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Lu Ciana
Plaga xombi sodomita
©Cristian Molina
Fotografía: Pilar Almagro Paz
Prólogo
El Púber P
Una salida
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Antes de ir al cine
Lu Ciana peinaba sus pelitos en el espejo
como fuegos eléctricos sobre las gafas blancas
que se erizaron tanto
que no parecían ser
aunque tal vez sí
una Medusa
y entonces detrás
una mancha de la Tía
que dejaba sus marcas cada vez más insistente
y el peligro
lo sabían
cada vez que ella
pinta manchas en la pared
Pero no importó
y ya está en la butaca donde no para de reírse
porque en la pantalla
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soy feliz
soy feliz
soy feliz
y así y cada vez más fuerte la Lu Ciana
hija de puta la bastarda no hace nada
y encima canta
y se ríe como liebre
Por eso no tuvo otro propósito
porque el arcoíris de luz en el cuero le pedía
matala matala matala matala
cada vez más fuerte adentro
pero él no quería
no podía no debía
a pesar de todas las violencias de la voz
y de su billetera
que concentraba la luz caída del arriba
ese mal
que titilaba como arbolito de navidad insoportable
tan rápido que era imperceptible para el resto
pero él, siempre él
ahora tenía el don
y una visión poderosísima
y se dio cuenta y quiso limpiarla frotarla
y se enteró del verdadero poder de la chispa del arriba
de su poder
no esa voz violenta matala matala matala matala
la billeterita ectoplásmica
tenía un alien maligno en sus adentros
al que si dejabas salir
si lo dejabas
le pedías lo que quieras
así decía con su voz cibernética
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La parición de La Tía
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Nos despertaron
allá hace tiempo en el campo
los soles de las ventanas
en coloridas electrocélulas
y no entendíamos nada
cuando la má nos descubrió
uno al lado de la otra debajo de las sábanas
así como así
en medio de un escándalo
y sus ojos huevos fritos re gritones
y las manos marionetas
y los pelos estriados como rizos
y las puteadas una tras otra
al hilo de la fábula
no no no
apareció de golpe
eso
parecí como desprendido de su cuerpo
mientras vociferaba como loca
desesperada
pobre Lu Ciana
porque sabía
o no
mejor
intuía
sí
eso
intuía
que éramos ella
parte suya como alarma a la medida implantada
detectando los xombis
y aunque trató
no
porque mi dolor era el suyo
y no podía ni quemarme porque se quemaba
cosa e mandinga la má lloraba
un mandinga tía cosa
decía
sin entender
sin poder ver
que el mal superpoderoso estaba siendo en nosotros
porque si Lu Ciana se movía
nosotras también
y no hubo forma
no
ni con el paso de los días
de perecer mi parecer aparecido
y así de golpe como sin porqués ni causas pero con todas las consecuencias
sí
así
no pudimos controlar las manos de repente
una fuerza de no sé dónde
LA FUERZA
que temblaba el cuerpo
que tiembla el cuerpo
manchaba las paredes con tinta a chorros
y la má que nos golpeaba con escobas
porque éramos unos mugrientos insoportables
que todo lo ensuciaban
todo
hasta que una vez
de tantas manchas verdes como xombis
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Acaban de informarnos
sí
algo importantísimo para toda la población
un extraño virus gigante de tantos casos
rueda por las veredas de la ciudad
cruza las calles
horroriza las bicisendas
y las ancianitas gritan con su bastón
porque lo ven puntudo purulento de invisible
y lo sienten
lo perciben
y por detrás
a cada uno de los que toca
o se les tira encima
como un perro rabioso desesperado
miren qué imágenes tan horribles
a cada uno que va aplastando en el camino
vean
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se levanta convertido
babeante vomitador verde
con sus bracitos marioneta estacada
y piernas a la rastra
por debajo de la ropa harapienta
y nunca es todo
no
también los especialistas
con quienes hemos hablado
¿certifican
los mutantes virulentos
se atraen por el mismo sexo
una obsesión digamos
por revolcarse rozando sus genitales podridos
y toquetearse
alterando cualquier prescripción de la naturaleza
incluso biológico–sexual
por eso
hay que matarlos a todos
tal vez meterlos en una cámara de gas
posiblemente
porque si no
a este ritmo
se aniquilarán los heterosexuales
y sus buenas maravillosas costumbres
los vecinos además manifestaron
el asco la vergüenza la indignación
por tener que andar pateando copuladores en las veredas
mientras nuestros hijos tienen que ver por ir a la escuela
a qué vamos a llegar
demasiado que los humanos pueden casarse en este país al revés
ahora hay que aguantar estas cosas aberrantes
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como único
sí
el único paisaje urbano
plaga xombi sodomita
ahí allá acá en todas partes
y cada vez más
y no sabemos qué hacer
hemos reducido las salidas
pero hay que comer hacer las compras
no se puede todo por la red
aunque las autoridades
están pensando un plan alternativo con camiones asistentes
QUEDÉMONOS EN CASA PARA TODOS
por estos putos xombis antinaturales
y ese virus que anda suelto contagiándonos la perversión
ya no se puede vivir
dicen
y piden que alguien de una vez
Señora Presidenta deje de usar carteritas caras y maquillarse como perra
y salga en bolas a ver si se anima
a ver
si se la coge el virus o una torta xombi y le dan una alegría
porque ahora viuda se quedó sin juguetito
jajaja
lo único que le faltaría
pero nosotros le pedimos
extermine estas bestias babosas
y ese virus de porquería
extermínelos
y sea la paz
social
que siempre anhelamos
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La asunción presidencial
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Nada de hamburguesas
¿cómo y dónde
si la patria kirchnerista en plena
incontrolable salvaje inmensa fiesta
con su demagogia y la Coca Cola
en mano de los harapientos parásitos
las había liquidado con un HAMBURGUESAS GRATIS PARA TODOS
¡Y andá a conseguirlas
Pobre desesperación de Lu Ciana
manitos plásticas vacías
pestañas eléctricas sin electrones
y un león en la sabana hambrienta de su estómago chato
¡Hamburguesas para todos las pelotas de tu abuelo
¡Mirá a lo que te llevan las buenas intenciones
ahora rodeada en peligro por las tortas xombis
como camaleones virulentos volviendo marea roja el celeste y blanco nacionalista
Y ni fuerzas para respirar
pura necesidad
y casi no poder volar
ni moverse
ni encender los pelitos con su fuego
pero qué me importa soy Lu Ciana
y a mí nadie me gana
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sí
miren
una contaminación arco iris babeante se expandía
como ola multitudinaria
iba
sí
iba su paso cambiando el celeste y blanco predominante
y todas las mujeres tortas xombis de repente
a pesar de sus maridos hombres fornidos pero–kirchneristas
y unos gritos
sí
¡Esos gritos
desde los parlantes
cada vez más estridentes contagiosos repletos del sentido
¡MUERAN LOS SALVAJES KIRCHNERISTAS
y la marcha de colores a más velocidad
mueran mueran mueran
los salvajes
sí
kirchneristas bestias hegemónicas
en manos de las tortas xombis
decían
desde los rincones
y Lu Ciana incontrolable y desesperada vio
trepados en los postes de luz en plena arenga
una mano sujeta al arnés la otra al micrófono
los vio
a su ritmo
¡MUERAN LOS SALVAJES KIRCHNERISTAS
sí
estaban infiltrados
Lilita Magneto Henestina con su peluquín
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sí
a toda velocidad estiró y estiró sus bracitos de lagartija
cruzó calles ciudades provincias
y sacó del sótano a quienes ahora
sí
de golpe
y por un abrazo elástico se volvían
observen los trajes
los ayudantes de la heroína
La tía la má y el xombi increíble enamorado de la tele
los tres juntos irrumpieron en el escenario
arrastrados como por un boomerang
y con sus trompadas manchas y latigazos
desparramaban tortas xombis por los costados
y Lu Ciana no paraba
sí
comía y comía y comía
las hamburguesas sobrantes arrojadas por el piso
mientras Cristina desde arriba se ponía de pie
las avenas azules
la sangre a chorros por el cuerpo en finos y esplendentes rojos hilos
el vestido desabrochado
así
fue La Belleza
sublime pálida celestial en el espectáculo de lo real
mientras las bocas abiertas
los helicópteros sobrevolando como libélulas borrachas
los ayudantes a golpes
bajando las tortas xombis que se trepaban por los caños los tablones
y el brillo enceguecedor allí en el centro
a pesar del caos
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o por el caos
como quieran
hasta que desconsolada y en medio del llanto
no
no murió de rabia
pero sí las venas
sí
antes del desnudo
sacaron la Bestia poderosa por la voz que siempre escapa
al acecho
MATEN MATEN MUERAN LOS SALVAJES OPOSITORES
por el parlante gigante
y los pelitos
sí
los pelitos recuperados de Lu Ciana
por el sabor fortalecedor de las hamburguesas
y por la voz seductora de su líder
sí
esos simples pelos incandescentes de heroína
fueron
de inmediato
las hogueras de la Historia.
Depresión Post Torticidio
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El viaje
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escuchó
le pareció escuchar
que algo se lo susurraba
y se reía insanamente
y estuvo a punto de temer
pero no
porque estaba en marcha
las ventanillas alejaban los techos
llenos de cascotes chapas aluminios
gatos hojas fuentones
macetas antenas parabólicas
ropas en los tendederos
y de golpe una transición
y la llanura inmensa
estremecedora cortando las perspectivas
puntos que precipitan en un punto
indescifrable
donde todos los verdes
marrones
celestes
blancos
negros
amarillos
se caían
era una llanura que ya no conocía
con unas plantas cerealeras cada tanto
pero seguido
aviones Raundap fumigando las ruculitas esplendentes
con huesitos en x
y entonces volvieron los susurros
profundos casi imperceptibles
que zigzagueaban voces apagadas
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y un chasquido de huesitos
quebrándose en los costados
mientras las nubecitas fluorescentes
eran como recolectadas por las manos de unas sombras
allá lejos en la llanura ¿que era la llanura
porque no
estaba segura de que no era más
esa donde su pá pastaba
donde las estrellas en el cielo hacían espejitos con sus espinas en el centro del pecho
porque había como cadáveres
hay cadáveres
repitieron todas juntas las calaveritas
y el poder de las circunstancias
nobleza obliga a sincerarnos
cuando un papelito granuloso le cortó los dedos
con un dolor largo
sangre humedeciendo la ropa las manitas
y un olor a podrido
eran los pasajes olvidados
y creyó leer el nombre de su destino
pero se caminaba sobre un mar de hielos frágiles
y no quedaban siquiera rastros del silencio
le cantaba despacito despacito una calaverita en las orejas
y volvió a leer los pasajes
porque su destino ya era
¿Adónde iba
Tanta soledad
tantas voces
la hicieron entrar en pánico
y lloró.
El pueblo
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Y entonces huyeron
al palo
a las calles donde los fantasmas que ahora sabían eran
los xombis esperando la salida del yopin
para dar el tarascón
y convertir en drags travas trans a los pueblerinos
quisimos ir a los parlantes
pero los guardias de seguridad
nos sacaron de los pelos mientras tirábamos el yogur
las mantecas los discos de empanadas de las góndolas
y el xombi drag seguía ahí paralizado
como si el tiempo detenido lo hubiera programado
para dar el zarpazo en sintonía con los fantasmas
nosotras pensamos que si el plan del Niño C
era invadir con sus bestialidades
se reproduciría como un cáncer desapercibido y microscópico
y por eso
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El decreto presidencial
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sobre el puente
los xombis por detrás
el virus transparente inmenso maquínico
que giraba a pocos metros del cemento
con él adentro
como si fuera un revolucionario
el mentón elevado
el pecho de paloma
iba desplazando su plaga
que había cultivado en el campo
los automovilistas eran
fagocitados como por amebas babeantes
los desarmaban los trans como piezas mecánicas
y se pegaban sus partes a lo informe
mientras los ositos daban latigazos
o las nuevas tortas xombis campesinas lanzaban flujos vaginales
y todos a los besos
revolcados copulando en el desplazamiento
los humanos eran reducidos a manada
pero no
en un momento aparecieron yates con redes
helicópteros
y empezaron a cazar xombis
aunque ellos se defendían
mientras el Niño C desparramaba más y más liquiditos
desde el virus transparente
y algunos helicópteros caían
y otros yates se hundían
en las orillas del río
emergían cuerpos desde el fondo
unos xombis otros humanos
y nadie podía ya
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no
detener el desastre
todo era una lucha siniestra
pero ahora legal y permitida
entre xombis Niño C y humanos
algunos sobrevivían
y escapaban sin contagio
había lanchas que los recogían al costado
era la prefectura que les ponía
una insignia en los brazos
Lu Ciana no podía creer semejante locura
allí en la tele
con los periodistas superados por la situación
e inmóviles ni hablaban
solo una musiquita intranquila en el trasfondo
y ellos los ojos enormes
el rostro pálido
y no pudo más
como siempre tal vez el último siempre
nos sacó del sótano nos puso los trajes
y de un raje en la pasarelita de fuego estábamos
sobre el Puente
las islas como tapires flotantes
y la correntada agitadísima por los que se caían
El Niño C seguía avanzando por la ruta
pero ahora nos paramos enfrente
sobre unos automóviles en desafío
a él se le salían los ojos de la rabia
y una gran sonrisa de Monalisa superaba y provocaba
hasta que arrancamos unos de los tubos de sostén
y los cruzamos para ganar tiempo frente a tantos xombis
el Puente ahora se movía como hamaca desarticulada
y más y más caían
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En la costa Lu Ciana
comprendió ante el desastre
que el mundo otro era.
La Fugitiva
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7. Prólogo
9. Una salida
17. Orígenes
23. La parición de la Tía
31. Plaga xombi sodomita
37. Pelitos crispados
43. Amor a primer latigazo
51. La asunción presidencial
59. Mueran los salvajes kirchneristas
69. Depresión postorticidio
75. El viaje
83. El pueblo
89. Trans madrugada
99. El decreto presidencial
102. Batalla final
113.La fugitiva
Consumí al autor
Y pedile su firma