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Intervención militar
Esta ocurre como consecuencia de la Primera Guerra Mundial que tiene lugar el 29 de
noviembre de 1916. El Gobierno Militar continuo la reforma educativa iniciada ya en
nuestro país para la cual en el año 1919 se crea en las distintas provincias Las Sociedades
Popilares de Educación. La finalidad principal de estas sociedades es la de proceder a la
construcción de locales que estén provistos de las condiciones higiénicas adecuadas a las
instituciones docentes.
Estas sociedades realizan su cometido y testimonio de su labor son las diversas
edificaciones que fueron construidas expresamente para escuelas. Esas modernas
edificaciones hicieron posible la asistencia de un número más crecido de niños de edad
escolar. Y el aumento de estudiantes no ha sido motivo para que las condiciones higiénicas
sufran menoscabo porque dichas edificaciones han sido construidas en conformidad con la
Higiene Escolar.
El Gobierno Militar norteamericano procura la colaboración de elementos nativos. Designa
a Julio Ortega Frier como Superintendente General de Enseñanza y el día 19 de enero de
1917 nombra una comisión que debe tomar las medidas necesarias para establecerán
sistema educativo ajustado a los intereses de la Republica Dominicana. Dicha comisión fue
integrada por el Arzobispo Novel, Pelegrin Castillo, Manuel Ubaldo Gómez, Manuel de
Jesús Troncoso de La Concha, Julio Ortega Frier y Federico Velásquez. Esta prepara la
legislación porque deben regirse nuestros estudios, la cual es promulgada posteriormente en
virtud de la Orden Ejecutiva número 145 de fecha 6 de abril de 1918.
La enseñanza Primaria elemental prospera. Predomina en ella la enseñanza intuitiva y se
aplica con los métodos y procedimientos que requiere. La lectura y escritura se enseñan
simultáneamente mediante el empleo del método fonético.
Nuevos programas de Escuela Primaria Elemental, recomiendan iniciar desde el primer
curso, el ejercitar ambas manos, especialmente en la enseñanza del dibujo, a fin de que los
educandos se hagan ambidextros y aconsejan que dichos ejercicios sean intensificados
gradualmente hasta el sexto curso.
Las escuelas públicas en República Dominicana han sido unisex cuales hasta el año 1916.
Solamente en las escuelas maternales existe la coeducación. Hasta ese momento es
favorecida la idea de formar escuelas unisexuales, por la creencia de que es más
conveniente la educación de cada sexo por separado; pero el Gobierno Militar establece la
coeducación y crea escuelas bisexuales para los educandos de diversas edades. Es una
innovación trascendental en la enseñanza de la Republica Dominicana.
Educación durante la era de Trujillo
En 1936 solo el 20% de la población era alfabeto y para el 1956 el 60% sabía leer y
escribir. Durante la era de Trujillo, hay que destacar varios aspectos del desarrollo
educativo producidos durante la era:
La educación primaria, donde se iniciaba a los niños a las prácticas religiosas y se les
enseñaban a identificar a los grandes personajes históricos, tales como el Generalísimo
Trujillo, Duarte, etc. El libro básico de lectura era “La Cartilla Trujillo de Educación”.
La educación fue ampliamente expandida y sus mejores logros se relacionaban al interés
que mostro el gobierno para dotarla de los mejores medios y recursos. La Superintendencia
General de Enseñanza estuvo bajo la dirección del humanista dominicano Pedro Henríquez
Ureña y llego a contar con equipos técnicos de planificación que estuvieron a cargo de la
misión chilena quien doto a la organización y programación educativa nacional de la
filosofía más avanzada de en América. La expansión educativa y sus mayores logros
tuvieron que ver con la edificación de recintos escolares y con una amplia campaña de
alfabetización.
El sistema educativo comprendía los niveles primarios, intermedios y secundarios. El
planeamiento respondía al modelo creado durante el periodo de la intervención de 1916-
1942, pero con algunas variantes como lo fue la enseñanza especial que mereció la atención
y el interés gubernamental en conformidad con el planteo de algunas demandas
acrecentadas durante la Era. Entre los tipos de enseñanza especial estaba la vocacional que
respondía a la necesidad de obreros técnicos; la educación dirigida hacia la formación
diplomática; y la educación en oficios y bellas artes. Otra variante fue la enseñanza para la
formación de maestros, ampliamente cuantitativamente para complementar el crecimiento
de la escolaridad.
Innovaciones significativas fueron las academias militares, en especial de la de cadetes,
para las cuales se escogieron los mejores maestros de todo el país; y la escuela para
trabajadores, denominadas “Universidades Libres” y cuyo planteamiento obedecía a un
horario nocturno. En general, la enseñanza conlleva un régimen disciplinario riguroso que
envolvía tanto a escuelas públicas como privadas.
Aunque los programas comprendían una gama de variedad de conocimientos científicos y
humanísticos bien planeados, un objeto primordial era lograr la adhesión al régimen a
través de mecanismos trujillizantes infiltrados.
En este sentido puede señalarse que la educación era anti-democratiza debido al fomento
exclusivo del trujillismo en las aulas, y anticientífica, porque no se ajustaba a un análisis
racional o sociológico.
El aseo, la uniformidad y la puntualidad eran reglas disciplinarias como el canto escolar al
izar la bandera, las marchas, los concursos literarios y la celebración de efemérides. En la
dirección de cada plantel escolar, en las entradas, en los pasillos y los salones de clases, el
retrato de Trujillo era parte primordial de lo trujillizante, por lo regular se fomentaban
también constantemente en clases. Cada maestro al hincar la enseñanza solía escribir una
frase alusiva a Trujillo o a su Era conjuntamente con la fecha.
La educación universitaria mereció durante la Era una atención prioritaria dentro de la
programación cultural y el planeamiento educativo. El gobierno no solo se empeñó en
restituirle históricamente el rango de universidad primada, sino que la edifico como recinto,
dotada tanto de un conjunto de modernos edificios como de buenos recursos didácticos.
En 1989, el entonces presidente Joaquín Balaguer designó una comisión para elaborar un
“pacto” que definiría el tipo de ser humano que la educación dominicana debería formar.
Según la publicación “Fundamento del Currículo”(2004) del Ministerio de Educación, el
documento “expresa que la educación, la ciencia y la cultura dominicana, deben formar
hombres y mujeres verdaderamente libres, en coordinación con los otros ciudadanos y
habitantes del país, imbuidos de los valores fundamentales de la humanidad y en función
del contexto contemporáneo, signado por la ciencia, la tecnología y la justicia social, con
tendencia a desarrollar una sociedad pluralista, con un estilo de participación activa de los
ciudadanos en todas las esferas de la vida nacional y con un claro respeto de las identidades
culturales y regionales”. Su contenido fue ratificado en el Plan Decenal 1992-2002.
Este plan, elaborado en el marco de los acuerdos ratificados en el Foro Mundial sobre
Educación que tuvo lugar en Dakar, Senegal entre el 26 y el 28 de abril de 2000, buscaba
reivindicar la educación como derecho fundamental, comprometiendo a los actores
correspondientes a cumplir con los objetivos y finalidades de “la educación para todos”,
con énfasis en la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres.
Plan Decenal (2008-2018)