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HECHOS/IDEAS

MARÍA ROOF

Rubén Darío en inglés: la poesía*

¿P or qué en la víspera del centenario de la muerte


del innovador de las letras hispanas, fundador del
modernismo y maestro del idioma español, Rubén
Darío continúa siendo prácticamente desconocido en el mundo
anglófono? Urge un balance del estado actual de sus traduc-
ciones para iniciar un giro positivo de su trayectoria en inglés.
Proponemos analizar primero el acceso a Darío, la selección y
Revista Casa de las Américas No. 282 enero-marzo/2016 pp. 10-33

presentación de sus textos poéticos al público anglolector, y lue-


go, las cambiantes condiciones extraliterarias que contribuyen
a la recepción de su poesía en los Estados Unidos.

Interés político / Desprecio cultural


A pesar de ser un pueblo mayormente compuesto por inmi-
grantes, o tal vez por serlo, los estadunidenses no siempre se
han mostrado interesados en el «otro». En el momento de las
luchas decimonónicas por la expansión territorial hacia la Costa
Pacífica, el impulso imperialista produjo el desplazamiento de
* Agradezco las contribuciones de
las autoridades nativas y coloniales, la desocupación forzosa de
Graciela Maglia, Marie Pfaff y Xenia espacios codiciados, frecuentes linchamientos y otras violencias
Reloba a esta exposición. contra los «perros» mexicanos, acompañados por el asesinato

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cultural y la pérdida del uso del castellano en el enseñanza del castellano en los Estados Unidos
recinto nacional. no formó gran parte del currículo escolástico en
Para comienzos del siglo xx, el lector estadu- el xix, aunque se empezó a ofrecer como materia
nidense en general carecía del dominio del espa- en la academia militar de West Point en 1856,
ñol. Los hispanohablantes de primera y segunda después de la guerra contra México. Al concluir
generaciones eran minoría en comparación con la primera Guerra Mundial, con la posibilidad de
los alemanes, irlandeses, italianos y rusos, aun intercambios con la América Latina, «el español
menos que los daneses y galeses (U.S. Census comercial» devino la expresión mágica que debía
Bureau. Census 1910), de ahí la necesidad de la abrir el camino a nuevas carreras. A partir del año
traducción de textos y, a la vez, el poco interés de la muerte de Darío, 1916, «han abundado» los
en asuntos hispanoamericanos durante la vida de textos hispanoamericanos en libros escolares»
Darío, a pesar de la guerra de 1898. En la década (Leavitt, «The Teaching of Spanish»: 615).
de 1930, las poblaciones de mexicano-estaduni- El desprecio por los productos culturales de las
denses y puertorriqueños, que se caracterizaban Américas, precisamente en el período en que Darío
por la presencia de pocos profesionales y em- publicaba, se evidencia en un artículo de 1902 en
presarios, trabajaban principalmente en puestos Literary World de Boston, que declaró que la Amé-
temporales de baja calificación y percibían poca rica Hispana carecía de una literatura de valor,
remuneración (Gilbert: 8).1 Los cubanos llegados opinión prevaleciente a pesar de los esfuerzos
a Nueva York como refugiados políticos de la de los hispanistas por convencer al público y a
guerra de independencia (1868-1878), incluso las universidades de que existía una literatura
el excelso escritor José Martí, provenían de la digna de leerse y estudiarse (Leavitt, «The Tea-
clase profesional y lograron establecer circuitos ching...»: 612).
culturales y algunas publicaciones periodísticas
en español.2 Traducciones de literatura
El desierto lingüístico en medio de un mundo
hispanoamericana
multilingüe no encontró remedio en la educación
formal en las escuelas y las universidades hasta Un elemento importante es el acceso del público
después de la primera mitad del siglo xx. La norteamericano a la literatura hispanoamericana
en traducción, ya que pocos podían leerla en su
1 Las paráfrasis y traducciones de fuentes en inglés son lengua original. El valioso estudio de Sturgis
de la autora. E. Leavitt constituyó la primera bibliografía
2 Ver en Gilbert un buen resumen de los cambios demo- a propósito de las traducciones y crítica sobre
gráficos en los siglos xix y xx. Antes del comienzo de esa literatura publicadas en los Estados Unidos
la Revolución Mexicana en 1910, los inmigrantes eran o por residentes en el país. Hispano-American
obreros en la construcción del ferrocarril (1880-1900) y
Literature in the United States: A Bibliography
pobres desplazados, campesinos y urbanos. La demanda
de mano de obra en los Estados Unidos con la primera of Translations and Criticism, editada en 1932
Guerra Mundial terminó después y quedaron cesantes por el Harvard Council on Hispano-American
los obreros mexicanos. Studies (cuya existencia misma evidencia un

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cambio de consideración a nivel universitario), ye a Darío entre los «yanquifóbicos» literarios
apareció como «contribución a la causa del («Literary Yankeephobia in Hispanic America»).
Pan-Americanismo», y abarca desde 1827 has- En 1924 se toma nota en la Saturday Review of
ta 1931. Resulta un tesoro para el investigador Literature de la publicación de las Obras com-
literario, al incluir libros de texto, traducciones, pletas I y II de Darío.
historias de la literatura, artículos críticos y re- En un análisis de 1945 basado en esta biblio-
señas aparecidas en libros, periódicos y revistas. grafía y sus investigaciones literarias, Leavitt
Para resumir grosso modo las mil entradas, la expone una descripción clave de la literatura
primera traducción al inglés se publicó en 1827: latinoamericana en los Estados Unidos década
los poemas «Niagara» y «The Hurricane», del por década y concluye que la América Latina de
cubano José María Heredia. A través del siglo xix hecho se ha constituido como campo académico
podemos observar una clara preferencia por «legítimo», con valores canónicos y, después
escritores de México, Cuba y Argentina, con de cierta «confusión», se ha podido determinar
especial atención a Plácido, «el poeta mulato cu- cuáles son las figuras mayores y menores («Latin
bano» (en 1844, 1845, 1847 y 1849), de aparente American Literature»). Creemos que al emerger
interés para los abolicionistas norteamericanos. como una de las mayores figuras de la literatura
En Londres, James Kennedy publica Modern hispanoamericana, Rubén Darío debería ocupar
Poets and Poetry of Spain en 1852 y aparecen un lugar sobresaliente en el escenario literario an-
diversas traducciones y antologías. glófono. El repaso de las traducciones de Darío al
Las primeras menciones de Rubén Darío datan inglés nos mostrará la falacia de esta conclusión.
de 1914: dos artículos de autoría anónima en el
New York Times que coinciden con la tercera Darío desconocido
visita del poeta a la ciudad: «Rubén Darío’s
contribution to literature» y «Darío writes about Un comentarista de 1922 comprobó la ignorancia
New York». Por su parte, las traducciones inicia- hacia la obra de Darío, atribuyéndola a la arrogan-
les de su obra se deben a Alice Stone Blackwell cia literaria norteamericana, a pesar de la visita del
en 1915, y fueron «Song of the Pines» y «Stories poeta a Nueva York en el invierno de 1914-1915
of the Cid», aparecidas en el periódico New York y de cierta notoriedad por su poema «A Roose-
Evening Post, y «Song of Hope», en la revista velt» (Mordell: 13). En 1934, la ignorancia en
Las Novedades (Nueva York). Además de ne- torno a la literatura hispanomericana en general,
crologías y otras traducciones por Blackwell, aun entre hispanistas en los Estados Unidos, fue
aparece en 1916 el primer estudio intelectual criticada de esta manera: «There has long existed
de Darío, de Issac Goldberg, titulado «Darío, among students of Hispanic American history an
the laureate of Latin America», y en 1919, dos unfortunate disposition to minimize or ignore the
textos claves: de George W. Umphrey, «Some achievements of our southern neighbors in the
Spanish-American Poets of Today and Yesterday. domain of Belles Lettres» («Ha existido desde
I. R. Darío», y de Goldberg, «Rubén Darío: The hace tiempo entre los estudiosos de la historia
Man and the Poet». En 1922, J. F. Rippy inclu- hispanoamericana una desafortunada disposi-

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ción a minimizar o ignorar los logros de nuestros Darío traducido
vecinos del sur en el campo de las bellas letras»,
Martin: 339). Lamentablemente, comentaristas El respetado hispanista Isaac Goldberg insistió en
posteriores han cantado al unísono que Darío, uno 1919 en su Rubén Darío: The Man and the Poet
de los grandes poetas en español y figura principal en la importancia del poeta nicaragüense para los
del modernismo, no es ampliamente conocido en norteamericanos, porque Darío resume una épo-
el mundo anglófono.3 ca y es portavoz de un continente que estos deben
El deseo de leer a Darío en Inglaterra no en- comprender mejor para agregar mutuos benefi-
contró apoyo, en parte por la subestimación de cios intelectuales a los puramente comerciales
sus obras en el análisis seudosicológico, racista, (77). Goldberg expresa su ferviente esperanza de
arrogante y eurocéntrico del eminente crítico in- que exista un «feliz poeta» que pueda verter la
glés C. W. Bowra (1955), para quien su obra era música de este genio al inglés (79).5 En cambio,
imitativa y superficial. Darío «pudo haber sido el eminente poeta mexicano José Emilio Pacheco
más original», aunque logró unas expresiones opina casi un siglo después que: «Darío es tan
de su personalidad «apasionada» que produjeron intraducible como Goethe, Pushkin o Yeats. Ni su
patrones musicales encantadores (264). Como música verbal ni sus rimas pasan bien a ningún
observara Arturo Ríoseco, «[e]l defecto central otro idioma» («Prólogo: Rubén Darío entre dos
de este estudio consiste en el conocimiento in- siglos»: 46).
completo que el crítico inglés tiene de la poesía Hemos de alabar los esfuerzos de los prime-
de Rubén, que creemos está basado en Prosas ros traductores de las poesías de Rubén Darío
profanas y en algunas selecciones de antología» al inglés, que dieron a conocer sus poemas en
(citado en Ellis: 103).4 periódicos y pequeñas colecciones a principios
del siglo xx. Sin embargo, los criterios que guían
3 Igualmente en 1997, Irene Rostagno, en la introducción las traducciones carecen de rigor y responden a
a su estudio de la promoción de los autores latinoameri- gustos cuestionables.
canos en los Estados Unidos, Searching for Recognition,
señala que las relaciones culturales interamericanas
En 1916, la Hispanic Society of America edita
antes del boom de los sesenta y setenta iban en una sola la primera colección en forma de libro bilingüe,
dirección: los latinoamericanos leían a los norteameri- Eleven Poems of Rubén Darío, con traducciones
canos, pero no viceversa, con excepción de los depar- de Thomas Walsh y Salomón de la Selva, para
tamentos universitarios de español y portugués (xi). marcar, tras la muerte de Darío, su importan-
4 Y la función clave de buenas traducciones en la crítica cia en las letras hispanas como «el mayor poeta
extranjera queda patente en esta observación de Keith
Ellis sobre otra opinión equivocada del crítico inglés:
contemporáneo en lengua española» (v). La
«Bowra might also have written too hastily on the introducción atribuida a Pedro Henríquez Ure-
poetry of Pablo Neruda in his book Poetry and Politics ña reclama para Darío su sitial entre los poetas
1900-1960..., where he emphasizes the primitive nature
of what he regards as Neruda’s uneven production. His 5 Goldberg o desconoce las traducciones de Thomas
only bibliographical reference to Neruda’s poetry is Walsh y Salomón de la Selva, que datan de tres años
Ben Belitt’s book of poor translations, Selected Poems antes de este ensayo, o las descarta expresamente con
of Pablo Neruda…» (Ellis: 158, n. 13). este comentario.

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modernos de primer orden a nivel mundial, en York entre 1914-1915, como «La gran cosmó-
cualquier idioma, por la profundidad del sentir polis», «Soneto Pascual» y «En una columna de
humano y el esplendor de expresión logrados en la Hispanic Society».
Cantos de vida y esperanza (vi). Se revisan sus Cuatro años después, uno de los traductores
renovaciones prosódicas y la introducción de de Eleven Poems, Thomas Walsh, edita un tomo
un estilo matizado, en contraste con el colorido monumental (ochocientas páginas), publicado
«que los extranjeros anticipan en todo lo espa- por la misma Hispanic Society of America en su
ñol» (xiii), como aviso a los lectores anglófonos serie «Peninsular»: Hispanic Anthology: Poems
de que esta poesía se distingue de la romántica. Translated from the Spanish by English and North
La introducción también postula el americanis- American Poets, que reúne a unos doscientos
mo de Darío y descarta la crítica antidariana. En poetas, y textos desde el Poema del Cid hasta
el contexto de la derrota de España en la guerra los hermanos Machado. Aunque la mayoría
de 1898, esta primera y breve presentación de de los autores son, efectivamente, peninsulares
la obra del nicaragüense señala su renombre y traducidos por Walsh, se incluyen también
como representativo del alto valor espiritual, si americanos, como Rubén Darío, presentado con
no político, de los pueblos de habla española. una escueta biografía de tres oraciones y cinco
Eleven Poems presenta una breve bibliografía poemas: «Sonatina» (Prosas profanas) en ver-
de Darío hasta 1915, por ello resulta curiosa la sión de John Pierrepont Rice; «To Roosevelt»
omisión de datos bibliográficos sobre la proceden- (Cantos de vida y esperanza) en traducción de
cia de los once textos seleccionados. Como para Elijah Clarence Hills; «Night fall in the Tropics /
reforzar la representatividad dariana del mundo Tarde del trópico», «Pórtico» (Prosas profanas)
hispano, tres de los poemas remiten a sujetos y «Canción of Autumn in Springtime / Canción
españoles («A Sonnet on Cervantes / Soneto a de otoño en primavera» (de Cantos de vida y es-
Cervantes», «Antonio Machado / Oración por peranza), todos traducidos por Thomas Walsh y
Antonio Machado» y «Bagpipes of Spain / Gaita los dos últimos en versión distinta de la publicada
Galaica»). Por estudios externos a la colección, en Eleven Poems. Es significativo que Walsh
sabemos que los once escogidos provienen de amplía la gama de los poemas de Darío en inglés.
diversas obras y son de variado valor: dos de Desafortunadamente, no se indican los criterios
Azul... (1888/1890) –curiosamente, considerando de selección y se excluyen los originales.
el destinatario anglófono, no se incluye «Walt En 1922 aparece Prosas Profanas and Other
Whitman»–, ninguno de Prosas profanas y otros Poems by Rubén Darío, con traducciones de
poemas (1901), siete de Cantos de vida y esperan- Charles B. McMichael, en una edición solo en
za. Los cisnes y otros poemas (1905) –en este caso inglés. El volumen incluye el prólogo original
es significativa la exclusión de «A Roosevelt», de Darío, «Words on the Threshold / Palabras
siempre teniendo en cuenta el posible destinatario Liminares», y cinco poemas de Prosas profanas,
del volumen–, uno de El canto errante (1907) y además de otros tres de Cantos de vida y espe-
uno de Poema del otoño y otros poemas (1910). ranza, y la traducción de «Salutación al águila»,
Tampoco se incluyen poemas escritos en Nueva de El canto errante. El prefacio del traductor

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aporta algunos datos de la vida del nicaragüense from the translator»: 168). A pesar de la amplia
y señala al «mejor crítico de Darío en inglés», distribución de la revista, no parece haberse
Isaac Goldberg. La selección tomó en cuenta al recogido esta versión en ediciones posteriores
lector estadunidense que –según el traductor– de las traducciones del poeta centroamericano.
sentirá cariño por el autor de «Welcome to the En 1928, dos catedráticos de la Universidad
American Eagle» (equivocación en el título de de Wáshington, George W. Umphrey y Carlos
su propia traducción), pero alega que el azar obró García Prada, editan un texto pedagógico de la
su magia en los criterios al indicar ejemplos de Macmillan Hispanic Series, que indica el interés
la «versatilidad de Darío» (15). en la promoción de temas hispanos a nivel uni-
Este tomo de McMichael fue duramente cri- versitario, Selections from the prose and poetry
ticado por la poeta-traductora Muna Lee en una of Rubén Darío. Aunque los textos de Darío
reseña de 1923, «A painful example», en la que aparecen solo en español, con glosario, notas y
destaca deficiencias en la presentación del poeta y bibliografía en inglés, la larga introducción versa
en la comprensión del original por un traductor con sobre la vida y la poesía de Darío, con una de-
insuficiente preparación. Alega que el hecho de que tallada exposición sobre la prosodia, «Notes on
sobreviva en inglés alguna belleza en la atmósfera the versification of Rubén Darío». Los editores lo
o en las imágenes evidencia la «magia de Darío», consideran uno de los más grandes poetas de to-
que –apunta– no fue depuesta por el empleo de una dos los tiempos, cuya obra debe ser comprendida
frase lapidaria tras otra en la traducción. Y, citando y apreciada por estudiantes norteamericanos (v).
una estrofa, declara que es tan ininteligible en Al año siguiente, Some Spanish-American
inglés como lo habría sido en español si Rubén Poets reúne las traducciones de una pionera, Ali-
Darío la hubiera escrito de ese modo. ce Stone Blackwell: doscientos siete poemas (en
La propia Lee, cuya poesía fue vertida al formato bilingüe) de ochenta y nueve autores de
español por Salomón de la Selva, colaboradora diecinueve países. La introducción, del ya citado
de Thomas Walsh en la Hispanic Anthology, crítico Isaac Goldberg, presenta un bosquejo del
difunde sus traducciones y reseñas en Poetry, modernismo y de la vida de Darío. Goldberg,
a Magazine of Verse, revista en la que publica quien en 1919 no hallaba entre la poesía estadu-
en 1925 una antología de treinta y un poetas de nidense el par de «Salutación al águila» («Rubén
diversos países latinoamericanos, incluyendo su Darío: The man and the poet»: 77), ahora parece
traducción rimada del «Litany for our Lord Don subestimar a los poetas hispanoamericanos, al
Quijote / Letanía de nuestro señor Don Quijote», alegar que «[n]o hay un Whitman en el Sur, como
de Darío (Cantos de vida y esperanza), sin la no hay tampoco una Amy Lowell. [...] No hay
versión en castellano. Lee es la única entre los Sandburgs en el Sur, pero hay poetas de revolu-
traductores de Darío que declaró haber logrado ción social» (xiii). Sin embargo, el puente entre
los mismos efectos rítmicos que el original, las culturas permite el tránsito en dos direcciones,
pues según ella las similitudes en estructura y «muchos de nuestros jóvenes versolibristas se
entre las dos lenguas hacen su traspaso de una beneficiarían con un estudio de los poetas hispano-
a otra una tarea relativamente simple («A word americanos, de los cuales ellos pueden adquirir si

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no tantas ideas, al menos un sentido de la melodía según opinan Will Derusha y Alberto Acereda
del verso y de la armonía de las palabras» (xiii). en la introducción a su Rubén Darío, Songs of
Blackwell recoge en este volumen traducciones Life and Hope / Cantos de vida y esperanza, la
publicadas de forma irregular en periódicos de antología de Blackwell no contiene ninguno de
las dos últimas décadas (1910-1929), e indica que los poemas por los que Darío es famoso («The
«la mayoría de estas poesías han sido traducidas PoeticWorld»: 41).
al inglés por primera vez por esta traducto- En 1934, G. Dundas Craig edita The Modernist
ra» (xix). El propósito de la antología es contri- Trend in Spanish American Poetry. A Collection of
buir a «conocer a fondo a nuestros vecinos del Representative Poems of the Modernist Movement
Sur» al estudiar su poesía y así «lograr mutuo and the Reaction. Profesor del Departamento de
respeto y buena voluntad» (xx). El criterio de se- Inglés de la Universidad de California en Ber-
lección ha sido personal, pero influyó la conside- keley y originario de Escocia, Craig presenta en
ración del lector al incluir a «poetas populares», un tomo, también publicado en Londres por la
además de los «que los mismos hispanoamerica- Cambridge University Press, una edición bilingüe
nos consideran como sus más célebres»: Darío, de poemas de una veintena de autores modernis-
Chocano, Nervo, Mistral, porque tas y «de tendencia modernista». Los criterios
de selección incluyen el valor representativo en
muy pocas personas en los Estados Unidos contenido y estilo de las distintas escuelas, desde
tienen verdadera idea de la bella y extensa el parnasianismo al creacionismo.
producción poética de las repúblicas a nuestro El editor reconoce las dificultades de traducir la
Sur. Aun para aquellos que estén familiari- poesía y declara su intención de recorrer el camino
zados con la literatura europea, la literatura entre, por un lado, la traducción literal en prosa,
de nuestro propio hemisferio meridional es que daría una buena idea de lo que el poeta dijo o
generalmente tan desconocida como el lado quiso decir aunque sin la musicalidad del verso, y,
opaco de la luna (xix). por otro, la paráfrasis que requiere un don poético
del que dice carecer (xi). Intenta mantener las
Por Nicaragua, se presenta sin datos biográ- cualidades rítmicas y musicales de los originales
ficos ni bibliográficos un poema de Santiago con formas métricas parecidas, como la de las ba-
Argüello («The eagle and the dry leaf / El águila ladas inglesas para el octosílabo, y el pentámetro
y la hoja») y ocho de Darío en un orden sui ge- yámbico para el alejandrino.
neris: dos de Prosas profanas, tres de Cantos de Craig presenta los catorce textos de Darío en el
vida y esperanza, dos de El canto errante y uno orden de su publicación en las colecciones, con
de Poema del otoño y otros poemas. Con dos alguna excepción, como «I am the man / Yo soy
excepciones, Blackwell no repite en su selección aquel», el primero en su selección, que el traductor
las poesías publicadas en los tomos anteriores considera autobiográfico y clave en la compren-
en inglés, y coincide con los otros traductores sión de Darío. De Prosas profanas escoge siete
en pasar por alto los primeros libros de Darío, poemas, y de Cantos de vida y esperanza elige
Epístolas y poemas, Abrojos y Rimas. Pero «An autumn song in spring / Canción de otoño en

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primavera» –según explica, se ha descrito como mericana, que no aparecía en revistas contempo-
el poema lírico más bello producido en castellano ráneas, lo que lo indujo a emprender su difusión
desde el siglo xvi–, y otros cuatro entre los que en traducciones (The Winged Energy of Delight:
figura «To Roosevelt / A Roosevelt», mientras vii). En los sesenta, la coyuntura internacional
que de El canto errante escoge «Salutation to the estimuló nuevo interés por la América Latina
eagle / Salutación al águila». en los Estados Unidos, lo cual se hizo evidente
De las colecciones anteriores solo la masiva en las universidades con la creación de nuevos
antología bilingüe de Blackwell, Some Spanish- centros de estudios de áreas regionales, incluso
American Poets (1929) alcanzó nuevas impresio- de estudios latinoamericanos, la fundación de
nes en 1937 y 1968. En 1935 comienza un vacío nuevos programas oficiales como la Alianza para
de tres décadas en la publicación de traducciones de el Progreso (1961-1970), así como de nuevas
las poesías de Darío en forma de libro –cuatro, organizaciones culturales. Ya para mediados de
si obviamos las antologías generales. esa década, «Darío en inglés» puede entrar en
Pensamos que las primeras traducciones de las nuevas condiciones del «mercado» cultural
Darío desentonaban con la poesía en inglés más latinoamericano en los Estados Unidos.
estimada en la época, lo cual no es nada sorpren- El «talentoso traductor» Lysander Kemp
dente si consideramos que los españoles mismos publicó en 1965 el volumen Selected poems of
opinaban que los latinoamericanos eran «poetas Rubén Darío, con un «extraordinario ensayo
de otras musas» (Federico García Lorca, citado introductorio de Octavio Paz» (González Eche-
en Forché: 119). Si parte de la evolución de ten- varría, «El maestro del modernismo»), seguido
dencias poéticas corresponde a la labor de apro- de una edición rústica en 1988. La antología de
piarse de la palabra para actualizarla en el código setenta y seis poemas abarca textos de Abrojos
lingüístico corriente, el uso de lenguaje pasado de (doce), Rimas (tres), Azul...(dos), Prosas profa-
moda no refuerza la novedad de la poesía: «Poetas nas (nueve), Cantos de vida y esperanza (vein-
poco originales escriben como los poetas que cre- ticuatro), El canto errante (once), Poema del
cieron leyendo y, por consiguiente, en su propia otoño y otros poemas (cuatro), y por primera vez
obra están a dos o tres generaciones de distancia en un libro, Canto a la Argentina y otros poemas
atrasados del lenguaje “actual”» (Vendler, «Great (fragmento), y una sección de poemas «misce-
Things from Least Suggestions»: 6). Creemos que láneos» (diez), además de la transcripción de
el lenguaje de las primeras traducciones de Darío un conversatorio radial sobre Darío «al alimón»
al inglés sonaría anticuado ante la producción de entre Pablo Neruda y Federico García Lorca
sus contemporáneos estadunidenses. en el Pen Club de Buenos Aires, en 1933. Esta
Durante los años cincuenta, el desconocimien- colección no presenta las versiones en español,
to de Darío se extendía también a la literatura pero afortunadamente indica la procedencia de
internacional en general, según explica el poeta los textos y su título original en un índice, aunque
y traductor Robert Bly. Durante esos años –dice– habría que saber traducir del inglés al español
hubo muy poca sensibilidad en la comunidad para identificarlos. Asimismo, sigue el patrón
norteamericana hacia la poesía europea o suda- poco útil de omitir notas, referencias o glosario.

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El ensayo introductorio de Octavio Paz, seis que no aparecen en el compendio editado por
una versión abreviada de «El caracol y la si- Ayacucho. Estos últimos son «Francisca Sánchez,
rena (Rubén Darío)», de su Cuadrivio (1965), my companion be / Francisca Sánchez, acom-
constituye la primera presentación extensa pañamé», «How cool and happy is the morn /
que acompaña la traducción de las poesías del ¡Qué alegre y fresca la mañanita!» –identifi-
nicaragüense. Destaca en los modernistas su cado en una página de internet con título «Del
recuperación de una tradición que devino una trópico» y atribuido a Poemas de adolescencia
nueva estética y una nueva manera de conocer (1878-1881)–, un fragmento en forma de sone-
el mundo («Prologue»: 11), y considera a Darío to de «Spanish poetry / La poesía castellana»,
uno de los grandes poetas modernos, junto a Poe que aparece también en las redes citado por las
y Whitman, al tiempo que traza la trayectoria primeras estrofas en portugués y fechado «San
del latinoamericano desde sus primeras poesías Salvador, octubre 1882», «The poet’s a bird / El
hasta Poema del otoño, proveyendo de esta poeta es ave» –titulado «Sollozo del laúd» en
manera un excelente contexto para el estudio de internet y fechado «San Salvador, 1882»–,
las piezas incluidas en la selección. Paz anticipa el cuarteto «If poetry’s the idiom of love / Si
las tensiones que el lector estadunidense podría la poesía es del amor idioma», y «The poet /
encontrar en las poesías de temas norteamerica- El poeta» («¡En medio del eterno concierto de
nos, y distingue entre el temor de Darío ante la los mundos») –incluido en otra versión de tres
marcha imperialista de la nación de Roosevelt, estrofas y con el título «Al poeta» en la sección
su admiración por la cultura de Poe, Whitman «La vida de Rubén Darío escrita por él mismo
y Emerson, y su defensa en la cultura del «alma (1912)», de Umphrey y García Prada (64-65).
latinoamericana» (16). Entre los años 1967-2000 se producen otras
Al año siguiente, Helen Wohl Patterson edita tres décadas de laguna en las traducciones de
un breve folleto de sesenta y siete páginas titu- Darío al inglés, a pesar de que en ese período se
lado Rubén Darío y Nicaragua. Bilingual antho- desata la pasión por las traducciones de la obra
logy of poetry, publicación bilingüe de textos de de Neruda, Vallejo, Borges y Paz. No obstante,
Darío y otros diez compatriotas suyos del siglo aparecen nuevos acercamientos a la obra de
xx. El volumen carece de aparato académico Darío. Es solo a partir del nuevo milenio que los
bibliográfico, de introducción literaria o biográ- estudiosos radicados en los Estados Unidos se
fica, y tampoco provee explicaciones sobre los dedican a salvar los obstáculos al conocimiento
criterios de selección y principios que guiaron la del poeta nicaragüense en inglés y publican nue-
traducción. La presentación de los poemas obe- vas colecciones y antologías, las más valiosas de
dece a un ordenamiento sui generis, pero el libro las cuales salen en formato bilingüe.6
tiene el valor de incluir varias versiones de Darío
que permanecían inéditas. Los quince poemas 6 No incluimos en el estudio las traducciones de Claudio
Freixas en una edición de 1975, Translations of Poems of
suyos contemplados en la antología proceden de
Five Modernist Spanish-American Poets, de producción
Azul..., de Prosas profanas, de Cantos de vida y local para sus colegas en Inglés de la Universidad Estatal
esperanza, de El canto errante, junto con otros Humboldt de California, ya que parece haber circulado

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Es relevante el cambio en la evaluación guna fecha, pero sin indicación de procedencia.
del modernismo notado por el inglés Gordon Resalta además el aparente desinterés por hacer
Brotherston entre la publicación de la primera rimar o sugerir ritmos regulares a los textos.
edición de su antología crítica de catorce autores Hacemos referencia a este tomo porque se agre-
de 1968 y su segunda edición de 1995, Spanish ga al caudal de los poemas darianos traducidos
American modernist poets. La desatención al inglés, aunque Appelbaum traducirá en 2002
crítica anterior podría deberse a la indefinición la mitad de ellos. Sin embargo, recomendamos
del período abarcado por el movimiento, como consultar otras versiones, si existen, porque he-
también a los prejuicios de los críticos españoles mos notado errores inexplicables. Por ejemplo,
contra su origen americano –especialmente desde en «Palabras liminares», «indio chorotega o
la Guerra Civil Española– y su interés por realzar nagrandano» se vierte como «Indian chocolate
sus propias tradiciones, incluida la obra de la Ge- or dark» (15), semejante al error en la traducción
neración del 98. También pudiera deberse a ciertas del mismo pasaje en McMichael «[some drop of
lecturas que atribuían una aparente indiferencia blood] of India –chocolate colored or octoroon»
ante la injusticia social en los textos modernistas, (21), dos errores parecidos que sugieren una
por lo que algunos críticos los menospreciaban, al variante en el texto original. Por otra parte, la
considerar su obra como escapadas burguesas sin traducción carece de la riqueza léxica del ori-
mayores consecuencias (vii). Brotherston marca ginal. Los criterios de selección de los poemas
como hitos en la mejor comprensión del moder- incluidos responden a la «alta calidad» percibida
nismo el homenaje de Pablo Neruda durante el por el traductor en ellos y predominan los más
centenario del nacimiento de Darío en 1967, y de tempranos de Abrojos (cuatro), de Rimas (cin-
escritores y críticos latinoamericanos de enverga- co), de Azul..., los cuatro poemas de «El año
dura como Octavio Paz, Mario Benedetti, Ángel lírico», los sonetos «Caupolicán», «Venus» y
Rama y César Vallejo (vii). «On the Subject of Winter / De invierno», y los
Con la llegada del siglo xxi, el poeta y profesor cinco Medallones: «Leconte de Lisle», «Catu-
de inglés Edward Loomis, de la Universidad de lle Mendès», «Walt Whitman», «J.J. Palma» y
California en Santa Barbara, publica un tomo que «Salvador Díaz Mirón». Asimismo, comprende
parece haber tenido reducida circulación, El Nica catorce poemas de Prosas profanas, uno de
and Don Antonio: Translations from the Spanish Cantos de vida y esperanza («Trefoil / Trébol»)
of Rubén Darío and Antonio Machado. Se trata y «Epistle to the Lady of Leopoldo Lugones /
de traducciones de treinta y cinco poemas sin Epístola a la señora de Leopoldo Lugones», de El
el original en castellano, y contiene además las canto errante. Resulta curioso, considerando que
«Palabras liminares» de Prosas profanas, todo la segunda sección del libro de Loomis contiene
ello presentado en un orden sui generis, con al- traducciones de poemas de Antonio Machado,
que se omite de este último cuaderno el poema
muy poco. En formato bilingüe presenta de Darío «Me-
«A Antonio Machado», de Darío.
lancholy/Melancolía» y «Nocturne/Nocturno» («Los En 2001, Alberto Acereda y Will Derusha
que auscultasteis...») de Cantos de vida y esperanza. publican Selected poems of Rubén Darío: A

19
bilingual anthology, con cincuenta y seis poe- inglés, provienen de Abrojos (cuatro), Rimas (dos),
mas y dos ensayos introductorios, así como un Azul… (siete, incluido «Walt Whitman»), Prosas
excelente aparato académico y crítico que com- profanas y otros poemas (el ensayo «Palabras limi-
prende una introducción a Darío y a los temas nares» y diez poemas), Cantos de vida y esperanza.
del modernismo, datos biográficos cronológicos, Los cisnes y otros poemas (el ensayo introductorio,
bibliografía del poeta nicaragüense, una lista de «Prefacio», y diecisiete poemas, comprendido «A
estudios críticos en inglés y español y un «glo- Roosevelt»), El canto errante (siete), el «Poema
sario» de notas, especialmente de referencias de otoño» del volumen Poema del otoño y otros
clásicas. Los criterios de selección se basan en poemas, dos textos de Canto a la Argentina y
la representatividad de toda la obra de Darío, otros poemas, y de poemas dispersos («Aún», «Re-
incluso el período anterior a Azul..., así como las encarnaciones», «La tortuga de oro…», «Pájaros de
propias sensibilidades de los editores, sin tomar las islas», «En las constelaciones» y «Español»).7
en cuenta antologías anteriores. Los responsables Sin hacer referencia a las antologías anteriores
del volumen dicen no haber omitido ninguno de en inglés, Stanley Appelbaum parece seguir el
los poemas considerados canónicos o esenciales, ejemplo de 1928 de Umphrey y García Prada en
y defienden su empeño en establecer textos defi- 2002, con la publicación de otro texto pedagó-
nitivos de los poemas en español, al tiempo que gico, o por lo menos de lectura bilingüe: Rubén
repasan las antologías anteriores en inglés, criti- Darío, Stories and Poems/Cuentos y poesías: A
cando la de Kemp (1965) por su uso de versiones dual-language book, con diez cuentos y cincuenta
originales defectuosas. poesías. El compilador no explica sus criterios de
En su amplia introducción, Acereda y Derusha selección, pero plantea el problema que constituye
describen «el mundo poético» de Darío y sus el fondo de las investigaciones de Acereda y De-
libros, los temas, las innovaciones métricas y la rusha por establecer textos definitivos. Appelbaum
renovada preocupación, ausente desde Quevedo, se adhiere al «mejor texto» en español y explica
por los aspectos acústicos, léxicos y gramaticales que en los casos en que se publicaron versiones
de la poesía en castellano (33). Como algunos de distintas de un poema durante la vida de Darío ha
los traductores anteriores, consideran a Darío uno optado por los que emplean un léxico más raro
de los mayores exponentes mundiales de la o específico, por ejemplo, «esmaragdinas» en
poesía lírica, una de las voces más significativas vez de «esmeraldas». La introducción establece
de la literatura moderna y de la historia de la la importancia de Darío como representante del
literatura de Occidente, pero perciben que su modernismo. Se incluyen notas referenciales y
legado está amenazado por ediciones inexactas extensos datos sobre la primera publicación y
de sus originales, descuido agravado por traduc- el contexto de los poemas y cuentos, así como
ciones basadas en publicaciones llenas de erratas y
errores, lo que puede cambiar totalmente el sentido
7 Rogamos se nos perdone la inconsistencia al omitir aquí
de un verso («visible» por «invisible», ponen por los títulos en inglés. Son muchos los poemas y los títulos
ejemplo, en «The poetic world of Rubén Darío»). son similares al español en casi todos los casos, a dife-
Los textos incluidos, muchos por primera vez en rencia de los que fueron puestos por otros traductores.

20
su inclusión en colecciones, además de algún en Selected Poems,8 además de una biografía
comentario ameno, por ejemplo, respecto a personal y literaria, «Rubén Dario and Hispanic
«Verlaine»: «The recondite vocabulary of this Modernism», así como un análisis de Cantos
poem gave some early readers a sort of culture de vida y esperanza y de diversos modernismos
shock; one proclaimed that, in the verse “Que como expresiones de una revolución artística en
púberes canéforas te ofrenden el acanto”, the el mundo occidental del fin del siglo, y como
only word he understood was “Que”!» («El re- manifestaciones de un nuevo orden social que
buscado vocabulario de este poema provocó en desplazó al artista y condicionó preocupaciones
algunos tempranos lectores una suerte de shock sobre la identidad, la existencia, la fe, el arte y
cultural; uno de ellos proclamó que, en el verso el erotismo. Examinan el contexto literario, eco-
“Que púberes canéforas te ofrenden el acanto”, nómico e histórico y la nueva apreciación crítica
solo entendió la palabra Que!») (xix). del modernismo arraigada en las investigaciones
Los diez cuentos proceden de Azul..., y las de Ángel Rama, Evelyn Picón Garfield, Ivan A.
poesías, del mencionado volumen (tres), de Schulman y Cathy L. Jrade.
Prosas profanas (trece, entre ellas «Coloquio El tomo incluye notas sobre figuras históricas
de los centauros» –que el autor considera el y literarias, referencias mitológicas, glosario y bi-
mejor poema de Darío, aunque le corrige el uso bliografía de los libros de Darío, de los principales
del latín, xviii–), de Cantos de vida y esperanza estudios de su obra y del arte de la traducción. Pre-
(veinticuatro, incluido «Cisnes I, II, III, IV»), senta los cincuenta y nueve poemas de Cantos…,
seis de El canto errante y «Poema del otoño», que los traductores consideran el volumen más
del cuaderno homónimo. importante y exitoso del nicaragüense. Con esta
En 2004, Derusha y Acereda continúan su publicación, esperan provocar una revaluación
labor de examinar las ediciones de las obras de de su obra, nuevos estudios críticos y renovado
Darío para determinar el texto definitivo y lo- interés en la traducción al inglés de la poesía
gran la primera traducción al inglés de un libro modernista, para que un mayor círculo de lectores
entero del nicaragüense: Songs of Life and Hope conozca y goce de esa literatura (46).
/ Cantos de vida y esperanza, uniendo las tres Al año siguiente se presenta el proyecto más
secciones, «Cantos de vida y esperanza», «Los ambicioso y variado por dar a conocer a Darío
cisnes» y «Otros poemas» en un tomo bilingüe. en inglés, con el tomo Rubén Darío, Selected
La detallada introducción justifica la publicación Writings, de seiscientas sesenta y siete páginas,
por la buena acogida en los Estados Unidos de compilado por Ilan Stavans y editado por la
traducciones de libros completos de poetas espa- prestigiosa casa editorial Penguin. El volumen
ñoles e hispanoamericanos –Rosalía de Castro, recopila traducciones (completas o parciales) de
García Lorca, Neruda, Borges, Paz– y la urgen- setenta y siete poemas creadas por Greg Simon
cia de que Rubén Darío participe de esa nueva
atención (Derusha y Acereda, «Introduction»: 1). 8 Ver un excelente resumen en castellano de sus puntos
Los editores repasan con más detalles y ejemplos principales en Isabel Díaz: «Traducciones de la obra de
aspectos de la traducción de Darío presentados Rubén Darío a la lengua inglesa».

21
y Steven F. White; treinta y seis cuentos, fábu- Los criterios de selección no se explican más
las y poemas en prosa traducidos por Andrew allá de su «representatividad». Se declara que el
Hurley; diversos ensayos, crónicas de viaje y orden de presentación coincide con la antología
prosa miscelánea traducidos por Hurley, además temática compuesta por Darío en la Biblioteca
de fragmentos de cartas traducidos por White. Corona, con secciones tituladas en inglés según los
Los poemas aparecen en formato bilingüe. Se tres tomos organizados por el poeta: I. «And those
incluye además una sección de sugerencias para that came from the Eighteenth Century / Muy siglo
más información, un glosario con referencias xviii» (1914); II. «Some both ancient and modern
mencionadas en los textos y un índice de títulos y / Muy antiguo y muy moderno» (1915); IV. «And
primeras líneas. Muchos de los poemas aparecen a thirst for elusive hope / Y una sed de ilusiones
por primera vez en inglés. infinita» (1916); además de una sección intercala-
La introducción de Stavans describe la recep- da, con el título sugerido por las investigaciones
ción crítica bivalente de la obra de Darío en su de Pablo Antonio Cuadra: III. «Some Audacious,
tiempo. Detalla las facetas de la «revolución Cosmopolitan» (lxi). Este orden tiene la ventaja de
modernista» relacionada con la consolidación agrupar las poesías según ciertas características co-
del capitalismo en la América Latina (xxxi), munes, pero dificulta la visión panorámica de estas,
tema estudiado con mayor detenimiento por impedida también por la falta de identificación de
Ángel Rama y Françoise Perus en diversos la procedencia de los poemas. Por ejemplo, el pri-
textos. Asimismo, resume las posturas de Darío mero de la primera sección es «Caracol», fechado
frente a los Estados Unidos y le critica cierta en 1905, número 29, en la sección «Otros poemas»
aparente ingenuidad y miopía en su compren- de Cantos de vida y esperanza. Los cisnes. Otros
sión de aspectos religiosos de la nación an- poemas, y agrupado en este volumen junto a otros
glosajona (xliv). Considera Cantos de vida y fechados desde 1887 hasta 1907 procedentes de
esperanza el tomo más «compacto y completo» Prosas profanas, el propio Cantos de vida y espe-
del autor (xli), pero también, a diferencia de ranza, El canto errante y otras fuentes. Once de
Acereda y Derusha, lo percibe más dedicado a los textos líricos se identifican como «fragmentos»,
la «recapitulación» que a la «innovación» (xlii). entre ellos el «Coloquio de los centauros», que
Varios puntos de Stavans parecen cuestionar las empieza in medias res con la estrofa de once versos
motivaciones de Darío y su supuesto empeño de Quirón, «¡Himnos!...», sin justificar el por qué
por «conseguirse un lugar en la civilización de este segmento en particular del poema que en
occidental» (xlvi). Stavans justifica las dos la traducción de Acereda y Derusha en Selected
estrategias distintas adoptadas por los traduc- Poems ocupa unas catorce páginas. Seguramente
tores: verter la poesía a un inglés moderno, una algún valioso criterio señaló la inclusión de este
puesta al día, por un lado, mientras que las piezas fragmento, pero no se indica.
en prosa emplean el inglés de antaño, lo cual en El tomo ha sido duramente criticado por Ro-
vez de sugerir una esquizofrenia en el retrato berto González Echevarría en una reseña cuyo
de Darío, refuerza su imagen como «hombre resumen reza así: «La editorial Penguin acaba de
para todas las épocas» (liii). lanzar al mercado de habla inglesa una dudosa

22
antología de Rubén Darío, el poeta definitivo de considera «exquisitamente» traducidas las páginas
la lengua después del Siglo de Oro». Aprovechan- del tomo que «pone por primera vez una selección
do la enmienda de las más garrafales miserias de representativa de la obra de Darío al alcance de los
esa edición, González Echevarría visita al clásico lectores angloparlantes». Urbina alaba los instantes
nicaragüense y le devuelve su «estatura» (Gonzá- en que Simon y White logran mantener la rima y
lez Echevarría, «El maestro del modernismo»). la musicalidad de los versos darianos. A diferencia
El crítico opina que: «La introducción de Stavans del poeta-traductor Robert Bly, quien recomienda
carece de credibilidad y rigor académico: está el uso del inglés moderno en las traducciones y que
llena de clichés […], no apunta una sola idea que se renueven cada veinte años («The Eight Stages of
llame a la reflexión y no hace justicia a la consi- Translation»), Urbina considera la decisión de mo-
derable cantidad de crítica que hay sobre Darío». dernizar a Darío en inglés, «empresa no solo difícil
Además, tanto la introducción como algunas de sino arriesgada, ya que podríamos preguntarnos,
las traducciones contienen errores «básicos y ¿no es precisamente ese arcaísmo, esa elegancia
risibles», por ejemplo, atribuirle el famoso verso verbal, ese galicismo, esa aristocracia lingüística,
«torcerle el cuello al cisne» a Gutiérrez Nájera característica fundamental del verso dariano? ¿No
y no a González Martínez. González Echevarría suena así a nosotros, que lo leemos en su español
también critica la omisión de algunos de los original? ¿No sonaba así a los lectores de 1900,
poemas más importantes de Darío y cuestiona la sus contemporáneos?». El resultado, al «cambiar,
organización «en forma poco esclarecedora» que, modificar y adaptar el texto original», como lo
«lejos de ayudarnos a percibir la evolución de su hacen Simon y White, «no siempre corresponde
poesía, […] hace que los poemas aparezcan como al original en español», en contraste con la versión
descontextualizados o surgidos en el vacío». Sin de Derusha y Acereda en Songs of Life and Hope,
mencionar el título del libro de Derusha y Ace- «muy literal y apegada al texto cuando la lengua
reda, sugiere entre «mejores trabajos» anteriores lo permite». Urbina plantea «la paradoja que todo
uno de 2004, que suponemos es Songs of Life traductor tenía que contestar: ¿Qué deseo traducir:
and Hope, y observa que «en lo que se refiere a el espíritu o la letra, el estilo o la esencia, el con-
la poesía de Darío, el lector estaría mejor servido tenido o el continente?». Paradoja que ilustra bien
si recurriera a la versión de Kemp» de 1965. En los distintos caminos elegidos por estas parejas de
contraste, encuentra «fidedigna y concienzuda» traductores.
la traducción de Hurley de la prosa, aunque «no Como culminación del mayor interés en el
brillante (y Darío casi siempre lo es)». modernismo hispanoamericano, la Modern Lan-
En cambio, el poeta y crítico Nicasio Urbina, guage Association publica en 2007 un nuevo libro
en «Nuevas traducciones de Darío» (2005), estima pedagógico, An anthology of Spanish American
que Selected Writings contribuye a la expansión Modernismo in English Translation, with Spanish
del «horizonte de potenciales lectores de Darío» Text, la primera antología bilingüe del modernis-
al darle «su merecido lugar a la obra de Darío mo desde los años cincuenta, editada por Kelly
dentro del mundo editorial anglófono». Elogia el Washbourne con traducciones suyas y de Sergio
esfuerzo como «cuidadoso, ambicioso y certero» y Waisman. Washbourne justifica el rescate del

23
museo de este «momento literario» porque ha so- Las observaciones de Washbourne sobre las
brevivido al rechazo «de moda» como descartable primeras traducciones al inglés de los moder-
grupo de retaguardia, de solipsistas atrapados den- nistas, las de Thomas Walsh y de Alice Stone
tro de la lengua. Un nuevo marco teórico surgido Blackwell en los años veinte y de G. Dundas
de los estudios culturales, interamericanos, de Craig en los treinta, sugieren una de las explica-
género y poscoloniales, que fundamenta nuevos ciones de la falta de una gran recepción para esta
acercamientos a la lectura del pasado, exige reva- poesía en el período de posguerra: la tendencia
luar el modernismo («Introduction»: xi). de los traductores a agregar ornamentación que
Washbourne sugiere una de las claves que, en servía a la rima y de emplear mayor especificidad
nuestra opinión, señala un nuevo contexto muy en la expresión, técnicas que redujeron el dina-
positivo para la futura recepción cálida de los mismo al distorsionar y diluir el énfasis, con el
modernistas, en especial de Darío; opina que la resultado de una versión digresiva más que una
contemporaneidad y originalidad de los moder- traducción.10 Considera «deshonesto» el otro
nistas asombrará al lector familiarizado con las extremo, el de las traducciones en prosa, y ha
tradiciones anglosajonas, porque ahí encontrará propuesto como líneas rectoras para sus nuevas
inflexiones peculiares a las lenguas romances: la traducciones la compresión, la tensión rítmica y
búsqueda conciente de la trascendencia en forma versos fluidos y coherentes, es decir, «poesía» y
y lengua, el artificio sin falsedad y un abanico de no solo «versos» (xxxii).
preocupaciones relacionadas con la identidad –el An anthology of Spanish American modernismo
pasado indígena, nacionalidad, ciudad, raza, reli- contiene las obras de dieciocho poetas, todos los
gión, estética, exilio, ciencia– que complementan principales, incluso los antes considerados precur-
e iluminan preocupaciones en otras latitudes (xii). sores, pero también los menos conocidos o «ausen-
Entre las facetas de la sensibilidad modernista que
señala seguramente algunas encontrarán resonan- critics, and translators read and reread, putting poetry
in new forms and to new purposes» («Notes on the
cia entre el lector joven: el artista como chamán, el
Translations»: lii).
desprecio del craso materialismo de los productos
10 Nos parecen muy acertadas estas observaciones: «Older
para consumo masivo, el rechazo de la definición translations of modernism […] tended toward the orna-
del «otro» proyectada por las culturas dominantes, mental, adding what in music are called appoggiaturas,
coloniales hegemónicas, la vida como obra de arte grace notes that cut into the main notes’ time without
individual, etcétera (xvii-xviii). El tomo pretende adding to the harmony or melody. The term is Italian
for “leaning”, an appropriate metaphor for what in
contrarrestar la percepción del modernismo como
translation is essentially a crutch: prettifying flourishes
mero escapismo o arte decorativo (xxxii). De he- or trills, particularly those that serve rhyme above sense,
cho, Washbourne vaticina un alcance grandioso, a far easier goal than the reverse. Also, the ratio between
inesperado y renovado del modernismo en un concretion and abstraction in those older translations
futuro próximo.9 would be freely manipulated through padding to account
for English’s preference for specificity. These additions
9 «Modernistas will go beyond their countries’ borders actually reduced a poem’s dynamism by distorting and
as never before; modernismo’s afterlife grows ever diluting emphasis, and the result was a digressionary
longer; wider, and more unpredictable as readers, version more than a translation» (xxxii).

24
tes» en inglés, con una muestra de setenta poe- song / El cantor va por todo el mundo» (El canto
mas representativos y «pedagógicamente útiles», errante) en la traducción del poeta norteamericano
seleccionados según su relevancia o importancia, Gabriel Gudding no coincide con la de Acereda y
su efecto potencial en inglés («translatability»), Derusha de Selected Poems, y los traductores citan
representatividad de la obra del autor, variedad distintas versiones del poema original; «Eheu!»,
temática, extensión y forma, relación con el ca- también de Gudding –adolece de descuidos (fal-
non o ediciones recientes y su resonancia entre tan versos), invención de imágenes y cambios de
lectores estudiantiles estadunidenses de diversa tiempos verbales, a diferencia de la de Kemp y
preparación y gustos (xxxii). De Darío aparecen la de Acereda y Derusha. También de El canto
ocho poemas con escuetas notas que los etique- errante Oxford recoge la traducción de Kemp
tan o explican su selección, y definiciones de de «Nocturne / Nocturno» y no la de Acereda y
referencias culturales. Los textos líricos darianos Derusha. Ambas difieren de modo significativo
proceden de Prosas profanas (cuatro), Cantos en la versión original en el último verso: «Ha
de vida y esperanza (tres), y aparece además el dado el reloj tres horas…» vs. «Ha dado el reloj
texto disperso «En las constelaciones / In the trece horas». De Gudding son las traducciones
Constellations».11 imaginativas y poco ajustadas a los originales
En 2009 apareció The Oxford Book of Latin de «Philosophy / Filosofía» (Cantos de vida y
American Poetry: A bilingual anthology, editado esperanza, antes traducido por Kemp) y «The
por Cecilia Vicuña y Ernesto Livon-Grosman, am- Optimist’s Salutation / Salutación del optimista»,
plio en su inclusión de más de ciento veinte poetas de Cantos de vida y esperanza, cuyos primeros
en el marco histórico de más de quinientos años, dos versos signan claras variantes en la interpre-
con una introducción novedosa de Vicuña sobre tación –«Ínclitas razas ubérrimas, sangre de
la «poética mestiza» y una visión panorámica de Hispania fecunda, / espíritus fraternos, lumino-
Livon-Grosman. Su reconocimiento del lugar sas almas, salve!» aparece como «Prismic, fruc-
fundamental de Darío se señala en la inclusión tifying peoples, blood of blooming Hispania, /
de seis poemas suyos. Desafortunadamente, las familial spirits, gelid, corus cant souls, I salute
traducciones no son de fiar, excepto «Love Your you!» (98) en Gudding, mientras Derusha y Ace-
Rhythm / Ama tu ritmo…» (Prosas profanas) en reda (Songs of life and hope) lo traducían de este
la traducción de Elinor Randall –que ofrece una modo: «Distinguished, fructiferous races, blood
alternativa no rimada y distinta a la de Simon of prolific Hispania, / brotherly spirits, luminous
y White en Selected Writings. «The wandering wings [sic]: hail!» (63). La antología de Oxford
tiene la ventaja de ofrecer poemas menos antolo-
11 Washbourne explica que por razones de espacio ex- gados de Darío, aunque su criterio de selección
cluye ciertos poemas, como «Canción de otoño en de originales y traducciones no es evidente. Si el
primavera» por largo (xxxiii), sin embargo incluye texto logra anclarse, por otros méritos, como la
otro poema más largo, «El reino interior». A pesar de
su declarada intención de dar a conocer poemas no
antología definitiva de la poesía latinoamericana en
traducidos anteriormente, ninguno de los de Darío inglés durante décadas, como quisieran los edito-
aparece aquí por primera vez. res, tememos que la justificación del renombre de

25
Darío seguirá siendo una incógnita para el lector Darío». Los poemas «meláncolicos» son «Noc-
anglófono. turne / Nocturno» y «Melancholy / Melancolía»,
El traductor y escritor nicaragüense Rolan- de Cantos de vida y esperanza, y otros dos no
do Ernesto Téllez reúne en la nueva antología recogidos en colecciones, «Sad, Very Sadly /
Darío’s Popular Poems, de 2013, cincuenta poe- Triste, muy tristemente» y «Walk On and Forget /
mas, desde los más antologados en inglés, como Pasa y olvida».
«Eheu», «Tarde del trópico», «Yo persigo una En sus comentarios, Cooke observa que
forma», «A Roosevelt» y «Canto de esperanza», Darío tuvo un profundo impacto en las letras
hasta unos cuatro que solo han aparecido tradu- latinoamericanas, pero su recepción en el mun-
cidos en internet y sin el nombre del traductor: do anglófono ha sido confundida por la falta de
«Preludio» de El canto errante, «Retorno» de atención crítica y por traducciones que oscurecen
Poema del otoño, «Los motivos del lobo» de el choque que suponía su uso de la lengua en
Canto a la Argentina, y «La calumnia».12 A los albores del siglo xx. Señala que al intentar
diferencia de la antología de Simon-White, se reflejar en versos rimados las rimas de Darío, los
indican los títulos de los poemas en español, lo traductores han introducido crasas contorsiones
cual es de gran utilidad para el investigador.13 en otros aspectos de la poesía que alteran frases,
Téllez ha compilado la primera antología de dicción y aun imágenes. Pone como ejemplo la
Darío en inglés publicada en Nicaragua y es de traducción de Simon y White en Selected Wri-
esperarse que se distribuya en los países angló- tings de la primera estrofa de «Nocturno»: «Los
fonos de mayor público lector para este material. que auscultasteis el corazón de la noche», los
En el mismo año, el poeta, crítico, escritor, mismos versos que señalan Acereda y Derusha
traductor y profesor Stuart Cooke publica en la para distinguir sus principios de traducción
revista australiana Cordite Poetry Review ver- de los de Kemp. Cooke mantiene que Simon
siones bilingües de cuatro poemas de Darío y y White, al preservar la rima final, pierden el
observaciones perspicaces sobre las traducciones poderoso empuje anafórico de la apertura y su
anteriores: «Four Melancholic Songs by Rubén versión suena como el extracto de una canción
infantil, cuando el poema de Darío presenta
una atmósfera más oscura, más meditabunda en
12 Le agradezco al traductor el envío de datos sobre esta que el orden de la rima se rompe con la serie de
antología, su blog y sus publicaciones en inglés, in-
imágenes fragmentadas. Para Cooke, la poesía de
cluso la más reciente, Rubén Darío & the Centenary
of His Death (2015). versos de rima final ha quedado contaminada por
13 Es especialmente importante indicar el título original asociaciones con tradiciones conservadoras, y es
cuando el de la traducción es interpretativo. Por ejem- inapropiada porque Darío producía innovaciones
plo, la traducción al inglés de «lo + adjetivo» requiere jamás escuchadas ni leídas en castellano. Cooke
una reformulación, de ahí que «Lo fatal» de Cantos considera la rima más intrusiva y menos natural
de vida y esperanza se llame «Fatality» (Kemp y Ap- en inglés, y la evita para destacar la naturaleza
pelbaum), «The Fatal Blow» (Patterson), «What Gets
You» (Acereda y Derusha) y también «Destined to audaz y mórbida de estos cuatro poemas del
Die» (Simon-White y Téllez). nicaragüense.

26
Finalmente, en 2014, el escritor británico Colin reflejo del «mood» y del tono, reproducción de
John Holcombe publica en internet Diversions: la estructura estrófica, asonancias interiores y,
A Book of Occasional Translations y «Transla- sobre todo, exige que la versión en inglés sea
ting Rubén Darío», 1, 2 y 3. Holcombe presenta agradable al oído y memorable, como expresión
excelentes análisis de los vaivenes laboriosos del de la musicalidad y el lenguaje reluciente de
proceso en torno a la obra de Darío que revela en Darío («Translating»: 1 y 2).
sus apuntes de la traducción al inglés de «Canción
de otoño en primavera», «Poema del otoño» y «A Darío en antologías de poesía
Margarita Debayle». Publica sus versiones finales,
hispanoamericana
además de la traducción de «Marcha triunfal», en
Diversions, y consideramos igualmente valiosas El reconocimiento de la importancia de Darío
las notas donde especifica los retos y las distintas queda patente en su inclusión en antologías de
posibilidades en la traducción de Darío, generando poesía latinoamericana publicadas en los Estados
de paso más de cien versiones de la primera estrofa Unidos e Inglaterra, aunque no siempre aclaran
de «Canción de otoño en primavera». Cita las ver- los criterios de selección, ni son muy informati-
siones de Appelbaum como demasiado literales, vas las introducciones a la vida y obra del poeta.
aunque buenas en captar el sentido del original, y Pero su inclusión ya parece imprescindible. Aquí
las de De la Selva como correctas, pero de metro señalaremos solo tres colecciones que represen-
simplista en el caso de «Canción de otoño en pri- tan distintos períodos de interpretación crítica.
mavera» (omite a Walsh como cotraductor, y cita En 1971 aparece Penguin Book of Latin Ame-
como referencia la página de www.dariana.com, rican Verse, editado por E. Caracciolo-Trejo
que también lo omite), sin dar señales de conocer en formato bilingüe, y que agrupa a poetas de
otras traducciones más recientes. catorce países. Por Nicaragua, además de Er-
Holcombe encuentra que los estilos con- nesto Cardenal, aparece Darío con nueve poe-
temporáneos en inglés carecen de las técnicas mas traducidos con «prosa llana» por Michael
necesarias para traducir la forma y la belleza González, los cuales podrían cumplir con algún
de los originales y busca «un balance de opor- propósito pedagógico del texto. Los criterios de
tunidades», un estilo que no sea ni anticuado selección son cuestionables, ya que los poemas
ni abaratado con jerga moderna callejera (Di- no son los más representativos ni canónicos de
versions: 1). De los originales de Darío analiza Darío, aunque tienen la ventaja de su brevedad.14
minuciosamente la rima, el ritmo, las cesuras y El párrafo introductorio señala el renombre de
la aliteración, y para las traducciones rechaza Darío como poeta innovador y pionero, el más
sonidos «no atractivos», léxico muy literario
como también lenguaje demasiado moderno e
informal, sentimentalismo melodramático, me- 14 Derusha y Acereda señalan los variables criterios de
selección de los textos de Darío en diversas antologías
tros demasiado convencionales y la banalidad. y apuntan que en una antología de Penguin (suponemos
En cambio, favorece el lenguaje conciso, como que esta) aparece el poema importante «Yo persigo
el de Darío, corrección en el traspaso del sentido, una forma» al lado del insignificante «El gallo» (41).

27
importante del modernismo, aunque expresa de esas plumas para escribir con ella (8). Entre
cierto desprecio hacia el movimiento, que podría los poemas seleccionados figuran los tres de
reflejar la evaluación crítica de aquel momento, «Nicaraguan Triptych / Tríptico de Nicaragua».
antes de las nuevas interpretaciones de Ángel En 2011, como editor de The FSG Book of
Rama, Françoise Perus y otros. «El modernismo Twentieth-Century Latin American Poetry,
fue poco más que una reacción a los requisitos y compendio bilingüe de más de ochenta poetas,
formas que habían dominado la poesía latinoa- Ilan Stavans parece otorgarle un voto de «poca
mericana hasta ese momento: peninsularismo o inconstante confianza» a las traducciones
español clasicista, actitudes moralistas y sobre- de Simon y White que seis años antes había
ornamentación retórica» (xxiv). No se indican avalado en Selected Writings. Así, aunque usa
los datos de procedencia de los poemas, pero para Darío la versión de estos traductores del
notamos textos de Prosas profanas, Cantos de poema «Ama tu ritmo…», prefiere la clásica de
vida y esperanza, El canto errante, Poema del Lysander Kemp para «A Roosevelt». Y para «Lo
otoño, además de «The Rooster / El gallo». fatal», otro de los grandes poemas que Simon y
En 1996 aparece la antología bilingüe de White encararon en su momento bajo el título de
Stephen Tapscott, Twentieth-Century Latin «Destined to Die», Stavans prefiere abrazar su
American Poetry, que da mayor reconocimien- propia traducción, en la que inexplicablemente
to a Darío entre los más de ochenta poetas, al mantiene el título en español.
incluir trece de sus textos, todos procedentes La introducción de Stavans al FSG Book evi-
del tomo de Lysander Kemp (1965), a excep- dencia cierto descuido, tendencia ya notada por
ción de una estrofa de «Era un aire suave» que González Echevarría respecto a su introducción
faltaba en Kemp y que tradujo aquí el editor. a Selected Writings. ¿Cómo justificar dos faltas
La introducción puede confundir a los lectores en una sola oración? Stavans declara que el mo-
al declarar que Darío era mestizo en sus moda- dernismo emergió en 1885, cuando Darío publicó
les, tal vez racialmente indio (según Vallejo) y Azul... (que apareció en 1888), y terminó en 1915,
tal vez «Afro-Peruvian», según Paz (8).15 Si la unos años antes de la muerte del poeta nicara-
poesía modernista invita al chisme, por lo menos güense (murió en 1916).16 Además, varios errores
la anécdota narrada por Tapscott funciona para de estilo afean sus análisis, por ejemplo, cuando
señalar el duende de la personalidad de Darío, al llama a los primeros modernistas «the bunch»
contestar la broma del filósofo español Unamuno (el puñado) (xxvi), describe al cubano Heberto
sobre las plumas de indio que aparecían bajo Padilla «trotando» por el mundo y por el pasado
su sombrero, con el chiste de que sacaba una («trotting around», xxxii) y señala una tensión en-
tre, no la pureza, sino la limpieza («cleanliness»)

15 «Although internationalist in outlook and dandyish in


aspect, he was often mestizo in manner (and perhaps 16 «Modernismo [...] emerged in 1885, when one of its
racially part Indian, too, as Vallejo suggests later –or leaders, Rubén Darío, published Azul..., [...] and it
part Afro-Peruvian, as Paz speculates)». Carolyn For- concluded in 1915, a few years before Darío’s death»
ché también cita este comentario. («Introduction: Translation and Power»: xxvi).

28
y la contaminación en el español, expresada en en inglés, en especial si los doctos expertos y
el «Spanglish» (xxi). En una introducción breve talentosos traductores unen sus esfuerzos por su-
de doce páginas a la poesía de todo un siglo, la perar los obstáculos históricos y aprovechan las
inclusión de chismes (no por casualidad siem- condiciones actuales –culturales, demográficas,
pre agregados entre paréntesis) resta seriedad.17 políticas– y las nuevas modalidades de creación,
Desafortunadamente, a pesar de la «plétora de comunicación y distribución de conocimientos:
versiones frescas en inglés» hechas a propósito • Publicación de los textos originales libres
de esta antología (xxxiv), las traducciones de la de erratas en edición crítica, tarea emprendida
poesía de Darío ya se habían publicado. por insignes autoridades como Jorge Eduardo
Arellano, José Jirón Terán, Alberto Acereda y
¿(Re)nacimiento de Darío Will Derusha.
• Mayor acceso a textos poéticos en internet
en el centenario de su muerte, 2016? (www.dariana.com y otras páginas), de ahí la
El centenario del nacimiento de Darío en 1967 posibilidad de nuevas traducciones al inglés
estimuló nuevas ediciones de su obra y la ce- en páginas de poesía (www.poemhunter.com)
lebración de su importancia, por ejemplo, du- y blogs personales e institucionales (pippoetry.
rante el Encuentro Rubén Darío en Cuba.18 La blogspot.com).
observación del crítico Raimundo Lida en 1967 • Mayor presencia de la poesía en la vida
sigue vigente hoy para su reconocimiento en pública estadunidense, por ejemplo, en las
inglés: «La modernidad de Rubén Darío es, en inauguraciones presidenciales, el activismo de
nuestros tiempos, más tangible que nunca […]; los poetas laureados («poet laureates») nacio-
sigue siendo un gran poeta aún hoy inexplora- nales y estatales, programas de poetas en las
do y difícil, aún hoy pregunta viva» (citado en escuelas y poesía en espacios públicos, incluso
Acereda y Derusha, «The Poetic World»: 34). la participación pública mediante Facebook y
Notamos diversos signos positivos que anuncian Twitter en la creación de «El poema más largo e
la posibilidad de un (re)surgimiento de Darío increíble del mundo sobre la unidad», proyecto
digno de Gabriel García Márquez, ingeniado
en 2012 por el primer poeta laureado nacional
17 Por ejemplo, sobre el hipo como supuesta causa de la de raíces hispanas, Juan Felipe Herrera, enton-
muerte del peruano César Vallejo (xxvii); la timidez del
brasileño Carlos Drummond de Andrade como explicación
ces poeta laureado de California (ver Jennifer
de su independencia de tendencias poéticas (xxviii); el Schuessler).
supuesto lesbianismo de la Premio Nobel chilena, • Mayor presencia demográfica y visibilidad de
Gabriela Mistral, que habrá complicado su estatus y «latinos» en los Estados Unidos, que constitu-
la ha convertido en un ícono amenazante (xxii): «her yen la nueva minoría mayoritaria con el 17 % de
lesbianism has complicated her status, turning her in
the eyes of some into a menacing icon» (xxii). ¿Así en
la población en 2013. Ciudadanos de ascendencia
pleno siglo xxi? ¿Amenzante para quién? hispana participan en todas las ramas de la vida
18 Encuentro resumido en Casa de las Américas 42 (mayo- nacional, tanto en puestos oficiales y empresas
junio de 1967). privadas como en las artes y los deportes. De ahí,

29
la creación de un mayor público lector para textos Referencias
bilingües.19
• Mayor receptividad a la poesía de rima comple- Acereda, Alberto y Will Derusha: «The Poetic
ja, ritmos múltiples y versos pulsantes y sincopa- World of Rubén Darío» y «Justification and
dos –el desarrollo de sensibilidades favorables a la Originality of the Present Anthology and Trans-
mejor traducción de Darío en inglés, derivado de lation», Selected Poems of Rubén Darío: A
los avances en la música: el jazz en evolución Bilingual Anthology, Lewisburg, Bucknell
desde principios del siglo xx, las composiciones University Press, 2001, pp.15-48.
de John Cage, el rap y hip-hop actuales, que han Blackwell, Alice Stone (ed., trad.): Some Spa-
resultado no ser una moda pasajera en el mundo nish-American Poets, int. y notas de Issac
anglófono.20 Emblemático de los nuevos gustos Goldberg, Nueva York y Londres, Appleton,
es el exitoso show en Broadway desde 2015, Ha- 1929; reimpreso, Nueva York, Biblo and
milton, la divertida comedia basada en la biografía Tannen, 1968.
del prócer norteamericano Alexander Hamilton, Bly, Robert: «The Eight Stages of Translation»,
de Lin-Manuel Miranda. La descripción de una Translation: Literary, Linguistic, and Philo-
canción nos recuerda la impresión de algún verso sophical Perspectives, ed. William Frawley,
de Darío: «la enfática cadencia de rap, con rimas Newark, U of Delaware P, 1984, pp. 67-89.
ingeniosas fluyendo sobre un compás acampana- _________: The Winged Energy of Delight: Selec-
do» (Jody Rosen, «The American Revolutionary»: ted Translations. Poems from Europe, Asia, and
56).21 Como punto aparte, y para reforzar la mayor the Americas, Nueva York, Perennial, 2004.
visibilidad de los hispanos estadunidenses, el Bowra, C. M.: Inspiration and Poetry, Londres,
reparto casi entero es de actores afro y latinos. Macmillan, 1955.
¡Las condiciones están dadas para el (re)na- Brotherston, Gordon: Spanish American Mo-
cimiento de Darío en inglés! dernist Poets: A Critical Anthology, 2da. ed.,
Londres, Bristol Classical, 1995.
19 Continúa la necesidad de traducciones, en parte porque Cooke, Stuart: «Four Melancholic Songs by
el pueblo norteamericano, cada vez más multicultural, Rubén Darío», Cordite Poetry Review, 1 de
sigue siendo monolingüe, símbolo del déficit nacional
diciembre de 2013, <http://cordite.org.au>.
en lenguas extranjeras, como señala la publicación en
marzo de 2015 en el Chronicle of HigherEducation, Craig, G. Dundas: Prefacio e «Introduction:
revista para profesores, de dos artículos que lamentan y The Modernist Trend in Spanish-American
critican la falta de atención al dominio de otras lenguas: Poetry», The Modernist Trend in Spanish-
«Tongue-Tied Nation» de Michael D. Gordin y «An American Poetry, University of California
Era in Ideas: Language» de Marjorie Perloff.
Press, 1934, pp. xi-xii y 1-29.
20 Magnífico creador de transformaciones dignas de Darío Darío, Rubén: Poesía, ed. Ernesto Mejía Sán-
es el artista hip-hop Kendrick Lamar, quien combina
palabras habladas, poesía y jazz en su álbum «To Pimp chez, pról. de Ángel Rama, Caracas, Biblio-
A Butterfly» (2015). teca Ayacucho, 1977.
21 «the emphatic cadence of rap, with witty rhymes pouring _________: Stories and Poems/Cuentos y
out over a tolling beat». poesías A Dual-Language Book. ed. y trad.

30
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Joaquín Salvador Lavado (Quino), Argentina. Tomado del libro Mundo Quino, Casa de las Américas, 1986

33
JAIME QUEZADA

Gabriela Mistral.
Contar y pensar la América*
Ya no voy queriendo otra cosa que la América,
así, a la desesperada, cerrando a veces los ojos
y apretando los puños. No hay otra manera de quererlo [...]
Gabriela Mistral

E
n el convivio de este encuentro de americanidad cubano-
chilena, y aquí en este tan representativo lugar de las culturas
y las literaturas del Continente a la cual tan poética, literaria
y emocionalmente me siento ligado desde mis años de aquel
joven poeta y universitario chileno de los años setenta, que fue
y lo sigue siendo, y en leal reconocimiento y gratitud a esta
paradigmática y memorable Casa, quiero yo, vocacionalmente
Revista Casa de las Américas No. 282 enero-marzo/2016 pp. 34-47

estudioso mistraliano, hablar de una autora que no solo escribió


una poesía cargada de intensidad y sentido humano en sus no
más de cuatro libros de ternuras y desolaciones, sino, y de ma-
nera muy principal, de una mujer chilena y americana del siglo xx,
proyectándose plenamente al xxi, que supo decir buenamente
lo suyo, y en lo suyo lo de los otros, a través de su pensamiento
y de su acción, en los temas tutelares que harán de su escritura
un acercamiento al prójimo y una enseñanza cotidiana de vida.
Ella, Gabriela Mistral (1889-1957), que nos nace en un valle
cordillerano de Chile, ese largo y angosto país en la australidad
de la América, que se recorre el territorio patrio en andanzas
educacionales, se nos irá luego por países y continentes en
* Leído en la Casa de las Américas el una errancia o extranjería de vagabunda voluntaria. Será como
27 de noviembre de 2015. quien echa cuerpo y alma a rodar tierras, hablando con dejo

34
de sus mares bárbaros y con solo su destino por fundamentó la Academia Sueca al otorgarle el
almohada. Pero en todo lugar será siempre fiel a universal galardón.
sus preocupaciones y motivaciones: su país natal Nuestra autora, amén de su poderosa obra
de Chile, su América, Continente nuevo, y los poética y prosística, no estará ajena a las circuns-
habitantes de ese país y de esa América en sus tancias reales y dramáticas del quehacer con-
geografías y sus costumbres, en sus maneras de temporáneo, ni a los acontecimientos políticos,
rescatar lo mal deletreado o lo mal averiguado. sociales, agrarios, educacionales, religiosos,
Ocasión dignísima, entonces, para que su per- étnicos e ideológicos que le tocó vivir tanto en
durable obra –que deja en nosotros un mazazo de sus años de permanencia en Chile como en los
emoción y de reflexión– sea honrada aquí, a tra- otros muchos de su errancia por el mundo. Tales
vés de mi muy modesta pero sentida palabra, en asuntos no la iban a dejar indiferente estuviera
esta amada Cuba, «que me tiene y me retiene», donde estuviera: en Santiago de Chile, en Ciudad
y en esta ciudad de La Habana, «que amo por de México, en París, en Madrid, en Lisboa, en
bella y por marítima y por vital», en admirativos Río de Janeiro, en Cuba, en California, en Nápo-
y vivenciales decires, y que hago también muy les, en Nueva York. Así nacerán sus elocuentes
míos, de nuestra Mistral. e indesmentibles decires de escritura en artícu-
los –casi ensayos de pasión y de verdad– que
II testimonian ese hablar por su voz a las muchas
mujeres de la clase media y del pueblo.
«Por mi voz hablan muchas mujeres de la clase
media y del pueblo», dirá Gabriela por el año III
constitucional chileno de 1925. Y en esa frase
está, sin duda, su resuelta identidad social y La obra poética de Gabriela Mistral no parece
su visionario compromiso con las realidades extensa, aunque sí intensa. Ella misma reconocía
contingentes patrias. No solo autora de una sin recato alguno: «Mi pequeña obra es un poco
obra poética fundamental y trascendente en la chilena por la sobriedad y la rudeza». Es decir,
literatura chilena e iberoamericana del siglo xx, piedra de rodado de cordillera, en su desafío y
sino que a la par, también, una mujer-ciudadana en su asombro, en su tratamiento de escritura
en su tiempo, en su ahora y en su porvenir. Se tan reveladora de tema y lenguaje. Sin embar-
diría conciencia viva de una época que resume go, esta «pequeña obra» conlleva una profunda
en sus recados y ensayos el ritmo vital de Chile, valoración de los sentimientos espirituales y hu-
la faena de una América, la visión del mundo. manos, un amor por sus lugares natales, la tierra
De ahí que el Premio Nobel de Literatura, el campesina y las riquezas vivas de los pueblos
primero para un escritor de la América Latina, le americanos. Poesía, en consecuencia, que va de
vendrá en 1945, por su «poesía lírica inspirada lo legendario a lo mágico y a lo cósmico.
en poderosas emociones, y por haber hecho de Al igual que nuestro Pablo Neruda, ese otro
su nombre un símbolo de las aspiraciones idea- Premio Nobel nuestro, tan de residencia en la
listas de todo el mundo latinoamericano», como tierra, tan de canto general; y al igual, también,

35
que Vicente Huidobro, ese otro altazoriano poeta «Dios me perdone este libro amargo y los
nuestro, tan de temblor de cielo y de vanguardia hombres que sienten la vida como dulzura me
creacionista, Gabriela Mistral es, sin duda, una de lo perdonen también», dice Gabriela Mistral en
las fundadoras y recreadoras de la poesía chilena un resuelto voto-oracional. Más que amargos,
contemporánea con proyección de continente los poemas de este libro tienen el verso íntimo
América arriba: nombra, en lo íntimo y en lo y emotivo, muchas veces dialogante y conversa-
plural de su obra, lo que no tenía nombre, sino cional, situaciones que darán huella y carácter a
en la oscura lengua de los pueblos: «Mi patria es esta obra, después de todo, reveladora de amor,
esta grande que habla la lengua de Santa Teresa, celos y romanticismo (poema «Balada», por
de Góngora, y de Azorín», en frase abierta a sus ejemplo: Él pasó con otra / yo le vi pasar / Siem-
lecturas clásicas, y que bien identifica en la pa- pre dulce el viento / y el camino en paz. / Y estos
labra que le dieron: Yo tengo una palabra en la ojos míseros / le vieron pasar). Reveladora de
garganta / y no la suelto, y no me libro de ella / escuela y magisterio de humanidad («La maes-
aunque me empuja su empellón de sangre. / Si la tra rural»). Reveladora de religiosidad cristiana
soltase, quema el pasto vivo, / sangra al cordero, y litúrgica («Viernes Santo»). Reveladora de
hace caer al pájaro. / Tengo que desprenderla amores, pasiones y desamores («Sonetos de la
de mi lengua. muerte»). Reveladora de naturaleza y de atisbo
de la América («Paisajes de la Patagonia»).
IV Temas, en fin, que irán haciéndose básicos y
centrales en sus libros posteriores, y en toda su
El Instituto de las Españas, en los Estados Uni- obra en prosa. Desolación, en consecuencia, es
dos, publica Desolación (Nueva York, 1922), la llamarada ardida de pasión y de fervor, de amor-
primera obra de «esta excelsa mujer chilena», dolor. Vertiente de existencia y vida. Y en el habla
como la llamó el hispanista Federico de Onís, de su español con el canturreo de su valle de Elqui
quien mucho tuvo que ver en la publicación de y con las sencilleces familiares y cotidianas.
este desolado-amado libro. Desde entonces una
imagen de aureola y glorificación rodeará para V
siempre a la poetisa. De esta manera, Desolación
se publica cuando ella misma andaba alfabetizan- Un libro casi siempre nuevo y casi siempre
do por campos y aldeas en la sierra mexicana. Sin inédito, en el proceso poético de nuestra Mis-
embargo, son lugares geográficos chilenos, en su tral, es Ternura (publicado en Madrid, 1924):
gran parte, los que sirven de marco de referencia jugarretas, rondas, cuenta-mundo, magias y
y de escritura a este libro-vida, en sus desolacio- maravillamientos, sueños y sorpresas, albricias y
nes patagónicas y magallánicas (ese territorio hallazgos, miedos y desvaríos. Mucho de lo que
chileno de australidad y lejanía, en sus paisajes fue y quiso ser su propia infancia, pero no de una
del fin del mundo, que también se vivió) y en manera ingenua o pueril de hacer autobiografía.
sus desolaciones espirituales y del corazón que Gabriela Mistral recrea, a su gusto y a su antojo,
tipifican, en definitiva, título y tema. desvariadoramente, su mundo de realidades y

36
encantamientos. Arrullos para cantar a la liebre Palabras de Gabriela Mistral, en ese acerca-
rojiza o a la vizcacha parda. Arrorós que rescatan miento –desde su infancia primera– a los hom-
lo más genuino y tradicional del folclor infantil- bres y al mundo.
adulto chileno, latinoamericano, español viejo. Ternura, además de su mucha pedagogía
«También los hombres necesitan una canción social que conllevan los temas de jugarretas y
de cuna para que apacigüe su corazón», dice cuenta-mundo, es también un recoger el mensaje
cuando escribe sus poemas menudos («Todo de humanidad educativa que pedía el mismísimo
es ronda», «Caricia», «Dulzura»), aparente- José Martí a los maestros de su tiempo de formar
mente menudos, necesarios de amor y projimía «la campaña de la ternura».
(«Dame la mano», «Miedo») y denunciadores de
dramatismo social («Piececitos», «Manitas pe- VI
digüeñas», «La casa», «La tierra»). No es pues,
Ternura, un libro meramente infantil, arrullador Un hito, sin duda, en la obra poética mistralia-
de infancia. En estas jugarretas, rondas y cuenta- na y en la poesía chilena y latinoamericana, lo
mundo está muy presente el característico verbo constituye Tala (que se edita en 1938, en Buenos
mistraliano y su vivificador léxico valle elquino Aires), considerado uno de los libros fundamen-
adentro. Lenguaje y tono, válido para toda su tales de Gabriela Mistral. Ella misma lo consi-
obra, que le viene de sus reiteradas lecturas del deraba su verdadera obra, sobre todo porque en
Viejo Testamento, de su propia lengua maravi- sus páginas está la raíz de lo indoamericano.
llosamente nueva y arcaica en sus neologismos Libro de los ánimos espirituales y las materias
y hablas castellanas, y de sus gentes mismas de corporales (pan, sal, agua), las ausencias, los
su valle natal. Así, la bendita lengua de Gabriela nocturnos y las alucinaciones: el mundo y el
Mistral (Bendita sea mi lengua / y mi pecho y ser: «Amo las cosas que nunca tuve con las
mi respiro / y benditas mis potencias, dice en su otras que ya no tengo». Pero también está su
poema «Bendiciones») no descuida los énfasis América precolombina, ritual y ceremoniosa,
verbales, folclóricos, lingüísticos, las voces en el himno o canto reivindicatorio de los mitos
dialogantes, las interjecciones, los diminutivos, y las realidades americanas («Sol del Trópico»,
es decir, dones y bendiciones. Un saber contar, «Cordillera», «Mar Caribe», «Recado para las
que es encantar, con lo cual se entra en la magia. Antillas»), con sus himnos indios a los incas y
a los mayas (Sol de los incas, sol de los mayas,
Cuando he escrito una ronda infantil, mi día / maduro sol americano / sol en que mayas y
ha sido verdaderamente bañado de Gracia, mi quichés / reconocieron y adoraron) y a todos
respiración como más rítmica y mi cara ha recu- los frutos americanos: el maguey y la yuca, los
perado la risa perdida en trabajos desgraciados. mangos y las pitahayas. Además, el santo maíz
Tal vez el esfuerzo fuese el mismo que se puso milenario y mágico. La cordillera tutelar de Los
en escribir una composición de otro tema, pero Andes, a quien llama «madre yacente, madre que
algo, que insisto en llamar sobrenatural, lavaba anda». Y a todos los árboles balsámicos con su
mis sentidos y refrescaba mi carne vieja. copal y su mirra y su estoraque. Libro abierto a

37
las naturalezas humanas y geográficas de nuestro Pero hay una razón, también, que conlleva la
Continente. publicación de su libro Tala. En España ha esta-
Tala es, también, expresión de esos grandes llado la guerra civil, lucha fratricida y tragedia
himnos americanos, el libro de la fe, libro de la que Gabriela Mistral siente como propia en su
recreación religiosa del mundo, de la devota con- tiempo de Portugal, país en el cual reside como
sumación del dolor, del descendimiento y la leta- cónsul de Chile después de haber estado en la
nía. Verso certero y religioso, que parece nuevo o propia España: «En Lisboa –dice– yo no duermo
no visto, y que maravilla de gozo lectural por su muchas veces pensando en el dolor del pueblo.
lengua cotidiana. Lengua cotidiana muchas veces Presiento hasta el ruido de los bombardeos. Ima-
conversacional, tipificadora de escritura única y gino el espanto de las poblaciones indefensas, y
novedosa, cargada de lo viejo y de lo nuevo que sufro». Cuando se publica Tala la autora tendrá
hay en sus temas: lo arcaico y lo criollo, lo indíge- un compromiso personal de solidaridad con la
na y lo español. De ahí su verso que va siempre de causa republicana, donando los derechos de aquella
lo doloroso a lo íntimo, de lo áspero a lo bíblico, edición a los niños vascos huérfanos que han teni-
de lo sanguíneo al sacudón del alma: Habla con do que salir de sus hogares, y a los cuatro vientos,
dejo de sus mares bárbaros / con no sé qué algas aventados por la guerra. Su propia España, y en
y no sé qué arenas / reza oración a dios sin bulto su corazón, sin duda, también.
y peso / envejecida como si muriera.
Tala es un libro que Gabriela Mistral va VII
escribiendo en sus largos años de errancia por
países de América y de Europa. Y siempre con Después de Tala le vendrá a nuestra Mistral, y
una mirada recogedora de cuarenta panoramas: en buena hora para el mundo todo de Latinoa-
«He llevado una copa de una isla a otra isla sin mérica, nada menos que el Premio Nobel de
despertar el agua». Este mucho vagabundaje Literatura en 1945. «Por una venturanza que me
tiene su materia mayor en una sección llamada sobrepasa, soy en este momento la voz directa
nada menos que Saudade («lo cual significa vivir de los poetas de mi raza y la indirecta de las muy
en extrañeza del mundo») y que ilumina mucho nobles lenguas española y portuguesa», dirá en
de la poesía de Tala, en una pluralidad de lo hu- sus gratitudes de reconocimiento iberoameri-
mano y de rencuentro con otras patrias lejanas. cano, la poeta y maestra chilena, al recibir en
No en vano han transcurrido dieciséis años entre Estocolmo el premio.
su desolado Desolación y su perpetuo Tala, que Pasarán, sin embargo, otra vez dieciséis años
no deja de ser en su título (cortar por el pie: para que Lagar, su cuarto libro, testimoniara sus
talar un árbol, arrasar) y en muchos poemas, quehaceres creativos. Publicado en Santiago de
desolado, también. Solo que ahora una especie Chile en 1954, este volumen sanguíneo y ansioso
de nostalgia, de recuerdo permanente, otorga de búsqueda suprema, define y resume, de alguna
una atmósfera de memoria divina y evocadora: manera, la obra poética de su autora, solo que
«Recuerdo gestos de criaturas y son gestos de ahora –«ni mi triunfo ni mi derrota»– desasida
darme el agua». ya de todo: «Todo lo di, ya nada llevo». Libro

38
escrito en un período empapado de atmósferas de vida errante, yo supe siempre que nadie iba
bélicas de una Segunda Guerra y el mundo arde a enseñarme la verdad acerca de las tierras que
en llamas. Un aire denso y sucio mancha los recorría, sino su tradición y sus costumbres pre-
cielos de la humanidad. Y mientras suena el in- sentes, o sea, cierta familiaridad con los muertos
fierno de los tanques, y caen los aviones en sesgo y los vivos de cada región».
de vergüenza («Campeón finlandés», «Caída de Pero en esta vida errante Gabriela Mistral irá
Europa», «Hospital»), Gabriela Mistral escribe escribiendo un largo texto sobre Chile que era,
su manifiesto por la causa de la paz, desme- después de todo, un continuo paisaje evocador y
nuzándose por esta palabra de yodo y piedra existencial en el verso o en el recado. Texto que
alumbre entre los labios. El tema de la guerra con el título de Poema de Chile se publicará pós-
será, en buena parte de Lagar, su circunstancia, tumamente en 1967 (y en Barcelona), diez años
su motivación y su compromiso de humano después de su muerte. Se comprenderá, entonces,
pacifismo: Es amargo rezar oyendo el eco / que que este libro sea un recorrer geográficamente el
un aire vano y un muro devuelven. territorio patrio. Un viaje mítico e imaginario (pero
Libro, en consecuencia, símbolo y significante real) por el Chile lejano y amado: su naturaleza
en la poesía mistraliana, con todo lo terrestre y lo física y humana, sus valles y sus ríos, su cordillera
religioso que tiene. Los lutos, las guerras, los va- y sus metales, su desierto y su mar, su flora y su
gabundajes, los desvelos de mujer piadosa –«locas fauna. Lo vivo y lo viviente del suelo nutricio en
mujeres», dirá ella, en los temas y tratamientos de un redescubrir la entraña misma del largo país.
esta obra fervorosa y esencial, nostálgica y me-
lancólica. Libro de los adioses y las despedidas, IX
sin duda, y del rumor del mundo también: «La
humanidad todavía es algo que hay que humani- Si el proceso poético de Gabriela Mistral es, a
zar», decía por entonces en frase de su siempre través de cada uno de sus libros, siempre sorpren-
pacifismo. Y habrá que seguir todavía diciéndola. dente y asombroso, no lo es menos su mismísima
prosa, tan notable de escritura y tan reveladora
VIII en el tratamiento de sus temas. Una y otra ver-
tiente –poesía y prosa– conllevan los siempre
Gabriela Mistral, después de recorrer en andan- vitales temas que tanto importaron a la autora:
zas educacionales –la maestra rural que fue– el la vida, la escuela, lo social, lo indígena, los
territorio patrio chileno, de desierto a Patago- asuntos ciudadanos, la naturaleza, lo geográfico-
nia magallánica, de cordillera de los Andes a chileno, la América toda. En sus textos prosísti-
Océano Pacífico, saldrá a la extranjería, dejando cos –llámense, con mejor propiedad, recados o
Chile en 1922, con poco más de treinta años de motivos– se tratan, con las emociones más puras
su edad, y ya no volverá al país natal, a no ser y profundas, las cuestiones que le dictaron seres
como huésped ilustre en dos ocasiones; aun así y cosas, que ella consideraba dignos de contár-
siempre se consideró «una chilena ausente, pero selos a sus semejantes, dando sello y estilo a una
no una ausentista». También decía: «En mis años singular escritura recadera. Contadora de patria

39
y de mundo, después de todo. «Estos recados», continente. Ya sea denunciando a todos los vien-
confesaba la autora de Tala, «llevan el tono más tos la injusticia social («que hace tanto bulto en
mío, el más frecuente, mi dejo rural con el que el continente como la cordillera») y la tiranía de
he vivido y con el que me voy a morir». gobiernos acomodaticios. Ya hablando con fervor
Esta escritura prosística, sin embargo, nunca de una urgente reforma agraria que favorezca
integró originalmente libro alguno de Gabriela a los campesinos (ella que se define como una
Mistral, a no ser en dispersas y volanderas pági- campesina de origen, campesina de costumbres y
nas de periódicos y revistas de Chile y de países campesina voluntaria o deliberada). Ya apoyando,
del continente latinoamericano. Nada fue ignora- con rotundos artículos de prensa, a Augusto César
do en esas páginas prosísticas mistralianas: desde Sandino («hombre heroico, héroe legítimo como
una estampa por el niño en el día de la infancia tal vez no me toque ver otro») y la causa sandinista
a unos motivos franciscanos (el santo-hombre de los años treinta en Nicaragua y Centroamérica,
de Asís preferido por ella, y en quien admiraba abogando por los principios de la no intervención
sus supremas pobrezas y humildades). O desde y por la autodeterminación de los pueblos, postula-
una página por la defensa de la paz, ella pacifista dos básicos para la convivencia internacional. Con
de todos los días («la palabra maldita», como razón, el hombrecito Sandino la declarará después
la llama, en reivindicar una palabra, en acción Benemérita del ejército sandinista en el campo
y en conducta, manchada por las guerras), a intelectual. Ya solidarizando, y con una España en
una recreación de los dioses y los mitos de las el corazón también, con los patriotas republicanos
culturas americanas. Y todo en un decir lo suyo en la guerra civil y fratricida de ese pueblo digno.
más legítimo y entrañable y un saber nombrar Ya convocando a los países del mundo, desde la
donosamente con vivacidad y llaneza. Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de
Ella misma se definirá muchas veces como diciembre de 1955, a respetar con gracia justiciera
una mujer «de acérrima lengua americana en la los Derechos Humanos: «Yo sería feliz si vuestro
tonada muy criolla que es mi escritura». Frase noble esfuerzo por obtener los Derechos Humanos
iluminadora para entender y comprender el tra- fuese adoptado con toda lealtad por todas las nacio-
tamiento de su lenguaje muy suyo. nes del mundo», dirá entonces con énfasis rotundo
en su mensaje también rotundo. «Este triunfo será
X el mayor entre los alcanzados en nuestra época».

Y no solo la página escrita para el periódico o la XI


revista. También sus decires en las más diversas
tribunas internacionales o en los paraninfos univer- Los decires de Gabriela Mistral, además de su
sitarios. O en sus muchos encuentros dialogantes notable belleza de oralidad o de escritura, tienen
y conversacionales con gentes pensadoras de su así la energía que da la sobriedad y la verdad
ladera. Sin titubeo alguno expresará su pensamien- de su lenguaje. Por sus recados y artículos va
to, su mirada crítica y cuestionadora y reflexiva. y viene la historia viva y sin mito de nuestros
Su neta voluntad de ser. Y un enseñar a pensar un pueblos totales.

40
Yo no soy una artista [dirá ella]. Lo que soy ser ajenos, preocupada desde muy temprano de
es una mujer en la que existe, viva, el ansia la ilustración de la mujer y de la incorporación
de fundir en mi raza, como se ha fundido de esta a la sociedad de su tiempo. Al igual tam-
dentro de mí, la religiosidad con un anhelo bién que los problemas educacionales. Aunque
lacerante de justicia social. Yo no tengo por ella reconocía no tener manía ni genio político,
mi pequeña obra literaria el interés quemante en la realidad tales asuntos fueron además sus
que me mueve por la suerte del pueblo. No motivaciones. Sobre todo en tiempos de tanto
hay en mí ansia de reivindicaciones populares, tradicionalismo y de tanta sociedad dorada, nues-
de aproximación a la política. No soy, por tra Mistral estará ocupada en temas analíticos de
cierto, una sufragista. Hay en ello el corazón una organización del trabajo nueva y moderna.
justiciero de la maestra que ha educado a los O discutiendo acerca del todavía incipiente voto
niños pobres y conocido la miseria obrera y femenino («el derecho femenino al voto me
campesina de nuestros países [Unión cristiana ha parecido siempre cosa naturalísima», dice).
de las Américas, discurso en la Unión Pana- Consideraba que las mujeres (o el «mujerío», en
mericana, Wáshington, mayo de 1924, en su palabra tan única y tan pluralmente suya) debían
primera visita a los Estados Unidos]. hablar de lo suyo en legítimo, presentando en car-
ne viva lo que es su oficio, que una delegada de
Así su materia y su rezongo. Así sus impa- las costureras, de las maestras primarias, de las
ciencias motivadoras cotidianas por esa «suerte obreras del calzado debería ser escuchada con
del pueblo», su pueblo. Ella, que se consideró gusto en el Parlamento.
modestamente una tradicionalista fue, sin embar- La maestra chilena –«como buena maestra de
go, una mujer de su tiempo y una adelantada, en niños, soy sincera», decía– no hace otra cosa que
muchos casos, a ese tiempo. Su Chile natal y su ser fiel a una tarea que vocacionalmente se impuso
América nutricia (América nuestra, como dice, desde muy joven: conciencia libertaria y viva en tor-
o Nuestra América, en el decir de Martí), no eran no al mundo que le tocó vivir. No solo, pues, autora
solo un aleluya de gracia y de epifanía, sino tam- de una obra poética cargada de maravillamiento
bién un testimoniar y un denunciar «los agrios y de sentido humano, sino también, creadoramente,
materiales de la realidad». Así sea la hondura y iba en ella un compromiso con las realidades in-
la belleza de sus certeras y elocuentes palabras. mediatas de la vida misma del país de Chile y de
Así sea también su desvivir y su hacer historia su América toda. Dirá en cierto momento:
crítica y ciudadana de una época.
No soy una patriota ni una panamericanista
XII que se endroga con las grandezas del Con-
tinente. Me lo conozco casi entero, desde
A sus preocupaciones sociales, agrarias, in- Canadá hasta la Tierra del Fuego. He comido
digenistas, deben agregarse otras tantas que en las mejores y las peores mesas. Tengo es-
tuvo Gabriela Mistral. Ni tampoco los asuntos parcida en la propia carne una especie de limo
mujeriles –sin ser ella una feminista– le iban a continental. Y me atrevo a decir, sin miedo

41
de parecer un fenómeno, que la miseria de Es este «toque de gracia» el que ha recibido la
Centroamérica me importa tanto como la del obra –sea verso, sea prosa– de Mistral, recreando
indio fueguino y que la desnudez del negro de su experiencia personal y humana, y su habla
cualquier canto del Trópico me quema como muy castiza de la América. De ahí que cuando
a los tropicales mismos. más de uno le reprochaba el excesivo uso de ar-
caísmos, vocablos extraños y neologismos, ella
Tales eran sus moralidades y sus motivacio- respondía que los usaba no por fantasía, sino por
nes, su política y su espíritu. Su pensamiento una necesidad estricta y ceñida, «por un hablar
vivo de conciencia creadora. lo mío más legítimo y entrañable».

XIII XIV
Caso único en la literatura chilena fue la muy «No soy ni una purista ni una pura, sino una
vasta labor de una mujer como Gabriela Mistral, persona impurísima en cuanto toca el idioma»,
que casi a diario estuvo escribiendo no solo del escribe Gabriela Mistral, dándonos todavía más
prójimo, del otro que era su hermano en la misma luces en torno a estas lingüísticas materias. «De
tarea creadora, sino también de temas varios y haber sido una purista, jamás entendiese en
fermentales que siempre la nutrieron en las tantas Chile, ni en doce países criollos, la conversa-
patrias adoptivas del mundo. Ella que anduvo ya duría de un peón de riego, de un vendedor, de
no errante, sino en múltiples actividades de edu- un marinero, y de cien oficios más». Y agrega:
cadora, de congresista, de ajetreos consulares,
se dejó su tiempo, su roba-noche, para escribir Con lengua tosca, verrugosa, callosa, con
su prosa-recadera, prosa escritural en lenguaje lengua manchada de aceites industriales, de
y estilo y tratamiento de la palabra muy suyos. barro limpio y barro pútrido, habla el treinta
En este rescate deslumbrador de la palabra, por ciento a lo menos de cada pueblo hispa-
nuestra Mistral nos entrega esta motivadora y noamericano y de cualquiera del mundo. Esa
sorprendente y casi sensual descripción de su es la lengua más viva que se oye, sea del lado
propia lengua: provenzal, sea del siciliano, sea del taraumara,
sea del chilote, sea del indio amazónico.
Empieza uno a vislumbrar lo que es la lengua
cuando una palabra cualquiera –no impor- Frases iluminadoras para entender y compren-
ta cuál– le hace de pronto el efecto de una der el tratamiento muy suyo del lenguaje mis-
iluminación y es como si la descubriese o la traliano: en rudeza y sobriedad y gozo lectural.
inventase o le viese la entraña por primera vez. Con esa vivacidad y con esa llaneza, Gabriela
La paladea, la voltea, le sonríe como a cosa Mistral escribirá cada uno de sus recados y lo
erótica. Antes de eso se puede leer y escribir mejor de su valiosa y permanente poesía. La
mucho y hasta estar copiosamente informado, palabra hecha verso, hecha prosa, desprendida
pero no se ha recibido el toque de gracia. bellamente de su lengua.

42
XV tinente. Esos recados, o muy singularísimos textos
prosísticos, testimonian su palabra-pensamiento,
El tema de la América constituye no solo uno su palabra-verdad, su palabra-ígnea. Importa en
de los fundamentos de la obra toda de Gabriela Gabriela Mistral tanto el pretérito como el futuro de
Mistral, sino también uno de sus desvelos perma- su América, tanto el ahora como el día que viene.
nentes: pasión y voluntad atenta del destino del «Hagámosle criatura cotidiana mejor que nombre
Continente nuestro. Vocacional y vivencialmente de aniversario», dice, por ejemplo, de Simón
americanista y bolivariana de siempre, tuétano Bolívar, y a quien mucho pareció seguir en su
y sien adentro, en emocionalidad y en sentido, en sueño de unidad americana:
acercamiento a las realidades vivas de lo humano,
lo racial, lo histórico, lo geográfico, lo social, lo A este hombre de batallas no lo volvió mato-
porvenir. Es decir, una América como expresión nesco la montura y que, en cuanto bajaba del
de unidad de pueblo a pueblo y de gente a gente: caballo, era civil, como si al general lo dejase
Somos la América una, somos el Continente, en el estribo. Santo-general no se ha visto y
canta y proclama ella misma, y desde muy tem- menos un libertador de un continente de tierra
prano, en su poema Nuestra América, y en su y agua. Vivámosle en la permanencia y no
identificación visionaria con las realidades y los solo en las lentas puntadas de los centenarios.
sueños de su América.
Ella misma se exigía describir y divulgar la Un Vasco de Quiroga o un Fray Bartolomé de
América como norma o cartabón de maestra y las Casas, que en tiempos de conquista y arcabu-
como lección educadora cotidiana: ces apostolizan con hechos sus ejemplos cristia-
nos. Y después un Sarmiento, un José Victorino
Haz amar la luminosa meseta mexicana, la Lastarria, un Juan Montalvo o un José Vasconce-
verde estepa de Venezuela, la negra selva los que hacen su obra pensante y educadora con
austral. Dilo todo de tu América. Di cómo se sentido americanista más allá de su Argentina, de
canta en la pampa argentina, cómo se arran- su Chile, de su Ecuador o de su México.
ca la perla en el Caribe, cómo se puebla de
blancos la Patagonia. Divulga su Bello, su
Sarmiento, su Lastarria, su Martí. Enseña el
XVI
sueño de Bolívar, el vidente primero. Clávalo Y más siglo xx adentro, Augusto César Sandino,
en el alma de tus discípulos con agudo garfio sin duda su contemporáneo, «hombre heroico,
de convencimiento. Piensa en que llegará la héroe legítimo, como tal vez no me toque ver
hora en que seamos uno. otro», señala Gabriela Mistral en memorables ar-
tículos expresando su admiración y su adhesión
Los muchos y sorprendentes textos o recados hacia aquella causa nicaragüense de un pequeño
que de la América escribió Gabriela Mistral, ejército loco y de voluntad de sacrificio.
son su admirativa muestra de adhesión, casi Una de las etapas más desconocidas en la
fisiológica, a los más variados asuntos del Con- vida de Gabriela es el apoyo intelectual que dio

43
a Sandino y a su causa. Por estas circunstancias Gabriela Mistral no permanece ajena a los
el propio jefe guerrillero, desde sus montañas de acontecimientos de Nicaragua, aun cuando ella
las Segovias, estamparía: «Fuera de Nicaragua la está en París, en Marsella o en la mismísima Nue-
abanderada intelectual del Sandinismo, entre el va York. Los cables de prensa le hacen temblar el
sexo femenino, fue la célebre Gabriela Mistral, pulso. No se queda ella en panegíricos, recados o
Benemérita del Ejército». contestaciones a encuestas. Solicita públicamente
La maestra rural chilena estaba lejos todavía a los hispanistas políticos una colecta continental
del Premio Nobel, pero muy cerca de la carne para la causa sandinista: «Nunca los dólares, los
viva de la historia: «Es necesario decir algo a sucres, o los bolívares sudamericanos, que se
favor de la desgraciada Nicaragua. Es preciso gastan tan fluvialmente en sensualidades capita-
acompañar siquiera con palabras a esa gente des- linas, estarán mejor donados». Y en un mensaje
venturada y heroica que padece por la justicia». que insta a formar la Legión Hispanoamericana
Aunque nuestra Mistral creía no tener manía de Nicaragua, motiva a cientos de jóvenes a
política tuvo, sin embargo, una extraordinaria abandonar hogares y universidades «para ofre-
adhesión hacia aquel «hombre heroico, héroe cerle a Sandino lo mejor que puede cederse, que
legítimo, como tal vez no me toque ver otro», y es la sangre joven, y una lealtad temeraria que
hacia aquella causa de su pequeño ejército loco solo la juventud puede dar».
y de voluntad de sacrificio. Memorables artícu- El mismo año 1895 en que en las llanuras
los, casi ignorados hoy, publicaría en la prensa cubanas de Dos Ríos muere en combate Mar-
latinoamericana de la época. «Para mí Sandino es tí, Sandino nacía en Niquinohomo, su aldea
todo un héroe», repite diez o quince veces como nicaragüense. Historia va, historia viene. «¿Y
para refutar el calificativo de «bandido» que le el porvenir?», se preguntaba Martí: «es como
daba el presidente yanqui Herbert Hoover, o el la luz del carbón blanco, que se quema él, para
de «insignificante jefe desequilibrado», como lo iluminar alrededor». Y Albert Camus: «Hay que
tildaba The New York Times. estar con los que hacen buenamente la Historia».
Son los convulsionados años treinta. Sandino Y pareciera que nuestra Mistral estaba allí, activa
no llega aún, ni llegará, a los cuarenta de edad. y sensitivamente.
Seculares dificultades de gobierno interno per-
miten la intervención de la marina de guerra de XVII
los Estados Unidos:
Pero, por sobre todo, José Martí, «santo de pe-
Los desgraciados políticos nicaragüenses lea», como lo llama en activa y piadosa frase.
–escribe la Mistral– cuando pidieron contra Hay que oír a nuestra Mistral, ella que pensaba
Sandino el auxilio norteamericano, tal vez no escribir nada menos que un libro –La lengua de
supieron imaginar lo que hacían, y tal vez se Martí, que ya tenía el título–, sin concretar su
asusten hoy de la cadena de derechos que han objetivo, pero sí sus ensayos memorables sobre
creado al extraño y el despeñadero de con- el gran patriota cubano. O en sus decires para
cesiones por el cual echaron a rodar su país. repetir por siempre:

44
–Todo es agradecimiento en mi amor de mango o servirle la taza generosa y grande de
Martí: gratitud hacia el escritor que es el su café; no lo vimos travesear con sus chiqui-
maestro americano más ostensible de mi llos morenitos, beriquinos; no le conocimos
obra, y también agradecimiento del guía de el desliz póstumo con la Niña de Guatemala;
hombres terriblemente puro que la América no merecimos la gracia de haberle llevado un
produjo en él, como un descargo enorme de canasto o una alforja de provisiones para los
los guías sucios que hemos padecido, y que días de las guerrillas. Más supiésemos de él
padeceremos todavía. habiéndolo convivido un día, que leyendo los
–¿De dónde sale este hombre tan viril y tan magos de la crítica martiana. Pero, así y todo,
tierno, cuando en nuestra raza el viril se endu- la prosa ancha y la poesía suya, nos han dejado
rece y también se brutaliza? ¿De dónde viene algo de lo que sería su habla, algo de sus modos
este hombre teológico tan completo, trayendo de vivir, de luchar y de calentar el alma popular
el trío de las potencias de memoria, inteligencia que él tenía, y algo de su modo en la amistad y
y voluntad? Todavía diremos: ¿Dónde se ha de su convocar a las gentes [...] con su voz, a la
hecho en nuestra raza de probidades dudosas que se asomaba su alma bilingüe de americano
y ensuciada por mucho fraude, este hombre de y de español y de isleño nato [...].
cuarenta y ocho quilates del que no logramos
sacar una sola borra de logro, ni siquiera de Y, en fin –sin ser por cierto fin–, sino verdade-
condescendencia con la impureza? ramente Martí, cuyas estrofas de poema inédito
–Yo llegué tarde a su fiesta y una de las pérdidas leo esta mañana para ustedes y acaso con una
de este mundo será siempre la de no haber escu- misma advocativa y devota nostalgia mistraliana:
chado a Martí [...]. No le conocimos acento ni
mímica, pero lo demás nos ha quedado, a Dios MARTÍ1
gracias, en el cuerpo de los discursos. Y qué no-
ble anatomía la de su oración cívica o militante ¿Dónde te fuiste José Martí
que nos va a mostrar sus miembros extendidos que no te hallo entre las palmas?
de atleta en la mesa de las mediciones [...]. Hablabas tanto con dejo nuestro
–Es para mí cosa familiar escribir o hablar que ¿a dónde te fuiste sin tu habla?
sobre el cubano José Martí y esto no deriva
solo de la lectura insistente de sus libros, esto
1 Martí: con tal directo y patronímico título, Gabriela
viene también de que José Martí vive más allá Mistral escribió este breve, evocador y sentido poema
de la mera admiración que damos a un clásico durante una de sus visitas a Cuba («¿Dónde te fuiste
americano, viene de que José Martí poseyó y José Martí que no te hallo entre las palmas?»), octubre-
sigue poseyendo una cierta condición mágica, noviembre de 1938, no incluido en ninguno de los libros
por la cual él gana para siempre las almas que originales de la autora («por ahí andará con tanto papel
asfixiado en maletas que no abro»). Pertenece a la colec-
se le dieron una vez [...]. ción de inéditos del Legado Literario de Gabriela Mistral
–Ay, no tuvimos la gracia de caminar con él (Archivo del Escritor, Biblioteca Nacional de Santiago
por la luz cubana, ni la de partir para él un de Chile). La sencillez del poema revela, a su vez,

45
Carne tuya quiso la Tierra de la bella América, y en quienes han hecho con
y ¿dónde anda mi antillano? su política y con su espíritu, esta faena ciudadana
Suelo sin cuello de palmeras, de esa bella América.
noche muerta sin marejada. Nada de la América, en verdad, fue ajeno a las
motivaciones historicistas y ciudadanas en una
Atravieso palmeras reales, Gabriela Mistral que estuvo siempre hablando
hombre mío, tan extrañada o escribiendo de su América nuestra con fervor
de que es el cielo y que es la caña y con pasión, con idea y pensamiento, y sin
y son tus negros locos y santos aplebeyamiento alguno:
y que no saltas como una espada,
pequeño y ágil a encontrarme Voy convenciéndome de que caminan sobre
si pasé tanta tierra y agua. la América vertiginosamente tiempos para
hablar de política, porque la política vendrá
Crucé pensando que de fiel y dulce a ser (perversa política) la entrega de la rique-
te pararías, carne santa za de nuestros pueblos, el latifundio de puños
en la sombra de la palmera cerrados que impide una decorosa y salvadora
o al levantarse de unas garzas. división del suelo; la escuela vieja que no da
oficios al niño pobre y da al profesional a me-
XVIII dias su especialidad; el jacobinismo avinagra-
do, de puro añejo, que niega la libertad de cultos
Estos, y tantos otros ilustres y visionarios y liber- que conocen los países limpios; las influencias
tarios son los hombres de la América –derroteros extranjeras que ya se desnudan con un absoluto
morales nuestros y paradigmas de nobles utopías impudor, sobre nuestros gobernantes.
democráticas, y a quienes Gabriela Mistral ad-
mira en alabanza y en conducta, muy lejos de Este pensar y contar la América está advocati-
los pedestales estatuarios o de héroes alegóricos. vamente siempre presente en la escritura recade-
Ella nos enseña y nos motiva elogiosamente, crí- ra de una Gabriela Mistral que anduvo, y desde
ticamente, a pensar, lado a lado, en las realidades muy temprano, siguiendo no solo el sueño liber-
tario de un Bolívar –padre Bolívar, como dice–,
sino que a su vez, también, permanentemente
emocional y admirativamente el fervoroso apego que
la autora chilena tuvo siempre por el prócer y libertador
preocupada de las circunstancias y realidades de
cubano («lo amo de veras», según su leal decir en carta una América toda: «En las asomadas dolorosas
a Dulce María Loynaz). Aun en la brevedad coloquial al hecho americano, cuando advertimos torpeza
de sus cuatro estrofas, el poema viene a complementar para las realizaciones, y cojeadura de la capa-
aquellos otros notabilísimos textos-conferencias en la cidad, nos traemos de lejos a nuestro Bolívar,
escritura prosística y ensayística mistraliana: «La lengua
de Martí» (1931), «Los versos sencillos de José Martí»
para que nos apuntale la confianza en nuestra
(1938), «Discurso en el centenario del nacimiento de inteligencia». Ella misma, vocacionalmente
Martí» (1953). bolivariana –queda dicho–, además de martia-

46
na, sarmentiana, sandinista: todo tiempo, toda las cosas esenciales que siempre amó y defendió:
época de una América. Recuérdese que uno de la cultura, la democracia, la libertad y la unidad
los fundamentos del Premio Nobel de Literatura necesaria de una América tan suya y tan nuestra.
bien señalaba que la autora chilena constituía un En esta expresión de la americanidad (contar y
símbolo de las aspiraciones idealistas de todo el pensar la América) o de resuelta vocación ame-
Continente latinoamericano. ricanista está, sin duda, la permanente búsqueda
de conciencia histórica que tuvo Gabriela Mistral
XIX por el destino de un Continente: interpretación,
radiografía, intuición, realidad, posición de
Así, no solo una poesía cargada de intensidad y América. Ella, que se consideró modestamente
sentido humano en su siempre reveladora obra una tradicionalista, fue sin embargo una mujer
literaria, sino, y de manera muy principal, Ga- de su tiempo y una adelantada a ese tiempo. Re-
briela Mistral representa a una mujer chilena y veladora siempre de una memoria viva y de una
latinoamericana del siglo xx –proyectándose voluntad de ser sin atadura posible. A través de
al xxi– que supo decir buenamente lo suyo, y Gabriela Mistral oímos y sentimos a América y
en lo suyo lo de los otros, a través de su pensa- a las gentes todas de su América, nuestra Amé-
miento y de su acción en los temas tutelares de rica: Vivirá entre nosotros ochenta años, / pero
una América. Y, por sobre todo, ella que vivió en siempre será como si llega.
lo equinoccial de lo americano y cuanto dijo y
escribió le venía de esa muy intensa pasión por La Habana, noviembre, y 2015. c

Carlos Carmona, Argentina. S/t, 1989. Tinta/cartulina, 29 x 36 cm

47
ALBERTO RIVERA VACA

Historicidad y soberanía
en «Con Walker en Nicaragua»,
de Ernesto Cardenal

E
n 1950, a sus veinticinco años, Ernesto Cardenal compuso
el poema histórico «Con Walker en Nicaragua», con el cual
recibió el Premio Centenario de Managua en 1952.1 El texto
remite a la incursión filibustera de William Walker (1824-1860)
en Nicaragua en 1855.
No existe un estudio estructural, intertextual o contextual
del poema. Este no es el primero de Cardenal centrado en la
historia, pero sí el primero extenso sobre una intervención bélica
Revista Casa de las Américas No. 282 enero-marzo/2016 pp. 48-61

extranjera en suelo nicaragüense, tópico que se repite a lo largo


de la literatura de su país y de la América Latina y el Caribe.2
Debe recordarse que la nación centroamericana sufrió direc-
tamente los efectos de la expansión territorial de los Estados
Unidos. Desde la independencia de las trece colonias, el rol de

1 Este poema no fue ampliamente conocido entonces ya que solo aparecería


en 1967 en la Revista Conservadora del Pensamiento Centroamericano,
Managua, No. 84-85, septiembre-octubre, pp. 87-95. Luego sería incluido en
Antología (1972). La versión utilizada en este trabajo procede de una edición
bilingüe preparada por el poeta estadunidense Jonathan Cohen en 1984.
2 Hora 0 (1957) y El estrecho dudoso (1966), poemas históricos extensos,
describen la historia americana desde la invasión y las conquistas europeas
en el siglo xvi, y la intervención política y militar de los Estados Unidos
en Nicaragua en el xx.

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los filibusteros fue esencial para la adquisición Aspecto narratológico y estructural del
de nuevos territorios para la Unión. Se modeló poema
desde un inicio una estrategia expansionista
efectiva que se aplicaría por largo tiempo sin la El narrador poético
necesidad de recurrir a la guerra.3
La divulgación de este hecho en forma de poema Este poema se distingue por sus característi-
es insólita y significativa, debido a la poetización de cas narratológicas. Cardenal llama a su poesía
los sucesos, al trabajo intertextual y a la conciencia exteriorista, y ha afirmado que el exteriorismo
histórica reflexiva del poeta. En el presente artículo está más cerca de «la prosa que de la poesía»
propongo una segmentación en cinco partes, lo (1975: VIII). Al inicio el sujeto poético se
que facilitará la comparación con el contexto de identifica como un tal Clinton Rollins, quien
los hechos narrados y con las fuentes referidas y conduce el relato. Se utiliza este nombre por el
evidenciar un proceso de evolución. libro en castellano William Walker (1945), ela-
Para comprender el título «Con Walker en Ni- borado por el propio Rollins,6 quien escribe sus
caragua» es necesario explicar que se ha escrito memorias como filibustero junto a Walker. Pero
bastante sobre esta figura durante el siglo xix y Clinton Rollins como autor nunca existió. Ese
comienzos del xx tanto en la América Central es el seudónimo de Henry Clinton Parkhurst, un
como en los Estados Unidos, y que sobre este escritor estadunidense que en 1909 publicó en
tema varios autores estadunidenses han publi- el San Francisco Chronicle doce crónicas sobre
cado poemas, novelas y relatos, algunos de los Walker y los filibusteros en Nicaragua. Parkhurst
cuales han sido esenciales para la elaboración utilizó como referencia otras obras y principal-
de esta obra de Cardenal.4 mente el libro de Walker The War in Nicaragua
Además, resultan de especial interés las me- (1860), plagiándolo extensamente y de variadas
morias de los filibusteros que acompañaron a maneras (Bolaños: 38). Cardenal utiliza inadver-
este personaje en sus aventuras.5 tidamente estas supuestas memorias como una
fuente precisa, así como lo hicieron por décadas
3 Walker había sido requerido como filibustero para inva-
dir México (Baja California y Sonora) en 1854 y, al año Con el seudónimo de Clinton Rollins, Henry Clinton
siguiente, Nicaragua, con el fin de establecerlos como Parkhurst (1844-1933) escribió en 1909 una serie de
Estados independientes. memorias dominicales.
4 El mismo Walker escribió primero War in Nicaragua 6 Estas crónicas fueron traducidas por el nicaragüense
(1860). En 1871, el poeta Joaquin Miller (1837-1913) Arturo Ortega y el costarricense Guillermo Figueroa,
publicó un poema narrativo llamado «Con Walker en ambos cumpliendo labores consulares en San Fran-
Nicaragua» («With Walker in Nicaragua»), y posterior- cisco, California, en 1909, y editadas en 1945. En la
mente, en 1906, otro titulado «Walker en Nicaragua» introducción Ortega cuenta que en aquel año el diario
(«Walker in Nicaragua») (Harrison: 4). San Francisco Chronicle había anunciado la publica-
5 C. W. Doubleday publicó Reminiscences of the «filibus- ción dominical de una obra escrita por Clinton Rollins,
ter» War in Nicaragua (1886). James Carson Jamison posiblemente el último sobreviviente de los hombres de
(1830-1916) compuso en 1909 With Walker in Nicara- Walker. Según Ortega, Figueroa las tradujo al castellano
gua: Or, Reminiscences of an Officer of the American. y él las corrigió (Rollins: 19).

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historiadores nicaragüenses y centroamericanos.7 En este sentido, se opone al narrador omniscien-
Entonces, para los propósitos de este trabajo, me te, habitual en los textos históricos. Durante el
referiré a Clinton Rollins como el narrador (o su- desenlace del relato, el personaje de Cardenal
jeto poético) creado por Cardenal, y a Parkhurst informa que no presenció los acontecimientos,
como el autor de las doce crónicas publicadas pero sí lo hicieron sus compañeros, de quienes
en California. recibió la información (vv. 362-366: 64). El tiem-
El poema de Cardenal presenta una narración po de la historia que refiere el relato comprende
ulterior8 pues se encuentra en pasado imperfecto. de 1855 a1860, o sea, desde la salida de Walker
En pocas ocasiones se renuncia a esta conjuga- y sus hombres de California hasta el fusilamiento
ción cuando el narrador hace alguna pausa y co- del filibustero en Honduras. El tiempo del relato
menta el relato en el presente, o cuando utiliza un coincide con el inicio del tiempo de la historia:
estilo directo. Al ceder la palabra a un personaje, el «Zarpamos de San Francisco el 55» (v. 93: 46),
nicaragüense pretende crear una ilusión mimética pero concluye cincuenta años después, proba-
y realiza una focalización interna, «filtra» lo que blemente en 1905, cuando el narrador poético
tiene que decir. escribe sus memorias: «Las cosas que hace cin-
El sujeto poético en primera persona es un cuenta años sucedieron [...]» (v. 5: 42).
narrador homodiegético. Tiene información En general, resulta difícil separar los poemas
limitada sobre asuntos o detalles que antece- de Cardenal en secciones debido a una división
dieron a la expedición. Inicia la obra diciendo: estrófica aparentemente hecha al azar, pues
«me entrego en escribir mis memorias. / Y mis en sus textos largos el nicaragüense desdeña
pensamientos de viejo retroceden» (vv. 3-4: 42). «el uso de los aparatos que tradicionalmente
establecían el orden poético» (Borgeson: 76).
7 Se pudo identificar este error gracias a la investigación «Walker en Nicaragua» tampoco presenta di-
que durante cuatro años realizó el nicaragüense Alejan- visiones formales. Por lo tanto, los segmentos
dro Bolaños Geyer (1924-2005) revelada en su libro El
filibustero Clinton Rollins (1976). Bolaños fundamenta
que propongo siguen el orden del relato: 1. En una
su estudio sólidamente y demuestra que no se encontró cabaña solitaria (vv. 1-92), 2. Rumbo a Nicaragua (vv.
el nombre de Clinton Rollins en ningún registro de las 93-150), 3. En Granada, la vigorosa ciudad (vv. 151-
listas de soldados de Walker. Al pie de página de algunas 230), 4. Destrucción de Granada (vv. 231-361),
de las crónicas dominicales aparecidas en el San Fran- y 5. Segunda expedición y muerte de Walker
cisco Chronicle se lee «Copyright by H.C. Parkhurst».
Además, el mismo Parkhurst dice en su libro Songs of
(vv. 362-477). En la primera parte el sujeto poéti-
a Man Who Failed (1920) haber publicado en el San co narra sus memorias desde una cabaña, descri-
Francisco Chronicle de diez a doce artículos sobre be la naturaleza, el aspecto físico de Walker, los
Walker y los filibusteros que lo acompañaron (Parkhurst: compañeros que tuvo, la forma en que murieron,
325). Mediante un análisis comparativo entre el texto y el establecimiento de aquellos soldados que
de Parkhurst y el libro de William Walker, Bolaños evi-
dencia que el primero plagió extensamente y de diversas
migraron y decidieron radicarse en Nicaragua y
maneras al filibustero. formar sus familias, así como se expresa sobre
8 Hago uso de la terminología de Gérard Genette en Fi- el futuro de la región. En la segunda, evoca el
guras III (1972). viaje desde San Francisco, California, hasta Ni-

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caragua y describe las tormentas, los volcanes en muerte de cada individuo mediante la prolepsis,
la costa, la selva y el gran lago; también relata la esas anacronías que evocan eventos que se darán
toma violenta de Rivas y la entrada a León. En la más adelante en el orden del relato.9
tercera cuenta el trayecto a Granada y la toma de El ritmo tiene cortas pausas descriptivas o
la ciudad por sorpresa al amanecer, describe el comentarios del narrador. Algunas pausas añaden
paisaje y la rutina de los pobladores, y menciona información sobre el narrador u otros persona-
el fusilamiento de un general nicaragüense. La jes entre paréntesis. Por ejemplo, en la primera
cuarta parte del poema remite al momento en que parte, el sujeto poético dice sobre uno de sus
Walker se proclamó presidente de Nicaragua. compañeros: «William Stocker (Bill), con su cara
Además, narra la lucha de varios días entre el de pirata –y buen muchacho– / que se casó allá
ejército centroamericano y los filibusteros con después y vivía junto al lago de Managua / (y yo
el objetivo de recuperar Granada: los horrores comí una vez en su casa)» (vv. 33-35: 44). A través
de aquella batalla, los muertos y el incendio de de otros comentarios, sin el uso de paréntesis,
la ciudad. Al terminar la sección, los filibusteros el narrador expresa su crítica a los eventos que
son rescatados y regresan a su país. En la última, presenció y en los que participó. En la segunda
el sujeto poético cuenta que Walker volvió a la sección, mientras describe el paisaje de las islas,
América Central para recuperar el control sobre volcanes y lagos (vv. 98-119: 48), comenta: «¡La
la zona, pero aquella nueva expedición le es re- tierra donde pasaríamos tantas aventuras, / donde
ferida por otros filibusteros que estuvieron junto tantos de nosotros morirían de peste o peleando!»
a aquel. Luego narra el desembarco de Walker (v. 101-02: 48). Y luego de unos versos exclama:
en Honduras, la toma de un fuerte, el accidente «Y nadie nos había hecho daño, y traíamos la
fatal de uno de los soldados y la forma en que guerra» (v. 106).
Walker cuidó de este. Menciona la persecución El texto no contiene diálogos, solamente al-
a los filibusteros y finalmente el juicio y fusila- gunas frases de estilo directo, y la mayoría sirve
miento de Walker. Estas divisiones se basan en una para destacar expresiones de mucha importancia.
estructuración temática y cronológica del texto, es El uso de la narración y la descripción a lo
decir, el contenido del poema sugiere su propia largo del relato varía. La primera parte comien-
organización. za con descripciones, pero estas disminuyen a
El orden del relato es semejante al de la his- medida que avanza el poema y entonces preva-
toria, con excepción de la primera parte, la cual lecen los pasajes narrativos, especialmente en las
no comienza hablando sobre el relato base, si últimas partes. La elección de una u otra forma
consideramos que el de este poema es la travesía
filibustera entre 1855 y 1860. En esta sección
inicial el sujeto poético se concentra en la des- 9 Estas prolepsis son narraciones singulares, ya que dichas
cripción de escenas más que en la narración de muertes no se vuelven a narrar en otra sección del relato.
Aunque existe una excepción, la repetición narrativa de
acontecimientos, recuerda el estallido de una la muerte de Walker en la primera sección (v. 67: 46),
tormenta y su disipación, habla sobre sus com- en la quinta parte (v. 366: 64) y en los últimos versos
pañeros de expedición y describe brevemente la del texto (vv. 438-443: 70).

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define el ritmo del relato, que se acelera creando solitaria en la frontera, / Yo, Clinton Rollins, sin
tensión y expectativa. pretensión literaria, / Me entrego en escribir mis
memorias. / Y mis pensamientos de viejo retro-
Primera parte: En una cabaña solitaria ceden». Y sigue: «Las cosas que hace cincuenta
El título del poema y la instancia de la años sucedieron [...] / Hispanoamericanos que he
conocido / –a los que he aprendido a querer [...]»
enunciación
(vv. 1-7: 42). El factor de lugar («aquí») de la
Este es un texto con variados mecanismos instancia de enunciación no especifica un espacio
intertextuales. El título procede de un poema determinado, donde se encuentra la cabaña del
llamado «With Walker in Nicaragua», escrito narrador. El sujeto poético ya no habita su país
en 1871 por el poeta estadunidense Joaquin natal, escribe desde la frontera, pero tampoco vive
Miller, quien aseguraba falsamente que él fue en Nicaragua o en otro país americano. Según el
uno de los filibusteros que acompañó a Walker10 primer verso, habitar entre dos mundos distin-
(Bolaños: 63). En su poema, Miller resaltó las tos, en sus márgenes, implica existir en soledad.
virtudes del filibustero. Pero además, el título Esta instancia de enunciación es la misma que
del texto de Cardenal se encuentra en el libro Parkhurst utiliza para el narrador de su crónica.11
de memorias de James Carson Jamison With El sujeto poético escribe sus recuerdos «sin
Walker in Nicaragua, publicado en 1909. En pretensión literaria». Enfrenta a su memoria, a
la introducción, Jamison cita a Miller y asume las imágenes e impresiones que le dejó el pasado,
como cierta la descripción que hace el poeta pues exclama: «¡Las escenas que hoy vuelven
sobre Walker (Jamison: 19). Cardenal utiliza los a mi memoria!» (v. 12: 42). Si este narrador
textos de testigos de los acontecimientos y las poético no escribe con un objetivo estético, en-
obras de otros que no presenciaron los hechos, tonces su propósito es histórico.12 El poema de
pero que aun así escribieron sobre el tema gracias Cardenal tampoco pretende ser una composición
a la imaginación y la lectura. No cabe duda de cuyo principal objetivo sea la expresión litera-
que la obra de Parkhurst es la fuente principal ria a nivel del estilo –lo cual no implica que no
de Cardenal, pero no la única.
El poema comienza estableciendo la instancia 11 El texto de Parkhurst inicia así: «en una cabaña solitaria
de enunciación del narrador: «En una cabaña de las montañas de Cocopah, a la larga distancia de la
línea divisoria de los Estados Unidos y en territorio
mexicano, muy poco frecuentado por extranjeros
10 Parkhurst afirma que Miller nunca estuvo en Nicaragua preguntones, se me ocurre ocupar mis horas de ocio
o América del Sur (Parkhurst: 320). Miller escribió pri- en dejar escritas memorias que pronto pasarían al
meramente un poema dedicado a la figura del abolicio- olvido y que son, por cierto, de alguna importancia»
nista estadunidense John Brown (1800-1859). Luego de (Rollins: 27).
enterarse de la muerte de Walker decidió componer un 12 Cardenal asemeja el objetivo histórico de su texto con
nuevo poema. Para este fin utilizó el que había dedicado otra fuente intertextual. Jamison, en el prefacio de su
a Brown y un relato de viajes por América Central que libro With Walker in Nicaragua, señala que escribe
ya tenía preparado. Finalmente llamó al nuevo texto sus recuerdos sin intentar componer una historia
«With Walker in Nicaragua» (Miller: 18). exhaustiva (7).

52
lo logre–, sino que busca divulgar y comentar soldados, sino como simples pero diversos in-
información histórica de un período importante dividuos en busca de aventuras y riquezas. Cada
de Nicaragua, de manera sucinta y reveladora. sujeto muere de una forma particular, en distinto
En este poema, el factor temporal («ahora») sitio y contexto concreto;13 lo cual obedece a
de la instancia de la enunciación se establece al que Cardenal establece para cada referente una
concluir la primera década del siglo xx, porque circunstancia específica, eludiendo así cualquier
la narración del sujeto poético refiere «Las co- descripción general. El nicaragüense considera
sas que hace cincuenta años sucedieron», o sea, su poesía como objetiva, «narrativa y anecdótica,
a mediados del xix. Walker llegó a Nicaragua hecha con los elementos de la vida real y con
en 1855 y murió en 1860. Obviamente este cosas concretas, con nombres propios y detalles
factor temporal es el mismo de las crónicas de precisos y datos exactos y cifras y hechos y di-
Parkhurst, ya que publicó sus textos aproxima- chos» (1975: VII-VIII).
damente en 1909, casi cincuenta años después Luego, el narrador poético habla sobre Hornsby
de los eventos. En este sentido existen dos simi- y Walker. Cardenal introduce en esta parte del
litudes entre los textos de Cardenal y Parkhurst. poema los grandes proyectos extranjeros cui-
La instancia de enunciación de los narradores dadosamente planeados antes de la incursión
(el tiempo del relato) se sitúa en 1909. Y el or- a Nicaragua: la creación de una vía de tránsito
den del relato en ambos textos es semejante al comercial interoceánico y el establecimiento del
de la historia que refieren. Existe también una sistema social y económico sureño de los Estados
diferencia: el alcance del orden del relato en Unidos. Cardenal distingue también aquellos que
relación con la instancia de la enunciación de fueron simples soldados, como el narrador poéti-
cada escritor. En el poema de Cardenal difieren co, de quienes estuvieron planificando la anexión
los tiempos del relato del sujeto poético y del de Nicaragua a los Estados Unidos.
autor. Él escribe sobre un acontecimiento que Primero, Cardenal señala los anhelos de
concluye en 1909, fecha alejada de su instancia Hornsby con respecto al futuro de Nicaragua
de enunciación (1952). Al contrario, en el texto (vv. 68-79: 46).14 Hornsby se refiere a los «lagos
de Parkhurst la instancia de enunciación coincide
con el tiempo del relato de su narrador. 13 Según el poema, «Aquiles Kewen, el aristócrata» murió
en la ciudad de Rivas, «Chris Lily, el boxeador» murió
Los compañeros de expedición «degollado borracho una noche junto a una brillante
laguna», «Crocker, el afeminado» murió también en
Como producto de su recuerdo, el narrador poé- Rivas «con su sucia barba rubia pesada de sangre»,
tico describe la naturaleza de Nicaragua. Estos y «Skelter, el petulante, que murió de cólera». Otros
pasajes están compuestos mediante los sentidos de murieron «Colgados de los árboles», «tendidos en los
la percepción. Recuerda el olor y la sensibilidad tér- llanos», «en las calientes calles».
mica de la zona; luego, a los compañeros de aquella 14 C. C. Hornsby fue capitán y más tarde general bajo el
mando de Walker. Es el segundo, luego de este, en la
expedición, sus particularidades y las circunstan- lista de los cincuenta y ocho filibusteros que llegaron
cias específicas de sus muertes. Los filibusteros a Nicaragua (Bolaños: 28). Jamison habla constante-
no son descritos como un grupo uniforme de mente de él en su libro.

53
azules», una «ruta del tránsito» y una «gran vía, En estos versos Hornsby describe el segundo
el muelle de América». Debido a las caracte- objetivo de la labor filibustera: convertir a Nicara-
rísticas geográficas de la región, Nicaragua era gua en un nuevo Estado para la unión estaduniden-
considerada un lugar propicio para comunicar los se que representase los intereses del Sur. Imagina el
océanos Atlántico y Pacífico a través de un canal sistema económico basado en la agricultura: «ver-
que cruzaría por un río hasta el lago Nicaragua.15 des plantaciones con sus grandes casas blancas con
Hasta que el canal fuera construido –«esperan- terrazas» y «los campos con aserríos y avenidas
do el Canal», dice Hornsby en el poema– se de palmeras y rumores de ingenios». Espera ver
planificó establecer otras vías de transporte por la estructura social basada en la mano de obra
agua y tren. Existía un gran interés del gobierno de afrodescendientes, «y la esposa del plantador
estadunidense por tener el control de una ruta instruyendo a los hijos de los negros». Hornsby
de este tipo, y Nicaragua se proyectó como el imagina en Nicaragua un desarrollo social y econó-
«muelle de América», pero de la anglosajona, mico semejante al sureño: vías de comunicación,
pues representaba un lugar estratégico, debido aserraderos, ingenios, coches grandes «azules»
además al interés internacional por aquella re- tirados por caballerías transportando viajeros, y
gión, donde las insaciables potencias mundiales un sistema de transporte fluvial llevando cargas
medían sus fuerzas. Este interés por controlar de madera por los «ríos». Esto responde a que
el comercio llenaría aquella región de «barcos los nuevos Estados que se adherían a los Estados
mercantes y de extranjeros», en otras palabras, Unidos eran abolicionistas, y el Sur consideraba al
cada nuevo barco traería «nuevos aventureros», territorio de la América Latina como única opción
según los versos. Estos inquietos forasteros en para adquirir poder político y territorial (Hurta-
busca de riquezas ya no solo llegarían cargados do: 23, 31). El Caribe, México y América Central
de fusiles para desembarcar en tierras lejanas, eran las regiones donde el sistema sureño podría
sino también con grandes sumas de dinero. La trasplantarse. Habían intervenido previamente en
reiteración del término «barcos», en el poema, Cuba, sin resultados, en tres ocasiones entre 1849
apunta a los forasteros con grandes capitales y 1851; y después en México en 1854, bajo las
como Vanderbilt, dueño del más grande negocio órdenes del mismo Walker.17 Tras aquellos fracasos
de barcos a vapor de la época, cuyo interés era se produjo la invasión a Nicaragua.
lograr establecer una ruta de tránsito lacustre y
fluvial entre los dos océanos.16 Nicaragua (Guier: 82). Vanderbilt concibió construir
un canal y lograr que barcos pequeños cruzaran de mar
a mar por el río y el lago de la región. Mientras este
15 El canal de Nicaragua es un tema constante en la obra canal se construía, planificó otras vías de transporte y
de Cardenal y también en la poesía nicaragüense. El para eso necesitaba de Walker (Guier: 83).
tema aparece posteriormente en poemas de El estrecho 17 El 3 de noviembre de 1854, Walker y cuarenta y cinco
dudoso (1966). expedicionarios desembarcaron en la Baja California,
16 A comienzos de 1848 los Estados Unidos se convir- arrestaron a las pocas autoridades y proclamaron la
tieron en una nación que abarcaba dos océanos. El independencia. Walker legalizó la esclavitud, estable-
viaje hacia el Oeste era muy largo y la mejor manera ció el comercio libre y proclamó a la región como la
de resolver el problema sería atravesando Panamá o República de Sonora (Hurtado: 36).

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Por último, en esta primera sección el narrador en una sinécdoque de la fuerza destructora de su
poético recuerda: «Vi por primera vez a Walker presencia. Se puede afirmar que las tormentas
en San Francisco» (vv. 80-93: 46), donde re- representan la entrada de Walker y los filibus-
clutaba gente. Evoca además su aspecto físico. teros a Nicaragua. Al inicio el narrador se refiere
El «rostro rubio como el de un tigre», sus ojos a las nubes cargadas de agua sobre las sierras. El
«como los de un ciego / pero que se dilataban ejército de Walker sería como la lluvia de tormenta:
y se encendían como pólvora en los combates» «Una ola gris que viene borrando los montes»,
(46). Mediante estas comparaciones, el narrador incursionando en la región con «un sordo rumor
expone indirectamente su crítica a la figura del fi- de inundación recorriendo la selva», y agitando la
libustero: es predador y violento (como un tigre), vida de los pobladores, así como la tormenta pro-
sin apariencia de vida (unos ojos «sin pupilas»), duce «los aullidos de los monos» con las ráfagas
empecinado en lograr sus propósitos (como los de sus armas resonando entre los pueblos cual «las
ojos fijos de un ciego) y peligroso (como la gotas de gruesos metálicos golpes en los techos de
pólvora en los combates).18 El aspecto gris di- zinc» (vv. 13-16: 42). La presencia militar evoca el
fuso de sus ojos se extiende al resto del cuerpo. avance violento de la tormenta y el caudal de los ríos
Walker tiene pecas borrosas, rostro pálido, boca desbordados penetrando el país. Hay expresiones
sin labios, sin una sonrisa, voz descolorida que semejantes cada vez que el poema refiere turbulen-
no sonaba a la de un hombre, pero era aún más cias naturales: «Y vimos la plaza ensombrecerse
suave que la de una mujer. Con aquella voz diri- bajo una nube [...] y al fin de la Calzada, como un
gió varias batallas en Nicaragua donde murieron muro, el lago plomo» (v. 221: 54). El color gris en
muchas personas, y para mantener la disciplina el poema representa la muerte.
entre sus hombres ordenó fusilamientos. Es
descrito como un individuo inmutable, como Segunda parte: Rumbo a Nicaragua
sus ojos, para tomar decisiones o continuar con
sus planes. Además, «nunca bebía ni fumaba» El narrador poético exclama que partieron de
y tenía «modales de clérigo» (vv. 85, 90: 46). San Francisco en 1855 «a bordo de un buque
Los ojos de Walker habían sido considerados filibustero!». ¿Y qué tipo de hombres subieron a
por cierta parte de la sociedad estadunidense aquel barco? Según el poema de Cardenal, tuvie-
como una imagen del filibusterismo y el destino ron distintas razones para emigrar a Nicaragua.
de su nación.19 Para Cardenal, estos se convierten Filibusteros estadunidenses, respetables o corrom-
pidos, buscaron en el país centroamericano un
18 Alejandro Bolaños señala que, a diferencia de la
descripción de los demás filibusteros, para Parkhurst y resplandecían como acero roto en el arrebato de la
«Walker resulta ser la antítesis de los otros filibusteros batalla») (Jamison: 20). Jamison utilizó el término
–lleno de defectos y sin ninguna cualidad» (Bolaños: 75). «mirada» («sigh») en relación con los ojos de Walker,
19 Miller anotó sobre Walker: «At such times he was para describir sus fortalezas (11). Los filibusteros
simply terrible; his gray eyes expanding and glittering eran considerados por algunos sectores sociales como
like broken steel with the rage of battle» («en esa época «nobles cruzados» para conquistar Estados papistas y
era simplemente terrible; sus ojos grises se agrandaban extender la «cultura sajona» (Hurtado: 29).

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lugar para resolver sus difíciles circunstancias la decepción del sujeto poético por los motivos
económicas. Además, a través del sujeto poético, y resultados de la invasión a suelo nicaragüense.
Cardenal los equipara con los conquistadores En 1854 Nicaragua se encontraba en una difícil
españoles del xvi. Como conquistadores mo- situación social, desolada por una guerra civil,
dernos, los filibusteros emigraron a Nicaragua dividida entre legitimistas y demócratas. Walker
con la promesa de recibir tierras, y varios de apoyó a los demócratas, fue recibido por Castellón
ellos buscaron tesoros por cuenta propia y a toda y varios nicaragüenses se le unieron. Se le dio el
costa. El propio narrador diría en su vejez: «Y título de Coronel y se le otorgó la autorización de
habíamos venido a una tierra extraña en busca de avanzar hacia la ciudad de Rivas. Por eso atacó
oro» (vv. 267). A todos los unía de una manera u primero a los legitimistas en esa población, que
otra la ilusión de encontrar el preciado metal.20 se encontraba cerca de la ruta de Tránsito. Nueva-
Mientras el buque filibustero recorre el mar, mente, en este segmento del poema, varias isoto-
el narrador poético describe admirado el paisaje pías forman un campo semántico que apunta a la
(vv. 98-119). Pero ante la asombrosa presencia destrucción y al color gris de los ojos de Walker.22
natural, expresa su opinión sobre la misión que Posteriormente los extranjeros se dirigieron
iban a realizar: «Y nadie nos había hecho daño, a León, donde fueron bien recibidos pues los
y traíamos la guerra» (v. 106: 48). Expone así leoneses estaban a favor de la presencia de
explícitamente su posición, que es incluso una Walker en Nicaragua (vv. 137-150: 50). El
crítica a su propia participación cincuenta años narrador poético habla con cierto afecto por
atrás. Si bien el poema no depende de la infor- las personas, los paisajes, las formas, colores y
mación exacta de la historia, Cardenal se basa en sonidos de la región. Y en general, la historia es
los textos de Parkhurst porque expresa el discurso trasmitida con pesadumbre. Cardenal expone así
más crítico sobre el filibusterismo estadunidense el conflicto que el soldado raso experimenta al
en la América Central.21 En el poema se verifica internarse violentamente entre una geografía y
una población nuevas y admirables que no les
20 Los reclutas que inmigraron con Walker a México y habían causado daño alguno.
a continuación a Nicaragua, procedían de California
durante la época de la fiebre del oro. Tercera parte: En Granada, la vigorosa
21 Esta es una diferencia principal entre las crónicas de ciudad
Parkhurst y los textos de Miller o Jamison. Aquel sufrió
los penosos efectos de la Guerra Civil estadunidense Más adelante los hombres se «embarcaron en
como soldado (Bolaños: 95). Desdeña la figura de
La Virgen, hacia Granada» (v. 151: 50). Bajaron
Walker y a las instituciones que representaba. A pesar
de que Bolaños dice que Parhurst desfiguró la imagen
de los filibusteros y su mundo (70), debemos considerar comercio internacional y a la forma en que se produce
el discurso crítico de este con respecto al filibusteris- la riqueza en su propio país (Rollins: 59).
mo, pues lo es también con respecto a la explotación 22 Los hombres corren por una calle «gris», Crocker
de Europa sobre las poblaciones de América durante grita sosteniendo un «revólver plateado». Kewen grita
la época colonial, y los beneficios que adquirió de «¡Fuego!», y la ciudad «quedó llena de gritos y de
aquella empresa. Incluye en este usufructo histórico al sangre y de incendios» (vv. 120-125: 48).

56
de las balsas y desembarcaron, durante la noche ser ejecutado «vinieron señoras, con la madre,
avanzaron en la oscuridad, y por la mañana toma- y las tres hijas llorando», pidiendo misericordia,
ron la ciudad sin resistencia y por sorpresa (vv. mientras Walker se encontraba «en medio de
168-171: 52). «Walker habló de paz y Concilia- sus oficiales y rodeado de la guardia cubana»
ción Nacional / y juró de rodillas la Constitución (vv. 198-205: 54). La breve mención de una
con Corral en la iglesia» (vv. 174-173).23 La des- guardia cubana se debe al antiguo y fracasado
cripción de esta ciudad es singular y habla de un proyecto de anexar Cuba a los Estados Unidos.
territorio vigoroso. Cardenal se refiere a Granada Este poema de 1950 manifiesta la comprensión
como una población sonora y una ciudad líquida amplia de Cardenal sobre la historia hispanoa-
(vv. 175-197: 52, 54), y así se representa la vida mericana, y la situación complicada de aquella
intensa de Granada para contraponer posterior- época del siglo xix. Por una parte, la nación es-
mente su trágica destrucción. tadunidense tenía un antiguo interés por adquirir
Después, el poema relata la entrada de Walker, Cuba, y por otra, Cuba buscaba distintas maneras
el arresto de Corral y la orden de fusilarlo a de lograr su independencia de España, incluso
mediodía.24 Cuando Corral estaba a punto de algunas mediante la anexión a los Estados Uni-
dos. Cardenal recupera y elabora su propia his-
toricidad y manifiesta el complejo proceso para
23 A la muerte de Chamorro, los legitimistas nombra- la descolonización de las naciones americanas
ron pronto a José María Estrada (1802-1856) como paralelo a la expansión territorial estadunidense.
presidente, y Ponciano Corral (1805-1855) ascendió
a general de los legitimistas y continuó con la lucha.
Algunos comisionados de Walker propusieron a Corral Cuarta parte: Destrucción de Granada
la paz con la condición de que actuara como presidente
de Nicaragua y Walker como comandante general de El poema dice que Walker se proclamó presiden-
las armas. Corral aceptó y Walker logró la paz entre los te de Nicaragua, decretó la esclavitud y confiscó
bandos. Debido a un tratado celebrado entre ambos se
nombró a don Patricio Rivas como presidente provisio-
bienes, «Y enemigos que no veíamos alrededor
nal de Nicaragua, bajo la influencia de Walker. A pesar de lagunas se juntaban» (vv. 231-233: 56). El
de que una empresa filibustera no podía recibir apoyo nuevo presidente de Nicaragua fue reconocido
de la nación a la que pertenecían los aventureros, el por las autoridades estadunidenses,25 declaró el
presidente estadunidense Franklin Pierce reconoció la inglés como lengua oficial del país y revocó el
presidencia de Rivas.
edicto de la Emancipación de Nicaragua de 1824.
24 Tras el nombramiento de Rivas como presidente, se
El Sur apoyó estas acciones, suministró víveres y
exigió a Corral entregar todo el mando, armamento y
municiones a Walker (Gámez: 614). Corral se encontró hombres armados. Aquellos «enemigos» que no
solo y se arrepintió de sus tratos con Walker, escribió veían y que se juntaban, según el poema, son los
a sus conocidos de Honduras explicándoles la pérdida ejércitos de Costa Rica, Honduras, Guatemala y
del control en Nicaragua y pidió auxilio, pero estas
cartas cayeron en manos de Walker. Corral fue hecho
prisionero, acusado de traición y sedición ante un 25 El Ministro Wheeler reconoció el cargo de Walker
consejo de Guerra compuesto por los seguidores del inmediatamente y el presidente Franklin Pierce tam-
filibustero, por lo que fue ejecutado el 8 de noviembre. bién lo hizo.

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El Salvador.26 Walker y su gente no percibían a de pelear para toser / y eran heridos mientras to-
estos países como una amenaza, ya que andaban sían». En lugar de agua fresca y frutas, abundaba
constantemente en discordia. Fueron tiempos «el olor dulzón de los muertos» (v. 201: 60).
difíciles en la vida política y social no solamente Los cadáveres eran echados a los incendios y se
de Nicaragua sino de toda la América Central; producía un «humo acre» que irritaba los ojos. El
sin embargo, ante el peligro que Walker repre- sujeto lírico dice que el humo, el polvo, el sol, el
sentaba, se efectuó inmediatamente una reacción fuego y la pólvora «secaban más nuestras bocas»
regional. (vv. 290-295: 58). Cardenal nuevamente relacio-
Después de este verso, el poema no cubre nin- na el color gris, del humo y la pólvora, producto
gún dato sobre los dos años de batallas entre las de la destrucción, con el de los ojos de Walker;
fuerzas de Walker y las del ejército aliado, sino después de unos días el lugar era irreconocible, «y el
que el narrador poético relata el asedio de estas lago de color de ceniza tras los escombros. / Agua de
últimas a la ciudad de Granada. En diciembre de color de los ojos de Walker / tras los escombros»
1856, la urbe fue sitiada por miles de soldados (vv. 312-313: 60). Finalmente, esta misma isotopía
durante cuarenta días mientras Walker se halla- prevalece: «Y al reguero de pólvora en la calle del
ba en San Juan.27 El narrador cuenta: «A mí me lago se le dio fuego. / Y el mensaje de Henningsen
habían dejado en Granada y puedo contarlo» fue / “Su orden fue obedecida, señor: Granada ha
(v. 241: 56). Esta parte del texto es la más inten- dejado de existir”» (vv. 317-321: 60).
sa. El sujeto poético compara la llegada de los «Por fin llegó el auxilio», y los soldados de
enemigos con una enfermedad: «La peste hizo Walker lograron crear un espacio para que los
entrada con tambores fúnebres ese invierno» filibusteros que estaban en Granada escaparan
(v. 234: 56). Narra las tragedias acontecidas y (v. 333). El poema relata que Henningsen fue
compara la ciudad sitiada con la Granada que co- el último en dejar la ciudad, y luego de ver toda
nocieron. El sitio de Granada se dio luego de que la destrucción: «levantó un carbón / y escribió
la «estación de lluvias había cesado / y la fiebre se en un cuero chamuscado el epitafio: / AQUÍ
propagaba como un incendio». Si antes se vendía FUE GRANADA / “HERE WAS GRANADA” /
agua por las calles, ahora los enfermos gritaban lo clavó con una lanza en mitad de la plaza / y
«¡Agua, agua!» (v. 286: 58), sin calmar su sed. se fue» (v. 338-344: 62). La destrucción de una
Debido al humo y la sed «los soldados dejaban de las ciudades más antiguas de Nicaragua fue
como una sentencia de muerte ordenada por
26 El presidente costarricense Juan Rafael Mora declaró Walker y cumplida por Henningsen. Se niega
la guerra a Walker el 20 de noviembre de 1855 por así el derecho a la existencia de una población,
el peligro que representaba en la región, y llamó a la y sus verdugos no dudan en ejecutar la orden.
unidad de los países de la América Central. El poema no menciona que Walker volvió a
27 Walker había decidido situarse en la ruta de Tránsito y ocupar la ciudad de Rivas y que fue reducido y
abandonó Granada con la mayor parte de su ejército.
derrotado nuevamente por el ejército aliado el
Dejó en Granada a trescientos hombres al mando de
Henningsen, con instrucciones de evacuar y destruir la primero de mayo de 1857. En cambio, el sujeto
ciudad (Hurtado: 116). poético dice: «Y los hombres volvieron a los

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Estados Unidos» (v. 361: 64).28 Al llegar a la Quinta parte: Segunda expedición y
Unión, Walker fue encarcelado e inmediatamente muerte de Walker
acusado ante el Tribunal de los Estados Unidos
por infringir las «Leyes de neutralidad», pero Al inicio de la última sección de este poema el
«logró defenderse bien y el jurado se mostró sujeto lírico explica: «Yo me quedé un tiempo
indulgente y lo absolvió» (Gámez: 602).29 en el país, viviendo en León»; posteriormente,
El triunfo de la Alianza Armada de Centro algunos de sus antiguos compañeros, que fueron
América (1856-1857) demostró la unidad de deportados de Nicaragua y retornaron al país
la región. Ante la amenaza del filibusterismo centroamericano le «contaron lo de la segunda
estadunidense se firmó un proyecto de alianza expedición / y la muerte de Walker». Según el
y confederación regional. Sobre este aconteci- poema, después de seis meses en su país, el fa-
miento, Carlos Cuadra Pasos afirma: «Es esta moso filibustero retornó a la América Central para
la única vez que ha sonado la clara señal de que recuperar el poder en Nicaragua. En la mañana
Centroamérica es un solo cuerpo» (Rollins: 13). del 6 de agosto de 1860 arribó a Trujillo-Honduras
Con conciencia histórica, Cardenal poetiza y di- y capturó la ciudad (vv. 372-376: 64).
vulga una hazaña regional americana y no solo de Allí Henry fue herido y Walker cuidó de él
su país. La expulsión de Walker significó derrotar atentamente (vv. 386-392: 66). Luego, el jefe
al filibusterismo, las pretensiones anexionistas filibustero y su gente escaparon de los ingleses,
del Sur y la política ambigua del gobierno central pero fueron detenidos y enviados nuevamente a
estadunidense. El éxito de la campaña militar Trujillo. El 12 de septiembre, a las 8 de la maña-
de la Alianza significó una hazaña de orgullo e na, Walker esperó por su sentencia en el mismo
identidad para aquellas naciones desde la inde- fuerte que había tomado antes.31 El oficial de la
pendencia en 1821.30 guardia «leyó un papel en español, / seguramente
las órdenes» (vv. 459-460). Mientras tanto, frente
28 Walker fue repatriado por el comandante naval esta- al pelotón, Walker «con la voz calma y serena, /
dunidense Charles Henry Davis (Calvo: 77), quien sin temblor / habló en español» (vv. 461-464).
ofreció interponer sus oficios al ejército aliado para Y finalmente, el hombre dijo: «El Presidente / el
que Walker entregara Rivas con la condición de dar Presidente de Nicaragua, es nicaragüense [...]».
garantías a los filibusteros para regresar a su país de
origen (Guier: 291).
Sonaron los tambores y se descargaron las armas.
29 Estas leyes fueron instituidas en 1818. Se prohibió re-
clutar militares dentro del país y cualquier expedición Esta unión no duró mucho tiempo y las provincias
armada para intervenir en asuntos de otras naciones sin comenzaron a separarse y a conformar sus propios
el permiso de Wáshington (Guier: 28-29). Pero Walker Estados. Existieron varios intentos de unificación pero
fue absuelto en 1854 por su incursión en México por todos fracasaron.
un jurado de San Francisco; y luego por la incursión a 31 Fue en realidad un general hondureño junto a su tropa
Nicaragua por una corte de justicia de Nueva Orleáns, y en colaboración con un oficial inglés quienes apre-
en 1858 (Walker y Fernández: XI). saron finalmente a Walker y a sus hombres. Este y
30 En 1821 se proclamó la independencia de la América Rudler fueron juzgados por piratería y filibusterismo
Central sin pasar por una guerra de independencia. (Guier: 333).

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Luego dice: «De noventa y uno solo doce vol- Parkhurst como narrador poético porque este
vieron. / Y allí quedó sin coronas ni epitafio registra el testimonio más crítico sobre Walker,
junto al mar / William Walker de Tennessee» en comparación con los de Miller o Jamison.
(vv. 472-477: 70). Las últimas palabras que es- En el texto de Cardenal se verifica la decepción
cuchó y pronunció estaban en español. Con sus del sujeto poético por los motivos y resultados
últimas frases afirma su segunda nacionalidad, de la invasión filibustera en suelo nicaragüense.
su segundo idioma y su posición pública ante la Si bien no depende de la información exacta
sociedad nicaragüense. El poema deja entrever de la historia, considera valiosos los diferentes
el posible interés de Walker por la nación que discursos de los participantes.
había adoptado, a pesar de sus deshonestos Borgeson señala que para Cardenal «los
intereses. Aquel inmigrante filibustero elegido habitantes del “nuevo mundo” todavía están
inconstitucionalmente presidente de Nicaragua cambiando, están evolucionando. La historia
quiso afirmar antes de su muerte tal interés a de la zona, pues, aún está dando los primeros
través del idioma aprendido allí. A pesar de sus pasos» (1984: 167). Además, presenta a su
intenciones de extender el sistema sureño de su narrador poético como un individuo cuya ex-
patria, no cabe duda de que durante aquellos años presión lingüística y cultural ha evolucionado
él también se había transformado. con los años; un personaje que había construido
relaciones de amistad con hispanoamericanos,
Conclusiones a los cuales menciona con aprecio al inicio del
poema: «Hispanoamericanos que he conocido /
En «Con Walker en Nicaragua» el joven Carde- –a los que he aprendido a querer» (vv. 6-7: 42).
nal recurre a fuentes intertextuales heterogéneas Estas palabras, compuestas en presente perfec-
y las relabora en un discurso poético con una to, indican que el sujeto poético aún mantiene
conciencia histórica amplia y crítica. De esta contacto con aquellos mientras escribe, aunque
manera participa en una generación clave para la esto no implica que viva entre ellos, ya que como
poesía hispanoamericana. Además de Cardenal, señala habita en la frontera.
otro representante fundamental es Roberto Fer- De manera semejante, el poema demuestra
nández Retamar, quien escribe Elegía como un que el resto de los filibusteros que inmigró irre-
himno en 1950. Ambos establecen un momento mediablemente también había cambiado. Aque-
importante en esa temática dentro del contexto llos hombres cruzaron el mar junto a Walker,
de la poesía hispanoamericana, ya que desde el lucharon y fueron deportados, pero decidieron
inicio de sus carreras estuvieron preocupados por regresar una vez más a Nicaragua sin importar
la vulnerabilidad de la soberanía de sus países los peligros que suponía cruzar las fronteras.
así como del resto de América. Los extranjeros que sobrevivieron a la muerte de
A Cardenal le interesan los textos de Jamison Walker habían pasado a formar parte de aquella
y Parkhurst por ser testimoniales, por depender sociedad invadida y cambiaron su estatus de in-
de la memoria y la experiencia personal concreta. migrantes filibusteros a integrantes de la nación
Utiliza también el narrador de las crónicas de hispanoamericana.

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