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IMPUESTO SOBRE
RIFAS Y APUESTAS LICITAS
ALUMNO:
NOMBRE Y APELLIDO C.I.
CECILIO ARAUJO 10.677.845
CONCLUSION
BIBLIOGRAFIA
INTRODUCCION
EL Impuesto sobre Juegos y Apuestas Lícitas, es el tributo que debe pagar el
Agente de Percepción (Contribuyente) al Fisco Municipal por la explotación de
los juegos legalmente permitidos dentro de ésta jurisdicción, tales como:
Loterías y Rifas en toda su expresión, Video Loterías, Casinos, Mesas de
Juegos, Salas de Bingo y Máquinas Traganíqueles, Carreras de Caballos,
Apuestas instantáneas efectuadas sobre éstas (vende y paga), Sport Books
(Local cerrado para apuesta deportiva permitida por la Ley), Máquinas,
Aparatos o Artefactos de Juegos accionadas o medios telemáticos, Peleas de
Gallos, Partidas de Futbol, Béisbol, y cualquier otro tipo de juego de envite o
azar permitido en el Municipio.
El Impuesto sobre Juegos y Apuestas Lícitas, está establecido en el artículo
179 de la CRBV, y desarrollado como tal en la LOPPM: Subsecciones séptima y
octava, Sección tercera, Capítulo V.
Por apuestas lícitas se entiende el pacto o convenio, no prohibido por la ley,
entre dos personas (de las cuales una puede ser a veces un organismo oficial
tales como el Instituto Nacional de Hipódromos o los Institutos de Beneficencia
Pública), sobre una cosa o hecho aleatorio y en el cual se estipula o acuerda el
pago de un monto de dinero o de un bien determinado (apuesta o rifa) sobre los
resultados del hecho aleatorio (serie de números, caballos ganadores) a fin de
que cuando el apostador acierte, la persona responsable de la apuesta le
entregue la cantidad de dinero o el bien respectivo.
Debemos entender por impuesto sobre juegos y apuesta licitas el acto que
se considera causado al ser pactada una apuesta en la Jurisdicción del
respectivo Municipio con ocasión de la realización de juegos de envite o azar
legalmente autorizados, que mediante un hecho imponible de ejerce su
soberanía y coacciona al contribuyente a dar una suma de dinero en concepto
de contribución o impuesto. Este impuesto tiene por objeto aportar las
ganancias derivadas de los juegos y apuesta licitas.
El impuesto sobre juegos y apuesta licitas fue creado por el Estado y es
competencia de los Municipios mantener un equilibrio entre el gobierno local y
administración de sus interés y la gestión de las materia que le asignen, en lo
que se refiere a la vida local, en especial la ordenación y promoción del
desarrollo económico y social, la dotación y prestación de los servicios públicos
domiciliarios, la aplicación de la política referente a la materia inquilinaria con
criterios de equidad, justicia y contenido de interés social, la promoción de la
participación, y el mejoramiento, en general, de las condiciones de vida de la
comunidad, en las áreas que le competan al bienestar de la comunidad.
En Venezuela la potestad tributaria del impuesto sobre juegos y apuesta
licitas le corresponde a los Municipios así como la liquidación y términos de
pago dependerán de las disposiciones que al respecto establezca la Ordenanza
vigente dentro de la jurisdicción en la cual vaya a realizarse el hecho imponible.
1. CONCEPTO DE IMPUESTO SOBRE RIFAS Y APUESTAS LICITAS
Allan Brewer Carías definió el juego y lo diferencio de la apuesta;
expresando que el contrato de juego es aquél por el cual las partes se
prometen que una de ellas obtendrá una ganancia determinada que depende
de la mayor o menor destreza o agilidad de los jugadores, de sus
combinaciones o en mayor o menor escala, del azar. Mientras que, la apuesta,
es una convención en virtud de la cual dos partes, una que afirma y otra que
niega un hecho determinado, se prometen recíprocamente cierta ganancia que
obtendrá aquella de las dos que resulte que tenía razón, una vez comprobado
el hecho de que se trate. De modo que ambos son contratos aleatorios, según
el Código Civil Venezolano, cuando para ambos contratantes o para uno de
ellos, la ventaja depende de un hecho casual.
Para la doctrina PLANIOL y RIPERT, citado por RUBÉN GUEVARA, señalan
al respecto:
[…] la diferencia entre el contrato de juego y la apuesta es que la condición
que ha de cumplirse para ganar es un hecho que han de realizar las partes,
mientras que la ganancia en la apuesta depende de la simple comprobación de
un ahecho ya producido o todavía futuro […].
Según Moya (2006), es el impuesto que se establece con motivo de
sistemas de juegos, diversiones, así como las rifas que se efectúan como
ocasión de los mismos o como resultado de sorteos de cualquier naturaleza.
Es un impuesto local, indirecto, proporcional, establecido en ley local
(ordenanza), es instantáneo, y es un impuesto real. De tal manera que el emisor
del boleto, representante, distribuidor o agente, funge como una Agente de
Percepción del Impuesto, estando obligado a presentar una declaración jurada
mensual, con el monto total de las apuestas realizadas en el mes
inmediatamente anterior, y enterando al momento de presentar la declaración,
el monto del impuesto recaudado con ocasión de la realización de las apuestas
ilícitas y demás juegos de envite y azar.
2. RESEÑA HISTORICA DEL IMPUESTO SOBRE RIFAS Y APUESTAS
LICITAS
Este impuesto tiene su origen en el año 1978 con la promulgación de la Ley
Orgánica de Régimen Municipal, que faculta a los Municipios para gravar los
juegos y apuestas lícitas que se realicen en su territorio, sin embargo, no todas
las apuestas y juegos han sido tolerados por la ley.
El avance del tiempo ha venido atenuando ese carácter moralista de los
juegos y apuestas, especialmente en materia de bingos, loterías y carreras de
caballos, dado que de hecho tienen lugar a lo largo y ancho del territorio
nacional, con la característica que las últimas son manejadas directamente por
el Estado a través de entes sin forma empresarial; tal es el caso de los institutos
de beneficencia pública para las loterías y el instituto autónomo que regula la
actividad hípica.
Así es como desde el ámbito fiscal los juegos y apuestas licitas han recibido
un tratamiento gubernamental que permite su ejercicio, siempre y cuando se
acojan a los parámetros legales y sublegales vigentes.
Resulta más que obvio señalar la prohibición absoluta de permanencia y
participación de niños y adolescentes en todo lo relacionado con la explotación
de las actividades lúdicas a las que nos referimos, por cuanto podría resultar
atentatorio a los derechos de aquellos, ya que son personas en formación,
según lo establecido en la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes. E igualmente no se permite la instalación de centros de apuestas
y juegos en las cercanías de centros educativos o iglesias.
Lo cierto es que las apuestas licitas hoy en día son actividades reguladas en
el ordenamiento jurídico, que consisten en sorteos de cualquier clase de objeto
por medio de cupones, vales, boletos, cédulas, máquinas de juegos, billetes,
formularios o cualquier otro sistema similar a estos, que sean ofrecidos en venta
al público.
3. CARACTERISTICA DEL IMPUESTO SOBRE RIFAS Y APUESTAS
LICITAS
1. Un impuesto real, porque no toma en cuenta la capacidad contributiva
global o general del sujeto obligado, sino que considera de manera
exclusiva el monto de lo apostado, con prescindencia de cualquier
situación personal del contribuyente.
2. Es un impuesto instantáneo que se paga en el mismo momento en que
se produce el hecho imponible generador de la obligación tributaria.
3. Es proporcional, ya que es mediante la aplicación de la alícuota
correspondiente, que es constante, como se determina el quantum del
tributo en proporción con el monto del juego o apuesta lícita.
4. Es un impuesto indirecto, ya que no toma en cuenta la riqueza del sujeto
pasivo en sí mismo, sino que por el contrario, toma en cuenta el uso que
dicho sujeto hace de tal riqueza, como lo es la adquisición de un
formulario o billete de juego o apuesta lícita, lo que hace presumir la
capacidad contributiva del apostador.
5. Un impuesto local, por aquello de ser aplicable en la jurisdicción del
respectivo municipio establecido por la ordenanza que lo regula.
8. Base Imponible.
La ley establece como base de cálculo o de medición del impuesto, en el
artículo 200, el valor de la apuesta, lo que entendemos por el precio o valor del
formulario, boleto o billete de juegos lícitos. A tal efecto, estos instrumentos
mediante los cuales se pacten las apuestas grabadas por la Ordenanza,
deberán ser sellados previamente a su venta, por la Dirección de Hacienda
Municipal o por la dependencia que esta Dirección determine.
La Ley dispone, además, que las ganancias derivadas de las apuestas sólo
quedarán sujetas al pago de impuestos nacionales, de conformidad con la ley
(artículo 203 de la LOPPM, parte final).
9. Alícuota.
Corresponde al Municipio establecer las alícuotas que se aplicarán a la base
imponible para la determinación del gravamen, tomando en cuenta que esta
alícuota no puede ser mayor del cinco por ciento (5%), sobre el monto de lo
apostado, cuando se trate de juegos establecidos nacionalmente por algún
instituto Oficial.
Registro de contribuyentes: Los agentes de percepción no requieren de
una inscripción previa para realizar la venta de billetes, boletos, formularios y
cualquier otro instrumento mediante los cuales se efectúe rifas y pacten
apuestas gravadas; sin embargo, la Ordenanza deberá exigir que las personas
que en forma permanente actúen como promotores de rifas o exploten juegos
cuyas apuestas son gravadas, deberán acreditar ante el Alcalde las condiciones
de solvencia moral y económica que garanticen al Erario Municipal el cobro
efectivo del impuesto establecido. Los que actúen en forma eventual deberán
solicitar el permiso respectivo del Alcalde, el cual se lo otorgará si a juicio de
éste el solicitante cumple con los requisitos antes citados y son lícitos los
juegos, diversiones o espectáculos públicos que constituyen el motivo de la
apuesta o rifa.
.
10. SUJETOS DEL TRIBUTO
11. Sujeto Activo.
El sujeto activo de la obligación tributaria del mencionado impuesto es el
Municipio, como ente público acreedor del tributo.
16. PRESCRIPCIÓN.
Como en todo tributo se debe someter a los lineamientos del COT sobre
prescripciones. Los créditos a favor del Municipio, las obligaciones tributarias y
sus accesorios, prescribirán en los lapsos que determinen las leyes respectivas
que pueden ir de cuatro años a partir del día en que el impuesto se cause.