Vous êtes sur la page 1sur 2

Antijuridicidad y la justificación

Al hablar de causas de justificación estamos en el ámbito de la antijuridicidad, las causas de


justificación eximen la antijuridicidad.

Esto significa que la causa de justificación justifica la ilicitud del hecho, el hecho será típico pero la
conducta está justificada, por lo que se4 eximirá de responsabilidad penal.

Entendemos por causa de justificación todas aquellas circunstancias o situaciones en virtud de las
cuales se produce la exclusión de la antijuridicidad, o ilicitud de la conducta típica. En ocasiones las
causas de justificación implican un derecho o una facultad a favor del sujeto, a través del cual se
excluye la antijuridicidad de la conducta típica que se haya realizado. En otros casos se basan en
deberes jurídicos, lo que significa que existe la obligación jurídica de realizar el hecho típico, pero
éste se encuentra justificado.

La causa de justificación no implica que la conducta deje de ser típica sino que se hablará de
conducta típica justificada. En definitiva, las causas de justificación son los eximentes que eliminan
o excluyen el juicio de antijuridicidad de la conducta, en principio, típica.

A las causas de justificación también se las denomina causas de exclusión de la antijuridicidad o


del injusto.

Clasificación de las causas de justificación:

- Causas de justificación de la acción: en ellas el desvalor del resultado subsiste, pero la conducta
no está jurídicamente desaprobada, bien sea porque le falte la parte objetiva del desvalor de la
acción (como ocurre en el estado de necesidad) o bien porque le falte la parte subjetiva.

- Causas de justificación del resultado: el bien jurídico deja de estar protegido en el caso concreto
frente a una lesión o puesta en peligro (es el caso de la legítima defensa).

Efectos de las causas de justificación:

- El primero y más importante es la exclusión de la responsabilidad penal por el hecho típico


cometido, lo que significa que está prohibido imponer una pena al sujeto que haya cometido un
hecho típico que se encuentre amparado por una causa de justificación.

- Tampoco se podrá imponer al sujeto una medida de seguridad.

- También queda excluido cualquier otro tipo de responsabilidad extrapenal (civil administrativa).

- La participación en un acto justificado, cometido por el autor, también estará justificada.

- Frente a una conducta amparada por una causa de justificación no cabe alegar legítima defensa
para su evitación, esto de debe a que la conducta justificada no constituye una agresión ilegítima,
que es el requisito esencial sin el cual no podría apreciarse la legítima defensa.

Eximente incompleta:

Distinguimos entre elementos esenciales y no esenciales en cada una de las causas de justificación.
Es preciso que concurran los esenciales de la correspondiente causa, pero si faltase alguno de los
no esenciales nos encontraríamos ante la eximente incompleta.

Requisito esencial:
Antijuridicidad y la justificación

La legítima defensa tiene un presupuesto, la agresión. Se entiende por agresión cualquier ataque a
los bienes jurídicos o derechos cuyo titular es la persona (vida, salud) pero también el honor, la
intimidad o la propiedad. La legítima defensa es la protección que se realiza frente a un previo
ataque ilegítimo, es decir es la reacción a una previa agresión. No toda agresión es ilegítima, pues
sólo lo será aquella que contradiga el ordenamiento jurídico, o que sea contraria a derecho. Por
tanto, sólo las agresiones que sean legítimas están justificadas. Dentro de los requisitos, en
concreto el presupuesto, está la agresión ilegítima, que no puede faltar en ninguno de los
supuestos. Es el requisito fundamental en la legítima defensa, cuya inexistencia impide apreciar la
eximente, y ni siquiera se podrá aplicar la incompleta. La legítima defensa deja de existir cuando la
defensa se prorroga una vez que la agresión ilegítima ha cesado. Se trata de actuar bajo el amparo
del bien atacado, que no puede identificarse con la exigencia de un móvil de defender, no se
puede actuar solamente para causar el daño en que la acción defensiva consista, es decir, la
actuación de la víctima ha de tener la finalidad de defenderse y sólo ese objetivo.

Vous aimerez peut-être aussi