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INTRODUCCION

El acoso escolar se ha convertido en uno de los temas más polémicos de los


últimos tiempos. El hecho de que las aulas de clase sean cada vez menos seguras
es algo que preocupa no sólo a padres de familia y a docentes, sino a las
autoridades en general, por la razón de que el acoso ya no se está limitando a un
territorio meramente escolar.
Hoy en día, los estudiantes echan mano de la tecnología para acrecentar su ola de
violencia. Cada vez podemos encontrar más videos en la red (internet) que
muestran el grado de rechazo que puede albergarse entre iguales. Y es que una
de las características del acoso escolar es precisamente ésta, que se da entre
semejantes.
Estos efectos negativos afectan no solamente a quien sufre como víctima, sino
también a quien los inflinge como victimario, pues a largo plazo existen altas
probabilidades de que el acosador escolar asuma permanentemente ese rol
durante su vida adulta, proyectando los abusos sobre los más débiles en el trabajo
(mobbing) y/o en la familia (violencia doméstica, violencia de género. Por ello se
ha podido decir que este tipo de acoso debilita los cimientos de la sociedad
civilizada. El intimidador aprende a maltratar, comienza a sentirse bien con el
papel que refuerza
“Violencia genera violencia”, dice un dicho muy popular, y es así como el acoso
escolar se ha incrementado en algunos países del mundo, estableciendo un
patrón conductual, tal como ocurre en México, que es preciso frenar cuanto antes.
Existen muchísimos casos de niños a nivel primaria (que es en el que centramos
la investigación) que sufren situaciones de acoso escolar y muchas veces no son
tratados sino hasta que las consecuencias ya son graves, es decir, cuando la
víctima o agresor ha llegado a niveles de violencia mayores o incluso al suicidio u
homicidio.
Acoso Escolar, enfermedad de nuestro tiempo es un blog que aborda esta
problemática desde el ángulo que busca y pretende darle solución. Permite
orientar, facilitando recursos para combatir el bullying en los contextos escolares,
porque solo así estamos seguros de que el país podrá recuperar la seguridad que
una vez hubo en cada una de la paredes que resguardaban las aulas escolares.
EL BULLYING

El bullying o acoso escolar es uno de los peores problemas a los que puede
enfrentarse un niño. Se define como una agresión física o verbal que se repite
durante un periodo de tiempo determinado. Además, para ser considerada como
tal, debe haber un desequilibrio de poder entre las personas implicadas.

Por desgracia, el bullying es un problema mucho más frecuente de lo que la


mayoría de la gente piensa; y los estudios muestran que su incidencia no hace
más que aumentar según pasan los años. Según las últimas estadísticas,
aproximadamente el 30% de los niños en edad escolar han sufrido algún tipo de
acoso a lo largo de su vida.

Lamentablemente, no siempre es
sencillo saber cuándo un niño está
siendo víctima de bullying. Diversos
factores pueden hacer que los
afectados por este problema decidan
no hablar sobre él. Varios estudios
indican que tanto los profesores como
los padres tienden a no enterarse de
cuándo se produce una de estas
situaciones aproximadamente la
mitad de las veces.

El bullying es el maltrato físico y/o psicológico deliberado y continuado que recibe


un niño por parte de otro u otros, que se comportan con él cruelmente con el
objetivo de someterlo y asustarlo, con vistas a obtener algún resultado favorable
para los acosadores o simplemente a satisfacer la necesidad de agredir y destruir
que éstos suelen presentar. El bullying implica una repetición continuada de las
burlas o las agresiones y puede provocar la exclusión social de la víctima.

El acoso escolar (también conocido como hostigamiento escolar, matonaje


escolar, maltrato escolar o en inglés bullying) es
cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o
físico producido entre estudiantes de forma
reiterada a lo largo de un tiempo determinado
tanto en el aula, como a través de las redes
sociales, con el nombre específico de
ciberacoso. Estadísticamente, el tipo de
violencia dominante es el em ocional y se da
mayoritariamente en la clase y en los patios
escolares. Los protagonistas de los casos de
acoso escolar suelen ser niños y niñas en
proceso de entrada en la adolescencia. Siendo
ligeramente mayor el porcentaje de niñas en el
perfil de víctimas
Este tipo de violencia escolar se caracteriza, por tanto, por una reiteración
encaminada a conseguir la intimidación de la víctima, implicando un abuso de
poder en tanto que es ejercida por un agresor más fuerte (ya sea esta fortaleza
real o percibida subjetivamente) que aquella. El sujeto maltratado queda, así,
expuesto física y emocionalmente ante el sujeto maltratador, generándose como
consecuencia una serie de secuelas psicológicas (aunque estas no formen parte
del diagnóstico); es común que el acosado viva aterrorizado con la idea de asistir
a la escuela y que se muestre muy nervioso, triste y solitario en su vida cotidiana.
En algunos casos, la dureza de la situación puede acarrear pensamientos sobre el
suicidio e incluso su materialización, consecuencias propias del hostigamiento
hacia las personas sin límite de edad.

Suelen ser más propensos al acoso escolar aquellos niños que poseen diversidad
funcional, entre las cuales se pueden contar el síndrome de Down, el autismo,
síndrome de Asperger, síndrome de Tourette, etc.

CARACTERÍSTICAS DEL BULLYING

- Suele incluir conductas de diversa naturaleza


(burlas, amenazas, agresiones físicas,
aislamiento sistemático, etc.).

- Tiende a originar problemas que se repiten y


prolongan durante cierto tiempo.

- Suele estar provocado por un alumno,


apoyado por un grupo, contra una víctima que
se encuentra indefensa.

- Se mantiene debido a la ignorancia o


pasividad de las personas que rodean a los agresores y a las víctimas sin
intervenir directamente.

- La víctima desarrolla miedo y rechazo al contexto en el que sufre la violencia;


pérdida de confianza en sí mismo y en los demás y disminución del rendimiento
escolar.

- Disminuye la capacidad de comprensión moral y de empatía del agresor,


mientras que se produce un refuerzo de un estilo violento de interacción.

- En las personas que observan la violencia sin hacer nada para evitarla, se
produce falta de sensibilidad, apatía e insolidaridad.

- Se reduce la calidad de vida del entorno en el que se produce: dificultad para


lograr objetivos y aumento de los problemas y tensiones.
SÍNTOMAS

Los signos de que un niño está sufriendo


bullying variarán en función de factores
como su edad o su personalidad. Sin
embargo, existen varios que aparecen casi
siempre que se da una situación de acoso
escolar. A continuación veremos algunos
de los más frecuentes.

Algo que hay que recordar es que


encontrar solo uno o dos síntomas de
bullying en un niño no tiene por qué
significar que esté sufriendo acoso. Todos estos signos deben ser entendidos
como parte de un contexto, no como señales claras de ninguna situación.

Heridas inexplicables
Es habitual que los niños presenten todo tipo de cortes, moratones o pequeñas
heridas; en la mayoría de los casos, esto no tiene por qué preocuparnos, ya que
pueden haber sido producidas por juegos al aire libre, caídas o pequeños
percances cotidianos sin mayor importancia.

Pérdida o ruptura de objetos personales


Otro de los síntomas más frecuentes del bullying físico es la pérdida de objetos
como aparatos electrónicos, libros, estuches… Otro signo relacionado con este es
la ruptura de sus efectos personales, como por ejemplo su ropa o sus materiales
escolares.

Malestar físico o intentos de fingirlo


Cuando un niño está sufriendo acoso escolar, su malestar al pensar en ir a clase
tenderá a ser muy alto. Es posible que presente problemas como dolor de
estómago o de cabeza o mareos, síntomas todos que son comunes en situaciones
de alto estrés o miedo.

Cambios en el apetito
Si un niño comienza a no tener hambre al llegar a casa o, por el contrario, come
mucho más de lo habitual, podría estar siendo víctima de acoso escolar. Algunas
personas, cuando están sometidas a mucha presión, se dan atracones para
sentirse mejor; mientras que a otras se les cierra por completo el estómago.

Problemas para dormir


El alto estrés provocado por una situación de bullying puede impedir que la víctima
duerma correctamente. En algunas ocasiones, esto se traduce en una gran
dificultad para conciliar el sueño; en otras, en pesadillas recurrentes, que
frecuentemente estarán relacionadas con el colegio.
Falta de autoestima y estado de ánimo negativo
Los niños que sufren acoso normalmente se ven a sí mismos como poco válidos.
Además, sus emociones acaban volviéndose muy negativas con el tiempo,
pudiendo incluso desarrollar problemas como depresión o ansiedad si la situación
de bullying es muy grave.

Empeoramiento de los resultados escolares


Debido a todos los problemas que acarrea el bullying, muchas de las víctimas son
incapaces de concentrarse correctamente en sus clases. Por eso, su rendimiento
escolar tiende a bajar en picado.

Pérdida de amistades o incapacidad para formarlas


Por último, el bullying suele implicar que la víctima pierde su red de apoyo. La
mayoría de niños evita relacionarse con quienes están sufriendo acoso escolar,
para evitar que este también se extienda a ellos. Debido a ello, este problema
suele acarrear también aislamiento y falta de amistades.

CAUSAS DEL BULLYING

No se sabe exactamente qué lleva a algunos


niños a hacerles bullying a otros. Existen
muchas teorías al respecto; algunos de los
factores que más parecen influir son una
personalidad agresiva, una baja autoestima por
parte del acosador, problemas familiares, y la
necesidad de ser el centro de atención.

Ser diferente
Cualquier niño que se diferencie
significativamente de sus compañeros en algún
aspecto tiene más probabilidades de acabar
siendo víctima de bullying. Esto ocurre incluso si
la diferencia en sí no es mala, y las posibilidades aumentan cuanto más marcada
sea esta.

No tener apoyo social


Si un niño no tiene un círculo de amigos estable, o si le cuesta mantener
relaciones cordiales con sus compañeros, es mucho más probable que acabe
sufriendo bullying. Las causas para esto pueden ser variadas: timidez, falta de
habilidades sociales…

Ser percibido como débil


Los niños físicamente muy fuertes rara vez sufren bullying. Por el contrario, la
mayoría de las víctimas son aquellos percibidos como incapaces de defenderse,
débiles o «cobardes».
El agresor: características psicológicas y entorno familiar
Aunque el acosador escolar no tiene por qué padecer ninguna enfermedad mental
o trastorno de la personalidad grave, presenta normalmente algún tipo de
psicopatología. Fundamentalmente, presenta ausencia de empatía y algún tipo de
distorsión cognitiva.6 Generalmente suele ser una persona que ha visto violencia
con regularidad, se acostumbra a ella o en su casa sus familiares se tratan
agresivamente y lo tratan inadecuadamente a él.

El entorno escolar
Se puede dar el caso de que la ausencia en clase (o, en general, en el centro
educativo) de un clima adecuado de convivencia pueda favorecer la aparición del
acoso escolar. La responsabilidad al respecto oscila entre la figura de unos
profesores que no han recibido una formación específica en cuestiones de
intermediación en situaciones escolares conflictiva, y la disminución de su perfil de
autoridad dentro de la sociedad moderna.

EVOLUCIÓN DE LOS CASOS DE ACOSO ESCOLAR

El objetivo del acoso escolar es intimidar,


apocar, reducir, someter, aplanar,
amedrentar y consumir, emocional e
intelectualmente, a la víctima, con vistas a
obtener algún resultado favorable para
quienes acosan o satisfacer una necesidad
imperiosa de dominar, someter, agredir, y
destruir a los demás que pueden presentar
los acosadores como un patrón
predominante de relación social con los
demás.

En ocasiones, el niño que desarrolla conductas de hostigamiento hacia otra busca,


mediante el método de «ensayo-error», obtener el reconocimiento y la atención de
los demás, de los que carece, llegando a aprender un modelo de relación basado
en la exclusión y el menosprecio de otros.

Con mucha frecuencia el niño o niña que acosa a otro compañero suele estar
rodeado muy rápidamente de una banda o grupo de acosadores que se suman de
manera unánime y gregaria al comportamiento de hostigamiento contra la víctima.
Ello es debido a la falta de una autoridad exterior (por ejemplo, un profesor, un
familiar, etc.) que imponga límites a este tipo de conductas, proyectando el
acosador principal una imagen de líder sobre el resto de sus iguales seguidores.

A menudo la violencia encuentra una forma de canalizarse socialmente,


materializándose en un mecanismo conocido de regulación de grupos en crisis: el
mecanismo del chivo expiatorio.7 Destruir al que no es seguidor, al que se resiste,
al diferente, al que sobresale académicamente, al imbuido de férreos principios
morales, etc.
TIPOS DE BULLYING

En función de cómo se produzca el acoso,


normalmente se suele distinguir entre tres tipos
diferentes de bullying: bullying físico, bullying
psicológico, y ciberbullying.

Bullying físico
El bullying físico suele ser el más evidente. Incluye todo tipo de acciones de
carácter violento, como puñetazos y patadas, empujones, pellizcos, o zancadillas.
También implicaría todas aquellas acciones destinadas a destruir los objetos de la
víctima.

Este tipo de acoso suele darse a la vez que el psicológico, pero por sí solo puede
provocar todo tipo de problemas a corto y largo plazo.

Bullying psicológico
El bullying psicológico incluye todas las acciones directas o indirectas que están
destinadas a atacar la autoestima de la víctima. Algunas de ellas son muy
evidentes, como los insultos, los motes o los comentarios racistas u homófobos;
mientras que otras tienen una naturaleza más indirecta. Las agresiones verbales
son también conocidas como bullying verbal.

Entre estas últimas, podemos encontrar por ejemplo las mentiras y rumores sobre
la persona, animar a los compañeros a excluir a la víctima, tratar de dañar su
reputación o gastarle bromas para humillarle delante de los demás.

Ciberbullying

El ciberbullying es un tipo de acoso de reciente aparición, que tiene que ver con el
uso de las nuevas tecnologías, principalmente las redes sociales, los ordenadores
y los Smartphone.

Entre otras acciones, el ciberacoso puede incluir algunas como el envío de


mensajes hirientes, la exclusión online de grupos o redes sociales, la difusión de
rumores a través de medios digitales, o incluso la suplantación de identidad en
una de estas plataformas.

Bloqueo social
Agrupa las acciones de acoso escolar que buscan bloquear socialmente a la
víctima. Todas ellas buscan el aislamiento social y su marginación impuesta por
estas conductas de bloqueo. Son ejemplos las prohibiciones de jugar en un grupo,
de hablar o comunicar con otros, o de que nadie hable o se relacione con él, pues
son indicadores que apuntan un intento por parte de otros de quebrar la red social
de apoyos del niño.
Se incluye dentro de este grupo de acciones el meterse con la víctima para
hacerle llorar. Esta conducta busca presentar al niño socialmente, entre el grupo
de iguales, como alguien flojo, indigno, débil, indefenso, estúpido, llorica, etc.5 El
hacer llorar al niño desencadena socialmente en su entorno un fenómeno de
estigmatización secundaria conocido como mecanismo de chivo expiatorio. De
todas las modalidades de acoso escolar es la más difícil de combatir en la medida
que es una actuación muy frecuentemente invisible y que no deja huella. El propio
niño no identifica más que el hecho de que nadie le habla o de que nadie quiere
estar con él o de que los demás le excluyen sistemáticamente de los juegos.

Hostigamiento
Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que consisten en acciones de
hostigamiento y acoso psicológico que manifiestan desprecio, falta de respeto y
desconsideración por la dignidad del afectado.5 El desprecio, el odio, la
ridiculización, la burla, el menosprecio, los motes, la crueldad, la manifestación
gestual del desprecio, la imitación burlesca son los indicadores de esta escala.

Manipulación social
Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que pretenden distorsionar la imagen
social del niño y “envenenar” a otros contra él. Con ellas se trata de presentar una
imagen negativa, distorsionada y cargada negativamente sobre la víctima.5 Se
cargan las tintas contra todo cuanto hace o dice la víctima, o contra todo lo que no
ha dicho ni ha hecho. No importa lo que haga, todo es utilizado y sirve para inducir
el rechazo de otros. A causa de esta manipulación de la imagen social de la
víctima acosada, muchos otros niños se suman al grupo de acoso de manera
involuntaria, percibiendo que la víctima merece el acoso que recibe, incurriendo en
un mecanismo denominado “error básico de atribución”.

Coacción
Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que pretenden que la víctima realice
acciones contra su voluntad. Mediante estas conductas quienes acosan al niño
pretenden ejercer un dominio y un sometimiento total en contra de su voluntad.

El que la víctima haga esas cosas contra su voluntad proporciona a los que
fuerzan o tuercen esa voluntad diferentes beneficios, pero sobre todo poder social.
Los que acosan son percibidos como poderosos, sobre todo, por los demás que
presencian el doblegamiento de la víctima. Con frecuencia las coacciones implican
que el niño sea víctima de vejaciones, abusos o conductas sexuales no deseadas
que debe silenciar por miedo a las represalias sobre sí o sobre sus hermanos.

Exclusión social
Agrupa las conductas de acoso escolar que buscan excluir de la participación al
niño acosado. El “tú no”, es el centro de estas conductas con las que el grupo que
acosa segrega socialmente al niño. Al ningunearlo, tratarlo como si no existiera,
aislarlo, impedir su expresión, impedir su participación en juegos, se produce el
vacío social en su entorno.
Intimidación
Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que persiguen amilanar, amedrentar,
apocar o consumir emocionalmente al niño mediante una acción intimidatoria. Con
ellas quienes acosan buscan inducir el miedo en el niño. Sus indicadores son
acciones de intimidación, amenaza, hostigamiento físico intimidatorio, acoso a la
salida del centro escolar.

Amenaza a la integridad
Agrupa las conductas de acoso escolar que buscan amilanar mediante las
amenazas contra la integridad física del niño o de su familia, o mediante la
extorsión.

CONSECUENCIAS DEL BULLYING

El bullying provoca efectos negativos tanto en el


acosador como en la víctima, además de en
aquellos que viven la situación en tercera
persona. Sin embargo, las consecuencias más
graves son las sufridas por quienes han sido
acosados, y afectan a su salud física, mental, y a
su rendimiento escolar.

A nivel físico, los niños que han sufrido bullying


pueden acabar padeciendo heridas serias, o
incluso algunas enfermedades debido al
debilitamiento de su sistema inmune a causa del estrés. A nivel escolar, sus notas
pueden disminuir, y son más propensos a saltarse clases y a abandonar los
estudios por completo.

Pero es a nivel psicológico donde más se ven las consecuencias del bullying. Los
niños que lo sufren tienen más tendencia a sufrir depresión y ansiedad, a sentirse
solos, a tener baja autoestima y a perder el interés en todo tipo de actividades.
Estos efectos negativos, además, suelen permanecer también en la vida adulta.

Consecuencias del bullying en víctimas y maltratadores

1-Estrés a corto y largo plazo

El Bullying y la continua amenaza de ser maltratado pueden tener consecuencias


fisiológicas. Hay evidencia que con el tiempo esta experiencia puede alterar las
respuestas biológicas del estrés… Con el tiempo, el desgaste de estos cambios
fisiológicos puede limitar la capacidad del individuo para responder a nuevos retos
y los pone en mayor riesgo de enfermedades físicas.

Otro estudio que tomo a gemelos -donde uno había sido abusado y otro no-
encontró que los que habían sido abusados tenían mayores niveles de cortisol, la
hormona del estrés.
Por tanto, las víctimas de bullying sufrirían una especie de “estrés tóxico” que
afecta a sus repuestas fisiológicas y que explica por qué muchas de ellas
desarrollan problemas de salud a largo plazo.

En 2013, el Profesor Copeland también llevó a cabo otro estudio para analizar las
consecuencias a largo plazo del bullying encontrando que:

Las víctimas de bullying tienen mayor riesgo de una salud pobre, menor estatus
socieconómico y problemas al formar relaciones sociales como adultos

Las víctimas de bullying tenían 6 veces más probabilidades te tener una


enfermedad grave, fumar regularmente o desarrollar un trastorno psiquiátrico

Los maltratadores siguen teniendo pobres resultados, aunque se deben a que


continúan sus problemas de comportamiento o adversidades familiares, no por el
hecho de ser maltratadores. En las víctimas el hecho de ser víctimas si está
asociado con peores resultados.

2-Ansiedad, depresión y otros

A corto plazo: A largo plazo:


* Depresión * Dificultades al confiar en otra gente
* Ansiedad * Dificultades interpersonales
* Evitación de situaciones en las que * Evitación de situaciones sociales
pueda ocurrir el maltrato * Fobia social
* Mayor incidencia de enfermedades * Baja autoestima
Odio * Deseos de venganza
* Peores calificaciones * Sentimientos de odio
* Pensamientos suicidas * Menores oportunidades laborales

3-Menor capacidad económica


Si, las consecuencias negativas del bullying también son económicas.

En general, las víctimas tienen menos años de formación y los hombres tienen
más probabilidades de estar desempleados. Es más, si tienen trabajo, sus sueldos
son menores.

Aunque esto pueda resultar extraño, puede que esté relacionado por la menor
autoestima de los maltratadores y menores habilidades sociales o incluso
inteligencia emocional.

4-Aislamiento social
Según los estudios, a los 50 años las víctimas tienen menos probabilidades de
estar casados, con pareja, tener amigos, familia y vida social en general. A
menudo, las víctimas tienen dificultades para socializar, son más pesimistas sobre
el futuro y menos cooperativas.
5-Síntomas psicosomáticos
Cuando un niño o adolescente no sabe cómo tratar con las emociones que
experimenta, puede comenzar a desarrollar síntomas psicosomáticos.

Investigaciones en Finlandia y Estados Unidos han mostrado la relación entre


niños abusados e incrementos en dolores de cabeza, dolores abdominales,
orinarse en la cama o trastornos del sueño.

Este último -los trastornos del sueño– son especialmente preocupantes, ya que un
niño que llega cansado al colegio tendrá dificultades en el aprendizaje.

6-Consecuencias académicas
Algunos investigadores han afirmado que las víctimas del bullying se sienten
inseguras en el colegio y no se sienten adaptados.

Además, tienen problemas para seguir las reglas de las clases, estudiar bien,
tienen desmotivación y distracciones.

Por último, el bullying puede guiar a peores calificaciones y menor participación en


las clases o actividades extraescolares.

7-Posibilidad de responder agresivamente


Debido al maltrato psicológico y físico, las víctimas pueden llegar a ver la violencia
como aceptable y pueden llevar armas.

Además, pueden desarrollar desconfianza hacia otras personas, destruyendo sus


relaciones, pudiendo parecer defensivos, poco amigables u hostiles.

8-Suicidio
Aunque no es lo más frecuente, es posible y de hecho se ha dado en ocasiones.

Sin embargo, la mayoría de niños o adolescentes que son acosados no tienen


pensamientos de suicidio o comportamientos suicidas.

Normalmente el acoso no es la única causa y pueden contribuir otros factores de


riesgo, como depresión, problemas familiares o historias traumáticas.

Generalmente, cuanto menos apoyo social tenga el joven, más riesgo tendrá.

9-Consecuencias en espectadores
Los niños que han sido espectadores del bullying tienen más probabilidades de:

Problemas mentales; depresión o ansiedad


Abandona escolar
Consumir tabaco, alcohol u otras drogas
10-Consecuencias en maltratadores
Los maltratadores también tienen otros problemas, aunque no se deben al mero
hecho de ser maltratadores, sino a problemas familiares, económicas,
psicológicos…

Relaciones sexuales tempranas


Actividades criminales
Maltrato a sus parejas e hijos
Abuso de alcohol y drogas

¿CÓMO ACTUAR?

Como adultos, muchas veces podemos


sentirnos impotentes cuando nos damos cuenta
de que un niño está sufriendo una situación de
acoso escolar. Por lo general, si tratamos de
intervenir directamente, es más que probable
que acabemos empeorando lo que ocurre y
hagamos que el pequeño sea más propenso a
sufrir bullying en el futuro.

¿Qué podemos hacer, entonces, ante una


situación de este tipo? Lo más útil suele ser
enseñarle al niño a valerse por sí mismo, mientras le damos nuestro apoyo para
paliar en la medida de lo posible las peores consecuencias del bullying.

Por un lado, tenemos que enseñarle que el hecho de estar siendo acosado no
indica que haya nada malo en él, sino que es un reflejo de los problemas de la otra
persona.

Por otro, es necesario que le enseñemos a desarrollar sus habilidades sociales y


emocionales, para que pueda lidiar adecuadamente con quien le hace bullying y
construirse un círculo de apoyo sólido.

En este sentido, habilidades como la asertividad, ser capaz de responder, ignorar


al acosador y gestionar las propias emociones puede ser crucial para los niños.
Todo esto debe ser enseñado desde el cariño, y mostrándole al pequeño que
puede confiar en nosotros y que tiene todo nuestro apoyo.
PREVENCIÓN

Los padres, profesores, y otros adultos responsables


del bienestar de los niños juegan un papel crucial en
la prevención de las situaciones de acoso. Existen
muchas acciones que pueden llevar a cabo para
volver menos probable la aparición de bullying en los
centros escolares.

Además, la situación se agrava cuando los afectados


les ocultan el problema a los adultos con los que
conviven, como sus padres o profesores. Sigue estos
tips para prevenir el bullying:

1. Conoce a sus amigos y compañeros de la clase. Pregúntale cómo es la relación


que tiene con ellos.

2. Si notas que tu hijo tiene algún rastro de violencia en su cuerpo, pregúntale en


privado qué le pasó y hazle sentir confianza para que te pueda contar lo que pasó.

3. No le pidas a tu hijo que resuelva solo el problema y mucho menos con


violencia, porque esto, lejos de solucionar el problema, puede ocasionar más
estrés en los niños o adolescentes.

4. Hazle saber que cuenta con tu apoyo y que ante cualquier ofensa acuda con
alguna autoridad académica.

5. Cuando se detecta un caso de bullying, los padres del niño o adolescente


deben trabajar conjuntamente con la escuela para resolver el problema de una
forma inmediata.

6. Mantente informada de las medidas que se están tomando en la institución para


resolver el caso y fija con las autoridades académicas un plazo para saber los
resultados.

7. Observa en casa a tu pequeño, si tiene algunos cambios en la conducta o en


alimentación es importante que te respaldes con ayuda profesional.

8. Mantén discreción de lo que ocurra con el seguimiento del caso, muchas veces
familiares y amigos pueden cometer indiscreciones que afecten a tu pequeño.

9. Si el plazo que les pusiste a las autoridades académicas no se cumple y notas


que tu hijo no se siente tranquilo, lo mejor es que lo cambies de escuela.

10. Muchos padres cometen el error de hacer que los hijos continúen sus estudios
con tal de no perder el año escolar, pero lo mejor es darle al pequeño la
tranquilidad y seguridad que necesita.
CONCLUSIÓN

Así llegamos a la conclusión de que el bullying no solo es un simple juego entre


niños o jóvenes sino que a veces podría llegar a ser algo realmente serio y
muchas de las personas saben lo que es o podría saber quién es los que
presentan este tipo de abuso que se presenta en cualquier lugar pero por miedo
no dicen nada y eso les afecta tanto a ellos como a las víctimas que también por
temor no acusan a los agresores y que ha sido un problema que puede tener
muchas consecuencia. Pero esto podría parar si las víctimas no tuvieran miedo de
decir lo que pasa a sus maestros o padres o incluso a sus amigos también las
personas se podrían interesar de este tema que para algunos no es interesante o
algo pero es un caso que se tiene que acabar o terminar para que nadie siga
sufriendo de estos abusos tanto niños, adolescentes y adultos o cualquier persona
de diferente sexo o de diferente edad. Por eso "ALTO CON EL BULLYING".

El bullying es algo común en esta sociedad, es algo importante porque destruye la


autoestima, y la confianza de los niños. Puede llegar a la depresión y la ansiedad.
Y le crearán dificultades para adaptarse a la sociedad, comenzará a sacar malas
notas y, como mucho, puede llegar al suicidio. Es por eso que debemos estar
atentos, dedicarnos cien por ciento en esta tarea, ya que como futuros docentes
estamos en la obligación de tomar medidas para generar cambios. Para que no
existan más casos como el de Pamela, para que ningún niño sufra más y el
agresor cambie su actitud, es algo difícil, pero no imposible, ya que vivimos en una
sociedad que cada día es más violenta.

Aunque todos los casos de acoso escolar tienen elementos comunes que les
caracterizan como tal, cada situación es única porque los implicados y su entorno
así los son. El objetivo final de todas las investigaciones es aportar conocimientos
para la mejora de la convivencia y la promoción de actitudes positivas de niños y
adolescentes.
E-GRAFIA Y BIBLIOGRAFIA

https://www.lifeder.com/que-es-el-bullying/#Referencias

https://es.wikipedia.org/wiki/Acoso_escolar#Evoluci%C3%B3n_de_los_casos_de_
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https://www.salud180.com/jovenes/10-tips-para-prevenir-el-bullying

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10. guíainfantil.com

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