostenía mientras yo hacía el toque. En ese
momento del toque, la cuidadora no cantó y aun así la niña estaba tranquila. Observé
que el tono general de la niña descendió de manera importante, pero este descenso
global aumentaba la hipotonía en las áreas donde naturalmente había hipotonía, como

55
el cuello y el tronco. Este descenso tan profundo del tono representaba un problema
porque la niña experimentaba mayor dificultad en el sostenimiento de la cabeza.

Desde la práctica autónica, se sabe que cuando se tienen las primeras experiencias
eutónicas y antes de que el alumno haya atravesado por cada uno de los principios de
la Eutonía, casi siempre se experimenta un descenso del tono.

Es posible que esta generalidad sea aplicable a este caso y que se pueda suponer que
después de recibir más toques, este descenso del tono se invierta y se empiecen a
expresar otras modalidades tónicas.

Las últimas clases revelaron modificaciones tónicas, tendiendo hacia el descenso, pero
estos datos no permiten responder a la tercera pregunta cuya respuesta se pretendía
encontrar principalmente a partir del toque neutral en el occipital.

La pregunta

¿Cómo influenciar a través de la Eutonía en estructuras que antes de terminar su


formación sufrieron muerte neuronal? ¿Es posible contactar con el espacio interno del
cráneo a través del toque eutónico? Si es así ¿podría este toque favorecer conexiones
sinápticas entre las aéreas motoras del encéfalo, favoreciendo un mejor funcionamiento
de las áreas motoras lesionadas?

Esta pregunta hubiera podido recibir una respuesta si se hubiera contado con la
posibilidad de extraer neuro imágenes al mismo tiempo que se realizaba el toque.
Lastimosamente no se contaba con esta posibilidad.

Otra manera de intuir que probablemente se generaba alguna influencia en las


estructuras encefálicas sería observar cambios en el manejo corporal de la niña, en la
adquisición de funciones motoras antes impensables; sin embargo, para acercarse a una
transformación a este nivel, se necesitan meses y quizá años de práctica de la Eutonía.

Otra observación importante tiene que ver con el toque en pasividad. Se descubrió que
la atetosis se caracteriza por resistencia al movimiento pasivo y que la mayor resistencia

56
se produce cuando el movimiento pasivo es lento; por el contrario, el tono se afloja
cuando se incrementa la velocidad de manipulación.

Según la experiencia con este caso, no fue esto lo observado. A la niña si podía
proponérsele el movimiento pasivo, pero era requisito previo que la eutonista estuviera
en contacto con y con sigo misma y con la niña. Además observé que la niña disfrutaba
de estos movimientos pasivos. Por otro lado, considero que la propuesta del movimiento
lento y pasivo, permite general el tiempo suficiente para que aparezca el darse cuenta;
para que la niña se percate de lo que hace su cuerpo, siendo este darse cuenta el primer
paso para el desarrollo de la consciencia corporal.

El otro dato importante se relaciona con los sistemas de atención y la disposición para
realizar las terapias en otros espacios.

Cómo se expuso anteriormente, la dependencia de la niña, durante las clases la niña


necesitaba estar entretenida por estímulos externos para estar tranquila durante la clase.
Pero esto no solamente sucedía en el ámbito de una clase de Eutonía, si no, en cada
una de las terapias que recibía la niña en otros ámbitos, cómo fonoaudiología y
fisioterapia.

En el transcurso de las últimas clases, la cuidadora expreso, que la niña se mostraba


más tolerante en las terapias y no tan dependiente de los estímulos. La misma cuidadora
manifestó que esta novedad muy probablemente se debía a la vivencia de las niñas en
las ultimas clases de Eutonía (con los toques), las cuales se desarrollaron sin música y
con un tono de vos muy bajo, casi susurrando.

57
3.2-CONCLUSIONES Y SUGERENCIAS.

El principal reto con el cual se enfrentó esta investigación tuvo que ver con el hecho de
captura la atención de la niña. Desde la primera clase hasta la doceava mi principal
pregunta fue, ¿cómo generar un hábito de atención diferente al ya establecido y conocido
por la niña?, ¿Cómo lograr que dirigiera su atención hacia su cuerpo?

De tal manera que las preguntas iniciales que movieron esta investigación tomaron un
papel secundario. Determinar si se daban modificaciones tónicas o no, era irrelevante,
ya que esto es tan solo un efecto de una acercamiento profundo y consiente hacia el
propio cuerpo. El único y primer paso importante para realizar en una clase de Eutonia
es que la persona pueda dirigir la atención hacia sí misma y que a persona comience la
experiencia del contacto consigo misma. Así que la principal tarea para esta investigación
consistió en encontrar una manera de que la niña dirigiera su atención hacia su cuerpo.

La pedagogía de la Eutonía exige un completo respeto por el proceso y por los tiempos
de cada alumno. Pero también exige un ambiente propicio y una actitud de disposición,
apretura y receptividad por parte del alumno, para que la experiencia autónica pueda
emerger.

Debo reconocer que con este caso crucé muchos límites e incluso, para las primeras
clases, podría dudarse si estas fueron clases de Eutonía o no.

En circunstancias normales nunca hubiera aceptado dar una clase de Eutonía mientras
la alumna estuviera viendo imágenes infantiles en una pantalla de televisión.
Simplemente le hubiera propuesto a la madre esperar a que la niña fuera más grande y
ella misma decidiera si quería o no hacer Eutonía, pues esta no es una experiencia que
se impone. Los alumnos deciden atravesarla o no.

Quizás después de la segunda clase no debí haber insistido en continuar, pero también
era consciente de que no estaba dándole una clase a una persona adulta. Por el contrario
se trataba de una niña de cuatro años, que no puede expresarse verbalmente, sus

58
movimientos son extremadamente limitados y su nivel cognitivo no se corresponde con
su edad.

La parálisis cerebral es una experiencia corporal tan compleja que no basta con unas
cuantas clases de Eutonía para determinar cuáles pueden ser sus alcances y aportes
para estas personas.

Considerar la Eutonía como un proceso me permitió darle a esta dificultad inicial en


cuanto a la atención, un carácter transitorio, que podría irse modificando con el tiempo a
través de la práctica. Todo el tiempo me decía a mí misma “la niña irá creciendo y si se
continua con el proceso de generarle experiencias eutónicas, es muy posible que vaya
comprendiendo el valor de la Eutonía a través de los años y la adopte como herramienta
para ingresar a su espacio corporal y modificarlo tanto como sea posible”.

Desde esta reflexión retomo la segunda pregunta de esta investigación.

¿Bajo qué parámetros puede plantearse a la Eutonia cómo una posible herramienta de
uso cotidiano, para que la persona con parálisis cerebral sea cada vez más dueña de su
cuerpo?

Creo que sí es posible que la eutonia sea una herramienta cotidiana para que las
personas con parálisis cerebral vayan siendo cada vez más dueñas de su cuerpo, pero
para que esto sea posible deben tenerse presentes los siguientes aspectos.

Me gustaría citar a Hernan Keselman, pues me aporta ideas que apoyan esta reflexión.
“Para que una intervención sea oportuna es importante que la persona que la produzca
desee hacerla, que la persona a quien va dirigida quiera recibirla y que el contexto donde
la intervención se produce lo permita”12

La Eutonia no se impone, experimentarla debería depender de una decisión consciente


por parte del alumno. Si bien es cierto que a través del toque eutónico, la eutonista
puede favorecer muchos procesos fisiológicos en la persona, la Eutonía se enraíza en la

12
Violeta Hemsy de Gainza, Susana Kesselman, Música y Eutonía, el cuerpo en estado de arte, pág. 22.

59
cualidad de traer a la consciencia la experiencia vivida. Por eso, factores como la edad
y las funciones cognitivas de la persona son determinantes.

Si se quiere que la Eutonía actué a niveles profundos debe, no solamente ser practicada
regularmente, si no que la persona debe continuar ese proceso en su casa y en su
cotidianidad. De esta manera la irá incorporando hasta hacerla suya para sacarle el
máximo provecho.

También se considera importante que la madre o cuidadora se familiaricen con la


Eutonía, practiquen el contacto consciente para que puedan aprendan a hacer los
toques. Este aprendizaje reforzaría el vínculo familiar o relacional con la cuidadora y
favorecería procesos neuro fisiológicos.

Dentro de las respuestas corporales observadas en estas doce clases, se puede concluir
que aunque la parálisis cerebral genera una fijación tónica representada por hipertonía
o hipotonía, sí es posible modificarla con la práctica de la Eutonía.

Podría decirse que a nivel local la Eutonía puede hacer descender el tono de manera
importante cómo sucedió con las manos de la niña que estaban más relajadas y flexibles.

Por otro lado, con los toques neutrales y las permeaciones se presentaron descensos
globales del tono, que en primera instancia resultaron contraproducentes, pues, el poco
control que la niña podía ejercer sobre su cabeza disminuyo, generando caídas bruscas
de su cabeza en dirección al torso.

Es muy posible que para compensar esta reacción, sea necesario centrarse más en el
desarrollo de la consciencia ósea como principio regente, pero no desde el toque
eutonico, sino a través de que la niña direccione su atención hacia sus huesos. Sin
embargo para proponer una clase donde se sugiera un inventario ósea por ejemplo, es
necesario que la niña adquiera una disposición y un nivel cognitivo suficientes que le
permita introspectivamente dirigir la atención hacia su estructura ósea.

En cuanto a los toques considero importante analizar a profundidad por que no se puede
hacer permeación en el espacio interno del cráneo. Me pregunto quién comprobó que
las permeaciones en el cráneo representa un tipo de toque contraproducente

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Ya que desde esta investigación se estuvo buscando posibles vías de acceso al encéfalo,
la indicación de no hacer permeación en el cráneo limitó la exploración hacia la
posibilidad de influencia sobre este espacio interno. A través del toque en el occipital
se estaba más cerca del cerebelo y del bulbo raquídeo, pero no así del área somato
sensorial ubicada en la parte superior y lateral del cráneo, con las cuales se podría haber
hecho contacto a través de la permeación.

A un nivel personal debo que confesar que comencé esta investigación con muchas
expectativas; segura de que la Eutonía resultaría la mejor herramienta para este tipo de
discapacidad; sin embargo en cada clase tuve que ir flexibilizando las estructuras
pedagógicas y prácticas de la Eutonia. También tuve que tener presente cada vez más
la neutralidad.

Mi actitud oscilaba entre la flexibilidad y la neutralidad y aunque en el transcurso de la


investigación tuve ubicándome cada vez más una actitud neutral, no pude substraerme
completamente de lo que representaba para mi corazón la realidad corporal y motriz de
la niña.

Comprendí que dentro de la vivencia de la neutralidad, la capacidad de aceptación de la


condición del otro se convierte en un soporte profesional y emocional.

Esta neutralidad y flexibilidad por parte del eutonista constituye un tiempo y espacio que
permite la vivencia de la Eutonia como proceso.

Por ultimo quiero resaltar la importancia del contacto consciente, sin el cual hubiera sido
imposible abordad este caso. La mayoría de terapias no requieren que el terapista y
paciente estén en contacto, por eso son terapias que se pueden hacer aun cuando haya
estímulos externos que entretienen la atención del paciente. Se trata de un encuentro sin
contacto consciente.

Contrariamente la Eutonía requiere de un estado de atención hacia sí mismo y si bien,


en las prácticas se va entrenando la atención simultánea hacia sí mismo, hacia el entorno
y hacia los otros, se trata de un aprendizaje al que se llega después de haber transitado
la atención hacia el sí mismo; a medida que se avanza en el proceso, el eutonista va

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integrando a las propuestas de direccionar la atención, otros entornos que están por
fuera y más allá de la piel del alumno.

Para el caso de esta investigación el estado de contacto consciente por parte de la


eutonista constituyó un puente entre alumna y eutonista, que atraía a la alumna hacia sí
misma.

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5. BIBLIOGRAFÍA.

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Brailowsky / Donald G Stein / Bruno Will, consejo nacional de ciencia y tecnología,
fondo de la cultura económica, Mexico, 1998.

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Madrid 1980.

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segunda edición, editorial panamericana, Buenos Aires, 1982.

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 Eutonía, educación del cuerpo hacia el ser. Berta Vishnivetz. Editorial Paidós, año
1996.

 Eutonía, un camino hacia la experiencia total del cuerpo. Gerda Alexander.


Editorial Paidós, año 1983.

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AMERICAN.

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del tono psico-físico. Alejandro G. Odessky. Lugar editorial, año 2004.

 Conversaciones con Gerda Alexander. Editorial Lumen, año 2007.

 Fisiología Humana, Stuart Ira Fox, 12° edición, McGraw-Hill Interamericana


editores, 2011.

 Semiología del sistema nervioso, Rodolfo Dassen, Osvaldo Fustinoni, editorial


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 http://www.efdeportes.com/, Revista Digital, N°154,Bs As, Marzo de 2011.

 Música y Eutonía, el cuerpo en estado de arte, Violeta Hemsy de Gainza, Susana


Kesselman,1 ed, Buenos Aires, Lumen, 2003.

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