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PRINCIPIO: PERDÓN

 Perdón significa remisión de pecado, es decir, absolución de toda


culpa.
 El perdón hace posible que todo ser humano se reconcilie y
reestablezca su amistad con Dios.
 La idea básica del perdón es la de cancelar una deuda.
 El propósito del perdón es darle al ser humano una esperanza de
vida al acercarnos a Dios.

DEBES BUSCAR LOS SIGUIENTES SIGNIFICADOS.


1) Remisión-
2) Absolución-
3) Culpa-
4) Reconciliar-
5) Reestablecer-
6) Amistad-
7) Cancelar-
8) Duda-
9) Esperanza.
Debes anotar su significado en tu cuaderno.
META POR ALCANZAR:
Objetivos: Lograr que los niños conozcan a JESUS como el Hijo de Dios quien
dio su vida por nosotros para perdón de nuestros pecados, con la seguridad de
que EL SIEMPRE NOS PERDONA Y NUCA NOS RECHAZA. De la misma forma,
permitirle interiorizar el valor de perdonar a quienes nos ofenden, haciéndolo parte
de su estilo de vida.

FRASE PARA RECORDAR:


DIOS ME PERDONA Y YO DEBO PERDONAR A OTROS.
HISTORIAS BIBLICAS PARA MANEJAR
Lee la historia bíblica II Samuel 11:1-12:25 y realiza la siguiente actividad:

1. Realiza un resumen de la historia usando dibujos de cada escena.


2. ¿Qué hizo el Rey David, después de cometer su pecado?
3. ¿A quién uso Dios para amonestarlo por su pecado, y como lo hizo?
4. Lee el salmo 32 y teniendo en memoria la el desarrollo de la historia,
responde ¿David le pidió perdón a Dios? ¿Cómo lo hizo? ¿Crees que Dios
lo perdono
5. ¿Cómo puede tener relación esa situación con nuestra vida diaria?

TRES RESSITENCIAS QUE IMPIDEN QUE RECIBAMOS PERDON Y


PERDONEMOS

Resistencia: Al Espíritu Santo, al enemigo y a las ofensas.


De las tres, la más delicada es resistirse a perdonar las ofensas porque aunque
acojas al Espíritu Santo y rechaces al maligno, si tienes rencor en tu corazón no
puedes recibir lo que Dios tiene para ti.

1. RESISTE AL MAL, NUNCA AL BIEN.


El Espíritu Santo es quien ejecuta lo bueno en nuestras vidas. Los cristianos
creemos en el misterio de la Trinidad: el amor del Padre, la gracia del Hijo y la
comunión del Espíritu Santo. Los tres son uno y funcionan como un equipo. El Hijo
paga por lo que el Padre planifica para que se cumpla a través del Espíritu Santo.
Es como construir un edificio. El Padre lo diseña, el Hijo hace el cheque con el que
se compran los materiales y el Espíritu Santo lo construye. Así que no debes
resistirte al Él porque es portador de las bendiciones que Dios planificó desde
antes de la fundación del mundo y por las cuales el Hijo pagó.

El Señor quiere salvarnos, entonces Jesús derrama su sangre en el calvario y el


Espíritu Santo nos hace nacer de nuevo como herederos de Dios y coherederos
con Cristo. Otro ejemplo claro se presenta cuando estás enfermo. Dios Padre
quiere darte salud, por las llagas de Jesús recibes la posibilidad de sanidad pero
es el poder del Espíritu Santo el que finalmente cura de toda enfermedad. En el
ámbito económico, El Padre quiere tu bienestar, el Hijo se hace pobre por ti y el
Espíritu Santo te da las ideas para que logres la prosperidad.

2. Resistirte al Espíritu Santo es como tener hambre y pedir comida a domicilio


que finalmente rechazas. No buscas y pagas un servicio para luego cerrarle las
puertas a quien te lo lleva a tu casa. Por el contrario, al diablo debes resistirte
siempre. No te canses de reprenderlo.

3. En Proverbios 18:19 leemos: “El hermano ofendido es más tenaz que una
ciudad fuerte, y las contiendas de los hermanos son como cerrojos de alcázar.”

Una persona que se siente ofendida es terrible. El rencor endurece tu corazón y


levanta obstáculos que limitan la bendición. Por eso es tan necesario buscar y
otorgar el perdón.

Mateo 6:12-15 dice: Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros


perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del
mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.

4. Si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a


vosotros vuestro Padre celestial; más si no perdonáis a los hombres sus
ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.

Este es el pasaje de la Biblia que nos enseña a hablarle a nuestro Padre. Me llena
de emoción la forma tan dramática y gloriosa como termina. Una oración siempre
debe terminar así, otorgándole a Dios todo el poder y la gloria. Inmediatamente
después, nos habla del perdón. Cuando perdonas te perdonan. No hay otra
solución. El único que no necesita perdonar es el perfecto pero nadie lo es, así
que todos debemos perdonar. Seamos sinceros, requerimos el perdón
continuamente, entonces otorguémoslo de la misma forma.

REALIZA UN ACRÓSTICO CON LA PALABRA PERDÓN, EN DONDE


PLASMES LAS IDEAS APRENDIDAS ACERCA DEL TEMA

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