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Desaceleración económica Del

Peru: ¿ cómo nos fue en otras


ocasiones?
25 Agosto 2014

Existe preocupación sobre las cifras de crecimiento del PBI. Vale la


Pena recordar tres episodios pasados, en que hubo problemas de
desaceleración. ¿Cuál fue el papel del MEF y el BCR entonces?

En 1998, 2001 y 2009 también el Perú tuvo desaceleración. ¿Qué hizo el BCR y el
MEF?
POR JUAN MANUEL HURTADO

25 Agosto 2014
La cifra del crecimiento de PBI interanual de junio, 0.3%, sin duda ha generado temores entre
los analistas económicos, los inversionistas y el sector público. Sin embargo, no es la cifra de
crecimiento más baja que hemos tenido en los últimos tiempos. Si uno se pone a recordar,
desde 1990 el Perú ha pasado por tres momentos donde la economía ha estado muy cerca (o
en medio de una) recesión: en 1998, en 2001 y en 2009. ¿Cuáles fueron las acciones de política
económica en cada episodio?
LA CRISIS DE 1998
Esta crisis no empezó en nuestro país, sino en las economías asiáticas: Malasia, Indonesia,
Filipinas, Taiwán, Hong Kong, Corea del Sur y Rusia. Estos países sufrieron de crisis cambiarias
durante los últimos meses de 1997 y, poco a poco, los inversionistas empezaron a retirar sus
capitales de todos los países emergentes, entre ellos el Perú. Así, en el primer semestre de
1998 el país tuvo una contracción del PBI producto de menor inversión.

Para empeorar las cosas, la fuga de capitales internacionales generó una fuerte depreciación
Del sol, lo que afectó al sector bancario que tenía, en su mayoría, ingresos (préstamos) en
soles y gastos (depósitos) en dólares. Bancos Como el Latino, el Nuevo Mundo y el NBK fueron
absorbidos o cerraron, producto de este problema llamado “hoja de balance”.

El BCR orientó sus medidas de política a frenar esta depreciación. Para ello, brindaron
facilidades de crédito en moneda extranjera, redujeron el encaje en dólares, e hicieron
intervenciones cambiarias. Para darle mayor Fortaleza al sistema financiero, el MEF compró
portafolio de los bancos, y transfirió depósitos del gobierno a bancos privados. De todas
formas, el ajuste económico fue notorio y, sumando UN fenómeno del Niño fuerte, el año de
1998 se cerró con una contracción cercana al -0.6% anual.

LA CRISIS DEL 2001


Esta es la única crisis reciente que fue generada, en su mayoría, dentro del Perú. La severa
incertidumbre política generada por la renuncia de Alberto Fujimori, y la instauración de UN
gobierno temporal, hizo que la economía se contraiga durante nueve meses (siete
consecutivos) entre fines del 2000 y comienzos del 2001.

La incertidumbre también se trasladó al ámbito económico, puesto que la inversión privada se


contrajo severamente, especialmente en sectores como la construcción. De esta forma, el
gobierno entrante de Alejandro Toledo se enfrentó con un panorama muy adverso. Poco
antes, en marzo de 2001, el país experimentó la mayor contracción Del PBI desde 1994, dato
que no se ha vuelto a repetir: -6.8% interanual.

El gobierno entrante realizó varias acciones que llevaron a la recuperación económica. Tal vez,
la más importante fue la reducción Del Impuesto Extraordinario de Solidaridad, un impuesto
que pagaban los trabajadores dependientes (quinta categoría). El programa de privatizaciones
del país también generó beneficios, aunque a costa de conflictos sociales como el recordado
“Arequipazo”.

La puesta en marcha de diversos proyectos mineros, como Anta mina, ayudó a la recuperación,
además de un efecto estadístico: como a fines del 2000 no se producía mucho, cualquier
producción a fines del 2001 resultaría importante en variación porcentual. Sin embargo, lo que
más ayudó a la recuperación de la inversión privada fue, sin duda, el fortalecimiento de la
institucionalidad política Del país.

LA CRISIS DEL 2009


Desde febrero hasta agosto del 2009, el país vivió la última desaceleración anterior a la actual.
La crisis económica estadounidense (producto de las hipotecas subprime) desencadenó una
crisis en los países emergentes y un nerviosismo de los mercados de capitales a nivel global
que continúa, en menor medida, hasta hoy.

En abril Del 2009, la economía se contrajo 1.8% interanual, y en junio, -2.8% respecto de junio
del 2008. Sin embargo, a diferencia de las dos crisis anteriores, y por primera vez en la historia,
el BCR y el MEF pudieron hacer política económica contracíclica de tipo keynesiano. Así, desde
el 2001 hasta el 2009, el Perú logró un crecimiento económico sostenido que le permitió tener
ahorros fiscales y una gran cantidad de reservas internacionales.

De esta manera, desde el 2009 se implementaron diversas medidas. Por ejemplo, el Fondo de
Estabilización de los Precios de Combustibles, el aumento temporal del drawback, la
aceleración de proyectos de infraestructura, etc. Por el lado monetario, el BCR bajó su tasa de
referencia sucesivamente: de 6% en enero, se ubicó en 1.25% en agosto. Todo ello, sin
sacrificar el tipo de cambio ni los flujos de capitales. Esto último continúa siendo posible hasta
ahora.

Según el Marco Macroeconómico Multianual de mayo del 2009, el plan comprendía un gasto
de S/.12, 561 millones. El plan logró su objetivo: el Perú, a pesar de todo, logró crecer 0.9% en
el 2009 respecto del 2008. Esto resulta más meritorio cuando se ve que UN sinfín de países se
contrajeron económicamente ese año: Brasil (-0.3%), Chile (-1%), Estados Unidos (-2.8%),
España (-3.8%), México (-4.7%), Japón (-5.5%), e Irlanda (-6.4%).

En conclusión, la fortaleza del BCR y el MEF hicieron que la desaceleración fuera menos severa
que en otras ocasiones. Así, la institucionalidad de estos dos organismos es fundamental para
que la economía se recupere. Hasta el momento, en la actual desaceleración, el BCR ha bajado
la tasa de referencia y el encaje consecutivamente, y el MEF ha lanzado paquetes económicos.
Se espera que en los próximos meses, con sus Altas y bajas, la economía vuelva a repuntar.

La desaceleración de la economía peruana y la


institucionalidad
Hay variables internas y externas que han incidido en la desaceleración de la economía peruana. Hay que

entender también que no se podía crecer sostenidamente siempre a tasas entre 7% y 8% anual. Según

diversos estudios, nuestro crecimiento potencial estaría entre el 5% y 5.5%, y son estas cifras las que
deberíamos contemplar a mediano y largo plazo.

Por Carlos Aguirre el 19 de Junio 2014 10:44 AM 1 0

Entre las variables externas que han afectado

nuestro crecimiento está la desaceleración de la economía China, la misma que crecería entre 7% y 7.5%
en adelante. Como es sabido, esto afecta directamente a nuestras exportaciones, a nuestra balanza
comercial y a nuestra cuenta corriente.
Otro variable a considerar es el famoso "tampering", por lo cual EE.UU. dejaría de comprar bonos del

tesoro norteamericano, con lo cual se pondría fin a la abundancia de dólares y de capitales que en su

búsqueda de mejores rendimientos, aterrizaban en la economía peruana manteniendo bajas las tasa de
interés e impulsando el crédito y el financiamiento para las empresas peruanas.

Su anuncio inicial afectó seriamente la entrada de capitales por cuanto los mercados asumieron que el

retiro de las compras de bonos sería rápido. Luego, ante anuncios que el retiro de las compras de bonos

sería gradual, los mercados se fueron tranquilizando y poco a poco importantes capitales han "retornado".

Producto de ello, las tasas de interés han bajado en las últimas semanas y se ha ampliado la disposición
de recursos para las empresas peruanas.

Un tercer factor externo que nos juega en contra es que la economía europea no crece y la

norteamericana crecerá poco, mejorando en el segundo semestre de este año. Ante esto, es importante

tener presente que crecer a tasas de 5% en la actualidad implica crecer más que el resto de países de
Latinoamérica y que las economías desarrolladas.

En el frente interno tenemos el problema de la falta de institucionalidad, las trabas a la inversión, los

costos de transacción y los sobrecostos que han parado grandes proyectos de inversión. En ese sentido,

el gobierno está lanzando una serie de medidas que pretender "destrabar o desburocratizar" las

inversiones, esperando que estas medidas impacten en el mediano plazo en nuestro crecimiento
potencial y en nuestras expectativas.

Las medidas implican ajustes en el sistema tributario, reducción de sobrecostos, simplificación de trámites

realizados a fin de obtener permisos y licencias, estabilidad tributaria para grandes proyectos mineros,

entre otras. Uno de los potenciales efectos a corto plazo de estas medidas sería impactar positivamente

en las expectativas del empresariado y de los consumidores en general (recordemos cómo en su

momento la potencial compra de la refinería de Repsol por parte del estado impactó negativamente en las

expectativas de los agentes económicos). En otras palabras, todas las medidas afectarán el lado de la
oferta de la economía y no de la demanda.

Por otro lado, en las semanas previas se ha podido leer y escuchar noticias y opiniones muy negativas

sobre nuestro crecimiento. Si bien parte de lo que se dice es cierto, hay informaciones contrabandeadas

con intereses políticos o intereses y rencillas personales. Por ello, hay que tener cuidado a la hora de

analizar datos o noticias. Recordemos que las expectativas negativas inciden de alguna manera en la
demanda, el gasto de las familias y en las decisiones de los empresarios.

Otro tema importante ha sido la corrupción en los gobiernos regionales. Esto ha paralizado o
desacelerado las inversiones en el interior del país. Los gobiernos regionales "ralentizan" su nivel de
inversiones al tener un mayor cuidado; no vayan a terminar en la cárcel. De por si estas inversiones eran
lentas., ahora lo son más.
Pensando ya en el crecimiento y desarrollo económico a largo plazo, quiero resaltar lo siguiente. Hace

algunos días estuvo visitándonos el profesor James A. Robinson, profesor de Gobierno en la Universidad

de Harvard y coautor del libro "Por qué fracasan los países". El profesor Robinson señaló que la

estabilidad macroeconómica no es suficiente para sostener un crecimiento a largo plazo. Es necesario

gozar de buenas instituciones. En ese sentido, estamos muy lejos de ser un país con buenas

instituciones. El estado es débil, clientelista, aún no se institucionaliza el servicio civil y nuestra burocracia
es incompetente y corrupta.

El profesor señaló para cambiar las instituciones es fundamental que profundicemos la democracia y que

nuestro sistema político sea menos clientelista. Asimismo, dijo algo importante: "Cambia la política y el

resto llega". Los partidos políticos en el Perú son clientelistas. Usan el poder para favorecer a quienes a

su vez los apoyan. Todos sabemos del uso del carnet y del "apoyo" del partido de gobierno a

empresarios que apoyaron su candidatura. El clientelismo genera corrupción. Pero Robinson señala algo
muy lógico y coherente. No se puede enfrascarse únicamente en luchas contra la corrupción.

Mientras haya clientelismo, un estado débil y no exista un sistema de servicio civil, la corrupción

persistirá. Lo que debemos cambiar es nuestro sistema político, labor que no resulta sencilla por todos

los interese creados. Otro tema que comentó el profesor Robinson fue que en el Perú existen muchas

barreras para competir debido a la presencia de monopolios y oligopolios (en el sector bancario y en el
sector de los fondos de pensiones, etc.).

Conversaba con amigos colombianos que residen en

el país hace algún tiempo y me comentaban que unos de los rasgos más sobresalientes del peruano

promedio es que siempre ve primero y pondera más los aspectos negativos de las cosas. No deberíamos

ser tan pesimistas. Con las medidas del gobierno, la maduración del sistema del servicio civil, y mejores

condiciones externas, en los próximos años (a partir del 2015) es probable que volvamos a tener tasa de
crecimiento interesantes.

Mientras tanto nuestro crecimiento a largo y muy largo plazo estará sostenido por la acumulación capital,
tanto físico (infraestructura) como humano (educación), unido a la tecnología, ciencia e innovación; y la

institucionalidad. Lo que me preocupa más es cómo cambiamos nuestra institucionalidad, sobre todo
nuestro sistema político, porque es el pilar más difícil de modificar, tal como lo señaló el profesor
Robinson den su visita al país.

Además de las medidas que propone James A. Robinson para sostener un crecimiento a largo

plazo, ¿qué otras consideraciones se deberían tener en cuenta para hacer frente a la
desaceleración de la economía?

Esta entrada contiene un artículo de:


Carlos Aguirre
Profesor del área de Finanzas, Contabilidad y Economía. Maestría en Finanzas, ESAN. Economista.

Programas de especialización en Finanzas, en Regulación Económica de las Telecomunicaciones y en

Administración Bancaria.

Profesor de la Maestría en Finanzas de ESAN

1 comentario

Buenos días,

Interesante artículo, veo difícil que se cambie nuestro sistema político, pero no inalcanzable.

Para hacer frente a la desaceleración, considero que deberíamos dejar de ser un país exportador, e

industrializarnos progresivamente. Esperemos que se llegue a realizar el Plan Nacional de la

Diversificación Productiva.

Otro aspecto importante es la educación, según un estudio de The Economist la OCDE estima que la

mitad de su crecimiento económico en los países desarrollados en la ultima década provino de mejora de

habilidades. Se debería invertir más porcentaje del PBI en educación.

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DESACELERACIÓN DE LA ECONOMÍA
PERUANA

La economía Peruana creció en el mes de julio pasado 4,5%


interanual, según informaciones oficiales del Banco Central de
Reserva del Perú (1), cifra muy por debajo del 7,6% registrado en
julio del año 2012, y la tendencia sigue a la baja desde junio de 2010
cuando se alcanzó el máximo crecimiento mensual del 12%. La
caída de las exportaciones por la disminución de los precios
internacionales de los metales y el deterioro de los e inversiones
privadas parecen indicar que la desaceleración habrá de continuar
en los siguientes meses.

El ritmo de crecimiento logrado en julio es menor de lo previsto por los analistas


que esperaban supere el 4,8% debido a la moderada expansión registrada por
los sectores manufacturero y minero y la recuperación de la industria de la
construcción. El gobierno de turno ha revisado sus previsiones de crecimiento
para este año, la que ha bajado a un 5,7 % desde el 6,5% que se esperaba a
inicios del año, cifras bastante optimistas comparadas con las previsiones
ajustadas por el Fondo Monetario Internacional al 4.6% para la Economía
Latinoamericana (2).

La Economía Peruana caracteriza por ser primarizada y exportadora de


materias primas (metales) y viene desacelerándose desde junio de 2010, y
especialmente todo este año, motivada por las presiones externas relacionadas
con el enfriamiento de la Economía China, principalmente del sector
manufacturero, cuya demanda de materias primas –particularmente de
metales- está disminuyendo. A ello se suma la prolongada crisis económica
europea y las dificultades en la recuperación de la Economía Norteamericana.
La desaceleración de la Economía China está siendo enfrentada por sus
líderes con reformas para transformar al consumo interno en el principal motor
del crecimiento económico

Evidentemente la desaceleración económica China y de otros países


emergentes y desarrollados está motivando la caída de los precios
internaciones de los metales desde hace más de un año, entre ellos del oro,
plata, cobre y zinc.
Realistamente hablando, las perspectivas de la actividad económica peruana
en el corto plazo no son halagüeñas, y probablemente el ritmo de crecimiento
mensual siga decayendo -muy a nuestro pesar- de continuar la caída de los
precios de los principales commodities que acostumbra exportar el Perú

Urge que las autoridades monetarias y fiscales de la Economía Peruana


adopten políticas económicas contracíclicas para evitar el impacto negativo del
shock externo y agravamiento de esta indeseable situación económica, que al
parecer ya no es meramente coyuntural, sino estructural y pasa sobre todo por
emprender decididamente un cambio drástico en la estrategia de desarrollo
nacional basado en la industrialización, la economía del conocimiento y
fortalecimiento de la agricultura con miras a una mayor seguridad alimentaria
nacional.

La Edad de Piedra no terminó por falta de piedras. La Era de la Minería


también puede terminar (o decaer drásticamente) y no por falta de minerales.
Es hora de hacer un viraje anticipado y necesario.

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