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LA VERDAD DE SORAYA

Esta película basada en hechos reales ocurrió en una aldea de Irán, un país con costumbres

Islámicas, donde la mujer que en la gran mayoría son víctimas del machismo, son tomadas como

un objeto, donde los hombres tienen la última palabra, determinan su manera de vivir, de actuar,

de pensar, y de obedecerlos en todos los aspecto, en fin, la mujer en este mundo Islámico no tiene

ni voz ni voto ante cualquier situación que se le manifieste.

La historia transcurre en 1986, cuando un reportero francés tiene un desperfecto mecánico en

su carro y al llegar a un pequeño pueblo para que se lo arreglen, se encuentra con Zahara, ella se

da cuenta que él es periodista y a escondidas de los demás, lo sigue y lo invita a su casa, ahí le

cuenta la terrible historia de su sobrina, Soraya. Su historia trata de exponer la inhumanidad de

la ley islámica y el fundamentalismo islámico. La última y única esperanza de justicia está en

manos del periodista, que tiene que escapar con la historia -a riesgo de su propia vida- con el fin

de volverse la voz de Soraya y contarle al mundo la violencia brutal de la que fue víctima.

Soraya fue una mujer muy valiente, pero que en el fondo creía que era incapaz de seguir sola,

de sacar a sus hijas adelante, ella misma se creó esa imagen, e hizo que la llevara a la muerte por

no darle el divorcio a su esposo.

La única persona que apoyó a Soraya fue su tía Zahara, quien lucha por desenmascarar el trama

hecho por el esposo de Soraya y salvarla del castigo, pero fracasa debido a la debilidad de carácter
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del Alcalde del pueblo, al final logran desacreditarla acusándola de adulterio y provocar su

lapidación pública.

Soraya estaba casada con Allí, con quien tiene dos hijos y dos hijas. Pero Allí se enamora de

una chica y para divorciarse de Soraya tiene que darle una especie de herencia, la cual él se niega

a dar, de tal manera que, planea una forma de deshacerse de Soraya. La acusa de adulterio, un

delito grave bajo la religión islámica, para lo cual el castigo es la muerte por lapidación.

Gracias a Zahara, quien tuvo el valor de arriesgar su vida para que el mundo conociera la

realidad del suceso de su sobrina Soraya y su injusta muerte, cuenta los hechos al periodista franco-

iraní Freidoune, y el mundo logra conocer esta historia. Se espera que los gobiernos Iranís

erradiquen estas prácticas y acaben con estas condiciones de vida de la gran mayoría de las

mujeres, los abusos a los que están sometidas, las injusticias a las que son expuestas y la impotencia

en la que se encuentran frente a sus esposos.

Las actuaciones son exquisitas, sumamente creíbles, dignas de ser premiadas en cualquier gran

festival de cine. Y la música es muy importante y bella en la historia. Pero lo principal es que su

realismo conmueve y nos sensibiliza ante un problema de machismo, de brutalidad y de muerte

con tortura que aún se sigue empleando en varios países islámicos fundamentalistas.

Esta película muestra que las mujeres iraníes no tienen voz ni voto en las decisiones grandes de

su país, así como también puede establecer y ser testigo de la injusticia llevada a sus máximas

consecuencias.
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(Lee , 2011) afirma:

Millones de mujeres en todo el mundo son sometidas al horror de la dominación masculina.

Son sometidas sexualmente por bandas en Latinoamérica, sus genitales son en ciertas partes de

África, son forzadas a utilizar burkas en Afganistán, vendidas como esclavas en Tailandia, y se les

niega la educación en la India, sin embargo, muchos de nosotros, los occidentales, hacemos caso

omiso de esta cruel injusticia. Ojos que no ven, corazón que no existe. (pág. 23)

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