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Análisis crítico de las

teorías de la injerencia
en el delito omisivo
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Análisis crítico de las teorías de la injerencia en el delito omisivo


Critical analysis of the theories of interference in omission crime

RESUMEN
Las teorías de la injerencia en el delito omisivo, van desde aquellas que ven en esta una forma de
cooperación negativa para la realización del mismo, hasta aquellas en las que una omisión penal
impropia, es posible de forma directa únicamente mediante la puesta en marcha de una causalidad
previa, es decir por acciones anteriores ejecutadas que ponen en peligro o vulneran bienes
jurídicos. Para la formulación clásica de la teoría de la injerencia, la solución al problema de la
omisión se encuentra en la adopción de relación causal objetiva, ya que la situación fáctica de la
perpetración de un delito presupone que existe una relación de causa-efecto entre el
comportamiento humano y el resultado penal.

Palabras Clave: Análisis crítico de las teorías; teorías de la injerencia; injerencia en el delito
omisivo; conducta.

Copyright © Revista San Gregorio 2018. ISSN 1390-7247; eISSN: 2528-7907

ABSTRACT
The theories of interference in omission, ranging from those who see in this form of negative
cooperation for the realization of it, to those in which an improper criminal omission, is possible
directly only through the implementation of a prior causality, that is to say for previous executed
actions that put in danger or violate legal rights. For the classic formulation of the theory of
interference, the solution to the problem of omission lies in the adoption of an objective causal
relationship, since the factual situation of the commission of a crime presupposes that there is a
cause-effect relationship between the human behavior and the penal outcome.

Keywords: Critical analysis of theories; theories of interference; interference in the omission


crime; conduct.

Copyright © Revista San Gregorio 2018. ISSN 1390-7247; eISSN: 2528-7907

Ramiro J. García Falconí Ángel Orna Peñafiel

Universidad Central del Ecuador Universidad Central del Ecuador

ramiro_garcia70@yahoo.com angelornap@yahoo.com

ARTÍCULO RECIBIDO: 7 DE DICIEMBRE DE 2017


ARTÍCULO ACEPTADO PARA PUBLICACIÓN: 24 DE AGOSTO DE 2018
ARTÍCULO PUBLICADO: 13 DE DICIEMBRE DE 2018
8 REVISTA SAN GREGORIO, 2018, No.26, DICIEMBRE (6-15), ISSN: 1390-7247; eISSN: 2528-7907

El primer análisis de la omisión en abstrac-


to, se lo realiza en el comentario a la Caroli-
na, donde se señala que la pena capital puede
mantener a una persona lejos de realizar un
daño o mal a otra, pero de ninguna manera
puede ser utilizada para obligar a alguien a
hacer el bien, sin embargo de lo cual en el caso
de la omisión, considera que existe una obli-
gación jurídica de evitar la producción de un
resultado lesivo (Kress, 1736).
Introducción
Llegada la Ilustración, se dicta la Codifica-
La omisión como conducta constitutiva de ción de Prusia de 1794, en la cual no existe
un delito se discute desde la antigüedad, así un antecedente que pueda considerarse seme-
en el derecho romano, por ejemplo, la cons- jante a la construcción de la actual posición
trucción positiva que fundamenta la ley moral de garante, sin embargo se pueden ubicar nor-
por intermedio del estado, muchas veces iba mas que hacen referencia a la omisión desde
más allá del principio primitivo del derecho lo abstracto5, así como varios delitos en los
penal privado, por el cual el hombre, si no cuales explícitamente se hace referencia a una
debe dañar a otro hombre no con intención, ni conducta omisiva6. Posteriormente, el Nuevo
por causa de desatención o descuido, no está Orden Criminal de Prusia de 1805 reguló la
obligado a prestarle auxilio (Mommsen, 1999, omisión en el marco de los tipos penales, sin
p.63). Como consecuencia de lo anterior se in- que se haga referencia a alguna institución
cluyeron posteriormente, bajo el criterio de la equiparable a la actual posición de garante, lo
“conveniencia” a ciertas conductas omisivas cual resulta sorprendente, tomando en cuenta
como delito, tal es el caso de los delitos contra lo avanzada de dicha legislación para su tiem-
el estado 1, falsedad2, homicidio de familiares po (Von Cullen, 2007, p.35).
y cercanos 3, así como el hurto 4.
En el derecho penal moderno, el delito omi-
En la Edad Media con referencia en la ley, la sivo entre otras clasificaciones, debía dividirse
discusión jurídica y la enseñanza del derecho, en positivos y negativos, siendo el primero la
solo encontramos reseñas del delito omisivo resultante de un acto hecho con cierto fin; y el
en forma de casos específicos como consta en negativo, el no haberse hecho lo que se tenía
el ejemplo del Schwabenspiegel de 1275, so- la obligación de hacer. Bajo esta posición, el
bre la muerte de un preso a causa del hambre, negativo no inspira el mismo grado de alarma
porque el carcelero no suministro alimento. siendo muy difícil de probar, no obstante, en
En este caso se le aplicó la pena de encade- muchos casos debe ponerse del lado del posi-
narle a la pared de piedra hasta que sufra un tivo. (Bentham, 1839).
resultado equivalente (Schunemann, 1984,
p.288). De la misma forma, el artículo 122 de En el derecho penal alemán, la propuesta es
la Constitutio Criminalis Carolina también más elaborada y en un primer momento gira
conocida como Lex Carolina de 1532, con- alrededor del “deber jurídico”, así para (Feuer-
siderada como el primer cuerpo de derecho bach, 1989):
penal alemán, equiparaba la rufianería activa
con el no evitarla por parte de los padres; en el …hay un crimen omisivo (del omissionis, por
mismo sentido, la conducta activa del marido oposición al delict comissionis), siempre que
o el propietario de la casa donde se ejercía la una persona tiene derecho a la exteriorización
prostitución, como a la omisiva de no evitarlo efectiva de nuestra actividad. Dado que siempre
y se condenaba a la misma pena. la omisión surge de una obligación originaria

1. TERTULIANO apol. 2: ad socios, ad conscios usque inquisitio extenditur; ARCADIO C. TH. 9, 14, 3, 6. INSTITUTAS 9, 8, 5, 6. 7.
2. DIGESTO 48, 10, 9, 1: “también por esta causa queda sujeto uno a la pena de falsedad, según también determinaron los Divinos
Severo y Antonino, de suerte que los tutores y los curadores, y los que habiendo dejado el cargo no restituyeron la tutela o la curatela, no
puedan contratar con el fisco, y si alguno procediendo contra esta ley hubiera sorprendido al erario, será castigado lo mismo que si hubiera
cometido falsedad”.
3 DIGESTO 48, 9, 6 también en 1.2.; INSTITUTAS 4, 18, 6.
4 CÓDIGO 9, 13, 1, 3. INSTITUTAS 4, 18, 8.
5. § 8. También el que libremente omitiera hacer lo que la ley le exige, comete por sí mismo un delito. § 9. Ni por actuar u omitir en algo
que no se encuentre prohibido por la ley, se considerará que una persona ha cometido delito, si para él o para los demás se puede producir
un real perjuicio.
6. Por ejemplo, el § 916. El embarazo “ilegítimo” será castigado, si después del alumbramiento no se notifica la naturaleza del mismo. De
igual forma, el § 967. establecía que la parturienta que omitiera fraudulentamente cortar el cordón umbilical y dejare desangrarse a su
hijo, sería castigada como homicida.
Ramiro J. García Falconí, Ángel Orna Peñafiel: “Análisis crítico de las teorías de la injerencia en el delito omisivo.” 9

del ciudadano, el crimen omisivo siempre pre- con el Nullum crimen, en cuanto su subsun-
supone un especial fundamento jurídico (ley o ción en tipos penales diseñados para la forma
contrato) que da base a la obligatoriedad de la conductual de acción, no se produce en el si-
comisión. Sin lo cual no puede haber ningún glo XIX.
crimen por omisión (p. 24).
Crítica a la teoría del deber
Esta posición será posteriormente desa- jurídico de Feuerbach
rrollada por Spangenberg, quien transita el
camino abierto por Feuerbach, al establecer En cuanto a la teoría de la Obligación Jurí-
un “fundamento jurídico específico” para que dica desarrollada principalmente por Feuer-
proceda la omisión en el ámbito penal, con- bach y Spangenberg, es necesario confrontar
siderando que la ley, a través de su “perspec- la practicidad de la misma versus la realidad
tiva policial”, ha incluido a la omisión (tanto jurídica de los casos reales, además de las
la considerada actualmente propia, como la consideraciones jurídicas predominantes en
impropia) como tema a tratar (Spangenberg, la doctrina mayoritaria de la segunda mitad
1821, pp.523-528). Luego de (Winckler, 1776), del siglo XX (Welp, 1968, p.28).
es el segundo autor en trabajar monográfica-
mente a la omisión y en lo relacionado a lo La crítica ha señalado reiteradamente que
que actualmente llamamos como “omisión es arbitrario equiparar lo que no se hace con
impropia”, funda la obligación jurídica de ac- lo que sí, justificando dicha equiparación a
tuar en la relación que se produce entre cier- través de la ilegitimidad del comportamiento
tos grupos, como el parentesco, la tutela, la de determinadas personas, por la infracción
pertenencia a las fuerzas armadas, etc. (Span- de una obligación jurídica o de una ley del
genberg, 1821, p.539). ordenamiento jurídico interno de un estado
(Von Bar, 1871, p.28). Estas interpretaciones
Tanto la posición de Feuerbach, como la no deberían utilizarse, ya que los efectos de
de Spangenberg, fueron bien recibidas por la la equiparación podrían ser en parte muy
dogmática alemana de la primera mitad del extensos y a veces reducidos para cubrir los
siglo XIX, constituyendo entonces la posición casos de interés penal (Krug, 1855, p.26). En
mayoritaria (Henke, 1823; Wächhter, 1825; síntesis, esta equiparación sería ilegítima al
Martin, 1829; Heffter, 1833). Vale señalar que no existir delito alguno y consecuentemente
en la construcción de Feuerbach no se hacía falta de sanción penal (Luden, 1840, p.238).
diferenciación alguna entre omisión propia e También se sostiene que la injerencia en este
impropia, lo cual se mantuvo a lo largo de las sistema no tiene cabida, ya que no existe una
once ediciones de su tratado hasta la última ley u obligación ciudadana que por sí misma
de 1832 (Dietrich Herzberg, 1972, p.17). obligue a evitar la producción de riesgos, así
como ni siquiera la ficción de un contrato en-
En cuanto a la legislación del siglo XIX, el tre el que delinque y los afectados. La inje-
Código Penal de Baviera de 1813 sin duda rencia no encaja inclusive en las “situaciones
constituye un buen ejemplo de “código mo- jurídicas especiales” planteadas por Spangen-
derno” y define la responsabilidad penal des- berg, que solo establecen relaciones de solida-
de la conducta y la omisión, así como incluye ridad constantes (Vogt, 1950, p.201).
la omisión en varios tipos penales específicos
(Von Cullen, 2007, p.35). Las legislaciones Sin embargo, no hay que olvidar, que de
germanas posteriores, como el Código Pe- todos modos fue importante que Feuerbach
nal Bávaro de 1822, el Código Penal de Hes- en primera línea, haya planteado una
se de 1841 o el Código Penal de Sajonia de armonización formal de los delitos de
1855 mantuvieron a la omisión dentro de la omisión, con su concepto de delito como
definición de delito (Schöne, 1974, p.286). una violación de la ley. Es decir, la lesión de
Aun cuando la omisión se encontraba dentro otros derechos siempre pendientes en sentido
de la definición de delito en la parte general, subjetivo, lo hace también por omisión en
quedaba reservado a los tipos penales el esta- la persona de la víctima de un “derecho a la
blecer en qué casos específicos podía consi- exteriorización efectiva de nuestra realidad”
derarse a la conducta omisiva, como punible, (Feuerbach, 1989). Una aclaración o definición
equiparable al de acción (Schunemann, 1984, de la estructura sobre la que se construye
p.289); (Clemens, 1912, p.17). La discusión de la posición de garante, no se incluye en la
si los delitos de omisión impropia riñen o no obra de Feuerbach. En este sentido existe
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únicamente la precisión naturalista-liberal a cuando las acciones previas realizadas ponen


partir de las obligaciones civiles del contrato en riesgo la vida. Aparecería por primera vez
social, la obligación original del ciudadano y dentro del delito y se reconocería abiertamen-
de la esfera del derecho penal va únicamente te la “Problemática de la Injerencia” (Stübel,
hasta las omisiones (Schröter, 1818). 1828, p.61).

Ya lo menciona el propio Stübel en el año de


Las teorías de la injerencia. Sus
inicios 1805 en uno de los casos revisados por la Fa-
cultad de Jurisprudencia de Wittenberg, don-
Si se quiere realizar un análisis de la teoría de un terrateniente fue considerado culpable
de la injerencia desde sus orígenes dogmáti- de homicidio negligente por haber empujado
cos, sin delimitarla únicamente desde la pers- a uno de sus trabajadores sobre el hielo, razón
pectiva de la teoría formal, se debe partir des- por la cual este habría sufrido una fractura
de los aportes realizados por (Stübel, 1828), peligrosa o inclusive mortal sin que el acusa-
quien en el marco de su contribución a la in- do, por falta de experiencia o falta de medios
vestigación jurídica, dio inicio a la discusión, para curarlo, lo haya asistido y debido a esto
sobre si en la omisión de evitar el cometimien- la víctima del accidente fallece. Esto tuvo una
to de un delito, se puede ver una cooperación consideración dividida para Stübel, el hecho
negativa para la realización del mismo; esta que se asocie al terrateniente como autor de la
pregunta podría ser contestada afirmativa- fractura sufrida por la víctima del accidente,
mente, únicamente cuando sea impuesta una por un lado y la falta de cuidado o el impedir
obligación jurídica de evitar la realización de la posibilidad de tratar los daños ocasionados
un delito a través de una ley especial positiva. como causas de la producción del resultado de
Solo de forma casual y a manera de delimita- muerte por otro (Stübel, 1828).
ción, menciona después el autor como omisio-
nes a aquellas que por sí mismas constituyen En la misma línea utilizando la casuística
un delito especial y que mediante las mismas como medio para demostrar la importancia y
se lesiona derechos. De la misma forma seña- el efecto de la injerencia, Oerstedt señala que:
la, que no obstante, que hay casos en los que
alguna persona, capaz de un comportamiento … no es raro también, que se produzca un
especial, o por una acción previa del mismo, éxito delictivo a través de acciones positivas y
está obligado a una acción jurídica determi- omisivas que forman un total indivisible, es de-
nada, por ejemplo, los padres que fracasan cir cuando alguien inflige una herida no mortal
con los cuidados necesarios para el manteni- sobre otro y luego lo deja en un estado de inde-
miento y protección de la vida de sus hijos; y fensión en el que posteriormente, como era de
aquel que ha trasladado a otro a una situación esperar, este muere, no admite duda alguna en
en la que sin su ayuda no podría sobrellevar contra de que se ha cometido un asesinato pre-
su vida, son culpables del delito de homicidio, meditado intencional (Oerstedt, 1818, p.311).
por la omisión de un comportamiento espe-
cial de cuidado y protección, esperado jurí- Estos ejemplos demostrarían de manera su-
dicamente de los padres con respecto a sus ficiente que la idea de la injerencia no requiere
hijos en el primer caso, y por la omisión de de ningún presupuesto o construcción lógica
una acción jurídica determinada posterior a extra para su validez y posterior considera-
los actos previos realizados en el segundo. Así ción dentro del análisis del delito y al mismo
mismo, se puede pensar el caso en el que al- tiempo ser inmediatamente obvia para el ra-
guien encierra a otro y omite proveerle de los zonamiento casuístico.
alimentos necesarios e indispensables para su
supervivencia (Stübel, 1828).
Las teorías de la injerencia
(Temme, Krug, Glaser, Adolf
Los actos previos, a través de los cuales se Merkel)
pone a alguien en una situación vulnerable, se
encuentran dentro del delito como acciones La insuficiente concepción planteada por
de injerencia, para la dogmática actual. Previo Luden para demostrar la relación causal, en
a esta consideración, Stübel mediante ejem- especial lo que respecta a la relación entre las
plos casuísticos demuestra la importancia y acciones previas y las efectuadas al momento
el efecto de la obligación de actuar en la abs- de la omisión, con la consecuente violación de
tención o evitación de un delito, únicamente bienes jurídicos, sería obvia únicamente para
Ramiro J. García Falconí, Ángel Orna Peñafiel: “Análisis crítico de las teorías de la injerencia en el delito omisivo.” 11

una época del pensamiento causal naturalista se encuentran relacionadas entre sí”, lo cual
como prueba de algo “real” (Jescheck, 1965); implica la pérdida de una relación con el cur-
y, que los cambios en el mundo exterior pro- so causal, en una acción o actividad previa a
vocados por una causalidad de la acción u la omisión. Esto hace posible la comprensión
omisión de un tercero requerirían aún de de- y complementa la omisión en sí misma, de tal
mostración (Engisch, 1965); en esta línea, sur- manera que lo que imperaría en el “compor-
gieron diferentes presupuestos dogmáticos y tamiento típico”, no sería el dolo del “acom-
teóricos que trataron de una forma especial pañante” de la acción, sino principalmente
al problema de la causalidad en la injerencia del éxito delictivo ocasionado por la omisión
con respecto a la omisión. En conclusión, la en cuestión (Krug, 1855). El continuo mane-
teoría de Luden había expuesto entonces que jo de los acontecimientos por parte del autor,
la coincidencia de la acusación y la culpabili- justifica las relaciones jurídicas necesarias
dad en los delitos de acción, se produce hasta mediante las cuales la voluntad en la omisión
aquí únicamente de existir una acción previa sería dolosa (Krug, 1855, p.36), sin embargo,
a la omisión. debido a esto, no es necesario que se relacio-
ne con el “inicio” de la misma, sino que sea
El camino a la consolidación de lo que sus determinante para la producción de un éxito
autores denominaron como las teorías de la delictivo.
injerencia, se construye en base a lo propues-
to por Temme, Krug, Glaser y Adolf Merkel, De lo mencionado tenemos, la prueba de
cuyos supuestos comparten la búsqueda de una causalidad material verdadera de Temme
agotar las soluciones de causalidad a la pro- y un mayor desarrollo, con respecto a la re-
blemática de la omisión, con ayuda de la cau- lación de causalidad de las omisiones, en la
salidad de las acciones previas (Kaufmann, construcción de Krug, con las acciones pre-
1959, p.266). vias ejecutadas para asegurar el éxito de una
actividad delictiva. En contraposición con lo
Uno de los primeros en encontrar la propuesto por Feuerbach, la exigibilidad de
causalidad de la omisión fue Temme, sobre una obligación especial de cualquier tipo se
las acciones previas, en donde el éxito establecería de forma libre; es decir, median-
fáctico puede ser provocado solo a través de te una intervención que debe ser calculada,
actividades positivas y la mera inacción no en cuanto al caso en concreto, mediante un
es idónea para la existencia y consideración suceso o acontecimiento esperado de una ac-
jurídica de la inactividad; en este sentido, ción positiva determinada de la obligación y
el caso de los delitos de omisión impropia que, derivado de este, sea efectuado en el mo-
requiere siempre de un comportamiento mento decisivo (Krug, 1855, p.38).
positivo con un trasfondo, es decir, la acción
y la omisión conforman un “todo” (Temme, Debido a que la obligación se basa en una
1853, p.266). Sin embargo, las acciones previas “promesa formal de servicio o actuación”, sea
peligrosas no constituirían un requisito en un ámbito público o privado, resulta una
necesario en cada comisión delictiva por limitación, la idea que únicamente la infrac-
omisión, sin confrontar su efecto obligatorio, ción de una obligación especial deba ser la
sino con ayuda de una causalidad efectiva. causa de un éxito delictivo, porque el disfrute
En conclusión, no queda claro entonces y aprovechamiento del derecho, se deriva de
considerar como un “todo” a las acciones la obligación que solo puede darse en base a
positivas y negativas dentro de lo planteado, un principio de confianza de la persona com-
como señala (Welp, 1968, p.34). prometida u obligada para cesar con el riesgo
o peligro a un bien jurídico.
El trabajo de Krug en sintonía con lo ex-
puesto con Luden, establece la convicción de La obligación de una garantía administra-
reducir el margen del problema de la causa- tiva contra el riesgo público o general, puede
lidad en la omisión, ya que, sin relación de también basarse en ciertas acciones, de las
causalidad, a su criterio no existe posibilidad que por su naturaleza se desprende una obli-
de imputación, entonces la pura inactividad gación positiva especial. Estas son en princi-
no tendría valor y por lo tanto nunca podría pio las “acciones que constituyen un peligro
ser causa de un éxito delictivo. En este sen- público” (Welp, 1968, p.35), para quien el au-
tido, este autor presupone que “las acciones tor por sí mismo, debe proceder con cautela
que forman parte del éxito de un curso causal para evitar también posibles inconvenientes
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o riesgos a terceras personas. Krug plantea un La crítica a la posición de Glaser recae fun-
ejemplo para aclarar la situación de la crea- damentalmente en el reconocimiento del
ción de un riesgo público o general, “aquel en- dolus subsequens, es decir para los casos en
cargado de una detonación o explosión de una los que el sujeto adquiere conocimiento del
mina, al preparar una cantidad de dinamita riesgo creado con posterioridad a este. Lo
para el efecto, debe advertir y evitar cualquier desarrollado por este autor considera que la
posible acercamiento de otras personas debi- reciprocidad entre el actuar de los individuos
do al riesgo creado por las acciones previas ya y el mundo exterior, es en extremo compleja,
efectuadas” (Krug, 1855, p.40). Lo mismo se por lo que el mismo manifiesta que “estas re-
aplica para las acciones previas, mediante las laciones de reciprocidad deberían someterse
cuales se puede producir un peligro concreto, sin inconvenientes para el correcto y adecua-
como por ejemplo la madre que deja a su hijo do conocimiento de la compleja antítesis en-
morir de hambre, mediante la consecución de tre el hacer y el omitir” (Glaser, 1858, p. 296).
diferentes actividades previas, la falta de cui- Frente a esta antítesis, es un grave error el in-
dados, la incapacidad de proveer alimentos; o tentar dividir el comportamiento humano en
aquel que adquiere una vivienda cuya puerta dos grupos o esferas del actuar, ya que en tér-
de ingreso se abre únicamente desde el exte- minos esenciales este representa una unidad
rior y a sabiendas del estado de la cerradura, (Welp, 1968, p. 38). Al respecto de esta idea,
no la compone e imprudentemente la cierra, Glaser manifiesta que a partir del momento
es responsable del peligro ocasionado por la en el que una persona entra en contacto con
situación posterior de encierro (Krug, 1855, p. el objeto de una infracción, dentro de una re-
41-61). lación real hasta aquel en donde la existencia
o no de la infracción se ha convertido en total-
En resumen, se establece que una omisión mente independiente de su arbitrariedad, en
penal impropia, es posible de forma directa ese lapso de tiempo, las acciones positivas y
únicamente mediante la puesta en marcha de negativas representan un todo, en las que el
una causalidad previa, es decir por acciones dolo ya forma parte de las acciones previas y
anteriores ejecutadas que ponen en peligro o preparatorias realizadas, otorgando a las mis-
vulneran bienes jurídicos, o indirectamente, mas de forma retrospectiva, una naturaleza
mediante la confianza en la actividad de quien delictiva (Glaser, 1858, p. 301). La incorpo-
genera un peligro concreto para evitar el mis- ración del dolo dentro de la ejecución de ac-
mo. Donde no existe tal relación, un sujeto no ciones previas o preparatorias es uno de los
sería ni siquiera el autor del éxito delictivo, principales aportes a la Teoría de la Injeren-
así fuera el único que lo podría evitar (Krug, cia, debe entenderse en un primer momento
1855, p. 41). cuando “acontece” la infracción o lesión, es
decir, cuando aún se representa una posibili-
Otro teórico de la Injerencia es Julius Gla- dad de evitar la producción de la infracción,
ser, quien concibió la formulación clásica de para el concepto constitutivo de omisión, en-
esta teoría, al ubicar la solución al problema tonces no se generaría dolo dentro de la uni-
de la omisión, en la adopción de una relación dad antes descrita de acciones y omisiones.
causal objetiva, ya que la situación fáctica de
la perpetración de un delito presupone que En el mismo sentido, Glaser establece la
existe una relación de causa-efecto entre el consecuencia de deducir desde un inicio la
comportamiento humano y el resultado penal respuesta a la pregunta sobre la existencia de
(Glaser, 1858). Una omisión entonces no entra una obligación jurídica especial, puesto que
en consideración penal delictiva, cuando la esta deducción no intenta cambiar la natura-
primera acción y el transcurso de una cadena leza objetiva de la conducta, calificada como
de causas previas, en las que se ubica el cese irrelevante. Incluso únicamente mediante
del éxito delictivo, están completamente fuera mandato positivo de la ley se podría dar trata-
de la competencia de su actividad real, sino miento a la omisión como si esta hubiera cau-
que requiere de una causación entre el hacer sado el éxito delictivo de la infracción, pero
y el dejar de hacer para que se produzca un no se puede afirmar que en efecto lo haya pro-
resultado penal, de manera que es necesario vocado (Glaser, 1858, p. 309). Esto tiene ca-
el control real y total de la causalidad entre lo bida sobre todo en la comisión por omisión,
que se hace y lo que no (Glaser, 1858). únicamente en lo que se refiere a la obliga-
ción de una persona de actuar de una forma
determinada y que su conducta no comporte
Ramiro J. García Falconí, Ángel Orna Peñafiel: “Análisis crítico de las teorías de la injerencia en el delito omisivo.” 13

una causa delictiva, es decir, con respecto a la lamente cuando el efecto producido por el
obligación, omitir lo prohibido. mismo, tiene repercusión en el curso causal
generado por las acciones previas ejecuta-
La obligación especial de prevenir la pro- das. Dado que la prohibición de cometer de-
ducción de resultados delictivos, en la mayo- litos incluye el mandato de impedir acciones
ría de los casos producto de una causalidad riesgosas o amenazantes que puedan afectar
de acciones previas, no se realiza por acciden- bienes jurídicos, serían legítimas las acciones
te o casualidad. Con respecto a estos casos, que en sí mismas constituyan medidas pre-
Glaser afirma que no porque una persona ventivas de producción de riesgos y delitos.
determinada tenga el deber de evitar un ac- En este sentido, las acciones previas ejecu-
cidente, se puede considerar que lo ha pro- tadas constituirían plenas acciones riesgosas
vocado, todo lo contrario, por la adopción de que complementan el efecto dañoso y el éxito
esta obligación se genera un estado de las co- delictivo de la omisión (Merkel, 1867).
sas, en el que la mera omisión ya es suficiente
para hacer inevitable la ocurrencia del acci- En un grupo social organizado, existe la
dente (Glaser, 1858, p. 313). idea de una responsabilidad general de cui-
dado de la integridad y los valores de la mis-
La inobservancia de obligaciones jurídicas ma, lo que provoque una persona también le
especiales, daría como resultado casos en los es imputado dentro de una “esfera jurídica
que nuestro propio comportamiento previo, externa”, por lo que no es suficiente una re-
provoca un estado de las cosas, en el que no lación causal para atribuirle la autoría de un
se estaría obligado a prestar ayuda, debido a comportamiento delictivo determinado a una
que nuestra actuación previa genera un daño persona, sino que se exigiría una cierta “pre-
en concreto (Glaser, 1858, p. 375). Esto es visibilidad” del éxito delictivo al momento
aplicable sobre las acciones previas y su natu- de realizar las acciones previas de injerencia;
raleza de “generar obligaciones”, ya que, por Merkel al respecto considera que cuando la
esta actuación previa, lo único que se esta- actividad anterior a que se produzca la omi-
blece de forma clara sería la relación causal sión, es decir por la ejecución de acciones
con el éxito delictivo; sin embargo, según lo previas, tiene un grado de probabilidad de
antes expuesto, el éxito delictivo se origina afectar intereses de terceros y poner en riesgo
en nuestro propio actuar positivo previo, en ciertos derechos ajenos, se debe evaluar los
donde se presentarían dificultades solo si el límites de la esfera de nuestra actuación, sin
acto positivo se produce en un momento en el que con esto se justifique la responsabilidad
que no actuábamos con dolo. legal; y descubrir ¿cómo las consecuencias
de esa falta de previsibilidad podrían atribuir
Después de los grandes avances generados al actor una consideración criminal? En tal
por Krug y Glaser, para consolidar la Teoría caso, la posterior omisión aparecería para el
de la Injerencia tenemos a Adolf Merkel. Este que la realiza, como indiferente jurídicamen-
autor considera que debido a que en cada deli- te y cada actividad positiva que realice care-
to comisivo, se asume que el daño ocasionado cería de sentido y consideración de la misma
tiene su causa eficiente en el comportamien- índole (Merkel, 1867, p. 110).
to realizado por el supuesto autor, la mera
inacción u omisión aislada sin una relación La limitación de responsabilidad penal
determinante con el hecho dañoso no sería planteada por Merkel esperaba salvar a la
suficiente para entrar en una consideración Teoría de la Injerencia de las “consecuen-
de relevancia penal, ya que en este caso lo que cias imposibles” de resolución que se habían
aconteciere se volvería totalmente indepen- planteado y estaban presentes desde Krug y
diente y fuera de nuestra capacidad de con- Glaser (Merkel, 1867, p. 85). Todo lo traba-
trol (Merkel, 1867). Únicamente la omisión de jado por este último autor, pretendía aclarar
ciertas acciones determinantes, sin las cuales la causalidad en la Teoría de la Injerencia, lo
no se produciría ningún riesgo o incluso el que posteriormente sirvió para la recurrente
éxito delictivo como tal, tendría relevancia y dividida discusión de la causalidad en los
dentro del análisis de un curso causal delic- delitos de omisión, tal es el caso del fabrican-
tivo (Merkel, 1867). te de armas, que reconoce un rifle fabricado
por él como el medio de producción de un de-
A diferencia de sus predecesores, Merkel lito o el arquitecto de la casa que construyó,
busca el peligro del dolus subsequens so- que amenaza con derrumbarse después de un
14 REVISTA SAN GREGORIO, 2018, No.26, DICIEMBRE (6-15), ISSN: 1390-7247; eISSN: 2528-7907

terremoto; ninguno de los dos se mostraría ración. Al contrario de lo que propone (Kau-
como responsable por no evitar la producción fmann, 1959, p. 243) esta comprobación no
del delito o de generar el riesgo en cada uno de debe realizarse mediante una ampliación de
los casos planteados, ya que las acciones pre- la causalidad en los rasgos constitutivos ge-
vias realizadas por estos se efectuaron en el nerales del tipo penal, sino a través de la in-
marco de la libertad de acción y no mantienen clusión de las características especiales que
relación directa con la causalidad posterior, la presentan las omisiones basadas en acciones
cual sobrepasa los límites de actuación y pre- previas, diferenciando para el efecto los de-
visibilidad al momento de efectuarlas. litos de omisión impropia de los delitos de
acción, solamente por su divergente relación
El mismo autor, con respecto a la omisión temporal entre la responsabilidad y la acusa-
señaló que no solo la causalidad y la antiju- ción del riesgo o éxito penal (Von Rohland,
ridicidad (condicionada) se desarrollarían so- 1887, p. 22).
bre las acciones previas o de injerencia, sino
también la culpabilidad. Desde su perspectiva Conclusiones
esto ocurriría en el momento en que se re-
quiera previsibilidad de las consecuencias de Las teorías de la injerencia se construyen
la acción (Merkel, 1867, p. 86). una tras otra, consolidándose en base a los
aportes de sus autores, los cuales insisten en
A pesar de todo lo propuesto por Merkel, intentar solucionar el problema de la causali-
en el desarrollo dogmático de la(s) teorías de dad en los delitos de omisión basados en ac-
la injerencia en los delitos de omisión, no se ciones previas de injerencia que, a pesar de
ha podido establecer una obligación jurídica generar conceptos importantes para explicar
especial para evitar la producción de un éxi- la relación fáctica entre la acusación de un
to delictivo, ya que la autoría delictiva no se riesgo o afectación a un bien jurídico y la res-
fundamenta en una obligación jurídica, sino ponsabilidad penal del sujeto que las efectúa,
en las eventuales producciones delictivas. no terminan siendo suficientes para dar una
Debido a esto no se puede tratar en primera respuesta clara a la relación causal en los de-
instancia como omisión, la diferencia entre litos de omisión.
dos situaciones con diferente peso causal. Por
incumplimiento de un deber se la estable-
ce en base a una vinculación legal existente
al momento en el que suceden; además, se-
ría obligatorio considerar esta diferencia y
su vinculación a una ley, en el sentido de la
teoría de una obligación jurídica especial de
injerencia, si las consecuencias de las acciones
previas efectuadas en el momento que se rea-
lizan eran previsibles; cualquier riesgo o daño
posterior producido por una combinación de
circunstancias accidentales de peligro, no po-
dría formar parte de la relación causal entre
las acciones previas y el resultado delictivo
dañoso; sin embargo no es suficiente para jus-
tificar una obligación de evitar la producción
del éxito delictivo (Merkel, 1867, p. 115).

Las Teorías de la Injerencia presentan al-


gunos aspectos críticos que deben analizarse,
comenzando con que se basa en la premisa
unánime de sus representantes que un com-
portamiento delictivo puede ser considera-
do como tal únicamente si el mismo ha sido
causado activamente en lo fáctico, ya que, al
tratarse de omisiones basadas en acciones
previas, tiene la misma estructura causal que
cualquier otra acción con la misma conside-
Ramiro J. García Falconí, Ángel Orna Peñafiel: “Análisis crítico de las teorías de la injerencia en el delito omisivo.” 15

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