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I. APECTOS HISTÓRICOS
Desde finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, se conocía la digestión de la carne por
las secreciones del estómago y la conversión del almidón en azúcar por los extractos de
plantas y la saliva. Sin embargo, no había sido identificado el mecanismo.
En 1897, Edward Buchner consiguió extraer en forma activa soluble de las células de la
levadura, el conjunto de enzimas que catalizan la fermentación del azúcar hasta alcohol. En
1907 recibió el Premio Nobel de Química por sus investigaciones bioquímicas y el haber
descubierto la fermentación libre de células.
En 1926, James Summer aisló por primera vez una enzima en forma pura cristalizada; la
UREASA, obtenida de los extractos de soya; Summer encontró que los cristales de ureasa
estaban constituidos solamente por proteína, lo que indujo a concluir que todas las enzimas
son proteínas. Summer hizo lo mismo con la enzima catalasa en 1937.
La conclusión de que las proteínas puras podían ser enzimas fue definitivamente probada por
John Howard Northrop y Wendell Meredith Stanley, quienes trabajaron en diversos
enzimas digestivos como la pepsina (1930), la tripsina y la quimotripsina. Estos tres
científicos (Summer, Northrop y Stanley) recibieron el Premio Nobel de Química en 1946.
Después de esto se aceptó con carácter general la naturaleza proteica de las enzimas.
En la actualidad se ha logrado identificar aproximadamente 2,000 enzimas diferentes, cada
una de las cuales cataliza una reacción diferente. Las enzimas, al igual que otras proteínas,
poseen pesos moleculares comprendidos entre 12,000 y 1´000,000 D., estos pesos son
mucho mayores si se comparan con los sustratos o grupos funcionales sobre los que actúan.
II. CONCEPTO
Desde el punto de vista estructural las enzimas son proteínas que catalizan reacciones
químicas en los seres vivos, actúan en pequeña cantidad y se recuperan indefinidamente.
Intervienen tanto en reacciones endergónicas como en exergónicas.
Son los catalizadores de las reacciones de los sistemas biológicos. Tienen un gran poder
catalítico, a menudo muy superior al de los catalizadores sintéticos. Poseen un elevado grado
de especificidad respecto a sus sustratos, aceleran reacciones químicas específicas y
funcionan en soluciones acuosas en condiciones muy suaves de temperatura y pH.
Las enzimas constituyen una de las claves para conocer de qué modo sobreviven y proliferan
las células. Actuando en secuencias organizadas catalizan cientos de reacciones
consecutivas en las rutas metabólicas mediante las que se degradan nutrientes, se conserva y
transforma la energía química y se fabrican las macromoléculas biológicas a partir de
precursores sencillos.
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Algunas de las enzimas que participan en el metabolismo son enzimas reguladores que
pueden responder a diversas señales metabólicas cambiando adecuadamente su actividad
catalítica. A través de la acción de las enzimas reguladoras los sistemas enzimáticos están
altamente coordinados, proporcionando una armoniosa influencia recíproca entre la multitud
de actividades metabólicas diferentes que son necesarias para la vida.
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Como todas las proteínas, las enzimas poseen una única secuencia de aminoácidos y
estructura tridimensional. Enzimas como la pepsina, tripsina, quimotripsina y ribonucleasa
pancreática, están formadas sólo por aminoácidos; otras enzimas son proteínas conjugadas
que contienen, además de aminoácidos, un compuesto llamado COFACTOR, que puede ser
un componente orgánico no proteico denominado COENZIMA y/o un ión metálico; por
ejemplo:
Carboxipeptidasa Zn -----
Catalasa Fe Porfirina
Mieloperoxidasa Ca Hemo
E + S ES E + P
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Las enzimas están compuestas por una proteína termolábil, no dializable, llamada
APOPROTEÍNA o APOENZIMA, y un grupo orgánico termoestable, de bajo peso molecular
denominado COENZIMA, o bien un ión metálico. Los coenzimas son compuestos bien
definidos y en muchos casos poseen estructuras relacionadas con las vitaminas.
Ni la apoenzima, ni el coenzima funcionan independientemente, sino juntos, formando la
unidad catalíticamente activa llamada HOLOENZIMA; así:
Los estudios sobre la especificidad de sustrato de las enzimas han conducido al concepto de
la existencia de una complementariedad, una relación como la de “la llave y la cerradura”
entre la molécula de sustrato y una zona específica situada sobre la superficie de la molécula
de enzima, llamada Sitio Activo o Sitio Catalítico o Centro Activo, al cual se une la
molécula de sustrato cuando experimenta la transformación catalítica, formando un
complejo Enzima – Sustrato (ES).
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VIII. ENZIMOLOGÍA CLÍNICA
La enzimología es útil en el diagnóstico de enfermedades y hasta cierto punto en el
tratamiento de problemas clínicos. En algunas enfermedades humanas, especialmente en las
alteraciones genéticas hereditarias, se puede presentar una deficiencia o aun la carencia
completa de una o más enzimas en los tejidos. Las medidas de la actividad de algunas
enzimas en el plasma sanguíneo, en los eritrocitos o en muestras de tejidos son importantes
para el diagnóstico de la enfermedad.
En el laboratorio clínico, las enzimas se utilizan, ya sea como reactivos específicos para la
determinación cuantitativa de diversos constituyentes de muestras de tejidos, o bien para la
medición de niveles enzimáticos que sirven como índice en el diagnóstico de procesos
patológicos. Por ejemplo:
a) El acoplamiento de una enzima dependiente de NAD a la determinación de un
constituyente tisular, es ilustrado por la medición de nitrógeno ureico sanguíneo (BUN).
Este ensayo consta de dos reacciones, la primera de las cuales es la conversión de urea
en amoniaco y CO2 por acción de la ureasa.
Urea + agua 2 NH3 + CO2
GDH
NH3 + α – cetoglutarato Glutamato + agua
NADH NAD
ADH
CH3CH2OH CH3CHO
NAD NADH
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ALGUNAS ENZIMAS DE INTERÉS CLÍNICO
Hay también enzimas que son utilizadas frecuentemente con fines terapéuticos; por ejemplo,
materiales fibrinosos y purulentos son a menudo removidos de heridas infectadas o
necróticas, por enzimas tales como la fibrinolisina y desoxirribonucleasa. Diversas enzimas
proteolíticas, especialmente la tripsina, son utilizadas para el tratamiento de la trombosis; la
enzima hialuronidasa facilita la inyección intradérmica de líquidos y la dispersión de líquidos
acumulados por traumatismos.
IX. ISOENZIMAS
Las isoenzimas o ISOZIMAS son variantes de las enzimas; es decir, son formas múltiples de
una determinada enzima y catalizan la misma reacción. Las isozimas son frecuentes en el
suero y en los tejidos de todos los vertebrados, insectos, vegetales y organismos unicelulares.
Estas desempeñan un papel importante en los mecanismos de control, son usualmente
separadas por electroforesis, exhiben variaciones de carga y pueden también ser producidas
por más de un gen. Un ejemplo clásico de isoenzima involucra a la enzima lactato
deshidrogenasa (LDH) (aparece en cinco formas isoenzimáticas), es un tetrámero que
consta de dos sub-unidades moleculares distintas. Una de ellas se encuentra
predominantemente en el músculo cardiaco y la otra en el músculo esquelético. Estas sub-
unidades son producidas por genes separados y cada una posee la misma actividad
enzimática. Las dos proteínas tienen una composición diferente de aminoácidos, de modo que
son fácilmente separables en un sistema electroforético y no reaccionan en forma cruzada en
las pruebas inmunológicas. Las dos sub-unidades de LDH difieren en sus características
cinéticas pese al hecho de que ambas catalizan la reducción de piruvato a lactato. Otro
ejemplo de isoenzima es la creatina cinasa o creatina quinasa (CK), dímero formado por
dos sub-unidades encontradas en cerebro y músculo cardiaco y esquelético, ésta tiene tres
formas isoenzimáticas.
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LDH1, LDH2, LDH3, LDH4 y LDH5 de mayor a menor migración
electroforética. Sin embargo, las cantidades relativas de estas cinco
formas moleculares son distintas en cada órgano o tejido. La más
abundante en hígado es LDH5, mientras que en riñón existe mayor
cantidad de LDH1.
X. SISTEMAS MULTIENZIMÁTICOS
Otro nivel de estructura enzimática importante en los procesos de regulación del metabolismo
es el complejo multienzimático altamente organizado. Algunos sistemas enzimáticos
metabólicos existen en un estado de agregación o arquitectura que involucra varias enzimas
diferentes.
Se denomina sistema multienzimático a una sociedad de varias enzimas que catalizan
reacciones consecutivas, donde el producto de una reacción es el sustrato de la siguiente,
empleando para cada reacción una enzima diferente. En síntesis un sistema o complejo
multienzimático es un conjunto de enzimas que se encuentran asociadas y que catalizan una
secuencia coordinada de reacciones metabólicas.
El complejo ácido pirúvico deshidrogenasa de E. coli (P.M 4,8 millones) consta de tres
enzimas diferentes, 24 moléculas de piruvato descarboxilasa (P.M 90,000), 24 moléculas
de dihidrolipoato deshidrogenasa (P.M 55,000) y 8 moléculas de lipoil reductasa
transacetilasa (P.M 120.000).
Otro ejemplo de sistema multienzimático es el complejo de la α – cetoglutarato
deshidrogenasa.
XI. PROENZIMAS
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Son formas precursoras inactivas de las enzimas. El paso de proenzima a enzima activa
supone la ruptura de un enlace peptídico y liberación de péptidos. A este grupo pertenecen
las enzimas proteolíticas, que catalizan la hidrólisis de los enlaces peptídicos. Por ejemplo,
el tripsinógeno que se convierte en tripsina y el pepsinógeno en pepsina. Esta conversión
implica un cambio estructural de la proteína, causado por un factor externo (por ejemplo, el pH
ácido del jugo gástrico convierte el pepsinógeno en pepsina), o por otra enzima (por ejemplo,
la enteroquinasa secretada por la pared intestinal convierte el tripsinógeno en tripsina). La
razón de la existencia de zimógenos (proenzimas) es evitar que este tipo de enzimas, que
son muy activas, digiera a las proteínas intracelulares.
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Reacciones de hidrólisis de sustratos. Tripsina, lipasas,
C.E.3 Hidrolasas (Transferencia de grupos funcionales al amilasa, proteasas,
agua). Comprende las enzimas digestivas. acetilcolinesterasa.