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Química Agrícola

Book · November 2017

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3 authors:

Federico Masis Melendez Rodolfo Antonio Hernández-Chaverri


Costa Rican Institute of Technology (ITCR) Universidad Estatal a Distancia
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SEE PROFILE SEE PROFILE

Gilberto Piedra-Marín
National University of Costa Rica
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Design of a biorefinery process to obtain ethanol from lignocellulosic biomass (stubble) of the pineapple (Ananas comosus) crop in Costa Rica View project

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Federico Masís Meléndez
Rodolfo Hernández Chaverri
Gilberto Piedra Marín
Corrección de estilo

María Bneavides González

Especialista en contenidos
Producción académica y
asesoría metodológica: Jihad Sasa Mohammad

Marcela Eduarte Rodríguez Encargado de cátedra


(versión preliminar)
Rodolfo Hernández Chaverri
Evelin Umaña Ramírez
Diagramación y artes finales
(corrección de pruebas)
Leila Calderón Gómez

Diseño de portada

Leila Calderón Gómez

Ilustraciones: figura 7.1, figura 7.4a, figura 7.4b, figura 7.8,


figura 7.9, figura 11.2

© FEDERICO MASÍS MELÉNDEZ Eduardo González

RODOLFO HERNÁNDEZ CHAVERRI Coordinador de producción

GILBERTO PIEDRA MARÍN Daniel Villalobos Gamboa

© Sobre la presente edición


Editorial Universidad Estatal a Distancia

Primera edición

Editorial Universidad Estatal a Distancia


San José, Costa Rica, 2017

ISBN: 978-9968-48-375-9

Esta unidad didáctica ha sido confeccionada 630.24


en la UNED, en el año 2017, para ser utilizada
en la asignatura Química Agrícola, código 3121, M397p Masís Meléndez, Federico, 1980-
impartida por la cátedra Ciencias Químicas para Química agrícola / Federico Masís Meléndez,
Ingeniería. Rodolfo Hernández Chaverri, Gilberto Piedra Marín.
-- San José, C.R. : EUNED, 2017.

396 p.

ISBN 978-9968-48-375-9
1. I. Título

Impreso en Costa Rica.


Reservados todos los derechos.
Prohibida la reproducción no autorizada
por cualquier medio, mecánico o electrónico,
del contenido total o parcial de esta publicación.
Hecho el depósito de ley.
Dedicatoria

A mi esposa e hijos
A mis padres y hermanos
A mis tías Elia y Dora
A mi prima Dora María

Dr. Gilberto Piedra M.


Presentación
Antes de iniciar con la escritura de esta unidad didáctica, nos preguntamos
¿qué diferencia la química pura de la química agrícola?, ¿qué contenidos debe
reunir un libro para tener un verdadero enfoque agrícola? Estas interrogantes,
aunque simples, implicaron una reflexión detenida que luego generaron la lista
de contenidos que daría nacimiento a este texto.

Esta unidad didáctica trata de establecer las bases que explican cómo la quí-
mica está presente en algunos de los procesos, pasos y tareas que a diario
se viven en la agricultura y en la agronomía. Posiblemente, algunos lectores se
preguntarán cómo es que los autores con una formación en química pueden
orientar la obra hacia los aspectos de la agricultura ¿Será que ellos saben al
menos cómo sembrar una semilla en el suelo?

Quizás, la respuesta pueda estar en el trabajo realizado por varios años en


conjunto con ingenieros agrónomos, que aunado a la formación académica de
maestría en ciencias agrícolas, suman la experiencia necesaria para desarrollar
los contenidos de la asignatura Química Agrícola.

Esta obra está compuesta por 11 capítulos. El capítulo 1 discute la estructura


del átomo y explica el cálculo de concentraciones que son fundamentales para
preparar cualquier tipo de disolución en agricultura, por ejemplo, dosis de ferti-
lizantes o plaguicidas para ser aplicados en el campo.

El capítulo 2 trata sobre el rol del agua, en particular, sobre la manera en que
la estructura molecular del agua manifiesta propiedades únicas de adhesión,
cohesión, polaridad, auto ionización y su constante dieléctrica que lo hace per-
fecto para disolver sales.

La discusión sobre la química del suelo inicia en el capítulo 3, donde se ex-


plica la que el complejo coloidal del suelo o arcillas son responsables de la
fertilidad química.

El capítulo 4 trata de la química de los macro nutrientes nitrógeno-fósforo-pota-


sio o NPK y de algunos micronutrimentos, tales como manganeso y zinc, todos
indispensables para el desarrollo y la salud de las plantas.

Seguidamente, en el capítulo 5, se finaliza la discusión sobre la química del


suelo, haciendo énfasis en la acidez del suelo y su corrección mediante el en-
calado con carbonatos de calcio y magnesio, cales vivas y cales apagadas. La
composición química de las plantas define su capacidad de descomposición y

QUÍMICA AGRÍCOLA IX
su posterior uso en la elaboración del compostaje, algunos fundamentos de la
química vegetal se discuten en el capítulo 6.

El capítulo 7, hace referencia a las hormonas vegetales que controlan procesos


como la germinación, el enraizamiento, crecimiento y la maduración de los fru-
tos; este tema se extiende en el capítulo 8, debido su relevancia en la tecnología
postcosecha.

Continúa el capítulo 9 con el estudio de las propiedades fisicoquímicas de los


fertilizantes, aspecto importante para evaluar su capacidad de solubilización,
reactividad y almacenamiento. Por su parte, el capítulo 10, hace referencia a los
plaguicidas. Finalmente, el capítulo 11 discute, brevemente, sobre la contami-
nación ambiental.

X Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín


Códigos QR
Los códigos QR son elementos informáticos denominados códigos de res-
puesta rápida o quick response code y se usan para almacenar información. El
diseño de estos códigos consta de una figura cuadrada con una serie de barras
bidimensionales y tres cuadros pequeños en cada esquina.

Para obtener la información almacenada en un código QR, se debe descargar


de Internet una aplicación para su lectura en dispositivos electrónicos móviles.
Estas aplicaciones o “apps”, están disponibles para IOS, Android o Microsoft en
las tiendas en línea correspondientes.

Una vez instalada la aplicación, debe iniciarla y seguir las instrucciones.


Básicamente, lo que debe hacer es posicionar la lente de su dispositivo sobre el
código QR y la aplicación se encargará de buscar el elemento al que hace refe-
rencia. Cabe destacar que para realizar esta acción debe tener acceso a Internet.

En todos los capítulos de esta unidad didáctica, usted encontrará cuadros de


texto donde se le recomienda observar un video que complementa el tema de-
sarrollado. Si tiene problemas para leer el código o no cuenta con un dispositivo
móvil, entonces, en una computadora con acceso a Internet, abra el explorador
de su preferencia y escriba la dirección electrónica que se muestra debajo de
la imagen del código QR.

QUÍMICA AGRÍCOLA XI
CONTENIDO

Presentación............................................................................................................................................................................................................... IX
Códigos QR................................................................................................................................................................................................................. XI

Capítulo 1. Introducción a la química agrícola.................................................................................................. 1

Sumario................................................................................................................................................................................................................................ 1
Objetivos........................................................................................................................................................................................................................... 2
1.1. El átomo y sus partículas............................................................................................................................................................. 3
Las sustancias puras............................................................................................................................................................................ 4

1.2. Unidades de medición y factores de conversión..................................................................................... 8


Cifras significativas.................................................................................................................................................................................. 11
Notación científica y uso de prefijos..................................................................................................................................... 13

1.3. Mezclas, concentración, unidades de concentración .................................................................... 15


Contexto comercial................................................................................................................................................................................. 17
Contexto analítico..................................................................................................................................................................................... 19
Contexto ambiental o de salud.................................................................................................................................................. 21

1.4. Los nutrientes.............................................................................................................................................................................................. 22


Fertilidad del suelo................................................................................................................................................................................... 23

Ejercicios de autoevaluación.............................................................................................................................................................. 24
Respuestas................................................................................................................................................................................................................... 27
Referencias................................................................................................................................................................................................................... 29

QUÍMICA AGRÍCOLA XIII


Capítulo 2. Química del agua: Sistema de Vida................................................................................................ 31
Sumario................................................................................................................................................................................................................................ 31
Objetivos........................................................................................................................................................................................................................... 32
2.1. Principales propiedades del agua.................................................................................................................................. 33
2.2. Estructura y polaridad del agua........................................................................................................................................ 34
2.3. Fuerzas de adhesión y cohesión del agua........................................................................................................ 37
2.4. Autoionización del agua............................................................................................................................................................... 38
2.5. El concepto de pH................................................................................................................................................................................ 40
2.6. Disoluciones de sales...................................................................................................................................................................... 42
Ejercicios de autoevaluación.............................................................................................................................................................. 51
Respuestas................................................................................................................................................................................................................... 52
Referencias................................................................................................................................................................................................................... 53

Capítulo 3. Complejo coloidal del suelo....................................................................................................................... 55


Sumario................................................................................................................................................................................................................................ 55
Objetivos........................................................................................................................................................................................................................... 56
3.1. ¿Qué son los coloides del suelo? .................................................................................................................................. 57
3.2. Origen de los coloides del suelo..................................................................................................................................... 59
3.3. Silicatos: los minerales primarios................................................................................................................................... 59
3.4. Coloides orgánicos............................................................................................................................................................................. 67
Humificación y sustancias húmicas...................................................................................................................................... 69
Grupos funcionales más importantes de los coloides orgánicos ...................................................... 71
3.5. Floculación de los coloides del suelo...................................................................................................................... 74
Ejercicios de autoevaluación.............................................................................................................................................................. 77
Respuestas................................................................................................................................................................................................................... 78
Referencias................................................................................................................................................................................................................... 81

Capítulo 4. Química de los nutrientes Mayores y menores............................................................ 83


Sumario................................................................................................................................................................................................................................ 83
Objetivos........................................................................................................................................................................................................................... 84
4.1. Nitrógeno............................................................................................................................................................................................................ 86

XIV Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
Fijación del nitrógeno............................................................................................................................................................................ 89
Mineralización del nitrógeno......................................................................................................................................................... 91
Desnitrificación............................................................................................................................................................................................. 92

4.2. Fósforo.................................................................................................................................................................................................................. 95
4.3. Potasio................................................................................................................................................................................................................... 100
4.4. Azufre...................................................................................................................................................................................................................... 103
4.5. Magnesio............................................................................................................................................................................................................ 105
4.6. Calcio....................................................................................................................................................................................................................... 107
4.7. Micronutrimentos .................................................................................................................................................................................. 109
Hierro...................................................................................................................................................................................................................... 109
Manganeso...................................................................................................................................................................................................... 111
Cloro (Cl)............................................................................................................................................................................................................. 113
Cinc (Zn).............................................................................................................................................................................................................. 113
Boro (B)................................................................................................................................................................................................................ 114
Cobre (Cu)......................................................................................................................................................................................................... 116
Molibdeno (Mo)............................................................................................................................................................................................ 117
Níquel (Ni)........................................................................................................................................................................................................... 119

Ejercicios de autoevaluación.............................................................................................................................................................. 120


Respuestas................................................................................................................................................................................................................... 122
Referencias................................................................................................................................................................................................................... 127

Capítulo 5. Acidez y encalado del suelo.................................................................................................................... 129


Sumario................................................................................................................................................................................................................................ 129
Objetivos........................................................................................................................................................................................................................... 130
5.1. Acidez del suelo........................................................................................................................................................................................ 132
Tipos de acidez en el suelo........................................................................................................................................................... 135
El efecto del aluminio sobre la acidez del suelo...................................................................................................... 137
Acidez asociada con los exudados radicales y materia orgánica....................................................... 139
Acidez asociada al uso de fertilizantes............................................................................................................................. 140
La capacidad amortiguadora del suelo............................................................................................................................ 142

QUÍMICA AGRÍCOLA XV
5.2. El encalado del suelo....................................................................................................................................................................... 144
¿Cómo trabajan las cales en el suelo?.............................................................................................................................. 145
Materiales encalantes........................................................................................................................................................................... 146
Recomendaciones de encalado............................................................................................................................................... 148

Ejercicios de autoevaluación.............................................................................................................................................................. 150


Respuestas................................................................................................................................................................................................................... 152
Bibliografía..................................................................................................................................................................................................................... 154

Capítulo 6. Composición química de la estructura de las


plantas y la degradación bioquímica............................................................................................................................... 155
Sumario................................................................................................................................................................................................................................ 155
Objetivos........................................................................................................................................................................................................................... 156
6.1. Fotosíntesis...................................................................................................................................................................................................... 158
6.2. Mecanismos alternos al ciclo RPP............................................................................................................................... 163
6.3. Carbohidratos............................................................................................................................................................................................. 164
Monosacáridos............................................................................................................................................................................................ 165
Los disacáridos........................................................................................................................................................................................... 167

6.4. Almidón................................................................................................................................................................................................................. 168


Degradación del almidón................................................................................................................................................................. 170

6.5. La celulosa...................................................................................................................................................................................................... 173


6.6. Las proteínas................................................................................................................................................................................................ 176
Las enzimas.................................................................................................................................................................................................... 178

6.7. Degradación de otros biopolímeros de las plantas.............................................................................. 180


Levanos................................................................................................................................................................................................................ 180
Hemicelulosas xilanos......................................................................................................................................................................... 180
Lignina................................................................................................................................................................................................................... 181

6.8. El compostaje............................................................................................................................................................................................. 183


6.9. Metanogénesis: un proceso de degradación diferente.............................................................. 185
Ejercicios de autoevaluación.............................................................................................................................................................. 188
Respuestas................................................................................................................................................................................................................... 190
Referencias................................................................................................................................................................................................................... 193

XVI Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
Capítulo 7. Reguladores del crecimiento vegetal.......................................................................................... 195
Sumario................................................................................................................................................................................................................................ 195
Objetivos........................................................................................................................................................................................................................... 196
7.1. Auxinas................................................................................................................................................................................................................... 200
7.2. Giberelinas........................................................................................................................................................................................................ 207
7.3. Citoquininas-citocininas............................................................................................................................................................... 211
7.4. Ácido abscísico (ABA)...................................................................................................................................................................... 212
7.5. Etileno...................................................................................................................................................................................................................... 214
Ejercicios de autoevaluación.............................................................................................................................................................. 218
Respuestas................................................................................................................................................................................................................... 219
Referencias................................................................................................................................................................................................................... 221

Capítulo 8. Química de la maduración en la fase de poscosecha........................................ 223


Sumario................................................................................................................................................................................................................................ 223
Objetivos ......................................................................................................................................................................................................................... 224
8.1. Concepto general de maduración.................................................................................................................................. 226
8.2. Tasa respiratoria...................................................................................................................................................................................... 230
8.3. Actividad del etileno........................................................................................................................................................................... 234
8.4. Cambio de color...................................................................................................................................................................................... 235
8.5. Cambio de textura................................................................................................................................................................................ 238
8.6. Almacenamiento poscosecha............................................................................................................................................. 239
8.7. Otros cambios químicos.............................................................................................................................................................. 243
Ejercicios de autoevaluación.............................................................................................................................................................. 244
Respuestas................................................................................................................................................................................................................... 245
Referencias................................................................................................................................................................................................................... 247

Capítulo 9. Propiedades físicoquímicas de los fertilizantes........................................................... 249


Sumario................................................................................................................................................................................................................................ 249
Objetivos........................................................................................................................................................................................................................... 250
9.1. Clasificación de los fertilizantes......................................................................................................................................... 252
9.2. Propiedades físicas y químicas de los fertilizantes.......................................................................... 255

QUÍMICA AGRÍCOLA XVII


Solubilidad........................................................................................................................................................................................................ 255
Tamaño de partícula.............................................................................................................................................................................. 256
Segregación.................................................................................................................................................................................................... 257
Estabilidad mecánica del gránulo........................................................................................................................................... 258
Densidad aparente.................................................................................................................................................................................. 258
Índice de salinidad o índice salino.......................................................................................................................................... 259
Higroscopicidad/humedad crítica relativa (HCR)................................................................................................... 260
Incompatibilidad química de mezclas físicas.............................................................................................................. 261
Almacenamiento de mezclas ..................................................................................................................................................... 262
9.3. Comportamiento ácido-base de los fertilizantes.................................................................................... 263
9.4. Fuentes de macronutrientes (N, P, K)....................................................................................................................... 265
Fuentes de nitrógeno............................................................................................................................................................................ 265
Fuentes de fósforo................................................................................................................................................................................... 268
Fuentes de potasio.................................................................................................................................................................................. 271

9.5. Grado (riqueza) química de un fertilizante......................................................................................................... 272


9.6. Grado equivalente de un fertilizante........................................................................................................................... 276
9.7. Riqueza de una mezcla (sólida o líquida)............................................................................................................. 279
9.8. Determinación de las masas requeridas a partir de la fórmula.......................................... 281
Ejercicios de autoevaluación.............................................................................................................................................................. 285
Respuestas................................................................................................................................................................................................................... 287
Referencias................................................................................................................................................................................................................... 288

Capítulo 10. Agroquímicos de uso fitosanitario............................................................................................... 289


Sumario................................................................................................................................................................................................................................ 289
Objetivos........................................................................................................................................................................................................................... 290
10.1. Plagas y plaguicidas: conceptos.................................................................................................................................. 291
10.2. Criterios de clasificación de plaguicidas.......................................................................................................... 292
10.3. Descripción de las familias químicas de los plaguicidas......................................................... 298
Organoclorados.......................................................................................................................................................................................... 299
Organofosforados..................................................................................................................................................................................... 301
Carbámicos y ditiocarbámicos.................................................................................................................................................. 303

XVIII Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
Piretrinas y piretroides......................................................................................................................................................................... 305
Benzimidazoles........................................................................................................................................................................................... 307
Benzoilureas................................................................................................................................................................................................... 307

10.4. Formulaciones de plaguicidas......................................................................................................................................... 308


Formulaciones en fase líquida ................................................................................................................................................... 311
Formulaciones en fase sólida .................................................................................................................................................... 313

10.5. Tipos de pruebas físicas realizadas a los plaguicidas................................................................. 315


10.6. Aspectos toxicológicos de los plaguicidas.................................................................................................. 317
Ejercicios de autoevaluación.............................................................................................................................................................. 321
Respuestas................................................................................................................................................................................................................... 323
Referencias................................................................................................................................................................................................................... 327

Capítulo 11. Contaminación ambiental......................................................................................................................... 329


Sumario................................................................................................................................................................................................................................ 329
Objetivos........................................................................................................................................................................................................................... 330
11.1. La contaminación y sus efectos..................................................................................................................................... 332
11.2. Contaminación de los recursos hídricos.......................................................................................................... 341
11.3. Estrategias de remediación.................................................................................................................................................. 350
In situ..................................................................................................................................................................................................................................... 355
Tecnologías ex situ................................................................................................................................................................................... 358
Biorremediación en fase de lodos (biorreactores)................................................................................................ 359
Tecnologías de remediación fisicoquímicas................................................................................................................ 360
Lavado de suelos, extracción por solvente e inundación de suelos................................................ 361
Tecnologías de remediación térmicas................................................................................................................................ 364

Ejercicios de autoevaluación.............................................................................................................................................................. 369


Respuestas................................................................................................................................................................................................................... 371
Referencias................................................................................................................................................................................................................... 373
Reseña bibliográfica........................................................................................................................................................................................ 375

QUÍMICA AGRÍCOLA XIX


Lista de figuras
Figura 1.1. Clasificación de la materia en función de la composición.............................................. 4
Figura 1.2. Clasificación de las sustancias puras y sus características principales........... 4
Figura 1.3. Descripción pictórica del átomo................................................................................................................. 5
Figura 1.4. Esquema de formación de iones y las cargas eléctricas que adoptan............ 6
Figura 1.5. Clasificación y características principales de las mezclas.............................................. 16
Figura 2.1. Estructura del agua que muestra los enlaces O-H y los pares libres
alrededor del oxígeno............................................................................................................................................. 34
Figura 2.2. Origen de la polaridad del agua.................................................................................................................. 35
Figura 2.3. Formación de puentes de hidrógeno entre moléculas de agua............................... 36
Figura 2.4. Puentes de hidrógeno que se establecen entre el agua y la metilamina,
CH3NH2.................................................................................................................................................................................. 37
Figura 2.5. Orientación de las moléculas de agua con respecto a los iones
K+ y Cl- durante el proceso de hidratación...................................................................................... 43
Figura 2.6. Descripción de los procesos que dan origen al sistema en
equilibrio NaCl(s) → Na+(ac) + Cl- (ac).................................................................................................. 44
Figura 2.7. Descripción de una disolución saturada en equilibrio con
sólido sin disolver........................................................................................................................................................ 45
Figura 2.8. Variación de la solubilidad de varias sales en función de la temperatura....... 46
Figura 3.1. Descripción pictórica del complejo coloidal en el suelo................................................... 58
Figura 3.2. Estructura básica de los silicatos [(SiO4)4-]....................................................................................... 61
Figura 3.3. Estructura básica de un sorosilicato [(Si2O7)6-].......................................................................... 62
Figura 3.4. Estructura básica de un ciclosilicato [(Si6O18)12-]........................................................................ 62
Figura 3.5. Estructura básica de un piroxeno [(Si2O6)4-] y de un anfíbol [(Si4O11)6-].............. 63
Figura 3.6. Estructura básica de un tectosilicato [(SiO2)n].............................................................................. 63
Figura 3.7. Construcción de un octaedro a partir de dos pirámides cuadradas.................. 64
Figura 3.8. Estructura básica de los filosilicatos que muestra los tetraedros
y octaedros........................................................................................................................................................................ 65
Figura 3.9. Sustancias húmicas del suelo....................................................................................................................... 71
Figura 3.10. Rutas de ionización del grupo carboxilo............................................................................................ 72
Figura 3.11. Ionización de los grupos hidroxilos (alcohólico y fenólico)............................................. 73
Figura 3.12. Ionización de los grupos funcionales de los aminoácidos en función
del pH del medio......................................................................................................................................................... 74
Figura 3.13. Descripción pictórica de los fenómenos de floculación y dispersión
de coloides del suelo en función del pH............................................................................................ 75

XX Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín


Figura 4.1. Tabla periódica de los elementos y los elementos esenciales
para las plantas.............................................................................................................................................................. 86
Figura 4.2. Formas de nitrógeno en la naturaleza.................................................................................................. 86
Figura 4.3. Formas de nitrógeno en general................................................................................................................ 90
Figura 4.4. Etapas de la mineralización............................................................................................................................. 92
Figura 4.5. Formas del amonio en el suelo.................................................................................................................... 95
Figura 4.6. Formas dinámicas del P-inorgánico....................................................................................................... 96
Figura 4.7. Disponibilidad del fósforo en el suelo.................................................................................................... 98
Figura 4.8. Adsorción de fosfatos sobre sesquióxidos hidratados de
hierro (III) o de aluminio. ...................................................................................................................................... 99
Figura 4.9. Equilibrios que establecen las distintas especies de potasio en el suelo...... 101
Figura 4.10. Dinámica del potasio en el suelo............................................................................................................... 102
Figura 4.11. Influencia del pH sobre el hierro disponible.................................................................................... 109
Figura 4.12. Equilibrio que se presenta en el suelo de las diferentes especies
de molibdeno.................................................................................................................................................................. 118
Figura 4.13. Sitio activo de la ureasa. .................................................................................................................................... 119
Figura 5.1. Descripción de los diferentes tipos de cationes presentes en sistemas
coloidales en equilibrio con la disolución del suelo................................................................ 132
Figura 5.2. Causas de acidificación de los suelos................................................................................................. 134
Figura 5.3. Comportamiento de la saturación de bases y del rendimiento
de producción de un cultivo en función del pH del suelo............................................... 135
Figura 5.4. Formas de acidez presentes en el suelo agrícola (R2O3:
sesquióxidos de hierro y aluminio, MO: materia orgánica del suelo).................. 136
Figura 5.5. Equilibrio químico de las bases disponibles y la acidez extraíble........................... 137
Figura 5.6. Actividades relativas (en porcentaje) de las diferentes especies
de aluminio en función del pH del suelo............................................................................................ 139
Figura 5.7. Efecto amortiguador de los grupos ácido de la materia orgánica......................... 143
Figura 5.8. Curva de neutralización de un suelo que presenta capacidad
amortiguadora................................................................................................................................................................ 144
Figura 6.1. Tipos de enlaces que forma el átomo de carbono................................................................ 158
Figura 6.2. Descripción de la región visible del espectro electromagnético.............................. 159
Esquema 6.1. Fotosistemas que participan en la fotosíntesis........................................................................... 160
Figura 6.3. Estructuras químicas de la nicotinamida, del NAD+ y del NADH............................ 160
Figura 6.4. Estructura del trifosfato de adenosina, ATP.................................................................................... 161
Esquema 6.2. Interconversiones entre AMP, ADP y ATP mediante la ganancia
o pérdida de unidades de ácido fosfórico (Pi)............................................................................. 162
Esquema 6.3 Resumen del ciclo RPP, con énfasis en las fases de carboxilación,
reducción y regeneración. ................................................................................................................................ 163

QUÍMICA AGRÍCOLA XXI


Figura 6.5. Algunos ejemplos de aldosas y cetosas........................................................................................... 166
Figura 6.6. Formación de un hemicetal cíclico a partir de la D-glucosa
para dar origen a las formas cicladas de la glucosa............................................................ 166
Figura 6.7. Distintas representaciones de la glucosa......................................................................................... 167
Figura 6.8. Representación de dos disacáridos con diferentes orientaciones
del enlace glucosídico........................................................................................................................................... 168
Figura 6.9. Fracción de la estructura química de una amilosa................................................................. 169
Figura 6.10. Estructura química de una amilopectina........................................................................................... 169
Esquema 6.4. Proceso de degradación de una amilopectina........................................................................... 171
Figura 6.11. Estructura básica de la celulosa................................................................................................................. 174
Figura 6.12. Formación de puentes de hidrógeno y fuerzas de Van der Waals
en el interior y en el exterior de la estructura polimérica de la celulosa........... 175
Figura 6.13. Diagrama del proceso de degradación de la celulosa....................................................... 175
Figura 6.14. Ejemplos de enantiómeros D y L del aminoácido alanina.............................................. 178
Figura 6.15. Formación de un enlace peptídico producto de la condensación de dos
aminoácidos..................................................................................................................................................................... 178
Figura 6.16. Monolignoles de la lignina, principales alcoholes que conforman
a la lignina........................................................................................................................................................................... 181
Figura 6.17. Estructura propuesta de la lignina............................................................................................................ 182
Figura 7.1. Ejemplo de ubicación de fitohormonas en las plantas....................................................... 199
Figura 7.2. Evolución de los reguladores de crecimiento durante el ciclo de vida
de un fruto climatérico........................................................................................................................................... 200
Figura 7.3. longación celular de los tejidos vegetales según la concentración
de auxinas........................................................................................................................................................................... 201
Figura 7.4. El experimento de los Darwin. ..................................................................................................................... 202
Figura 7.5. Auxinas naturales........................................................................................................................................................ 204
Figura 7.6. Auxinas sintéticas, reguladoras del crecimiento........................................................................ 204
Figura 7.7. Estructura química del aminoácido triptófano............................................................................. 205
Figura 7.8. Modelo del mecanismo de trasporte de las auxinas............................................................ 206
Figura 7.9. Movilización de las reservas del endospermo durante el proceso de
germinación ...................................................................................................................................................................... 208
Figura 7.10. Comparación de una plántula de cebada normal con un mutante
de deficiencia de GA................................................................................................................................................ 208
Figura 7.11. Estructura química del ácido giberélico.............................................................................................. 209
Figura 7.12. Ejemplos de giberalinas....................................................................................................................................... 210
Figura 7.13. Estructura química de la purina, precursor de las citocininas.................................... 211
Figura 7.14. Ejemplos de citocininas........................................................................................................................................ 212

XXII Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
Figura 7.15. Rutas biosintéticas del ácido abcísico................................................................................................. 213
Figura 7.16. Estructura química del ácido abscísico.............................................................................................. 213
Figura 7.17. Estructura química del etileno....................................................................................................................... 214
Figura 7.18. Mecanismo de formación del etileno (elaboración propia)............................................. 217
Figura 8.1. Ciclo de los indicadores de maduración de los frutos....................................................... 229
Figura 8.2. Diferencia entre frutos climatéricos y no climatéricos......................................................... 232
Figura 8.3. Ejemplo de una tabla de colores para el banano..................................................................... 236
Figura 8.4. Estructura química del licopeno (colorante natural)............................................................... 237
Figura 8.5. Estructura de una antocianina (otorgan el color rojo, púrpura
o azul a las hojas, flores y frutos) ............................................................................................................. 237
Figura 9.1. Clasificación de los fertilizantes de acuerdo con tres criterios................................... 252
Figura 9.2. Descripción pictórica de un quelato....................................................................................................... 254
Figura 9.3. Comparación entre la incompatibilidad física entre mezclas
de dos fertilizantes..................................................................................................................................................... 263
Figura 10.1. Ejemplos de plaguicidas organoclorados........................................................................................ 301
Figura 10.2. Estructuras químicas de algunos plaguicidas organofosforados........................... 302
Figura 10.3. Hidrólisis básica y ácida de los plaguicidas organofosforados................................. 303
Figura 10.4. Estructuras del ácido N-metil carbámico o N,N-dimetil carbámico..................... 303
Figura 10.5. Estructuras químicas de algunos plaguicidas carbámicos............................................ 304
Figura 10.6. Estructuras de algunos plaguicidas ditiocarbámicos.......................................................... 305
Figura 10.7. Estructuras básicas de las piretrinas..................................................................................................... 306
Figura 10.8. Estructura básica de la permetrina.......................................................................................................... 306
Figura 10.9. Estructuras básicas de algunos plaguicidas benzimidazoles..................................... 307
Figura 10.10. Estructuras químicas de la benzoilurea y algunos plaguicidas
derivados de ella.......................................................................................................................................................... 308
Figura 10.11. Composición general de una formulación de plaguicida................................................. 308
Figura 10.12. División de formulaciones según la presentación comercial. ..................................... 310
Figura 10.13. Clasificación de las formulaciones en fase líquida. ................................................................ 311
Figura 10.14. Clasificación de las formulaciones en fase sólida.................................................................... 314
Figura 10.15. Pruebas físicas de uso general en formulaciones de plaguicidas.......................... 315
Figura 11.1. Componentes de la contaminación........................................................................................................ 332
Figura 11.2. Actividades humanas que son fuente de contaminación. ............................................. 335

QUÍMICA AGRÍCOLA XXIII


Lista de cuadros
Cuadro 1.1. Unidades básicas del Sistema Internacional de Unidades (SI)................................... 8
Cuadro 1.2. Algunas unidades del SI derivadas de las siete magnitudes básicas................. 9
Cuadro 1.3. Algunas equivalencias entre unidades del SI y el sistema inglés
de unidades........................................................................................................................................................................ 9
Cuadro 1.4. Ejemplos del uso de las reglas de cifras significativas........................................................ 12
Cuadro 1.5. Resumen de los prefijos más comúnmente usados en química.............................. 13
Cuadro 2.1. Relación entre grupos funcionales y la miscibilidad de sustancias
con el agua............................................................................................... 37
Cuadro 2.2. Valores reportados de algunas sales asociadas al suelo.................................................. 48
Cuadro 3.1. Clasificación de sistemas coloidales y algunas de sus características....... 57
Cuadro 3.2. Clasificación de silicatos y características........................................................................................ 66
Cuadro 4.1. Ejemplos de minerales que contienen potasio............................................................................ 100
Cuadro 4.2. Principales formas del magnesio (Mg) mineral en el suelo............................................. 106
Cuadro 5.1. Clasificación de los suelos en función del pH............................................................................... 132
Cuadro 5.2. Índices de acidez o alcalinidad de algunos productos utilizados
como fuentes de N, P y K en la agricultura..................................................................................... 142
Cuadro 5.3. Poder neutralizante de varios materiales utilizados para
encalar los suelos........................................................................................................................................................ 146
Cuadro 6.1. Clasificación de las enzimas, de acuerdo con la función que realizan.............. 179
Cuadro 6.2. Clasificación de las enzimas, de acuerdo con la función que realizan.............. 185
Cuadro 7.1. Auxinas y reguladores de crecimiento.................................................................................................. 205
Cuadro 7.2. Resumen de las funciones de las fitohormonas......................................................................... 216
Cuadro 8.1. Clasificación de algunas frutas como climaterios y no climaterios......................... 233
Cuadro 8.2. Coloración presentada según la cadena R1 y R2 que esté presente en la
molécula de antocianina...................................................................................................................................... 238
Cuadro 9.1. Poder quelatante de varias sustancias naturales y sintéticas .................................... 255
Cuadro 9.2. Equivalencia entre cribas (mallas) más importantes para el tamizado
de fertilizantes y enmiendas............................................................................................................................. 257
Cuadro 9.3. Índice salino e higroscopicidad de algunos fertilizantes comunes ........................ 259
Cuadro 9.4. Características ácido-base de las reacciones de algunos fertilizantes
al ser aplicados en el suelo............................................................................................................................... 264
Cuadro 9.5. Notación aceptada para reportar el contenido de nutrientes.................................... 272
Cuadro 9.6. Riqueza química de elementos menores y medios en
fertilizantes sólidos...................................................................................................................................................... 273
Cuadro 9.7. Factores de conversión de riqueza de fertilizantes................................................................. 277

XXIV Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
Cuadro 10.1. Descripción de los tipos de nombres que se utilizan para identificar
a los plaguicidas............................................................................................................................................................ 293
Cuadro 10.2. Ejemplos de nombres comerciales y números CAS de algunos
ingredientes activos de plaguicidas para el uso fitosanitario........................................ 293
Cuadro 10.3. Clasificación de los plaguicidas según la plaga que combaten................................ 294
Cuadro 10.4. Clasificación de los plaguicidas de acuerdo con su mecanismo
de acción. ........................................................................................................................................................................... 295
Cuadro 10.5. Clasificación de los plaguicidas de acuerdo con la familia química...................... 296
Cuadro 10.6. Clasificación de plaguicidas de acuerdo con su peligrosidad,
según la OMS, expresada en DL50 (mg/kg).................................................................................. 297
Cuadro 10.7. Clasificación de los plaguicidas según su vida media de efectividad................. 298
Cuadro 10.8. Cronología del uso de los plaguicidas.................................................................................................. 318
Cuadro 10.9. Lista inicial de plaguicidas de la Docena Sucia........................................................................... 320
Cuadro 11.1. Vías de contaminación de suelos y aguas........................................................................................ 334
Cuadro 11.2. Clases de contaminación de procedencia no localizada................................................. 343
Cuadro 11.3. Efectos de las actividades agrícolas en la calidad del agua ......................................... 346
Cuadro 11.4. Ventajas y desventajas de las tecnologías de remediación
in situ y ex situ................................................................................................................................................................. 352
Cuadro 11.5. Ventajas y desventajas de las tecnologías de remediación,
clasificadas de acuerdo con el tipo de tratamiento................................................................ 353

QUÍMICA AGRÍCOLA XXV


CAPÍTULO 1
Introducción
a la QUÍMICA
AGRÍCOLA

Sumario
• El átomo y sus partículas
• Unidades de medición y factores de conversión
• Mezclas, concentración, unidades de
concentración
• Los nutrientes
Objetivos
Al finalizar el estudio de este capítulo, usted estará en la capacidad de:

• Distinguir el concepto de materia e identificar las diferentes formas


en que se manifiesta.

• Reconocer los principales componentes del átomo y sus caracterís-


ticas más relevantes.

• Identificar las unidades de concentración más frecuentemente utili-


zadas en los sistemas agrícolas.

Le recomendamos observar los siguientes videos para faci-


litarle el aprendizaje de los contenidos expuestos en el pre-
sente capítulo:

“QA Capítulo 1 Sección 1 Introducción Química Agrícola”

https://www.youtube.com/watch?v=j7_pSUqWktI&index=1&list=PL5eXNt-
cO-SQsqZgJm0xvh0UQ_MayCDuc0

“QA Capítulo 1 Sección 2 Introducción Química Agrícola”

https://www.youtube.com/watch?v=DVPbxA2AU8I&index=2&list=PL5eXNt-
cO-SQsqZgJm0xvh0UQ_MayCDuc0
L
a química es la ciencia que estudia la materia, sus propiedades y los
cambios que experimenta. Se afirma que esta es la ciencia central
porque la mayoría de los fenómenos que ocurren a nuestro alrede-
1
dor, así como los materiales con los cuales tenemos contacto diariamente,
casi siempre tienen relación con algún proceso químico. En particular, en
la agricultura se llevan a cabo múltiples procesos químicos, desde el pro-
ceso de germinación de una semilla hasta la aparición del fruto, sin olvidar
la forma mediante la cual se fabrica el fertilizante químico que se le aplica
a los suelos para obtener buenas producciones de los diferentes cultivos.
La química agrícola:

“Es la química del suelo, de la planta y de todos los procesos y materiales


agrícolas que, directa o indirectamente, pueden estar relacionados con la
agricultura. En definitiva, la química agrícola significa la convergencia, la
integración de diversos sectores de la ciencia química hacia un objetivo
común: el desarrollo y mejora de la agricultura” (Navarro y Navarro, 2003).

En química agrícola, se estudian los procesos químicos que se llevan a


cabo en los frutos, tales como el crecimiento y la maduración, tomando
en cuenta los cambios fisiológicos que activan las principales hormonas
reguladoras del crecimiento y de la maduración.

Otro aspecto de interés son los procesos de degradación de los residuos


orgánicos producto de las cosechas, principalmente, de rechazo comer-
cial, ya sea porque presentan daños graves que disminuyen su resistencia
al ataque de patógenos o son residuos vegetales sin valor comercial como
las hojas, tallos y algunas raíces.

1.1. El átomo y sus partículas


El concepto materia se puede definir como todo aquello que tenga masa
y que ocupe espacio (Petrucci et al., 2011); hay formas de materia que se
pueden detectar mediante el uso de los sentidos (agua, sal, madera, etc.),
en tanto otras manifestaciones requieren de algún dispositivo de medición
(el aire). La materia puede ser clasificada, en función de la “homogeneidad”
de su composición, en dos categorías: sustancias puras y mezclas, cuyas
características se describen en la figura 1.1.

QUÍMICA AGRÍCOLA 3
Capítulo 1. Introducción a la Química Agrícola

Las sustancias puras


Las sustancias puras se subdividen en dos categorías: elementos y com-
puestos, como se muestra en la figura 1.2, en la cual, también, se enume-
ran las características generales de las sustancias puras.

MATERIA

SUSTANCIAS PURAS MEZCLAS

• Constituidas por una sola sustancia. • Resultan de la combinación de dos o más


sustancias puras.
• Tienen composición definida.
• Tienen composición variable.
• No pueden separarse por medios físicos.
• Los componentes pueden separarse por
• Mantienen una temperatura constante
medios físicos.
durante un cambio de estado.
• Durante un cambio de estado la
temperatura no se mantienen constante.

Figura 1.1. Clasificación de la materia en función de la composición.

SUSTANCIAS PURAS

ELEMENTOS COMPUESTOS
• Sustancias puras simples. • Sustancias puras constituidas por dos o
• No pueden ser separadas por medios más elementos.
químicos. • Pueden ser separadas por medios
• Poseen propiedades específicas. químicos.

• No pueden separarse por medios físicos. • Poseen propiedades específicas.

• Ejemplos: H, Fe, C, O, K, N, P. • Ejemplos: H2O, Fe2O3, CO2

Figura 1.2. Clasificación de las sustancias puras y sus características principales.

La unidad fundamental de los elementos es el átomo, en tanto que la de


los compuestos es la molécula; el átomo está constituido por una serie de
subpartículas, los protones (de carga positiva), los neutrones (sin carga) y
los electrones (de carga negativa), son quizás las de mayor importancia
en química. El modelo actual del átomo se describe en términos de un
núcleo de carga positiva en el que residen los protones y neutrones el
cual está rodeado por regiones denominadas orbitales, donde existe una

4 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín


alta probabilidad de encontrar a los electrones (e-). A estas regiones, en
conjunto, se les denomina nube electrónica. Una descripción pictórica del
átomo se presenta en la figura 1.3.
1

Nube electrónica
Núcleo

Figura 1.3. Descripción pictórica del átomo.

El número de protones (p+) de un átomo determina la identidad del ele-


mento. Así, por ejemplo, cualquier especie, independientemente de donde
provenga, se denomina carbón cuando posea seis protones en su núcleo.
De igual forma, la sustancia conocida con el nombre azufre contiene en su
núcleo 16 protones. Se sabe, además, que el cadmio posee un número
de protones igual a 48, mientras que en el magnesio son 12; en conse-
cuencia, son átomos distintos que, en la naturaleza y en los organismos,
desempeñan funciones y acciones diferentes: el magnesio forma parte de
la estructura de la clorofila en las plantas y el cadmio tiene efectos mutagé-
nicos. Por este motivo, un agrónomo nunca recomendará aplicar Cd a un
cultivo con síntomas de clorosis (deficiencia de clorofila).

Se podría decir que el número de protones es, entonces, la “cédula de


identidad” del elemento: cada elemento posee un número fijo de protones
que los identifica. Por convención internacional, al número de protones se
le denomina número atómico y se le designa con la letra “Z”.

Z = número atómico = #p+

El átomo es una especie eléctricamente neutra, es decir, la suma de las


cargas eléctricas presentes en él es cero; por lo tanto, en un átomo:

# protones = # electrones

⇒ # p+ = # e-

QUÍMICA AGRÍCOLA 5
Capítulo 1. Introducción a la Química Agrícola

Por el contrario, cuando hay un número de protones distinto al número de


electrones, la suma de las cargas eléctricas no es cero; en estos casos, se
generan cargas netas en las especies y se denominan iones. En la figura
1.4, se muestran las situaciones bajo las cuales se generan iones.

# protones ≠ # electrones

IONES

# protones mayor que # electrones # protones menor que # electrones

CATION ANION

carga neta positiva carga neta negativa

Figura 1.4. Esquema de formación de iones y las cargas eléctricas que adoptan.

La carga eléctrica neta de una especie aparece cuando el número de pro-


tones no es igual al número de electrones, lo que provoca un desbalance
eléctrico en la especie. Para obtenerla, se utiliza la expresión:

Carga neta = # protones - # electrones

⇒ C = #p+ - #e-

Un ion es un átomo que ha perdido uno o más electrones de sus capas de


valencia (catión), o que ha ganado uno o más electrones (anión), pero que
conserva el mismo número atómico.

Los neutrones (no) también se ubican en el núcleo y no poseen carga algu-


na. Por acuerdo internacional, a la suma de los protones y neutrones, se le
denomina número de masa y se designa con la letra “A”. En consecuencia:

6 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín


A = # protones + # neutrones
1
⇒ A = #p + #n
+ 0

Los isótopos son especies de un mismo elemento que poseen igual nú-
mero atómico pero diferente número de masa; es decir, se diferencian
en el número de neutrones. Prácticamente, todos los elementos químicos
descubiertos a la fecha tienen isótopos, algunos de los cuales con aplica-
ciones en la industria, la medicina y la agricultura.

Así por ejemplo, en el campo agrícola, los isótopos se han empleado para:

• Estudiar el transporte de fuentes de contaminación subterránea


causadas por la presencia de nitratos (NO3-). Lo anterior, producto
de aplicar al suelo más fertilizante del necesario, ya sea porque no
se utilizó la herramienta del análisis químico de suelos para saber
de forma cuantitativa cuánto fertilizante y cuáles componentes se
le debieron colocar al suelo, o por malas prácticas en el manejo de
excretas provenientes de actividades ganaderas intensivas.

• El estudio de la persistencia de metabolitos derivados de agroquími-


cos en el suelo, el agua o en el aire.

• El estudio de la asimilación de dióxido de carbono en el proceso de


fotosíntesis de algunas plantas y el estudio de la biosíntesis de com-
puestos orgánicos (un área de estudio de la fotoquímica).

La notación que se utiliza para describir especies isotópicas es la siguiente:

Donde:

E = símbolo químico del elemento (por ejemplo: H, Na, Cu, Hg, O, etc.)

Z = número atómico (#p+)

A = Número de masa (#p+ + no)

C = carga eléctrica neta de la especie (#p+ - #e)

QUÍMICA AGRÍCOLA 7
Capítulo 1. Introducción a la Química Agrícola

En vista de que el número atómico (Z) es único para cada elemento, y que los
símbolos químicos también lo son, los isótopos se escriben, por simplicidad,
indicando únicamente el símbolo químico. Así por ejemplo, las especies:

3 27 3+ 35 -

1
H 13
Al 17
Cl
Se simplifican a:

3 27 3+ 35 -
H Al Cl

1.2. Unidades de medición y factores de conversión


En química agrícola, se hacen mediciones de manera frecuente; el proceso
de medición implica determinar una propiedad de una sustancia (por ejemplo,
la longitud) y compararla contra un patrón (en este caso, el metro). El resulta-
do de la medición se expresa en términos del producto de una magnitud (un
número) y una unidad, la cual indica el patrón utilizado para la comparación
de la propiedad medida (Petrucci et al., 2011). Así por ejemplo, si se reporta
el contenido de un saco de fertilizante como 50 kg, la magnitud en este caso
es “50” y la unidad es “kg”. El sistema científico de unidades se denomina
Sistema Internacional de Unidades (SI) e incluye las siete unidades básicas
que se muestran en el cuadro 1.1. En el cuadro 1.2, se enumeran algunas
unidades utilizadas en química agrícola y ciencias afines.

Cuadro 1.1. Unidades básicas del Sistema Internacional de Unidades (SI).


Magnitud Nombre Símbolo
Longitud Metro m
Masa Kilogramo kg
Tiempo Segundo s
Cantidad de materia Mol mol
Intensidad luminosa Candela cd
Corriente eléctrica Amperio A
Temperatura Kelvin K

8 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín


Adicionalmente, en nuestro país todavía se utilizan algunas unidades del
sistema inglés, como la libra o el galón. Estas unidades tienen su equiva-
lencia en el Sistema Internacional. Algunos ejemplos se muestran en el
1
cuadro 1.3.

Cuando se requiera convertir una unidad del SI a otro del sistema inglés,
y viceversa, o inclusive entre unidades de un mismo sistema, se usan los
factores de conversión. La conversión de unidades utilizando factores de
conversión se basa en que el objeto de medición es el mismo, pero su
magnitud está reportada en unidades diferentes.

Cuadro 1.2. Algunas unidades del SI derivadas de las siete magnitudes


básicas.
En unidades
Magnitud física Unidad Símbolo
básicas
Frecuencia Hertz Hz s-1
Fuerza Newton N kg m s-2
Presión Pascal Pa kg m-1 s-2
Energía, trabajo, calor Julio J kg m2 s-2
Potencia Watt W kg m2 s-3
Volumen Metro cúbico m3 m3
Área Metro cuadrado m2 m2
Conductividad eléctrica Siemens S A2 kg-1 m-2 s3
Velocidad Metro por segundo m/s m s-1

Cuadro 1.3. Algunas equivalencias entre unidades del SI y el sistema


inglés de unidades
Longitud Masa Volumen
1 milla = 1609 m 1 libra = 0,454 kg 1 galón = 3,785 dm3
1 yarda = 0,915 m 1 onza = 0,0283 kg
1 pie = 0,305 m
1 pulgada = 0,0254 m

Por ejemplo, suponga que un hombre mide 1,83 m de estatura; ese mis-
mo hombre va a Estados Unidos y se mide allá, reportándose su estatura
como 6 pies. Puesto que el objeto de medición es el mismo, se puede

QUÍMICA AGRÍCOLA 9
Capítulo 1. Introducción a la Química Agrícola

afirmar que 1,83 m y 6 pies son cantidades equivalentes. A partir de esta


equivalencia se generan los factores de conversión, los cuales son co-
cientes (fracciones, proporciones, divisiones) que relacionan ambas medi-
ciones: cada miembro de la igualdad o equivalencia se divide por uno de
ellos, obteniéndose una fracción en el proceso. En otras palabras:

1,83 m ≅ 6 pies

1 m = 3,279 pie 0,305 m = 1 pie

En la mayoría de los casos, se genera un “1” en uno de los lados de la


igualdad y por ello, se les denomina también factores unitarios o factores
unidad. Los factores de conversión se utilizan para convertir una cantidad
expresada en ciertas unidades a otra expresada en una unidad diferente,
y siguen la operación aritmética denominada análisis dimensional, que se
muestra a continuación:

(Magnitud dada) (unidad dada) x = (magnitud buscada) (unidad buscada)

Ejemplo 1.1

Un saco de maíz tiene un peso de 50 kg. Reporte el peso de ese saco en libras.

Resolución:

Con base en el cuadro 1.3, se tiene el factor de conversión 1 libra = 0,545 kg;
en consecuencia, siguiendo el esquema:

El peso del saco es 110 libras.

10 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín


Ejemplo 1.2

Se tiene una pichinga de 19,2 L. 1


Reporte su capacidad (volumen) en galones.

Resolución:

En el cuadro 1.3, se tiene el factor de conversión 1 gal= 3,785 dm3.


Adicionalmente, existe el factor de equivalencia 1 L = 1 dm3. En conse-
cuencia, utilizando análisis dimensional, se tiene que:

Parte de los conocimientos previos que el estudiante de química agrícola


debe tener es la comprensión de los cálculos de concentraciones, empleo
de incertidumbres y cifras significativas.

Cifras significativas
Las cifras significativas son aquellos dígitos en un número obtenido a partir
de una medición, o del resultado de un cálculo con números producto
de mediciones, que incluyen ciertos dígitos más uno final que tiene cierta
incertidumbre (es estimado). (Petrucci et al., 2011)

Las siguientes reglas resumen los criterios utilizados a la hora de reportar


magnitudes producto de mediciones o de cálculos (Petrucci et al., 2011):

1. Cualquier dígito diferente de cero es significativo.

2. Los ceros ubicados entre dígitos distintos de cero son significativos.

3. Los ceros a la izquierda del primer dígito distinto de cero no son


significativos.

4. Si el número es mayor a la unidad, todos los ceros a la derecha del


punto decimal son significativos.

QUÍMICA AGRÍCOLA 11
Capítulo 1. Introducción a la Química Agrícola

5. Si el número es menor que uno, entonces únicamente los ceros que están
al final del número y entre los dígitos distintos de cero son significativos.

6. Para los números que no contengan puntos decimales, los ceros


al final pueden o no ser significativos, y se requiere información adi-
cional para determinarlo. En este caso, se recomienda el uso de la
notación científica para evitar confusiones.

En el cuadro 1.4, se muestran varios ejemplos del uso de las reglas arriba
anotadas.

Cuadro 1.4. Ejemplos del uso de las reglas de cifras significativas.


Cantidad Número de cifras Regla(s) aplicada(s)
significativas
1234,56 6 1
102,05 5 2
0,01065 4 2,3
457,12 5 1
400,00 5 4
0,01020 4 2,5

Cuando se realizan sumas o restas de cantidades obtenidas a partir de


mediciones, el resultado final de las operaciones debe reportarse con el
mismo número de cifras decimales que el dato que posea el menor núme-
ro de cifras decimales. Por ejemplo:

6,2456 + 6,2 = 12,4456 ⇒ 12,4 (una cifra decimal)

0,0368 - 0,00036 = 0,03644 ⇒ 0,0364 (cuatro cifras decimales)

Cuando se realizan multiplicaciones y divisiones con cantidades obtenidas


a partir de mediciones, el resultado final de tales operaciones debe ser
reportado con el mismo número de cifras significativas del dato que posea
el menor número de cifras significativas. Por ejemplo:
2,51 x 2,30 = 5,773 ⇒ 5,77 (tres cifras significativas)

2,4 ¸ 0,000673 = 3566,12184 ⇒ 3,6 x 103 (dos cifras significativas)

12 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín


Notación científica y uso de prefijos
1
En las ciencias naturales y exactas, a menudo se deben reportar cantida-
des muy grandes o muy pequeñas. Para evitar escribir muchos ceros, se
recomienda utilizar la notación científica, la cual se puede expresar en los
siguientes términos:

A x 10n

Donde:

A es un número con un solo dígito, diferente de cero, a la izquierda del


punto decimal.

n es un número entero que indica las posiciones que debe desplazarse el


punto decimal hasta obtener un número de un solo dígito a la izquierda del
punto decimal (A). Cuando el punto decimal se desplaza hacia la derecha,
el número n tiene un valor negativo; por el contrario, al desplazarse el pun-
to decimal hacia la izquierda, el exponente tendrá un signo positivo.

Otra alternativa para reportar cantidades muy grandes o muy pequeñas


es utilizar prefijos. Estos se anteponen a las unidades de medición para
indicar la magnitud de la cantidad. En el cuadro 1.5, se anotan los nueve
prefijos más usados en química.

Cuadro 1.5. Resumen de los prefijos más comúnmente usados en


química.
Prefijo Letra Orden de magnitud
nano n 0,000 000 001
micro µ 0,000 001
mili m 0,001
centi c 0,01
deci d 0,1
Deca D 10
Hecto H 100
kilo k 1 000
mega M 1 000 000
giga G 1 000 000 000

QUÍMICA AGRÍCOLA 13
Capítulo 1. Introducción a la Química Agrícola

Ejemplo 1.5.

Reporte las siguientes longitudes utilizando notación científica y prefijos.

25360000000 m y 0,0000000698 m

Resolución:

En notación científica, los resultados son: 2,536 x 1010 m y 6,98 x 10-8 m,


respectivamente.

Usando prefijos, los resultados son: 25,36 Gm y 0,698 nm, respectivamente.

Redondeo

Cuando se realizan cálculos con números obtenidos a partir de medicio-


nes, se deben ajustar los resultados finales al número adecuado de cifras
utilizando criterios de redondeo. El redondeo se podría definir como el pro-
ceso de eliminar los dígitos no significativos en el resultado de un cálculo y
ajustar el último dígito que se informa.

Para llevar a cabo este proceso se siguen los siguientes criterios:

Si el primer dígito que sigue a la última cifra significativa es mayor a 5, se


suma una unidad a este dígito y se eliminan todos los demás que se en-
cuentren a la derecha.

1. Si el primer dígito que sigue a la última cifra significativa es menor a


5, se elimina este y todos los demás dígitos a la derecha.

2. Si el primer dígito que sigue a la última cifra significativa es 5 y hay


dígitos diferentes de cero después del 5, se suma una unidad a ese
dígito y se eliminan todos los demás ubicados a la derecha.

3. Si el primer dígito que sigue a la última cifra significativa es 5 y hay


únicamente ceros después del 5, redondee al número par.

Así por ejemplo, considere las siguientes cantidades: 4,236; 14,2773;


0,0003698; 0,0365003 y 25,0500. Al redondear las siguientes canti-
dades a tres cifras significativas utilizando los criterios anteriores, los
resultados serían:

14 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín


4,24 (por el criterio 1)

14,3 (por el criterio 2) 1


3,70 (por el criterio 1)

0,0366 (por el criterio 3)

25,0 (por el criterio 4)

1.3. Mezclas, concentración, unidades de


concentración
Las mezclas son combinaciones de sustancias puras en las que cada
componente mantiene sus propiedades individuales; a la hora de preparar
las mezclas, no se desarrollan reacciones químicas que cambien las iden-
tidades y propiedades de sus componentes. Se identifican tres tipos de
mezclas: homogéneas (también llamadas disoluciones), coloides (o sus-
pensiones coloidales) y heterogéneas (también se conocen como mezclas
groseras o suspensiones). Las características generales de los tres tipos
de mezclas se esbozan en la figura 1.5.

El uso de mezclas en química agrícola es abundante. Por ejemplo, las for-


mulaciones de fertilizantes y plaguicidas usadas para fertilizar plantaciones
o terrenos y combatir plagas son mezclas, algunas son disoluciones, otras
son suspensiones coloidales y otras son mezclas sólidas. Este tema será
ampliado en el capítulo 10.

Las disoluciones mantienen una misma composición, con las mismas propie-
dades, en todas sus partes: independientemente de la sección de donde se
tome una porción de la mezcla, la composición siempre es la misma. Además,
son estables, por cuanto su composición inicial se mantiene inalterada a lo lar-
go del tiempo mientras no medie algún agente externo. Sus partículas consti-
tuyentes poseen tamaños menores a 500 nm (Petrucci et al., 2011).

Las mezclas contienen dos componentes fundamentales: el disolvente y


el(los) soluto(s). La diferenciación entre soluto y disolvente se basa en la
cantidad presente en la mezcla, no en la identidad de cada uno; por ejem-
plo, el alcohol bactericida usado en Costa Rica contiene 70% de alcohol
y 30% de agua, y el guaro contiene aproximadamente 30% de alcohol y

QUÍMICA AGRÍCOLA 15
Capítulo 1. Introducción a la Química Agrícola

70% de agua. Ambos productos son disoluciones, pero el disolvente en el


bactericida es el alcohol y en el guaro es el agua.

MEZCLAS

HOMOGÉNEAS HETEROGÉNEAS
• Las partículas que las constituyen tienen • Las partículas que las constituyen tienen
tamaños que van de 0 a 0.1 nm tamaños mayores a 1000 nm
• Presentan una sola fase. • Presentan más de una fase.
• Tienen una distribución uniforme de los • Tienen una distribución no uniforme de
componentes. los componentes.
• Son estables a la gravedad, no se • Son inestables a la gravedad, sus
depositan. partículas no se depositan.
• Son transparentes • No son transparentes
• No se pieden separar por filtración. • Se pieden separar por filtración.
• Ejemplos: aire, gasolina, sirope, acero. • Ejemplos: rocas, madera, cemento.

COLOIDES
• Las partículas que las constituyen tienen tamaños mayores
que van de 0,1 a 1000 nm
• Presentan más de una fase.
• Tienen una distribución uniforme de los componentes pero se
encuentran en el límite de estabilidad.
• Son menos estables a la gravedad, el movimiento
Brownniano evita que se depositan sus componentes.
• A menudo son opacos, pueden lucir transparentes pero
dispersan la luz (Efecto Tyndall).
• No se pueden separar por filtración.
• Ejemplos: leche, gel, mantequilla.

Figura 1.5. Clasificación y características principales de las mezclas.

Para reportar la relación proporcional que existe entre los componentes de


la mezcla, se hace uso del concepto concentración: la proporción de solu-
to con respecto a una cantidad dada de disolvente (Petrucci et al., 2011). Si
una mezcla tiene una alta proporción de soluto, se dice que es concentra-
da; en caso contrario, se le llama diluida. Ambos términos son cualitativos
por cuanto no hay un valor límite que distinga una disolución concentrada

16 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín


de una diluida. Así, un café “ralo” (disolución diluida) es aquella mezcla
cuya proporción café/agua es baja, en tanto un café “fuerte” (disolución
concentrada) es la que tiene una cantidad alta de café con respecto al
1
volumen de agua.

La determinación cualitativa de la concentración no es suficiente para usos


científicos o técnicos, los cuales requieren este parámetro evaluado de una
manera numérica precisa y confiable. Para la evaluación cuantitativa de la
concentración, se hace uso de las unidades de concentración, que son
cocientes (proporciones) que relacionan las cantidades de soluto y disol-
vente de la mezcla. Las unidades de concentración se usan en diferentes
contextos, entre los que se pueden destacar tres: comercial, analítico y
ambiental/salud. La diferencia entre las unidades de concentración en los
tres escenarios se fundamenta en las unidades que se utilizan para repor-
tar las cantidades de soluto (g, mol, mg, entre otros) y de disolvente (litros,
kilogramos, toneladas, etc.) en la mezcla.

Contexto comercial
Las unidades de concentración más utilizadas comercialmente son las re-
laciones porcentuales. Se distinguen tres unidades básicas:

(Ec. 1.1)

(Ec. 1.2)

(Ec. 1.3)

Adicionalmente, el porcentaje en masa (% m/m) y el porcentaje masa/


volumen (% m/V) se pueden relacionar entre sí mediante la densidad de
la mezcla:

(Ec. 1.4)

QUÍMICA AGRÍCOLA 17
Capítulo 1. Introducción a la Química Agrícola

La masa de disolución resulta de sumar las masas individuales de todos


componentes (solutos y disolvente). Suponiendo que una mezcla tiene va-
rios solutos, la masa de disolución se obtiene mediante la expresión Ec. 1.5:

Masa de disolución = masa de disolvente + masa(s) de soluto(s) (Ec. 1.5)

Ejemplo resuelto 1.6

Se prepara una disolución a 25 °C que contiene 233 g de sal (NaCl) y 700


mL de agua (densidad = 1 g/mL). La densidad de la disolución es 1,1034
g/mL. Calcule

a) % m/m

b) %m/V

Resolución:

a) % m/m:

Para este cálculo, se necesita tener todas las variables en términos


de masa, por lo que el volumen de agua se debe convertir a masa
de agua, para ello se hace uso del valor de la densidad de este
líquido:

densidad = masa/volumen

masa agua= densidad x volumen = 1,00 g/mL x 700 mL = 700 g

Utilizando la expresión Ec.1.5, se obtiene la masa de disolución:

masadisolución = 700 g (agua) + 233 g (sal)

masadisolución = 933 g

El porcentaje en masa se calcula utilizando la ecuación Ec. 1.1

18 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín


b) % m/V:

Para obtener el porcentaje masa/volumen se utiliza la ecuación Ec. 1.4 1

Alternativamente, se puede calcular primero el volumen de disolu-


ción usando la densidad de la disolución:

ddisolución= mdisolución / Vdisolución al reacomodar la fórmula se obtiene

Vdisolución = mdisolución/ddisolución

Para calcular el porcentaje masa/volumen se emplea la expresión Ec. 1.2:

Contexto analítico
Se incluyen en este apartado las unidades que utilizan los laboratorios de
análisis químico para reportar el contenido de una sustancia en una deter-
minada matriz. En particular, cuando se desea para expresar la concentra-
ción de disoluciones extractoras de elementos. La unidad más utilizada es
la concentración molar o molaridad, cuya expresión matemática se mues-
tra en la ecuación Ec. 1.6.

(Ec. 1.6)

QUÍMICA AGRÍCOLA 19
Capítulo 1. Introducción a la Química Agrícola

Ejemplo 1.7

Calcule la concentración molar de NaCl de la disolución del ejemplo resuelto 1.

Resolución:

Para obtener la concentración molar del soluto en la disolución, se requiere


calcular el número de moles de soluto en la disolución. Primeramente, se
debe calcular la masa molar del NaCl utilizando las masas molares de los
elementos Na y Cl reportados en la tabla periódica de elementos:

MMNaCl = MMNa + MMCl = 23 g/mol + 35,5 g/mol

MMNaCi =58,5 g/mol

Ahora, se calculan los moles de sal en la disolución:

#moles =3,983 mol

El volumen de disolución se obtiene a partir de la expresión de la densidad:

Volumen = 845,6 mL = 0,8456 L

Con el número de moles y el volumen de disolución se calcula la molari-


dad, de acuerdo con la expresión Ec. 1.6.

M = 3.983 mol/0,8456 L

M = 4,71 mol/L

20 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín


Contexto ambiental o de salud
1
Las partes por millón (ppm) o partes por billón (ppb) se utilizan en varios
escenarios: a) cuando se requiere evaluar el impacto del uso de agroquími-
cos en agricultura y los daños que puedan provocar a la salud de humanos
y animales, b) cuando se requiere expresar la concentración de nutrientes
en suelos, c) cuando se desea reportar el contenido de un ingrediente ac-
tivo en una formulación, o d) cuando se quiere expresar la concentración
de un residuo de plaguicida en un vegetal. Las expresiones Ec.1.7 y Ec. 1.8
describen las fórmulas matemáticas utilizadas para su cálculo:

(Ec. 1.7)

(Ec. 1.8)

Ejemplo 1.8.

Se prepara una mezcla que contiene 250 g de cloruro de potasio (KCl) en


200 L de agua. Determine la concentración en términos de ppm.

Resolución:

Lo primero que se debe hacer es verificar que las unidades de las cantida-
des estén expresadas en mg (masa) y L (volumen):

250 g x (1000mg/1 g) = 2,50 x 105 mg

Ahora, se procede a calcular las partes por millón, se usa la ecuación Ec. 1.8;

millón

QUÍMICA AGRÍCOLA 21
Capítulo 1. Introducción a la Química Agrícola

1.4. Los nutrientes


Al avanzar en la lectura de este texto, se profundizará en el estudio de los
nutrientes, los cuales se clasifican en micronutrientes y macronutrientes.
Los micronutrientes son aquellas sustancias que la planta requiere en pe-
queñas cantidades, los segundos corresponden a especies que la planta
requiere en mayores cantidades. Los elementos esenciales para las plan-
tas incluyen carbono (C), hidrógeno (H), oxígeno (O), nitrógeno (N), fósforo
(P) y potasio (K).

Las plantas obtienen los elementos C, H y O a partir del agua (H2O) y del
dióxido de carbono (CO2) presentes en el suelo y el aire; absorben los res-
tantes elementos del suelo, donde se lleva a cabo un proceso conocido
como mineralización, en el cual la materia orgánica presente en el suelo
es transformada a formas inorgánicas; los nutrientes son absorbidos en
su forma inorgánica, de aquí la importancia del proceso de mineralización
para la nutrición de las plantas. (Navarro y Navarro, 2003)

Los elementos N, P y K son macronutrientes suministrados en la mayoría


de los fertilizantes comerciales; la composición del fertilizante se expresa
en términos porcentuales, y en el caso particular de P y K, es común la
utilización porcentual de las fórmulas empíricas P2O5 y K2O, para referirse
al fósforo y al potasio, respectivamente. Esta convención es histórica y
ampliamente difundida alrededor del mundo: en la etiqueta del fertilizante
siempre se expresarán sus componentes en el siguiente orden N, P2O5,
K2O, aunque también pueden contener otros elementos de menor impor-
tancia. Ejemplos de fórmulas de fertilizantes son 20-20-20, 10-30-10 y 13-
0-46. En el capítulo 10 se profundizará en este tema.

El calcio (Ca), el magnesio (Mg) y el azufre (S) son nutrientes considerados


de mediana importancia. En la jerga agrícola, se maneja el término bases
del suelo para referirse a los elementos Ca, Mg y K; una mayor presencia
de estos se relaciona con suelos sin problemas de acidez. Finalmente,
el grupo de elementos que son consumidos en cantidades menores por
las plantas, también llamados elementos menores, incluye hierro (Fe), co-
bre (Cu), manganeso (Mn), cinc (Zn), boro (B), molibdeno (Mo) y cloro (Cl)
(Navarro y Navarro, 2003).

En el suelo, los nutrientes están presentes como iones y no como átomos.


Así por ejemplo, el calcio está presente como Ca2+, el potasio como K+, el
cloro como Cl-, y el azufre como SO42-.

22 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín


Fertilidad del suelo
1
Un suelo se puede considerar fértil cuando contiene los nutrientes nece-
sarios para que las plantas se desarrollen bien (FAO, 1996). Sin embargo,
la fertilidad de un suelo no se limita a la mera existencia de los nutrientes
en este, pues otros aspectos químicos, físicos y biológicos actúan simul-
táneamente, en armónica interrelación con la presencia de nutrientes, para
determinar la fertilidad del suelo.

Una visión más amplia de lo que un suelo necesita para considerarlo fértil
implica que:

• su consistencia y profundidad permiten un buen desarrollo y fijación


de las raíces.

• contenga los nutrientes que la vegetación necesita.

• sea capaz de absorber y retener el agua, conservándola disponible


para que las plantas la utilicen.

• esté suficientemente aireado.

• no contenga sustancias tóxicas. (FAO, 1996)

QUÍMICA AGRÍCOLA 23
Capítulo 1. Introducción a la Química Agrícola

Ejercicios de autoevaluación

I Parte

Conteste brevemente las siguientes preguntas.

1. Determine el número de cifras significativas de las siguientes


cantidades:

2,36
0,03058
2,356 x 10-15
1,350 x 1022
2. Realice las siguientes operaciones y exprese los resultados con
el número correcto de cifras significativas (utilice los criterios de
redondeo):

0,0036 + 1,253 + 200,5 =


(26,3 x 0,003698) ÷ 2,036 =
3. Exprese las siguientes cantidades con tres cifras significativas.
Utilice la notación científica y los criterios de redondeo.

0,0000000236998 =
85904000000 =
22500000000 =
0,0000004375 =
4. Reporte las siguientes cantidades usando prefijos adecuados:

45 000 m =
0,0003 g =
3 500 000 s =
0,000000677 m3 =

24 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín


5. Convierta las siguientes cantidades usando los factores de conver-
sión adecuados:
1
250 km a millas
125 lb a kg
50 km/h a m/s
6. Mencione cuál es la diferencia entre disolvente y disolución.

7. Explique la semejanza que existe entre una disolución acuosa con la


solución del suelo y la savia de las plantas.

8. Mencione cuáles son los solutos de la solución del suelo.

9. Se tiene una formulación producida al disolver 200 g de KCl y 350 g


de NH4NO3 en 750 g de agua. El volumen total, una vez disueltas las
sales, es de 950 mL. Calcule:

a) La densidad de la disolución.
b) Los %m/m y %m/V de las sales.
c) Las concentraciones molares de cada sal.

10. Mencione cuál es la diferencia esencial entre la metanogénesis y el


compost.

11. Explique cuál es la diferencia esencial entre la adsorción y absorción.

II Parte

Marque con una equis (X) la opción válida (selección única).

1. Sobre los átomos, elementos, iones e isotopos se afirma que:

a) Un átomo que pierde electrones se transforma en un ion de otro


elemento.

b) Si un átomo pierde neutrones, se convierte en un catión.

c) Si un átomo gana protones se convierte en un ion del mismo


elemento.

QUÍMICA AGRÍCOLA 25
Capítulo 1. Introducción a la Química Agrícola

d) Aquel átomo que gane electrones será un anión del mismo


elemento.

III. Parte

1. Complete el siguiente cuadro con las expresiones correspondientes

Especie Z A #e Carga neta


50 112 2+
17
O2- 10
24
Mg2+

2. El nitrato (NO3-) es un:

a) elemento mayor

b) elemento menor

c) intercambio catiónico

d) Anión

3. Los tres elementos esenciales más absorbidos por las plantas y que
se emplean en la formulación de fertilizantes son:

a) S, P, N

b) N, P, Zn

c) Fe, K, N

d) K, N, P

26 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín


Respuestas 1

I Parte

1. 3, 4, 4, 4, respectivamente.

2. 201,8, 0,0478, respectivamente

3. 2,37 x 10-8, 8,59 x 1010, 2,25 x 1010, 4,38 x10-7, respectivamente

4. 45 km, 0,3 mg, 3,5 Ms, 677 nm3.

5. 155 millas, 56,75 kg, 13,9 m/s.

6. La disolución es el resultado de mezclar el disolvente, que general-


mente puede ser el agua, más un soluto o sustancia que se encuen-
tra en menor proporción.

7. La solución del suelo y la savia representan una disolución natural


que contiene iones disociados.

8. Son los nutrimentos en estado iónico.

9. a) 1,37 g/mL.

b) KCl = 15 % m/m y 21% m/V. NH4NO3 = 27 %m/m y 37% m/V.

c) 2,83 mol/L para el KCl y 4,6 mol/L para el NH4NO3.


10. La metanogénesis es un proceso anaeróbico, el compostaje es
aeróbico.

11. La adsorción retiene las partículas en la superficie activa y la absor-


ción las incorpora dentro de la estructura.

12. d

13. d

14. d

QUÍMICA AGRÍCOLA 27
Capítulo 1. Introducción a la Química Agrícola

III. Parte

Especie Z A #e Carga neta


50 112 48 2+
17
O2- 8 17 10 2-
24
Mg2+ 12 24 10 2+

28 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín


Referencias 1

Navarro, S. y Navarro, G. (2003). Química Agrícola. 2ª Edición, Madrid: Mundi


Prensa.

Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, FAO.


(1996). “Tema 2: El Suelo: Nociones ambientales básicas para profesores
rurales y extensionistas”. Ecología y Enseñanza Rural. Estudio FAO Montes
131. En línea: [http://www.fao.org/docrep/006/W1309S/w1309s04.htm]

Petrucci, R.H., Herring, F. G., Madura, J. D. y Bissonnette, C. (2011). Química


General, Madrid: Pearson Education S. A.

QUÍMICA AGRÍCOLA 29
CAPÍTULO 2
Química del AGUA:
Sistema de Vida

Sumario
• Principales propiedades del agua
• Estructura y polaridad del agua
• Fuerzas de adhesión y cohesión del agua
• Autoionización del agua
• El concepto de pH
• Disoluciones de sales
Objetivos
Al finalizar el estudio de este capítulo, usted estará en la capacidad de:

• Identificar las características estructurales del agua.

• Reconocer la importancia de las fuerzas intermoleculares, como


puentes de hidrógeno en interacciones ion-dipolo, en la capacidad
disolvente del agua.

• Introducir el concepto del pH y su importancia en sistemas agrícolas.

• Reconocer la importancia de la solubilidad de las sales a la hora de


aplicarlas en sistemas agrícolas.

Le recomendamos observar los siguientes videos para faci-


litarle el aprendizaje de los contenidos expuestos en el pre-
sente capítulo:

“QA Capítulo 2 Sección 1 Química del agua: sistema de vida”

https://www.youtube.com/watch?v=WUnIN6RWOQc&list=PL5eXNt-
cO-SQsqZgJm0xvh0UQ_MayCDuc0&index=3

“QA Capítulo 2 Sección 2 Química del agua: sistema de vida”

https://www.youtube.com/watch?v=vlttIS2A9Vo&list=PL5eXNtcO-SQsqZg-
Jm0xvh0UQ_MayCDuc0&index=4
L
a vida en la Tierra depende en gran medida de la disponibilidad y
calidad del agua. El agua es el principal constituyente de los seres
vivos e interviene en la mayor parte de los procesos metabólicos que
se desarrollan en ellos, como en el transporte, translocación y almacena-
miento de los productos resultantes de la fotosíntesis y de los nutrientes
esenciales. Además, es responsable del equilibrio que existe entre los mi- 2
croorganismos, el suelo, la atmósfera y las plantas.

El incremento diario de la población mundial y el continuo desarrollo de


la humanidad provocan un aumento significativo de las necesidades de
agua; en consecuencia, el ser humano está en la obligación de proteger
este preciado recurso y prevenir la contaminación o uso inadecuado que
se le dé. En el campo de la agricultura el agua es fundamental para alcan-
zar las metas de producción, por lo que un uso racional y sostenible es
una obligación.

2.1. Principales propiedades del agua


El agua constituye la mayor parte de la masa de las células vivientes; se
considera el disolvente universal de los nutrientes, de gran parte de los com-
puestos orgánicos polares y de los compuestos sintetizados por las plantas.

La capacidad del agua para autoionizarse (vide infra) y para participar en


las reacciones ácido-base son primordiales para las funciones de muchas
biomoléculas como los ácidos nucleicos y las proteínas. Las propiedades
físicas y químicas del agua pueden explicarse a partir de su estructura y
de su capacidad para establecer fuerzas intermoleculares de intensidad
suficiente con ella misma y con otras moléculas polares y no polares.

Propiedades físicas del agua como el punto de fusión, el punto de conge-


lación, la conductividad térmica, la constante dieléctrica y la conductividad
eléctrica, entre otras, son básicas en los procesos agrícolas; no obstante,
este texto se enfocará en las propiedades químicas del agua que se rela-
cionan directa o indirectamente con los procesos agrícolas. El conocimiento
de tales propiedades es necesario para comprender por qué se disuelven
los fertilizantes, por qué es necesario controlar la calidad de las aguas para
riego y por qué no se deben mezclar algunos agroquímicos en el agua.

QUÍMICA AGRÍCOLA 33
Capítulo 2. Química del agua: sistema de vida

2.2. Estructura y polaridad del agua


El agua es una molécula que presenta enlaces covalentes polares y una
estructura molecular angular, con un ángulo de enlace de 104,5°. Presenta
estructura angular porque dos de los cuatro orbitales del átomo de oxí-
geno forman enlaces covalentes con átomos de hidrógeno, en tanto los
restantes dos orbitales del oxígeno poseen cada uno un par de electrones
no compartidos; estos últimos ejercen una fuerza de repulsión sobre los
pares enlazados a los hidrógenos, como se muestra en la figura 2.1.

Pares libres

Repulsión entre pares libres


Pares enlazantes

H
Repulsión entre pares libres
y pares enlazantes
H
Figura 2.1. Estructura del agua que muestra los enlaces O-H y los pares libres
alrededor del oxígeno.

El oxígeno es más electronegativo que el hidrógeno; en consecuencia,


atrae con mayor fuerza a los electrones enlazantes, lo cual provoca una
distribución desigual de la nube electrónica de la molécula de agua y da
origen a una carga parcialmente negativa (δ-) en el átomo de oxígeno y
otras parcialmente positivas (δ+) en cada uno de los átomos de hidrógeno,
como se describe en la figura 2.2. A la distribución desigual de las cargas
en un enlace se conoce como un dipolo y se le atribuye el símbolo µ, tam-
bién llamado momento dipolar de enlace.

La polaridad de las moléculas está determinada tanto por la polaridad de


los enlaces covalentes como por la distribución de los pares electróni-
cos (enlazantes y no enlazantes) alrededor del átomo central; en el caso

34 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín


particular de la molécula de agua, la suma vectorial de los dipolos indivi-
duales (enlaces polares O-H) da origen a un dipolo permanente, como se
muestra en la figura 2.2.

δ+ δ+ El oxígeno atrae con mayor 2


H fortaleza los electrones de
enlace, provocando la aparición
de cargas parciales tanto en él
δ+ como en el hidrógeno.
H
δ-

δ-
Formación del dipolo permanente

Figura 2.2. Origen de la polaridad del agua.

La interacción intermolecular que se establece entre uno de los átomos de


hidrógeno de una molécula de agua y el átomo de oxígeno de otra molé-
cula de agua, se denomina puente de hidrógeno. Un puente de hidrógeno
se puede definir como una interacción que se establece entre un átomo
pequeño, electronegativo, de una molécula dada y un átomo de hidrógeno
enlazado covalentemente a otro átomo pequeño y electronegativo de una
molécula adyacente. El puente de hidrógeno es una fuerza intermolecular
(entre moléculas), no un enlace (entre átomos); es de menor intensidad y
de mayor distancia que los enlaces covalentes.

En un típico puente de hidrógeno O-H∙∙∙O, la distancia del enlace covalente


O-H es más corta que la correspondiente a la interacción H∙∙∙O; paralela-
mente, la energía asociada con el enlace O-H es mayor que la de la atrac-
ción H∙∙∙O. El sistema es usualmente lineal (el ángulo es de 180o) como se
observa en el siguiente esquema.

QUÍMICA AGRÍCOLA 35
Capítulo 2. Química del agua: sistema de vida

energía aproximada: 460 kJ/mol


distancia aproximada: 95 pm

O — H ...... O

energía aproximada: 50 kJ/mol


distancia aproximada: 170 pm

Como se observa en la figura 2.3, en un puente de hidrógeno entre dos


moléculas de agua, el átomo de hidrógeno permanece unido covalente-
mente a su átomo de oxígeno respectivo, pero queda alrededor de dos
veces más lejos del átomo de oxígeno de la otra molécula.

Puentes de hidrógeno

H O H
O H
H H H
O
H H
O
H
O
H H
O
H
Figura 2.3. Formación de puentes de hidrógeno entre moléculas de agua.

Se pueden establecer puentes de hidrógeno entre moléculas que poseen


en su estructura átomos de hidrógeno enlazados a átomos de N o F, que
son especies pequeñas y electronegativas. En consecuencia, tales molé-
culas pueden formar puentes de hidrógeno entre ellas y con el agua, esta
última las hace miscibles; conforme mayor sea la similitud de las fuerzas
intermoleculares del agua y las de las otras sustancias, mayor será la mis-
cibilidad de la sustancia en agua. Este hecho se describe con la expresión

36 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín


igual disuelve a igual. En el cuadro 2.1, se enumeran algunos grupos fun-
cionales presentes en compuestos que podrían dar origen a puentes de
hidrógeno con el agua y entre ellos.

Cuadro 2.1. Relación entre grupos funcionales y la miscibilidad de


sustancias con el agua. 2
Sustancia Grupo funcional Representación
Ácido carboxílico Carboxilo R-COOH
Alcohol Hidroxilo R-OH
Amina Amina R NH2
Amida Carbonilo intermedio y amina R-CONH2
Cetona Carbonilo intermedio R2-CO
Aldehído Carbonilo terminal R-CHO

Así, por ejemplo, en la figura 2.4 se muestran los puentes de hidrógeno


que se establecen cuando la metilamina, CH3NH2, entra en contacto con
el agua.

H H
H H
H3C N H O O
H H H
H N
O H 3C
H
Figura 2.4. Puentes de hidrógeno que se establecen entre el agua y la
metilamina, CH3NH2.

2.3. Fuerzas de adhesión y cohesión del agua


Debido a su naturaleza polar, el agua es atraída hacia muchas otras sus-
tancias. Las moléculas muy polares de proteínas y polisacáridos de las
paredes celulares representan ejemplos de sustancias afines al agua que
se “humedecen” cuando entran en contacto con esta, tal atracción entre
moléculas distintas se conoce como adhesión. El agua “humedece” tales

QUÍMICA AGRÍCOLA 37
Capítulo 2. Química del agua: sistema de vida

sustancias cuando sus moléculas se ordenan de forma que se establez-


can puentes de hidrógeno entre ellas.

La atracción de moléculas semejantes entre sí se denomina cohesión. La


cohesión confiere al agua resistencia tensil, o sea, la capacidad de resistir
al estiramiento (tensión) sin romperse. En una delgada columna del tallo,
esta resistencia tensil alcanza valores tan grandes que puede considerarse
que las partes superiores de los árboles más altos tiran de la columna de
agua para elevarla sin que se “rompa”. La cohesión entre las moléculas de
agua también explica la tensión superficial que muestra dicha sustancia.

La solubilidad en agua de una molécula está determinada, en forma pri-


mordial, por su polaridad y por su capacidad para formar puentes de hidró-
geno con ella. Las moléculas orgánicas con grupos funcionales polares,
como los alcoholes y los carbohidratos de cadena pequeña, son miscibles
en agua y establecen fuerzas de adhesión con el agua. Si el contenido
de agua es excesivo, las moléculas se dispersan entre las moléculas de
agua y forman puentes de hidrógeno: de manera que se disuelven. Las
moléculas polares como la glucosa y el azúcar de mesa (sacarosa) son
ejemplos de este tipo de compuestos, a los cuales se les denomina sus-
tancias hidrofílicas.

2.4. Autoionización del agua


El agua pura se compone casi exclusivamente de moléculas de H2O. Sin
embargo, experimenta una disociación parcial que produce iones H3O+ y
OH- en muy bajas cantidades, como se muestra en la reacción Re.2.1. A
este proceso se le denomina autoionización.

H2O (l) → H+ (ac) + OH- (ac) (Re.2.1)

La rapidez con que ocurre la reacción 2.1 se designa Vdirecta y se describe


mediante la expresión Ec.2.1:

Vdirecta = kd [H2O] Ec. 2.1

Donde [H2O] corresponden a la concentración de H2O y kd es una cons-


tante de proporcionalidad que relaciona la velocidad de la reacción con

38 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín


la concentración de agua. La reacción 2.1 es reversible, es decir, que los
iones H+ y OH también se pueden combinar para producir agua. Cuando
se alcanza cierta concentración de iones H+ y OH- en la disolución, estos
se combinarán para formar agua de acuerdo con la reacción Re.2.2.

2
H+ (ac) + OH- (ac) → H2O (l) (Re.2.2)

La rapidez con que se desarrolla el proceso descrito por la reacción Re.2.2


se designa Vinversa y se describe matemáticamente mediante la expresión
Ec. 2.2:

Vinversa = ki [H+] [OH-] Ec. 2.2

Donde [H+] y [OH-] corresponden a las concentraciones de H+ y OH- y ki es


la constante de proporcionalidad que relaciona la velocidad de la reacción
inversa con las concentraciones de los iones H+ y OH-.

Cuando la reacción 2.1 se desarrolla con la misma rapidez con que ocurre
la reacción 2.2, se dice que el sistema alcanza el equilibrio y las concentra-
ciones de las tres especies se mantienen constantes mientras el sistema
no sea perturbado por algún agente externo. La ecuación Re.2.3 describe
la situación de equilibrio entre las especies H2O, H+ y OH-.

H2O(l) D H+(ac) + OH-(ac (Re.2.3)

En el equilibrio, las velocidades de las reacciones directa e inversa son


iguales:

Vdirecta = Vinversa

ð kd[H2O] = ki [H+] [OH-] Ec. 2.3

Al reacomodar la expresión Ec.2.3, se obtiene:

Ec. 2.4

QUÍMICA AGRÍCOLA 39
Capítulo 2. Química del agua: sistema de vida

El cociente de constantes (kd/ki) resulta en una nueva constante Kc deno-


minada constante de equilibrio; la expresión Ec. 2.4 se convierte en:

Ec. 2.5

La concentración del agua en disoluciones muy diluidas es muy grande


(~ 55 mol/L) en comparación con las de los iones H+ y OH-, por lo que
permanece esencialmente constante. En consecuencia, la expresión Ec.
2.5 se puede reescribir como:

KC [H2O] = [H+] [OH-] Ec. 2.6

Al producto Kc [H2O] se le denomina producto iónico del agua y se le de-


signa con el símbolo Kw. En consecuencia, la expresión de equilibrio de la
autoionización del agua se puede expresar como:

Kw = [H+] [OH-] Ec. 2.7

El valor de Kw varía con la temperatura; el valor reportado de Kw a 25 °C es


de 1,0 x 10-14.

2.5. El concepto de pH
Una disolución se considera neutra cuando [H+] = [OH-]. En una disolución
neutra, la ecuación 2.7 se resuelve para dar un valor de [H+] = 1,0 x 10-7 mol/L.

Kw = 1,0 x 10-14 = [H+]2

Al aplicar la función p(x) = -log10(x) a la concentración de H+, se obtiene la


expresión que permite cuantificar el grado de acidez, pH, del agua y de las
disoluciones acuosas:

40 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín


pH = -log10[H+] Ec. 2.8

Cuando [H+] = 1,0 x 10-7 mol/L, el pH = -log10 [1,0 x 10-7] = 7,0. Por lo tanto,
a 25 °C una disolución neutra tiene un pH = 7,0. 2
La escala de pH se utiliza para determinar la acidez o basicidad del agua
y de las disoluciones acuosas. La escala varía de 0,0 hasta 14,0, como se
muestra a continuación.

14,0

Disolución alcalina (básica)

pH 7,0 Disolución neutra

Disolución ácida

0,0

Por otro lado, al sustituir el valor de Kw en la expresión Ec. 2.7 se obtiene que

1,0 x 10-14 = [H+] [OH-]

Al aplicar la función p(x) a ambos lados de la ecuación se tiene:

-log10(1 x 10-14) = -log10([H+] [OH-])

Aplicando propiedades de los logaritmos se obtiene:

-log10 (1 x 10-14) = -log10 [H+] + -log10 [OH-]

ð 14 = pH + pOH Ec. 2.9

La expresión Ec. 2.9 permite calcular valores de pOH a partir de valores de


pH y viceversa. Por otro lado, se pueden obtener los valores de concen-
tración de H+ y OH- a partir de pH y pOH, respectivamente, aplicando la
función inversa f(x) = 1 x 10-p(x):

QUÍMICA AGRÍCOLA 41
Capítulo 2. Química del agua: sistema de vida

[H+] = 1 x 10(-pH) Ec. 2.10

[OH-] = 1 x 10(-pOH) Ec. 2.11

El control del pH del agua utilizada es muy importante, ya que con valo-
res extremos (pH < 2 o pH > 12) podría provocar la hidrólisis de algunos
agroquímicos o solubilizar sustancias tóxicas que están fijadas en el suelo.
Dicho control puede realizarse utilizando papel tornasol (tiritas de papel im-
pregnado con un colorante que cambia su color dependiendo del pH del
medio) o con un potenciómetro equipado con un electrodo de membrana
(pH-metro).

2.6. Disoluciones de sales


El agua disuelve más sustancias que cualquier otro líquido porque tiene
una de las constantes dieléctricas más altas que se conocen. Este pará-
metro es una medida de la capacidad del agua para neutralizar la atracción
entre cargas eléctricas opuestas y debido a esta propiedad, el agua es
un disolvente para electrolitos y moléculas polares, como los azúcares.
El agua es un mal conductor de electricidad como consecuencia de los
puentes de hidrógeno, los cuales la hacen muy rígida para acarrear una
carga eléctrica de manera eficaz.

Las sales son compuestos que resultan de la combinación de uno o más


cationes con un anión. Son sólidos cristalinos, malos conductores de calor
y de corriente eléctrica, salvo cuando están fundidos o disueltos en agua.

Todas las sales se consideran solubles en agua; sin embargo, la cantidad


máxima de sal que se puede disolver en un volumen dado de agua depen-
de tanto de la fuerza de atracción con la que están unidos los iones entre
sí como de la intensidad de la interacción que se establece entre los iones
y el agua. De manera general, se puede afirmar que conforme aumenta la
intensidad de la interacción ion-agua y disminuya la atracción catión-anión,
mayor será la tendencia de la sal a disolverse en agua. Debido a su po-
laridad, el agua interactúa con facilidad con compuestos iónicos y esta
disminuye las interacciones electrostáticas entre los iones de la sustancia.

42 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín


Por ejemplo, cuando el cloruro de potasio (KCl) se disuelve en agua, la
estructura de la red cristalina del sólido se altera (pierde su forma origi-
nal) debido a que son muchas las moléculas de agua que compiten con
los pocos iones potasio y cloruro, las cargas eléctricas opuestas de K+ y
Cl- son mucho más débiles en el agua de lo que eran en el cristal intacto.
Como resultado, los iones potasio y cloruro se separan (disocian) unos de 2
otros, cada ion K+ es atraído a los átomos de oxígeno de varias moléculas
de agua, en tanto los aniones cloruro son atraídos hacia los átomos de
hidrógeno, como se observa en la figura 2.5. La capa de moléculas de
agua que rodean a cada ion se llama esfera de solvatación. Una molécula
o un ion rodeado por moléculas de disolvente se dice que está solvatado.
En particular, cuando el disolvente es agua, se dice que tales moléculas o
iones están hidratados.

H H O
O H H
H
H
H
O O
H
O H H
H H
O C1-
K+ H
H O
H O H H O
H
O
H H

O H
H H O H

[K(OH2)6]+ [Cl(H2O)6]-
Figura 2.5. Orientación de las moléculas de agua con respecto a los iones K+ y
Cl- durante el proceso de hidratación.

Cuando se disuelve una pequeña cantidad de sal de cocina (NaCl), en 200


mL de agua, todo el sólido se disuelve (“desaparece”), de acuerdo con la
reacción Re.2.4. Los subíndices (s) y (ac) indican que las especies se en-
cuentran en estados sólidos o disueltos en agua, respectivamente.

NaCl (s) → NA+ (ac) + Cl- (ac) (Re.2.4)

QUÍMICA AGRÍCOLA 43
Capítulo 2. Química del agua: sistema de vida

Si se continúa adicionando sal a la mezcla resultante, eventualmente se


observará la aparición de un sólido en el fondo del recipiente, producto de
la cristalización del cloruro de sodio, de acuerdo con la ecuación Re.2.5.

Na+ (ac) + Cl- (ac) → NaCl (s) (Re.2.5)

A simple vista el sistema pareciera estar estático; sin embargo, a nivel mo-
lecular ocurren simultáneamente dos procesos: disolución y cristalización.
Cuando ambos procesos se llevan a cabo con la misma rapidez, se esta-
blece un sistema en equilibrio, como se describe en la figura 2.6.

Na+ Cl-
Cristalización
Disolución

Cristalización
Na+(ac) + Cl- (ac) NaCl(s)
Disolución

NaCl (s)
Figura 2.6. Descripción de los procesos que dan origen al sistema en equilibrio
NaCl(s) → Na+(ac) + Cl- (ac).

Como se mencionó anteriormente, en el equilibrio: Vdisolución = Vcristalización

A la disolución que se encuentra en equilibrio con el sólido cristalizado


se le denomina disolución saturada. En la figura 2.7 se muestra esta si-
tuación. En una disolución saturada, el volumen dado de agua alcanzó el
límite de su capacidad para disolver la sal y es incapaz de disolver sólido
adicional, por lo que cualquier exceso de sólido se separará de la disolu-
ción por cristalización.

44 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín


Sólido cristalizado Disolución
saturada
2

Figura 2.7. Descripción de una disolución saturada en equilibrio con sólido


sin disolver.

El concepto solubilidad se refiere a la máxima cantidad de soluto, el que


se disolverá en una cantidad dada de disolvente, a una temperatura espe-
cífica. Las sales se clasifican cualitativamente como solubles, ligeramente
solubles o insolubles de acuerdo con la cantidad de la sal que se necesita
para preparar una disolución saturada. Dos formas comunes de expresar
la solubilidad de una sustancia son:

• La solubilidad, que es la masa (en gramos) de soluto necesaria


para preparar un litro de disolución saturada. Se expresa en uni-
dades de g/L.

• La solubilidad molar, que es el número de moles de soluto necesario


para preparar en un litro de una disolución saturada (mol/L).

Las solubilidades siempre se reportan a una temperatura dada, comúnmen-


te 25°C, por cuanto la capacidad disolvente de los líquidos por lo general
aumenta con la temperatura. En la figura 2.8, se muestra en comportamien-
to de la solubilidad (reportada como masa de sal por cada 100 g de agua)
para algunas sales usadas en agricultura y en la formulación de fertilizantes.

Cuando una sal “insoluble” (MmXn) se coloca en agua, una pequeña por-
ción se disocia, esto es, una fracción de sus iones constituyentes (Mm+ y
Xn-) se separa del sólido y se difunde en el agua hasta alcanzar la satura-
ción y establecer el equilibrio, como describe la reacción Re.2.6.

MmXn (s) D nMm+ (ac) + mXn- (ac) (Re.2.6)

QUÍMICA AGRÍCOLA 45
Capítulo 2. Química del agua: sistema de vida

Las velocidades con que ocurren las reacciones directa e inversa de la


reacción 2.6 se describen mediante las expresiones Ec. 2.12 y Ec. 2.13.

Vdirecta = kd [MmXn] Ec. 2.12

Vinversa = ki [Mm+]n [Xn-]m Ec. 2.13

Donde [MmXn], [Mm+] y [Xn-] corresponden a las concentraciones de la sal


sólida, del catión y del anión, respectivamente, en el equilibrio, y kd y ki son
constantes de proporcionalidad que relacionan la velocidad de reacción
con las concentraciones de las especies involucradas.

250.0
Solubilidad (g sal/100g agua)

200.0

150.0 NaCl

KCl

100.0 KNO3

CaCl2
50.0
MgCl2

0.0
0 20 40 60 80 100
Temperatura (°C)
Figura 2.8. Variación de la solubilidad de varias sales en función de la
temperatura
Fuente: CRC Handbook of Physics and Chemistry (2005).

Paralelamente, en el equilibrio:

Vdirecta = Vinversa

ð kd [MmXn] = ki [Mm+]n [Xn-]m Ec. 2.14

46 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín


Reacomodando la expresión Ec. 2.14, se obtiene:

Ec. 2.15

2
El cociente de constantes (kd/ki) resulta en una nueva constante Kc; y la
expresión Ec. 2.15 se convierte en

Ec. 2.16

La concentración del sólido en equilibrio se considera esencialmente cons-


tante. En consecuencia, la expresión Ec. 2.15 se puede reescribir como:

Kc [MmXn] = [Mm+]n [Xn-]m Ec. 2.17

Al producto Kc[MmXn] se le denomina constante del producto de solubilidad


y se le designa con la letra Kps. En consecuencia, la expresión Ec. 2.16 se
convierte en:

Kps = [Mm+]n [Xn-]m Ec. 2.18

En el cuadro 2.2 se enumeran algunos valores de Kps reportados en la lite-


ratura científica, y son comúnmente utilizados para comparar solubilidades
entre sales: conforme sea menor el valor de Kps, menor será la solubilidad
de la sal. Así por ejemplo, el Ca(OH)2, el CaCO3 y el MgCO3 tienen reporta-
dos valores de Kps de 8,0 x 10-6, 4,8 x 10-9 y 4,0 x 10-5, respectivamente.
Las tres sustancias son utilizadas como materiales encalantes; con base
en los valores de Kps, se puede predecir cuál sal será más soluble al mo-
mento de aplicarla en el suelo y aplicar riego: el orden de solubilidad es
MgCO3 > Ca(OH)2 > CaCO3.

Al analizar el orden de solubilidad de estas sales es fácil comprender por-


qué el costo de la cal (carbonato de calcio) es más bajo que el de la cal
apagada (hidróxido de calcio) y por qué se recomienda que, luego de en-
calar los suelos y aplicar el riego, se deba esperar un tiempo prudencial,

QUÍMICA AGRÍCOLA 47
Capítulo 2. Química del agua: sistema de vida

mínimo un mes, para permitir que la cal reaccione y comience a liberar los
iones Ca2+. Esta es también una justificación de porqué la cal no se solu-
biliza fácilmente en el agua y debe ser aplicada al voleo (método de fertili-
zación en el que la enmienda se aplica en forma irregular sobre el terreno,
generalmente llevada a cabo a mano).

Cuadro 2.2. Valores reportados de algunas sales asociadas al suelo


Compuesto químico Fórmula química Kps
Carbonato de calcio CaCO3 4,8 ×10-9
Carbonato de hierro(II) FeCO3 3,5×10-11
Carbonato de magnesio MgCO3 3,5 ×10-8
Fosfato de aluminio AlPO4 1,3 × 10-20
Fosfato de calcio Ca3(PO4)2 1,0 × 10-25
Fosfato de magnesio Mg3(PO4)2 5,2 × 10-24
Hidróxido de aluminio Al(OH)3 1,9 × 10-33
Hidróxido de calcio Ca(OH)2 7,9 × 10-6
Hidróxido de cinc Zn(OH)2 4,5 × 10-17
Hidróxido de cobre(II) Cu(OH)2 1,6 × 10-19
Hidróxido de hierro(II) Fe(OH)2 7,9 × 10-15
Hidróxido de hierro(III) Fe(OH)3 6,3 × 10-38
Hidróxido de magnesio Mg(OH)2 1,5 × 10-11
Hidróxido de manganeso(II) Mn(OH)2 4,6 × 10-14
Hidróxido de níquel(II) Ni(OH)2 2,8 × 10-16
Sulfato de calcio CaSO4 2,4 × 10-5
Sulfuro de hierro (II) FeS 4,9 x 10-18
Sulfuro de hierro (III) Fe2S3 1,4 x 10-88
Fuente: Petrucci (2003)

En la formulación de fertilizantes se utiliza este principio de solubilidad,


pues se deben emplear sales muy solubles que no tengan asociado al-
gún valor de Kps y que eventualmente cristalicen provocando pérdidas

48 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín


económicas importantes. Algunas de estas sales solubles son KNO3, KCl,
NH4NO3, MnCl2, FeCl3·6H2O, CuSO4·5H2O, NH4SO4, K2SO4, NaNO3, NH4Cl,
NH4H2PO4 y (NH4)2HPO4, entre otros.

Cuando en un sistema las concentraciones de los iones participantes no


corresponden a condiciones de equilibrio, se utiliza el cociente de reacción 2
denominado producto iónico (Qc) y cuya expresión es similar a la utilizada
para expresar la Kps:

Qc = [Mm+]n [Xn-]m Ec. 2.19

El producto iónico se puede utilizar para predecir si se formará o no un


precipitado, de acuerdo con los siguientes criterios:

• Si al mezclar dos disoluciones Qc > Kps, se forma un precipitado.

• Si al mezclar dos disoluciones Qc < Kps, no se formara un precipita-


do, la disolución no está saturada con el sólido.

• Si al mezclar dos disoluciones Qc = Kps, la disolución está saturada


y no se formará precipitado.

El agua contiene sales disueltas que pueden formar incrustaciones en tu-


berías o que al disolver fertilizantes pueden formar sales de reducida so-
lubilidad, afectando las dosis aplicadas en los cultivos. Los cationes Ca2+
y Mg2+ están presentes en el agua, y pueden formar sólidos insolubles en
presencia de aniones sulfato provenientes de algunos fertilizantes como el
sulfato de potasio (K2SO4) y el sulfato de amonio [(NH4)2SO4]. Los sólidos
que se producen son CaSO4(s) y MgSO4, crean obturación de boquillas de
irrigación o subestimación en las dosis de azufre. En consecuencia, es
muy importante, a la hora de utilizar agroquímicos, conocer la solubilidad
de los mismos con la intención de prevenir este tipo de inconvenientes.

QUÍMICA AGRÍCOLA 49
Capítulo 2. Química del agua: sistema de vida

Con el propósito de ayudarle a resolver los ejercicios de


autoevaluación, le recomendamos observar los siguientes
videos:

“QA Ejercicios Capítulo 2 V.5”

https://www.youtube.com/watch?v=5fy-U-9oVgU&index=5&list=PL5eXNt-
cO-SQsqZgJm0xvh0UQ_MayCDuc0

“QA Ejercicios Capítulo 2 V.6”

https://www.youtube.com/watch?v=S_C6ioPsmbc&list=PL5eXNtcO-
SQsqZgJm0xvh0UQ_MayCDuc0&index=6

“QA Ejercicios Capítulo 2 V.7”

https://www.youtube.com/watch?v=Yu5Xl2wQNvU&index=7&list=PL5eXNt-
cO-SQsqZgJm0xvh0UQ_MayCDuc0

50 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín


Ejercicios de autoevaluación

2
1. Se tienen tres moléculas polares: HF, NH3 y CH3Cl. Determine la di-
rección (o átomo) hacia la cual se dirige el dipolo resultante.

2. Mencione cuáles de los siguientes elementos pueden dar origen a la


formación de puentes de hidrógeno: N, C, Cl, Na.

3. Escriba la ecuación de autoionización del agua.

4. Se tiene una disolución en la cual la concentración de iones H+ es


2,35 x 10-6 mol/L. Calcule el pH y el pOH de la disolución. Determine
la concentración de iones OH-.

5. Considere las solubilidades reportadas de las siguientes sustancias:

a) NaCl: 35,9 g /100 mL de agua

b) KCl: 34,4 g/ 100 mL de agua

c) MgCl2: 54,2 g/ 100 mL de agua

Mencione cuál sal es la más soluble.

6. Determine la masa de sal que se requiere para preparar una disolu-


ción saturada de cada sal al utilizar 500 mL de agua.

7. Se tienen tres frascos que contienen varias mezclas:

Mezcla 1 Mezcla 2 Mezcla 3


[OH-] = 5,0 x 10-3 mol/L [OH-] = 5,0 x 10-3 mol/L [OH-] = 5,0 x 10-6 mol/L

[Ca2+] = 2,5 x 10-3 mol/L [Mg2+] = 5,0 x 10-3 mol/L [Al3+] = 1,5 x 10-8 mol/L

Determine, mediante el cociente iónico, si se producirá un precipitado en


cada mezcla. [Kps Ca(OH)2 = 8 x 10-6, Kps Mg(OH)2 = 5,9 x 10-12, Kps
Al(OH)3 = 5 x 10-33]

QUÍMICA AGRÍCOLA 51
Capítulo 2. Química del agua: sistema de vida

Respuestas

1. Se dirigen hacia el F, el N y el Cl, respectivamente.

2. Solo el N.

3. H2O D H+ (ac) + OH- (ac)

a) pH = 5,63

b) pOH = 8,37

c) [OH-] = 4,255 x 10-9 mol/L

4. La más soluble es el MgCl2.

Masas requeridas: 179,5 g NaCl, 172 g de KCl y 271 g de MgCl2

5. Mezcla 1: Q = [Ca2+] [OH-]2 = (2.5 x 10-6)(5,0 x 10-6)2 = 6,25 x 10-8 <


Kps, no hay precipitación.

Mezcla 2: Q = [Mg2+] [OH-]2 = (5,0 x 10-3)(5,0 x 10-3)2 = 1,25 x 10-7 >


Kps, si hay precipitación.

Mezcla 3: Q = [Al3+] [OH-]3 = (1.5 x 10-8)(5,0 x 10-6)3 = 1,875 x 10-24 >


Kps, si hay precipitación.

52 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín


Referencias

Buckman, H. y Brady, N. (1977). Naturaleza y propiedades de los suelos. México:


2
Uthea.

Henríquez, C. y Cabalceta, G. (1999). Guía práctica para el estudio introductorio


de los suelos con enfoque agrícola. San José: ACSS, Universidad de
Costa Rica.

Horton, R., Moran, L., Ochs, R., Raw, J. y Scrimgeour, K. (1993). Bioquímica.
México: Prentice-Hall Hispanoamericana S.A.

Lide, D. R.(ed.). (2005). CRC Handbook of Chemistry and Physics. (85ª ed.). Boca
Raton: CRC Press.

Petrucci, R. H., Harwood, W. S. y Herring, F.G. (2003). Química General. (8ª ed.).
Madrid: Pearson Education S. A.

Raymon, C. (2007). Química. China: McGraw-Hill.

Salisbury, F. y Ross, C. (1992). Fisiología Vegetal. México: Iberoamericana.

QUÍMICA AGRÍCOLA 53
CAPÍTULO 3
Complejo coloidal
del SUELO

Sumario
• ¿Qué son los coloides del suelo?
• Origen de los coloides del suelo
• Silicatos: los minerales primarios
• Coloides orgánicos
• Floculación de los coloides del suelo
Objetivos
Al finalizar el estudio de este capítulo, usted estará en la capacidad de:

• Identificar los orígenes de los sistemas coloidales del suelo.

• Distinguir los diferentes tipos de silicatos.

• Identificar los orígenes de los coloides orgánicos.

Le recomendamos observar el siguiente video para facilitarle


el aprendizaje de los contenidos expuestos en el presente
capítulo:

“QA Capítulo 3 Complejo coloidal del suelo”

https://www.youtube.com/watch?v=Pfa9WT_eeJU&index=8&list=PL5eXNt-
cO-SQsqZgJm0xvh0UQ_MayCDuc0
3.1. ¿Qué son los coloides del suelo?
Los coloides son sistemas físico-químicos formados por dos o más fases:
una continua o fluida, denominada medio dispersante o disolvente, y otra
dispersa en forma de partículas, por lo general sólidas. Existen distintas
categorías de coloides, como se muestra en el cuadro 3.1.

Para que las suspensiones sean consideradas coloides, las partículas


han de tener tamaños que se encuentren en el rango 1-1000 nm (Petrucci
3
et al., 2011). En los sistemas coloidales los fenómenos de superficie jue-
gan un rol preponderante, debido a la enorme relación que existe entre
el área y el volumen del sistema: conforme disminuye el tamaño de las
partículas se incrementa la superficie total. Así, al aumentarse el área de
la fase dispersa que está en contacto con la dispersante y se reduce el
volumen que ocupa cada partícula, la relación área/volumen del sistema
coloidal aumenta drásticamente.

Otra característica para tomar en cuenta en los coloides es su estabilidad;


la situación ideal es aquella en la que el coloide pueda mantener un estado
en el que las partículas constituyentes no se peguen entre sí. En caso con-
trario, se podrían formar aglomerados porque pueden coagular y sedimen-
tar por efecto de la gravedad, depositándose en el fondo del recipiente.

Cuadro 3.1. Clasificación de sistemas coloidales y algunas de sus


características.
Tipo de coloide Características
Suspensión Sistema formado por dos fases, generalmente un
líquido en el cual se suspenden partículas sólidas
e insolubles, como los jugos de frutas o las salsas
usadas para cocinar.
Emulsión Mezcla de dos líquidos inmiscibles de manera más
o menos homogénea, como la mayonesa y la leche.
Sol Dispersión de partículas sólidas independientes en un
medio líquido (hidrosol) o gaseoso (aerosol).
Gel Sistema en el que hay partículas sólidas (fase
dispersante) y líquidas ordenadas en forma de
estructuras como resultado de fuerzas de unión entre
ellas, como es el caso del gel usado para el pelo, o el
gel antibacterial.
Continúa en la página siguiente

QUÍMICA AGRÍCOLA 57
Capítulo 3. Complejo coloidal del suelo

Cuadro 3.1. Clasificación de sistemas coloidales y algunas de sus


características (Continuación).

Tipo de coloide Características


Hidrogel Sistema con apariencia sólida, como la albúmina de
huevo coagulada por el calor o la gelatina gelificada
por el enfriamiento.
Aerosol Mezcla heterogénea de partículas sólidas o líquidas
suspendidas en un gas (por ejemplo esmog).

Los sistemas coloidales son, junto con la materia orgánica, la forma más
activa del suelo. En este, el complejo coloidal consiste de una parte sólida
cargada eléctricamente (positiva o negativa) que está en contacto con la
disolución del suelo, la cual presenta iones disueltos (cationes y aniones)
que rodean a la partícula sólida para neutralizar la carga, como muestra la
figura 3.1.

Existen cuatro tipos de coloides del suelo:

• Arcillas cristalinas silicatadas

• Arcillas no cristalinas amorfas

• Óxidos de hierro y aluminio (sesquióxidos)

• Coloides orgánicos (humus)

Carga de iones que definen la capa


eléctrica (OH-, COO-)

H
+ H Capa compensadora
+ de iones (H+)
H
+
H
+ H H
+ +
H H Capa difusa de iones (H+)
O- CO + H
+
O H
-
H
O - +
H
CO H
Partícula

Gránula
Micela

+
NÚCLEO O- +

H H H
O- + +
CO
O H
-
H
H
Doble capa eléctrica

+
CO O- +

O -
H H
+
+
H H
+
H +
+
H Iones de compensación
+ (H+)

Figura 3.1. Descripción pictórica del complejo coloidal en el suelo.

58 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín


Frecuentemente, se puede simplificar esta división en dos clases funda-
mentales: coloides orgánicos (humus) e inorgánicos (arcillas y óxidos). Las
arcillas, a su vez, se pueden dividir en silíceas (características de casi cual-
quier condición, regiones áridas, tropicales y templadas, lo que varía es el
tipo específico de arcilla) y óxidos hidratados de hierro y de aluminio (más
características de las regiones tropicales y semitropicales).

3.2. Origen de los coloides del suelo 3


Los coloides del suelo son tanto de origen mineral (inorgánico) como or-
gánico (la materia orgánica). Los inorgánicos pueden considerarse como
pequeñas láminas planas cuyo tamaño, forma y naturaleza dependen del
material de partida. Por su parte, los coloides orgánicos, al originarse de
diversas formas de materia orgánica, pueden conformar distintas matrices;
lo fundamental es que se constituyen compuestos orgánicos con grupos
funcionales que pueden ionizarse y generar cargas que permiten la atrac-
ción de los iones de la solución del suelo, como muestra la figura 3.1.

Cuando se adicionan residuos de vegetales o animales al suelo, estos ex-


perimentan varios procesos de descomposición gracias a los microorga-
nismos que se desarrollan. Una parte de la materia orgánica en evolución
es más estable y persistente, y tiende a acumularse sin ser totalmente
destruida (Primo y Carraso, 1973); a su vez, originan compuestos estables
con capacidad para atraer iones y liberar lentamente nutrimentos al suelo,
al crear una relación directa con su sistema de intercambio iónico.

3.3. Silicatos: los minerales primarios


Los minerales primarios originan el suelo; son compuestos inorgánicos
formados por silicio y aluminio (aluminosilicatos), generalmente conoci-
dos como "silicatos". Su estructura cristalina y composición química son
propias de cada mineral parental del cual se originan. Mediante la des-
integración física y química de los materiales sólidos (meteorización), la
roca parental o roca madre se desintegra y disgrega, y deriva en el mine-
ral primario que mantiene su composición química, pero con un tamaño
mucho menor.

QUÍMICA AGRÍCOLA 59
Capítulo 3. Complejo coloidal del suelo

Las rocas parentales comúnmente encontradas se dividen en tres cate-


gorías: ígneas, metamórficas y sedimentarias. Las primeras están cons-
tituidas de, aproximadamente, un 80% de silicatos, otras rocas como las
sedimentarias contienen menos silicatos. A medida que una roca con-
tiene mayor cantidad de silicatos, presenta mayor resistencia hacia la
disgregación; a una roca con un alto contenido de silicio se le conoce
como roca ácida.

3.3.1 Unidades básicas de las estructuras de los silicatos


Los minerales del suelo se componen de estructuras de silicatos, los cua-
les poseen la misma composición de las rocas de la cual se originan; las
estructuras de los silicatos tienen como unidad básica el anión [SiO4]4-,
cuyo arreglo se muestra en la figura 3.2. En dicha especie, un átomo de
silicio (Si) se ubica en el centro de un tetraedro (figura tridimensional que
posee cuatro caras triangulares, como muestra la figura 3.2) y se enlaza
a cuatro átomos de oxígeno, los cuales se localizan en los vértices. Los
enlaces son de tipo covalente polar y la carga neta del anión es 4-. Para
representar los silicatos se emplea un modelo de triángulos que simula una
vista superior del tetraedro, como se describe en la figura 3.2; de acuerdo
con este modelo, en cada vértice se ubica un átomo de oxígeno, en tanto
el átomo de silicio está localizado en el centro de cada tetraedro, pero que
no se muestra por simplicidad.

Cuando las cargas negativas del tetraedro se neutralizan con cationes,


como en el caso del mineral olivino [(Mg, Fe2+)2SiO4], se forman minerales
que se representan por tetraedros individuales (Fassbender y Bornemisza,
1987). El espacio en el interior del tetraedro es sumamente reducido, de
esta forma solo se pueden situar cationes de tamaño pequeño como el
Si4+ o el Al3+. Los tetraedros pueden unirse entre sí por sus vértices para
producir parejas, anillos, cadenas, láminas o estructuras tridimensionales,
como se verá más adelante.

60 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín


O

Si
O
O
O 3

Figura 3.2. Estructura básica de los silicatos [(SiO4)4-].

Tipos de silicatos
En el suelo se identifican seis tipos de silicatos, los cuales se clasifican en
función de su estructura (Wells, 1975). A continuación, se enumeran las
principales características de los distintos tipos de silicatos.

• Nesosilicatos: representan la clase más simple de los silicatos. Están


constituidos por tetraedros independientes, cada uno de los cua-
les, a diferencia de otras clases de silicatos, posee cuatro oxígenos
propios no compartidos. El ion magnesio (Mg2+) y el hierro (II) (Fe2+)
pueden intercambiarse en los espacios octaédricos. Debido al pre-
dominio de hierro y magnesio y a su bajo contenido de silicio, este
grupo de minerales son llamados ferromagnesianos, abundantes
en las rocas básicas (llamadas así por su bajo contenido de silicio).
Como ejemplos de nesosilicatos se encuentran el olivino, el zircón
(ZrSiO4) y la forsterita (Mg, SiO4) (Fassbender y Bornemisza, 1987).

• Sorosilicatos: es un grupo de silicatos en el que dos tetraedros ve-


cinos comparten un átomo de oxígeno entre sí, como se muestra
en la figura 3.3. En la red de sorosilicatos que se genera, aparecen
estructuras octaédricas (poliedros de seis caras) con cationes (alu-
minio, calcio, magnesio, manganeso y sodio) ubicados en los espa-
cios octaédricos y con moléculas de agua en los espacios libres. Un
ejemplo de sorosilicato es la hemimorfita (Si2O7)Zn4OH2 ∙ H2O.

QUÍMICA AGRÍCOLA 61
Capítulo 3. Complejo coloidal del suelo

Figura 3.3. Estructura básica de un sorosilicato [(Si2O7)6-].

• Ciclosilicatos: minerales poco encontrados en el suelo. En este gru-


po cada tetraedro comparte dos átomos de oxígeno con tetraedros
vecinos, para formar estructuras cíclicas de relación Si:O de 1:3. El
mineral más importante de este grupo es el de la turmalina, cuya
fórmula general es (Si6 O8)XY3 Al6 (BO3)3 (CH)4, donde “X” representa
calcio o sodio y “Y” el de aluminio, hierro (III), litio o magnesio.

Figura 3.4. Estructura básica de un ciclosilicato [(Si6O18)12-].

• Inosilicatos: están constituidos por cadenas de tetraedros. Algunos


forman cadenas aisladas, llamadas piroxenos, o cadenas dobles,
denominadas anfíboles. Las estructuras de estos compuestos con-
sisten en pares de cadenas paralelas unidas por cationes alojados
en los espacios octaédricos existentes entre ellas. La augita es ejem-
plo de un piroxeno Ca(Mg, Fe, Al)(Al, Si)2O6 y la hornblenda es ejem-
plo de anfíbol: NaCa2 (Mg, Fe, Al)5 (Si, Al)8 O22 (OH). En la figura 3.4,
se muestran las formas básicas de los piroxenos y anfíboles.

62 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín


• Tectosilicatos: este tipo de silicatos se caracteriza por compartir los
cuatro átomos de oxígeno, como muestra la figura 3.5, da origen
a estructuras tridimensionales. Se reconoce la formación de estos
compuestos cuando aumenta el grado de unión entre varios tetrae-
dros (polimerización), y al compartirse aún más los átomos de oxí-
geno con los de los átomos de silicio, y se reduce la relación Si/O,
de 1:4 a 1:2 (Fassbender y Bornemisza, 1987), este grupo forma
minerales con una red tridimensional muy estable, por ejemplo, el
cuarzo (SiO2). 3

Piroxenos Anfíboles

Figura 3.5. Estructura básica de un piroxeno [(Si2O6)4-] y de un anfíbol [(Si4O11)6-].

Se orientan hacia “arriba”

Se orientan hacia “abajo”

Figura 3.6. Estructura básica de un tectosilicato [(SiO2)n].

QUÍMICA AGRÍCOLA 63
Capítulo 3. Complejo coloidal del suelo

• Filosilicatos: Los filosilicatos son los principales silicatos del suelo,


ya que determinan su química y su fertilidad. La unidad básica de
los filosilicatos es el anión [Si2O5]2−, el cual forma enlaces iónicos
con cationes que se ubican entre las láminas y estabilizan la red
cristalina. En la mayoría de los filosilicatos, cada capa tetraédrica
se asocia con otra agrupación laminar de cationes (Fe2+, Mg2+, Al3+
o Fe3+) en un ambiente octaédrico de aniones oxígeno e hidróxido
(OH-). El octaedro se puede representar como la unión de las bases
de dos pirámides cuadradas, como se muestra en la figura 3.7, con
un vértice dirigido hacia arriba y otro hacia abajo. El espacio interior
del octaedro es mayor al del tetraedro debido a que los enlaces son
más largos y consecuentemente más débiles.

giro

Figura 3.7. Construcción de un octaedro a partir de dos pirámides cuadradas.

Los hidróxidos se localizan en el centro de los anillos hexagonales de te-


traedros, a la misma altura que los vértices no compartidos de los tetrae-
dros (SiO4)4-, como se muestra en la figura 3.8. Esta coordinación octaédri-
ca se produce de forma que los aniones se disponen en torno a cationes
ocupando los vértices de un octaedro en cuyo centro se sitúa el catión.
Mediante la unión de aniones entre los octaedros se origina una malla pla-
na que se denomina capa octaédrica.

Cuando el silicio es sustituido por Al3+ o Fe3+, aparecen cargas negativas


libres en la red. Las capas octaédricas son ocupadas por algunos cationes
trivalentes como el Al3+, y algunos divalentes como el Mg2+ y el Fe2+. La
sustitución de iones óxido por hidróxidos da origen a minerales estables
como la gibbsita [Al2(OH)6] y la brucita, [Mg3(OH)6].

64 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín


Hexágono

CH

Octaedros
CH
3
CH

Oxígenos Tetraedros
CH
Hidróxidos
Aluminio, hierro, magnesio
y Silicio, ocasionalmente aluminio
Figura 3.8. Estructura básica de los filosilicatos que muestra los tetraedros y
octaedros.
Fuente: Modificado de http://www.uclm.es/users/higueras/yymm/arcillas.htm#Esfil.

Los filosilicatos o silicatos laminares son materiales que aparecen en sue-


los moderadamente meteorizados y en regiones que han sufrido pro-
cesos de glaciación (Fassbender y Bornemisza, 1987). Los filosilicatos
se dividen, a su vez, en cuatro tipos principales que tienen los mismos
elementos fundamentales en su constitución, variando solo la forma y la
proporción, a saber:

a) Filosilicatos dimórficos (1:1) = grupo caolinita o kandita, serpentina


(caolinita, halloisita, antigorita).

b) Filosilicatos trimórficos (2:1) = grupo esmectita o montmorillonita


saponita (montmorillonita, beidelita, nontronita, saponita, hectorita,
sauconita). Grupo mica (moscovita, paragonita, biotita); grupo Ilita o
mica hidratada; grupo vermiculita (Tan, 2011).

c) Filosilicatos tetramórficos (2:1:1) = Grupo clorita.

QUÍMICA AGRÍCOLA 65
Capítulo 3. Complejo coloidal del suelo

d) Silicatos sin estructura cristalina (amorfos), tales como alófana, imo-


golita y proto-imogolita los cuales se encuentran especialmente en
suelos andisoles derivados de materiales volcánicos (Fassbender y
Bornemisza, 1987).

En el cuadro 3.2 se resumen algunas características de los silicatos.

Cuadro 3.2. Clasificación de silicatos y características.


Fórmula
Silicato Naturaleza Especies minerales
general
Anillos cerrados o dobles
Ciclosilicatos (SiO3, Si2O5) Turmalina
anillos de tetraedros
Cadenas dobles o Anfíboles, piroxenos y
Inosilicatos (SiO3, Si4O11)
simples de tetraedros hornblenda
Tetraedros separados de
Nesocilicatos SiO4 Zirconio, topacio
SiO4
Clorita, Ilita, caolinita,
Filosilicatos Hojas de tetraedros (Si2O5) montmorillonita,
vermiculita

Dos o más tetraedros


Sorocilicatos (Si2O7, Si5O16) Epidorita
unidos

Tectosilicatos esqueleto de tetraedros SiO2 Feldespatos, zeolitas


Fuente: Wells, 1975

Formación de los minerales secundarios


Los minerales secundarios se producen a partir de la acción de los agen-
tes físicos, químicos y biológicos sobre los minerales primarios; las reac-
ciones químicas y transformaciones físicas, junto con la acción del clima
(agua, temperatura, acidez, presión) y de los organismos a lo largo del
tiempo generan distintos minerales secundarios. La meteorización es el
proceso esencial de transformación de los minerales primarios y las ro-
cas, y se asume como el mecanismo predominante en la formación de
los minerales secundarios; es un proceso natural irrevocable de colapso
y evolución de las rocas y minerales en residuos no consolidados, llama-
dos "regolitos", que quedan sobre la superficie de la tierra. Asimismo, se
puede concebir como un proceso de desintegración y descomposición

66 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín


de los materiales formadores del suelo, causados por agentes, químicos,
físicos y biológicos, cuando los materiales (rocas y sus minerales) no están
en equilibrio con la temperatura, la presión y la humedad en la interfase
atmósfera-litosfera (Alvarado, 1985).

Durante periodos establecidos, las propiedades físicas y químicas de los


materiales formados son distintas, dando origen a distintos minerales; por
ejemplo, ciertas arcillas originarias de las micas al inicio poseen mucho
potasio y se les llama ilitas, pero con el tiempo lo van perdiendo, por lo que
derivan en otro tipo de arcillas llamadas vermiculitas, con un menor conte- 3
nido de potasio. Este es un claro ejemplo de la formación de minerales se-
cundarios, ya sea por reemplazo del potasio por otros iones hidratados o
por la hidratación misma del potasio, en primera instancia el reemplazo se
da desde el exterior de la mica hasta su interior, y en el segundo panorama
ocurre desde el interior de las láminas de la mica. Consecuentemente, este
proceso genera una reducción del tamaño de la mica y un cambio de su
naturaleza química.

3.4. Coloides orgánicos


La materia orgánica (MO) del suelo comprende un conjunto de materia-
les con distintos grados de descomposición y de diferente origen; no es
posible establecer una fórmula química única para la materia orgánica, ya
que es distinta para cada suelo en particular. Los residuos vegetales y la
biomasa no viva del suelo (mohos, levaduras, bacterias, actinomicetos,
protozoos, algas) forman parte de la materia orgánica del suelo. Por lo ge-
neral, los tejidos de las plantas están compuestos de carbono, hidrógeno,
oxígeno, nitrógeno, azufre y fósforo, además de otros elementos, por lo
que estos son comunes en la materia orgánica formada en el suelo a partir
de la descomposición de estos tejidos.

Normalmente, el contenido de materia orgánica en el suelo es predomi-


nante en su superficie y decrece conforme aumenta la profundidad. La
mayoría de la actividad microbiana del suelo se desarrolla al lado de la ma-
teria orgánica. Se puede encontrar materia orgánica de distintos colores,
que van desde oscuros a marrón claro, los cuales varían en función de la
procedencia de los tejidos en descomposición. En los climas templados,
al oscurecer el suelo, se fomenta su calentamiento y por ende, promueve

QUÍMICA AGRÍCOLA 67
Capítulo 3. Complejo coloidal del suelo

mejor germinación y aprovechamiento del agua. Los suelos con un alto


contenido de materia orgánica presentan baja densidad aparente.

Entre los aspectos más importantes que involucran a la materia orgánica


del suelo (MOS), se pueden citar los siguientes:

1. Constituye un reservorio de nutrimentos en forma orgánica; por


ejemplo, el nitrógeno se presenta en compuestos orgánicos y solo
una pequeña parte (1-3 %), en formas inorgánicas (nítrica y amóni-
ca). Al descomponerse, la materia orgánica libera una fracción de los
nutrimentos necesarios para las plantas.

2. Participa directamente en los fenómenos de absorción. Dentro de


ellos se destacan la inactivación de plaguicidas y otras sustancias
xenobióticas, además de nutrimentos como fósforo y cobre.

3. Provee a los suelos la capacidad de resistir cambios rápidos de pH


causados por la adición de enmiendas o de fertilizantes.

4. Regula la capacidad de almacenamiento de agua y mejora la infil-


tración a través del perfil del suelo, reduce la pérdida de agua por
evaporación, mejora el drenaje de suelo de textura fina.

5. Constituye alimento para microorganismos con capacidad de fijar y


mineralizar nutrimentos.

6. Mejora las propiedades físicas del suelo, disminuyendo el deterioro


por compactación.

7. Regula la disponibilidad de nutrimentos principales y de elementos


menores mediante la formación de sustancias orgánicas que cons-
tituyen compuestos solubles, no iónicos. Estas sustancias llamadas
quelatos son móviles en la disolución del suelo y pueden ingresar a
la planta, posteriormente liberan los nutrimentos que forman parte
de la estructura inicial.

La materia orgánica del suelo es el resultado de fracciones de moléculas


orgánicas cuya estructura no ha podido ser degradada a compuestos más
simples; por lo tanto, está conformada por un complejo de residuos resis-
tentes a la degradación denominado humus, una materia amorfa, com-
pleja. Más específicamente, el humus corresponde a la materia orgánica
amorfa existente en el suelo macromolecular, polimérica y sin organización

68 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín


biológica, su estructura posee grupos ionizables que pueden generar car-
gas. Originalmente procede de compuestos orgánicos como taninos, po-
lifenoles, lignina, ceras y proteínas metabolizadas resistentes a la degrada-
ción, además de quitina no degradable proveniente de insectos y hongos.
El humus actúa como un polielectrolito macromolecular, ya que los grupos
funcionales que presenta pueden ionizarse y reaccionar, así como secues-
trar, quelatar e inmovilizar iones, metales pesados y sustancias orgánicas
tóxicas (Primo y Carraso, 1973).
3
Humificación y sustancias húmicas
La humificación es el proceso de formación del humus (transformación de
la materia orgánica) y el responsable de la acumulación de la materia orgá-
nica en el suelo; si se destruyen los compuestos orgánicos del suelo en su
totalidad. se producirán productos inorgánicos sencillos (CO2, NH3, H2O,
etc.) y se habla de mineralización. Ambos procesos, humificación y mine-
ralización, siempre ocurren con mayor o menor intensidad. La humificación
de la materia orgánica del suelo depende de varios factores, entre ellos la
actividad biológica, el clima, la vegetación, el tipo de material original, el pH
y el contenido de bases.

La humificación biológica se desarrolla en suelos con buena aireación, con


presencia de mesofauna (invertebrados macroscópicos como nemato-
dos, lombrices y artrópodos) y flora, con pH cercano a 7 y alta disponibili-
dad de bases (K+, Ca2+, Mg2+). Bajo estas condiciones, el ciclo biológico es
rápido, con activa mineralización y humificación, y degradación de celulosa
y lignina.

La humificación abiológica se produce en condiciones ambientales des-


favorables para la actividad microbiológica, como baja disponibilidad de
oxígeno o agua (hidromorfismo o suelos de desierto), pH ácido y baja con-
centración de bases en la roca madre, o vegetación de ericáceas o pinos.
En estas condiciones, la humificación es muy lenta y se producen sustan-
cias poco polimerizadas y solubles en agua. Predominan en el suelo los
microorganismos que descomponen la lignina a fenoles sencillos que, a su
vez, reaccionan con proteínas.

Las sustancias húmicas se clasifican en ácidos húmicos, ácidos fúlvicos y


huminas, tales categorías se definen de acuerdo con la solubilidad de las
diferentes fracciones del humus, ya sea en una disolución ácida o alcalina;

QUÍMICA AGRÍCOLA 69
Capítulo 3. Complejo coloidal del suelo

sin embargo, este procedimiento no aporta información química signifi-


cativa acerca de los materiales extraídos, más bien se requieren técnicas
analíticas adicionales para su caracterización. Es importante destacar que
no existen límites definidos entre los ácidos húmicos, fúlvicos y las humi-
nas, todos ellos son parte del sistema supramolecular extremadamente
heterogéneo conocido como humus.

Los ácidos húmicos son sólidos amorfos de color marrón oscuro, general-
mente insolubles en agua y en casi todos los disolventes no polares, pero
fácilmente dispersables en las disoluciones alcalinas, constituyendo un hi-
drosol que puede experimentar floculación mediante el tratamiento de los
ácidos o los demás cationes. Desde el punto de vista estructural, su molé-
cula parece estar constituida por un núcleo de naturaleza aromática más o
menos condensado, con predominio de radicales alifáticos, presentando
en conjunto el carácter de heteropolímeros condensados (compuestos for-
mados a partir de subunidades diferentes, como una proteína compuesta
por varias subunidades de aminoácidos).

Los ácidos fúlvicos, por su composición química, son similares a los ácidos
húmicos, y contienen grupos carboxilos, metoxilos, hidroxilos y fenólicos,
los cuales determinan las reacciones de intercambio iónico, pero poseen
mayor solubilidad en agua. Los ácidos fúlvicos también contienen amino
azúcares y, posiblemente, sustancias reductoras en mayor cantidad que
los ácidos húmicos. Se les atribuye la propiedad de destruir rápidamente
la fase mineral y, en particular, los minerales de silicato presentes en el
suelo. Poseen una coloración más clara que los ácidos húmicos. Son las
sustancias húmicas de menor grado de polimerización, lo cual le da una
menor masa molecular; además, son estructuras poco complejas si se les
compara con el resto de las sustancias húmicas.

Por su parte, las huminas ocupan una posición intermedia entre los ácidos
húmicos y el carbón. En suelos turbosos o en capas superficiales de sue-
los minerales, las huminas están compuestas por sustancias vegetales en
humificación; los primeros corresponden a un tipo de suelo derivado de
materia orgánica muerta en un área húmeda, donde la menor cantidad de
oxígeno disponible causa como resultado una descomposición más lenta
de la materia orgánica, de modo que se puede reconocer los residuos
vegetales. En el laboratorio, los compuestos no se extraen con soluciones
alcalinas. Poseen un alto grado de polimerización, una alta masa molecu-
lar, y de los tres ácidos es el que presenta mayor contenido de carbón por
unidad de masa, se caracteriza por ser insoluble en agua.

70 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín


En la figura 3.9, se enumeran las principales características de las sustan-
cias húmicas.

SUSTANCIAS HÚMICAS

de color negro de color café o gris de color amarillo


3
HUMINAS ÁCIDOS HÚMICOS ÁCIDOS FÚLVICOS

Poseen Poseen Poseen

Grupos funcionales
(caboxilo COOH,
Alta polimerización hidroxilo OH, Menor polimerización
amino NH2
Alta masa molecular Menor masa molecular

Alto contenido de carbono Comportamiento hidrófobo Menor contenido de C (44-49%)


e hidrófilo
Alta acidez intercambiable Poca acidez intercambiable
Predominancia de
Poca solubilidad en agua configuraciones cíclicas Mayor solubilidad en agua

Nitrógeno en su composición

Aminoazúcares y sustancias reductoras

Figura 3.9. Sustancias húmicas del suelo.

Grupos funcionales más importantes de los coloides


orgánicos
Las propiedades de intercambio iónico de las sustancias húmicas resul-
tan de la presencia de grupos funcionales en estructura, los cuales son
los responsables de generar los sitios de intercambio iónico en el suelo y
que hacen al humus partícipe de la red de intercambio iónica dentro del
suelo. Se reconocen como grupos funcionales e incluyen hidroxilo (-OH),
carboxilo (-COOH), fenólico (Ar-OH) y amino (-NH2). De todos los anterio-
res, se destaca primordialmente al carboxilo, común en la mayoría de las
estructuras orgánicas en antes y después de la humificación.

QUÍMICA AGRÍCOLA 71
Capítulo 3. Complejo coloidal del suelo

Grupo carboxilo (-COOH): el oxígeno es más electronegativo que el hidró-


geno y atrae con mayor fuerza los electrones del enlace O-H, provocando
un dipolo en ese enlace que lo hace vulnerable a las condiciones del me-
dio; en consecuencia, el grupo carboxilo posee la capacidad de generar
cargas variables según el pH del medio. Cuando el pH es alcalino (básico),
es factible que se desprotone (pierda el ion H+) y genere cargas negativas
que permiten la atracción de cationes esenciales para las plantas; los gru-
pos carboxílicos proveen al humus de cargas negativas para atraer iones
positivas, todos los nutrimentos con valencia positiva tal como Mg2+, Ca2+,
K+ (Primo y Carraso, 1973).

Por el contrario, cuando el pH es ácido se favorece la ganancia de un pro-


tón y la generación de cargas positivas que permiten la atracción de anio-
nes necesarios para los cultivos, como lo son el fosfato (PO43-), el sulfato
(SO42-) y el borato (BO33-) (Navarro y Navarro, 2003).

Protonación (ganancia de protón)


H
O+

R O
O +
+H

R OH -H +
O

R O-

Desprotonación (pérdida de un protón)


Figura 3.10. Rutas de ionización del grupo carboxilo.

• Grupo hidroxilo (-OH): en los grupos hidroxilo, el oxígeno está unido


a un átomo de carbono y a otro de hidrógeno en la forma C-O-H; la
diferencia de electronegatividad entre el oxígeno y el hidrógeno pro-
voca que este último tenga una ligera tendencia a ionizarse, como se
describe en la figura 3.8, y producir un anión capaz de atraer catio-
nes para estabilizar la carga que se genera. Los hidroxilos se pueden
clasificar en hidroxilos alcohólicos y fenólicos, de acuerdo con el
ambiente al que pertenezca el átomo de carbono: si es un ambiente
alifático, el grupo hidroxilo se clasifica como alcohólico, pero si el

72 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín


ambiente es aromático, el grupo hidroxilo se considera fenólico. Las
ionizaciones de ambos grupos se muestran en la figura 3.11.

R OH R O- +H+

OH O- +H+
3
Figura 3.11. Ionización de los grupos hidroxilos (alcohólico y fenólico).

Cuando se cuantifican los hidroxilos presentes en los ácidos húmicos, el


concepto hidroxilos totales en muchos casos se refiere a la suma de los
-OH fenólicos y los -OH alcohólicos. En otras ocasiones se refiere a los
grupos -OH asociados con todos los grupos funcionales, tales como feno-
les, alcoholes, enoles e hidroquinonas, presentes en los ácidos húmicos.
Por otro lado, los hidroxilos fenólicos se pueden calcular por diferencia
entre los hidroxilos totales y los alcohólicos.

También se ha demostrado que algunos hongos del suelo son capaces de


hidrolizar (desmetoxilar) los sustituyentes -OH fenólicos que tienen carácter
ácido débil y que, en medio alcalino, adquieren también carga negativa
(Primo y Carraso, 1973).

• Aminoácidos (H2N-R-COOH): los aminoácidos poseen un grupo


carboxílico (-COOH) y un grupo amino (-NH2). Los aminoácidos que
resultan de la hidrólisis de las proteínas pueden unirse a las quino-
nas para formar estructuras que contienen tanto carboxilos como
grupos amino; estos últimos pueden protonarse y generar cargas
positivas, del tipo -NH3+, en la estructura como se muestra en la
figura 3.12. Estos compuestos pueden sufrir una descarboxilación
y originar un polímero básico que, en medio ácido, se ioniza dando
macro cationes: es decir, el polímero quedará con cargas positivas
(Primo y Carraso, 1973).

QUÍMICA AGRÍCOLA 73
Capítulo 3. Complejo coloidal del suelo

NH3+

C C COOH a pH ácido
NH2
H
C C COOH
NH2
H a pH básico
C C COO-

H
Figura 3.12. Ionización de los grupos funcionales de los aminoácidos en función
del pH del medio.

3.5. Floculación de los coloides del suelo


Desde el punto de vista agronómico, una de las principales propiedades
de los coloides electronegativos (arcilla-humus) del suelo es la posibilidad
de provocar su floculación o su dispersión. El estado de los coloides en
el suelo se puede explicar en función del nivel de disociación que estos
presenten; en las reacciones 3.1 y 3.2, se describe de forma simplificada el
estado de las arcillas y el humus en función del pH del suelo:

Arcilla-H D Arcila- + H+ (Re.3.1)

Arcilla-H D Humus- + H+ (Re.3.2)

Cuando aumenta la concentración iones hidrógeno (disminuye el pH del


suelo), los equilibrios de las reacciones 3.1 y 3.2 se desplazan hacia la
izquierda, de acuerdo con el principio de Le Châtelier, provocando la flocu-
lación; por el contrario, cuando el pH del suelo es alcalino, los iones hidró-
geno son neutralizados, lo que reduce su concentración, y el equilibrio se
desplaza hacia la derecha produciendo la dispersión. En la figura 3.13, se
muestran de forma esquemática los fenómenos de floculación y dispersión
en función del pH del suelo.

74 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín


Coloide disperso Coloide floculado
H+

OH-

Figura 3.13. Descripción pictórica de los fenómenos de floculación y dispersión


de coloides del suelo en función del pH. 3
Fuente: Modificado de http://www.eweb.unex.es/eweb/edafo/ECAP/
ECAL5PFEstructura.htm).

Los términos coagulación y floculación se utilizan indistintamente en rela-


ción con la formación de agregados, ya que ambas operaciones se produ-
cen de manera simultánea. Sin embargo, se debe aclarar que la coagula-
ción es la desestabilización de la suspensión coloidal como consecuencia
de la eliminación de las dobles capas eléctricas que rodean a las partículas
coloidales, con la consiguiente formación de núcleos microscópicos. Por
su parte, la floculación es un fenómeno de transporte de las partículas
coaguladas que provoca colisiones entre ellas, promoviendo la aglomera-
ción de partículas desestabilizadas, primero en microflóculos y luego, en
aglomerados voluminosos llamados flóculos.

Cuando los coloides floculan forman nuevas gránulas, uniendo las partícu-
las minerales dispersadas y mejorando la estructura del suelo. La coagu-
lación-floculación de los coloides se observa cuando la micela (arcillosa o
húmica) entra en reacción con los iones H+ o cationes K+, Na+, Ca2+ y Mg2+.
Los iones de los metales alcalinotérreos (Ca2+ y Mg2+) poseen un mayor
radio de hidratación que los iones de los metales alcalinos (Na+ y K+) y, en
consecuencia, pueden entrar en contacto más estrecho con los coloides,
ocasionando con ello un efecto más fuerte de floculación.

En la floculación de los ácidos húmicos participan tanto factores quími-


cos como condiciones físicas que, con frecuencia, afectan la coagulación
de tales coloides. Cuando el suelo húmedo se seca, los ácidos húmicos
floculan fácilmente por deshidratación de coloides y se transforman en
sustancias amorfas (huminas y alúmina), las cuales pierden la cualidad de
cementar las partículas del suelo.

El fenómeno opuesto a la floculación-coagulación es la dispersión. La per-


manencia de los agregados del suelo en el tiempo es variable porque por

QUÍMICA AGRÍCOLA 75
Capítulo 3. Complejo coloidal del suelo

el efecto mecánico de la lluvia, las labores agrícolas, etc., pueden causar


la disolución y dispersión de los coloides floculados. Cuando la interacción
entre las partículas coloidales es de repulsión, estas tienden a separar-
se unas de otras, es decir, a dispersarse. A diferencia del fenómeno de
atracción, que no está influenciado por las características del sistema, la
repulsión depende en gran parte de ellas y en consecuencia, se puede
provocar la floculación o dispersión modificando el espesor de la doble
capa. Este último se puede lograr cambiando la concentración de electro-
litos, la temperatura, la constante dieléctrica de la disolución, el tamaño o
la carga de los iones hidratados, el pH, entre otros.

76 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín


Ejercicios de autoevaluación

1. Indique cuáles son las fases del sistema coloidal del suelo.

2. Enumere los tipos de coloides del suelo.


3
3. Describa qué son los silicatos.

4. Enumere los tres tipos principales de rocas.

5. Esboce un tetraedro que muestre los átomos de oxígeno y de silicio.

6. Enumere los diferentes tipos de silicato existentes y el número de


átomos de oxígeno que se comparten en sus estructuras.

7. Explique de dónde surgen las cargas en los silicatos.

8. Describa qué es la meteorización.

9. Anote tres aspectos en los que participa la materia orgánica del


suelo.

10. Defina con sus palabras qué es el humus.

11. Explique en qué consiste la humificación.

12. Distinga entre humificación biológica y abiológica.

13. Describa brevemente los diferentes tipos de sustancias húmicas.

14. Anote tres grupos funcionales que pueden determinar las propieda-
des de intercambio iónico de las sustancias húmicas.

15. Distinga entre los conceptos de floculación y dispersión.

QUÍMICA AGRÍCOLA 77
Capítulo 3. Complejo coloidal del suelo

Respuestas

1. Una fase continua o fluida, denominada medio dispersante o disol-


vente, y otra dispersa en forma de partículas, por lo general sólidas.

2. Arcillas cristalinas silicatadas, arcillas no cristalinas amorfas, óxidos


de hierro y aluminio (sesquióxidos), coloides orgánicos (humus).

3. Son compuestos inorgánicos formados por silicio y aluminio.

4. Ígneas, metamórficas y sedimentarias.

5.

Si
O
O
O

6.

Número de átomos de
Tipo de silicato
oxígeno que comparten
Ciclosilicatos 2
Inosilicatos 3
Nesosilicatos 0
Filosilicatos 3
Sorocilicatos 1
Tectosilicatos 4

7. De la sustitución de átomos de silicio por átomos de hierro, aluminio.

8. Proceso de desintegración y descomposición de los materiales for-


madores del suelo para dar origen a otros nuevos.

78 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín


9. Constituye un reservorio de nutrimentos en forma orgánica; por
ejemplo, el nitrógeno se presenta en compuestos orgánicos y solo
una pequeña parte (1-3 %) se presenta en formas inorgánicas (nítrica
y amónica). Al descomponerse, la materia orgánica libera una frac-
ción de los nutrimentos necesarios para las plantas.

Participa directamente en los fenómenos de absorción. Provee a los


suelos la capacidad de resistir cambios rápidos de pH causados por
la adición de enmiendas o de fertilizantes. Regula la capacidad de
almacenamiento de agua, mejora la infiltración a través del perfil del
3
suelo, reduce la pérdida de agua por evaporación y mejora el dre-
naje de suelo de textura fina. Constituye alimento para microorga-
nismos con capacidad de fijar y mineralizar nutrimentos. Mejora las
propiedades físicas del suelo, disminuyendo el deterioro por com-
pactación. Regula la disponibilidad de nutrimentos principales y de
elementos menores mediante la formación de sustancias orgánicas
que constituyen compuestos solubles, no iónicos. Estas sustancias
llamadas quelatos son móviles en la disolución del suelo y pueden
ingresar a la planta posteriormente liberando los nutrimentos que
forman parte de la estructura inicial.

10. Materia orgánica amorfa existente en el suelo macromolecular, po-


limérica y sin organización biológica cuya estructura posee grupos
ionizables que pueden generar cargas.

11. Consiste en transformar la materia orgánica para dar origen al humus.

12. La humificación biológica se desarrolla en suelos con buena airea-


ción, con presencia de mesofauna y flora, con pH cercano a 7 y alta
disponibilidad de bases. La humificación abiológica se produce en
condiciones ambientales desfavorables para la actividad microbioló-
gica, como baja disponibilidad de oxígeno o agua, pH ácido y baja
concentración de bases en la roca madre o vegetación de ericáceas
o pinos.

13. Los ácidos húmicos son sólidos amorfos de color marrón oscuro,
por lo general, insolubles en agua y en casi todos los disolventes no
polares, pero fácilmente dispersables en las disoluciones alcalinas.
Los ácidos fúlvicos son similares a los ácidos húmicos y contienen
grupos carboxilos, metoxilos, hidroxilos y fenólicos, los cuales de-
terminan las reacciones de intercambio iónico, pero poseen mayor

QUÍMICA AGRÍCOLA 79
Capítulo 3. Complejo coloidal del suelo

solubilidad en agua. Las huminas ocupan una posición intermedia


entre los ácidos húmicos y el carbón, poseen un alto grado de poli-
merización, una alta masa molecular, y de los tres ácidos es el que
presenta mayor contenido de carbón por unidad de masa, se carac-
teriza por ser insoluble en agua.

14. Carboxílicos, hidroxilos y aminoácidos.

15. La floculación es un fenómeno de transporte de partículas coagu-


ladas que promueve la aglomeración de partículas desestabilizadas
formando aglomerados voluminosos llamados flóculos. La disper-
sión es la separación de los agregados producto de la repulsión
generada en las partículas coloidales.

80 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín


Referencias

Alvarado, A. (1985). El origen de los suelos. Centro Agronómico Tropical de


Investigación y Enseñanza Turrialba: Costa Rica.

Edafología. Ciencias Ambientales. Lección 5 Propiedades del suelo. Propiedades


físicas. Estructura. Recuperado el 1 de septiembre de 2011 de http://
3
www.eweb.unex.es/eweb/edafo/ECAP/ECAL5PFEstructura.htm

Fassbender, H. W. y Bornemisza, E. (1987). Química de suelos, con énfasis en


suelos de América Latina. Colección Libros y Materiales Educativos/IICA.
81. San José, Costa Rica.

García Romero, E. y Suárez Barrios, M. Las arcillas: propiedades y usos.


Recuperado el 3 de septiembre de 2011 de http://www.uclm.es/users/
higueras/yymm/arcillas.htm#Esfil

Navarro, S. y Navarro, G. (2003). Química Agrícola. (2ª ed.). Madrid: Mundi Prensa.

Petrucci, R.H., Harwood, W. S. y Herring, F.G. (2003). Química General. (8ª ed.).
Madrid: Pearson Education S.A.

Primo, E. y Carrasco, J.M. (1973). Química Agrícola; suelos y fertilizantes. Madrid:


Alhambra.

Tan, Kim H. (2011).Principles of Soil Chemistry. Fourth Edition. CRC Press. Florida.

Wells, A.F. (1975). Structural Inorganic Chemistry. (4ª ed). Londres: Oxford
University Press.Ca

QUÍMICA AGRÍCOLA 81
CAPÍTULO 4
Química de
los nutrientes
MAYORES y
MENORES

Sumario
• Nitrógeno
• Fósforo
• Potasio
• Azufre
• Calcio
• Micronutrimentos
Objetivos
Al finalizar el estudio del presente capítulo usted, estará en la capacidad de:

• Describir las funciones básicas de los nutrimentos en el suelo.

• Diferenciar las propiedades químicas de los distintos nutrimentos en


el suelo.

• Relacionar manejos agrícolas con respecto a las funciones básicas


de los nutrimentos.

Le recomendamos observar los siguientes videos para faci-


litarle el aprendizaje de los contenidos expuestos en el pre-
sente capítulo:

“QA Capítulo 4 Sección 1 Química de los nutrientes mayo-


res y menores”

ht tps://w w w.youtube.com/watch?v=w-2-92CCk8A&index=9&lis-
t=PL5eXNtcO-SQsqZgJm0xvh0UQ_MayCDuc0

“QA Capítulo 4 Sección 2 Química de los nutrientes mayo-


res y menores”

https://www.youtube.com/watch?v=G4Jj0OT W82w&index=10&lis-
t=PL5eXNtcO-SQsqZgJm0xvh0UQ_MayCDuc0
S
e estima que el 94-99,5 % del tejido vegetal se compone de tres
elementos químicos: carbono (C), hidrógeno (H) y oxígeno (O). Las
plantas obtienen, mediante el proceso de fotosíntesis, carbono y
oxígeno a partir del CO2 del aire, en tanto el hidrógeno (H) lo adquieren del
agua (H2O). Sin embargo, para vivir y desarrollarse, las plantas requieren
de otros elementos esenciales, como nitrógeno (N), fósforo (P), potasio (K),
azufre (S) y magnesio (Mg), entre otros, que son absorbidos del suelo a tra-
vés del sistema radicular, y que juntos no superan el 6% del tejido vegetal
de la planta. Estos elementos que las plantas toman del suelo son los que
regularmente limitan el desarrollo de los cultivos (Navarro y Navarro, 2003);
ya sea por la deficiencia de uno de estos elementos esenciales en el suelo
o por la dificultad de la planta para absorber el nutriente a través de sus
raíces, el resultado es un desarrollo limitado de la planta y una capacidad 4
restringida para producir.

Se han descubierto más de 118 elementos químicos, de los cuales solo


16 representan elementos esenciales para la supervivencia de las plantas.
Un elemento se considera esencial para las plantas si cumple dos criterios
(Salisbury y Ross, 1992):

a) La planta no puede completar su ciclo de vida en ausencia de tal


elemento.

b) Forma parte de cualquier molécula o constituyente de la planta,


como el nitrógeno de las proteínas o el magnesio de la clorofila.

Este grupo de elementos necesarios para las plantas se dividen en nutrien-


tes mayores, en adelante llamados macronutrientes, y menores, también
denominados micronutrientes, los cuales se necesitan en concentracio-
nes tisulares menores de 100 mg.kg-1 de materia seca. Adicionalmente,
los macronutrientes se subdividen en nutrimentos primarios (N, P, K) y
secundarios (Ca, Mg, S); los macronutrientes primarios se requieren en
grandes cantidades y, en general, son los que presentan deficiencias,
en tanto los macronutrientes secundarios y micronutrientes las plantas
requieren de menores cantidades y las existentes en los suelos son, ha-
bitualmente, suficientes para suplir los requerimientos de las plantas sin
que se produzcan deficiencias.

En los siguientes apartados, se hace una descripción de los requerimientos


y funciones que realizan los elementos químicos esenciales para las plantas.

QUÍMICA AGRÍCOLA 85
Capítulo 4. Química de los nutrientes mayores y menores

4.1. Nitrógeno
En la figura 4.1 se muestran las diferentes matrices del nitrógeno en la
naturaleza. Aproximadamente, el 98% del nitrógeno total de la tierra se
presenta en la litosfera (suelos, rocas, sedimentos y materiales fósiles), en
tanto el restante 2% se encuentra en la atmósfera.

TABLA PERIÓDICA DE LOS ELEMENTOS

H He
Li Be B C N O F Ne
Na Mg Al Si P S Cl Ar
K Ca Sc Ti V Cr Mn Fe Co Ni Cu Zn Ga Ge As Se Br Kr
Rb Sr Y Zr Nb Mo Tc Ru Rh Pd Ag Cd In Sn Sb Te I Xe
Cs Ba La* Hf Ta W Re Os Ir Pt Au Hg Tl Pb Bi Po At Rn
Fr Ra Ac** Rf Db Sg Bh Hs Mt Uun Uuu Uub

*Ce Pr Nd Pm Sm Eu Gd Tb Dy Ho Er Tm Yb Lu
**Th Pa U Np Pu Am Cm Bk Cf Es Fm Md No Lr

Macronutriente obtenido del aire o del agua, requerido por todas las plantas
Macronutriente obtenido del suelo, requerido por todas las plantas
Micronutriente obtenido del suelo, requerido por todas las plantas
Micronutriente obtenido del suelo, solo requerido por algunas plantas

Figura 4.1. Tabla periódica de los elementos y los elementos esenciales para
las plantas
Fuente: Adaptado de Navarro y Navarro (2003).

El aire
(atmósfera)

en el plantas
en el agua
(hidrósfera)
N y animales
(biosfera)

en el suelo
(litosfera)

Figura 4.2. Formas de nitrógeno en la naturaleza.

86 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín


Se reporta que los suelos tropicales contienen niveles de nitrógeno que os-
cilan entre 0,02% y 0,4%, en tanto los suelos desérticos y semidesérticos
presentan porcentajes mayores; los suelos muy ricos en materia orgánica
pueden llegar a poseer contenidos de nitrógeno de hasta 2% (Fassbender
y Bornemisza, 1987). Se estima que, por ejemplo, una hectárea de un sue-
lo que posee 0,15% de nitrógeno, un espesor de 20 cm y una densidad
de 1,1 g cm-3, contiene alrededor de 3 300 kg de N, como se muestra a
continuación:

10 000 m2 10 000 cm2


1ha suelo x x x 20 cm = 2x109 cm3 de suelo
1 Ha 1 m2
4
2x10 cm de suelo x 1,1 g suelo = 2x109 g de suelo
9 3

cm3 de suelo

0.15 g N x 1 kg = 3300 kg N
2.2 x 109 g de suelo x
100 g de suelo 1000 g

La cantidad de nitrógeno presente en el suelo está controlada por las condi-


ciones climáticas y la vegetación. La mayoría de los suelos agrícolas contie-
nen niveles de nitrógeno que oscila entre 0,01 y 0,5%, con un valor promedio
de 0,15% de N; sin embargo, solo un 1% de este nitrógeno, o inclusive me-
nor, puede ser absorbido por las plantas (Navarro y Navarro, 2003).

La temperatura y la humedad (régimen pluvial) afectan significativamen-


te el contenido de nitrógeno en el suelo, estableciéndose una relación
inversa entre la temperatura y la concentración de nitrógeno: conforme
aumenta la temperatura del suelo disminuye su contenido de nitrógeno.
Cuantitativamente, el efecto de la temperatura y de las condiciones hídri-
cas sobre el contenido de N de los suelos viene dado por la ecuación 4.1
(Fassbender y Bornemisza, 1987).

N = 0,55 e-0,08 T (1- e-0,005 H) (Ec. 4.1)

Donde:

N = porcentaje de N de suelos superficiales

e = base de logaritmos naturales

QUÍMICA AGRÍCOLA 87
Capítulo 4. Química de los nutrientes mayores y menores

T = temperatura anual promedio, °C

H = “factor de humedad”: la relación entre la precipitación pluvial


(mm/año) y el déficit de saturación del vapor de agua (mmHg).

El nitrógeno del suelo se presenta de varias formas, algunas disponibles


para las plantas y otras no. Los iones nitrato (NO3-) y amonio (NH4+) son
especies absorbidas por las raíces y luego empleadas en la síntesis de
proteínas y de otros compuestos orgánicos. Las plantas superiores ab-
sorben el nitrógeno principalmente en la forma de nitrato debido a la alta
movilidad de dicho ion en agua. El ion amonio, por el contrario, es fijado
por el complejo coloidal del suelo, lo que limita su disponibilidad para las
plantas; adicionalmente, el amonio en el suelo tiende a ser oxidado a nitrito
y nitrato, tema que se abarcará más adelante.

Se considera que los compuestos orgánicos iniciales sintetizados a partir


de la asimilación de nitrógeno son los aminoácidos (Navarro y Navarro,
2003). Existen 21 aminoácidos que se combinan entre sí para formar las
proteínas de la planta. La genética y la cantidad de nitrógeno disponible
para la planta controlan el orden en que se unen esos aminoácidos y, por
ende, el tipo de proteína formada.

A pesar de la abundancia de N2 en la atmósfera (alrededor del 79%), dicha


sustancia no es aprovechable por las plantas; en consecuencia, se ven
obligadas a utilizar las formas combinadas de nitrógeno que se encuentran
en el suelo, las cuales se encuentran en cantidades insuficientes para so-
portar los cultivos intensivos. La energía del enlace N≡N en la molécula de
N2 es de aproximadamente 940 kJ/mol; para romper tal enlace, se requiere
aplicar una alta energía (por ejemplo, con una descarga eléctrica), algo que
no es sencillo bajo las condiciones de presión y temperatura a las que se
encuentran los suelos. Todo lo anterior provoca que con frecuencia haya
deficiencia de nitrógeno en la mayoría de los suelos del planeta.

Una vez en el suelo, las distintas formas del nitrógeno experimentan una
serie de reacciones dependientes del pH, de los organismos presentes,
de la temperatura y del potencial de oxidación del medio en que se en-
cuentran. El nitrógeno del suelo experimenta dos procesos reversibles: la
fijación y la mineralización, procesos que a continuación se describen.

88 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín


Fijación del nitrógeno
Los desechos orgánicos son objeto de numerosos procesos de trans-
formación química y microbiológica; un producto de tales procesos es
la fijación del nitrógeno, la cual produce un enriquecimiento en el suelo.
La fijación de nitrógeno consiste en producir óxidos de nitrógeno (NOx) o
amonio (NH4+), compuestos que pueden incorporarse a la biosfera, a partir
de la reacción química del nitrógeno molecular (N2) con oxígeno (O2) o hi-
drógeno (H2). La fijación de nitrógeno puede ocurrir mediante dos tipos de
procesos: biológicos y no biológicos (abióticos).

Fijación abiótica 4
Dentro de los procesos de fijación abiótica se encuentran la combustión
de compuestos orgánicos, la combinación de N2 con O2 en la atmósfera,
el proceso industrial Haber-Bosch, la adición de materia orgánica y de fer-
tilizantes, entre otros, como se muestra en la figura 4.3.

La fijación eléctrica de nitrógeno ocurre cuando este reacciona con el oxí-


geno del aire, mediante una descarga de alto voltaje como un relámpago,
para formar monóxido de nitrógeno (NO); el NO puede continuar reaccio-
nando con más oxígeno del aire para producir dióxido de nitrógeno (NO2).
Adicionalmente, el dióxido de nitrógeno puede combinarse con el agua
de la atmósfera para producir ácido nítrico (HNO3), el cual se incorpora al
suelo al ser arrastrado por la lluvia. Las reacciones Re.4.1-Re.4.3 describen
los procesos anteriores.

N2 (g) + O2 (g)
→ 2 NO (g)
(Re.4.1)

2 NO (g) + O2 (g) → 2 NO2 (g)


(Re.4.2)

3 NO2 (ac) + H2O(l) → 2 HNO3 (ac) + NO(g) (Re.4.3)

La fijación industrial se lleva a cabo mediante el proceso Haber-Bosch; en


este procedimiento,el nitrógeno se hace reaccionar con hidrógeno a alta
temperatura y presión, como se muestra en la ecuación Re.4.4.

N2 (g) + 3 H2 (g)
→ 2 NH3(g) (Re.4.4)

QUÍMICA AGRÍCOLA 89
Capítulo 4. Química de los nutrientes mayores y menores

La adición de materia orgánica en descomposición, en forma de abonos o


de residuos de cosecha en descomposición, es otra forma de entrada de
nitrógeno al suelo; se le llama reciclaje de nutrimentos cuando la materia
orgánica proviene de residuos de cosecha. La incorporación de residuos
de cosecha en el suelo es una práctica empleada para abandonar la que-
ma poscosecha, la cual tiene serias implicaciones ambientales.

Sin embargo, la mayor entrada de nitrógeno en los sistemas agrícolas


implica la adición de fertilizantes, estos poseen distintos porcentajes de
nitrógeno, como se verá en el capítulo 5, y en consecuencia, aportan can-
tidades variables de dicho elemento a los suelos.

Procesos de entrada del nitrógeno al suelo

Fijación simbiótica
1. Fijación biológica
Fijación no simbiótica

Fijación por descargas eléctricas


2. Fijación no biológica
Fijación industrial

3. Adición de materia orgánica (mineralización)

4. Adición de fertilizantes

Figura 4.3. Formas de nitrógeno en general.

Fijación biológica
En la fijación biológica el nitrógeno molecular se combina con hidrógeno,
carbono y oxígeno, principalmente, para formar compuestos orgánicos
en las plantas, como describen las reacciones Re.4.5 y Re.4.6. Este pro-
ceso lo llevan a cabo organismos procarióticos, los que se caracterizan
por poseer células cuyo núcleo no está completamente separado del
citoplasma. Como se mencionó previamente, el enlace N≡N es muy fuer-
te y requiere de mucha energía para romperlo. En la fijación biológica,
la enzima nitrogenasa efectúa el rompimiento de dicho enlace, con un

90 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín


consumo de 16 moles de ATP por cada mol de N2 que reaccione, como
describe la ecuación Re.4.5.

N2 + 16 ATP + 8 e- + 8 H+ → 2 NH3 + 8 H2 + 16 ADP + 16 Pi (Re.4.5)


NH3 + ácidos orgánicos → aminoácidos → proteínas (Re.4.6)

Mineralización del nitrógeno


La mineralización consta de una serie de procesos de amonificación y ni-
trificación consecutivos a través de los cuales los componentes orgánicos,
ya sea de materia orgánica o de residuos vegetales y animales recién incor- 4
porados al suelo, se transforman en las formas inorgánicas nitrogenadas.
El proceso de amonificación consiste en una degradación secuencial de
compuestos orgánicos nitrogenados, por ejemplo: los aminoácidos derivados
de proteínas y ácidos nucleicos experimentan procesos de desaminación
y descarboxilación, activados por enzimas desaminasas y decarboxilasas.

Por su parte, la nitrificación consiste en la transformación del amonio en


nitratos por medio de dos reacciones. La primera reacción transforma el
ion amonio a nitrito (NO2-), como se describe en la ecuación Re.4.7, y es
llevada a cabo por bacterias de los grupos Nitrosomonas, Nitrosococcus,
Nitrosospira y Nitrosoglea.

NH4+(ac) + 2 O 2(g) → NO2-(ac) + 2 H2O Nitrosomas (Re.4.7)

El segundo proceso transforma el ion nitrito a nitrato, como describe la re-


acción Re.4.8, y es realizado por bacterias del tipo Nitrobacter y Nitrocystis.

NO2-(ac) + 1/2 O 2(g) → NO3-(ac)' Nitrobacter (Re.4.8)

La figura 4.4 muestra una descripción esquemática de las etapas de la


mineralización que experimentan los materiales nitrogenados provenientes
de la materia orgánica.

QUÍMICA AGRÍCOLA 91
Capítulo 4. Química de los nutrientes mayores y menores

Etapas de la mineralización Ion nitrato


NO3-
Ion nitrito
NO2-
Nitrobacter y
Participan bacterias Bacillus sp. Nitrocystis
y Pseudomonas sp. (aeróbicas), Ion amonio
Clostridium sp. (anareróbica) y NH4+ Nitrosomas
hongos heterótrofos. Nitrosococcus
Nitrosospira
NH4OH Nitrosoglea

R -NH2 + H2O R-OH + NH3 + Energía


Compuesto Amoniaco
orgánico
nitrogenado

Amonificación Nitrificación

Figura 4.4. Etapas de la mineralización.

Desnitrificación
Las salidas de nitrógeno desde el suelo al aire o a capas profundas del
suelo comprenden la desnitrificación, descomposición, lixiviación y vola-
tilización (Alcántar y Trejo, 2007). La desnitrificación es la transformación
biológica del ion nitrato (NO3-) a nitrógeno molecular (N2), óxido nítrico (N2O)
y óxido nitroso (NO).

• Desnitrificación biológica: la desnitrificación biológica es una reac-


ción de respiración anaeróbica en la que el nitrato es convertido en
varios compuestos como N2O, NO y N2. Las bacterias encargadas
de realizar este proceso son autótrofas aeróbicas o heterótrofas que
pueden transformarse para tener un crecimiento anaeróbico cuando
se usa el nitrato como aceptor de electrones (Bitton, 1994). Bajo
condiciones de anaerobiosis, principalmente en suelos anegados
(inundados), este proceso es mediado por microorganismos como
Thiobacillus denitrificans, T. thioparus, Pseudomonas, Micrococcus,
entre otros. Las reacciones Re.4.9-Re.4.12 describen los distintos
procesos que componen la desnitrificación biológica.

92 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín


2 HNO3(ac) + 4 H+(ac) → 2 HNO2(ac) + 2 H2O (1) (Re.4.9)

2 HNO2(ac) + 4 H+(ac) → H2N2O2(ac) + 2 H2O (1) (Re.4.10)

pH>7,0
H2N2O2(ac) + 2 H+(ac) → N2(ac) + 2 H2O (1) (Re.4.11)

pH<6,0
(Re.4.12)
H2N2O2(ac) → N2O(ac) + 2 H2O (1)

Este proceso se ve favorecido en suelos con un contenido apreciable de


materia orgánica, con pH > 7 y una temperatura entre 60-65 °C. Incluso
en suelos con poco contenido de materia orgánica, se puede generar la 4
desnitrificación de forma autotrófica mediante microorganismos como
Thiobacillus denitrificans.

En lo que respecta a la desnitrificación autotrófica, el mecanismo más co-


nocido es el descrito por la ecuación Re.4.13 (Alcántar y Trejo, 2007).

6 HO-(ac) + 5 S(s) + 2 H2S(g) → 3 N2(g) + 4 HSO4-(ac)


(Re.4.13)
+ SO42-(ac) + energía

• Desnitrificación química: la desnitrificación química ocurre principal-


mente en suelos ácidos, en los cuales se favorece la formación de
ácido nitroso (HNO2). La descomposición espontánea del ácido ni-
troso, descrita en la ecuación Re.4.14, es la principal reacción de
desnitrificación química (Alcántar y Trejo, 2007).

2 HNO2(g) → NO(g) + NO2(g) + H2O(1) (Re.4.14)

Cuando en el medio hay suficiente oxígeno, el monóxido de nitrógeno (NO)


producido se puede oxidar a dióxido de nitrógeno (NO2), que luego reac-
ciona con el agua del medio para producir una mezcla de ácido nitroso y
ácido nítrico, como muestran las reacciones Re.4.15 y Re.4.16.

NO(g) + O2(g) → NO2(g) (Re.4.15)

2 HNO2(g) + H2O(1) → HNO2(ac) + HNO3(ac) (Re.4.16)

QUÍMICA AGRÍCOLA 93
Capítulo 4. Química de los nutrientes mayores y menores

El ion amonio (NH4+)


El ion amonio se produce a partir de la amonificación y participa en los
procesos de intercambio catiónico. Muchos suelos presentan capacidad
para fijar amonio, especialmente por medio de los minerales arcillosos del
tipo 2:1 (esmectitas e ilitas) con altos valores de capacidad de intercambio
catiónico. Los iones de K+ y NH4+ tienen diámetros similares y así, se inter-
cambian en forma no reversible entre los paquetes de tetraedros de silicio
(Si) y octaedros de aluminio (Al).

El amonio NH4+ producto de la amonificación puede experimentar varios


destinos o rutas: 1) ser absorbido por las plantas, 2) ser adsorbido por mi-
nerales arcillosos o materia orgánica (amonio intercambiable), 3) ser fijado
por minerales secundarios del tipo 2:1 no expandibles, 4) ser inmovilizado
por microorganismos, 5) lixiviar a través del suelo o 6) nitrificación.

En la figura 4.5 se muestran las distintas formas de amonio que pueden


encontrarse en el suelo. El ion amonio, al ser muy soluble en agua, cuan-
do se encuentra disuelto en la disolución del suelo puede ser fácilmente
asimilable por las plantas. Sin embargo, el amonio en disolución constituye
una fracción muy pequeña de todo el NH4+ del suelo. La gran mayoría se
encuentra adherida a las arcillas del suelo de dos formas, el NH4+ intercam-
biable y el NH4+ fijado. Estas dos formas de NH4+ no están disponibles para
la planta (Cerrato, 2008).

La utilización excesiva de fertilizantes nitrogenados en los cultivos repre-


senta uno de los principales problemas de contaminación de las fuentes
de agua potable, ya que estos pueden llegar a los mantos acuíferos por
lixiviación (en particular como nitratos y nitritos) y por escorrentía pueden
llegar a los cuerpos de agua superficiales y provocar la eutrofización de
estos. Por lo anterior, surge la necesidad de aplicar las cantidades precisas
de fertilizantes nitrogenados para minimizar la contaminación que provoca
su uso excesivo en los cultivos; se conoce con el nombre de agricultura
de precisión.

94 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín


Bases
disueltas
Ca2+
Ca2+ NH4+ H+ K+ K+ H+
Mg2+
H+ Acidez
H+ activa
Amonio NH4+ NH4+
K+ K+
fijado NH4+ Amonio en
(No disponible disolución
para las plantas)
(Disponible para las
Mg2+ NH4+ H+ K+ H+
plantas)

ARCILLA DISOLUCIÓN DEL


Amonio
intercambiable SUELO
(No disponible Capas de arcilla
para las plantas)

4
Figura 4.5. Formas del amonio en el suelo.

4.2. Fósforo
El fósforo (P) es el elemento, después del nitrógeno, que resulta limitante
en los suelos producto de la baja solubilidad de sus sales. Comercialmente
se obtiene a partir de la apatita, Ca5(PO4)3OH, y la fosforita, Ca3(PO4)2.
Comprende cerca del 0,11% de la litosfera y forma una gran variedad de
sales. De las diferentes formas en que el fósforo se encuentra en el suelo
son dos las de mayor relevancia:

• El fósforo inorgánico (H3PO4, HPO42- , H2PO4-).

• El fósforo orgánico (20-80%, enlazado a estructuras carbonadas,


moléculas, materia orgánica, vitaminas, polialcoholes (inositol), áci-
dos nucleicos y fosfolípidos).

El fósforo es parte esencial en los glucofosfatos que intervienen en la foto-


síntesis, en la respiración celular y otros procesos metabólicos, así como
de nucleótidos (como el ADN y ARN) y de fosfolípidos presentes en las
membranas. Dentro de la planta, el fósforo permanece como ion fosfato
libre (PO43-) o enlazado a formas orgánicas.

QUÍMICA AGRÍCOLA 95
Capítulo 4. Química de los nutrientes mayores y menores

• Variscita, • Fosfato monocálcico,


Al(OH)2H2PO4 Ca(H2PO4)2

ABSORCIÓN DE

ABSORCIÓN DE
• Estrengita, FePO4 • Fosfato dicálcico,
Más común en la • Wavelita CaHPO4
mayoría de los

PLANTAS

PLANTAS
Al3(PO4)2(OH)3-5H2O • Fosfato tricálcico,
suelos
• Vivianita, Ca4H(PO4)3H2O
(Fe2+)3(PO4)2-8H2O • Hidroxiapatita,
• En asociación con Ca10(PO4)6(OH)2
Al y Fe • Fluorapatita,
Ca10(PO4)6F2

H3PO4 H2PO41- HPO42- PO43-


Ácido fosfórico Ión fosfato Ión fosfato Ión fosfato
diácido monoácido

pH 2,0 7,0 12,0

Figura 4.6. Formas dinámicas del P-inorgánico.

En el suelo, el fósforo aparece como P-inorgánico retenido (fijado),


P-orgánico y P en disolución, como se muestra en la figura 4.6. En la diso-
lución del suelo, la fracción del fósforo oscila entre 0,25% y 0,4% del Ptotal y
está en equilibrio directo con el P orgánico mediante un mecanismo diná-
mico regulado por la actividad microbiana y por su solubilidad; los pasos
que definen dicho mecanismo son la mineralización de la fracción orgánica
y la inmovilización de la fracción lábil.

La relación carbono:fósforo (C/P) es un índice que se utiliza para deter-


minar cuándo se favorece la inmovilización (formación de P orgánico) y
cuándo la mineralización (transformación de P orgánico a P disuelto); lo
anterior permite estimar las necesidades del suelo de este macronutriente.
Cuando C/P ≥ 300 se favorece la inmovilización, en tanto la mineralización
se favorece si C/P < 200.

La mayoría de las sales de fósforo son insolubles en agua, lo que provoca


que esté poco disponible para las plantas. La rápida y fuerte adsorción a
los complejos orgánico y mineral del suelo y la precipitación en forma de
sales recalcitrantes son procesos que fijan el fósforo a la fracción sólida
del suelo y limitan la absorción de este elemento por parte de la planta.
La pequeña fracción disponible en la disolución del suelo es absorbida,
principalmente, en la forma de anión fosfato diácido (H2PO4-) y en menor
proporción como anión fosfato monoácido (HPO42-).

96 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín


Existen varios factores que afectan la disponibilidad y retención del fósforo
en el suelo, entre ellos:

• el contenido y tipo de arcillas (minerales secundarios)

• el pH del suelo

• la humedad del suelo

• el tiempo de contacto

• el contenido de materia orgánica

• la presencia de iones
4
La cristalinidad y cantidad de arcillas en el suelo afectan la dinámica de
retención del fósforo; si el suelo contiene más arcillas, entonces tendrá ma-
yor capacidad para fijar fósforo; por otro lado, un suelo con mayor conteni-
do de arcillas poco cristalinas, como las caolinitas, tendrá mayor retención
que un suelo con arcillas más cristalinas.

La solubilidad de numerosos compuestos fosfatados en el suelo está de-


terminada principalmente por el pH del medio, como muestra la figura 4.7;
las formas más solubles y disponibles de P, en general, se presentan en
el ámbito de pH 5,5-7,0. Las ecuaciones Re.4.17- Re.4.19 describen los
tres equilibrios que pueden establecerse en función del pH del medio. A
pH muy ácidos (alrededor de 2,0), la especie predominante es el H3PO4,
mientras que a pH 12,0 o superiores el anión fosfato (PO43-) es la especie
preponderante. Valores intermedios de pH producirán mezclas de H2PO4- y
HPO42-, la proporción de uno con respecto al otro varía en función del pH.
En general, la concentración del H2PO4- es máxima alrededor de pH 4, en
tanto la del HPO42- ocurre a pH 9.

H3PO4 (ac) H2PO4– (ac) + H+ (ac) Ka = 7,5 x 10-3 (Re.4.17)

H2PO4 (ac) HPO4 2- (ac) + H+ (ac) Ka = 6,2 x 10-8 (Re.4.18)

HPO4 2-(ac) PO43- (ac) + H+ (ac) Ka = 4,8 x 10-13 (Re.4.19)

Gran parte del fosfato se convierte en formas orgánicas una vez que entra
en la raíz, o después de que es transportado por el xilema hasta el tallo o

QUÍMICA AGRÍCOLA 97
Capítulo 4. Química de los nutrientes mayores y menores

las hojas. Si el pH del suelo es inferior de 5,5 (suelos ácidos) pueden ocurrir
diferentes tipos de reacciones:

• Precipitación del fósforo en presencia de Al3+, Fe3+ y Mn2+: los suelos


ácidos generalmente contienen altas concentraciones de aluminio
intercambiable y algo de hierro y manganeso intercambiables. El fos-
fato puede reaccionar formando sales insolubles con tales cationes.
En particular, el ion Al3+ reacciona con el fósforo hidratado como
muestran las ecuaciones Re.4.20 y Re.4.21. Lo anterior resulta en la
fijación del fósforo en el suelo y su no disponibilidad para las plantas.

[Al(H2O)6]3+ (ac) + 2 H2O (l) → [Al(H2O)4(OH)2]+ (ac) + 3 H2O+ (ac) (Re.4.20)

[Al(H2O)4(OH)2]+ (ac) + H2PO-4 (l) → [Al(H2O)4(OH)2]H2PO4 (s) (Re.4.21)

La disponibilidad del fósforo en el suelo depende de la


presencia o ausencia de ciertos iones

Especies Especies
químicas con químicas con
SUELOS ÁCIDOS SUELOS BÁSICOS
las que forman las que forman
sales sales
recalcitrantes: recalcitrantes:

Mn2+ Mg2+
ABSORCIÓN DE
PLANTAS

ABSORCIÓN DE
PLANTAS

Al3+ Ca3+
Fe3+

H3PO4 H2PO41- HPO42- PO43-

Ácido fosfórico Ión fosfato Ión fosfato Ión fosfato


diácido monoácido

pH 2,0 7,0 12,0

Figura 4.7. Disponibilidad del fósforo en el suelo.

• La adsorción en sesquióxidos hidratados de Fe3+ o Al3+, como se


muestra en la figura 4.8. Este fenómeno también provoca que el
fósforo no esté disponible para la planta.

98 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín


P lábil P no lábil

OH OH
OH
O
A1 OH - H2O A1 O - H2O
2 P A1 O O
O O OH
+ H2PO4-
OH O P
A1 OH A1 OH OH
+ H2O + H2O A1 O
OH2 OH2 OH2

Figura 4.8. Adsorción de fosfatos sobre sesquióxidos hidratados de hierro (III) o


de aluminio.

• La oclusión: con el tiempo, los fosfatos son adsorbidos en la su-


perficie del coloide y posteriormente son cubiertos con capas de
otros minerales. 4
Por su parte, cuando los suelos son básicos ocurren reacciones como:

a) Reversión: implica la precipitación del fosfato como fosfatos de cal-


cio de menor solubilidad; con el tiempo, el fosfato diácido de calcio
hidrosoluble experimenta las reacciones Re.4.22- Re.4.24 que resul-
tan en la formación del sólido insoluble Ca10(OH)2(PO4)6.

Ca(H2PO4)2 (ac) → CaHPO4 (ac) + H3PO4 (ac) (Re.4.22)

4 CaHPO4 (ac) → Ca4(HPO4)3 (ac) + H3PO4 (ac) (Re.4.23)

5 Ca4(HPO4)3 (ac) + 4 H2O (l) → Ca10(OH)2(PO4)6 (s) + 2 H3PO4 (ac) (Re.4.24)

b) La precipitación de fosfatos sobre la superficie del carbonato de cal-


cio (CaCO3), como describe la ecuación Re.4.25.

Ca(H2PO4)2 (ac) + CaCO3 (s) + 3H2O (l) → 2CaHPO4 ∙ 2H2O (s) + CO2 (g) (Re.4.25)

De manera similar a los fertilizantes nitrogenados, la sobrecarga de fer-


tilizantes fosfatados pueden provocar la contaminación de fuentes sub-
terráneas de agua (por lixiviación de sales solubles) y la eutrofización
de cuerpos superficiales de agua: lagos, lagunas, embalses, entre otros
(por escorrentía).

QUÍMICA AGRÍCOLA 99
Capítulo 4. Química de los nutrientes mayores y menores

4.3. Potasio
El potasio se presenta en la naturaleza como ion K+, dicha especie re-
presenta entre el 10 y el 30% de los cationes de la disolución del suelo;
este posee baja densidad de carga (relación carga/tamaño), por lo que no
representa una competencia significativa para iones de mayor valencia,
como calcio y aluminio, por los sitios de intercambio catiónico en el suelo.
Al no quedar retenido por el suelo, el K+ es arrastrado por el agua hacia
las capas inferiores del perfil del suelo, fuera del alcance de las raíces. A
este fenómeno se le denomina lixiviación, y ocurre en suelos arenosos,
altamente permeables, de regiones lluviosas.

Las fuentes principales de potasio en el suelo son los minerales primarios


y secundarios que lo contienen. Algunas arcillas, como la ilita, moscovita
y la vermiculita, pueden contener cantidades importantes de las formas
disponibles de potasio. En el cuadro 4.1, se enumeran algunos minerales
que contienen potasio y sus fórmulas químicas.

El potasio en el suelo se presenta de varias formas, algunas disponibles


para las plantas y otras poco accesibles. Se pueden clasificar en:

• Potasio mineral (forma inorgánica, tiene una función estructural en


minerales primarios y secundarios).

• Potasio intercambiable (forma parte del complejo coloidal).

• Potasio difícilmente intercambiable (asociado a la materia orgánica).

• Potasio en disolución (de acceso inmediato para la planta).

Cuadro 4.1. Ejemplos de minerales que contienen potasio.


Tipos de arcillas Ejemplos Fórmula química
Biotita K2Al2Si6(Fe2+,Mg)6O20(OH)4
Micas
Moscovita K2Al2Si6Al4O20(OH4)4
Ortoclasa KAlSi3O8
Feldespatos
Microclina KAlSi3O8
Silvinita KCl∙NaCl
Sales Carnalita KCl∙MgCl2∙6 H2O
Cainita MgSO4∙KCl∙3 H2O
Fuente: Barber (1984).

100 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
Las distintas formas del potasio en el suelo establecen equilibrios dinámi-
cos, como se muestra en la figura 4.9; por ejemplo, el K+ en la disolución
del suelo se encuentra en equilibrio con el K+ intercambiable, cuando la
planta absorbe iones K+ de la disolución del suelo a través del sistema
radicular, otros iones K+ que se encuentran en posiciones intercambiables
son liberados a la disolución del suelo para reponer los iones potasio que
absorbió la planta, y mantener constante la concentración de K+ en la diso-
lución del suelo. El equilibrio que se presenta entre el K+ difícilmente inter-
cambiable y el K+ intercambiable requiere días, o hasta meses, para que se
establezca. La fijación del potasio ocurre cuando el suelo contiene arcillas
del tipo 2:1 con sustitución isomórfica en tetraedros, las cuales permiten
este fenómeno. Una descripción más completa de la dinámica del potasio
en el suelo se muestra en la figura 4.9. 4

K+
K+
K+ Arcilla
K
+
K +
Raíces
K+
K+
K+
K+ Arcilla K+

ab e
bi ent
le
am m
K+ K+
K+ rc cil
te difí
K+
K+

K+ K+
in

K en disolución
+
K +

K+ intercambiable
Figura 4.9. Equilibrios que establecen las distintas especies de potasio en el suelo.

El K+ presenta sinergismos y antagonismos con otras especies, por ejem-


plo: excesos de potasio reducen la absorción del calcio, en tanto la pre-
sencia de ion calcio favorece la absorción de potasio; lo anterior obedece
a que el Ca2+ es un cofactor en la utilización del complejo K-transportador,
sintetizado en el proceso de absorción activa del potasio. Existe también
un antagonismo entre el potasio y el magnesio similar al encontrado entre
el potasio y el calcio. Por su parte, si el boro tiene una limitada concen-
tración en el suelo, fuertes adiciones de potasio inducen una mayor defi-
ciencia de boro, pero este fenómeno no ocurre si hay suficiente boro en el
suelo (Alcántar y Trejo, 2007).

QUÍMICA AGRÍCOLA 101


Capítulo 4. Química de los nutrientes mayores y menores

De manera similar al nitrógeno y fósforo, el K+ se transloca (transporta) con


facilidad desde los órganos maduros hacia los jóvenes; dentro de la planta,
el potasio permanece en su forma iónica sin formar parte de los compues-
tos orgánicos de las plantas. La función principal del potasio es la neutrali-
zación eléctrica de las cargas negativas de los aniones absorbidos por las
plantas; adicionalmente tiene por función garantizar la semipermeabilidad
o permeabilidad selectiva de las membranas celulares (Cerrato, 2008).

Debido a la facilidad para translocarse dentro de la planta, los síntomas de


deficiencia aparecen primero en las hojas antiguas. En las dicotiledóneas,
por ejemplo, las hojas presentan el fenómeno de clorosis en las cercanías
de las lesiones necróticas (manchones oscuros de tejido muerto o agoni-
zante) debido a la deficiencia de potasio.

POTASIO LENTAMENTE
DISPONIBLE
Potasio fijado entre láminas 2:1:1
(Ej. MUSCOVITA)

Mg2+ K+ K+ K+ K+ K+ K+ K+ K+ K+ K+

Rizosfera
K+ K+
2:1:1
K+ K+ Colapso
Solución K+ K+ K+ AlOH FeOH K+ K+ K+ K+ K+ K+ de arcilla
K no
2:1 del suelo disponible
K+ K+
K+
Islas de Fe y Al, permiten K intecambiable

Al3+ Al3+ Al3+ Sustitución isomórfica

K+

K+
Evolución de ilita a vermiculita (K mineral)
K+

K+

K+
Mg2+ Mg2+ Mg2+ K+ K+ K+
K+

Figura 4.10. Dinámica del potasio en el suelo.

102 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
4.4. Azufre
Dentro del suelo, el azufre (S) se presenta de forma orgánica e inorgánica.
El anión sulfato (SO42-) es la forma química activa del azufre y representa al
azufre inorgánico o mineral. El sulfato mantiene una estrecha relación con
la actividad de los microorganismos del suelo, ya que estos lo utilizan para
incrementar la biomasa microbiana. Normalmente, los suelos contienen
las concentraciones necesarias de azufre para el desarrollo de muchas
plantas y microorganismos; una vez que mueren tales organismos, el azu-
fre que contienen es liberado durante la descomposición hacia la disolu-
ción del suelo.

Se requiere un mínimo de 0,15% de azufre en la materia orgánica del suelo 4


para lograr descomponerla sin reducir su nivel aprovechable en este. El
azufre asociado con la MO en los suelos derivados de ceniza volcánica
(suelos alofánicos) prácticamente no se aprovecha debido a la alta estabi-
lidad de los complejos orgánico-alofánicos. Por otro lado, la quema de los
residuos de las cosechas puede ocasionar la pérdida de hasta un 70% del
contenido original de azufre a causa de la volatilización como dióxido de
azufre (SO2) (Alcántar y Trejo, 2007).

Existen suelos que presentan condiciones reductoras debido a la expulsión


del oxígeno de los poros del suelo por parte del agua, como ocurre en las
inundaciones permanentes por varias semanas. El azufre es el nutrimento
más afectado por las condiciones reductoras del suelo, después del hierro
y el manganeso. Los sulfatos y el azufre orgánico en tales condiciones son
reducidos a sulfuros (S2-) orgánicos volátiles y a sulfuro de hidrógeno (H2S),
de olor desagradable, como describe la reacción Re.4.26. Este proceso
es natural y es el resultado de la actividad de microorganismos que libe-
ran dimetilsulfuro (CH3SCH3), disulfuro de carbono (CS2), metil mercaptano
(CH3SH) y disulfuro de metilo (CH3SSCH3) (Ed Yu Tian-ren, 1985).

SO4 2- (ac) + 10 H+ (ac) + 8 e- H2S (s) + 4 H2O (l) (Re.4.26)

El sulfuro (en forma de H2S) producto de la reducción puede ser preci-


pitado en presencia de los iones Fe2+, Mn2+ o Zn2+, que dan origen a las
especies FeS, MnS y ZnS, como describe la ecuación Re.4.27, el ZnS es
el de menor solubilidad.

QUÍMICA AGRÍCOLA 103


Capítulo 4. Química de los nutrientes mayores y menores

H2S (s) + M2+ (ac) MS (s) + 2 H+ (ac) (Re.4.27)

Debido a la formación de sulfuros insolubles de hierro, magnesio y cinc


bajo condiciones anaeróbicas, se ha fomentado el uso del sulfuro de me-
tilo y los mercaptanos producidos durante la metabolización de residuos
de crucíferas incorporados en el suelo previo a la siembra, para así inhibir
y coadyuvar en el control de la pudrición radical de los cultivos.

Por otra parte, suelos bajo condiciones oxidantes (con poros llenos de
aire, consecuentemente llenos de oxígeno), el azufre del suelo puede ser
oxidado por organismos quimiolitotróficos (Thiobacillus denirtificans) a ion
sulfato, como describen las reacciones Re.4.28 y Re.4.29.

CO2 (g) + ½ O2 (g) + 2 H2O (l) CH2 (g) + SO4 2- (ac) + 2 H+ (ac) (Re.4.28)

CO2 (g) + 2 H2S (g)


Luz + Chlorobitum sp. + Chromatium sp.
CH2O (g) + H2O (l) +S (s) (Re.4.29)

La oxidación del azufre por acción de las bacterias T. denitrificans en sue-


los inundados va acompañada de la reducción de nitrato a nitrógeno ele-
mental, de acuerdo con la reacción Re.4.30 (Alcántar y Trejo, 2007). Este
comportamiento ha inducido a la aplicación de azufre a terrenos inunda-
dos, ricos en nitratos, como alternativa para reducir el riesgo de contami-
nación de los acuíferos subterráneos vulnerables a la lixiviación de nitratos.

6 NO3- (ac) + 5 S (s) + 2 H2O (l) → 3 N2 (g) + SO4 2- + 4 HSO4- (ac) + energía (Re.4.30)

Una fracción del azufre orgánico permanece en el suelo formando parte de


los tejidos de las plantas en descomposición o como parte de la materia
orgánica establecida. La mayor parte del azufre en las plantas constituye
proteínas, como residuos de cisteína y metionina (los aminoácidos más im-
portantes). Existen compuestos esenciales que contienen azufre, como las
vitaminas tiamina y biotina, así como la acetil-coenzima A, un compues-
to esencial para respiración, síntesis y degradación de los ácidos grasos
(Salisbury y Ross, 1992).

104 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
En las plantas se ha encontrado una estrecha relación entre el estado
nutricional del nitrógeno y el del azufre (Rendig et al., 1976; Reuveny et
al., 1980); alrededor del 80% del nitrógeno y azufre incorporados en com-
puestos orgánicos de las plantas lo hacen en las proteínas cuando ambos
elementos se encuentran en proporciones adecuadas. Muchas plantas
cultivadas, incluyendo la raíz, poseen un cociente Sorgánico/Norgánico en el ran-
go de 0,025 (leguminosas) a 0,032 (gramíneas) aproximadamente, siendo
constante de una especie a otra; en consecuencia, la cantidad real de
azufre requerido por una planta depende en gran medida de la cantidad
de nitrógeno aportado (Rennenberg, 1984).

Al parecer, el azufre es metabolizado por las raíces solo hasta satisfacer los
requerimientos nutricionales; el exceso de sulfato se transporta sin cambio 4
hacia las partes aéreas en el xilema. En algunas especies, el azufre no se
redistribuye con facilidad a partir de tejidos maduros, por lo que la deficien-
cia casi siempre se nota primero en las hojas más jóvenes; sin embargo,
en otras especies la mayor parte de las hojas se vuelven cloróticas (ho-
jas de color amarillo producto de la deficiencia de clorofila) casi al mismo
tiempo, o incluso las hojas más antiguas primero (Salisbury y Ross, 1992).
Adicionalmente, los estomas de las hojas pueden absorber azufre como
dióxido de azufre (SO2) gaseoso. Una vez en la hoja, en el interior de las
células, el SO2 reacciona con el agua y se transforma a ion bisulfito (HSO3-),
el cual inhibe la fotosíntesis y provoca la destrucción de clorofila.

4.5. Magnesio
El magnesio forma parte del denominado grupo de las bases del suelo y
cumple una función notable en la formación de compuestos químicos muy
activos dentro de la planta, responsables de la regulación de procesos
como la respiración y la fotosíntesis.

Las principales formas de magnesio en el suelo son el Mg2+ mineral, el Mg2+


de la disolución del suelo y el Mg2+ intercambiable. En el suelo, el magnesio
compite por los sitios de intercambio con el calcio, con el potasio y con
los iones responsables de la acidez. El poder amortiguador del suelo está
influenciado directamente por su contenido coloidal y con la capacidad
de intercambio que posea (Navarro y Navarro, 2003); en consecuencia, el
Mg2+ está directamente relacionado con la capacidad amortiguadora del

QUÍMICA AGRÍCOLA 105


Capítulo 4. Química de los nutrientes mayores y menores

suelo (capacidad buffer) ante la acidificación. En el cuadro 4.2, se enume-


ran las principales formas del magnesio (Mg) mineral en el suelo.

Cuadro 4.2. Principales formas del magnesio (Mg) mineral en el suelo.


Concentración de
Mineral Fórmula química
Mg (%)
Dolomita CaCO3 MgCO3 13
Olivino Mg1.6Fe0.4SiO4 25
Vermiculita Mg3Si4O10(OH)2 2H2O 12-17
Ilita K0.6Mg0.25Al2.3Si3.5O10(OH)2 2
Montmorillonita Al5MgSi12O30(OH)6 Más de 6
Clorita Al2Mg5Si3O10(OH)8 Más de 23
Brucita Mg(OH)2 41
Sulfato de magnesio MgSO4 20
Magnesita MgCO3 29
Serpentinita H4Mg3Si2O9 49
Fuente: Barber (1984).

El magnesio es responsable de la generación de cargas en las arcillas,


principalmente por la sustitución isomórfica del aluminio (Al3+), así como de
la remoción de cationes que se encuentran entre las láminas de las arcillas
2:1. El magnesio es deficiente en los suelos que se encuentran bajo régi-
men de lluvias, principal causa de la pérdida de bases por lavado.

El magnesio es absorbido por la planta como Mg2+, el cual experimenta


una fuerte competencia por su acceso a esta de parte de los iones Ca2+
y NH4+. Las relaciones o cocientes Ca/Mg, Mg/K, Ca/K, Ca+Mg/K, cal-
culadas a partir de los datos de un análisis de suelos, son herramientas o
criterios que se usan para valorar la magnitud de la interacción entre los
elementos, se recomienda una relación Ca/Mg entre 2-5, Mg/K entre 2,5 –
15 (Bertsch, 1998). Desde el punto de vista de su aprovechamiento por la
planta, el magnesio muestra una notable similitud con el potasio (Navarro
y Navarro, 2003).

El magnesio forma parte del sitio activo de la clorofila, además de su pre-


sencia en la clorofila, el magnesio es esencial porque se combina con el

106 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
ATP (adenosin trifosfato), activa muchas enzimas necesarias en la fotosín-
tesis, respiración y la formación del ADN (ácido desoxirribonucleico) y del
ARN (ácido ribonucleico).

4.6. Calcio
El calcio es parte del sobresaliente grupo de las bases del suelo, siendo el
ion intercambiable dominante en la mayoría de los suelos (Barber, 1984).
Similarmente a otros nutrimentos, existe calcio intercambiable que mantie-
ne equilibrio con el calcio de la disolución del suelo, del mismo modo se
presenta el calcio nativo o mineral, presente en los minerales primarios. 4
El calcio en el suelo se encuentra presente en muchos minerales comunes,
como calcita (CaCO3), dolomita (CaCO3·MgCO3), apatitas y feldespatos
cálcicos, tales como anortita (CaAl2Si2O8), andesita (CaO·Na2O)Al2O3·4SiO2
y labradorita (CaNaAl4Si4O8) que al estar a la intemperie liberan calcio
(Alcántar y Trejo, 2007).

El contenido total de calcio en los suelos no calcáreos y en regiones no


áridas se encuentra entre 1 y 12 g.kg-1. Se considera que el mineral prima-
rio anortita es la fuente primaria de calcio en los suelos no calcáreos. Los
suelos derivados de calizas son ricos en este elemento, aún en regiones
lluviosas (Fassbender y Bornemisza, 1987). Las deficiencias de calcio sue-
len presentarse en suelos derivados de rocas serpentinitas ricas en Mg o
altamente acidificadas y saturadas con Al3+, o en suelos en donde la pre-
cipitación es dominante.

Altas concentraciones de Ca2+ en el suelo indican un pH casi neutro, lo


cual favorece a plantas y microorganismos porque refleja bajas concen-
traciones de otros iones perjudiciales como el Al3+, típico de suelos ácidos
(Bohn et al., 1979). Cuando el lavado por lluvia es moderado, este ca-
tión (Ca2+) no sale del perfil del suelo, sino que precipita como CaCO3 en
suelos semihúmedos a áridos y como CaSO4 en algunos suelos áridos,
generalmente se acumula como una capa de CaCO3 cuya profundidad
aumenta con la precipitación. La precipitación del CaCO3 es alterada por el
movimiento del agua en el suelo y por la difusión del CO2 proveniente de la
respiración de los microorganismos y de la producción de las raíces (Bohn
et al.,1979; Fassbender y Bornemisza, 1987).

QUÍMICA AGRÍCOLA 107


Capítulo 4. Química de los nutrientes mayores y menores

Las plantas absorben el calcio como ion Ca2+, dicha absorción es dismi-
nuida por la presencia de iones K+, Mg2+ y NH4+ en la disolución del suelo.
Por ello, se recomiendan relaciones Ca/K y Ca/Mg, que deben estar entre
5-25 y 2-5, respectivamente. Incluso cuando la concentración de Ca2+ sea
alta, altas concentraciones de Mg2+ o Al3+ pueden entorpecer la absorción
de Ca2+ por la planta (Bohn et al.,1979). La presencia de calcio intercambia-
ble depende de la naturaleza del sitio de intercambio, del grado de satura-
ción de Ca2+, de los iones complementarios presentes y del contenido de
aniones en la disolución del suelo; los niveles de calcio son incrementados
por el encalado, como se describió en el capítulo 3.

En contraste con el Mg2+, al parecer, el Ca2+ no puede ser cargado en las


células translocadoras del floema; como consecuencia, los síntomas de
deficiencia son más pronunciados en los tejidos jóvenes.

El calcio es esencial para las funciones normales de la membrana en todas


las células, probablemente como un enlazador de fosfolípidos entre sí o a
proteínas de las membranas. Se estima que la concentración de calcio en
el citosol debe ser, por lo común, menor a 1 μmol/L (1 μM). En las células,
la mayoría del calcio se encuentra en la vacuola central y unida a las pare-
des celulares con polisacáridos llamados pectatos. En las vacuolas, el cal-
cio muchas veces precipita en forma de cristales insolubles de oxalatos y
en algunas especies como carbonatos, fosfatos o sulfatos insolubles. Las
concentraciones bajas, casi micromolares de Ca2+ en el citosol, al parecer
deben mantenerse en parte para impedir la formación de sales de calcio
insolubles a partir del ATP y otros fosfatos orgánicos; además, las concen-
traciones de Ca2+ por encima del intervalo micromolar inhiben la corriente
citoplasmática. Si bien unas pocas enzimas son activadas por el Ca2+, mu-
chas otras son inhibidas, y esta inhibición hace aún más necesario que las
células mantengan concentraciones muy bajas de Ca2+ en el citosol donde
existen muchas enzimas (Salisbury y Ross, 1992).

Gran parte de­­­­l calcio en el citosol se une de manera reversible con una
pequeña proteína denominada calmodulina, esta unión cambia la estruc-
tura de la calmodulina de tal forma que activa varias enzimas (Salisbury y
Ross, 1992).

108 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
4.7. Micronutrimentos

Hierro
El hierro es, después de Si y Al, el elemento más abundante en la corteza
terrestre (alrededor de 5%); el hierro de los suelos procede de la edafiza-
ción, es decir, de la destrucción de los minerales que constituyen las ro-
cas ígneas, sedimentarias y metamórficas. Los principales minerales que
contienen hierro son los óxidos: goetita (α-FeOOH) de color amarillento
parduzco, hematita (α-Fe2O3) de color rojo, lepidocrocita (γ-FeOOH) de co-
lor naranja y magnetita (γ-Fe3O4) (Barber, 1984; Fassbender y Bornemisza, 4
1987). También aparecen carbonatos (siderita, FeCO3), sulfuros (pirita,
Fe2S3), hidróxidos, silicatos y fosfatos.

El hierro suele encontrarse en el suelo en cantidad suficiente para suplir


las necesidades de las plantas, de 10 000 a 50 000 mg·Kg-1 (1 a 5%); sin
embargo, la cantidad total de hierro no se correlaciona con la disponible
para las plantas por la tendencia de este a formar compuestos insolubles
(Navarro y Navarro, 2003). La disponibilidad del hierro aumenta conforme
disminuye el pH del suelo y es más soluble en suelos ácidos, como mues-
tra la figura 4.11.

1 x 10-8
Fe soluble (mol/L)

1 x 10-10
Fe total soluble
1 x 10-14

Fe3+
1 x 10-18
Fe2+

1 x 10-22

3,0 4,0 5,0 6,0 7,0 8,0


pH
Figura 4.11. Influencia del pH sobre el hierro disponible.
Fuente: Modificado de Lindsay, 1974.

QUÍMICA AGRÍCOLA 109


Capítulo 4. Química de los nutrientes mayores y menores

Con respecto a la utilización por parte de la planta, se pueden presentar


dos tipos de hierro: soluble e insoluble. El primer tipo se presenta en condi-
ciones reductoras (baja aireación) como Fe2+, como Fe3+ cuando la acidez
y el potencial de oxidación son altos, y en combinaciones orgánicas en for-
ma de complejos, tanto de Fe2+ como Fe3+. El hierro insoluble aparece en
la forma de óxidos de hierro (III) en distintos estados de hidratación y como
óxidos/hidróxidos de Fe2+ (FeO y Fe(OH)2). Su presencia está condicionada
a situaciones muy reductoras y ácidas. Adicionalmente, el hierro puede
presentarse en la forma de complejos coloidales.

Investigaciones recientes apoyan la idea de que sustancias con estructura


quelatante son excretadas por las raíces. Estas sustancias en contacto
con las partículas del suelo pueden originar quelatos de hierro, los cuales
son absorbidos por las raíces. Se cree, no obstante, que esta capacidad
está limitada a determinadas zonas de la raíz y no a todas las especies ve-
getales, lo cual puede explicar en parte por el hecho de que haya plantas
más sensibles que otras a la falta o escasez de hierro asimilable en el suelo
(Navarro y Navarro, 2003).

Las aguas de riego ricas en bicarbonatos acentúan las deficiencias de hie-


rro. El efecto del bicarbonato parece ser indirecto, a través del aumento en
la solubilidad del fósforo, ya que altas concentraciones de fosfatos precipi-
tan al hierro en la rizosfera y aún dentro de la raíz (Alcántar y Trejo, 2007).

El Fe2+ es esencial para tres enzimas que catalizan reacciones para la sínte-
sis de clorofila y para numerosas proteínas que transportan electrones du-
rante la fotosíntesis y la respiración celular. Cumple la función del transporte
de electrones en las plantas, tal como lo hacen el cinc, cobre y manganeso.

El hierro en la disolución del suelo y el hierro que actúa como portador de


electrones dentro de las proteínas experimentan la oxidación y reducción
alternada, entre los estados Fe2+ y Fe3+, como se muestra en la reacción
Re.4.30. Este elemento cambia en su estado de oxidación según el estado
de aeración del suelo, por esto tiene una relación directa con el potencial
reductor del suelo.

Fe2O3 (s) + 6 H+(ac) + 2 e- 2 Fe2+ (ac) + 3 H2O (l) (Re.4.31)

El hierro puede ser absorbido por la planta a través de su sistema ra-


dicular como Fe2+ o como quelatos de hierro; la baja solubilidad de los

110 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
compuestos de Fe3+ en los suelos limitan la absorción de dicha especie
por parte de las plantas (Navarro y Navarro, 2003).

Manganeso
El manganeso es, después del hierro, el micronutriente más cuantioso en
las rocas parentales y en el suelo (Kass, 2007), y proviene principalmen-
te de la descomposición de las rocas ferromagnésicas que lo contienen.
Los minerales primordiales que lo contienen son óxidos: pirolusita (MnO2),
braunita (Mn2O3), hausmanita (Mn3O4) y manganita (MnOOH). El mangane-
so también aparece en minerales primarios como el olivino, la biotina y la
hornblenda (Navarro y Navarro, 2003). 4
El contenido de manganeso en los suelos varía entre 200 a 300 mg kg-1.
La forma divalente (Mn2+) es común en suelos con pH inferiores a 6,5 y se
le encuentra en disolución o adsorbida al complejo de intercambio iónico.
La forma trivalente (Mn3+) aparece como óxido (Mn2O3) muy activo, por lo
que se le considera aprovechable. El óxido de manganeso (IV), MnO2, es
común a pH mayores de 8 y se considera una especie estable e insoluble.
No obstante, existe cierto equilibrio dinámico entre las tres formas de man-
ganeso mencionadas (Salisbury y Ross, 1992).

De forma similar al hierro, el manganeso puede clasificarse en función de


la utilización por parte de la planta en dos categorías: soluble e insoluble
(Navarro y Navarro, 2003).

• Manganeso soluble o activo

a) Como ion Mn2+ disuelto en la disolución del suelo.

b) Como Mn2+ adsorbido a la fracción coloidal del suelo, el cual es


intercambiable y se encuentra en equilibrio con el Mn2+ de la disolu-
ción del suelo.

c) Como Mn3+ presente en óxidos hidratados de fórmula general


Mn2O3.nH2O, muy activos y reducibles a pH=7.

• Manganeso insoluble

a) Como mezcla de iones Mn2+-Mn3+ en óxidos de fórmula Mn3O4,


poco activos y no reducible a pH=7, aunque sí a pH muy ácidos.

QUÍMICA AGRÍCOLA 111


Capítulo 4. Química de los nutrientes mayores y menores

b) Formando óxidos del tipo MnO2, que lo hacen inerte a la absor-


ción por parte de la planta; no obstante, esta forma constituye la
reserva edáfica del manganeso en el suelo.

La sensibilidad del MnO2 al estado reductor del suelo se puede expresar


mediante la ecuación Re.4.31 (Yu Tian-ren, 1985).

MnO2 (s) + H+ 2 e- → Mn2+ (ac) + 2 H2O (l) (Re.4.32)

La planta absorbe el manganeso principalmente como catión divalente


(Mn2+) y como quelato, tanto a través del sistema radicular como por apli-
cación directa sobre las hojas (alternativa muy empleada para corregir de-
ficiencias). El Mn2+ de la disolución aparece cuando ha sido liberado de
algún quelato o a partir de la reducción de óxidos de valencia superior en
la superficie de la raíz (Salisbury y Ross, 1992). Se cree que el manganeso
tiene una influencia parcial sobre la fertilidad del suelo; se ha propuesto
que los óxidos hidratados de Mn y Fe controlan parcialmente la fijación
de Co, Ni, Cu y Zn en suelos y sedimentos en el agua, ya que las cargas
negativas en los óxidos de Mn crecen a pH superiores de 5,0 (Alcántar y
Trejo, 2007).

Los factores que afectan la disponibilidad de Mn en suelo son:

1. Contenido de materia orgánica. Se ha observado que la adición


de materia orgánica al suelo, lejos de facilitar la disponibilidad del
manganeso, tiende a inmovilizarlo. Para explicar este fenómeno, se
ha propuesto que el manganeso se insolubiliza por la formación de
complejos húmicos estables; adicionalmente, se propone que se es-
tablece una competencia provocada por los microorganismos del
suelo al contener este una considerable población microbiana que
precisa también de bioelementos esenciales, en este caso el man-
ganeso (Navarro y Navarro, 2003).

2. pH; altos valores favorecen la oxidación química y bacteriana del Mn,


disminuye su rendimiento y utilización.

3. Humedad del suelo. Aunque las condiciones de inundación favo-


recen la reducción química y en consecuencia, la solubilidad del
Mn, la evidencia es que las deficiencias son mayores y más comu-
nes en suelos inundados, en suelos orgánicos y en épocas frías,

112 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
probablemente por la reducida actividad microbiológica que con-
serva la MO y al no liberarse CO2 se mantiene el pH alto (Alcántar y
Trejo, 2007).

Cloro (Cl)
El cloro aparece en el suelo como ion cloruro (Cl-) y normalmente proviene
de la disolución de las sales que lo contienen, como el cloruro de sodio,
el cloruro de potasio o el cloruro de magnesio. Las cantidades de cloro en
el suelo pueden variar en el rango de 0-1000 g/ha. En algunas ocasiones
pueden alcanzarse cifras superiores debido a la cercanía a mares y océa-
nos, con un nivel freático bajo, a yacimientos salinos, o como consecuen- 4
cia de la utilización continua de aguas con un alto contenido de cloruro y
poco drenaje (Navarro y Navarro, 2003).

Normalmente, todos los suelos contienen cantidades suficientes de cloru-


ros para satisfacer las necesidades de las plantas. Los cloruros proceden
de la edafización de la roca madre (rocas ígneas, especialmente), así como
de la degradación de materia orgánica y de los aportes de las lluvias (el
viento eleva a la atmósfera el agua del mar cargada de cloruros, que luego
precipitan arrastrados o disueltos en el agua de lluvia). Debido a su gran
solubilidad y a que se fijan de forma muy débil al complejo coloidal, los
cloruros eventualmente vuelven al mar arrastrados por el agua de los ríos.
Por esta alta movilidad que presenta, su contenido en la mayor parte de los
suelos agrícolas no suele ser alto (Navarro y Navarro, 2003).

El cloro se absorbe del suelo en forma de anión cloruro (Cl-) y en la mayor


parte permanece en esta forma; no obstante, se han detectado más de
130 compuestos orgánicos en el reino vegetal que contiene cloro en can-
tidades de trazas. Uno de los más interesantes es el ácido 4-cloroindola-
cético, el cual es una hormona natural tipo auxina. Una de las funciones
del cloro consiste en estimular la ruptura (oxidación) de la molécula de H2O
durante la fotosíntesis, aunque también es esencial en las raíces, como un
soluto osmóticamente activo de importancia (Salisbury y Ross, 1992).

Cinc (Zn)
El contenido de cinc en la corteza terrestre oscila alrededor de los 80
mg/kg. Este elemento procede de diferentes minerales, principalmente

QUÍMICA AGRÍCOLA 113


Capítulo 4. Química de los nutrientes mayores y menores

silicatos (willemita (Zn2SiO4) y hemimorfita (Zn4SiO7(OH)2·H2O)), sulfuros


(esfalerita (ZnFeS y blenda (ZnS)), óxidos (cincita (ZnO)) y carbonatos
(smithsonita (Zn CO3)) (Navarro y Navarro, 2003).

En los suelos agrícolas, el contenido total de cinc puede oscilar entre


10-300 mg/kg, con una media de 50 mg/kg. La forma aprovechable en
el suelo es como ion divalente, Zn2+ (Alcántar y Trejo, 2007). La disponibi-
lidad del Zn disminuye conforme se aumenta el pH del suelo debido a la
formación de hidróxidos insolubles, los cuales lo fijan al suelo; la mínima
disponibilidad del zinc se reporta alrededor de pH 7. El carbonato de calcio
también reduce su disponibilidad, como consecuencia de amplias apli-
caciones de abonos fosfatados, los que inmovilizan al Zn2+ (Fassbender y
Bornemisza, 1987).

La dinámica del cinc en el suelo se ven influenciada por varios parámetros,


entre ellos, pH, textura y composición química del suelo. El Zn2+ se con-
centra en los horizontes altos del suelo debido a que los residuos de
las plantas se depositan en la superficie, donde proporcionan peque-
ñas canti­dades de este elemento; adicionalmente, este nutrimento pre-
senta baja movilidad vertical a lo largo del perfil del suelo, a diferencia
de otros elementos, debido a que queda fijado por la materia orgánica,
las arcillas y los óxidos e hidróxidos de hierro.

Al igual que otros nutrimentos, el cinc del suelo se puede presentar en


tres formas: como Zn2+ soluble en la disolución del suelo, como Zn2+
intercambiable, adsorbido a la fracción coloidal y como Zn2+ fijado. La
planta absorbe el cinc en forma de Zn2+ y como quelato. El cinc participa
en la formación de la clorofila e impide su destrucción al activar las enzimas
necesarias para este proceso. Muchas enzimas contienen cinc fuertemen-
te unido, esencial para su adecuado funcionamiento; se conocen más de
80 de tales enzimas (Salisbury y Ross, 1992).

Boro (B)
La principal fuente de boro en el suelo es la turmalina, un mineral insoluble
en agua y muy resistente al humedecimiento. La fórmula química de este
mineral es bastante compleja: (Na,Ca)(Al,Fe,Li)(Al,Mg,Mn)6(BO3)3(Si6O18)
(OH,F)4. También, y junto con la materia orgánica procedente de residuos
vegetales y animales que puede quedar incorporada al suelo, el agua
del mar es una fuente de boro que aporta niveles significativos de este

114 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
elemento, así por ejemplo, los suelos de las zonas costeras a menudo
contienen cantidades de boro hasta cincuenta veces superiores a las pre-
sentes en suelos interiores (Navarro y Navarro, 2003).

En la mayoría de los suelos el boro se encuentra en pequeñas cantidades,


oscilando entre 2 y 100 mg/kg. La mayor parte de este boro, sin embargo,
no es utilizable por la planta. La forma asimilable solo alcanza un rango
comprendido entre 0,4 y 5 mg/kg, y es suministrada principalmente por la
fracción orgánica. Las formas aprovechables de boro son H3BO3, B4O72-,
H2BO3-, HBO32-, BO33- y B(OH)4- (Alcántar y Trejo, 2007). Sin embargo, el
boro es absorbido de los suelos casi por completo como ácido bórico sin
disociar (H3BO3) (Alcántar y Trejo, 2007; Salisbury y Ross, 1992).
4
La liberación de boro en forma de boratos a partir de la turmalina es un
proceso muy lento, incapaz de aportar las cantidades de boro requeri-
das para el desarrollo de una agricultura intensiva y prolongada (Navarro
y Navarro, 2003). Los boratos son susceptibles a la lixiviación; aunque la
solubilidad de los boratos no depende directamente del pH del suelo, los
requerimientos de boro por las plantas aumentan al elevarse el pH debido
a la relación calcio/boro en la nutrición vegetal. El encalado de suelos áci-
dos reduce las pérdidas de boro por lixiviación, pero eleva el requerimiento
de boro por las plantas. La adsorción parece ser máxima en sesquióxidos
de aluminio amorfo a pH básico. La sequía favorece la deficiencia de raíces
que alcancen zonas profundas pobres en Mo (molibdeno) y, por lo tanto,
pobres en boro. En general, el calcio, el nitrato y el potasio antagonizan la
absorción y metabolismo del boro (Alcántar y Trejo, 2007).

Las funciones bioquímicas del boro en las plantas vasculares son poco
claras a pesar de que se han estudiado mucho, esto, debido en parte, a
que no se sabe en qué medida el B(OH)3 se modifica en las células y en
parte a que puede cumplir muchas funciones en las plantas aún no deter-
minadas. Quizás mucho de este ácido débil se une para formar complejos
de borato cis-diol con grupos hidroxilo cercanos provenientes de la mano-
sa y con algunos otros azúcares de los polisacáridos de la pared celular
(aunque no con glucosa, fructosa, galactosa y sacarosa, las cuales no
tienen arreglos cis-diol de grupos hidroxilo) (Salisbury y Ross, 1992).

QUÍMICA AGRÍCOLA 115


Capítulo 4. Química de los nutrientes mayores y menores

Cobre (Cu)
Los contenidos de cobre en la corteza terrestre oscilan entre 2 y 200
mg/kg, con un valor promedio aproximado de 70 mg/kg. El cobre se
encuentra en el suelo formando parte de las estructuras cristalinas de
los minerales. Los minerales primarios de Cu en los suelos son los
sulfuros, los más comunes son el sulfuro de cobre (I) (Cu2S, cuprita), el
sulfuro de hierro (III) y cobre (I) (FeCuS2, calcopirita) y el sulfuro de cobre
(II) (CuS, covelita). Otras formas menos estables son los óxidos Cu2O
(cuprita) y CuO (tenorita), y los carbonatos básicos Cu2CO3(OH)2 (mala-
quita) y Cu3(CO3)2(OH)2 (azurita). También aparecen en mucha menor
proporción algunos sulfatos, silicatos, fosfatos y cloruros; en menor
medida, el cobre se encuentra asociado con la materia orgánica y una
pequeña fracción se encuentra como Cu2+ intercambiable fijado al com-
plejo coloidal arcilloso (Navarro y Navarro, 2003).

En la disolución del suelo el cobre se encuentra como Cu2+ y formando


complejos estables con las sustancias húmicas. En suelos poco airea-
dos, el Cu+ es la especie dominante, debido a que el ambiente reduc-
tor favorece la reducción del Cu (II) a Cu (I). La disponibilidad del cobre
depende, entre otros factores, del contenido de materia orgánica, del pH
del suelo y de la presencia de otros iones. Aunque la actividad del Cu2+ de-
crece al aumentar el pH en disoluciones puras, y a pesar de que el cobre
agregado a los suelos minerales es más difícil de extraer mientras más alto
es el pH; en la práctica, las deficiencias más comunes se manifiestan en
los suelos orgánicos ácidos y la absorción del cobre se reduce al aumentar
el aluminio en la solución del suelo (Alcántar y Trejo, 2007).

Las aplicaciones de cantidades altas de fosfatos al suelo reducen la dispo-


nibilidad de Cu, Mn y Zn. La toxicidad de cobre puede ser una deficiencia
inducida de hierro y se corrige con encalado, con adiciones de superfosfa-
to o con aplicaciones de hierro quelatado con ácido etilendiaminotetracé-
tico (Fe-EDTA) (Alcántar y Trejo, 2007).

El cobre es requerido por la planta en pequeñas cantidades, se absorbe


como Cu2+ o como complejo orgánico, tanto por vía radicular como foliar.
Los contenidos de cobre en la planta oscilan en el rango 2-30 mg/kg en
base seca, aunque existe una amplia variación de tales contenidos que
dependen tanto de las características del suelo como de la planta. El cobre
no es una especie muy móvil, aunque puede desplazarse en cierta propor-
ción de las hojas viejas a las jóvenes. Dicho proceso depende del estado

116 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
en que se encuentre y del grado de deficiencia que la planta presente. Se
afirma que, en los casos agudos, el cobre queda prácticamente inmóvil
(Navarro y Navarro, 2003).

Aunque el cobre se puede detectar en los distintos órganos del vegetal, es


en las hojas verdes donde se hallan en mayor concentración. Se admite
que es en el aparato mitocondrial donde está localizado el 70% de este
metal (Navarro y Navarro, 2003).

Las funciones del cobre en la planta están asociadas con un número signi-
ficativo de enzimas; es un elemento esencial en la fotosíntesis de las plan-
tas. La relativa facilidad con que ocurre el proceso descrito en la reacción
Re.4.32 consiste quizás en la principal función de este metal, pero no es la
4
única (Navarro y Navarro, 2003).

Cu2+ (ac) + 1 e = Cu+ (ac) → E = 0,15 V (Re.4.33)

El cobre está presente en diversas enzimas o proteínas implicadas en el


proceso de oxidación y reducción, dos ejemplos notables son la citocro-
mo oxidosa, una enzima respiratoria que se halla en las mitocondrias, y la
plastocianina, una proteína de los cloroplastos (Salisbury y Ross, 1992).

Molibdeno (Mo)
El molibdeno es el nutrimento más escaso en la naturaleza; existe en los
suelos principalmente como anión molibdato (MoO42-) y como mineral mo-
libdenita (MoS2) (Salisbury y Ross, 1992; Fassbender y Bornemisza, 1987).
El Mo procede de la descomposición de las rocas que lo compren-
den, en las que su contenido oscila entre 2,0 y 2,5 mg/kg. De manera
excepcional, algunos suelos de origen volcánico ricos en molibdenita
podrían superar los 200 mg/kg. La mayor o menor disponibilidad del
molibdeno para las plantas está determinada por el pH del suelo y de
los contenidos de óxidos de hierro, aluminio y titanio (Navarro y Navarro,
2003). El aprovechamiento del molibdeno (Mo) aumenta al elevarse el pH
por el reemplazo del MoO42- por OH- en el complejo de intercambio, o por
el reemplazo de las formas Mo2O5 y MoO2 insolubles a MoO3 que después
pasa a la forma soluble MoO42- (Alcántar y Trejo, 2007; Barber, 1984).

QUÍMICA AGRÍCOLA 117


Capítulo 4. Química de los nutrientes mayores y menores

Con respecto a los óxidos de hierro, aluminio y titanio, se plantea que tales
metales forman óxidos insolubles, con características coloidales, sobre los
cuales se adsorben los óxidos de molibdeno que desplazan los iones OH-
presentes. Al aumentarse el pH del suelo, los metales Fe, Al y Ti tienden a
formar especies aniónicas solubles del tipo [M(OH)4]-; en consecuencia, se
liberan los aniones molibdato a la disolución del suelo y quedan disponibles
para la planta, como se muestra en la Figura 4.12 (Navarro y Navarro, 2003).

Mo
Partícula O Partícula
4 2 OH- + MoO42-
M coloidal M coloidal
oO oO
4 4

Figura 4.12. Equilibrio que se presenta en el suelo de las diferentes especies de


molibdeno.

Los iones fosfato aumentan la disponibilidad del molibdeno, tal vez por
reemplazarlo en los sitios de adsorción. Por el contrario, los sulfatos, el Cu,
Zn, Mn y Ni reducen el aprovechamiento del molibdeno, por competir por
los sitios de adsorción radical, por antagonismo en la adsorción y parti-
cularmente el SO42- por disminuir el pH del medio (Alcántar y Trejo, 2007).

Las plantas requieren menos de 1 mg de Mo/kg de material seco (~40-


50 g/ha) para cubrir las necesidades de todos los cultivos. El Mo en
vegetales actúa como cofactor en la enzima nitratoreductasa que reduce
iones nitrato a iones nitrito, y de la enzima nitrogenasa que participa en la
fijación de nitrógeno; las plantas que presentan carencia de Mo tienden
a acumular nitratos debido a que no se activa la nitratoreductasa, en su
lugar muestran deficiencia de aminoácidos (fundamentalmente, ácido
glutámico y glutamina). Además, el Mo puede intervenir en la degrada-
ción de purinas tales como adenina y guanina, debido a su participación
en la enzima xantina deshidrogenasa. Una tercera función probable del
molibdeno es formar parte de una enzima oxidasa que convierte el aldehí-
do del ácido abscísico en la hormona ABA (Salisbury y Ross, 1992).

Los síntomas de deficiencia de Mo se presentan como un amarilleamiento


general y una falta de crecimiento de la planta. La deficiencia de Mo pro-
mueve la aparición de síntomas de deficiencia de N en leguminosas como la
soya y la alfalfa, debido a que la carencia de Mo no permite que estas fijen
N del aire. Así, la falta de Mo tiene repercusiones similares a la falta de N.
El exceso de Mo es tóxico, especialmente para animales en pastoreo. El
ganado que come forraje con exceso de Mo puede desarrollar severos

118 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
casos de diarrea; también, afecta el metabolismo del Cu. Por ejemplo, los
animales que se alimentan con pasto de bajo contenido de Mo pueden
desarrollar toxicidad de Cu, si sus niveles son altos. Por otro lado, los ani-
males que comen pasto con un alto contenido de Mo pueden desarrollar
deficiencia de Cu, dando lugar a la enfermedad denominada molibdenosis.

Níquel (Ni)
Existen evidencias que sugieren que el ión níquel (Ni2+) se considera esen-
cial para las plantas. Este forma parte del sitio activo de la enzima ureasa,
la que cataliza la hidrólisis de urea en CO2 y NH4+ (Salisbury y Ross, 1992,
Alcántar y Trejo, 2007). La figura 4.13 describe el sitio activo de la enzima 4
ureasa, el cual muestra la presencia de dos átomos de níquel.

Lys*

NH+
His N His
O O
N N
N Ni1 Ni2 His
N
O
N
H N
N O
His O
H2O H2O Asp
Figura 4.13. Sitio activo de la ureasa.
Fuente: Benini et al., 1999.

Con respecto a la presencia del níquel en el suelo, dicho elemento, al igual


que el cobalto, puede sustituir al hierro en minerales ferromagnéticos; se
afirma que el níquel suele concentrarse en los hidróxidos de hierro y man-
ganeso (Wild, 1992).

El contenido de níquel en las plantas varía normalmente de 0,1 a 1,0 mg


kg-1 de peso de tejido vegetal. El efecto benéfico del Ni es notorio en las
plantas leguminosas, debido a su particular metabolismo del nitrógeno.
Sin embargo, se debe regular la cantidad de níquel que absorba la planta
porque, al parecer, excesos de níquel provocan deficiencia de Fe y Zn
(Alcántar y Trejo, 2007).

QUÍMICA AGRÍCOLA 119


Capítulo 4. Química de los nutrientes mayores y menores

Ejercicios de autoevaluación

1. Clasifique los elementos N, P, K, S, Ca, Mg, Cu, Mn, Cr, Fe, Si, Br,
I, Na, C, H, O y Ti en las categorías: “macronutriente primario”, “ma-
cronutriente secundario”, “micronutriente” y “función desconocida”.

2. Distinga entre los términos fijación y mineralización del nitrógeno.

3. Distinga entre los términos fijación biológica y fijación abiótica (no


biológica).

4. Anote el nombre de los procesos que participan en la mineralización


del nitrógeno.

5. Escriba las ecuaciones químicas que ocurren en la nitrificación.


Anote, además, los nombres de las bacterias que las realizan.

6. Explique qué es la desnitrificación. Anote las sustancias nitrogena-


das de partida y los productos nitrogenados finales de los procesos:
desnitrificación biológica, desnitrificación autotrófica y desnitrifica-
ción química.

7. Enumere los posibles destinos o rutas que puede experimentar el


ion amonio producto de la amonificación.

8. Anote los principales problemas ambientales asociados con la utili-


zación excesiva de fertilizantes nitrogenados.

9. Enumere las distintas formas en que aparece el fósforo en el suelo.

10. Dé una razón del porqué el fósforo es poco disponible para las
plantas.

11. Escriba los procesos que experimentan las sales de fósforo en fun-
ción del pH.

12. Anote los principales problemas ambientales asociados con la utili-


zación excesiva de fertilizantes fosfatados.

120 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
13. Enumere las distintas formas del potasio en el suelo.

14. Se presentan condiciones reductoras en el suelo, por ejemplo,


cuando ocurren inundaciones permanentes por varias semanas.
Explique la razón por la cual se dice que es un ambiente reductor.

15. Mencione cuáles iones son considerados las bases del suelo.

16. Para las siguientes especies, escriba la forma asimilable (el catión, el
anión o la molécula) para la planta: N, P, B, Mg, O, C, Mo, S.

17. Anote las funciones biológicas de los nutrientes estudiados en


este capítulo.
4

QUÍMICA AGRÍCOLA 121


Capítulo 4. Química de los nutrientes mayores y menores

Respuestas

1. Las categorías son:

Especie Categoría Especie Categoría Especie Categoría


Función
N Primario Cu Micronutriente I
desconocida
P Primario Mn Micronutriente Na Micronutriente
Función
K Primario Cr C Primario
desconocida
S Secundario Fe Micronutriente O Primario
Ca Secundario Si Micronutriente H Primario
Función Función
Mg Secundario Br Ti
desconocida desconocida

2. Fijación: la fijación de nitrógeno consiste en la formación de óxidos


de nitrógeno (NOx) o amonio (NH4+) a partir de la reacción química
del nitrógeno molecular (N2) con oxígeno (O2) o hidrógeno (H2).

Mineralización: proceso que consta de una serie de etapas de


amonificación y nitrificación consecutivas a través de los cuales los
componentes orgánicos se transforman en las formas inorgánicas
nitrogenadas.

3. Fijación biológica: el nitrógeno molecular se combina con hidrógeno,


carbono y oxígeno, principalmente, para formar compuestos orgáni-
cos en las plantas, proceso que es llevado a cabo por organismos
procarióticos.

Fijación abiótica: fijación de nitrógeno en el suelo a partir la combus-


tión de compuestos orgánicos, la combinación de N2 con O2 en la
atmósfera, el proceso industrial Haber-Bosch, la adición de materia
orgánica y de fertilizantes.

4. Los procesos son: amonificación (degradación secuencial de com-


puestos orgánicos nitrogenados hasta amonio) y nitrificación (trans-
formación del amonio en nitratos).

122 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
5. La primera reacción es:

NH4+ (ac) + 2 O2 (g) → NO2- (ac) + 2 H2O (l) Nitrosomonas sp.

La segunda reacción es:

NO2- (ac) + ½ O2 (g) → NO3- (ac) Nitrobacter sp.

6. La desnitrificación es la transformación biológica del ion nitrato (NO3-)


a nitrógeno molecular (N2), óxido nítrico (N2O) y óxido nitroso (NO). 4
Sustancias Productos
Proceso nitrogenadas de nitrogenados de la
partida reacción
Desnitrificación biológica HNO3 N2O

Desnitrificación autotrófica NO- N2

Desnitrificación química HNO2 NO, NO2

7. Ser absorbido por las plantas, ser adsorbido por minerales arcillosos
o materia orgánica, ser fijado por minerales secundarios del tipo 2:1
no expandibles, ser inmovilizado por microorganismos, lixiviar a tra-
vés del suelo o nitrificación.

8. Los principales son: contaminación de las fuentes subterráneas de


agua potable y eutrofización de cuerpo superficiales de agua.

9. P-inorgánico retenido (fijado), P-orgánico y P en disolución.

10. La mayoría de las sales de fósforo son insolubles en agua, lo que


provoca que esté poco disponible para las plantas.

11. A pH ácido (< 5,5) puede ocurrir la precipitación de fósforo (en pre-
sencia de iones aluminio, magnesio y manganeso), la adsorción en
sesquióxidos hidratados de Fe o Al y la oclusión.

QUÍMICA AGRÍCOLA 123


Capítulo 4. Química de los nutrientes mayores y menores

A pH alcalino puede ocurrir la reversión (precipitación del fosfato


como fosfatos de calcio) y la precipitación de fosfatos sobre la su-
perficie de carbonato de calcio.

12. Los problemas ambientales son la contaminación de fuentes subte-


rráneas de agua y la eutrofización de cuerpos superficiales de agua.

13. Las formas son:

• Potasio mineral (forma inorgánica, tiene una función estructural


en minerales primarios y secundarios).

• Potasio intercambiable (formando parte del complejo coloidal).

• Potasio difícilmente intercambiable (asociado a la materia


orgánica).

• Potasio en disolución (de acceso inmediato para la planta).

14. Se presentan condiciones reductoras debido a la expulsión del oxí-


geno de los poros del suelo por parte del agua, al eliminarse el oxí-
geno no se llevan a cabo las reacciones de oxidación y por ello se
dice que es un ambiente reductor.

15. Las bases del suelo son K+, Mg2+ y Ca2+.

16. N, P, B, Mg, O, C, Mo, S.

Nutriente Forma asimilable Nutriente Forma asimilable


N NH4+, NO3- O H2O, aire, CO2

P H2PO4-, HPO42- C CO2

B H3BO3 Mo MoO42-

Mg Mg2+ S SO42-, SO2 (g)

124 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
17. Las funciones biológicas son:

Nutriente Función biológica


Es empleado en la síntesis de proteínas y de otros
Nitrógeno
compuestos orgánicos.
Es parte esencial en los glucofosfatos que intervienen en
la fotosíntesis, en la respiración celular y otros procesos
Fósforo
metabólicos, así como de nucleótidos (como el ARN y
ADN) y de fosfolípidos presentes en las membranas
La función principal del potasio es la neutralización
eléctrica de las cargas negativas de los aniones absorbidos
Potasio por las plantas, adicionalmente y tiene por función
garantizar la semipermeabilidad o permeabilidad selectiva 4
de las membranas celulares.
La mayor parte del azufre en las plantas se encuentra
constituyendo proteínas, como residuos de cisteína y
Azufre metionina, también aparece en compuestos esenciales
como las vitaminas tiamina y biotina, así como la acetil-
coenzima A.
El magnesio forma parte del sitio activo de la clorofila,
además se combina con el ATP (adenosin trifosfato), activa
Magnesio muchas enzimas necesarias en la fotosíntesis, respiración
y la formación del ADN (ácido desoxirribonucleico) y del
ARN (ácido ribonucleico).
Es esencial para las funciones normales de la membrana
Calcio en todas las células, probablemente como un enlazador
de fosfolípidos entre sí o a proteínas de las membranas.
Es esencial para las enzimas que catalizan reacciones
para la síntesis de clorofila y para numerosas proteínas
Hierro
que transportan electrones durante la fotosíntesis y la
respiración celular.
Cumple la función del transporte de electrones en las
Manganeso
plantas.
Estimula la ruptura (oxidación) de la molécula de H2O
durante la fotosíntesis, aunque también es esencial en
Cloro
las raíces, como un soluto osmóticamente activo de
importancia.
Continúa en la página siguiente.

QUÍMICA AGRÍCOLA 125


Capítulo 4. Química de los nutrientes mayores y menores

Nutriente Función biológica


Participa en la formación de la clorofila, e impide su
destrucción al activar las enzimas necesarias para este
Cinc
proceso. Cumple la función del transporte de electrones
en las plantas.
Las funciones bioquímicas del boro en las plantas
vasculares son poco claras a pesar de que se han
estudiado mucho, esto debido, en parte, a que no se sabe
Boro
en qué medida el B(OH)3 se modifica en las células y en
parte a porque puede cumplir muchas funciones en las
plantas aún no determinadas.
El cobre está presente en diversas enzimas o proteínas
implicadas en el proceso de oxidación y reducción.
Cobre
Cumple la función del transporte de electrones en las
plantas.
Actúa como cofactor en la enzima nitratoreductasa y
Molibdeno de la enzima nitrogenasa que participa en la fijación de
nitrógeno.
Forma parte del sitio activo de la enzima ureasa, la que
Níquel
cataliza la hidrólisis de urea en CO2 y NH4+

126 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
Referencias

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Prensa. Colegio de Postgraduados.

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John Wiley & Sons.

Benini, S., W. R. Rypniewski, K. S. Wilson, S. Miletti, S. Ciurli y S. Mangani. (1999).


A new proposal for urease mechanism based on the crystal structures 4
of the native and inhibited enzyme from Bacillus pasteurii: why urea
hydrolysis costs two nickels? Structure, 7(2): 205–216.

Bertsch, F. (1998). La fertilidad de los suelos y su manejo. San José: Asociación


Costarricense de la Ciencia del Suelo.

Bitton, G. (1994). Wastewater microbiology. En Mitchel, R. ed., Ecological and


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Bohn, H., McNeal, B.y G. O’Connor (1979). Soil Chemistry. New York: Wiley.

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Kass, D. (2007). Fertilidad de Suelos. San José: EUNED.

Navarro, S. y Navarro, G. (2003). Química Agrícola. Madrid: Mundi Prensa.

Rendig, V. V., C. Oputa y E.A., McComb. (1976). Effects of sulfur deficiency on


non-protein nitrogen, soluble sugars, and N/S ratios in young corn (Zea
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Reuveny, Z., D. K. Dougall y P. M. Trinity. (1980). Regulatory coupling of nitrate and


sulfate assimilation pathways in cultured tobacco cells. Proc. Natl. Acad.
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QUÍMICA AGRÍCOLA 127


Capítulo 4. Química de los nutrientes mayores y menores

Salisbury, F. B. y C. W. Ross (1992). Plant physiology. Belmont: Wadworth


Publishing Company.

Tian-ren, Yu (1985). Soil and Plants. En Yu, Tian-ren (ed.). Physical Chemistry of
Paddy Soils. Beijing:Science Press.

128 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
CAPÍTULO 5
ACIDEZ y
ENCALADO
del suelo

Sumario
• Acidez del suelo
• Encalado del suelo
Objetivos
Al finalizar el estudio de este capítulo, usted estará en la capacidad de:

• Explicar los factores que acidifican el suelo y la naturaleza de la


acidez.

• Reconocer los principales materiales encalantes y su efecto sobre


la acidez.

Le recomendamos observar el siguiente video para


facilitarle el aprendizaje de los contenidos expuestos en el
presente capítulo:
“QA Capítulo 5 Acidez y encalado del suelo”

https://www.youtube.com/watch?v=uHfWmCc8reg&list=PL5eXNtcO-SQs-
qZgJm0xvh0UQ_MayCDuc0&index=11
L
as partículas constituyentes del suelo (arenas, limos, arcillas y ma-
teria orgánica) forman unos agregados estructurales, denominados
peds (terrones), constituidos por unidades individuales que al agru-
parse originan partículas secundarias o agregados, confiriéndole al suelo
una estructura determinada por la forma en que se agrupan las partículas
individuales. La estructura se puede considerar consecuencia del estado
de los coloides del suelo: cuando están floculados forman agregados más
o menos estables, pero cuando están dispersos las partículas constituyen-
tes quedan aisladas (ver figura 3.10 del capítulo 3).

Como se discutió en el capítulo 3, los coloides del suelo pueden provenir


de los minerales cristalinos y amorfos (inorgánicos) o de la materia orgánica
(orgánicos). Es posible considerar los minerales cristalinos como pequeñas
láminas planas cuyo tamaño, forma y naturaleza dependen del material
de partida. Por su parte, los coloides orgánicos, al derivar de la materia
orgánica, presentan compuestos orgánicos con grupos funcionales y una
gran área activa, capaz de generar cargas que permiten la atracción de los
5
iones de la solución del suelo.

Los coloides del suelo se pueden clasificar en dos grupos de acuerdo con la
carga que poseen: coloides electropositivos, representados por los óxidos
hidratados de hierro y aluminio, y coloides electronegativos, constituidos
por los minerales arcillosos, los complejos ferro-silícicos y las sustancias
húmicas (humus). Ambos tipos de coloides presentan como propiedad
primordial su capacidad de intercambio iónico. Las posiciones de inter-
cambio iónico del suelo son lugares microscópicos ubicados en la materia
orgánica, en las arcillas, en los óxidos de hierro y aluminio. Frecuentemente
son de carga negativa, por lo que atraen mediante fuerzas electrostáticas a
los cationes (carga positiva) calcio, magnesio y potasio, entre otros, como
se describe en la Figura 5.1.

QUÍMICA AGRÍCOLA 131


Capítulo 5. Acidez y encalado del suelo

Cationes en posiciones de intercambio Partícula coloidal

K+ H+ Al3+ Mg2+
K+ Ca2+
H+ H+
H+ Ca2+
Mg2+
Ca 2+ K +
Mg 2+
Mg 2+
Al3+ Al
3+
a2+
Ca2+
Ca 2+

H+ K+
Ca2+ K+ Al3+
K+ Al 3+
K+
Mg2+ Mg2+ H+ Mg
2+

Cationes en disolución del suelo Cationes en posiciones no intercambiables

Figura 5.1. Descripción de los diferentes tipos de cationes presentes en sistemas


coloidales en equilibrio con la disolución del suelo.

5.1. Acidez del suelo


La acidez es una propiedad química que regula la disponibilidad e inmovi-
lidad de nutrimentos en el suelo y que altera el crecimiento de las plantas.
Puede determinar la solubilidad o la inmovilidad de algunos contaminan-
tes, como los metales pesados, y la hidrólisis de los agroquímicos; adicio-
nalmente, define el tipo de poblaciones microbianas existentes, las cuales
pueden solubilizar o inmovilizar nutrientes y contaminantes. La escala de
pH sirve para determinar la acidez o basicidad de un suelo, como muestra
el cuadro 5.1.

Cuadro 5.1. Clasificación de los suelos en función del pH.


Categoría Rango de pH
Extremadamente ácido < 4.5
Fuertemente ácido 4.6-5.5
Ligeramente ácido 5.6-6.5
Neutro 6.6-7.5
Ligeramente alcalino 7.6-8.0
Fuertemente alcalino 8.1-9.0
Extremadamente alcalino > 9.1

132 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
Los pH neutros son los mejores para las propiedades físicas de los suelos.
A pH muy ácidos ocurre una intensa alteración de minerales y la estructura
del suelo se vuelve inestable, en tanto los pH básicos provocan que las
arcillas se dispersen, destruyendo la estructura del suelo. Por otro lado, la
asimilación de los nutrientes está influenciada por el pH del suelo, ya que la
absorción de determinados nutrientes se puede bloquear en condiciones
específicas de pH y no son asimilables para las plantas. La mejor produc-
tividad de la mayoría de las plantas y cultivos se logra cuando el pH se
encuentra alrededor de 6,0-7,5.

El pH del suelo depende de varios factores: la naturaleza del material pa-


rental (la roca puede ser de reacción ácida o básica), la estación del año
(por ejemplo, en la época lluviosa la precipitación es elevada y los sue-
los tienden a acidificarse), las prácticas agrícolas, el contenido de materia
orgánica (los residuos de la actividad orgánica son de naturaleza ácida),
entre otros.
5
Existen dos causas principales de la acidificación de los suelos (figura 5.2),
la primera debido a la producción de iones ácidos y la segunda por la pér-
dida de las bases del suelo (K+, Ca2+ y Mg2+) retenidas en las posiciones de
intercambio iónico de este. Según Fassbender y Bornemisza (1987), la aci-
dificación progresiva que se presenta de manera especial en los suelos de
áreas tropicales húmedas, particularmente cuando se practica una agri-
cultura intensiva, se debe al reemplazo paulatino de las bases cambiables
(Ca2+, Mg2+, K+ y Na+) por iones H+ y Al3+. Esto significa que en los sitios de
intercambio catiónico existe una continua competencia entre los iones res-
ponsables de la acidez (H+ y Al3+) y los iones básicos (Ca2+, Mg2+, K+ y Na+).

QUÍMICA AGRÍCOLA 133


Capítulo 5. Acidez y encalado del suelo

Exudados radicales
Fuentes
permanentes Mineralización de la MO
Producción de Fertilizantes amoniacales
iones ácidos

Fuentes Ionización del agua


progresivas Liberación de iones Al3+
Causas de
la acidez de
los suelos

Lixiviación de bases
Pérdida de bases
(K+, Mg2+, Ca2+ Extracción de bases
por los cultivos

Figura 5.2. Causas de acidificación de los suelos.

Una concentración adecuada de iones básicos favorece el crecimiento de


las plantas; bajo este principio, se maneja el criterio de la sumatoria de
bases para verificar si un suelo contiene las bases necesarias para el de-
sarrollo de un cultivo. La sumatoria de bases (saturación de bases) corres-
ponde a la suma de las concentraciones de K+, Mg2+ y Ca2+, expresadas
en cmol(+).L-1. El valor crítico aceptado para la sumatoria de bases es 5,0
cmol(+).L-1, valores inferiores a este puede indicar problemas de acidez y
posibles deficiencias de K+, Mg2+ y Ca2+ en el cultivo, lo que puede provo-
car problemas de acidez, indisponibilidad de algunos nutrimentos y efec-
tos adversos de toxicidad en las plantas.

La saturación de bases y, en consecuencia, la capacidad de producción


de un suelo, son afectados directamente por su pH, como se muestra en
la figura 5.3. Se puede observar en esta figura que la saturación de bases
se incrementa significativamente entre pH = 3,5 (~18%) y pH = 5,0 (~80%);
valores de pH superiores incrementan el porcentaje de saturación de ba-
ses, aunque no de una forma tan significativa como en el rango 3,5-5,0.
Sumado a ello, las condiciones más adecuadas para el cultivo de produc-
tos serían un pH cercano a 7,0 y un porcentaje de saturación del 80%,
aproximadamente.

134 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
100
90
80
70
60
% 50
40
30
20
10
0
3,8 4 4,6 5 5,7 6,3 7 7,5 8 8,6 9 9,4 10 11 12 13
pH (agua)

% Saturación de Bases % Rendimiento del Cultivo

Figura 5.3. Comportamiento de la saturación de bases y del rendimiento de


producción de un cultivo en función del pH del suelo. 5

Tipos de acidez en el suelo


La acidez del suelo puede ser de dos tipos: activa y pasiva, como se mues-
tra en la figura 5.4. La combinación de la acidez activa y la acidez pasiva
constituye la acidez total. El primer tipo de acidez corresponde a la con-
centración de H+ en la disolución del suelo, y se le designa mediante los
términos acidez activa, actual o aparente. El segundo tipo de acidez com-
prende los iones H+ retenidos por el complejo coloidal, los cuales pueden
ser liberados en el momento en que, por algún factor externo, se remuevan
los iones H+ de la disolución (por ejemplo, cuando parte de la acidez activa
es removida o neutralizada); este tipo de acidez se denomina acidez pa-
siva, de cambio, de reserva o potencial. La acidez pasiva se asocia con a
aquellos iones H+ que pueden ser disociados de los materiales del suelo,
como la materia orgánica del suelo (MO), los óxidos y sesquióxidos de hie-
rro y aluminio (óxidos que contienen tres átomos de oxígeno y dos de otro
elemento, como Fe2O3) y las arcillas.

Los iones H+ presentes en la disolución del suelo provienen principal-


mente de la MO, de los óxidos y sesquióxidos de hierro y aluminio (re-
presentados como R2O3) y del complejo coloidal, como muestra la figura
5.5. Además, se generan a partir de la hidrólisis del agua provocada
por cationes que se encuentran libres en la disolución del suelo, ya sea

QUÍMICA AGRÍCOLA 135


Capítulo 5. Acidez y encalado del suelo

porque naturalmente pertenecen al suelo o que se acumula producto de


la continua adición como fertilizantes.

Acidez pasiva Acidez activa

H+
R2O3 H+
H+ H+

H+ H+
MO
H+

H+
Complejo
coloidal
H+
Figura 5.4. Formas de acidez presentes en el suelo agrícola (R2O3: sesquióxidos
de hierro y aluminio, MO: materia orgánica del suelo).

La determinación experimental del pH del suelo se lleva a cabo utilizando


disoluciones extractoras de iones H+. La acidez activa del suelo se de-
termina saturando una porción de este con agua destilada y midiendo el
pH de la mezcla resultante; en este proceso, los H+ que están fácilmente
disponibles (acidez activa) pasan a la disolución y su concentración es
medida. Por su parte, la acidez extraíble se asocia con los iones H+ y Al3+
en el suelo, y para su determinación al suelo se le añade una disolución
extractora de (CaCl2, KCl o CH3COONa) con las cuales se desplazan los
iones H+ de los sitios de intercambio, y estos pasan luego a la disolución,
donde su concentración se cuantifica.

Los cationes hidrógeno y aluminio que se encuentran cerca de la super-


ficie de los coloides del suelo pueden desplazarse de estas mediante el
intercambio con cationes solubles. El mayor componente de la acidez en
los suelos tropicales, con la excepción de los suelos orgánicos, es el alu-
minio, por lo que los términos acidez extraíble (o intercambiable) y aluminio
intercambiable se utilizan como sinónimos. La acidez extraíble se expresa
en meq/100 mL o en cmol(+)/L; un valor superior a 0,5 cmol(+)/L es consi-
derado perjudicial para los cultivos (Molina, 1998).

136 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
Saturación de bases
Complejo coloidal
Solución del suelo
Saturación de acidez
Acidez pasiva

Al3+
Mg2+ H+
Mg2+ K+ Ca2+ H+
H+ Mg
2+

H+ Mg 2+
Al3+
H+ Ca2+ Ca2+ Acidez activa

H+ Al3+
Mg2+ K+
Mg2+

K+ K+

Al3+ Al3+
Mg2+
H + H+
K+ Mg2+ H+ Mg2+
Medio acuoso
Mg2+

5
SISTEMA RADICAL (y RIZOSFERA)

Figura 5.5. Equilibrio químico de las bases disponibles y la acidez extraíble.

Se reconocen tres razones por las cuales se reemplazan las bases en los
sitios de intercambio: sustitución por iones H+ y Al3+, sustracción de las
bases debido a la absorción de los cultivos y la pérdida de las bases por
lixiviación cuando la precipitación supera a la evapotranspiración (pérdida
de humedad de una superficie por evaporación directa junto con la pérdi-
da de agua por transpiración de la vegetación).

El efecto del aluminio sobre la acidez del suelo


Cuando los iones hidratados de Al3+ son liberados al medio pueden pro-
vocar la hidrólisis de las moléculas de agua que le rodean, lo que produce
hidróxidos hidratados de aluminio, así como iones H+, como describen las
reacciones Re.5.1, Re.5.2 y Re.5.3. La generación de iones H+ producto
de la hidrólisis del agua incrementa la concentración de dichos iones en la
disolución del suelo, disminuyendo su pH.

[Al(H2O)6]3+ (ac) [Al(H2O)5(OH)]2+ (ac) + H+ (ac) (Re.5.1)

QUÍMICA AGRÍCOLA 137


Capítulo 5. Acidez y encalado del suelo

[Al(H2O)5(OH)]2+ (ac) [Al(H2O)4(OH)2]+ (ac) + H+ (ac) (Re.5.2)

[Al(H2O)4(OH)2]+ (ac) [Al(H2O)3(OH)3] (s) + H+ (ac) (Re.5.3)

En suelos fuertemente alcalinos (pH > 8,0) ocurre la disolución del hidróxi-
do de aluminio, de acuerdo con la ecuación Re.5.4:

Al(OH)3 (s) + OH- [Al(OH)4]- (ac) (Re.5.4)

La figura 5.6 muestra la actividad relativa (concentración), en función


del pH, de las especies descritas en las ecuaciones Re.5.1- Re.5.4.
Obsérvese que cuando el pH del suelo se encuentra alrededor de 6.3
la actividad de Al(OH)3 es máxima, a este pH se favorece la formación
de gibbsita (γ-Al(OH)3) e hidrargilita , hidróxidos amorfos e insolubles de
aluminio (Ec. 3.3); paralelamente, la cantidad de aluminio soluble (Altotal)
alcanza un mínimo a este pH, es decir, se logra precipitar la mayor can-
tidad de aluminio en forma de hidróxido, reduciéndose los efectos de
acidez asociada con especies solubles de Al3+.

Por el contrario, cuando el pH del suelo es inferior a 5,5 el Al(OH)3 se


solubiliza produciendo especies solubles ([Al(H2O)6]3+, [Al(H2O)5(OH)]2+ y
[Al(H2O)4(OH)2]+), las cuales se hidrolizan de acuerdo con las ecuaciones
Re.5.1- Re.5.3, se incrementa la concentración de H+ y provoca un aumen-
to en la acidez del suelo. Puede observarse, en la figura 5.6, que conforme
disminuye el pH aumenta la actividad del aluminio total, incrementando la
acidez del suelo asociada con el aluminio.

138 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
100
E [Al(H2O)6]3+
F A
C
80
B [Al(H2O)5(OH)]2+
Actividad relativa (%)

A
60 [Al(H2O)4(OH)2]+
C

40 D [Al(H2O)3(OH)3]

B E [Al(OH)4]-
20
D F Altotal

0
4,0 4,5 5,0 5,5 6,0 6,5 7,0
Figura 5.6. Actividades relativas (en porcentaje) de las diferentes especies de
aluminio en función del pH del suelo. 5
Fuente: Modificado de Kinraide, 1991.

Acidez asociada con los exudados radicales


y materia orgánica
Los exudados radicales son sustancias químicas secretadas en el suelo
por la raíz, tienen la capacidad de solubilizar nutrimentos, de estimular el
crecimiento microbiano, de inhibir la emergencia de pastos y de neutralizar
las cargas positivas de los nutrimentos. Los exudados representan una
fuente potencial de acidez debido a que aumentan la concentración de los
ácidos orgánicos. Estos ácidos orgánicos mejoran la absorción de nutrien-
tes solubles a pH bajos (boro, cinc, hierro y manganeso).

Otra fuente de acidez es el ácido carbónico (H2CO3), producto de la res-


piración microbiana en la rizosfera. El ácido carbónico es inestable y rápi-
damente se transforma en dióxido de carbono y agua, de acuerdo con la
ecuación Re.5.5.

H2CO3 (ac) H2O (l) + CO2 (g) (Re.5.5)

La mineralización de la materia orgánica y el humus también incrementan


la acidificación del suelo como consecuencia de la liberación de iones H+

QUÍMICA AGRÍCOLA 139


Capítulo 5. Acidez y encalado del suelo

desde los grupos funcionales presentes en la materia orgánica, como los


grupos ácido(-COOH), hidróxido (-OH) y amino (-NH2), causan un proceso
de ionización en medio acuoso.

Las ecuaciones Re.5.6 y Re.5.7 muestran el equilibrio que se establece


entre las especies no ionizadas, de ácidos orgánicos y fenoles, y los iones
hidrógeno del medio.

R-COOH (s) R-COO- (ac) + H+ (ac) (Re.5.6)

R-OH (s) R-O- (ac) + H+ (ac) (Re.5.7)

Acidez asociada al uso de fertilizantes


El laboreo intenso y el uso de fertilizantes de acción ácida son las princi-
pales actividades antropogénicas que provocan la acidez del suelo. En el
caso de los fertilizantes, la disminución del pH del suelo se origina en la
nitritación del amonio y, en menor grado, en la hidrólisis de los cationes
que poseen una constante de acidez (Ka) mayor a la del agua. La adición
al suelo de fertilizantes amoniacales lleva a un proceso de acidificación; sin
embargo, este proceso es lento y ocurre después de varios años.

Un fertilizante de reacción ácida es un fertilizante que al disolverse en el


suelo incrementa la concentración de iones H+ en dicha matriz. La acidi-
ficación que se origina a partir de la aplicación de un fertilizante no es un
evento que se pueda medir en horas luego de su adición al suelo, más bien
pasarán varias semanas antes de poder percibir una disminución del pH
en el suelo. Para ello es necesario un incremento en la concentración de
los iones H+, lo que ocurre cuando microorganismos especializados rea-
lizan un proceso denominado nitritación: el nitrógeno amoniacal (N-NH3)
es convertido a ion nitrito (NO2-) (Kass, 1998). Este proceso es llevado a
cabo por las bacterias Nitrosomonas y Nitrococcus, que transforman el ion
amonio a nitrito, siendo el ion hidrógeno otro producto de la reacción, de
acuerdo con la ecuación Re.5.8.

2 NH4+ (ac) + 3 O2(g)


Nitrococus sp.
2 NO2- (ac) + 2 H2O (l) + 4 H+ (ac) (Re.5.8)
Nitrisomonas sp.

140 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
Como se desprende de la ecuación anterior, la nitritación de los fertilizan-
tes amoniacales da origen a la acidez residual en el suelo. Las ecuaciones
Re.5.9- Re.5.12 muestran las reacciones químicas que describen la genera-
ción de iones H+ a partir de la nitritación de algunos fertilizantes nitrogenados.

Nitrato de amonio:
2 NH4NO3 (s) + 2 O2 (g) → 2 H+ (ac) + 2 NO3- (ac) + H2O (l) (Re.5.9)
Fosfato ácido de amonio (DAP):

H2O (Re.5.10)
(NH4)2HPO4 (s) + 4 O2 (g) 3 H+ (ac) + 2 NO- (ac) + HPO4- (ac) + H2O (l)
Urea:

H2O (Re.5.11)
(NH2)2CO2 (s) + 4 O2 (g) 2 H+ (ac) + 2 NO3- (ac) + CO2 (g) + 2 H2O (l)

Sulfato de amonio: 5
H2O (Re.5.12)
(NH4)2SO4 (s) + 4 O2 (g) 4 H+ (ac) + 2 NO3- (ac) + SO42- (ac) + 2 H2O (l)

Las ecuaciones anteriores ilustran la generación de iones H+ a partir de la


nitritación de los fertilizantes nitrogenados, lo que incrementa la acidez del
medio. Si la producción de iones H+ es tal que el pH desciende hasta me-
nos de 5,5, podrían solubilizarse los hidróxidos de aluminio e incrementar
la acidificación del suelo, como se observó en la figura 5.4.

Como se mencionó antes, el uso de fertilizantes de acción ácida constituye


una de las actividades agrícolas que causan la acidificación del suelo; en
consecuencia, se recomienda aplicar simultáneamente productos fertili-
zantes de reacción ácida con alcalinizantes para prevenir la acidificación.
La magnitud de los efectos acidificantes y alcalinizantes se conocen como
índices de acidez y de alcalinidad, respectivamente. El índice de acidez de
un fertilizante representa la masa (en kg) de CaCO3 necesaria para neu-
tralizar la acidez provocada por la aplicación de tal fertilizante al suelo. Por
su parte, el índice de alcalinidad corresponde a la cantidad de CaCO3 que
produce una alcalinización similar a la originada por el fertilizante. Ambos
índices se expresan en términos de los cocientes kg CaCO3/kg N o kg
CaCO3/100 kg de fertilizante, como se muestra en el cuadro 5.2. (Campillo
y Sadzawka, 2006).

QUÍMICA AGRÍCOLA 141


Capítulo 5. Acidez y encalado del suelo

Cuadro 5.2. Índices de acidez o alcalinidad de algunos productos


utilizados como fuentes de N, P y K en la agricultura.

Tipo de kg CaCO3 kg CaCO3


Fertilizante Fórmula química
fertilizante kg N 100 kg fertilizante
Fosfato monoamónico (NH4)H2PO4 Ácido 5 55
Fosfato diamónico (NH4)2HPO4 Ácido 3,89 70
Sulafto de amonio (NH4)2SO4 Ácido 5,35 110
Yeso agrícola CaSO4·2H2O Neutro 0 0
Superfosfato triple Ca(H2PO4)2 Neutro 0 0
Cloruro de potasio KCl Neutro 0 0
Levemente
Rocas fosfóricas (Ca3(PO4)2(OH)) 0 10
alcalino
Fuente: Campillo y Sadzawka, 2006.

La capacidad amortiguadora del suelo


En el suelo, así como en una gran cantidad de disoluciones acuosas de la
naturaleza (sangre, agua marina, savia) existe una propiedad química que
permite mantener el equilibrio en las concentraciones de iones ácidos y
básicos, de manera que se mantenga un pH óptimo. Esta propiedad reci-
be el nombre de capacidad amortiguadora y su definición varía en función
de la matriz en estudio: en disolución acuosa, la capacidad amortiguadora
corresponde al número de moles de ácido o de base necesario para oca-
sionar un cambio de una unidad de pH por litro de disolución; en un suelo
es la capacidad del suelo para resistir cambios bruscos de pH debido a la
adición de iones H+ o OH-. A la capacidad amortiguadora, también se le
designa con los términos capacidad tampón o capacidad buffer.

Los grupos ácidos de la materia orgánica, junto con la capacidad de in-


tercambio iónico de las arcillas, constituyen los dos factores esenciales
de la capacidad amortiguadora que presentan los suelos. Veamos, por
ejemplo, el efecto amortiguador de los grupos ácido de la materia orgá-
nica (R-COOH), cuya reacción de disociación se describe en la Re.5.6.
Cuando al suelo se le adiciona cal, se espera que el pH del suelo aumente
rápidamente; sin embargo, esto no ocurre así porque los iones OH- que
se generan reaccionan rápidamente con los iones H+ que participan en el
equilibrio, como se muestra en la figura 5.7.a; el resultado neto de ello es

142 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
la producción de agua, no el incremento del pH, por lo tanto se dice que
el sistema “amortigua” el efecto de la adición de cal. Por el contrario, si
al suelo se le adicionara ácido, los iones H+ reaccionarían con los grupos
RCOO- para producir RCOOH, como se describe en la figura 5.7.b, redu-
ciendo el efecto de la adición de iones H+ al suelo; lo que se observa en
este caso es una pequeña variación en el pH del suelo debido al efecto
amortiguador de los grupos ácido de la materia orgánica.

R-COOH D R-COO- + H+ R-COOH D R-COO- + H+

OH H+
5.7. a. 5.7. b.

Figura 5.7. Efecto amortiguador de los grupos ácido de la materia orgánica.


5
En la figura 5.8, se muestra la variación del pH de un suelo en función de
la cantidad de cal (CaCO3) adicionada. La región I corresponde a pH fuer-
temente ácidos, y en ella se presentan dos especies: el H2CO3 y el HCO3-,
de acuerdo con la reacción Re.5.13; no se observan cambios bruscos de
pH al adicionar cal debido a que se establece un sistema amortiguador
constituido por el ácido carbónico y el carbonado ácido.

H2CO3 (ac) HCO3- (ac) + H+ (ac) (Re.5.13)

En la región II se observa un incremento significativo del pH, asociado


con la neutralización completa del H2CO3. A pH ligeramente ácidos (6,0-
6,5) aparece una tercera región (región III) donde se establece el sistema
amortiguador HCO3-/CO32-, como se describe en la reacción Re.5.14, en
la que se observan pequeñas variaciones en el pH del suelo. Una vez que
todo el HCO3- es neutralizado, producto de la adición de cal, se observa
un nuevo incremento en el pH del suelo, región IV. Finalmente, una vez que
todo el bicarbonato ha sido neutralizado con la adición de cal, las especies
predominantes son los aniones carbonato e hidróxido y el pH del suelo es
alcalino (región V).

HCO3- (a) CO32- (ac) + H+ (ac) (Re.5.14)

QUÍMICA AGRÍCOLA 143


Capítulo 5. Acidez y encalado del suelo

8,0
V
7,5

7,0 IV

pH 6,5 III

6,0
II

5,5
I

5,0
0 2 4 6 8 10 12 14
Toneladas métricas de cal / Ha
Figura 5.8. Curva de neutralización de un suelo que presenta capacidad
amortiguadora.

En suelos cuyo pH se encuentra cercano a la neutralidad, la función amor-


tiguadora la ejercen el complejo de cambio del suelo y las reacciones de
meteorización de los silicatos. En los suelos ácidos, en el complejo de
cambio solo existen iones hidrógeno y aluminio.

Cuando se neutraliza la acidez activa del suelo al aplicar una cal, se espera
que el pH se eleve de inmediato, pero esta acción no ocurre así; solamente
hasta que todo el H+ y Al3+ en reserva se hayan consumido se comenzará
a elevar el pH, por tal razón es que hay un rango en el cual se mantiene
estable el pH.

5.2. El encalado del suelo


El proceso de encalado consiste en adicionar sales básicas, también lla-
madas enmiendas calcáreas, al suelo con la intención de neutralizar su
acidez. El efecto del encalado no se mantiene indefinidamente; pasado un
periodo, el pH del suelo comienza a disminuir hasta alcanzar de nuevo el
valor de pH antes del encalado. El material encalante incorporado al suelo
experimenta tres fenómenos: a) ocupa los sitios de intercambio de las arci-
llas, b) es absorbido por las plantas y c) una parte, las bases (Ca2+ y Mg2+),
se pierde por lixiviación. Como consecuencia de estos tres fenómenos,
la concentración de cal en el suelo disminuye con el tiempo y este tiende

144 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
a acidificarse; el encalado no detiene el proceso de acidificación, solo lo
retrasa, por cuanto el suelo continuará formando iones H+ provenientes de
los procesos permanentes y progresivos de acidificación. Eventualmente,
llega el momento en que toda la cal aplicada se utiliza por completo, por
lo que el suelo vuelve a presentar características similares a las que tenía
antes del encalado.

Para mantener un pH adecuado para el desarrollo de un cultivo, el suelo


debe ser encalado en forma periódica. Sin embargo, se deberá tener el
cuidado de nunca aplicar cal en exceso, porque podría ocasionar la dis-
rupción física del suelo (debido a una dispersión coloidal irreversible), la
cual es muy difícil de corregir.

A diferencia de los suelos de clima templado, los de clima tropical no son


encalados por la aplicación de base directamente equivalente a la acidez
extraíble (método de titulación de acidez hasta la neutralidad), ya que se
debe considerar, además de la acidez extraíble, la capacidad amortigua- 5
dora, definida en gran parte por la carga variable de las arcillas, la materia
orgánica del suelo y las superficies de los sesquióxidos de hierro y alumi-
nio. Estas cargas variables aumentan la adsorción con los cationes princi-
palmente al aumentar el pH del suelo, debido a la desprotonación (pérdida
de iones H+ de las superficies de las partículas del suelo).

¿Cómo trabajan las cales en el suelo?


La reacción básica de un material encalante cuando se añade al suelo pue-
de ser ilustrada con la reacción del carbonato de calcio (ecuación Re.5.15).

CaCO3 (s) + H2O (l) → Ca2+ (ac) + HCO3- (ac) + OH- (ac) (Re.5.15)

El CaCO3 reacciona con el H2O liberando iones OH-, los cuales se combi-
nan con los iones H+ de la disolución del suelo para producir agua. Primero,
se neutralizan los iones H+ de la acidez activa; al neutralizarse estos iones,
la acidez potencial libera más iones H+ a la disolución del suelo para res-
tablecer el equilibrio descrito en la figura 5.4. Conforme más iones H+ de
la disolución del suelo son neutralizados, el pH del suelo aumenta provo-
cando la precipitación de los hidróxidos insolubles de hierro y aluminio. Los
sitios de intercambio del complejo coloidal en el suelo que desocupan los
iones H+ y Al3+ son reemplazados con los iones Ca2+ y Mg2+ provenientes

QUÍMICA AGRÍCOLA 145


Capítulo 5. Acidez y encalado del suelo

de la cal. Esta acción eleva la cantidad de bases retenidas en los sitios de


intercambio, además de aumentar el pH del suelo.

Materiales encalantes
Los materiales encalantes son óxidos, hidróxidos, carbonatos y silicatos
de calcio y magnesio. La mayoría corresponde a productos de baja so-
lubilidad en agua; en el proceso de disolución, al ser un fenómeno que
ocurre a nivel superficial, el tamaño de las partículas adquiere una gran
importancia: a tamaño de partícula mayor es la velocidad de disolución;
paralelamente, conforme disminuye el tamaño del material se incrementa
el contacto entre las partículas del suelo y de la enmienda. Por lo anterior,
la calidad de un material encalante se evalúa en función de su poder neu-
tralizante, del tamaño de partícula y del contenido de magnesio (los suelos
ácidos son regularmente deficientes en Ca2+ y Mg2+). Además de los iones
calcio y magnesio, los aniones acompañantes deben reducir la actividad
(concentración) del H+ y del Al3+ en la disolución del suelo.

En el cuadro 5.3, se enumeran algunos materiales utilizados en el encalado


de suelo. A continuación, se describen las características de algunos de
los materiales utilizados comercialmente en el encalado de suelos.

Cuadro 5.3. Poder neutralizante de varios materiales utilizados para


encalar los suelos.
Material encalante Fórmula química Poder neutralizante (%)
Carbonato de calcio CaCO3 75-100
Carbonato de magnesio MgCO3 100-120
Óxido de calcio CaO 120-175
Óxido de magnesio MgO 175-240
Hidróxido de calcio Ca(OH)2 110-135
Cal dolomita MgCa(CO3)2 95-100

Fuente: Adaptado de Espinoza y Molina, 2014.

a) Carbonato de calcio

El CaCO3 es el material más utilizado en el encalado del suelo. Es conside-


rado insoluble en agua (Kps = 4,8 x 10-9) y su reacción en el suelo es lenta.

146 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
Se obtiene a partir de la roca caliza o roca calcárea (calcita) que se extrae
de las minas, que luego se muele y se pasa a través de tamices. Las rocas
calizas no son puras y pueden contener impurezas, principalmente arcillas,
las cuales reducen el poder neutralizante del carbonato de calcio (en los
productos comerciales oscila entre 90-98%).

El carbonato de calcio equivalente, también conocido como CCE, por sus


siglas, es el patrón de referencia comúnmente utilizado para comparar la
capacidad de neutralización de un material encalante contra otro. El patrón
de referencia es el CaCO3 “puro”, al cual se le asigna un poder neutralizan-
te del 100%, como se muestra en el cuadro 5.3.

b) Óxido de calcio

Se le conoce también con los términos cal viva o cal quemada; es un só-
lido blanco que se obtiene a partir de la calcinación de las rocas calizas
(carbonatos) en hornos, de acuerdo con la reacción Re.5.16; durante este 5
proceso también se libera dióxido de carbono.

CaCO3 (s)
850 °C
CaO (s) + CO2 (g (Re.5.16)

La cal viva se considera un neutralizante muy eficaz; cuando se adiciona al


suelo, la cal viva se combina en forma inmediata con el agua, produciendo
hidróxido de calcio (Ca(OH)2), como describe la ecuación Re.5.178.

CaO (s) + H2O (l) → Ca(OH)2 (ac) (Re.5.17)

Sin embargo, el uso de la cal viva presenta el inconveniente de ser una


sustancia cáustica, de difícil manejo y almacenaje, pues absorbe hume-
dad del medio tendiendo a endurecerse, y por lo tanto se hace inefectivo.
Su poder neutralizante es 1,79 veces mayor que el carbonato de calcio,
como se muestra en el Cuadro 5.3, pero no reacciona totalmente porque
al humedecerse con el agua del suelo forma gránulos duros e insolubles
de CaCO3.

c) Hidróxido de calcio

Al Ca(OH)2 se le conoce comercialmente con los nombres cal apagada


y cal hidratada. Se obtiene a partir del CaO de acuerdo con la ecuación

QUÍMICA AGRÍCOLA 147


Capítulo 5. Acidez y encalado del suelo

5.17; es una sustancia blanca, cáustica, que debe mezclarse rápidamen-


te con el suelo por cuanto reacciona produciendo cambios rápidos del
pH. Tiene mayor solubilidad que el carbonato de calcio (Kps del Ca(OH)2
es 8,0 x 10-6). Su reactividad química solamente es superada por el óxido
de calcio y su poder neutralizante es 136%. El grado de pureza depende
de la fuente inicial de CaO y, al igual que este, posee impurezas que se
propagan desde la materia prima hasta el producto final.

d) Cal dolomita

Cuando la cantidad de magnesio en la cal supera el 1,3%, recibe el nom-


bre de cal dolomita, CaMg(CO3)2, o cal dolomítica; si supera 6% de Mg, se
llama dolomita cálcica. Los valores de neutralización de las dolomitas caen
dentro de un rango que va desde 65-70% hasta un poco más del 100%,
aunque en forma teórica la cal dolomítica pura puede tener un valor de
equivalente de neutralización cercano al 108-109%.

e) Otros materiales

Otros materiales considerados para el encalado incluyen el sulfato de cal-


cio dihidratado CaSO4·2H2O (yeso), que además de calcio aporta azufre;
si no se controla adecuadamente la infiltración de agua, podría tener el in-
conveniente de formar ácido sulfúrico (H2SO4) y acidificar el suelo. También
se han aplicado las escorias industriales, principalmente compuestas por
silicatos de calcio y magnesio.

Recomendaciones de encalado
La dosis de cal que se vaya a aplicar a un suelo depende de diversas va-
riables, entre ellas:

• Acidez del suelo (pH y porcentaje de saturación de Al3+)

• Contenido de materia orgánica

• Tipo de suelo (contenido y calidad de arcillas)

• Poder neutralizante del material encalante

• Tamaño de partícula del material (mesh)

148 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
La elevación del pH del suelo ocurre después de un periodo que general-
mente oscila de dos a cuatro meses. A la hora de realizar los cálculos so-
bre la necesidad de encalado de un cultivo, además de conocer la acidez
tolerable por el cultivo, se debe contar con el análisis previo de laboratorio
del pH del suelo, capacidad catiónica efectiva (CICE), acidez extraíble del
suelo, y el contenido de Ca2+ y Mg2+. Al hacer recomendaciones de enca-
lado, se agrega una porción extra de agente encalante con respecto a la
necesaria para neutralizar la acidez equivalente, puesto que la acidez ex-
traíble del suelo no se neutraliza por completo. Los cultivos tienen distintas
tolerancias a la acidez y requieren tan solo de un pH ligeramente ácido
para ser productivos; en consecuencia, aplicar cal para llegar un pH neutro
(pH = 7,0) no es necesariamente una práctica recomendable. Recordemos
que un suelo se define como ácido cuando su pH en agua es inferior a 5.5

Adicionalmente, se debe revisar la presentación comercial del producto, la


cual incluye sacos desde 18 kg a los 50 kg de CaCO3, y consultar el poder
relativo de neutralización (PRNT) o equivalente químico de CaCO3.
5

Siempre es recomendable comprobar, mediante un análisis de laboratorio,


la granulometría y el CaCO3 equivalente. La velocidad de reacción de una
cal puede variar desde un mes hasta un año, por esto es fundamental
conocer su calidad. Se recomienda que tenga al menos un 80% de grano
fino que pase por una malla de 60 mesh, es decir, que el 100% del ma-
terial pase por una malla 8 y que el 70-80% pase por una malla 60 mesh
(Molina, 1998).

QUÍMICA AGRÍCOLA 149


Capítulo 5. Acidez y encalado del suelo

Ejercicios de autoevaluación

I Parte
Conteste lo que se le indica.

1. Mencione cuál es la diferencia entre acidez activa y acidez potencial.

2. Explique qué es acidez extraíble.

3. Cite cuáles son los iones responsables de la acidez del suelo.

4. Mencione cuáles son los llamados iones básicos

5. Especifique la carga que poseen los sitios de intercambio, los cuales


mantienen la reserva de iones ácidos y básicos; además, mencione
el tipo de fuerza que mantiene unidos a los iones.

6. Explique de dónde provienen los sitios de intercambio catiónico.

7. Describa cuál es el ion fitotóxico soluble a pH menores de 5,5.


Analice por qué se hace disponible a este pH.

8. Mencione otros iones que aumentan su solubilidad a pH ácidos y


que pueden provocar toxicidad en las plantas.

9. Cite cuáles grupos funcionales de la materia orgánica del suelo pue-


de ionizarse y liberar H+.

10. Explique qué es la capacidad amortiguadora del suelo.

11. Mencione cuáles son los otros nombres recibe la capacidad


amortiguadora.

12. Describa cuándo se observa un cambio significativo en el pH del


suelo al aplicar un material ácido o básico.

150 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
II Parte.
Selección única. Marque con una “x” la opción correcta.

1. Dos materiales que pueden provocar acidificación del suelo debido


a la nitritación son:

A. ( ) Urea y cloruro de potasio


B. ( ) Fosfato de hierro y nitrato de sodio
C. ( ) Silicato de magnesio y sulfato de amonio
D. ( ) Nitrato de amonio y urea

2. Un suelo es considerado ácido cuando la relación de la concentra-


ción de los iones es:

A. ( ) OH- < H+ 5
B. ( ) Al 3+
> H
+

C. ( ) H+ = OH-
D. ( ) OH- > H+

3. Las especies químicas que una cal dolomítica puede aportar al sue-
lo son:

A. ( ) Ca2+, H+ y S
B. ( ) Mg2+, Ca2+, H+
C. ( ) Mg2+, OH-, Ca2+
D. ( ) Mg2+, OH-, S

4. Los OH- liberados por la cal neutralizan a los iones en el siguiente


orden descendente:

A. ( ) H+ potencial > H+ activo > Al3+ activo > Al3+ potencial


B. ( ) H+ activo > H+ potencial > Al3+ activo > Al3+ potencial
C. ( ) Al3+ potencial > Al3+ activo > H+ potencial > H+ activo
D. ( ) H+ potencial > Al3+ potencial > H+ activo > Al3+ activo

QUÍMICA AGRÍCOLA 151


Capítulo 5. Acidez y encalado del suelo

Respuestas

I Parte
1. La acidez pasiva es la correspondiente a los iones H+ adsorbidos a
los sitios de intercambio en el complejo coloidal y la materia orgáni-
ca que se encuentra en equilibrio con la acidez activa, la cual está
presente en la solución del suelo y que es fácilmente determinada
mediante el pH (agua).

2. La acidez extraíble se da principalmente por la presencia de Al3+,


también los iones H+, ambos iones tanto activos como potenciales
comprenden la fracción extraíble, normalmente con una solución de
KCl (1M).

3. Son el H+ y el Al3+.

4. Son K+, Ca2+ y Mg2+ .

5. Son las cargas negativas las que mantienen unidos a los iones po-
sitivos o cationes, tanto ácidos como básicos, todos estos iones,
incluyendo la mayoría de los nutrimentos, son cationes o iones de
carga positiva que se mantienen unidos a estos sitios de intercambio
por acción de las fuerzas electrostáticas.

6. Los sitios de intercambio catiónico, responsables de mantener uni-


dos los iones responsables de la acidez y a los iones básicos, se
generan por dos tipos de orígenes, el origen permanente y origen
variable según el pH del medio.

7. El ion Al3+ es el principal responsable de la acidez del suelo y de la


toxicidad de las plantas, debido a que cuando el pH desciende a
menos de 5,5 los hidróxidos amorfos e insolubles de aluminio lla-
mados gibbsita e hidrargilita se solubilizan y liberan el aluminio atra-
pado, cada aluminio es capaz de hidrolizar al agua liberando iones
H+ que elevan la acidez, o sea, que disminuyen el pH del suelo. Más
acidez solamente puede continuar con la liberación de más iones

152 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
de Al que continuarán hidrolizando al agua y aumentando la acidez.
Solamente el encalado puede frenar este proceso. El aluminio forma
incrustaciones en las raíces de las plantas.

8. Otros iones que también son tóxicos a pH bajos son el manganeso,


el hierro y el boro.

9. Los grupos amino (-NH2) de las aminas y aminoácidos, hidroxilo


(-OH) de los fenoles o los enoles; y el grupo carboxilo (-COOH) de
los ácidos orgánicos.

10. La capacidad amortiguadora del suelo es la capacidad que este


posee para no cambiar bruscamente el pH, ya sea que lo aumente
o lo disminuya por la adición de cales o de fertilizantes amoniacales,
respectivamente.

11. También recibe el nombre de capacidad tampón o capacidad buffer. 5


12. Cuando se neutralice completamente una de las especies presen-
tes en el sistema de amortiguación (p. ej. el HCO3- en el caso del
carbonato).

II Parte
1. D

2. A

3. C

4. B

QUÍMICA AGRÍCOLA 153


Capítulo 5. Acidez y encalado del suelo

Bibliografía

Campillo, R. y Sadzawka, A. (2006) La Acidificación de los Suelos. Origen y


Mecanismos Involucrados. En Manejo de los Recursos Naturales en
el Sistema de Incentivos para la Recuperación de Suelos Degradados
de La Araucania, Temuco. Instituto de Investigaciones Agropecuarias.
Chile,pp 44-60. www.inia.cl/medios/biblioteca/serieactas/NR33853.pdf

Espinoza, J y Molina, E. (2014). Nota Técnica #1-2014. Acidez de suelos y uso


de enmiendas. Serie de notas Técnicas. Centro de Investigaciones
Agronómicas. Universidad de Costa Rica.

Fassbender, H. y E. Bornemisza. (1987). Química de suelos con énfasis en suelos


de America Latina. San José: Servicio Editorial IICA.

Kass, D. C. L. (2007). Fertilidad de suelos. San José: EUNED.

Kinraide, T. B. (1991). Identity of the rhizotoxic aluminium species. Plant and Soil.
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Tisdale, S.; Nelson, W.; Beaton, J. y J. Havlin (1993). Soil fertility and Fertilizers. (5.ª
ed.) Mac Millan Publishing. Columbus.

154 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
CAPÍTULO 6
Composición química
de la ESTRUCTURA
DE LAS PLANTAS
y la degradación
bioquímica

Sumario
• Fotosíntesis
• Mecanismos alternos al ciclo RPP
• Carbohidratos
• Almidón
• La celulosa
• Las proteínas
• Degradación de otros biopolímeros de las
plantas

• El compostaje
Objetivos
Al finalizar el estudio de este capítulo, usted estará en la capacidad de:

• Conocer la composición química fundamental de la materia vegetal.

• Relacionar la composición química de la materia vegetal con la de


los residuos agrícolas.

• Estudiar el proceso de degradación bioquímico de la materia vegetal.

Le recomendamos observar los siguientes videos para faci-


litarle el aprendizaje de los contenidos expuestos en el pre-
sente capítulo:

“QA Capítulo 6 Parte 1 Composición química de la estruc-


tura de las plantas”

https://www.youtube.com/watch?v=EfulYLMexf8&list=PL5eXNtcO-SQs-
qZgJm0xvh0UQ_MayCDuc0&index=12

“QA Capítulo 6 Parte 1 Composición química de la estruc-


tura de las plantas”

ht tps://w w w.youtube.com/watch?v=7r t6S5Xqgoc&index=13&lis-


t=PL5eXNtcO-SQsqZgJm0xvh0UQ_MayCDuc0
A
lgunos sistemas productivos pueden generar grandes cantidades
de residuos frescos; por ejemplo, el cultivo de caña de azúcar pue-
de producir hasta 30 ton/ha de residuos de cosecha. El término
residuo de cosecha se puede definir como la estructura vegetal que per-
manece en el campo luego de la cosecha o de la recolección de la parte
comercializable de la planta. Según Ojeda (2005), la composición química
de los residuos depende de la especie, momento de cosecha y del manejo
agronómico del cultivo, entre estas la fertilización y el riego, condicionando
de esta forma el volumen de residuos y su valor nutricional.

Los cultivos con altas tasas de eficiencia fotosintética son propensos a


generar grandes cantidades de biomasa; si la fracción aprovechable del
cultivo es limitada, se generará un mayor volumen de residuos sobre el
campo o a nivel agroindustrial. Los productores recurren a distintos pro-
cedimientos para eliminar los residuos: quemarlos, con el consiguiente
impacto ambiental; combinarlos con otros materiales vegetales que incor-
poren mayor cantidad de nitrógeno (leguminosa, crotalaria, mucuna, etc.)
y esperar a que se descompongan en el campo; transportarlos a algún
sistema de tratamiento, entre otros. Cuando el volumen de material vegetal
es elevado, se puede seleccionar una práctica sostenible que permita algo 6
más que simplemente estimular una rápida descomposición en el campo.

Los procesos de degradación poseen en común la despolimerización o


“descondensación” de las estructuras carbonadas complejas de los te-
jidos vegetales para formar sustancias más simples. Para establecer un
proceso adecuado de degradación, la composición de la materia vegetal
se convierte en un tema primordial, en vista de que representa la principal
fuente de carbono en los campos agrícolas.

El carbono es un elemento que posee cuatro electrones de valencia y, en


consecuencia, puede rodearse de un máximo de ocho electrones, ya sea
formando cuatro enlaces simples o mediante la combinación de enlaces
múltiples (dobles o triples) con enlaces simples, como se muestra en la
figura 6.1. El tamaño inusualmente pequeño de este átomo y la ausencia
de pares libres en su capa de valencia le permiten generar traslapes muy
efectivos con otros átomos (el hidrógeno en particular), dando como resul-
tado enlaces químicos fuertes; esta característica del carbono le permite
formar un número enorme de compuestos (denominados “compuestos or-
gánicos”) cuya estructura básica está constituida por átomos de carbono
e hidrógeno, en la mayoría de los casos forma cadenas muy estables que
dan origen a la estructura vegetal de las plantas.

QUÍMICA AGRÍCOLA 157


Capítulo 6. Composición química de la estructura de las plantas y la degradación bioquímica

a) solo enlaces simples


H H H

H C H H C C H
H H H

b) enlaces dobles y enlaces simples


H
H H
H C H
C C C C
H H
C C
H C H
H

c) enlaces triples y enlaces simples


H H

H C C H H C C C C H
H H
Figura 6.1. Tipos de enlaces que forma el átomo de carbono.

6.1. Fotosíntesis
La fotosíntesis es el proceso mediante el cual organismos como las plan-
tas verdes, las algas y algunas bacterias capturan energía en forma de luz
y la transforman en energía química. La fotosíntesis involucra dos proce-
sos elementales, uno que utiliza la luz para producir metabolitos altamente
energéticos y otro que emplea los metabolitos de la primera fase, fija dió-
xido de carbono (CO2) del aire y sintetiza carbohidratos.

Los dos procesos de la fotosíntesis se describen mediante las ecuaciones


Re.6.1- Re.6.3. (Horton, 1995).

H2O (l) + ADP + Pi+ NDP+ + luz → O2 + ATP + NADPH + H+ (Re.6.1)

CO2 (g) + ATP + NADPH + H+ → (CH2O)n + ADP + Pi + NADP+ (Re.6.2)


luz
CO2 (g) + H2O (l) → (CH2O)n + O2 (Re.6.3)

158 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
El proceso descrito en la reacción Re.6.1 se conoce con el nombre de “fase
de las reacciones luminosas”; en esta etapa, los iones hidrógeno (H+) deri-
vados del agua se utilizan en la síntesis química de ATP a partir de ADP y
Pi (fosfato inorgánico). Además, se da la reducción de NDP+ a NADPH. La
ecuación Re.6.2 describe el proceso en el cual ocurre la fijación de dióxido de
carbono de la atmósfera para producir carbohidratos, utilizando el NADPH
elaborado en la primera etapa; se le designa con el nombre de “reacciones
de fase oscura”. Ambas ocurren simultáneamente, no una después de la
otra. La reacción Re.6.3 describe la ecuación general de la fotosíntesis.

6
Figura 6.2. Descripción de la región visible del espectro electromagnético.

De toda la radiación incidente sobre la hoja, solo la luz de longitudes de


onda comprendidas entre 400 y 700 nm es útil para la fotosíntesis. La ma-
yor parte de los pigmentos presentes en la hoja actúan como una antena
captadora de luz que transfiere la energía a un centro de reacción cons-
tituido por una molécula de clorofila que libera un electrón, el cual inicia
un recorrido a través de los transportadores que conducen al almacena-
miento de la energía captada en enlaces químicos (www.ub.edu/ecologia/
Carlos.Gracia/PublicacionesPDF/Fotosíntesis.pdf).

Los cloroplastos en las hojas están formados por granas y tilacoides, estos
últimos contienen los pigmentos que absorben la energía del sol. En la pri-
mera fase de la fotosíntesis actúan dos grupos independientes de pigmen-
tos, conocidos como fotosistemas, cuya función radica en capturar la luz
y producir energía, necesaria en el proceso fotosintético. Las radiaciones
de menor energía (longitudes de onda de 700 nm) son absorbidas por el
fotosistema I (PS-1) y se les conoce como P700, en tanto las de mayor
energía, con absorción máxima a 680 nm (P680), son absorbidas por el
fotosistema II (PS-2). Ambos fotosistemas trabajan de forma simultánea,

QUÍMICA AGRÍCOLA 159


Capítulo 6. Composición química de la estructura de las plantas y la degradación bioquímica

maximizando la eficiencia fotosintética; cuando esto ocurre, los dos tipos


de pigmentos tienen la capacidad de absorber complementariamente las
longitudes de ondas respectivas al rojo, anaranjado, amarillo, verde, azul y
violeta, mostradas en la figura 6.2.

Salisbury (1991) describe la fotosíntesis mediante el esquema 6.1, el cual


establece la relación entre los fotosistemas PS-1 y el PS-2, que utilizan la
energía luminosa para oxidar agua y transferir cooperativamente dos elec-
trones al NADP+, formando NADPH luego de la transferencia de un protón
(ion hidrógeno) proveniente del agua.

H2O O2
+ 4H+; + 2NADP+
PS-2 PS-1 2 NADPH + 2 H+
+Luz +Luz
Esquema 6.1. Fotosistemas que participan en la fotosíntesis.

Las especies NAD+ (nicotinamida adenina dinucleótido) y NADP+ (nicotina-


mida adenina dinucleótido fosfato) son nucleótidos (coenzimas) derivados
de la niacina, una amida aromática. Las estructuras de ambas moléculas
se muestran en la figura 6.3. Las nicotinamidas fueron las primeras coen-
zimas que se reconocieron. Las formas de NADH y NADPH adquieren
“poder reductor”, por ejemplo, el NADPH puede proporcionar energía e
hidrógeno en las reacciones.

H O H H O

NH2 NH2

+
N N
CH2 CH2
O O O O
- -
O P O O P O
H H H H

O OH OH O OH OH

- -
O P O O P O
NH2 NH2

N N
N N
O CH2 O CH2
N N
O N O N

H H H H
OH OH(PO32- ) OH OH(OPO32-)

NAD+ (NADP+) NADH (NADPH)

Figura 6.3. Estructuras químicas de la nicotinamida, del NAD+ y del NADH.

160 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
El trifosfato de adenosina (ATP por sus siglas en inglés, Adenosin
TriPhoshate) es una molécula constituida por una unidad de adenosina
y 3 grupos fosfato Pi (PO43-), como describe la figura 6.4. El ATP puede
interconvertirse a otras dos unidades portadoras de energía, el ADP y el
AMP. El ADP corresponde a un ATP que perdió un grupo fosfato y el AMP
corresponde a un ADP que perdió un grupo fosfato Pi.

Enlaces fosfoanhídrido
HO
OH

HN N
HO HO HO
O O O OH
O P P P
H2N
N O O O
N
Adenosina Trifosfato
Figura 6.4. Estructura del trifosfato de adenosina, ATP.
6
En la fotosíntesis, la energía lumínica del sol se convierte en energía quími-
ca y se almacena en enlaces fosfoanhídrido, y el CO2 y el H2O se convier-
ten en carbohidratos (Horton, 1995). El ATP es la fuente de energía química
universal en los diferentes organismos; dicha molécula libera energía cada
vez que pierde un grupo fosfato (Pi) como ácido fosfórico (H3PO4) y se
convierte en ADP y este, a su vez, cuando se convierte en AMP (adenosin
monofosfato). La energía puede ser almacenada o liberada a través de la
formación o rompimiento respectivo de los enlaces fosfoanhídridos de las
cadenas de fosfatos que se unen a la adenosina. La energía liberada por
estos enlaces posibilita que eventos energéticamente desfavorables, como
el transporte de moléculas contra gradiente de concentración, puedan lle-
varse a cabo.

QUÍMICA AGRÍCOLA 161


Capítulo 6. Composición química de la estructura de las plantas y la degradación bioquímica

AM P AD P
H
H N OH
N OH H2N
H2N Energía N
N OH
OH
+ + N
N O
N O O
N
OH O OH
O P
P OH OH P O OH
HO
OH O P OH
O
(Pi) O

AD P ATP

H
H N OH
N OH
H2N
H2N Energía N OH
N
OH
+ + N O
N N
N O O O OH
O OH OH
P P O
P O OH OH OH OH
HO O P
O P OH OH
O P OH
O (Pi) O

Esquema 6.2. Interconversiones entre AMP, ADP y ATP mediante la ganancia o


pérdida de unidades de ácido fosfórico (Pi).

La segunda fase de la fotosíntesis ocurre en el estroma y se le llama ci-


clo reductor de pentosas fosfatos (ciclo RPP), vía del C3 a carbohidratos
(porque como intermediario fotosintético se producen moléculas con
tres carbonos), o comúnmente conocida como ciclo de Calvin-Benson o
Calvin-Bassham. La función de esta etapa es la de fijar el CO2 utilizando los
productos de la primera fase como fuente de energía; actúa simultánea-
mente con el proceso lumínico que ocurre en el tilacoide.

El ciclo RPP consta de tres fases medulares: carboxilación, reducción y


regeneración. De acuerdo con Salisbury (1991), la carboxilación implica
la incorporación de CO2 (que difunde desde las hojas a través de los es-
tomas, mediante las células fotosintéticas) y H2O a la enzima bifosfato de
ribulosa carboxilasa (RuBP), para formar dos moléculas de ácido 3-fosfo-
glicérico (3-PGA). En la etapa de reducción, el grupo carboxilo del 3-PGA
es reducido a un grupo aldehído del 3-fosfogliceraldehído (3-PGaldehído).

162 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
Carboxilación
3 CO2 + 3 RuBP + 3 H2O 6 3-PGA

3 ADP + 3 Pi
Regeneración
3 ATP

6 3-PGA
+ 5 3-PGald + 1 3-PGald
6 NADPH Reducción
+ + 6 NADP+ + 6 ADP + 6 Pi
6 ATP
Esquema 6.3. Resumen del ciclo RPP, con énfasis en las fases de carboxilación,
reducción y regeneración.

6.2. Mecanismos alternos al ciclo RPP


6
En áreas con una temperatura media elevada y con regímenes de hume-
dad relativamente baja, plantas como las Poaceae (Zea mays, Saccharum
officiarum), Chenopodiaceae, Euphorbiaceae y Asteraceae, además de
cultivos como sorgo y amaranto, muestran un mecanismo de fijación de
CO2 distinto al del ciclo RPP. Este mecanismo alterno se conoce como
fotosíntesis C-4 y sucede en el mesofilo de la hoja; a las plantas que lo uti-
lizan se les denomina plantas C-4, las cuales consumen menos agua para
asimilar el CO2 mediante la resistencia estomática. En la fotosíntesis C-4,
el CO2 se incorpora en compuestos de cuatro carbonos (malato) antes de
actuar en las reacciones del carbono, esta primera reacción de carboxila-
ción es parte del mecanismo de concentración de CO2. Posteriormente,
el malato se transforma en piruvato con liberación de la molécula de CO2
que se fija en la RuBP, para continuar con el ciclo RPP y producir azúcares.
El piruvato producido vuelve al mesofilo para regenerar fosfoenilpiruvato
mediante una reacción catalizada por la fosfoenilpiruvato carboxiquinasa.
La operación del ciclo RPP en células de la vaina les permite acumular
almidón y formar sacarosa, que es transportada por el floema al resto de
la planta (Flores, 1999).

QUÍMICA AGRÍCOLA 163


Capítulo 6. Composición química de la estructura de las plantas y la degradación bioquímica

El rendimiento de agua (en gramos de agua por gramo de materia seca)


para una planta C-3 oscila en el rango 450-950, mientras que para una
C-4 es de 250-350. Durante la etapa de carboxilación del ciclo RPP, se ne-
cesitan hasta tres moléculas de agua, como el agua incrementa su densi-
dad al aumentar la temperatura se hace menos accesible para las plantas
C-3. La fotosíntesis C-4 fija CO2, aunque la concentración sea baja para
que ocurra en la fotosíntesis C-3 y los estomas estén cerrados previniendo
la fotorrespiración, un proceso que se da cuando la concentración de O2
supera a la de CO2 y lo sustituye en las reacciones de carbono, la planta
sintetiza productos inútiles.

Otro tipo de fotosíntesis es el metabolismo ácido de las crasuláceas (CAM,


por sus siglas en inglés); esta alternativa de fotosíntesis se ha encontrado
en plantas como Aizoaceae, Cactaceae, Crassulaceae, Cucurbitaceae,
Geraniaceae, Liliaceae, Portulacaceae, Cactáceas y Bromelias, por ejem-
plo: la piña. Este mecanismo CAM es parecido al C-4; la fijación del dióxido
de carbono sobre el fosfoenilpiruvato (catalizada por la enzima fosfoenilpi-
ruvatocarboxilasa) sucede durante la noche cuando se abren los estomas.
De forma similar a lo que ocurre en la fotosíntesis C-4, el oxalacetato es
reducido a ácido málico en una reacción catalizada por la malato deshi-
drogenasa dependiente del NADH. El ácido málico se acumula durante la
noche en las vacuolas y durante el día es decarboxilado, el CO2 liberado
es retenido dentro del órgano fotosintético con las estomas cerradas, fun-
cionando como fuente de CO2 necesaria para abastecer las reacciones de
carbono (del ciclo RPP), ya que los estomas permanecen cerrados durante
el día. El CO2 es asimilado vía RuBisCo y se transforma en otros ácidos del
ciclo de Krebs como el ácido cítrico e isocítrico. El fosfoenilpiruvato nece-
sario para los procesos nocturnos procede de la reserva de almidón que,
vía glicólisis, dan fosfoenilpiruvato y luego, ácido málico. El fosfoenilpiruvato
que se forma vía gluconeogénesis regenera almidón y el CO2 liberado se
fija sobre RuBisCo, que sigue el ciclo RPP (Flores, 1999).

6.3. Carbohidratos
Los carbohidratos corresponden a unidades simples de C, H y O capaces
de formar polímeros (largas cadenas) y azúcares (sacáridos). Los sacári-
dos se clasifican de acuerdo con la cantidad de unidades básicas (mono-
sacáridos) que los constituyan, por ejemplo: los disacáridos están com-
puestos por dos monosacáridos y los oligosacáridos, de polímeros con

164 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
más de 20 monosacáridos unidos. Los productos de la fijación de carbono
a partir del CO2 son los carbohidratos, como se describió en la ecuación
6.3, expresados mediante la fórmula empírica (CH2O)n. Los oligosacáridos
y los polisacáridos no tienen fórmula empírica, ya que se van eliminando
moléculas de agua al formarse el polímero.

Monosacáridos
Los monosacáridos se pueden clasificar de acuerdo con el tipo de grupo
carbonilo (C=O) que presenten en su estructura. Hay dos categorías: aldo-
sas (si poseen el grupo funcional aldehído, RCH=O) y cetosas (si poseen el
grupo funcional cetona, R-C=O); a su vez, se pueden clasificar en función
del número de átomos de carbono que contengan en su estructura. Las
aldosas se clasifican en aldotriosas (3 carbonos), aldotetrosas (4 carbo-
nos), aldopentosas (5 carbonos) y aldohexosas (6 carbonos); las cetosas,
en cetotriosas (3 carbonos), cetotetrosas (4 carbonos), cetopentosas (5
carbonos) y las cetohexosas (6 carbonos). En la figura 6.5, se muestran
algunos ejemplos de aldosas y cetosas.
6
Los monosacáridos (aldosas y cetosas) son capaces de reaccionar con-
sigo mismos. En las aldosas, el grupo hidroxilo (R-OH) se combina con el
grupo aldehído (R-CHO) para formar hemiacetales cíclicos, en tanto en
las cetosas lo hace con el grupo oxo (R-C=O) para producir un hemicetal
cíclico. En la figura 6.5, se muestra la formación de un hemiacetal a partir
de la glucosa (aldosa). La glucopiranosa o “glucosa ciclada” es la forma
que adopta la glucosa para generar las largas cadenas de polisacáridos.
Se han desarrollado diferentes formas de representar a las formas cíclicas
de los monosacáridos, en la figura 6.7 se muestran algunas.

QUÍMICA AGRÍCOLA 165


Capítulo 6. Composición química de la estructura de las plantas y la degradación bioquímica

O O H O
O H H
H C C C
C
HO C H H C OH H C OH
H C OH
H C OH HO C H HO C H
CH2OH
CH2OH H C OH H C OH
D-gliceraldehído
D-treosa CH2OH H C OH

D-xilosa CH2OH

D-glucosa

CH2OH CH2OH
CH2OH CH2OH
C O C O
C O C O
H C OH HO C H
CH2OH HO C H
CH2OH H C OH
Dihidroxiacetona H C OH
D-treosa CH2OH H C OH
D-xilulosa CH2OH

D-fructosa
Figura 6.5. Algunos ejemplos de aldosas y cetosas.

OH OH
H O 6
6 Orientación
1 5 beta (ß) 5 O H
H OH H O OH H
2 H H
HO H 4 1
3 4 OH H 1 + OH H
H3C OH HO OH Orientación
4 HO H 2
3 2 3 alfa (α)
H3C OH H OH
5 H OH
6
OH

D-glucosa ß-D-glucopiranosa α-D-glucopiranosa

Figura 6.6. Formación de un hemicetal cíclico a partir de la D-glucosa para dar


origen a las formas cicladas de la glucosa.

166 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
OH
H OH OH
H
HO O H
H
HO H H OH H
H OHOH HO OH
H OH
Presentación de silla Fórmula de Haworth

H OH
H OH O OH
O HO
HO H
H OH HO OH
H OH
Proyección estéreo
CH2OH

Proyección de Fischer 6
Figura 6.7. Distintas representaciones de la glucosa.

Los disacáridos
El enlace glucosídico o glicosídico es el nombre que recibe la unión entre
dos monosacáridos para generar un disacárido; dicho enlace resulta de
la condensación de dos monosacáridos, proceso en el cual un átomo de
hidrógeno de un monosacárido se combina con un grupo OH del otro, con
la producción de una molécula de agua. Los oligosacáridos y polisacári-
dos surgen al encadenarse más moléculas de monosacárido. El enlace
glucosídico puede tener dos orientaciones con respecto al plano del mo-
nosacárido: alfa (α) si el grupo OH (hidroxilo del carbono 1) se orienta hacia
abajo del plano o beta (β) si se orienta hacia arriba del plano. En la figura
6.8 se muestran las dos orientaciones del enlace glucosídico.

QUÍMICA AGRÍCOLA 167


Capítulo 6. Composición química de la estructura de las plantas y la degradación bioquímica

OH OH
6 Orientación beta (ß) 6
5 5 O H
H O OH H
H H
4 H 1 4 OH H 1
OH
HO H HO OH
3 2 3 2
H OH H OH
Orientación alfa (α)
OH
6 OH OH
6
OH
6 6
5 5
H O 5 5 O H O H
H O H H H
H O H
4 OH H H
H 1 4 OH 1
4 OH H 1 H OH H
HO H 1 O 4
3 2 OH HO OH
3 2 3 2 3 2
H OH
H OH H OH H OH

Figura 6.8. Representación de dos disacáridos con diferentes orientaciones del


enlace glucosídico.

6.4. Almidón
El principal material de reserva generado en la fotosíntesis en la mayoría
de los vegetales es el almidón; también, representa la principal fuente de
calorías en la dieta alimenticia. Durante muchos años, las campañas para
erradicar el hambre han empleado cultivos ricos en almidones. Este es un
polisacárido constituido por una larga cadena de unidades glucosa.

El almidón no es una sustancia, sino una mezcla de dos glucanos (po-


lisacáridos de D-glucosa) conocidos como amilosa y amilopectina. Los
almidones de distinto origen difieren tanto en su ramificación como en el
número de unidades por cadena y en los residuos fosfato e iones calcio y
magnesio asociados a ellos (Carrillo, 2003). Los carbohidratos se acumu-
lan dentro de las plantas en la forma de estos glucanos, la proporción de
ambas sustancias en el almidón varía según la especie, e incluso dentro
de una misma planta (se acumula en sus amiloplastos) varía de órgano
en órgano; por ejemplo, en la yuca se acumula principalmente en la raíz
(por esa razón, esta es el órgano comercializable). El almidón sirve como
reserva energética para las plantas, ya que es rápidamente transformado
en glucosa para mantener múltiples procesos metabólicos que requieren
energía y carbono, esta actividad es común cuando existe insuficiencia nu-
tricional en el suelo. Otros ejemplos de cultivos que acumulan almidón son
los granos (trigo 60 %, maíz 65 %, avena y arroz 70 %) cuya composición
entre amilopectina y amilosa varía entre 80 % y 15 %.

168 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
Una forma de comprobar la presencia de amilosa es teñir una disolución
de almidón en agua con un poco de yodo; la amilosa es soluble en agua
caliente y forma un complejo de color azul cuando entra en contacto con
una disolución acuosa de yodo. Por su parte, la amilopectina se hincha en
agua caliente dando una pasta y y se colora rojo-violeta en presencia de
yodo (Carrillo, 2003).

La composición química de la amilosa y la amilopectina es la misma, no así


su estructura. La amilosa consiste de una cadena helicoidal no ramificada
de unas 200-500 unidades de D-glucosa con enlaces 1,4-α-glicosídicos,
como muestra la figura 6.9. Por su parte, la amilopectina es también un
polisacárido cuyas cadenas principales son monómeros de glucosa uni-
dos por el enlace α-1,4-glicosídico, como en la amilosa, y que presentan
esporádicamente ramificaciones mediante enlaces α-1,6, como se mues-
tra en la figura 6.10, localizadas cada 15-25 unidades lineales de glucosa
(Hough, 1990); la amilopectina está formada por entre 500 y 15 000 unida-
des de α-glucosa Cerrato (2008).

OH OH OH OH
6 6 6 6
H
5 O H H
5 O H H
5 O H H
5 O H
6
R H H H H
H H H H R
O 4 OH 1 O 4 OH 1 O 4 OH 1 O 4 OH 1 O
3 2 3 2 3 2 3 2
H OH H OH H OH H OH

Enlace 1-4

Figura 6.9. Fracción de la estructura química de una amilosa.

OH
6 OH
6
5 O H
H 5 O H
H
R H
H
O 4 OH H 1
1 O 4 OH H
3 2
H OH
3 2
H OH O Enlace 1-6

OH OH OH
6 6 6 6 CH2
5 O H 5 O H
5 O H 5 O H
H H H H
R H H H H
O 4 OH H OH H OH H OH H R
1 O 4 1 O 4 1 O 4 1 O
3 2 3 2 3 2 3 2
H OH H OH H OH H OH
Enlace 1-4

Figura 6.10. Estructura química de una amilopectina.

QUÍMICA AGRÍCOLA 169


Capítulo 6. Composición química de la estructura de las plantas y la degradación bioquímica

Degradación del almidón


Se han propuesto tres tipos de descomposición enzimática de los gluca-
nos: fosforólisis, hidrólisis y transglicolación (Carrillo, 2003); mediante la ac-
ción conjunta de todas las enzimas que degradan los glucanos, se podría
obtener su degradación por completo La α-1,4-glucanfosforilasa participa
en la fosforólisis (que ocurre solamente de forma intracelular; las enzimas
amilasas producidas por Bacillus macerans y otros microorganismos de-
gradan al almidón en la descomposición por transglicosilación, en la cual
se forman ciclodextrinas con 68 unidades de D-glucosa (Carrillo, 2003).

Las enzimas α-amilasa y β-amilasa realizan la degradación del almidón. La


α-amilasa se conoce como “endoamilasa” porque ataca los enlaces 1,4-
α-glucosídicos, incluso en lo interno de la cadena helicoidal, derivando la
formación de glucosa, maltosa (un disacárido) y oligosacáridos de tres a
siete unidades de D-glucosa. Microorganismos del suelo tales como hon-
gos y bacterias de los géneros Bacillus, Pseudomonas, y Streptomyces
son capaces de producir amilasas; también las plantas y el hombre son
capaces de producir amilasas (el hombre la produce por medio de las
glándulas salivales). La β-amilasa comienza su acción en el extremo libre
“no reductor” (el enlace 1,4-α-glucosídico ubicado en el carbono 1 es con-
siderado el grupo reductor) del almidón. En el esquema 6.4 se detalla el
proceso de degradación del almidón, desde sus largas cadenas, pasando
por los oligosacáridos, hasta llegar a glucosa.

La actividad de descomposición amilolítica, dominada por la acción de la


enzima amilasa, ha encontrado aplicaciones industriales en el área alimen-
ticia y en la producción de combustibles. Por ejemplo:

• La obtención de almíbares con concentrados en maltosa y glucosa.

• La generación de pegamentos solubles (dextrinas), a partir de la hi-


drólisis ácida del almidón.

• La fermentación de las harinas para la producción de panes y


galletas.

• La generación de biocombustibles. Las dextrinas son oligosacáridos


solubles en agua de poco peso molecular producidos por la hidróli-
sis del almidón, en yodo dan una coloración roja.

170 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
• Hay dextrinas cíclicas, llamadas ciclodextrinas que se utilizan como
pegamento soluble en agua o como excipiente en fármacos; las lla-
madas dextrinas celulósicas son incluidas como fibras alimenticias.

6
CH 2OH
5
H O H
4 H 1
H
O OH
3 2

H OH O

6 6 6 6 6
CH 2OH CH 2OH CH 2OH CH 2 CH 2OH
5 5 5 5 alfa
5
H O H H O H H O H H O H H O H
4 H 1 4 H 1 H H H
H 4 1 4 4
H H H 1
H 1
O OH O OH O OH O OH O OH O
3 2 3 2 3 3
2 2 3 2
H OH H OH H OH H OH H OH

6
CH 2OH
6 H
CH 2OH O 5
4
H H
O 5
O
4 OH
H H
O 3 H H
OH O
H 1 CH 2 6OH O 1
H H
2
5 H
H HO H
O H 2
O HO
HO 4 OH
H 3
O O H
6 CH 2 6OH 1

CH 2 5 H
6 H 5 H
CH2OH O H 2
4 HO
H 5 H 4 OH
O 3
4 H O OH O
O H H
H 6 H
OH CH2OH 3 6
H 1 CH 2OH
3 1 H 5 H H
O 2 O 5
H 2 4 H O HO 4
H H
HO OH O
H OH
1 H
3 H
O
H 2
HO H 6
O CH 2OH
HO H
O 5
4
H
O
OH
H
H

6
O
HO

6
6 CH 2OH
CH 2OH H
6 H O 5
CH 2OH O 5 4
H 4 H
O 5 H O
O OH
4
H OH H
H H
O H
OH
H H
H H O
O HO
H HO
O
HO

Esquema 6.4. Proceso de degradación de una amilopectina.

La energía se obtiene por medio de los procesos de glucólisis, ciclo de


Krebs y cadena de transporte de electrones; la respiración celular (media-
da por la glucólisis como primera etapa) consiste en la transformación de
la glucosa a CO2 y H2O, permitiendo sintetizar 32 moléculas de ATP cuya
energía es utilizada en otras reacciones del metabolismo celular. En la res-
piración celular, se transfiere la energía proveniente de los carbohidratos
(Horton, 1995). La obtención de glucosa tiene la finalidad de mantener los
procesos bioquímicos que brindan la energía necesaria a los organismos,
principalmente aeróbicos. Dicho azúcar es descompuesto por un proceso
que consta de tres etapas: glicólisis, ciclo de Krebs y cadena electrónica
de transporte. En la glicólisis, la molécula de glucosa (C6H12O6) se desdo-
bla en dos moléculas de ácido pirúvico (C3H4O3); en la segunda y tercera
etapas (Krebs y cadena de transporte), las moléculas de ácido pirúvico se
descomponen en CO2 y H2O. La reacción general es descrita mediante la
ecuación Re.6.4.

QUÍMICA AGRÍCOLA 171


Capítulo 6. Composición química de la estructura de las plantas y la degradación bioquímica

C6H12O6 + 6 O6 → 6 CO2 + 6 H2O + energía (ATP) (Re.6.4)

La glicólisis ocurre en el citosol y es catalizada por enzimas citoplasmáti-


cas, y puede operar bajo condiciones aeróbicas y anaeróbicas para pro-
ducir piruvato.

La glicólisis involucra los siguientes eventos importantes:

a) La molécula de glucosa, rica en energía, se desdobla en dos molé-


culas de ácido pirúvico de nivel energético menor. En esta reacción,
la glucosa es oxidada y cede electrones y protones a moléculas
aceptoras de electrones como el NAD+ que acepta 2 electrones y se
reduce a NADH.

b) Dos moléculas de ATP son usadas para iniciar el proceso.

c) Moléculas de ATP son formadas mediante la fosforilación de sus-


trato (el ADP) forma ATP mediante adición de fosfato inorgánico (Pi),
con una ganancia neta de 2 moléculas ATP por unidad de glucosa.

Además del almacenamiento de energía en forma de ATP y de la reduc-


ción de NAD a NADH, la glicólisis permite producir moléculas que pueden
ser utilizadas como punto de partida para sintetizar otros compuestos ne-
cesarios para la planta. Por ejemplo, a partir de ácido fosfoenolpirúvico se
pueden sintetizar aminoácidos aromáticos como fenilalanina y tirosina que,
a su vez, son precursores de la lignina (se estudiará más adelante en este
capítulo); por otra parte, a partir de las hexosas fosfato se forman compo-
nentes estructurales de la pared celular (Horton, 1995).

Durante la glicólisis se produce piruvato, que luego es convertido a ace-


til-CoA mediante el complejo enzimático piruvato-deshidrogenasa, liberán-
dose una molécula de CO2 (descarboxilación) y uniéndose el resto acílico
obtenido a la coenzima A por oxidación. La acetil-CoA entra en el ciclo de
Krebs, el cual consiste, de forma general, en la formación de citrato, una
molécula de 6 átomos de carbono, mediante la reacción del acetil-CoA
(2 carbonos) con oxalacetato (4 carbonos). A continuación, el citrato ex-
perimenta algunas transformaciones químicas hasta llegar a formar otra
vez oxalacetato (4 carbonos). La reducción del número de átomos de car-
bono a lo largo del ciclo se da porque el compuesto pierde dos grupos

172 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
carboxílicos como CO2, respectivamente en los pasos 4 y 5. Todos los
pasos son catalizados por enzimas.

La cadena de transporte de electrones se desarrolla en la mitocondria


(Horton, 1995); consiste en una serie de transportadores de electrones
que, mediante reacciones bioquímicas, producen ATP. La cadena trans-
portadora de electrones genera un gradiente electroquímico por medio del
flujo de electrones entre diversas sustancias de esta cadena, que favore-
cen en última instancia la translocación de protones (H+). Se desarrollan
tres procesos totalmente dependientes:

• Un flujo de electrones desde sustancias individuales.

• Un uso de la energía desprendida de ese flujo de electrones que


se utiliza para la translocación de protones en contra de gradien-
te, por lo que energéticamente estamos hablando de un proceso
desfavorable.

• Un uso de ese gradiente electroquímico para la formación de ATP


mediante un proceso favorable desde un punto de vista energético.
6

6.5. La celulosa
La celulosa es el polímero estructural más abundante y básico en los teji-
dos vegetales fibrosos y leñosos; es el constituyente principal de la pared
celular de las plantas (constituye las lamelas de las paredes celulares) y
está considerado por algunos como el polímero más abundante en la bios-
fera; asimismo, está integrada por unidades de β-D-glucopiranosa acopla-
das por enlaces 1,4 β-glucosídicos.

La celulosa posee grupos -CH2OH alternados uno arriba y otro abajo,


como se describe en la figura 6.15, que forman puentes de hidrógeno y
fuerzas de Van der Waals en el interior y en el exterior de la estructura po-
limérica; esto provoca que se genere una especie de red que hace de la
celulosa una sustancia insoluble en agua y con alta resistencia mecánica,
también altamente resistente a la acción de las amilasas que por lo general
degradan al almidón.

QUÍMICA AGRÍCOLA 173


Capítulo 6. Composición química de la estructura de las plantas y la degradación bioquímica

OH OH
6 H OH 6 H OH
5 3 2 3 2
O 5 O
H H H H
R H a OH H O OH
H H H R
H 4 a 1 4 H 1 O 4 OH 1 4 1 O
H H O H H O
3 2 5 3 2 5
H OH 6 H OH 6
OH OH

Enlace 1-4

Figura 6.11. Estructura básica de la celulosa.

La celulosa puede estar presente en un estado relativamente puro o en


asociación con otros compuestos como la hemicelulosa y las ligninas. Está
organizada en un complejo estado paracristalino y, debido a esta compleji-
dad estructural, un solo tipo de enzimas no puede hidrolizarla eficazmente,
por lo que se requiere de diferentes celulasas trabajando cooperativamen-
te o sinérgicamente para degradarla (Hernández et al., 1999).

Los microorganismos capaces de degradar la celulosa se encuentran en


el rumen del ganado, dentro del estómago de las termitas, en algunos
hongos y bacterias que poseen el complejo enzimático específico para hi-
drolizar a la celulosa conocido como “celulosomas”. Los celulosomas son
complejos enzimáticos que actúan sinérgicamente para catalizar la hidró-
lisis de la celulosa, están formados por varios tipos de enzimas celulasas
que están soportadas en una unidad de estructuración. Los celulosomas
se encuentran unidos entre sí formando policelulosomas, que se obser-
van como protuberancias en la superficie celular de bacterias celulolíticas
(Hernández et al., 1999).

La digestión de la celulosa por diversas bacterias está acompañada de la


secreción de una substancia carotenoides amarilla que sirve como indica-
dor de la hidrólisis (Carrillo, 2003). Las enzimas que catalizan la despoli-
merización de la celulosa (celulólisis) son tres: endo-β-1,4-glucanasa, que
ataca los enlaces beta desde las regiones amorfas de la celulosa, conse-
cuentemente genera oligosacáridos (de mayor solubilidad); exo-β-1,4-glu-
canasa que separa los monómeros que constituyen a la celobiosa (un
disacárido) desde el exterior de la celulosa (exoglucanasa), y la β-glucosi-
dasa que hidroliza a la celobiosa. Este conjunto de enzimas son liberadas
al suelo luego de que hongos y bacterias las sintetizan (Carrillo, 2003). Un
esquema sencillo que describe la degradación de la celulosa hasta gluco-
sa se muestra en la figura 6.12.

174 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
Se le han encontrado aplicaciones industriales a la hidrólisis de la celu-
losa, mediante la utilización de los microorganismos se ha facilitado la
fabricación de etanol.

OH OH
H OH H OH

H O H H O H
R H O OH H O OH
H H R
O OH H OH H
O O
H H O H H O

H OH H OH
OH OH

OH OH
H OH H OH

H O H H O H
R H O OH H O OH
H H R
O OH H OH H
O O
H H O H H O

H OH H OH
OH OH

OH OH
H OH H OH

H O H H O H
R H O OH H O OH
H H R
O OH H OH H
O O
H H O H H O

H OH H OH
OH OH

OH
H OH
OH
H OH
6
H O H H O H
R H O OH H O OH
H H R
O OH H OH H O
O
H H O H H O

H OH H OH
OH OH

Figura 6.12. Formación de puentes de hidrógeno y fuerzas de Van der Waals en


el interior y en el exterior de la estructura polimérica de la celulosa.

CELULOSA

Catálisis de celulasas

CELOBIOSA

Catálisis de celobiasa

BETA-GLUCOSA

Figura 6.13. Diagrama del proceso de degradación de la celulosa.

QUÍMICA AGRÍCOLA 175


Capítulo 6. Composición química de la estructura de las plantas y la degradación bioquímica

Dentro del suelo, las celulasas también realizan una labor esencial para el
ciclo del carbono, ya que degradan los residuos de cosechas (compuestos
en su mayoría de celulosa). Esta actividad reviste gran importancia en la
agroindustria debido a que la degradación de este polímero se relaciona
directamente con la fertilidad y calidad del suelo. Actualmente, la detección
de enzimas extracelulares en suelos tiene mayor relevancia dentro de los
parámetros biológicos para la determinación de calidad. Los métodos en-
zimáticos tradicionales emplean la cuantificación del sustrato con técnicas
calorimétricas (Gutiérrez et al., 2008).

La degradación de 30 g de celulosa, de los cuales 20 a 30 % sirven para la


síntesis microbiana, exige la provisión de 1 g de nitrógeno (Carrillo, 2003).
Cuando hay presencia de lignina se hace más lenta la degradación de
la celulosa, entonces se requiere menos cantidad de nitrógeno. Para los
hongos que hidrolizan a la lignina y a la celulosa, la relación carbono: ni-
trógeno (C/N) es mayor a 300. Los nitratos favorecen la actividad de las
bacterias, mientras que el amonio y los aminoácidos son mejor utilizados
por las mixobacterias y los hongos. Azotobacter y otros organismos que
fijan nitrógeno atmosférico junto a las bacterias solubilizadoras de fosfatos
favorecen las celulasas. La aplicación de fuentes de nitrógeno orgánico e
inorgánico como nitratos, amonio, urea y estiércol elevan la velocidad de la
descomposición de la celulosa.

6.6. Las proteínas


Las proteínas son cadenas de compuestos más simples llamados aminoáci-
dos; cumplen una función estructural en las plantas y los microorganismos,
todas las membranas celulares son fundamentalmente agregados de lípidos
y proteínas con una organización determinada. Flores (1999) afirma que más
del 10 % de la pared celular de las plantas superiores está constituida por
proteínas; además, contiene glicoproteínas y proteoglicanos. Carrillo (2003)
menciona que las proteínas son las moléculas orgánicas más abundantes
en el interior de las células y constituyen más del 50% de su peso seco.
Además, los polinucleótidos forman parte del citoplasma y los diversos lípi-
dos están distribuidos en las membranas citoplasmáticas, las paredes celu-
lares y los materiales de reserva de vegetales y microorganismos.

Las proteínas que desempeñan funciones estructurales se clasifican en


proteínas ricas en glicina (GRP) y glicoproteínas ricas en hidroxiprolina

176 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
(HRGP). Las HGRP son una familia que contiene arabinogalactan-proteína
(AGP arabinogalactan-proteína), extensinas, expansinas y proteínas repe-
titivas, ricas en prolina (RPRP). Las extensinas parecen tener una función
estructural, determinando la arquitectura de la pared; las expansinas son
activadas mediante la disminución del pH (4,5) que induce la auxina (ver
capítulo 8) y actúan sobre los puentes de hidrógeno entre las microfibrillas
de la celulosa, reduciendo la rigidez de la pared y promoviendo su exten-
sión, mediante variación en las propiedades viscoelásticas (Flores, 1999).

El primer aminoácido fue descubierto en 1806 y fue llamado asparragina,


en tanto el vigésimo, treonina, se descubrió 130 años después, y con él
se cerró la lista de los aminoácidos identificados en las proteínas. Todos
son a-aminoácidos, debido a que poseen un grupo carboxilo “ácido”
(R-C=OOH) y un grupo amino (R-NH2) unidos a un átomo de carbono que
se encuentra en posición alfa con respecto al primer carbono, y que se
diferencian entre sí por el resto de la molécula o cadena lateral “R” (puede
ser un radical alquilo o arilo, o un grupo heterociclo). Los aminoácidos reci-
ben el nombre del material a partir del cual fueron aislados por primera vez,
por ejemplo: la asparragina se obtuvo del espárrago, o de alguna propie-
dad característica, como sabor dulce, semejante a la glucosa, de la glicina. 6
Los aminoácidos son moléculas con un centro quiral, un átomo de carbo-
no que está enlazado a cuatro grupos diferentes; lo anterior genera dos
posibles orientaciones de los grupos sustituyentes, D y L, dependiendo de
si el grupo amino se encuentra a la derecha o izquierda, respectivamente,
del observador en una proyección de Fisher, como muestra la figura 6.13.
Las moléculas D y L mantienen la misma composición química, y se les
denomina enantiómeros. Los aminoácidos presentes en las proteínas na-
turales corresponden a la configuración L.

Las proteínas se forman por condensación de aminoácidos. La polimerización


se basa en la formación de enlaces amida entre el grupo a-amino de un ami-
noácido y el a-carboxilo de otro, con la consiguiente liberación de una molé-
cula de agua. El enlace peptídico en las proteínas es el equivalente del enlace
glucosídico en los polisacáridos. En la figura 6.14, se muestra la formación de
un enlace peptídico producto de la condensación de dos aminoácidos.

QUÍMICA AGRÍCOLA 177


Capítulo 6. Composición química de la estructura de las plantas y la degradación bioquímica

Carbono quiral
CH3 O
H2N Alanina

H OH

COOH COOH

H NH2 H2N H

CH3 CH3

D-alanina L-alanina
Figura 6.14. Ejemplos de enantiómeros D y L del aminoácido alanina.

H2O
NH3+ O
R O- R O
-
R C C R O
H3N+ C C + H3N+ C C
H N C C
H O H O
H H O
Enlace peptídico
Figura 6.15. Formación de un enlace peptídico producto de la condensación de
dos aminoácidos.

Las enzimas
No todas las proteínas realizan funciones estructurales dentro de las pare-
des celulares y las membranas, también existe otra clase que desempeña
trabajos sobre un sustrato específico, sobre un solo grupo químico funcio-
nal. Este tipo de proteínas recibe el nombre de enzimas, controlan las re-
acciones metabólicas de la célula (Horton, 1995); las moléculas de sustrato
se unen en una región de la enzima conocida como “el sitio activo”.

Las enzimas actúan como aceleradores de las reacciones, son catalizado-


res naturales, que afectan la velocidad de la reacción, sin alterar el equilibrio.

178 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
Las enzimas interactúan con el sustrato por medio de atracciones dipolo
permanente–dipolo inducido, dipolo permanente–dipolo permanente, e in-
cluso mediante enlaces covalentes, pero no cambian su naturaleza, o sea
que la enzima no es consumida en la reacción, solamente participa para
orientar al sustrato de forma que este reaccione más rápido; luego de la
reacción, la enzima vuelve a su estado original, para así continuar partici-
pando en nuevas reacciones.

Las enzimas reciben su nombre según la reacción que catalizan. La Unión


Internacional de Bioquímica (IUB, por sus siglas en inglés) estableció seis
clases de enzimas usando como criterio la función que ejercen en el or-
ganismo (Herrera, 1991), las cuales se describen en el cuadro 6.1. La en-
zima se puede entender como la unión de una gran proteína (denominada
apoenzima) con un cofactor; la apoenzima por sí sola no adquiere funcio-
nalidad, requiere del cofactor. Este puede ser el ion de un metal, como
cobre, manganeso o hierro, entre otros, o una molécula. Así por ejemplo,
existen dos peroxidasas degradativas, una requiere peróxido de hidrógeno
(H2O2) y la otra, manganeso.

Cuadro 6.1. Clasificación de las enzimas, de acuerdo con la función


6
que realizan.
Clase Función
1- Oxidorreductasas Catalizan reacciones de oxidorreducción entre dos
sustratos.
2- Transferasas Transfieren un grupo diferente del hidrógeno de un
sustrato a otro.
3- Hidrolasas Catalizan la ruptura hidrolítica de uniones C-O,
C-N, C-C.
4- Liasas Catalizan la liberación de grupos de los enlaces C-C,
C-O, C-N o similares del sustrato, dando lugar a la
formación de dobles enlaces, sin la participación de
hidrólisis u oxidación. También catalizan la inclusión
de grupos a los dobles enlaces.
5- Isomerasas Catalizan cambios geométricos, ópticos o
estructurales (isómeros de posición) de una
molécula. De acuerdo con la isomería que catalizan
las hay racemasas, epimerasas, cis-trans-isomerasas,
tautomerasas, mutasas o cicloisomerasas.
6- Ligasas Catalizan la unión de dos moléculas acopladas a la
hidrólisis de un enlace pirofosfato perteneciente a
una molécula de ATP o a un compuesto similar.

QUÍMICA AGRÍCOLA 179


Capítulo 6. Composición química de la estructura de las plantas y la degradación bioquímica

Las fosfolipasas son ejemplos de enzimas que hidrolizan varios enlaces


en los grupos terminales de los fosfolípidos y son importantes en la de-
gradación de membranas deterioradas o envejecidas (Horton, 1995); la
pectin-metil esterasa y la poligalactouronasa degradan las pectinas; las
lipasas degradan lípidos (de utilidad para la industria, principalmente en la
producción de detergentes y para la mejor absorción de grasas).

En el suelo, las enzimas que más se estudian son las oxidoreductasas


(deshidrogenasas, catalasas y peroxidasas) y las hidrolasas (sobre todo
fosfatasas, protesas y ureasa). Las enzimas pueden ser extracelulares (de-
rivadas de la muerte celular o de la síntesis de las plantas), intracelulares
(sintetizadas por los microorganismos) o inmovilizadas en el complejo de
intercambio del suelo, estas últimas pueden mantener un nivel constante
y estable de actividad enzimática en el suelo, funcionan como un sistema
de amortiguamiento, independiente de la secreción de enzimas y de las
poblaciones microbianas.

6.7. Degradación de otros biopolímeros


de las plantas

Levanos
Los levanos son parte de la reserva de algunas plantas, constituidos por
unidades de fructosa (polifructosanos), constituyen el 12-15 % del peso
seco de algunas gramíneas. Un ejemplo de levano es la inulina, presente
en la cebolla, la dalia y la pataca (Helianthus tuberosus L.); la inulina posee
enlaces β-2,1 glucosídicos, pero otros levanos tienen uniones β-2,6 glu-
cosídicas. La inulinasa produce unidades de levulosa (fructosa). Algunos
Streptomyces tienen también 2,6-fructosanasa que forma levanobiosa
(fructobiosa) y ciertos hongos una 2,1-fructosanasa (Carrillo, 2003).

Hemicelulosas xilanos
Las hemicelulosas forman parte del soporte de las plantas o del com-
plejo de almacenamiento; son heteropolisacáridos (polímeros compuestos
por más de un tipo de monosacárido), al igual que la celulosa cuando su

180 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
rapidez de descomposición depende de la disponibilidad de nitrógeno.
Las hemicelulosas de plantas maduras son degradadas con menor veloci-
dad en comparación con tejidos jóvenes.

Los xilanos son cadenas de 30 a 100 unidades de β-D-xilopiranosa con


enlaces 1,4-glicosídicos; son cadenas lineales y constituyen el principal
componente de la hemicelulosa. En comparación con la celulosa, el xilano
se degrada más rápido. La xilanasa actúa sobre el xilano y produce xilosa,
xilobiosa y oligómeros de dos a seis unidades de monosacáridos.

Lignina
La lignina es un polímero fenólico de mayor complejidad comparado con
el almidón, la celulosa y la hemicelulosa. La lignina no está formada por
monómeros dispuestos de manera regular, sino que se conforma siguien-
do una combinación casi aleatoria de derivados del fenilpropano (en es-
pecial alcohol coniferílico), que se concatenan irregularmente por medio
de enlaces covalentes entre el grupo funcional “fenol” (Ar-OH) y átomos
de carbono secundarios (-C-). El principal propósito de la lignina es dar 6
soporte estructural a la planta, impermeabilidad y resistencia a ataques
microbianos o a estrés oxidativo.

La mayor complejidad de la lignina resulta del gran número de diferentes


enlaces que se establecen entre la unión de varios ácidos y alcoholes
fenilpropílicos (cumarílico, coniferílico y sinapílico) (ver figura 6.15). Las di-
ferencias en la composición de las ligninas se manifiestan en el contenido
de grupos metoxi (CH3-O) presentes en el enramado polifenólico, como se
muestra en la figura 6.16.

H
H H H
H C H
H C OH H C OH H C OH
H C H
C H C H C H
H C H
C H C H C H
DERIVADOS DEL
FELILPROPANO

O CH3 H3C O O CH3

fenilpropano OH OH OH
(estructura base) alcohol cumárico alcohol coniferílico alcohol sinapílio

Figura 6.16. Monolignoles de la lignina, principales alcoholes que conforman a


la lignina.

QUÍMICA AGRÍCOLA 181


Capítulo 6. Composición química de la estructura de las plantas y la degradación bioquímica

La degradación de la lignina está controlada principalmente por hongos (pu-


drición blanda), y ocurre en presencia de oxígeno y glucosa. Estos microor-
ganismos excretan enzimas peroxidasas que catalizan la ruptura oxidativa
de los enlaces β-O-4 éter y los enlaces C-C de la lignina. Bajos contenidos
de nitrógeno estimulan la formación de las peroxidasas; de hecho, la des-
composición de la lignina parece tener como principal objetivo el acceso
a los componentes nitrogenados de la madera (Carrillo, 2003). Luego, las
fenoxidasas continúan el proceso de degradación sobre los compuestos
fenólicos de bajo peso molecular; también la enzima lacasa cataliza la oxi-
dación de los fenoles de la lignina y otros sustratos ricos en electrones como
las amidas de compuestos aromáticos. Se han identificado al menos 10
tipos de enzimas “lignina peroxidasa” (LiP); un dato curioso es que estas se
componen en promedio de hasta 370 aminoácidos, esta enzima (LiP) catali-
za el rompimiento de los enlaces laterales del propilo en la lignina.

CH2OH
CH2OH O
HC
H C CH2
H O
LIGNINA C C O
H C C H
CH CH2OH
H C
CH C
CH2OH OCH3
H C O
C H COH H3CO OCH3
H OCH3
C H COH CH O H3CO OCH3 CH2OH CH3OH
H C O CH OH C H3CO
O
C O CH
OCH3
H3CO CH

O CH H COH OCH3 CH2OH CH2OH O CH


C O H C O CH H3CO OCH3
OCH3
C O CH HC O
H
OCH3
H3CO OCH3 OCH3
O O
OH
H3CO OCH3 OCH3 CH2 CH
CH2OH CH2OH
CH CH O O HC CH
O
CH CH HOCH2 CH C HC CH2
O
O
CH2OH CH2
CH2OH
H3CO
CH C O CH OCH3
O O CH C HC O
H
HOCH2 CH C OCH3

O CH2OH
OCH3
H3CO C O H3CO OCH3
O CH O O
HO CH2 CH C
H

H3CO OCH3

OH

Figura 6.17. Estructura propuesta de la lignina.

La lignina se encuentra unida a la celulosa mediante enlaces covalen-


tes fuertes, con energías que oscilan en el rango 350-500 kJ/mol; por
este motivo, la celulosa es difícil de degradar, especialmente porque está

182 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
protegida por la lignina. Algunas especies de hongos son selectivas para la
lignina (por este motivo, la celulosa de las paredes de células vivas queda
sin atacar) o simultáneamente pueden degradar a la lignina y a la celulosa.
En el último caso, grandes orificios se generan en la madera. Diferentes
especies de hongos Chaetomium poseen capacidades lignocelulolíticas
(entre otros Chaetomium globosum y Chaetomium erraticum) que les fa-
culta para descomponer la madera (Troya et al., 2000).

6.8. El compostaje
El compostaje es un proceso biológico aeróbico por el cual los microor-
ganismos actúan sobre la materia orgánica descomponiéndola de forma
rápida; corresponde a una degradación biológica aeróbica y “controlada”
del sustrato carbonado (materia orgánica) en presencia de oxígeno, agua,
glucosa, nutrientes (nitrógeno, fósforo, además de iones metálicos que
funcionan como cofactores) y enzimas. En el compostaje, el proceso de
degradación permite obtener moléculas de glucosa a partir de los polisa-
cáridos, y a partir de ellas, las moléculas de ATP necesarias para desarro- 6
llar los procesos bioquímicos. En consecuencia, el proceso de compostaje
está regulado por las reacciones de la glucólisis y del ciclo de Krebs.

El proceso de compostaje es un fenómeno aerobio (en presencia de oxí-


geno), por ello se hace necesario mantener un nivel óptimo de oxígeno
en el sistema para asegurar la eficiencia de descomposición del sustrato
orgánico por parte de los microorganismos. Lo anterior no solo mantie-
ne una velocidad adecuada del proceso de degradación, sino también
previene la generación de situaciones anaerobias (ausencia de oxígeno)
que reducirían la velocidad del proceso, así como la generación de malos
olores y una reducción en la calidad del producto. Con la aireación de la
pila de compostaje, se consigue elevar el porcentaje de oxígeno hasta
el valor óptimo (dependiendo del tipo de material por degradar), el cual
oscila entre 5 y 15%. Además, de ser necesario para el correcto des-
empeño de los microorganismos, el oxígeno es necesario para muchas
reaccionesde oxidación de especies químicas orgánicase inorgánicas
presentes en las materias primas.

El material por compostar debe tener partículas medianas para mejorar


el área de contacto del sustrato con el líquido que contiene las enzimas
exógenas de los microorganismos. Estos últimos degradan los materiales

QUÍMICA AGRÍCOLA 183


Capítulo 6. Composición química de la estructura de las plantas y la degradación bioquímica

iniciando en la superficie externa, por lo que si el material está poco tri-


turado, la superficie de contacto con el medio es menor y la eficiencia de
los microorganismos es baja. Por el contrario, si el tamaño de partícula del
material carbonado es muy pequeña se afectará la porosidad de la pila,
produciendo situaciones anaerobias (ausencia de oxígeno) que provocan
fermentación y pudrición del sustrato, lo que resulta en malos olores y
aparición de “plagas”.

De forma paralela, es necesario controlar la cantidad de humedad en la


pila de compostaje; cuando hay exceso de líquidos, estos desplazan el
oxígeno de los espacios porosos, estableciendo una condición de anaero-
biosis. En consecuencia, se debe tener cuidado con el grado de humedad
durante la preparación del compost, así como controlar la generación de
lixiviados y la proliferación de microorganismos que aparecen bajo condi-
ciones de anaerobiosis. La humedad varía dependiendo del método de
compostaje, del tamaño de la pila y de la composición del material.

Cada material por compostar se descompone a una rapidez y temperatura


diferente, por lo que es difícil establecer una única temperatura óptima; sin
embargo, para establecer la temperatura adecuada se puede utilizar como
criterio el rango al cual se produce la máxima cantidad de CO2 o, en su de-
fecto, la máxima tasa de descomposición (máximo consumo de oxígeno).
En el primer caso, la temperatura estaría entre 50 y 70 °C, en tanto para el
segundo criterio la temperatura óptima oscilaría alrededor de 65 °C. Al ini-
ciar el calentamiento de la pila, los microorganismos utilizan como sustrato
los compuestos más fácilmente degradables (azúcares, almidones, gra-
sas). Luego de la etapa de calentamiento, se da el enfriamiento de la pila,
en ese momento los sustratos son colonizados por hongos que degradan
las hemicelulosas, las celulosas y las ligninas.

Los productos generados son azúcares empleados por otros organismos


(fase en la que hay una gran restricción de nutrientes). Después de estas
etapas, el material puede ser colonizado por animales de mayor tamaño,
tales como gusanos, para la generación de vermicompost. La temperatura
(cercana a 55 °C), la aireación y la agitación se logran regular con volteos
regulares, principalmente porque dentro de la pila se libera calor y se da el
mayor consumo de oxígeno. Las altas temperaturas que se alcanzan en
el proceso de compostaje incrementan la actividad microbiana e inactivan
los agentes patógenos, lo que permite una desinfección del producto final.

184 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
El pH del medio se debe mantener en el rango 6-8 para asegurar que
se realicen todas las funciones metabólicas; el factor pH influye sobre la
actividad microbiana, así por ejemplo las bacterias alcanzan su máximo
desarrollo entre 6 y 7, en tanto los hongos lo hacen entre 5 y 6.

Para producir un abono orgánico, es importante conocer el contenido nu-


tricional de los materiales que se van a utilizar y la relación carbono/nitró-
geno (C/N) que contienen. Una relación C/N baja o alta puede hacer que
el proceso de compostaje genere malos olores o sea muy lento. Por esta
razón, es importante conocer no solo la relación C/N, sino también su
porcentaje de humedad. Los materiales por sí solos no cuentan con una
relación C/N adecuada, por este motivo es necesario hacer una mezcla de
los materiales para tener una C/N alrededor de 30:1, que es la proporción
óptima para el proceso de compostaje (Alvarado y Briceño, 2002).

En el cuadro 6.2, se resumen los parámetros considerados óptimos para


iniciar compostaje (Alvarado y Briceño, 2002).

Cuadro 6.2. Clasificación de las enzimas, de acuerdo con la función


que realizan. 6
Parámetro Ámbito óptimo
pH 6,0-8,5
Contenido de humedad 40-65%
Contenido de oxígeno 5-15%
Tamaño de partícula 0,1-2”
Relación C/N 25:1-35:1

6.9. Metanogénesis: un proceso de degradación


diferente
Aunque la metanogénesis no es de amplia aplicación en la descomposi-
ción de plantas como el compostaje, este proceso se usa para explicar
algunos fenómenos de aplicación agrícola que se producen bajo condicio-
nes de ausencia de oxígeno. La metanogénesis consiste en la producción
biológica de metano (CH4) a partir de la degradación anaeróbica de mate-
ria orgánica.

QUÍMICA AGRÍCOLA 185


Capítulo 6. Composición química de la estructura de las plantas y la degradación bioquímica

La metanogénesis ocurre en el tracto digestivo de rumiantes y termitas, en


pantanos y en los mares, en arrozales anegados y en biodigestores; estos
últimos se usan con la finalidad de obtener energía de bajo costo, puesto
que el metano es un combustible. Se emplea como biotectonología capaz
de convertir anaeróbicamente casi todos los materiales poliméricos hasta
metano (CH4) y dióxido de carbono (CO2) en un ambiente en el que actúan
una multiplicidad microorganismos, y en donde predominan las bacterias
fermentativas (acidógenas), bacterias generadoras de H2 (acetógenas) y
bacterias productoras de metano (metanógenas).

La producción de CH4 ocurre en tres fases. Durante la primera fase, un


grupo de microorganismos secretan enzimas especializadas en hidro-
lizar los biopolímeros hasta sus monómeros constituyentes; en esta,
la celulosa es hidrolizada por celulasas, el almidón por amilasas, las
pectinas por pectinasas, las proteínas por proteasas y los lípidos lipa-
sas. Los géneros de microorganismos que producen la metanogénesis
aceticlástica son Methanosarcina y Methanosaeta, dominando el pri-
mero cuando la concentración de acetato es superior a 0,001 mol/L y
el segundo, en caso contrario.

En la fase 2 las bacterias acetogénicas, productoras de H2, transforman


los ácidos grasos volátiles en ácido acético, hidrógeno molecular (H2) y
ácido carbónico (H2CO3); las reacciones Re.6.5 y Re.6.6 describen las re-
acciones que producen ácido acético a partir de ácido propiónico y ácido
butanoico, respectivamente. Del 75 % de los biopolímeros convertidos en
ácidos grasos volátiles, un 50 % son convertidos en ácido acético y un 25
% se convierten en hidrógeno (H2).

CH3CH2COOH + 3 H2O → CH3COOH + H2CO3 + 3 H2 (Re.6.5)

CH3CH2COOH + 2 H2O → 2 CH3COOH + H2CO3 + 2 H2 (Re.6.6)

La producción microbiológica de metano a partir de hidrógeno es un


proceso que ocurre de forma sintrópica con la producción de este últi-
mo gas por las bacterias acetogénicas; así, el hidrógeno producto de la
acetogénesis se convierte en sustrato de la etapa de metanogénesis,
como muestra la ecuación Re.6.7.

186 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
CO2 + 4 H2 → CH4 + 2 H2O (Re.6.7)

En la fase 3, las bacterias metanogénicas convierten el CO2 del H2CO3,


proveniente de la descomposición del ácido propiónico y ácido acético a
metano (CH4) y más ácido carbónico (H2CO3), como describe la reacción
Re.6.8. Este último es un compuesto muy inestable que se descompone
en dióxido de carbono y agua, como muestra la ecuación Re.6.9.

CH3COOH + H2O D CH4 + H2CO3 (Re.6.8)

H2CO3 → H2O + CO2 (Re.6.9)

La glicólisis y el proceso de fermentación son similares hasta la formación


de piruvato; no obstante, en condiciones anaeróbicas (fermentación), el
piruvato se transforma en lactato mediante la acción de la enzima lactato
deshidrogenasa o en etanol con la participación de las enzimas piruvato 6
descarboxilasa y alcohol-deshidrogenasa, con acetaldehído como produc-
to intermedio. La glicólisis ocurre en el citosol y es catalizada por enzimas
citoplasmáticas; puede operar también bajo condiciones anaeróbicas para
producir piruvato, pero en ausencia de O2, el piruvato se reduce a etanol
más CO2, o a ácido láctico si no ocurre la descarboxilación (Horton, 1995).

QUÍMICA AGRÍCOLA 187


Capítulo 6. Composición química de la estructura de las plantas y la degradación bioquímica

Ejercicios de autoevaluación

1. Cite cuáles fases ocurren durante la fotosíntesis, mencione cuáles


son los reactantes y productos respectivos de cada proceso, expli-
que la relación que hay entre ambos procesos.

2. Explique por qué el ATP posee energía transferible. Cite otros meta-
bolitos que pueden transferir energía en los procesos bioquímicos.

3. Mencione cuáles son los distintos tipos de fotosíntesis. Explique las


principales diferencias entre ambos mecanismos. Para cada meca-
nismo, brinde dos ejemplos de cultivos que lo utilicen.

4. Diferencie entre la amilasa y la amilopectina. Explique qué es una


dextrina y comente un uso industrial que se le puede dar a esta
sustancia.

5. Explique qué es una enzima. Mencione las funciones de las enzimas


y si son específicas o no. Cite en cuáles lugares de la biosfera se
pueden encontrar. Mencione tres ejemplos de enzimas con la fun-
ción específica de cada una.

6. Mencione cuál es el producto químico de la glucólisis. Explique cómo


se relaciona el producto de la glucólisis con el ciclo de Krebs. Describa
la relevancia del ciclo de Krebs para los organismos del suelo.

7. Explique por qué razón la celulosa es más difícil de degradar que el


almidón, desde el punto de vista de la química estructural.

8. Cite cuáles enzimas pueden degradar a la celulosa.

9. Explique qué es la hemicelulosa.

10. Analice la razón por la cual la lignina no se degrada tan rápido como
la celulosa. Mencione cuál enzima puede realizar la degradación de la
lignina. Indique cómo se puede estimular la degradación de la lignina.

188 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
11. Mencione los productos de la degradación de la materia orgánica
en el suelo y las fuentes que generan enzimas en el suelo. Dé dos
ejemplos de estas.

12. Describa los principales controles que se deben tener para reali-
zar un compostaje. Mencione cuál es el subproducto metabólico de
este proceso.

13. Explique la diferencia que existe entre el proceso de metanogénesis


y el compostaje.

QUÍMICA AGRÍCOLA 189


Capítulo 6. Composición química de la estructura de las plantas y la degradación bioquímica

Respuestas

1. Durante la fotosíntesis se presentan dos reacciones, la denominada


fase lumínica que utiliza la luz del sol, NADP+, ADP y agua, aquí se da
la producción de NAPH y ATP, empleados en la segunda fase que
ocurre simultáneamente, la llamada fase oscura o ciclo RPP (ciclo de
Calvin), en esta fase se incorpora CO2 para sintetizar carbohidratos,
se vuelve a formar NADP+ y ADP que de nuevo comienzan su fase
en la fase lumínica.

2. El ATP posee energía porque cada vez que rompe sus enlaces oxí-
geno-azufre libera energía, si rompe uno de los enlaces, se forma
ADP, si rompe dos se forma AMP, en cada rompimiento hay libera-
ción de energía.

3. Existen tres tipos o mecanismos de fotosíntesis, la función de estos


sistemas consiste en asimilar las moléculas que iniciarán la reacción
del carbono en la segunda fase de la fotosíntesis (ciclo de RPP). La
fotosíntesis C-3 acumula moléculas de 3 carbonos durante el día (3-
PGA), que luego son descarboxiladas durante la noche en la reacción
“oscura” o ciclo de RPP, plantas como el frijol, y el pepino son plantas
C-3. El segundo tipo de fotosíntesis es el mecanismo C-4, este es
alterno al C-3, porque a diferencia de este último, no fija el CO2 previo
a la “reacción oscura”, en moléculas de tres carbonos, si no en forma
de moléculas de cuatro carbonos (malato), de ahí el nombre que reci-
be (fotosíntesis C-4). Este mecanismo es muy versátil, ya que ocurre
aun con bajas concentraciones de agua, la caña de azúcar y el sorgo
son ejemplos de este mecanismo fotosintético alterno. El tercer tipo
de fotosíntesis es la llamada CAM, típico en bromelias como la piña
y plantas de los desiertos como los cactus, no es tan versátil como
el C-4, pero tiene en común que fija el CO2 en moléculas de cuatro
carbonos también (malato), el cual se acumula durante la noche, y
durante el día se descarboxila para formar piruvato.

4. La amilasa es la enzima que degrada a la amilosa, otro de los com-


ponentes del almidón, así como la amilopectina que, a diferencia de

190 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
la amilosa, además de estar conformado por cadenas de glucopira-
nosas, cada 20 o 25 unidades presenta ramificaciones.

5. Una enzima es una proteína más cofactores con funciones específi-


cas, así como la descarboxilación, la oxidación, la síntesis. Se iden-
tifican por que reciben el nombre del sustrato sobre el que actúan
y además por la terminación “asa”. Se pueden encontrar dentro de
las plantas, en la rizosfera directamente liberadas por las raíces de
estas, producidas por microorganismos o retenidas en el completo
orgánicos del suelo, de donde son liberadas hacia la solución del
suelo (ejemplos: celulasas que hidroliza a la celulosa; amilasa que
hidroliza al almidón, pectinasa que hidroliza la pectina).

6. Durante la glucólisis ocurre el rompimiento de una molécula de glu-


cosa para generar dos moléculas de ácido pirúvico, el cual ingresa
al ciclo de Krebbs, para generar moléculas de ATP que es el agente
principal para la producción de energía en las reacciones metabó-
licas de los microorganismos y las plantas. Función necesaria para
que se lleve a cabo la degradación de la materia vegetal y las mate-
rias orgánicas en los procesos agrícolas. 6
7. La celulosa tiene mayor dificultad de ser degradada, ya que los en-
laces glucosídicos que la conforman poseen una orientación distinta
de la del almidón; gracias a esta conformación, la celulosa puede
formar puentes de hidrógeno entre las láminas de las cadenas del
polímero, lo cual la hace más resistente a la degradación.

8. Las enzimas que catalizan la despolimerización de la celulosa (ce-


lulólisis) son tres: endo-β-1,4-glucanasa, exo-β-1,4-glucanasa y la
β-glucosidasa.

9. La lignina no es un polímero de glucopiranosas, sino más bien una


red compleja de moléculas derivadas del fenilpropano (ácido conil-
ferílico, ácido cumárico) que no poseen enlaces específicos, forma
más de un tipo de enlaces sobre los cuales deben actuar diferentes
enzimas para poder degradarlo. La degradación de la lignina la con-
trolan principalmente los hongos que excretan enzimas peroxidasas
que catalizan la ruptura oxidativa de los enlaces β-O-4 éter y los
enlaces C-C de la lignina. Bajos contenidos de nitrógeno, estimulan
la formación de las peroxidasas.

QUÍMICA AGRÍCOLA 191


Capítulo 6. Composición química de la estructura de las plantas y la degradación bioquímica

10. El producto de la degradación de la materia orgánica recibe el nom-


bre de compuestos húmicos, tales como ácidos húmicos, fúlvicos
y las huminas. Cuando se degrada la materia vegetal, primero se
desprenden las fracciones solubles, almidones que reaccionan fá-
cilmente para producir glucosas que se incorporan al ciclo de Krebs
para la generación de energía para los microorganismos, una vez
que estas fuentes de alimento se acaban, resisten en el suelo las
formas de la materia orgánica que no reaccionan fácilmente com-
puestos en su mayoría por celulosas y ligninas.

11. Las enzimas juegan un papel relevante en la hidrólisis de la materia or-


gánica, pueden ser producidas por las plantas, los microorganismos y
por liberación directamente de los coloides orgánicos del suelo.

12. Los principales controles para la producción del compost consisten


en el tamaño de partículas, la temperatura de la cama y la humedad.
El grosor de la cama ofrece una mejor protección contra las frías
temperaturas. Si no se tiene control de la relación C/N, puede per-
derse le nitrógeno por la formación de lixiviados o por volatilización.

13. La metanogénesis es un proceso de degradación anaeróbica que,


como subproducto metabólico, genera metano. El compostaje es
un proceso de degradación aeróbico que, como subproducto, ge-
nera dióxido de carbono.

192 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
Referencias

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agrícola. En Materia orgánica: características y uso de los insumos en
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QUÍMICA AGRÍCOLA 193


Capítulo 6. Composición química de la estructura de las plantas y la degradación bioquímica

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Salisbury, F.B. y C. W. Ross. (1992). Plant physiology. Belmont: Wadworth


Publishing Company.

194 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
CAPÍTULO 7
REGULADORES
del crecimiento
vegetal

Sumario
• Auxinas
• Giberelinas
• Citoquininas-citocininas
• Ácido abscísico (ABA)
• Etileno
Objetivos
Al finalizar el estudio de este capítulo, usted estará en la capacidad de:

• Definir los principales grupos de moléculas con acción reguladora


sobre el crecimiento vegetal.

• Revisar algunas de las principales acciones de las fitohormonas so-


bre la regulación del crecimiento.

Le recomendamos observar el siguiente video para facilitar-


le el aprendizaje de los contenidos expuestos en el presente
capítulo:

“QA Capítulo 7 Reguladores del crecimiento vegetal”

https://www.youtube.com/watch?v=8DnfHXaNUcc&list=PL5eXNtcO-SQs-
qZgJm0xvh0UQ_MayCDuc0&index=14
U
no de los aspectos más relevantes de las plantas terrestres es su
capacidad de captar la energía lumínica del sol y transformarla en
energía química mediante la fotosíntesis. El crecimiento de las plan-
tas está determinado por la actividad de células meristemáticas que se
encuentran en los ápices de tallos y raíces, son los meristemos apicales
y los meristemos laterales están formados por el cambium vascular y el
cambium del corcho o felógeno.

Las plantas han desarrollado estrategias complejas para lograr su super-


vivencia en un medio ambiente en constante cambio. Las interacciones
entre el modelo de desarrollo de cada especie y las condiciones ambienta-
les en donde crecen, son censadas y trasmitidas por una compleja red de
diferentes reguladores, los cuales son compuestos orgánicos, de origen
natural o sintético, lo que modifica o inhibe de forma total o parcial el cre-
cimiento y el desarrollo de la planta.

Las fitohormonas, también llamadas hormonas vegetales, son sustancias


químicas producidas por algunas células vegetales en sitios estratégicos
de la planta y son capaces de regular de manera predominante los fenó-
menos fisiológicos de esta. Las fitohormonas se producen en pequeñas
cantidades en tejidos vegetales, a diferencia de las hormonas animales,
sintetizadas en glándulas. Pueden actuar en el propio tejido donde se ge-
neran, o bien a largas distancias, mediante transporte a través de los vasos
del xilema y del floema. Corresponden a moléculas que actúan sobre el 7
sistema génico, reprimiendo o activando genes que, a su vez, sintetizan
moléculas que aceleran o inhiben aspectos del desarrollo (Silva et al., 2001).

Existen otras moléculas elaboradas sintéticamente que ejercen funciones


y estructuras químicas similares a las fitohormonas; en conjunto, ambas se
conocen como “reguladores del crecimiento”, y se emplean para regular los
procesos de la maduración, de abscisión, de dominancia apical, el creci-
miento de yemas laterales, la aparición de raíces adventicias, el aumento de
volumen y la ausencia de semillas, entre otras aplicaciones (Silva et al., 2001).

Los reguladores de crecimiento cumplen una función primordial en el de-


sarrollo de la planta y se ha demostrado que pueden ser empleados para
inducir o retardar la maduración, mejorar el enraizamiento, promover el
cambio floral, estimular la producción de frutos sin semilla, mejorar la se-
paración entre frutos dentro de un racimo, aumentar el crecimiento del
fruto, retardar el crecimiento de microorganismos patógenos, fortalecer las

QUÍMICA AGRÍCOLA 197


Capítulo 7. Reguladores del crecimiento vegetal

defensas contra enfermedades, mejorar la apariencia y textura comercial


del fruto y permitir la cosecha de algunos cultivos durante casi todo el año.

La formación de las hormonas es un proceso biosintético, llevado a cabo


dentro de la mayoría de los tejidos de las plantas, principalmente en las
más jóvenes, algunas también pueden ser sintetizadas por algunos hon-
gos y bacterias. Las condiciones fisiológicas como el contenido de agua,
el pH del citosol, la salinidad y la actividad de las enzimas alteran la tasa de
producción de las fitohormonas.

Los cinco grupos de fitohormonas: auxinas, giberelinas, citocininas, ácido


abscísico y etileno no poseen una secuencia específica, su acción varía
con el cultivo y etapa fenológica. En la figura 7.1 se muestra el proceso
de acción de las fonas en la planta, dando inicio durante la germinación,
donde frecuentemente las giberelinas estimulan la liberación de alfa-ami-
lasa que da inicio a la degradación de los almidones reserva dentro de
la semilla. Posteriormente, cuando la plántula crece gracias a una acción
conjunta de auxinas y etileno y comienza a fotosintetizar, puede translocar
de forma bacipeta las auxinas hasta la base del tallo, en donde se estimula
el enraizamiento. Una vez que las raíces crecen alongándose gracias a la
acción de las citoquininas, la plántula puede asimilar los nutrimentos y el
agua por cuenta propia. Cuando la planta crece por acción dominante de
la auxina y posteriormente produce los órganos por la acción conjunta de
citoquininas, giberelinas y auxinas, ha alcanzado el grado de madurez para
iniciar la reproducción; en este momento la planta produce frutos, los cua-
les experimentan un proceso de madurez y presentan abscisión debido
a la acción del etileno y el ácido abscísico. Al finalizar la vida de muchos
órganos, estas dos fitohormonas juegan el papel mayoritario. Actuarían de
la misma forma a lo largo de la vida de la planta si esta se enfrenta a con-
diciones de estrés ambiental.

198 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
Ácido abscísico

Auxinas y
giberelinas

Etileno

Citoquininas

Figura 7.1. Ejemplo de ubicación de fitohormonas en las plantas.


Fuente: Modificado de http://recursos.cnice.mec.es/biosfera/alumno/1bachillerato/
reino_vegetal/contenidos10.htm

Por lo general, los tratamientos comerciales de fitohormonas regulan la


actividad de las hormonas, mediante la alteración de los mecanismos de
7
síntesis bioquímica como la actividad enzimática.

La mayor parte de los frutos experimentan procesos y etapas en común,


estas varían en tiempo y duración, dependiendo de la familia, especie o
variedad del cultivo. En un inicio, la diferenciación celular y su división dan
parte a los primeros procesos de desarrollo del fruto, las hormonas llama-
das giberelinas y citoquininas tienen un papel preponderante durante este
momento. Posteriormente, las auxinas trabajan durante el desarrollo del
fruto; en cambio, durante la sazón y en la senescencia operan mayorita-
riamente el etileno y el ácido abscísico. La evolución de fitohormonas se
observa en la figura 7. 2, según las etapas de desarrollo de la planta.

QUÍMICA AGRÍCOLA 199


Capítulo 7. Reguladores del crecimiento vegetal

División celular Elongación celular Maduración Climaterio Senescencia Muerte

TR
CRECIMIENTO Ácido abscísico
VEGETAL
Auxinas

Giberelinas
Etileno Etileno
(GA)

Citoquininas

Etileno

Figura 7.2. Evolución de los reguladores de crecimiento durante el ciclo de vida


de un fruto climatérico.

7.1. Auxinas
El término auxina proviene del griego auxein, que significa “incrementar”
o “crecer”, se reconoce porque son moléculas que facilitan la elongación
celular de los tejidos vegetales; en estado natural se encuentran principal-
mente en tejidos jóvenes, en los cuales radican enzimas necesarias para
la biosíntesis de la auxina. Las auxinas afectan el crecimiento y la forma de
las plantas (ver figura 7.3).

200 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
(a) (b)
Meristemo apical Meristemo apical
(fuente de auxinas) cortado

Auxinas

Yemas auxiliares
desinhibidas
Yemas auxiliares
reprimidas

Yema auxiliar
creciendo

Figura 7.3. longación celular de los tejidos vegetales según la concentración de


auxinas. a) La auxina que se produce en el meristemo apical del
tallo se difunde hacia abajo, reprimiendo el crecimiento de las yemas
axilares. b) Si el meristemo apical se corta, las yemas axilares quedan
desinhibidas y comienzan a crecer vigorosamente.
Fuente: Universidad Politécnica de Valencia, 2003)

Las auxinas se dirigen hacia la zona oscura de la planta y causa que las
células en esta zona crezcan más con respecto a aquellas ubicadas en la 7
zona más luminosa. La auxina se mueve hacia el lado inferior del tallo, lo
cual se traduce en un crecimiento más rápido de las células del lado infe-
rior, que produce su inclinación (figura 7.4).

QUÍMICA AGRÍCOLA 201


Capítulo 6. Composición química de la estructura de las plantas y la degradación bioquímica

Cubierta opaca

Luz Luz Luz

Coleoptilo Cubierta opaca

(a) (b) (c)

Figura 7.4. El experimento de los Darwin. (a) Las plántulas crecían normalmente
curvándose hacia la luz. (b) Cuando el ápice de una plántula se cubría
con un cono metálico no se producía la curvatura. (El cual, si que
se producía cuando el ápice se cubría con un cono transparente).
(c) Cuando se colocaba un collar metálico rodeando la plántula por
debajo del ápice, se producía la respuesta característica. A partir de
estos experimentos, los Darwin concluyeron que, en respuesta a la
luz, una influencia se transmite desde el ápice de la plántula hacia la
parte inferior, lo que obliga a la planta a curvarse.
(Fuente: Universidad Politécnica de Valencia, 2003).

Las auxinas afectan el crecimiento de varias formas:

• Inician el crecimiento de las raíces en estacas.

• Estimulan la separación de las hojas viejas de los tallos (abscisión).

• Mantienen la dominancia apical.

• Promueven el alargamiento del tallo e inhiben al alargamiento de la raíz.

• La auxina promueve la expansión celular aumentando la plasticidad


de las paredes celulares.

• Crecimiento de los tallos en relación a la luz, lo que asegura que


las hojas reciban una cantidad de luz óptima para la fotosíntesis
(fototropismo).

202 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
• Crecimiento de las raíces hacia el suelo (gravitropismo positivo) y de
los tallos hacia arriba (gravitropismo negativo).

• Tigmotropismo o crecimiento en respuesta al contacto con un cuer-


po duro, lo que produce el movimiento de las raíces alrededor de
una roca o de los tallos de las plantas trepadoras alrededor de otras
estructuras que le sirven de soporte.

La auxina controla el desarrollo de algunos frutos. Normalmente el de-


sarrollo de un fruto requiere la fertilización de un óvulo; sin embargo, el
tratamiento de un ovario no fertilizado con auxina o giberelina produce la
formación de un fruto sin la fertilización de un óvulo, por lo tanto carecen
de semillas, este fenómeno se conoce como partenocarpia, por ejemplo:
fresa, tomate, pepino, calabaza, naranja. Los frutos partenocárpicos se
forman espontáneamente en algunas plantas, incluidas las uvas sin semi-
llas, las bananas o cambures cultivados.

El ácido indoloacético (IAA, por sus iniciales en inglés) es la auxina más im-
portante de este grupo, incluso algunos especialistas en fisiología vegetal
la consideran un sinónimo de auxina; químicamente, también posee una
estructura similar al del triptófano. Sus funciones principales son:

• Inhibe el desarrollo de las yemas axiales, da origen a un fenómeno


que se conoce como dominancia apical. 7
• Promueve el fototropismo positivo.

• Promueve y provoca el desarrollo de raíces laterales y adventicias.

• Estimula el desarrollo de los frutos.

Las auxinas naturales se sintetizan a partir del aminoácido triptófano, espe-


cialmente en hojas jóvenes, meristemas del vástago y frutos en desarrollo,
y dondequiera que las células se estén dividiendo con rapidez. Aún no se
han reconocido otras moléculas que, aunque poseen una estructura simi-
lar a la del IAA, carecen del grupo carboxilo (COOH). Estas moléculas no
reconocidas son el indoloacetonitrilo, indoloetanol y el indoloacetaldehído,
este último naturalmente es un precursor del IAA durante la biosíntesis
(figura 7.5).

QUÍMICA AGRÍCOLA 203


Capítulo 7. Reguladores del crecimiento vegetal

NATURALES
CH2 COOH

NH
O

ácido indoloacético (IAA) CH2 C


H

NH

CH2-CH2CH2 CH2
indoloacetaldehído

NH CH2 C N

ácido indolburírico (IBA) NH


CH2CH2 OH

NH indolacetonitrilo

Figura 7.5. Auxinas naturales.

Otros compuestos químicos son sintetizados artificialmente, por lo tanto


no se consideran hormonas, más bien entran dentro de la categoría de
“reguladores de crecimiento”, estos poseen la particularidad de producir
respuestas fisiológicas semejantes a las del IAA, por lo cual también son
llamados auxinas (figura 7.6.).

SINTÉTICAS

O CH2COOH O CH2COOH O CH2COOH


Cl Cl CH3

CH2COOH
Cl
Cl Cl Cl

2,4-D 2,4,5-T MCPA


ácido alfa naftalenoácdetico (NAA)

Figura 7.6. Auxinas sintéticas, reguladoras del crecimiento.

Las auxinas sintéticas tienen amplia aplicación en agricultura y horticultu-


ra. El ácido 2,4-diclorofenoxi-acético (2,4-D) y el 2,4,5 tricloro-fenoxi-acé-
tico (2,4,5-T) se utilizan como herbicidas a altas concentraciones, espe-
cialmente para controlar eudicotiledóneas, ya que son inofensivos para
las monocotiledóneas. Sin embargo, por degradarse lentamente, son
contaminantes del medio ambiente que causan daños a los ecosiste-
mas. El ácido naftaleno acético (NAA) se utiliza para promover el enrai-
zamiento de estacas.

204 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
Cuadro 7.1. Auxinas y reguladores de crecimiento.
Reguladores de Sin reconocerse
Moléculas auxínicas
crecimiento auxínicos todavía
Ácido indoloacético Ácido α-naftalenacético
Indoloacetonitrilo
(IAA) (NAA)

Ácido Ácido
4-cloroindoloacético 2,4-diclorofenoxiacético Indoloacetaldehído
(4-cloroIAA) (2,4-D)
2-metil-4-
Ácido fenilacético clorofenoxiacético Indoloetanol
(MCPA)
Ácido indolbutírico

Las auxinas son biosintetizadas en las zonas meristemáticas de las plantas


(zonas más jóvenes, tallos tiernos, hojas jóvenes o frutos en crecimiento),
llegan a estar presentes en toda la planta, pero siempre con mayor con-
centración en las zonas meristemáticas. Estas estimulan el ablandamiento
de la pared celular y la formación de un potencial hídrico negativo dentro
de las células, esto es favorable para el crecimiento porque le permite a las
células expandirse aún más en comparación con otras.
7
CH2 CH COOH

NH2
NH

TRIPTÓFANO
Figura 7.7. Estructura química del aminoácido triptófano (elaboración propia).

Se biosintetiza a partir del precursor triptófano (figura 7.7) por medio de la


eliminación del grupo amino y carboxílico, mediante la acción de enzimas
específicas. En los tallos demuestra dominancia apical sobre el crecimien-
to de yemas laterales, debido a que experimenta un movimiento bacipetal
(hacia abajo), que reprime la abscisión de los brotes en tallos y hojas. Este
transporte es polar y demandante de la energía metabólica que posee la
planta (figura 7.8).

QUÍMICA AGRÍCOLA 205


Capítulo 7. Reguladores del crecimiento vegetal

- +
IAAH +H
+ AUX1 proteína
Pared celular 2H de transporte en
entrada del IAA
Apoplasto
IAAH pH=7
Nucléo
+ ATP ATP +
H H

Canal iónico H+
ADP+Pi ADP+Pi

Membrana plasmática Compartimento celular

Vacuola

- Filamento de actina
IAA
PIN1 proteína
de trasnporte en pH 5.5
salida del IAA
- +
IAAH +H

Figura 7.8. Modelo del mecanismo de trasporte de las auxinas.


Fuente: Universidad Politécnica de Valencia, 2003

El control de la producción de auxinas sigue dos mecanismos: la disminu-


ción de la velocidad de producción y la formación de complejos molecu-
lares llamados conjugados de IAA, en los cuales el IAA establece enlaces
covalentes con otras moléculas. Según Salisbury y Ross (1992), estos con-
jugados representan una forma por la cual también se puede transportar el
IAA dentro de la planta, ya que las hidrolasas y algunas oxidasas fácilmen-
te pueden dividir los enlaces en los conjugados; por otra parte, las auxinas
sintéticas no experimentan cambios por la presencia de estas enzimas.
Algunos conjugados que se pueden citar son: el péptido ácido indoloace-
tilaspártico y los ésteres IAA-inositol y IAA-glucosa.

Una de las mayores aplicaciones de la auxina es la estimulación del enrai-


zamiento, de tallos o esquejes. Stadler et al. (2009) descubrieron que la ac-
ción de bacterias asociativas en la rizosfera del girasol (Helianthus annus)
estimuló el aumento en la producción de auxinas y del crecimiento de las
raíces. Sin embargo, la respuesta no es la misma para todos los cultivos,
algunas de las auxinas pueden mejorar la producción de raíz en algunos
y en otros no. Por ejemplo: en esquejes del arbusto Euonymus japonicus
L, una dosis de 1:10 000 (auxina:agua) del ácido indolbutítrico (IBA) superó
las expectativas del ácido naftalenacético (NAA) y ácido idolacético (IAA)
(Caballero, 1983); pero en retoños de manzana (Malus domestica, Borkh),

206 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
CV. Fred Hough el IBA y el NAA dieron mejores respuestas para el enraiza-
miento en comparación con los de IAA (Cetellas et al., 1999).

Por otra parte, se ha investigado el uso de las auxinas y de los regulado-


res auxínicos como potenciadores de la formación de frutos desarrollados
partenocárpicamente, para ello se ha comparado la acción de ácidos indo-
loacético (IAA), naftalenacético (NAA) y 2,4-diclorofenoxiacético (2,4-D), este
último es el más eficiente. Con esto, se ha intentado aplicar la auxina durante
la fructificación y desarrollo del fruto de tomate (Solanum lycopersicum L.) cv
Micro-Tom para evitar la competencia entre frutos dentro del racimo, solo un
fruto por racimo y hasta dos racimos por planta (Serrani, 2008).

7.2. Giberelinas
Las giberelinas (GAs) en general actúan como reguladores endógenos de
crecimiento y desarrollo en vegetales superiores. Tres de las funciones
más importantes son: la germinación de las semillas, la estimulación del
crecimiento del tallo, la inducción de partenocarpia y la estimulación de la
liberación de enzimas hidrolíticas (Pino, 2008). Comercialmente, se aplican
en el momento adecuado para hacer que los racimos de uvas se elonguen
de tal manera que se encuentren menos apretadas y sean susceptibles a
infecciones por hongos, usualmente se rocían dos veces, una durante la 7
floración y otra durante la formación de los frutos (Salisbury y Ross, 1992).
Algunos resultados sugieren que, en tomate, las GAs son eficientes para
estimular la partenocarpia de los ovarios (Fos et al., 2000). También es co-
nocida la aplicación en vid para la obtención de uvas sin semilla.

Las giberelinas rompen la latencia de las semillas que requieren bajas


temperaturas (termoperíodo) o luz para germinar (fotoperíodo), como es el
caso de las semillas de aliso (Alnus acuminata) en donde 5 ppm de gibere-
lina sustituyen el requerimiento de luz. En algunas semillas, las giberelinas
estimulan la actividad de enzimas hidrolasas que promueven la moviliza-
ción de las reservas del endospermo durante el proceso de germinación
(figuras 7.9 y 7.10).

QUÍMICA AGRÍCOLA 207


Capítulo 6. Composición química de la estructura de las plantas y la degradación bioquímica

Capa de aleurona

Endorperma

Enzimas Nutrientes

Cotiledón
Giberelina

Ápice caulinar Cotiledón

Ápice radical

Cubierta seminal

Figura 7.9. Movilización de las reservas del endospermo durante el proceso


de germinación
Fuente: Universidad Politécnica de Valencia, 2003.

Figura 7.10. Comparación de una plántula de cebada normal con un mutante de


deficiencia de GA, que produce menos de la hormona activa, y no
crece tan rápidamente.
Fuente: De CSIRO, CC BY 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.
php?curid=35488377

208 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
El ácido giberélico (GA3) fue el primero en ser descubierto, además, con
una gran actividad; proviene del hongo Gibberella fujikuroi. Ahora, la hor-
mona se puede hallar comercialmente gracias a la biosíntesis del hongo G.
fujikuroi, el cual es cultivado para este fin.

O OH

CO CH2

HO
COOH
H3C

Ácido giberélico (GA3)


Figura 7.11. Estructura química del ácido giberélico.

En la actualidad, se conocen alrededor de 84 giberelinas (Salisbury y Ross,


1992), todas abreviadas GA, por sus siglas del inglés Gibberellic Acid y se
distinguen unas de otras porque cada una lleva un número consecutivo 6
distinto, por ejemplo, la GA19 se reconoce por tener más actividad compa-
rada con la GA20.

Su actividad, a diferencia de la auxina, se transcribe genéticamente en


el estímulo de la división celular y la inducción de la hidrólisis, tanto del
almidón como de la sacarosa; de esta forma, libera glucosa y fructosa
que aumentan la energía metabólica del sistema e incrementan el poten-
cial hídrico negativo dentro de las células, con lo cual estas se hinchan y
resultan en el crecimiento vegetal. Además, otro aspecto que diferencia
a la giberelina de la auxina es que el transporte dentro de la planta no
es polar, y se da por el floema junto con los fotosintatos (productos de
la fotosíntesis) y a través del xilema. Las giberelinas interactúan con la
auxina controlando el alargamiento del tallo. En la figura 7.12 se observan
ejemplos de giberelinas.

QUÍMICA AGRÍCOLA 209


Capítulo 7. Reguladores del crecimiento vegetal

OH OH
CH2 CH2
H H
O O

CO CO
HO COOH HO COOH
H H H H
CH3 CH3

GA 1 GA 3

CH2
H
O

CO
HO COOH
H H
CH3

Figura 7.12. Ejemplos de giberalinas.

Partenocarpia:
Es una ruta alternativa al desarrollo del fruto con semillas,
implica el crecimiento del ovario en ausencia de la poliniza-
ción y la fertilización. Se ha sugerido que los genes de par-
tenocarpia podrían afectar la producción de hormonas, su
transporte o metabolismo, lo que daría lugar a una concen-
tración suficiente de hormonas en el ovario capaz de inducir
el cuajado y desarrollo del fruto, en ausencia de las señales
hormonales desencadenadas por la polinización y fecunda-
ción (Fos et al., 2000).

Dentro de otras aplicaciones de las ginberalinas, se ha reportado la tole-


rancia de semillas de la especie canafíscula (Peltophoum dubium) y estrés
hídrico (Botelho y Perez, 2001). Tavares et al. (2007) reportaron la aplica-
ción de GA3 a palmas (Rhapis excelsa), lo que promovió el crecimiento en
peciolos, longitud de hojas y altura de las plántulas.

Esta hormona se sintetiza naturalmente en órganos nuevos, como óvulos,


ovarios, semillas, hojas, ápices radicales y brotes (Cerrato, 2008), en espe-
cial en semillas. Se puede encontrar en altas concentraciones dentro de
semillas inmaduras, incluso al momento de la germinación, esta hormona
actúa favoreciendo la asimilación de los almidones, grasas y proteínas en

210 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
reserva. Una vez que la plántula tiene la capacidad de asimilar los nutri-
mentos por sus propios medios, merma la utilización de la hormona.

Algunos demoradores comerciales del crecimiento que inhiben la elonga-


ción del tallo y causan atrofia general tienen este efecto debido, en parte, a
que inhiben la síntesis de giberelina, entre estos: Phosphon D, Amo-1618,
CCC o Cyrocel, ancimidol y paclobutrazol (Salisbury y Ross, 1992).

7.3. Citoquininas-citocininas
La palabra citocininas (figura 7.13) proviene de cito kinesis o división celular,
y las citoquininas por descubrirse luego de las quininas de origen animal
(Cerrato, 2008). Dichas hormonas poseen un mecanismo de acción similar
al de las giberelinas, puesto que ambas estimulan la división celular en
sistemas tisulares meristemáticos, principalmente en las zonas en creci-
miento de la planta.

Según Cerrato (2008), la función básica es promover la división y expan-


sión celular en presencia de auxina. No obstante, también se les ha rela-
cionado con otras funciones como la estimulación de frutos sin semilla,
germinación de semilla, proliferación de yemas axilares, formación de bro-
tes, floración y senescencia foliar, entre otras. 7

6 N
N1 5 7
4 8
2 9
3

N N
H
Figura 7.13. Estructura química de la purina, precursor de las citocininas.

La síntesis ocurre en el ápice radical (punta de las raíces) y en el tejido


reproductor de los frutos. El transporte es rápido desde la raíz a toda la
planta por la savia del xilema, pero una vez que se encuentra en los tejidos
vivos, el transporte es acrotónico o no existe (Cerrato, 2008), por ejemplo,
en las hojas son inmóviles. El transporte de algunas citocininas se puede
dar a través del xilema, por los tubos cribosos o por el floema Salisbury y
Ross (1992).

QUÍMICA AGRÍCOLA 211


Capítulo 7. Reguladores del crecimiento vegetal

Se ha reconocido la presencia de citoquininas en papa por la cicatrización


de las heridas en estos tubérculos (Salisbury y Ross, 1992). La zeatina, un
tipo de citocinina, se halló en el maíz. Otras citocininas naturales que se
conocen son la dihidrozeatina y la isopentenil adenina (IPA). A nivel comer-
cial, se manejan citocininas sintéticas como la cinetina (figura 7.14).

Comercialmente, se aplican durante la fase de multiplicación de fruto, en


combinación con auxinas o giberelinas. Por ejemplo, se han aplicado in
vitro de Limonium var. Misty blue, en combinación con auxinas, las cito-
cininas cinetina y 6-bencilaminopurina (BAP) tuvieron los mejores resulta-
dos (Chamorro et al., 2007). También se han usado en combinación con
giberelinas para controlar la forma y tamaño de los frutos de algunas va-
riedades de manzano (Cerato, 2008). Las citocininas exógenas pueden
promover la expansión celular en hojas jóvenes, cotiledones, coleóptilos de
trigo e hipocólitos de sandía (Salisbury y Ross, 1992).

CH3 CH3
H N CH2 C C H N CH2 C C
H CH2OH H CH3
N N
N N
CH CH
H N H N
N N
H H

Zeatina Isopentenil adenina

CH3 H C C H
H N CH2 CH2 C H N CH2 C
CH2OH CH
O
N N
N N
CH CH
H N H
N N N
H H

Dihidrozeatina Cinetina (sintética)


Figura 7.14. Ejemplos de citocininas.

7.4. Ácido abscísico (ABA)


El ácido absícico (ABA) es una molécula sintetizada en los cloroplastos y
otros plastidios (Salisbury y Ross 1992), su estructura es similar a la del

212 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
caroteno, incluso puede ser biosintetizado indirectamente a partir de estos
(figura 7.15).

H3C OH
HO2C
OH
Ácido Mevalónico

OPP OH
Ruta directa O CO2H

Farnesil pirofosfato (C15) Ácido Abscisico (C15)

Ruta
indirecta
OH Xantoxina (C15)
Carotenoides HO CHO
OH
O

O
HO Violaxantina (C40)

Figura 7.15. Rutas biosintéticas del ácido abcísico.


Fuente: Universidad Politécnica de Valencia, 2003.

El ácido abcísico (figura 7.16) es considerado la hormona del estrés fisio-


lógico en las plantas y gran responsable de la senescencia. Su concen-
tración se incrementa como respuesta a estímulos externos, con el fin de 7
generar cambios en la planta que permitan su protección. Se ha compro-
bado que se produce en mayor cantidad cuando la planta experimenta
bajas temperaturas, condiciones salinas, estrés hídrico, entre otras.

OH
O O OH
Figura 7.16. Estructura química del ácido abscísico.

Es un inhibidor natural del crecimiento vegetal, evita la germinación pre-


matura e inhibe el brote de yemas; además, juega un rol en el letargo,
la abscición de las hojas y frutos. Este se encuentra en toda la planta,
en concentraciones que van desde 0,01 a 1 ppm, alcanzando concen-
traciones mayores en hojas senescentes, en la base del ovario y en

QUÍMICA AGRÍCOLA 213


Capítulo 7. Reguladores del crecimiento vegetal

semillas. Su transporte no es polar y se realiza a través del xilema, el


floema y el parenquima.

Cuando existe estrés hídrico en la planta, el ácido abscisíco es sintetizado


en la raíz, es transportado por el xilema hasta las hojas, donde estimula el
cierre estomático para evitar la transpiración.

Ortiz y Flórez (2008) verificaron que la presencia de ácido abscísico (ABA)


indujo mayores períodos de latencia en la tuberización de papa (Solanum
tuberosum L; Solanum phureja), la ausencia de ABA y la presencia de cito-
quininas se relacionó con la precocidad de la tuberización.

7.5. Etileno
El etileno es la molécula más simple del grupo de los alquenos, un tipo de
hidrocarburos, recibe el nombre de eteno según la unión de química pura
y aplicada (IUPAC, por sus siglas en inglés).

La molécula del etileno (figura 7.17) consta de dos átomos de carbono


unidos entre sí mediante un doble enlace covalente (del tipo que comparte
electrones). A temperatura ambiente, el etileno está en estado gaseoso y
difunde fácilmente fuera de la planta.

H H
C C
H H
Etileno
Figura 7.17. Estructura química del etileno.

Esta hormona es distinta del resto de hormonas, su funcionalidad en las


plantas es muy diversa, desde el crecimiento, la maduración, el envejeci-
miento, la absición y el geotropismo (inclinación hacia la luz). La producción
de etileno es generalizada en todas las partes de la planta. En las plántulas
dicotiledóneas, en el ápice del tallo se produce más etileno. Cultivos como
el banano y el mango son altamente sensibles al etileno, las flores lo produ-
cen poco; no obstante, durante la senescencia su concentración aumenta
e implica el desprendimiento floral.

214 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
Productos como manzanas, tomates, mangos, bananas, melones, melocoto-
nes y peras deben almacenarse por separado de los cultivos que son propen-
sos a producir altas cantidades de etileno, y en sitios ventilados para evitar la
acumulación de este gas en zonas irregulares. El permanganato de potasio y
el metil cicloproparo actúan como agentes controladores del etileno.

Tal como se estudiará en el capítulo 8, algunos cultivos son más propen-


sos a madurar en presencia de etileno; sin embargo, otros cultivos menos
sensibles como el naranjo pueden experimentar cambios de color en la
cáscara cuando entran en contacto con este. De acuerdo con Salisbury
y Ross (1992), la concentración de este gas aumenta en los espacios in-
tercelulares ocupados por aire, desde cantidades casi indetectables hasta
aproximadamente 0,1 y 1 µL L-1. Cuando la concentración supera 0,1 µL
L-1, se reduce la tasa de elongación y aumenta el ensanchamiento de los
tejidos que lo contienen.

Abscisión:
Es la separación de hojas, frutos, flores y otros órganos de la
planta. Tiene lugar en capas de células específicas, diferen-
ciadas morfológica y biológicamente durante el desarrollo
de los órganos, estas células se llaman “capas de absci-
sión” (Taiz y Zeiger, 2007).
7
Para estimular la maduración de frutas como el banano y la papaya, du-
rante varios años se utilizó el carburo de calcio para producir acetileno,
un alquino semejante al etileno; este se hacía reaccionar con agua para
obtener una reacción espontánea donde el producto era el acetileno, sin
embargo, este método estimulaba la maduración de manera no uniforme.
En la actualidad, para inducir la maduración se ha difundido aún más el
empleo del Etefon (ácido 2–chloroetil fosfónico), conocido como Etrel, el
cual se emplea con generadores de etileno que calientan este líquido y
desprende etileno dentro de una cámara. Al emplear este compuesto, se
asegura una maduración más uniforme y mayor seguridad laboral.

En la biosíntesis del etileno se emplea el aminoácido metionina como pre-


cursor. Cada molécula de metionina produce una de etileno como produc-
to principal y otros subproductos, como el ácido cianhídrico y dióxido de
carbono, y tiometil, este último puede ser reciclado en el sistema.

QUÍMICA AGRÍCOLA 215


Capítulo 7. Reguladores del crecimiento vegetal

Se conocen inhibidores potentes de la síntesis del etileno: CO2 en con-


centraciones entre 5 y 10% inhibe parcialmente los efectos del etileno, los
compuestos aminoetoxivinilglicina (AVG) y el ácido aminooxiacético (AOA)
inhiben enzimas dentro del ciclo de Yang, bloqueando la conversión de la
SAM en ACC (Salisbury y Ross, 1992).

Frecuentemente, se emplea el CO2 como controlador de la sobremadura-


ción de frutos climatéricos y algunas hortalizas. Bajo condiciones de estrés
hídrico, por ejemplo, bajo condiciones de inundación, el etileno se acumula
en la raíz y el ácido 1-amino-ciclopropano-1-carboxílico (ACC) aumenta
su concentración, induciendo una señal de estrés en la planta. Este ACC
sube al tallo donde se transforma y produce más etileno de lo normal.
Como se puede observar en el ciclo de Shang-Fa Yang, es necesario el
oxígeno para poder formar etileno (figura 7.18).

En el cuadro 7.2 se presenta un resumen de las funciones de las fitohor-


monas que hemos tratado en este capítulo como lo son: auxinas, citoqui-
ninas, ABA (ácido abcísico), etileno y citoquininas-citocininas.

Cuadro 7.2. Resumen de las funciones de las fitohormonas.


Funciones sobresaliente GA # Citoquininas Auxinas ABA Etileno
1 Maduración x
2 Crecimiento de frutos x X x
3 Cierre estomático x
4 Expansión celular X x
5 Desarrollo de yemas
X x
laterales
6 División celular y
X
formación de órganos
7 Partenocarpia x
8 Formación de raíces
X
adventicias
10 Dominancia apical x x x
11 Diferenciación celular en
x X x x x
cultivo de tejidos
12 Abscisión de hojas y
X x x x
frutos
13 Germinación x
14 Aumento de la tasa de
x
respiración

GA#: Ginerelinas, ABA: Ácido abscísico

216 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
ATP + H2O
Pi + PPi
NH2
NH2

CH3 N
CH3 S CH2 CH2 CH COOH N
transaminación - +
OOC S
Metionina N N
O
NH3+
CH3 S CH2 CH2 C COO

QUÍMICA AGRÍCOLA
O
OH OH
CICLO DE YANG
S-adenosilmetionina

Pi + HCOOH
NH2
CH3 S
ACC sintasa
O N
ADP N
ATP H2O
CH3 S
O2 N N
OH OH O

(5-metiltioribosa) NH2

N OH OH
N
(5-metiltioadenosina) H2C NH2
N C
N H3C COOH
adenina
(ACC)
Se transforma en ETILENO ácido-1-aminociclopropanocarboxílico
CH2CH2
Se transforma en CO2 O2
Regresa al
ciclo de Yang
enzima formadora de etileno ACC 2 ( HCN + H2O + CO2 )
NH2
oxidasa
CH3 S CH2 CH2 CH COOH

Figura 7.18. Mecanismo de formación del etileno (elaboración propia).


H H
C C
H H

Balance de cada Metionina Se transforma en HCN


ETILENO

217
7
Capítulo 7. Reguladores del crecimiento vegetal

Ejercicios de autoevaluación

1. Explique qué es una fitohormona y cuál es la diferencia con el regu-


lador del crecimiento vegetal.

2. Mencione cuáles de las fitohormonas actúan cuando la planta se


encuentra ante estrés ambiental. Aporte dos ejemplos de estas con-
diciones, además, indique cuál hormona trabaja.

3. Cite cuáles de las fitohormonas se presentan durante la fase de


senescencia de los órganos, explique la relación de este aconteci-
miento con la abscisión.

4. Describa cómo funcionan la auxina y la giberelina en relación con el


crecimiento.

5. Explique por qué debe haber ventilación en los sitios donde se al-
macenan productos sensibles a la producción de etileno.

6. Describa la estructura química común de las citocininas. Mencione


dos aplicaciones comerciales de esta hormona.

7. Cite el nombre de una auxina y una citocinina, tanto natural como


sintética.

8. Mencione cuáles pueden ser supresores químicos de la actividad de


las gibeleninas, auxinas y el etileno.

9. Explique cuál es el balance químico de una metionina en el ciclo de


producción de etileno.

218 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
Respuestas

1. Un regulador del crecimiento vegetal es un compuesto orgánico,


de origen natural o sintético, que modifica o inhibe de forma total o
parcial el crecimiento y el desarrollo de la planta, tal como operan las
fitohormonas. Una fitohormona u hormona vegetal es una sustancia
química sintetizada desde un sitio dentro de la planta y que a bajas
concentraciones actúa sobre un órgano ubicado es otro lugar dife-
rente de donde la hormona se sintetizó.

2. Bajo estrés ambiental el ácido abscísico actúa, por ejemplo cuando


las condiciones de salinidad del suelo, exceden la tolerancia de la
planta, o cuando hay poco contenido de agua, esta hormona señala
el cierre de los estomas en las hojas. También el etileno actúa cuan-
do hay estrés, por ejemplo cuando hay condiciones de inundación la
anoxia o bajo contenido de oxígeno reprime la conversión del ACC,
el cual se acumula en el tallo, por consiguiente aumenta la concen-
tración de etileno y el crecimiento en esta zona, caso que ocurre con
las palmeras cuando están inundadas. 7
3. Durante la senescencia o envejecimiento, el etileno y el ácido abscí-
sico se liberan para controlar la abscisión que implica la separación
de las hojas, frutos u órganos durante las últimas etapas de la ma-
durez. El etileno es la hormona de la madurez y está se incrementa
en concentración durante esta fase.

4. Se menciona que el transporte de la auxina es polar, lo cual implica


cambios según el pH del medio, con esto la auxina puede disminuir
la rigidez de la pared celular y difundir a través de ella e inducir el hin-
chamiento. La giberelina en cambio estimula genes que favorecen la
división celular e induce la hidrólisis del almidón por medio de enzi-
mas, para de esta forma aumentar la energía metabólica disponible.

5. El etileno es una hormona precursora del proceso de maduración y


senescencia, a temperatura normal es un gas y además puede di-
fundir con facilidad fuera de los tejidos de las plantas. La ventilación
forzada y las condiciones hipobáricas se han implementado para

QUÍMICA AGRÍCOLA 219


Capítulo 7. Reguladores del crecimiento vegetal

mejorar la difusión fuera de las cámaras que almacenan produc-


tos agrícolas sensibles al etileno, tanto cultivos climatéricos como
no climatéricos pueden experimentar la abscisión de sus órganos y
cambios en textura y el color de forma incontrolada.

6. La purina es la estructura química común del esqueleto de las cito-


cininas. Se aplican en combinación con auxinas y giberelinas para
mejorar el crecimiento de flores in vitro, manzano y arroz.

7. Auxina natural: ácido indoloacetico., Auxina sintética: 2,4-D.,


Citocinina natural: isopentenil adenina., Citocinina sintética: cinetina.

8. Supresores de las auxinas: enzimas hidrolasas o oxidasas,

9. Supresores de las giberelinas: Phosphon D, ancimidol y paclobutrazol

10. Supresores del etileno: aminoetoxivinilglicina (AVG) y el ácido ami-


nooxiacético (AOA).

11. 1 metionina produce: 1 HCN (acuoso), 1 CO2 (gaseoso), 1 CH2CH2 (eti-


leno que es liberado fuera de los tejidos) y 1 CH3S (que es reciclado).

220 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
Referencias

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http://www.euita.upv.es/varios/biologia/temas/tema_14.htm#La recuperado 20
octubre de 2014.

QUÍMICA AGRÍCOLA 221


CAPÍTULO 8
Química de la
MADURACIÓN
en la fase de
POSCOSECHA

Sumario
• Concepto general de maduración
• Tasa respiratoria
• Actividad del etileno
• Cambio de color
• Cambio de textura
• Almacenamiento poscosecha
Objetivos
Al finalizar este capítulo, usted estará en la capacidad de:

• Comprender los principios básicos de los procesos químicos de la


maduración.

• Relacionar los cambios bioquímicos de la maduración con los pará-


metros fisicoquímicos empleados para el control de la calidad de los
productos agrícolas.

Le recomendamos observar el siguiente video para facilitar-


le el aprendizaje de los contenidos expuestos en el presente
capítulo:

“QA Capítulo 8 Química de la maduración en la fase


poscoseha”

https://www.youtube.com/watch?v=6IV2vv0xios&list=PL5eXNtcO-SQsqZ-
gJm0xvh0UQ_MayCDuc0&index=15
Q
uizá todos nosotros, alguna vez, hemos visto que en los ana-
queles del supermercado queda producto sin vender debido a
su mal estado o a que no posee las característica buscadas por
el comprador. También, a menudo, observamos cómo los compradores
aplican su conocimiento para seleccionar las frutas de acuerdo con pa-
rámetros de calidad que le han sido transmitidos generación tras gene-
ración. Considerando lo anterior, el comprador generalmente no requiere
del conocimiento científico acerca de los procesos bioquímicos que
dominan el metabolismo de los frutos; sin embargo, para el comerciante
o productor es indispensable conocer y controlar la mayor cantidad de
variables que pueden afectar su mercancía con el objetivo de preservar la
integridad física y calidad del producto fresco luego de la cosecha.

La ciencia agrícola de la tecnología poscosecha nace como respuesta para


comprender y controlar los procesos metabólicos de los productos agrícolas
luego de ser cosechados. Esta ciencia, la cual ha sido optimizada por recono-
cidos sitios de enseñanza en Holanda, California (EE. UU) y Chile, ha impacta-
do positivamente en la forma como estos países comercializan los productos,
por ejemplo: uvas, melocotones, manzanas, peras, ciruelas y nectarinas.

Las pérdidas de alimentos por inconvenientes que surgen a nivel de pos-


cosecha representan también un problema para la seguridad alimentaria
de un país (es decir, la asequibilidad, disponibilidad y calidad de los alimen-
tos); si se considera la cantidad de trabajo, fertilizantes y recursos inverti-
dos en los frutos que se pierden a causa de los daños por temperatura,
enfermedades y plagas, daños mecánicos y a problemas de inventario.
Dicha pérdida representa casi una tercera parte de los alimentos produci- 8
dos en el mundo.

Las plantas verdes en crecimiento utilizan la energía de la luz solar que re-
ciben sus hojas para fabricar azúcares combinando el dióxido de carbono
del aire con el agua absorbida del suelo a través de las raíces (este pro-
ceso se conoce como fotosíntesis). La planta almacena esos azúcares sin
elaborarlos o combina las unidades de azúcares en largas cadenas para
formar almidón. Los azúcares y almidones, llamados carbohidratos, se al-
macenan en diversas partes de la planta, a la que proporcionan posterior-
mente la energía que necesita para seguir desarrollándose y reproducirse.
Las raíces y tubérculos almacenan las féculas durante el periodo de inac-
tividad para aportar, cuando este finaliza, la energía necesaria para la rea-
nudación del crecimiento. En ambos casos, la energía para el crecimiento

QUÍMICA AGRÍCOLA 225


Capítulo 8. Química de la maduración en la fase de poscosecha

se libera a través del proceso de respiración, que tiene lugar en todas las
plantas antes y después de la cosecha.

Los productos hortofrutícolas, durante su período poscosecha, pasan por


una serie de cambios, asociados a las reacciones bioquímicas que se lle-
van a cabo a nivel celular, los cuales son de especial interés agrícola y
además serán detallados en este capítulo. Del mismo modo, la interacción
con el ambiente condiciona la vida útil y la calidad de estos alimentos.

La estimulación hormonal para la actividad enzimática, la tasa respiratoria,


el cambio en el color de pulpa y cáscara, el cambio del sabor (relación
ácido/azúcar), la degradación de almidones y la variación en la turgencia,
son solamente algunos de los parámetros que se alteran a raíz del proceso
de maduración.

8.1. Concepto general de maduración


Un periodo crítico para el agricultor es aquel en el cual tiene que decidir
cuándo cosechar un producto. Normalmente cualquier tipo de producto
fresco está listo para la cosecha cuando se ha desarrollado hasta alcanzar
el estado ideal para el consumo; ese estado se suele denominar madurez
para la cosecha. Sin embargo, la palabra madurez puede inducir a con-
fusión, pues en su sentido botánico, indica el momento en que la planta
ha completado su crecimiento activo (crecimiento vegetativo) y ha llegado
al estado de floración y producción de semillas (madurez fisiológica). Por
consiguiente, para la cosecha la madurez es el estado en el que el produc-
to ya puede cosecharse, y en su cálculo debe tenerse en cuenta el tiempo
necesario para hacerlo llegar al mercado y el tipo de manipulación al que
será sometido por el camino. Ese intervalo de demora suele significar que
la cosecha se efectúa antes de que se alcance el estado ideal de madurez.

El desarrollo del fruto se inicia con la formación de la parte comestible; se


observa un endurecimiento del fruto, el crecimiento de la raíz, tubérculo
o bulbo, o el alargamiento del tallo. El desarrollo se encuentra integrado
por los procesos de premadurez y parte de la madurez. El periodo de
premadurez se inicia con el desarrollo y finaliza hasta que el producto
comestible puede ser utilizado, pero no en las condiciones deseables. La
madurez comienza antes de la cosecha y puede continuar después de la
recolección; se traslapa con el periodo de premadurez y es seguida por
la senescencia. La madurez finaliza cuando se da un cambio en el patrón

226 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
de crecimiento de la parte comestible o cesa el agrandamiento natural
del producto.

El conjunto de procesos de desarrollo y cambios observados en la fruta se


conoce como maduración; como consecuencia de esta, la fruta desarrolla
una serie de características fisicoquímicas que permiten definir sus distin-
tos estados de madurez.

La maduración puede ser vista como la culminación del desarrollo o un


proceso irreversible e inevitable en el cual se dan cambios que parecen
predeterminados por una forma de “programación natural”. Lo anterior se
debe a que están asociados con la expresión de genes precursores de la
síntesis de enzimas (iniciando un nuevo funcionamiento metabólico). Las
enzimas producidas median en todos los cambios fisicoquímicos que con-
llevan a la maduración; estos se manifiestan a través de la variación en
el olor, el color, la textura por la abscisión del fruto, la concentración de
solutos y pérdidas de masa del fruto por cambios en el contenido de fibra
y agua. En conjunto estas transformaciones le brindan al fruto la cualidad
de ser comestibles.

En relación con los estados de madurez de la fruta, es conveniente cono-


cer y distinguir de manera precisa el significado de los siguientes términos
de uso común en poscosecha:

• Madurez fisiológica:

Una fruta se encuentra fisiológicamente madura cuando ha logrado


un estado de desarrollo en el cual puede continuar madurando nor- 8
malmente para consumo aún después de cosechada.

Esta es una característica de las frutas climatéricas como el plátano


y otras que se cosechan verde-maduras y, posteriormente, maduran
para consumo en poscosecha. Las frutas no climatéricas, como los
cítricos, no maduran para consumo después de que se separan de
la planta.

• Madurez hortícola:

Es el estado de desarrollo en que la fruta se encuentra apta para su


consumo u otro fin comercial. La madurez hortícola puede coincidir
o no con la madurez fisiológica.

QUÍMICA AGRÍCOLA 227


Capítulo 8. Química de la maduración en la fase de poscosecha

• Madurez organoléptica o de consumo:

Estado de desarrollo en que la fruta reúne las características deseables


para su consumo (color, sabor, aroma, textura, composición interna).

Es posible establecer una barrera estratégica que en la mayoría de los


frutos divide la madurez fisiológica de la madurez organoléptica: si un fruto
oportunamente debería alcanzar su madurez fisiológica antes a ser cose-
chado, después continuará experimentando procesos metabólicos que lo
lleven a la madurez organoléptica (también conocida como madurez hortí-
cola). Es común que los productores se refieran a la “madurez comercial”
como el momento correspondiente a un estado de desarrollo óptimo del
fruto para ser cosechado, y que implica a la madurez fisiológica. Es decir,
un fruto fisiológicamente maduro experimenta cambios bioquímicos que lo
hacen visualmente atractivo para el consumo, debido, entre otras causas,
a cambios en el aroma y en el sabor. También se puede visualizar a la ma-
durez organoléptica como el último estado de la madurez que adquiere un
fruto, en el cual se expresan la mayor dulzura, máxima suavidad, es decir,
cuando todas las variables fisicoquímicas predeterminan el mejor estado
comestible del fruto (o según el propósito del consumidor).

Dentro de la etapa de madurez se da un lapso conocido como sazonado


o sazón, el cual define la terminación de la madurez; en ese momento, se
alcanza el perfeccionamiento de las cualidades de turgencia y en cultivos
como la caña de azúcar (Saccharum officinarum) se da el almacenaje de
sacarosa en los tallos. Durante la senescencia se comienza el deterioro
metabólico de las células del fruto y culmina con su muerte, dicha etapa
corresponde al envejecimiento y se caracteriza porque, al igual que la ma-
duración, puede ocurrir después de ser cosechado.

A pesar de esto no todos los frutos pueden terminar de madurar fuera


de la planta, por lo que se efectúa una división de los frutos en dos cla-
ses: climatéricos y no climatéricos; incluso se ha intentado realizar una
clasificación intermedia, los frutos caen dentro de una u otra clasificación
dependiendo de su comportamiento con respecto a la tasa respiratoria y
la producción de etileno; posteriormente, en este capítulo se hablará de
esta clasificación.

228 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
Un fruto es climatérico si experimenta durante la madurez
un incremento en la tasa respiratoria (emisión de dióxido
de carbono y consumo de oxígeno), conocido como pico
climatérico. Un fruto no climatérico se diferencia porque no
experimenta un pico climatérico durante la madurez

La mayoría de los indicadores de madurez (figura 8.1) se dan de forma si-


multánea, su expresión cambia de una variedad a otra y con el tipo de cul-
tivo. La naturaleza climatérica del fruto, así como su tamaño, aunado con
las condiciones ambientales, pueden alterar aspectos como la intensidad
de la tasa de respiración (TR), estimulada por un incremento de tempera-
tura ambiental y falta de ventilación que favorezca la acumulación de etile-
no. Los cambios de la textura o turgencia del fruto son monitoreados por
penetrómetros, los cuales presentan menor resistencia a la penetración
conforme aumenta el tiempo de madurez. Dicho comportamiento se debe
a los cambios metabólicos que ocurren cuando se degradan las celulosas
por la acción de las enzimas.

También como resultado de una mayor actividad enzimática, los pigmen-


tos se transforman o aparecen y por esa vía los cambios en el color son
visibles durante la madurez. Otros cambios químicos en esta etapa pue-
den ser asociados con los cambios en el índice de acidez y dulzura (ºBrix),
además de cambios organolépticos producto de la emisión de gases aro-
máticos, como los ésteres, el etileno, acetaldehído y etanol.

Actividad
TR de etileno

Indicadores
de maduración
Otros Cambio de
cambios textura
químicos

Cambio
de color

Figura 8.1. Ciclo de los indicadores de maduración de los frutos.

QUÍMICA AGRÍCOLA 229


Capítulo 8. Química de la maduración en la fase de poscosecha

8.2. Tasa respiratoria


La tasa de respiración permite determinar la actividad metabólica que po-
seen los tejidos de las plantas y se considera el principal proceso bioquími-
co que experimenta un fruto cosechado, usualmente se abrevia mediante
las siglas TR. La respiración es aeróbica, o sea, consume oxígeno de la
atmósfera (O2) y produce dióxido de carbono (CO2). Durante la respiración,
las reservas energéticas de los tejidos se consumen (carbohidratos, saca-
rosa y fructosa, ácidos grasos, proteínas); mientras mayor sea su conteni-
do, mayor será la vida del fruto o verdura. Las tasas de respiración bajas
son deseables, pues esto incidirá en un menor empleo o consumo de las
reservas y consecuentemente en un tiempo de vida más prolongado. La
ecuación balanceada de este proceso se describe a continuación:

C6H12O2 + 6O2 + 6H2O → 6 CO2 + 12 H2O + 673 kcal (38 ATP) (Re.8.1)

La respiración puede ser cuantificada y reportada como miligramos de dió-


xido de carbono producido por cada kilogramo de tejido fresco en una hora
(mg CO2/kg.h); esta cuantificación también se conoce como tasa respiratoria.

Como se ha visto, el oxígeno es consumido por los tejidos, y una dismi-


nución en su concentración se podría emplear como indicativo de la ac-
tividad respiratoria, no obstante, el aire contiene alrededor de 21% de O2,
y fácilmente puede permear dentro de los recipientes en donde se realiza
la determinación cuantitativa alterando el resultado y en consecuencia, la
apreciación de la actividad metabólica sería incorrecta.

Debido a lo anterior, para determinar la tasa de respiración, se emplea


la cuantificación de CO2 producido y no la disminución de la concen-
tración de O2.

La relación entre los moles producidos de CO2 y consumidos de O2 se co-


noce como coeficiente respiratorio (CR). De acuerdo con la ecuación 1, se
asume para CR un valor de 1,0 si los sustratos consumidos corresponden
mayormente a carbohidratos con forma C6H12O2 y son consumidos por
completo. Dado que la respiración es un proceso continuo y la razón de
“azúcares/ácidos orgánicos” cambia, estos últimos también pueden ser
degradados, y el CR correspondería a un valor mayor que la unidad (CR
> 1,0), esto significa que se produce más CO2 por O2 consumido. Cuando

230 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
la degradación corresponde a las grasas y los aceites, el CR<1, (puede
alcanzar valores de 0,7 y 0,8) debido a la dificultad con que estos sustra-
tos producen CO2, implicando que se necesita más oxígeno para generar
energía. Como ejemplo, la reacción Re.8.2 muestra la oxidación del ácido
linoléico (mayor constituyente presente en los aceites de la semilla de algo-
dón, soya, maíz y maní, entre otras).

C18H34O2 + 25 O2 → 18 CO2 + 16 H2O (Re.8. 2)

El rango del cociente respiratorio (CR), normalmente varía entre 0,7 y 1,3 y
depende del cultivo y del periodo posterior a su cosecha, incluso es dis-
tinto para cada una de las secciones de la planta, como en hojas, tallo y
frutos. No todos los frutos cosechados tienen la misma tasa respiratoria.

Aunque se puede inferir que aquellos cultivos con CR altos tengan mayor
presencia de ácidos orgánicos, lo cierto es que no es posible determinar
con claridad cuál es el sustrato que se oxida para generar la energía me-
tabólica del fruto; no es posible discriminar la procedencia del CO2 por
medio del valor de CR obtenido en un conjunto de reacciones en donde
todos los sustratos son metabólicamente activos.

(Ec. 8.1)

8
(Ec. 8.2)

La respiración se relaciona con la actividad metabólica en las células, ya


que la energía que se produce es utilizada por estas, para sintetizar sus-
tancias químicas tales como las enzimas y pigmentos, que reflejan el pro-
ceso de maduración; además, se producen metabolitos precursores para
la formación de compuestos orgánicos volátiles (responsables del olor, por
ejemplo, aldehídos y ésteres). El exceso de energía (ATP) que produce la
respiración por la degradación de almidón, azúcares y ácidos orgánicos,
se disipa como calor en los alrededores (en el suelo, los empaques y la at-
mósfera). La respiración se emplea como referencia para estimar el tiempo
de vida de un fruto en almacenamiento.

QUÍMICA AGRÍCOLA 231


Capítulo 6. Composición química de la estructura de las plantas y la degradación bioquímica

División celular Elongación celular Maduración Climaterio Senescencia Muerte

RESPIRACIÓN DE
FRUTO CLIMATÉRICO CRECIMIENTO
VEGETAL

PICO
CLIMATÉRICO

RESPIRACIÓN DE
FRUTO NO CLIMATÉRICO

Figura 8.2. Diferencia entre frutos climatéricos y no climatéricos.

Como se observa en la figura 8.2, todos los frutos climatéricos y no cli-


matéricos poseen una tasa de respiración elevada al inicio del crecimiento
mientras son jóvenes. Luego, ambos frutos experimentan un declive gra-
dual, independientemente de si han sido cosechados o no. Es durante la
fase de madurez que se marca la diferencia entre los frutos climatéricos y
no climatéricos. Los primeros usualmente son cosechados previo al pico
climatérico (momento pre-climatérico); por lo tanto, alcanzan su madurez
fuera de la planta. Cuando han conseguido todo el crecimiento vegetal,
experimentan un aumento temporal de la velocidad o tasa de respiración,
correspondiente al pico climatérico. Este evento corresponde a un máxi-
mo climatérico que experimentan los frutos que son climatéricos y que
normalmente concuerda con el estado de madurez organoléptica, y con
la aparición del etileno. Una fruta respirará con mayor rapidez, si está más
madura o si la temperatura ambiental circundante es alta, de forma que se
acortará el tiempo de vida en anaquel.

232 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
El etileno es un gas producido por el metabolismo de la plan-
ta, es el alqueno más simple (según la UIPAQ, recibe el nom-
bre de “eteno”), se distingue porque consta de una molécu-
la de dos carbonos unidos por un doble enlace, se puede
encontrar asociado a múltiples procesos bioquímicos en el
transcurso de la vida de la planta, pero es especialmente pri-
mordial durante la madurez de los frutos climatéricos, porque
se produce en cantidades apreciables justo antes o luego
del pico climatérico, dependiendo del cultivo. Su importancia
radica en que activa a los precursores de la síntesis de en-
zimas, las cuales realizan los cambios del fruto y estimulan
su madurez. Entre otras aplicaciones comerciales se ha em-
pleado de forma exógena para inducir la madurez de frutas.

Cuadro 8.1. Clasificación de algunas frutas como climaterios y no climaterios


Climatérico No climatérico
Nombre vulgar Nombre científico Nombre vulgar Nombre científico
Mango Mangifera indica L. Uva Vitis vinífera
Banana Musa acuminata Ciruela Prunus salicina
Papaya Carica papaya Naranja Citrus sinensis
Guayaba Psidium guajava Limón Citrus limonium
Durazno Prunus persica L. Toronja Citrus aurantium
Plátano Musa balbisiana Fresa Fragaria vesca L. 8
Aguacate o palta Persea americana Piña Aranas comosus
Manzana Pyrus malus L. Cereza Prunus avium
Pera Pyrus communis L. Pepino Cucumis sativus

Una fracción de la energía producida por las reacciones oxidativas de


la respiración que se disipa como calor, pocas veces es aprovechada y
normalmente se pierde, pero algunas frutas a bajas temperaturas pueden
emplearla para mantener algunos de los procesos metabólicos. No todos
los sustratos que se oxidan durante la respiración forman parte del CO2
producido al final, puesto que muchos toman rutas anabólicas necesarias
para la síntesis de otras moléculas biosintetizadas dentro de la planta.

QUÍMICA AGRÍCOLA 233


Capítulo 8. Química de la maduración en la fase de poscosecha

Los frutos no climatéricos presentan lentas tasas de respiración durante la


senescencia por motivo de la actividad de hongos que aceleran la muerte
y descomposición del fruto, entre otras causas.

8.3. Actividad del etileno


El etileno (eteno) es una fitohormona que puede ser sintetizada por muchos
de los tejidos dentro de la planta y, actualmente, se comercializa debido a
su relevancia para la maduración de los frutos climatéricos y al efecto que
causa en los no climatéricos. Esta fitohormona ha sido muy estudiada y
en muchos casos se le relaciona con la condición de madurez, por lo cual
recibe el título de “hormona de la maduración”.

Cada fruto tiene una distinta capacidad de producir etileno. Para inducir la
maduración, se colocan los frutos verdes en una cámara y se libera etileno o
se produce in situ mediante generadores que emplean Ethrel, anteriormente
se empleaba carburo de calcio que forma acetileno, el cual se asemeja al
etileno, pero su aplicación producía una maduración menos uniforme.

Existen cinco grupos de fitohormonas: giberelinas, citoquininas, auxinas,


abscicinas y etileno. Como se indicó existe una etapa inicial que implica la
división celular y el alargamiento celular, de madurez fisiológica del fruto.
Específicamente durante la división celular y diferenciación celular trabajan
las giberelinas y las citoquininas, en la fase de crecimiento son las auxinas
y en la maduración y sazón, lo hacen el etileno y las abscicinas.

Centraremos este apartado al entendimiento del etileno, por motivo de


que afecta la madurez de productos climatéricos; además de afectar la
maduración, se relaciona con la caída de hojas y senescencia de las flores.
Incluso frutos que no son climatéricos experimentan cambios de colora-
ción cuando entran en contacto con etileno externo, como efecto de la
descomposición de los pigmentos clorofílicos. La producción de etileno
por parte de los tejidos puede ser de bajas concentraciones desde menos
de 0,1 mL.kg-1.h-1 hasta más de 100 mL.kg-1.h-1. Su actividad fisiológica
puede ser interrumpida mediante inhibidores de la ACC sintasa (1-amino-
ciclopropano-1-carboxilato sintasa). La acumulación del etileno provoca la
senescencia y problemas respiratorios en el fruto, por lo tanto es de espe-
cial interés realizar la ventilación de las cámaras.

234 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
La metionina es un precursor para la biosíntesis de etileno, dentro del me-
canismo intermedia la formación de 1-aminociclopropano-1-ácido carboxí-
lico (ACC), donde la ACC sintasa y ACC oxidasa (1-aminociclopropano-1-car-
boxílico oxidasa) son las enzimas que resultan en la formación de etileno, el
cual, en conjunto con el receptor y cobre como cofactor, repercute sobre
la maduración, por ello, de manera científica,se emplea el monitoreo de
la concentración de ACC oxidasa para estimar el momento en que se
producirá el etileno, porque esta enzima es la que está directamente in-
volucrada en la transformación de ACC a etileno. Dado lo anterior, se han
desarrollado procesos para controlar la producción de esta enzima y, por
lo tanto, la producción de etileno. Todo mecanismo inhibidor del etileno se
concentra en bloquear su mecanismo, por ejemplo el ion cobalto, las altas
temperaturas, falta de oxígeno, inhibidores de la formación de proteínas y
presencia de auxinas.

8.4. Cambio de color


En el medio comercial, para cada cultivo se utilizan tablas que desglosan
diferentes tonalidades de color, por ejemplo: para el banano, se emplean
tablas que van de uno hasta seis (los hay de ocho o más), donde los tonos
van del verde oscuro hasta el amarillo. Los tonos verdes corresponden a
los estados más inmaduros (pero que ya están maduros fisiológicamen-
te), luego los tonos cuatro, cinco y seis corresponden a los estados más
maduros, en el momento indicado en el cual la fruta experimenta madurez
organoléptica. Del mismo modo, es posible encontrar tablas con los colo- 8
res para cultivos como mango, piña y papaya.

QUÍMICA AGRÍCOLA 235


Capítulo 8. Química de la maduración en la fase de poscosecha

1 2 3

4 5 6
Figura 8.3. Ejemplo de una tabla de colores para el banano.

En laboratorio, la medición del color se realiza utilizando un colorímetro,


con este instrumento es posible obtener valores objetivos de color en pul-
pa y en cáscara, este se emplea el parámetro -a*+b* que estima el viraje
del color de fondo, desde tonalidades de colores verde hacia tonalidades
de color amarillo; parámetro +b*+a* para estimar el viraje desde tonalida-
des de colores amarillo a rojo (el criterio -a* corresponde al color verde, el
criterio +a* corresponde al color rojo, el criterio +b* corresponde al color
amarillo). En el proceso de la maduración, la enzima polifenoloxidasa (PPO)
oxida el ácido ascórbico presente en la pulpa y favorece una tonalidad
café característica del estado maduro del zapote negro (Diospyros digy-
na Jacq.), el cual es un fruto climatérico de utilidad comercial en México
(Arellano et al., 2005).

Los cambios en el color se deben a la desaparición de los colores verdes


causados por la transformación de los pigmentos porfirínicos (clorofila A
“verde azulado”, clorofila B “verde amarillento”), por la oxidación que for-
ma las feofitinas A y B (de un color púrpura). Esto ocurre por causa de la
pérdida del magnesio que está unido a la clorofila, en donde la enzima
clorofilasa es la responsable de la transformación de la clorofila. Otros pig-
mento, la xantofila, un tipo de carotenoide enmascarado por la clorofila, no
presenta cambios importantes, porque es más resistente a la oxidación
(además, presenta coloraciones amarillas típicas de tonalidades que indi-
can la madurez).

También aparecen otros cambios de color de tonos rojizos y pardos ge-


nerados por pigmentos hidrosolubles como las antocianinas (flavonoides),
los cuales son biosintetizados a partir de la fenilalanina. La estructura y

236 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
estabilidad de estas moléculas depende del pH en las vacuolas: el color
rojo se intensifica a medida que desaparecen las moléculas que producen
la acidez, o sea, al aumentar el pH del medio. Al aplicar lo conocido hasta
este momento, se puede decir que a medida que madura el fruto y el índi-
ce azúcar/acidez aumenta, se favorece un cambio en el pH, coincidiendo
con la madurez organoléptica. Otras moléculas que aparecen conforme
madura el fruto son los carotenoides, por ejemplo el licopeno (un alqueno
e hidrocarburo insaturado) que a diferencia de las antocianinas, es soluble
en grasas y se une fuertemente al tejido vegetal, pero también aporta el
color rojo, el cual es característico de los tomates, sandías, además de
otras frutas y hortalizas.

H3C CH3

CH3

CH3 CH3 CH3


CH3 CH3

H3C CH3
LICOPENO

Figura 8.4. Estructura química del licopeno (colorante natural).

R1
OH

HO O 8
R2

OH
OH
Figura 8.5. Estructura de una antocianina (otorgan el color rojo, púrpura o azul
a las hojas, flores y frutos) (elaboración propia).

Como se observa en el cuadro 8.2, si hay una sustitución en la molécula


de antocianina de la cadena R1 y R2, corresponderá a un cambio de su
estructura recibiendo un nuevo nombre, y a su vez, al relacionarlo con la
longitud de onda que absorbe, presentará una coloración característica.

QUÍMICA AGRÍCOLA 237


Capítulo 8. Química de la maduración en la fase de poscosecha

Cuadro 8.2. Coloración presentada según la cadena R1 y R2 que esté


presente en la molécula de antocianina.
Antocianina Substitución ʎ max (nm)
R1 R2 Espectro visible
Pelargonidina H H 494 (naranja)
Cianidina OH H 506 (naranja-rojo)
Delfinidina OH OH 508 (azul-rojo)
Peonidina OCH3 H 506 (naranja-rojo)
Petunidina OCH3 OH 508 (azul-rojo)
Malvidina OCH3 OCH3 510 (azul-rojo)
Fuente: Astrid (2008)

8.5. Cambio de textura


Un cambio hacia la madurez implica texturas más suaves (blandas por
pérdida de la turgencia) que involucran cambios bioquímicos correspon-
dientes a la degradación de las pectinas, las celulosas y las hemicelulosas
que forman parte de la pared celular de la cáscara y la pulpa del fruto, se
puede decir que esta acción, en parte, la llevan a cabo enzimas, al menos
es la tesis más aceptada hasta el momento. Se debe recordar que durante
el capítulo 6 se destacó la forma en que cada uno de estos polisacáridos
es degradado y en el capítulo 4, se mencionó la importancia de algunas
enzimas. Estudios realizados han demostrado la acción de enzimas en
melón cantalupe (Cucumis melo L.) durante la madurez, como lo son la
β-galactosidasa y la poligalacturonasa (Serrano et al., 2002). La actividad
enzimática que permite la pérdida de la estructura de las paredes celulares
y, por lo tanto, el ablandamiento se resume en la actividad de las pectina-
sas, las celulasas y las hemicelulasas.

El proceso de ablandamiento inicial de los frutos como el zapote negro ha


estado asociado a la reducción en la firmeza desde 31,5 N en la cosecha
hasta 3,8 N en el sexto día, así como a una alta actividad de la enzima
pectimetilestearasa (PME) (Arellano et al., 2005). El Newton (N) es la unidad
empleada para determinar la resistencia a la penetración.

Aguacates cosechados en dos estados de madurez 9-11% y 14-16% de


aceite, se almacenaron a 3 °C y 7 ºC en cámaras de refrigeración. A los 0,
10, 20, 30 y 40 días de almacenaje, se evaluó la actividad de las enzimas

238 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
peroxidasa y polifenoloxidasa, el mayor daño fisiológico se presentó a los
3 ºC, la actividad de la polifenoloxidasa fue mayor, a menor daño fisiológico
mayor actividad de la peroxidasa (Undurraga et al., 2003). El calcio es el
nutriente que forma parte de las paredes celulares, en forma de pectatos
de calcio (sales de un ácido péctico); por lo tanto, se ha investigado su utili-
zación en productos cosechados para almacenamiento y ha dado buenos
resultados porque mantiene una textura rígida y evita los eventuales daños
fisiológicos durante el almacenamiento.

Conforme se madura la fruta, la degradación de los polisacáridos que cons-


tituyen el tejido firme, no solo implica una menor resistencia a la penetra-
ción, sino que le brinda mejores características organolépticas como sabor,
puesto que la formación de azúcares mejora los índices de azúcar/almidón
o de azúcar/acidez. En conjunto, protopectinas y pectinas se degradan para
formar pectinas solubles en el agua contenida dentro del fruto maduro.

8.6. Almacenamiento poscosecha


Almacenar adecuadamente los productos frutihortícolas no es una tarea
fácil, requiere del conocimiento de los procesos metabólicos que se dan
bajo condiciones normales de almacenamiento, del cambio de estos bajo
condiciones de refrigeración o de empaque. Además, es necesario domi-
nar el comportamiento de los gases dentro de las atmósferas de empaque,
de su difusión y de la permeabilidad de los materiales de empaque. Antes
de almacenar las frutas y hortalizas, se requiere clasificarlas de acuerdo
8
con la afinidad y separar aquellas que sean incompatibles, por ejemplo,
si se almacena un fruto que libera altas concentraciones de etileno (por
ejemplo, maracuyá) y se coloca con un producto sensible al etileno, como
un crisantemo, podría provocar la senescencia en la flor.

La refrigeración es el método más difundido para controlar el tiempo de


vida útil de los frutos y hortalizas cosechados, porque a medida que la
temperatura es menor, se promueve un metabolismo menos acelerado
que permite reducir las velocidades de deterioro, lo que aumenta el tiempo
de vida útil; visto de otra forma, menores temperaturas favorecen menores
tasas de respiración y, por lo tanto, el consumo de las reservas energéticas
en las frutas es menor, lo cual alarga su vida. Esta técnica cumple con el
objetivo de cualquier técnica de almacenamiento: disminuir o retrasar los
procesos metabólicos ordinarios como la maduración y la senescencia,

QUÍMICA AGRÍCOLA 239


Capítulo 8. Química de la maduración en la fase de poscosecha

mediante la adecuada manipulación de la tasa de respiración y la presen-


cia de etileno, además de retrasar la aparición de patógenos y de disminuir
la tasa de ataque sobre el producto.

El almacenamiento debe ser controlado para no alterar la maduración por-


que podría darse de forma anormal, produciendo alteraciones en el color,
el sabor, olor o incluso se pueden causar lixiviados debido a una fermen-
tación. En almacenamiento, cuando se agota el oxígeno disponible dentro
de las atmósferas (modificadas o no), y finaliza la maduración, se comien-
za a dar la fermentación de los azúcares formados, generando etanol y
ácidos orgánicos, que afectan drásticamente la palatabilidad del fruto. En
cualquiera de estos casos se pierde la mercancía. Las fermentaciones se
producen cuando se emplean atmósferas modificadas bajas o ultrajabas
de oxígeno y se origina la hipoxia en los tejidos vegetales, otra causa pue-
de ser un descontrol de la temperatura, por ejemplo: si es mayor de 20
ºC, aumenta la tasa de respiración, lo que provoca un rápido consumo
de oxígeno, induciendo también la hipoxia celular. Para la refrigeración, se
emplean refrigeradores sellados herméticamente, a estos se les monitorea
la temperatura y la humedad relativa.

Un producto puede ser almacenado bajo refrigeración de acuerdo con el


grado de madurez que alcanzó antes del almacenamiento, con el tipo de
tratamiento, aparición de organismos patógenos y según el tiempo en que
alcanza la senescencia o comienzan las alteraciones fisiológicas como el
daño por frío u otros deterioros internos, por ejemplo: el corazón soluble
en la manzana, principalmente causado por exposiciones repentinas entre
frío y calor luego de la cosecha.

Bajas humedades relativas y altas temperaturas en las cámaras afectan


directamente al producto, de manera que es posible que se presente
consistencia harinosa, debido a la pérdida de agua por transferencia a la
atmósfera, un exceso de humedad puede ser contraproducente, ya que
favorece el crecimiento de enfermedades y de microorganismos, se cree
que mantener un rango de 90-95% HR es prudencial. La tasa de consu-
mo de oxígeno es menor cuando el producto está refrigerado, la causa es
que se da una menor tasa de respiración, la concentración de oxígeno en
almacenamiento varía de fruto a fruto, pero usualmente se recomiendan
concentraciones del 10% de oxígeno. Lo ideal es que exista suficiente oxí-
geno para mantener el proceso de maduración normal, pero no un exceso
como para estimular la formación de etileno.

240 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
Atmósfera controlada: es una atmósfera con una composi-
ción química diferente a la atmosférica (21% oxígeno, 78%
nitrógeno), la cual es alterada con el fin de conservar un pro-
ducto; por ejemplo, adicionando dióxido de carbono (CO2) o
nitrógeno (N2). Puede ser clasificada según la concentración
de oxígeno existente.
Atmósfera modificada: término más empleado para recubri-
mientos que se dan a los productos con materiales plásticos
como polietileno, poliamida, poliestireno, uso de etefón (áci-
do 2-cloroetilfosfónico) y de ceras que, además de modificar
la atmósfera de empaque, promueven la conservación de las
propiedades estéticas, del sabor y del contenido de hume-
dad. Comúnmente, se combina con otras técnicas de con-
servación como la refrigeración o la atmósfera controlada.

Generalmente, la vida de almacenamiento está inversamente relacionada


con la velocidad de respiración; la respiración libera calor, el cual debe ser
evacuado dentro del refrigerador, de esta forma se controla la temperatura.

Como el CO2 es un subproducto de la respiración, es capaz de inhibir


esta reacción si se aumenta su concentración en la atmósfera. Es con
este principio que comercialmente se trata de controlar las atmósferas de
empaque. Se utiliza gas inerte como el nitrógeno para realizar barridos de
la atmósfera y establecer técnicas de “atmósfera controlada”; además, se
emplea para modificar la proporción de oxígeno y así aplicar la técnica de
“atmósfera modificada”, la relación de oxígeno inicial para favorecer a la 8
respiración y la producción de etileno.

Si la concentración de dióxido de carbono es muy alta, o la de oxígeno es


demasiado baja, es factible que se presente la respiración anaeróbica, en
la cual se obtiene el oxígeno por medio del rompimiento de moléculas, lo
que lleva a obtener daños irreversibles en los tejidos vegetales.

Para cultivos que maduren durante el almacenamiento, es necesario co-


nocer los rangos de temperatura dentro de los cuales deben estar para
que no sufran daños por frío (Chilling injury). La mayoría de las frutas debe
mantenerse próxima a 20 ºC, aunado a esto, el llamado “rango de la muer-
te” se encuentra entre 2 y 7 ºC, pero la mayoría de los frutos tropicales
climatéricos presentan daño por frío en un rango entre 5 y 14 °C, el cual
provoca graves daños para la mayoría de frutos. Posterior a un periodo de

QUÍMICA AGRÍCOLA 241


Capítulo 8. Química de la maduración en la fase de poscosecha

enfriamiento, es posible que el fruto experimente una degradación interna


(internal breakdown).

La ventilación es necesaria para evitar la acumulación del etileno. Otra


medida para disminuirlo es mediante el uso de bolsitas de sílice gel im-
pregnadas con permanganato de potasio (KMnO4) o con el empleo de
metilciclopropano (MCP) para descomponer el etileno en etilenglicol. De
este producto existen en el mercado presentaciones líquidas, en ampollas
con gas y en cintas adhesivas.

Para el control de la maduración también se han empleado inhibidores que


evitan la formación de proteínas, en parte porque bloquean la formación de
enzimas que promueven la maduración y otras que utilizan poliaminas del
tipo putresina; estos son compuestos químicos constituidos por una ca-
dena de carbonos con dos o más grupos funcionales amino (NH2-R-NH2);
otros ejemplos son la espermidina y el aminoácido arginina. Se investiga el
empleo de poliaminas durante la conservación de frutos, ya que favorece
la dureza en la pulpa y merma los daños por frío.

Daño por frío (chilling injury)


Término empleado para referirse al deterioro fisiológico pro-
ducido en los frutos cosechados durante el almacenamiento
por causa de una actividad metabólica anormal. Los trata-
mientos previos al almacenamiento y el grado de madurez
alteran los posibles daños. Normalmente, se conoce la to-
lerancia de cada fruto, por ejemplo: un melón soporta tem-
peraturas de 7 °C para el almacenamiento, pero el mango
(Mangifera indica L) CV Irwin experimenta daño por frío.

242 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
8.7. Otros cambios químicos
Para esta determinación se utiliza comúnmente un refractómetro, el índice de
refracción de la solución (de dos a tres gotas) es medido a 20 °C ± 0,5 °C, y
se correlaciona con la cantidad de sólidos solubles (expresado como concen-
tración de sacarosa), utilizando tablas o por la lectura directa en el refractóme-
tro. Más detalles de la metodología y de las correcciones en las fórmulas se
pueden encontrar en el método internacional ISO 2173 Fruit and vegetable
products Determination of soluble solids Refractometric method.

Los sólidos solubles totales (SST), también conocidos como grados Brix
(ºBrix), compuestos principalmente por disacáridos, incluyen a los azúca-
res reductores (monosacáridos). Este índice es estimado para seguir la
formación de azúcares; por lo tanto, se emplea para controlar el grado de
maduración. Su concentración se correlaciona con el tiempo de madurez,
en los frutos dulces, desde los estados tempranos de inmadurez y durante
casi todo el crecimiento del fruto, el contenido de los SST es muy bajo
debido a que se da principalmente la síntesis de almidones u otras formas
de reserva. Una vez alcanzada la madurez fisiológica inicia la degradación
del almidón con la correspondiente despolimerización para formar los azú-
cares, principalmente glucosa, sacarosa y fructosa, obteniendo índices de
azúcar mayores conforme madura el fruto, técnicamente se mantiene una
correlación positiva entre la madurez y SST.

La vitamina C o ácido ascórbico generalmente se pierde en las frutas


cuando maduran en la planta o en almacenamiento; la temperatura y el
oxígeno aceleran la oxidación y, por ende, la disminución de la concentra- 8
ción de este compuesto, conforme aumenta la maduración, disminuye la
presencia de vitamina C.

Los test prácticos usados para la determinación de la madurez tienen li-


mitaciones, uno solo no es base fiable para predecir la vida de almacena-
miento o comportamiento de la maduración de la fruta. La velocidad de
respiración es una buena guía, pero no es practicable como test de rutina.

QUÍMICA AGRÍCOLA 243


Capítulo 8. Química de la maduración en la fase de poscosecha

Ejercicios de autoevaluación

1. Mencione la diferencia entre madurez organoléptica y fisiológica.

2. Explique cuáles son las diferencias entre un fruto climatérico y uno


no climatérico.

3. Mencione cuatro ejemplos de productos no climatéricos.

4. Explique qué es el etileno y cuál función cumple. Analice si solo está


asociado a los frutos climatéricos.

5. Diferencie el CR del TR.

6. Mencione dos causas que llevan al cambio del color del fruto y cómo
se mide.

7. Cite dos causas que llevan al cambio de la textura del fruto y expli-
que cómo se mide.

8. Describa los controles necesarios para un adecuado almacena-


miento poscosecha.

9. Explique si se puede emplear la técnica de “atmósfera modificada”


para controlar el “daño por frío” en los tejidos.

10. Mencione al menos tres enzimas relevantes para la maduración, ex-


plique su función.

244 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
Respuestas

1. La madurez fisiológica es cuando se han alcanzado las reservas


energéticas suficientes (acumulación de solutos), durante la madurez
organoléptica se presentan cambios visuales, olfativos y de textura
que indican el momento idóneo para que el fruto sea comestible.

2. El fruto climatérico presenta un evento llamado pico climatérico debi-


do a un aumento repentino de la respiración; además, comúnmente
se incrementa la producción de etileno. En el producto no climatéri-
co no ocurren estos eventos.

3. Ejemplos de frutos no climatéricos: limón, fresa, uva y pepino.

4. El etileno es una molécula muy simple, es el alqueno más pequeño,


su fórmula es C2H2, se le conoce como la fitohormona de la madu-
ración. Normalmente los frutos climatéricos lo producen en mayores
cantidades, pero también algunos no climatéricos lo pueden elabo-
rar en menores concentraciones, aun existen los que son sensibles
a bajas dosis y son afectados sus metabolismos.

5. El CR es el coeficiente de respiración, es una relación entre el CO2


producido por el proceso de respiración y el consumo de oxígeno. Por
otra parte, el TR es se refiere a la tasa de respiración de forma abrevia- 8
da, corresponde al proceso bioquímico de la respiración (reacción de
oxidación de sustratos energéticos como azúcares y ácidos).

6. Transformación de la clorofila en feofitina por pérdida de magnesio.


Producción de pigmentos flavonoides o carotenoides. Se mide me-
diante la comparación con tablas de colores para cada fruto o con
un colorímetro.

7. Degradación de los pectatos de calcio, protopectinas por acción


de enzimas, para formar pectinas solubles. También las celulo-
sas o hemicelulosas pueden descomponerse. Se mide mediante
penetrómetros que determinan la resistencia a la penetración en
unidades de Newtons.

QUÍMICA AGRÍCOLA 245


Capítulo 8. Química de la maduración en la fase de poscosecha

8. Los frutos deben ser clasificados y agrupados de acuerdo con su


tolerancia a la temperatura, a su tasa de producción de etileno, al
comportamiento de la tasa de respiración, esto es si son climatéri-
cos o no climatéricos. Se pueden combinar técnicas de atmósfe-
ra controlada o modificada para controlar las tasas de respiración;
además, durante el almacenamiento, la humedad relativa según la
tolerancia debe ser vigilada, con una ventilación adecuada se puede
evitar la acumulación de calor y etileno. Una acumulación de etileno
puede desencadenar la propagación de enfermedades o la madu-
ración irregular del producto. El momento y características de los
frutos al ser cosechados marcan parcialmente el comportamiento
que tendrán en el transcurso de la maduración durante el almacena-
miento. Propiedades químicas como el índice de acidez, °Brix, tex-
tura, color, actividad enzimática, pueden indicar mejor el momento
en que se alcanza la madurez organoléptica.

9. El daño por frío es un fenómeno de deterioro fisiológico, tiene que


ver con el rompimiento celular y la oxidación, además de un funcio-
namiento anormal del metabolismo, principalmente causado por la
actividad enzimática, se presentan cambios negativos en la textura,
color y sabor. Un almacenamiento de atmósfera modificada impli-
caría cambiar el tipo de empaque que recubre al producto, tal vez
si este permite un aislamiento térmico sirva durante periodos cortos
para evitar el daño por frío, pero en este caso lo que mejor se ajusta
es que se programen adecuadamente los rangos de temperatura to-
lerada por los frutos, combinar la técnica de “atmósfera modificada”
promoverá mejores condiciones de respiración y humedad, lo cual
contribuiría a complementar el tratamiento.

10. Clorofilasa: favorece la transformación de los pigmentos clorofila A y B.

ACC oxidasa: transforma al ACC en etileno, presenta mucha activi-


dad durante la maduración, cercano al pico climatérico.

Poligalacturonasa: asociada con el cambio en la textura de los fru-


tos, se tornan más suaves al tacto.

246 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
Referencias

Cristoso, C. y Valero, C. (2006). Ready to eat: maduración controlada de fruta


hueso. Davis Universidad de California. Tecnologia de poscosecha, 190:
32-37.

Undurraga, P., Olaeta, J. y Opazo, G. (2003). Caracterización histológica y


bioquímica de desórdenes fisiológicos en paltas (Persea americana
Mill.) CV. Hass en almacenaje refrigerado, en dos estados de madurez.
Proceedings V World Avocado Congress (Actas V Congreso Mundial del
Aguacate), pp. 653-658.

Arellano, L., Saucedo, C. y Arévalo, L. (2005). Cambios bioquímicos y fisiológicos


durante la maduración de frutos de zapote negro (Diospyros digyna
Jacq). Agrociencia, 39:173-181.

Astrid, G. (2008). Las antocianinas como colorantes naturales y compuestos


bioactivos: Revisión. Acta biológica Colombiana 13(3):27-36.

Serrano, M.. (2002). Effect of Calcium Deficiency on Melon (Cucumis melo L.)
Texture and Glassiness Incidence During Ripening. Food Science and
Technology International, 8: 147-154.

Wagner, G. J. (1982). Cellular and Subcellular Location in Plant Metabolism. En:


Creazy, L. y Hrazdina,G. (eds.). Recent advances in Phytochemistry. New
York: Plenum Press, pp. 1-45.
8
ISO 2173 (2003). Fruit and vegetable products Determination of soluble solids
Refractometric method. ISO. Suiza.

QUÍMICA AGRÍCOLA 247


CAPÍTULO 9
Propiedades
físicoquímicas de
los FERTILIZANTES

Sumario
• Clasificación de los fertilizantes
• Propiedades físicas y químicas de los
fertilizantes
• Fuentes de macronutrientes
• Comportamiento ácido-base de los fertilizantes
• Grado (riqueza) química de un fertilizante
Objetivos
Al finalizar el estudio de este capítulo, usted estará en la capacidad de:

• Reconocer las propiedades físicas y químicas de los fertilizantes


sólidos.

• Identificar los principales procesos químicos de producción, reac-


ción y descomposición de fertilizantes sólidos seleccionados.

• Aplicar los procedimientos y cálculos matemáticos seguidos a la


hora de formular un fertilizante sólido o líquido.

Le recomendamos observar el siguiente video para facilitar-


le el aprendizaje de los contenidos expuestos en el presente
capítulo:

“QA Capítulo 9 Propiedades fisicoquímicas de los


fertilizantes”

https://w w w.youtube.com/watch?v=fS2YF9pSQjE&index=16&lis-
t=PL5eXNtcO-SQsqZgJm0xvh0UQ_MayCDuc0
U
n fertilizante es cualquier material orgánico, inorgánico natural (pro-
veniente directamente de yacimientos) o sintético (generado en un
laboratorio) que se aplica al suelo o a la planta para suministrarles
uno o más de los elementos químicos necesarios para su normal cre-
cimiento (Molina, 2003a). Este término debe diferenciarse de la palabra
enmienda, la cual se aplica a todo material que se administra al suelo para
mejorar tanto sus condiciones nutricionales como sus condiciones físicas
y biológicas; la adición de enmiendas permite un uso más eficiente tanto
de los nutrientes presentes en el suelo como los aportados mediante la
fertilización.

La aplicación de fertilizantes en la agricultura se realiza con el objeto de


suministrarle a la planta aquellos elementos que el suelo, por su naturale-
za o por agotamiento, no tiene capacidad de suministrar (Molina, 2003a).
Los fertilizantes han sido empleados por el ser humano desde tiempos
antiguos, incluso los nativos americanos fertilizaban sus campos con en-
miendas orgánicas.

Las propiedades físicas de los fertilizantes influyen de forma directa en


su almacenamiento, transporte, empaque y aplicación. Toda actividad
que involucre el empleo de fertilizantes debe ser cuidadosamente plani-
ficada, con conocimiento previo de las reacciones químicas que puedan
experimentar los fertilizantes antes, durante o después de su aplicación.
Adicionalmente, es necesario conocer las propiedades físicas y químicas
del fertilizante, ya que la temperatura, la humedad, los microorganismos o
la mezcla con otros fertilizantes podrían alterar la concentración especifi-
cada en la etiqueta.

Desde que el fertilizante es empacado, se debe asegurar que la composi-


ción descrita en la etiqueta se mantenga hasta el momento de ser aplicado
por el cliente; en caso contrario, se podrían cambiar las dosis recomenda- 9
das para abastecer la nutrición de las plantas. En ese sentido, se requiere
conocer los factores ambientales que pueden alterar la naturaleza química
y la concentración de los nutrientes en los fertilizantes; paralelamente, es
recomendable tener conocimiento de las principales reacciones de des-
composición que experimentan los agroquímicos, cuáles mezclas son in-
compatibles (por razones de seguridad o de higroscopicidad), entre otros.

QUÍMICA AGRÍCOLA 251


Capítulo 9. Propiedades físicoquímicas de los fertilizantes

9.1. Clasificación de los fertilizantes


En la figura 9.1, se presenta una clasificación de los fertilizantes en fun-
ción de tres criterios: la naturaleza del fertilizante, su forma física y el
nutriente predominante.

Orgánicos (Compost, bocashi, etc.)


De acuerdo
con la Inorgánicos
naturaleza
Biológicos Mezclas químicas: KNO3

Simples Mezclas físicas: KNO3 +(NH2)2CO


Sólidos
Compuestos
De acuerdo
con la Líquidos
forma física
Gaseosos

Nitrogenados (ej: NH3, NH4NO3)

De acuerdo Fosfatados (ej. H3PO4, NH4H2PO4)


con el
nutriente
Potásicos (ej: KCI, KNO3)

Etc.

Figura 9.1. Clasificación de los fertilizantes de acuerdo con tres criterios.

Los fertilizantes inorgánicos se pueden clasificar en dos categorías bási-


cas: los fertilizantes complejos y las mezclas físicas. Los fertilizantes com-
plejos se obtienen a partir de la reacción química entre varias materias
primas, dando origen a nuevos materiales fertilizantes con propiedades
químicas distintas a las de las materias primas que la produjeron (Torres
Duggan, 2007). Por su parte, las mezclas físicas son fertilizantes que con-
tienen dos o más nutrientes obtenidos a partir de la mezcla mecánica de
dos o más fertilizantes simples, que no sean químicamente reactivos o que
reaccionen en forma mínima. Los principales requisitos que deben cumplir
las mezclas físicas son: tener flujo libre, estar libres de polvo, garantizar la
concentración de nutrientes consignada en la etiqueta del producto, y pre-
sentar una adecuada homogeneidad física (Torres Duggan, 2007).

Los abonos orgánicos son mezclas que resultan de la degradación y mine-


ralización de materiales de origen vegetal o animal: frutos, ramas, semillas,

252 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
flores, cáscaras, brozas, cenizas, excretas de animales (purín, gallinaza,
boñiga, orines), plumas, huesos, cáscaras de huevo, desechos de la co-
cina, pastos incorporados al suelo en estado verde, etc. Estos abonos
aumentan las condiciones nutritivas, mejoran la estructura, incrementan
la absorción del agua y mantienen la humedad del suelo. Adicionalmente,
favorecen la diversificación de la vida microbiana y de sustratos, dándole
una mayor estabilidad al suelo (Soto, 2003).

Los abonos orgánicos se han usado desde tiempos remotos y son reco-
mendados en aquellas tierras sometidas al cultivo intensivo para mejorar
la estructura del suelo; con ello, se aumentan la capacidad de retención
de agua y la disponibilidad de nutrimentos para las plantas, que varía de
acuerdo con su procedencia, edad, manejo y contenido de humedad
(Dimas et al., 2001). Existen diferentes maneras de descomponer los re-
siduos orgánicos, lo que resulta en diversos tipos de abonos orgánicos:
compost, bocashi, lombricompost y biofermentos, entre otros.

Otra alternativa de fertilización, complementaria a la adición de fertilizantes


inorgánicos es la aplicación de fertilizantes biológicos. En el suelo, se desa-
rrolla una abundante actividad microbiana donde se llevan a cabo procesos
que ponen a disposición de las plantas los nutrientes provenientes tanto de
las rocas y minerales como de la descomposición de la materia orgánica.
Bacterias, hongos, actinomicetos y protozoos se encargan de transformar
los residuos provenientes de la MO y de poner a disposición de las plantas
el nitrógeno, el fósforo, el azufre y los microelementos que contienen.

La aplicación de preparaciones microbianas, denominadas biofertilizantes,


que contienen uno o varios microorganismos específicos permite enrique-
cer la rizosfera (zona de suelo que rodea al sistema radical de las plantas).
Los biofertilizantes son productos preparados a partir de microorganismos
que viven en el suelo y que, a través de su actividad biológica, ponen a 9
disposición de las plantas una parte importante de las sustancias nutritivas
que necesitan para su desarrollo; son inoculantes microbianos o grupos
de microorganismos, los cuales proveen o mejoran la disponibilidad de
nutrientes cuando se aplican a los cultivos (Acuña, 2003).

Estos microorganismos normalmente aparecen en el suelo en poblaciones


bajas, pero mediante inoculación artificial se multiplican a tal punto que
logran poner los nutrientes a disposición de la planta. Para su preparación
se seleccionan del suelo los microorganismos nativos que muestran la ac-
tividad que interesa, luego se preparan cepas de tales microorganismos,

QUÍMICA AGRÍCOLA 253


Capítulo 9. Propiedades físicoquímicas de los fertilizantes

conocidos como inoculantes, que posteriormente se aplican en el lugar


donde se quiere mejorar la nutrición de la planta, proceso conocido con el
término inoculación.

También existen en el mercado fertilizantes líquidos y quelatados; ambos


tipos consisten en disoluciones de nutrientes obtenidos a partir de sales
inorgánicas, aunque con algunas diferencias en sus formulaciones.

Los fertilizantes líquidos son esencialmente disoluciones de fertilizantes


en agua. Dentro de esta clasificación, se incluyen los fertilizantes líquidos
claros, los fertilizantes líquidos que contienen sólidos en suspensión, y fer-
tilizantes líquidos que contienen un gas disuelto como el amoníaco (NH3).
También se conocen como fertilizantes fluidos o en disolución, porque se
permite un manejo como fluido.

Los fertilizantes quelatados son disoluciones de nutrientes, principalmente


oligoelementos, que además contienen agentes quelatantes. Estos últimos
son moléculas orgánicas que presentan al menos dos pares electrones
libres que pueden enlazarse a los cationes mediante enlaces covalentes
coordinados, formando “anillos”, como se muestra en la figura 9.2.

Agente quelatante

X: :X

Mn+

X: :X anillo de cinco
miembros
Catión
Figura 9.2. Descripción pictórica de un quelato.

Los agentes quelatantes pueden ser de origen natural o sintético y presentar


diferentes capacidades para quelatar oligoelementos, como muestra el cua-
dro 9.1. Se afirma que los quelatos pueden ser absorbidos y translocados
más rápidamente que otros compuestos. La mayor velocidad de absorción
a través de la cutícula foliar y la epidermis radicular constituye una ventaja
comparativa con respecto a las sales porque, por un lado, se aumenta la efi-
ciencia en la corrección de deficiencias nutricionales y, por el otro, se reduce
el riesgo de pérdida del oligoelemento por lavado (Molina, 2003b).

254 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
Existen experiencias en la extracción de los lixiviados de las composte-
ras para la fabricación de fertilizantes líquidos, llamados biofermentos que,
además, son comercializados.

Cuadro 9.1. Poder quelatante de varias sustancias naturales y sintéticas


PODER QUELATANTE
Fuerte Intermedio Débil
EDTA Poliflavonoides Ácido cítrico
HEEDTA Sulfonatos Ácido ascórbico
DTPA Ácidos húmicos Ácido tartárico
EDDHA Ácidos fúlvicos Ácido adípico
NTA Aminoácidos
CDT Polifosfatos
Fuente: Molina, 2003b.

9.2. Propiedades físicas y químicas de los


fertilizantes
Las propiedades físicas de un fertilizante repercuten tanto en su eficiencia
agronómica como en su manejo, transporte y almacenamiento. Muchos
de los problemas que se presentan durante el almacenamiento de ferti-
lizantes, tales como compactación, segregación o higroscopicidad, son
consecuencia del desconocimiento o de un mal manejo de las propieda-
des físicas de los materiales constituyentes (Molina, 2003a).
9
Solubilidad
La solubilidad de un fertilizante se puede definir operacionalmente
como la máxima cantidad de sólido (en gramos) que se disuelve por
completo en un volumen determinado de agua (reportado normalmen-
te como 100 mL). Las hojas de seguridad (MSDS) de los fertilizantes y
en ocasiones, las fichas técnicas, emitidas por los fabricantes proporcio-
nan datos de solubilidad de estos; no es de extrañar que aparezcan di-
ferentes valores de solubilidad para un mismo fertilizante, dependiendo

QUÍMICA AGRÍCOLA 255


Capítulo 9. Propiedades físicoquímicas de los fertilizantes

del fabricante, ya que utilizan diferentes materias primas y aditivos en los


procesos de fabricación de sus productos.

Cuando se disuelve un fertilizante en agua no debe excederse su solubili-


dad, ya que esto conlleva a la saturación de la disolución, lo que resulta en
la formación de un sólido no disuelto (precipitado); en consecuencia, una
fracción de los nutrientes que se pretenden proporcionar a la planta no
estaría completamente disponible. Adicionalmente, si se utiliza un sistema
de riego, el sólido no disuelto podría obstruir el sistema.

Los fertilizantes con N y K generalmente son muy solubles en agua, en


tanto los de P varían mucho en su grado de solubilidad en agua, depen-
diendo de la fuente.

Tamaño de partícula
Los fertilizantes sólidos se comercializan en dos formas de presentación:
granulados y cristalinos; a estos últimos, también se les denomina fertili-
zantes hidrosolubles por su elevada pureza y solubilidad en agua. El ta-
maño del gránulo o partícula del fertilizante determina en gran medida la
velocidad con que el fertilizante se disuelve en agua; cuando el tamaño de
gránulo es pequeño, el área superficial aumenta con respecto a un tama-
ño de partícula mayor, lo que resulta en mayor interacción con el agua y
mayor rapidez de disolución. Adicionalmente, mayores tamaños de granos
pueden favorecer una disminución en la retención de los nutrimentos en el
suelo, debido a que existe una menor superficie de contacto entre el suelo
y la superficie del fertilizante.

Los fertilizantes con tamaño de grano pequeño y alta solubilidad pueden


tener manejos difíciles si la humedad crítica relativa (ver sección 9.3.7) es
muy baja, lo cual implica mayores cuidados a la hora del almacenamiento
y la combinación en el campo para evitar la higroscopicidad de la mez-
cla (fertilizantes en polvo). No siempre se busca tener tamaños muy finos,
pues aumenta la acumulación de agua proveniente de la humedad; aun-
que, por otra parte, reducir el tamaño del fertilizante puede ser ventajoso
en fertilizantes poco solubles para aumentar el grado de solubilidad, tal es
el caso de rocas fosfóricas y enmiendas calcáreas.

Para definir el tamaño de grano de cualquier material fertilizante sigue un


procedimiento conocido como tamizaje, que se lleva a cabo pasando
una masa conocida del agroquímico a través de mallas o tamices con
diámetros de poros conocidos que están graduados, según las escalas

256 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
establecidas por la Sociedad Americana de Ensayos y Materiales (ASTM)
o la Organización Internacional de Normalización (ISO); en la primera, se
reportan los tamaños de partícula en términos del número de malla (mesh
#) en tanto la segunda lo hace en mm, como se muestra en el cuadro 9.2.

A partir del tamizaje, se reporta el porcentaje de material que atraviesa


cada una de las cribas; con este valor se estima el tamaño de gránulo del
fertilizante, así como la compatibilidad de mezclas preparadas. La eficien-
cia granulométrica indica cuán fino es un fertilizante: mientras más fino es
el fertilizante, mayor es la velocidad de disolución, retención o de reacción
en el caso de las cales.

Segregación
Si los fertilizantes utilizados como fuentes en mezclas físicas presentan
diferencias considerables de granulometría, responderán en forma diferen-
cial a las fuerzas y acciones mecánicas a las que sean sometidos durante
el mezclado, almacenamiento y transporte. En consecuencia, pueden dar-
se agregaciones entre partículas con características similares, de esta for-
ma se disminuye la homogeneidad del fertilizante. A este comportamiento
diferencial se le denomina segregación de partículas. Por el contrario, si las
fuentes de nutrientes son homogéneas físicamente, responderán de ma-
nera similar a las acciones mecánicas, alcanzando un producto uniforme.

Cuadro 9.2. Equivalencia entre cribas (mallas) más importantes para el


tamizado de fertilizantes y enmiendas.
ASTM (#) ISO (mm)
4 4,75
6 3,35
8 2,36 9
10 2,00
12 1,70
14 1,40
16 1,18
18 1,00
20 0,85
30 0,60
60 0,25
80 0,18
100 0,15
Fuente: www.iso.org.

QUÍMICA AGRÍCOLA 257


Capítulo 9. Propiedades físicoquímicas de los fertilizantes

Este efecto se acentúa si las partículas poseen distinta composición química.


Para determinar si la mezcla de dos materias primas es incompatible para
la elaboración de un fertilizante mezclado, se procede a tamizar una masa
conocida del fertilizante en mallas que van desde 1 mm hasta 3,35 mm: si el
porcentaje retenido supera el 20% del fertilizante adicionado (porcentaje acu-
mulado), entonces la mezcla es incompatible y existe segregación.

La segregación depende casi exclusivamente del tamaño de las partículas


y su distribución, otros factores como la densidad de las materias primas
o la forma del gránulo no tienen un efecto relevante sobre las tendencias a
la segregación (Melgar y Torres Duggan, 2005).

Estabilidad mecánica del gránulo


Durante las operaciones de carga a granel, el producto es sometido
a importantes fuerzas abrasivas y de impacto, debido al movimiento
en corrientes de producto de gran magnitud. Los gránulos deben tener
consistencia y ser resistentes a las presiones ejercidas por los amonto-
namientos y al efecto que ejerce la masa de partículas vecinas dentro de
los empaques como efecto de la compactación. Se pueden distinguir tres
tipos de resistencia mecánica que debe tener el grano:

a) Resistencia al rompimiento por efecto del impacto entre partículas o


la degradación química de estas.

b) Resistencia a la abrasión, acción mecánica de rozamiento y des-


gaste debido a la fricción del material. Está determinada por la
cantidad de finos y principalmente de polvo, formados por fric-
ción entre gránulos y entre estos y las instalaciones durante su
manipulación.

c) Resistencia al impacto. Es la resistencia a la fractura de un gránulo


sometido a una carga dinámica.

Densidad aparente
La densidad aparente es la relación masa de fertilizante/unidad de vo-
lumen (en mL, L, m3) de este. El volumen por considerar en el cálculo
de la densidad aparente no es el ocupado por las partículas del sólido

258 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
únicamente, sino el volumen real ocupado tanto por el sólido como por el
espacio poroso comprendido entre los gránulos del fertilizante: el volumen
ocupado por las partículas y los poros. Aquellos fertilizantes que posean
baja densidad aparente ocupan un mayor espacio, debido a que se nece-
sita mayor volumen para mantener una determinada masa.

La densidad aparente de un fertilizante permite calcular el tamaño de los


empaques que lo contendrán, determinar la capacidad de almacenamien-
to en bodegas o vehículos y, en ocasiones, calibrar dosificadores volumé-
tricos de abonos (Molina, 2003a). En definitiva, esta propiedad es esencial
para determinar la capacidad y el espacio necesario para el almacena-
miento en bodegas, transportes o recipientes de aplicación.

Índice de salinidad o índice salino


La mayoría de los fertilizantes inorgánicos son sales. El índice de salinidad
(IS) es un parámetro que indica el grado en que un fertilizante aumenta la
presión osmótica de la disolución del suelo, en comparación con el au-
mento producido por una cantidad similar de nitrato de sodio (NaNO3),
sustancia utilizada como patrón de referencia (IS = 100 %) (Torres Duggan,
2007). El índice de salinidad permite establecer comparaciones entre di-
ferentes fertilizantes y optimizar sus prácticas de aplicación. Altos índices
salinos pueden provocar el daño del follaje debido a un efecto de estrés
hídrico; además, es posible que provoque la quema de semillas y raíces,
por lo cual se le conoce también como potencial de quemado. El IS tam-
bién ayuda a seleccionar el fertilizante que debe ser aplicado en contacto
con la semilla o muy de ella (Molina, 2003a). En el cuadro 9.3, se muestran
los valores de IS para algunos fertilizantes comunes.
9
Cuadro 9.3. Índice salino e higroscopicidad de algunos fertilizantes
comunes
Índice salino Rango de humedad crítica
Fuente
(%) relativa a 30 °C (%)
59,2 (con 2,5% de
Nitrato de amonio 105
antiaglomerante)
Sulfato de amonio 69 75-85
Urea 75 70-75
MAP 30 70-80
Continúa en la página siguiente.

QUÍMICA AGRÍCOLA 259


Capítulo 9. Propiedades físicoquímicas de los fertilizantes

Cuadro 9.3. Índice salino e higroscopicidad de algunos fertilizantes


comunes (continuación)
Índice salino Rango de humedad crítica
Fuente
(%) relativa a 30 °C (%)
DAP 34 70-75
Amoniaco anhidro 47,1
Nitrato de sodio 100
Nitrato de potasio 74 90-92
Triple superfosfato 10,1 75-85
Cloruro de potasio 116 70-80
KMag 46,1
Sulfato de potasio 80-85
Cal calcítica 4,7
Cal dolomítica 0,8
Sulfato de calcio 8,1
Sulfato de magnesio 116
Fuente: Molina, 2003a; International Fertilizer Development Center, 1986.

Higroscopicidad/humedad crítica relativa (HCR)


La higroscopicidad es la propiedad de absorber humedad proveniente del
vapor de agua del aire, bajo determinadas condiciones de humedad rela-
tiva y temperatura (Fertilizar Manual, 1998). La mayoría de los fertilizantes
son higroscópicos, algunos incluso son delicuescentes (se vuelven líquidos
por completo).

Esta propiedad es apreciable, ya que mientras mayor es la higroscopici-


dad de un fertilizante, mayor es la probabilidad de que pueda degradarse
durante el almacenamiento. Generalmente, la mezcla de un fertilizante con
otro aumenta la higroscopicidad.

Para evaluar este parámetro se hace uso de los valores de higroscopicidad


relativa (% HCR) de los fertilizantes, generalmente medida a una tempe-
ratura de 30 °C, como se muestra en el cuadro 9.3. Es recomendable
conocer el valor de la HCR de cada fertilizante y controlar que la humedad
relativa ambiental sea inferior al valor de la humedad crítica del fertilizante;
si la humedad del aire es superior a la HCR del fertilizante, este absorberá
humedad del ambiente, diluyendo su concentración.

260 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
Adicionalmente, un valor elevado de humedad puede dar origen a la for-
mación de aglomeraciones que alteran el tamaño de los gránulos (agluti-
namiento). Primo y Carrasco (1973) explican este fenómeno en términos
de la migración del agua a la superficie de los cristales que, al secarse,
producen la solidificación de toda la masa del fertilizante. Por ejemplo, el
rango reportado de HCR del superfosfato triple es de 75-85%; un exce-
so de humedad hace que se aglomere durante el almacenamiento. Otras
sales como el cloruro de potasio KCl (70-80% HCR) son menos higroscó-
picas que el superfosfato triple, esto implica que necesita más contenido
de humedad en el aire para entrar en equilibrio y conformar una disolución
alrededor de los gránulos del fertilizante. Se pueden emplear pequeñas
cantidades de agentes acondicionadores que reducen o eliminan la ten-
dencia a la aglutinación de las partículas.

Para garantizar una adecuada estabilidad fisicoquímica, la humedad libre,


principalmente de los fertilizantes nitrogenados como la urea, el nitrato de
amonio y el sulfato de amonio, no debería superar el 0,5 % (p/p), mientras
que en mezclas físicas que contengan algunas de estas fuentes no se de-
bería superar el 0,5-1 % de humedad libre (UNIDO, 1998), otros datos más
conservadores indican que no se debería superar el 0,1 % de humedad
libre, pero siempre es conveniente adecuar las condiciones de almace-
namiento, de forma que se garantice que no se alterará la integridad del
producto, sea a 0,1 o a 0,5 % de humedad libre.

Incompatibilidad química de mezclas físicas


A la hora de elaborar mezclas físicas de fertilizantes, es necesario selec-
cionar fuentes que sean químicamente compatibles, es decir, que no re-
accionen químicamente con otros ingredientes durante o después de la
formulación, ni que alteren la composición química o que dañen las pro-
9
piedades físicas de la mezcla. Cuando se mezclan dos o más fertilizantes
químicamente incompatibles, las reacciones entre ellas podrían producir
calor, gas, humedad, aumentos de la higroscopicidad y compactación;
todos estos fenómenos provocan degradación del gránulo y cambios en
la composición química de la mezcla. Afortunadamente, la mayoría de las
fuentes utilizadas para preparar mezclas físicas son compatibles entre sí
(Molina, 2003a).

En la figura 9.3, se muestra una tabla de compatibilidad de fertilizantes


comúnmente utilizados para preparar mezclas físicas. Se puede observar

QUÍMICA AGRÍCOLA 261


Capítulo 9. Propiedades físicoquímicas de los fertilizantes

que en la mayoría de las combinaciones se obtienen mezclas compati-


bles; la incompatibilidad más importante es la que se establece entre el
nitrato de amonio y la urea, ya que se forma una mezcla higroscópica.
Adicionalmente, cuando el porcentaje de humedad libre en los superfos-
fatos es lo suficientemente alta, también presentar aglutinamiento si se
mezclan con la urea. La incompatibilidad reportada entre el DAP y los su-
perfosfatos se describe en términos del apelmazamiento, producto del al-
macenamiento durante largos periodos.

El agua absorbida por los componentes higroscópicos da lugar a una fase


líquida formada por el agua libre más las sales disueltas en ella; esta fase
es determinante de las condiciones físicas de los fertilizantes mixtos que
contienen cantidades importantes de sales solubles (Primo y Carrasco,
1973). Los cambios en el contenido de humedad (agua libre) y los de tem-
peratura hacen variar, también, la proporción de fase líquida. La evapora-
ción y la disminución de la temperatura provocan la cristalización de las
sales de la fase líquida, en la superficie de las partículas.

Almacenamiento de mezclas
Antes de empacar los fertilizantes en sacos normalmente de 50 kg (ensaca-
do), deben realizarse varias maniobras como reducir la humedad (agua libre)
al mínimo posible, porque valores superiores a 0,1 % o 0,5 % pueden oca-
sionar dificultades por aglutinación, primordialmente en fertilizantes nitroge-
nados. Por esta razón, se recomienda, justo antes de empacar el fertilizante,
tratarlo con aire seco mediante el uso de, por ejemplo, compresores. El agua
absorbida por los componentes higroscópicos del fertilizante da lugar a una
fase líquida (agua libre más sales disueltas del fertilizante) en la cual se disuel-
ven sales que, al cristalizar, provocan la aglutinación de la mezcla.

También es esencial eliminar casi todas las trazas de ácido libre, lo cual se
suele realizar lavando el producto con disoluciones diluidas de amoniaco
durante las etapas de centrifugación o filtración. En muchos casos, los
cristales formados provienen de reacciones químicas entre los ingredien-
tes del fertilizante; por ejemplo, en mezclas de sulfato de amonio, super-
fosfato y cloruro de potasio, el compuesto causante de la aglomeración es
el cloruro de amonio (NH4Cl). La aglomeración es mayor cuando hay sales
muy solubles, como el nitrato de amonio. En particular, casi cualquier mez-
cla con superfosfato resulta incompatible si esta contiene humedad libre.

262 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
Cloruro de potasio

Nitrato de amonio

Sulfato de amonio
DAP
Cloruro de potasio c

Sulfato de potasio
MAP

Superfosfato simple
DAP c c
MAP c c c

Superfosfato triple
Nitrato de amonio c c c c
Sulfato de amonio c c c c c
Sulfato de potasio c c c c c c
Superfosfato simple c nc c c c c c

Urea
Superfosfato triple c nc c c c c c c
Urea c c c nc c c nc nc c
Donde:
c: mezcla compatible
nc: mezcla no compatible

Figura 9.3. Comparación entre la incompatibilidad física entre mezclas de dos


fertilizantes.

9.3. Comportamiento ácido-base de los


fertilizantes
9
La mayoría de los fertilizantes inorgánicos pueden participar en dos pro-
cesos independientes entre sí: la disolución en agua y la hidrólisis de dicho
disolvente. En la disolución los constituyentes del fertilizante son rodeados
por moléculas de agua, de manera similar a lo descrito en la sección 2.6.
Por su parte, la hidrólisis es un proceso en el cual la sustancia reacciona
con el agua provocando el rompimiento de los enlaces H-O del agua, y
originando iones H+ o OH-; uno de estos iones (H+ o OH-) se incorpora a
la especie que provoca la hidrólisis, permaneciendo el otro ion libre. El re-
sultado neto es que el medio originalmente neutro se modifica pasando a
ser ácido, si quedan protones libres, o alcalino, si quedan iones hidróxido

QUÍMICA AGRÍCOLA 263


Capítulo 9. Propiedades físicoquímicas de los fertilizantes

libres. Así por ejemplo, el amoniaco (NH3) se comporta como un fertilizan-


te básico, porque produce iones OH- al hidrolizarse, como lo muestra la
ecuación Re.9.1.

NH3 (g) + H2O (l) → NH4+ (ac) + OH- (ac) (Re.9.1)

El efecto que produzcan cationes y aniones sobre la hidrólisis del agua, y


por ende en el pH del agua, sirve de criterio para clasificar las sales como
ácidas, neutras o básicas. Estas características ácido-base de las sales
también podrían influir en la de solubilidad de otras materias primas que se
entremezclen con el fertilizante al aplicarse en el campo, o alterar el pH del
suelo y afectar los procesos que ahí se desarrollan.

La composición química del fertilizante determina la facilidad con que pue-


da ocurrir la liberación de iones H+ al medio; en particular, la acidificación
del suelo ocurre principalmente con materiales que contienen el ion amo-
nio (NH4+), debido a la su nitrificación de este. Otros materiales como el
fosfato ácido de amonio (MAP) y las cales tienden a alcalinizar el medio. En
el cuadro 9.4, se enumeran algunos materiales clasificados como sales de
reacción ácida, básica o neutra.

Cuadro 9.4. Características ácido-base de las reacciones de algunos


fertilizantes al ser aplicados en el suelo.
Fertilizante Fórmula Reacción
Ácido fosfórico H3PO4 Muy ácida
Ácido nítrico HNO3 Muy ácida
Amoniaco NH3 Muy básica
Cloruro de potasio KCl Neutra
Fosfato diácido de amonio (MAP) NH4H2PO4 Ácida
Fosfato ácido de amonio (DAP) (NH4)2HPO4 Básica

Nitrato de amonio NH4NO3 Ácida

Nitrato de calcio CaNO3 Básica


Nitrato de potasio KNO3 Neutra
Sulfato de amonio (NH4)2SO4 Ácida

Sulfato de magnesio MgSO4 Ácida

Sulfato de potasio K 2SO4 Ácida

Urea (NH2)2C=O Ácida

264 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
9.4. Fuentes de macronutrientes (N, P, K)

Fuentes de nitrógeno

• Ácido Nítrico [HNO3]

El ácido nítrico se obtiene a partir de la reacción del amoniaco con


oxígeno, a alta temperatura y en presencia de un catalizador de pla-
tino/rodio, para producir óxidos de nitrógeno que luego se mezclan
con agua para generar el ácido nítrico, como describen las ecuacio-
nes Re.9.2- Re.9.4.

4 NH3 (ac) + O2 (g)


90 % Pt/10 % Rh
4 NO (g) + 4 NO (g) (Re.9.2)
850-930 °C

2 NO (ac) + O2 (g) → 2 NO2 (g) (Re.9.3)

3 NO2 (g) + H2O (l) → 2 HNO3 (ac) + NO (g) (Re.9.4)

El ácido nítrico no se usa directamente como fertilizante debido a su


carácter oxidante, pero sí como fuente de nitrógeno en la prepara-
ción de agroquímicos que contienen este nutriente.

• Nitrato de amonio [NH4NO3]

El nitrato de amonio es un sólido blanco, cristalino, muy soluble en


agua e higroscópico, es decir, con tendencia a absorber agua (líqui- 9
da o vapor de agua) del medio. Se obtiene a partir de la reacción del
ácido nítrico con amoniaco, con su posterior enfriamiento y cristali-
zación, como detalla la ecuación 9.5.

HNO3 (ac) + NH3 (g) Cristalización NH4NO3 (ac) NH4NO3 (s) (Re.9.5)

El nitrato de amonio constituye una fuente rica en nitrógeno (~35% N);


sin embargo, es considerado un material explosivo, por lo tanto se debe

QUÍMICA AGRÍCOLA 265


Capítulo 9. Propiedades físicoquímicas de los fertilizantes

manipular con cuidado, por choque o por efecto del calor puede detonar
liberando una gran cantidad de energía asociada principalmente con la
formación de la molécula :N≡N:, como describe la ecuación Re.9.6.

2 NH4NO3 (s) → 2N2 (g) + 4 H2O (g) + O2 (g) (Re.9.6)

En consecuencia, en algunos lugares del mundo se han tomado precau-


ciones de seguridad a la hora de su manipulación, ya que históricamente
se relaciona con muchos accidentes (Primo y Carrasco, 1973).

• Urea [(NH2)2C=O]

La urea, también llamada carbamida, se obtiene industrialmente a


partir de la reacción de amoníaco líquido con dióxido de carbono.
La síntesis consta de dos pasos: en un primer paso, el amoniaco y
el dióxido de carbono reaccionan para producir carbamato de amo-
nio (un producto intermedio); en el segundo paso, el carbamato de
amonio se descompone para producir urea y agua. Las ecuaciones
Re.9.7 y Re.9.8 describen ambos procesos.

2 NH3 (l) + CO2 (g) → H2N-COONH4 (ac) (Re.9.7)

H2N-COONH4 (ac) → (H2N)2C=O (s) + H2O (l) (Re.9.8)

Además del empleo para fertilizante, el cual representa el 90%


del consumo mundial, la urea se emplea en sectores más espe-
cíficos que demandan una mayor calidad. La urea ocupa el tercer
lugar entre los fertilizantes sólidos utilizados en el mundo. Posee mo-
derada higroscopicidad, no es inflamable ni explosiva. Es un com-
puesto orgánico no ionizable y, por tanto, produce menor efecto os-
mótico que las sales de amonio y los nitratos.

En disolución, la urea se hidroliza muy lentamente para producir


amoniaco y anhídrido carbónico, como muestra la reacción Re.9.9.
Esta hidrólisis se acelera a altas temperaturas (particularmen-
te en presencia de compuestos como Ca(H2PO4)2, CaHPO4∙2H2O
o NH4H2PO4), por adición de ácidos o bases y, en especial, por la

266 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
acción de la enzima ureasa, que se encuentra en los tejidos de las
plantas y los microorganismos.

(H2N)2C=O (s) + H2O (l) → 2 NH3 (l) + CO2 (g) (Re.9.9)

Cuando se calienta la urea a 150-160 °C, se produce amoniaco y


biuret, de acuerdo con la ecuación Re.9.10.

NH2 NH2
150-160ºC (Re.9.10)
2 (H2N)2C=O (s) O O + NH3 (g)
NH
urea biuret

Por esta razón, los evaporadores donde se produce urea deben di-
señarse cuidadosamente, procurando que el tiempo de retención de
la urea no sea excesivamente largo, pues eso aumenta la formación
de buiret, que es considerado fitotóxico (Mikkelsen, 2007).

• Sulfato de Amonio [(NH4)2SO4]

El sulfato de amonio se prepara haciendo reaccionar amoniaco con


ácido sulfúrico, como se describe en la ecuación Re.9.11.; normal-
mente, el producto final se recupera por procesos de cristalización,
por lo que se cataloga como un fertilizante cristalizado. El sulfato de
amonio tiende a generar acidez residual por eso a menudo se susti-
tuye por fuentes que generen menor acidez residual en el suelo.
9
2 NH3 (ac) + H2SO4 (ac) → (NH4)2SO4 (s (Re.9.11)

• Nitrato de sodio [NaNO3]

El nitrato de sodio es una sal neutra preparada por reacción entre


el carbonato de sodio y el ácido nítrico, de acuerdo con la ecuación
Re.9.12. En la reacción de síntesis, también se generan dióxido de
carbono y agua como subproductos.

QUÍMICA AGRÍCOLA 267


Capítulo 9. Propiedades físicoquímicas de los fertilizantes

NaCO3 (s) + 2 HNO3 (ac) → 2 NaNO3 (s) + CO2 (g) + H2O (l) (Re.9.12)

• Nitrato de calcio [Ca(NO3 )2 ]

De manera similar a la síntesis de nitrato de sodio, cuando se hace


reaccionar carbonato de calcio (cal) con ácido nítrico, se obtiene
nitrato de calcio, como describe la reacción Re.9.13.

CaCO3 (s) + 2 HNO3 (ac) → Ca(NO3)2 (s) + CO2 (g) + H2O (l) (Re.9.13)

• Nitrato de potasio [KNO3]

En la actualidad, la mayoría del nitrato de potasio se extrae de los


depósitos de nitrato de sodio de los desiertos de Chile. El nitrato
de sodio se purifica y posteriormente se mezcla con una disolución
de cloruro de potasio (KCl), como muestra la reacción Re.9.14, en
la cual el nitrato de potasio, de menor solubilidad, se separa por
cristalización.

NaNO3 (s) + KCl → KNO3 (s) + NaCl (ac) (Re.9.14)

Fuentes de fósforo
• Ácido fosfórico [P2O5]

El término ácido fosfórico se asocia con la especie P2O5. La materia


prima a partir de la cual se obtiene es la roca fosforítica, un mineral
de fosfato de calcio. El ácido fosfórico se produce industrialmente
mediante procesos “vía húmeda” en los que se hace reaccionar la
roca fosforítica con un ácido fuerte: sulfúrico, clorhídrico o nítrico. El
proceso más utilizado involucra ácido sulfúrico, el cual se describe
por medio de la ecuación Re.9.15.

268 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
Ca5(PO4)3F (s) + 5 H2SO4 (ac) → 3 H3PO4 (ac) + CaSO4 (s) + HF (g) (Re.9.15)

El P2O5, al combinarse con el agua, forma tres ácidos: ácido meta-


fosfórico (H2P2O6), ácido pirofosfórico (H4P2O7) y ácido ortofosfórico
(H3PO4). Esta última especie es la forma más común del ácido fos-
fórico. Es el fertilizante más utilizado en riego por goteo, tanto por su
aporte de fósforo como por su acción desincrustante y de prevención
de precipitados. Sin embargo, forma sólidos insolubles con calcio,
magnesio y hierro, por lo que se considera incompatible con los abo-
nos, tanto orgánicos como inorgánicos, que aporten dichos metales.

• Superfosfato

El superfosfato normal o simple (SSP) se utiliza desde hace más de un


siglo como fertilizante fosfatado. Este agroquímico, además de incor-
porar fósforo en forma soluble, aporta otros nutrimentos como azufre
y calcio, los cuales en ocasiones son deficientes en los suelos. El su-
perfosfato simple se obtiene mediante la reacción de la roca fosforita
con ácido sulfúrico y agua, de acuerdo con la ecuación Re.9.16.

Ca10(PO4)6F2 (s) + 7 H2SO4 (ac) + 17 H2O (l) → 3 CaPO4 · H2O (s) + CaSO4 · 2 H2O (s) + 2 HF (ac) (Re.9.16)

Por su parte, el superfosfato triple (TSP), Ca(H2PO4)2, contiene una


mayor concentración de fósforo que SSP y es de color gris de as-
pecto granular; se obtiene a partir de la reacción entre la roca fosfori-
ta con ácido fosfórico, como describe la reacción Re.9.17. Es común
usar fertilizante basal y forma parte de fertilizantes de abono que son 9
ampliamente utilizados en los cultivos.

Ca10(PO4)6F2 (s) + 14 H3PO4 (ac) + 10 H2O (l) → 10 Ca(H2PO4)2 · H2O (s) + 2 HF (ac) (Re.9.17)

En las propiedades del superfosfato triple, el contenido en ácido libre


y la humedad deben ser los menores posibles. Cuando el superfos-
fato triple, no granulado, contiene ácido libre, es más higroscópico y,
además, ataca los envases.

QUÍMICA AGRÍCOLA 269


Capítulo 9. Propiedades físicoquímicas de los fertilizantes

• Fosfatos de amonio (MAP y DAP)

El fosfato dihidrogenado de amonio (NH4H2PO4), conocido comer-


cialmente como fosfato monoamónico (MAP), es un agroquímico
que aporta nitrógeno y fósforo a las plantas. El MAP tiene una so-
lubilidad en agua de aproximadamente 350-400 g/L agua y por ello
constituye una fuente de fósforo disponible para las plantas. El MAP
se prepara a partir de la reacción de ácido fosfórico con amoniaco
de acuerdo con la ecuación Re.9.18.

H3PO4 (ac) + NH3 (ac) → NH4H2PO4 (s) (Re.9.18)

El fosfato monoamónico puro contiene 12,17% de N y 61,7% de


P2O5, pero si se obtiene a partir de ácido fosfórico vía húmeda, tiene
una composición 11% N y 55% P2O5. Es un material muy estable y
se utiliza como fuente de fósforo y en la fabricación de fertilizantes
ternarios y complejos granulados, junto con urea, cloruro de potasio
y amoniaco adicional, para conseguir distintas formulaciones.

El fosfato hidrogenado de amonio [(NH4)2HPO4], también conocido


como fosfato diamónico (DAP), trabaja bien en suelos ácidos o alca-
linos y es fácilmente soluble en agua, con una solubilidad de aproxi-
madamente 650 a 700 g/L de agua. El DAP se obtiene a partir de la
reacción del ácido fosfórico con dos moléculas de amoniaco, como
describe la ecuación Re.9.19.

H3PO4 (ac) + 2 NH3 (ac) → (NH4)2HPO4 (s) (Re.9.19)

El fosfato diamónico puro tiene una composición 21,19% N y 53,76%


P2O5. El DAP obtenido a partir de ácido fosfórico impuro contiene
18% de N y 54% de P2O5, y se utiliza exclusivamente como fertilizan-
te. El fosfato diamónico se descompone por las altas temperaturas
en el almacenamiento, produciendo amoniaco gaseoso y MAP de
acuerdo con la reacción Re.9.20.

(NH4)2HPO4 (s) → NH3 (g) + NH4H2PO4 (s) (Re.9.20)

270 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
Fuentes de potasio
• Cloruro de potasio [KCl]

La fuente común de fertilizantes de potasio es el cloruro de potasio,


KCl, conocido en el argot agronómico como muriato de potasio. El
KCl es un material granular utilizado tanto para la aplicación directa
como para la preparación de fertilizantes mezclados. Se obtiene a
partir de la extracción de yacimientos de minerales, salmueras y la-
gos salados. El mineral más abundante en los depósitos comerciales
es la silvita (KCl); los minerales de kainita (4KCl·4MgSO4·11H2O) son
mucho menos frecuentes. También se puede encontrar KCl en sal-
mueras, tanto en la forma de halita como carnalita (KCl·MgCl2·6H2O)
(Eatock, 1985).

El cloruro de potasio empleado en agricultura es una sal neutra cuya


principal impureza es el cloruro de sodio; su color puede ser blanco,
gris o rojo por la presencia de impurezas, como óxidos de hierro.

• Sulfato de potasio (K2SO4)

El sulfato de potasio es un material cristalino que se prepara a partir de


la reacción de cloruro de potasio con ácido sulfúrico, de acuerdo con la
ecuación Re.9.21.

2 KCl (s) + H2SO4 (l) → K2SO4 (s) + 2HCl (ac) (Re.9.21)

• Sulfato de magnesio y potasio (K2SO4 ∙ 2MgSO4)

El sulfato doble de potasio y magnesio, conocido comercialmen- 9


te como K-Mag, es un mineral denominado langbeinita que se
encuentra en lechos subterráneos, mezclado con halita y silvita, en
el estado de Nuevo México, Estados Unidos. Es un fertilizante
altamente soluble en agua que aporta simultáneamente potasio,
azufre y magnesio, tres nutrientes esenciales para el crecimiento
de la planta y vitales para la producción de cultivos.

QUÍMICA AGRÍCOLA 271


Capítulo 9. Propiedades físicoquímicas de los fertilizantes

9.5. Grado (riqueza) química de un fertilizante


Las mezclas o formulaciones más extendidas alrededor del mundo son las
preparadas a partir de nitrógeno, fósforo y potasio, por ser los de mayor
necesidad para las plantas. Uno de los principales indicadores de cali-
dad química de un fertilizante es el denominado grado (también conocido
como riqueza o fórmula) de este, el cual se define como el porcentaje en
peso de los macronutrientes (N, P, K) contenidos en el fertilizante; el grado
se expresa como números enteros separados por guiones, siguiendo el
orden: nitrógeno, fósforo y potasio. Algunos ejemplos de esta notación son
10-10-10, 20-20-20, 46-0-0, etc.

La presencia de un cuarto número en la fórmula indica el % de Mg, y un


quinto número el % de B en caso de que el fertilizante contenga estos ele-
mentos. Si el cuarto o quinto número no corresponden a Mg y B, se debe
indicar entre paréntesis el símbolo o la unidad de expresión del nutriente,
por ejemplo, podría ser Ca, S, Fe, Cu, Zn, Mn, Mo, Cl.

Cuadro 9.5. Notación aceptada para reportar el contenido de nutrientes.


Expresión acordada por RTCA
Nutrimento
65.05.54:09
Nitrógeno %N
Fósforo % P2O5
Potasio % K 2O
Magnesio % MgO
Calcio % CaO
Azufre %S
Boro %B, ppm B
Cobre %Cu, ppm Cu
Cobalto %Co, ppm Co
Manganeso %Mn, ppm Mn
Molibdeno %Mo, ppm Mo
Zinc %Zn, ppm Zn
Fuente: RTCA (2009).

Los porcentajes de cada elemento en una fuente o material de partida se


calculan de acuerdo con la expresión Ec. 9.1.

272 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
% elemento = (MMelemento) x (#at) x 100 (Ec. 9.1)
MMfuente

Donde:

% elemento = porcentaje de cada elemento constituyente

MMelemento = masa molar del elemento de interés (en g/mol)

# átomos = número de átomos del elemento en la fórmula química

MMfuente = masa molar de la fuente (en g/mol)

Las masas molares de cada elemento se pueden obtener a partir de las


tablas de masas atómicas que aparecen en la literatura o de la tabla pe-
riódica de los elementos. Para obtener la masa molar de la fuente se usa
la expresión Ec. 9.2.

MMfuente = Σ [MMelemento x # átomos] (Ec. 9.2)


6

En el cuadro 9.6, se enumera una serie de materias primas con las respec-
tivas riquezas (en porcentaje) de cada elemento.

Cuadro 9.6. Riqueza química de elementos menores y medios en


fertilizantes sólidos.
Riqueza
Fertilizante Fórmula química
química
Ácido bórico H3BO3 17 % B

Azurita 2CuCO3∙Cu(OH)2 55% Cu

Carbonato de zinc ZnCO3 52% Zn

Cloruro de calcio CaCl2 35,5% Ca

Cloruro de manganeso (II) MnCl2 17 % Mn

Kieserita MgSO4∙7H2O 15%Mg, 20%S

Continúa en la página siguiente.

QUÍMICA AGRÍCOLA 273


Capítulo 9. Propiedades físicoquímicas de los fertilizantes

Cuadro 9.6. Riqueza química de elementos menores y medios en


fertilizantes sólidos (continuación).
Malaquita CuCO3 ∙Cu(OH)2 57% Cu

Molibdato de amonio (NH4)6Mo7O2∙4H2O 54%Mo

Molibdato de sodio Na2MoO4∙2H2O 39% Mo

Tetraborato de sodio Na2B4O7 ∙H2O 14%B

Sulfato de calcio (yeso) CaSO4 17%Ca, 14%S

Sulfato de cinc monohidratado ZnSO4∙H2O 31% Zn

Sulfato de cobre monohidratado CuSO4∙H2O 35% Cu

Sulfato de cobre pentahidratado CuSO4∙5H2O 25,5% Cu


Sulfato de hierro (II)
FeSO4∙7H2O 20%Fe
heptahidratado
Sulfato de hierro (II)
FeSO4 ∙H2O 30% Fe
monohidratado
Sulfato de hierro (III) Fe2(SO4)3 ∙4H2O 17% Fe

Sulfato de manganeso (II) MnSO4∙3H2O 26% Mn

Sulfato de potasio y magnesio 18%K; 11%Mg,


K 2SO4∙2MgSO4
(K-Mag) 22%S

Ejemplo resuelto 9.1.

Determine los porcentajes (riquezas) de los nutrientes en los compuestos


KCl, KNO3 y CuSO4∙5H2O.

Resolución

Para resolver este ejercicio se construyen los siguientes cuadros, se usan


las expresiones Ec. 9.1 y Ec. 9.2.

274 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
KCl:

Elemento MMelemento # de átomos Masa aportada*


K 39,10 1 39,10
Cl 35,45 1 35,45
MMfuente: 74,65
* Masa aportada = (MMelemento) x (# de átomos)

Respuesta: 48% de Cl, 52% de K

KNO3:
Elemento MMelemento # de átomos Masa aportada
K 39,10 1 39,10
N 14,01 1 14,01
O 16,00 3 48,00
MMfuente: 101,11

Respuesta: 14% de N, 39% de K

QUÍMICA AGRÍCOLA 275


Capítulo 9. Propiedades físicoquímicas de los fertilizantes

CuSO4∙5H2O:
Elemento MMelemento #at Masa aportada %
Cu 63,55 1 63,55 25,5
S 32,07 1 32,07 12,8
O 16,00 4 64,00
H2O** 18,00 5 90,00
MMfuente: 249,67

** En compuestos hidratados se recomienda usar el agua como molécula,


y utilizar la masa como 18 g/mol.

Respuesta: 25,5% de Cu, 13% de S, 26% de O, 36% de H2O

9.6. Grado equivalente de un fertilizante


El grado equivalente es conceptualmente similar al grado, pero con la dife-
rencia de que el P es expresado como P2O5 y el K como K2O. En la mayoría
de los países, y Costa Rica no es la excepción, se expresa el contenido de
nutrientes primarios en términos de grado equivalente, es decir como P2O5
y K2O (Molina, 2003). El Ca y Mg usualmente se expresan como CaO y
MgO, en tanto que los otros nutrientes se expresan en su forma elemental
(S, Fe, Cu, Zn, Mn, B, Cl) como se muestra en el cuadro 9.5 (RTCA, 2009).
Para convertir los porcentajes de elemento a los óxidos correspondientes,
y viceversa, se hace uso de los factores de conversión que se anotan en
el cuadro 5.6.

276 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
Así que si se desea transformar un porcentaje de K2O a K, se multiplica
por 0,83, y si se necesita convertir un porcentaje de K a K2O se deberá
multiplicar por 1,2. Por ejemplo: un 38% de K es equivalente a 46% K2O:

38 %K x 1,20 = 45,6% K2O ≈ 46% K2O

Similarmente, un contenido de K2O de 56% es equivalente a 46% K:

56 %K2O x 0,83 = 46,5% K ≈ 46% K

Cuadro 9.7. Factores de conversión de riqueza de fertilizantes.


Para pasar de A Se multiplica por
%P %P2O5 2,29
% P2O5 %P 0,44
%K % K 2O 1,20
% K 2O %K 0,83
% Mg % MgO 1,67
% MgO % Mg 0,60
% Ca % CaO 1,40
% CaO % Ca 0,71

Los factores del cuadro 9.6 surgen de las relaciones estequiométricas en-
tre los elementos y los óxidos correspondientes. Por ejemplo, el K2O (MM=
94 g/mol) contiene dos átomos de potasio (MM= 39 g/mol) por cada mo-
lécula. En consecuencia, las relaciones en masa en este compuesto son:

1 molécula de K2O ≅ 2 átomos de K 9


Al utilizar las masas molares de cada sustancia, se obtiene que:

94 g mol-1 de K2O ≅ 2 x 39 g mol-1 de K

⇒ 94 g mol-1 de K2O ≅ 78 g mol-1 de K

Con base en lo anterior, se pueden establecer relaciones en masa entre el


K y el K2O, se obtienen los factores anotados en el cuadro 9.6:

QUÍMICA AGRÍCOLA 277


Capítulo 9. Propiedades físicoquímicas de los fertilizantes

Relación en masa de K2O en el K:

Ejemplo resuelto 9.2.

Determine el grado y el grado equivalente de los materiales KCl y KNO3

Resolución

Para resolver este ejercicio se completan los siguientes cuadros, para cada
compuesto, se utilizan las expresiones Ec. 9.1 y Ec. 9.2, y los factores del
cuadro 9.6.

KCl:
Elemento MMelemento #at Masa aportada %
K 39,10 1 39,10 52,4
Cl 35,45 1 35,45 47,6
MMfuente: 74,65

Para convertir el % de K a % K2O se usa del factor de equivalencia:

52,4 % K x 1,20 %K2O/% K = 62,88 % K2O

Respuesta: 48% Cl, 52% K (63% K2O)

KNO3:
Elemento MMelemento #at Masa aportada %
K 39,10 1 39,10 38,7
N 14,01 1 14,01 13,9
O 16,00 3 38,00

278 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
MMfuente: 101,11

Para convertir el % de K a % K2O se emplea elq factor de equivalencia:

38,7 % K x 1,20 %K2O/% K) = 46,6 % K2O

Respuesta: 14% N, 39% K (46% K2O)

9.7. Riqueza de una mezcla (sólida o líquida)


Para determinar la riqueza de una formulación sólida, primero se deter-
minan los aportes nutricionales de cada fuente mediante la expresión Ec.
9.3, y luego se suman los porcentajes individuales de cada elemento. La
masa total de formulación normalmente utilizada es 1000 g y los aportes
nutricionales se expresan en términos de porcentaje en masa.

Aporte nutricional (%) = (masa de fuente en la formulación) x (% elemento en la fuente)


(Ec. 9.3)
Masa total de formulación

Si la formulación es líquida se utiliza la expresión Ec. 9.4; el volumen de


disolución normalmente usado es 1000 mL y los aportes nutricionales se
expresan en términos de porcentaje en volumen (% m/V).

Aporte nutricional (%) = (masa de fuente en la formulación) x (% elemento en la fuente)


(Ec. 9.4)
Volumen total de formulación

9
Ejemplo resuelto 9.3.

Se tiene la siguiente mezcla sólida:

300 g de KNO3 (13-0-46)

300 g de KH2PO4 (0-52-35)

400 g NH4HPO4 (12-61-0)

Determine la riqueza del fertilizante.

QUÍMICA AGRÍCOLA 279


Capítulo 9. Propiedades físicoquímicas de los fertilizantes

Resolución:

Para resolver el ejercicio, se construye un cuadro similar al siguiente, se


utiliza la expresión Ec. 9.3.

Porcentaje de elemento Masa de Aporte nutricional*


Fuente
N P K fuente N P K
KNO3 13 0 46 300 g 3,9 0 13,8
KH2PO4 0 52 35 300 g 0 15,6 10,5
NH4H2PO4 12 61 0 400 g 4,8 24,4 0
Fórmula 8,7 40,0 24,3
* Aporte nutricional = (porcentaje de element) x (masa de fuente)

Respuesta: la fórmula NPK sería, entonces, 9-40-24.

Ejemplo resuelto 9.4

Se tiene la siguiente formulación líquida:

100 g de KNO3 (13-0-46)

150 g de KH2PO4 (0-52-35)

150 g NH4HPO4 (12-61-0)

Volumen total= 1 L (1000 mL)

Determine la riqueza del fertilizante.

Resolución:

Para resolver el ejercicio, se construye un cuadro similar al siguiente, se


emplea la expresión Ec. 9.4.
Porcentaje de elemento Masa de Aporte nutricional
Fuente
N P K fuente N P K
KNO3 13 0 46 90 g 1,2 0 4,0
KH2PO4 0 52 35 150 g 0 8,0 5,1
NH4H2PO4 12 61 0 150 g 1,8 9,2 0
Fórmula 3,0 17,1 9,1
* Aporte nutricional = (porcentaje de elemento) x (masa de fuente)

Respuesta: la fórmula NPK sería, entonces, 3-17-9.

280 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
9.8. Determinación de las masas requeridas a
partir de la fórmula
Para determinar la cantidad de materias primas necesarias para preparar
una formulación, a partir de la fórmula correspondiente, se pueden seguir
varias rutas. A continuación, se describe una de ellas; sin embargo, depen-
diendo del grado de complejidad de la fórmula y de las fuentes con que se
cuente, el proceso de cálculo de las masas requeridas para la formulación
podría llegar a ser muy complicado.

a) A menos que se indique lo contrario, se parte de que se van a pro-


ducir 1000 g (1 kg) si la formulación es sólida o 1000 mL (1 L) si el
producto es una disolución.

b) Puesto que en las formulaciones NPK normalmente hay más de un


nutriente, se recomienda seguir el siguiente procedimiento:

• Se inicia con la fuente que aporte un único nutriente y que, ade-


más, ese componente sea exclusivo de esa fuente. Se calcula
la masa requerida de tal elemento de acuerdo con la expresión
Ec. 9.5.

(% de nutriente en la fórmula) x 1000


Masa requerida = (Ec. 9.5)
(% de nutriente en la fuente)

• Se sigue con la fuente que aporta más de un nutriente. En este


caso, la masa se debe calcular a partir de la cantidad del nutriente
que sea exclusivo de dicha fuente. Por ejemplo, si se utilizara KNO3
y NH4H2PO4, las masas por calcular se deben basar en el K y el P, 9
respectivamente, puesto que el N es común a las dos fuentes.

• Se sigue con la fuente que aporta un único nutriente, el cual no es


exclusivo de ellas. En este caso, dichas fuentes añaden el “faltan-
te” de nutriente necesario para completar la fórmula, se utiliza la
siguiente modificación a la expresión Ec.9.6.

QUÍMICA AGRÍCOLA 281


Capítulo 9. Propiedades físicoquímicas de los fertilizantes

Masa de fuente = [(% de nutriente en la fórmula) - (% de nutriente ya aportado)] x 1000


(Ec. 9.6)
(% de nutriente en la fuente)

a) Se construye un cuadro de aporte nutricional (similar al utilizado en


los ejemplos resueltos 9.2 y 9.3) para corroborar la formulación.

Ejemplo resuelto 9.5.

Se quiere preparar un fertilizante de fórmula 18-18-18 partiendo de las


fuentes urea (46-0-0), MAP y (12-60-0) y sulfato de potasio (0-0-50).

a) Determine la masa que se requiere de cada fuente para preparar


1000 g de la fórmula.

b) Determine la masa que se requiere de cada fuente para preparar


250 kg de la fórmula.

Resolución

Se tienen las tres fuentes: 46-0-0, 12-60-0, 0-0-50. Usando los criterios
anotados, se seguiría el siguiente procedimiento:

• El sulfato de potasio aporta un único nutriente (K) que, además, es


exclusivo de dicha fuente. Por lo tanto, se recomienda iniciar con
esta materia prima:

Masa de sulfato de potasio = (18) x (1000) ÷ (50) ⇒ masa = 360 g de 0-0-50.

• El MAP aporta dos nutrientes, pero uno de ellos (P) es exclusivo de


esta fuente, por lo que se debe seguir con esta fuente:

Masa de MAP = (18) x (1000) ÷ (60) → masa = 300 g de 12-60-0.

Simultáneamente, esta fuente aporta nitrógeno; el porcentaje de nitrógeno


se obtiene de forma similar utilizando la expresión 9.3: (300) (12) ∙ 1000 =
3,6 % N.

• Finalmente, la urea únicamente N, y para determinar la cantidad


de nitrógeno que debe aportar a la formulación se debe utiliza la
expresión Ec. 9.6:

282 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
Masa de urea = [(18 – 3,6) x (1000)] ÷ (46) = 313 g de 46-0-0.

• Para corroborar la formulación se construye el cuadro de aporte


nutricional:

Porcentaje de
Masa de Aporte nutricional
Fuente elemento
fuente
N P K N P K
Sulfato de
0 0 50 360 g 0 0 18,0
potasio
MAP 12 60 0 300 g 3,6 18,0 0
Urea 46 0 0 313 g 14,4 0 0
Fórmula 18,0 18,0 18,0

La masa total de la formulación es 973 g. Para completar los 1000 g se


necesita agrega 27 g de un material de relleno, por ejemplo CaCO3, que
no solo permitir alcanzar la masa total de 1 kg sino también aporta un
nutriente (Ca).

b) Para determinar las masas requeridas para preparar 250 kg de 18-


18-18, se puede aplicar lo siguiente:

Sulfato de potasio: 360 g x (1 kg/1000 g) x (250) = 90 kg

MAP: 300 g x (1 kg/1000 g) x (250) = 75 kg

Urea: 313 g x (1 kg/1000 g) x (250) = 78,25kg

Carbonato de calcio: 27 g x (1 kg/1000 g) x (250) = 6,75 kg

Otra forma de hacerlo es aplicar una regla de tres de la siguiente manera: 9


360 g → 1 kg

x → 250 kg

x = (250 kg) x (360 g) /1 kg = 90 000 g ≈ 90 kg sulfato de potasio.

QUÍMICA AGRÍCOLA 283


Capítulo 9. Propiedades físicoquímicas de los fertilizantes

Con el propósito de ayudarle a resolver los ejercicios de autoe-


valuación, le recomendamos observar los siguientes videos:

“QA Ejercicios Capítulo 9 V.1”

https://www.youtube.com/watch?v=qip3mgW_3Ho&list=PL5eXNtcO-SQs-
qZgJm0xvh0UQ_MayCDuc0&index=17

“QA Ejercicios Capítulo 9 V.2”

https://www.youtube.com/watch?v=gGjAtMYk1d4&list=PL5eXNtcO-SQs-
qZgJm0xvh0UQ_MayCDuc0&index=18

“QA Ejercicios Capítulo 9 V.3”

https://www.youtube.com/watch?v=a23obcSzLGg&list=PL5eXNtcO-SQs-
qZgJm0xvh0UQ_MayCDuc0&index=19

“QA Ejercicios Capítulo 9 V.4”

https://www.youtube.com/watch?v=zGo4VvSqTTI&list=PL5eXNtcO-SQs-
qZgJm0xvh0UQ_MayCDuc0&index=20

284 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
Ejercicios de autoevaluación

1. Un fertilizante que puede aportar potasio se encuentra en la(s)


opción(es):

a) 10-30-0

b) 10-0-30

c) 30-0-10

d) 10-30-10

2. Cuando se mezclan cloruro de amonio y DAP, la mezcla tiene un


acumulado del 25% en la malla #16 ASTM, esto significa que no es
apta para la comercialización. Anote las propiedades relacionadas
con el texto anterior.

a) Higroscopicidad

b) Segregación

c) Índice salino

d) Solubilidad

3. Mencione cuál es la expresión de riqueza para un fertilizante si el


análisis de laboratorio determinó que la concentración de nitrógeno
es 3 %, fósforo 4 % y potasio 5 %. 9
4. Determine la fórmula NPK de la siguiente mezcla sólida:

Masa de fuente Fuente


530 g 12-60-0
225 g 13-0-46
245 g 0-0-60

QUÍMICA AGRÍCOLA 285


Capítulo 9. Propiedades físicoquímicas de los fertilizantes

5. Determine la masa necesaria de cada fuente para producir la formu-


lación 15-15-15:

Masa de fuente Fuente N P K


12-60-0
46-0-0
13-0-46

Formulación 15 15 15

286 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
Respuestas

1. Opciones b, c y d.

2. Higroscopicidad y segregación.

3. La riqueza es 3-4-5.

4. La fórmula es 10-32-25.

5. Las masas son 250 g, 169 g y 326 g, respectivamente.

QUÍMICA AGRÍCOLA 287


Capítulo 9. Propiedades físicoquímicas de los fertilizantes

Referencias

Acuña, O. (2003). El uso de biofertilizantes en la agricultura. En Meléndez, G. y


Soto, G. (eds.). Taller de Abonos Orgánicos.

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de “Fertilidad 2007”. IPNI Cono Sur /Fertilizar AC. Rosario, Argentina.

288 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
CAPÍTULO 10
Agroquímicos
de USO
FITOSANITARIO

Sumario
• Plagas y plaguicidas: conceptos
• Criterios de clasificación de plaguicidas
• Descripción de las familias químicas de los
plaguicidas
• Formulaciones de plaguicidas
• Tipos de pruebas físicas realizadas a los
plaguicidas

• Aspectos toxicológicos de los plaguicidas


Objetivos
Al finalizar el estudio de este capítulo, entre otras habilidades, usted será
capaz de:

• Reconocer los principales criterios de clasificación de plaguicidas.

• Explicar las principales características quimicofísicas de los plaguici-


das utilizados en la agricultura.

• Explicar las cualidades de las formulaciones de plaguicidas fabrica-


das para el uso agrícola.

Le recomendamos observar el siguiente video para facilitarle


el aprendizaje de los contenidos expuestos en el presente
capítulo:

“QA Capítulo 10 Agroquímicos de uso fitosanitario”

https://www.youtube.com/watch?v=SOatMacDpGg&list=PL5eXNtcO-SQs-
qZgJm0xvh0UQ_MayCDuc0&index=21
10.1. Plagas y plaguicidas: conceptos
Se cree que la práctica de la agricultura comenzó por primera vez hace
unos 10 000 años en Mesopotamia (parte del actual Irak, Turquía, Siria y
Jordania), región donde una población de cazadores/recolectores reunie-
ron semillas comestibles (trigo, cebada, guisantes, lentejas, garbanzos
y arveja amarga, entre otras) y las sembraron (Unsworth, 2010).

Con el cultivo de los primeros productos para la alimentación, el hombre


se percató de la existencia de insectos, aves y roedores que atacaban sus
cultivos, además de la competencia con otras plantas indeseables, por
el mismo espacio, agua y luz. El control manual fue la primera reacción
del hombre ante tales plagas; no obstante, conforme se incrementaron
las áreas cultivadas, este requirió de una mano de obra cada vez mayor
para manejar la plaga, al punto de hacerlo impráctico. Lo anterior llevó a
la sociedad a desarrollar técnicas y utilizar agroquímicos, primero natura-
les y luego sintéticos, para combatir las plagas. Escritos de las antiguas
Grecia y Roma muestran que la religión, la magia popular y el uso de
los métodos químicos fueron usados para controlar las enfermedades
de las plantas, malezas, insectos y plagas de animales. Como no había
industria química, los productos utilizados tenían que ser derivados de
plantas o animales o fácilmente obtenible o disponible en caso de ori-
gen mineral (Unsworth, 2004).

Los agroquímicos de uso fitosanitario se conocen también como “pla-


guicidas”. Un plaguicida es una sustancia química de origen sintético o
natural que se emplea para contrarrestar una enfermedad, “plaga” o “ma-
leza”. Según la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos
(Environmental Protection Agency, EPA, por sus siglas en inglés), un pla-
guicida es una sustancia o mezcla de estas destinadas a matar, repeler,
atraer, regular o interrumpir el crecimiento de seres vivos considerados
plaga (EPA, 2007). Estos pueden ser insectos, aves, roedores y otros ani-
males, hierbas no deseadas (malezas), hongos o microorganismos como
bacterias y virus, que compiten con los seres humanos para conseguir ali- 10
mento, destruyen la propiedad, propagan enfermedades, son vectores de
estas, o causan molestias. Una plaga se puede describir como cualquier
organismo viviente que ocurre cuando no se busca o que causa daño a los
cultivos, a los humanos o a otros animales (EPA, 2007).

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura


(1986) define de manera amplia los plaguicidas: cualquier sustancia o

QUÍMICA AGRÍCOLA 291


Capítulo 10. Agroquímicos de uso fitosanitario

mezcla de sustancias destinadas a prevenir, destruir o controlar cualquier


plaga, incluyendo los vectores de enfermedades humanas o de los anima-
les, las especies de plantas o animales indeseables que causan perjuicio
o que interfieren de cualquier otra forma en la producción, elaboración,
almacenamiento, transporte o comercialización de alimentos, madera,
productos de madera y agrícolas o alimentos para animales, o que pue-
den administrarse a los animales para combatir insectos, arácnidos u otras
plagas en o sobre sus cuerpos (FAO, 2003).

El primer uso reportado de plaguicidas se remonta a hace unos 4500


años por los sumerios, que usaron compuestos de azufre para con-
trolar insectos y ácaros; mientras que hace unos 3200 años, los chi-
nos utilizaban mercurio y compuestos arsenicales para controlar piojos
(Unsworth, 2010).

El término plaguicida también incluye las sustancias destinadas a utilizarse


como reguladoras del crecimiento de las plantas, defoliantes, desecantes,
agentes para reducir la densidad de fruta o para evitar la caída prematura
de esta, y las sustancias aplicadas a los cultivos antes o después de la
cosecha para proteger el producto contra el deterioro durante el almace-
namiento y transporte (FAO, 2003).

Los plaguicidas suelen recibir diferentes nombres, de acuerdo con su ori-


gen, como se muestra en el cuadro 10.1. Adicionalmente, cada plaguicida
sintético posee un único número de identificación química, denominado
número CAS (Chemical Abstracts Service, por sus siglas en inglés), el cual
permite identificar a la sustancia en cuestión, así como sus propiedades
fisicoquímicas, grado de toxicidad, cuidados al manipularlo, entre otros.
Algunos ejemplos de plaguicidas y sus nombres comerciales se muestran
en el cuadro 10.2.

10.2. Criterios de clasificación de plaguicidas


No existe un único criterio de clasificación de plaguicidas; por el contrario,
se han establecido varios criterios técnicos para clasificar estos agroquí-
micos en función de la variable o atributo que se quiera evaluar: la plaga
sobre la que actúan, el tipo de presentación comercial, el mecanismo de
acción sobre la plaga, la naturaleza química orgánica o inorgánica, la to-
xicidad y peligrosidad, la persistencia, el origen (natural o sintético), entre

292 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
otros. A continuación, se describirán algunos de los criterios y las catego-
rías que se generan en cada caso.

Cuadro 10.1. Descripción de los tipos de nombres que se utilizan para


identificar a los plaguicidas.
Tipo Descripción Ejemplos
Nombre Es el nombre que el fabricante Tamaron
comercial le asigna al producto formulado,
Metagol
con el que aparece en la
etiqueta del producto. Tafos-400
Nombre común Corresponde al nombre que se Metamidofos
le asigna al ingrediente activo
del plaguicida.
Nombre Es el término que se usa para O,S-dimetil
químico describir la estructura química fosforamidotioato
del ingrediente activo del
(CAS: 10265-92-6)
plaguicida.

Cuadro 10.2. Ejemplos de nombres comerciales y números CAS de


algunos ingredientes activos de plaguicidas para el uso
fitosanitario.
Nombre común Número CAS Nombres comerciales
Clorpirifos 2921-88-2 Dale, Clorpirimax, Nufos 48 CE,
Master 250 ME, Lorsban 48E,
Ronfos 48 CE, Kruel 15 G, Clorfos
48 NF.
Malatión 121-75-5 Malafin 50 , Fosation 50 LE,
Malathe-50 , Malatop 50,
Nutation 50 EC, Agrian 50.
Benomil 17804-35-2 Point Benomyl, Superlate, Benlate,
Fundazol 50, Benomyl 50
SAUDU.
10
Metomil 16752-77-5 Lannate BR, Methomex 20 LS.

De acuerdo con el de tipo de plaga que ataca, los plaguicidas se ubican


en alguna de las categorías que se muestran en el cuadro 10.3, estas
no son exclusivas o excluyentes, ya que un plaguicida puede actuar
sobre más de un grupo de plagas u organismos; así por ejemplo, un

QUÍMICA AGRÍCOLA 293


Capítulo 10. Agroquímicos de uso fitosanitario

insecticida podría también ser capaz de actuar sobre otros organismos


como los hongos.

Cuadro 10.3. Clasificación de los plaguicidas según la plaga que


combaten.
Tipo de plaguicida Tipo de plaga que ataca
Acaricida Ácaros (garrapatas, arañas, etc.)
Bactericida Bacterias
Fungicidas Hongos
Avicidas Aves
Herbicidas Algas y plantas terrestres y acuáticas
Antibióticos Microorganismos
Insecticidas Insectos (escarabajos, palomillas, pulgas, etc.)
Larvicidas Larvas de insectos
Molusquicidas Moluscos (caracoles de jardín, babosas, etc.)
Nematicidas Nemátodos (gusanos)
Ovicidas Huevecillos de insectos
Pupicidas Pupas de insectos
Rodenticidas Roedores (ratas y ratones)
Fuente: Delaplane (1996); Kulkarni (1986)

Ahora bien, un plaguicida que haya sido efectivo en el combate de una


plaga no significa que continuará teniendo el mismo efecto en el futuro,
porque los organismos poseen la capacidad de crear defensas genética-
mente, las que los hacen resistentes a un determinado agroquímico, por
esta razón comercialmente se investigan nuevos métodos para su comba-
te de manera continua. La resistencia se puede definir como el desarrollo
de la habilidad para tolerar dosis altas de tóxicos, los cuales resultarían
letales a la mayoría de los individuos en una población normal de la misma
especie (Badii y Garza, 2007).

Otro criterio utilizado para clasificar plaguicidas es el mecanismo de acción


del agroquímico. De acuerdo con este, los plaguicidas se clasifican en las
categorías que se enumeran en el cuadro 10.4.

294 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
Cuadro 10.4. Clasificación de los plaguicidas de acuerdo con su
mecanismo de acción.
Tipo de plaguicida Mecanismo de acción
Matan las plantas sobre las que caen, pero
su acción tóxica es de muy poca duración y
De contacto se descomponen rápidamente en sustancias
no fitotóxicas o se evaporan. Solo quema las
partes que moja.
La plaga (insecto) come en el área tratada con
De ingestión
el agroquímico.
Por inhalación Ingresa al sistema respiratorio de la plaga.
Se aplica en forma de aerosol o polvo en
Fumigantes suelos, viviendas, se propaga en áreas
confinadas.
Forma de acción que previene el ataque de la
De acción repelente
plaga.
Se translocan dentro de la planta a través
del sistema vascular (xilema y floema)
luego de ser absorbido por el follaje o las
Sistémicos raíces; permanece dentro de sus tejidos en
concentraciones que no afectan a la planta,
pero que lo hacen suficientemente activo para
mantenerla protegida de insectos.
Previene la germinación o colonización,
principalmente sobre malas hierbas.
Permanecen en el suelo suficiente tiempo para
ir matando las malas hierbas en el momento
De acción residual de su germinación o nacencia; estos productos
no son tóxicos para la planta cultivada o se
descomponen en productos no tóxicos antes
de que esta nazca. Se aplican después de la
siembra del cultivo y antes de su nacencia.
Fuente: Modificado de IRAC (2009).
10
Para facilitar el registro de los plaguicidas en el mundo se ha empleado la
clasificación química. En este sistema, los agroquímicos se clasifican en
familias dependiendo de sus estructuras y grupos funcionales, valiéndose
de criterios uniformes y científicos que permiten hacer una estimación de
la relación entre su identidad química con el grado de persistencia y acti-
vidad. Algunas de las principales familias químicas de los plaguicidas se

QUÍMICA AGRÍCOLA 295


Capítulo 10. Agroquímicos de uso fitosanitario

enumeran en el cuadro 10.5, así como los usos primordiales que tienen. En
la sección 10.3, se describirán con mayor detalle estas familias químicas
de plaguicidas.

Cuadro 10.5. Clasificación de los plaguicidas de acuerdo con la familia


química.
Familia química Uso(s)
Organoclorados Insecticidas, herbicidas, fungicidas.
Organofosforados Insecticidas.
Carbámicos Insecticidas, herbicidas.
Ditiocarbámicos Fungicidas, herbicidas.
Piretroides y peritrinas Insecticidas.
Benzimidazoles Nematicidas, parasitidas.
Benzoil-ureas Insecticidas.

En 1978, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció una cla-


sificación basada en la peligrosidad o grado de toxicidad aguda del pla-
guicida. Este concepto se define como la capacidad del agroquímico de
producir un daño agudo a la salud a través de una o múltiples exposicio-
nes, en un período relativamente corto. La toxicidad se mide a través de la
dosis letal media (DL50) o de la concentración letal media (CL50), la cual es
la estimación estadística de la cantidad de una sustancia tóxica (en mg/
kg) por peso corporal, necesaria para matar al 50% de animales de experi-
mentación (usualmente ratas de laboratorio) en los que se ensaya el efecto
letal de la sustancia, administrándola por vía oral o dérmica, durante un
lapso determinado y seguimiento en un período postexposición. Cuando
la exposición a la sustancia tóxica es a través del aire o el agua se le llama
CL50 y se expresa en mg/L (Ramírez y Lacasaña, 2001). En el cuadro 10.6,
se enumeran las categorías de plaguicidas que se han establecido con
base en este criterio.

296 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
Cuadro 10.6. Clasificación de plaguicidas de acuerdo con su peligrosidad,
según la OMS, expresada en DL50 (mg/kg).
DL50 para ratas (en mg producto/kg de masa
corporal)
Clase Toxicidad
Oral* Dérmico*
Sólidos Líquidos Sólidos Líquidos
Extremadamente
Clase Ia ≤5 ≤ 20 ≤ 10 ≤ 40
tóxicos
Clase Ib Altamente tóxicos 5-50 20-200 10-100 40-400
Moderadamente
Clase II 50-500 200-2000 100-1000 400-4000
tóxicos
Ligeramente
Clase III > 500 > 2000 > 1000 > 4000
tóxicos
* Los términos sólido y líquido se refieren al estado físico del ingrediente activo del
plaguicida.
Fuente: Modificado de IPCS (2005).

Otro criterio de clasificación de plaguicidas es la persistencia: el tiempo de


permanencia o residencia de una especie química en un compartimento
específicamente definido del ambiente (Greenhalg, 1980). La persistencia
de un plaguicida es una característica importante en la determinación de la
probabilidad y el grado de exposición de los organismos a dicha sustancia.
Una manera de evaluar la persistencia del plaguicida es mediante la vida
media (t½) de la sustancia: el lapso de tiempo necesario para que se degra-
de la mitad del compuesto o mezcla aplicada (Ramírez y Lacasaña, 2001).
Para evaluar la vida media del plaguicida se usan las tasas de remoción
provocadas por procesos de degradación químicos, físicos y biológicos.
En el cuadro 10.7, se muestran las categorías de plaguicidas establecidas
en función de la vida media que presentan.

Hace más de veinte años se erradicó el uso del DDT en Costa Rica, en los
Estados Unidos se dejó de utilizar en 1972, aún así es posible encontrarlo
10
hoy día en la leche materna, en suelos y en huevos de aves acuáticas;
científicos alrededor del mundo han descubierto DDT y otros residuos de
plaguicidas en el hielo de la Antártida o en la grasa de pingüinos y focas.
Hallazgos similares a estos y muchos otros han despertado la preocupa-
ción de la comunidad internacional debido a su presencia en el medio.

QUÍMICA AGRÍCOLA 297


Capítulo 10. Agroquímicos de uso fitosanitario

Cuadro 10.7. Clasificación de los plaguicidas según su vida media de


efectividad.
Clase Vida media (t½) Tiempo de
persistencia
No persistente De días hasta 12 semanas 0-3 meses
Moderadamente De 1 a 18 meses 1 mes-1,5 años
persistente
Persistente De varios meses a 20 años 1,5 años-20 años
Permanentes Indefinidamente Mayor de 20 años
Fuente: Ramírez y Lacasaña (2001).

10.3. Descripción de las familias químicas de los


plaguicidas
Las malezas han sido controladas en la mayoría de las sociedades, pri-
mero manualmente y luego mediante el uso de dispositivos mecánicos.
El control químico de malezas se considera de origen reciente, que data
desde la última década del siglo XIX. Sin embargo, literatura antigua indi-
ca que, desde los primeros tiempos, los agricultores aparentemente usa-
ban sustancias naturales y químicos de sencilla formulación para controlar
plantas indeseables en tierras de cultivo, huertos, viñedos y jardines (Smith
y Secoy, 1976).

Los primeros productos químicos usados en control de malezas fueron


compuestos inorgánicos. Por ejemplo, los romanos utilizaban salmuera
(agua con una alta concentración de sal) y una mezcla de sal y cenizas para
esterilizar el suelo, el sulfato de cobre y el arsenito de sodio fueron usados
como herbicidas; el trióxido de arsénico, el clorato de sodio (NaClO3) y
algunas sales de boro se han empleado para la esterilización del suelo;
el sulfamato de amonio (NH4SO3NH2) se usó para el control de arbustos.
Varios inorgánicos aún se usan en el control de malezas y de arbustos,
pero están siendo reemplazados rápidamente por plaguicidas orgánicos.
En ese sentido, la EPA ha implementado fuertes restricciones con respecto
al uso de algunos compuestos inorgánicos debido a su persistencia en el
suelo (Whitacre y Ware, 2004).

298 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
La clasificación de los plaguicidas en función de la estructura molecu-
lar (naturaleza química) involucra la existencia de grupos funcionales, que
confieren las características particulares a cada familia. La naturaleza quí-
mica de los plaguicidas determina su persistencia en el ambiente, la acción
eficaz sobre un determinado organismo y el grado de toxicidad que pueda
desarrollar en el medio. Adicionalmente, le confiere al plaguicida la capa-
cidad de actuar sobre una especie en particular sin afectar a otras bené-
ficas, propiedad que se denomina “selectividad”. Los grupos funcionales
que presentan selectividad son llamados “selectóforos” (Grainge y Ahmed,
1988). La acción de un selectóforo puede darse sobre el metabolismo de
la especie dañina, causando un daño bioquímico, tal como la inhibición
de alguna enzima necesaria para realizar distintos procesos como respira-
ción, alimentación, propagación, síntesis molecular, crecimiento, etc.

La eficacia del ingreso del plaguicida depende tanto de su naturaleza quí-


mica como de las características bioquímicas de la plaga, aunque al día
de hoy no se tiene clara la correlación que pueda establecerse entre la
estructura química del plaguicida y la eficacia de penetración en los tejidos.
Las propiedades físicas y químicas de las sustancias pueden dar una idea
de la facilidad con que los plaguicidas penetran en los tejidos; por ejemplo,
ingredientes activos muy polares no atraviesan las capas lipoides de las
cutículas. En particular, plaguicidas con grupos funcionales que posean
propiedades semejantes a las de aminoácidos o nutrimentos en forma
iónica podrían penetrar con mayor facilidad las membranas y así incorpo-
rarse dentro del metabolismo del organismo.

Organoclorados
Los plaguicidas organoclorados son compuestos orgánicos que pre-
sentan átomos de cloro en su estructura química. Los organoclorados
más conocidos, por ser los primeros, son DDT (sintetizado por Zeidler
en 1874), Heptacloro, Endrín, Dieldrín, Clordano, Mirex y Aldrín, los isó-
meros del HCH (1,2,3,4,5,6-hexaclorociclohexeno), Lindano y Toxafeno. 10
Recientemente se han empleado otros plaguicidas organoclorados como
Clorotalonil, Pentacloronitrobenceno (PCNB), Oxifluorfen y Endosulfán, con
sus isómeros alfa (I), beta (II) y su metabolito Endosulfán sulfato. En la figu-
ra 10.1, se muestran las estructuras químicas de algunos de plaguicidas
organoclorados.

QUÍMICA AGRÍCOLA 299


Capítulo 10. Agroquímicos de uso fitosanitario

Dentro de estos compuestos se distinguen tres grupos (Sánchez y


Sánchez, 1984):

• Derivados halógenos de hidrocarburos alifáticos utilizados como fu-


migantes: Metilbromuro, 1,2-dicloropropano, etc.

• Derivados halogenados de hidrocarburos alicíclicos usados como


insecticidas y fungicidas: HCH, Toxafenol, Clordano, Heptacloro,
Aldrín, Dieldrín, Endrín, etc.

• Derivados halogenados aromáticos: tienen propiedades insectici-


das, acaricidas, herbicidas y fungicidas dependiendo de la natura-
leza del átomo de halógeno, del número de ellos en la molécula
de benceno y de su posición en el anillo: DDT, DDD, Metoxiclor,
Hexaclorobenceno, entre otros.

Esta familia de plaguicidas presenta una alta persistencia en el ambiente y


dentro del tejido adiposo de animales. Los plaguicidas organoclorados son
de amplio espectro, es decir, son sustancias no selectivas que son tóxicas
para una amplia variedad de insectos, hierbas u hongos; en consecuen-
cia, se emplean como insecticidas, acaricidas, fungicidas y herbicidas.
Presentan baja solubilidad en agua, baja presión de vapor, alta estabilidad
y elevada solubilidad en disolventes orgánicos, esto último le facilita acu-
mularse en los tejidos grasos de los organismos vivientes.

Todos los organoclorados tienen mucha persistencia en el ambiente (5


años en promedio), debido principalmente a su estabilidad a la degrada-
ción microbiana. Las dioxinas, moléculas producidas a altas temperaturas
en la combustión de la madera o del material vegetal, también se conside-
ran de la familia de organoclorados.

300 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
Cl
Cl
Cl Cl
Cl

Cl

Cl Cl O Cl
Cl Cl
DDT Dieldrín
Cl Cl
Cl Cl Cl

Cl Cl

Cl Cl Cl
Cl Cl
Mirex

Figura 10.1. Ejemplos de plaguicidas organoclorados.

Organofosforados
Esta familia de plaguicidas corresponde a amidas o ésteres de los áci-
dos fosfórico, tiofosfórico, ditiofosfórico, fosfónico y fosfínico (Sánchez y
Sánchez, 1984). Los plaguicidas organofosforados se caracterizan por te-
ner un espectro de acción menor que el de los organoclorados, con esto
se reduce la eliminación de otros insectos que pueden ser beneficiosos;
son empleados principalmente como insecticidas (algunos también pre-
sentan actividad nematicida, fungicida y herbicida), ya que actúan sobre el
sistema nervioso central de los organismos, provocando parálisis respira-
toria y muerte en pocas horas.

Los organofosforados conforman un grupo muy numeroso, son muy tóxi-


cos y volátiles (esto último limita su persistencia), algunos son sistémicos y
otros, como el glifosato, trabajan por vía dérmica. La toxicidad de los com-
puestos organofosforados en los mamíferos se debe a la fosforilación del 10
ingrediente activo y a la consecuente inhibición de la enzima aceltilcolines-
terasa que favorece la desactivación de la acetilcolina en el sistema ner-
vioso central. Por esta razón, fueron ampliamente utilizados como gases
nerviosos durante la Segunda Guerra Mundial. (Sánchez y Sánchez, 1984).

Estos plaguicidas son menos persistentes que los organoclorados, ya que


presentan menos resistencia a la biodegradación; son compuestos no

QUÍMICA AGRÍCOLA 301


Capítulo 10. Agroquímicos de uso fitosanitario

polares, lo cual implica una baja solubilidad en agua y cierta facilidad para
penetrar tejidos con presencia de lípidos. La polaridad de estos compues-
tos varía de acuerdo con su estructura, esto provoca que algunos sean
solubles en agua y otros en disolventes orgánicos. Los solubles en agua
son de mayor actividad sistémica y frecuentemente son los más usados
para estos fines. En la figura 10.2, se muestran las fórmulas estructurales
de algunos plaguicidas organofosforados.

La estabilidad de los plaguicidas organofosforados varía en función del pH


del medio: a pH alto se descomponen por hidrólisis básica por ataque del
grupo OH- sobre el fósforo, como se muestra en el esquema 10.1, siendo
esta la principal vía de descomposición; a pH inferior a 7,0, pueden expe-
rimentar hidrólisis ácida, en la cual el ion H+ interactúa con los pares libres
del oxígeno, generando una carga positiva sobre este último, lo que provo-
ca el rompimiento del enlace O-R, como se muestra en el esquema 10.1.
Otros medios de destrucción son: la descomposición a temperaturas ma-
yores a 120 °C y la oxidación con permanganato, agua oxigenada y bromo.

CH3 H 3C

O
O
H 3C P O CH3
S
O P
S H 3C O
NO2 O N
N
Metilparatión Diazinón
CH3
CH3
CH3 Cl
O
O
CH3 P Cl
O
O

Diclorvos
Figura 10.2. Estructuras químicas de algunos plaguicidas organofosforados.

302 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
O O- O
RO-
O R2 O
R 1
P R2 O
O P O R1 P R2
O R 1
O O R O
O H
OH- R H

Hidrólisis básica

R+
O O
R1 O O O
P R2 R1 P O
O R2 R1 P R2
O
O O+
H O
O H
R R
+
H
Hidrólisis ácida
Figura 10.3. Hidrólisis básica y ácida de los plaguicidas organofosforados.

Carbámicos y ditiocarbámicos
Son plaguicidas orgánicos sintéticos de la segunda generación; corres-
ponden a ésteres derivados del ácido N-metil carbámico o N,N-dimetil
carbámico, cuyas estructuras se muestran en la figura 10.3. En total, se
reconocen más de 25 sintetizados hasta el momento. En la figura 10.4, se
muestran las estructuras de algunos plaguicidas carbámicos. Aunque se
sintetizan con el principal objetivo de controlar los insectos, también tienen
actividad fungicida, nematicida y herbicida. Esta familia de plaguicidas po-
see un funcionamiento similar al de los plaguicidas organofosforados, es
decir, inhiben la actividad de la acetilcolinesterasa; sin embargo, su per-
sistencia es menor en el organismo, ya que la inhibición es competitiva
porque se sitúa reversiblemente en los sitios activos de la enzima (Sánchez
y Sánchez, 1984).

O O
10
O
H 3C H3C
N OH N OH
H2N OH
H CH3

Acido carbámico Acido N-metil carbámico Acido N,N-dimetil carbámico

Figura 10.4. Estructuras del ácido N-metil carbámico o N,N-dimetil carbámico.

QUÍMICA AGRÍCOLA 303


Capítulo 10. Agroquímicos de uso fitosanitario

CH3
O N
O O O CH3 H

N CH3
H CH3

Carbofurano Carbaryl

CH3
NH O CH3 S O
N CH3
O CH3 H3C O N
CH3
H
Carbanilato de isopropilo Aldicarb
Figura 10.5. Estructuras químicas de algunos plaguicidas carbámicos.

Estos agroquímicos son productos poco solubles en agua, con mayor re-
sistencia a la luz y el calor, si son comparados con plaguicidas organofos-
forados. Sin embargo, aunque con menor facilidad, también se hidrolizan
en medios básicos, como se describe en la ecuación 10.1.

O
H
R3 H2O
R
N O R N + CO2 + R3 OH (Re. 10.1)
OH-
R2
R2

Este grupo de plaguicidas presenta algunas ventajas frente a los compues-


tos organofosforados como son su eficacia contra insectos resistentes a
estos últimos y su mayor seguridad de manejo, pero también evidencia
desventajas, pues son de producción más difícil, más caros y de mayor
toxicidad frente a los insectos polinizadores (Sánchez y Sánchez, 1984).

Los plaguicidas ditiocarbámicos son compuestos químicos análogos a los


carbamatos, en los que los átomos de oxígeno se sustituyen por átomos
de azufre, como se muestra en la figura 10.5. Estos se utilizan como fun-
gicidas y herbicidas.

304 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
S S

NH NH S
S S
Zn Na S- NH S- Na+
Mn
+

NH Na+

NH S S
NH S

S Zineb S Maneb Nabam


Figura 10.6. Estructuras de algunos plaguicidas ditiocarbámicos.

Piretrinas y piretroides
Las piretrinas son una mezcla de compuestos orgánicos presentes en flo-
res de las plantas del género Chrysanthemum, un 20-25% de su peso
seco está formado por piretrinas. Estos plaguicidas son utilizados desde
el año 1800; pertenecen al grupo de los denominados plaguicidas de la
tercera generación (Casida, 1980).

Se han identificado seis sustancias naturales de actividad insecticida deri-


vadas del piretro (Chrysanthemum cinerariaefolium), divididas en dos gru-
pos, la piretrina I, la cinerina I y la jasmolina I son ésteres del ácido crisan-
témico pertenecientes al grupo de las piretrinas I. Por otra parte, la piretrina
II, cinerina II y la jasmolina II son ésteres del ácido pirétrico que pertenecen
al grupo de las piretrinas II (Casida, 1980). En la figura 10.6 se muestran las
estructuras básicas de las piretrinas.

Por su parte, los piretroides son sustancias sintetizadas químicamente,


molecularmente semejantes a las piretrinas, pero de mayor toxicidad para
insectos y mamíferos, que además permanecen por más tiempo en el me-
dio. La obtención de piretroides se remonta a la fabricación de la aletrina
en 1949, desde entonces se han sintetizado más de 1000 piretroides sinté-
ticos, dentro de los cuales el más conocido es la permetrina un insecticida
y acaricida que, además, dentro de la estructura incluye átomos de cloro y
anillos bencénicos, como se muestra en la figura 10.7. 10
Las piretrinas pueden ser mezcladas con adyuvantes llamados “sinergis-
tas” que aumentan su toxicidad, pues inhiben la degradación enzimática
del piretroide, lo que resulta en una mayor persistencia en insectos y una
mayor potencia (Casida, 1980). El tiempo de residencia de estas moléculas
es muy bajo, de 1-2 días en la atmósfera.

QUÍMICA AGRÍCOLA 305


Capítulo 10. Agroquímicos de uso fitosanitario

Las piretrinas se usan para controlar una amplia variedad de insectos


(mosquitos, orugas, escarabajos, piojos, garrapatas, etc.) en hogares, in-
vernaderos, granjas; también, en productos fitosanitarios para controlar
plagas en animales domésticos como el ganado. El uso de los piretroides
se ha extendido debido a su baja residualidad, bioacumulación y carci-
nogénesis (a diferencia de los organoclorados); adicionalmente, su rápida
biotransformación por hidrólisis de ésteres, hidroxilación, o ambas, hace
que tengan un bajo efecto tóxico en organismos no considerados plaga y
en mamíferos (Jaramillo, 1990). Las piretrinas y piretroides son compues-
tos fácilmente oxidados por la radiación ultravioleta; cuando se encuentran
en el suelo, se fija fuertemente a los coloides, por lo cual es poco móvil y
no contamina los mantos acuíferos. Se ha reconocido su extremado efecto
tóxico sobre los peces, por lo cual se evita la utilización sobre cuerpos de
agua con presencia de vida acuática (Jaramillo, 1990).

CH3
H 3C H3C CH3
O O
O O

O
H3C O
CH3 H3C
H 3C CH3 CH3
H3C
CH2

Piretrina I Cinerina I

H 3C CH3

O O

O
H 3C
O CH3
H3C CH2
O

Piretrina II

Figura 10.7. Estructuras básicas de las piretrinas.

H3C CH3
Cl

O
Cl O
O
Figura 10.8. Estructura básica de la permetrina.

306 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
Benzimidazoles
Los plaguicidas benzimidazoles son hidrocarburos aromáticos y heterocí-
clicos caracterizados por la fusión de benceno e imidazol. Son regularmen-
te empleados como fungicidas y durante el transporte poscosecha, lue-
go de la introducción de los plaguicidas de segunda generación. Algunos
ejemplos son el benomil, carbendazina y tiabendazol, cuyas estructuras se
muestran en la figura 10.9.

O CH3
N O
N N H
N N
H N H H
S N O
N NH
O H3C O

Tiabendazol Benomil CH3 Carbendazina

Figura 10.9. Estructuras básicas de algunos plaguicidas benzimidazoles.

La estructura química de la molécula del plaguicida determina la facilidad


con que se pueda romper en los puntos débiles, por ejemplo, dobles en-
laces, grupos éter, grupos éster, átomos de nitrógeno, fósforo y oxígeno,
la existencia de enlaces sulfhidrilo. Por el contrario, la presencia de anillos
bencénicos, de átomos de cloro u otro halógeno (bromo, flúor) y altas rela-
ciones carbono nitrógeno (C/N), pueden provocar que las moléculas sean
más resistentes.

Benzoilureas
Los benzoilureas constituyen una clase de insecticidas derivados de la
benzoilurea [C8H8N2O2], cuya estructura se muestra en la figura 10.9. Las
benzoilureas funcionan como reguladores del crecimiento de los insectos,
actúan sobre los estados larvales de la mayoría de los insectos inhibiendo 10
la síntesis de la quitina. A diferencia de otros plaguicidas que atacan el sis-
tema nervioso del insecto, las benzoilureas son ingeridos por los insectos
y, una vez dentro del organismo, interfieren sobre la síntesis de la quitina.
Se usan como insecticidas o acaricidas (Ware y Whitacre, 2004).

En el año 1978 fue introducida la primera benzoilurea, el triflumurón, cuya


estructura se muestra en la figura 10.9. Desde entonces, se han sintetizado

QUÍMICA AGRÍCOLA 307


Capítulo 10. Agroquímicos de uso fitosanitario

un número amplio de ellos; en la figura 10.10, se muestran las estructuras


del linurón y del lufenurón.

O H O H
H N N O F
N N F
H O Cl H O F

Benzoilurea Triflumurón

CH3 H
H
H3C N N Cl Cl O N
O F
F F F
O F N O
Cl
F H
H O
F
Linurón Cl

Lufenurón

Figura 10.10. Estructuras químicas de la benzoilurea y algunos plaguicidas


derivados de ella.

10.4. Formulaciones de plaguicidas


La mayoría de los plaguicidas no se aplican en su forma pura, sino for-
mando parte de mezclas denominadas formulaciones, en las que el ingre-
diente activo se combina con otros materiales para facilitar su aplicación,
incrementar su utilidad y eficacia (FAO, 2003). Un esquema sencillo de una
formulación se muestra en la figura 10.11.

Composición general de una formulación

Ingredientes inertes Aditivos

Ingrediente activo Coadyuvantes

Figura 10.11. Composición general de una formulación de plaguicida.

308 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
Las formulaciones incluyen varios componentes:

a) El ingrediente activo es la sustancia que presenta actividad plagui-


cida; puede ser de origen orgánico o inorgánico, natural, sintético o
biológico. Se busca que el ingrediente activo tenga un conjunto de
atributos como eficacia y selectividad en contra de la plaga, persis-
tencia en el ambiente (la baja persistencia en el ambiente no garanti-
za una efectiva acción sobre las plagas), menor toxicidad para el ser
humano y especies benéficas (altas toxicidades pueden provocar la
esterilización y hasta su muerte), uso de dosis bajas (lo contrario im-
plica la creación de defensas y una mayor exposición de los cultivos
o de los trabajadores a los plaguicidas), etc. Los principios activos
se obtienen en la industria química con un grado de pureza entre el
75 y el 90%; en general, estos constituyen una pequeña proporción
del producto final que se vende al agricultor porque la mayoría de las
sustancias químicas plaguicidas logran su efecto en dosis muy pe-
queñas, que a veces representan unos pocos gramos de ingredien-
te activo por hectárea de cultivo (Sánchez y Sánchez, 1984); como
esas cantidades diminutas no se pueden medir con precisión y dis-
tribuir con uniformidad en el campo, lo que se hace es acondicionar
esos productos para su empleo en una formulación que pueda ser
bien utilizada de forma directa o dispersada en el agua. (Sánchez y
Sánchez, 1984).

b) Los ingredientes inertes son materiales de relleno que, junto con los
ingredientes activos, permiten modificar las características de dosifi-
cación o de aplicación.

c) Los coadyuvantes o excipientes (estabilizantes, dispersantes, agluti-


nantes, etc.) son componentes que tienen la capacidad de modificar
las propiedades físicas y químicas de los ingredientes activos.

d) Los aditivos son sustancias (colorantes, repulsivos, eméticos) que se


añaden a la formulación para cumplir prescripciones reglamentarias, 10
normativas, gubernamentales, etc., pero que no tienen influencia en
la eficacia del producto.

Las formulaciones no son preparadas por las industrias químicas que sin-
tetizan los principios activos, sino por otro tipo de empresas, denominadas
formuladoras, que los mezclan con los otros componentes. Las formula-
ciones pueden contener varios ingredientes activos de forma simultánea;

QUÍMICA AGRÍCOLA 309


Capítulo 10. Agroquímicos de uso fitosanitario

no obstante, las sustancias en la mezcla no deben reaccionar durante el


almacenamiento o durante su aplicación, ya que podrían perder sus pro-
piedades. Por ello es importante conocer las propiedades químicas y físi-
cas de los ingredientes activos y del material de relleno, de forma que se
realicen las previsiones para que entre ellos no ocurran reacciones que
provoquen la inestabilidad física de la mezcla o la inactivación del ingre-
diente activo.

La sustancia más abundante en las formulaciones se denomina fase dis-


persante, y se conoce por términos como disolvente, diluente, diluyente,
vehículo, entre otros. Esta fase dispersante por lo general es agua (fase
acuosa), o algún disolvente no polar de característica aceitosa (fase orgá-
nica). En el caso de las formulaciones sólidas, la fase dispersante corres-
ponde a carbonatos, dolomitas, diatomeas, zeolitas, carbón, sílice, talco,
caolín, pirofilita o cualquier material de relleno que sirva como vehículo de
soporte o portador para el ingrediente activo. Por su parte, los ingredientes
activos, que se encuentran en menor proporción, constituyen la fase dis-
persa de las formulaciones y son también denominados solutos.

Sólidas

Líquidas de Sólidas para


carácter dual dispersión

Formulaciones

Sólidas para
Suspensiones
disolución

Líquidas para
Líquidas
dispersión

Figura 10.12. División de formulaciones según la presentación comercial.


Fuente: Modificado de FAO (2004).

En el mercado existen diferentes tipos de formulaciones, predominan


aquellas en fase líquida o sólida, como se detalla en la figura 10.11; dentro
de las líquidas se encuentran las líquidas simples, las disoluciones para

310 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
la dispersión, las emulsiones, las suspensiones y las líquidas de carácter
dual, cada una con propiedades físicas diferentes. A continuación, se des-
criben en detalle estos tipos de formulaciones.

Formulaciones en fase líquida


Las formulaciones en fase líquida se subdividen en varias categorías, como
se muestra en la figura 10.13. Las formulaciones “líquidas” presentan cua-
tro categorías: a) disoluciones concentradas solubles (SL), que son líquidos
homogéneos de color claro u opalescente, exentos de materia suspen-
dida o de sedimentos, que son luego diluidos antes de su aplicación; b)
disoluciones desinfectantes de semillas vía húmeda (LS), correspondien-
tes a disoluciones claras u opalescentes, libres de materia suspendida y
de sedimento visibles, para aplicarlas directamente sobre las semillas, o
luego de ser diluidas con agua; c) líquidos miscibles en aceite (OL), que
no presentan materia suspendida ni sedimentos, diseñados aplicarse una
vez diluidos en un disolvente orgánico; d) suspensiones para aplicación en
equipos que trabajan a ultra bajo volumen (UL), son formulaciones esta-
bles y homogéneas, poseen requisitos variables según la formulación y la
técnica de aplicación.

Formulaciones en
fase líquida

Disoluciones Líquidas de
Líquidas Emulsiones Suspensiones
para dispersión carácter dual

SL EC EW SC SE

LS DC ES FS

OL ME CS
10

UL OD

Figura 10.13. Clasificación de las formulaciones en fase líquida.


Fuente: Modificado de FAO (2004).

QUÍMICA AGRÍCOLA 311


Capítulo 10. Agroquímicos de uso fitosanitario

Las disoluciones para dispersión se dividen en concentrados emulsifica-


bles (EC), los cuales son formulaciones líquidas homogéneas para aplicar
como emulsiones después de diluirse en agua, y los concentrados dis-
persables (DC), que se aplican como dispersiones. Ambas son líquidos
homogéneos estables, sin materia suspendida y sin sedimentos visibles.

Por su parte, las emulsiones se dividen en las siguientes tres categorías:


a) las emulsiones aceite en agua (EW), las cuales consisten en una diso-
lución del plaguicida en un líquido orgánico dispersado como glóbulos
finos en una fase acuosa continua. Este tipo de emulsiones son sistemas
meta estables, por lo que podría ser necesario que después del trans-
porte o almacenamiento sea necesario rehomogeneizar la formulación;
b) la emulsión para tratamiento de semillas (ES) es una dispersión estable
para aplicarse a la semilla, ya sea directamente o después de su dilución;
c) las microemulsiones (ME) son mezclas de agua y de componentes in-
solubles y solubles en agua, que forman un líquido visualmente homogé-
neo y transparente. Puede contener más de un ingrediente activo dentro
de la fase acuosa (polar), en la fase oleosa (no polar) o en ambas fases.
Estas se dispersan en agua para formar emulsiones convencionales o
microemulsiones diluidas. Una de las mayores ventajas de las microe-
mulsiones es que son termodinámicamente estables dentro de rangos
cortos de temperatura, lo cual las asemeja parcialmente a las formulacio-
nes de concentrados solubles (SL).

Las suspensiones se dividen en cuatro categorías, a saber: a) en las sus-


pensiones concentradas (SC), el ingrediente activo se encuentra en fase
acuosa, consta de una suspensión de finas partículas que, luego de una
suave agitación, queda homogénea y apta para ser diluida en agua; b)
las suspensiones acuosas para tratamiento de semillas (FS) consisten en
suspensiones estables para aplicación directa a semillas o después de su
dilución; c) las suspensiones acuosas de encapsulado (CS) corresponden
a suspensiones estables de ingredientes activos microencapsulados en
una fase continua acuosa, sus propiedades son semejantes a otras di-
soluciones, pero el congelamiento puede producir fallas en las cápsulas
por motivo de la cristalización, lo cual genera potencialmente pérdida del
ingrediente activo; d) las suspensiones concentradas en base aceite, o
dispersión oleosa (OD), consisten en mezclas meta estables, similares a
EW y SC, en la que los ingredientes activos disueltos están estables en
un fluido orgánico; este tipo de disolución es difícil de dispersar antes de
diluirse en agua.

312 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
La Suspo-emulsión (SE) es una formulación heterogénea fluida que consta
de una dispersión estable de ingredientes activos en forma de partículas
sólidas y de glóbulos finos, en una fase acuosa continua. Es un tipo de for-
mulación líquida de carácter dual, caracterizada por una mezcla de ingre-
dientes activos insolubles en agua, dispersos en una disolución acuosa en
la que una fracción de los ingredientes activos está en emulsión y la otra en
suspensión. El uso de estas disoluciones previene las incompatibilidades
al mezclar más de un ingrediente activo, a pesar de la versatilidad del uso,
la estabilidad es limitada y siempre debe comprobarse antes de aplicar.

Formulaciones en fase sólida


Las formulaciones sólidas se pueden dividir en tres categorías: sólidas, só-
lidas para dispersión y sólidas para disolución, como se muestra en la figu-
ra 10.13. Al igual que las líquidas, las formulaciones sólidas de uso en seco
no deben presentar objetos extraños visibles o grumos duros; además,
deben fluir libremente. Los polvos secos (DP) son sólidos finos de uso con-
vencional y los “DS” son polvos finos secos diseñados para el tratamiento
específico de semillas. Los productos granulados (GR) se aplican de forma
mecánica en seco con la peculiaridad de no generar pulvurulencia. Las
tabletas secas de aplicación directa (DT) están pensadas para su uso en el
campo sin necesidad de predisolución ni dispersión, con formas redondas
y de caras planas o convexas, poco anchas.

Las formulaciones sólidas para dispersión están diseñadas para ser dis-
persadas en agua previo a su aplicación, se anteceden con la letra W
(del vocablo inglés wettable). En ausencia de agua o algún otro disolvente,
ninguna de las formulaciones sólidas debe formar pastas que intervengan
en la fabricación, o que comprometan la integridad del producto durante
el almacenamiento. Los polvos mojables (WP) y los polvos dispersables en
agua para tratamiento de semillas (WS) son formulaciones de polvo fino
que deben estar libres de cuerpos extraños visibles y de grumos duros.
Por otro lado, los gránulos dispersables en agua (WG) se fabrican con dis- 10
tintos tamaños y se aplican después de su división y dispersión en agua,
empleando equipo de aplicación convencional. Las tabletas dispersables
en agua (WT) son productos preformados que se aplican después de la
desintegración y dispersión en agua. Los gránulos emulsificables (EG) son
sólidos aplicados en una emulsión convencional en la cual el ingrediente
activo se ha disuelto en agua, o predisuelto en fase orgánica, antes de

QUÍMICA AGRÍCOLA 313


Capítulo 10. Agroquímicos de uso fitosanitario

mezclarse en su totalidad. Los polvos emulsificables (EP) corresponden a


productos aplicados como emulsión aceite-agua, pudiendo contener más
de un ingrediente activo.

Las formulaciones sólidas para disolución se dividen en polvos solubles


(SP) y los polvos solubles para tratamiento de semillas (SS), los cuales for-
man disoluciones totalmente homogéneas al disolver el ingrediente activo.
A diferencia de los gránulos solubles en agua (WG), poseen un tamaño
mayor de los polvos, pero debiendo fluir libremente. Las tabletas solubles
en agua (ST), así como las WT, son productos preformados, con confi-
guración y tamaño uniforme, generalmente redondas, con caras planas
o convexas. Las ST están diseñadas para administrarse con equipo de
aplicación convencional después de su disolución en agua y contienen un
ingrediente activo que es totalmente soluble en agua en concentraciones
que corresponden a las dosis de uso.

Formulaciones
en fase líquida

Sólidas para Sólidas para


Sólidas
dispersión disolución

DP WP SP

DS WS SS

GR WG WG

DT WT ST

EG

EP

Figura 10.14. Clasificación de las formulaciones en fase sólida.


Fuente: Modificado de FAO (2004).

Independientemente del tipo de formulación, líquida o sólida, la mayoría


debe disolverse o dispersarse en agua, ya sea mediante emulsiones o
aplicando agentes estabilizantes, no es un requisito imprescindible que el

314 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
ingrediente activo sea hidrosoluble. Para su aplicación se pueden usar mo-
chilas de aspersión, avionetas con sistemas de aspersión o un sistema de
fertirrigación. Sin embargo, el empleo de aspersión líquida genera mayores
riesgos ambientales y toxicológicos, ya que en el proceso de nebulización
forma pequeñas partículas capaces de viajar largas distancias y acceder
al sistema respiratorio, dérmico y digestivo del ser humano.

10.5. Tipos de pruebas físicas realizadas a los


plaguicidas
Las formulaciones presentan distintas propiedades físicas como densidad,
tensión superficial, volatilización, fragmentación, adhesividad, dispersión,
fluidez y solubilidad. Existe un ensayo predeterminado para cada propie-
dad física de interés, como se detalla en la figura 10.15.

Pruebas físicas
de plaguicidas

Densidad

Tensión
superficial

Volatilización

Granulométricas,
fragmentación
y adhesividad

Dispersión

10
Flujo

Solución y
disolución

Figura 10.15. Pruebas físicas de uso general en formulaciones de plaguicidas


Fuente: Adaptado de FAO (2004).

QUÍMICA AGRÍCOLA 315


Capítulo 10. Agroquímicos de uso fitosanitario

La densidad es la relación entre la masa de una sustancia y el volumen


que ocupa; se puede reportar en gramos por litro (g/L o g L-1), gramos por
centímetro cúbico (g/cm3 o g cm-3), gramos por mililitro (g/mL o g mL-1),
kilogramo por metro cúbico (kg/m3 o kg m-3).

Las diferencias de densidad permiten diferenciar las sustancias. Por ejem-


plo, en una mezcla heterogénea de dos sustancias líquidas, la más densa
se ubica en la parte inferior del recipiente, en tanto la menos densa en la
parte superior. La densidad permite suministrar información para el emba-
laje, el transporte, el almacenamiento y la aplicación de las formulaciones.
Cuando se aplican sólidos, es más práctico conocer su densidad y volu-
men para deducir la masa aplicada (m = ρ x v), así no es necesario estar
realizando determinaciones de masa (peso) con balanzas en el campo.

La tensión superficial de un líquido es la cantidad de energía necesaria para


aumentar su superficie por unidad de área; esta propiedad es útil para pre-
decir si los sólidos dispersables o solubles se pueden humedecer con re-
lativa velocidad, y que sea posible la mezcla con el agua de esta forma.
Además, es útil para regular la formación de espuma y su persistencia en
los tanques de aplicación al momento de la disolución de líquidos o sólidos.

En la agricultura a menudo se recurre a la pulverización para aplicar pla-


guicidas en suelo, cultivos, malezas, etc. Es un proceso mecánico de ge-
neración de un número elevado de pequeñas gotas de una mezcla líquida
(conocido como coctel o caldo) colocada en el tanque de una máquina de
aspersión. Durante la pulverización es posible que las pequeñas gotitas
formadas pasen a la fase gaseosa; por lo tanto, otras dos propiedades
estudiadas son la volatilización y la evaporación, en especial para formu-
laciones líquidas de volumen ultra bajo (UL). La volatilización (sublimación)
es el cambio de estado de sólido a gaseoso, sin pasar por el líquido, en
tanto la evaporación es el proceso por el cual las moléculas de un líquido
abandonan su superficie y pasan a la fase de vapor.

En las formulaciones de polvos, gránulos, tabletas solubles y suspensio-


nes, la granulometría, la fragmentación y la adhesividad son útiles para: a)
limitar la cantidad de partículas insolubles capaces de obturar las boquillas
de los sistemas de aplicación por aspersión; b) la segregación en mezclas
sólidas heterogéneas; c) minimizar el grado de pulvurencia (cantidad de
polvo producido); d) asegurar la integridad de los sólidos y la adherencia
a los sitios de aplicación. Paralelamente, la dispersión permite garantizar
que el formulado se disperse en agua o que los sólidos se desintegren

316 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
fácilmente, además de asegurar mayores grados de homogeneidad de las
mezclas y maximizar su nivel de efectividad.

El flujo (cantidad de fluido que pasa en una unidad de tiempo) permite


medir la facilidad con la que un sólido se transporta libremente en lugar de
aglutinarse dentro de maquinarias o envases. En el caso de las emulsio-
nes, el flujo mide la capacidad que tienen estas de ser vertidas o vaciadas.

Finalmente, la disolución (solución) y los principios que gobiernan este


proceso permiten una adecuada planificación a la hora de combinar sus-
tancias en una formulación, previniendo la precipitación de uno o más
componentes. Las formulaciones solubles en agua (hidrosolubles) deben
mezclarse para conformar disoluciones homogéneas rápidamente; por
otra parte, se pretende establecer si las sustancias potencialmente podrán
formar reacciones con los recipientes de almacenamiento o los utilizados
durante la aplicación.

Las sustancias solubles en agua y estables en concentraciones adecua-


das son de carácter sistémico, mientras que las moléculas que son no
polares (lipofílicas) se bioacumulan o se pueden biomagnificar a través de
la cadena trófica. La presencia de cadenas largas de carbonos, de anillos
aromáticos y estructura molecular simétrica favorecen la naturaleza no po-
lar (liposoluble) de un plaguicida, por lo que es más soluble en disolventes
de tipo orgánico.

10.6. Aspectos toxicológicos de los plaguicidas


Los químicos, biólogos, médicos y profesionales de otras ramas afines
se abocaron al estudio de los plaguicidas, principalmente, luego de la
Segunda Guerra Mundial, época en la que se comenzaron a usar los pla-
guicidas orgánicos sintéticos en la agricultura, además del incremento en
su demanda a nivel mundial.
10
La EPA clasificó a los plaguicidas en cuatro generaciones, en función de
la época en que se incluyeron en el mercado y de sus características. En
el cuadro 10.8 se anotan tales categorías: las primeras más tóxicas y per-
sistentes y las últimas de mayor solubilidad en agua y menor persistencia.

QUÍMICA AGRÍCOLA 317


Capítulo 10. Agroquímicos de uso fitosanitario

Cuadro 10.8. Cronología del uso de los plaguicidas.


Generación Tipo de plaguicidas Época de introducción
Inorgánicos
(mercúricos, arseniatos),
orgánicos naturales
Primera (nicotina, piretrinas, Antigüedad
rotenonas), orgánicos
minerales (aceite
mineral).
Organoclorados,
organofosforados,
Segunda 1954-1955
carbamatos y
piretroides.
Microbianos y
Tercera 1970-1980
feromonas.
Cuarta Hormonas juveniles. 1900-presente

El Convenio de Estocolmo, promovido por el Programa de las Naciones


Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), firmado en 2001, busca contro-
lar el uso de los contaminantes orgánicos persistentes (COPs), dioxianas y
furanos. Aunque esta herramienta es muy útil, no existe una base científica
exacta y uniforme que distinga a los plaguicidas según esta categoriza-
ción, posiblemente porque la permanencia de cada sustancia en el medio
depende de las condiciones climáticas, de la naturaleza química de la sus-
tancia y del tipo de formulación empleada. Los plaguicidas comprenden
un grupo muy diverso de sustancias, con propiedades particulares, que se
sintetizan con el fin de actuar selectivamente y con el mayor grado de per-
manencia para asegurar un contacto más eficaz con el organismo intruso.

La aplicación desmedida, irracional, inadecuada o empírica de plaguici-


das, en particular de los más tóxicos y persistentes, puede provocar la
contaminación del suelo, aire y fuentes de agua, que a su vez genera in-
toxicaciones en animales y humanos. En ese sentido, la clasificación por
toxicidad se convierte en una herramienta útil para el manejo y el segui-
miento epidemiológico de las intoxicaciones por plaguicidas; sin embargo,
no existe una herramienta única y uniforme que prediga el tipo de toxicidad
según la familia química. La Organización Mundial de la Salud (OMS) agru-
pa a los plaguicidas según su dosis letal media y los asigna a un grupo
específico conforme a su peligrosidad, la cual depende de la capacidad
de producir daño agudo a la salud por una o varias exposiciones en un

318 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
tiempo reducido. En el cuadro 10.6, se detallan las categorías de plaguici-
das de acuerdo con su peligrosidad.

En el cuadro 10.9, se enumeran doce plaguicidas considerados extrema-


damente peligrosos, que en conjunto son conocidos como la “docena su-
cia”, y son sujeto de una política que pretende la erradicación de su uso.
A ese número inicial de doce plaguicidas de la docena sucia se le han ido
añadiendo otros, en la actualidad son 18 (Red de Acción en Plaguicidas,
2009).

La “Campaña de la Docena Sucia”, concebida como un instrumento de


educación popular sobre el riesgo del uso indiscriminado de plaguicidas,
ha sido desarrollada por el PNUMA y enfoca la atención sobre los doce
plaguicidas del cuadro 10.10. Esta tiene el propósito de:

• Considerar como factores más importantes a la salud humana y la


calidad del ambiente, comparadas con el uso y la comercialización
de los plaguicidas.

• Tratar de erradicar el uso de los plaguicidas de la Docena Sucia,


dentro de los países en donde no existan condiciones apropiadas
que protejan al ser humano.

• Hacer llegar toda la información técnica necesaria sobre la salud y la


seguridad de las personas.

• Fortalecer la investigación y el uso de métodos de control de plagas,


enfocados a reducir o eliminar el uso de los plaguicidas peligrosos.

Por su parte, desde el año 1985, la Red de Acción en Plaguicidas


(Pesticides Action Network, PAN, por sus siglas en inglés) se ha dedicado
a trabajar en la “Campaña contra la Docena Sucia”. Como consecuencia
de una intensa presión ejercida sobre los gobiernos, y junto a un trabajo
sistemático en educación popular, en América Latina se ha logrado pro-
hibir la importación y uso de estos plaguicidas en Ecuador, Colombia y
Costa Rica. La Organización Mundial de la Salud (OMS), con otras muchas 10
organizaciones no gubernamentales (ONG), desarrolló acciones de apoyo
a esta campaña, por la cantidad de intoxicaciones y muertes que estos
plaguicidas han provocado.

La concentración máxima de un residuo de plaguicida que se permite o re-


conoce legalmente como aceptable en o sobre un alimento, producto agrí-
cola o alimento para animales se denomina Límite Máximo para Residuos

QUÍMICA AGRÍCOLA 319


Capítulo 10. Agroquímicos de uso fitosanitario

(LMR) (FAO, 2003); se expresa en miligramos del tóxico por kilogramo de


peso corporal por día (mg/kg/día).

Conforme a la ingestión diaria admisible (IDA), se establecen los LMR en


alimentos vegetales o procesados. Estos LMR indican que, al consumirse
diariamente la dosis máxima durante toda la vida, no aparecen riesgos
importantes para el consumidor, basado en todos los hechos conocidos
hasta el momento. Los LMR son de índole legal que se ponen tan bajos
como sea posible para fines administrativos, no constituyen límites toxico-
lógicos de seguridad, y cuando se viola un rango límite, se está violentan-
do una ley, por lo tanto se deben tomar medidas.

Los LMR son criticados porque se determinan según estudios crónicos y


subcrónicos en animales como ratas, conejos y perros. Además, no siem-
pre se consumen alimentos con los parámetros superiores a los estableci-
dos y los rangos incorporan un factor de seguridad.

Cuadro 10.9. Lista inicial de plaguicidas de la Docena Sucia.


Nombre común o
Plaguicida Familia química Clasificación
comercial
Diclorodifenil
DDT Organoclorado Clase Ia
tricloroetano
Lindano Gamesán Organoclorado Clase Ia
Los drines Aldrin, Dieldrín, Endrín Organoclorado Clase Ia
Clordano/ Aspon, Niran, Belt,
Organoclorado Clase Ia
Heptacloro Corodan
Paration Metil paratión Organofosforado Clase Ia
Paraquat Gramoxone Dipiridilo Clase Ia
Tributon 60, Tordon Ácido
2,4,5-T Clase Ia
Basal, Tordon 225e clorofenoxílico
Pentaclorofenol PCB Organoclorado Clase Ia
DBCP Dibromocloropropano Organoclorado Clase Ia
EDB Dibromuro de etileno Organoclorado Clase Ia
Canfecloro Toxafeno Organoclorado Clase Ia
Cloridimeformo CDF, Galecron, Acaron Formamidina Clase Ia

320 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
Ejercicios de autoevaluación

Explique, según la EPA, qué es una plaga. Defina con sus palabras qué
es un plaguicida.

1. Distinga entre nombre comercial, nombre común y nombre científico.

2. Enumere cuántas formas existen para clasificar a los plaguicidas.

3. Mencione cuál información provee el número CAS.

4. Complete el siguiente pareo:

Tipo de plaguicida Plaga que combate


1. Ovicidas ( ) Roedores (ratas y ratones)
2. Fungicidas ( ) Microorganismos
3. Herbicidas ( ) Hongos
4. Rodenticidas ( ) Algas y plantas terrestres y acuáticas
5. Antibióticos ( ) Huevecillos de insectos

5. Describa brevemente el mecanismo de acción de un plaguicida de


contacto y uno sistémico.

6. Enumere las familias químicas de plaguicidas.

7. Mencione cuál es el tiempo de persistencia de un plaguicida consi-


derado permanente. 10
8. Explique cuál es el criterio que se utiliza para clasificar los plaguici-
das en función de su naturaleza química.

9. Describa la característica estructural que distingue a los plaguicidas


organoclorados. Cite los usos de estos plaguicidas.

QUÍMICA AGRÍCOLA 321


Capítulo 10. Agroquímicos de uso fitosanitario

10. Mencione cuál es grupo funcional que caracteriza a los organofos-


forados. Explique el principal medio de destrucción que se emplea
para los plaguicidas organofosforados.

11. Explique cómo actúan los plaguicidas carbámicos y ditiocarbámi-


cos. Mencione la diferencia estructural entre un plaguicida carbámi-
co y uno ditiocarbámico.

12. Describa qué son las piretrinas y lo piretroide y cite su utilidad.

13. De acuerdo con los benzimidazoles, enumere ejemplos de grupos


funcionales que pueden provocar la desestabilización de la estructu-
ra química, y ejemplos de otros grupos que la fortalecen.

14. Dibuje la estructura de la benzoilurea e identifique el grupo urea en


ella. Explique cómo actúan las benzoilureas.

15. Describa la función de los componentes típicos de las formulaciones.

16. Mencione una diferencia general entre las formulaciones líqui-


das y sólidas. Cite las semejanzas que poseen ambos tipos de
formulaciones.

17. Enumere algunas propiedades físicas de las formulaciones.

18. Describa qué es la docena sucia.

19. Explique qué son los LMR.

322 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
Respuestas

1. Una plaga es un organismo viviente que ocurre cuando no se busca


o que causa daño a los cultivos, a los humanos o a otros animales.
Un plaguicida es una sustancia o mezcla de sustancias destinadas
a matar, repeler, atraer, regular o interrumpir el crecimiento de seres
vivos considerados plaga.

2. Nombre comercial: nombre que el fabricante le asigna al producto


formulado, con el que aparece en la etiqueta del producto. Nombre
común: corresponde al nombre que se le asigna al ingrediente activo
del plaguicida. Nombre químico: se usa para describir la estructura
química del ingrediente activo del plaguicida.

3. Son siete: a) por el tipo de plaga sobre la que actúan, b) el me-


canismo de acción, c) clasificación (familia) química, d) el grado de
toxicidad (peligrosidad), e) la persistencia, f) el tipo de presentación
comercial, g) tipo de generación.

4. El número CAS, el cual es único para cada ingrediente activo, permi-


te identificar a la sustancia en cuestión, así como sus propiedades
fisicoquímicas, grado de toxicidad, cuidados que hay que tener al
manipularlo, persistencia, etc.

5. Pareo:

Tipo de plaguicida Plaga que combate


1. Ovicidas ( 4) Roedores (ratas y ratones)
2. Fungicidas ( 5 ) Microorganismos
3. Herbicidas ( 2 ) Hongos 10
4. Rodenticidas ( 3 ) Algas y plantas terrestres y acuáticas
5. Antibióticos ( 1 ) Huevecillos de insectos

6. El plaguicida de contacto mata las plantas sobre las que cae, su ac-
ción tóxica es de muy poca duración y se descompone rápidamente

QUÍMICA AGRÍCOLA 323


Capítulo 11. Contaminación ambiental

o se evapora. El plaguicida sistémico se transloca dentro de la planta


a través del sistema vascular (xilema y floema), luego de ser absor-
bido por el follaje o las raíces; permanece dentro de sus tejidos en
concentraciones que no afectan a la planta, pero que lo hacen sufi-
cientemente activo para mantenerla protegida de insectos.

7. Organoclorados, organofosforados, carbámicos, piretroides y pire-


trinas, benzimidazoles, benzoilureas.

8. Mayor a 20 años.

9. La existencia de grupos funcionales que son los que le confieren las


características particulares a cada familia.

10. La presencia de átomos de cloro en su estructura. Son de amplio


espectro, es decir, son sustancias no selectivas que son tóxicas
para una amplia variedad de insectos, hierbas u hongos; en con-
secuencia, se emplean como insecticidas, acaricidas, fungicidas y
herbicidas.

11. Amidas o ésteres de los ácidos fosfórico, tiofosfórico, ditiofosfórico,


fosfónico y fosfínico. El principal medio de destrucción es la hidróli-
sis: en la hidrólisis básica el grupo OH- ataca el fósforo; en la hidróli-
sis, el ion H+ interactúa con los pares libres del oxígeno que provoca
el rompimiento del enlace O-R. Otros medios de destrucción son la
descomposición a temperaturas mayores a 120 °C, y la oxidación
con permanganato, agua oxigenada y bromo.

12. Inhiben la actividad de la acetilcolinesterasa. La diferencia es que en


los ditiocarbámicos los átomos de oxígeno se sustituyen por átomos
de azufre.

13. Las piretrinas son una mezcla de compuestos orgánicos presen-


tes en flores de las plantas del género Chrysanthemum. Los pire-
troides son sustancias sintetizadas químicamente, molecularmente
semejantes a las piretrinas, pero de mayor toxicidad para insectos y
mamíferos. Se usan para controlar una amplia variedad de insectos
(mosquitos, orugas, escarabajos, piojos, garrapatas, etc.) en hoga-
res, invernaderos, granjas. También se emplean en productos fito-
sanitarios para controlar plagas en animales domésticos como el
ganado.

324 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
14. La estructura química de la molécula del plaguicida determina la fa-
cilidad con que se pueda romper en los puntos débiles, por ejemplo:
dobles enlaces, grupos éter, grupos éster, átomos de nitrógeno, fós-
foro y oxígeno, la existencia de enlaces sulfhidrilo. Por el contrario, la
presencia de anillos bencénicos, de átomos de cloro u otro halóge-
no (bromo, flúor) y altas relaciones carbono nitrógeno (C/N) pueden
provocar que las moléculas sean más resistentes.

15. La estructura es:

O H
H N
N
H O

Funcionan sobre los estados larvales de la mayoría de los insectos


inhibiendo la síntesis de la quitina. A diferencia de otros plaguicidas
que actúan por contacto, estos son ingeridos por los insectos y, una
vez dentro del organismo, interfieren sobre la síntesis de la quitina.
16. Ingrediente activo: es la sustancia que presenta actividad plagui-
cida; ingredientes inertes: materiales de relleno que, junto con los
ingredientes activos, permiten modificar las características de do-
sificación o de aplicación; coadyuvantes: componentes que tienen
la capacidad de modificar las propiedades físicas y químicas de los
ingredientes activos; aditivos: son sustancias que se adicionan a la
formulación para cumplir prescripciones reglamentarias, normativas,
gubernamentales, etc., pero que no tienen influencia en la eficacia
del producto.

17. Las formulaciones líquidas emplean como disolventes sustancias


orgánicas, como acetonas y éter o agua; las formulaciones sólidas
emplean como disolventes sólidos sílices, dolomita, micas, talco. 10
Una semejanza es que la mayoría se dispersan mediante agua, en
algunos casos con la ayuda de emulsificantes, coadyuvantes, etc.

18. Densidad; tensión superficial; volatilización; granulometría, fragmen-


tación y adhesividad; dispersión; flujo; disolución.

QUÍMICA AGRÍCOLA 325


Capítulo 10. Agroquímicos de uso fitosanitario

19. Es un grupo de plaguicidas considerado extremadamente peligroso


que, en conjunto, se como la “docena sucia”, y que son sujeto de
una política que pretende la erradicación de su uso.

20. Los LMR son valores de concentración máxima de un residuo de


plaguicida que se permite o reconoce legalmente como aceptable
en o sobre un alimento, producto agrícola o alimento para animales;
se expresa en miligramos del tóxico por kilogramo de peso corporal
por día (mg/kg/día)

326 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
Referencias

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QUÍMICA AGRÍCOLA 327


Capítulo 11. Contaminación ambiental

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328 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
CAPÍTULO 11
CONTAMINACIÓN
ambiental

Sumario
• La contaminación y sus efectos
• Contaminación de los recursos hídricos
• Estrategias de remediación
Objetivos
Al finalizar el estudio de este capítulo, entre otras habilidades, usted estará
en capacidad de:

• Determinar fuentes potenciales de contaminación provenientes de


las actividades agrícolas.

• Analizar el fundamento teórico de alternativas de manejo y remedia-


ción de la contaminación ambiental en suelos.

Le recomendamos observar el siguiente video para facilitarle


el aprendizaje de los contenidos expuestos en el presente
capítulo:

“QA Capítulo 11 Contaminación ambiental”

https://www.youtube.com/watch?v=aIyT-cgFPF8&list=PL5eXNtcO-SQsqZ-
gJm0xvh0UQ_MayCDuc0&index=22
H
asta aquí hemos explorado diferentes temas relacionados con la
química agrícola como lo son: acidez, encalado, fitohormonas, quí-
mica de la maduración, macronutrientes, micronutrientes y otros
más; es el momento de hacer un alto y reflexionar sobre la problemática
de la contaminación ambiental, la cual no es una excepción en las activi-
dades agrícolas. Prácticamente no existe actividad humana que no genere
impactos en el agua, el suelo o el aire; sin embargo, es nuestro deber mi-
nimizar las consecuencias negativas que provocan nuestras acciones me-
diante actividades planificadas que incorporen la protección del ambiente.
La diferencia radica en la conciencia ambiental que posee el encargado
de la actividad productiva, solo la buena intención no basta.

Para garantizar un ambiente sano, las labores agrícolas deberían desarro-


llarse en el marco de la protección ambiental. Actualmente, las empresas
con responsabilidad ambiental tratan de minimizar el uso de plaguicidas
extremadamente tóxicos, como los mencionados en capítulos anteriores y
conocidos como la docena sucia.

Las empresas agrícolas de vanguardia hoy en día están preocupadas por


su impacto sobre el medio ambiente con sus actividades agrícolas y co-
merciales, por lo que han iniciado un cambio en torno al desarrollo de sus
procesos. Esto a raíz de la necesidad de parte de los consumidores por
conocer el origen, el sistema de producción, la manipulación y las activida-
des conexas con los productos agrícolas.

Como iniciativa, la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación


y la Agricultura (FAO), presentó en 2003, a través de su comité de agricul-
tura, el documento “Elaboración de un marco para las buenas prácticas
agrícolas”, donde se describen procesos por seguir para mantener el
equilibrio y la sostenibilidad entre la producción de alimentos y los méto-
dos empleados.

La FAO (2003) define de manera descriptiva y explícita las BPA (Buenas


Prácticas Agrícolas) y señala que: “consiste en la aplicación del conoci-
miento disponible a la utilización sostenible de los recursos naturales bási-
cos para la producción, en forma benévola, de productos agrícolas alimen-
tarios y no alimentarios inocuos y saludables, a la vez que se procuran la
viabilidad económica y la estabilidad social”. 11
En este capítulo daremos una vista a temas como qué es un contaminante
y sus efectos sobre las fuentes de agua, el suelo y el aire. Además, traba-
jaremos aspectos de legislación, desarrollo sostenible y Agenda 21.

QUÍMICA AGRÍCOLA 331


Capítulo 11. Contaminación ambiental

Es necesario señalar que cuando se contamina un sitio, un cultivo, el agua


o el aire, el contaminante procede de fuentes puntuales o difusas; y esta
contaminación se puede presentar por causas involuntarias derivadas del
descuido o la negligencia, un evento natural o una mala práctica agrícola.

11.1. La contaminación y sus efectos


La contaminación del suelo, agua o aire, se da por la presencia de una
sustancia o componente químico en concentraciones relativas que pue-
den alterar el ritmo normal de las actividades productivas, la ecología del
lugar o la salud del ser humano. Se pueden definir tres grandes compo-
nentes de la contaminación, en la figura 11.1 se hace referencia a estos, los
cuales se describen a continuación:

• La disponibilidad del contaminante, en el que tanto las característi-


cas de la sustancia, como del medio interactúan para determinar el
grado de disponibilidad, transporte, persistencia y autodepuración.

• La biodisponibilidad, se refiere a la forma en que la sustancia entra


en contacto con los organismos, puede ser tóxico o no.

• La toxicidad, donde el grado de toxicidad dependerá del organismo


que soporte el contacto con el contaminante y la forma en que su
propio metabolismo permita la acumulación o realice su eliminación.

Componentes de la contaminación

Disponibilidad Biodisponibilidad Toxicidad


Grave causa la muerte
en pocas horas
Características del Residuos solubles son
contaminante absorbidos Crónica, causa
daños posteriores
(ej. solubilidad, estructura)
Bioacumulación
Residuos volátiles No causa toxicidad,
Características del suelo, son inhalados pero se biomagnifica
agua (ej. calidad y a través de la cadena
cantidad de coloides Residuos retenidos trófica
presentes) son ingeridos
Salida por sistema
excretor (orina,
vómito, sudor, etc.)

Figura 11.1. Componentes de la contaminación.

332 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
Esto nos lleva a establecer la correspondencia que hay entre la contami-
nación y sus efectos sobre los organismos y microorganismos que con-
forman un ecosistema. Los ecosistemas relacionados con el suelo o con
las aguas contienen multiplicidad de microorganismos, muchos de los
cuales son beneficiosos. Su contaminación por compuestos orgánicos,
como el empleo de elevadas concentraciones de plaguicidas, herbicidas,
fungicidas, entre otros, e incluso la fertilización en exceso puede originar
una reducción de la actividad microbiana benéfica. Al afectar la actividad
microbiana se impacta la mayoría de los procesos bioquímicos del suelo,
debido a que prácticamente toda la bioquímica del suelo está regida por
estos minúsculos organismos, por tanto, los procesos de reciclaje de los
elementos carbono (C), nitrógeno (N), fósforo (P) y azufre (S) también se
verían perjudicados.

Como ejemplo citamos, que, en cultivos extensivos, se ha dado la práctica


agrícola de esterilizar el suelo con fumigantes como el bromuro de metilo
o bromo metano (CH3Br). Esta sustancia es capaz de erradicar los orga-
nismos no deseados, pero a su vez extermina casi toda forma de vida, lo
cual provoca que el suelo sea un hábitat que puede ser colonizado por
microorganismos aún más invasivos, tolerantes y dañinos. Su producción
y uso ha sido discontinuado en etapas con el Protocolo de Montreal por su
efecto en el ozono estratosférico.

Los efectos de la contaminación no solo se limitan a los organismos o mi-


croorganismos del suelo, también perjudica a las plantas que son sensibles
a los plaguicidas que se aplican. Estas pueden mostrar signos rápidos de
crecimiento irregular, pérdida de biomasa y muerte o, por el contrario, desa-
rrollar cierta resistencia a varios plaguicidas. No todas las sustancias causan
efectos adversos sobre el crecimiento de las plantas, del grupo conocido
de nutrimentos, algunos en altas dosis es posible que causen la toxicidad
de la planta. Por ejemplo, altas concentraciones de nitrógeno en forma de
amoniaco pueden ser tóxicas para las plantas; en forma de nitrato, resultan
perjudiciales para los rumiantes y otras formas inducen la inmadurez o hasta
el sobre crecimiento vegetativo, afectando el ciclo productivo.

Las plantas toman los nutrimentos por tres vías conocidas: por intercepción
radical, por difusión o por el gradiente de concentración. Sea cual sea el
mecanismo de absorción, cuando en el suelo se encuentra una sustancia 11
contaminante, esta es capaz de ser absorbida por la planta y translocarse
en ella e incluso acumularse en las zonas de reserva de la planta. No obs-
tante, a una escala mayor debemos ser conscientes que la contaminación

QUÍMICA AGRÍCOLA 333


Capítulo 11. Contaminación ambiental

por las actividades agrícolas, tiene un impacto sobre el suelo, el agua y el


aire, los cuales son indispensables para la producción y supervivencia del
ser humano y de las otras especies que habitan el planeta.

En el suelo y el agua se pueden presentar dos formas de contaminación:

• Local o puntual, de la cual se conoce el origen de la contaminación.

• Por fuentes difusas, en esta no se precisa el punto exacto o fuente


de la contaminación.

Cuadro 11.1. Vías de contaminación de suelos y aguas


Contaminación local Contaminación difusa
Emplazamientos contaminados Actividades productivas (fertilizantes,
(industria, vertedero, tuberías agroquímicos en general, lodos de
clandestinas, etc.). depuradora, etc.).
Rocas con contenido Tránsito de avionetas para la
geogénico elevado de metales aplicación y de automóviles en
pesados (ej: serpentinas). caminos.
Minería, de cualquier Deposición de material soluble y
clasificación. particulado.

El procedimiento sobre las fuentes puntuales es menos complicado por-


que permite la instalación de tanques y plantas para el tratamiento, lo que
se denomina como tratamiento al final del tubo, no obstante puede llegar
a representar grandes costos económicos. Quizá el mejor ejemplo para
describir una contaminación puntual es la causada por la deriva de plagui-
cidas desde un tanque de almacenamiento roto. Por otra parte, una fuente
de contaminación difusa es vista de otro modo como “dispersa”, no pro-
cede de un solo punto, sino que más bien es capaz de extenderse desde
distintos puntos simultáneamente, contaminando grandes extensiones de
terrenos. Una causa de contaminación difusa es la fumigación aérea con
plaguicidas o la contaminación del suelo por la aplicación de fertilizantes
de baja calidad, que contiene cantidades significativas de trazas de meta-
les pesados.

En la figura 11.2, se representan las actividades humanas que producen


contaminación .

334 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
Industrial
Actividades urbanas
Actividades Actividades
Tratamiento mineras
de aguas agrícolas
residuales

Erosión de
la fertilidad

Acumulación y
liberación de
sedimento
Volatilización
Absorción por
Acumulación y
Acumulación microorganismos
liberación de
sedimento y liberación
de sedimento

Metales pesados
Sedimento
Almacenamiento subterráneo

Figura 11.2. Actividades humanas que son fuente de contaminación.


Fuente: Modificado de http://www.ecoagricultor.com/
los-efectos-de-los-metales-pesados-en-la-salud-y-como-eliminarlos/

Por tanto el contaminar implica alterar nocivamente la pureza o las condi-


ciones normales de un medio por agentes químicos o físicos. Así, pode-
mos establecer algunas fuentes primarias de contaminación que impactan
al suelo, agua y aire.

• Metales pesados: los metales comprenden alrededor de 38 ele-


mentos de la tabla periódica. Sin embargo, el término metal pesado
usualmente se refiere 12 metales que son usados y descargados
por las industrias, por ejemplo: Cd, Cr, Co, Cu, Fe, Hg, Mn, Mo, Ni,
Pb, Sn, Zn. De ellos, los metales que generan un riesgo para plantas,
animales y seres humanos son:

a) Arsénico (As): bronquitis, cáncer de esófago, laringe, pulmón y


vejiga, hepatotoxicidad, enfermedades vasculares.

b) Berilio (Be): irritación de las membranas mucosas y de la piel,


cáncer de pulmón. 11

QUÍMICA AGRÍCOLA 335


Capítulo 11. Contaminación ambiental

c) Cadmio (Cd): bronquitis, enfisema, nefrotoxicidad, infertilidad,


cáncer de próstata, alteraciones neurológicas, hipertensión, en-
fermedades vasculares.

d) Cromo (Cr): nefrotoxicidad, hepatotoxicidad, cáncer de pulmón.

e) Mercurio (Hg): alteraciones neurológicas,afecciones del sistema


respiratorio, autismo, depresión.

f) Plomo (Pb): alteraciones neurológicas (disminución del coeficien-


te intelectual infantil), nefrotoxicidad, anemia,cáncer de riñón.

• Plaguicidas: cerca del 10% de los químicos aprobados para el uso


como insecticidas y fungicidas está basado en compuestos que
contienen Cu, Hg, Mn, Pb o Zn y esos son aplicados a una amplia
variedad de cultivos. Altas concentraciones de Cu han sido encon-
tradas en la superficie de los suelos de viñedos. El continuo uso de
arsenato de plomo como un insecticida ha generado incrementos
en las concentraciones de Pb y As en las superficies de los suelos.

• Fertilizantes: algunos suelos están deficientes de metales pesados


que son esenciales para la salud y crecimiento de la planta y cultivos,
los cuales pueden ser adicionados por medio de la fertilización foliar o
la adición al suelo. Los fertilizantes convencionales que proveen NPK,
contienen impurezas de metales pesados, la agricultura es intensiva
y la concentración de estos metales se intensifica en el suelo. Ciertos
fertilizantes fosfatados contienen cantidades traza de Cd.

• Emisiones aéreas: todas las partículas sólidas en el humo del fuego


o en otras emisiones de chimeneas son eventualmente depositadas
sobre la tierra o el mar: la mayoría de los combustibles fósiles con-
tienen alguna cantidad de metales pesados, por lo tanto constituyen
una fuente de contaminación.

• Adición de lodos de depuradora o plantas de tratamiento de aguas:


la práctica de adicionar lodos de depuradora en tierras agrícolas
está bien establecida. No solo es una forma de disposición conve-
niente, sino también, son una fuente de N y P. El contenido de meta-
les pesados en el lodo depende de la naturaleza de la industria local
y del propósito de los desechos industriales o domésticos. El Zn está
casi siempre presente en altas cantidades y el Cu es a menudo el
segundo. Aunque el Pb, Cr y Ni pueden exceder al Cu dependiendo

336 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
de la industria local. En los lodos derivados de fuentes domésticas,
solo el Zn y Cu están presentes en altas cantidades. Los metales
pesados adquieren un papel fundamental como contaminantes,
principalmente, debido a su toxicidad (sustancias acumulativas en el
cuerpo humano) y a su frecuente aparición en actividades industria-
les, mineras y de rellenos sanitarios.

Un suelo, dependiendo de su origen, puede presentar naturalmente ma-


yores concentraciones de una sustancia química en un punto respectivo
en comparación con otro, y esto corresponde a una circunstancia de con-
taminación natural. Por tanto, las propiedades fisicoquímicas gobiernan a
mayor escala si una sustancia es contaminante o no, a continuación se
listan las principales:

a) Capacidad de adsorción: las moléculas que poseen secciones pola-


res se pueden retener sobre superficies polares del medio en que se
encuentra, por ejemplo, moléculas de plaguicidas con carga iónica
positiva pueden retenerse en los sitios cargados negativamente.

b) Solubilidad: si el contaminante tiene baja solubilidad, se dispersa


menos en el ambiente, lo cual implica una mayor fuerza de atracción
hacia el material que contiene a la sustancia. La solubilidad de los
compuestos orgánicos en agua es función de la temperatura, pH,
fuerza iónica y presencia de otros compuestos orgánicos disueltos
(DOC). La mayoría de los compuestos orgánicos suelen ser más
solubles al incrementarse la temperatura, aunque también puede
darse el proceso contrario. La solubilidad de ciertos tipos de com-
puestos orgánicos, como los ácidos orgánicos, suele aumentar al
hacerlo el pH, mientras que las bases orgánicas se comportan de
forma inversa. Las sales solubles normalmente reducen la solubili-
dad de estos compuestos, esto explica que en las aguas marinas las
sustancias orgánicas sean menos solubles que en las aguas dulces.

c) Toxicidad: si es poco tóxico causará menor impacto sobre la vida


del suelo o el agua, lo cual permite un mayor número de microor-
ganismos que lo pueden biodegradar. Esto se da porque los mi-
croorganismos buscan fuentes de carbono, nitrógeno, oxígeno,
fósforo o azufre contenidos dentro de las estructuras químicas de 11
estas sustancias.

QUÍMICA AGRÍCOLA 337


Capítulo 11. Contaminación ambiental

d) Persistencia: si es baja, el tiempo de residencia es menor, y si tiene


efectos tóxicos sobre algún organismo, el daño podría ser menos
prolongado.

e) Estructura química: tal como se ha comentado en apartados an-


teriores, moléculas con sitios de gran actividad como dobles enla-
ces y grupos éster son propensos a rupturas, lo cual implica mayor
degradación.

f) Tiempo de vida media (t1/2): visto desde dos perspectivas, se refiere


al tiempo necesario para que la mitad de la sustancia se convierta
en producto o el momento en que la concentración del reactante es
la mitad de su nivel inicial. Es un dato suministrado sobre el grado
de persistencia de un componente en el suelo u otro compartimento
ambiental. Para comprender el impacto potencial de un compuesto
orgánico en el ambiente, es importante entender que una sustancia
con un tiempo de vida media muy largo permanecerá por mayor
tiempo en el ambiente sin que pueda ser degradado, lo que implica
una actividad sobre cualquier organismo del ecosistema.

g) Polaridad y carga orgánica: los compuestos no polares tienden a


ser hidrofóbicos y se concentran preferencialmente en la materia or-
gánica del suelo. Los compuestos no polares por lo general tienen
menor movilidad en el suelo que los compuestos polares. La carga
iónica determina la capacidad de un compuesto para su adsorción
en un sólido.

h) Sorción: los mecanismos de sorción incluyen la adsorción, que es


la atracción de un compuesto hacia una superficie sólida, y la ab-
sorción, que es la penetración de un contaminante en un sólido. La
sorción de un químico tiene un gran impacto en su degradación y
depende de las propiedades del contaminante y del suelo. La adsor-
ción afecta la volatilización y difusión del contaminante (y por consi-
guiente, su transporte y destino), así como su disponibilidad para los
microorganismos.

i) Biodegradabilidad: es la susceptibilidad de un compuesto para ser


transformado a través de mecanismos biológicos. Los compuestos
orgánicos metabolizables y no tóxicos, normalmente son oxidados
muy rápidamente por los microorganismos del suelo.

338 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
j) Reacciones de oxidaciónreducción: este tipo de reacciones que de-
gradan compuestos orgánicos, o bien convierten compuestos me-
tálicos a formas que son más o menos solubles que la original del
contaminante.

k) Lixiviación o extracción sólido-líquida: es un proceso en el que un


disolvente líquido pasa a través de un sólido pulverizado para que se
produzca la disolución de uno o más de los componentes solubles
del sólido. Esta es aplicable en agricultura para indicar el despla-
zamiento de los desechos y excrementos hacia los ríos y mares,
además de otros contaminantes como pueden ser los fertilizantes;
originado por el mismo proceso que se indicó para el fenómeno quí-
mico. Se considera el fenómeno de desplazamiento de nutrientes,
los cuales son arrastrados por el agua, provocado, a su vez, por la
deforestación antropogénica (causada por el hombre).

l) Fotolisis: la fotolisis es, en primer lugar, un fenómeno de superficie


que se evita si el compuesto se incorpora a la masa del suelo. Las
reacciones fotoquímicas en las que participa la luz del sol son muy
importantes para determinar el reparto de los contaminantes en el
medio ambiente acuático, también puede desempeñar un papel
significativo en la degradación de los compuestos químicos en la
superficie del suelo. En los ecosistemas acuáticos, la fotolisis puede
originar procesos directos e indirectos.

En la fotolisis directa, la luz del sol es absorbida directamente por


los compuestos orgánicos produciendo transformaciones químicas.
La proporción en que se produce la fotolisis directa depende de la
intensidad de la luz del sol y el solapamiento de las características
espectrales de la radiación solar y las correspondientes a los com-
puestos orgánicos. Con la fotolisis indirecta, otras sustancias como
los minerales de la arcilla o las especies inorgánicas elementales ab-
sorben la luz del sol e inician una serie de reacciones que finalmente
transforman los compuestos orgánicos o transfieren la energía de
excitación a dichos compuestos. La intensidad de la luz del sol que
alcanza la superficie de la Tierra viene determinada por el espesor
de la atmósfera y el ángulo de incidencia de la radiación, la cual
11
depende de la latitud, estación y momento del día. La intensidad
de la luz del sol es mayor en verano que en invierno. A diferencia
de los sistemas acuáticos, las reacciones de fotolisis en los suelos

QUÍMICA AGRÍCOLA 339


Capítulo 11. Contaminación ambiental

son difíciles de determinar debido a su naturaleza heterogénea y a la


pérdida de penetración que experimenta la radiación.

m) Volatilidad: si tiene baja volatilidad, no deriva rápidamente en el am-


biente, lo cual permite tener más tiempo para tratarlo. La volatiliza-
ción de los compuestos orgánicos naturales o sintéticos determina
su transferencia de las aguas y suelos a la atmósfera. Los factores
que afectan la volatilización de los contaminantes desde el agua de-
penden de sus propiedades químicas y físicas (solubilidad y presión
de vapor), interacciones con materiales en suspensión y sedimentos,
propiedades físicas de la columna de agua (profundidad, velocidad
y turbulencia), y propiedades de la interfase agua-atmósfera. Las
velocidades de volatilización, expresadas como vida media, pue-
den variar de horas a años. El paso inicial en la volatilización de
los compuestos orgánicos de los suelos es su evaporación, lo que
representa un cambio del estado sólido o líquido a vapor. Después
de la evaporación, el vapor se desplaza a través del suelo y se dis-
persa en la atmósfera por difusión o turbulencia. Existen categorías
en que se pueden clasificar las emisiones, las cuales se describen a
continuación:

• Puntuales: por medio de una chimenea de un incinerador; ven-


tilador de gases de un vertedero, derrame a la orilla del camino.
Se inicia en zonas que rodean a la fuente contaminante, hay una
relación directa con el origen de la contaminación.

• Lineales: polvo del pavimento, emisiones de automóviles en


caminos.

• Zonales o difusas: emisiones alejadas de la fuente de origen,


del tipo volátiles como los gases emanados desde una char-
ca, laguna de oxidación o tanque para el tratamiento de aguas
residuales.

• Instantáneas: emisiones volátiles generadas por vertidos acci-


dentales, también pueden ser puntuales.

340 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
11.2. Contaminación de los recursos hídricos
Como sabemos, la agricultura es el principal usuario de recursos de agua
dulce, ya que utiliza un promedio mundial del 70% de todos los suminis-
tros hídricos superficiales. Si se exceptúa el agua perdida mediante eva-
potranspiración, el agua utilizada en la agricultura se recicla de nuevo en
forma de agua superficial o subterránea. No obstante, esta actividad es,
al mismo tiempo, causa y víctima de la contaminación de los recursos
hídricos; es causa por la descarga de contaminantes y sedimentos en las
aguas superficiales o subterráneas, por la pérdida neta de suelo como re-
sultado de prácticas agrícolas desacertadas y por la salinización y anega-
miento de las tierras de regadío. Es víctima, por el uso de aguas residuales
y aguas superficiales y subterráneas contaminadas, que contaminan a su
vez los cultivos y transmiten enfermedades a los consumidores y trabaja-
dores agrícolas (Ongley, 1997).

Entre las principales dimensiones ambientales y de salud pública del


problema de la calidad del agua dulce en el mundo, se pueden citar las
siguientes:

• Millones de muertes anuales como consecuencia de enfermedades


transmitidas por el agua.

• Disfunción del ecosistema y pérdida de biodiversidad.

• Contaminación de los ecosistemas marinos debido a actividades


realizadas en la tierra.

• Contaminación de los recursos como las aguas subterráneas.

• Contaminación por contaminantes orgánicos persistentes.

Los expertos prevén que, como en muchos países es ya imposible solu-


cionar el problema de la contaminación mediante dilución (en otras pala-
bras, el régimen de caudal está totalmente utilizado), la calidad del agua
dulce se convertirá en la principal limitación para el desarrollo sostenible de
esos países para el siglo XXI. Según las previsiones, esta “crisis” tendrá las
siguientes dimensiones mundiales (Ongley, 1997):
11
• Descenso de los recursos alimentarios sostenibles (por ejemplo,
pesquerías de agua dulce y costeras) debido a la contaminación.

QUÍMICA AGRÍCOLA 341


Capítulo 11. Contaminación ambiental

• Efecto acumulado de decisiones desacertadas de ordenación de los


recursos hídricos como consecuencia de la falta de datos sobre la
calidad del agua en numerosos países.

• Muchos países no podrán ya controlar la contaminación median-


te dilución, lo que dará niveles todavía mayores de contaminación
acuática.

• Fuerte subida del costo de las medidas correctoras y posible pérdi-


da de “solvencia”.

La contaminación de las aguas procedente de fuentes no localizadas,


conocida anteriormente con el nombre de contaminación “difusa”, es re-
sultado de un amplio grupo de actividades humanas en el que los con-
taminantes no tienen un punto claro de ingreso en los cursos de agua
que los reciben. Por el contrario, la contaminación procedente de fuentes
localizadas se asocia a las actividades en que el agua residual va a pa-
rar directamente a las masas de agua receptoras, por ejemplo, mediante
cañerías de descarga, en las que se pueden fácilmente cuantificar y con-
trolar. Obviamente, la contaminación de fuentes no localizadas es mucho
más difícil de identificar, medir y controlar (Ongley, 1997).

Convencionalmente, en la mayor parte de los países, todos los tipos de


prácticas agrícolas y formas de utilización de la tierra, incluidas las opera-
ciones de alimentación animal (granjas de engorde), se consideran como
fuentes no localizadas. Las características principales de las fuentes no lo-
calizadas responden a las condiciones hidrológicas, presentan dificultades
para la medición o control directo (por ello, difíciles de regular), y se con-
centran en las prácticas de ordenación de la tierra y otras afines. El control
de las fuentes delimitadas en los países con programas eficaces en ese
sentido se lleva a cabo mediante el tratamiento de efluentes de acuerdo
con los reglamentos aprobados, por lo general en el marco de un sistema
de permisos de descarga. Por el contrario, para el control de las fuentes no
localizadas, en particular en la agricultura, se ha recurrido ante todo a ini-
ciativas de educación, promoción de prácticas adecuadas de ordenación
y modificación del aprovechamiento de la tierra. En el caso de Costa Rica,
se cuenta con el Reglamento de Vertido y Reuso de Aguas Residuales, el
cual corresponde al Decreto N° 33601-MINAE-S.

342 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
En el siguiente cuadro, se mencionan diferentes tipos de actividades agrí-
colas donde se describe el impacto sobre el medio y el tipo de contamina-
ción asociada a fuentes no localizadas.

Cuadro 11.2. Clases de contaminación de procedencia no localizada.


Tipo de
Actividad Descripción del impacto
contaminación
Agricultura Escorrentía de todas las categorías Fósforo, nitrógeno,
Corrales de de actividades agrícolas que dan metales, agentes
engorde Riego lugar a contaminación del agua patógenos,
Cultivo Pastos superficial y subterránea. En los sedimentos,
Granjas de climas septentrionales, la escorrentía plaguicidas,
producción de procedente de las tierras congeladas sal, DBO1,
leche Huertos es un grave problema, en particular oligoelementos (por
Acuicultura en los lugares donde el abono ejemplo, selenio).
se aplica durante el invierno. La
manipulación de las hortalizas,
en particular su lavado en aguas
superficiales contaminadas,
práctica común en muchos
países en desarrollo, da lugar a la
contaminación de los alimentos.
La acuicultura, en constante
crecimiento, se está convirtiendo en
importante fuente de contaminación
en muchos países. El agua
procedente del riego contiene sales,
nutrientes y plaguicidas. El drenaje
con cañerías transporta rápidamente
sustancias lixiviadas, como el
nitrógeno, a las aguas superficiales.
Silvicultura Mayor volumen de escorrentía Sedimentos,
procedente de las tierras alteradas. plaguicidas.
La mayor parte de los daños
procede de la tala de bosques para
urbanización.
Descarga de Descarga de desechos líquidos Agentes patógenos,
desechos líquidos procedentes de efluentes metales, compuestos
municipales, fango cloacal, efluentes orgánicos.
y fangos industriales, aguas de
desecho procedentes de los sistemas
sépticos domésticos; en particular,
la descarga en tierras agrícolas, y la
11
descarga legal o ilegal en cursos de
agua.
Continúa en la página siguiente.

QUÍMICA AGRÍCOLA 343


Capítulo 11. Contaminación ambiental

Cuadro 11.2. Clases de contaminación de procedencia no localizada


(continuación).
Tipo de
Actividad Descripción del impacto
contaminación
Zonas urbanas Escorrentía urbana procedente Fertilizantes,
Residenciales de tejados, calles, lugares de grasas y aceites,
Comerciales estacionamiento, etc., que da lugar materias fecales y
Industriales a la sobrecarga de los centros de agentes patógenos,
depuración que reciben aguas de la contaminantes
red de alcantarillado, o escorrentía orgánicos (por
contaminada que se envía ejemplo, HAP2
directamente a las aguas receptoras; y BCP3), metales
las industrias y empresas locales a pesados, plaguicidas,
veces descargan sus desechos en nutrientes,
los drenes para aguas torrenciales sedimentos, sales,
y canalones de las calles; limpieza DBO, DQO4, etc.
de las calles; la aplicación de
sal en las carreteras contribuye
a la contaminación de las aguas
superficiales y subterráneas.
Sistemas de Sobrecarga y perturbación de los Fósforo, nitrógeno,
alcantarillado sistemas técnicos, lo que da lugar a agentes patógenos
rural escorrentía superficial o infiltración (materias fecales).
directa en las aguas subterráneas.
Transporte Carreteras, ferrocarriles, tuberías, Nutrientes,
pasillos hidroeléctricos, etc. sedimentos, metales,
contaminantes
orgánicos,
plaguicidas (en
particular herbicidas).
Extracción de Escorrentía de las minas y sus Sedimentos, ácidos,
minerales desechos, canteras y pozos. metales, aceites,
contaminantes
orgánicos, sales
(salmuera).
Utilización de la Gran variedad de usos de la tierra Nutrientes,
tierra para fines para fines recreativos -en particular plaguicidas,
recreativos centros de esquí, la navegación sedimentos,
y puertos recreativos, lugares de patógenos, metales
camping, parques, residuos y agua pesados.
“gris” de la barcas de recreo- son un
contaminante de gran importancia,
especialmente en pequeños lagos y
ríos. Caza (contaminación provocada
por el plomo en las aves acuáticas).
Continúa en la página siguiente.

344 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
Cuadro 11.2. Clases de contaminación de procedencia no localizada
(continuación).

Tipo de
Actividad Descripción del impacto
contaminación
Eliminación de Contaminación de las aguas Nutrientes,
residuos sólidos superficiales y subterráneas por metales, patógenos,
los productos lixiviados y gases. contaminantes
Los desechos peligrosos a veces orgánicos.
se eliminan mediante descargas
subterráneas.
Dragado Dispersión de sedimentos Metales,
contaminados, filtración desde las contaminantes
zonas de confinamiento. orgánicos.
Eliminación en Contaminación de las aguas Sales, metales
profundidad subterráneas mediante la inyección pesados,
profunda de desechos líquidos, contaminantes
en particular de salmueras en los orgánicos.
yacimientos petrolíferos y desechos
industriales líquidos.
Deposición Transporte de contaminantes a larga Nutrientes, metales,
atmosférica distancia y deposición sobre la tierra contaminantes
y superficies acuáticas. Se considera orgánicos.
fuentes importantes de plaguicidas
(procedentes de la agricultura,
etc.), nutrientes, metales, etc., en
particular en zonas vírgenes.
Fuente: International Joint Commission (1994).

Es importante considerar que los procesos abióticos como la velocidad


del viento, la radiación solar y la precipitación pueden alterar ligeramente
el comportamiento de las sustancias, lo que podría acortar o alargar la
permanencia en el ambiente.

El término persistencia posee una correlación con el tiempo de vida media


y ha sido empleado para definir el lapso que permanece un plaguicida en el
suelo manteniendo su actividad biológica. Las consecuencias de la persisten-
cia pueden ser trascendentales, dependiendo de la toxicidad de la sustancia y
de su biodisponibilidad, debido a que podrían afectar en menor o mayor grado
los ecosistemas del ambiente suelo-agua (Sánchez y Sánchez, 1984). 11
A continuación, mostraremos de manera explícita cómo diversas actividades
agrícolas pueden tener efectos concretos sobre fuentes de aguas superfi-
ciales o subterráneas, esta información se presenta en el siguiente cuadro.

QUÍMICA AGRÍCOLA 345


Capítulo 11. Contaminación ambiental

Cuadro 11.3. Efectos de las actividades agrícolas en la calidad del agua

Actividad Efectos
agrícola Aguas superficiales Aguas subterráneas
Labranza/ Sedimentos/turbidez: los sedimentos
arado transportan fósforos y plaguicidas
adsorbidos a las partículas de los
sedimentos; entarquinamiento de los
lechos de los ríos y pérdida de hábitat,
desovaderos, etc.
Aplicación de Escorrentía de nutrientes, Lixiviación del nitrato
fertilizantes especialmente fósforo, que da lugar a hacia las aguas
la eutrofización y produce mal gusto subterráneas; los
y olor en el abastecimiento público de niveles excesivos
agua, crecimiento excesivo de las algas representan una
que da lugar a desoxigenación del amenaza para la salud
agua y mortandad de peces. pública.
Aplicación de Esta actividad se realiza como medio Contaminación de las
estiércol de aplicación de fertilizantes; si se aguas subterráneas,
extiende sobre un terreno congelado especialmente por el
provoca en las aguas receptoras nitrógeno.
elevados niveles de contaminación
por agentes patógenos, metales,
fósforo y nitrógeno, lo que da lugar
a la eutrofización y a una posible
contaminación.
Plaguicidas La escorrentía de plaguicidas da Algunos plaguicidas
lugar a la contaminación del agua pueden lixiviarse en
superficial y la biota; disfunción las aguas subterráneas,
del sistema ecológico en las aguas provocando problemas
superficiales por pérdida de los para la salud humana
depredadores superiores debido a través de los pozos
a la inhibición del crecimiento y contaminados.
a los problemas reproductivos;
consecuencias negativas en la salud
pública debido al consumo de
pescado contaminado. Los plaguicidas
son trasladados en forma de polvo por
el viento hasta distancias muy lejanas
y contaminan sistemas acuáticos que
pueden encontrarse a miles de millas
de distancia (por ejemplo, a veces se
encuentran plaguicidas tropicales o
subtropicales en los mamíferos del
Ártico).

Continúa en la página siguiente.

346 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
Cuadro 11.3. Efectos de las actividades agrícolas en la calidad del agua
(continuación).

Actividad Efectos
agrícola Aguas superficiales Aguas subterráneas
Granjas/ Contaminación del agua superficial Posible lixiviación de
parcelas de con numerosos agentes patógenos nitrógeno, metales,
engorde (bacterias, virus, etc.), lo que da lugar a etc. hacia las aguas
problemas crónicos de salud pública. subterráneas.
Contaminación por metales contenidos
en la orina y las heces.
Riego Escorrentía de sales que da lugar Enriquecimiento del
a la salinización de las aguas agua subterránea
superficiales; escorrentía de con sales, nutrientes
fertilizantes y plaguicidas hacia las (especialmente nitrato).
aguas superficiales, con efectos
ecológicos negativos, bioacumulación
en especies ícticas comestibles, etc.
Pueden registrarse niveles elevados de
oligoelementos, como el selenio, con
graves daños ecológicos y posibles
efectos en la salud humana.
Talas Erosión de la tierra, lo que da lugar a Perturbación del régimen
elevados niveles de turbidez en los ríos, hidrológico, muchas
entarquinamiento del hábitat de aguas veces con incremento
profundas, etc. Perturbación y cambio del de la escorrentía
régimen hidrológico, muchas veces con superficial y disminución
pérdida de cursos de agua perennes; el de la alimentación de
resultado son problemas de salud pública los acuíferos; influye
debido a la pérdida de agua potable. negativamente en el
agua superficial, ya que
reduce el caudal durante
los períodos secos y
concentra los nutrientes
y contaminantes en el
agua superficial.
Silvicultura Gran variedad de efectos, escorrentía de
plaguicidas y contaminación del agua
superficial y de los peces, problemas de
erosión y sedimentación.
Acuicultura Descarga de plaguicidas (por ejemplo,
tributilestaño) y altos niveles de nutrientes
en el agua superficial y subterránea a
través de los piensos y las heces, lo que da
lugar a fenómenos graves de eutrofización. 11
Fuente: Ongley (1997).

QUÍMICA AGRÍCOLA 347


Capítulo 11. Contaminación ambiental

El potencial contaminante de un químico depende de la características


propias y del medio en el que se encuentra (tipo de suelo, concentra-
ción y tipo de arcillas del suelo, cantidad de materia orgánica en el suelo,
calidad del agua, presencia de microorganismos, temperatura ambiental,
radiación, pluviosidad, velocidad del viento), además de las prácticas del
manejo a las que se recurre en la finca.

Hay una serie de características propias del ambiente que afectan la per-
sistencia o degradación de los compuestos químicos que están contami-
nando un terreno, fuente de agua o ecosistema. Se describen a continua-
ción las principales que existen:

• Tipo de suelo: los suelos se clasifican según la taxonomía en ór-


denes, subórdenes, grupos, etc. Cada suelo posee características
particulares, los suelos oxisoles presentan mayor grado de meteo-
rización y acidez. Además, presentan arcillas tipo caoliníticas, las
cuales cuentan con baja capacidad catiónica de intercambio. Los
suelos del tipo vertisol experimentan la formación de grietas durante
periodos secos y expansión durante periodos húmedos, debido a la
presencia de arcillas esmectitas (arcillas expansivas) tipo 2:1, estas
partículas presentan una superficie activa y una capacidad de inter-
cambio catiónico alta, lo que implica mayor capacidad para retener
contaminantes tales como metales pesados y plaguicidas.

• Cantidad de materia orgánica: un suelo con altos contenidos de ma-


teria orgánica presenta mayor cantidad de sitios posibles de inter-
cambio o anclaje de moléculas, estos dependen en gran modo del
pH del medio. Bajo condiciones ácidas, se forman cargas positivas
y cuando se alcaliniza el medio se forman cargas negativas. Según
Sparks (2003), quizás la MOS (materia orgánica del suelo) es el com-
ponente más importante en la retención de los plaguicidas.

• Calidad del agua: cuando el agua posee mucha materia orgánica to-
tal, presenta menor capacidad de oxidar sustancias contaminantes
porque el oxígeno disuelto es consumido por los microorganismos
para degradar la materia orgánica disuelta. Si el agua lleva sedimen-
tos, fácilmente puede transportar contaminantes por largas distan-
cias, adheridos a las partículas de limo.

• Presencia de microorganismos: no todos los microorganismos po-


seen capacidades similares para degradar un contaminante particu-
lar. Muchos microorganismos son capaces de degradar azúcares y

348 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
otros tienen la facultad para descomponer hidrocarburos aromáti-
cos o plaguicidas.

• Temperatura ambiental: mayores temperaturas inciden en activida-


des microbianas más intensas, con lo cual se aceleran los procesos
de degradación y volatilización de algunas sustancias químicas con-
tenidas en los plaguicidas.

• Radiación: una mayor intensidad luminosa proveniente de la energía


solar implica más radiación por metro cuadrado de superficie, si las
horas de insolación por día alcanzan las 7 horas o más, entonces la
cantidad de energía aplicada sobre la superficie puede ser suficiente
para generar procesos de fotodescomposición. La radiación solar
contiene prácticamente todas las radiaciones del espectro electro-
magnético: ultravioleta, gamma, infrarrojo, etc.

• Pluviosidad: si el régimen de lluvias es superior a la capacidad del te-


rreno para drenar el agua, entonces se producen condiciones anae-
róbicas (bajo contenido de oxígeno), por consiguiente, se estimula la
proliferación de microorganismos anaeróbicos. Cuando el drenaje
del terreno es bueno y se produce la aireación, entonces dominan
los microorganismos aerobios; no obstante, si el régimen de lluvias
es inferior a la tasa de pérdida del agua por causa de la lixiviación y
la evapotranspiración, se generan condiciones de estrés hídrico para
la vida del suelo. Todas estas condiciones producen cambios en la
dinámica del suelo y en su capacidad autodepuradora.

• Bajo condiciones de fuertes aguaceros se produce la erosión hídri-


ca de superficies expuestas desprovistas de coberturas vegetales,
diques, cunetas o cualquier barrera que impida el transporte de los
sedimentos. La contaminación de los ríos y arroyos por causa de
los suelos transportados es un tema bien conocido. Las partículas
de limo y arcilla que acarrea el agua desde los terrenos agrícolas no
solamente deterioran la calidad de sus suelos, sino también podría
provocar la contaminación de los cuerpos de agua, ya que los pla-
guicidas y metales pesados son fuentes de contaminación debido
a que viajan adheridas sobre las finas partículas de limo y arcilla. La
contaminación de ríos por sedimentos no solo afecta a subcuencas 11
y cuencas, también repercute sobre esteros y deltas en la desem-
bocadura de los ríos hacia el mar.

QUÍMICA AGRÍCOLA 349


Capítulo 11. Contaminación ambiental

• Velocidad del viento: la velocidad del viento altera la tasa de eva-


poración de los contaminantes con altas presiones de vapor,
además influye en la evapotranspiración potencial del agua, lo
cual significa mayor pérdida de agua por evaporación. En el caso
del agua potable, esta siempre debe cumplir con parámetros de
potabilidad, por lo tanto, prácticamente sin importar el lugar, debe
reunir condiciones de calidad que requieren la ausencia de sus-
tancias ajenas. Sin la ayuda de normas de tolerancia es imposible
delimitar claramente la diferencia entre la contaminación de un
lugar agrícola de un lugar industrial.

11.3. Estrategias de remediación


El término “tecnología de tratamiento” implica cualquier operación unitaria
o serie de operaciones unitarias que altera la composición de una sus-
tancia peligrosa o contaminante a través de acciones químicas, físicas o
biológicas de manera que reduzcan la toxicidad, movilidad o volumen del
material contaminado (EPA, 2001). Las tecnologías de remediación repre-
sentan una alternativa a la disposición en tierra de desechos peligrosos
que no han sido tratados; y sus capacidades o posibilidades de éxito, bajo
las condiciones específicas de un sitio, pueden variar ampliamente.

Como ya se mencionó, el uso de una tecnología de remediación depende,


además de los factores específicos del sitio y de las propiedades fisicoquí-
micas del contaminante, de su disponibilidad, de la fiabilidad demostrada
o proyectada, de su estado de desarrollo (laboratorio, escala piloto o gran
escala) y de su costo (Sellers, 1999).

Las tecnologías de remediación pueden clasificarse de diferentes mane-


ras, con base en los siguientes principios: (i) estrategia de remediación; (ii)
lugar en que se realiza el proceso de remediación, y (iii) tipo de tratamiento.
Cada una proporciona diferente información acerca de estas tecnologías.
A continuación, se describen con más detalle las categorizaciones anterio-
res (Van Deuren y col., 1997; Sellers, 1999; EPA, 2001).

• Estrategia de remediación. Son tres estrategias básicas que pueden


usarse separadas o en conjunto para remediar la mayoría de los
sitios contaminados:

350 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
a) Destrucción o modificación de los contaminantes. Este tipo de
tecnologías busca alterar la estructura química del contaminante.

b) Extracción o separación. Los contaminantes se extraen o se-


paran del medio contaminado, aprovechando sus propiedades
físicas o químicas (volatilización, solubilidad, carga eléctrica).

c) Aislamiento o inmovilización del contaminante. Los contaminan-


tes son estabilizados, solidificados o contenidos con el uso de
métodos físicos o químicos.

• Lugar de realización del proceso de remediación.

En general, se distinguen dos tipos de tecnología:

a) In situ. Son las aplicaciones en las que el suelo contaminado es


tratado, o bien los contaminantes son removidos del suelo con-
taminado sin necesidad de excavar el sitio. Es decir, se realizan
en el mismo sito en donde se encuentra la contaminación.

b) Ex situ. La realización de este tipo de tecnologías requiere de


excavación, dragado o cualquier otro proceso para remover el
suelo contaminado antes de su tratamiento, el cual puede reali-
zarse en el mismo sitio (on site) o fuera de él (off site).

En el cuadro 11. 4, se presenta un resumen de las ventajas y desventajas


de ambos tipos de tecnología (Volke 2002).

11

QUÍMICA AGRÍCOLA 351


Capítulo 11. Contaminación ambiental

Cuadro 11.4. Ventajas y desventajas de las tecnologías de remediación in


situ y ex situ.
In situ Ex situ
Menor tiempo de
Permiten tratar el suelo sin tratamiento.
necesidad de excavar ni Más seguros en cuanto
Ventajas transportar. a uniformidad: es
posible homogeneizar
Potencial disminución en costos. y muestrear
periódicamente.
Necesidad de excavar el
Mayores tiempos de tratamiento suelo.
Pueden ser inseguros en cuanto Aumento en costos e
a uniformidad: heterogeneidad ingeniería para equipos.
Desventajas
en las características del suelo. Debe considerarse la
Dificultad para verificar la manipulación del material
eficacia del proceso. y la posible exposición al
contaminante.

• Tipo de tratamiento. Esta clasificación se basa en el principio de la


tecnología de remediación y se divide en tres tipos de tratamiento
(Volke, 2002):

a) Tratamientos biológicos (biorremediación). Utilizan las activida-


des metabólicas de ciertos organismos (plantas, hongos, bac-
terias) para degradar (destrucción), transformar o remover los
contaminantes a productos metabólicos inocuos.

b) Tratamientos fisicoquímicos. Este tipo de tratamientos utiliza las


propiedades físicas o químicas de los contaminantes o del medio
contaminado para destruir, separar o contener la contaminación.

c) Tratamientos térmicos. Utilizan calor para incrementar la volatili-


zación (separación), quemar, descomponer o fundir (inmoviliza-
ción) los contaminantes en un suelo.

En el cuadro 11.5, se muestran las principales ventajas y desventajas del


uso o aplicación de los métodos biológicos, fisicoquímicos y térmicos
(Volke, 2002).

352 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
Cuadro 11.5. Ventajas y desventajas de las tecnologías de remediación,
clasificadas de acuerdo con el tipo de tratamiento.
Ventajas Desventajas
Son efectivos en cuanto a
costos Requieren mayores
Son tecnologías más tiempos de tratamiento.
benéficas para el ambiente. Es necesario verificar la
Tratamientos Los contaminantes toxicidad de intermediarios
biológicos generalmente son o productos.
destruidos. No pueden emplearse si el
Se requiere un mínimo tipo de suelo no favorece
o ningún tratamiento el crecimiento microbiano.
posterior.
Los residuos generados
por técnicas de separación
Son efectivos en cuanto a deben tratarse o
costos. disponerse: aumento en
costos y necesidad de
Pueden realizarse en permisos.
Tratamientos
periodos cortos.
fisicoquímicos Los fluidos de
El equipo es accesible y extracción pueden
no se necesita de mucha aumentar la movilidad
energía ni ingeniería. de los contaminantes:
necesidad de sistemas de
recuperación.
Es el grupo de tratamientos
más costoso.
Los costos aumentan en
Tratamientos Permite tiempos rápidos de
función del empleo de
térmicos limpieza.
energía y equipo.
Intensivos en mano de
obra y capital.

Además de las clasificaciones anteriores, las tecnologías de remediación


pueden clasificarse según el tiempo que llevan en el mercado y al grado
de desarrollo en el que se encuentran, en tecnologías tradicionales y en 11
tecnologías innovadoras (EPA, 2001), a saber:

QUÍMICA AGRÍCOLA 353


Capítulo 11. Contaminación ambiental

a) Tecnologías tradicionales. Son tecnologías utilizadas comúnmen-


te a gran escala, cuya efectividad ha sido probada. La información
disponible acerca de costos y eficiencia es de fácil acceso. Entre
las tres tecnologías tradicionales usadas con mayor frecuencia, se
encuentran: la incineración in situ y ex situ, la solidificación/estabili-
zación, la extracción de vapores y la desorción térmica.

b) Tecnologías innovadoras. Son tecnologías propuestas más reciente-


mente, que pueden encontrarse en diferentes etapas de desarrollo
(investigación, escala piloto o gran escala). Su limitado número de
aplicaciones genera la falta de datos acerca de sus costos y eficien-
cias. En general, una tecnología de tratamiento se considera nove-
dosa si su aplicación a gran escala ha sido limitada.

El término biorremediación se utiliza para describir una variedad de siste-


mas que utilizan organismos vivos (plantas, hongos, bacterias, etc.) para
degradar, transformar o remover compuestos orgánicos tóxicos a produc-
tos metabólicos inocuos o menos tóxicos. Esta estrategia biológica depen-
de de las actividades catabólicas de los organismos y, por consiguiente,
de su capacidad para utilizar los contaminantes como fuente de alimento
y energía (Van Deuren y col., 1997).

Las rutas de biodegradación de los contaminantes orgánicos, varían en


función de la estructura química del compuesto y de las especies micro-
bianas degradadoras. El proceso de biorremediación incluye reacciones
de óxido-reducción, procesos de sorción e intercambio iónico, e incluso
reacciones de acomplejamiento y quelación que resultan en la inmoviliza-
ción de metales (Eweis y col., 1998).

La biorremediación puede emplear organismos propios del sitio contami-


nado (autóctonos) o de otros sitios (exógenos), así como realizarse in situ
o ex situ, en condiciones aerobias (en presencia de oxígeno) o anaero-
bias (sin oxígeno) (Eweis y col., 1998). Aunque no todos los compuestos
orgánicos son susceptibles a la biodegradación, los procesos de biorre-
mediación se han usado con éxito para tratar suelos, lodos y sedimentos
contaminados con hidrocarburos del petróleo (HTP), solventes (benceno
y tolueno), explosivos (TNT), clorofenoles (PCP), pesticidas (2,4-D), con-
servadores de madera (creosota) e hidrocarburos aromáticos policíclicos
(HAPs) (Van Deuren y col., 1997; Semple y col., 2001).

354 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
In situ
Las técnicas in situ buscan estimular y crear un ambiente favorable para
el crecimiento microbiano a partir de los contaminantes. Este objetivo ge-
neralmente puede lograrse con el suministro de aire u oxígeno (bioventeo),
nutrientes (bioestimulación), microorganismos (bioaumentación) o hume-
dad, además del control de temperatura y pH (EPA, 2001).

El bioventeo es una tecnología relativamente nueva cuyo objetivo es esti-


mular la biodegradación natural de cualquier compuesto biodegradable en
condiciones aerobias. El aire se suministra en el sitio contaminado a través
de pozos de extracción, por movimiento forzado (extracción o inyección),
con bajas velocidades de flujo, con el fin de proveer solamente el oxígeno
necesario para sostener la actividad de los microorganismos degradado-
res (Van Deuren y col., 1997).

a) Aplicaciones. Se utiliza para tratar compuestos orgánicos biodegra-


dables semivolátiles (COS) o no volátiles. Además de favorecer la
degradación de contaminantes adsorbidos, pueden degradarse por
medio de su movimiento a través del suelo biológicamente activo
(Eweis y col., 1998). Se ha utilizado con éxito para remediar suelos
contaminados con HTP, solventes no clorados, pesticidas y conser-
vadores de la madera, entre algunos otros químicos (Van Deuren y
col., 1997).

b) Limitaciones. Algunos factores que pueden limitar la efectividad del


bioventeo son: (i) el tipo y la concentración del contaminante, (ii) falta
de nutrientes; (iii) bajo contenido de humedad; y (iv) dificultad para
alcanzar el flujo de aire necesario (Eweis y col., 1998).

La bioestimulación implica la circulación de soluciones acuosas (que con-


tengan nutrientes u oxígeno), a través del suelo contaminado, para es-
timular la actividad de los microorganismos autóctonos y mejorar así la
biodegradación de contaminantes orgánicos, o bien la inmovilización de
contaminantes inorgánicos in situ (Van Deuren y col., 1997).

a) Aplicaciones. Se ha usado con éxito para remediar suelos conta-


minados con gasolinas, COV, COS, y pesticidas (Alexander, 1994). 11
Estudios piloto a escala han mostrado la biodegradación de suelos
contaminados con desechos de municiones.

QUÍMICA AGRÍCOLA 355


Capítulo 11. Contaminación ambiental

b) Limitaciones. Esta tecnología no es recomendable para suelos arci-


llosos, altamente estratificados o demasiado heterogéneos, ya que
pueden provocar limitaciones en la transferencia de O2. Otros facto-
res que pueden limitar su aplicación incluyen: (i) que el tipo del suelo
no favorezca el crecimiento microbiano; (ii) incremento en la movili-
dad de los contaminantes; (iii) obstrucción en los pozos de inyección
provocada por el crecimiento microbiano.

La bioaumentación es una tecnología que se utiliza cuando se requiere


el tratamiento inmediato de un sitio contaminado, o cuando la microflora
autóctona es insuficiente en número o capacidad degradadora. Consiste
en la adición de microorganismos vivos que tengan la capacidad para de-
gradar el contaminante en cuestión y así, promover su biodegradación o
su biotransformación. El tamaño del inóculo por utilizar depende de las di-
mensiones de la zona contaminada, de la dispersión de los contaminantes
y de la velocidad de crecimiento de los microorganismos degradadores
(Riser-Roberts, 1998).

a) Aplicaciones. Se ha usado para tratar suelos contaminados con her-


bicidas (2,4-D, clorofam), insecticidas (lindano, clordano, paratión), clo-
rofenoles (PCP) y nitrofenoles, BPC, HTP y HAP (Alexander, 1994).
También se ha aplicado efectivamente para tratar desechos con con-
centraciones relativamente altas de metales (Eweis y col., 1998).

b) Limitaciones. Antes de llevar a cabo la bioaumentación en un sitio,


deben realizarse cultivos de enriquecimiento, aislar microorganismos
capaces de cometabolizar o utilizar el contaminante como fuente de
carbono, y cultivarlos hasta obtener grandes cantidades de biomasa
(Alexander, 1994).

Durante el proceso de biolabranza, la superficie del suelo contaminado es


tratada en el mismo sitio por medio del arado. El suelo contaminado se
mezcla con agentes de volumen y nutrientes, y se remueve periódicamen-
te para favorecer su aireación. Las condiciones del suelo (pH, tempera-
tura, aireación) se controlan para optimizar la velocidad de degradación y
generalmente se incorporan cubiertas u otros métodos para el control de
lixiviados (Riser-Roberts, 1998). La diferencia entra le biolabranza y el com-
posteo es que en la primera, se mezcla el suelo contaminado con suelo
limpio, mientras que el segundo, generalmente, se realiza sobre el suelo
(Van Deuren y col., 1997).

356 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
a) Aplicaciones. Los contaminantes tratados con éxito por biolabran-
za incluyen diésel, gasolinas, lodos aceitosos, PCP, creosota y co-
que, además de algunos pesticidas y HTP (Alexander, 1994). Es una
tecnología de gran escala, que se practica en los Estados Unidos,
Canadá, Reino Unido, Holanda, Suiza, Dinamarca, Francia y Nueva
Zelanda (Reiser-Roberts, 1998).

b) Limitaciones. La biolabranza debe manejarse con cuidado para pre-


venir la contaminación de acuíferos, superficies de agua, aire o en la
cadena alimenticia. El mayor problema es la posibilidad de lixiviados
de los contaminantes hacia suelo y agua. Otra limitante para su uso
es que, por la incorporación de suelo contaminado en suelo limpio, se
genera un gran volumen de material contaminado. No es recomen-
dable para contaminantes diluidos, ni tampoco cuando no todos los
contaminantes son biodegradables (Van Deuren y col., 1997).

La fitorremediación es un proceso que utiliza plantas para remover, trans-


ferir, estabilizar, concentrar o destruir contaminantes (orgánicos e inorgá-
nicos) en suelos, lodos y sedimentos, y puede aplicarse tanto in situ como
ex situ. Los mecanismos de fitorremediación incluyen la rizodegradación,
la fitoextracción, la fitodegradación y la fitoestabilización (Van Deuren y col.,
1997; Hutchinson y col., 2001).

La rizodegradación se lleva a cabo en el suelo que rodea a las raíces.


Las sustancias excretadas naturalmente por estas, suministran nutrientes
para los microorganismos, mejorando así su actividad biológica. Durante la
fitoextracción, los contaminantes son captados por las raíces (fitoacumu-
lación), y posteriormente se traslocan o acumulan hacia los tallos y hojas
(fitoextracción). En la fitoestabilización, las plantas limitan la movilidad y
biodisponibilidad de los contaminantes en el suelo, debido a la produc-
ción en las raíces de compuestos químicos que pueden adsorber o formar
complejos con los contaminantes, inmovilizándolos así en la interfase raí-
ces:suelo (Sellers, 1999). La fitodegradación consiste en el metabolismo de
contaminantes dentro de los tejidos de la planta a través de enzimas que
catalizan su degradación.

a) Aplicaciones. Puede aplicarse eficientemente para tratar suelos con-


taminados con compuestos orgánicos como benceno, tolueno, etil- 11
benceno y xilenos (BTEX); solventes clorados; HAP; desechos de
nitrotolueno; agroquímicos clorados y organofosforados; además de
compuestos inorgánicos como Cd, Cr(VI), Co, Cu, Pb, Ni, Se y Zn

QUÍMICA AGRÍCOLA 357


Capítulo 11. Contaminación ambiental

(Sellers, 1999). Se ha demostrado, también, su eficiencia en la remo-


ción de metales radioactivos y tóxicos de suelos y agua.

b) Limitaciones. Existen varias limitaciones que deben considerarse


para su aplicación: (i) el tipo de plantas utilizado determina la profun-
didad por tratar; (ii) altas concentraciones de contaminantes pueden
resultar tóxicas; (iii) puede depender de la estación del año; (iv) no es
efectiva para tratar contaminantes fuertemente sorbidos; (v) la toxici-
dad y biodisponibilidad de los productos de la degradación no siem-
pre se conocen y pueden movilizarse o bioacumularse en animales.

Tecnologías ex situ
Los procesos de biorremediación ex situ incluyen: (i) procesos de biode-
gradación en fase de lodos, en los que el suelo se mezcla con agua (para
formar un lodo), microorganismos y nutrientes; y (ii) de biodegradación en
fase sólida, en la cual los suelos se colocan en una celda de tratamiento
(composteo) o sobre membranas impermeables (biolabranza), en donde
se agrega agua y nutrientes (EPA, 2001).

La biorremedación en fase sólida (composteo) es un proceso biológico


controlado por el cual pueden tratarse suelos y sedimentos contaminados
con compuestos orgánicos biodegradables para obtener subproductos
inocuos estables. El material contaminado se mezcla con agentes de vo-
lumen (paja, aserrín, estiércol, desechos agrícolas), las que son sustancias
orgánicas sólidas biodegradables, adicionadas para mejorar el balance de
nutrientes, así como para asegurar una mejor aireación y la generación del
calor durante el proceso. Los sistemas de composteo incluyen tambores
rotatorios, tanques circulares, recipientes abiertos y biopilas (Alexander,
1994; Eweis y col., 1998; Semple y col., 2001).

Las pilas estáticas (biopilas) son una forma de composteo en el cual, ade-
más de agentes de volumen, el sistema se adiciona con agua y nutrientes,
y se coloca en áreas de tratamiento (que incluyen alguna forma de airea-
ción y sistemas para colectar lixiviados). Las pilas de suelo generalmente
se cubren con plástico para controlar los lixiviados, la evaporación y la
volatilización de contaminantes, además de favorecer su calentamiento
(Eweis y col., 1998).

358 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
a) Aplicaciones. El composteo se ha usado con éxito para remediar
suelos contaminados con PCP, gasolinas, HTP, HAP. Se ha demos-
trado, también, la reducción, hasta niveles aceptables, en la con-
centración y toxicidad de explosivos (TNT). El uso de estrategias de
composteo se ha adoptado seriamente hasta los últimos 3 a 5 años
(Van Deuren y col., 1997; Semple y col., 2001).

b) Limitaciones. Algunas limitaciones del proceso son: (i) necesidad de


espacio; (ii) necesidad de excavar el suelo contaminado, lo que pue-
de provocar la liberación de COV; (iii) incremento volumétrico del ma-
terial a tratar; (iv) no pueden tratarse metales pesados (Van Deuren y
col., 1997).

Biorremediación en fase de lodos (biorreactores)


En la biorremediación en fase de lodos (biorreactores) pueden usarse para
tratar suelos heterogéneos y poco permeables, o cuando es necesario
disminuir el tiempo de tratamiento, ya que es posible combinar, controlada
y eficientemente, procesos químicos, físicos y biológicos, que mejoren y
aceleren la biodegradación (Reiser-Roberts, 1998). Es la tecnología más
adecuada cuando existen peligros potenciales de descargas y emisiones.
Uno de los reactores más utilizados para biorremediar suelos es el bio-
rreactor de lodos, en el cual el suelo contaminado se mezcla constante-
mente con un líquido, y la degradación se lleva a cabo en la fase acuosa
por microorganismos en suspensión o inmovilizados en la fase sólida. El
tratamiento puede realizarse también en lagunas construidas para este
fin o bien en reactores sofisticados con control automático de mezclado
(Alexander, 1994).

a) Aplicaciones. Los biorreactores de lodos aerobios se utilizan princi-


palmente para tratar HTP, COS no halogenados y COV. Se utilizan
también reactores secuenciales de lodos aerobios/anaerobios para
tratar BPC, COS halogenados, pesticidas y desechos de artillería
(Van Deuren y col., 1997).

b) Limitaciones. Algunos factores que pueden limitar el uso y efectivi-


dad de los biorreactores son: (i) el suelo debe tamizarse; (ii) suelos 11
heterogéneos y arcillosos pueden generar problemas de manipula-
ción; (iii) los productos intermediarios pueden ser más tóxicos que el
contaminante original (en caso de explosivos o solventes clorados);

QUÍMICA AGRÍCOLA 359


Capítulo 11. Contaminación ambiental

(iv) los residuos pueden requerir de tratamiento o disposición final


(Van Deuren y col., 1997; Riser-Roberts, 1998).

Tecnologías de remediación fisicoquímicas


Como ya se mencionó, los tratamientos fisicoquímicos aprovechan las
propiedades físicas y químicas de los contaminantes o del medio conta-
minado para destruir, separar o contener la contaminación. Este tipo de
tecnologías generalmente es efectivo en cuanto a costos y puede con-
cluirse en periodos cortos, en comparación con las tecnologías de bio-
rremediación. Sin embargo, los costos pueden incrementarse cuando se
utilizan técnicas de separación en las que los contaminantes requieran
de tratamiento o disposición (Van Deuren y col., 1997). Mientras que las
tecnologías de biorremediación son principalmente métodos destructivos,
las fisicoquímicas incluyen las tres estrategias básicas de acción sobre el
contaminante (destrucción, separación e inmovilización).

Al igual que el resto de las tecnologías de remediación, las fisicoquímicas


pueden realizarse in situ o ex situ. Sin embargo, la mayoría se aplican in
situ. Entre las tecnologías fisicoquímicas para tratamiento in situ, se en-
cuentra la remediación electrocinética (RE), el lavado de suelos (LS), la ex-
tracción por solventes (ES), la extracción de vapores (EV) y la solidificación/
estabilización (S/E).

La remediación electrocinética (RE) es una tecnología en desarrollo que


aprovecha las propiedades conductivas del suelo, cuyo objetivo es sepa-
rar y extraer contaminantes orgánicos e inorgánicos (metales) de suelos,
lodos y sedimentos, con el uso de un campo eléctrico que permite remo-
ver las especies cargadas (iones). Implica la aplicación de una corriente
directa de baja intensidad entre un electrodo positivo y uno negativo (Van
Cauwenberghe, 1997; Paillat y col., 2000). Los iones metálicos, iones amo-
nio y compuestos orgánicos con carga positiva migran hacia el cátodo;
mientras que los aniones como el cloruro, cianuro, fluoruro, nitratos y com-
puestos orgánicos cargados negativamente se mueven hacia el ánodo
(EPA, 2001).

a) Aplicaciones. Pueden tratarse contaminantes orgánicos polares y


metales pesados. Se ha utilizado a nivel piloto para tratar contami-
nantes inorgánicos como Pb, Ni, Hg, As, Cu, Zn y Cr; además de
orgánicos como BTX. Es una tecnología que puede emplearse para

360 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
mejorar otras tecnologías de remediación como la biorremediación
y la remoción de contaminantes no solubles (Sellers, 1999).

b) Limitaciones. Su eficiencia disminuye en medios con un contenido


de humedad menor al 10%; la presencia de ciertos metales o ma-
teriales aislados provocan variaciones en la conductividad eléctrica
del suelo; depósitos minerales (alta conductividad eléctrica) causan
problemas; valores extremos de pH y reacciones de óxido-reduc-
ción disminuyen su eficiencia y forman productos indeseables.

Lavado de suelos, extracción por solvente e


inundación de suelos
Otras tecnologías importantes de mencionar son el lavado de suelos, ex-
tracción por solvente e inundación de suelos. Estas tres tecnologías se-
paran contaminantes orgánicos e inorgánicos del suelo por medio de un
líquido de extracción. El fluido líquido requiere de un tratamiento posterior
para remover o destruir los contaminantes. Cada una de estas tecnologías,
relacionadas entre sí, trabaja de manera diferente sobre los contaminantes
(Sellers, 1999).

• Lavado de suelos. Los contaminantes sorbidos en las partículas fi-


nas del suelo son removidos con el uso de soluciones acuosas en
un suelo excavado. De esta manera, se reduce el volumen del mate-
rial contaminado, ya que las partículas finas son extraídas del resto
del suelo.

• Extracción por solventes. Este tipo de procesos utiliza solventes or-


gánicos para disolver los contaminantes y así removerlos del suelo.

• Inundación del suelo. Grandes cantidades de agua, en ocasiones


con algún aditivo, se aplican al suelo o se inyectan en cuerpos de
agua cercanos para aumentar el nivel del agua en la zona contami-
nada, favoreciendo así el paso de los contaminantes del suelo hacia
el cuerpo de agua. Un sistema de inundación, debe incluir la extrac-
ción y tratamiento del agua contaminada (Sellers, 1999; EPA, 2001).
11
a) Aplicaciones. El lavado de suelos se ha utilizado con éxito para
tratar suelos contaminados con hidrocarburos, HAP, PCP, pes-
ticidas y metales pesados. Por medio de inundación, pueden

QUÍMICA AGRÍCOLA 361


Capítulo 11. Contaminación ambiental

recuperarse compuestos inorgánicos (metales) y tratarse COV,


COS, gasolinas y pesticidas.

b) Limitaciones. Las soluciones utilizadas y los solventes pueden


alterar las propiedades fisicoquímicas del suelo; es difícil tratar
suelos poco permeables o heterogéneos; los surfactantes usa-
dos en el lavado pueden adherirse al suelo y disminuir su porosi-
dad; los fluidos reaccionan con el suelo reduciendo la movilidad
de los contaminantes. En general, se requiere pretratar los sue-
los con alto contenido de materia orgánica y es necesario tratar
los vapores generados.

La extracción de vapores (EV), también conocida como ventilación del


suelo, vaporización y volatilización, es una tecnología en la que se aplica un
vacío al suelo para inducir un flujo controlado y continuo de aire, y remover
así contaminantes volátiles y semivolátiles del suelo. La EV usualmente se
lleva a cabo in situ. Sin embargo, en algunos casos, puede usarse como
una tecnología ex situ (Riser-Roberts, 1998; EPA, 2001). La efectividad del
sistema de EV depende, principalmente, de la volatilidad de los contami-
nantes y de la permeabilidad y homogeneidad del suelo (Sellers, 1999).

a) Aplicaciones. La EV a menudo se usa para remediar sitios conta-


minados por derrames o fugas de COV y algunas gasolinas; puede
aplicarse en zonas insaturadas. Además, la EV facilita e induce otros
procesos de remediación como la biodegradación de contaminan-
tes poco volátiles.

b) Limitaciones. No es recomendable para la remoción de aceites pe-


sados, metales, BPC o dioxinas; la técnica solo es aplicable para
compuestos volátiles; la humedad, contenido de materia orgánica y
permeabilidad del suelo al aire afectan la eficiencia del proceso; no
es una tecnología adecuada para zonas saturadas; un alto conteni-
do de partículas finas afectan la operación del sistema; la descarga
de aire del sistema puede requerir tratamiento; los líquidos residua-
les deben tratarse o disponerse.

La solidificación/estabilización (S/E) es un proceso en el que el suelo


contaminado se mezcla con aditivos para inmovilizar los contaminantes,
disminuyendo o eliminando la lixiviación. La solidificación se refiere a las
técnicas que encapsulan (atrapan físicamente) al contaminante formando
un material sólido, y no necesariamente involucra una interacción química

362 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
entre el contaminante y los aditivos solidificantes. La estabilización limita la
solubilidad o movilidad del contaminante, generalmente por la adición de
materiales, como cemento Portland, cal o polímeros, que aseguren que los
constituyentes peligrosos se mantengan en su forma menos móvil o tóxi-
ca (Sellers, 1999; EPA, 2001). La S/E puede realizarse tanto in situ como
ex situ; para la S/E ex situ, se debe excavar el material para tratarse, de
manera que el material resultante sea dispuesto. En la S/E in situ pueden
utilizarse sistemas para cubrir los suelos contaminados sin necesidad de
excavar, de manera que el material se deja en el mismo sitio (EPA, 2001).

a) Aplicaciones. Los procesos de S/E usualmente se utilizan para tratar


contaminantes inorgánicos, como suelos y lodos contaminados con
metales.

b) Limitaciones. Los COV tienden a volatilizarse durante el mezclado del


suelo con los agentes de solidificación/estabilización, y generalmen-
te estos no son inmovilizados; la profundidad a la que se encuentre
el contaminante limita algunos procesos; el material solidificado pue-
de impedir el futuro uso del sitio; los metales volátiles (Pb, Cd, As,
Hg) pueden volatilizarse durante el tratamiento; no es recomendable
para sitios con más de 25% de metales (Riser-Roberts, 1998).

El tratamiento químico típicamente involucra reacciones de oxidación-re-


ducción (redox) que convierten químicamente compuestos tóxicos o pe-
ligrosos a compuestos menos tóxicos o no peligrosos, que son más es-
tables, menos móviles o inertes. Los agentes oxidantes más usados para
tratar contaminantes peligrosos en el suelo, son el ozono, peróxido de
hidrógeno, hipocloritos, cloro, dióxido de cloro y el reactivo de Fenton (pe-
róxido de hidrógeno y fierro). Este método puede aplicarse in situ o ex situ
en suelos, lodos, sedimentos y otros sólidos.

a) Aplicaciones. Por este método pueden atacarse principalmente com-


puestos inorgánicos. Sin embargo, es posible que se usecon menor
eficiencia para COV no halogenados y COS, gasolinas y pesticidas.

b) Limitaciones. Puede ocurrir una oxidación incompleta o formación


de compuestos intermediarios, dependiendo del contaminante y el
agente oxidante usado; la presencia de aceites y grasas disminuye 11
la eficiencia; los costos se incrementan para altas concentraciones
de contaminantes.

QUÍMICA AGRÍCOLA 363


Capítulo 6. Composición química de la estructura de las plantas y la degradación bioquímica

Las técnicas de separación física buscan concentrar los contaminantes


sólidos por medios físicos y químicos. La mayoría de los contaminantes or-
gánicos e inorgánicos tienden a unirse, química o físicamente, a la fracción
más fina del suelo. Las partículas finas de arcillas y sedimentos pueden
separarse de arenas y gravas gruesas para concentrar los contaminantes
en volúmenes menores de suelo; de esta manera, el volumen de suelo ob-
tenido puede tratarse o disponerse. La separación ex situ puede realizarse
por varios procesos. La separación por gravedad (por diferencia de den-
sidad entre fases) y la separación por tamaño de partícula (concentración
de contaminantes en volúmenes menores) son dos procesos bien desa-
rrollados. En cambio, la separación magnética (extracción de partículas
magnéticas) es un proceso mucho más novedoso que aún se encuentra
en desarrollo (EPA, 2001).

a) Aplicación. Los contaminantes que pueden tratarse por separación


física son los COS, gasolinas y compuestos inorgánicos. Pueden
usarse para algunos COV y pesticidas. La separación magnética se
usa específicamente para metales pesados y partículas magnéticas
radioactivas (plutonio y uranio).

b) Limitaciones. Alto contenido de arcillas y de humedad incrementa


los costos del tratamiento; la separación por gravedad asume di-
ferencias entre la densidad de la fase sólida y líquida; la gravedad
específica de las partículas afectan la eficiencia del proceso.

Tecnologías de remediación térmicas


Los tratamientos térmicos ofrecen tiempos muy rápidos de limpieza, pero
son generalmente los más caros. Sin embargo, estas diferencias son me-
nores en las aplicaciones ex situ que in situ. Los altos costos se deben a
los costos propios para energía y equipos, además de ser intensivos en
mano de obra. Al igual que las tecnologías fisicoquímicas y a diferencia de
las biológicas, los procesos térmicos incluyen la destrucción, separación e
inmovilización de contaminantes. Los procesos térmicos utilizan la tempera-
tura para incrementar la volatilidad (separación), quemado, descomposición
(destrucción) o fundición de los contaminantes (inmovilización). (Volke, 2002).

Las tecnologías térmicas de separación producen vapores que requie-


ren tratamiento; las destructivas producen residuos sólidos (cenizas) y, en
ocasiones, residuos líquidos que precisan de tratamiento o disposición.

364 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
notarse subraya que para ambos tipos de tratamiento, el volumen de resi-
duos generados que necesitan tratamiento o disposición es mucho menor
que el volumen inicial (Van Deuren y col., 1997). La mayoría de las tecno-
logías térmicas pueden, también, aplicarse in situ y ex situ. Dentro de las
tecnologías térmicas ex situ, principalmente se encuentran la incineración,
pirólisis y desorción térmica. Una de las tecnologías que se emplean in situ
es la extracción de vapores mejorada por temperatura.

Los procesos de desorción térmica (DT) consisten en calentar (90 a 540


ºC) el suelo contaminado con contaminantes orgánicos, con el fin de va-
porizarlos y, por consiguiente, separarlos del suelo. El calor acelera la libe-
ración y el transporte de contaminantes a través del suelo, para posterior-
mente dirigirlos hasta un sistema de tratamiento de gases con el uso de un
gas acarreador o un sistema de vacío. Es un proceso de separación física
no destructivo; con base en la temperatura de operación, la DT puede cla-
sificarse en dos grupos (EPA, 2001):

• Desorción térmica de alta temperatura (DTAT). Es una tecnología a


gran escala en la cual los desechos se calientan a temperaturas
entre 320 y 560 ºC. Frecuentemente, se utiliza en combinación con
la incineración o S/E, dependiendo de las condiciones específicas.

• Desorción térmica de baja temperatura (DTBT). Los desechos se


calientan a temperaturas entre 90 y 320 ºC. Es una tecnología a gran
escala que se ha probado con éxito en el tratamiento de varios tipos
de suelos contaminados con HTP.

La DT puede implementarse por: (i) inyección a presión de aire caliente, (ii)


inyección de vapor o (iii) calentamiento del suelo por ondas de radio (radio-
frecuencia), que producen energía que se transforma en energía térmica.

a) Aplicaciones. El proceso de DT puede aplicarse, en general, para la


separación de compuestos orgánicos de desechos, así como para
suelos contaminados con creosota e hidrocarburos. Los sistemas
de DTBT pueden usarse para tratar COV no halogenados y gaso-
linas y, con menor eficiencia, para COS. Los procesos de DTAT se
utilizan principalmente para tratar COS, HAP, BPC y pesticidas,
pero pueden aplicarse también para COV y gasolinas (Van Deuren 11
y col., 1997).

b) Limitaciones. La presencia de cloro puede afectar la volatilización


de algunos metales como el plomo. Su uso varía en función de la

QUÍMICA AGRÍCOLA 365


Capítulo 11. Contaminación ambiental

temperatura que pueda alcanzarse durante el proceso selecciona-


do. Estas tecnologías no son efectivas en zonas saturadas, suelos
muy compactos o con permeabilidad variable, además de que pro-
ducen emisiones gaseosas.

En los procesos de incineración, tanto in situ como ex situ, se utilizan altas


temperaturas de operación que van desde los 870 a los 1200 ºC, con la
finalidad de volatilizar y quemar compuestos orgánicos y halogenados en
presencia de oxígeno. Generalmente, se utilizan combustibles para iniciar
el proceso de combustión. Las eficiencias de remoción y destrucción de
los incineradores operados adecuadamente exceden el 99, 99%. Sin em-
bargo, los gases de combustión con frecuencia requieren de tratamiento.
Existen diferentes tipos de incineradores (Van Deuren y col., 1997):

• Combustión de lecho circulante (CLC). Utilizan altas velocidades en la


entrada de aire, lo que provoca la circulación de los sólidos, creando
una zona de combustión turbulenta favoreciendo la destrucción de
hidrocarburos tóxicos. Los incineradores de CLC operan a tempera-
turas menores que los incineradores convencionales (790 a 880 °C).

• Lecho fluidizado. Utiliza aire a alta velocidad para provocar la circu-


lación de las partículas contaminadas y opera a temperaturas ma-
yores a 870 ºC.

• Tambor rotatorio. La mayoría de los incineradores comerciales son


de este tipo, y están equipados con un “dispositivo de postcombus-
tión”, un extintor y un sistema para el control de emisiones. Son cilin-
dros rotatorios con una ligera inclinación que opera a temperaturas
por arriba de los 980 ºC.

a) Aplicaciones. Se usa para remediar suelos contaminados con


explosivos, residuos peligrosos como hidrocarburos clorados,
BPC y dioxinas.

b) Limitaciones. Es necesario tratar los gases de combustión (dio-


xinas y furanos); para el tratamiento de BPC y dioxinas, deben
emplearse incineradores fuera del sitio; los metales pesados
pueden producir cenizas que requieren estabilización; para tra-
tar metales volátiles (Pb, Cd, Hg y As) se necesitan sistemas
de limpieza de gases; los metales pueden reaccionar con otros
compuestos formando compuestos más volátiles y tóxicos.

366 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
El proceso de vitrificación puede llevarse a cabo in situ o ex situ, y utiliza
una corriente eléctrica para fundir los suelos contaminados con tempera-
turas que van de 1600 a 2000 °C. Es un proceso de S/E que estabiliza
la mayoría de los contaminantes inorgánicos y destruye los orgánicos. El
producto de la vitrificación es un material cristalino químicamente estable
que no produce lixiviados, en el cual quedan incorporados los compuestos
inorgánicos. Durante el proceso, las altas temperaturas, provocan la des-
trucción o remoción de los materiales orgánicos (EPA, 2001).

a) Aplicaciones. La vitrificación es usada generalmente para inmovilizar


la mayoría de contaminantes inorgánicos. Sin embargo, se ha pro-
bado que el proceso también puede destruir o remover COV y COS
y otros compuestos orgánicos como dioxinas y BPC.

b) Limitaciones. Las limitaciones de la vitrificación son las mismas que


se señalan en los procesos de estabilización/solidificación.

La pirólisis es la descomposición química de materiales orgánicos induci-


da por calor en ausencia de oxígeno; el proceso normalmente se realiza
a presión y temperaturas de operación mayores a 430 °C. Los hornos y
equipos utilizados pueden ser físicamente similares a los utilizados para la
incineración, pero se deben operar a temperaturas menores en ausencia
de aire. Los productos primarios formados de la pirólisis de materiales
orgánicos, en diferentes proporciones de acuerdo con las condiciones del
proceso, son: (i) gases residuales (metano, etano y pequeñas cantidades
de hidrocarburos ligeros); (ii) condensados acuosos y aceitosos, y (iii) resi-
duos sólidos carbonosos (coque) que pueden usarse como combustible
(Riser-Roberts, 1998; Kreiner, 2002).

a) Aplicaciones. Se utiliza para tratar COS y pesticidas. Puede aplicar-


se para tratar BPC, dioxinas, desechos de alquitrán y pinturas, sue-
los contaminados con creosota y con hidrocarburos. Ha mostrado
buenos resultados en la remoción de BPC, dioxinas, HAP y otros
compuestos orgánicos. La pirólisis no es efectiva para destruir o
separar compuestos inorgánicos de un suelo contaminado.

b) Limitaciones. Se requieren tamaños de partícula específicos y ma-


nipulación del material; altos contenidos de humedad (mayor a 1%) 11
aumentan los costos; los medios con metales pesados requieren
estabilización; es necesario tratar los gases de combustión.

QUÍMICA AGRÍCOLA 367


Capítulo 11. Contaminación ambiental

En algunos casos, dos o más tecnologías innovadoras o tradicionales


pueden usarse juntas en lo que se conoce como “trenes de tratamiento”.
Estos trenes de tratamiento son procesos integrados, o bien una serie
de tratamientos que se combinan en una secuencia para proporcionar el
tratamiento necesario. En general, los trenes de tratamiento se emplean
cuando no todos los contaminantes en un medio particular pueden tratar-
se con una sola tecnología. Por ejemplo, un suelo contaminado con com-
puestos orgánicos y metales puede tratarse primero por biorremediación
para eliminar los compuestos orgánicos y después por S/E para reducir la
lixiviación de los metales. En otros casos, un tren de tratamientos puede
usarse para: (i) hacer un medio más fácilmente tratable por una tecnología
subsecuente; (ii) para reducir la cantidad de desechos que necesitan un
tratamiento posterior con una tecnología subsecuente y más costosa; (iii)
para disminuir el costo total del tratamiento (EPA, 2001).

Se necesita estudiar la naturaleza, origen y efecto de cada uno de los


contaminantes, de la calidad del suelo, del agua y el aire, en investigar los
problemas actuales para preparar programas económicamente factibles
orientados a preservar y mejorar la calidad de los recursos suelo y agua.
Se debe obtener información del desplazamiento de sales, pesticidas y
otras substancias químicas con el movimiento del agua del suelo para
controlar la contaminación.

La agricultura sostenible constituye uno de los mayores desafíos. Esta


sostenibilidad supone que la agricultura no solo es capaz de garantizar
un suministro sostenido de alimentos, sino que sus efectos ambientales,
socioeconómicos y sanitarios se reconocen y contemplan en los planes
nacionales de desarrollo. Así, la FAO ha adoptado como definición del de-
sarrollo sostenible:

El desarrollo sostenible es el manejo y conservación de la base de


recursos naturales y la orientación del cambio tecnológico e institu-
cional de tal manera que se asegure la continua satisfacción de las
necesidades humanas para las generaciones presentes y futuras.
Este desarrollo sostenible (en los sectores agrícola, forestal y pes-
quero) conserva la tierra, el agua y los recursos genéticos vegeta-
les y animales, no degrada el medio ambiente y es técnicamente
apropiado, económicamente viable y socialmente aceptable (FAO).

368 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
Ejercicios de autoevaluación

1. Mencione los tres tipos de tratamiento que existen para la remedia-


ción de zonas contaminadas con plaguicidas.

2. Explique brevemente en qué consisten las siguientes técnicas de


remediación:

a) Biolabranza:

b) Fitorremediación:

3. Explique cómo la cantidad de materia orgánica que hay en el suelo


puede afectar la persistencia de los compuestos químicos que están
contaminando un terreno.

4. Explique cómo la temperatura ambiental puede afectar el proceso


de degradación de los compuestos químicos que están contami-
nando el suelo o el agua.

5. Explique brevemente en qué consisten las siguientes técnicas de


remediación:

a) Bioestimulación

b) Bioaumentación

6. Asocie los términos de la columna A con las afectaciones que se


describen en la columna B.

11

QUÍMICA AGRÍCOLA 369


Capítulo 11. Contaminación ambiental

Columna A Columna B
Bronquitis, enfisema; nefrotoxicidad;
infertilidad; cáncer de próstata;
A. Arsénico (As) ( ) alteraciones neurológicas;
hipertensión; enfermedades
vasculares.
Nefrotoxicidad; hepatotoxicidad;
B. Berilio (Be) ( )
cáncer de pulmón.
Bronquitis; cáncer de esófago, laringe,
C. Cadmio (Cd) ( ) pulmón y vejiga; hepatotoxicidad;
enfermedades vasculares.
Alteraciones neurológicas
(disminución del coeficiente
D. Cromo (Cr) ( )
intelectual infantil); nefrotoxicidad;
anemia; cáncer de riñón.
Irritación de las membranas mucosas
E. Mercurio (Hg) ( )
y de la piel; cáncer de pulmón.
Alteraciones neurológicas; afecciones
F. Plomo (Pb) ( ) del sistema respiratorio, autismo,
depresión.

370 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
Respuestas

Respuesta 1.

a) Tratamientos biológicos (biorremediación).

b) Tratamientos fisicoquímicos.

c) Tratamientos térmicos.

Respuesta 2.

1. Biolabranza: la superficie del suelo contaminado es tratada por


medio del arado. El suelo contaminado se mezcla con agentes
de volumen y nutrientes, y se remueve periódicamente para favo-
recer su aireación. Las condiciones del suelo (pH, temperatura,
aireación) se controlan para optimizar la velocidad de degradación
y generalmente se incorporan cubiertas u otros métodos para el
control de lixiviados.

2. Fitorremediación: es un proceso que utiliza plantas para remover,


transferir, estabilizar, concentrar y/o destruir contaminantes (orgáni-
cos e inorgánicos) en suelos, lodos y sedimentos, y puede aplicarse
tanto in situ como ex situ.

Respuesta 3.

Un suelo con altos contenidos de materia orgánica presenta mayor canti-


dad de sitios posibles de intercambio o anclaje de moléculas contaminan-
tes por lo que puede aumentar la persistencia de compuestos químicos.

Respuesta 4.

Mayores temperaturas inciden en actividades microbianas más intensas,


con lo cual se puede acelerar los procesos de degradación y volatilización
de algunas sustancias químicas contenidas en los plaguicidas. 11

QUÍMICA AGRÍCOLA 371


Capítulo 11. Contaminación ambiental

Respuesta 5.

a) Bioestimulación implica la circulación de soluciones acuosas (que


contengan nutrientes y/u oxígeno) a través del suelo contaminado,
para estimular la actividad de los microorganismos autóctonos, y
mejorar así la biodegradación de contaminantes orgánicos o la in-
movilización de contaminantes inorgánicos in situ.

b) Bioaumentación: consiste en la adición de microorganismos vivos,


que tengan la capacidad para degradar el contaminante en cues-
tión, para promover su biodegradación o su biotransformación.

Respuesta 6.

Columna A Columna B
Bronquitis, enfisema; nefrotoxicidad;
infertilidad; cáncer de próstata;
A. Arsénico (As) ( C )
alteraciones neurológicas; hipertensión;
enfermedades vasculares.
Nefrotoxicidad; hepatotoxicidad; cáncer
B. Berilio (Be) ( D )
de pulmón.
Bronquitis; cáncer de esófago, laringe,
C. Cadmio (Cd) ( A ) pulmón y vejiga; hepatotoxicidad;
enfermedades vasculares.
Alteraciones neurológicas (disminución
del coeficiente intelectual infantil);
D. Cromo (Cr) ( F )
nefrotoxicidad; anemia; cáncer de
riñón.
Irritación de las membranas mucosas y
E. Mercurio (Hg) ( B )
de la piel; cáncer de pulmón.
Alteraciones neurológicas; afecciones
F. Plomo (Pb) ( E ) del sistema respiratorio, autismo,
depresión.

372 Federico Masís Meléndez • Rodolfo Hernández Chaverri • Gilberto Piedra Marín
Referencias

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Unidos: Academic Press.

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Waters. Burlington, Canadá. FAO versión digital.

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utilizan los datos del inventario de emisiones tóxicas. Estados Unidos.

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International Joint Commission (1994). Management Programs, Effects of


Research, and Present Land Use Activities on Water Quality of the Great
Lakes (2 vols.). Pollution from Land Use Activities Reference Group
(PLUARG), International Joint Commission, Windsor, Ontario.

Kreiner, I. (2002). Gestión de residuos peligrosos. Tecnologías para el tratamiento


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Nacional Autónoma de México, México.

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Unidos: Lewis Publishers.

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Sanchez, M. J. y Sánchez, M. (1984). Los plaguicidas, adsorción y evolución


en el suelo. Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología. Salamanca,
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Van Deuren, J., Z. Wang, Z. y Ledbetter, J. (1997). Remediation Technologies


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Office, EPA. http://www.epa.gov/tio/remed.htm 11
Volke, T. y Velasco J. (2002). Tecnologías de remediación para suelos
contaminados. Instituto Nacional de Ecología (INE-SEMARNAT). México.

QUÍMICA AGRÍCOLA 373


Reseña bibliográfica

Federico Masís Meléndez


Tiene una licenciatura en Química Industrial con énfasis en Química Ambiental de
la Universidad Nacional (1999-2004). Cursó la maestría académica en Ciencias
Agrícolas y Recursos Naturales con énfasis en Suelos, en la Universidad de Costa
Rica (2006-2010) y, más tarde, obtuvo su doctorado en Agroecología con énfasis
en Física de Suelos, en la Universidad de Aarhus, Dinamarca (2012-2015). Desde
2004, acumula experiencia profesional y académica en el Laboratorio de Residuos
de Plaguicidas del Servicio Fitosanitario del Estado - Ministerio de Agricultura, la
Universidad Estatal a Distancia (UNED), los laboratorios de Tecnología Poscosecha,
así como de Suelos y Foliares del Centro de Investigaciones Agronómicas
(Universidad de Costa Rica). También, ha participado en la Universidad EARTH
como profesor invitado. En la actualidad, es profesor en la Escuela de Química y
la carrera de Ingeniería Ambiental en el Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC).
Los intereses científicos son los siguientes: la síntesis de terrapretas o suelos an-
tropogénicos a partir de la carbonización de biomasas y el saneamiento ecológi-
co, estudios de lixiviación, destino y modelaje de solutos y patógenos en la zona
vadosa del suelo, confinamiento e impermeabilización de coberturas de rellenos
sanitarios u otras aplicaciones de ingeniería.

Rodolfo A. Hernández Chaverri


Es Ingeniero Químico de la Universidad de Costa Rica. Cuenta con más de siete
años de experiencia en la industria en temas relacionados con el saneamiento
ambiental, calidad, procesos industriales y normativa ISO. Obtuvo su maestría
en Sistemas Modernos de Manufactura con énfasis en Gestión Estratégica, en
el Instituto Tecnológico de Costa Rica. Además, ha sido profesor en la Escuela
de Química de la Universidad Nacional; fue profesor y coordinador de la cátedra
de Ciencias Químicas en la Universidad Estatal a Distancia (UNED), donde, ac-
tualmente, labora como coordinador de la Cátedra de Ciencias Químicas para
Ingenierías y está asociado al Laboratorio de Investigaciones de Bioenergéticas y
Ambientales, de la Vicerrectoría de Investigación, de la UNED.
Gilberto Piedra Marín
Nació en Ciudad Quesada, San Carlos, en 1964. Cursó la educación primaria en
la Escuela Juan Chaves Rojas y los estudios secundarios en el Liceo San Carlos.
Posteriormente, ingresó a la Escuela de Química de la Universidad de Costa Rica,
donde obtuvo el bachillerato en Química y, luego, cursó estudios de posgrado en
el Departamento de Química de South Dakota State University, Estados Unidos,
donde se le confirió el grado académico de doctor. De regreso a Costa Rica,
ocupó el cargo de Gerente de Producción en la empresa Indagro S.R.L. y, más
tarde, el de Gerente de Operaciones y Planta en la empresa Celco de Costa Rica
S.A. Se incorporó a la Universidad Nacional en el año 2000, institución en la que
labora como docente e investigador en la Escuela de Química. En el 2012, se
integró al cuerpo docente de la UNED, donde se desempeña como tutor en la
Escuela de Ciencias Exactas y Naturales. Posee diversas publicaciones científicas
en revistas nacionales e internacionales y es coautor de varios libros, entre ellos el
manual Química Experimental: un enfoque hacia la química verde, publicado por
la Editorial Pearson.
Química Agrícola
se terminó de imprimir en el mes de
noviembre del 2017
en los Talleres Gráficos de la Editorial EUNED.
Su edición consta de 1000 ejemplares
impresos en papel bond 75 gramos,
con forro de cartulina barnizable
y acabados en barniz ultravioleta.

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