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En qué nivel estoy

Daniel Dardano

En esta semana yo estaba pidiendo, orando y diciéndole al Señor algunas cosas en cuanto a lo que
yo tenía que compartir en este día, y el Señor fijó mi vista y mi espíritu en un capítulo de 1º
Corintios y no me dejó salir de ahí. Es decir, yo quise irme a otra cosa, como que sentía que había
otra cosa, pero no fue así.
El título del mensaje es "en qué nivel estoy", porque nosotros tenemos que definir, como
individuos, para ingresar al Cuerpo y para ser parte del Cuerpo, en qué nivel estoy.
Yo no puedo acceder al Cuerpo de Cristo en cualquier nivel, por eso quiero mostrarles por 1º
Corintios, capítulo 2, tres niveles de personas, de hombres, y de paso mientras estamos viendo esto,
cada uno va a definir donde está, porque si vamos a acceder a una Iglesia apostólica y profética, hay
cosas que tienen que pasar dentro nuestro.

El nutrimento que viene de los cinco ministerios tiene un objetivo y es llegar a la plena madurez
La Iglesia tiene que terminar con el cambio de pañales y mamaderas, hemos tenido mucho “pastor
ore por mi” y no está mal, pero un día esa persona tiene que orar por otra y no el pastor, porque el
pastor está para capacitar a los santos, para que los santos hagan la obra del ministerio.
Entonces, como introducción al tema “en qué nivel estoy” quiero mostrarles el trabajo apostólico
de Pablo y cuál era su objetivo.
Vemos que él en sus epístolas habla en plural, porque los equipos apostólicos se mueven como
equipos.
Pablo nunca trabajaba solo, lo hacía con Bernabé, Silas o enviaba a Tito, o con Timoteo, porque
este es el tiempo de las redes, este es el tiempo de la gente que sabe trabajar en equipo.
Dios está reclamando equipos, por lo tanto Pablo, como parte de un equipo apostólico, dice en
Colosenses 1:

...a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria


de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria,
a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre
en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre;
para lo cual también trabajo, luchando según la potencia de él,
la cual actúa poderosamente en mí.
Colosenses 1:27-29

Ésta es una síntesis del trabajo apostólico. Pablo está diciendo, “señores a esto nosotros dedicamos
nuestra vida”.
Hay tres cosas aquí que menciona Pablo como parte de su trabajo:

Vs. 28 ...amonestando a todo hombre,


y enseñando a todo hombre en toda sabiduría,
a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre.

1. Amonestar:
Es como figura, como abrir la cabeza de una persona y meterle enseñanza; a nosotros nos parece
que es dar latigazos o retar, pero no, es abrir la mente y meterle aquello que Dios tiene.

2. Enseñar:
Eso es tomar de la doctrina apostólica, de la doctrina de Jesucristo que Pablo recibió en su totalidad
y trasladarla.
3. En toda sabiduría:
La Iglesia apostólica tiene que ser una Iglesia sabia. Sabiduría tiene que ver con conocimiento, pero
un sabio es el que aplica criterio en cada caso en particular.
En una Iglesia apostólica y profética, si el mundo va a escuchar nuestra voz y nosotros vamos a
gobernar espiritualmente sobre el mundo, tenemos que ser sabios. Un sabio está en medio de cinco
personas y las cinco pueden decir cualquier cosa, pero el sabio habla y destila autoridad y lo
escuchan. Eso tiene que pasar, no aquí adentro, sino en la empresa, en la escuela, en la oficina, la
Iglesia apostólica tiene que ser una Iglesia sabia.

Nosotros, los latinos, somos muy instintivos y hablamos antes de pensar; tiene que empezar a
funcionar la nueva naturaleza para que nosotros hablemos según Cristo y no según el
temperamento, no según si soy italiano... Mi mamá me contaba que cuando se moría alguien de la
familia, en una familia italiana, los italianos se ponían al lado del cajón y se agarraban de los pelos
y empezaban a gritar y se arrancaban los pelos.
Me pregunto ¿Es normal eso? No tiene que haber un dominio, pero así soy... ¡No! Así soy, ¡no!
Mire hermano, cuando tenemos la naturaleza divina eliminamos el “así soy yo”, porque dice Pablo
“Cristo está formado en nosotros”, lo que sale de mí no es lo que “heredé de mi papá”, es Cristo
formado en mí.
La Iglesia apostólica elimina el “así soy yo”.
Ahora bien, resumiendo Pablo dice: yo amonesto en toda sabiduría, quiere decir que acá nos vamos
a un nivel alto para presentar perfecto a todo hombre en Cristo Jesús y eso significa, maduro,
completo en todas sus partes.

Una Iglesia apostólica debe dejarse modelar por los cinco ministerios.
Una Iglesia apostólica, es cuidadosa en lo que oye, no va a todos los congresos.
¡Jóvenes oigan! Es que aquella Iglesia me gusta porque tiene... ¿Sabes por qué no? Porque
tienes que ser modelo y si en la Iglesia no existe “hay que crearlo”.

La multitud no hace la verdad; una Iglesia apostólica tiene la verdad porque obedeció, está obligada
a ser modelo, no a plegarse a modelos incompletos.
—Pero tengo 17 años—. No importa, sé maduro; o ¿qué edad creen que tenían Timoteo y Tito
cuando Tito fue a Creta y Pablo le dijo que corrigiera lo deficiente? Yo no creo que andaba entre los
veinticinco o veintiséis años...

Entonces el trabajo apostólico es presentar perfecto a todo hombre en Cristo Jesús, tienen que
empezar los modelos apostólicos y proféticos, tenemos que mostrárselo a las demás
congregaciones y el mundo debe caer bajo la influencia de una Iglesia que implanta el reino
de Dios, porque obedeció a Dios, y eso es parte del trabajo apostólico.

* Tres clases de personas:

Habiendo dicho esto vamos a ver, tomando en cuenta lo que Pablo dice de su labor apostólica, tres
clases de personas:

Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios,
no fui con excelencia de palabras o de sabiduría. Pues me propuse no saber entre vosotros
cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado. Y estuve entre vosotros con debilidad,
y mucho temor y temblor; y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras
persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder,
para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.
Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez;
y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen.
Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta,
la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria,
la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido,
nunca habrían crucificado al Señor de gloria. Antes bien, como está escrito:
Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre,
Son las que Dios ha preparado para los que le aman.
Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu
todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque ¿quién de los hombres
sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él?
Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.
Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu
que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido,
lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana,
sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual
Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios,
porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han
de discernir espiritualmente. En cambio el espiritual juzga todas las cosas;
pero él no es juzgado de nadie. Porque ¿quién conoció la mente del Señor?
¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.
1 Corintios 2:1-16

De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales,


sino como a carnales, como a niños en Cristo. Os di a beber leche, y no vianda;
porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía, porque aún sois carnales;
pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones,
¿no sois carnales, y andáis como hombres?
Porque diciendo el uno: vosotros celos, contiendas y disensiones,
¿no sois carnales, y andáis como hombres? ¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos?
Servidores por medio de los cuales habéis creído;
y eso según lo que a cada uno concedió el Señor.
1 Corintios 3:1-5

Aquí encontramos tres hombres, y es notable pues Pablo le habla a “una Iglesia”, pero luego aísla
a “tres hombres”. El mensaje apostólico, siempre es a una Iglesia, salvo Timoteo, Tito y Filemón;
siempre Pablo habla a la Iglesia, porque él ve al individuo metido en la Iglesia.
Ahora, Pablo detecta tres hombres:

1. El hombre natural

Este primer hombre se describe en: Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del
Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir
espiritualmente.
Es el hombre o la mujer que no tiene la vida de Cristo, que nació pecador, y que toda su inclinación
es al pecado; las pasiones lo dominan y no conoció lo que es la naturaleza divina dentro de él. Así
nacemos todo, como personas naturales; David dijo, “en pecado yo fui concebido, así me engendró
mi madre”, no porque el acto sexual sea pecado, sino porque ya traemos la semillita adentro de la
maldad y del pecado.
Éste es el hombre natural.
Algunas de sus características:

* No percibe las cosas que son del Espíritu. Como no percibe las cosas espirituales no las puede
aceptar, para él el asunto es: yo veo, yo toco, yo gusto, yo me doy todos los gustos.
¿Qué es lo que está pasando en la televisión hoy en día, qué te muestran? Gratificación en tres
minutos, si te gusta hazlo. ¡Eso es filosofía Nueva Era! Porque el asunto es darle el gusto al cuerpo,
hoy en día hay un culto al cuerpo, y son las cinco de la mañana, y todos haciendo gimnasia...
Bulimia, anorexia, esto parte del culto al cuerpo.
Lo triste sería que personas que ya se desprendieron del hombre natural, sigan viviendo con
esto, quiere decir que hay una dicotomía, una división, entre lo que realmente tienen y lo que
están practicando.

* El hombre natural es sensual, necesita sentir.

* Le da lo mismo ser justo que injusto.

* Mentir que decir la verdad.

* Si necesita pasarle a alguien por encima, no hay problema, “primero yo, segundo yo y tercero yo”.

Pablo dice: con un hombre natural no hables de cosas del Espíritu porque te dice que estás loco, —
yo con que tenga dinero, con que coma bien— (cuando una persona cena, le está metiendo una
carga al aparato digestivo de veinte Kg. que es totalmente injusto. Dicho por un médico. Esto ocurre
por falta de equilibrio y de dominio propio).
Como el hombre natural tiene que ver con lo anímico, para él, todo lo almático es lo que prevalece,
todo lo que le dicta su alma, es lo que hace, por eso se enamora instintivamente y se casa, pero
luego se arrepiente. Se enamoran por internet... Hombre natural, almático.
¿Dónde está la voluntad de Dios, dónde el razonamiento de un hombre o de una mujer que dice, con
qué propósito me voy a casar, para qué me voy a casar?
Pero el hombre natural vive por el alma, por lo que siente, por lo que le dicta su alma... Y la Biblia
dice “Engañoso es el corazón más que todas las cosas”.
Como este hombre no nació de nuevo, espero que usted no esté en esta condición y si alguno lo está
le invito a rendirse a Cristo, porque en su estado natural usted está dominado y cautivo por Satanás,
por su situación, por sus ideas y el pecado lo domina. Si usted está así, ríndase a Cristo y es liberado
y viene a ser gobernado por el Espíritu Santo, esto lo puede hacer por fe si se arrepiente.
Se lo dejo, para que lo analice.

2. El hombre carnal

De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales,


sino como a carnales, como a niños en Cristo. Os di a beber leche, y no vianda;
porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía, porque aún sois carnales;
pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones,
¿no sois carnales, y andáis como hombres?
Porque diciendo el uno: vosotros celos, contiendas y disensiones,
¿no sois carnales, y andáis como hombres?
¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos?
Servidores por medio de los cuales habéis creído;
y eso según lo que a cada uno concedió el Señor.
1 Corintios 3:1-5
Tenemos aquí el segundo hombre y éste es el carnal, el cual a diferencia del primero, que no tiene la
vida de Cristo, éste si tiene la vida de Cristo, éste dio el paso para recibir a Cristo, éste supo lo que
es nacer de nuevo, tuvo una experiencia de salvación... pero hay un hilo muy delgado entre el
natural y el carnal porque casi las mismas actitudes del natural, tiene el carnal.
¿Qué quiero decir con esto? No le funciona la vida de Cristo.
Ahora, no es que no funcione la vida de Cristo porque la vida de Cristo no tiene poder, es porque el
carnal decidió ser más carnal que espiritual. El carnal dijo: —yo ya tengo el boleto al cielo, oro, leo
la Biblia y me discípulo; ya estoy bien, tengo problemas como todo el mundo, pero la voy llevando;
un mes no me alcanza, el otro sí; un hijo se droga, pero bueno, Dios lo sabe—.

El vocabulario del carnal es un fracaso total, siempre quejoso, siempre lamentándose. La situación
del país lo gobierna por encima de cualquier cosa; un carnal le echa la culpa al jefe, al presidente, al
esposo, a la esposa, siempre alguien tiene la culpa de cómo él está y recuerda que hace treinta y
cinco años, le hicieron tal cosa... No le funciona la vida de Cristo.
¿Cómo puede ese carnal insertarse en una Iglesia apostólica, en una Iglesia que tiene una dimensión
de reino? No se entiende, es imposible.
Ahora, en la Iglesia que ya está dando pasos para atrás, en la Iglesia pastoral, el carnal era admitido
porque el pastor lo llamaba por teléfono a cada rato y vivía de las inyecciones espirituales que el
pastor le daba.
Pero en una Iglesia apostólica, el carnal está obligado a cambiar porque los cinco ministerios le
hacen ver la vida de Cristo que le tiene que funcionar, porque sino es un despropósito, no sabe en
qué creyó.
Es una contradicción un carnal en una Iglesia apostólica, que tiene una dimensión que va mucho más
allá de un hombre que habla con un lenguaje limitado: “no me alcanza, mi matrimonio va cada vez
peor, mi trabajo mal no me pagan”, todas las circunstancia lo frenan, no puede avanzar, así es el carnal.
Pero después de estos ejemplos miremos lo que dice la Biblia en el verso 1:

De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales,


sino como a carnales, como a niños en Cristo.

Una característica que se destaca es: Niñez

¿Cómo es un niño? Caprichoso, inmaduro, quiere lo que quiere y en el momento que lo quiere, se
tira al piso y patalea. Por ejemplo: unos papas decían que su hijo no quería venir a la Iglesia, se
pasaron una hora hablándole y nada, entonces optamos por dejarlo para que se le pase. Papá, mamá,
si no aprende disciplina con ustedes, el nene que tiene cuatro años va a entender si ustedes dejan
que le pase... —Bueno pero así es el niño—.
Él vive por necesidades, leche... siempre está dame, dame, dame; el niño es egocéntrico y egoísta,
no me toques el juguete, es mío, es mío...
Ése es el cristiano individual que no encaja en una Iglesia apostólica, porque en una Iglesia
apostólica es tuyo, no mío.
En una Iglesia apostólica Pablo pertenece a mí y yo pertenezco a Pablo y cuando vengo acá, busco
cualquier manera de bendecir a Pablo...

En una Iglesia pastoral, voy al culto a ver qué tiene Dios hoy para mí, como estoy tan necesitado...
No es que no haya momentos difíciles, pero ¿ustedes se imaginan a un muchacho de veinticinco
años tirándose al suelo y pataleando?, sería una locura, diciendo mío, mío, mío...
Y hay cristianos de quince o veinte años que actúan así.
Entonces una de las características del carnal es la niñez, por eso dice Pablo “no les pude hablar
como a espirituales”.
¿Qué significa eso? Él les tuvo que hablar como a carnales, —ven bebé, te voy a dar un caramelo
para que vengas—.
Así pasa, el pastor habló duro... No, a mí me parece que voy a cambiar de Iglesia porque en esta no
hay amor, no puede ser que peguen a uno tanto, me voy a ir a otra Iglesia donde te tocan y te caes al
piso...
Y no es que esté mal, pero te caíste al piso quince veces y ¿qué cambió?
Yo puedo orar y la gente se me va al piso, pero eso no me garantiza un hombre espiritual, porque el
Espíritu Santo te da vuelta, para arriba, para abajo, te hace reír, llorar, te hace lo que quiere porque
Él es el Señor, pero yo lo que quiero es la esencia de Cristo en mí y que me funcione, me caiga o
no, eso no es el problema, pero aquél vive por emociones, necesita ir a un lugar donde lo hagan
sentir.
Si a mí me garantizan que una persona cayó y a partir de ahí el Espíritu Santo le reveló todos los
cambios que tiene que hacer y a la semana viene y dice: Pastor hice una lista de todas las cosas que
no funcionan y me arrepentí y cambié, aleluya, puedes caerte siempre, todos los días.

Pablo dice: yo tengo un vocabulario para los espirituales, eso es para una Iglesia apostólica, pero
ustedes corintios, tienen todos los dones, pero son carnales.
Tengo un libro que todavía no salió, donde digo: “Hay mucha gente que habla en lenguas, pero
miente cuando habla en castellano”. Se llama “Los principios desde el principio”.
Puede hablar en lenguas pero si en la calle miente en español, no me sirve para nada hablar en
lenguas. Ahora, no elimines hablar en lenguas porque mentís, ¡No!, elimina la mentira y sigue
hablando en lenguas.

Otra característica:
“Os di a beber leche, y no vianda;
porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía”

Se atragantan, no resisten la vianda, termina el mensaje y dicen “que dijo ese loco, no entendí
nada” porque está acostumbrado a un vocabulario de bebé, le hablan un poquito más alto, con otro
nivel para crezca y dice que se está empachando, se está atragantando, porque no le hablan de la
sangre, de la cruz.
Pero tenemos que salir de la Cruz y empezar a caminar, Cristo tiene que ser formado en mí.

Otra característica son los celos, contiendas y disensiones... Cualquier parecido con la realidad, es
pura coincidencia. Una persona celosa es “puro carnal”, lo dice en la Biblia, no lo inventé.
Celos de lo que el otro tiene es como una envidia, como no tiene identidad en Dios, anda tratando
de ser la otra persona, “¿Por qué el otro tiene ese jean y yo no? ¿Y por qué está ahí cantando y yo
no? A mí me mandan a lavar el piso. El celoso no duerme, porque está viendo qué artimaña usa
para tener lo que el otro tiene, o para descalificarlo.

Ahora, hay dos palabras interesantes que dice el pasaje, la contienda: es un razonamiento interno
que produce riña, debate y pleito. O sea, la persona empieza a argumentar internamente, luego lo
expresa, en debate, en riña, o en pleito.
¿No conocen personas que siempre les gusta pelear? Dices blanco y te dicen negro... Tienen el
problema que son conflictivos y dicen que “a mí nadie me entiende”, está el que busca, busca...
Pero luego habla de los que tienen disensiones: estos quieren producir grietas, rotura y divisiones.

En una Iglesia apostólica, cuando existe “un mismo espíritu”, esa persona rebota, porque la
unción del mismo espíritu lo hace rebotar. Cuando uno produce un estándar en la Iglesia, de
“un mismo espíritu”, todo lo que viene de otro espíritu rebota.

Cuando en la Iglesia primitiva se produce aquello de que todos vendían sus bienes, las posiciones y
lo ponían a los pies de los apóstoles, en Hechos 5, Ananías y Safira se pasaron de vivos y dijeron
entre ellos —la gente da todo y lo pone a los pies de los apóstoles para que ellos lo administren,
tenemos un terrenito, vamos a venderlo en “tanto dinero”, pero como nadie sabe nos vamos a
quedar con mil, total nadie lo sabe—, y fueron a Pedro, y le dijeron que querían dar todo. Pedro les
dijo: ¿por qué le miente al Espíritu Santo?
¿Quién le dijo a Pedro que estaban mintiendo?
En una Iglesia apostólica cuando hay “un mismo espíritu”, el Espíritu dice todas las cosas y aún lo
profundo del corazón. Pedro no dijo ni “J” y cayeron muertos, porque mintieron al Espíritu Santo.

Es muy peligroso cuando se establecen los estándares en una Iglesia apostólica, atentar contra esa
unidad espiritual. Eso pasaba en la Iglesia pastoral, pero en la Iglesia apostólica ya no pasa, por eso
para ser miembro en una Iglesia apostólica, no podemos ser ni naturales ni carnales; no se puede, es
una contradicción, necesitamos tener la coherencia de estar integrados en todos los elementos que
tiene una Iglesia apostólica en cuanto a carácter, en cuanto a lo que somos en Cristo.

Pero luego, dice: “Diciendo el uno, yo soy de Pablo, yo soy de Apolos, no soy carnales...”
El carnal tiene un espíritu de división. Cuando un carnal está en una Iglesia, actúa muy sutilmente y
si quiere dividir, empieza a hablar con un hermano, sabe que con ese puede entrar, este va a poner el
oído, porque con un espiritual no va a ir, porque este tiene compromiso con Dios, con los pastores y
con el cuerpo, porque es un “apostólico”, está enviado con poder y autoridad y sabe el peligro de
eso; pero lo agarra al hermanito que le pone el oído, y le dice ¿No te preguntaste alguna vez, qué
hacen con la plata en esta Iglesia, viste al hermano fulano que se estreno ropa? Y el otro que no
había visto nada, se pone a ver, pero se ponen de acuerdo para orar, orar a quién, pero el segundo se
pone de acuerdo con un tercero y el otro con un cuarto y arman un equipo de intercesión, pero luego
van al pastor y dicen “Nosotros pensamos así”...
Y empezó con uno, que le llenó la cabeza al resto y de repente, se salen quince de una Iglesia para
poner una misión.
Espíritu divisionista, el tipo quería figurar.
Pablo, dice ¡No!... Ni Apolos, ni Pedro, ni yo somos partícipes del espíritu de división que ustedes
quieren meter, nosotros como entidad apostólica, cada uno hacemos nuestro trabajo.

Ésa es mentalidad apostólica, yo planté, Apolos regó, pero Dios da el crecimiento.


En una Iglesia apostólica que trabaja en redes, todos colaboran los unos con los otros para implantar
el reino, el celoso desaparece, la competencia desaparece, ahora se toman de la mano y dicen,
nosotros somos competentes para Dios, tu don y el mío se complementan y dicen vamos a ser
competentes para Dios, porque maduró.
Pero las características de un carnal en una Iglesia son terribles, por eso estoy dando este
mensaje, para cancelar hoy este espíritu de carnalidad.

Hoy vamos a tener que cancelar, destruir y derribar, la carnalidad de nuestra vida, ya no más “es
que yo le estoy pidiendo a Dios, no sé que más hacer, me sale de adentro”...
Ésa es una extraordinaria excusa para no cumplir con mi responsabilidad.
Si yo tengo el Espíritu Santo de poder y la vida de Cristo en mí, tengo que detestar ser carnal.

“Lo que tu toleras en tu vida, nunca lo cambias”.

—Es que ya me acostumbré con esta manera de ser—, por eso no estás cambiando.
El Señor sabe, si él sabe que lo podemos cambiar, pero no queremos hacerlo.
En una Iglesia apostólica, somos sensibles a arrepentirnos y darnos cuenta de como está nuestra
situación, no podemos seguir con la carnalidad, porque mientras nosotros tenemos luchas internas
de ese tipo de cosas y el pastor se vuelve loco porque no sabe qué hacer con cuatro cabezones que
están locos, afuera, cada tres minutos hay cuatro chicas abortando. ¿Y qué estamos haciendo?
—El pastor no me llamó—... Y las chicas están abortando afuera.
No estamos para esto, afuera se están perdiendo, se drogan, están en relaciones de homosexualismo
y lesbianismo, ¿Y? Seguimos pidiéndole oración al pastor...
¡No!, la Iglesia apostólica es una Iglesia con gente enviada allá, afuera.
Por eso el carnal no tiene nada que hacer en una Iglesia de estas características.

3. El Hombre Espiritual

En cambio el espiritual juzga todas las cosas;


pero él no es juzgado de nadie.
1 Corintios 2:15

El hombre espiritual, es el que tiene la vida de Cristo y se manifiesta en su expresión, en lo que


emite, la vida de Cristo sale, el Espíritu Santo está gobernando al espiritual, y dice que éste juzga
todas las cosas.
Esta persona entró en un nivel donde puede “juzgar”, y aquí la palabra juzgar, en el griego es:
discernir.
El espiritual discierne, o sea, hace un análisis espiritual y determina un juicio de valor de lo que está
viendo en el Espíritu.
¿Nos damos cuenta el nivel al que Pablo nos quiere llevar?
El espiritual discierne todas las cosas, porque asumió que la vida de Cristo le funciona, él está en
consonancia con el Espíritu Santo, su espíritu está permanentemente conectado con él.
Pero dice además “...pero él no es juzgado de nadie”.
Esto tiene como dos andariveles: El espiritual cuando se para y juzga: determina y su juicio es
justo. Nadie lo puede apelar porque es espiritual; el natural puede decir cualquier barbaridad y el
carnal más barbaridades que el otro, pero no pueden con él, porque Dios está con él, porque el
Espíritu Santo lo avala, su juicio es recto.

Pero dice, él no es juzgado de nadie; por más que atenten contra él no pueden; pero hay algo más, si
la palabra juzgar es discernir, entonces leeríamos así: El no es discernido por nadie.
No lo pueden contener, lo quieren meter dentro de un perímetro, no pueden (estamos hablando
lenguaje apostólico).
Al espiritual, nadie le puede ir en contra, por más que le hagan la contra, porque el Espíritu lo avala,
porque discierne todas las cosas; pero la gente no lo puede discernir, por eso le dicen “loco”. Porque
al espiritual si lo vas a juzgar desde la naturalidad de una persona, es una cosa descabellada y si lo
juzga un carnal, dice yo no lo entiendo, ¿O no pasa eso en la Iglesia que está desapareciendo?
Alguien habla algo del Espíritu y se preguntan ¿Qué está diciendo?
Pablo apunta a eso, el carnal, se justifica: —yo soy débil y el Señor me conoce—; el espiritual le
dice: —yo sé dónde estoy parado, porque soy maduro—.
No depende de la cantidad de tiempo de convertido que tengas, si estás escuchando este mensaje,
como no tienes mañas o trayectoria, estás puro o pura para recibir este mensaje y si recibes esta
palabra, Dios hoy va a activar tu discernimiento espiritual, es tan simple como profundo, pero es
poderoso. Te transforma en un sabio, porque Pablo dijo: Yo no llegué a ustedes con sabiduría de los
gobernantes o de los líderes de este mundo o de este siglo, yo vine a ustedes con palabras
espirituales”. ¿Por qué?:

...lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana,
sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual.
1 Corintios 2:13

Quiere decir, que no se puede mezclar lo espiritual con lo carnal o con lo natural, porque esto encaja
perfectamente cuando estamos hablando dos, el mismo lenguaje espiritual, se acomoda lo espiritual
con lo espiritual.
A veces uno habla palabras espiritualmente y la otra persona entendió cualquier cosa, claro que su
mente limitada, porque su espíritu jamás percibió el trasfondo de la Palabra, lo único que hizo fue
poner a su mente como el árbitro, o como el juez, entonces le dijiste algo espiritual de un nivel y el
otro te lo agarró en el alma, desde su mente estructurada vaya a saber a qué forma, y dice que está
loco, que no entiende nada de lo que dice, o lo juzga mal.

Cuando los cinco ministerios están trabajando, todos vamos a llegar a la unidad de la fe,
entonces todos vamos a llegar a ser espirituales, para que lo espiritual se acomode con lo
espiritual.

Hay algunas cosas mucho más interesantes cuando Pablo está hablando de que las palabras
espirituales se acomodan, está diciendo:

Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo,


sino el Espíritu que proviene de Dios,
para que sepamos lo que Dios nos ha concedido.

El natural y el carnal, trabajan con necesidades; el espiritual sabe lo que Dios le concedió.
Los dos primeros siempre están con las manos hacia arriba. ¿Y, hace quince años que te lo pedí, qué
más me falta hacer?
El espiritual dice, como todo me lo has concedido, te pido perdón por no haberlo descubierto antes.

Voy a compartir algo a cerca de un hombre Miles Munroe, que fue para mi esposa Estela y para mí,
y sigue siendo, un mentor, un hombre de Dios tremendo, Presidente de la Asociación de Líderes del
Tercer Mundo con sede en las Bahamas, él escribió muchos libros, pero en el último hablando de la
Visión y contando algunas cosas dice así:
“Soy amigo de Jessie Duplantis, es un predicador de la cadena TVN de los Estados Unidos, y tuvo
una experiencia única, fue arrebatado al cielo y lo cuenta en un libro, que fue arrebatado al cielo y
anduvo caminando con Jesús en el cielo y Jesús le mostró muchísimas cosas, como cuando Pablo
fue arrebatado al tercer cielo, algo así. Y dice que estaba recorriendo el cielo y de repente ve, que
había como galpones grandísimos uno al lado del otro, y los galpones tenían nombres, se para y
dice Jesús: ¿Qué son estos galpones, qué son estas bodegas? Bueno, le responde, ahí hay cosas
almacenadas, pero veía como que Jesús le retaceaba la información, entonces, dijo ¿Hay un galpón
con mi nombre? Si, ¿Quieres verlo? Claro le dijo, quiero ver lo que hay adentro, si está mi nombre,
quiero ver que hay. Dice que abren y entran y estaba todo ese galpón abarrotado de cosas, no
especifica qué cosas, pero dice que estaba abarrotado: pero había un espacio que no había nada,
estaba vacío y se preguntó ¿qué raro? Y le dice, ¿Jesús, cómo es que todo esto está tan lleno, está
mi nombre, pero hay un espacio vacío ahí, por qué? Le dijo, Jesús, porque eso fue lo único que te
atreviste a pedir y por lo tanto fue lo único que te mandé”.
Es textual, no es un cuento.

Pablo dice: “para que sepamos lo que Dios nos ha concedido”, tiempo pasado.
El problema de la Iglesia ha sido que, pidió pan para comer, pidió dinero para pagar la luz y
nada más, pero nunca pidió reino.
El orden de los factores, en la oración, altera el producto. Porque si pides reino, las cosas son
añadidas.

Eso fue lo que pediste, eso fue lo que te di. Cuando un hombre o una mujer espiritual ora, no ora
desde el lamento. Si haces esto, Dios dice, ya empezaste mal, porque la victoria de Cristo no
funciona en ti, siempre estas llorando, así no.
Porque es legal la victoria de Cristo, no es “si la siento o no”, es legal y lo legal es legal.
Tú no vas a alquilar una casa diciendo que la quieres y llevas tus cosas, antes te hacen un contrato,
porque es legal; uno se compromete a dar la casa y usted a pagar, y no puede decirle “Yo no siento
que tengo que pagar el alquiler”. Si estás trabajando en una empresa y llega fin de mes y el Jefe te
dice “hoy la empresa no sintió que te va a pagar el sueldo”...
Así hacemos los cristianos cuando oramos, “Señor, si es tu voluntad, darme un pedacito de pan, me
conformo con eso, me conformo”.
Eso era lo que faltaba en el galpón, Pablo dice: para que ustedes sepan los que nos ha sido
concedido, tiempo pasado; solamente el espiritual percibe lo que ya tiene.

Por eso decreto y declaro en este momento, que la Iglesia apostólica va a tener una visión de
todo lo que Dios tiene para esa Iglesia.

¿Saben por qué la Iglesia no ha recibido todo lo que Dios tiene para ella?
Porque la Iglesia, todavía no ha llegado al nivel de obedecer a Dios con el gobierno teocrático:
Apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros. Cuando eso suceda y los santos sean
equipados, entonces Dios abrirá las ventanas de los cielos y derramará todo.
Porque si hoy Dios le da a la Iglesia tres mil millones de dólares, la Iglesia no sabe qué hacer,
empieza con que “tengo una deudita y la voy a pagar” ¿Sí o No?
Porque la mente está limitada, “me compro un par de zapatos, porque hace quince años que tengo
los mismos” y Dios dice “A esta gente le voy a dar dinero, ¡No!”... Y uno se enoja con Dios.
Piensa, mira lo que le pasa... Y Dios dice “cambia la mente, pedí de manera diferente, Yo te lo
concedí”, dale una vuelta a la llave y desciende todo.
Por eso hay que decretar cosas en el Espíritu no alocadas, sino que estoy hablando de decretar cosas
en el Espíritu porque el Espíritu Santo me puso convicción.

Argentinos, hay que levantarle la maldición a este país y solamente la Iglesia lo puede hacer;
muchos de los argentinos han dicho: “En este país no se puede vivir, está todo podrido, esto es
una porquería, no tengo dinero, no tengo esto o lo otro”...
Y en el Salmo 2:8 Dios le dijo a Jesús: “Pídeme y te daré por herencia a las naciones”.
Y nosotros estamos maldiciendo a la nación, en lugar de heredarla.
Pero eso no lo puede hacer un individuo, eso lo tiene que hacer todo el Cuerpo de Cristo; cuando
nosotros bendigamos a la nación, verán lo que va a pasar, es así en ésta y en todas las naciones.
La pobreza es una maldición de Satanás, cancela lo que te predicaron que ser pobre es ser santo, eso
no es de Dios.
Porque la Iglesia tiene que tener recursos para implantar el reino, en una Iglesia apostólica, con
diezmos y ofrendas no vamos a ningún lado.

Hay Iglesias en las que sus pastores ya han informado a la congregación que ellos no le piden nada,
que cada uno pase a dar lo que quiera y cuando quiera, y hemos visto mientras se estaba alabando a
Dios, a los hermanos pasar y poner, diezmos, ofrendas, y ellos no piden nada.
Iglesia, si usted cree que el reino de Dios lo vamos a implantar con cien pesos de diezmos y
veinticinco centavos de ofrenda, estamos perdidos, necesitamos los recursos del mundo a los pies de
la Iglesia, administrados por equipos apostólicos, y entonces va a cambiar el mundo, porque el reino
tendrá recursos.
Pero yo no voy a saber lo que Dios me concedió si no abro mi mente a eso, siempre estaremos
pidiendo para la luz y el gas, y estaremos mal, esa no es la mente apostólica.

Quiero hacer un cuadro. Supongamos que el hombre espiritual que tiene un vocabulario, le habla al
hombre natural, y desciende su vocabulario al del hombre natural.
¿Qué dice este último del vocabulario del espiritual? “Está loco, con este hombre o mujer no se
puede hablar”.
Luego el hombre espiritual le habla al carnal y le dice lo mismo que al otro, pero éste le dice: “eres
un fanático”.
Entre otras cosas, es esto y lo otro, pero el carnal le dice al espiritual “me arruinas el negocio”,
porque éste depende siempre.
Ahora no estoy diciendo que no se dependa de Dios, eso es otra cosa.
El carnal, siempre depende de todos, tiene loca a la Iglesia, al pastor, llama por teléfono por
cualquier cosa, hay un endemoniado y hay que salir; y que le den una bolsa de alimentos porque se
quedó sin trabajo...
Pero cuando viene el espiritual hablando otro lenguaje y le hace ver al carnal lo que Dios ya nos ha
concedido, se le acabó la niñez y entonces le dice: “Me estás arruinando el negocio, yo tenía a toda
la iglesia girando a mi alrededor”... Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

¿Que pasa luego? Cuando el espiritual habla, para abajo, al hombre natural o al carnal, se produce
“cortocircuito”. No hay conexión Porque solamente un espiritual se puede comunicar con un
espiritual. Por eso la responsabilidad de cada miembro de la Iglesia del Cuerpo de Jesucristo tiene
que ocuparse en que todos seamos espirituales.

Los temarios de las reuniones de oración tienen que cambiar, cuando la Iglesia se reúne es para
decretar en el Espíritu lo que va a pasar en la ciudad. Por el dolor de fulanito, ora en tu casa.

El espiritual le arruina el negocio al Diablo.

Al espiritual no importa la economía local, Dios es el dueño de todo el oro y la plata del mundo y lo
declara.
Hasta ahora en las Iglesias, es todo lamento, nadie se atrevió a desafiar eso, y sé lo que le estoy
diciendo.
Tenemos un Dios que es más grande que la economía de un país y si la Iglesia no hace un cambio
en esto, nadie lo va a hacer.

La Iglesia es la que tiene que decretar.

¿Porque no empiezas por lo pequeño, tira toda la ropa vieja a la basura y desafía a Dios?
En Córdoba, Argentina hay un siervo de Dios, Juan Ballistreri, que en un país como Argentina,
compró una propiedad de veinte metros de ancho, está haciendo oficina, anfiteatro y una escuela
para líderes, desde donde van a salir líderes para todo el mundo, querían $220.000, por la misma,
pero el les ofreció $120.000, le dijeron usted es un irrespetuoso, y le colgaron el teléfono. Se
determinó no llamar, y le llamaron de la inmobiliaria otra vez por el tema de la propiedad, él les
manifestó haber hecho ya su oferta, y le pidieron que lo reconsiderara, pero había que negociar. Se
enojaron nuevamente hasta tres y cuatro veces, pero él se determinó no aflojar, porque si es de Dios
se hará así. Siguieron negociando y finalmente llegaron a $160.000, a pagar $80.000 al contado.
Tiene trescientas cincuenta personas la Iglesia, no tiene más, no son empresarios... Esto hace el
espiritual.
Ochenta mil al contado y sin intereses, los otros ochenta a dos años.
Allí no terminó, cuando entran a la propiedad, que habían usado los ferrocarriles hace sesenta años,
era algo muy viejo, había una cocina, una heladera, inodoros y canillas del baño, todo viejo;
entonces Juan determina hacer volar todo eso porque quería poner todo nuevo, los hermanos de la
Iglesia le dicen, —me regala el inodoro, las canillas, pastor me hace falta una heladera—... El
Pastor habló a la Iglesia y les dijo: Nada de esto ustedes se lo van a llevar, todo va ir a la basura,
entonces le preguntaron, ¿por qué? Les respondió, porque tienen que aprender a vivir dignamente y
no de la miseria, estamos cambiando la mente, y mandó todo al basurero.

Yo entiendo que a esto es a lo que tenemos que llegar, porque no puede ser que seamos reyes y
sacerdotes y andemos mendigando y lamentándonos, ¿porque no te animas a pensar diferente?
Tenemos gente que vino bajo nuestra cobertura, viviendo en casas pastorales indignas, la gente de
la Iglesia le usaba el baño familiar, con una cortina y sin puerta. Les dijimos que es indigno como
están viviendo, y que se vayan de esa casa pastoral y la esposa dijo que un día el obispo de la
organización le había dado un par de zapatos diciendo que era una señal, que como pastores iban a
vivir pobres toda la vida ¡Y se lo creyó! ¡Y así vivían!
Cuando vinieron bajo cobertura les dijimos: ¡No! ¡Salgan! Y tuvieron que dejar templo, casa
pastoral... Pero alquilaron una casa mucho mejor, y Dios le regaló un baño excelente, una
camioneta, porque el cambio está en la mente.
Los que venimos de ascendencia italiana, sabemos lo que decimos, no comas el huevo por que hay
que tirar la cáscara, yo viví eso y lo cancelé en el Nombre de Jesús, porque sé lo que Dios me
concedió, pero no solamente para gratificarme a mí, como dice Pablo en 2 de Corintios 9, quiero
tener más para dar.

Por eso Dios nos concedió donar a la obra de Dios un departamento, aquí en Argentina y un auto en
México, y estamos contentos y felices. Porque Dios nos va a dar una casa; todavía no la vemos,
pero que está, está. Auto, ya tengo un 2003.
¿Y no te faltó plata porque donaste el auto? No, porque Dios está por encima de eso...
En la Iglesia apostólica, es todo de Dios, no es diezmos y ofrendas, es todo, auto, casa, hijo, perro,
todo, ¡todo!
Estoy queriendo decir que es ¡todo!
Entonces, el hombre espiritual, no puede hablar ni con el carnal y mucho menos con el natural.
Ahora bien, con esto quiero terminar:

Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó,
ni han subido en corazón de hombre,
son las que Dios ha preparado para los que le aman.
1 Corintios 2:9

¿Qué dice Pablo aquí? No pasa por el ojo, no pasa por el oído, no pasa por la mente, que son los
elementos que habitualmente utilizamos para percibir las cosas. Pablo dice: —señores, los
espirituales, la Iglesia espiritual, no se maneja por vista, ni por oído, ni por razonamiento lógico,
porque las cosas que Dios hace son locas para los que razonan lógicamente, por eso es acomodando
lo espiritual a lo espiritual, por lo tanto dice, como no pasa por esos tres elementos, dice: Dios ha
preparado para los que le aman, cosas que no pasan ni por la vista, ni por el oído, ni por la
mente”...—
Y luego dice:

Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu;


porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.
1 Corintios 2:9

Hay algo que la Iglesia apostólica tiene que rescatar, Dios está esperando una Iglesia que lo
ame.
Las cosas que Dios ha preparado es para los que le aman; nosotros amamos a Dios de palabra,
“Señor yo te amo”, pero cambia todo si decimos, “soy todo tuyo porque me compraste, nada me
pertenece”.
¿Qué hace Dios con esa gente? Cuando el amor de esa Iglesia se manifiesta, entonces dice: Dios
nos las reveló a nosotros por el Espíritu.
Acá eliminamos vista, oído y mente, pero dice nos las reveló.
¿A dónde viene la revelación? Al espíritu.

Ahora ve cómo encaja el mensaje apostólico. La revelación de Dios viene al espíritu, por eso el
espíritu le dice a la mente, ahora te vas a sujetar a lo que yo recibí, la mente ya no gobierna, se tiene
que sujetar a lo que recibí del Espíritu Santo, porque mi espíritu y el Espíritu Santo están
conectados y yo gobierno, por lo tanto mi alma se somete, al igual que mi mente, mis pasiones y
emociones, porque está gobernando el Espíritu Santo a mi espíritu.
Dios nos las reveló, así que si quieres la revelación de “amor a Dios” deja de usar la vista, el oído y
la mente y viene la revelación.
Pero dice algo tremendo:
Dios nos las reveló a nosotros...;
porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.

Escudriñar significa: “explorar e investigar”, así que las cosas que nos revela el Espíritu Santo,
han sido previamente exploradas e investigadas por el Espíritu Santo en Dios, para dárnosla a
nosotros.
¿Quiere más riqueza que esto?
Cuando usted tiene eso, tiene una riqueza mayor a muchas cosas que consideramos como
riqueza, porque cuando tengo esta sabiduría y esta revelación, esto hace que lo otro venga
automáticamente, porque tengo una ampliación y una dimensión de mi visión espiritual, y a
eso va la Iglesia de este siglo.

Habrá gente que no quiera, es lamentable, pero después de ver esto. ¿No lo quiere?
No me quiero quedar más en lo otro, por eso Dios está levantando mensajes como éste en todo el
Cuerpo de Cristo, para que el espiritual predomine, para que la Iglesia espiritual, que se acomoda
con lo espiritual empiece a influenciar a una sociedad que lo necesita.

Yo tengo una percepción muy clara, en Latinoamérica:


Dios está permitiendo que en todos los países se venga todo abajo, porque va a ser la única
manera que levanten la vista a Dios y la Iglesia empiece a presentar planes de gobierno y
proyectos para que la Iglesia dirija espiritualmente una nación.
No se asombre, hay que cambiar la mentalidad, la Iglesia está llamada a presentar proyectos.

Hay alguien en México ahora, el presidente Fox, que no da más con el país, uno se lo ve en la cara
cuando habla, yo formo parte de la Secretaría de Comunicación Social de Iglesias Evangélicas en
México y tenemos un proyecto que en esta semana se reúne el comité, no para regalarle una Biblia
al Presidente, ya tiene ciento cincuenta, vamos a orar por él y presentarle un proyecto de
gobierno, y en eso no hay que hacer ninguna antesala.
Algunos ya empezaron a decir que conocen el camino... primero hay que ver a éste...
No, nosotros gobernamos en el Espíritu, y vamos a presentar una carta diciéndole que esta
Secretaría representante de tales asociaciones religiosas, necesitan imperiosamente una entrevista
porque queremos colaborar con usted, para orar y para que nos reciba sin intervención de terceros,
eso es lo que creo va a suceder.

Ésa es una Iglesia espiritual, que se acomoda a lo espiritual. Son cosas que ojo no vio, ni oído oyó,
Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman.
Ésa es la Iglesia que Dios está permitiendo que en este tiempo se esté formando.

Palabras de la Ap. Estela Dardano:

La pregunta que muchas veces nos hemos hecho es: ¿Cómo llegar a ser espiritual?
El espiritual discierne todas las cosas, juzga todas las cosas y el Señor me dio un mensaje cuyo
título era “Discernimiento, condición necesaria para Iglesia de reino”
Y le hice esta pregunta al Señor y el me dio una respuesta muy sencilla pero muy poderosa, no es
toda la respuesta, es una respuesta.

Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa,


y más cortante que cualquier espada de dos filos.
Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos,
y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón.
Hebreos 4:12 (NVI)

Entonces el Señor me dio esta revelación:


“Si tú quieres ser espiritual y discernir todas las cosas, lo primero que tienes que hacer es
dejarte discernir por mi Palabra”.
Es poderoso, ¿tú quieres discernir la Palabra, quieres tener revelación de la palabra, entendimiento y
llegar a ser espiritual? Pero si no te dejas primero discernir por mi Palabra, no vas a poder discernir
las cosas.
¿Qué significa esto? Que cada vez que usted abra la Palabra de Dios, no lo haga porque tiene que
hacerlo, hágalo con expectativa y lo que la Palabra a través del Espíritu Santo le diga, deje que
penetre y lo discierna.
Si en la medida que lee, el Señor le revela cosas que hay en su interior, deje que Él se lo revele, deje
que Él le muestre como está, no diga “pero así soy”. Diga Ok, esto es lo tú piensas, yo no pienso
así, pero como tú piensas así, voy a renunciar a mi manera de pensar y voy a dejar que tu Palabra,
gobierne sobre mi vida.

Cuando el Señor me dice algo, le digo: Ok, Señor la verdad que hasta ahora no pensaba así, pero
sabes que hago, voy a renunciar a mi manera de pensar y después yo se que va a venir el
entendimiento a mí.
Lo primero que hago es renunciar. Pero si no renuncio primero no viene el entendimiento. Pero a
veces, queremos conjugar nuestra manera de pensar sobre algo, con lo que Dios nos dice.
Dejarnos discernir por la Palabra es decir: Ok Señor, lo que digas está bien, va en contra de todo lo
que creo, de todo lo que me enseñaron pero como tú lo dices, lo creo; renuncio a mi manera de
pensar y dejo que tu Palabra me discierna.

Si usted hace eso, si queremos discernir todas las cosas y ser espirituales, la primer condición es
dejarnos discernir por Dios, dejarnos discernir por la Palabra, dejarnos discernir por el Espíritu y lo
que Dios dice que ve de mí, tengo que estar de acuerdo con Él.
Si Él ve eso de mí, perfecto, pues a veces es muy doloroso como Dios nos ve, pero es preferible
dejarnos discernir para poder llegar a ser espirituales.

Si usted toma esta perla sumado a todo lo que aprendimos hoy que es poderoso en Dios, nunca más
usted será hombre carnal, vamos a ser todos hombres y mujeres espirituales dispuestos a dejarnos
discernir por la Palabra, por el Espíritu de Dios y lo que Dios ve, estar de acuerdo.
Y voy a lo que Dios tiene para mí, empezar a pensar como Dios, no como me enseñaron, no como
me educaron, no como la cultura me dice, no como los papás, ni los abuelos.
¿Qué piensa Dios? Pues yo pienso lo mismo que Dios, porque el tema no es conocer la voluntad de
Dios en algún aspecto, es que todo lo que Dios dice o piense, llegue a ser mi pensamiento o mi palabra.
¿Usted no quiere eso? Yo sí.
Siempre le digo al Señor, no me interesa saber tu voluntad sobre esto, yo quiero que tu voluntad, tus
palabras sean las mías, que lo que tu pienses, sea lo que yo pienso; es decir, la voluntad de Dios
tiene que estar incorporada a nosotros, para que lo que hablemos sea lo que Dios hable.

Pero para eso tenemos que dejarnos discernir por la Palabra y el que se deja discernir por la
Palabra, se transforma en un hombre y una mujer espiritual.
Recíbalo en el espíritu.

Oración del Ap. Daniel Dardano:

Vamos a cancelar el hombre carnal, con toda nuestra fuerza lo vamos a destruir, y vamos a declarar
que el hombre espiritual empieza a nacer hoy, porque ése es el que se deja discernir por la Palabra,
para que entonces, pueda discernir la Palabra.
Vamos a pedirle al Señor, que todo lo que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de
hombre, como nosotros le amamos, porque dice ahí que hasta lo profundo de Dios nos va a ser
revelado, ésta es la mayor riqueza que podemos tener en la vida. A veces queremos palabra
profética y es bueno, pero cuando nos es revelado Dios y el conocimiento de Jesucristo, usted tiene
todo el caudal adentro. Gloria al Nombre de Jesús.

“Padre, en el Nombre de Jesús te damos gracias por esta preciosa libertad en el Espíritu en
que hemos podido alabarte porque somos hijos de Dios, que hemos sido redimidos por la
sangre de Cristo, en un tiempo precioso en que te hemos podido adorar y cantar a tu
Majestad, y conforme a esta palabra declaramos que no somos hombres naturales, lo natural
ya pasó, porque Cristo en la Cruz del Calvario, derrotó y lo crucificó al viejo hombre. Ni
vestigios del viejo hombre. Pero hubo muchas cosas en nuestra vida del hombre carnal,
pasiones desordenadas, deseos e impulsos que venían del hombre carnal, cosas totalmente
desubicadas que no correspondían al Dios y al Espíritu Santo que tenemos con nosotros.

Hoy, en el Nombre de Jesús, destruimos al hombre carnal, le decimos fuera de nuestra vida,
no queremos pensar con la mente del hombre carnal, no queremos los parámetros del hombre
carnal, no queremos estar limitados por el hombre carnal, no queremos vivir por sentimientos
o por emociones, en el Nombre de Jesús, este niño que es el hombre carnal, desaparece a
partir de ahora, queda fuera y cancelada su actividad en nuestra vida.

Pero hoy, como Cuerpo de Cristo, declaramos que el hombre espiritual, viene a vivir en
nosotros por la nueva naturaleza, por la vida de Cristo en nosotros; este hombre espiritual
empieza a manifestarse y dócilmente dice, que la Palabra me discierna, que la palabra juzgue
cada intento de mi corazón, para que yo pueda discernir la Palabra, en el Nombre de Jesús,
para que la Palabra nos discierna en este momento; por eso y por el amor que te tenemos
Señor... Cosa que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, ahora
declaramos que vienen a nosotros, porque son las que tú has preparado en Consejo Eterno,
para cada uno de nosotros; ahora Espíritu Santo, lo profundo de Dios que se revele a nuestras
vidas.

Pablo decía orando por los efesios: Señor, dales espíritu de revelación y sabiduría. Padre en el
Nombre de Jesús, yo te pido eso para esta gente y para mí. Espíritu de Sabiduría y de
revelación para que las cosas profundas de Dios nos sean reveladas a nuestro espíritu,
queremos toda la riqueza de Dios, queremos toda la revelación del Espíritu Santo, no
queremos que haya lugares libres en nuestra vida; queremos pedirte porque sabemos lo que
tú ya nos has concedido, queremos acomodar lo espiritual a lo espiritual, queremos que a
partir de hoy toda nuestra familia cambie, toda nuestra congregación y la Iglesia de Jesucristo
cambie, porque amamos a nuestros hermanos, porque sabemos el trabajo de la Iglesia en el
mundo y declaramos que en esta ciudad y en todas las ciudades donde la Iglesia apostólica
pisa, profundos cambios vienen, porque los hombres espirituales se manifiestan...

En el Nombre de Jesús te damos gracias por esta preciosa revelación. Inunda nuestro espíritu,
nos llena de alegría porque no hay nada mejor que esto, acomodando lo espiritual a lo
espiritual, te alabamos y te bendecimos, en el Nombre de Cristo Jesús, Amén.
Gloria al Nombre de Jesús.

Ministerio Apostólico-Profético "Generación en Conquista"

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