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De aquí podemos extraer varios conceptos más, como la definición de sostenibilidad ambiental,
que es aquella que pone el acento en preservar la biodiversidad sin tener que renunciar al
progreso económico y social; la sostenibilidad económica, que se encarga de que las actividades
que buscan la sostenibilidad ambiental y social sean rentables, y la sostenibilidad social, que busca
la cohesión de la población y una estabilidad de la misma.
El desarrollo sostenible debe plantar cara a grandes problemas a nivel global que deben
solucionarse si realmente queremos conseguir una sociedad más sostenible: por ejemplo, el
efecto invernadero o la destrucción de la capa de ozono en términos ambientales, el acceso al
agua potable o la superpoblación en términos sociales… En nuestro blog ya te hemos hablado de
ellos algunas veces, ¿recuerdas?
A nivel económico
Un gran ejemplo de cómo la economía sostenible puede ayudar a mejorar las ciudades y a crear
empleo es la ciudad de Güssing, en Austria: hoy en día, cubre más del 50% de la energía que
necesita con energías renovables y ha pasado de ser una de las ciudades más pobres a convertirse
en un lugar con una gran proyección de futuro, que aspira a ser totalmente autosostenible.
A nivel medioambiental
La necesidad de apostar de una forma definitiva por las energías renovables es otro de los grandes
problemas a los que se enfrenta la sostenibilidad: el consumo de energías tradicionales, como el
petróleo, está suponiendo un desgaste ambiental que muy pronto será irreversible. ¿Permitiremos
que las generaciones venideras sufran las consecuencias?
Movilidad-sostenible
Aun así, el primer objetivo que tiene que alcanzar la sostenibilidad es conseguir crear una
conciencia global: debemos entender, de una vez por todas, que vivimos en un planeta
interconectado, que nuestras acciones afectan a los demás y que las decisiones que no tomemos
hoy repercutirán sobre nuestros hijos e hijas mañana. ¡Todavía estamos a tiempo, pero cada
minuto cuenta!
¿Has oído alguna vez hablar de las casas sostenibles? Se construyen teniendo en cuenta diferentes
factores, como su orientación, la energía que utiliza (sobre todo solar), los espacios abiertos qué
incluye y cómo está aislada para evitar la pérdida de energía. Todas estas mejoras hacen que
ahorre energía y que sea menos contaminante, y son obras de sostenibilidad que te puedes
plantear hacer a largo plazo para contribuir tú mismo a la salud del planeta. La sostenibilidad se
refiere, por definición, a la satisfacción de las necesidades actuales sin comprometer la capacidad
de las generaciones futuras de satisfacer las suyas, garantizando el equilibrio entre crecimiento
económico, cuidado del medio ambiente y bienestar social. De aquí nace la idea del desarrollo
sostenible, como aquel modo de progreso que mantiene ese delicado equilibrio hoy, sin poner en
peligro los recursos del mañana. ¡No debemos olvidarnos del futuro!
De aquí podemos extraer varios conceptos más, como la definición de sostenibilidad ambiental,
que es aquella que pone el acento en preservar la biodiversidad sin tener que renunciar al
progreso económico y social; la sostenibilidad económica, que se encarga de que las actividades
que buscan la sostenibilidad ambiental y social sean rentables, y la sostenibilidad social, que busca
la cohesión de la población y una estabilidad de la misma.
En definitiva, la sostenibilidad y el desarrollo sostenible funcionan siguiendo el principio de que no
se pueden agotar los recursos disponibles de forma indiscriminada, hay que proteger los medios
naturales y todas las personas deben tener acceso a las mismas oportunidades.
El desarrollo sostenible debe plantar cara a grandes problemas a nivel global que deben
solucionarse si realmente queremos conseguir una sociedad más sostenible: por ejemplo, el
efecto invernadero o la destrucción de la capa de ozono en términos ambientales, el acceso al
agua potable o la superpoblación en términos sociales… En nuestro blog ya te hemos hablado de
ellos algunas veces, ¿recuerdas?
A nivel económico
Este indicador marca el valor de la producción de un país y, por tanto, se rige según la idea de que
cuanto mayor sea la producción, más riqueza habrá. Sin embargo, en esta medida estadística no se
tienen en cuenta muchísimas variantes como las que te comentábamos antes, lo cual está
suponiendo un colapso para el planeta. ¡No lo perdamos de vista!
Un gran ejemplo de cómo la economía sostenible puede ayudar a mejorar las ciudades y a crear
empleo es la ciudad de Güssing, en Austria: hoy en día, cubre más del 50% de la energía que
necesita con energías renovables y ha pasado de ser una de las ciudades más pobres a convertirse
en un lugar con una gran proyección de futuro, que aspira a ser totalmente auto sostenible.
Sustentabilidad
En breve se puede decir que en la ecología, la sustentabilidad describe a los sistemas ecológicos
o biológicos (como bosques, por ejemplo) que mantienen su diversidad y productividad con el
transcurso del tiempo. En el contexto económico y social, la sustentabilidad se define como la
habilidad de las actuales generaciones para satisfacer sus necesidades sin perjudicar a las futuras
generaciones.
Hay claras políticas de protección al medio ambiente: estos lineamientos trazan los pilares para
que cada sociedad entienda, respete y haga usufructo responsable de las materias primas que le
ofrece la naturaleza. Así mismo indica la manera en la que se debe ayudar al medio ambiente a
renovarse sin agotar sus recursos. Un sencillo ejemplo es la siembra de árboles en zonas
deforestadas, el cuidado a las fuentes de agua o la conservación de parques naturales que
mantienen el equilibrio de un ecosistema.
Hay claras políticas de responsabilidad social: como individuos, agrupaciones o empresas, los seres
humanos debemos asumir responsabilidad por nuestras acciones y por las consecuencias que
estas puedan tener en el medio ambiente y su conservación. La responsabilidad social nos hace
agentes activos del proceso de sustentabilidad y subraya la importancia de nuestros actos en el
presente y cómo estos afectan a las generaciones por venir. Ejemplos de responsabilidad social
pueden ser el reciclaje y separación de basuras en casa, o el uso de transporte público por encima
del privado para disminuir la contaminación en el aire.
Hay claras políticas de prácticas económicas y sociales que se acojan a los dos criterios anteriores:
prácticas justas y responsables que apoyen y faciliten la protección al medio ambiente y las
gestiones sociales al respecto son parte fundamental de este proceso. Los gobiernos deben
establecer normativas que tengan el respaldo de la ley y que inviten a una economía más justa y
participativa. Brindando bienestar a una sociedad, sus integrantes se inclinarán más a participar en
el cuidado de su medio ambiente. Un ejemplo es brindar acceso universal a la salud, al agua y la
energía para que los beneficiarios mejoren su calidad de vida y al mismo tiempo, al sentirse
protegidos por sus líderes, se involucren activamente en el cuidado de los recursos.
Un ejemplo de sustentabilidad
En el año 2003 el gobierno del estado de Nuevo León, hizo una asociación con una compañía
alemana para poder cosechar el gas metano producto del proceso de descomposición natural en
los basureros. Normalmente este gas llega a la atmósfera en forma de contaminación porque es
un gas de efecto invernadero y contribuye al calentamiento global. Pero con el programa de
biogás, este se intercepta antes de que contamine a la atmósfera y a cambio provee el 52% de la
energía necesaria para el alumbrado público, el metro, varios edificios públicos y el servicio de
drenaje. Aunque no es ciento por ciento sustentable es un paso importante en la dirección
correcta.
Este proyecto es sustentable porque se puede continuar de manera benéfica sin ayuda exterior y
sin agotar los recursos necesarios para su funcionamiento, así que está de acuerdo con la
definición de sustentabilidad.
Sustentabilidad o sostenibilidad?
Sostenible
Etimológicamente hace referencia a "sostener", que implica en el fondo, que alguien o algo
externo o ajeno aparezcan en escena y "sostenga". Por ello, lo sostenible se halla en el
ámbito externo o exógeno a un sistema. Dentro del ámbito externo se hallan las políticas de
gobierno, el clima, los tratados, la competencia, el mercado, el medio ambiente, entre otros.
Por lo tanto si hablamos de una organización "sostenible", tiene que ver con las
oportunidades y las amenazas que puedan existir en el exterior de un sistema para
mantenerse en el tiempo.
Algunos ejemplos de desarrollo sostenible son las energías renovables, que con la
intervención humana, nos ayudan a producir el recurso energético sin comprometer el
medio ambiente de nuestra generación ni de las generaciones futuras.
Sustentable
Por otro lado, el término sustentable corresponde a un sistema endógeno; es decir, a todo lo
que tiene que ver con el mantenimiento del sistema hablando de las debilidades y fortalezas
que existen en su ámbito interno. Este tipo de desarrollo no precisa una intervención
humana o exterior, gracias a que sus condiciones económicas, sociales o ambientales le
permiten sostenerse de manera autónoma sin afectar los recursos.
Dentro de una organización, hablamos de ser sustentables en las capacidades instaladas, la
materia prima, la mano de obra, los intangibles y todo aquello que tiene ver con su propia
existencia, desarrollo y crecimiento; un modelo sustentable no sólo se valdría por sí mismo
sino que también realizaría la función de alimentar y mantener a las personas que lo
conforman. Ahora que conoces cuáles son sus diferencias, hablando desde una perspectiva
ecológica, para que un sistema sea sustentable y sostenible debe cumplir una serie de
principios, algunos de ellas son: