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Soares, André Marcelo M.

Bioética y trascendencia : la perspectiva cristiana en el mundo


secular

Vida y Ética. Año10, Nº 1, Junio 2009

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Cómo citar el documento:

SOARES, André Marcelo M., “Bioética y trascendencia: la perspectiva cristiana en el mundo


secular”, Vida y Ética, año 10, nº 1, Buenos Aires, (junio, 2009).
http://bibliotecadigital.uca.edu.ar/repositorio/revistas/bioetica-trascendencia.pdf

Se recomienda ingresar la fecha de consulta entre corchetes, al final de la cita Ej: [Fecha de acceso
octubre 9, 2001].
ARTÍCULOS

BIOÉTICA
VIDA HUMANA
Y Prof. André Marcelo M. Soares,
PhD
Y SEXUALIDAD
TRASCENDENCIA . Filósofo, magíster y doctor en Teología
. Posgrado doctoral en Bioética por la PUC-Río
SAN AGUSTÍN Y LA
LA PERSPECTIVA PERSONA
CRISTIANA de Janeiro
. Coordinador académico y profesor del curso de
EN EL MUNDO SECULAR
posgrado en Bioética de la PUC-Río de Janeiro
. Miembro del Comité de Ética en Investigación
(CEP) del Instituto Nacional de Cáncer (INCA -
Ministerio de Salud)
. Miembro de la Sociedad Brasilera de Bioética
(SBB)
. Miembro de la Comisión de Bioética de la
Conferencia Nacional de Obispos de Brasil
(CNBB)
. Miembro del Equipo de Apoyo de la Sección
Vida del Consejo Episcopal Latinoamericano
(CELAM)

Discurso ofrecido con motivo de su


incorporación como Miembro de núme-
ro a la Academia Argentina de Ética en
Medicina,
25 de noviembre de 2002

Palabras clave Key words


· Secular · Secular
· Cristiana · Christian
· Diversidad · Diversity
· Ética y moral · Ethics and morals
· Trascendencia · Transcendency

INSTITUTO DE BIOÉTICA / UCA - VIDA Y ÉTICA AÑO 10


8 NºNº11 JUNIO
JUNIO2007
2009 147
VIDA Y ÉTICA

RESUMEN ABSTRACT

El mundo actual se caracteriza por la Modern world is characterized by the


diversidad de justificaciones morales, diversity of the existing moral justifi-
por lo que resulta arriesgado referir- cations, so it is risky to say there is
se a una única Bioética. Esta diversi- only one Bioethics. This diversity
dad lleva a muchos autores a defen- leads many authors to defend the
der la necesidad de establecer una need for establishing a secular
bioética secular, que ignora el pensa- bioethics, which disregards religious
miento religioso y las manifestacio- thought and culture manifestations.
nes de la cultura. El artículo analiza This paper analyzes the paths of se-
los caminos que atraviesa la bioética cular bioethics in the context of the
secular, en el contexto de creciente increasing secularization of today´s
secularización del mundo actual para, world and, finally, it refers to the
finalmente, hacer referencia a los contributions a christian bioethics
aportes que puede ofrecer una bioé- can make.
tica cristiana.

En un mundo caracterizado por la unir, basada en el moderno proyecto filo-


diversidad de justificaciones morales, se sófico de raíz iluminista, a todos los
torna arriesgado hablar de la existencia hombres a través de una moral de pers-
de una única Bioética. Cuestiones impor- pectiva puramente racional, que ignora
tantes como la utilización de células aspectos de juicio religioso y las manifes-
troncales retiradas de embriones, la taciones propias de determinadas cultu-
defensa de la eutanasia, las discusiones ras. [1]
sobre la legalización del aborto de fetos
meroanencéfalos (con ausencia de una Pretendiendo no estar comprometida
parte del encéfalo) y sobre el inicio de la con una visión moral particular, la bioé-
vida, llevan a algunos autores a defender tica secular acaba negando la diversidad
la necesidad de establecer una bioética moral y, por consiguiente, los caminos
secular, caracterizada por la tentativa de propios de la razón. El raciocinio secular,

[1] Cfr. ENGELHARDT, JR., H.T., Bioethics and Secular Humanism: The Search for a Common Morality, Filadelfia, Trinity
Press International, 1991, p. 33 y ss.

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deseado por esta forma de hacer bioéti- bien representado por la respuesta del
ca, aunque arrogue para sí un carácter demonio a la pregunta de Jesús: “Legión
liberal es, en realidad, autoritario. es mi nombre, porque somos muchos”
(Mc 5, 9).
El fracaso del moderno proyecto filo-
sófico de establecer una moralidad esen- Contrariamente a la bioética secular,
cialmente basada en los principios ilumi- en la que se pautan los primeros princi-
nistas constituye el gran problema de la pios de la razón iluminista, generadora
Bioética. Aquí son imprescindibles dos del positivismo, del liberalismo, del socia-
elementos para la apreciación de tal pro- lismo y de todos los otros proyectos de la
blema: en primer lugar, no es posible modernidad, la bioética de satisfacción
afirmar la existencia de una única visión no posee principios rígidos, pues su prin-
secular de la moral y, por lo tanto, se cipal característica es la flexibilidad
torna equivocada una interpretación nominal y real de todas las cuestiones.
secular universal de la Bioética. En Ella no es contraria a la religión. Hasta
segundo lugar, el hecho de despreciar las llega a hacer un discurso religioso abrien-
diferencias religiosas y culturales, que do sus perspectivas más allá de los domi-
están en la base de la organización de la nios del discurso ortodoxo de las institu-
propia sociedad moderna, provocó la ciones religiosas. Tampoco pretende estar
creación de una bioética de la satisfac- por encima de las diferencias culturales.
ción, caracterizada por su carácter La flexibilidad de sus interpretaciones la
libertario y por aglutinar en su seno ten- coloca dentro de los más diversos
dencias variadas y hasta contradictorias. ambientes socioculturales. De esta forma,
Dentro de este modelo se podrá defen- pasa a ser equivocadamente comprendi-
der, simultáneamente y sin reserva, el da como una bioética inclusiva.
derecho de los animales a no ser maltra-
tados por sus propietarios y el derecho de Del lado opuesto a la bioética secular
la mujer de destruir al propio hijo que (liberal) y de la bioética de satisfacción
está siendo gestado. Esta Bioética es hija (libertaria) se encuentra una bioética
de la posmodernidad. Ella admite y esti- cristiana, que podría ser definida como
mula una variedad de visiones sobre la aquella que basa su crítica moral en un
misma cosa, tornando todo válido y todo intenso y profundo diálogo entre la fe y
posible. No se trata de una diversidad la razón. Se trata de una Bioética funda-
que puede ser buena, sino de una disper- da en el reconocimiento de una expe-
sión aleatoria, un caos de voces que sería riencia del Dios trascendente. [2] Es en

[2] Cfr. ENGELHARDT JR., H.T., Fundamentos da bioética cristã ortodoxa, San Pablo, Loyola, 2003, p. 214.

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las obligaciones para con ese Dios que de la razón con su imposibilidad de res-
ella ofrece la posibilidad de un basamen- ponder a todos los cuestionamientos
to sólido para una moralidad plena de impuestos por la propia existencia
contenido. Este modo de hacer Bioética humana.
reconoce el valor fundamental de la fe
en la orientación de las conductas huma-
nas sin desconsiderar la importancia de 1. LOS DOS CAMINOS DE LA BIOÉTICA
la razón en la investigación del actuar SECULAR
moral.
Con el debilitamiento de la síntesis
Así como en la modernidad, la creen- religiosa del cristianismo occidental, cre-
cia en la capacidad de la razón era cieron el Iluminismo y las esperanzas
común entre los filósofos medievales. progresivas de que la razón podría reve-
Finalmente, la razón no es una invención lar el carácter de la vida buena y de las
de los modernos, como lo es el raciona- normas generales de la honradez moral,
lismo. La diferencia entre medievales y fuera de cualquier narrativa moral parti-
modernos está en el hecho de que para cular. La aspiración era descubrir, por la
aquéllos la razón no tiene la última pala- razón, una moralidad que uniese a todos
bra. Si por un lado la razón es un don que y proporcionase la fundación de una paz
Dios concede al hombre, por otro es pre- perpetua. Esta esperanza se mostró falsa.
ciso no olvidar que ella no es capaz de
encontrar en sí misma las respuestas a los Conforme a lo que constata el filóso-
cuestionamientos producidos en el curso fo Theodor Adorno (1903-1969), la razón
de la existencia humana. [3] Así, en la moderna no fue capaz de cumplir la pro-
perspectiva de la bioética cristiana, la mesa de libertad, igualdad y fraternidad
búsqueda de principios orientadores para para todos. En vez de eso, condenó a una
una conducta que comprenda y respete parcela de la humanidad a los horrores
profundamente al ser humano y sus de los campos de concentración. [4] De
necesidades debe ser emprendida en la este contexto de desencantamiento,
frontera de la simple razón con la tras- surge una variedad de concepciones
cendencia. En otras palabras, no se trata seculares al respecto del bien, el deber, la
de un diálogo de la razón con ella misma, virtud, el carácter y de vida buena que no
como ocurre con la bioética secular, sino

[3] Cfr. TILLICH, P., Systematic Theology, vol. I, Chicago, The University of Chicago Press, 1951, p. 166.
[4] Cfr. ADORNO, T.W., Dialettica negativa, Torino, Einaudi, 1975, pp. 326-332.

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pueden encontrar justificación en la rales, reserva espacio para que las con-
racionalidad secular general. Éste es el cepciones religiosas, por ejemplo, vivan
irremediable y devastador pluralismo [5] como deseen. Judíos, musulmanes, cris-
moral de la posmodernidad que, con su tianos, hindúes, budistas, espiristas,
visión multicultural y multiperspectivis- umbandistas y todos los que buscan la
ta, hizo surgir una nueva forma de paz y la salvación para sus almas pueden
bioética secular, caracterizada por su vivir en sus comunidades particulares la
naturaleza intrínsecamente libertaria. plena concepción de sus ideales. Como se
puede observar, la visión de la bioética
La concepción libertaria de la bioéti- secular libertaria favorece un modus
ca secular nace de la incapacidad de des- vivendi con fuerza moral, pero sin conte-
cubrir una moralidad secular normativa. nido para un mundo marcado por el plu-
Abarca una variedad de visiones morales ralismo de visiones morales. En este sen-
divergentes, comunidades morales y tido es cosmopolita. [6]
fragmentos de comunidades morales,
esto es, individuos que optan por una Siendo una moralidad de procedi-
nueva forma de vida moral por estar des- mientos, la bioética secular libertaria no
contentos con la comunidad moral de la ofrece el contenido para una visión del
cual forman parte. En esta concepción de aborto, de la utilización de células tron-
Bioética, no es necesario que los indivi- cales embrionarias y de eutanasia, por
duos compartan un consenso moral ejemplo. Tampoco posee contenido para
absolutamente coincidente, como es el fundamentar concepciones no procedi-
caso de la bioética secular liberal, que mentales del carácter y de la virtud. No
sustenta la creencia de que una comuni- ofrece ni siquiera la sustancia para una
dad moral universal puede ser justifica- biografía coherente. Es cosmopolita en el
da en base a un número conjunto de sentido de proporcionar una estructura
compromisos morales propios de los seres que puede ser invocada fuera de cual-
racionales. quier contexto histórico-social, tradición
y comunidad moral, apoyándose simple-
Aunque la bioética secular libertaria mente en el consentimiento de los que
tenga que permitir muchas cosas inmo- desean ser involucrados. De este modo,

[5] “La palabra pluralismo fue creada en Inglaterra en torno al cambio del siglo XX –sobre todo por H. Laski- para el área
político-social. (...) El pluralismo afirma que cada individuo está inserto en una variedad de grupos sociales, de donde
resulta también una variedad de papeles”, en RATZINGER, J. , Natureza e missão da Teologia, Petrópolis, Vozes, 2008, p.
63.
[6] Cfr. ENGELHARDT JR., H.T., Bioethics and Secular Humanism…, op. cit., p. 33-40.

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puede ser comprendida como una bioéti- La bioética secular difícilmente


ca de satisfacción. puede sostenerse por estar fundamenta-
da en procedimientos carentes de conte-
La bioética secular libertaria evita el nido derivado de una autoridad moral
imperialismo moral. Esto ocurre en con- universal. Finalmente, el pluralismo
traste con la visión de la bioética secular moral y metafísico vivenciado por la
liberal, que atribuye un valor central a cultura contemporánea impide que se
una concepción particular de la elección establezcan referencias axiológicas uni-
autónoma (racional) y sustenta que versales. [10] Lo que se defiende es un
todas las personas deberían pensar lo régimen de colaboración entre extraños
mismo. [7] La bioética secular liberal es morales, [11] a pesar de la diversidad de
cosmopolita en el sentido estricto de sus creencias morales. Aunque este régi-
pretender ser la moralidad global que men sea frágil, es el precio que se paga
deberá unir a las personas en la medida por la legitimación y mantenimiento del
en que abandonan sus vínculos particu- consenso. Invertir en el contenido, por
lares con las raíces étnicas, tradiciones un lado, puede significar la abstención
culturales y las restricciones religiosas. de una buena parte de los individuos. Por
Mientras la bioética secular libertaria otro lado, evitar la búsqueda de un con-
presupone una distinción entre la socie- tenido universal implica la renuncia de
dad [8] y las comunidades, [9] la bioética una sustancia necesaria para estructurar
secular liberal procura constituir al una comprensión más completa del bien
Estado como lugar exclusivo de la mani- y de las virtudes. Esta perspectiva secular
festación de los valores fundamentales, impone la terrible tarea de tener que ele-
tales como la libertad y la igualdad. gir entre muchas racionalidades morales

[7] Cfr. SCHNEEWIND, J.B., The Invention of Autonomy, Nueva York, Cambridge University Press, 1998, p. 8.
[8] Sociedad identifica una asociación que envuelve a los individuos que se encuentran en comunidades morales diver-
sas. En otras palabras, es un espacio reservado en la sociedad civil para que las personas y comunidades con diferentes
compromisos morales se relacionen e integren.
[9] Comunidad es el grupo de hombres y mujeres unidos por tradiciones y prácticas morales comunes, alrededor de una
visión compartida de vida buena, que les permite colaborar con sus compañeros de comunidad.
[10] Cfr. ENGELHARDT JR., H.T., “Pluralismo moral e metafísico: repensar a santidade da vida e da dignidade humanas”,
en PESSINI, L.; GARRAFA, V. (orgs.), Bioética: poder e injustiça, San Pablo, Loyola, 2003, pp. 435-447.
[11] De acuerdo con el profesor Engelhardt Jr., “extraños morales son personas que no comparten premisas o reglas mora-
les de evidencia e inferencia suficiente para resolver las controversias morales por medio de una sana argumentación
racional, o que no tienen un compromiso común con los individuos o instituciones dotadas de autoridad para resolver-
las”, en ENGELHARDT JR., H.T., Fundamentos da Bioética, San Pablo, Loyola, 1998, p. 32.

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alternativas. Cada individuo elige la dos últimas décadas fue la secularización


moralidad que desea para justificar las de la Bioética”. [14] Lo que anteriormen-
acciones que pretende realizar. te estaba dominado por la Medicina y
por la tradición religiosa (generalmente
A pesar de que la bioética secular cristiana) pasó a restringirse a los con-
liberal aleja sus raíces de las contingen- ceptos filosóficos y legales. El resultado
cias de la historia, de etnia y de lugar, de eso fue la construcción de un discur-
[12] por el hecho de no poseer fuerza so público sobre temas seculares con el
normativa, la verdad es que ellas se predominio de la negación sistemática
expresan de modo cada vez más intenso. de la existencia de un bien trascendente.
La actual cultura globalizada no impidió A esta altura se hace significativo el
que las contingencias, que dan conteni- cuestionamiento de Callahan, que por los
do a las visiones particulares del bien y años de 1970 abandona sus fuertes con-
de las virtudes, ganaran fuerza para vicciones sobre la fe católica: “De la
construir una perspectiva bioética liber- misma forma que no encontré la necesi-
taria. La moralidad particular se torna, dad de la religión en mi vida personal,
paradojalmente, un fenómeno universal. ¿por qué necesitaría de ella el área bio-
[13] De esta forma, la bioética secular médica para su vida moral?”. Sin embar-
será la bioética libertaria, fundada en la go, más adelante advierte que “no se
autoridad de los individuos y ya no más puede afirmar que la ética biomédica se
en la autoridad de las instituciones o en demuestre más robusta y satisfactoria
presupuestos metafísicos. por abandonar la religión”. [15]

Es necesario recordar que en el siglo


2. BIOÉTICA, RELIGIÓN XIX algunos pensadores afirmaban que la
Y SECULARIZACIÓN religión, verdadera o no, era socialmente
útil como fuente de disciplina y estabili-
De acuerdo con Daniel Callahan, “el dad política. [16] Daniel Callahan se inte-
cambio que más llamó la atención en las rroga al respecto de la validez de esta

[12] Cfr. RORTY, R., Contingency, Irony and Solidarity, Cambridge, Cambridge University Press, 1989, p. 196.
[13] Cfr. OLIVEIRA, M.A. (org.), Correntes fundamentais da ética contemporânea, Petrópolis, Vozes, 2000, p. 7.
[14] CALLAHAN, D., “Religion and the Secularization of Bioethics”, Hastings Center Report, 20, suplemento especial-4
(1990), p. 2.
[15] Ídem.
[16] Cfr. MONDIN, B., Quem é Deus? Elementos de Teologia Filosófica, San Pablo, Paulus, 1997, pp. 109-111; GRECO, C.,
L’esperienza religiosa: essenza, valore, veritá. Un itinerário di filosofia della religione, Torino, San Paolo, 2004, pp. 138-
140.

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VIDA Y ÉTICA

exposición para la Bioética actual. En la óptica de una ética de la situación, la


todo caso, considera que, cualquiera que libertad y la autonomía del paciente. La
sea el estatus de las religiones, ellas “pro- obra del teólogo episcopal resaltaba su fe
porcionan una forma de mirar el mundo en la ciencia, la importancia de la auto-
y de comprender la propia vida que tiene nomía y mostraba de modo significativo
una fecundidad y unicidad no alcanzada el abismo que ya estaba abriéndose entre
por la Filosofía, por la ley o por los dere- la religión y la Ética. Esa reflexión acabó
chos políticos”. [17] A pesar de haber llevándolo a defender una posición libe-
abandonado la fe católica, Callahan con- ral acerca de la eutanasia, de la revela-
fiesa que “perdemos algo de gran valor: ción de verdades y de los derechos del
la fe, la visión del mundo, las intuiciones paciente.
y la experiencia de pueblos y tradiciones
enteras que, no menos que las de los no Otra presencia a destacar en los albo-
creyentes, luchaban para dar sentido a res de la Bioética es el teólogo metodista
las cosas”. [18] Paul Ramsey (1913-1988) que, a lo largo
de 1970, observó la relación médico-
A pesar del clima de secularización paciente en las clínicas y enfermerías del
que invade la Bioética contemporánea, hospital de la Universidad de
es necesario reconocer la relevancia del Georgetown. [20] En su libro The Patient
cristianismo para lo que otrora se deno- as Person (El paciente como persona),
minaba simplemente Ética médica. [19] Ramsey ofrece un análisis original de las
Antes del nacimiento de la Bioética, la repercusiones del comportamiento de los
Teología ya se preocupaba por cuestiones médicos en la evolución clínica de los
morales inherentes a la práctica clínica, pacientes, la cual varía conforme el inte-
como refleja la obra Morals and rés del médico por su contexto de vida.
Medicine (Moralidad y Medicina) publi-
cada en 1954 por el teólogo episcopal Autores judíos, como Seymour Siegel
Joseph Fletcher (1905-1991). Mientras (1927-1988), por ejemplo, y católicos,
los teólogos católicos discutían los pro- como Richard A. McCormik (1923-2000),
blemas relacionados con el aborto y la intentaban responder a los avances
eutanasia, Fletcher resolvió analizar, bajo médicos según sus propias tradiciones

[17] CALLAHAN, D., “Religion and the...”. op. cit.


[18] Ídem.
[19] Cfr. KRESS, H., Ética médica, San Pablo, Loyola, 2008, pp. 48-49.
[20] Cfr. PESSINI, L.; BARCHIFONTAINE, C. de P. de, Problemas atuais de bioética, San Pablo, Loyola/São Camilo, 1997,
pp. 20-21.

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Bioética y trascendencia / ARTÍCULOS

religiosas. [21] Sin embargo, “los impul- instancias jurídicas, en la opinión pública
sos más fecundos y los estímulos teológi- y en las sociedades de profesionales del
cos decisivos para el nacimiento de la área biomédica un gran interés por los
Bioética vinieron del campo teológico temas abordados por la Bioética. En esta
protestante”. [22] Estas referencias dan la situación, los médicos preferían contar
medida del valor de la Teología en el diá- con el auxilio de filósofos y de juristas
logo bioético, sobre todo en la actuali- que con el de teólogos. No obstante, la
dad, en que la sociedad se encuentra presencia de estos últimos fue significa-
desorientada en relación a los avances tiva en la National Commission for the
biotecnológicos. Protection of Human Subjects of
Biomedical and Behavioral Research
En la década de 1970, se iniciaba en (Comisión Nacional para la Protección de
los Estados Unidos un proceso que atri- los Seres Humanos en la Investigación
buía un énfasis mayor a los temas rela- Biomédica y Comportamental). [23]
cionados con la paz y los derechos
humanos. Ya se constataban desacuerdos Aunque los argumentos morales pres-
en los trabajos de especialistas en cindiesen de la religión, no había en los
Bioética procedentes de varias confesio- años de 1970 un clima de hostilidad. La
nes cristianas. Algunos se sentían más religión era mantenida en el ámbito pri-
seguros tratando los problemas bioéticos vado, sin el poder para influenciar en las
a partir de la perspectiva filosófica, den- decisiones políticas y en los debates
tro del clima de secularización vigente en públicos sobre los avances médicos y bio-
esos años. Al mismo tiempo, surge en las tecnológicos. [24] Era posible sentir, en

[21] Albert Jonsen habla de una “trinidad” de teólogos cristianos que estuvieron presentes en el nacimiento de la
Bioética. Sitúa en el sector más conservador al metodista Paul Ramsey, en el más progresista al episcopal Joseph Fletcher
y en el centro al católico Richard A. McCormik. Cfr. JONSEN, A., The Birth of Bioethics, Oxford/Nueva York, 1998, p. 41ss.
[22] Cfr. SCHOCKENHOFF, E., Ética della vita, Brescia, Queriniana, 1997, p. 25.
[23] Formaban parte de esta comisión, constituida en 1974, dos teólogos moralistas: Albert Jonsen y Karen Lebacqz.
Durante el trabajo en la comisión también fue solicitada la asesoría de siete especialistas en Ética, entre los cuales cinco
provenían del medio teológico: Joseph Fletcher, Richard A. McCormik, Paul Ramsey, Seymour Siegel y Leroy Walters.
(WALTERS, L., “Religion and the Renaissance of Medical Ethics in the United States, 1965-1975”, en SHELP, E.E. (ed.),
Theology and Bioethics. Exploring the Foundations and Frontiers, Dordrecht, D. Reidel Publishing Company, 1985, p. 14).
De acuerdo con Engelhardt, las recomendaciones de la Comisión Nacional “fueron cuidadosamente revestidas de térmi-
nos seculares y expuestas con argumentos seculares. Es como si los representantes de los dioses hubieran sido convoca-
dos para formular normas éticas en un lenguaje no-religioso”: ENGELHARDT, Jr., H.T., “Looking for God and Finding the
Abyss: Bioethics and Natural Theology”, en SHELP, E.E. (ed.)., Theology and Bioethics: Exploring the Foundations and
Frontiers, op. cit., p. 81.
[24] Cfr. GUSTAFSON, J.M., “Theology Confronts Technology and the Life Sciences”, Commonweal, 16 (June 1978), pp.
386-392.

Instituto de Bioética / UCA 155


VIDA Y ÉTICA

las varias discusiones sobre temas bioéti- do por una especie de emotivismo religio-
cos, una actitud de miedo y de reserva so. Hay una grieta entre fe y razón, que se
frente a los argumentos religiosos. De ve reflejada en las acciones morales. La fe,
modo general, eran vistos como fuente transformada en un sentimiento agrada-
de conflictos insuperables. Como conse- ble y terapéutico, queda imposibilitada de
cuencia, se robustecía una sospecha fundar compromisos morales en la vida
“ilustrada” relativa a las tradiciones par- pública. Ocurre una extrapolación del
ticulares y una confianza también “ilus- genuino sentido de la experiencia religio-
trada” en el progreso de la ciencia y en el sa. Todo pasa a ser religioso y, justamente
valor de su autonomía. por eso, se torna difícil instituir, a través
de la razón, parámetros para evaluar la
Como resultado del proceso de secu- compatibilidad entre actuar moral y
larización y de la defensa incondicional experiencia religiosa. Alguien puede, por
del establecimiento de una bioética ejemplo, declararse profundamente cris-
secular liberal, la visión moral de funda- tiano y practicar actos contra la dignidad
mentación religiosa fue dirigiéndose de la vida humana. No se trata de una
hacia una forma de filosofía moral que simple epoché (suspensión de juicio), sino
aspiraba a una especie de neutralidad de una apatheia (apatía, falta de iniciati-
desapegada y a un universalismo racio- va e indiferencia) de la razón. En este
nalista, libre de sus raíces culturales. [25] contexto de “compromisos pos-cristia-
Al mismo tiempo las particularidades nos” las concepciones cristianas con res-
culturales y las tradiciones religiosas eran pecto a la conducta moralmente apropia-
colocadas bajo sospecha. da no pueden funcionar coherentemente.
Ya no existe más la estructura moral de
otrora, que otorgaba sentido a esas con-
3. UNA NUEVA MORAL cepciones. Extrañamente, se hace necesa-
RACIONALMENTE FUNDADA rio reconstruir el discurso sobre la razón
para posibilitar, a continuación, un diálo-
La cultura actual, caracterizada por un go con la fe.
cosmopolitismo libertario, además de
posmoderna se presenta como pos-cris- En todos los sectores de la sociedad
tiana. [26] El intellectus fidei fue sustitui- contemporánea predomina un emotivis-

[25] Cfr. CALLAHAN, D., “Religion and the Secularization of Bioethics”, op. cit., p. 4.
[26] Cfr. ENGELHARDT, Jr., H.T., Fundamentos da bioética cristã ortodoxa, op. cit., pp. 287-294.

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Bioética y trascendencia / ARTÍCULOS

mo [27] y la disolución de la racionalidad El proyecto filosófico de matriz ilumi-


práctica. El lenguaje de la moralidad nista, preocupado en dar a la moral una
contemporánea es tan desordenado que justificación racional independiente de la
no pasa de fragmentos, de un esquema tutela teológica y de las tradiciones, dejó
conceptual, desprovisto de sentido y como herencia para la bioética secular
función. La moralidad contemporánea es liberal la creencia en principios morales
un simulacro de moralidad, una colec- universales que servirían como instru-
ción de fragmentos de moralidades pasa- mentos de validación y crítica de la con-
das que no forman más un todo ducta moral. Esa postura fracasó porque
coherente. [28] El caos instalado en el compartía un fondo histórico común de
lenguaje de la moralidad contemporánea creencias morales heredadas del cristia-
es tan grande que ni la propia Filosofía nismo, pero privado del esquema que le
contemporánea tiene recursos para reco- daba coherencia y sustentación, es decir,
nocer su extensión total, ni mucho el esquema teleológico aristotélico.
menos ofrecer una salida.
Para tal esquema, los preceptos mora-
Cada persona se convirtió en la fuen- les -independientemente de su origen
te de autoridad moral secular. [29] Ellas filosófico o teológico- deben orientar al
“parecen simplemente proferir imperati- hombre para el camino cierto, para pasar
vos que expresan sus gustos y elecciones de la potencialidad al acto, esto es, el
privadas”. [30] Parece no haber un modo hombre debe salir de su estado no ins-
racional de asegurar un acuerdo moral truido (lo que él es) para aquél en el que
en la cultura contemporánea, como realiza plenamente su esencia de ser
revela por ejemplo la impresionante racional, su telos (fin). En este sentido,
variedad de respuestas alternativas e los preceptos morales, en su acepción
incompatibles que individuos y grupos más fundamental, deben dar al hombre
opuestos dan a las cuestiones relativas a el entendimiento de su verdadera natu-
la justicia. [31] raleza y de su verdadero fin, establecer

[27] Para el emotivismo no existe objeto o acción que posea valor en sí. El valor moral, por ejemplo, depende, en últi-
mo término, del efecto emocional producido en alguien o de la emoción que un sujeto puede provocar en otros sujetos.
Este posicionamiento cae inevitablemente en un irracionalismo una vez que se torna imposible encontrar razones obje-
tivas para justificar un valor. Cfr. CORTINA, A. y MARTÍNEZ, E., Ética, San Pablo, Loyola, 2005, pp. 86-87.
[28] Cfr. CARVALHO, H.B.A. de, “Alasdair MacIntyre e o retorno às tradições morais de pesquisa racional”, en OLIVEIRA,
M.A. (org.), Correntes fundamentais da ética contemporânea, op. cit., pp. 32-34.
[29] Cfr. OLIVEIRA, M.A. (org.), Correntes fundamentais da ética contemporânea, op. cit., p. 7.
[30] MACINTYRE, A., After Virtue, Nôtre Dame, University of Nôtre Dame Press, 1981, p. 266.
[31] Cfr. ENGELHARDT Jr., H.T., Fundamentos da bioética, op. cit., pp. 52-56; TUGENDHAT, E., Lições sobre ética,
Petrópolis, Vozes, 2003, pp. 364-388.

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VIDA Y ÉTICA

una clara distinción entre los vicios y las cualquier noción de realización de la
virtudes y, finalmente, presentar cómo naturaleza esencial del hombre en su
deben ser educados y ordenados los telos. Sin la noción de un telos para que
deseos y las emociones. los preceptos morales cumplan su fun-
ción mediadora, del pasaje del estado
En el contexto religioso, el discurso original para la realización de la esencia
moral tuvo siempre una doble función: del hombre, los mandamientos de la
decir al hombre cómo debe conducir sus moralidad se transforman en preceptos
acciones de acuerdo con varias circuns- que van al encuentro de las tendencias
tancias que se presentan a lo largo de la de la naturaleza humana concebida no-
vida y decir que los preceptos orientado- teleológicamente.
res de la vida moral son ordenados por
Dios y comprendidos por la simple razón. Sin percibir la transformación de
Con el protestantismo y el jansenismo naturaleza histórica sufrida por la mora-
fue incorporada una nueva concepción lidad y por el lenguaje moral, los pensa-
de la razón. Blas Pascal (1623-1662), uno dores iluministas no observaron las difi-
de los ilustres representantes del janse- cultades en fundar la moralidad sobre
nismo, fue una figura importante en esa bases racionales independientes. En
transformación. Según él, la razón no otras palabras, los filósofos del siglo
puede comprender las esencias o transi- XVIII se abocaron a un proyecto que
ciones entre potencialidad y acto. La estaba inevitablemente fracasado desde
razón es incapaz de investigar o formular el inicio.
cualquier juicio sobre el fin del hombre.
Esta concepción de la razón es pobre, y En la tentativa de restablecer el tele-
fue ella la que se fortaleció en las refle- ologismo, los filósofos Jeremy Bentham
xiones de Kant y Søren Aabye (1748-1832) y John Stuart Mill (1806-
Kierkegaard (1813-1855). [32] 1873), fundaron el Utilitarismo como
una alternativa al indeterminismo moral
El rechazo secular a la teología cató- resultante de la propuesta iluminista,
lica y protestante, que guardaban el ele- que liberó al hombre de todo vínculo
mento del teleologismo clásico, sumado con jerarquías y teleologías, tornándolo
al rechazo científico y filosófico del aris- soberano en la determinación de los
totelismo pulverizó toda posibilidad de contenidos axiológicos. [33] Para el

[32] Cfr. TILLICH, P., Systematic Theology, op. cit., pp. 77-82.
[33] Cfr. CARVALHO, M.C.M. de, “Por uma ética ilustrada e progressista: uma defesa do utilitarismo”, en OLIVEIRA, M.A.
(org.), Correntes fundamentais da ética contemporânea, op. cit., pp. 99-117; TUGENDHAT, E., Lições sobre ética, op. cit.,
pp. 310-335; VÁZQUEZ, A.S., Ética, Río de Janeiro, Civilização Brasileira, 2000, pp. 198-205.

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Bioética y trascendencia / ARTÍCULOS

Utilitarismo, lo que es bueno se iguala a se trata de aplicar al problema filosófi-


lo que es útil, pero este útil no debe ser co-moral contemporáneo toda la
entendido como aquello que es prove- estructura teórica aristotélica, una vez
choso solamente para un individuo o que en él existen áreas que no respon-
como aquello que apunta al interés den más a los cuestionamientos impues-
general sin tener en cuenta los intereses tos por la actualidad. El objetivo es reto-
personales. Según Stuart Mill, el bien y mar el esquema aristotélico consideran-
el mal son cuestiones de experiencia y do su capacidad de justificar racional-
es justamente por eso que la acción mente la moral relacionándola con las
moral debe encontrar su fundamento en tradiciones que marcaron históricamen-
la vida social, en la cual el bien, en te la estructura sociocultural de la socie-
cuanto es útil, es lo más ventajoso y lo dad. El vínculo entre moral y estructura
que trae menos sufrimiento para el social es imprescindible para la com-
mayor número de individuos de una prensión de los aspectos históricos, filo-
misma sociedad. sóficos y sociológicos de la práctica de
las virtudes.
El utilitarismo es un consecuencialis-
mo, que vincula la moralidad de una Como imperativo moral de naturale-
acción no a una norma, sino a sus conse- za onto-antropológica, el esquema tele-
cuencias. Es la consecuencia de una ológico aristotélico impone la necesidad
acción la que la determina si es moral- de recuperar el sentido del telos del
mente buena o mala. El utilitarismo, hombre. Para esto, comprende la urgen-
como tentativa de crear una nueva tele- cia en reconocer que la vida individual
ología para la moralidad, se reveló como (de cada hombre) consiste en la unidad
un fracaso más de la modernidad deca- de una narrativa encarnada en una vida
dente. Bentham acabó produciendo una singular (de todos los seres humanos)
visión de la naturaleza humana cuyo que, en la forma de actos y palabras,
telos sería la obtención de placer y el intenta responder sistemáticamente a
rechazo del dolor, siendo esos dos moti- las cuestiones acerca de lo que es bueno
vos los únicos fundamentos de la acción para cada individuo y de lo que es bueno
humana. para el hombre. Es el tejido histórico de
los significados, formados por las res-
De entre las concepciones filosóficas puestas a esas dos cuestiones, que cons-
clásicas, el esquema teleológico aristoté- tituye la unidad de la vida moral, tanto
lico aún se presenta resistente delante para un individuo como para la comuni-
de la fracasada razón moderna secular y dad. Es una búsqueda orientada por un
de la caótica cultura pos-moderna. No telos que permitirá al hombre entender

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el lugar de la integridad y de la constan- por un discurso independiente, filosófi-


cia de la vida, definiendo así, al final, el camente razonable, neutro y distante de
tipo de vida que es una búsqueda por el las categorías del discurso teológico. El
bien. problema es que el ansiado lenguaje
común de la Bioética no es suficiente
para alcanzar la profundidad de algunas
4. BIOÉTICA CRISTIANA: UN PUENTE realidades. La definición del hombre
ENTRE FE Y RAZÓN como imago Dei, por ejemplo, no se
reduce al concepto de autonomía, de la
La reflexión teológica cristiana parece misma forma que el concepto de benefi-
influenciar muy poco a la Bioética y a la cencia no expresa el sentido genuina-
práctica médica actual. Para Engelhardt mente cristiano del amor al prójimo.
Jr., la impresión es de que “donde la Este proceso, además de amordazar la
Bioética tiene éxito, no hay necesidad de Teología, hace a la Bioética perder su
recurrir a la Teología”. [34] Para L.S. Chill, característica interdisciplinar. La conse-
la reflexión teológica, a pesar de querer cuencia es que ella deja de cumplir su
funcionar como aparato crítico del dis- función, que es ser puente para el futu-
curso público, raramente presenta direc- ro, para transformarse en un callejón sin
trices concretas y precisas que sean acce- salida.
sibles para aquellos que no poseen la fe
cristiana. [35] Aunque algunos especialistas vean
con desconfianza y hasta descalifiquen
El proceso de secularización tiende a intelectualmente la reflexión teológica
uniformizar el lenguaje bioético y elimi- sobre los cuestionamientos surgidos con
nar cualquier vestigio de la expresión los avances biotecnológicos, es desho-
religiosa, considerada irracional y pro- nesto emitir el certificado de defunción
blemática para el diálogo. Para algunos de la perspectiva teológica cristiana en
teólogos involucrados con los dilemas Bioética, así como fue erróneo afirmar la
bioéticos, la salida encontrada fue optar muerte de Dios. [36] Es necesario aclarar

[34] ENGELHARDT Jr., H.T., “Looking for God and Finding the Abyss: Bioethics and Natural Theology”, en SHELP, E.E. (ed.),
Theology and Bioethics: Exploring the Foundations and Frontiers, Dordrecht, D., Reidel Publishing Company, 1985, p. 88.
[35] Cfr. CHILL, L.S., “Can Theology Have a Role in Public Bioethical Discourse”, Hastings Center Report, 20, suplemento
especial-4 (1990), p. 11.
[36] Cfr. CAMPBELL, C.S., “Religion and Moral Meaning in Bioethics”, Hastings Center Report, 20, suplemento especial-
4 (1990), p. 5.

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Bioética y trascendencia / ARTÍCULOS

que la Teología no se confunde con un La presencia de la racionalidad en el


discurso emocionado sin bases raciona- lenguaje teológico es un elemento
les. Por otro lado, no se la puede reducir importante y necesario. Sin embargo, es
a un mero discurso de la simple razón. La imprescindible comprender que esta
Teología es esencialmente constituida importancia debe expresar siempre, junto
por dos elementos: el mensaje revelado y a sus conceptos fundamentales, un com-
la reflexión filosófica. Su significado, por promiso de vida. “La integridad del dis-
eso, resulta de la unión de dos términos curso cristiano no depende de la traduc-
griegos Theos y logos. [37] El primer tér- ción de sus convicciones, pero sí de su
mino designa el objeto y la preocupación deber de demostrar tales convicciones a
fundamental del teólogo, esto es Dios en través de prácticas cristianas”. [41] A par-
cuanto revelado a la humanidad. El tir de esta postura paradigmática nace la
segundo indica una postura reflexiva y bioética cristiana, caracterizada por la
racional buscada por el teólogo para búsqueda del sentido último (o del telos)
hablar, profundizar y sistematizar, en la de la existencia humana y por el compro-
realidad, la relación humana con el miso de vida exigido por esta búsqueda.
Theos. De acuerdo con el teólogo lutera- En ella se encuentran los contenidos de la
no Paul Tillich (1886-1965), son esos dos reflexión moral producidos por la tradi-
elementos que hacen a la Teología ser lo ción filosófica cristiana y la actualización
que es: “logos del Theos”, [38] o sea, “una cotidiana de las prácticas morales resul-
interpretación racional de la sustancia tantes del encuentro con la buena nueva
religiosa”. [39] Sin tales elementos, la del Resucitado. En otras palabras, esta-
Teología no es posible. [40] blece un puente entre la fe y la razón.

[37] Cfr. TILLICH, P., Systematic Theology, op. cit., p. 15.


[38] Ibíd., p. 16.
[39] Ídem: “A rational interpretation of the religious substance...”
[40] En la construcción de un sistema teológico se puede favorecer tanto a uno como a otro elemento. Si el acento es
dado de sobremanera al primer elemento (Theos), llamado querigmático, se tiene una teología de tipo barthiano, con-
traria a la reflexión filosófica y para la cual, solamente a través de la revelación bíblica, es posible conocer realmente a
Dios. Si la predominancia recae sobre el segundo elemento (logos), característicamente racional, se tiene de ahí una teo-
logía “apologética” (según el entendimiento que Paul Tillich posee de la misma), “especulativa” o “filosófica”. Es precisa-
mente este segundo modelo teológico el que Paul Tillich intenta realizar. Aún así tiene conciencia de que “la teología
apologética debe tener en cuenta la advertencia implícita en la existencia y la reivindicación de la teología querigmá-
tica. Ésta se pierde si no está basada en el querigma como sustancia y criterio de cada una de sus afirmaciones”: TILLICH,
P., Systematic Theology, op. cit., p. 7; Cfr. VORGRIMLER, H.; GUCHT, R.V., (orgs.) La teología cristiana en el siglo XX, vol.
III, Madrid, BAC, 1973, pp. 75-97.
[41] CAMPBELL, C.S., “Religion and Moral Meaning in Bioethics”, op. cit., p. 6.

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VIDA Y ÉTICA

5. CONCLUSIÓN satisfactoriamente por la simple razón.


Es a través de cuestiones sustanciales que
En virtud de tales consideraciones es se percibe la finitud de la razón humana,
necesario plantear dos cuestiones: la la incapacidad de la ciencia de responder
bioética cristiana, en el actual contexto a todas las preguntas y la fragilidad de
cosmopolita libertario ¿no podría ser las respuestas. La bioética cristiana es
considerada como una visión particular sustancial porque recoloca la importan-
más entre otras? ¿Es posible hablar de cia de las cuestiones más fundamentales
una única bioética cristiana delante de y muestra la insustentabilidad de las res-
la diversidad hermenéutica de las varias puestas desvinculadas del diálogo con la
iglesias cristianas? trascendencia.

En primer lugar, en el actual contexto En segundo lugar, la diversidad herme-


todo es considerado particular; con la néutica de las varias iglesias cristianas no
bioética cristiana no podría ser de otro impide que se hable de una única bioéti-
modo. La cuestión fundamental no está ca cristiana. Es preciso huir de la tenta-
en considerar esta visión bioética como ción de tomar la hermenéutica como algo
particular o universal, sino indagar si ella absoluto y su objeto como algo relativo.
es accidental o sustancial. Esto no es una La revelación cristiana, objeto de la her-
salida retórica. Desde el punto de vista menéutica de las iglesias, es absoluta. A
lógico, la bioética cristiana, en el actual pesar de las varias interpretaciones que
contexto, es particular porque represen- pueda tener, ella es solamente una. No se
ta una pieza de la reflexión bioética. puede deducir de la variedad de las igle-
Desde el punto de vista onto-antropoló- sias una variedad de revelaciones cristia-
gico es sustancial, porque enfrenta cues- nas. Mismo existiendo, entre las iglesias y
tiones cruciales para la existencia huma- dentro de las mismas, opiniones distintas
na que están enraizadas en su esencia. sobre algunos temas bioéticos, eso no sig-
Cuestiones como la del inicio de la vida, nifica que no exista una unidad en aque-
por ejemplo, pueden ser analizadas sobre llo que es fundamental en el pensamiento
dos puntos de vista: uno lógico y otro cristiano. Las divergencias de opiniones en
onto-antropológico. Desde el punto de el interior del cristianismo sólo sirven para
vista lógico, se trata de una cuestión uni- demostrar que sus tensiones son tan rea-
versal que afecta a todos pero que curio- les como su vigor.
samente puede llevar a una diversidad de
respuestas. Desde el punto de vista onto- Además de eso, es necesario distinguir
antropológico, representa una cuestión las posturas meramente de opinión de los
sustancial que no puede ser respondida fieles, de aquellas que brotan del consen-

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Bioética y trascendencia / ARTÍCULOS

so de la fe cristiana. La bioética cristiana en las actitudes que de ella derivan.


no es cristiana porque se fundamenta en Quien acepta la fe cristiana debe necesa-
la opinión de un especialista que es cris- riamente buscar vivir como Jesús vivió.
tiano. Ella es auténticamente cristiana De este modo, la bioética cristiana sólo
porque sus fundamentos trascienden puede ser entendida como expresión
meras opiniones, así sean de especialistas moral de la sequella Christi. En otros tér-
cristianos. Su perspectiva cristiana está minos, la vida moral cristiana es esencial-
fundada en la revelación de Jesucristo y mente cristológica.

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