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CULPA O IMPRUDENCIA

La ley establece ciertos parámetros de acción que han de ser respetados y acatados por todos los
miembros de la sociedad para minimizar los riesgos propios de las actividades inherentemente
riesgosas. Un ejemplo de lo anterior son los cuasidelitos o delitos imprudentes, en los cuales no se
realiza la conducta para conseguir el resultado típico, ni siquiera se acepta como consecuencia
posible si fuere conocido, pero son castigados por no seguir los estándares establecidos; por ello
el legislador los reguló en el artículo 2° del CP, que consagra que

“LAS ACCIONES U OMISIONES QUE COMETIDAS CON DOLO O MALICIA IMPORTARÍA UN DELITO ,
CONSTITUYEN CUASIDELITO SI SÓLO HAY CULPA EN EL QUE LAS COMETE”.

En estos delitos, a diferencia de los que se cometen con dolo, los sujetos no buscar el hecho
descrito en el tipo, pero se produce porque no emplean el cuidado debido. En este sentido,
reciben también el nombre de “delitos imprudentes” debido a que es precisamente el actuar
imprudente del sujeto activo o su falta de diligencia el elemento subjetivo que se debe probar. Así,
el actuar negligente del agente en aquellas circunstancias lleva a la realización de un resultado
contrario a Derecho que era previsible

Se entiende que estamos ante la presencia de un cuasidelito cuando la conducta ejecutada por el
autor carece totalmente de dolo. Sin embargo, para que se entienda que existe un delito culposo
también será necesario que la conducta llevada a cabo por el agente cumpla con alguno de los
tipos penales establecidos por la ley, y también, que la ley establezca de forma expresa la
punibilidad a título de culpa; añadiendo además que se debe determinar la forma de culpa en la
cual incurre el agente, la cual deberá coincidir con*el tipo de culpa que establece el
ordenamiento jurídico en un determinado caso.

En síntesis, para que exista un cuasidelito es necesario que concurran las siguientes circunstancias:

a) que la conducta del agente se verifique mediando la culpa;

b) que la conducta satisfaga un tipo penal determinado el cual establezca una penalidad a título de
culpa; y

c) que el tipo o naturaleza de la culpa (imprudencia temeraria, negligencia, etc.) coincida con el tipo
o naturaleza de culpa que establezca la ley para el caso en concreto.

COMO SE SEÑALA, EN LOS CUASIDELITOS POR REGLA GENERAL DEBE CONCURRIR LA


PRODUCCIÓN DE UNA CONDUCTA CULPOSA O IMPRUDENTE ACOMPAÑADO DE LA PRODUCCIÓN
DE UN RESULTADO TÍPICO.

.EN LO QUE RESPECTA AL DEBER DE CUIDADO, SURGE DEL ORDENAMIENTO JURÍDICO COMO UN
MEDIO PARA SALVAGUARDAR UN BIEN JURÍDICO DE LA LIBERTAD QUE POSEEN LOS INDIVIDUOS
DENTRO DE LA SOCIEDAD.
En cuanto al resultado típico, por regla general los cuasidelitos requieren de un resultado de
naturaleza lesiva. Sin embargo, la culpa como una infracción del deber de cuidado se verifica de
forma exclusiva a través de la conducta, y no a través del resultado no querido o no previsto. En
este sentido, sin bien es cierto que el resultado es un elemento propio del tipo, lo que manifiesta con
la aceptación de la doctrina de considerar a los cuasidelitos como delitos de resultado,
actualmente se le reconoce un mayor grado de desvalor a la acción que realiza el agente que al
resultado que esta acción produce.

Clases de Culpa

LA CULPA PUEDE CLASIFICARSE EN CULPA ACTIVA (IMPRUDENCIA) Y CULPA PASIVA


(NEGLIGENCIA, DESCUIDO O ABANDONO).

ADICIONALMENTE SE DISTINGUE ENTRE LA CULPA CON REPRESENTACIÓN Y LA CULPA SIN


REPRESENTACIÓN PARA DEMARCAR O DELIMITAR LA IMPRUDENCIA CON EL DOLO EVENTUAL , tema
que, generalmente, se resuelve a través de la apelación a la falta de aceptación por parte del agente
en la realización del tipo penal.

La culpa con representación, que también es denominada con consciente o con previsión, se
presenta cuando el agente, que ha supuesto como posible la producción del resultado lesivo para
el bien jurídico porque estaba en posibilidad de hacerlo, confía en poder evitarlo, pese a que
advierte la amenaza objetiva de su conducta. Lo anterior permite establecer las diferencias entre
dolo eventual y culpa con representación. En primer lugar, en el dolo eventual el autor mira con
indiferencia el resultado y, aunque no lo quiere, está dispuesto a afrontarlo y a ratificarlo si se
llega a producir; en la culpa o imprudencia con representación, en cambio, le preocupa que el
resultado pueda producirse y su actitud no es de franca indiferencia, sino de una imprudente
confianza en que podrá evitarlo. En segundo lugar, en el dolo eventual el agente se representa el
resultado lesivo para el bien jurídico como posible o probable y lo acepta; mientras que en la
culpa o imprudencia con representación también lo concibe como posible, pero no lo acepta,
pues confía en poder evitarlo. Para terminar, en tercer lugar, en el dolo eventual el autor no
renuncia a la ejecución de la conducta de la que con probabilidad, o casi con certeza, puede seguirse
un resultado, no hace nada para evitarlo: en la culpa o imprudencia con representación, por el
contrario, confía de manera despreocupada en que el resultado no se producirá, y hace todo lo
posible para evitarlo.

La segunda forma de culpa o imprudencia es la sin representación, inconsciente o sin previsión,


que se realiza cuando el autor no se representa la posible ocurrencia del resultado típico dañoso
para el bien jurídico derivado de su conducta, habiendo podido y debido hacerlo. Esta forma de
imprudencia ha sido muy criticada y, a veces, se ve en su punición una trasgresión del principio de
culpabilidad, porque conduce a formas de responsabilidad objetiva, según se aduce

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