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TECTÓNICA DE PLACAS

Durante muchos años, los cartógrafos se extrañaron de la geometría de África y América del Sur, ya
que su forma llevaba a pensar que si se acercaran encajarían como piezas de un rompecabezas. Por
su parte, los paleontólogos se preguntaban cómo era posible que existieran fósiles comunes en
continentes alejados.
Nadie pudo dar respuesta a estas preguntas hasta comienzos del siglo XX cuando Alfred Wegener
propuso su teoría de la Deriva Continental, teoría que no fue aceptada por toda la comunidad
científica de la época pero que sirvió de base a estudios posteriores. Ya en la década del 60 se
enunció una teoría globalizadora que explica los procesos geológicos en la superficie de la tierra; La
tectónica de placas.
La mayoría de los procesos que tienen lugar en la superficie de nuestro planeta (erupciones
volcánicas, terremotos, formación de océanos, etc.) son consecuencia de la actividad interna de la
tierra. Por ello, es importante conocer la estructura de la tierra. Su interior se encuentra a gran
temperatura y el calor aumenta con la profundidad (1 grado C cada 33m en las capas externas), y ese
aumento es menor a medida que aumenta la profundidad. El centro de la tierra está a unos 4500C.
Se pueden diferenciar tres capas; la corteza, el manto y el núcleo.
La corteza es la capa más superficial y está en contacto por su parte inferior con el manto. Es la capa
más delgada de la tierra. La corteza oceánica es más delgada y densa que la corteza continental y está
formada por sedimentos, la corteza continental está formada por rocas plutónicas, principalmente
granito.
El manto llega hasta los 2900km de profundidad y está formado por rocas más densas que las de la
corteza (formadas por silicatos de hierro y magnesio). La temperatura del manto es muy alta, entre
1000 y 3700 grados C. Aunque la mayor parte del manto es sólido, en algunas zonas las rocas están
fundidas (por la alta temperatura), estas rocas forman el magma que cuando asciende y llega a la
superficie se denomina lava. El manto superficial se distingue en una zona llamada astenosfera, la
porción del manto que queda por encima de la astenosfera y la corteza forma una unidad estructural
de unos 100km de espesor denominada litosfera, que interviene en los procesos de la tectónica de
placas.
El núcleo es la capa más profunda de la tierra, es una capa muy densa ya que está constituida por
una aleación de hierro y níquel. Su temperatura llega hasta los 4500C. Se diferencian dos zonas;
núcleo externo que llega hasta los 5100 metros de profundidad y el núcleo interno que continúa hasta
el centro de la tierra, 6300km.
Luego de conocer la estructura de la tierra podemos pasar a la teoría de la deriva continental
enunciada por Wegener en 1912. Según la teoría, hace unos 300 millones de años todos los
continentes estaban unidos formando un único continente al que llamó Pangea, rodeado por un
océano, Panthalassa (del griego, todos los mares). Esta masa comenzó a romperse hace unos 200
millones de años y los fragmentos viajaron a la deriva hasta alcanzar la posición actual. Para
Wegener los continentes se desplazaban sobre el fondo oceánico, lo que le permitía explicar la
formación de cadenas montañosas, ya que cuando un continente viajaba, su zona frontal podía
encontrar resistencia y se plegaba. Sin embargo, la principal objeción a su teoría era que no podía
precisar cuáles eran las fuerzas que mueven esas masas continentales. Proponía que podían ser la
fuerza centrífuga generada por la rotación de la tierra y la atracción gravitatoria del Sol y la Luna.
Argumentos en favor de la teoría de Wegener;
 Coincidencia en la forma de la costa de continentes muy alejados.
 Similitud de formaciones rocosas en continentes hoy separados.
 Pruebas paleo climáticas. Hace 300 millones de años un gran casquete polar cubrió una
extensa área continental, las señales de haber estado cubiertos de hielo se encuentran muy
alejadas unas de otras.
 Pruebas paleontológicas. Existencia de fósiles animales y vegetales idénticos en continentes
separados por el Atlántico.
 Continuidad de las cadenas montañosas en continentes muy alejados. Ej. Los Apalaches
(América del Norte) y Cordillera Escandinava (Europa).
También debemos mencionar la expansión del fondo oceánico. Hace algo más de 50 años se
pensaba que los fondos oceánicos eran llanuras cubiertas de sedimentos. Sin embargo, luego de
estudios en el Atlántico Norte, se llegó a distintas conclusiones:
 La capa de sedimentos era mucho más delgada de lo que se creía.
 En el centro de la cuenca oceánica había una gran elevación montañosa, la dorsal oceánica,
con un surco central, el rift. En ella se encontraron rocas jóvenes, de menos de un millón de
años.
 Los fondos oceánicos eran relativamente jóvenes; no se encontraron rocas de más de 180
millones de años, (la tierra tiene 4500 millones de años).
Más tarde observaron que los epicentros de los terremotos en esa zona se situaban a lo largo de esa
dorsal. Lo mismo ocurría con los epicentros de los terremotos del Pacífico y del Índico. Dedujeron
que debía haber un rift en cada océano.
Con estos datos, los profesores Dietz y Hess enunciaron una nueva hipótesis; la expansión del fondo
oceánico, que pronuncia que en la dorsal se formaba continuamente litosfera oceánica y desde allí se
produce la expansión del fondo marino. Aunque no tenían pruebas suficientes para probar la apertura
de los océanos. La prueba definitiva la aportaron Vine y Matthews (en 1962) al estudiar el
magnetismo de las rocas del fondo marino. Comprobaron que existían, a ambos lados de la dorsal,
bandas paralelas de corteza oceánica constituidas por rocas que se habían formado al mismo tiempo,
ya que tenían idéntica polaridad magnética.
Luego, en 1968, se enuncia la teoría de la tectónica de placas, gracias a investigaciones de
distintas ramas de la ciencia. Explica el movimiento de los continentes a lo largo de los tiempos (ya
indicado por Wegener) pero, además, explica cómo y dónde se crea la corteza continental y oceánica,
la formación y expansión de los océanos, la distribución geográfica de volcanes y terremotos o la
formación de cordilleras.
Según esta teoría, la superficie de la Tierra está dividida en piezas o placas rígidas, denominadas
placas tectónicas o litosféricas. Se diferencian según su corteza en tres tipos; oceánicas, continentales
y mixtas. Los límites son zonas de gran actividad sísmica o volcánica. El desplazamiento de estas
placas se debe a las corrientes de convección producidas en el manto y a la fuerza de gravedad.
Dos placas pueden moverse entre sí de distintas formas; separándose, acercándose, o deslizándose
lateralmente. En los lugares que se separan se produce un continuo ascenso del material del manto y
con ello, se crea corteza oceánica. Se denominan límites divergentes.
Cuando se acercan, una placa se introduce (subduce) por debajo de la otra, que puede ser continental
u oceánica, se destruye placa oceánica al fundirse en el manto. Cuando chocan dos placas
continentales, ninguna de las dos subduce y se forman los limites convergentes.
En las zonas donde las placas se mueven lateralmente no se crea ni se destruyen las placas, y se
denominan límites neutros. Las placas se mueven unas respecto a otras solamente unos centímetros
por año.
Los límites divergentes; las dorsales son grandes elevaciones situadas en la zona media de todos los
océanos, algunas crestas de las dorsales sobresalen por encima del nivel del mar y forman islas
volcánicas en el centro del océano, como las islas de Santa Elena o Islandia. En la parte central de la
dorsal hay un conjunto de fracturas denominado rift-valley, por el que asciende el magma del manto
y provoca actividad volcánica. Los estudios demuestran que se está formando constantemente el
fondo marino, y que todos los océanos actuales tienen menos de 200 millones de años. La lava que
sale por el rift crea nueva litosfera oceánica, que empuja a la existente a razón de varios centímetros
por año. Si este proceso tiene lugar durante varios millones de años se forman grandes cuencas
oceánicas.
Los límites convergentes; como explicamos anteriormente esta es la zona de subducción, zona de
numerosos terremotos, debido a las fricciones que sufre la placa descendente mientras se fractura y
penetra en el manto. Cuando la placa descendente se funde forma magma, que en el caso de ascender
a la superficie constituye volcanes, si el magma se solidifica en el interior de la corteza, forma rocas
plutónicas.
Las zonas de subducción están marcadas por la presencia de fosas oceánicas, arcos de islas, cadenas
montañosas. En el caso de las fosas oceánicas la máxima profundidad terrestre es en la fosa de las
Marianas 11.000 metros de profundidad. Cuando una placa oceánica subduce bajo otra también
oceánica se formas los arco islas. Cadenas de islas volcánicas dispuestas en forma de arco. Ej. Japón,
Filipinas, Antillas. En estas zonas son frecuentes los terremotos.
Fenómenos que se desarrollan:
Borde convergente o destructivo: Cordilleras montañosas, fosas oceánicas, terremotos, destrucción
de corteza territorial, cabalgamiento de placas continentales, vulcanismos de menor intensidad que
en el borde divergente.
Borde divergente o constructivo: Vulcanismos, Formación de dorsales, Islas de origen volcánico,
nuevas cortezas terrestres.

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