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UNIVERSIDAD ABIERTA PARA ADULTO

UAPA
ASIGNATURA
Biología

FACILITADOR
Evelin del Olve

PARTICIPANTES Y MATRICULA

Yahaira santana, Maria Esther, yulissa Pimente, Blas Alexanne


17-6161, 17-4871, 16-7242, 17-1840

CARREARA
PSICOLOGIA EDUCATIVA

16-12-2018
La psicología biología

Introducción

Todos los seres vivos tienen una manera de vivir que depende de su estructura
y fisiología y también del tipo de ambiente en que viven, de manera que los
factores físicos y biológicos se combinan para formar una gran variedad de
ambientes en distintas partes de la biosfera. Así, la vida de un ser vivo está
estrechamente ajustada a las condiciones físicas de su ambiente y también a
las bióticas, es decir a la vida de sus semejantes y de todas las otras clases de
organismos que integran la comunidad de la cual forma parte.
Cuanto más se aprenda acerca de cualquier clase de planta o animal, se ve
con creciente claridad que cada especie ha sufrido adaptaciones para
sobrevivir en un conjunto particular de circunstancias ambientales. Cada una
puede demostrar adaptaciones al viento, al sol, a la humedad, la temperatura,
la salinidad y otros aspectos del medio ambiente físico, así como adaptaciones
a plantas y animales específicos que viven en la misma región.
Es importante que todos conozcamos y apreciemos los principios de este
aspecto de la biología, para que podamos formarnos una opinión inteligente
sobre temas como la ecología, la evolución, importancia de los recursos
naturales en lo económico y ecológico, flujo de energía en la ecología, sobre la
humanidad, sobre la civilización humana y sobre el mundo en que vivimos.

Desarrollo

La relación entre mente y cerebro:


El cerebro es el soporte físico a través del cual se objetiva las funciones de
la mente, y se expresan, según los casos, diferentes grados y profundidades de
conciencia. La mente es la capacidad de pensar, razonar, ordenar ideas,
crear relaciones entre ellas, concebir cosas, ver con y más allá de los
sentimientos.
El sentido común nos sugiere que la mente y el cuerpo deben interactuar.
Nuestras percepciones, pensamientos, intenciones, deseos y emociones
afectan directamente a nuestros cuerpos y nuestras acciones.
Desafortunadamente, las nociones del sentido común parecen implicar una
contradicción. Parece muy claro que el cerebro y el sistema nervioso forman
parte del mundo físico: tangible, visible, público, extenso en el espacio. Sin
embargo, los pensamientos, sentimientos, conciencias y otros estados de la
mente se nos presentan como mentales: intangibles, invisibles, privados,
ordenados en el tiempo, pero no en el espacio.
Si el cerebro y la mente son cosas fundamentalmente diferentes y si las leyes
de causalidad requieren causas y efectos entre tipos semejantes, entonces es
claramente imposible para el cerebro generar la mente o que la mente afecte al
cerebro. Estas contradicciones constituyen parte del problema mente/cuerpo (el
de la relación entre mente y cerebro).
No obstante, si la distinción entre la mente intangible e inextensa y la
naturaleza física extensa se mantiene, entonces, el problema mente/cuerpo es
también el de la relación de la mente con el mundo que nos rodea. El medio
natural, después de todo, es una entidad física del mismo modo que lo es el
cerebro, y el problema de explicar cómo llegamos a ser conscientes del entorno
no es menos difícil que la relación de la conciencia con el funcionamiento del
sistema nervioso. La mayor parte de la historia de la psicología ha transcurrido
en el intento de llegar a comprender el problema de la relación entre la mente y
el cuerpo y viceversa. Actualmente, como veremos, los científicos se ocupan
de encontrar relaciones entre estados cerebrales y estados mentales.

La psicología biológica:
El concepto de Psicobiología incluye en su seno una amplia diversidad de
enfoques en el estudio de las bases biológicas de la conducta. *La psicología
biológica es la neurociencia del comportamiento y la psicobiología, es el
estudio de procesos fisiológicos y cómo afectan el comportamiento humano.
Supone que la mente y cuerpo tiene una relación de interdependencia, y que el
comportamiento es alimentado por la percepción sensorial basado en la
fisiología.
Concepto:
El concepto de psicobiologia incluye en su seno una amplia diversidad de
enfoques en el estudio de las bases biológicas de la conducta.
Campo de estudio:
Los campo que trabajan dependen directamente de los conocimientos
biológicos que están presentes en la psicología son las neuropsicología, la
psiquiatría y la neurobiología.
La neuropsicología:
Por ejemplo, se enfoca en estudiar como lesión o trauma sobre el sistema
nervioso central afecta los procesos psicológicos, cognoscitivo y emociónale de
un individuo. Lo psiquiatra también depende directamente del conocimiento
que se adquiere directamente en los laboratorios, pues como ya conocemos, la
mayoría de los desórdenes psicológico tienen alguna anomalía en los
transmisores.
Otra sub-disciplina que tiene relación directas con la bases biológicas es la
neurobiología constan del estudio de la célula nerviosa del sistema nervioso
central.

La psicología contemporánea es una ciencia natural. Siendo el objeto de su


estudio los fenómenos psíquicos y produciéndose éstos en seres vivos, es
también una ciencia biológica. Las funciones psíquicas no son patrimonio
exclusivo de la especie humana; ellas se constituyen desde las más
elementales manifestaciones de la vida y se elaboran progresivamente a través
de la evolución de las especies. Por eso la psicología no estudia solamente las
funciones psíquicas del hombre; aunque las de nuestra especien animal nos
interesan más que las de otras, sólo podemos considerarlas como una
expresión compleja de las demás, derivando tal complejidad de las
necesidades progresivas de la materia viviente en su evolución adaptativa a las
condiciones del medio en que existe.
En este sentido puede admitirse con James que la psicología es una “ciencia
natural”, pero no sabríamos aceptar la interpretación que da a sus objetos de
conocimiento; la concibe como un cuerpo provisorio de verdades relativas a los
“estados de conciencia y a los conocimientos que ellos tienen el privilegio de
darnos”.
No podemos admitir que las “funciones psíquicas” son siempre “estados de
conciencia”, y creemos que los conocimientos dados por éstos sólo son una
mínima parte de las funciones que la psiquis desempeña en la evolución
biológica de las especies.
La existencia real de las funciones psíquicas es un dato primitivo de la
experiencia; el hombre observa en sí mismo y en los demás hombres, como
también en todas las especies vivientes, proporcionalmente a la jerarquía
evolutiva de ellas. Y el hombre observa también los resultados de estas
funciones; su intervención es decisiva en la conducta, es decir, en la
adaptación de todos los actos de los seres vivientes a las condiciones del
medio en que ellos se realizan.
Estos breves postulados cuyo examen particular excedería a los límites de una
introducción a los estudios que la Sociedad de Psicología ha emprendido,
permiten señalar el criterio que, en mi concepto, puede servirle de guía, y
también nos dejarán entrever cuál es la orientación general de los estudios
encaminados al conocimiento de las funciones psíquicas. Sería estéril o
peligroso arriesgarse a cruzar tan obscuros dominios sin llevar una clara noción
de los caminos posibles, aunque osaríamos demasiado pretendiendo
determinar en líneas precisas su vía maestra definitiva.

La tarea no es fácil, a punto de no haberla resuelto los más preclaros ingenios


humanos que en larga serie de siglos han pretendido fijar las condiciones de
los fenómenos del espíritu y establecer sus leyes generales.
Pero tampoco podríamos negar que sus dificultades han disminuido en los
últimos lustros, gracias al prodigioso desenvolvimiento de los métodos que
refuerzan y precisan las observaciones humanas y al auxilio poderoso de
las ciencias afines, reconstituidas vigorosamente al calor del positivismo
filosófico. Los psicólogos contemporáneos pueden afirmar que una ciencia
comienza a organizarse sobre los escombros de las antiguas especulaciones
metafísicas, más preocupadas de adaptar la realidad a las construcciones
aprioristas del espíritu que de construir sistemas fundados en la intelección de
la realidad, tal como nos la revela la experiencia. Los clásicos de la filosofía se
consideraron obligados a penetrar en el dominio de los fenómenos psicológicos
trayendo alguna idea filosófica, moral o física: el alma, la sensación, el átomo,
la voluntad, el bien, el instinto, las imágenes, las facultades, etc.; hoy
comenzamos a salir de esa corriente y a concebir la actividad psíquica como un
proceso biológico en formación continua y no como una simple suma o
combinación de elementos que preexisten por separado; en este sentido, los
postulados más ruidosos de Bergson y James (“impulso vital”, “corriente de la
conciencia”), pueden ser afirmaciones elementales de la psicología biológica
evolucionista, sin que esto implique opinar sobre la validez o invalidez de sus
inferencias metafísicas.

Conclusión
Las aplicaciones morales y sociales del pragmatismo son, sin duda, lo más
interesante de la nueva doctrina, pero escapan a los dominios de la ciencia y
no se relacionan directamente con la psicología. Son hipótesis filosóficas, entre
las cuales la más importante sería que la ciencia debe seguir las necesidades
de la actividad práctica: “la acción engendra la ciencia”.
Para nuestro objeto, basta dejar establecido que el pragmatismo de James y de
Bergson no implica, en manera alguna, el resurgimiento del racionalismo
especulativo o del animismo en psicología, limitándose a evidenciar la utilidad
de un buen método: constituir una ciencia natural fundándose en los datos
inmediatos de la conciencia, llámesele “empirismo radical” o “experiencia pura”.
Parte de premisas distintas, mira desde un punto de vista diferente, pero en lo
fundamental se mantiene dentro de la orientación que hemos señalado, pues
considera a los hechos psicológicos como manifestaciones de la materia viva
en continua evolución, encuadrándose dentro de la psicología biológica
evolucionista.
Fuera de la ciencia, en el campo de la metafísica pura, es donde el
pragmatismo difiere del monismo. Allí, cuando entra a ser una teoría del
conocimiento y un principio de moral práctica, cuando excede los límites de la
ciencia para remontar su vuelo en las regiones de la filosofía.
Sea cual fuere, pues, la posición filosófica adoptada individualmente por los
psicólogos, la psicología se va constituyendo como ciencia con criterios y
métodos bien definidos. El conocimiento científico no es la obra exclusiva de tal
o cual sistema filosófico, ni depende de las hipótesis transitorias que colaboran
a su desenvolvimiento, pues dura más que ellas. Conocemos la realidad para
adaptamos a ella y todos colaboramos en una obra común que se va formando
en el tiempo, independientemente de las escuelas y de las sectas más
adversas, fuera de todos los dogmatismos.
Anexos
Fuente:
José Ingegnieros, “La psicologia biológica”, Aneles de lá Sociedade de
Psicología, 1910, vol. 1, pp. 9-34.

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