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extremo que indicaría ausencia absoluta de cualquier TEA, mientras que el valor de 150 indicaría una
convincente certeza de lo contrario. Los autores sugieren como punto de corte el resultado de 76 puntos, por
lo que obtener una puntuación total superior a 76 sería indicativa de la presencia de comportamientos que
justificarían realizar una valoración diagnóstica por parte de un profesional de la salud.
Cuando trata de imaginarse algo, le resulta muy fácil hacerse una imagen en
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su mente.
Con frecuencia queda tan absorto/a en una actividad que parece no darse
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cuenta de las cosas que suceden a su alrededor.
A menudo le llaman la atención sonidos tenues que otras personas no suelen
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notar.
A menudo le llaman la atención los números de las casas, matrículas de
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coches, números impresos en carteles o información similar.
La gente suele decirle (o me dicen a mí) que ha hecho o dicho algo descortés,
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aunque mi hijo/a no sea consciente de ello.
8 Cuando lee un cuento, le resulta fácil imaginarse cómo son los personajes.
Se da cuenta fácilmente de lo que piensa o siente una persona sólo con mirarla
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a la cara.
Cuando hay alguna interrupción, puede volver facilidad a lo que estaba
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haciendo.
Evaluar Repetir
Este cuestionario no exige para su funcionamiento de una conexión a Internet, pudiendo por tanto ser utilizado
en ordenadores sin acceso a la Red. La versión más reciente está disponible en la dirección
Habilidades comunicativas
Uno de los síntomas inequívocos de un niño con autismo son sus dificultades para
comunicarse. De hecho, aunque los pequeños que padecen autismo leve sean capaces
de desarrollar el lenguaje y algunas habilidades verbales, suelen presentar dificultades en
la comunicación funcional. Esto significa que, a pesar de dominar el vocabulario, las
conjugaciones verbales y las estructuras gramaticales de las frases tienen problemas para
expresar sus ideas con claridad y exponer lo que quieren decir. En ocasiones, también les
cuesta comprender lo que dicen los demás.
Relaciones sociales
Otro de los signos más evidentes de que un niño padece autismo son sus dificultades
para relacionarse con los demás. De hecho, aunque los niños con autismo leve
usualmente logran comunicarse y relacionarse con los adultos y coetáneos, pasan por
alto detalles extraverbales de la interacción social que un niño de su edad captaría con
rapidez. Estos pequeños no suelen variar el tono de la voz al hablar, apenas usan los
gestos y el lenguaje corporal, les resulta difícil mantener el contacto visual con su
interlocutor y les cuesta ser empáticos y comprender las emociones ajenas.
Funcionamiento cognitivo
Algunos niños con autismo desarrollan destrezas cognitivas en un área particular, como
puede ser la música, la pintura o las matemáticas. De hecho, se cree que muchos genios
famosos como Mozart, Bethoveen, Newton y Einstein padecían autismo. No obstante,
más allá de las “habilidades especiales” que puedan manifestar algunos de ellos, lo cierto
es que la mayoría desarrolla una inteligencia normal. Por tanto, obtienen buenas
calificaciones en los tests de inteligencia, a pesar de que tienen dificultades para enfrentar
las tareas de su vida cotidiana, sobre todo las que implican un cambio en sus rutinas o
tomar decisiones rápidas.
Movimientos estereotipados
Normalmente se piensa que los niños con autismo se distinguen por sus conductas
repetitivas y estereotipadas como el típico balanceo. Sin embargo, aunque existen
algunos pequeños con autismo leve que tienen movimientos estereotipados o
manierismos, la mayoría apenas los desarrollan. No obstante, muchos de ellos pueden
manifestar una especie de tic o manierismo ante situaciones estresantes o que demandan
demasiado de sí aunque, usualmente, desaparecen cuando la situación se calma.
Actividades e intereses reducidos
Los niños con autismo leve suelen tener un sistema de intereses y actividades más
reducido que el resto de los pequeños de su misma edad. La mayoría de las veces se
sienten motivados por temas específicos como por ejemplo, los animales, los juegos o los
coches.La mayor parte de la vida de estos niños se vuelca hacia estos temas y les cuesta
mucho realizar otras actividades. De hecho, suelen mostrar un apego “poco común” o
demasiado intenso hacia las tareas que en realidad les interesan y, en cambio,
desatienden fácilmente otros intereses que suelen ser comunes para el resto de los niños
como el juego o la interacción con sus coetáneos.
ESTEREOTIPIAS
Las estereotipias son movimientos no propositivos (sin sentido, sin propósito o sin
finalidad concreta) y repetitivos, que siguen un repertorio particular propio de cada
individuo y que se presentan bajo un patrón temporal variable, transitorias o persistentes,
ocurren en algunos niños con TEA y también con otros cuadros (Trastorno por
movimientos estereotipados, TDAH, niños sin problema específico alguno, etc.) (Zinner
SH et al, 2010).
Pueden originarse por diversidad de factores, entre los más relevantes podemos
mencionar los siguientes:
Sobreexigencia Exceso de estímulos Falta de estímulos Dolor
Se demanda al niño la Se relaciona con la El factor contrario al exceso El dolor puede conducir
realización de actividades sobreexigencia pero en de estímulos también también a la presentación de
que van más allá de sus este caso se refiere al puede relacionarse con la movimientos estereotipados,
capacidades o de su manejo de estímulos presentación de algunos violentos (golpes en
disponibilidad actual (la del sensoriales excesivos o movimientos la cabeza u otro tipo de
momento preciso). La que sobrepasan un estereotipados, es decir la conducta autolesiva). Estas
respuesta es buscar un determinado umbral de falta de estimulación autolesiones activa el sistema
equilibrio compensador que tolerancia: ruidos, necesaria y suficiente que de las betaendorfinas que
puede encontrarlo en la acúmulos de personas, conduce al aburrimiento. El producen sensaciones
realización de movimientos luces, etc. niño encuentra el estímulo placenteras en el sujeto y le
estereotipados. Nuevamente el niño deficitario en la realización devuelven, en cierta forma, su
encuentra el equilibrio de movimientos equilibrio interno. Puede
realizando movimientos estereotipados. buscar esta alternativa
estereotipados. (autolesiva) ante excesos de
estímulos y sobreexigencia.
1. Las estereotipias pueden ser persistentes (toda la vida) y solamente cambian de una
modalidad de presentación a otra. No podemos entonces plantearnos la salida
farmacológica como alternativa definitiva porque implicaría la medicación por períodos
prolongados de tiempo (algo no recomendado en niños en general).
2. Cada situación en la que se presenten movimientos estereotipados debe ser analizada a
fin de tratar de descubrir los factores precipitantes de las mismas y las alternativas de
intervención conductual que permitan substituir un patrón de conducta no apropiado por
otro más apropiado o funcional.
¿Debemos dejar que los niños con TEA hagan movimientos estereotipados si esto
les devuelve su equilibrio interno?
No. Lo que debemos hacer es analizar los factores que contribuyan al aparecimiento de
estos movimientos para descubrir el punto exacto de intervención que permita
disminuirlos, substituirlos por otra conducta apropiada o eliminarlos.
¿Qué ocurrió?
Intervenciones sugeridas
Disminuir la presión de la Apartarle del Enriquecer con Detectar la fuente del dolor (las
exigencia adaptándola a ambiente que resulta estímulos principales suelen ser oídos,
sus capacidades- sobreexitante apropiados el diente, reflujo, estreñimiento,
posibilidades o a su Proveer un estímulo ambiente. infecciones urinarias y dolores
disposición compensador Apartarle del articulares) y tratarlo de manera
(caricias, sonidos, ambiente poco específica.
movimiento, etc.) estimulante. Proveer otros estímulos.
Bibliografía:
1. Comin, Daniel. ¿Qué debo hacer para eliminar las estereotipias de mi hijo con autismo?
Autismo Diario, 2014 .autismodiario.org/2014/08/21/que-debo-hacer-para-eliminar-las-
estereotipias-de-mi-hijo-con-autismo/
2. Eirís-Puñal J. Trastornos motores en los trastornos del neurodesarrollo: tics y
estereotipias. Revista de Neurología 2014; 58(suplemento 1): S77-S82.
3. Muñoz-Yunta JA, Palau-Baduell M, et al. Revista de Neurología 2005; 41 (Suplemento 1):
S139-S147
4. Zinner SH, Mink JW. Tics and setereotyples. Pediatrics Reviews 2010; 31: 233-33.